Un hoyo
vacÃo, y un poco más lejos la tierra recientemente removida.
El casco, cuya férrea visera se veÃa en parte levantada hasta la
frente, en parte caÃda sobre la brillante gola de acero, estaba
vacÃo...completamente vacÃo.
II
Cuando Teobaldo dejó de percibir las pisadas de su corcel y se sintió
lanzado en el vacÃo, no pudo reprimir un involuntario estremecimiento
de terror.
Se dirÃa que las torres se han
bamboleado y se hunden, dulcemente, en la
onda taciturna, como si las cimas hubieran
producido un ligero vacÃo en el cielo brumoso.
No pudiendo reembolsar el
importe de sus ventas a la presentación de los documentos de aceptación
de la mercaderÃa, como lo hace el europeo con los suyos, habrÃa debido
aumentar su capital para llenar el vacÃo causado por las ventas a plazo.
Las aguas, que ya vienen hostigadas,
corriendo en frenesà sobre un plano vastÃsimo, llegan a la ceja inmensa
y se deslizan al vacÃo, o chocan, antes de saltar, con enormes peñascos,
y rebotan, y en los aires hacen juegos atléticos que la luz colorea con
mágicos cambiantes.
En el dÃa[5] los ingenios están
bien montados con la maquinaria más moderna[6] y la evaporación se
lleva a cabo[7] en recipientes cerrados llamados tachos al vacÃo, en los
cuales se concentra el guarapo, después de pasar por los clarificadores
y de haberlo filtrado en filtros-prensas de múltiples capas filtrantes
de carbón animal.[8]
--Tal es el procedimiento que se sigue en los ingenios de la
Luisiana.[9] ¿Y qué se hace con el jarabe concentrado?
Un aliento de fuego abrasó su cara, un mar de luz obscureció sus ojos,
un trueno gigante retumbó en sus oÃdos, y arrancado del corcel y
lanzado al vacÃo como la piedra candente que arroja un volcán, se
sintió bajar, y bajar sin caer nunca, ciego, abrasado y ensordecido,
como cayó el ángel rebelde cuando Dios derribó el pedestal de su
orgullo con un soplo de sus labios.[1]
[Footnote 1: Compare--
Nine days they fell; confounded Chaos roared,
And felt tenfold confusion in their fall
Through his wild anarchy; so huge a rout
Encumbered him with ruin.
II
Las llamas rojas y azules se enroscaban chisporroteando á lo largo del
grueso tronco de encina que ardÃa en el ancho hogar; nuestras sombras,
que se proyectaban temblando sobre los ennegrecidos muros, se
empequeñecÃan ó tomaban formas gigantescas, según la hoguera despedÃa
resplandores más ó menos brillantes; el vaso de saúco, ora vacÃo, ora
lleno y no de agua, como cangilón de noria, habia dado tres veces la
vuelta en derredor del cÃrculo que formábamos junto al fuego, y todos
esperaban con impaciencia la historia de _La cruz del diablo_, que á
guisa de postres de la frugal cena que acabábamos de consumir, se nos
habÃa prometido, cuando nuestro guÃa tosió por dos veces, se echó al
coleto un último trago de vino, limpióse con el revés de la mano la
boca, y comenzó de este modo:
--Hace mucho tiempo, mucho tiempo, yo no sé cuánto, pero los moros
ocupaban aún la mayor parte de España, se llamaban condes[1] nuestros
reyes, y las villas y aldeas pertenecÃan en feudo á ciertos señores,
que á su vez prestaban homenaje á otros más poderosos, cuando acaeció
lo que voy á referir á ustedes.[2]
[Footnote 1: condes = 'counts,' 'earls.' The word conde comes from
the Latin _comes, comitem_, 'companion,' and during the Roman empire
in Spain was a title of honor granted to certain officers who had
jurisdiction over war and peace.
=vacÃo,= empty.
=vacÃo=, empty.
=vacÃo -a=, empty.
=vacÃo,-a=, empty.
=vacÃo, -a=, empty;
void.
¡Dios mÃo!, ¿no podré
salvar uno solo del cruel vacÃo?
=tacho=, _m._, caldron;
=---- al vacÃo=, vacuum pan.
El encargado de la sucursal del cosechero de Móstoles oyó aquella misma
mañana un gran ruido hacia la praderita interpuesta entre su ventorrillo
y el rÃo, y al asomarse á la ventana vió que el rÃo acababa de invadir
la pradera y se llevaba las cubas vacÃas.
Todos guardaron silencio, y él prosiguio asÃ:
--Yo no acertaré nunca á dar la razón; pero es el caso que la historia
de las armas vacÃas me pareció siempre una fábula tejida en favor de
algún noble personaje, á quien tal vez altas razones de conveniencia
pública no permitÃan ni descubrir ni castigar.
à medida que las libaciones se hacÃan más numerosas y frecuentes, y el
vapor del espumoso _Champagne_ comenzaba á trastornar las cabezas,
crecÃan la animación, el ruido y la algazara de los jóvenes, de los
cuales éstos arrojaban á los monjes de granito adosados en los pilares
los cascos de las botellas vacÃas, y aquéllos cantaban á toda voz
canciones báquicas y escandalosas, mientras los de más allá prorrumpÃan
en carcajadas, batÃan las palmas en señal de aplauso, ó disputaban entre
sà con blasfemias y juramentos.
à medida que las libaciones se hacÃan más numerosas y frecuentes, y el
vapor del espumoso _Champagne_ comenzaba á trastornar las cabezas,
crecÃan la animación, el ruido y la algazara de los jóvenes, de los
cuales éstos arrojaban á los monjes de granito adosados en los pilares
los cascos de las botellas vacÃas, y aquellos cantaban á toda voz
canciones báquicas y escandalosas, mientras los de más allá
prorrumpÃan en carcajadas, batÃan las palmas en señal de aplauso, ó
disputaban entre sà con blasfemias y juramentos.
La faltriquera de la huéspeda estaba tan
vacÃa como antes.
El Tuerto espera algo que no acaba de
llegar; mira á la tartera, después al fondo de la olla vacÃa, y, por
último, á su mujer.
Plántase el palo en el punto más
culminante del sembrado, después de haberlo metido
dentro de una pierna de calzón hecho pedazos, cuya otra
pierna queda colgando a merced del viento, semejando
en todo a la vacÃa pierna de un inválido.
Todo continuaba lo mismo: las luces ardiendo, derramando en copiosos
chorros la blanca cera sobre las arandelas; las imágenes en el propio
sitio, sin mover brazo ni pierna ni desplegar sus austeros labios; la
mujer sumida plácidamente en un sueño que debÃa saberle á gloria;{71-1}
todo seguÃa lo mismo, menos la caja azul, que se habÃa quedado vacÃa.
--à poco volaron los pájaros, y con ellos sus pequeñuelos ya vestidos
de plumas; y quedo el nido solo, columpiándose lentamente y triste,
como la cuna vacÃa de un niño muerto.
166, note 1.]
LXXV[1]
¿Será verdad que cuando toca el sueño
Con sus dedos de rosa nuestros ojos
De la cárcel que habita huye el espÃritu
En vuelo presuroso?[2]
¿Será verdad que, huésped de las nieblas,
De la brisa nocturna al tenue soplo,[3]
Alado sube à la región vacÃa[4]
à encontrarse con otros?
La faltriquera de la huéspeda estaba tan
vacÃa como antes.
El Tuerto espera algo que no acaba de
llegar; mira á la tartera, después al fondo de la olla vacÃa, y, por
último, á su mujer.
Plántase el palo en el punto más
culminante del sembrado, después de haberlo metido
dentro de una pierna de calzón hecho pedazos, cuya otra
pierna queda colgando a merced del viento, semejando
en todo a la vacÃa pierna de un inválido.
Todo continuaba lo mismo: las luces ardiendo, derramando en copiosos
chorros la blanca cera sobre las arandelas; las imágenes en el propio
sitio, sin mover brazo ni pierna ni desplegar sus austeros labios; la
mujer sumida plácidamente en un sueño que debÃa saberle á gloria;{71-1}
todo seguÃa lo mismo, menos la caja azul, que se habÃa quedado vacÃa.
--à poco volaron los pájaros, y con ellos sus pequeñuelos ya vestidos
de plumas; y quedo el nido solo, columpiándose lentamente y triste,
como la cuna vacÃa de un niño muerto.
166, note 1.]
LXXV[1]
¿Será verdad que cuando toca el sueño
Con sus dedos de rosa nuestros ojos
De la cárcel que habita huye el espÃritu
En vuelo presuroso?[2]
¿Será verdad que, huésped de las nieblas,
De la brisa nocturna al tenue soplo,[3]
Alado sube à la región vacÃa[4]
à encontrarse con otros?