Allá lejos veo uno...
Cada uno seguÃa su camino.
Pero como cada uno de Vds.
Dejadme paso ó mato{3-3} uno.
Ni uno solo cruza por aquÃ...
uno de los más nobles de su raza.
canjearme por uno de los suyos...?
Cada uno esté asegurado en su ánimo.
Podemos perder
a uno de estos sastres.
el favor de ahorcar a uno de los sastres.
SÃ, pero todo en uno: tienen el Altozano.
Al fin encontró uno muy bueno y muy nombrado.
Déme el
dos--tres--seis--uno[3] (2361) Libertad.
Cada uno extiende la pierna como tiene la cubierta.
TenÃan que marchar uno a uno por
sendas extraviadas.
Es mi mejor amigo, y no podemos vivir el uno
sin el otro.
Y habÃa en Capernaum uno del rey, cuyo hijo estaba enfermo.
Se detuvo un momento en uno de los corrales donde estaban ordeñando.
uno, -a, one; _pl._, some; (hasta) --s cien, (up to) about a hundred.
uno, una, _pron._, one, some one, a person; (el) -- y (el) otro, both.
En la manera de doblar las cintas estriba uno de los mayores atractivos.
cada, each, every; -- uno, each one; -- vez, each time; ever,
continually.
El contestó que tenÃa tres barcos, uno
de oro, uno de plata y otro de seda.
Tres hombres, uno después de otro, me
aseguraban que llevaba la cabra, y...
Sólo uno que otro manifestaba 5
no estar convencido todavÃa.
Uno
de los osos era muy pequeño, uno de tamaño mediano y el
otro muy grande.
ayudó a la salvación de
ella, cada uno debe recibir la cuarta parte de mi reino.
Los paladines de la libertad, y él fué uno de ellos, han sido siempre
desterrados.
about his.'
=78.=--[78.6] =dijo un guardia de los que==_dijo uno de los guardias que_.
exclamó en aquel punto uno de sus camaradas en tono de
zumba, cuidado con lo que hacéis...
Nos habÃan desarbolado, y al caer el aparejo
le rompió una pierna á uno de la tripulación.
exclamó en aquel punto uno de sus camaradas en tono de
zumba, cuidado con lo que hacéis....
sÃ, seguramente, dijo uno de los que le escuchaban; quisiéramos
que fuese de carne y hueso.
Daba yo ya las gracias a
Dios por haberlo hecho, porque dentro estaba uno como en la gloria.
El mastÃn entonces hizo presa en
uno de los estribos vaqueros, y tiró con fuerza hacia atrás.
Oir Alvar este grito, exhalar otro de sorpresa y alegrÃa, y lanzarse á
la calle, todo fué uno.
El rÃo San Juan, ya nombrado y que sirve
de lÃmite con Nicaragua, es uno de los más utilizados.
El suelo está cubierto
completamente por una alfombra, o parcialmente por uno o varios tapetes.
Tony le miró con
tristes ojos, exhalando uno de esos débiles gemidos que preceden á la
agonÃa.
decia uno.--¡Tú has hecho mal de
ojo á mi hijo, y lo sacas de la cuna y lo azotas por las noches!
En nuestra sala de clase hay
también un cuadro del rey Alfonso, uno de Calderón y uno de Cervantes.
La prisión por deudas ha sido abolida[90] en la
legislación de todos y cada uno[91] de esos paÃses.
De repente le da la gana al portero de contar los que estaban en la
porterÃa, y nota que le falta uno.
Pero cada
uno de estos gritos que brotaba del alma del chalán sólo levantaba un
eco en los barrancos.
Cuando salimos, yo me
tapé perfectamente porque la criada habÃa traÃdo uno para mà y otro para
ella...
Todo esto le hace recordar a uno que
en realidad se encuentra en una tierra productora de
bananas.
Éste no lo
tengo yo...» Por fin, al llegar á uno muy raro de la república de
Liberia, no pudo contenerse.
En la ciudad cada persona tiene uno, por más que
nosotros, aquà en el campo, no los hayamos visto hasta hoy.
VIII.--DERECHOS DE ADUANA[1]
_Use of =uno y otro=, =unos y otros=; =Custom-House= Vocabulary_
--Como Ud.
Cuando
embarrancamos, cada uno agarró el fardo que tenÃa más á mano y echó á
correr para esconderlo en su casa.
Pero hoy dÃa las cajas registradoras se hallan en cada
uno[77] de los pueblos y villorrios de la América latina.
En esto se adelantó uno de los mozos, se dirigió a una de ellas, y a
guisa de invitación hÃzole una Ligera venia.
aquel objeto era la ajorca de oro que tiene la Madre de
Dios en uno de los brazos en que descansa su divino Hijo...
Llénense los espacios en blanco con una forma correcta de uno de los
siguientes verbos: _ser, estar, tener, hacer_.
Yo me hallaba en uno de estos últimos momentos, cuando solo y en medio
de la escueta llanura, oà hablar cerca de mÃ.
aquel objeto era la ajorca de oro que tiene
la Madre de Dios en uno de los brazos en que descansa su divino
Hijo....
Diez años contaba[207] cuando era considerado como uno 10
de los primeros poetas y oradores de su tiempo.
resbalar, to glide, steal, slip; _refl._, to glide, slip, slide,
steal; -se á uno un pie, to take a false step; to slip.
Se ve el rastro de la
sangre entre las zarzas del monte, y al saltar uno de esos lentiscos
han flaqueado sus piernas....
Pensó luego en escoger uno de aquellos juguetes,
que le eran igualmente queridos, y permaneció indeciso
largo tiempo.
creer que entonces no sospeché
siquiera que la niña habÃa estado presenciando, sin perder uno solo,
todos mis movimientos?
CapÃtulo 11
1 ESTABA entonces enfermo uno [llamado] Lázaro, de Bethania, la aldea de
MarÃa y de Marta su hermana.
Y cuidao con que te vengas al Muelle detrás de mÃ,
que no tengo ganas de perendengues; y cuanto más solo esté uno,
mejor....
En uno de los faros de la costa de Valencia vivÃan un vigÃa y su hija
única, niña de unos ocho años, que se llamaba Mariquita.
Cuando se termina la lectura de una novela de Blest Gana, uno cree haber
conocido a sus personajes, haber vivido en su intimidad.
Los
billetes americanos son de uno, de dos, de cinco, de diez, de veinte, de
cincuenta, de cien, de quinientos y de mil dólares.
prosiguió dirigiéndose á uno de sus asistentes,
busca por ahà un poco de leña, y enciéndenos una buena fogata en la
capilla mayor.
prosiguió dirigiéndose á uno de sus
asistentes; busca por ahà un poco de leña, y enciéndenos una buena
fogata en la capilla mayor.
Durante el juego, uno de los perros tiró un zapato al aire con tal
fuerza que cayó a la calle en el momento en que pasaba una mujer.
exclamo uno de los convidados tendiendo a su
alrededor la vista, que el local es de los menos aproposito del mundo
para una fiesta.
Pero cuando éste se levantó por
tercera vez, uno de los tres cayó en ello, y preguntó al posadero la
causa de tan extraña conducta.
exclamó uno de los convidados tendiendo á su alrededor
la vista, que el local es de los menos á propósito del mundo para una
fiesta.
Por entre[2] esas ramas flotantes y sombrÃas, pasan algunos rayos
de luz, y uno que otro pájaro atraviesa esas ráfagas, volando perezoso.
En una palabra, cada uno de esos cuadros es un
daguerrotipo de nuestra sociedad, sólo sÃ[19] iluminado con los colores
de un rico estilo.
Los
cazadores les tiran al cuello una especie de lazo que termina en tres
ramales, cada uno de éstos con una gruesa piedra en su extremidad.
Pero mientras ella mira en tu corriente,--que
resplandece y tiembla, ¿por qué el más
hermoso de todos rÃos recuerda a uno de sus
adoradores?
Es una de esas
fisonomÃas dignas de estudiarse, porque cada uno de sus rasgos revela la
inteligencia más cumplida[13] y la virtud más acendrada.
He ahÃ
porque (como cada uno lo sabe en ese reino
más allá de la mar) un soplo descendió desde
la noche de una nube, helando a mi Annabel
Lee.
Los cuatro caminos conducÃan a cuatro ciudades muy hermosas, adonde
llegaron los hermanos y cada uno en su ciudad buscó quehacer
inmediatamente.
Tanto los senadores
como los diputados son elegidos por un perÃodo de
seis años, los diputados a razón de uno por cada 30,000
habitantes.
à cada uno lo
que sea suyo:{60-2} el mar, que es de Dios, para nosotros los pobres,
que hemos de sacar el pan de él, aunque no quiera el gobierno.
Los metales preciosos y los
minerales abundan en su territorio, y es uno de los 15
pocos paÃses que poseen minas de diamantes.
Marsilio Ticino y los platónicos del Renacimiento hallarÃan en el
escritor uruguayo más que un discÃpulo, uno de sus iguales: un humanista
eximio.
Pero sucedió que
insensiblemente se fué encariñando con uno de ellos que la mimaba mucho
y le oÃa resignado los nimios escrúpulos de su conciencia.
II
Entre los monteros de don DionÃs habla uno llamado Garcés, hijo de un
antiguo servidor de la familia, y por tanto el más querido de sus
señores.
Para esto rodean los de a caballo a un grupo de animales y el
vaquero encargado de presidir la faena designa uno o varios de ese grupo
para ser apartados.
Por todas 20
partes de estas lÃneas férreas se ven trenes cargados de[330]
bananas componiéndose cada uno de los trenes de
varios vagones.
El uno corre de entusiasmo ciego,
La niña arrulla á su muñeca inerme,
Y mientras grita el uno: Fuego, Fuego,
La otra murmura triste: Duerme, Duerme.
En esa ciudad el Teatro Colón, administrado por la
Municipalidad, es uno de los coliseos más grandes del mundo, pues tiene
capacidad para unos 3500 espectadores.
Pude observar á la tenue claridad que entraba
de la calle, que ponÃan siempre por delante uno como más fuerte ó
resuelto, detrás del cual los otros se guarecÃan.
Según pude
entender, no habÃa parecido por allà desde la tarde que le hice la
buenaventura; cosa que nada tenÃa de raro, á lo que me contó uno de mis
guardianes.
Cerca de Animalejos habÃa dos pueblos que estaban siempre en guerra uno
con otro, porque daba la pÃcara casualidad de que casi siempre eran sus
intereses opuestos.
Junto a uno de los
lados de la entrada hay un tabique, el cual deja en el fondo del
edificio una abertura que comunica con el aposento en que hace el nido
la pareja.
Se cantaba _Los Puritanos_, y aquél{24-1}
rebosaba de gente; de suerte que nos costó algún trabajo introducirnos y
escalar uno de los rincones; pero al cabo llegamos.
Sabido es
que el Orinoco es uno de los rÃos más grandes del mundo,
pero la barra que hay en la boca no permite entrar buques
que tengan un calado mayor de 12 pies.
ahÃ, hombre?--Señor,--contestó humildemente
éste,--estaba esperando...--¿Porqué no ha llamado Vd., santo varón?--Ya
ve Vd., como uno es un pobre zapatero...--¡Qué habla Vd.
Entonces, puestas a un lado las
armas, se visitaban y regalaban amistosamente y se 15
ofrecÃan para curar las heridas las medicinas que cada
uno tenÃa.
Los bandidos sintieron moverse algo dentro de su pecho, pues se miraron
unos á otros...; y viendo que todos estaban pensando la misma cosa, uno
de ellos se atrevió á decirla...
When the
pronoun =todo= is used as the object, it is duplicated by the object
pronoun =lo= placed immediately before the verb.]
[Note 140: =dejar vivir a uno=, _to let one live_.
Estos dos caballeros, iguales en cuna, valor y nobles prendas,
servidores de un mismo rey y pretendientes de una misma dama,
llamábanse Alonso de Carrillo el uno, y el otro Lope de Sandoval.
Sin embargo, algunas revelaciones hechas antes de morir por uno de sus
secuaces, prisionero en las últimas refriegas, acabaron de colmar la
medida, preocupando el ánimo de los más incrédulos.
Las teorÃas que expuso
fueron apasionadamente combatidas por sus contrarios;
pero con tal elocuencia las defendió su autor, 5
que ni uno de ellos logró eclipsarle.
Por fin uno de entre ellos empezó a dibujar una vaca
y el mozo que estaba escudriñando lo que hacÃa,
echóse a la calle disparado como una bala, dejándolos
a todos pensativos y atónitos.
Costa Rica está aún en el camino de su desarrollo,
habiendo sido uno de los principales elementos de su 10
evolución la casita de escuela, que marca un punto en el
paisaje.
En la región del rÃo Yuruari,
uno de los tributarios del Orinoco, están situadas las 10
conocidas minas de oro del Callao, que un tiempo
fueron las más productivas del mundo.
Era cosa extraña que hallándose el monasterio de Nuestra Señora del
Valle en uno de los lugares más sanos, ventilados y hermosos de toda
España, siempre hubiese en él un crecido número de enfermos.
HabÃan llegado á la calle del Cristo,[1] y la luz que se divisaba en
uno de sus extremes parecÃa ser la del farolillo que alumbraba en
aquella época, y alumbra aún, á la imagen que le da su nombre.
Y el uno apoyado en el brazo del otro, los dos amigos se dirigieron
hacia la catedral,[1] en cuya plaza,[2] y en un palacio del que ya no
quedan ni aún los restos, habitaba doña Inés de Tordesillas.
Paseábase cierto dÃa el mercader por el gran bazar de la ciudad, cuando
se le acercaron dos comerciantes a proponerle: el uno la compra de una
partida de cristalerÃa, y el otro una de esencia de rosa.
Tal vez con intención,
acaso por descuido, doña Inés habÃa dejado sobre su falda uno de los
perfumados guantes, cuyos botones de oro se entretenÃa en arrancar uno
á uno mientras duró la conversación.
En un pueblo que llaman Adoracuernos, que es como
debÃan llamar á Madrid, habÃa corrida de toros, y uno de los toros era
de muerte,{101-1} que debÃa darle un mozo del mismo pueblo muy
aficionado al toreo.
Las
cabezas de la enjalma estaban completamente cubiertas de chapas de
plata, asà como la mayor parte de los grandes estribos de madera,
curiosamente tallados, que a uno y otro lado de la montura pendÃan.
En vano procuré observarlas á través de un pequeñio agujero producido
en el muro; arrojadas sobre un poco de paja y en uno de los más
obscures rincones, permanecian un dÃa y otro descompuestas é
inmóviles.
Pasaron muchos trabajos en busca de un paraje
bastante apropiado, y al fin eligieron uno cuya tierra 10
parecÃa más fértil, y en el cual abundaban los manantiales
de agua pura y sabrosa.
Era uno de nuestros guÃas, natural del paÃs, el cual, con una
indescriptible expresión de terror pintada en el rostro, pugnaba por
arrastrarme consigo y cubrir mi cabeza con el fieltro que aún tenÃa en
mis manos.
Llegado que hubo éste á la costa, salieron los raqueros de su escondrijo
y le derribaron al suelo; le ataron de pies y manos, y le dejaron bajo
la custodia de uno de ellos mientras los demás se dirigÃan á la playa.
An example of the fact that many verbs
are reflexive in Spanish that are not so in English.]
[Note 9: =hacer ver a uno=, _to make or cause a person to see, to have
one see_.]
[Note 10: =lo cansado=, _how tired_.
le preguntó uno de los monteros
notando la creciente Ãnquietud del pobre mozo, que ya fijaba sus
espantadas pupilas en la hija risueña de don DionÃs, ya las volvÃa á
su alrededor con una expresión asombrada y estúpida.
Era un sublime apasionado, un nervioso, uno
de esos divinos semilocos necesarios para el progreso humano,
lamentables cristos del arte, que por amor al eterno ideal tienen su
calle de la amargura, sus espinas y su cruz.
Acerca del
carácter y costumbres de cada uno de ellos se extendió considerablemente;
la hermanita era muy buena niña, amable y obediente; pero los chicos
insufribles; todo el dÃa gritando, ensuciando la casa y peleándose.
Alonso y Lope, el uno estrujando en silencio entre sus manos el
birrete de terciopelo, cuya pluma arrastraba por la alfombra, y el
otro mordiéndose los labios hasta hacerse brotar la sangre, se
clavaron una mirada tenaz é intensa.
Entre estos
últimos está el lobo de mar de las costas australes, conocido en el
comercio con el nombre de «lobo de dos pelos» y que en los mercados
europeos obtiene precios que oscilan entre cuatro y seis libras
esterlinas cada uno.
La multitud comenzaba á rebullirse, demostrando su
impaciencia; los caballeros cambiaban entre sà algunas palabras á
media voz, y el arzobispo mando á la sacristÃa uno de sus familiares á
inquirir el por qué no comenzaba la ceremonia.
El anciano reunió á sus dos hijos y exclamó, dirigiéndose á ellos:
--Hijos mÃos, uno de vosotros me pide que interceda con la gloriosa
Santa para que llueva de firme, y el otro, que interceda con la misma
gran Santa para que no llueva.
El
intercambio de la Argentina con todas las repúblicas hispanoamericanas
juntas[31] es menor que el comercio entre la Argentina y Holanda, para
mencionar[32] uno de los paÃses de Europa con el cual el intercambio
argentino es menos activo.
Si en nuestro viaje fluvial hubiéramos llegado a Greytown, en la
desembocadura del San Juan, serÃa fácil[67] pasar a Puerto Limón en
Costa Rica en uno de los pequeños vapores que hacen la travesÃa entre
los puertos marÃtimos y los fluviales.
Después que uno es grandecito y piensa en estas cosas le entra a uno
cierto desconsuelo porque eso de que[10] por uno tomen helados, licores
y dulces los demás mientras que el héroe si acaso[11] chupaba el dedo de
la criandera, es cosa triste.
Caminaron los hermanos algún tiempo y al llegar a una encrucijada, donde
partÃan cuatro caminos, el hermano mayor dijo:
--Hermanos mÃos, separémonos; cada uno tome un camino, busque su fortuna
y después de un año nos reuniremos otra vez aquÃ.
Uno
que otro graznido, uno que otro canto interrumpe el silencio del bosque;
porque las aves van en aquella hora a buscar sombra y frescura hasta la
cumbre de los ahuehuetes, y a esconderse del sol entre los ramosos
brazos de aquellos árboles.
Penetró éste en el despacho de Su Excelencia, dando dos pasos adelante y
uno atrás, que era como andaba en las circunstancias graves, y
poniéndose de rodillas exclamó:
--¡Viva MarÃa SantÃsima y viva su merced, que es el amo de toitico el
mundo!
El cura, sin tener un talento sobresaliente, ni una santidad que llamase
la atención, era uno de esos sacerdotes, cuyo carácter, inclinaciones,
estudios, educación, ocupaciones y hábitos los hacen perfectamente aptos
para el desempeño de su ministerio.
NOTES:
[Note 149: =detenerse=, _to stop_.]
[Note 150: =estar de vuelta=, _to be back, to return_.]
[Note 151: =viaje de regreso=, _return trip_.]
[Note 152: =acerca de=, _about, concerning_.]
[Note 153: =faltar algo a uno=, _to lack something_.
A veces los agricultores de un distrito, no pudiendo tener cada uno su
propia[8] trilladora, se asocian entre sÃ,[9] formando sociedades
agrÃcolas cooperativas para comprar una máquina en común.[10]
--¿Se conoce en esas comarcas lo que aquà se llaman _options_?
El mundo en que viven, los
cÃrculos que frecuentan son los mismos que frecuentas, tú, lector,[17] y
yo: mundo insÃpido, cÃrculos donde la vulgaridad está a la orden del
dÃa,[18] donde se bosteza mucho, se juega malilla y cada uno se ocupa en
martirizar a los demás.
Lo que cada vez tenÃa más disgustado á Traga-santos, era el profundo
egoÃsmo y hasta la falta de sentido común con que muchos acudÃan á la
ermita, viendo que, por ejemplo, á un mismo tiempo pedÃa uno que
lloviese á mares y otro que la sequÃa achicharrase los campos.....
El puerto de Maracaibo es
uno de los más importantes de Venezuela, desde el 5
punto de vista comercial, pues no sólo sirve para puerto
de salida a los productos del paÃs, sino también al café
y otros frutos valiosos de la parte oriental de Colombia.
En BahÃa puede tomarse uno de los cómodos vapores que costean la parte
norte del Brasil, _por_ la oportunidad que ofrece de visitar las
ciudades de Ceará y Pará, donde serÃa posible continuar el viaje por el
Amazonas hasta Iquitos, en el Perú, en los vapores de la lÃnea Booth.
Al oir el estupendo desenlace de tan extraña aventura, cuantos habÃa en
el corro prorrumpieron en una ruidosa carcajada, mientras uno de ellos
dijo al narrador de la peregrina historia, que era el único que
permanecÃa callado y en una grave actitud:
--¡Acabáramos de una vez!
Al oir el estupendo
desenlace de tan extraiÃa aventura, cuantos habÃa en el corro
prorrumpieron en una ruidosa carcajada, mientras uno de ellos dijo al
narrador de la peregrina historia, que era el único que permanecÃa
callado y en una grave actitud:
--¡Acabáramos de una vez!
preguntaban las damas al asistente, que, precedido
de los ministriles, fué uno de los primeros á subir á la tribuna, y
que, pálido y con muestras de profundo pesar, se dirigÃa al puesto en
donde le esperaba el arzobispo, ansioso, como todos, por saber la
causa de aquel desorden.
En semejante situación de
espÃritu ¿qué sensación no deberÃa producirme una horrible palmada que
una gran mano, pegada (á lo que por entonces entendÃ) á un grandÃsimo
brazo, vino á descargar sobre uno de mis hombros, que por desgracia no
tienen punto alguno de semejanza con los de Atlante?
La perra dirige á la señora una mirada de infinita ternura y se pone á
lamer á los viajeros, uno por uno, hasta que llega á un fabricante de
corchos, hombre iracundo, sin fe religiosa, ni aseo personal, que al
sentirse lamido suelta un terno y quiere matar á la perra con el lÃo de
los paraguas.
A 5
este fin llamó el juez a uno de sus más diestros ayudantes,
y prometióle una buena recompensa en caso
que lograse quitar el caballo, con toda la honradez y
limpieza posibles, ofreciéndole además el librarle de la
sanción de la ley, dado caso de que[344] fuese sorprendido.
of_ =buscar=
=buscar=, to look for, search
=busto= _m._ bust
=C=
=caballero= _m._ gentleman, knight;
sir
=caballo= _m._ horse
=cabeza= _f._ head
=cabo= _m._ end
=Cabra= _f._ _name of place_
=cachorro= _m._ cub
=cada= each, every;
=cada uno= each
=cae= _3 sing.
LEGENDS, TALES, AND POEMS
BY BECQUER
DESDE MI CELDA
(_Cartas Literarias_)
CARTA SEXTA
Queridos amigos: Hará cosa de dos à tres años, tal vez leerÃan[1]
ustedes en los periódicos de Zaragoza[2] la relación de un crimen que
tuvo lugar en uno de los pueblecillos de estos contornos.
Al llegar á este punto, uno de los de la reunión que, por lo visto,
tenÃa noticia del mal talante con que el joven oficial se habÃa
resignado á acomodar su gente en la abandonada iglesia, le dijo con aire
de zumba:
--Y á propósito de alojamiento, ¿qué tal se ha pasado la noche en el que
ocupáis?
Al llegar á este punto, uno de los de la reunión que, por lo visto,
tenÃa noticia del mal talante con que el joven oficial se habÃa
resignado á acomodar su gente en la abandonada iglesia, le dijo con
aire de zumba:
--Y á propósito de alojamiento, ¿qué tal se ha pasado la noche en el
que ocupáis?
Hasta el dÃa en que nació este
sentimiento en el misterio de su alma, nunca habÃa mostrado preferencia
por ninguno de los clérigos que servÃan la parroquia; antes bien juzgaba
con severidad las de sus compañeras, que eran motivo de rivalidades y
discordias entre partidarias del uno ó del otro padre.
Por las ventanillas de los wagones de tercera
clase[2] asomaban sus rostros tostados y barbudos esos _rotos_ que
componen la masa flotante de los trabajadores de Chile y que se llevan a
viajes[3] para uno y otro punto, en la agricultura o en las minas, ora
cavando en el norte, ora segando en el sur.
que decir
algo, claman todos.--Désele pie forzado; que diga una copla á cada
uno.--Yo le daré el pie: _à don Braulio en este dÃa._--Señores, ¡por
Dios!--No hay remedio.--En mi vida he improvisado.--No se haga usted el
chiquito.--Me marcharé.--Cerrar{143-1} la puerta.--No se sale de aquÃ
sin decir algo.
Éstos se reducÃan á formar una banda de jóvenes de buen humor,
despreocupados y poco temerosos del peligro, que desde allà en
adelante vivirÃan alegremente del producto de su valor y á costa del
paÃs, hasta tanto que Dios se sirviera disponer de cada uno de ellos
conforme á su voluntad, según hoy á mà me sucede.
Antes daba
gusto[1] bautizar a un chiquillo de uno u otro sexo, porque se celebraba
el acto como si fuera el santo del patrono de un pueblo.[2] Se invitaban
a las familias amigas y a los jóvenes habilidosos capaces de recitar una
oda si a mano viene[3]; se repartÃan monedas en cintas o en
cartulinas[4] y se bailaba.
Los
aplausos vinieron entusiásticos, y él aprovechó el instante para
sincerarse de las sabidas acusaciones, y como ya tenÃa ganado al
público, y como pronunció en aquella ocasión uno de los más hermosos
discursos de su vida, el éxito fué completo y aquel auditorio, antes
hostil, le aclamó vibrante y prolongadamente.
Su santo celo no fué inútil, porque antes de un año la ermita de
Animalejos era uno de los santuarios más concurridos y venerados de toda
Castilla la Vieja, á lo que contribuyeron los muchos beneficios que por
intercesión de San Isidro y la del mismo Traga-santos habÃan obtenido de
Dios en tan corto tiempo los devotos.
Cosa de dos horas ó tres harÃa[1] ya que el joven montero roncaba á
pierna suelta, disfrutando á todo sabor de uno de los sueños más
apacibles de su vida, cuando de repente entreabrió los ojos
sobresaltado; é incorporóse á medias lleno aún de ese estupor del que
se vuelve en sà de improviso después de un sueño profundo.
Este fuerte castillo,--por el que ha pasado el tiempo destrozador sin
dejar más huella que la que dejarÃa la pisada de un pájaro,--transpone á
uno con tal fuerza de ilusión á lo pasado, que se extraña no ver
tremolarse en sus torres el pendón de la media luna, y se echa de menos
detrás de cada almena un blanco turbante....
Tan fieles en su palabra como en su propósito aguardaron
ambos el nuevo dÃa, y al amanecer volvieron 10
a la pelea con igual valor, sin cesar hasta que el hambre
y el cansancio los rendÃan, y después de haber comido y
reposado se iban con más furia el uno contra el otro,
hasta la caÃda del sol.
Ver Alvar desde su ventana, que daba al paseo de los Melancólicos, que
un ladronzuelo arrebataba la capa á un melancólico, y salir
desempedrando las calles de Madrid del Sur, pregonando el robo, no para
tener el gusto de que acudiesen á perseguir al ladrón, sino para tener
el gusto de dar la noticia antes que nadie, todo era uno.
Después comenzaron á oirse como unos himnos distantes que entonaban
las jerarquÃas de serafines; mil himnos á la vez, que al confundirse
formaban uno solo, que, no obstante, era no más el acompañamiento de
una extraña melodÃa, que parecÃa flotar sobre aquel océano de
misteriosos ecos, como un jirón de niebla sobre las olas del mar.
Pues ¿y si yo le dijera que no hace
aún tres años cabales que con estos mismos ojos que se ha de comer la
tierra, la và caer por lo alto de ese derrumbadero, dejando en cada
uno de los peñascos y de las zarzas un jirón de vestido ó de carne,
hasta que llegó al fondo donde se quedó aplastada como un sapo que se
coge debajo del pie?
Ahora bien: una región que en el corto espacio de algunos kilómetros
ofrece con frecuencia al viajero que la visita, las temperaturas de
todos los climas y todos los accidentes topográficos imaginables; una
región tal modifica incesantemente las razas, produciendo infinitos
matices, cada uno de los cuales posee aptitudes especiales.
Abierta por sus dos extremos, con la embocadura formada por un recorte
en forma de rectángulo, pero cuyo lado superior está eliminado y el
opuesto a éste cortado, como en los clarinetes, hacia el ulterior y en
forma de chaflán, tiene cinco agujeros en la parte superior y uno al
costado, por cuya razón solo produce semi-tonos-fúnebres.
Pero observé al cabo de pocos dÃas que, aunque tomaba y
soltaba{10-1} con indiferencia distintos trozos de ópera y zarzuela
deshaciéndolos y pulverizándolos{10-2} entre resoplidos y gruñidos, el
pasaje que con más ardor acometÃa y más á menudo, era uno de _Los
Puritanos_: me parece que pertenecÃa al aria de barÃtono en el primer
acto.
El viaje de siete horas en un
excelente ferrocarril entre Puerto Limón (notable por su actividad
comercial relacionada con el comercio de la banana y del caucho) y la
capital, San José, es excepcionalmente cómodo y se considera a la vez
como[68] uno de los más atrayentes que ofrece la América latina, como
que[69] se realiza _por_ entre montañas.
En Livingston, doce millas al
norte de Puerto Barrios, el paseo en lanchas hasta el lago Izabal ofrece
la oportunidad de admirar un paisaje incomparable, que, no sé _por
qué_[47] es menos visitado de lo que debiera.[48]
Regresamos a San José, donde podemos tomar uno de los vapores que hacen
el servicio entre los puertos de Guatemala y los de San Salvador.
Convidados
con estas muestras de caballerosa generosidad a
no ceder ni en valor ni en cortesÃa, convinieron entre sÃ
renovar el combate al dÃa siguiente y continuarlo hasta 5
que uno de los dos quedase vencido,[227] prometiendo
ambos no guerrear durante la noche, ni hacer uso de la
artillerÃa, sino solamente de las lanzas y espadas.
otro, -a, other, another, else, next; alguno que --, here and there
one; a very few; some; el -- dÃa, the next day; un dÃa y --, day after
day; constantly; en --s dÃas, in other (_or_ former) days; once,
formerly; una noche y --, night after night; (el) uno y (el) --, both;
otras tantas (veces), as many (times); otra vez, again; una vez y
otra, again and again.
Cada uno alegó sus méritos; yo expuse mis derechos: ya los unos
murmuraban entre sà con ojeadas amenazadoras; ya los otros con voces
descompuestas por la embriaguez habÃan puesto la mano sobre el pomo de
sus puñales para dirimir la cuestión, cuando de repente oÃmos un
extraño crujir de armas, acompañado de pisadas huecas y sonantes, que
de cada vez se hacÃan más distintas.
La unidad de tierra y de raza; la predestinación
que comporta, al abrirle, la expansiva facilidad de los vientos marinos,
agentes de toda civilización feliz, su situación interoceánica; la
riqueza colosal, la ausencia de prejuicios, la democracia y la
hospitalidad, señalan a esta América como uno de los futuros imperios
universales a cuya formación parece tender la especie.
Sabedor de que la marejada que se habÃa levantado contra él en Cabezudo
y en Barbaruelo, y hasta en el mismo Animalejos, lejos de cesar, cada
vez era mayor, determinó dar un manifiesto á los tres pueblos,
sincerándose de las acusaciones de que era objeto, y, en efecto, redactó
uno concebido en los siguientes términos:{108-1}
«¡Cabezudenses, barbaruelenses y animalejuenses!
The first words of the Lord's Prayer in
Latin.]
El zagal, después de guardarse en el zurrón un medio pan blanco y un
trozo de came de jabalÃ, y en el estomago un valiente trago de vino
que le dió por orden de su señor uno de los palafreneros, despidióse
de don DionÃs y su hija, y apenas anduvo cuatro pasos, comenzó á
voltear la honda para reunir á pedradas los corderos.
à pesar de todos los cuentos que apropósito de la armadura se
fraguaron, y que en voz baja se repetÃan unos á otros los habitantes
de los alrededores, no pasaban de cuentos, y el único más positivo que
de ellos resulto, se redujo entonces á una dosis de miedo más que
regular, que cada uno de por si se esforzaba en disimular lo posible,
haciendo, como decirse suele, de tripas corazón.
aullaba la
bruja; y uno de los mozos, que con la una mano la habÃa asido de las
greñas, mientras tenÃa en la otra la navaja que procuraba abrir con
los dientes, la contestaba rugiendo de cólera: ¡Ah, bruja de Lucifer,
ya es tarde para lamentaciones, ya te conocemos todos!--¡Tú hiciste
un mal á mi mulo, que desde entonces no quiso probar bocado, y murió
de hambre dejándome en la miseria!
En tales circunstancias se encontraron algunos
americanos que viajando por España entre Aranjuez
y Bobadilla, tuvieron el infortunio[164] de meterse en
uno de esos trenes mixtos de España en que, descompuesta 10
la locomotora, quedito permaneció el tren, no
obstante los esfuerzos que el maquinista hizo por[165]
arreglar la vieja locomotora que arrastraba el mixto.
Verbs of beginning, such as
=empezar=, =comenzar=, and =principiar=, require the connective
preposition =a= before a following infinitive.]
[Note 144: =lo prometido=, _that which was promised_.]
[Note 145: =hasta=, _even_.]
[Note 146: =dar pena a uno=, _to grieve one_.]
[Note 147: =estar a punto de=, _to be about to_.]
[Note 148: =el no haber cumplido=, _not to have fulfilled_.
Éste nace opulento y mimado en una ciudad
capital; aquél en la severa economÃa del hogar de un soldado, en una
aldea sometida al régimen monacal de la célebre sociedad de Jesús.[1]
El uno tiene por maestro y mentor a un visionario, cuya razón desgreñada
no conoce freno al apetito de las novedades[2]: el otro se educa en un
colegio austero bajo la disciplina del compás y la escuadra del
geómetra.
II.--VIDA Y COSTUMBRES
1.--EL HOGAR PATERNO
Hacia la parte del sud del sitio, de treinta varas de frente por
cuarenta de fondo, estaba la habitación única de la casa, dividida en
dos departamentos; uno sirviendo de dormitorio a nuestros padres, y el
mayor de sala de recibo, con su estrado alto y cojines, resto de las
tradiciones del diván árabe que han conservado los pueblos españoles.
Fué después examinando uno por uno aquellos queridos
compañeros de sus más puras alegrÃas, acarició
los caballos, manejó las armas, jugó a la pelota,[189] se 25
probó[190] algunas gorras que ya no se ajustaban bien
a su cabeza, y finalmente vistió su elegante uniforme
de húsar, que nunca le habÃa parecido tan bello y
airoso como en aquel instante en que lo lucÃa por
última vez.
El Cántaro de la Doncella _Leopoldo Lugones_ 319
VOCABULARY 321
THE SPANISH AMERICAN READER
PART ONE
I.--LA CASA Y EL MOBILIARIO
_Uses of =se, de, un, una, uno=; Definite and Indefinite Articles_
--Los bienes raÃces pueden ser[1] adquiridos en venta particular o en[2]
subasta o[3] remate público.
Los grandes teatros lÃricos del continente, después del Colón, son la
Gran Opera de RÃo de Janeiro, construida según el modelo de la de ParÃs,
el Teatro Municipal de San Pablo (Brasil), cuyo costo pasa de siete
millones de pesos, el teatro de San José de Costa Rica, que es uno de
los más hermosos del continente, el Teatro Municipal de Santiago de
Chile, el SolÃs de Montevideo, el Nacional de la Habana y muchos otros.
Colocáronme por mucha distinción entre
un niño de cinco años, encaramado en unas almohadas que era preciso
enderezar á cada momento porque las ladeaba la natural turbulencia de mi
joven _á látere_, y entre{138-2} uno de esos hombres que ocupan en el
mundo el espacio y sitio de tres, cuya corpulencia por todos lados se
salÃa de madre de la única silla en que se hallaba sentado, digámoslo
asÃ, como en la punta de una aguja.
Yo estoy satisfecho del favor que
todos hemos alcanzado de Dios por la intercesión, del glorioso San
Isidro y vosotros debéis también estarlo, amados cabezudenses,
barbaruelenses y animalejuenses.»
Fijarse este manifiesto en los sitios públicos de Animalejos, Cabezudo y
Barbaruelo, y amotinarse los tres pueblos contra el tÃo Traga-santos,
todo fué uno, porque todos decÃan bramando de coraje:
--¡Ciertos son los toros!
su buen juicio al nombrar en primera lÃnea nuestros
ferrocarriles,--dijo el doctor Mendoza, abogado argentino.--Entre
nosotros,[17] las concesiones ferrocarrileras están garantizadas en
cierto modo[18] por la nación, pues aquéllas se fundan en contratos
mediante los cuales tanto el gobierno como las compañÃas definen sus
derechos y obligaciones: el uno, defendiendo los intereses públicos; las
otras en salvaguardia de sus capitales.
El pastor, convencido por las muestras de interés con que
me disponÃa á escuchar su relate, de que yo no era uno de esos señores
_de la ciudad_, dispuesto á tratar de majaderÃas su historia, levantó
la mano en dirección á uno de los picachos de la cumbre, y comenzó
asÃ, señalándome una de las rocas que se destacaba obscura é imponente
sobre el fondo gris del cielo, que el sol, al ponerse tras las nubes,
teñÃa de algunos cambiantes rojizos.
Cuando el cercano dÃa comenzó á blanquear las altas copas de los
enebros, humeaban aún los calcinados escombros de las desplomadas
torres, y á través de sus anchas brechas, chispeando al herirla la luz
y colgada de uno de los negros pilares de la sala del festÃn, era
fácil divisar la armadura del temido jefe, cuyo cadáver, cubierto de
sangre y polvo, yacÃa entre los desgarrados tapices y las calientes
cenizas, confundido con los de sus obscuros compañeros.
Después de los estrechos abrazos de costumbre y de las exclamaciones,
plácemes y preguntas de rigor en estas entrevistas; después de hablar
largo y tendido sobre las novedades que andaban por Madrid, la varia
fortuna de la guerra y los amigotes muertos ó ausentes, rodando de uno
en otro asunto la conversación, vino á parar al tema obligado, esto es,
las penalidades del servicio, la falta de distracciones de la ciudad y
el inconveniente de los alojamientos.
Después de los estrechos abrazos de costumbre y de las exclamaciones,
plácemes y preguntas de rigor en estas entrevistas; después de hablar
largo y tendido sobre las novedades que andaban por Madrid, la varia
fortuna de la guerra y los amigotes muertos ó ausentes, rodando de uno
en otro asunto la conversación, vino á parar al tema obligado, esto
es, las penalidades del servicio, la falta de distracciones de la
ciudad y el inconveniente de los alojamientos.
Nada menos que eso: la vieja de Lucifer tenÃa
siete vidas como los gatos.[2] Cayó por un derrumbadero donde
cualquiera otro á quien se le resbalase un pie no pararÃa hasta lo más
hondo, y ella, sin embargo, tal vez porque el diablo le quitó el golpe
ó porque los harapos de las sayas la enredaron en los zarzales, quedó
suspendida de uno de los picos que erizan la cortadura, barajándose y
retorciéndose allà como un reptil colgado por la cola, ¡Dios, como
blasfemaba!
VARIANT: =Y no es sino una
leyenda poética la creencia de que.=
16.--NAVEGACIÓN EN LOS CANALES DE TIERRA DEL FUEGO
De súbito nos sorprendió el espectáculo de uno de los ventisqueros, el
primero que veÃamos en los canales, y también uno de los más pequeños,
cuya nieve llegaba hasta el mar, con tonos azulados suaves y tenues, muy
finos, que hacÃan resaltar más la blancura casi absoluta de la nieve en
la cima, destacada a su vez sobre el fondo plomizo del cielo.
NOTES:
[Note 116: =dirigirse a=, _to address, to speak to_.]
[Note 117: =por lo que a mà corresponde=, _as far as I am concerned_.]
[Note 118: =llenar de=, _to fill with_.]
[Note 119: =en cuanto a=, _as for, concerning_.]
[Note 120: =admirado de=, _astonished at_.]
[Note 121: =pedir algo a uno=, _to ask some one for something_.]
=PENSAMIENTOS=
No hay hombre más callado
Que el que más habla,
Pues siendo el que más dice,
No dice nada.
This numeral is accompanied by
the indefinite article and by the preposition =de= if a noun follows.]
[Note 316: =con relación a=, _with regard to_.]
[Note 317: =surtir de=, _to supply with_.]
[Note 318: =echar las anclas=, _to anchor, cast anchor_.]
=EL ARREPENTIMIENTO DE UN PENITENTE=
Voy a contar ahora uno de los cuentos con que mi
buena abuela me hacÃa dormir, cuando era niño,
deseando que no le suceda lo propio al oyente discreto
que me escuche.
El memorable grito de independencia lanzado en Dolores[3] el 16 de
Septiembre de 1810 por los primeros patriotas mejicanos encabezados por
Hidalgo, cura del pueblo, no pudo dejar de[4] encontrar simpático eco en
el corazón de Morelos; asà fué que[5] cuando en el mes siguiente llegó
Hidalgo a Valladolid, al frente de un ejército patriota, y se apoderó
sin resistencia de la ciudad, Morelos fué uno de los primeros en ponerse
a su lado y pedirle un puesto en que sacrificarse por la libertad de su
patria.
Mientras esto decÃa el montero, Constanza, que asà se llamaba la
hermosa hija de don DionÃs, se habÃa aproximado al grupo de los
cazadores, y como demostrase su curiosidad por conocer la
extraordinaria historia de Esteban, uno de éstos se adelantó hasta el
sitio en donde el zagal daba de beber á su ganado, y le condujo á
presencia de su señor, que para disipar la turbación y el visible
encogimiento del pobre mozo, se apresuro á saludarle por su nombre,
acompañando el saludo con una bondadosa sonrisa.
See 2 above.]
[Note 38: =olvidarse de=, _to forget_.]
[Note 39: =tener la pata herida=, _to have an injured foot_.]
[Note 40: =quedar asombrado=, _to be astonished_.]
[Note 41: =ponerse a=, _to begin_.]
[Note 42: =llorar de gozo=, _to weep with joy_.]
[Note 43: =agradecer algo a uno=, _to be grateful to a person for
something_.]
[Note 44: =contar con=, _to rely upon_.]
EL PRÃNCIPE Y LA ARAÑA
=Por donde menos se piensa, salta la liebre=
Un prÃncipe que habÃa perdido una batalla logró
escaparse[45] en compañÃa de un fiel servidor.
Animados con esta esperanza, llegaron, en fin, al pie de la gótica
torre[1] del templo; mas al llegar á aquel punto, un ruido particular
llamó su atención, y deteniéndose en uno de los ángulos, ocultos entre
las sombras de los altos machones que flanquean los muros, vieron, no
sin grande asombro, abrirse el balcón del palacio de su dama, aparecer
en él un hombre que se deslizó hasta el suelo con la ayuda de una
cuerda, y, por último, una forma blanca, doña Inés sin duda, que
inclinándose sobre el calado antepecho, cambió algunas tiernas frases
de despedida con su misterioso galán.
of_ =tratar=
=trazar= to draw, trace
=tres= three
=treinta= thirty;
=treinta y cinco= thirty-five
=trigo= _m._ wheat
=triste= sad
=tristemente= sadly
=tristeza= _f._ sadness, grief
=tronco= _m._ trunk
=tu= your
=tú= you
=tumbado= lying at ease
=tunante= _m._ rogue, rascal;
=médico tunante= roguish physician
=turista= _m._ tourist
=U=
=último= last, latest;
=por último= at last, finally
=un, uno, una= a, an, one;
=la una= one o'clock
=unos= some
=usted=, =ustedes= you
=usura= _f._ usury
=utilidad= _f._ utility
=uvas= _f.
Verbs of beginning always take the
preposition =a= before a following infinitive.]
[Note 216: =pasar a navegar=, _to turn to, to take to, sailing_.]
[Note 217: =hallarse en correspondencia con uno=, _to be in
correspondence with some one_.]
[Note 218: =trasladarse a=, _to remove to_.]
[Note 219: =valerle a uno=, _to be of aid to one_.]
[Note 220: =entrar al servicio de=, _to enter the service of_.]
[Note 221: =poner a prueba=, _to put to the test_.]
[Note 222: =dar por resultado=, _to result in_.]
[Note 223: =dar disgustos a=, _to displease, to trouble_.]
[Note 224: =no sólo...
Cerca de una hora hacÃa que la conversación giraba alrededor de este
asunto, y ya comenzaba á interpretarse de diversos modos la ausencia
del recién venido, á quien uno de los presentes, antiguo compañero
suyo de colegio, habia citado para el Zocodover, cuando en una de las
boca-calles de la plaza apareció al fin nuestro bizarro capitán
despojado de su ancho capotón de guerra, luciendo un gran casco de
metal con penacho de plumas blancas, una casaca azul turquà con
vueltas rojas y un magnÃfico mandoble con vaina de acero, que resonaba
arrastrándose al compás de sus marciales pasos y del golpe seco y
agudo de sus espuelas de oro.
Cerca de una hora hacÃa
que la conversación giraba alrededor de este asunto, y ya comenzaba á
interpretarse de diversos modos la ausencia del recién venido, á quien
uno de los presentes, antiguo compañero suyo de colegio, habÃa citado
para el Zocodover, cuando en una de las boca-calles de la plaza apareció
al fin nuestro bizarro capitán despojado de su ancho capotón de guerra,
luciendo un gran casco de metal con penacho de plumas blancas, una
casaca azul turquà con vueltas rojas y un magnÃfico mandoble con vaina
de acero, que resonaba arrastrándose al compás de sus marciales pasos y
del golpe seco y agudo de sus espuelas de oro.
Todos arrojamos á nuestro
alrededor una inquieta mirada de desconfianza; nos pusimos de pie y
desnudamos nuestros aceros, determinados á vender caras las vidas;
pero no pudimos por menos de permanecer inmóviles al ver adelantarse
con paso firme é igual un hombre de elevada estatura, completamente
armado de la cabeza al pie y cubierto el rostro con la visera del
casco, el cual, desnudando su montante, que dos hombres podrÃan apenas
manejar, y poniéndole[1] sobre uno de los carcomidos fragmentos de las
rotas arcadas, exclamó con una voz hueca y profunda, semejante al
rumor de una caÃda de aguas subterráneas:
[Footnote 1: poniéndole.
NOTES:
[Note 319: =tropezarse con=, _to come upon_.]
[Note 320: =acabar de venir=, _to have just come_.]
[Note 321: =verse en la necesidad de=, _to be compelled to_.]
[Note 322: =hacerse a uno muy cuesta arriba=, _to be uphill work, be
difficult_.]
[Note 323: =confesarse de=, _to make confession of_.]
[Note 324: =(ir) al grano=, _(to come) to the point_.]
[Note 325: =tener la culpa=, _to be to blame_.]
[Note 326: =darse por=, _to regard one's self as_.]
[Note 327: =arrepentirse de corazón=, _to repent heartily_.]
[Note 328: =tarde o temprano=, _sooner or later_.]
=UNA VISITA A COSTA RICA=
¿Qué posee Costa Rica que pueda interesarme?
Este descubrimiento no dejaba de inquietarla algo, sobre todo teniendo
en cuenta las ruidosas carcajadas que la noche anterior habÃa creÃdo
percibir á lo lejos y en uno de los ángulos de la plaza, cuando
cerraba el balcón y despedia á su amante; pero al mirar aparecer entre
las filas de los combatientes, que pasaban por debajo del estrado
lanzando chispas de fuego de sus brillantes armaduras, y envueltos en
una nube de polvo, los pendones reunidos de las casas de Carrillo y
Sandoval; al ver la significativa sonrisa que al saludar á la reina le
dirigieron los dos antiguos rivales que cabalgaban juntos, todo lo
adivinó, y la púrpura de la vergüenza enrojeció su frente, y brilló en
sus ojos una lágrima de despecho.
à todo esto, el niño, que á mi izquierda tenÃa, hacÃa saltar las
aceitunas á un plato de magras con tomate, y una vino á parar á uno de
mis ojos, que no volvió á ver claro en todo el dÃa; y el señor gordo de
mi derecha habÃa tenido la precaución de ir dejando en el mantel, al
lado de mi pan, los huesos de las suyas, y los de las aves que habÃa
roÃdo; el convidado de enfrente, que se preciaba de trinchador, se habÃa
encargado de hacer la autopsia de un capón, ó sea gallo, que esto nunca
se supo: fuese por la edad avanzada de la vÃctima, fuese por los
ningunos conocimientos anatómicos del victimario, jamás parecieron las
coyunturas.--Este capón no tiene coyunturas, exclamaba el infeliz
sudando y forcejeando, más como quien cava que como quien trincha.
NOTES:
[Note 98: =tener noticia de=, _to learn, to be informed_.]
[Note 99: =hábil para=, _skillful in_.]
[Note 100: =hacer la prueba=, _to make the test_.]
[Note 101: =disfrazarse de=, _to disguise one's self as_.]
[Note 102: =ponerse en camino=, _to set forth_.]
[Note 103: =seguir su camino=, _to continue one's way_.]
[Note 104: =dar señales de=, _to give signs of, to make a move to_.]
[Note 105: =haber de=, _to be to, to have to_.]
[Note 106: =enterarse de=, _to be informed about, to find out about_.]
[Note 107: =poner en claro=, _to set right_.]
[Note 108: =aguardar turno=, _to await one's turn_.]
[Note 109: =disputarse algo=, _to quarrel over something_.]
[Note 110: =apoderarse de=, _to seize, to take possession of_.]
[Note 111: =tocar su vez a uno=, _to be one's turn_.]
[Note 112: =suceder=, _to happen_.
Y detrás de este
amontonamiento de saltos, y a la izquierda, y a la derecha,[1] cerca y
lejos, arriba, abajo, allá en las alturas, aquà a los pies, trenzándose
a pechadas con las rocas que, aunque aguantan, retiemblan, otros, y
otros, y otros saltos, cubriendo una superficie de cuatro mil metros:
unos con deslizamientos de culebra, otros con fieros brincos de jaguar,
unos obscuros, resbalando en silencio, otros vistosamente empenachados
de espuma, todos corren en vértigo y al llegar a la arista de los altos
y negros paredones, pierden pie[2] y ruedan al fatal e infinito
derrumbe, y allá abajo, reventados, deshechos, rugientes, siguen su
curso arrastrando en girones su túnica de encaje, mientras del uno al
otro extremo del inmenso anfiteatro de cascadas, entre aquel estruendoso
dislocamiento de violencias, sobre aquel paroxismo, cien arco iris se
tienden como puentes de paz.
Los oficiales del ejército francés, que á juzgar por los actos de
vandalismo con que dejaron en ella triste y perdurable memoria de su
ocupación, de todo tenÃan menos de{149-1} artistas ó arqueólogos, no hay
para qué decir que se fastidiaban soberanamente en la vetusta ciudad de
los Césares.{149-2}
En esta situación de ánimo la más insignificante novedad, que viniese á
romper la monótona quietud de aquellos dÃas eternos é iguales, era
acogida con avidez entre los ociosos; asà es que la promoción al grado
inmediato de uno de sus camaradas, la noticia del movimiento estratégico
de una columna volante, la salida de un correo de gabinete ó la llegada
de una fuerza cualquiera á la ciudad, convertÃanse en tema fecundo de
conversación y objeto de toda clase de comentarios, hasta tanto que otro
incidente venÃa á sustituirle, sirviendo de base á nuevas quejas,
crÃticas y suposiciones.
NOTES:
[Note 249: =tener costumbre de=, _to be accustomed to, have the habit
of_.]
[Note 250: =hacer caso de=, _to give heed to_.]
[Note 251: =hacer correr la voz=, _to spread the report_.]
[Note 252: =pasar algo a uno=, _to have something the matter with one,
to happen to one_.]
[Note 253: =hablar por boca de ganso=, _to speak through another_.]
[Note 254: =echar de ver=, _to notice_.]
[Note 255: =parecerse a=, _to resemble_.]
=EL ESPAÑOL DE VARIAS PARTES=
Al viajar por[256] las distintas regiones de España y
paÃses sudamericanos, el principiante o inexperto se ve
confrontado con un sinnúmero de cambios de pronunciación
que si bien algunos carecen de[257] importancia,
hay sin embargo otros que conviene evitar, si quiere 5
conservarse la pureza del idioma y seguir los consejos de
la Real Academia Española cuyos fallos deben aceptar
los que están aprendiendo o enseñando la bella lengua
del inmortal Cervantes.
Si
el buey brioso y bello, que todos se disputaban por tener en su carreta,
ha muerto, en un dÃa abrasante, de _cangrina_; si un tacho se ha
desfondado; si las coronas del trapiche se han roto; si en los
cañaverales ha prendido fuego, y con afanoso trabajo ha sido menester
atajar aquel mar de llamas; si las crecidas del rÃo han arrastrado el
maÃz, el arroz o la caña acabada de sembrar en sus márgenes; si una seca
o unos aguaceros horrorosos amenazan las cosechas; si el cerdo ya cebado
y pronto a ser vendido al especulador que recorre la finca se ha muerto
de repente sin saberse por qué; si el compañero, que solitario en los
campos estaba desmochando palmas, se ha caÃdo; si se ha dado por el
mayoral y los perros con algún negro cimarrón; si la vaca bermeja, si la
puerca del hocico blanco,[1] si la yegua más hermosa del potrero ha
parido, la letra de las canciones lo dirá cuando se esté chapeando o
cortando caña, cuando se junte o cargue en la casa de trapiche, cuando
los negros uno enfrente de otro batan en las resfriaderas, con las
bombas, la _templa_ que acaba de ser sacada del tacho.
El se muere _por
plantarle una fresca al lucero del alba_,{135-1} como suele decir, y
cuando tiene un resentimiento, _se le espeta á uno cara á cara_:{135-2}
como tiene trocados todos los frenos, dice de los cumplimientos que ya
sabe lo que quiere decir _cumplo y miento_;{135-3} llama á la urbanidad
hipocresÃa, y á la decencia monadas; á toda cosa buena le aplica un mal
apodo; el lenguaje de la finura es para él poco más que griego; cree
que toda la crianza está reducida á decir _Dios guarde á ustedes_ al
entrar en una sala, y añadir _con permiso de usted_ cada vez que se
mueve, á preguntar á cada uno por toda su familia, y á despedirse de
todo el mundo; cosas todas que asà se guardará él de olvidarlas, como de
tener pacto con franceses.{136-1} En conclusión, hombre de estos que no
saben levantarse para despedirse sino en corporación con alguno ó
algunos otros; que han de dejar humildemente debajo de una mesa su
sombrero, que llaman _su cabeza_; y que cuando se hallan en sociedad,
por desgracia, sin un socorrido bastón, darÃan cualquier cosa por no
tener manos ni brazos, porqué en realidad no saben dónde ponerlos, ni
qué cosa se puede hacer con los brazos en una sociedad.
VARIANT:
=Al cabo de medio siglo; cuando vaya corrido medio siglo.=
9.--LOS EXTRANJEROS EN AMÉRICA
Vengan en hora buena aquéllos que penetran al seno de la República por
el pórtico siempre abierto del preámbulo constitucional,[1] dispuestos a
labrar su propio bienestar, contribuyendo al engrandecimiento común al
amparo de leyes cuya generosidad sólo podrÃa compararse a la del surco
dilecto, que retribuye sin usuras el sudor de las frentes; vengan en
hora buena esos inmigrantes sanos y buenos, que incorporan nuevos
glóbulos rojos a las arterias de la República y de cada uno de los
cuales podrÃa decirse, parafraseando un concepto ajeno, que es como una
letra en el gran abecedario del progreso nacional; vengan en hora buena
esos extranjeros como Burmeister, como Jacques, como Berg, como Gould,
como Groussac, que han ilustrado el pensamiento de varias generaciones
argentinas, y cuyo paso por los bufetes de la pública enseñanza nos
permite afirmar que la República diluÃda en la triunfal policromÃa de un
potente organismo joven, es americana por el rÃgido concepto de su
propia autonomÃa; española por su tradición y por su lengua; alemana por
su ejército; inglesa por la pujanza de sus grandes capitales; francesa
por sus tendencias literarias e italiana por el hondo y permanente amor
a las cosas altas y las cosas bellas.
¿Qué dijo cada uno?
¿Adónde anduvo cada uno?
¿Con qué se quedó el uno?
--Veinte duros--dice uno.
[77] =cada uno=, _each one_.
53 Y fuése cada uno á su casa.
--Yo poseo uno de esa especie.
¿Qué oficio
aprendió cada uno?
¿Puede uno sentarse
cómodamente all�
[91] =todos y cada uno=, _each and every one_.
=uno,-a=, one; =--s=, some, a pair; _as indef.
--En verdad que es un ángel, exclamó uno de ellos.
* * *
Confesábase uno de prestar dinero con usura.
--¿Por qué razón?--preguntó uno de los circunstantes.
¡Dios mÃo!, ¿no podré
salvar uno solo del cruel vacÃo?
--¿Dónde vas á estas horas, ladrón?--dijo uno de ellos.
¡Si pa esto
nace uno, valiérame más no haber nacÃo!....
64, note 1.]
--Presumà que me aguardabas, dijo el uno.
--Ciertamente, ni uno ni otro[13] de los artÃculos que Ud.
=cada= (_adj._), each;
=---- uno= (_pron._), each, every.
=cien(to)=, (one) hundred; =ciento por uno=, a hundred-fold.
¿Hay cosa más sencilla que
ensordecerse cuando uno quiere?
¿Qué hizo uno de los americanos, para hacer entender al mozo?
«Ven acá--le dijo uno,--dame la mano y volarás más derecha...
(III)
Dos amigos de una bolsa, el uno canta y el otro llora.
=otro=, other, another;
=uno que ----=, a few here and there.
12 De manera que, cada uno de nosotros dará á Dios razón de sÃ.
=freir,= to fry; =-- á uno la sangre,= to make one's blood boil.
(gritó uno.)--¡Pues no quiere su
dinero!{38-1}--Vaya..., vaya...
2 Cada uno de nosotros agrade á su prójimo en bien, á edificación.
--Márchese V., buen hombre...--exclamó entonces uno que hasta lloraba.
=faltar=, to be lacking, missing;
=---- algo a uno=, to lack something.
5
--Busquemos aquÃ--dijo uno de ellos disponiéndose
a[52] entrar.
[13] =ni uno ni otro=, _neither the one nor the other_; _neither of
them_.
--Dos--tres--uno--seis (2316) Libertad.[2]
--Ese aparato ha sido retirado.
¿Cuál es uno de los elementos más importantes en el desarrollo de
Costa Rica?
=cada=, each; =cada uno=, =cada cual=, each one; =cada vez más=, more
and more.
¿Por qué no estaba convencido uno de los oyentes de la necesidad de
pagar diezmos?
32 Desde el siglo no fué oÃdo, que abriese alguno los ojos de uno que
nació ciego.
=quemar=, to burn; =quemar á uno la sangre=, to set one's blood on fire,
exasperate.
=un(o)=, =-na=, one; =uno y otro=, each (one), both; =ciento por uno=, a
hundred fold.
23 Y uno de sus discÃpulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado en el
seno de Jesús.
2 Porque uno cree que se ha de comer de todas cosas: otro que es débil,
come legumbres.
33 Entonces los discÃpulos decÃan el uno al otro: ¿Si le habrá traÃdo
alguien de comer?
70 Jesús le respondió: ¿No he escogido yo á vosotros doce, y uno de
vosotros es diablo?
=pedir=, 29, to ask for, seek, order;
=---- algo a uno=, to ask somebody for something.
=Modismos=
Úsese cada uno de los modismos del precedente trozo, cambiándose el
tiempo.
37 Porque en esto es el dicho verdadero: Que uno es el que siembra, y
otro es el que siega.
=otro, -a=, other, another; =otra vez=, once more; =el uno
con el ----=, with one another.
24 Empero Tomás, uno de los doce, que se dice el DÃdimo, no estaba con
ellos cuando Jesús vino.
=uno=, a, an;
=----s=, some, a few, any, a pair of, about;
=---- que otro=, one here and there.
40 Era Andrés, hermano de Simón Pedro, uno de los dos que habÃan oÃdo de
Juan, y le habÃan seguido.
[7] =la otra.= Note that _el otro, la otra_, are generally used as
correlatives of _el uno, la una_.
=agradecer,= 39, to be grateful for, thank;
=---- algo a uno,= to be grateful to one for something.
--Muy bien,--dijo el zapatero y dio a cada uno de sus hijos un caballo y
cien duros para la jornada.
=un(o), -a,= one, a; _pl._, some, the same; =uno al otro,= each other;
=no son unos,= they are not alike.
7 Respondióle Felipe: Doscientos denarios de pan no les bastarán, para
que cada uno de ellos tome un poco.
=otro -a=, other, next; =al otro dÃa=, the next day; =otro tanto=, so
much (many); =uno y otro=, each, both.
30 Porque uno es Dios, el cual justificará por la fe la circuncisión, y
por medio de la fe la incircuncisión.
--Gracias a Dios,--dijo el hermano mayor,--todos estamos sanos y salvos
y cada uno ha aprendido a hacer algo.
--El Brasil produce la mitad de la cosecha mundial de caucho, y Pará es
uno de sus grandes centros productores.
=Modismos=
Úsese en sentencias originales cada uno de los modismos del precedente
trozo, cambiándose el tiempo.
20
Las marcó en grados, uno por cada hora, y las protegió
contra el aire con guardabrisas de piel y de cuerno.
«à prisa, á prisa, caballeritos, que va á ser de dÃa--dijo uno,--y el
Abuelo{76-2} nos va á reñir si llegamos tarde.
2 E hiciéronle allà una cena: y Marta servÃa, y Lázaro era uno de los
que estaban sentados á la mesa juntamente con él.
=tocar=, 31, to touch, play;
=---- a=, to be one's turn _or_ duty, to concern;
=---- su vez a uno=, to be one's turn.
39 Empero vosotros tenéis costumbre, que os suelte uno en la Pascua:
¿queréis, pues, que os suelte al Rey de los JudÃos?
71 Y hablaba de Judas Iscariote, [hijo] de Simón, porque éste era el que
le habÃa de entregar, el cual era uno de los doce.
[3] =Déme el (número) dos--tres--seis--uno.=
[4] =Ahà lo tiene,= i.e., =ahà lo tiene Ud.,= _There's your party_
(_number_).
=cada=, each, every;
=---- uno= (=-a=), each, each one;
=---- dÃa=, each or every day;
=---- vez que=, every time that.
=EJERCICIOS=
=Cuestionario=
Haga uno de los estudiantes a otro preguntas en castellano sobre el
primer párrafo del cuento.
22 Y como él hubo dicho esto, uno de los criados que estaba allÃ, dió
una bofetada á Jesús, diciendo: ¿Asà respondes al pontÃfice?
65
* * *
Un soldado preguntó a uno de sus camaradas, que volvÃa de
una campaña, si habÃa hallado mucha hospitalidad en
Holanda.
=Modismos=
Úsese cada uno de los modismos de este cuento en oraciones completas,
empleándolo en tiempo distinto del usado en el texto.
¡Cuán distinta de la voz de ParÃs, cuando uno cree escucharla,
al acercarse, halagadora como una canción de amor, de poesÃa y de
juventud!
=Modismos=
Empléese en una oración completa cada uno de los modismos de este cuento
que contenga verbos, cambiándose el tiempo del verbo.
=Modismos=
Empléese cada uno de los modismos de este cuento en oraciones completas,
usándolo en tiempo distinto del que se usa en el texto.
5
--Conserva uno, si quieres, para recuerdo,--le
dijo;--pero los restantes es preciso que hoy mismo
los repartas entre tus hermanos.
[Illustration: El Canal de Panamá]
El canal, que representa un esfuerzo colosal de ingenierÃa, tiene unos
72 kilómetros de uno a otro extremo.
¡Cuando uno recuerda aquellos tiempos...!»
Celinina iba con ellos, y como por primera vez andaba en aquellas
altitudes, se atolondraba un poco.
=Modismos=
Úsese cada uno de los modismos de este trozo en oraciones completas
españolas, empleándolo en tiempo distinto del usado en el texto.
=Modismos=
Empléese cada uno de los modismos de este tema en oraciones completas
españolas, usándolo en tiempo distinto del empleado en el texto.
=Modismos=
Empléese cada uno de los modismos de este trozo en frases completas
españolas, usándolo en tiempo distinto del que se usa en el texto.
=Modismos=
Empléese cada uno de los modismos de este trozo en oraciones completas
españolas, usándolo en tiempo distinto del empleado en el texto.
21 Como hubo dicho Jesús esto, fué conmovido en el espÃritu, y protestó,
y dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me ha de entregar.
--¡Qué atrasado de noticias está Ud.![1] En Buenos Aires funciona ya un
subterráneo y hay dos más en construcción, aparte de uno especial para
carga.
=Modismos=
Empléese cada uno de los modismos de este cuento en oraciones completas
españolas, usándolo en tiempo distinto del empleado en el texto.
=Modismos=
Empléese cada uno de los modismos de este trozo en oraciones completas
españolas, usándolo en tiempo distinto del que se usa en el texto.
=Modismos=
Úsese cada uno de los modismos de este cuento en oraciones completas
españolas, empleándolo en tiempo distinto del que se usa en el texto.
32 He aquÃ, la hora viene, y ha venido, que seréis esparcidos cada uno
por su parte, y me dejaréis solo: mas no estoy solo, porque el Padre está
conmigo.
=Modismos=
Úsese cada uno de los modismos de este cuento en oraciones completas
originales, empleándolo en tiempo distinto del que se usa en la lectura.
19 Porque como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron
constituÃdos pecadores, asà por la obediencia de uno los muchos serán
constituÃdos justos.
--Pues aguarde usted un poco--le contestó uno de los lugareños con
asentimiento de los demás;--que en cuanto acaben de tirar piedras ésas,
vamos á empezar nosotros.
--à agonÃa,--contestó el hombre con tono indiferente.--Aquà en los
pueblos, señorita, se toca por todo: cuando uno va á morir, cuando
muere, cuando es el funeral y...
17 Porque, si por un delito reinó la muerte por uno, mucho más reinarán
en vida por un Jesucristo los que reciben la abundancia de la gracia, y del
don de la justicia.
=Modismos=
Empléese cada uno de los siguientes modismos en oraciones completas
españolas, usándolo dos veces en tiempos distintos: _estar limitado
con_, _efectuarse_.
=Representación dramática=
Este cuento se presta muy bien a ser representado ante la clase,
haciendo uno de los alumnos el papel de leñador, otro el de hada,
etcétera.
=uno, -a=, one;
=---- a ----=, =---- por ----=, one by one;
=---- a otro=, one another, reciprocally;
=---- que otro=, a few;
=---- tras otro=, one after the other.
50 DÃceles Nicodemo (el que vino á él de noche, el cual era uno de
ellos):
51 ¿Juzga nuestra ley á hombre, si primero no oyere de él, y entendiere
lo que ha hecho?
9 Oyendo, pues, ellos, redargüidos de la conciencia, salÃanse uno á uno,
comenzando desde los más viejos hasta los postreros: y quedó solo Jesús, y la
mujer que estaba en medio.
8 DÃcele uno de sus discÃpulos, Andrés, hermano de Simón Pedro:
9 Un muchacho está aquà que tiene cinco panes de cebada y dos
pececillos; ¿mas qué es esto entre tantos?
17 Y llevando su cruz, salió al lugar que se dice de la Calavera, y en
hebreo, Gólgotha;
18 Donde le crucificaron, y con él otros dos, uno á cada lado, y Jesús
en medio.
=Representación dramática=
Este cuento se presta muy bien a ser representado ante la clase,
haciendo uno de los alumnos el papel de hombre rico, otro el de muchacho
trabajador, etcétera.
=tocar,= to touch, ring, play (_a musical instrument_), befall; =--á
uno,= to be one's turn ; =-- á refectorio,= to ring the dinner-bell; =le
ha tocado la suerte,= it has fallen to his lot.
33 Mas cuando vinieron á Jesús, como le vieron ya muerto, no le
quebraron las piernas:
34 Empero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y luego
salió sangre y agua.
4 Y dijo uno de sus discÃpulos, Judas Iscariote, [hijo]de Simón, el que
le habÃa de entregar:
5 ¿Por qué no se ha vendido este ungüento por trescientos dineros, y se
dió á los pobres?
15 Mas no como el delito, tal fué el don: porque si por el delito de
aquel uno murieron los muchos, mucho más abundó la gracia de Dios á los
muchos, y el don por la gracia de un hombre, Jesucristo.
12 De consiguiente, [vino la reconciliación por uno], asà como el pecado
entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, y la muerte asÃ
pasó á todos los hombres, pues que todos pecaron.
49 Y Caifás, uno de ellos, sumo pontÃfice de aquel año, les dijo:
Vosotros no sabéis nada;
50 Ni pensáis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no
que toda la nación se pierda.
=ir=, 10, to go;
=---- al grano=, to come to the point;
=---- a pie=, to walk;
=---- a uno=, to go with one, prosper;
=---- montado=, to ride (a donkey or horse);
=va perdiendo=, continues to lose.
=pasar=, to pass;
=---- a=, to turn to;
=---- a poder de=, to pass into the possession of;
=---- algo a uno=, to have something the matter with one;
=---- de=, to exceed;
=---- el rÃo=, to succeed, win the day.
=Formación del plural de substantivos=
EscrÃbase el plural de cada uno de los siguientes substantivos:
jardÃn, lápiz, luz, pincel, uniforme, color, vez, moneda, celebridad,
juguete, almacén, desorden, húsar, joven.
3 Digo pues por la gracia que me es dada, á cada cual que está entre
vosotros, que no tenga más alto concepto de sà que el que debe tener, sino que
piense de sà con templanza, conforme á la medida de fe que Dios repartió á
cada uno.
--Pues salió yendo á la iglesia, arrodillándose delante del altar de
Santa Ana y diciendo á la Santa con mucha devoción:
--Vengo á decirle á usted, santa abuelita,
que mis hijos me ponen en un potro,
pues el uno que llueva solicita,
y...
25
--Solamente le falta la muleta, para que sea _ño
Cucho_ el Cojo, en mismita persona,--contesta la
mujer, dando una gran carcajada.[293]
Tal fué la escena que, poco más o menos, pasó un dÃa,
en uno de los vallecitos de la costa de Colchagua.
11 Empero MarÃa estaba fuera llorando junto al sepulcro: y estando
llorando, bajóse á mirar el sepulcro;
12 Y vió dos ángeles en ropas blancas que estaban sentados, el uno á la
cabecera, y el otro á los pies, donde el cuerpo de Jesús habÃa sido puesto.
51 Mas esto no lo dijo de sà mismo; sino que, como era el sumo pontÃfice
de aquel año, profetizó que Jesús habÃa de morir por la nación:
52 Y no solamente por aquella nación, mas también para que juntase en
uno los hijos de Dios que estaban derramados.
--Las carreras de caballos, las cuales han estimulado mucho la mejora
del ganado equino; la corrida de la sortija; el pato: juego en el cual
varios ginetes se persiguen para arrebatar de las manos de uno de ellos
un pato muerto o un objeto que represente este animal.
280
Y pues que del propio modo
Fabricas uno que ciento,
Si yo nada nuevo invento,
En ti es viejÃsimo todo."
A esto la abeja replica: 285
"En obra de utilidad
La falta de variedad
No es lo que más perjudica.
¿Quién sabÃa si la bruja
aprovechaba aquellos instantes para hacer uno de esos terribles
conjuros que sacan á los muertos de sus sepulturas, estremecen el
fondo de los abismos y traen á la superficie de la tierra, obedientes
á sus imprecaciones, hasta á los más rebeldes espÃritus infernales?
123,
1.22.]
Ni por ésas.[1]
[Footnote 1: Ni por ésas = 'Nor did these (threats) avail.']
La indignación llegó á su colmo, hasta el punto que uno de sus
guardas, lanzándose sobre el reo, cuya pertinacia en callar bastarÃa
para apurar la paciencia á un santo, le abrió violentamente la visera.
--Yo he dado vueltas sin cesar arrastrada por la turbia corriente, y
en mi larga peregrinación vi, solo, enlutado y sombrÃo, contemplando
con una mirada distraÃda las aguas que pasaban y las hojas secas que
marcaban su movimiento, á uno de los dos amantes cuyas palabras nos
hicieron presentir la muerte.
5 Mas por tu dureza, y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti
mismo ira para el dÃa de la ira y de la manifestación del justo juicio de
Dios;
6 El cual pagará á cada uno conforme á sus obras:
7 A los que perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra é
inmortalidad, la vida eterna.
--_Jorge Hunecus_ (CHILENO)
=Bello, Andrés= (1781-1865)
Andrés Bello,[11] que aunque nacido en Venezuela vivió y murió en Chile,
es uno de esos personajes que honran a todo un continente,[12] y que se
granjea el respeto y las simpatÃas de cuantos le tratan, y aún de
aquéllos que solamente le conocen por sus escritos.
10 Y no sólo esto; mas también Rebeca concibiendo de uno, de Isaac
nuestro padre,
11 (Porque no siendo aún nacidos, ni habiendo hecho aún ni bien ni mal,
para que el propósito de Dios conforme á la elección, no por las obras sino
por el que llama, permaneciese;)
12 Le fué dicho que el mayor servirÃa al menor.
=tanto, -a=, as much, so much;
=---- que=, as much as;
=---- como=, as much as;
=en ---- que=, while;
=---- uno como otro=, both one and the other;
=algún ----=, a little;
=en ----, entre ----=, in the meanwhile;
=por lo ----=, for the same reason, therefore;
=---- cuanto=, as much as;
=---- por ciento=, percentage.
--à propósito de aventuras extraordinarias, exclamó al verle uno de
los monteros de don DionÃs, dirigiéndose á su señor: ahà tenéis á
Esteban el zagal, que de algún tiempo á esta parte anda más tonto que
lo que naturalmente lo hizo Dios, que no es poco, y el cual puede
haceros pasar un rato divertido refiriendo la causa de sus continuos
sustos.
[79.8] =Dar el primero=, 'to be the first to give.']
79.10: =Ver Alvar..., y salir..., todo era uno=, 'it was all
one for Alvar to see..., and for him to go out...'='as soon as Alvar
saw..., he would go out....'
[79.13] =el gusto de que acudiesen=, 'the pleasure of their
coming.'
[79.15] =antes que nadie=, 'before any one else.'
[79.20] =San Isidro=, 'Saint Isidor,' the patron saint of
Madrid.
--Cada uno de esos paÃses tiene su legislación propia, y ésta admite
diferencias aún dentro de una misma nación; pero puede decirse que en
general los niños ingresan a la escuela primaria a los seis años de
edad.[1] En los paÃses que han incorporado a sus instituciones de
enseñanza los jardines de infantes, o sea escuelas maternales o
_kindergartens_ como también se los llama, el niño empieza su educación
a una edad más temprana.[2]
--Hablaba Ud.
--Soy tu esposo, soy el que dió la salud á la hija de Jairo, que padecÃa
el mal que tú padeciste; soy el que dijo: «Cualquiera que dejase casa, ó
hermanos, ó hermanas, ó padre, ó madre, ó mujer, ó hijos, ó tierras por
mi nombre, recibirá ciento por uno, y poseerá la vida eterna.»
En la orilla del lago azul que hoy llaman de _San Vicente_, y está en
tierra de Briviesca, hay una pobre ermita, donde vivió solitaria la hija
del rey moro de Toledo, que hoy llaman _Santa Casilda_.
52,
note 1.]
En esta situación de ánimo, la más insignificante novedad que viniese
á romper la monótona quietud de aquellos dÃas eternos é iguales, era
acogida con avidez entre los ociosos; asà es que la promoción al grado
inmediato de uno de sus camaradas, la noticia del movimiento
estratégico de una columna volante, la salida de un correo de
gabinete, ó la llegada de una fuerza cualquiera á la ciudad,
convertÃanse en tema fecundo de conversación y objeto de toda clase de
comentarios, hasta tanto que otro incidente venÃa á sustituirle,[1]
sirviendo de base á nuevas quejas, crÃticas y suposiciones.
10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;
11 No hay quien entienda, No hay quien busque á Dios;
12 Todos se apartaron, á una fueron hechos inútiles; No hay quien haga
lo bueno, no hay ni aun uno:
13 Sepulcro abierto es su garganta; Con sus lenguas tratan
engañosamente; Veneno de áspides está debajo de sus labios;
14 Cuya boca está llena de maledicencia y de amargura;
15 Sus pies son ligeros á derramar sangre;
16 Quebrantamiento y desventura hay en sus caminos;
17 Y camino de paz no conocieron:
18 No hay temor de Dios delante de sus ojos.
=Volver a= plus an
infinitive expresses repetition of the act of that infinitive.]
[Note 67: =oÃr hablar de=, _to hear (spoken) of_.]
[Note 68: =acercarse a=, _to approach_.]
[Note 69: =en contra de=, _against_.]
[Note 70: =dar motivo para=, _to give reason for_.]
[Note 71: =habituarse a=, _to get used to, become accustomed to_.]
[Note 72: =pensar en=, _to think of_.]
[Note 73: =faltar algo a uno=, _to lack something_.]
[Note 74: =sin cortar=, _uncut_.]
[Note 75: =disputarse algo=, _to quarrel over something_.]
=EL ÃRABE HAMBRIENTO=
Perdido en un desierto
Un árabe infeliz, ya medio muerto
Del hambre y la fatiga,
Se encontró un envoltorio de vejiga.
=hacer=, 9, to make, do, cause, bring about;
=---- calor=, to be warm (of weather);
=---- caso de=, to give heed to;
=---- correr la voz=, to spread the report;
=---- daño a=, to harm;
=---- de=, to act as;
=---- dormir=, to put to sleep;
=---- el papel de=, to play the part of;
=---- escala en=, to stop at (of boats);
=---- esfuerzos por=, to make efforts to;
=---- estragos=, to work havoc;
=---- falta=, to be lacking;
=---- frente a=, to face;
=---- la gracia de=, to do the favor, honor of;
=---- la prueba=, to make the test;
=---- pedazos=, to break _or_ tear to pieces;
=---- una pregunta a=, to ask a question of;
=---- uso de=, to make use of;
=hace cuatro siglos= four centuries ago;
=hace poco=, a short time ago;
=----se al mar=, to set out to sea;
=----se a uno muy cuesta arriba=, to be uphill work, difficult;
=----se comprender, entender=, to make oneself understood;
=----se el sordo a=, to turn a deaf ear to.
4 = cuatro
5 = cinco
6 = seis
7 = siete
8 = ocho
9 = nueve
10 = diez
11 = once
12 = doce
12.5 = doce (metros) y medio
13 = trece
14 = catorce
17 = diez y siete (_or_ diecisiete)
20 = veinte
0,20 = veinte céntimos
21 = veinte y uno (_or_ veintiuno)
22 = veinte y dos (_or_ veintidos)
23 = veinte y tres (_or_ veintitres)
24 = veinte y cuatro (_or_ veinticuatro)
25 = veinte y cinco (_or_ veinticinco)
30 = treinta
0,40 = cuarenta céntimos
48 = cuarenta y ocho
50 = cincuenta
0,50 = cincuenta céntimos (_or_ media peseta)
60 = sesenta
63 = sesenta y tres
72 = setenta y dos
90 = noventa
100 = ciento
162 = ciento sesenta y dos
220 = doscientos veinte
250 = doscientos cincuenta
300 = trescientos
330 = trescientos treinta
765 = setecientos sesenta y cinco
767 = setecientos sesenta y siete
1300 = mil trescientos
1515 = mil quinientos quince
1534 = mil quinientos treinta y cuatro
1553 = mil quinientos cincuenta y tres
1573 = mil quinientos setenta y tres
1693 = mil seiscientos noventa y tres
1854 = mil ochocientos cincuenta y cuatro
1858 = mil ochocientos cincuenta y ocho
1867 = mil ochocientos sesenta y siete
1869 = mil ochocientos sesenta y nueve
1870 = mil ochocientos setenta
1871 = mil ochocientos setenta y uno
1895 = mil ochocientos noventa y cinco
1898 = mil ochocientos noventa y ocho
1904 = mil novecientos cuatro
1912 = mil novecientos doce
1913 = mil novecientos trece
1914 = mil novecientos catorce
3,000 = tres mil
13,000 = trece mil
20,000 = veinte mil
33,000 = treinta y tres mil
380,000 = trescientos ochenta mil
3,550,000 = tres millones quinientos cincuenta mil
7,470,000 = siete millones cuatrocientos setenta mil
16,000,000 = diez y seis millones
70,000,000 = setenta millones
75,000,000 = setenta y cinco millones
131,000,000 = ciento treinta y uno millones
200,000,000 = doscientos millones
264,000,000 = doscientos sesenta y cuatro millones
300,000,000 = trescientos millones
877,000,000 = ochocientos setenta y siete millones
End of the Project Gutenberg EBook of A First Spanish Reader
by Erwin W.
QUE DIOS ES DIOS
POR FERNÃN CABALLERO{79-1}
I
La vertu est aussi une force.
Elle renferme en elle une langue divine,
Mais si son mattre dort, tout reste dans son sein.
Las d'une vaine attente,
Sur le bord du balcon je m'etais assoupi;
Je rouvris la paupière à l'aurore naissante,
Et je laissai flotter mon regard ébloui.
La ambición vulgar de mando, los compromisos de una polÃtica interior
bastarda, y el desorden consiguiente en el manejo y empleo de las rentas
son las causas principales del descrédito, exagerado a veces por el
interés y por la pasión, que de vez en cuando[5] se une al nombre de
algunas de estas repúblicas.
pensé; ¡cuántas veces el genio
Asà duerme en el fondo del alma,
Y una voz, como Lázaro,[3] espera
Que le diga: «Levántate y anda!»
[Footnote 1: This poem is composed of decasyllabic anapests and of
hexasyllabic amphibrachs, thus:
-- -- / | -- -- / | -- -- / | --
-- / -- | -- / --
The even verses have the same assonance throughout.]
[Footnote 2: For this idea, compare--
Je suis dans un salon comme une mandoline
Oubliée en passant sur le bord d'un coussin.
Lamartine, c'est la, dans cette rue obscure,
Assis sur une borne, au fond d'un carrefour,
Les deux mains sur mon coeur, et serrant ma blessure,
Et sentant y saigner un invincible amour;
C'est là , dans cette nuit d'horreur et de detresse,
Au milieu des transports d'un peuple furieux
Qui semblait en passant crier à ma jeunesse:
"Toi qui pleures ce soir, n'as-ta pas ri comme eux?"
C'est là , devant ce mur, où j'ai frappe ma tete,
Où j'ai posé deux fois le fer sur mon sein nu;
C'est là , le croiras-tu?
=Para estudio=
Apréndase de memoria lo siguiente:
_PaÃs o provincia_ _Lengua_ _Habitante_
España español español
Cataluña catalán, español catalán
Galicia gallego, español gallego
AndalucÃa andaluz, español andaluz
Castilla castellano castellano
La Argentina español argentino
Bolivia español boliviano
El Brasil portugués brasileño
Chile español chileno
Colombia español colombiano
Costa Rica español costarriqueño, costarricense
Cuba español cubano
El Ecuador español ecuatoriano
Guatemala español guatemalteco
La Guayana francés, holandés, inglés
Haità francés haitiano
Honduras español hondureño
Méjico español mejicano
Nicaragua español nicaragüense
Panamá español panameño
El Paraguay español paraguayano
El Perú español peruano
Puerto Rico español portorriqueño
El Salvador español salvadoreño
Santo Domingo español dominicano
El Uruguay español uruguayo
Venezuela español venezolano
NOTES:
[Note 256: =viajar por=, _to travel in_.]
[Note 257: =carecer de=, _to lack, be wanting_.]
[Note 258: =tener lugar=, _to take place, prevail_.]
[Note 259: =dejar mucho que desear=, _to leave much to be desired_.]
[Note 260: =echar de menos=, _to miss_.]
[Note 261: =esmerarse en=, _to do one's best at, take pains in_.]
=EL CANAL DE PANAMÃ=
Por el istmo que une las dos Américas se ha construido
el canal de Panamá juntando asà el Atlántico con el
PacÃfico.
Ahora que recuerdo: ¿Están adelantados los trabajos del
ferrocarril panamericano que algún dÃa[25] unirá Nueva York con Buenos
Aires?
PonÃa la bomba
y prendÃa la mecha; unÃa el material y le añadÃa el explosivo; tras de
la arenga, la arremetida.
El faro estaba
situado en un peñasco que sólo se unÃa á la tierra firme por medio de
una calzada estrecha, construida sobre una lengua baja de arena y rocas.
Varmen, la mayor, que unÃa á su
timidez juicio y dulzura, era bien querida en el lugar, en que, hablando
de ella, sellaban su elogio con decir, según la expresión del paÃs, que
era _arrimadita á la iglesia_.
PonÃa la bomba
y prendÃa la mecha; unÃa el material y le añadÃa el explosivo; tras de
la arenga, la arremetida.
El faro estaba
situado en un peñasco que sólo se unÃa á la tierra firme por medio de
una calzada estrecha, construida sobre una lengua baja de arena y rocas.
Varmen, la mayor, que unÃa á su
timidez juicio y dulzura, era bien querida en el lugar, en que, hablando
de ella, sellaban su elogio con decir, según la expresión del paÃs, que
era _arrimadita á la iglesia_.
Ideas
ligerÃsimas, sin forma determinada, que unÃan entre sÃ, como un
invisible hilo de luz, la profunda soledad de aquellos lugares, el
alto silencio de la naciente noche y la vaga melancolÃa de mi
espÃritu.
Y las carcajadas de los grandes se unÃan á los silbidos de los chicos, á
las imprecaciones de las mujeres, á las lágrimas de triunfo y alegrÃa
del viejo hortelano y á los empellones que los guindillas daban ya al
convicto ladrón, como impacientes por llevárselo á la cárcel.
El autor de esas revelaciones murió con la sonrisa de la mofa en los
labios y sin arrepentirse de sus culpas; varios de sus iguales le
siguieron en diversas épocas al suplicio; pero el temible jefe, Ã
quien continuamente se unÃan nuevos prosélitos, no cesaba en sus
desastrosas empresas.
Los dos
hocicos se unieron: el ardiente y el helado.
[2.14] =se unieron=, 'were brought together' (or 'were united').
no, una letra!
Prior una tonterÃa.
Se sentó a una mesa.
una botella de vino?
Empezó por una manÃa.
hay una pluma y papel.
los ojos de una mujer.
no sé qué, ¡una locura!
un abuelo o una abuela?
una persona caritativa.
Es una ciudad magnÃfica.
Dijóle una vez:--Vaya Vd.
es (una)--, it is a pity.
no se siente una mosca ...
alguna vez una[4] hacienda?
Tropezó con una dificultad.
de una cosa sobrenatural....
Empieza por pedir una silla.
Este paÃs es una
república.
José masculló una maldición.
un, una, a, an; _pl._, some.
que se le exigirá una fianza?
Viene una vez en cuatro años.
Cada una se quitó muchos años.
Lola protestó con una mueca....
DÃ ---- una piedra en el camino.
La virtud es también una fuerza.
El
franco es una moneda francesa.
Encontró debajo de ella una bolsa.
con una hija que allà tengo casada.
En el camino encuentra una gallina.
le ponga una cama en el gabinete...
No se tomó a Zamora
En una hora.
Se ha visto una
ballena en el rÃo.
Entonces comenzó una cosa
horrible.
Y le entregó una lapicera de
plata.
En este momento encuentran una zorra.
Era una niña de trece á catorce años.
No tenÃa hijos pero tenÃa
una mujer.
una lÃnea
fronteriza y encuentra Ud.
una palabra de acá, otra de acullá...
Hay también
una mesa para el maestro.
Llegó a una ciudad y fue a una posada.
TenÃa una buena mujer
y buenos hijos.
Anuncio del Estreno de una Ópera
30.
Si quieres, te
casaré con una condesa.
Al entrar se
me ocurrió una idea feliz.
Dé usted una palabra sinónima de choclo.
es el tercero que me habla de una cabra.
murmuró el joven con una triste sonrisa.
Poco después entró una niña en el bosque.
QuerÃa comprar una mesa y algunas sillas.
Un dÃa vino una vecina vieja a visitarla.
HabÃa caÃdo en una trampa; estaba perdido.
Un desierto es una llanura seca y arenosa.
ver que el
animal que traigo es una vaca?
Dé usted una palabra sinónima de pordiosero.
En mi mesa hay un cuaderno y una
gramática.
Pero la cosa
iba durando una y otra semana.
Pasó un dÃa, una semana, un mes y no pareció.
una ópera de Wágner a una de Verdi o Puccini?
AquÃ, en donde cayó un héroe, cae una columna!
como es una tonterÃa
que no merece la pena...
Pablo tenÃa una cita (_appointment_)
¿verdad?
Tráigame algo que comer y una botella de vino.
Aquà tiene una buena ocasión de aprender
algo.
Después de una hora se presentó otro caballero.
En el piso bajo hay una tienda y una panaderÃa.
En poco tiempo me contó una infinidad de cosas.
Tengo necesidad de una carta de
recomendación.
una baja emulación en su alma, sino
porque Ud.
Yo và una ciudad hermosa al---- ---- ---- ----.
El céntimo es
la centésima parte de una peseta.
El ciego comenzó á ejecutar una marcha guerrera.
El rico querÃa que el escultor ---- una estatua.
Era
una cueva, la cual tenÃa una piedra encima.
Es todo lo que se llama una verdadera
aventura.
Otro
desgraciado le facilitó una guitarra rota.
Por
fin ¿qué proyectaban los criados una noche?
Yo
lo impido y con una sola tajada lo deguello.
Ella era joven, casi
una niña, hermosa y pálida.
Mejor hubiéramos visto{55-1} asomar una tormenta.
prorrumpió el sacrÃlego barón con
una carcajada.
Supongo que pertenecÃan a una familia
acomodada.
Consiguió que le
(dar) una plaza de músico mayor.
ParecÃan condecoraciones de una legión cualquiera.
Poco después pasó por allà un hombre con una vaca.
TenÃan una hija y ambos la amaban de todo corazón.
una gran parte lo haremos _por_ ferrocarril; y Ud.
El caballero se dejó caer en una silla desesperado.
Él tiene una falta de ortografÃa en la palabra
año.
Finalmente él les dijo:
--- Propongo una apuesta.
muchacho==_un muchacho tiró una piedra á un
peral_.
No siendo bastante una mano, él ---- ---- ---- ----.
Ya me parece que llevo lo menos
una semana tendido.
Yo iba a la feria precisamente a
comprar una cabra.
La justicia es una sed y la civilización una siembra.
Me fijé un poco más.{8-2} HabÃa sido una alucinación.
Por una mirada,
por una sola mirada de esos ojos ...
Y la boca gruñó:
--Toda mi vida he sido una tonta.
Tengo una esposa
y ocho niños y debo pensar en ellos.
UNA VISITA
Quiero hacer una visita al señor Valera.
A los pocos momentos da éste
una media vuelta, y ¡zas!
De pronto una voz lastimera le sacó de sus reflexiones.
El _dominico_ se cubre con una blanquÃsima
vestimenta.
furia, _f._, fury; estar hecho una --, to be in a rage.
Oir esto y caerme de espaldas, todo fué una misma cosa.
Pedro fijó una mirada estúpida en la corriente del rÃo.
Su única fortuna eran su
cabana, una vaca y una cabra.
VARIANTS: =Muchas=, =centenares=, =una gran
cantidad=.
Vive preso en un palacio con una vieja bruja y su hija.
Los hijos y las hijas de una familia se llaman hermanos.
Al lado derecho estaba el rey David
con una arpa de oro.
Él se sienta, abre su
libro y lee una frase, dos frases.
El señor arzobispo está
hecho, y con razón, una furia....
Está situada
en una de las más hermosas bahÃas del mundo.
Notaron, sÃ, de súbito, una cosa inexplicable y fenomenal.
Un sabio y un patán se disputaban[109] una misma
mujer.
No tuvo sueños ni ilusiones; en cambio tenÃa una
esperanza.
Se sentó a una mesa, llamó al mozo y dijo:
--Tráigame Vd.
Si (ver) el salchichón, el otro
pasajero (desear) una raja.
Todo permanecÃa á su alrededor sumido en una profunda calma.
De pronto, algo se le enredó á una pierna; era una serpiente.
El padre, la madre, los hijos y las hijas forman una familia.
tiene una barba muy espesa y
necesito una navaja muy afilada.
y el órgano sonaba; pero sonaba
de una manera indescriptible.
El señor
dijo:--¿Cómo no tiene esta grulla más que una pierna?
En el reloj de la catedral sonaba
en aquel momento una hora...
mi señora doña Baltasara, decÃa la una, yo soy
de este genial.
Pero una nube se eleva en los 30
aires y tapa su luz.
Rodeáronlas las amigas, y
ni una sola dejó de verter lágrimas.
Creemos inútil decir á nuestros lectores quién era una de ellas.
El sol aún seguÃa bañando una parte no insignificante del paseo.
UNA PIERNA
Un paje sirvió en la comida a su señor una grulla.
valÃan= = _cada una tenÃa un novio, pero los novios no
valÃan_.
Al anochecer llegaron a una montaña donde habÃa[47]
una cueva.
Ella era hermosa, hermosa y pálida, como una estatua de alabastro.
Fueron, y subieron en una barca; y aquella noche no cogieron nada.
Respondió el
paje:--Señor, las grullas no tienen sino una pierna.
SabÃa además una
porción de versecillos, romances y acertijos....
VARIANT:
=Como una ....=
[3] =a la espalda,= _on their backs_.
Yo disimulé que estaba libre, y esperé una ocasión para escaparme.
Allà la claridad de una lámpara
permitÃa distinguir sus facciones.
Allà la
claridad de una lámpara permitÃa distinguir sus facciones.
El hilo llevó una cuerda, la cuerda un
cable, el cable una cadena.
Me hizo jurar una docena de veces que no pensaba nada malo de ella.
Nombraron una delegación, y la delegación fué a
ver al magistrado.
Pagué el entierro de Teresa; compré una sepultura por diez años....
VARIANTS: =Algunas=; =una
que otra=; =unas cuantas=; =unas pocas=.
Ella se
sentó en el jardÃn, y trató de hacerse pasar por una tonta.
Entonces comenzó para el ciego una época miserable y
angustiosa....
Las monedas de plata son de cinco, de dos, de una y de media peseta.
No conozco
una ciudad que tenga un colorido más americano que ésta.
TenÃa mi novia apenas diez y nueve años, y era una niña muy hermosa.
TRES PALABRAS
Un jornalero pobre llegó por la noche a una posada.
ve, el rÃo es una de las más grandes
vÃas fluviales del continente.
EL PRÃNCIPE JALMA
HabÃa un viejo que tenÃa una hija muy hermosa.
En nuestros campos se da a esta palabra
una importancia escepcional.
Es una importante industria la
fabricación y destilación de bebidas.
Se sentó en una piedra cerca de
la puerta pensando si entrarÃa o no.
Dios llamó un dÃa al inocente mártir, predestinado á una dicha eterna.
Ella se tranquilizó y
le dijo que llevarÃa en el dedo una cinta roja.
En cuanto al[119] dinero, lo hice depositar en una
cubeta con agua.
Encontráronse allà los Puritanos con[235] una playa
triste y árida.
Este rey moro tenÃa una hija muy hermosa y compasiva, llamada Casilda.
uno, una, _pron._, one, some one, a person; (el) -- y (el) otro, both.
Es una manÃa inocente, pero muy
divertida e instructiva ¿no es verdad?
Las
otras han de tomar una porción de sus cenizas y asà se
remozarán.
VARIANT: =Hay una gran diferencia= (or =va un
gran trecho=) =entre ...
Y abrazada una hermana a la cintura de la otra, principian _un cedazo_.
Para el que la
visita por primera vez, Buenos Aires es una maravilla.
Pero creo que cinco pesetas es
bastante dinero por una cabra tan flaca.
En su busca fuà un dÃa y otro á aquel sitio:
Por último, una tarde ...
Esos claros y
melancólicos ojos parecÃan mirar desde una eminencia....».
Los mozos de la posada pusieron el barco en una sala cerca de
su alcoba.
ni se molestará si le doy una explicación
algo extensa sobre este punto.
Porque las fieras de una misma especie no se devoran unas á
otras.--¡Ah!
Vale tres
pesetas la cena, una peseta el vino y otra peseta los tabacos.
Dejó el mulo en una
posada, y de seguida se presentó en casa de su amigo.
El viejo en su tierra y el mozo en la ajena, mienten de una misma
manera.
Hoy dÃa Chile es una 10
república importante y rica.
que
es una buena persona, un santo, y que no le incomodará poco ni mucho.
contorsión, _f._, contortion; hacer una --, to bend one's body; to
writhe.
En el primero, el artista
parece haber querido hacer una cabeza simbólica.
Se experimenta casi una impresión dolorosa; sentÃs el dominio
del vértigo.
El hombre le arrojó una piedra al león á ver si podÃa aplastarle la
cabeza.
El viaje a la capital se hace recorriendo una hermosa y
fertilÃsima región.
exclamaron los oficiales á una voz, prorrumpiendo en
alegres exclamaciones.
La
catedral, fundada en 1573, es una de las más famosas iglesias del mundo.
Parece un cÃrculo de estrellas arrancadas del cielo
de una noche de verano.
Parece un cÃrculo de estrellas
arrancadas del cielo de una noche de verano.
se atraviesa una extensa llanura, que lleva
el nombre de Llanos de Caulina.
El insomnio junto á una mujer bonita no es seguramente el peor
de los males.
El insomnio junto á una mujer bonita no es seguramente el
peor de los males.
Me expuso en pocos instantes una infinidad de proyectos á
cual más absurdos.
que{84-2} has hecho una buena obra de
caridad, le dijo la avispa á la cabra.
Además, este
animal tiene la cola larga, y una cabra tiene la cola más corta.
mirada, _f._, glance, look; tender una--, to take a look; to look; to
glance.
nos cantará de sobremesa una
rondeña con su gracia natural; y por la noche J.
Pedro Gómez de Aguilar tenÃa una magnÃfica finca cerca
de la ciudad de Cabra.
porción, _f._, part, portion; una -- de años, a few years; a number
of years.
Se veÃan una porción de niñas reunidas bajo el emparrado de la casa de
Simón.
Un dÃa cuando
llovÃa a cántaros Mamerto quiso asistir a una corrida de toros.
de tu horrenda falsedad
en memoria, ni una pluma dejes, negra, ¡El busto deja!
La perra ve aquellos instrumentos
mortÃferos y se pone á ladrar como una loca.
Todos quedaron silenciosos, y _Manuel_ empezó á silbar una canción
patriótica.
En las dos cámaras se eligen cada dos
años una tercera parte de sus miembros.
Ese tuno debe tener metida en su cuerpecillo
toda entera una legión de diablos.
LOS POBRES SASTRES
Un herrero de una pequeña ciudad habÃa hurtado un caballo.
Pero mucho puede hacer una propaganda inteligente,
basada en métodos liberales.
Pues los frailes son una
milicia también, y no menos tenaz que la del ejército.
Un dÃa estaba sentado en un banco tomando una taza de 5
leche.
VARIANTS:
=Todos rieron a carcajadas; lanzaron una carcajada.=
[53] =Para...
Dar el primero una noticia triste ó alegre, era para Alvar la felicidad
suprema.
El hada se sumergió en las aguas, y no tardó en
aparecer con una hacha de oro.
Entonces vino una voz del cielo: Y lo he
glorificado, y lo glorificaré otra vez.
Esta grulla no tenÃa
sino una pierna, porque la otra se la habÃa comido el paje.
VARIANTS: =Vistas a la
distancia;= or =desde una larga distancia= (or =trecho=).
Acto continuo dispusiéronle una frugal
colación, y sentóse con su hija á la mesa.
dice,--replicó éste.--Y he de observar que esa
planta crece en una área limitada.
Entre este pueblo y el rÃo se extiende una verde
pradera, que pertenece al común.
Otra vez desapareció el hada,[178] y trajo en seguida
una vieja hacha de acero.
Precisamente una de
las primeras vÃctimas de su intemperancia fué el mismÃsimo P.
tu ventana es la gloria;
Pero la noche se pasa,
Se pasa como una sombra.
Y el padre se arrastraba por el suelo, y levantaba hacia los ladrones
una cara...
Y nada: el viejo, clavado como una estatua á la orilla del mar, no soltó
el cabo.
EL COMPETIDOR
Un dÃa a eso de las seis de la tarde llegó a una posada un hombre.
Estaba el posadero para ponerse muy colérico, cuando se le ocurrió una
buena idea.
hundir, to sink, bury; -- una cuarta de hierro, to bury the spurs; to
spur deeply.
La meseta determina aquà también una diferencia de clima,
haciéndolo más templado.
of separation or privation.--=una
va llena=, 'one is full (lit., 'one goes full').
of_ =pesar=), heavy, tedious; =lo pesado de una
faena=, the tediousness of a task.
Al fin abrió los ojos, tendió una mirada, y un grito agudo se escapó de
sus labios.
Al fin abrió los ojos, tendió una mirada, y un grito agudo se escapó
de sus labios.
Él les dijo:
--Es necesario que cada una escriba en una cédula su
nombre y edad.
Llegó el momento de la despedida, y Aliatar se vio rodeado
de una guardia de honor.
Macario era muy feo; pero, no obstante, se habÃa casado
con una muchacha muy guapa.
Teniendo él también una colección ¿no era natural que quisiera ver la
de la vecina?
Al oÃr[76] sus primeras palabras, sabÃamos ya que nos
iba a contar una historieta.
Entonces le compraron una
tosca escudilla de madera, y en ella le daban la comida.
La primera
representación[5] atrae siempre una concurrencia numerosa y muy
selecta.
Luego, sin mirarle, emprendà una carrera desesperada, loca,
al través de las calles.
no tiene una idea precisa del
medio geográfico y la sociedad de donde aquél procede.
pregunta, _f._, question, inquiry; hacer una --, to ask a question,
make an inquiry.
VARIANT: =Algo asà como.=
[11] =una penita en el estómago= (Cuba), _to be hungry_.
VARIANT: =Sin dormir.=
[3] =para hacerlos de una pieza,= _to make them a part of_.
aquà la gran meseta del estado de Colorado como
una ancha faja que penetra en Méjico?
En todos los ojos habÃa
una lágrima, en todos los espÃritus un profundo recogimiento.
Entonces las ondas tienen una luz más roja,
las horas transcurren sordas y lánguidas.
Junto á una espesa maraña
habÃa otro charco de sangre; pero allà se perdÃa el rastro.
La madre del Poniente dió a la niña una taza de oro para
vender en caso de necesidad.
Pero debo añadir que de su breve
expedición le quedó para toda su vida una costumbre.
Tratábase
del asesinato de una pobre vieja á quien sus convecinos acusaban de
bruja.
Acaso un aviso de
Dios; tal vez una vana fantasÃa, que el tiempo realizó más adelante.
Aunque hubiese resucitado el difunto Padre
Procopio trayendo consigo una docena de PP.
bendición, _f._, benediction, blessing; que era una -- del cielo, in a
surprising way.
EscribÃa una prosa profusa, llena de vitalidad y de color,
de plasticidad y de música.
Lleva en la cabeza una toca, sÃmbolo del duelo del amor, la no menos
graciosa _viuda_.
Parece que una desgracia no es más que el aviso de las
que bien luego nos sucederán.
Pero ved, a través de la bulla de los actores
como una forma rampante hace su entrada!
Y en sus facciones se retrató un instante el estado de su alma,
espantada de una idea.
Aparte de todo esto, se les
impone una contribución de 5% por milla sobre la propiedad.
Dió una embestida el animal y al saltar atrás el cazador se enredó en un
bejuco y cayó.
Luego se lo
acercó á una y otra oreja, lo puso donde estaba, y dijo:
--Se ha parado.
Al cabo logróse apaciguar el tumulto, y comenzaron á disponerse á una
nueva persecutión.
Después de algunos 40
momentos se presentó una vieja que ofreció ayudarle.
El pájaro no alcanza a
tener una cuarta de longitud desde el pico a la punta de la cola.
Hay situaciones, lector amigo, que no á todos es dado describir, y ésta
es una de ellas.
LA RANA Y LA GALLINA
Desde su charco una parlera rana
Oyó cacarear a una gallina.
Yo de mÃ
se decir, que conservo un pedazo de su jubón como una reliquia, y lo
merece...
A principios del siglo XIX el
uso de vapores encareció la necesidad de una tal empresa.
Buenos Aires es la mayor ciudad de la América del Sur y una de las más
grandes del mundo.
De repente, Neira creyó
notar que un boldo se movia: tomó una piedra pequeña y la arrojó.
Juan no habÃa tomado más alimento que una taza de café de Ãnfima clase y
un panecillo....
Pero al llegar á casa y
quedarme solo en el cuarto, se apoderó de mà una tristeza mortal.
Prose order--_(una) leve sonrisa pliega
los extremos..._]
[Footnote 4: Cual...
Pues, hermanos,
Jamás equivaldrá vuestro zumbido
A una gota de miel que yo fabrique.
Su castidad arisca se sublevaba á la menor insinuación, se ofendÃa de
una simple sonrisa.
Te portaste como un héroe, y 5
nos has librado de una gran desgracia.
añadia el otro; y cada cual exclamaba por su lado: ¡Tú has echado una
suerte á mi hermana!
Háblame: yo quiero saber si me amas; yo quiero saber si puedo amarte,
si eres una mujer...
MarÃa es una
niña, niña de cualquier paÃs, de cualquier sociedad con tal de[43] ser
niña.
Nos habÃan desarbolado, y al caer el aparejo
le rompió una pierna á uno de la tripulación.
Pues nada, él se da tal mana en arreglarlo y
cuidarlo, que sueña, que es una maravilla....
Sin examinarla ni mirarla el hombre entregó al posadero una
vieja pieza de cinco centavos.
Ya en tiempo de los Reyes Católicos (1515) se
buscó una lÃnea acuática a través del istmo.
En el delta
del Orinoco, cerca del rÃo Imataca, se halla una riquÃsima
mina de hierro.
Los precios para un estreno son generalmente más altos que para
una _réprise_ o repetición.
Sintiéndose cansados y teniendo sed se sentaron junto a una fuente que
estaba en el camino.
En esta ocasión cuentan las crónicas que se le ocurrió, aunque sin
ejemplar, una idea feliz.
HabÃan construido una 5
casa cómoda solamente con una puerta y una ventana.
This is a frequent Spanish usage.]
El santo varón ordeno al pueblo una penitencia general.
à la una de la madrugada se presentaron en el Hospital los
mismos locos, pero sin el cadáver.
dijo colérica su interlocutora,
que no era una vieja; ¡Teobaldo de Montagut el del cuento!...
En consecuencia de esto, una noche soñó con su zapaterÃa y
habló de sus hormas y de su lesna.
En un rincón và á una mujer
arrodillada, en la que mi compañero no pareció fijarse al pronto.
La madre del Sur la escondió debajo de una olla y
pronto se oyó un gran ruido y llegó el Sur.
La mÃa tenÃa una ventana con vistas á la plaza y se hallaba situada
debajo de la de mi amigo.
No 15
era bastante una mano para taparlo por completo, y
metió las dos.
Procopio,
que á las pocas semanas del famoso capÃtulo mencionado reventó como una
bomba.....
Su modo de dormir es un misterio, y hasta parece que el
sueño no fuese para él una necesidad.
Un niño puede decirle que su animal no es una vaca,
sino una cabra; y, por cierto, muy flaca.
VARIANT: =Expresar una
opinión.=
[8] ="es como las armas,"= _he is like the trusty steel_.
à la puerta de la casa estaba
sentada una anciana, de aire dulce y grave, aseadamente vestida.
Diriase que en todas las curiosas miradas que á
ella se volvÃan, retozaba una sonrisa burlona.
El palacio nacional, fabricado en 1693, domina una
plaza hermosa cubierta de árboles y flores.
Los
chiquillos resaltaban sobre la arena como un enjambre de mosquitos en
una mesa de mármol.
Pero antes debo despejar una duda: ¿No tendremos que hacer
casi todo ese viaje a lomo de mula?
Por una parte, posee en su fuerte cerebro la facultad musical; por otra,
la fuerza matemática.
El silencioso hotel se
estremeció de pronto, como una caja de música cuando se le da cuerda....
El suelo está cubierto
completamente por una alfombra, o parcialmente por uno o varios tapetes.
Encendà otro fósforo y
eché una mirada oblicua á mi vÃctima, con la esperanza de verle alentar.
Mala cara tenÃa
entonces: más bien qué superior de una orden monástica, parecÃa un
facineroso.
Al medio dÃa, la luz del sol cae sobre el bosque como una gasa de oro
que flota entre las ramas.
Asunción, en efecto, habÃa empalidecido y estaba clavada é inmóvil en la
silla como una estatua.
Desapareció de nuevo el hada y volvió al instante 25
con una hacha de plata.
La comarca entera respiró en libertad durante algún tiempo, como si
despertara de una pesadilla.
Lopera and see the wonders of the ancient city.)
...El señor Frutos llegó una tarde á Córdoba.
Tendió una mirada alrededor, y esta sola mirada fué bastante para
darle á conocer lo que pasaba.
Triste cosa es el sueño
Que llanto nos arranca;
Mas tengo en mi tristeza una alegrÃa...
El
santo, obra de un artista ingenuo, habitaba en una urna de hojalata con
portezuela de vidrio.
La nación es
ahora una unión federal de estados, gobernada por la
constitución del año 1891.
Nada: ni por
las rendijas entraba un solo rayo de luz, ni siquiera sonaba el vuelo de
una mosca.
Al instante comprendió
Gómez de Aguilar que se le presentaba una ocasión favorable
para salvarse.
Pero al dÃa siguiente estaban todos á
disposición del patrón: no se perdió ni una libra de tabaco.
VARIANTS: =Entretanto, mientras tanto.=
[4] =una copa de caña,= _a glass of cane-distilled rum_.
Cuando me detuve un instante á respirar, exclamó sin mirarme:
--Hice una cosa muy mala, muy mala.
Después del
minucioso recuento y de reconocer una por una todas las piezas, se echó
de menos algo.
Es una función tan sagrada como la de las mismas
Vestales para algunos _materos_ intransigentes....
Al llegar la noche, apretado por la necesidad, desfallecido,
bajó á la calle á implorar una limosna.
Los indios introducen algunas veces una parte de la quena en cántaros de
barro, horadados exprofeso.
Mas al acercarse la buena Chepa al ladrón, soltó una 25
estrepitosa carcajada[301].
Mendelssohn contaba catorce años cuando hizo
ejecutar una sinfonÃa suya en un concierto de BerlÃn.
Pablo recibió una carta, en la cual se le citaba para el dÃa cuatro de
mayo en el monte de Val-frÃo.
Poco más ó menos,
el contenido de su confesión fué éste:--Yo, dijo, pertenezco á una
noble familia.
comprar desde una estancia, un campo o un solar urbano, hasta la más
insignificante prenda de vestir.
Entonces vieron al viejo caudillo entrar en la impetuosÃsima
corriente como si cruzase una carretera.
Entonces, del jaro inmediato salió una cabeza, y luego otra del de más
allá y otra tercera más lejos.
La última revolución empezó en 1895 y fué terminada
con una guerra entre España y los Estados Unidos.
losing sight of.'
[34.17] =en una silla metálica de las que==_en una de las sillas
metálicas que_.
Nieves, una señora viuda que vive sola en la calle de la
Perseguida, á quien debe mi yerno su empleo.
Has venido, ciertamente, de
mares muy lejanos; ¿no eres una maravilla para
los árboles de ese jardÃn?
Inventé una cita con un amigo en
el Casino, y, efectivamente, me dirigà á paso largo hacia este sitio.
Con esto se alababan tan ufanos,
Que una abeja les dijo por despique:
--¿No trabajáis más que eso?
El patrón manejaba la barra con el cuidado de quien tiene toda su
fortuna pendiente de una mala virada.
Era bajito, flaco, y sus ojos redondos y
diminutos traducÃan en su mirar de miope una alegrÃa profunda.
Pero ya se lo he dicho á mi madre:
cantes que dejarios subir aquÃ, rómpales una pata...» Y esto sacabó.
Por cierto
esas causas son numerosas; pero entre ellas yo señalaré una que no he
oÃdo mencionar nunca.
Todo esto le hace recordar a uno que
en realidad se encuentra en una tierra productora de
bananas.
Argentina es una república federal, formada por catorce estados, diez
territorios y un distrito federal.
Bernini modeló a los ocho años una cabeza en mármol, 10
de una perfección correctÃsima.
Decir _Parrón_{34-1} estas palabras y rodearme una nube de trabucos,
todo fué un abrir y cerrar de ojos.
El toque sigue y no cesa
y vibra en el alma opresa
sordamente como un cuerpo que cayera en una huesa...
Pero la voz moria en la seca garganta y solo
salian las palabras en secreto como si fuera una confesion.
Y esta voz, con una pequeña modificación, recorrió en un instante la
multitud hasta la puerta de Toledo.
Al
pasar por la isla es muy interesante ver una flota de
15 ó 20 buques dragando en busca de perlas.
Antes la
componÃan una piedra tosca y una cruz de palo; la cruz ha
desaparecido, y sólo queda la piedra.
Busca[27] un escarabajo, un poco de mantequilla, una
madeja de seda fina, una cuerda gruesa y una soga.
Por un momento creyó que una mano frÃa y descarnada le sujetaba en aquel
punto con una fuerza invencible.
Por un momento creyó que una mano frÃa y descarnada le sujetaba en
aquel punto con una fuerza invencible.
Será a causa de esto que es fácil entender «una ballena,»
cuando se grita, «una va llena,» ¿no le parece?
Sus ojos negros llenaron la sala con una mirada viva y afanosa que
echaron en derredor y de arriba abajo.
Te lo ruego, no me
preguntes la causa de mi dolor; si te la revelase, acaso te arrancarÃa
una carcajada.
VARIANT: =La manera como.=
[3] =serÃa una omisión imperdonable,= it would be an unpardonable
omission.
Cuando
además de estos muebles hay en el comedor una vitrina, se exhibe en ella
la vajilla más[145] fina.
Entonces me mezclé entre la gente, aguardando una ocasión para
colarme dentro sin que me viera el portero.
Juan se fué al establo; pero una vez allà no sabÃa claramente distinguir
cual era la vaca y cual la cabra.
Mi primera mirada, mitad de asombro, mitad de cólera, equivalÃa á una
interrogación enérgica, aunque muda.
Parte la pradera que besa el rÃo,
una vereda, por la que se comunican la Puebla y Coria con la capital....
Al dÃa siguiente, cuando
pasé por allÃ, vi caer una bolita de papel que me apresuré á recoger y
desdoblar.
of_ =preferir=
=pregunta= _f._ question;
=hacer una pregunta= to ask a question
=pregunta= _3 sing.
Padre santo, á los que me has dado, guárdalos por tu nombre, para que
sean una cosa, como también nosotros.
Por traer,{66-4} hasta
trajo una vieja que daba azotes en cierta parte á un chico por no saber
la lección.
DURA SUERTE
Una vez el Conde de Cero hizo una visita al Barón de Pereza que se
lamentó de su dura suerte.
hierro, _m._, iron; _pl._, irons, fetters; arms; hundir una cuarta de
--, to bury the spurs; to spur deeply.
Le dió entónces una cajita chata, de madera blanca, donde, cuando la
abrió ella, encontró un disco de metal.
He aquà una, gracias a la cual en un hemisferio fuera de estación
se puede consumir la fruta fresca del otro.
ir
á la cárcel como un ladrón por ganar el pan de la familia, es algo más
temible que una noche de tormenta.
La naturaleza
ha sido ingrata y cruel con la raza canina, dotándola de una enfermedad
horrible: la rabia....
Cuando me recobré del susto, lo primero que vi á
mis pies fué una enorme muñeca fresca, sonrosada y en camisa.
Es casi tan grande
como los Estados Unidos de América, pero tiene solamente una quinta
parte de su población.
HabÃan pasado algunos meses cuando una mañana
encontró el herrero en la puerta de la herrerÃa dos
perros.
à los tres ó cuatro dÃas me
decidà á arrancar una hoja de la cartera y á escribir estas palabras:
_Me gusta V.
Algunos paÃses exigen además que haya ejercido el comercio de
por sà o en sociedad[3] en una casa al por mayor.
El dÃa en que salté sobre ella con mi
_Relámpago_[1] creà haber visto brillar en su fondo una cosa extraña
...
El posadero, hombre muy cortés y oficioso, replicó con una reverencia
profunda:
--Sin duda, señor; mande Vd.
en la Sagrada Escritura que
más fácil es que entre un camello por el ojo de una aguja que un rico en
el cielo?
La noche seguÃa tibia y estrellada: á la puerta
aguardaba una larga fila de coches, que nos fué preciso evitar.
Lo
que tiene que,[9] si es verdad lo que me han dicho las gentes del
barrio, le preparan una buena al intruso.
Los Puritanos no habÃan podido conseguir
dinero suficiente para trasladar de una vez[233] toda
la colonia.
Pedro
corrió al instante al sitio donde brotaba el agua, y
metió una de sus manos en el agujero del dique.
Tiene una magnÃfica vista en las montañas que
rodean a la bahÃa, y es una ciudad progresista con gran comercio.
Y si Cabezudo empezó á decir picardÃas de Dios al ver que
llovÃa á mares, ¿no ha hecho Cabezudo una barbaridad?
Y si no,
ahora lo verás:
Cuando baja, rÃe; cuando sube, llora;
à que no me lo aciertas en una hora.
Las luces del altar,
reflejándose en las mil facetas de sus diamantes, se reproducÃan de
una manera prodigiosa.
que en el futuro, más o menos lejano,[2] el cultivo del
maÃz se vea amenazado por una crisis de superproducción?
Quién diria que esos dos que
parecen tan amigos, si dentro de media hora se encuentran en una calle
obscura ...
VivÃa en casa de otra de mis
tÃas, hermana de mi madre, más como una parienta querida que en calidad
de criada.
Yo, en mi calidad de cronista verÃdico, no añadiré ni una sola palabra
de mi cosecha para caracterizarlos mejor.
Aquel hombre, que para ella
no lo era, fué objeto de una adoración sin lÃmites y reverenciado casi
como un dios.
En esto se adelantó uno de los mozos, se dirigió a una de ellas, y a
guisa de invitación hÃzole una Ligera venia.
No pensaba más que
en Finita; se sacaba la raya esmeradamente, se compró una corbata nueva,
y suspiraba á solas.
sentir, to feel, perceive, hear; no se siente una mosca (_lit._, a fly
cannot be heard), you can hear a pin fall.
XV.--CAUCHO[1] Y CHICLE
--Me dicen que hace poco tiempo se descubrió en Méjico una nueva
variedad de caucho.
De pronto el mastÃn tomó una veloz carrera y fué á reunirse con su amo,
pero sin cesar en sus imponentes ladridos.
EL PERAL
à un Peral una piedra
Tiró un muchacho,
Y una pera exquisita
Soltóle el árbol.
Salió el criado, y á poco volvió con un gran plato de bizcochos, una
botella de vino generoso y añejo, y una copa.
Sé que en su corazón, nido de sierpes,
No hay una fibra que al amor responda;
Que es una estatua inanimada...
y una infeliz...--diré _viuda_..., pues veo que
voy á morir...--Leo en vuestros ojos que sois peores que fieras...
Al fin, una tarde oyó que los quejidos eran más tristes 65
que de ordinario y se decidió a ver lo que era.
En la Argentina, antes de llegar a la napa de
petróleo se descubrió una zona que produce enormes cantidades de gas.
En una plataforma estaban los célebres músicos que
habÃan destrozado las murallas de Jericó, hace ya muchos Siglos.
eso es, veintinueve años; y ya
hacÃa siete cumplidos que estaba casado.{12-2} Es una barbaridad casarse
tan joven.
Habita una casa de su
propiedad, grande, antigua, de un solo piso,{2-1} con portalón obscuro y
escalera de piedra.
Las luces del altar, reflejándose en
las mil facetas de sus diamantes, se reproducÃan de una manera
prodigiosa....
Llénense los espacios en blanco con una forma correcta de uno de los
siguientes verbos: _ser, estar, tener, hacer_.
Otro peregrino saca un salchichón, que
parece una escopeta, y se pone á comer rajas y á tararear un himno
piadoso.
Un olor á tierra mojada entró
en la habitación, y el tenue rumor de una ligera lluvia sobre los
árboles y plantas.
De la combinación de tan valiosos y variados
elementos nace una filosofÃa muy humana y escrita en estilo humanÃsimo.
El corcel
corrÃa, corrÃa sin detenerse, y árboles, rocas, castillos y aldeas
pasaban á su lado como una exhalación.
En la plana superficie, ño Neira se habia desmontado para apretar la
cincha de su mulato y echar una pitada al aire.
exclamé entonces como sorprendido, aunque, á decir verdad, ya
me esperaba una contestación de esta ó parecida clase.
que las lagunas o claros en el trazado suman una
extensión mucho menor que la de las lÃneas actualmente en servicio.
que una de ellas, la Argentina, tiene
un capital de diez millones de pesos oro, la que está dando altos
dividendos.
Y no
era un derroche de joyas, no; no era una riqueza fácil y de gusto
dudoso[8] lo que constituÃa tal iluminación.
En Chile y Argentina se llama
_cazuela_ y en Méjico _galerÃa_ a una localidad especialmente destinada
a las señoras.
todos
son cantares dulces y melancólicos; y aun cuando expresen el amor, están
impregnados de una profunda tristeza.
El ombú prospera en los lugares más áridos, y en toda clase de terrenos,
con tal de que no tenga una humedad excesiva.
El
centro de Lima es la Plaza Mayor, hacia la cual mira la
catedral, una de las más bellas de la América del Sur.
Hacia un lado del espacio libre que servÃa de salón, colocáronse una
docena de muchachas guapÃsimas; eran las parejas.
La Habana posee
edificios hermosos, paseos espléndidos, una universidad y muchas
fábricas, principalmente de tabacos.
No soy una mujer como las que existen
en la tierra; soy una mujer digna de tÃ, que eres superior á los demás
hombres.
Pero el señor
Frutos habÃa comido por el camino, y ninguna gana tenÃa de cenar; en
cambio, bebÃa como una esponja,...
VARIANT: =A casa de una amiga suya.=
[13] =pronto para la cita,= _quick and ready to quote; with an apt
quotation_.
ahà que llaman á la puerta, y que oyen una voz como la de un
becerro, que dice:
¡Abrid, que soy el _Carlanco_!
Al lado de
ella velaba una mujer en la que reconocà á la madre MarÃa, la loca que
hallé por la tarde en el cementerio.
Durante la noche el astrólogo miró al cielo y vio en una isla lejana a
la princesa, a quien un dragón tenÃa prisionera.
EL PERRO DEL VENTRÃLOCUO
Entró una vez en una fonda un ventrÃlocuo acompañado de su hermoso y muy
inteligente perro.
Acabaron de subir la escalera, cruzaron una extensa galerÃa y se
detuvieron cuchicheando ante la puerta del Padre Prior.
Aunque parecÃan estatuas, no lo eran; pues se escabulleron como el humo
otros dos, y sólo quedó una pareja detrás del P.
Prose order--_Cual_ (una)
_lámpara transparente derrama (un) templado rayo de luz._]
[Footnote 5: Notice Mrs.
El oficial
bebió, y fijando los ojos en la imagen de doña Elvira, prosiguió con
una exaltación creciente:
--¡Miradla!
Entretanto, si la esperanza
se ha ido, en una noche o en un dÃa,
en una visión o en un sueño, ¿se ha ido menos
por eso?
Me encuentro en medio de los bramidos de
una costa atormentada por la resaca, y tengo
en la mano granos de arena de oro.
Me escribió una carta y me la
dió un dÃa al entrar en tu casa: salió de un cuarto de repente, me la
dió y echó á correr.
Ninguno de los cónsules de esos paÃses se negarÃa, me
imagino, a remitirme una nómina de los comerciantes en mi ramo ....
No pasaba una sola
vez por allà el piadoso Traga-santos sin arrodillarse sobre ellas y
llorar la destrucción del templo.
Se encuentra en capas de
una profundidad de unos centÃmetros a dos o tres
metros extendiéndose a grandes distancias.
TenÃan
una cama pequeña para el oso pequeño, una cama mediana
para el oso mediano, y una cama grande para el oso grande.
Un dÃa del mes de noviembre le
avisaron que sus colonos habÃan abandonado la finca a causa
de una invasión de los moros.
Y con sólo un ensayo
Creyó tener pronunciación tan clara,
Que en ciertas ocasiones
A una marica daba lecciones.
à los treinta ó cuarenta pasos observo que está la niña
asomada, y me paro y le envÃo una sonrisa y un saludo ceremonioso.
Buscó una nueva casa, pero no pudo alquilar piano, lo cual le causó una
inmensa tristeza; ya no podÃa terminar su misa....
El chalán se quedó aturdido, porque aquella pérdida le
colocaba en una situación difÃcil para hacer frente á sus negocios.
Profesaba, sÃ, la moral cristiana; y en cuanto a los destinos del
hombre, creÃa en una ley divina, en un fallo inexorable.
Queriendo dar a su amiga una lección,
escribió con el dedo sobre el polvo que cubrÃa mesa y
sillas, la palabra: _puerca_.
De muy mala gana tomó el criado aquel ventrudo reloj de bolsillo, muy
semejante á una media cebolla, y lo llevó á su dueño.
Después de haber descansado y mitigado la sed,
observaron por casualidad una piedra que se parecÃa a una lápida
sepulcral.
El oficial bebió, y fijando los ojos en la imagen de doña Elvira,
prosiguió con una exaltación creciente:
--¡Miradla!...
El paje, que era delgado, muy delgado, y amarillo
como la muerte, se sonrió de una manera extraña al presentarle la
brida.
Entonces el hombre la sigue siempre, hasta que, después de un zapateo
final se retiran, y una nueva pareja ocupa el puesto.
La guitarra y el canto lo divierten sobremanera, y es capaz
de escuchar sin fastidio durante una noche a un guitarrista....
Todos se volvieron a mirarme, y en cada una de esas miradas habÃa
recompensa de sobra[10] para una acción que la mereciera.
Visitaron
varias fondas y, como lo sospechó la mujer, los tres pÃcaros fueron
encontrados festejándose en una de aquéllas.
Y se marchó á su casa con paso lento, y pasó la noche con las angustias
del padre que va á casar una hija al dÃa siguiente.
El
chalán, disgustado del lance, y no queriendo contemplar la agonÃa de su
pobre Tony, no volvió ni una sola vez la cabeza.
Miguel Beer, hermano del inmortal Meyerbeer, tradujo
a los diez años una de las más difÃciles obras
clásicas italianas.
TenÃan una
silla pequeña para el oso pequeño, una silla mediana para el
oso mediano, y una silla grande para el oso grande.
Y esto diciendo se arrojó en los
brazos de Alonso, que le estrechó entre los suyos con una fuerza y una
efusión indecibles.
El hombre, que á veces es compasivo, atendió á su ruego, le disparó una
flecha y el león quedó muerto en el fondo de la fosa.
Más tarde dirá de él una buena señora: «Era un
muchacho bonito.»
Cuando entra a West Point hace notar en él un colega, Mr.
alguna vez una...?= _Have you ever visited a...?_
[5] =Tuve la suerte de,= _I had the good luck to; I was lucky enough
to_.
Llegó una ocasión en que se encontraron solos, pues los de 35
adelante habÃan caminado más aprisa que los de atrás.
Sucedió que iba
a pasar la noche en una posada donde la huéspeda era mujer de lindo
entendimiento, lindo modo y mucho agrado.
yo te daré una felicidad sin nombre,
esa felicidad que has soñado en tus horas de delirio, y que no puede
ofrecerte nadie....
Como
resultado de esta diferencia, la Europa domina en esa zona, con una
importación muchÃsimo mayor que la de Estados Unidos.
El canal tiene de un extremo a otro 162 kilómetros de largo; pero una
cuarta parte de esa longitud consiste en lagos naturales.
Los militares acogieron el brindis con una salva de aplausos, y el
capitán, balanceándose, dió algunos pasos hacia el sepulcro.
Luego las mujeres aquellas cubrieron de vistosos paños una mesa,
arreglándola como un altar, y sobre ella fué colocada la caja.
Por
la noche, después de comer, como no habÃa peligro de ver á Teresa, la
cruzaba velozmente y sin echar una mirada á la casa.
allá abajo, en la espléndida abertura
de esa ventana, como eres parecida a una estatua,
de pie, tu lámpara de ágata en la mano.
Las habitaciones,
espaciosas, bien iluminadas, de altos techos, se suceden una tras
otra[94] en lÃnea perpendicular a la calle.
Me maniataron muy bien, y me
llevaron por unos barrancos endemoniados hasta dar con una plazoleta
donde acampaban los bandidos.
Regularmente se le
monta en angarilla, pero hasta allà no llegó mi filosofÃa, y le hice
poner una silla de fuste alto y fuerte.
Cuando se termina la lectura de una novela de Blest Gana, uno cree haber
conocido a sus personajes, haber vivido en su intimidad.
Era una viejecita enjuta y pequeña, de raza
india casi pura, que andaba ligero y menudito con un ruido de ropas muy
almidonadas.
le respondà mordiéndome los labios.--No importa, te daré una
chaqueta mÃa; siento que no haya para todos.--No hay necesidad.--Oh!
Y entonces se me escapó una pregunta, la única que podia hacerse
tratándose del valiente capataz:
--¿Y Neira se dejó asesinar?
Y siempre pensando en tornar á España al año siguiente, dejó de hacer
averiguaciones proponiéndose darles una agradable sorpresa.
La mesa de trinchar[143] suele estar adornada con algún objeto[144] de
mérito artÃstico o una ponchera, un cesto _de_ flores, etc.
Por medio de esta operación, las
melancólicas voces de la flauta americana adquieren una resonancia y una
tristeza imponderables.
A LA SEÑORITA * * *
¿Qué me importa si mi suerte terrestre no
encierra en mà mismo más que una pequeña
cosa de esta tierra?
Amaneció Madrid envuelto en una sábana de nieve
de media cuarta de espesor, y todo el dÃa siguió nevando sin cesar un
instante....
EL PRÃNCIPE OSO
HabÃa una vez un comerciante que tenÃa tres hijas muy
bonitas, sobre todo la más pequeña a quien querÃa mucho.
prosiguió dirigiéndose á uno de sus asistentes,
busca por ahà un poco de leña, y enciéndenos una buena fogata en la
capilla mayor.
prosiguió dirigiéndose á uno de sus
asistentes; busca por ahà un poco de leña, y enciéndenos una buena
fogata en la capilla mayor.
cuarta, _f._, fourth, quarter, fourth part (of a _vara_),
hand-breadth; hundir una -- de hierro, to bury the spurs; to spur
deeply.
Durante el juego, uno de los perros tiró un zapato al aire con tal
fuerza que cayó a la calle en el momento en que pasaba una mujer.
exclamo uno de los convidados tendiendo a su
alrededor la vista, que el local es de los menos aproposito del mundo
para una fiesta.
Imponente sin dejar
de ser[4] humano; militar que con sólo clavar los ojos[5] encendidos
dictaba una proclama y ordenaba un asalto.
que esos métodos convirtieron el suelo en una estepa, pues los
plantadores no se cuidaban de reponer los árboles que habÃan abatido.
Su pecho latia como una caldera próxima a
estallar, y sus labios convulsos y ensangrentados querÃan en vano
responder: ¡aquà estoi!
Y una mirada lanzada abajo a la llanura lo hizo recordar a la vieja que
probablemente colgaba en ese momento la ropa en el cordel...
exclamó uno de los convidados tendiendo á su alrededor
la vista, que el local es de los menos á propósito del mundo para una
fiesta.
Muchos fueron los planes y tentativas que se idearon
para realizar la construcción de una obra tan magna,
pero todo fué en vano.
PoseÃa una voz regular, y conocÃa á la perfección el
arte del canto; mas tropezó con la dificultad de no tener medio de
acompañarse.
Y, correlativamente, una gran
parte de los bancos de las repúblicas americanas no son sino sucursales
de las instituciones europeas.
Yo me quedé en este sitio,
queriendo verlo todo, y para mayor disimulo ayudaba á unos amigos que
echaban al mar una lancha de pesca.
Algunas veces me traen un libro o un juguete, y otras
veces me traen alguna cosa de comer, como una torta o una naranja o
chocolates.
Echáronse á correr, y se subieron por una escalera de mano al sobrado y
la tiraron tras sÃ; de manera que el _Carlanco_ no pudo subir.
El hombre á veces huÃa, á veces disparaba una flecha; y en retiradas y
acometidas y evoluciones, atrajo al león hacia unos matorrales.
El posadero, medio espantado, corrió a la cocina, y pocos minutos
después sirvió una buena comida y una botella de vino al extranjero.
En el momento en que las sombras se hacen mas densas, surje de abajo del
llano una voz que todos han oido con la cabeza descubierta...
Sin reglas del arte 175
Borriquitos hay,
Que una vez aciertan
Por casualidad.
Tu pupila es azul, y cuando lloras,
Las transparentes lágrimas en ella
Se me figuran gotas de rocÃo
Sobre una vïoleta.
Pablo, irritado y refunfuñando de aquella informalidad,
desató la jaca de las ramas de una encina, montó á caballo y silbó á su
perro.
Pero ¿ha persistido de una
manera absoluta esa extensa hegemonÃa del tipo español de civilización
sobre los otros estratos inferiores?
RELATED WORDS: =Petróleo
refinado=, _kerosene oil_; =encontrar una capa de petróleo=, _to strike
oil_; =pozo petrolÃfero=, _oil-well_.
Y Almenón, dudando de la sinceridad de su hija, tiró de la falda del
vestido de la niña, y una lluvia de rosas se derramó por el suelo.
y sintió unos brazos
delgados y flexibles que se liaban á su cuello, y una sensación frÃa
en sus labios ardorosos, un beso de nieve ...
Se nombró entonces una regencia que gobernó
hasta el año de 1840 en que el joven emperador llegó
a ser mayor de edad y fué coronado.
una
contestación que le satisficiese,[5] pues el continente ofrece
diferencias capitales desde el punto de vista de su estado higiénico.
Y de todos los tormentos, aquel que más
tortura ha cesado: el terrible tormento de la
sed por la corriente oscura de una pasión maldita.
Cuando la mujer da en
torcerse como la tuya, mucho palo; si con él no sale á flote, ó échala á
pique de una vez, ó cuélgate de una gavia.
El Tuerto, sin decir una sola palabra, después que sus
hijos han rodeado la tartera, empieza á comer el potaje con una cuchara
de estaño.
En seguida le sirvieron en el mismo
gabinete, donde ardÃa un fuego delicioso, una taza de caldo confortador
y después algunas viandas....
En una palabra, cada uno de esos cuadros es un
daguerrotipo de nuestra sociedad, sólo sÃ[19] iluminado con los colores
de un rico estilo.
La ciudad de RÃo de Janeiro, situada en un magnÃfico puerto, es la
capital del Brasil y una de las mayores ciudades de la América del Sur.
RELATED EXPRESSIONS:
=Satisfacción de una deuda, pago, descargo, liquidación, saldo de
cuentas, pago de la última cuota= (_installment_).
Tendió el marqués la vista por la cocina
abandonada, y vió el fuego del hogar que iba apagándose, y oyó una
especie de ronquido animal...
Una apiñada multitud de gente de pueblo se revolvÃa, gritaba, lloraba é
invadÃa la última rampa, á cuyo extremo estaba atracada una lancha.
A los
veintitrés, publicó en Roma una memoria con novecientas
proposiciones, demostrando en ellas todo lo
que puede saber el hombre.
Al oÃr esto el ayudante palideció un poco, pero recobrando el ánimo
replicó:--Ciertamente, señor, soy muy hábil y tengo una mano muy segura.
El padre viendo una ardilla le dijo:--Mata aquella ardilla y creeré lo
que dices.--Enrique dijo: '¡Muérete!' y la pobre ardilla cayó muerta.
Entonces el marido fué a quejarse nuevamente al
Cadà y Tamburà tuvo que pagar a aquella mujer una gruesa multa como
indemnización de daños.
Es una de las ciudades más
cosmopolitas del mundo, pues entre sus habitantes se 5
cuentan cerca de 575,000 extranjeros.
Las
relaciones comerciales sólo adquieren incremento entre dos naciones
cuando entrambas mantienen lazos de una interdependencia económica.
preguntó la tornera.--Madre, soy una cabrita para
servir á Vd.{86-2}--¿Una cabrita aquÃ, en este convento de avispas
descalzas y recoletas?
Su
dulce claridad inundaba el soto, abrillantaba la intranquila
superficie del rÃo y hacÃa ver los objetos como á través de una gasa
azul.
Una compañÃa que obtuvo una concesión 10
para explotarlos construyó allà una gran refinerÃa, asÃ
como un ferrocarril.
Aceptada una[34] de las ofertas
recibidas, se firma el contrato[35] y se solicita de la municipalidad el
permiso para construir el edificio.
En cambio, hay otras para quienes una carta de recomendación o de
simple presentación basta para considerar al recién llegado como un
amigo.
Lo puso todo sobre una
mesa que arrimó á la ventana; y aún no lo habÃa soltado, cuando ya el
señor Frutos estaba esgrimiendo las mandÃbulas.
Los
cazadores les tiran al cuello una especie de lazo que termina en tres
ramales, cada uno de éstos con una gruesa piedra en su extremidad.
Calixto, luego Celedonio y doña Rita de bracero, y por último
Jacinto muy cosido á una silueta femenina que reconoció ser Pepa la
cocinera...
Cuentan que un muchacho holandés, llamado Pedro,
jugaba una tarde en el pequeño jardÃn de la casa
que habitaba, cuando su madre le llamó.
En una eminencia próxima al pueblo hicieron un 5
edificio que era iglesia en la planta baja y fortaleza en
la alta.
Hace pocos dÃas tuvo que comprar una jaula para un jilguero que le
enviaron de Cuzcurrita, su tierra natal, y se fué á la plaza de Santa
Ana.
hace un momento de diferencias en la legislación escolar
dentro de cada paÃs: ¿no está centralizada en cada una la dirección de
la educación?
La mujer se alejó corriendo, y antes de una hora 10
estaba al pie de la torre con lo que su esposo le habÃa
encargado.
La vistieron con riquÃsimo traje de batista, la falda blanca y ligera
como una nube, toda llena de encajes y rizos que la asemejaban á espuma.
Desde las once de la noche hasta las doce del siguiente dÃa
durmió trece horas de un tirón, sin despertar una sola vez, ni cambiar
de postura.
Ella me miró de una manera
particular, y sacó de la sala un banquito para que me sentase en el
empedrado, desde el cual dominaba yo la escena.
Las campanillas repicaron, semejando
su repique una lluvia de notas de cristal; se elevaron las diáfanas
ondas del incienso, y sonó el organo.
Rompe de una vez
el misterioso velo en que te envuelves como en una noche profunda, yo
te amo, y, noble ó villana, seré tuyo, tuyo siempre....
Y sobre sus mejillas aradas por una larga miseria, corrieron dos
lágrimas que cayeron junto con el grano en la primera bolsa de su
cosecha....
Apenas hubo terminado su relato, cuando el vecino
corrió en busca de una hacha vieja y se fué a probar 20
fortuna en el rÃo.
Cada vez que nacÃa un prÃncipe o una princesa los tres
solteros aumentaban los impuestos para comprar magnÃficos regalos para
el recién nacido.
Entró en el jardÃn y junto a la planta de la flor de lis halló
un oso tendido moribundo, con una mirada tan triste que a
ella le dió compasión.
LA NIÑA DEL VIGÃA
Un faro es un edificio muy elevado, que generalmente tiene la forma de
una torre, con un gran fanal en la parte superior.
Un dÃa
que los animales de mi compadre andaban rondando en
torno de mi casa, tentóme el diablo; enlacé una vaca 5
gorda.
Yo me creÃa juguete de una alucinación, y sin
quitarle un punto los ojos, ni aun osaba respirar, temiendo que un soplo
desvaneciese el encanto.
Yo me creÃa juguete de una alucinación,
y sin quitarle un punto los ojos, ni aún osaba respirar, temiendo que
un soplo desvaneciese el encanto.
à los pocos dÃas, habiendo salido Varmen al olivar para buscar una
gallina que se habÃa extraviado, se presentó de repente á su vista el
guarda.
El cuerpo lo formaba una magnÃfica
esmeralda montada en oro, y la cabeza un grueso 30
brillante con dos rubÃes por ojos.
Es una de esas
fisonomÃas dignas de estudiarse, porque cada uno de sus rasgos revela la
inteligencia más cumplida[13] y la virtud más acendrada.
He ahÃ
porque (como cada uno lo sabe en ese reino
más allá de la mar) un soplo descendió desde
la noche de una nube, helando a mi Annabel
Lee.
Una de las quenas lleva el canto y otra el acompañamiento, o la
primera hace una especie de reclamo, al cual responde la segunda a la
distancia.
Y al fin, cuando le faltaron las fuerzas, pudo
hallar una sombra peregrina.--Sombra,--le
preguntó--¿dónde podrÃa estar esa tierra del
Eldorado?
Ya no eran más que dos voces, cuyos ecos se confundÃan
entre sÃ; luego quedó una aislada, sosteniendo una nota brillante como
un hilo de luz....
à la
dudosa luz de la luna que entraba en el templo por el estrecho ajimez
del muro de la capilla mayor, vi una mujer arrodillada junto al altar.
à la
dudosa luz de la luna que entraba en el templo por el estrecho ajimez
del muro de la capilla mayor, và una mujer arrodillada junto al altar.
Estaban con vida, y se 20
la debÃan a una araña que durante la noche habÃa
trabajado en construir aquella cortina salvadora.
Mis ojos
no se apartaban casi nunca de su rostro: ella entornaba á menudo los
suyos para dirigirme una sonrisa apretando al mismo tiempo mi mano.
Protegido por sus sombras salà á todo escape, y, á la
luz de las estrellas, divisé mi borrico, que comÃa allà tranquilamente,
atado á una encina.
Tu pupila es azul, y si en su fondo,
Como un punto de luz, radia una idea,
Me parece en el cielo de la tarde
Una perdida estrella.
Era armonioso y familiar, dotado de una prodigiosa
memoria, y ágil y pronto para la cita,[13] para la reminiscencia, para
el dato, para la imagen.
Es la
campanilla del fundo que toca el «Angelus», y que el viento hace
aparecer a ratos como un jemido y a ratos como una voz de mujer que
llama.
Esta vida activa y dura, sus
marchas continuas y su necesaria frugalidad, desarrollan en ellos gran
fuerza muscular y una agilidad extraordinaria.
Los oficiales volvieron los ojos al punto que les señalaba su amigo, y
una exclamación de asombro se escapó involuntariamente de todos los
labios.
Pero los frailes del Valle bebÃan vino, y añejo, y puro, y potencioso, y
capaz de resucitar á un difunto con sólo arrimarle á la nariz una
copita.
Sólo la
Reina de los cielos, suavemente iluminada por una lámpara de oro,
parecÃa sonreir tranquila, bondadosa, y serena en medio de tanto horror.
Yo estoy por la fabricación artificial de los nitratos y creo que mi
paÃs debiera instalar en el Niágara una planta eléctrica para su
elaboración.
Como volvÃa a su casa, vio una casa con unos jardines tan
hermosos, que dijo:--Voy a ver si en estos jardines tienen la
flor de lis y me la venden.
Con una mano se palpó la cintura, y al
encontrarse allà su corvo de los dias de fiesta, sacó con la otra la
tabaquera, y se puso a liar un cigarro.
En el Perú el ferrocarril de Oroya, el más alto del mundo,
ofrece una oportunidad singular para conocer los Andes y estudiar la
labor de sus minas.
Sólo la
Reina de los cielos, suavemente iluminada por una lámpara de oro,
parecÃa sonreir tranquila, bondadosa, y serena en medio de tanto
horror.
El mastÃn dió una
carrera, se paró á unos doce pasos de la cabeza del caballo, y se echó
atravesado en medio de la angosta vereda, ladrando siempre.
Porque bajo su ala llevaba una oscura
mezcla y mientras volaba, dejaba caer una
esencia todopoderosa para consumir un alma que
tan bien la conocÃa.
Cuando era aprendiz asistÃa un dÃa a una conversación
entre su maestro y un parroquiano, en la cual éste mantenÃa que todos
los hombres eran iguales.
Cuando llegue el momento de
poner la mano sobre las teclas, va á comenzar una algarabÃa de
sonajas, panderos, y zambombas, que no haya más que oir...
Era de Jerez; no hacÃa
más que un año que estaban{23-1} en Madrid establecidos; su papá ocupaba
un alto empleo; tenÃa dos hermanitos y una hermanita.
Hace poco se publicó la
memoria de la CompañÃa de Teléfonos del RÃo de la Plata, y en ella se
declara una ganancia neta de novecientos mil pesos oro.
Le oyó con interés, desapareció por un momento
entre las ramas de la ribera, y volvió trayendo entre 20
sus manos una hacha de oro.
Mamerto tenÃa una afición bárbara por los toros; y una vez, cuando se
estableció una escuela de tauromaquia, estuvo a punto de ser nombrado
profesor.
Nuestro padre vendió muchas pieles de puma y de jaguar y levantó con su
comercio una pequeña fortuna, pero no se hallaba a gusto[4] fuera de su
paÃs.
Terminada la misa me levanté, y dirigiéndome
al lugar donde habÃa estado el peral, recogà una de las flores que en el
suelo hallé,--flor ya marchita.
Un dÃa las cabras volvieron
del pasto mascando las ramas de un árbol desconocido,
y mostrando en todos sus movimientos una
singular agitación.
Él le decÃa con ternura:--¿Por qué
lloras?--Perdona este involuntario sentimiento de egoÃsmo, le
respondió ella enjugándose una lágrima; lloro por mÃ.
Fernando le miró á su vez como asombrado de que concluyese lo que iba
á decir, y le pregunto con una mezcla de ansiedad y de alegrÃa:
--¿La conoces?
para oir
una cencerrada; porque personas que lo oyeron dicen que lo que hizo el
dichoso organista de San Bartolomé en la catedral no fué otra cosa....
Un hombre antipático trajo una caja algo mayor que la de un violÃn,
forrada de seda azul con galones de plata, y por dentro guarnecida de
raso blanco.
Vo no creo en Dios, y para darte una prueba voy á
cumplirte lo que te he prometido; porque aunque poco rezador, soy
amigo de no faltar á mis palabras.
Al pronunciar tan insolente ultraje
La lámpara del Cristo se encendió:
Y una mujer velada en blanco traje,
Ante la imagen de rodillas vió.
Aparte de
esto, muchas tiendas mantienen una clientela numerosa en los distritos
rurales, a la que sirven remitiendo sus pedidos por encomienda postal.
Arrimóse á la pared de
una casa, descansó algunos instantes, y repuesto un tanto, empezó á
cantar la romanza de tenor del primer acto de _La Favorita_.
Con su estuche en una mano y el sombrero en la otra, entró el barbero, y
haciendo una profunda reverencia preguntó:--¿En qué puedo servir a Vd.,
señor?
Hay monedas
de oro de una, de media y de un quinto de libra, y
monedas de plata de 1, de 1/2 de 1/5 de 1/10 y de 1/20 de sol y
monedas de cobre.
He bebido de un agua que corre con sonido
arrullador, de una fuente subterránea pero
poco profunda, de una caverna que no está
muy lejos, bajo tierra.
La excursión del rÃo Orinoco hasta Ciudad BolÃvar, o 25
sea a una distancia aproximadamente de 200 millas, es
sumamente interesante.
Sin más parientes que su
hija ni mas amigo que su órgano, pasa su vida entera en velar por la
inocencia de la una y componer los registros del otro....
Toda la ternura de esposa y de madre,
reconcentrada en el corazón de la viejecita, brotó de pronto como una
fuente impetuosa, inundándola de felicidad.
Caracas, la capital, está situada a
una elevación de 3000 pies, más o menos, sobre el 20
nivel del mar, y su clima es insuperable.
VARIANTS: =Cuando
tienen seis años; después de cumplir= (or =al cumplir=) =seis años.=
[2] =a una edad más temprana,= _of a lesser age; even younger_.
à mi lado ante juegos tan extraños
Concha, la primogénita, me mira:
¡Es toda una persona de seis años
Que charla, que comenta y que suspira!
Acerca del café hay una graciosa tradición árabe: 20
Cuéntase que un pobre derviche no poseÃa más que
una cabaña y algunas cabras.
En
la cima se halla escondido entre los olivares un antiguo castillo, que
labrarÃan{79-2} los moros sobre aquel cerro, porque domina una extensa
llanura.
Éste tomó el alacrán, lo puso sobre el marco de la 15
ventana, le echó una bendición, y dijo:
--Animalito de Dios, sigue tu camino.
Nada; allà estaba en el mismo sitio, rÃgido, amarillo, sin una gota de
sangre en el rostro, lo cual me hizo pensar que habÃa muerto de
conmoción cerebral.
à la edad que cuenta, lleva hechas dos campañas _de rey_; es
decir, le ha tocado la suerte de servir en barco de guerra, dos veces, á
cuatro años cada una.
Allá lejos, en el fondo,
brillaba como una estrella perdida en el cielo de la noche, una luz
moribunda, la luz de la lámpara que arde en el altar mayor....
Dejémosle descansar, mientras el señor Lopera da sus instrucciones al
sirviente, que era un mozo listo y socarrón, y muy á propósito para
seguir una broma.
El segundo acorde, amplio, valiente, magnifico, se sostenÃa aún
brotando de los tubos de metal del organo, como una cascada de armonÃa
inagotable y sonora.
En mi coche penetran varios, y entre ellos una señora con una perra, á
la que trata de ocultar en el seno para no incurrir en las iras de los
empleados....
Neira se encojió de hombros; bien sabia él que al infeliz no le convenia
ponérsele solo por delante; lo malo era que buscaria una cuadrilla para
asaltarle.
No hay una casa, en el campo, donde no se vea el _casero_ u _hornero_ en
los horcones, y en los postes y estacas de los corrales y cercados de
los caminos.
Observé que buscaba alguna cosa que no encontraba,
hasta que vió á la mujer, que era una vieja mal vestida y desgreñada,
que le estaba mirando atentamente.
Pablo estaba seguro de que mientras Tony velara su sueño, no serÃa nunca
vÃctima de una sorpresa; confiaba en la lealtad y la fuerza de su noble
mastÃn....
Santiago, la capital, tiene una población de cerca de 380,000 de
habitantes y es una ciudad hermosa, justamente llamada el "ParÃs de los
Andes."
39.
Se adapta a grandes espectáculos
porque su escenario es vasto y está muy bien aparejado de la maquinaria
para obtener una _mise en scène_[2] irreprochable.
Y
algunas veces se pone la palabra _oro_ después de una
suma para indicar el peso de oro que tiene un valor
fijo de 96-1/2 centavos (oro americano).
Ahora bien, una designación
común crea en la mente la presunción de que existen semejanzas estrechas
entre todas las partes que concurren a formar ese todo.
Las campanas de la
parroquia tocaban de una manera lúgubre; su voz, siempre triste, parecÃa
una queja que herÃa nuestros oÃdos á la vez que nuestro corazón.
Los encajes del vestido de Celinina
se movieron también, y las hojas de sus flores de trapo anunciaban el
paso de una brisa juguetona ó de manos muy suaves.
Vaya ahora de paso una advertencia:
Muchos censuran, sÃ, lector benigno
Pero a fe, que hay bastante diferencia
De un censor útil a un censor maligno.
à la sombra de aquella casa patriarcal fué creciendo la pequeña Juana,
no sólo de cuerpo, sino también en virtudes hasta llegar á ser una
especie de santita.
Al poco rato encontraron unas mujeres, y una de
ellas dijo: 5
--¡Miren qué hombres más tontos!
Con la excepción de[65] un pequeño trecho en las montañas, el tren
recorre una comarca casi llana, dedicada principalmente a la agricultura
y a la ganaderÃa.
El faro estaba
situado en un peñasco que sólo se unÃa á la tierra firme por medio de
una calzada estrecha, construida sobre una lengua baja de arena y rocas.
Entonces el ricazo sacó la bolsa, y poniendo sobre la mesa un billete de
quinientos duros sin decir palabra, dirigió al ventrÃlocuo una mirada
interrogativa.
Lesson,
examinando una, muerta en los alrededores de Montevideo, la encontró de
una extraordinaria semejanza con la especie de Cuba y de los Estados
Unidos.
Me acerqué á él, hice una seña al sacerdote, y éste puso una mano sobre
el pecho de Fernando, retrocediendo al punto, porque el corazón de mi
amigo no latÃa.
Detrás de mà estaban sentadas dos niñas de once á
doce años de edad, cuyos perfiles--lo único que veÃa de ellas--eran de
una corrección y pureza encantadoras.
En
esta lancha habÃa hasta una docena de hombres vestidos de igual manera
que el Tuerto; y también como él llevaba cada cual un pequeño lÃo de
ropa al brazo.
Mientras Juan, de tres años, es soldado
Y monta en una caña endeble y hueca,
Besa Margot con labios de granado
Los labios de cartón de su muñeca.
Corrió en su auxilio el marqués, y abanicándole
el rostro con _El Siglo Futuro_, logró oir brotar de sus labios una
frase entrecortada:
--El premio gordo...
En los centros densamente poblados, donde[98] los solares
urbanos tienen un alto valor, las casas de varios pisos se han impuesto
como una necesidad económica.
Es la menor de las grandes Antillas, y tiene una
extensión[275] aproximada de 3400 millas cuadradas, o más
de las tres cuartas partes de la de Connecticut.
Me apresuré á levantarla, cogiéndola, si mal no recuerdo,
por una pierna, y me informé minuciosamente de si habÃa padecido alguna
fractura ú otra herida grave.
Esperando la llegada de la gente, me senté en una silla metálica de las
que dividen el paseo, y me puse á contemplar con ojos distraÃdos el
juego de los chicos.
Un huracán, una ráfaga de viento arranca con facilidad
estas masas inmensas que parecÃa desafiaban a todas las convulsiones y a
la duración misma de los siglos.
Continúese la siguiente expresión, dando una sinopsis en los tiempos
simples asà como el perfecto y el pluscuamperfecto de indicativo: _hago
que otro les hable_.
Dicho puerto se halla en una región rica en
perlas y próximo a la famosa mina de Trinidad, a la vez que[70] es el
centro de la producción y exportación del café.
El triste leñador oyó entonces una dulce voz que le
dijo: 10
--¿Qué tienes,[176] buen hombre?
una tarde encontré sentada en mi puesto, y vestida con unas ropas
que llegaban hasta las aguas y flotaban sobre su haz, una mujer
hermosa sobre toda ponderación.
Al propio tiempo _Heredia_ fijó en él sus ojos; y dando un grito y un
salto como si le hubiese picado una vÃbora, arrancó á correr hacia la
calle de San Jerónimo.
Al
verla, ambos dejaron escapar una exclamación de júbilo, y apresurando
el paso en su dirección, no tardaron mucho en encontrarse junto al
retablo en que ardÃa.
Y encima de
esto y por contera y remate, ¡no tener palabra ni ojos sino para el
mando y para lanzar miradas que dejaban al más osado hecho una estatua
de piedra!
Yo se los irÃa sacando con una vara
de acebuche si lo pillara entre cuatro paredes, por muy agarrados que
estuvieran.{128-3} ¡Atreverse conmigo, con un religioso!
De las dos compañÃas brasileñas que conozco, una ha iniciado el tráfico
ultramarino con paquetes transatlánticos que llegan hasta Nueva York con
pasajeros y carga.
Donde va la gente.[2] Y eso que, si he de decir la verdad, desde que
murió maese Pérez, parece que me echan una losa sobre el corazón
cuando entro en Santa Inés...
El año de cincuenta y ocho vine á Madrid con una comisión del
Ayuntamiento de Valencia para gestionar la rebaja de la cuota de
consumos.{12-1} TenÃa yo entonces...
En cuanto á traje, tampoco se le conozco determinado, pues en verano
andan en cueros vivos, ó se disputan una desgarrada camisa que á cada
hora cambia de poseedor.
exclamó Teobaldo al oirle; déjame en
paz; ó ya que no he encontrado una sola pieza durante el dÃa, te
suelto mis perros y te cazo como á un jabalà para distraerme.
Llegó el año 1821 y Méjico se sublevó y echó fuera el
gobierno despótico que le oprimÃa, estableciendo en su 25
lugar una república independiente.
No existÃan en aquel tiempo los relojes, y él fué el
inventor de la primera medida del tiempo, construyendo
una especie de velas que ardÃan durante ocho horas.
Otra falta muy general es la pronunciación de la letra 10
_ll_ como si fuera una _y_, como por ejemplo en la palabra
_calle_, muchos dirán _caye_.
Se conserva soltero, porque entre su lancha, sus campañas
y sus redes, que teje con mucho primor, nunca le quedó un cuarto de hora
libre para buscar una compañera.
Cicerón poseÃa una inteligencia tan feliz y asombrosa,
que los padres de sus condiscÃpulos acudÃan a la escuela
con el solo objeto de oÃrle explicar su lección.
Desde Santa Clara, continuaremos
el viaje por los Ferrocarriles Unidos de la Habana, hasta esta última
ciudad, a donde[37] llegaremos después de una noche de viaje.
La habitación estaba negra como el fondo de un
tintero: no se oÃa ruido alguno fuera, ni el más leve rumor: aquel
cuarto tan silencioso y obscuro parecÃa una tumba.
Los guerreros
del claustro dicen que pusieron mano una noche á sus espadas de
granito, y dieron que hacer á los que se entretenÃan en pintarles
bigotes con carbón.
Si al principio las traslaciones se hicieron sin
desorden, después se armó una baraúnda tal, que parecÃan andar por allÃ
cien mil manos afanosas de revolverlo todo.
VARIANT: =Más obscuro.=
XXI.--TABACO
--He leÃdo en el periódico, que en Cuba el tabaco da, a menudo, una
utilidad de quinientos a mil dólares por acre.
Alguna cosa hubiera dado por echarle
encima los diez mandamientos; en cuyo caso, aunque luego se hubiese
arrepentido, por el pronto lo estruja{128-1} como una breva.
Allà debÃa esperarle otro tratante en
ganados, y los dos juntos debÃan ir á ver una punta de ovejas merinas
que se hallaban pastando en las cañadas de Cabeza-fuerte.
El ruido es mareador y se siente en el
aire una trepidación incesante; el repiqueteo de los cascos, el vuelo
sonoro de las ruedas, parece a cada instante aumentarse.
Cuando querÃa
ponderar una gran distancia, lo pesado de una faena, la disparatada
estatura de alguno, decÃa con énfasis:
--¡Es más largo que las noches de Córdoba!
En una palabra: mis vecinos tienen el balcón por casa, excepto para
dormir y vestirse; y ni aun en estas dos ocasiones quieren prescindir
totalmente de la publicidad.
Junto a uno de los
lados de la entrada hay un tabique, el cual deja en el fondo del
edificio una abertura que comunica con el aposento en que hace el nido
la pareja.
Levantó una copa de caña[4] y brindó:
--Moisés: Como decimos en Rusia, yo deseo que tu tierra sea siempre
fecunda y que por abundante,[5] no logres juntar su fruto.
Los dÃas en que mi amigo no tiene convidados se contenta con una mesa
baja, poco más que banqueta de zapatero, porque él y su mujer, como
dice, ¿para qué quieren más?
Ni una hoja
susurraba;
no se oÃa
una pisada,
todo mudo,
todo en calma,
todo en sueño
menos _tú_ y _yo_ (¡cuál me agito al unir las dos palabras!)
menos tú y yo.
Peguéla una
trisca que la dejé por muerta, y á los tres dÃas me vende una sábana por
media azumbre de caña; doila ayer veintiún cuartos pa carne, y bébelos
tamién...
Busqué entonces una gran tranca, aseguré
con ella la puerta, y caà al suelo sin sentido.[93]
Cuando llegó mi padre me abrazó y me dijo:
--¡Eres un valiente!
Corrimos a donde él estaba,
le rodeamos como de costumbre,[77] y él continuó: 5
--Cuando yo era niño vivÃa en una casita cerca
de un monte.
Cuando se dirigÃa al baño, un amigo que le acompañaba le dijo:
--Con los negocios que acabas de hacer tienes una ganancia muy pingüe,
pues has triplicado tu capital.
El marqués alzó la voz, diciendo que era preciso tener el
diablo en el cuerpo para largarse á tales horas y con una cuarta de
nieve, á lo cual respondieron unánimes D.
Era joven, de buen
semblante y de estatura grande; vestÃa un lindo traje[141]
de terciopelo rojo y amarillo, y llevaba consigo una
bonita flauta de ébano y oro.
La tierra dió muestras 15
de gran fecundidad; los árboles se llenaron de
flores y de pájaros, y todo parecÃa renacer a una vida
alegre y nueva.
Sus padres no podÃan sacrificar ni una hora de sus tareas para llevarle
al campo: el trabajo de los padres es rudo y despótico, y ocupa todos
los instantes de su vida.
Todas las figuras que dibuja en sus cuadros no tienen un
pie, ni una pulgada más que cualquiera de los vecinos de nuestra buena
capital.[16] Cuanto les rodea es prosa.
Y eso es todo lo que
sé acerca de la niña y de los tres osos que vivÃan en el hermoso
bosque en la pequeña casa con solamente una ventana y una 85
puerta.
Concluida
una expedición, vuelve al instante a emprender otra, sin detenerse más
tiempo que el necesario para completar su nueva carga de embudos,
cafeteras y faroles.
Oro y viandas recataba con la falda de su vestido, cuando al volver una
calle de rosales tropezó con su padre, que también habÃa salido á
distraer allà sus melancolÃas.
Por instinto
se encaminaron á una puerta, entregaron sus billetes, y asediados por
un solÃcito agente de fonda, se metieron en el coche, que los llevó á
la del Inglés.
DifÃcil era el negocio, porque el caballo estaba perfectamente
custodiado, pero aquello era una cuestión de
honor, en la que el arte no debÃa darse por[343] vencido.
II
EL CARLANCO
(_Cuento popular infantil_)
Era vez y vez una cabra, muy mujer de bien: que tenÃa tres chivitas que
habÃa criado muy bien, y metiditas en su casa.
Los
corredores parecÃan unos energúmenos; más tenÃan caras de hombres
enredados en una discusión de taberna, que de comerciantes en el acto de
realizar sus operaciones.
Luego[2] deben su desarrollo natural y espontáneo a una
fuerza vital de que están dotados por la naturaleza de sus condiciones
de existencia excepcionalmente favorables.
This is strictly true of the
honey-bee, but not to my knowledge of butterflies or dragon-flies.]
--Cada cual de nosotras era una nota en el concierto de los bosques.
Al fin de la avenida lúgubre
nos detuvo la puerta de una tumba
(¡oh, triste noche del lejano octubre!)
nos detuvo la losa de una tumba,
de legendario monumento fúnebre.
Entonces Andrés dió a la muchacha un gran ramo de alelÃes, parásitas y
azucenas silvestres que habÃa cogido en el camino, acompañando el
obsequio con una frase de elogio.
Pero entonces se fué reuniendo[11] alrededor de ellos
como una procesión de gentes que se burlaban de[12] las 20
personas llevando a cuestas[13] un burro.
TemerÃase a
cada momento un choque, un fracaso, si no se conociese que este inmenso
rÃo que corre con una fuerza de alud, lleva en sus ondas la exactitud de
una máquina.
Una mañana estaba Varmen en el patio, lavando en una media tinaja
empotrada en un poyo adherente al pozo: á su lado estaban jugando sus
hermanas y los hijos del manijero.
Allà ensanchó sus conocimientos, y concibió y
maduró su gran proyecto de atravesar el Atlántico, en
busca de una vÃa que facilitase el comercio entre Ãsia
y Europa.
Los guerreros del
claustro dicen que pusieron{161-2} mano una noche á sus espadas de
granito, y dieron que hacer á los que se entretenÃan en pintarles
bigotes con carbón.
Los holandeses se establecieron en Pernambuco en el 25
año de 1631 y fueron extendiendo poco a poco su poder
sobre una porción considerable del Brasil.
El interior lo
formaba, como las granjas del Norte, una sola y vasta pieza; en el
testero habÃa un hogar para fuego de leña, que servÃa de cocina, de
estrado y de comedor.
Entonces Fernando de Lesseps y
otros ingenieros franceses trazaron el proyecto de un canal por el istmo
de Panamá y formaron una compañÃa por acciones para llevarlo a cabo.
Los ojos se salen de sus órbitas, como si
tratara de buscar una moneda caÃda en una laguna; inclina el cuerpo y
hace contorsiones tales, como si hubiese tragado una espina.
Mira, la fuente brota escondida en el seno
de una peña, y cae resbalándose gota á gota por entre las verdes y
flotantes hojas de las plantas que crecen al borde de su cuna.
Permanecà allà breves instantes, y luego, llegada ya la hora de la cena,
fuà en busca de la familia y de sus convidados, sentándonos todos á una
mesa suntuosamente servida.
VenÃa en camisa, sin zapatos, trayendo una vela encendida y
puesta en su palmatoria de cobre, y con esa cara especial del hombre á
quien despiertan en lo mejor de su sueño.
à los pocos minutos una gran claridad, que de improviso se derramó por
todo el ámbito de la iglesia, anunció á los oficiales que habÃa llegado
la hora de comenzar el festÃn.
à los pocos minutos, una gran claridad que de improviso se derramó por
todo el ámbito de la iglesia, anunció á los oficiales que habÃa
llegado la hora de comenzar el festÃn.
De noche en las casas (pues se domestica
fácilmente) y en el campo grita asimismo descompasadamente, apenas
siente algún rumor o advierte una novedad que le causa extrañeza.
El sacerdote inclinó la frente, y por encima de su
cabeza cana y como á tráves de una gasa azul que fingÃa el humo del
incienso, apareció la Hostia á los ojos de los fieles.
Mira, mientras me visto, porque ya aborrezco la cama,
cierra esos vidrios, los vidrios nada más, no las maderas, y tráeme
varias libras de jamón y una espuerta de pan, y....
muchÃsimo._ Envolvà una moneda de dos cuartos en la hoja, y
aprovechando la ocasión de no pasar nadie, después de hacerle seña
de{16-1} que se retirase, la arrojé al balcón.
Pero cuando las hadas que se han refugiado
bajo esa luna de la que se han servido, por asÃ
decirlo, como de una tienda, la dejan, no pueden
jamás volver a encontrar abrigo.
Aburrido ya de aguardar una aurora que no llegaba, tiró del
cordón de la campanilla, y oyó con gozo vibrar á lo lejos su metálico
timbre; pero no acudió nadie al llamamiento.
Caracas
está situada a una distancia de 7 millas, en linea
recta, de La Guaira, puerto de mar que comunica con
ella por un ferrocarril que tiene 23 millas de longitud.
Hiéreme con una de las
flechas EN LOS OÃDOS; _los culpables son ellos, que no oyeron el consejo
de mi padre: hiéreme_ EN EL CORAZÓN, _que no le quiso ni respetó como
debÃa_.
Una
linda campesinita de negros ojos, de labios grosezuelos y rosada tez,
ordeñó una vaca de ternero grande y le pasó al viajero la vasija
rebosante que él mismo vió llenar.
Al observar la mirada de espanto y congoja que me dirigÃa se templó mi
furor, y en vez de lanzarle un apóstrofe violento, como tenÃa
determinado, le mandé una sonrisa galante.
Algunos minutos más tarde oigo que tocan "salida de toros", y
yo, bruto de mÃ, olvidando todo y creyendo que hay corrida de toros
en la porterÃa, salgo como una saeta a verla.
Con gran calma saca todo lo necesario de su estuche; sienta al forastero
en una silla, y sin el menor miedo pero con mucho cuidado termina el
muchacho felizmente la operación.
Del lado de afuera del pretil habÃa una gran cantidad de flores, que se
inclinaban hacia adentro del gran salón de verdura, como para buscar la
sombra, ó para lucir sus galas.
La población se encuentra en un 5
valle, a una altura de 7500 pies sobre el nivel del mar,
y a unas 70 millas, en lÃnea recta, al sudeste de Guayaquil.
Las cien voces de sus tubos de metal resonaron en un acorde majestuoso
y prolongado, que se perdÃo poco á poco, como si una ráfaga de aire
hubiese arrebatado sus últimos ecos.
Por consiguiente, los compradores deben tener
suficiente práctica para apreciar el rendimiento de la lana que
compran; es decir, el peso a que quedará reducida una vez lavada.
Rosario, mucho más cerca de Buenos Aires, tiene su puerto dragado hasta
una profundidad mÃnima de 6.90 metros en marea baja, lo que le permite
recibir grandes transatlánticos.
A ELENA
Elena, tu belleza es para mà como esas barcas
niceanas de otro tiempo que sobre una mar
profunda llevaban dulcemente al viajero, cansado,
hacia su ribera natal.
En una ocasión en que iba por los montes, vió a una avispa que se estaba
ahogando en un arroyo; le alargó una rama, y la avispa se subió en ella
y se salvó.--¡Dios te lo pague!
Entró en la casa y no vio a nadie a quien preguntar, recorrió 30
todos los jardines y al fin vio una planta con una flor
de lis tan bonita, que se decidió a llevársela.
Estaban las rotas esculturas impregnadas, digámoslo asÃ, del alma de
Celinina, ó vestidas, si se quiere,{64-1} de una singular claridad muy
triste, que era la claridad de ella.
II
Entré en una sala lujosamente amueblada; pasé por allà sin detenerme
apenas, y abrà la puerta de un gabinetito en el que estaba la alcoba
donde murió la desgraciada niña.
J., ya no encerraban generoso vino,
consolador de penas y fatigas, sino una especie de aguachirle semejante
al de los barreños que en las tabernas sirven para fregar los vasos.
lo que nos recomiendan los
que entienden de estas cosas[10]: «¡guiaos[11] por una polÃtica
ilustrada, mandad comerciantes, no buhoneros y baratilleros!» En otras
palabras, Ud.
En la madrugada
habÃamos salido de Orán, y á mediodÃa, estando á la altura de Cartagena,
vimos en el horizonte una nubecilla negra, y al poco rato un vapor que
todos conocimos.
Nada, que tuvieron que entrar en una
taberna y pedir lo único que sabÃan decir en español, 10
café; pues por fortuna[167] habÃa sobre la mesa unas
galletas.
Su mujer desocupa
en una tartera desportillada un potaje de berzas y alubias, mal cocido y
peor sazonado; pónelo sobre el arcón, y junto á él un gran pedazo de pan
de munición.
Usamos como referencia una 1909 impresa por la SBBE para la
SBA en 1922, la cual tiene el formato "angosto" que ya no se imprime,
probablemente por su tipo de letra tan pequeña.
En cuanto a Mamerto no dejaba de tener unas dudillas,
porque se acordó de que éste durante la vida habÃa dicho más de una
vez:--Por una corrida de toros dejo yo la gloria eterna.
Es difÃcil tenerla
enjaulada si no se ha criado en casa, a causa quizá de ser de una
naturaleza tan viva que no se para jamás, pues hasta para cantar va
saltando o revoloteando.
Hay una zona, que comprende Méjico, América Central y las Antillas,
donde los Estados Unidos llevan a Europa la ventaja de la proximidad y
de una relación comercial más estrecha.
Mientras ella hablaba asÃ, el joven, absorto en la contemplación de su
fantástica hermosura, atraÃdo como por una fuerza desconocida, se
aproximaba más y más al borde de la roca.
no sé: yo creà ver una mirada que se
clavó en la mÃa; una mirada que encendió en mi pecho un deseo absurdo,
irrealizable: el de encontrar una persona con unos ojos como aquellos.
Desde el dÃa, que yo siempre tendré por funesto, en que llegásteis á
la fuente de los Ãlamos en pos de la res herida, dirÃase que una mala
bruja os ha encanijado con sus hechizos.
en --, in place, instead; una -- más, once more; otra --,
again, once more; ór dos veces, twice; tal --, perhaps, perchance; una
-- y otra, again and again; unas veces, sometimes.
Y los ángeles, todos pálidos
y macilentos se levantan y cubriéndose afirman
que ese drama es una tragedia que se
llama «El Hombre» de la cual el héroe es el
Gusano Vencedor....!
Dan impulsos de traer á aquellos parajes una colmena,
para probar si la vista del hogar doméstico las hace romper el encanto
que las tiene convertidas en pequeñas y mudas estatuas.
El perro 5
siguió haciendo[35] visitas diarias al herrero, éste[36] lo siguió
curando,[37] y al cabo de una semana el perro estaba
curado por completo.
Entre los recién llegados figura un teniente de carabineros que viaja
con un saco de noche, dos sombrereras, una escopeta de dos cañones y un
manojo de sables atados con un cordel.
Felizmente, al practicarse unas
excavaciones, fué descubierta la ignorada joya, que ha
sido reconocida como una de las obras maestras salidas
del cincel de su sublime autor.
La América del Sur posee escritores y poetas de primer orden, oradores
elocuentes y diplomáticos versados en el derecho de gentes, de una
habilidad y de una lucidez incontestables.
Pero tengo
lástima de ti y sólo te condeno a quince dÃas de cárcel y a una multa
para el tesoro del Sultán, y al pago de los destrozos que has causado en
la cúpula de la mezquita.
De tus ojos, engastados en el santuario celeste
de tu corazón, caen las miradas desoladas
ahora, ¡oh Dios!, sobre mi espÃritu fúnebre,
como la luz de una estrella sobre un sudario.
El gentÃo se llevó las velas, las anclas,
los remos: hasta desmontamos el mástil, que se cargó en hombros una
turba de muchachos, llevándolo en procesión al otro extremo del pueblo.
elegir
una persona que hable el castellano, y sobre todo que sea de una cultura
y experiencia algo mayor de la que usualmente se requiere para tales
trabajos en los Estados Unidos.
Mientras subÃan
el telón seguimos charlando, aunque muy bajito: se habÃa establecido
entre nosotros una gran intimidad, y me abandonó una de sus manos que yo
acariciaba embelesado.
Pero entonces, acercándose á MarÃa, le tomó una mano, apoyó el codo en
el pretil árabe desde donde la hermosa miraba pasar la corriente del
rÃo, y torno á decirle:--¿Por que lloras?
Su lenguaje no es italiano ni español, aunque participa de ambos; es una
graciosa mezcolanza de palabras españolas italianizadas y vice-versa,
formada por él para su uso particular.
V
Y yo dije a mi alma: «Más que Diana
ardiente, aquella misteriosa Luna
rueda al través de un éter de suspiros;
lágrimas de su faz una por una
caen donde el gusano nunca muere.
Y haciendo una señal de aceptación el médico, extendió la mano hacia
Castilla, y dijo:
--Allà hay unas aguas purificadas que han de completar la salvación de
la virgen musulmana.
Después de mucho esperar llegó el mozo
casi sin aliento y depositó airoso sobre la mesa un par
de billetes de una corrida de toros que iba a verificarse
dentro de breves dÃas.
Las chiquillas no se hicieron de rogar,{83-6} y la una cantó:
En un cuerno de la luna
He puesto á mi corazón,
Para que no se lo lleve
Un gato que es muy ladrón.
Pedro entonces, acercándose á MarÃa, le tomó una mano, apoyó el codo en
el pretil árabe desde donde la hermosa miraba pasar la corriente del
rÃo, y tornó á decirle:--¿Por qué lloras?
Pero poco tiempo
después se encalabrinó con otra muchacha muy linda también, y se casó
otra vez a pesar de las protestas del tÃo Paciencia, que consideraba
esto una enorme tonterÃa.
ya
sabes que hoy ignoro dónde descansa su hermoso cuerpo; envié una carta á
mi tÃa, que no la leyó hasta dos meses después de cumplirse el plazo,
porque ella también estaba enferma.
Cada una de sus notas parecÃa un sollozo
ahogado dentro del tubo de metal, que vibraba con el aire comprimido
en su hueco, y reproducÃa el tono sordo, casi imperceptible, pero
justo.
Delante del Portal hay una lindÃsima plazoleta, cuyo centro lo{73-3}
ocupa una redoma de peces, y no lejos de allà vende un chico _La
Correspondencia_, y bailan gentilmente dos majos.
Predomina en ellas el
tipo latino, quizá el 15
andaluz mismo, que es
una graciosa mezcla
del romano, del árabe
y del griego.
Uno u otro[9] método se prestarÃa al engaño; y para
evitarlo, existe una tarifa llamada de avalúos, que no es sino[10] la
lista de las mercaderÃas con los valores que tienen en plaza.
Aunque decente y aseada, era pequeña y
no tenÃa patio; mas como el patio es una casi necesidad para los
andaluces, servÃa de tal un espacio empedrado que ante la casa habÃan
allanado.
Era analfabeto casi y sólo conocÃa por referencias[2] ciertos pasajes de
la Escritura que citaba a menudo al intervenir en la entrega de una reja
o en la compra de un rollo de alambre.
Ese pudor no era, quizá, sino pudor virginal--pudo
muy bien pasar por tal,--aunque su esplendor
haya hecho nacer una llama más impetuosa
todavÃa en el seno de aquel que, ¡pobre de él!
Pero su perfil fino, sus flancos recogidos y la gallardÃa de
su construcción, delataban una embarcación ligera y audaz, hecha para
locas carreras, con desprecio á los peligros del mar.
EL BARBERO DE LA CORUÑA
Un dÃa llegó a una fonda de la Coruña un forastero de gran talle,
corpulento y fuerte, con centellantes ojos negros y rostro cubierto de
larga y espesa barba.
FuÃ
puntual a la cita, y en los comienzos de la noche entraba en compañÃa de
Gonzalo de Quesada por una de las puertas laterales del edificio en
donde debÃa hablar el gran combatiente.
Procopio un desaforado jayán, cetrino y barbudo, más
adecuado para llevar una casa sobre la espalda ó tirar de una carreta,
que para gozar en contemplaciones mÃsticas y éxtasis divinos.
Ya principiaba á encorvarse en la época del suceso que voy á referir: y
era que ya tenÃa sesenta años..., y llevaba cuarenta de labrar una
huerta lindante con la playa de la _Costilla_.
à la hora de la cena ella
misma preparaba su chocolate, batiéndolo cuidadosamente con un clis clas
producido por el choque de una sortijita de oro y carey contra el mango
del molinillo.
Al otro dÃa, CurrÃn escribió unos versos en que decÃa á Finita:
Nace el amor de la nada;
De una mirada tranquila;
Al girar de una pupila
Se halla un alma enamorada.
El corazón le latÃa fuertemente; las piernas le temblaban; cuando
quiso cantar en una de las calles más céntricas, no pudo; el dolor y la
vergüenza habÃan formado un nudo en su garganta.
En el
aljibe, cuyo[162] interior está revestido de una capa impermeable, se
recoge[163] el agua de lluvia que[164] se escurre[165] de los techos de
la casa por unas cañerÃas especiales.
HabÃa anochecido ya, y le faltaba a[153] Pedro cerca de[154]
una milla para llegar a su casa, cuando sintió un ruido 5
sordo que le hizo latir aceleradamente el corazón.
tender, to stretch, stretch out, extend, direct, draw back, raise,
draw, aim, cast; -- una mirada, to take a look; to look; to glance; --
la vista, to cast a glance, direct one's glance.
VivÃa cerca de Valencia, en una casa de campo, y
sólo venÃa á Madrid cuando algún asunto lo exigÃa: en esta ocasión era
para gestionar el ascenso de un hijo, registrador de la propiedad.
Antes que eso, le aconsejarÃa
constituir aquà una asociación entre fabricantes de artÃculos semejantes
a los suyos, y reducir de ese modo los gastos de una representación en
el exterior.
Este último instrumento
consiste en una caña delgada de guadua, de cuarenta y cinco centÃmetros
de longitud, cerrada en sus extremos con pergamino y unos cuantos granos
de maÃz, adentro.
Pero he aquà que el Rey de aquel
paÃs llega en su magnÃfica carroza, precedido y seguido de
lujosos caballeros y rodeado de servidores que sostienen
una sombrilla de oro sobre su cabeza.
Quiso probar también el derviche las ramas y
el fruto que ellas comÃan, y notó al instante circular
por sus venas un suave calor, y se sintió poseÃdo de
una alegrÃa extraordinaria.
Vino, pues, el Prior nuevo precedido de esta fama: anduviéronse los
frailes con gran pulso para no deslizarse en la menor cosa, y el
convento por lo tranquilo parecÃa una balsa de aceite.
Neira es una fiera;
tan pronto acomete como se defiende; ya la batalla es silenciosa y solo
se siente el ronquido del que agoniza y el aliento jadeante y cortado de
los que se acuchillan.
Una mañana, al volver á casa, encontré, al pasar por una de las
habitaciones, á una muchacha de quince á diez y seis años, á la que
nunca recordaba haber visto, cosiendo con el mayor afán.
Entonces apelaron á la justicia del rey; pero el señor se burlo de las
cartas-leyes de los Condes soberanos;[1] las clavó en el postigo de
sus torres, y colgó á los farsantes de una encina.
La singular disposición de
sus dobles techos y paredes, dotados los techos de poderosos
ventiladores, permiten mantener, aun en los dÃas más ardientes del
verano, una temperatura muy baja.
Las sienes le latieron con una violencia
espantosa; una nube de sangre obscureció sus pupilas, arrojó un segundo
grito, un grito desgarrador y sobrehumano, y cayó desvanecido sobre el
ara.
Las sienes le latieron con una violencia
espantosa; una nube de sangre obscureció sus pupilas, arrojó un
segundo grito, un grito desgarrador y sobrehumano, y cayó desvanecido
sobre el ara.
Lo verificamos usando
primordialmente una 1909 impresa por la Sociedad BÃblica Británica y
Extranjera (SBBE) para la Sociedad BÃblica Americana (SBA) en 1925, la cual
compré en México D.F.
Cincuenta años de activÃsima existencia de trabajo no habian
podido marcar en él otra huella que una leve inclinación de las espaldas
y algunas canas en el abundante pelo negro de su cabeza.
El siguiente texto es una copia extensamente verificada del texto Valera
1909 de la Online Bible (OLB) (www.onlinebible.org) la cual ellos obtuvieron
de las Sociedades BÃblicas Unidas (SBU).
El
_chipá_ de los paraguayos es, en realidad, una especie de pan; pero las
roscas y rosquetas de maÃz son bollos muy agradables en cuya preparación
entra la manteca, huevos, leche y azúcar.
Estos dos caballeros, iguales en cuna, valor y nobles prendas,
servidores de un mismo rey y pretendientes de una misma dama,
llamábanse Alonso de Carrillo el uno, y el otro Lope de Sandoval.
La compañÃa que lo hizo y lo administra es inglesa, la
misma que con el nombre de Anglo-Argentina y desde hace muchos años
explota una de las lÃneas de tranvÃas más poderosas de Sud América.
También suele comprar calderas, pailas y sartenes viejas en una parte de
la Isla, para venderlas por nuevas[3] en la otra, si es que no logra
colocarlas en la misma parte donde las adquirió.
El hombre fue Rey y se paseaba en una magnÃfica carroza 20
precedida y seguida de lujosos caballeros, y le rodeaban servidores
que sostenÃan sobre su cabeza la sombrilla de oro.
Las voces de los que parecÃan perseguirla
sonaban cada vez más cerca, y de cuando en cuando la veÃa hacer una
contorsión, encogerse ó dar un brinco para evitar los cantazos que le
arrojaban.
RIMAS
I[1]
Yo sé un himno gigante y extraño
Que anuncia en la noche del alma una aurora,
Y estas páginas son de ese himno
Cadencias que el aire dilata en las sombras.
Usaba de toda clase de ardides para observar si era acechado ó seguido,
y preferÃa volver sin pesca al pueblo á exponerse por una imprudencia á
que acertasen el sitio de la pesca maravillosa.
Cada dos o tres dÃas tenÃan que abrir
una tumba para enterrar a un compañero, y cuando 25
llegó la primavera ya no quedaban más que cincuenta
Puritanos en la colonia.
Él tiene una gran devoción por
esta ceremonia de la Misa del Gallo, y cuando levantan la Sagrada
Forma[4] al punto y hora de las doce, que es cuando vino al mundo
Nuestro Señor Jesucristo ...
No hay ave tan fastidiosa
En el cantar, como tú:
Cucú, cucú, y más cucú: 275
Y siempre una misma cosa."
--"¿Te cansa mi canto igual?
Por fin uno de entre ellos empezó a dibujar una vaca
y el mozo que estaba escudriñando lo que hacÃa,
echóse a la calle disparado como una bala, dejándolos
a todos pensativos y atónitos.
Y cuentan que el mismo Alvar formó desde aquel dÃa tan pobre idea de sÃ
propio, que cada vez que oÃa á las verduleras de Leganés decir: «¡Arre,
borrico!» lo tomaba por una alusión personal....
Y en efecto, era asÃ: la corza blanca, deseando escapar por el soto,
se habÃa lanzado entre el laberinto de sus árboles, y enredándose en
una red de madreselvas, pugnaba en vano por desasirse.
à pesar de eso, una vez bailando, como estaba triste y
hablaba poco, le pregunté si estaba enfadado, y él me contestó: «Yo no
me enfado con nadie, y mucho menos contigo.» Yo me puse colorada...
Cuando usted se acercó a él, el caballo volvió al
instante la cabeza para mirarle mientras que cuando
el mendigo lo tocó, encogió una pierna y miró hacia
otro lado con ojos indiferentes.
En esta
ciudad los dÃnamos se mueven a vapor, y por lo tanto, la electricidad es
cara; lo que no obsta para[7] que Buenos Aires tenga una de las
instalaciones eléctricas más grandes del mundo.
Pablo, abrumado bajo el peso de su desgracia, se
sentó en una de las tres piedras, y entonces vió con sorpresa unas
manchas de sangre y la tierra movida como si se hubiera revolcado un
animal.
Son las áureas notas una fuente de ledo murmullo
o el enamorado arrullo de la tórtola: la Luna
en la dormida laguna vierte miradas de plata,
y en el éter y en las linfas palpita la serenata...
Cosas más extrañas hemos visto en el mundo, y una corza blanca bien
puede haberla, puesto que si se ha de dar crédito á las cántigas del
paÃs, San Huberto,[1] patrón de los cazadores, tenÃa una.
De seguro no los
podré describir tales cuales ellos eran, luminosos, transparentes como
las gotas de la lluvia que se resbalan sobre las hojas de los árboles
después de una tempestad de verano.
En suma: el Nacimiento _número uno_ de Madrid es el de aquélla casa,
una de las más principales, y ha reunido en sus salones á los niños más
lindos y más juiciosos de veinte calles á la redonda.
En una ocasión acaeció que murió el guarda del olivar á tiempo de la
cogida, lo que apuró tanto más al capataz, cuanto que era á la sazón más
necesario y más difÃcil hallar quien le reemplazara.
Enójase el dependiente; mi tÃo le contesta una barbaridad; chillan
ambos, interviene el dueño de la tienda, y mi tÃo dice por último, con
voz alterada:
--¿Quiere usted treinta y cinco reales?
Es la ciudad entera de Méjico que se traslada al pie del
Santuario, desde la mañana hasta la tarde, formando una muchedumbre
confusa, revuelta, abigarrada, pintoresca, pero difÃcil de describir.
Su nuera y su mismo hijo estaban muy disgustados 5
con esto, y al fin resolvieron encerrarle en
un cuarto, donde le daban de comer[95] en una vieja
escudilla de barro.
TenÃa los ojos inyectados y las encÃas hechas sangre.[11]
Volvà a gritarle y partió como una flecha: clavé la rodilla en el
fangoso lecho de la quebrada y le aguardé en la boca de mi escopeta.
comprenderá, sin duda, señor EnrÃquez, que nuestro
paÃs tendrÃa reparos en depender del extranjero para la provisión de una
substancia tan preciosa[30] para la defensa nacional en caso de guerra.
Pablo no le hizo caso,
preocupado en lo que acababa de acontecerle; pero tanto y tanto ladró el
perro, que por fin dirigió una mirada recelosa en derredor suyo, y
dijo:--¿Qué te pasa, animal?...
Por
último un manojo de pasto seco, encajado en la punta 10
del palo, forma con chapeo y todo, la cabeza, sobre la cual
se pone a modo de gorro una vieja calceta del patrón.
Ello no es, sin embargo, sino un reflejo de 25
una de las industrias del paÃs que produce al año once
millones de racimos de fruta, o sea casi la mitad del
consumo del mundo.
exclama dando una voz Braulio,
difundida ya sobre sus facciones una palidez mortal, al paso que brota
fuego el rostro de su esposa.--Pero sigamos, señores, no ha sido nada,
añade volviendo en sÃ.
SalÃa de la «rueda» un estrepitoso vocerÃo, una algarabÃa de mil
demonios[9]: voces atipladas, roncas, sonoras, de tenor, de bajo, de
barÃtono; voces de todos los volúmenes y de todos los metales.
à este primer acorde, que parecÃa una voz que se elevaba desde la
tierra al cielo, respondió otro lejano y suave que fué creciendo,
creciendo hasta convertirse en un torrente de atronadora armonÃa.
Cogió unos cuantos fósforos é hizo luz; probó si con una escalera podÃa
alcanzar al lugar apetecido, pero aunque la puso sobre una mesa, vió
que todavÃa le faltaba un poco para llegar á las mechas.
Como su parte más elevada está a 25 metros sobre el nivel del mar, para
llegar a ella tendrán que remontar los buques tres esclusas por una
vertiente y descender otras tantas por la otra vertiente.
Note the inversion of "from the Capitoline Hill to the Tarpeian
Rock."
2.--RETRATO DE SAN MARTÃN[A]
San MartÃn, como ser fÃsico, poseÃa una figura arrogante, altiva y en
todo militar.
Un millón de[315] toneladas se exporta 25
a Europa para abonar los campos de Alemania en los
cuales se siembra la remolacha; una décima parte de
esta cantidad llega a los Estados Unidos.
acabar, to finish, end, close, succeed in; -- de, to have just; lo que
acababa de suceder, what had just happened; lo que acabamos de
escuchar, what we have just listened to; ¡Acabáramos de una vez!
En algunos paÃses es menester[22]
poseer el terreno en propiedad[23]; en otros las denuncias se hacen
sobre una zona de mil hectáreas, o sea unos 2500 acres, pagándose cierto
impuesto por hectárea.
En cuanto las desunidas armas veÃan dos dedos de luz, se encajaban, y
pian pianito volvÃan á tomar el trote y emprender de nuevo sus
excursiones por montes y llanos, que era una bendición del cielo.
Después de todo,
ese sér trágico, de historia tan extraña y romancesca, dio su primer
vagido entre las coronas marchitas de una comedianta, la cual le dio
vida bajo el imperio del más ardiente amor.
Además el viaje es
interesante del punto de vista histórico.[46] El tren pasa por las
ruinas de Quirique, situadas a una milla de distancia de la estación y
que pueden visitarse en coche o a caballo.
Al fin, otro desgraciado le facilitó una guitarra vieja y
rota, y después de arreglarla del mejor modo que pudo, y después de
derramar abundantes lágrimas, salió cierta noche de diciembre á la
calle.
en hablando del ruÃn de Roma, cátale aquà que asoma.[3] ¿Véis aquél
que viene por debajo del arco de San Felipe,[4] á pie, embozado en una
capa obscura, y precedido de un solo criado con una linterna?
Es imponderable la sensación que produce el diálogo de las flautas,
cuando se le escucha en la montaña, áspera como el camino de la vida, y
en una noche nebulosa como el destino del músico desdichado.
Paseábase cierto dÃa el mercader por el gran bazar de la ciudad, cuando
se le acercaron dos comerciantes a proponerle: el uno la compra de una
partida de cristalerÃa, y el otro una de esencia de rosa.
Sobre todo, aquel chicuelo
andrajoso que en una mano tiene un billete de loterÃa, y con la otra
le{73-4} roba bonitamente las castañas del cesto á la tÃa Lambrijas,
hace desternillar de risa á todos.
Sólo
un asiento quedó desocupado en la banqueta de en medio, donde no hay más
apoyo para la espalda del paciente,[6] que una movible correa que
empuja, cede y aporrea como instrumento de inquisición.
Teresa no habÃa recibido una
educación vulgar; hasta los doce ó trece años habÃa estudiado en el
convento de religiosas del pueblo, saliendo de él á la muerte de su
padre, acaecida hacÃa cuatro años.
Y asà debÃa ser, porque el niño dejaba de ser judÃo para convertirse en
cristiano.[6] Se le borraba el pecado original[7] con un poco de agua,
sal y aceite, como si se tratara de preparar una lechuga.
A este fin hizo correr la voz[251] de que habÃa llegado a 5
la parroquia un predicador famosÃsimo, y vistiendo a su
sacristán con una de sus sotanas viejas, le mandó subir
al púlpito.
En esto me quita él mismo el frac, _velis nolis_, y quedo sepultado en
una cumplida chaqueta rayada, por la cual sólo asomaba los pies y la
cabeza, y cuyas mangas no me permitirÃan comer probablemente.
Este _batey_ está compuesto de muchas y numerosas casas; semeja el
parque de recreo de una ciudad, y aun le sobrepuja; porque es preciso
estar en Cuba para ver[2] esta vegetación que lo limita y rodea.
Altozano es una
palabra bogotana para designar simplemente el alto de la catedral, que
ocupa todo un lado de la plaza BolÃvar, colocado sobre cinco o seis
gradas, y de un ancho de diez a quince metros.
El pueblo de la villa del oso tornó inmediatamente á sus hogares,
reconociendo que merecÃa empinarse á un madroño por haber creÃdo que el
Manzanares arrastraba una ballena cuando arrastraba una albarda.
Supongamos
que Cabezudo le pide que no llueva una gota, y todo con la intención de
que Barbaruelo no muela un grano, y en seguida empieza á llover tanto,
que el agua se lleva los molinos de Barbaruelo.
También contó la esclava á la hija del rey moro, que los nazarenos nunca
quedan huérfanos de madre, porque cuando pierden á la que los concibió,
les queda otra, llamada MarÃa, que es una madre inmortal.
Volvió Traga-santos á Animalejos con tan preciosa imagen, y una vez
colocada en la ermita con gran solemnidad, se dedicó aquel piadoso y
sencillo anciano á fomentar el culto y la devoción de San Isidro.
Actualmente cuenta con una 10
población de cuarenta mil almas; habiéndose modernizado
rápidamente desde que se le puso en comunicación
con el océano por medio del ferrocarril.
le vÃ, madre, no lo dudéis, vÃ
un hombre que en silencio y vuelto de espaldas hacia el sitio en que
yo estaba, recorrÃa con una mano las teclas del órgano, mientras
tocaba con la otra á sus registros...
Pero cuando llegaron en su vuelo el
ángel y el alma del niño á cruzar sobre una pobre aldea, aquél se detuvo
y sus ojos buscaron una callejuela solitaria, á cuyos lados se veÃan
algunas mÃseras cabañas.
Una tarde, una hermosa tarde de invierno, de las que sólo se ven en este
Madrid, salà de casa después de almorzar con el objeto de hacer algunas
visitas y también para espaciarme por esas calles de Dios.
XI
Cuando recobrando el ánimo, abrió los ojos un instante para arrojar en
torno suyo una mirada inquieta, se encontró lejos, muy lejos de
Montagut, y en unos lugares, para él completamente extraños.
La Muerte se ha erigido un trono,
en una extraña ciudad que se levanta, solitaria,
muy lejos, en el sombrÃo occidente, donde
los buenos y los malos, los peores y los mejores
han ido hacia la paz eterna.
Llevaba puesta atravesada sobre
el ancho pecho una banda con tres estrellas, la cabeza desnuda y poblada
de ondeados y negros y abundosos cabellos, y en la boca un tabaco y una
leve sonrisa de triunfo....
maldita bruja,
muchas hiciste en vida, y ni aun muerta hemos logrado que nos dejes en
paz; pero, no haya cuidado, que á tà y tu endiablada raza de
hechiceras os hemos de aplastar una á una como á vÃboras.
Si vienen, nos doblan de
medio á medio,{104-2} porque los de Cabezudo muelen ya á represas, y
continuando la sequÃa, antes de una semana _apandamos_ nosotros toda la
molienda de veinte leguas en contorno.
Una bolsa, un cÃrculo literario, un
areópago, una _coterie_, un salón de solterones, una _coulisse_ de
teatro, un forum, toda la actividad de Bogotá en un centenar de metros
cuadrados: tal es el Altozano.
Cuando al otro dÃa los dependientes de la iglesia le encontraron al pie
del altar, tenÃa aún la ajorca de oro entre sus manos, y al verlos
aproximarse exclamó con una estridente carcajada:
--¡Suya, suya!
Debo agregar que los
americanismos de un paÃs son, por lo general, desconocidos en los otros;
y a mayor abundamiento,[22] una misma voz suele recibir diferentes
significados según el paÃs en que se emplea.
En el mismo instante el ciego se sintió apretado fuertemente por unos
brazos vigorosos que casi le asfixiaron y escuchó en su oÃdo una voz
temblorosa que exclamó:
--¡Dios mÃo, qué horror y qué felicidad!
Escribió el
«Evangelio Americano» y redactó «La Voz del Nuevo Mundo,» descansando de
sus fatigas y luchas imponderables en la hospitalaria tierra argentina
que le brindó hogar, patria y una apacible tumba.
La brisa,--esa respiración de Dios,--reposa
inmóvil, y la bruma que se extiende como una
sombra sobre la colina,--como una sombra cuyo
velo no se ha desgarrado todavÃa,--resulta asÃ
un sÃmbolo y un signo.
La pronunciación de una lengua es de una importancia
extraordinaria, tanto es asÃ, que el que sepa bien el 30
idioma y lo pronuncie mal tendrá grandes dificultades
en que le comprendan.
Para tomar el pulso al tonsurado ex-contrabandista y probarle la
paciencia, eligieron y diputaron los frailes al más atrevido, quien de
propósito cometió una falta leve, y reprendido por ella contestó al P.
Pronto divisé un grupo de niñas de su misma edad
que se aproximaba; en el centro venÃa una completamente enlutada,
morenita, con grandes ojos negros que debÃa de ser la causante de los
temores de Asunción.
Cuando al otro dÃa los dependientes de la iglesia le encontraron al
pie del altar, tenÃa aún la ajorca de oro entre sus manos, y al verlos
aproximarse, exclamó con una estridente carcajada:
--¡Suya, suya!
El jornalero empezó:--_Popocatepetl_.--Los panaderos
repitieron:--_Popocatepetl_.--El jornalero dijo:--_mercader_.--Los
panaderos dijeron:--_mercader_.--Entonces dijo el jornalero con una
sonrisa:--_error_.
HacÃa ya mucho tiempo que estaba[25] en su prisión,
sin esperanza de salir de ella, cuando una noche se
asomó a[26] una ventana y vió que su pobre mujer estaba
llorando amargamente al pie de la torre.
Hecho el cálculo, cogió la ballesta entre los dientes, y arrastrándose
como una culebra por detrás de los lentiscos, fué á situarse obra de
unos cuarenta pasos más lejos del lugar en que antes se encontraba.
Las torres y las sombras se confunden
de tal modo que todo parece suspendido
en el aire, mientras que desde una torre
orgullosa, la Muerte como un espectro gigante,
contempla la ciudad que yace a sus pies.
Pero se arrepintió bien pronto de su ligereza,
cuando sintió sobre sà una mirada fulminante y oyó una voz severa
diciéndole:
--Hermano, durante un mes tendrá su celda por encierro y ayunará á pan y
agua.
VIII
Por último, pudo encontrar una ocasión propicia; tendió el brazo y
voló la saeta, que fué á clavarse temblando en el lomo del terrible
animal, que dió un salto y un espantoso bufido.--¡Muerto está!
El
pago de servicios, dividendos y cupones sobre los capitales de un paÃs
invertidos en los otros, estimula una corriente de mercaderÃas en los
dos sentidos, ya sea como valor de abono o como valor de cobro.
Le pregunté por señas si
salÃa de paseo, y me contestó que sÃ: y en efecto, un dÃa aguardé en la
calle hasta las cuatro y la vi salir en compañÃa de una señora, que
debÃa de ser su mamá, y de dos hermanitos.
Al entrar percibió una temperatura
tibia: los pies se le hundÃan en mullida alfombra; por orden de Santiago
dos criados le despojaron inmediatamente de sus harapos empapados de
agua y le pusieron ropa limpia.
En el momento en que su camarada intentó acercar sus labios ardientes á
los de doña Elvira, habÃan visto al inmóvil guerrero levantar la mano y
derribarle con una espantosa bofetada de su guantelete de piedra.
Era de verlos, tan ufanos y alegres, con sus garibaldinas
azules o rojas, pantalón blanco, bota de charol a la granadera,[6]
lujosa faja de seda, y en la cabeza una boina graciosamente achatada
hacia un lado.
Estaban los criados reunidos en la cocina, como siempre, cuando
sintieron las pisadas del caballo sobre la nieve fresca, y á poco un
hombre, en quien reconocieron á su compañero Jacinto, entró como una
bomba.
Las tres ciudades principales
del interior del paÃs están situadas a una distancia
aproximadamente de 150 millas entre sÃ--Quito al 15
norte, RÃobamba en el centro y Cuenca en el sur.
Apenas se encontró conmigo la propietaria del santo, me
puso verde en una su{185-2} jerigonza salvajina que le servÃa de idioma,
único resabio que le quedaba del tiempo que vivió entre los indios sus
hermanos.
Ciudad
BolÃvar es una población importante que antiguamente
se llamó Angostura, donde se fabricó el famoso Amargo 5
de Angostura, industria que ha sido trasladada a la
Isla de Trinidad.
El marido era bizco, de escasa talla,
cetrino, de ruda y alborotada cabellera; gastaba ordinariamente una
elástica verde remendada y unos pantalones pardos, rÃgidos, indomables
ya por los remiendos y la mugre.
En el momento en que su camarada intento acercar sus labios ardientes
á los de doña Elvira, habÃan visto al inmóvil guerrero levantar la
mano y derribarle con una espantosa bofetada de su guantelete de
piedra.
Hay momentos en que, merced á una serie de abstracciones, el espÃritu
se sustrae á cuanto le rodea, y replegándose en sà mismo analiza y
comprende todos los misteriosos fenómenos de la vida interna del
hombre.
II
Teobaldo vino al mundo, su madre murió al darlo á luz, su padre
pereció algunos años después en una emboscada, peleando como bueno
contra los enemigos de Dios.[1]
[Footnote 1: los enemigos de Dios.
La infeliz madre no creÃa tanta desventura; pero el lindÃsimo rostro de
Celinina se fué poniendo{61-2} amarillo y diáfano como cera; enfriáronse
sus miembros, y quedó rÃgida y dura como el cuerpo de una muñeca.
repetà cediendo á sus instancias, sin darme
cuenta á mà mismo del involuntario temor que comenzó á apoderarse de
mi espÃritu, y que me rechazaba como una fuerza desconocida de aquel
lugar; ¡la cruz del diablo!
Uno de los mozos á
quien la bruja hechizó una hermana, la más hermosa, la más buena del
lugar, la habÃa herido de muerte en el momento en que sintió que le
clavaba en el brazo sus dientes negros y puntiagudos.
Es preciso, vecina, que considere usted que son jóvenes, y que
todo no ha de ser penas[4] en este mundo; además, en casa no hay más que
una reunión amistosa, de familia; algunas muchachas del barrio y nada
más.
Long Island desarrollaba la inmensa cinta de
sus costas, y Staten Island, como en el marco de una viñeta, se
presentaba en su hermosura, tentando al lápiz, ya que no, por falta de
sol, a la máquina fotográfica.
En vano una noche y
otra, deseando sorprender su misterio, si misterio en ellas habÃa, me
levantaba poco á poco y aplicaba el oido á los intersticios de la
ferrada puerta de su calabozo; ni un rumor se percibÃa.
Era uno de nuestros guÃas, natural del paÃs, el cual, con una
indescriptible expresión de terror pintada en el rostro, pugnaba por
arrastrarme consigo y cubrir mi cabeza con el fieltro que aún tenÃa en
mis manos.
Habló después
de las primas de la calle de Fuencarral; una era muy bonita, la otra
graciosa solamente: las dos tenÃan novio, pero no valÃan{23-5} cuatro
cuartos: chiquillos que todavÃa estudiaban en el Instituto.
Por la otra, en lo
que se refiere a las personas, el desahogo económico, la salud y el
bienestar que son el resultado de una transformación inteligente del
medio social, no pueden menos de ganar adeptos cada dÃa.
Trájole un dÃa una
manada de pavos, tan al vivo hechos, que no les faltaba más que graznar;
otro dÃa sacó de sus bolsillos la mitad de la Sacra Familia, y al
siguiente á San José con el pesebre y portal de Belén.
Una mirada solo bastó para hacer comprender a
Neira que estaba frente a una emboscada: el gañan que tenia por delante
era el que lo habia «sentenciado», y no habia sido tan necio para ir
solo a buscarlo al cerro.
VARIANT: =Amada por.=
14.--EL SALTO DEL TEQUENDAMA
En efecto, en las llanuras de Bogotá reina una primavera eterna,
fenómeno que asombra a algunos extranjeros ignorantes que no alcanzan a
explicárselo.
Cuando sus servidores llegaron presurosos al punto que la noble dama,
inmóvil y presa de un profundo terror, les señalaba aún con el dedo,
una blanca paloma se levantó de entre las breñas y se remontó á las
nubes.
Translate here 'mid whispers'.]
XLII[1]
Cuando me lo contaron sentà el frio
De una hoja de acero en las entrañas,
Me apoyé contra el muro, y un instante
La conciencia perdà de donde estaba.
Y sin embargo ese terror no era miedo, sino
una turbación deliciosa, un sentimiento que
ninguna mina de piedras preciosas podrÃa inspirarme
o convidarme a definir, ni el amor
mismo, aunque ese amor fuera el tuyo.
Arnoldo Le Poer lanza en la Irlanda de 1327 este
terrible insulto al caballero Mauricio de Desmond: «Sois un rimador.»
Por lo cual se empuñan las espadas y se traba una riña, que es el
prólogo de guerra sangrienta.
El _pejerrey_, que es una especie de trucha, gusta mucho en
el Plata y en Chile, lo mismo que el _dorado_ y el _surubÃ_; mientras el
_huachinango_ es plato clásico en las Antillas y los puertos del Golfo
de Méjico.
HabÃa una vez un pobre anciano sordo, casi ciego,
y que apenas podÃa tenerse sobre sus temblorosos
pies.[94] Le temblaban también las manos, y al comer
en la mesa derramaba a veces la sopa sobre los manteles.
Cual la{80-3} del
navegante, nada percibe la vista del que está dentro, ó en su cercanÃa,
sino una multitud de verdes copas de olivos,--semejantes á la multitud
de verdes olas de la mar,--y el cielo sobre su cabeza.
Congregados una noche bajo sus ruinosas arcadas, alrededor de una
hoguera que iluminaba con su rojizo resplandor las desiertas galerÃas,
trabóse una acalorada disputa sobre cuál de nosotros habÃa de ser
elegido jefe.
Ella no sabÃa lo que significaban la tal mula ni el tal
buey; pero atenta á que todas las cosas fuesen perfectas, reclamó una y
otra vez del solÃcito padre el par de animales que se habÃa quedado en
Santa Cruz{67-1}.
Más de una[38] importa[39]
del extranjero artÃculos manufacturados y por esta razón dichas
casas[40] mantienen relaciones comerciales con las fábricas de Europa y
Estados Unidos o con fábricas del paÃs en que operan.
Queriendo hacer de persona, 185
Dijo a una mona: "¿Qué tal?"
Era perita la mona,
Y respondiole: "Muy mal."
"Yo creo, replicó el oso,
Que me haces poco favor.
SerÃan las seis cuando el carruaje se detuvo á la entrada del pueblo;
bajamos y nos dirigimos á una capilla donde se veneraba á Nuestra Señora
de las Mercedes, á la que la madre de Cristina tenÃa particular
devoción.
Alrededor de esta capilla
están las tumbas de los reyes, cuyas imágenes de piedra, con la mano en
la empuñadura de la espada, parecen velar noche y dÃa por el santuario á
cuya sombra descansan todos por una eternidad.
Conseguido esto, reunió Melgarejo sus parciales, los disfrazó de moros,
haciéndoles cubrir sus caballos con mantas blancas, y una noche que
habÃan salido los defensores del castillo, se dirigió con los suyos
hacia él.
Hé aquà como el espantajo sale lleno de vida de aquel
informe montón de trapos viejos y de basura, mismamente
cual bajo el cincel de Canova solÃa salir una 15
estatua de un trozo de mármol.
Obsolete for _maestro_, 'master,' a title of
respect.]
En Sevilla[1] en el mismo atrio de Santa Inés,[2] y mientras esperaba
que comenzase la Misa del Gallo,[3] oà esta tradición á una
demandadera del convento.
Pero cuando más embebido andaba en mis pensamientos y planes
polÃticos, y cuando ya estaba próximo á doblar la esquina de la calle,
he aquà que siento un brazo que se apoya en el mÃo y una voz que me
dice:
--¿Va V.
Y se visten de luto riguroso y de una carrerita[10] pasan a casa de la
vecina, no sin advertir antes a los criados que tengan buen cuidado
de[11] no abrir los postigos de la ventana, y que no canten ni permitan
ruido.
Y todavÃa quiso añadir más cuidados á los de Santiago:
mandó traer un calorÃfero y ella misma se lo puso debajo de los pies;
después le envolvió las piernas en una manta y le puso en la cabeza una
gorra de terciopelo.
Desde la cumbre de 10
varias montañas se domina por completo el paisaje, y
una de esas cumbres, la de Tarqui, fué elegida por los
astrónomos franceses en 1742 para que sirviera de
meridiano.
le preguntó uno de los monteros
notando la creciente Ãnquietud del pobre mozo, que ya fijaba sus
espantadas pupilas en la hija risueña de don DionÃs, ya las volvÃa á
su alrededor con una expresión asombrada y estúpida.
Riéronse todos de buen humor, menos el manchego,
que no sabÃa a que atenerse,[171] hasta que una propina 10
que le cayó en sus manos le reanimó como si hubiese
sido tocado por una corriente eléctrica.
Y la nube se abrió y de sus flancos corrieron torrentes de agua
que inundaron los valles, devastaron las mieses y ahogaron las
bestias; pero nada podÃan contra una roca, a pesar de embestirla
el oleaje por todos lados.
Antes de pasar más adelante, debe saber el lector que, desde tiempo
inmemorial, existe entre los mareantes de la calle Alta y los de la del
Mar, barrios diametralmente opuestos de Santander, una antipatÃa
inextinguible.
En 1854, un ingeniero francés, Fernando de Lesseps, obtuvo del virrey de
Egipto, Said-Bajá, una concesión a favor de una CompañÃa por espacio
de noventa y nueve años para construir un canal navegable a través del
istmo.
La principal arteria comercial del paÃs es su ferrocarril 15
transcontinental, el cual va de Puerto Limón, en
la costa oriental, hasta Puntarenas, en el PacÃfico,
recorriendo una distancia de 172 millas.
No pasaron cuatro minutos sin que viese{15-4}
asomar una naricita nacarada, que se retiró al momento velozmente,
volvió á asomarse á los dos minutos y volvió á retirarse, asomóse al
minuto otra vez y se retiró de nuevo.
Se encerré por
tres dÃas en el fondo de una caverna que le servÃa de asilo, y al cabo
de ellos dispuso que se fundiesen las diabólicas armas, y con ellas y
algunos sillares del castillo del Segre, se levantase una cruz.
Cortan la finca en secciones regulares espaciosas calles
de corpulentos frutales; veo el maÃz, veo la yuca, veo cuanto forma[4]
una gran despensa, ante la cual la miseria cesa y la abundancia la
sustituye y la reemplaza.
y si se buscaran con ganas de encontrarse, se
encontrarÃan, poniendo fin de una vez á estas continuas reyertas, en
las cuales los que verdaderamente baten el cobre de firme son sus
deudos, sus allegados y su servidumbre.
Los
sábados los pasaba en vela[2] para hacerlos de una pieza con[3] los
domingos; y después de mes y medio de lecciones, Richard me dijo que no
me faltaba ya sino[4] la pronunciación, que hasta hoy he[5] podido
adquirir.
Otra allá, con el cabello suelto sobre los hombros mecÃase suspendida
de la rama de un sauce sobre la corriente de un rÃo, y sus pequeños
pies, color de rosa, hacÃan una raya de plata al pasar rozando la
tersa superficie.
Por los parajes
secos, crece cercana á la tierra una flor pequeña, que lleva el nombre
de _flor de la abeja_, nombre bien apropiado, porque esta florecita
tiene con pasmosa exactitud la forma y colores de dicho animalito.
traer, to draw, attract, carry, bring, take, lead, bear, wear; -- á la
memoria, to bring to memory; to remind; el cual traÃa una jornada de
catorce leguas en el cuerpo, who had made that day a journey of
fourteen leagues.
De las tres
mujeres que velaban, se retiraron dos; quedó una sola, y ésta, sintiendo
en su cabeza grandÃsimo peso, á causa sin duda del cansancio producido
por tantas vigilias, tocó el pecho con la barba{70-2} y se durmió.
El alcalde de la colonia,[1] viejo de grandes barbas, elocuente y
astuto, elegido por el vecindario en una asamblea efectuada en la
sinagoga, comentaba los resultados de la cosecha y alababa las calidades
de nuestro trigo.
que en el aislamiento en que
viven, cada una de esas repúblicas ha desarrollado por su lado el habla
popular[21]; cada una ha amoldado el idioma hablado al ambiente fÃsico
peculiar, a las ocupaciones y tradiciones locales.
Yo era un niño y _ella_ era una niña en ese
reino más allá de la mar; pero Annabel Lee
y yo nos amábamos con un amor que era más
que el amor; un amor tan poderoso que los
serafines del cielo nos envidiaban, a ella y a mÃ.
El único rumor que fácilmente se percibió era una
bullanga de alas vivamente agitadas, cual si todas las palomas del mundo
estuvieran entrando y saliendo en la sala mortuoria y rozaran con sus
plumas el techo y las paredes.
LOS HUEVOS
Más allá de las islas Filipinas
Hay una que ni sé cómo se llama,
Ni me importa saberlo, donde es fama
Que jamás hubo casta de gallinas,
Hasta que allá un viajero
Llevó por accidente un gallinero.
Pues ahora, mientras reposa tan tranquilamente,
imagina a su alrededor, una más santa
fragancia de pensamientos, una fragancia de
romero mezclado a pensamientos, a sabor callejero
y al de los bellos y rÃgidos pensamientos.
En lo más intrincado de la muchedumbre, en lo más
convulsivo y crespo de la ola en movimiento, sucede que una lady
anciana, bajo su capota negra, o una miss rubia, o una nodriza con su
bebé, quiere pasar de una acera a otra.
La
vieja entonces, tan humilde, tan hipocritona, hasta aquel punto, se
puso de pie con un movimiento tan rápido como el de una culebra
enroscada á la que se pisa y despliega[1] sus anillos irguiéndose
llena de cólera.--¡Oh!
Por fin las luces se acercaron, y el primero que llegó al lado de Neira
fué don José, el administrador, que se inclinó paternalmente sobre el
capataz sumido en un estenso charco de sangre y palpitando como una
fiera cansada.
que la meseta boliviana es una de las regiones más ricas
en minerales que existen en el planeta, y que, atendiendo a la situación
incierta de Méjico, ofrece una buena oportunidad a los capitalistas y
mineros norteamericanos.
Quise hablar, para dar mayor
seguridad de que no era nada lo que habÃa pasado, que la muñeca
conservaba Ãntegros sus miembros, y yo lo mismo, y que celebraba la
ocasión de conocer una niña tan hermosa y simpática, etc., etc.
Sabiendo ellos que los buques que habÃan de
pasar aquella noche, se estrellarÃan contra los arrecifes si el fanal no
les advertÃa el riesgo, y que entonces tendrÃan ellos una buena presa,
se propusieron apoderarse del vigÃa.
Tornó empero á dominarse, cerró los ojos para no verla, extendió la mano
con un movimiento convulsivo y le arrancó la ajorca de oro, piadosa
ofrenda de un santo arzobispo; la ajorca de oro cuyo valor equivalÃa á
una fortuna.
Una tromba de chispas rojas, verdes y
azules danzaba en la cúspidede sus encendidas lenguas, y se retorcÃan
crujiendo como si una legión de diablos, cabalgando sobre ellas,
pugnasen por libertar á su señor de aquel tormento.
VolvÃa entonces á casa y aun me parece
verla en un rincón obscuro de la cocina, sentada sobre una canoa[R] con
su sarta de escapularios resaltando sobre la piel morena y arrugada del
pecho, que descubrÃa el escote del traje.
Aquà se
hace una parada de tres dÃas, y la carga y los pasajeros se trasbordan a
lanchas o vapores de poco calado, sea para continuar por el Orinoco o
por su afluente el Apure, hasta donde lo permita la profundidad del
agua.
Este guarapo o zumo contiene substancias que producirÃan su fermentación
si quedaran en él,[2] y por esta razón se las elimina por medio de una
operación que se llama defecación, y tiene lugar en[3] calderas grandes
de cobre.
Jadeaban los caballos al avanzar por la empinada cuesta, y el vapor de
sus cuerpos sudorosos calentaba a los jinetes, algunos de los cuales
buscaban también este beneficio en el cigarro cuya punta brillaba como
una luciérnaga.
Justamente, al cruzar tercera ó cuarta vez{14-1} por delante del balcón,
apareció en él la gentil chiquita, que al verme hizo un movimiento de
sorpresa, acompañado de una mueca encantadora, se echó á reÃr y se
ocultó de nuevo.
Por
cada millón del comercio de este último paÃs con la Argentina, hay que
contar dos entre el Brasil y Alemania, paÃs con el que, a su vez, el
Uruguay comercia en una escala tres veces mayor que lo hace con[33] la
Argentina.
voz, _f._, voice, tone, sound, cry, word; á grandes voces, in a loud
voice; loudly; á -- herida, in clanging tones; á media --, in a low
tone; softly; á toda --, at the top of their voices; dar una gran --,
to call out loudly.
A la mañana siguiente le encontraron al pié del 5
dique, pálido y sin conocimiento,[159] pero con las manos
heróicamente metidas en el agujero, detrás del cual
rugÃa el mar como una fiera contrariada.
Del ensayo resultó que para evitar el pronombre daba la pobrecilla
infinidad de rodeos y se metÃa en una serie interminable de perÃfrasis:
si se aventuraba á dirigirme un tú, lo hacÃa bajando la voz y pasando
como sobre ascuas.
una mujer blanca, hermosa y frÃa, como esa mujer de piedra que parece
incitarme con su fantástica hermosura, que parece que oscila al compás
de la llama, y me provoca entreabriendo sus labios y ofreciéndome un
tesoro de amor...
Él solo tiene más
ducados de oro en sus arcas que soldados mantiene nuestro señor el rey
Don Felipe;[1] y con sus galeones podrÃa formar una escuadra
suficiente á resistir á la del Gran Turco....[2]
[Footnote 1: Don Felipe.
Rogamos al señor decano del Hospital Provincial que tome medidas para
que no se repitan estos hechos escandalosos.»
Dejé caer el periódico de las manos, y fuà acometido de una risa
convulsiva que degeneró en ataque de nervios.
una mujer blanca, hermosa y frÃa, como esa
mujer de piedra que parece incitarme con su fantástica hermosura, que
parece que oscila al compás de la llama, y me provoca entreabriendo
sus labios y ofréciendome un tesoro de amor....
El doctor se abrió paso como pudo[7] hasta que consiguió llegar a la
reja que limita el recinto destinado a las operaciones, vulgo
«rueda.»[8] Agolpábase a aquella reja una multitud ansiosa, estremecida
por corrientes eléctricas.
En Caracas, capital de la república,
hay una estatua del gran navegante que señala
con el dedo hacia el oriente, donde llegó en su cuarto
viaje y puso el pie por primera vez[371] en territorio 10
venezolano.
II
¡Toda de blanco vestida,
toda blanca
sobre un banco de violetas
reclinada
te veÃa,
y a las rosas moribundas y a ti una luz tenue y diáfana
alumbraba
luz de perla diluida
en un éter de suspiros y de evaporadas lágrimas!
La misma agrega: «Usaba un bigote negro, esmeradamente cuidado, pero que
no cubrÃa completamente una expresión ligeramente contraÃda de la boca y
una tensión ocasional del labio superior, que se asemejaba a una
expresión de mofa.
Lo que es de ese género, tengo yo más de un
millar, un verdadero serrallo, en San Juan de los Reyes; serrallo que
desde ahora pongo á vuestra disposición, ya que, á lo que parece, tanto
os da de una mujer de carne como de piedra.
Lo que es de ese género, tengo yo más de un
millar, un verdadero serrallo, en San Juan de los Reyes; serrallo que
desde ahora pongo á vuestra disposición, ya que, á lo que parece,
tanto os da de una mujer de carne como de piedra.
Pocos dÃas después les{85-1} dijo una mañana temprano la cabra á sus
chivitas:--Voy al monte por una carguita de leña; vosotras encerráos,
atrancad bien la puerta, y cuidado con no abrir á nadie; porque anda por
aquà el Carlanco.
Sin embargo, una evolución significativa ha tenido lugar en la
Argentina, donde la Facultad de Medicina es la más frecuentada de las
que componen la Universidad de Buenos Aires, que es a su vez la más
grande de la América latina.
Alonso y Lope, el uno estrujando en silencio entre sus manos el
birrete de terciopelo, cuya pluma arrastraba por la alfombra, y el
otro mordiéndose los labios hasta hacerse brotar la sangre, se
clavaron una mirada tenaz é intensa.
Aquellos
ojos sin luz parecÃan decirle: «Perdona si me han faltado las fuerzas,
si no he podido llevarte el dinero hasta tu casa: ya lo ves, la culpa no
es mÃa.» Pablo permaneció una hora arrodillado junto al cadáver de su
perro.
Ellos se dan cuenta de[11] lo que sufro y lucho por la
libertad de nuestra pobre patria.» Luego fuimos a tomar el té a casa de
una su[12] amiga, dama inteligente y afectuosa, que le ayudaba mucho en
sus trabajos de revolucionario.
En
la narración de la metempsÃcosis de Ligeia hay una definición de Dios,
tomada de Granwill, que parece ser sustentada por Poe: Dios no es más
que una gran voluntad que penetra todas las cosas por la naturaleza de
su intensidad.
Era una beata del tercero ó cuarto orden, muy sincera y
humildita, siempre dispuesta á obedecer sin réplica los mandatos de las
de alta categorÃa, casi todas señoras muy autoritarias y gazmoñas, que
hacÃan y deshacÃan á su antojo.
Mi primer movimiento fué arrojarme á la puerta para cerrar el paso,
pero al asir sus hojas, sentà sobre mis hombros una mano formidable
cubierta-con un guantelete, que después de sacudirme con violencia me
derribó sobre el dintel.
Un lecho de madera tallada, algunas
sillas de tapicerÃa floreada, una cómoda, un lavabo y algunos cuadros se
veÃan en la pieza, todo cubierto de polvo, señal evidente de que aquella
parte de la casa estaba abandonada por completo.
Yo he sentido en una orgÃa arder mis labios y mi cabeza; yo he sentido
este fuego que corre por las venas hirviente como la lava de un
volcán, cuyos vapores caliginosos turban y trastornan el cerebro y
hacen ver visiones extrañas.
à cada nueva ocurrencia de su padre, Constanza fijaba sus ojos en el
atribulado Garcés y rompÃa á reir como una loca, en tanto que los
otros servidores esforzaban las burlas con sus miradas de inteligencia
y su mal encubierto gozo.
à mas de Esteban, lo dan por seguro
otros varios pastores, que juran haberla visto más de una vez, y con
ayuda de los cuales espero en Dios y en mi patrón San Huberto que
antes de tres dÃas, viva ó muerta, os la traeré al castillo.
Acudieron los fontaneros, y encontrando los zapatos se los llevaron al
Gobernador, el cual mandó reducir a prisión a su dueño y pagar una multa
más crecida aún que las dos anteriores, entregando, no obstante, los
zapatos a TamburÃ.
El
puerto de La Guaira era anteriormente una rada abierta
pero en la actualidad hay un rompeolas de hormigón
muy sólido que proporciona un muelle seguro a los 30
muchos vapores que hacen escala[373] allÃ.
En el momento en que estaban lidiando el toro de
muerte, un vecino, de muchos años y de mucho entendimiento, vió á la
madre del torero arrodillada á los pies de un Santo Cristo muy milagroso
que se veneraba en una calle del pueblo.
Entretenido con su monólogo acababa de tropezar en firme contra una
piedra, y como llevaba el pie desnudo en flexible sandalia, se lastimó
no poco los dedos y aun creyó ver estrellas por el aire, sin que hubiese
anochecido todavÃa.
Frente al balcón, vestido de rosas blancas, por donde en el
ParaÃso asoma tu faz de generosos y profundos ojos, pasan tus hermanas y
te saludan con una sonrisa, en la maravilla de tu virtud, ¡oh, mi ángel
consolador; oh, mi esposa!
La cosa no es fácil de resolver a dos tirones.[8] Pero, dejando
de lado toda consideración basada en las condiciones actuales del
mercado, me inclinarÃa a creer que el cacao de Santo Domingo puede tener
una ventaja sobre los otros.
Se acercan al rÃo, cruzan el puente entre un
redoble de cascos[1]; salen a una planada cubierta de árboles frutales,
en donde el rÃo Blanco y el rÃo Negro se encuentran, se abrazan,
confunden sus aguas en el estrépito de sus ondas.
si en la soledad hay algunos genios que se recreen en contemplar
las bellezas salvajes de una naturaleza vigorosa, magnÃfica y fecunda,
yo les pido que sean propicios para vosotros, y que os preserven de la
barbarie de los hombres.
Yo he
sentido en una orgÃa arder mis labios y mi cabeza; yo he sentido este
fuego que corre por las venas hirviente como la lava de un volcán,
cuyos vapores caliginosos turban y trastornan el cerebro y hacen ver
visiones extrañas.
Cuando el joven acabó de hablarle, sus labios se removieron como para
pronunciar algunas palabras, pero sólo exhalaron un suspiro, un
suspiro débil, doliente, como el de la ligera onda que empuja una
brisa al morir entre los juncos.
Hombres, mujeres y chiquillos nos seguÃan con mirada
ansiosa, lanzando gritos de satisfacción al ver como nuestra barca,
haciendo un último esfuerzo, se adelantaba cada vez más á su
perseguidor, llevándole una media hora de ventaja.
Ya se concibe, pues, que la instalación de una
gran mesa de convite era un acontecimiento en aquella casa; asà que se
habÃa creÃdo capaz de contener catorce personas, que éramos, una mesa
donde apenas podrÃan comer ocho cómodamente.
Un silencio de muerte reinaba á su alrededor; un silencio que sólo
interrumpÃa el lejano bramido de los ciervos, el temeroso murmullo de
las hojas, y el eco de una campana distante que de vez en cuando traÃa
el viento en sus ráfagas.
En la conversación familiar, y cuando desea mostrarse cariñoso, sea con
los que están presentes o con algún amigo cuyo recuerdo le asalta,
emplea términos de su invención o diminutivos que dan una flexibilidad
singular a las palabras.
Huérfana también de
padre, sin protección de parientes ni de amigos, las autoridades
tuvieron que buscarle acomodo, y asà le cupo en suerte ir á parar á casa
de una tÃa de mi madre, señora principal y rica que la tomó bajo su
amparo.
La riqueza forestal del Brasil 10
apenas si ha sido todavÃa tocada, y se dice que no hay
otra región del mundo que contenga una variedad tan
grande de maderas útiles y ornamentales, asà como
plantas medicinales.
Por último,
serÃa una omisión imperdonable[3] olvidar en esta descripción un lazo de
cuero que al lado derecho de la montura pendÃa de una ojalera de lo
mismo[4]; primorosamente calada y laboreada con pespuntes y botoncillos
blancos.
Uno
de sus rizos caÃa sobre sus hombros, deslizándose entre los pliegues
del velo como un rayo de sol que atraviesa las nubes, y en el cerco de
sus pestañas rubias brillaban sus pupilas como dos esmeraldas sujetas
en una joya de oro.
y ná: al dÃa siguiente cogió una cafetera que no se podÃa
lamber.{172-3} Yo la he dao aguardiente cocÃo con pólvora, que icen que
es bueno pa tomar ripunancia á la bebida, y á esta condená paece{172-4}
que le gusta más desde entonces.
Buscaron flores naturales; mas no
hallándolas, por ser tan impropia de ellas la estación, tejieron una
linda corona con flores de tela, escogiendo las más bonitas y las que
más se parecÃan á verdaderas rosas frescas traÃdas del jardÃn.
LA CASA DONDE MURIÓ
I
Camino del pueblo de B..., situado cerca de la capital de una provincia
cuyo nombre no hace al caso, Ãbamos en un carruaje, tirado por dos
mulas, Cristina, su madre, Fernando el prometido de la joven, y yo.
La tÃa del joven no me agradó; era una señora de unos cincuenta años,
alta, delgada, con ojos grises muy pequeños, nariz larga que se
inclinaba hacia su barba puntiaguda, y cabellos casi blancos recogidos
en una gorra de color obscuro.
Se debió un aumento
considerable de la población a la importación de africanos
en los principios del Brasil, para formar base de
una población de trabajo, y la mezcla de la sangre de
aquéllos se nota en las regiones del norte.
Además,
esas repúblicas han perfeccionado los métodos de cultivo y ya se aprecia
en ellos la acción de los plantadores inteligentes, quienes hacen una
elección prolija de las semillas y atienden a las condiciones del suelo
y del clima.
Como las flores formaban casi cÃrculo, y las niñas se
agrupaban en medio, podÃa compararse la vista que ofrecÃan, á aquellos
cuadros flamencos y estampas francesas, en que pintan un grupo de genios
ó de niños en una guirnalda de flores.
Después de acostar á
mi nieta, que entonces tenÃa tres años y hoy es una moza gallarda,
rubia, metida en carnes, de esas que á usted le gustan (yo bajé los
ojos modestamente y bebà un trago de cerveza), me iba á hacer la
tertulia á Da.
Este fanal se
enciende todas las noches, y como su luz recibe considerable aumento con
la ayuda de lentes y de grandes reflectores, puede ser vista á una
distancia considerable, y guiar de esta manera á los navegantes durante
la noche.
No sé si atendió a la riña;
Pero el domingo siguiente,
Paseando el niño inocente
Por una fértil campiña,
Vió por una valla o puerta
Que una mula trabajaba
En una noria, y sacaba
El riego de aquella huerta.
Sus compañeras fueron una tras otra desamparando la casa,
la una porque encontró marido, la otra para ir á buscarse la vida en
otro lado; ella sola continuó sirviendo á mi tÃa con una fidelidad
canina, hasta la muerte de la buena señora.
Ante aquel contraste
De vida y misterios,
De luz y tinieblas,
Medité un momento:
«_¡Dios mio, qué solos
se quedan los muertos!!_»
De la casa en hombros
Lleváronla al templo,
Y en una capilla
Dejaron el féretro.
Figuraos un bosque de gigantes palmeras de
granito que al entrelazar sus ramas forman una bóveda colosal y
magnÃfica, bajo la que se guarece y vive, con la vida que le ha prestado
el genio, toda una creación de seres imaginarios y reales.
Flanquean los ángulos del castillo cuatro torres cuadradas, las cuales
asà como las murallas de todo el recinto, están coronadas de bien
formadas almenas, que se alÃnean uniformes, firmes y sin mella, como los
dientes de una hermosa boca.
La Avenida de RÃo 20
Branco, de una milla de norte a sur, al través del centro
de la ciudad, es una espléndida vÃa pública delineada por
imponentes edificios públicos y casas particulares o de
comercio.
La tristeza le tenÃa dominado y abatido de tal suerte,
que apenas despegaba los labios; pasaba las horas componiendo una gran
misa de _requiem_, que contaba se tocase por la caridad del párroco en
obsequio del alma de su difunto padre....
Pero los mozos, asà hacÃan caso de sus lamentos
como yo de la lluvia cuando estoy bajo techado.--Yo soy una pobre
vieja que no he hecho daño á nadie: no tengo hijos ni parientes que me
vengan á amparar; ¡perdonadme, tened compasión de mÃ!
Un documento relativo a una venta de géneros, que
lleve las firmas del aceptante o de su inmediato deudor y el endoso de
la persona que lo negocie, se considera como un pagaré y se descuenta a
un plazo variable, cuyo lÃmite es seis meses.
El ser[15] doctor es una aspiración
general en ellos; con que[16] quien no es[17] médico,[18] abogado[19] o
ingeniero,[20] estudia para[21] arquitecto,[22] agrimensor,[23]
dentista,[24] farmacéutico,[25] veterinario,[26] oculista,[27] etc.
Aquà tomamos un tren que en ocho horas nos conduce a Guatemala la Nueva,
capital de[42] la república, después de cruzar una fertilÃsima región
montañosa en la que abunda toda suerte de[43] plantas silvestres y
árboles de riquÃsimas maderas.
Tiene una
equivalencia legal fija con respecto al peso de oro, de
modo que un peso de papel equivale siempre a 44 10
centavos de un peso de oro, y vale, haciendo un cálculo
rápido, cerca de 43 centavos de dólar.
Cuando van
a todo correr,[8] llevan las alas tendidas hacia atrás, y mudan
frecuentemente de dirección, abriendo una de ellas, con lo que[9] el
viento les ayuda a ejecutar rápidamente estas vueltas, que frustran los
movimientos del cazador.
De Nueva 10
York parten una vez por semana vapores de pasajeros,
que hacen un servicio moderno y rápido en catorce dÃas,
siendo como de dieciséis dÃas la duración del viaje a
RÃo de Janeiro, con una parada en BahÃa.
Después de
desdoblar la madeja de seda, dejó caer[30] al pie de la
torre una de las puntas, para que la mujer atase a 25
ella el cordel, y cuando cogió el cordel se sirvió el
prisionero de[31] él para subir la soga.
Las emanaciones potentes de
la tierra penetran en los pulmones, el vigor tropical sube a la cara y,
unido a la alegrÃa de la fiesta, les enciende las sienes, los envuelve
en una atmósfera vibrante que da a las arterias pulsaciones de fiebre.
Plántase el palo en el punto más
culminante del sembrado, después de haberlo metido
dentro de una pierna de calzón hecho pedazos, cuya otra
pierna queda colgando a merced del viento, semejando
en todo a la vacÃa pierna de un inválido.
Por fin, el dÃa 10 de octubre
de 1913, el Presidente de los Estados Unidos, oprimiendo un botón
eléctrico, a una distancia de 3,000 kilómetros, hizo saltar el último
obstáculo que quedaba en el canal con una carga de 20 toneladas de
dinamita.
Caminaron los hermanos algún tiempo y al llegar a una encrucijada, donde
partÃan cuatro caminos, el hermano mayor dijo:
--Hermanos mÃos, separémonos; cada uno tome un camino, busque su fortuna
y después de un año nos reuniremos otra vez aquÃ.
Por una parte las plantaciones cientÃficamente administradas,
las poblaciones rurales saneadas, constituyen un ejemplo altamente
sugerente, y el orden que reina en esas comarcas ha ejercido una
influencia saludable en la administración pública.
V.--EL IDEAL AMERICANO
1.--AMBAS AMÉRICAS
Cuando se echó sobre el torrentoso y ancho Niágara el puente colgante[1]
que es hoy asombro de los ingenieros, la gran dificultad estaba sólo en
pasar una maroma de la una a la otra orilla.
de Clieux las reanimó
con su propia ración de agua, y en los dÃas siguientes
la partió con ellas, llegando al fin enfermo de 15
sed a la Martinica, pero salvando de una muerte segura
las dos pequeñas plantas de café.
ECONOMÃA PRÃCTICA
...Hay personas que cifran todo su orgullo en comprar barato, como le
sucede á un tÃo mÃo, hombre muy nervioso y algo irascible, que se va á
un establecimiento de paños y empieza por pedir una silla y sentarse
cómodamente.
En el 20
primero de aquellos años el Vicealmirante Villegaignon
estableció una colonia de hugonotes franceses en una
isla de la bahÃa de RÃo de Janeiro, isla que hoy lleva
su nombre, y en la que permaneció hasta el año de 1560.
Al contrario, era
hombre joven todavÃa, pues apenas andaba en los cuarenta; poco erudito y
muy despejado, de imperiosa y breve palabra, y sobradamente capaz de
sujetar y meter en cintura á un convento de frailes y también á una
horda de piratas.
X
El caballo relinchó con una fuerza que hizo estremecer el bosque, dió
un bote increÃble, un bote en que se levantó más de diez varas del
suelo, y el aire comenzó á zumbar en los oÃdos del jinete, como zumba
una piedra arrojada por la honda.
Cuando el más ágil de los lebreles llegó á las
carrascas jadeante y cubiertas las fauces de espuma, ya el ciervo,
rápido como una saeta, las habÃa salvado de un solo brinco,
perdiéndose entre los matorrales de una trocha, que conducÃa á la
fuente.
Eran grandes, con pestañas largas y un negro de azabache: el
iris acero gris, poseÃa una cristalina claridad y transparencia, a
través de la cual la pupila negra azabache se veÃa expandirse y
contraerse, con toda sombra de pensamiento o de emoción.
Los oficiales que advirtieron la taciturna tristeza de su camarada, le
sacaron del éxtasis en que se encontraba sumergido, y presentándole una
copa, exclamaron en coro:
--¡Vamos, brindad vos, que sois el único que no lo ha hecho en toda la
noche!
Los oficiales que advirtieron la taciturna tristeza de su camarada, le
sacaron del éxtasis en que se encontraba sumergido, y presentándole
una copa, exclamaron en coro:
--¡Vamos, brindad vos, que sois el único que no lo ha hecho en toda la
noche!
Soñó que en su seno engendraba una serpiente, una serpiente monstruosa
que, arrojando agudos silbidos, y ora arrastrándose entre la menuda
hierba, ora replegándose sobre sà misma para saltar, huyó de su vista,
escondiéndose al fin entre unas zarzas.
Cambiadas[29]
las ideas entre el propietario y el ingeniero o el[30] arquitecto,
éste[31] hace una licitación privada entre constructores,
distribuyendo[32] entre ellos las planillas _de_ especificaciones y de
condiciones que se hayan[33] convenido.
En
cuanto a la Argentina, como las aguas del Plata contienen mucho fango,
el centro de las regatas está algo distante de Buenos Aires, en una
región sumamente pintoresca, cruzada por canales cuyas orillas están
sombreadas por sauces y otros árboles.
Doña
Juana, la de los dientes negros y amarillos, me alarga de su plato y con
su propio tenedor una fineza, que es indispensable aceptar y tragar; el
niño se divierte en despedir á los ojos de los concurrentes los huesos
disparados de las cerezas; D.
EULALIA
VivÃa sólo en un mundo de lamentaciones y
mi alma era una onda estancada, hasta que
la bella y dulce Eulalia llegó a ser mi pudorosa
compañera, hasta que la joven Eulalia, la de
los cabellos de oro, llegó a ser mi sonriente
compañera.
La bodega de elaboración está dotada de cierta
máquina, llamada demoledora, movida a vapor y colocada sobre un gran
tanque metálico, donde se mezcla y refrigera el mosto antes de ser
llevado, mediante una bomba centrÃfuga, a la bodega de fermentación.
Mande usted que me preparen una buena cazuela de sopas de ajo con un
puñado de huevos, para hacer boca, y luego cualquiera cosilla, con tal
de que sea mucho y substancioso, y media hogaza de pan ó una, y varios
postres, y su correspondiente vino, y...
se
hallaba oportunamente comprometido para otro convite; y la señorita, que
tan bien habÃa de cantar y tocar, estaba ronca en tal disposición que se
asombraba ella misma de que se le entendiese una sola palabra,{137-2} y
tenÃa un panadizo en un dedo.
viéndose sin huida, se
arrojó al suelo, se arrastró por la tierra besando los pies de los
unos, abrazándose á las rodillas de los otros, implorando en su ayuda
á la Virgen y á los Santos, cuyos nombres sonaban en su condenada boca
como una blasfemia.
El cura, sin tener un talento sobresaliente, ni una santidad que llamase
la atención, era uno de esos sacerdotes, cuyo carácter, inclinaciones,
estudios, educación, ocupaciones y hábitos los hacen perfectamente aptos
para el desempeño de su ministerio.
En aquel
instante la nota que maese Pérez sostenÃa trinando, se abrió, se
abrió, y una explosión de armonÃa gigante estremeció la iglesia, en
cuyos ángulos zumbaba el aire comprimido, y cuyos vidrios de colores
se estremecÃan en sus angostos ajimeces.
Entre las numerosas imágenes que adornaban su
cuarto, la viejecita reverenciaba muy en particular un san Antonio de
talla, recuerdo de mi tÃa y muy milagroso, según fama, pues no habÃa
objeto perdido que no pareciese en cuanto le encendÃan una candela.
La excitación de la alegrÃa los fatiga, la tensión del entusiasmo se
afloja, la energÃa para el placer se ablanda, la voluntad se deslÃe, y
entonces un vaho de sopor, una onda de languidez y de ternura los
envuelve, los penetra, los sumerge dulcemente.
Millones de chispas de luz rojas y azules,
verdes y amarillas, volteaban alrededor de las piedras como un
torbellino de átomos de fuego, como una vertiginosa ronda de esos
espÃritus de las llamas que fascinan con su brillo y su increÃble
inquietud....
Se veÃa precisado muchas veces á tratar sus asuntos en
terrenos despoblados y solitarios, y en estas ocasiones Tony no se
separaba una pulgada de su amo, mirando siempre á la cara de la persona
desconocida, como si quisiera adivinar sus intenciones....
bueno, -a, good, kind, well, fine; una buena, a good one; a warm
reception; Noche Buena, Christmas eve; mass of Christmas eve; --s
evaugelios, some holy sayings; some of the holy Scriptures; de buen
tono, fashionable; _subst._ _m._, good man, Christian.
Cristina y su madre nos esperaban, en efecto, y juntos nos dirigimos á
casa de la tÃa de Fernando, que estaba situada en la plaza del pueblo,
haciendo esquina á una calle estrecha y sombrÃa, en la que, sin saber
por qué, entré con una profunda tristeza.
Era frecuente encontrarla en la calle llevando y trayendo floreros y
candelabros para adornar los altares, y en vÃsperas de las grandes
fiestas no volvÃa á salir de la iglesia ni para comer, afanada como una
hormiga en los preparativos de la solemnidad.
Se producen en América
dos clases de plantas de café: la común, que es igual a
la producida en Arabia, y la gigante, que parece ser
una exageración de la primera, y que se cultiva en 25
algunas regiones de Ãfrica y en el Brasil.
ya
en el otoño, como regalo de despedida, inclina hacia los niños, que le
alegraron con sus cantos y juegos todo el verano, enormes racimos de su
hermosa fruta; y después, dando sus hojas ya inútiles al viento, se
encoge y se duerme como una marmota....
No
es raro que la propiedad se extienda desde una calle hasta la que limita
la manzana por el lado opuesto, y en este caso la parte posterior está
ocupada por el huerto o fondo, como familiarmente se le llama, y donde
suele haber añosos árboles frutales.
El nuevo organista, después de atravesar por en medio de los fieles
que ocupaban las naves para ir á besar el anillo del prelado, habÃa
subido á la tribuna, donde tocaba unos tras otros los registros del
órgano; con una gravedad tan afectada como ridÃcula.
Indudablemente el artista, que es casi un dios, da á su obra un soplo de
vida que no logra hacer que ande y se mueva, pero que le infunde una
vida incomprensible y extraña; vida que yo no me explico bien, pero que
la siento, sobre todo cuando bebo un poco.
bien en[13] mencionar ese punto al tratar de la
educación, pues la _conscripción_ militar es una verdadera escuela en la
que los jóvenes de veinte años completan su educación, reciben nociones
de agricultura y se ejercitan en ciertas prácticas industriales.
Él la amaba: la amaba con ese amor que no conoce freno ni lÃmites; la
amaba con ese amor en que se busca un goce y sólo se encuentran
martirios; amor que se asemeja á la felicidad, y que, no obstante,
parece infundir el cielo para la expiación de una culpa.
Indudablemente el
artista, que es casi un dios, da á su obra un soplo de vida que no
logra hacer que ande y se mueva, pero que le infunde una vida
incomprensible y extraña; vida que yo no me explico bien, pero que la
siento, sobre todo cuando bebo un poco.
Nuestro juez no
era un polÃtico sino un artista, que por amor al[342] arte 15
se entregaba a sus tenebrosos estudios; y debÃa ser
mucha su modestia, porque es fama que nunca se le oyó
hablar una sola palabra de sus progresos en la ciencia.
Convenidos amo y
criado, encargó el primero al segundo, muy buen ginete, que enseñase á
saltar fosos á una yegua, singularmente ligera, que poseÃa, ensanchando
el foso gradualmente, hasta que llegase á tener la anchura del que
cercaba al castillo sarraceno.
La muerte reinaba en el seno de esa onda
envenenada, y en su remolino habÃa una tumba
bien hecha para aquel que pudiera beber en
ella un consuelo a su imaginación taciturna, para
aquel cuya alma desamparada pudiera haberse
hecho un Edén de ese lago velado.
The 2d and 4th are _agudos_ and
assonanced.]
[Footnote 2: This thought is developed in the first of Becquer's
_Cartas literarias á una mujer._]
XXIII[1]
Por una mirada, un mundo;
Por una sonrisa, un cielo;
Por un beso...
Estoy seguro que los niños de escuela en el
Brasil saben más acerca de la geografÃa del Japón que de Chile; y serÃa
una sorpresa encontrar un escolar boliviano que recitara con más
corrección la lista de los estados mejicanos que la de los cantones de
Suiza.
Procuró entonces reanudar el sueño, y logró conseguirlo, después de dar
vueltas y más vueltas sobre los mullidos colchones, que eran lo menos
seis ó siete, con lo que el tal lecho parecÃa un catafalco, y era
menester para escalarlo subirse antes en una silla.
Todos los dÃas se le veÃa{80-2} subir con sus compañeros á
una de las cuatro torres que flanqueaban en sus ángulos el cuadrado
castillo, para descubrir en la inmensa extensión de terreno que abarcaba
su vista, si le llegaba socorro de los suyos; ¡pero en vano!
Ahora nosotros nos hallamos[6] dispuestos a invertir dinero en una forma
más completa, estableciendo una fuerte casa en Sud América que se ocupe
de la compra de pieles, asà como también de su elaboración, en las
condiciones más perfectas que sea dable alcanzar.
En donde esté una piedra solitaria
Sin inscriptión alguna,
Donde habite el olvido,
Allà estará mi tumba?[3]
[Footnote 1: This poem is composed of hendecasyllabic verses,
mostly of the first class, and of heptasyllabic verses.
En 1833, estuve de dependiente de comercio en ValparaÃso,
ganaba una onza mensual, y de ella destinaba media para pagar al
profesor de inglés Richard, y dos reales semanales al sereno del barrio
para que me despertase a las dos de la mañana a estudiar mi inglés.
En una de las embestidas resbaló el tenedor sobre el animal
como si tuviera escama, y el capón, violentamente despedido, pareció
querer tomar su vuelo como en sus tiempos más felices, y se posó en el
mantel tranquilamente como pudiera en un palo de un gallinero.
Lloro la vida
que me huye: cuando el cielo se corona de rayos de luz, y la tierra se
viste de verdura y de flores, y el viento trae perfumes y cantos de
pájaros y armonÃas distantes, y se ama y se siente una amada ¡la vida
es buena!--¿Y por que no has de vivir?
Su
entendimiento era el de un toro de ocho años y su fuerza también, sobre
todo cuando se ponÃa ó lo ponÃan colérico; por cuya razón era muy
respetado y temido, y ninguno querÃa contradecirle aunque dijese una
barbaridad, y solÃa decirlas de monumental calibre.
Tienen
estas gentes una aptitud 20
extraordinaria
para la música y el
baile, y su conversación
es pintoresca, ingeniosa
y algo propensa 25
al chiste.
A veces los agricultores de un distrito, no pudiendo tener cada uno su
propia[8] trilladora, se asocian entre sÃ,[9] formando sociedades
agrÃcolas cooperativas para comprar una máquina en común.[10]
--¿Se conoce en esas comarcas lo que aquà se llaman _options_?
Asà intentamos ahora echar un hilo sobre el
ancho abismo que separa a ambas Américas, y si una mano solÃcita del
bien[2] recoge y fija allá el otro cabo, habremos comenzado a construir
el robusto cable que debe unir la actividad intelectual de ambos
continentes.
El agua, que[166] se saca del
aljibe diariamente por medio de[167] un balde suspendido de una roldana
por una cadena, es notablemente lÃmpida y pura por lo que[168] puede
beberse de ella sin peligro y su sabor carece del dejo especial de
ciertas aguas de fuente.
El viejo creyó razonable esta observación, y entre él
y su hijo buscaron un fuerte palo, ataron el asno a él, y 15
tomando en hombros una extremidad el padre, y otra
el hijo, fueron trabajosamente cargados con la bestia
con dirección al pueblo.
Mientras haya unos ojos que reflejen
Los ojos que los miran;
Mientras responda el labio suspirando
Al labio que suspira;
Mientras sentirse puedan en un beso
Dos almas confundidas;
Mientras exista una mujer hermosa,
¡Habrá poesÃa!
No hay que hablarle, pues, de estos usos sociales, de estos respetos
mutuos, de estas reticencias urbanas, de esa delicadeza de trato, que
establece entre los hombres una preciosa armonÃa, diciendo sólo lo que
debe agradar y callando siempre lo que puede ofender.
Tan vigorosa adquisividad--unida á
una probidad de autómata y á una laboriosidad más propia de máquinas que
de seres humanos--darÃa por sà sola la clave de la estupenda suerte de
Becerro, si no supiésemos que toda planta muere si no encuentra
atmósfera propicia.
Miró á su interlocutora, y vió que era una morena de once á doce años,
de ojos como tinteros, de tupida melena negra, vestida con rico y bien
cortado ropón de franela roja, y luciendo un sombrerillo jockey de
terciopelo granate que le sentaba á las mil maravillas.
No habÃa estado en Cuba, sino en Costa Rica, donde
juntó una respetable fortuna; pero habÃa pasado muchos años en el campo,
sin comunicación apenas con Europa; escribió tres ó cuatro veces por
medio de los barcos que traficaban con Inglaterra y no obtuvo respuesta.
This beautiful woman, Galatea, became his
wife, and bore him a son called Paphos, founder of the city of that
name in Cyprus.]
--Por mi parte, puedo deciros que siempre la creà una locura; mas
desde anoche comienzo á comprender la pasión del escultor griego.
Comprendà que el camello era ciego del
ojo derecho, porque estaba intacta la hierba de ese 25
lado, y la del izquierdo se la habÃa comido al pasar,
y deduje que iba cojo, porque apenas se marcaban en
la arena las pisadas de una de sus patas.
parte, _f._, part, portion, direction; á esta --, up to now; de algún
tiempo á esta --, for some time past, for some time now; en --,
partly; en alguna --, somewhere; por mi --, for my part; por todas
--s, in every direction; everywhere; por una --, on the one hand.
Renegando entre dientes de la campana y del campanero que la toca,
disponÃame, una vez apagado aquel insólito y temeroso rumor, á coger
nuevamente el hilo del interrumpido sueño, cuando vino á herir mi
imaginación y á ofrecerse ante mis ojos una cosa extraordinaria.
Los esposos que asà trataban al triste padre tenÃan 10
un hijo de cuatro años, y un dÃa le vieron muy afanado
tratando de[97] ahuecar un trozo de madera, al que
habÃa redondeado ya por el exterior dándole toscamente
la forma de una escudilla.
No es
lo mismo encontrarlos en una grande altura, que verlos allÃ[2] al nivel
del mar, rodeados de vegetación, en medio de una temperatura agradable,
como la de un dÃa plácido de primavera, y donde parecerÃa que la nieve
no pudiera conservarse sino breves instantes.
Después de las once, y
cuando estaba la ciudad en plena[3] tiniebla, embozóse el virrey en su
capa y salió de Palacio.[4]
A poco andar[5] tropezó con una ronda; mas reconociéndolo el capitán, lo
dejó seguir tranquilamente, murmurando:--Vamos, ya pareció aquéllo[6]!
La popa estaba lisa y en los costados ni una
señal del número de filiación y nombre de la matrÃcula, un ser
desconocido que se morÃa entre aquellas otras barcas orgullosas de sus
pomposos nombres, como mueren en el mundo algunos, sin desgarrar el
misterio de su vida.
Sinforoso que el de los pájaros se sentaba en una silla para
alimentar al loro con más comodidad, él se sentó también á la entrada de
la tienda, y allà se estuvo cerca de una hora, diciendo de vez en
cuando:
--Conque ya lo sabe usted: dos pesetas y un perro grande.
Terminaba ño Neira de responder y ya le caia una nueva pregunta encima,
y si él tenia placer en contestarnos, no lo tenÃamos menor nosotros en
oir su lenguaje espresivo, su peculiar manera de comerse las palabras, y
hasta el colorido especial con que lo revestia todo.
Y esto diciendo llevóse la copa á los labios, y después de
humedecérselos con el licor que contenÃa, le arrojó el resto á la cara,
prorrumpiendo en una carcajada estrepitosa al ver cómo caÃa el vino
sobre la tumba goteando de las barbas de piedra del inmóvil guerrero.
Por la tarde el criado
habÃa dejado inadvertidamente abierta la ventana del gabinete; ésta,
como es sabido, daba á una calle estrecha, y en la casa de enfrente, en
una pobre habitación, se hallaba el cadáver de aquella joven
desconocida, velado por la madre de Teresa.
Y esto diciendo llevóse la copa á los labios, y después de
humedecérselos con el licor que contenÃa, le arrojó el resto á la
cara, prorrumpiendo en una carcajada estrepitosa al ver como caÃa el
vino sobre la tumba goteando de las barbas de piedra del inmóvil
guerrero.
Sobre una de estas rocas, sobre una que parecÃa próxima á desplomarse
en el fondo de las aguas, en cuya superficie se retrataba temblando el
primogénito de Almenar, de rodillas á los pies de su misteriosa
amante, procuraba en vano arrancarle el secreto de su existencia.
Y seguà adelante
murmurando: «¡Qué chiquilla tan mona!{18-2} ¡Lástima será que se la
lleve un tunante!» Después me puse á reflexionar en lo fácil que{18-3}
me hubiera sido jugar una mala pasada al alcalde y alzarme con el
cargo;{18-4} pero no; hubiera sido una felonÃa.
Al llegar aquà no hubo ya dormilones, indiferentes ni medio dormidos;
antes, cada cual abrÃa los ojos como una liebre, fijándolos en el orador
con cierta expresión de asombro y de lástima propia de quien contempla á
un hombre que repentinamente acaba de perder el juicio.
Como
yo habÃa oÃdo que el aguardiente es bueno pa quitar el dolor de barriga,
poniendo por fuera unos paños bien empapaos en ello, calenté en una
sartén como medio cuartillo; y cuando estaba casi hirviendo, llevélo asÃ
á la cama onde se estaba revolcando la muy bribona.
La madre oÃa sin
cesar la encantadora media lengua de Celinina, diciendo las cosas al
revés, y haciendo de las palabras de nuestro idioma graciosas
caricaturas filológicas que afluÃan de su linda boca como la música más
tierna que puede conmover el corazón de una madre.
The past participle of
=morir= is used instead of that of =matar= when that which is killed is
a person.]
[Note 301: =soltar una carcajada=, _to burst out laughing_.]
=EJERCICIOS=
=Cuestionario=
Háganse contestaciones en español a las preguntas que siguen.
IV
Tú, noble caballero, tal vez al resplandor de un relámpago; tú, pastor
errante, calcinado por los rayos del sol; tú, en fin, hermosa niña,
cubierta aún con gotas de rocÃo semejantes á lágrimas, todas habréis
visto en aquel santo lugar una tumba, una tumba humilde.
La destructora acción de los años, que ha cubierto de orÃn el metal,
ha roto y carcomido la piedra de este monumento, entre cuyas
hendiduras crecen algunas plantas trepadoras que suben enredándose
hasta coronarlo, mientras una vieja y corpulenta encina le sirve de
dosel.
Sabiendo que los cristianos de otras poderosas naciones, se aprestaban
á partir juntos en una formidable armada[1] á un paÃs maravilloso para
conquistar el sepulcro de Nuestro Señor Jesucristo, que los moros
tenÃan en su poder,[2] se determinó á marchar en su seguimiento.
Y los átomos
de ese astro se dispersan y se convierten bien
pronto en una lluvia, de la cual las mariposas
de esta tierra, que buscan en vano los cielos
y vuelven a descender,--¡criaturas jamás
satisfechas!--nos devuelven partÃculas a veces
sobre sus alas estremecidas.
Él notó que levantaron una baldosa
detrás de una cama; que bajaron una escalera; que
llegaron a un patio; que abrieron la entrada a otra escalera;
que bajaron ésta y llegaron a otro patio; que abrieron una 55
puerta y allà estaba la princesa con dos compañeras.
Sintióse[8] el viejo muy mortificado con esta pregunta
burlona, y el otro la explicó diciendo que era una barbaridad
cargar de aquella manera a un animal tan pequeño
y débil, y les hizo ver[9] al padre y al hijo lo[10] 10
cansado que el asno estaba.
Apenas se hubo sentado, ó desplomado sobre una silla, desenvainó una
especie de colcha que le servÃa de pañuelo, se enjugó el cuello y la
cara, y á renglón seguido, por no perder la costumbre, disparó un
diluvio de necias preguntas á su amigo y huésped el benemérito Lopera.
III
¡La catedral de Toledo![1] Figuraos un bosque de gigantes palmeras de
granito que al entrelazar sus ramas forman una bóveda colosal y
magnÃfica, bajo la que se guarece y vive, con la vida que le ha
prestado el genio, toda una creación de seres imaginarios y reales.
Háblannos de Rivera el criollaje rebelde a todo yugo;
la vida campesina, modalidad de una estirpe que se va; la guitarra
rasgueada bajo el toldo de las enramadas o en las carpas de los
campamentos; la trova plebeya llena, como la flauta del dios Pan, de
selváticas armonÃas.
La
mujer no es bizca como su marido, ni morena; pero tiene los cabellos tan
cerdosos como él, y una rubicundez en la cara, entre bermellón y
chocolate, que no hay quien la resista.{163-2} Gasta saya de bayeta
anaranjada, jubón de estameña parda y pañuelo blanco á la cabeza.
En ParÃs me encerré quince dÃas
con una gramática y un diccionario, y traduje seis páginas de alemán, a
satisfacción de[11] un inteligente a quien dà lección, dejándome
desmontado aquel supremo esfuerzo, no obstante que creÃa haber cogido ya
la estructura del rebelde idioma.
Prosiguieron, pues, cruzando al azar plazas
desiertas, pasadizos sombrÃos, callejones estrechos y tenebrosos,
hasta que por último, vieron brillar á lo lejos una luz, una luz
pequeña y moribunda, en torno de la cual la niebla formaba un cerco de
claridad fantástica y dudosa.
Sobre estas columnas fundó una
administración que todavÃa no conoce rival en estos paÃses, y parte de
cuyas creaciones, como puntos luminosos han lucido hasta en las negras
horas del gobierno bárbaro que por tantos años mantuvo detenido el carro
del progreso[2] argentino....
Al oir el estupendo desenlace de tan extraña aventura, cuantos habÃa en
el corro prorrumpieron en una ruidosa carcajada, mientras uno de ellos
dijo al narrador de la peregrina historia, que era el único que
permanecÃa callado y en una grave actitud:
--¡Acabáramos de una vez!
Desde la tal mesita, y como se sube el agua
del pozo, hace subir la comida hasta la boca, adonde llega goteando
después de una larga travesÃa; porque pensar que estas gentes han de
tener una mesa regular, y estar cómodos{138-1} todos los dÃas del año,
es pensar en lo excusado.
El convento
á donde voy á conduciros no era mal local, pero hará cosa de tres ó
cuatro dÃas nos cayó aquà como de las nubes una de las columnas volantes
que recorren la provincia, y gracias que hemos podido conseguir que se
amontonen por los claustros y dejen libre la iglesia.
En cada una de esas divisiones las autoridades dirigen
los asuntos relativos a la enseñanza primaria con entera independencia y
aún con rentas propias; en otros paÃses la autonomÃa es menos completa,
y los consejos locales administran los fondos votados por el gobierno
federal.
No quiere esto
decir que[6] las desprecie, ni que de ellas se prive en absoluto; que no
es él tan descortés y mal criado[7] para negarse a comer con quien le
invita, ni a fumar un tabaco[8] cuando se le ofrece, ni a _tomar una
copa_[9] cuando haya alguno que le convide y pague.
Por suerte la demanda de carne para
tasajo no ha cesado nunca, y este hecho ha impedido se produjera[2] una
crisis en el negocio de ganado, como habrÃa sucedido si la raza criolla
se hubiera depreciado por falta de mercado al comenzar la demanda de
animales de razas superiores.
Al oir el estupendo
desenlace de tan extraiÃa aventura, cuantos habÃa en el corro
prorrumpieron en una ruidosa carcajada, mientras uno de ellos dijo al
narrador de la peregrina historia, que era el único que permanecÃa
callado y en una grave actitud:
--¡Acabáramos de una vez!
Allà era el[7] salir apresuradamente las señoritas a los balcones,
armadas de sus jarros, echando agua con una mano sobre aquellos
peripuestos donceles, y defendiéndose con la otra de los proyectiles que
ellos les arrojaban, con toda mesura,[8] a barajar, para no[9]
lastimarlas.
También
mucho depende de los cambios que la iniciativa de los plantadores
introduce en el veredicto comercial; y no serÃa extraño que el
Perú--donde recientemente se han hecho inmensas plantaciones sobre una
base cientÃfica--viera los mercados del mundo disputándose[7] su cacao.
Tiene una
área de 393,000 millas cuadradas y está limitado, por el
norte, con[370] el Mar Caribe; por el este, con la Guayana
Inglesa y el Océano Atlántico; por el oeste, con la 5
república de Colombia; y por el sur, con los Estados
Unidos del Brasil.
Principia el hombre con un paseo hacia la pareja, como para invitarla;
ella cede y le sigue; y asà a los manejos de la música, ejecutan varias
figuras en que, ya se retiran desdeñosos, ya se buscan y se acercan;
pero al tiempo de encontrarse la mujer da una media vuelta[4] y huye.
Igualmente el mate frÃo, es decir, tibio, es detestable, sólo sirve para
producir dolores de vientre.[3]
Sin embargo, la misma yerba puesta en maceración con agua frÃa, nos da
una bebida agradable que no tiene los inconvenientes del mate frÃo y que
lleva el nombre de _tererere_.
ilusiones,[35] pues esa aspiración es nada menos
que[36] la de mantenerse separados, distintos; la de crear una
conciencia nacional; la de preparar y consolidar tradiciones propias que
definan y circunscriban esas nacientes nacionalidades y les dé una
fisonomÃa y una personalidad.
Se celebraba la fiesta de la Virgen; su
imagen, colocada en el altar mayor sobre un escabel de oro, resplandecÃa
como una ascua de fuego; las notas del órgano temblaban dilatándose de
eco en eco por el ámbito de la iglesia, y en el coro los sacerdotes
entonaban el _Salve, Regina_.
Un domingo, su hermana mayor, que le querÃa mucho, obtuvo permiso de los
labradores, á quienes servÃa de pastora, para ir á ver al desdichado
enfermito, y le trajo una florecita azul que habÃa cogido en el campo, y
que por casualidad habÃa salido de la tierra con una parte de raÃz.
Y esa fué la razón por la cual, hace ya bastante
tiempo, en ese reino más allá de la mar
un soplo descendió de una nube, y heló a mi
bella Annabel Lee; de suerte que sus padres
vinieron y se la llevaron lejos de mà para encerrarla
en un sepulcro, en ese reino más allá de
la mar.
Y luego agregó en tono grave:--Y si
las relaciones internacionales no se organizan[43] de acuerdo con el
ideal universal de paz, mucho me temo[44] que la América toda, y no sólo
la del norte, necesite una marina de guerra bastante poderosa para
defender su independencia económica.
Lamentos, palabras, nombres,
cantares, yo no sé lo que he oÃdo en aquel rumor cuando me he sentado
solo y febril sobre el peñasco, á cuyos pies saltan las aguas de la
fuente misteriosa para estancarse en una balsa profunda, cuya inmóvil
superficie apenas riza el viento de la tarde.
Muy cerca de allÃ, dos
enormes barcas de Boston descargan también harina
de trigo y de maÃz en abundancia fabulosa, y en diversas 15
partes del muelle y de la bahÃa descargan a la vez
como una docena de buques más, casi todos procedentes
de los Estados Unidos.
Torres Caicedo_ (COLOMBIANO)
=Palma, Ricardo= (1833-)
Si a Ossián es necesario leerlo en la montaña; a Tennyson junto a un
buen fuego, en una confortable silla inglesa; a Beaumarchais, en ParÃs;
y a Tasso, en Florencia, sostengo que a Ricardo Palma[56] hay que leerlo
en Lima.
La
llamó, sin que él mismo supiese para qué, y como la moza entrase{49-1}
al corral, de repente el indiano, al contemplarla tan linda é
indefensa--pues la mujer que lleva una herrada no puede oponerse á
demasÃas--la tomó una mano y la besó, como harÃa algún galán del teatro
antiguo.
Apenas empezó á escucharse ese ruido particular que
produce el agua que se bate á golpes ó se agita con violencia, Garcés
comenzó á levantarse poquito á poco y con las mayores precauciones,
apoyándose en la tierra primero sobre la punta de los dedos, y después
con una de las rodillas.
Llevéla, á má é{172-1} tres leguas de aquÃ, á que un señor cura, que
icen que tiene ese previlegio, la echara los Avangelios;{172-2}
leyóselos, dióme una cartilla bendecÃa y un poco de ruda, cosÃlo too en
una bolsa, colguésela al pescuezo, costóme la cirimonia al pie de un
napolión...
Pude, otra vez, admirar su hermoso
rostro, suave y varonil, curtido por todos los vientos y todas las
glorias de la América, con su ancha frente en la cual una bala dejó la
estampa de una estrella[4]; toda su expresión, simpática y genial, bajo
la sombra movediza de su gran chambergo.
De estos hombres, algunos lloraban sentados; otros
permanecÃan de pie, pálidos, inmóviles, con el sello terrible que deja
un dolor profundo sobre un organismo fuerte y varonil; otros, fingiendo
tranquilidad, trataban de ocultar con una sonrisa violenta el llanto que
asomaba á sus ojos.
El silencio era profundo, e interrumpÃanle sólo el ruido de nuestra
cabalgata, el ladrido de algún perro alarmado por él, y el canto triste
y monótono del gallo, que a largos intervalos sonaba en una lejana choza
y era contestado en otra, como el _¡alerta!_ del centinela de la
soledad.
Y no se limitan sus funciones a comprar, por ejemplo, una lata en cuatro
reales para venderla después en cuatro duros; no señor; además de esto
suele dedicarse a soldar lo despegado, remendar lo roto y a enderezar
entuertos[1] y abolladuras, siempre que[2] se le pague como
corresponde.
Celinina tuvo por
breve rato un alivio tan patente, que todos concibieron esperanzas, y
lleno de alegrÃa, dijo el padre: «Voy al punto á buscar eso.»
Pero como cae rápidamente un ave herida al remontar el vuelo á lo más
alto, asà cayó Celinina en las honduras de una fiebre muy intensa.
En este punto se detuvo el pastor un memento, tendió á su alrededor
una mirada, y prosiguió asÃ:
--¿Siente usted este profundo silencio que reina en todo el monte, que
no suena un guijarro, que no se mueve una hoja, que el aire está
inmóvil y pesa sobre los hombros y parece que aplasta?
Transportadas a nuestros paÃses,
renovaron la sangre de la literatura española, diluyeron su pesadez,
podaron sus floraciones excesivas y transformaron su aspecto, como una
mujer delicada metamorfosea en _boudoir_ propicio a la galanterÃa el
frÃo salón vetusto de un castillo con historia.
El ángel miró tristemente y durante largo tiempo aquel pobre y
abandonado sitio; pero de repente su celeste mirada fué á posarse en una
florecita azul que un rayo de sol habÃa abierto y que parecÃa sonreir á
la tierra: el ángel dejó oir un grito de alegrÃa: abatió su vuelo y fué
á cogerla.
En semejante situación de
espÃritu ¿qué sensación no deberÃa producirme una horrible palmada que
una gran mano, pegada (á lo que por entonces entendÃ) á un grandÃsimo
brazo, vino á descargar sobre uno de mis hombros, que por desgracia no
tienen punto alguno de semejanza con los de Atlante?
Entonces se aumenta considerablemente el volumen de las
aguas que se despeñan por el Salto; entonces el rÃo es una _gran manga
del diluvio_, como decÃa Chateaubriand hablando del Niágara; entonces es
cuando los amantes de la naturaleza deben ver el Salto; entonces es
cuando yo lo he visto.
See p.16, note 3.]
Tornó empero á dominarse, cerró los ojos para no verla, extendió la
mano con un movimiento convulsivo y le arrancó la ajorca de oro,
piadosa ofrenda de un santo arzobispo; la ajorca de oro cuyo valor
equivalÃa á una fortuna.[2]
[Footnote 2: equivalÃa á una fortuna.
CaÃa la flor bajo los balcones, apresurábase el caballero a levantarla,
y cuando con una amable sonrisa iba a saludar a la dueña, recibÃa en el
rostro un torrente de agua que le enceguecÃa y ahogaba, desgracia que él
trataba de disimular diciendo con toda galanterÃa:
--¡Cómo ha de ser[11]!
Convino en[125] ello el buen muchacho persa; la madre 10
entonces le fué cosiendo las monedas en el interior de
la ropa, para que pudiera llevarlas con más facilidad
sin perderlas,[126] y terminada esta operación, le dijo:
--Prométeme ahora no decir jamás una mentira.
El arzobispo hizo una señal
de asentimiento con la cabeza, y ya algunos de los fieles que conocÃan
á aquel personaje extraño por un organista envidioso, enemigo del de
Santa Inés, comenzaban á prorrumpir en exclamaciones de disgusto,
cuando de improviso se oyó en el atrîo un ruido espantoso.
Después de una lucha sangrienta
y empeñada, se enseñorearon los españoles de[355]
sus templos, riquezas y metales preciosos que poseÃan y
quedaron los indios muy pasmados[356] de la avidez con
la cual los españoles amontonaban el oro, el cual ellos 15
casi despreciaban.
La mÃa es una verdadera dama castellana que por un milagro de la
escultura parece que no la han enterrado en un sepulcro, sino que aun
permanece en cuerpo y alma de hinojos sobre la losa que la cubre,
inmóvil, con las manos juntas en ademán suplicante, sumergida en un
éxtasis de mÃstico amor.
La mÃa es una verdadera dama castellana que por un
milagro de la escultura parece que no la han enterrado en un sepulcro,
sino que aún permanece en cuerpo y alma de hinojos sobre la losa que
le cubre, inmóvil, con las manos juntas en ademan suplicante,
sumergida en un éxtasis de mÃstico amor.
Y entonces se desparramaron por el suelo una multitud de trozos de tallo
de calabacera, todavÃa verdes y chorreando jugo, mientras que el viejo
hortelano, sentado sobre sus piernas y muerto de risa, dirigÃa el
siguiente discurso al Concejal y á los curiosos:
--Caballeros: ¿no han pagado Vds.
Es el caso, que[7] el
núcleo de la colonia le era en aquellos momentos contrario; mas aquel
orador sorprendente tenÃa recursos extraordinarios, y aprovechando mi
presencia, simpática para los cubanos que conocÃan al poeta,[8] hizo de
mà una presentación ornada de las mejores galas de su estilo.
La perra dirige á la señora una mirada de infinita ternura y se pone á
lamer á los viajeros, uno por uno, hasta que llega á un fabricante de
corchos, hombre iracundo, sin fe religiosa, ni aseo personal, que al
sentirse lamido suelta un terno y quiere matar á la perra con el lÃo de
los paraguas.
Las posadas de esos caminos no son hoteles sino casas de familia, donde
siempre el que lo ha menester[3] encuentra una mesa «puesta»[4] y una
cama «tendida»[5] y corazones sencillos, cariñosos, que consideran la
hospitalidad como un favor que recibe quien lo da, como un deber
ordenado por Dios.
A 5
este fin llamó el juez a uno de sus más diestros ayudantes,
y prometióle una buena recompensa en caso
que lograse quitar el caballo, con toda la honradez y
limpieza posibles, ofreciéndole además el librarle de la
sanción de la ley, dado caso de que[344] fuese sorprendido.
Aquà una de ellas, blanca como el vellón de un cordero, sacaba su
cabeza rubia entre las verdes y flotantes hojas de una planta
acuática, de la cual parecÃa una flor á medio abrir, cuyo flexible
tallo más bien se adivinaba que se veÃa temblar debajo de los
infinites cÃrculos de luz de las ondas.
La noción de gobierno, esto es, la de una entidad tutelar y
directiva, nacida del consenso general, digna de respeto, necesariamente
fuerte y obligatoriamente honesta, empezó a entrar en el alma nacional
cuando, después de predicarla durante cuarenta años, Sarmiento la
encarnó en la Presidencia.
La
señorona estruja sus vestidos de seda con los inmundos arambeles de la
mendiga y con las calzoneras de cuero del peregrino de tierra
adentro.[3] No se puede entrar en el santuario sino a empellones[4]; no
se puede circular por la placita sino dejándose arrastrar por una
corriente inevitable.
Podemos continuar nuestro viaje en ferrocarril desde la capital hasta
Puerto Barrios, en la costa del Atlántico, donde llegamos tras de doce
horas de viaje por una región digna de ser conocida[44] _por_ lo
interesante que es[45] para el hombre de negocios a quien le atraen las
empresas agrÃcolas.
Delante de sus compañeras, más ágil, más linda, más juguetona y alegre
que todas, saltando, corriendo, parándose y tornando á correr, de modo
que parecÃa no tocar el suelo con los pies, iba la corza blanca, cuyo
extraño color destacaba como una fantástica luz sobre el obscuro fondo
de los árboles.
Inmediato á la villa, y oculto en el fondo de un espeso bosque, vivÃa
á esta sazón, en una pequeña ermita dedicada á San Bartolomé[1] un
santo hombre, de costumbres piadosas y ejemplares, á quien el pueblo
tuvo siempre en olor de santidad, merced á sus saludables consejos y
acertadas predicciones.
Pensando en esto se afligÃa Pepito, y cada vez que
se le escapaba algún sollozo dirigÃa su vista a[194] la caja
que tenÃa abierta a su lado, y la miraba con infinita
ternura, como si buscase en aquel conjunto de esmaltes
y colores una idea brillante y alegre que serenase su
imaginación.
El escritorio o biblioteca suele tener una o más mesas de trabajo, ya de
la forma clásica, ya del estilo que llaman americano, ya,
finalmente,[125] del que lleva con el nombre de escritorio de ministro,
fácil de reconocer por los dos cuerpos laterales que contienen[126]
gavetas o pequeños armarios.
Es verdad que en una gran zona del continente la cosecha es deficiente
en cantidad y pobre en calidad, razón por la cual hay que importar gran
parte del maÃz que consume la población; pero esto mismo es un aliciente
para iniciar en los paÃses menos adelantados el cultivo perfeccionado de
ese cereal.
Fray
Gómez arrancó una página de un libro viejo, dirigióse
a la ventana, cogió ligeramente al animalito, lo envolvió
en el papel, y volviéndose hacia el castellano viejo le 20
dijo:
--Tome, buen hombre, y empeñe esta alhaja; no
olvide de devolvérmela dentro de seis meses.
The form of this proper adjective is the
same for the masculine and the feminine.]
[Note 136: =de nuevo=, _again_.]
=EL FLAUTISTA DE HAMELIN=
=Palabras y plumas el viento las lleva=
Hace mucho tiempo[137] que en una ciudad de Alemania
hubo una invasión extraordinaria de ratones.
aún en el sueño veÃa cruzar, perderse y tornar de nuevo una
mujer, una mujer morena y hermosa, que llevaba la joya de oro y de
pedrerÃa; una mujer, sÃ, porque ya no era la Virgen que yo adoro y ante
quien me humillo, era una mujer, otra mujer como yo, que me miraba y se
reÃa mofándose de mÃ.--¿La ves?
aun en el sueño veÃa cruzar, perderse y tornar de nuevo una
mujer, una mujer morena y hermosa, que llevaba la joya de oro y de
pedrerÃa; una mujer, sÃ, porque ya no era la Virgen que yo adoro y
ante quien me humillo, era una mujer, otra mujer como yo, que me
miraba y se reÃa mofándose de mÃ.--¿La ves?
En algunos, el estudio del problema del
regadÃo está a cargo de comisiones permanentes y en ellos se han
levantado empréstitos de muchos millones de dólares para llevar a cabo
trabajos de largo aliento.[2] Obras para regar una extensión de dos
millones de hectáreas han dejado ya de ser[3] una novedad.
Por una
coincidencia difÃcil de explicar, dado el alejamiento y la falta de
intercambio, el pensamiento francés traducÃa casi todos los matices
nacientes del alma latinoamericana y se superponÃa tan exactamente a sus
anhelos, que en determinados casos parecÃa nacido en la región y
elaborado por ella.
Abrió un libro devoto y lo volvió á cerrar sin
haber leÃdo cuatro renglones: empezó una carta, y apenas hubo puesto
delante de sà el papel y mojado la pluma en el ancho canjilón de loza
que le servÃa de tintero, desistió de su idea y comenzó á recorrer la
celda agitado y nervioso, como tigre enjaulado.
Todos guardaron silencio, y él prosiguio asÃ:
--Yo no acertaré nunca á dar la razón; pero es el caso que la historia
de las armas vacÃas me pareció siempre una fábula tejida en favor de
algún noble personaje, á quien tal vez altas razones de conveniencia
pública no permitÃan ni descubrir ni castigar.
exclamó Lope al ver á su contrario entonces, y en otros dÃas su
mejor amigo, asombrado como él, y como él pálido é inmóvil; Dios no
quiere permitir este combate, porque es una lucha fratricida; porque
un combate entre nosotros ofende al cielo, ante el cual nos hemos
jurado cien veces una amistad eterna.
La Argentina es una de las cinco repúblicas americanas
que se han organizado de acuerdo con[283] la forma del 25
gobierno federal, siendo las otras cuatro los Estados
Unidos de América, los Estados Unidos del Brasil, los
Estados Unidos Mejicanos y los Estados Unidos de
Venezuela.
NOTES:
[Note 275: =tener una extensión=, _to have an area_.]
[Note 276: =hasta fines de=, _until the end of_.]
[Note 277: =pasar a poder de=, _to pass into the possession of_.]
[Note 278: =servir de=, _to serve as_.]
[Note 279: =alzarse=, _to be piled up_.]
[Note 280: =recién=, _recently_.
que decir
algo, claman todos.--Désele pie forzado; que diga una copla á cada
uno.--Yo le daré el pie: _à don Braulio en este dÃa._--Señores, ¡por
Dios!--No hay remedio.--En mi vida he improvisado.--No se haga usted el
chiquito.--Me marcharé.--Cerrar{143-1} la puerta.--No se sale de aquÃ
sin decir algo.
At Cerignola, Italy, on April 28, 1503, the
Spanish army under Gonzalo de Córdoba defeated the French under the
Duc de Nemours, and gained for Spain the kingdom of Naples.]
Los militares acogieron el brindis con una salva de aplausos, y el
capitán, balanceándose, dio algunos pasos hacia el sepulcro.
Mas si se desea hacer composturas o
reparaciones en los muebles, habrá que[5] ocurrir a un ebanista, ya se
trate de añadir una pieza, completar un dibujo o reponer una moldura; si
en cambio hubiera que[6] guarnecer de nuevo almohadones, sillas, sofás,
etc., proveerlos de relleno, resortes o cubiertas, Ud.
Intentaron salir de aquel apuro
Con acudir a una colmena vieja,
Y sacar el cadáver de una abeja
Muy hábil en su tiempo y laboriosa;
Hacerla con la pompa más honrosa
Unas grandes exequias funerales,
Y susurrar elogios inmortales
De lo ingeniosa que era
En labrar dulce miel y blanda cera.
La ambición vulgar de mando, los compromisos de una polÃtica interior
bastarda, y el desorden consiguiente en el manejo y empleo de las rentas
son las causas principales del descrédito, exagerado a veces por el
interés y por la pasión, que de vez en cuando[5] se une al nombre de
algunas de estas repúblicas.
EL JUEZ Y EL ESCARABAJO
=Más vale maña que fuerza=
Un juez muy sabio, que servÃa en una provincia
de España gobernada por un hombre injusto y ambicioso,
fué condenado a prisión en una torre, porque
al gobernador le molestaba el que las gentes tuviesen[23]
tanto cariño y respeto al[24] juez.
La limeña que vuelve tarumba[58] al mismo virrey en persona,
con una mirada o un chiste, la he visto ayer salir de Santo Domingo, con
los ojos como ascuas, bajo el encaje del manto, con un pie capaz de
desaparecer en la juntura de dos piedras, y aquel andar que hubiera
hecho persignarse al mismo San Antonio.
Al oir tal, hubo en la cocina
una explosión de alegrÃa, con vivas y bendiciones hiperbólicas; sólo el
pastor, viejo cano, meneó la cabeza, afirmando que el que echaba con
señores «espantaba la suerte,» de lo cual le pesó tanto al marqués, que
condenó al pastor á no llevar ni un real en los décimos consabidos.
Cuando el viaje de su protector
le lleva a Londres, la escuela del dómine Brondeby es para él como un
lugar fantástico que despierta en su sér extrañas reminiscencias;
después, en la fuerza de su genio, el recuerdo de aquella morada y del
viejo profesor han de hacerle producir una de sus subyugadoras páginas.
El secretario se habÃa puesto su cuello más almidonado y una levita
negra que le daba por[2] las pantorrillas; estaba embarazado con sus
faldones, que en cualquier movimiento se abrÃan como paracaÃdas; lucÃa
su mejor alfiler, y su anillo de chispa[3] tenÃa un compañero tan ancho
que le impedÃa doblar el dedo.
Primero sintió
ese frÃo y singular estremecimiento, precursor de la aurora; después
advirtió cierto fulgor blanquecino, cada instante más luminoso; levantó
su canto el gallo, trompeta de la mañana, y al cabo, serena y hermosa,
llena de armonÃas y resplandores, brilló con toda limpidez una magnÃfica
alborada.
Esto se
prolonga mas de lo que pensamos y he escrito á Gaspar y á Valera que
solo pagó la mitad del importe del cuadro Gaspar he sabido que salio
ayer para Aguas Buenas y tardará en recibir mi carta Valera espero
enviará ese pico pero suele gastar una calma desesperante en este
apuro recurro una vez mas á vd.
à todo esto, á fuerza de ruegos, y como pago de haber dicho la
buenaventura á todos los ladrones, pronosticándoles que no serÃan
ahorcados y que llevarÃan una vejez muy tranquila, habÃa yo conseguido
que por las tardes me sacasen{35-2} de la cueva y me atasen á un árbol,
pues en mi encierro me ahogaba de calor.
DREAMLAND
I
En una senda abandonada y triste
que recorren tan sólo ángeles malos,
una extraña Deidad la negra Noche
ha erigido su trono solitario;
allà llegué una vez; crucé atrevido
de Thule ignota los contornos vagos
y al Reino entré que extiende sus confines
fuera del Tiempo y fuera del Espacio.
Su nuera aparece en el suyo, más
desaliñada que nunca, con la cara roja como un pimiento seco y con la
crin suelta, en medio de una espesÃsima nube de humo, ¡aparición
verdaderamente infernal!; saca medio cuerpo fuera de la balaustrada, y
con voz ronca y destemplada grita, mirando al piso segundo:
--¡TÃa!...
En cuanto al 10
pobre sacristán, no sabÃa lo que le pasaba,[252] y sin atreverse
a decir esta boca es mÃa, no hacia otra cosa que
toser y limpiarse el sudor de la cara, con su pañuelo, el
cual guardó y volvió a sacar una y cien veces, atacado
por la tos, que no le dejaba principiar.
Éstos se reducÃan á formar una banda de jóvenes de buen humor,
despreocupados y poco temerosos del peligro, que desde allà en
adelante vivirÃan alegremente del producto de su valor y á costa del
paÃs, hasta tanto que Dios se sirviera disponer de cada uno de ellos
conforme á su voluntad, según hoy á mà me sucede.
Encantados los habitantes de Bellver con tan ingeniosa solución,
volvieron á reunirse en concejo, mandaron levantar una altÃsima horca
en la plaza, y cuando ya la multitud ocupaba sus avenidas, se
dirigieron á la cárcel por la armadura, en corporación y con toda la
solemnidad que la importancia del caso requerÃa.
Doña Catalina le lanzó una mirada furiosa; Fernando bajó los ojos, y
observé que sus manos temblaban; en Cristina y su madre sólo se advertÃa
una profunda compasión hacia la infeliz criatura que en lo más hermoso
de su vida, en lo más florido de su juventud, iba á abandonar esta
tierra por un mundo desconocido....
ULALUME
I
Los cielos cenicientos y sombrÃos,
crespas las hojas, lÃvidas y mustias,
y era una noche del doliente octubre
del tiempo inmemorial entre las brumas,
era en las tristes márgenes del Auber,
el lago tenebroso de aguas mudas,
ante los bosques tétricos del Weir,
la región espectral de la pavura.
VARIANT:
=No cuesta más de.=
20.--EL MATE
Aunque el arte de hacer una buena taza de té es algo sagrado, que sólo
lo hace la dueña de casa[1] en una familia inglesa, el cebar mate[2]
bien es aún más difÃcil y en algunas familias antiguas sólo lo hacÃan
sirvientes especiales llamadas cebadoras de mate.
necesita una pieza especial de mobiliario, verbigracia, una
manija para una gaveta, un candado, clavos, tornillos, o herramientas de
uso casero como un martillo, una lima, unas tenazas o alicates, ¿dónde
los compra Ud.?[4]
--Esas mercaderÃas menudas de hierro y acero se adquieren en la
ferreterÃa o quincallerÃa.
Terminado este brevÃsimo diálogo, los dos jóvenes se internaron por
una de las estrechas calles que desembocan en el Zocodover,
desapareciendo en la obscuridad como esos fantasmas de la noche, que
después de aterrar un instante al que los ve, se deshacen en átomos de
niebla y se confunden en el seno de las sombras.
Antes daba
gusto[1] bautizar a un chiquillo de uno u otro sexo, porque se celebraba
el acto como si fuera el santo del patrono de un pueblo.[2] Se invitaban
a las familias amigas y a los jóvenes habilidosos capaces de recitar una
oda si a mano viene[3]; se repartÃan monedas en cintas o en
cartulinas[4] y se bailaba.
Este drama abigarrado--estad seguro que
no será olvidado,--con su fantasma perseguido
siempre por una muchedumbre que no puede
atraparlo, en un cÃrculo que gira siempre sobre
sà mismo y vuelve sin cesar al mismo punto;
ese drama en el cual forman el alma de la intriga
mucha locura y todavÃa más pecado y horror!....
Interrumpida la conversación en este punto, los jinetes, precedidos del
guÃa, siguieron en silencio el camino adelante hasta llegar á una
plazuela, en cuyo fondo se destacaba la negra silueta del convento con
su torre morisca, su campanario de espadaña, su cúpula ojival y sus
tejados de crestas desiguales y obscuras.
Interrumpida la conversación en este punto, los jinetes, precedidos
del guÃa, siguieron en silencio el camino adelante hasta llegar á una
plazuela, en cuyo fondo se destacaba la negra silueta del convento con
su torre morisca, su campanario de espadaña, su cúpula ojival y sus
tejados de crestas desiguales y obscuras.
The even verses of the poem have the same
assonance throughout.]
[Footnote 2: radia una idea = 'there gleams some fancy.']
XIV[1]
Te và un punto,[2] y, flotando ante mis ojos
La imagen de tus ojos se quedó,
Como la mancha obscura, orlada en fuego,
Que flota y ciega, si se mira al sol.
Cifra una especie de
orgullo en rodearse de una numerosa descendencia; por una extraordinaria
condición de su naturaleza cada vez sale más rejuvenecida después de las
dolorosas pruebas de la más alta función social,--la primera en
importancia en un paÃs donde sólo el aumento de población puede
asegurar su civilización.
En el curso de un año, la playa cambiaba de vecinos; los laúdes ya
reparados se hacÃan á la mar y las embarcaciones de pesca eran armadas y
lanzadas al agua; sólo una barca abandonada y sin arboladura permanecÃa
enclavada en la arena, triste, solitaria, sin otra compañÃa que la del
carabinero que se sentaba á su sombra.
A pesar del miedo que me inspiraba aquel feroz
animal, hubiera querido entonces encontrarme con una
docena de osos, por el gusto de oÃr a mi padre llamarme
«mi valiente hijo.» 10
=EJERCICIOS=
=Cuestionario=
Contéstese en español a las preguntas que siguen.
Hallándome solo y sin recursos de ninguna especie, el diablo sin duda
debió sugerirme la idea de reunir algunos jóvenes que se encontraban
en una situación idéntica á la mia, los cuales, seducidos con las
promesas de un porvenir de disipación, libertad, y abundancia, no
vacilaron un instante en suscribir á mis designios.
El sol, según digo, estaba
al ponerse, y por detrás de la altura se descubrÃa un jirón del cielo,
rojo y encendido como la grana, sobre el que và aparecer alta, seca y
haraposa, semejante á un esqueleto que se escapa de su fosa, envuelto
aún en los jirones del sudario, una vieja horrible, en la que conocà á
la tÃa Casca.
Los conventos de monjas son raros y las
profesiones no abundan, al contrario de lo que en Chile sucede, donde
las comunidades de mujeres se multiplicaron desde el origen de la
colonia: servÃan de asilo a las mujeres, demasiado numerosas para una
población masculina constantemente diezmada por la guerra con los
Araucanos.
Los pueblos impacientes de vida, que se alejaban de la vieja
España como una bandada de adolescentes de una reunión de abuelas,
encontraron en el espÃritu cautivante y primaveral de la nación de
Enrique IV la expresión de audacia, de la ironÃa, de la precisión, de la
incredulidad y del fuego que los consumÃa interiormente.
una no puede estar en
todo.--¡Oh, está excelente, exclamábamos todos dejándonoslo en el plato,
excelente!--Este pescado está pasado.--Pues en el despacho de la
diligencia del fresco dijeron que acababa de llegar; ¡el criado es tan
bruto!--¿De dónde se ha traÃdo este vino?--En eso no tienes razón,
porque es...--Es malÃsimo.
El intrépido Hernán Cortés y aventurero
español salió de Cuba yendo en busca de tierras
desconocidas y vino a establecerse en Vera Cruz donde
fundó una colonia después de haber derrotado a sus
habitantes los aztecas, indios superiores en cultura y
civilización a todas las demás tribus que pueblan el
nuevo mundo.
Todos guardamos silencio, hasta que, transcurrido el primer momento de
estupor, le proclamamos á grandes voces nuestro capitán, ofreciéndole
una copa de nuestro vino, la cual rehusó por señas, acaso por no
descubrirse la faz, que en vano procuramos distinguir á través de las
rejillas de hierro que la ocultaban á nuestros ojos.
De cada una de las notas que formaban aquel magnÃfico acorde, se
desarrolló un tema; y unos cerca, otros lejos, éstos brillantes,
aquellos sordos, dirÃase que las aguas y los pájaros, las brisas y las
frondas, los hombres y los ángeles, la tierra y los cielos, cantaban
cada cual en su idioma un himno al nacimiento del Salvador.
En el fondo de un arco sepulcral revestido de mármoles negros,
arrodillada delante de un reclinatorio, con las manos juntas y la cara
vuelta hacia el altar, vieron, en efecto, la imagen de una mujer tan
bella, que jamás salió otra igual de manos de un escultor, ni el deseo
pudo pintarla en la fantasÃa más soberanamente hermosa.
Sábese que en el linaje del poeta hubo un bravo sir Rogerio, que batalló
en compañÃa de Strongbow, un osado, sir Arnoldo, que defendió a una
_lady_, acusada de bruja; una mujer heroica y viril, la célebre
_Condesa_ del tiempo de Cromwell; y pasado sobre enredos genealógicos
antiguos, un General de los Estados Unidos, su abuelo.
Por eso, mientras expongo este bosquejo á la consideración de los
hombres _que pueden_,{181-3} dado que se dignasen echar sobre él una
mirada, puesta mi esperanza en Dios, que es la mayor esperanza de los
desgraciados, me limito á exclamar, desde el fondo de mi corazón, con mi
tierno amigo Bustillo:
«¡Ay, SEÑOR!
Una tarde en que Chaviri estaba seguro de ser espiado, después de pasar
pacientemente una hora echando su caña en el sitio donde solÃa ponerse
para que las gentes le vieran, miró á su alrededor con gesto receloso,
levantóse, recogió su aparejo, y se fué _rÃo abajo_, donde la orilla
forma un recodo oculto entre espinos y zarzales.
Bajo los pies y por entre la yerba y
hojarasca se deslizan culebras de mil matices, haciéndose notar la
cazadora por su corpulencia y timidez, y la _lomo-de-machete_, de Ãndole
fiera, cuerpo vigoroso, coronada de cresta y armada de una sierra que
eriza sobre el lomo al avistar al hombre, lo que afortunadamente sucede
raras veces.
Después comenzaron á oirse como unos himnos distantes que entonaban
las jerarquÃas de serafines; mil himnos á la vez, que al confundirse
formaban uno solo, que, no obstante, era no más el acompañamiento de
una extraña melodÃa, que parecÃa flotar sobre aquel océano de
misteriosos ecos, como un jirón de niebla sobre las olas del mar.
Después de una introducción ó exordio elogiando el tino y la prudencia
con que habÃa resuelto el capÃtulo cuestiones delicadas, celebró que
todos los ánimos estuviesen unidos para cuanto fuese provechoso
espiritual ó temporalmente á la orden, comparándola á una gran madre
cuyo mejor adorno y corona son los buenos y virtuosos hijos.
El _herrero_ es un pájaro blanco, con la frente verdoso-cobriza, del
tamaño de una tórtola, pero menos grueso de cuerpo, y cuyo canto se
asemeja al ruido que hacen la lima y el martillo, cuando con ellos están
alternativamente limando y dando martillazos en un pedazo de lámina de
hierro: _chriiii tan_, _chriiii tan_, _chriiii tan_.
Estrada, «MartÃn Fierro es el tipo culminante del gaucho,
es decir, el producto más completo de una sociabilidad injusta,
operando sobre una naturaleza ingénitamente poderosa y activa.»
--_Noel de Lara_ (ARGENTINO)
=Isaacs, Jorge= (1837-1895)
La «MarÃa» de Jorge Isaacs,[42] el poeta colombiano, es admirable, pero
¿qué es?
Ahora bien: una región que en el corto espacio de algunos kilómetros
ofrece con frecuencia al viajero que la visita, las temperaturas de
todos los climas y todos los accidentes topográficos imaginables; una
región tal modifica incesantemente las razas, produciendo infinitos
matices, cada uno de los cuales posee aptitudes especiales.
La América del Sur se dió intelectualmente
a Francia con la ingenuidad de una virgen, se convirtió en su discÃpulo
respetuoso, la imitó hasta en sus errores y, desde lejos, modestamente,
consciente de su pequeñez, ató su destino al de aquella nación
portentosa que parecÃa reunir todas las excelencias y realizar todos los
sueños....
Si en lugar de atravesar el Titicaca hubiéramos continuado el viaje en
tren por un ramal que se desprende en dirección al sur desde Juliaca,
habrÃamos podido llegar a Arequipa (cerca de la cual se halla el
Observatorio de Harvard), y de allà a Mollendo, puerto del Perú, por
donde pasa una gran parte del comercio exterior de Bolivia.
Y cuando ya la vela estaba próxima á consumirse del todo, oyó mi
héroe á lo lejos el son de una guitarra, y luego el rasguear de otras
tres ó cuatro que venÃan haciéndole consonancia y coro; y después, y ya
más cerca, los tañedores se pararon, y una voz varonil entonó la copla
siguiente:
Es tu ventana, morena,
¡Ay!
Pedro hizo un esfuerzo para seguir en su camino, llego á la verja, y
subió la primera grada de la capilla mayor.[1] Alrededor de esta
capilla están las tumbas de los reyes,[2] cuyas imágenes de piedra,
con la mano en la empuñadura de la espada, parecen velar noche y dÃa
por el santuario á cuya sombra descansan todos por una eternidad.
Francamente, creà que
estaba loco, pero él prosiguió con igual vehemencia:
--Usted busca la frontera; pues bien, si delante de esa cruz le pide
usted al cielo que le preste ayuda, las cumbres de los monies vecinos
se levantarán en una sola noche hasta las estrellas invisibles, sólo
porque no encontremos la raya en toda nuestra vida.
Me estremecà á pesar mÃo; un frÃo glacial se apoderó de mÃ, porque al
entrar mi amigo y yo vimos clara y distintamente en la alcoba de Teresa
un lecho mortuorio, cubierto de negros paños, algunos hachones
encendidos rodeando un ataúd, en el que descansaban los yertos despojos
de una hermosa joven vestida de blanco y coronada de flores.
What airs!_
3.--EL CABALLO Y SUS ARREOS
(_a_)
El caballo era un bello animal,[1] negro como el azabache, y llevaba
sobre sus lomos una gruesa montura de pellones azules, al modo como[2]
hasta hoy la usan algunos de nuestros hombres de campo; pero tan bien
recortada y arreglada, que no se notaba en ella el menor defecto.
Mientras el niño vivió, ningún cuidado faltó á la humilde planta: él le
daba todo lo que la angosta ventana dejaba pasar de aire y de luz: y
cada noche la regaba, despidiéndose de ella con dulces palabras como de
una amiga; y la florecita azul se llenó de hojas, y fué un hermoso
adorno para el pobre tiestecillo donde la habÃan plantado.
Entonces, que tu culpa y tus despojos
La tierra guardará
Lavándote en las ondas de la muerte
Como en otro Jordán;[2]
AllÃ, donde el murmullo de la vida
Temblando á morir va,
Como la ola que á la playa viene
Silenciosa á expirar;
AllÃ, donde el sepulcro que se cierra
Abre una eternidad...
Una noche obscura, muy obscura, en que no se oÃa ni un rumor en la
tierra ni brillaba un solo astro en el cielo, los senores de la
fortaleza, engreÃdos por una reciente victoria, se repartÃan el botÃn,
y ebrios con el vapor de los licores en mitad de la loca y estruendosa
orgÃa, entonaban sacrÃlegos cantares en loor de su infernal patrono.
EL BESO
I
Cuando una parte del ejército francés se apodero á principios de este
siglo[1] de la historica Toledo,[2] sus jefes, que no ignoraban el
peligro á que se exponÃan en las poblaciones españolas diseminándose
en alojamientos separados, comenzaron por habilitar para cuarteles los
más grandes y mejores edificios de la ciudad.
Entonces aseguró un extremo de ésta en el interior
de la torre, y se fué deslizando,[32] agarrado a ella, desde
la ventana hasta el pie del muro, donde le aguardaba 5
su mujer, llena de alegrÃa y al mismo tiempo de asombro,
al pensar que un mÃsero escarabajo habÃa servido para[33]
realizar una obra tan importante.
Y por una especie de milagro que honra a los argentinos, hubiérase dicho
que los hombres se habÃan puesto de acuerdo para[12] desaparecer, poco a
poco, hasta no dejar en los palcos sino los ramilletes de damas color de
abril, de damas flores, en el gran panorama que habrÃa hecho larga y
mÃsticamente palpitar el alma del caballero Lohengrin.
Observé, no obstante, que se habÃa amortiguado un poco la viva expresión
de su fisonomÃa y que iba perdiendo aquella graciosa volubilidad del
principio.{26-3} Las sonrisas de sus labios se fueron haciendo tristes,
y por la cándida frente pasó una ráfaga de inquietud que comunicó á su
lindo rostro infantil cierta grave expresión que no tenÃa.
of_ =vestir=
=vez= _f._ time;
=una vez= once;
=tantas veces= so often;
=en vez de= instead of;
=tal vez= perhaps;
=a veces= at times;
=otra vez= again;
=muchas veces= often;
=dos veces= twice
=vida= _f._ life, living
=vieja= _f._ old woman
=viejÃsimo= very old
=viejo= old;
_m._ old man
=viendo= _pres.
Los seres incorpóreos,
turba de magos, revolotean a través de la cámara
y hacen flotar las cortinas del dosel, tan
fantásticamente, tan tÃmidamente, por encima
de tu párpado cerrado y franjeado,--bajo el cual
se esconde tu alma adormecida--que sobre
el piso, al pie del muro, sus sombras se levantan
y descienden como una ronda de fantasmas.
Belief in a series of heavenly
spheres, such as Dante describes, has characterized most mystical
philosophies.]
V
Por una escala[1] misteriosa vió bajar las almas á la tierra; vió
bajar muchas, y subir pocas.[2] Cada una de aquellas almas inocentes
iba acompañada de un arcángel purÃsimo que le cubrÃa con la sombra de
sus alas.
La catástrofe era ya segura; los
dos jóvenes habÃan ya cambiado algunas palabras en voz sorda, y
mientras que con la una mano sujetaban el guante con una fuerza
convulsiva, parecÃan ya buscar instintivamente con la otra el puño de
oro de sus dagas, cuando se entreabrió respetuosamente el grupo que
formaban los espectadores, y apareció el Rey.
exclamamos después
de mirar una última vez al fondo obscuro del despeñadero; y
santiguándonos santamente y pidiendo á Dios nos ayudase en todas las
ocasiones, como en aquélla, contra el diablo y los suyos, emprendimos
con bastante despacio la vuelta al pueblo, en cuya desvencijada torre
las campanas llamaban á la oración á los vecinos devotos.
Lo primero que apartó de sà fueron los uniformes, 10
luego volvió la espalda a los caballos, a los sables, a
los velocÃpedos, y poco a poco fué apartándose de
los demás juguetes con heróica resignación, fijando
por fin su preferencia en[191] una preciosa caja de colores,
quizá porque era el más útil de sus juguetes.
De los primeros en comenzar á reir y de los
últimos en dejarlo, fueron don DionÃs, que á pesar de su fingida
circunspección no pudo por menos de tomar parte en el general
regocijo, y su hija Constanza, la cual cada vez que miraba á Esteban
todo suspenso y confuso, tornaba á reirse como una loca hasta el punto
de saltarle las lágrimas á los ojos.
En el momento en que Constanza salió del bosquecillo, sin velo alguno
que ocultase á los ojos de su amante los escondidos tesoros de su
hermosura, sus compañeras comenzaron nuevamente á cantar estas
palabras con una melodia dulcÃsima:
CORO
«Genios del aire, habitadores del luminoso éter, venid envueltos en un
jirón de niebla plateada.
Una noche, por último, aguijoneado por la curiosidad y deseando
convencerme por mà mismo de que aquel objeto de terror nada tenia de
misterioso, encendi una linterna, bajé a las prisiones, levante sus
dobles aldabas, y no cuidando siquiera--tanta era mi fe en que todo no
pasaba de un cuento--de cerrar las puertas tras mÃ, penetré en el
calabozo.
Cuando una columna de
ataque se propone tomar un fuerte por asalto, avanza con paso ligero
despreciando la metralla que barre hileras de hombres; si unos caen
hechos pedazos, otros y otros llegan y pasan sobre los cadáveres y la
sangre, y saltan fosos, y escalan empalizadas y reductos hasta clavar su
bandera en lo más alto de la fortaleza enemiga.
El único que
hubiera podido decir algo acerca del misterioso origen de Constanza,
pues acompañó a don DionÃs en sus lejanas peregrinaciones, era el
padre de Garcés, y éste habÃa ya muerto hacÃa bastante tiempo, sin
decir una sola palabra sobre el asunto ni á su propio hijo, que varias
veces y con muestras de grande interés, se lo habia preguntado.
Figuraos un mundo de piedra, inmenso como el espÃritu de nuestra
religión, sombrÃo como sus tradiciones, enigmático como sus parábolas, y
todavÃa no tendréis una idea remota de ese eterno monumento del
entusiasmo y la fe de nuestros mayores, sobre el que los siglos han
derramado á porfÃa el tesoro de sus creencias, de su inspiración y de
sus artes.
Figuraos un mundo de piedra, inmenso como el espÃritu de nuestra
religión, sombrÃo como sus tradiciones, enigmático como sus parábolas,
y todavÃa no tendréis una idea remota de ese eterno monumento del
entusiasmo y la fe de nuestros mayores, sobre el que los siglos ban
derramado á porfÃa el tesoro de sus creencias, de su inspiration y de
sus artes.
Colocaron dentro á Celinina, sosteniendo su cabeza en
preciosa y blanda almohada, para que no estuviese en postura violenta, y
después que la acomodaron bien en su fúnebre lecho, cruzaron sus
manecitas, atándolas con una cinta, y entre ellas pusiéronle un ramo de
rosas blancas, tan hábilmente hechas por el artista, que parecÃan hijas
del mismo Abril.
Pero si grande, si imponente se presenta la catedral á nuestros ojos á
cualquier hora que se penetra en su recinto misterioso y sagrado,
nunca produce una impresión tan profunda como en los dÃas en que
despliega todas las galas de su pompa religiosa, en que sus
tabernáculos se cubren de oro y pedrerÃa, sus gradas de alfombra y sus
pilares de tapices.
Pero si grande, si imponente se presenta la catedral á nuestros ojos á
cualquiera hora que se penetra en su recinto misterioso y sagrado, nunca
produce una impresión tan profunda como en los dÃas en que despliega
todas las galas de su pompa religiosa, en que sus tabernáculos se cubren
de oro y pedrerÃa, sus gradas de alfombra y sus pilares de tapices.
Su rostro ovalado en donde se veÃa impreso el sello de una leve y
espiritual demacración, sus armoniosas facciones llenas de una suave y
melancólica dulzura, su intensa palidez, las purÃsimas lÃneas de su
contorno esbelto, su ademán reposado y noble, su traje blanco y
flotante, me traÃan á la memoria esas mujeres que yo soñaba cuando casi
era un niño.
Aunque serena, la noche fruncirá su ceño,
y las estrellas, de lo alto de sus tronos celestes,
no bajarán más sus miradas con un resplandor
parecido al de la esperanza que se concede a
los mortales; pero sus órbitas rojas, desprovistas
de todo rayo, serán para tu corazón marchito
como una quemadura, como una fiebre
que querrá unirse a ti para siempre.
El suelo es
fértil, el clima templado, la precipitación de lluvia suficiente y
oportuna para el crecimiento gradual de los cultivos; los cambios de
tiempo no son raros, pero su intensidad es limitada; los rÃos, arroyos y
lagos no escasean; y, además, el agricultor está seguro de encontrar,
siempre una napa subterránea de agua apropiada para el regadÃo.
Su expresión habitual era
soñadora y triste: algunas veces tenÃa un modo de dirigir una mirada
ligera, de soslayo, sobre alguna persona que no le observaba a él, y,
con una mirada tranquila y fija, parecÃa que mentalmente estaba midiendo
el calibre de la persona que estaba ajena de ello.--¡Qué ojos tan
tremendos tiene el señor Poe!--me dijo una señora.
Su rostro ovalado, en donde se veÃa impreso el sello de una leve y
espiritual demacración, sus armoniosas facciones llenas de una suave y
melancólica dulzura; su intensa palidez, las purisimas lÃneas de su
contorno esbelto, su ademán reposado y noble, su traje blanco y
flotante, me traÃan á la memoria esas mujeres que yo soñaba cuando
casi era un niño.
Uno de los que
componÃan el tribunal con voz lenta é insegura, le preguntó su nombre,
y todos prestaron el oÃdo con ansiedad para no perder una sola palabra
de su respuesta; pero el guerrero se limitó á encoger sus hombros
ligeramente con un aire de desprecio e insulto, que no pudo menos de
irritar á sus jueces, los que se miraron entre sà sorprendidos.
Al oir mis
pasos alzó la cabeza, y aunque la bajó de nuevo casi en seguida, no fué
tan pronto para que no hubiera observado que tenÃa una frente blanca y
pura que adornaban hermosos cabellos castaños, ojos pardos que lanzaban
miradas francas é inocentes, una boca pequeña, una nariz más graciosa
que perfecta y unas mejillas coloreadas por un suave carmÃn.
Hallábase el Sultán rodeado de todos los CadÃes de la
ciudad en el Salón del Trono, cuando se presentó TamburÃ, y, de hinojos
ante el Sultán, le dijo:
--Soberano Señor de los creyentes, soy el hombre más infortunado del
mundo; una serie inconcebible de circunstancias fatales ha venido a
causar casi mi ruina y hacer que padeciera muchos dÃas de prisión.
Pelliza_ (ARGENTINO)
=Olmedo, José JoaquÃn= (1780-1847)
La obra maestra de José JoaquÃn Olmedo[52] es, sin duda, «La Victoria de
JunÃn, Canto a BolÃvar.» Desde el principio hasta el fin[53] de ese
poema hay bellezas de primer orden, valentÃa, elevación, descripciones
felices, contrastes oportunos, y siempre una versificación armoniosa y
sostenida.
Su contrario le imitó; pero esta vez, no tan
sólo volvió á rodearlos una sombra espesisima é impenetrable, sino que
al mismo tiempo hirió sus oÃdos el eco profundo de una voz misteriosa,
semejante á esos largos gemidos del vendaval que parece que se queja y
articula palabras al correr aprisionado por las torcidas, estrechas y
tenebrosas calles de Toledo.
Allà rodearon
Sus pálidos restos
De amarillas velas
Y de paños negros.[2]
Al dar de las ánimas[3]
El toque postrero,
Acabó una vieja
Sus últimos rezos;
Cruzó la ancha nave,
Las puertas gimieron,
Y el santo recinto
Quedóse desierto;
De un reloj se oÃa
Compasado el péndulo,
Y de algunos cirios
El chisporroteo.
El de San Bernardo hizo 5
entonces grandes demostraciones de agradecimiento
y de cariño, mientras el herrero, llorando de gozo,[42] le
decÃa:
--Hiciste bien, y te lo agradezco.[43] SabÃas que
podÃas contar con[44] tu antiguo amigo, y no sólo has 10
favorecido a este perro, sino que me has dado una
mañana feliz.
La noche estaba obscura; no brillaba
una sola estrella en el cielo, ni en toda la plaza se veÃa una sola
luz; no obstante, allá á lo lejos, y en la misma dirección en que
comenzó á percibirse un ligero ruido como de pasos que iban
aproximándose, creyó distinguir el bulto de un hombre: era sin duda el
mismo á quien parecÃa[1] aguardaba con tanta impaciencia.
Ustedes se
lo podrán figurar mejor que yo pintarlo, sólo con decirles que tornaba
reclamando sus vendidos derechos, que si malo se fué, peor volvió, y
si pobre y sin crédito se encontraba antes de partir á la guerra, ya
no podÃa contar con más recursos que su despreocupación, su lanza y
una media docena de aventureros tan desalmados y perdidos como su
jefe.
Una noche sintió pasos muy quedos cerca de su cama; luego
un aliento helado sobre el rostro, al par que una voz sepulcral
murmuraba en las tinieblas: «¡Qué frÃo tengo!» Encendió la vela creyendo
que serÃa la criada que en el mismo cuarto dormÃa; pero al ver á ésta
reposando tranquila, se puso á rezar con toda calma por el ánima cuya
visita acababa de recibir.
Algunas veces[172] todo el
patio[173] está cubierto, a guisa de dosel,[174] por las hojas de las
enredaderas, que las hay de[175] vistosas flores como la Santa Rita[176]
o de exquisita fragancia[177] como el jazmÃn del paÃs.[178] Suele dar
sombra al patio un emparrado o glorieta formada[179] por plantas de vid
que se sostienen a favor de una armazón de hierro.
claro y distintamente
estas propias palabras:
_¡Por aquÃ, por aquÃ, compañeras,
que está ahà el bruto de Esteban!_
Al llegar á este punto de la relación del zagal, los circunstantes no
pudieron ya contener por más tiempo la risa, que hacÃa largo rato les
retozaba en los ojos, y dando rienda á su buen humor, prorrumpieron en
una carcajada estrepitosa.
Según ella, debÃa presentarme al dÃa siguiente en
casa, y pedirle al papá su mano: el papá dirÃa que era muy niña, pero yo
debÃa replicarle inmediatamente que no importaba nada: el papá
insistirÃa en que era demasiado pronto, pero yo le presentarÃa el
ejemplo de una tÃa, hermana de su mamá, que estaba jugando á las muñecas
cuando la avisaron para ir á casarse.
El encanto se rompió, desvanecióse todo
como el humo, y al tender en torno suyo la vista, no vió ni oyó más
que el bullicioso tropel con que las tÃmidas corzas, sorprendidas en
lo mejor de sus nocturnos juegos, huÃan espantadas de su presencia,
una por aquÃ, otra por allá, cuál salvando de un salto los matorrales,
cuál ganando á todo correr la trocha del monte.
otro, -a, other, another, else, next; alguno que --, here and there
one; a very few; some; el -- dÃa, the next day; un dÃa y --, day after
day; constantly; en --s dÃas, in other (_or_ former) days; once,
formerly; una noche y --, night after night; (el) uno y (el) --, both;
otras tantas (veces), as many (times); otra vez, again; una vez y
otra, again and again.
It hangs in the cathedral tower surrounded by eight other
bells, and surmounted by two more.]
Renegando entre dientes de la campana y del campanero que la toca,
disponÃame, una vez apagado aquel insólito y temeroso rumor, á coger
nuevamente el hilo del interrumpido sueño, cuando vino á herir mi
imaginación y á ofrecerse ante mis ojos una cosa extraordinaria.
Aunque heredero de una
mediana fortuna, no debÃa entrar en posesión de ella hasta mi mayor
edad; tenÃa muchos compañeros de estudios, pero ningún amigo; por lo
tanto, excusado es decir que, hallándome casi solo en el mundo, me
apresuré á aceptar con júbilo lo que mi padre me proponÃa, poniéndome en
camino para este pueblo con el alma inundada de dulces emociones.
Ya se extendÃan los brazos del signo de nuestra redención, ya
comenzaba á formarse la cabecera, cuando la diabólica y encendida masa
se retorcÃa de nuevo como en una convulsión espantosa, y rodeándose al
cuerpo de los desgraciados, que pugnaban por desasirse de sus brazos
de muerte, se enroscaba en anillas como una culebra, ó se contraÃa en
zigzag como un relámpago.
Después levantó la tapa
para que se oyera mejor, abrió con cuidado las puertas y ejecutó todas
las maniobras conducentes á producir una sorpresa en la casa; pero todo
ello con tal esmero, andando sobre la punta de los pies, hablando en
falsete y haciendo tantas y tan graciosas muecas, que Juan al notarlo no
pudo menos de reirse exclamando: ¡Siempre el mismo Santiago!
El pobre
compañero se revolvÃa como una lagartija, tendido en la proa, tentándose
la pierna rota, lanzando alaridos y pidiendo por todos los santos un
trago de agua: ¡para contemplaciones estaba el tiempo!{56-1} Nosotros
fingÃamos no oirle, atentos únicamente á nuestra faena, separando el
cordaje y atando á la antena la vela de repuesto, que izamos á los diez
minutos.
Su cooperación tan incesante como inteligente, a los trabajos de las más
importantes corporaciones venezolanas y de no pocas[22] extranjeras; el
decidido empeño con que ha cooperado también a que otros realizaran
labor fructuosa; la variedad de sus talentos y la amplitud de su
cultura; todo ello hace de él una personalidad conspicua, merecedora de
respeto y estimación.
DefendÃanse los hombres como podÃan, con las
manos, con los sombreros, con lo que les caÃa al alcance, pero
generalmente acababan por quedar vencidos, porque es irresistible una
carga de jugadoras de ésas que se calientan en la refriega y ya no miran
para atrás,[21] arrojando agua mientras tienen agua, y concluyendo a
jarrazo limpio[22] cuando ya no tienen con qué mojar.
III
Pocas palabras nos dijimos, era
como una confidencia Ãntima y muda;
palabras serias, pensamientos graves
que la memoria para siempre turban;
no recordamos que era el triste octubre,
que era la noche (¡noche infausta y única!)
no recordamos la región del Auber
que tanto conoció mi desventura,
ni el bosque fantasmático del Weir,
la región espectral de la pavura.
Un envoltorio
de fajina forma la caja del cuerpo, el cual se envuelve
en unas tiras que, cuando vivÃan unidas, tuvieron 5
el honor de llamarse el _fustán_ de la señora; y a la altura
de los hombros se ata en cruz una varilla flexible, para
figurar los brazos, cubriendo todo aquello con unos
jirones de poncho, de un color terro-indefinible.
A visit to
the Eastern Pyrenees from the Spanish side is much more difficult
than from France, as both traveling and hotel accommodations are
sadly lacking.]
Los blancos caserÃos que la rodean, salpicados aquà y allá sobre una
ondulante sábana de verdura, parecen á lo lejos un bando de palomas
que han abatido su vuelo para apagar su sed en las aguas de la ribera.
Apenas los oficiales dieron vista á la plaza en que se hallaba situado
el alojamiento de su nuevo amigo, éste, que les aguardaba impaciente,
salió á encontrarles; y después de cambiar algunas palabras á media voz,
todos penetraron juntos en la iglesia, en cuyo lóbrego recinto la escasa
claridad de una linterna luchaba trabajosamente con las obscuras y
espesÃsimas sombras.
Apenas los oficiales dieron vista á la plaza en que se hallaba situado
el alojamiento de su nuevo amigo, este, que les aguardaba impaciente,
salió á encontrarles; y después de cambiar algunas palabras á media
voz, todos penetraron juntos en la iglesia, en cuyo lóbrego recinto la
escasa claridad de una linterna luchaba trabajosamente con las
obscuras y espesÃsimas sombras.
Al verlos
inmóviles, desafiándose en silencio con la mirada, y decididos ambos á
no abandonar el guante que acababan de levantar del suelo, la dama
dejó escapar un grito leve é involuntario, que ahogó el murmullo de
los asombrados espectadores, los cuales presentÃan una escena
borrascosa, que en el alcázar y en presencia del rey podrÃa
calificarse de un horrible desacato.
Estos diálogos cortos iban exornados con una infinidad de miradas
furtivas del marido para advertirle continuamente á su mujer alguna
negligencia, queriendo darnos á entender entrambos á dos que estaban muy
al corriente de todas las fórmulas que en semejantes casos se reputan en
finura, y que todas las torpezas eran hijas de los criados, que nunca
han de aprender á servir.
Mis lágrimas
corrieron al ver la inocente y cándida alegrÃa con que los descendientes
de los antiguos dueños del suelo americano renuevan en una pantomima
tradicional la imagen de su destrucción, el recuerdo ominoso y amargo
del tiempo en que sus abuelos fueron casi exterminados y vilmente
esclavizados por aquellos hombres terribles, que en su concepto,
manejaban el rayo.
Para colmo de aflicción, vió la buena señora por todas partes los
objetos con que Celinina habÃa alborozado sus últimos dÃas; y como éstos
eran los que preceden á Navidad, rodaban por el suelo pavos de barro con
patas de alambre; un San José sin manos; un pesebre con el Niño Dios,
semejante á una bolita de color de rosa; un Rey Mago montado en
arrogante camello sin cabeza.
Por consiguiente es preciso que
el discÃpulo se esmere en[261] obtener desde el primer dÃa una
buena pronunciación junto con la construcción de frases,
verbos regulares e irregulares que son el baluarte de una 5
lengua y finalmente la ortografÃa, que no debiera ofrecer
para los más muchas dificultades, y vencido todo ello,
podrá gritarse, ¡Victoria!
Barbaruelo y Cabezudo acordaron enviar cada cual una comisión á
Animalejos para ver si por la intercesión del tÃo Traga-santos, á quien
habÃan dado tanta limosna para reedificar la ermita, lograban de San
Isidro que á su vez intercediese con Dios para que no cayera gota de
agua y para que cayera á cántaros, y ambas comisiones se dirigieron casi
simultáneamente á Animalejos.
Después
me hizo explicarle lo que pasaba en la escena: halló el matrimonio del
tenor y la tiple muy proporcionado, pero compadecÃa de veras al
barÃtono, á quien birlaban la novia; quedó sumamente disgustada cuando
al fin del acto el tenor se ve en la precisión de acompañar á la reina
y dejar abandonada á su futura, y declaró resueltamente que ésta era una
conducta indigna.
El rÃo, que desde las musgosas rocas donde tenÃa su nacimiento venÃa
siguiendo las sinuosidades del Moncayo á entrar en la cañada por una
vertiente, deslizábase desde allà bañando el pie de los sauces que
sombreaban su orilla, ó jugueteando con alegre murmullo entre las
piedras rodadas del monte hasta caer en una hondura próxima al lugar
que servÃa de escondrijo al montero.
HacÃale
resplandecer, reflejándose en él, la luna, que poco á poco iba saliendo
del anonadamiento en que la sume el sol; y un barco con sus blancas
velas se deslizaba silencioso sobre su tersa superficie, de tal suerte
que hubiese podido tomarse por una fantasma, si de su centro no hubiese
salido una clara y alegre voz trayendo con una sonrisa la imaginación á
la realidad.
Al
fin, haciendo un esfuerzo supremo para serenarme, pude leer la sección
de gacetillas, donde hallé una que decÃa:
"=Suceso extraño=
Los enfermeros del Hospital Provincial tienen la costumbre censurable de
servirse de los alienados pacÃficos que hay en aquel manicomio, para
diferentes comisiones, entre ellas, la de transportar los cadáveres á la
sala de autopsias.
Una vez el zagal repuesto de su turbación, le dirigió de nuevo la
palabra don DionÃs, y con el tono más serio del mundo, y fingiendo un
extraordinario interés por conocer los detalles del suceso á que su
montero se habÃa referido, le hizo una multitud de preguntas, á las
que Esteban comenzó á contestar de una manera evasiva, como deseando
evitar explicaciones sobre el asunto.
Y asÃ, tenga sabido
Que lo importante y raro
No es entender de todo, 230
Sino ser diestro en algo."
_Más vale saber una cosa bien, que muchas mal._
LOS DOS CONEJOS
Por entre unas matas
Seguido de perros 235
(No diré corrÃa)
Volaba un conejo.
VÃstome y vuelvo á olvidar
tan funesto dÃa entre el corto número de gentes que piensan, que viven
sujetas al provechoso yugo de una buena educación libre y desembarazada,
y que fingen acaso estimarse y respetarse mutuamente para no
incomodarse, al paso que las otras hacen ostentación de incomodarse, y
se ofenden y se maltratan, queriéndose y estimándose tal vez
verdaderamente.
Antojábaseme al verla tan diáfana y luminosa que no era una criatura
terrenal, sino un espÃritu que, revistiendo por un instante la forma
humana, habÃa descendido en el rayo de la luna, dejando en el aire y en
pos de sà la azulada estela que desde el alto ajimez bajaba
verticalmente hasta el pie del opuesto muro, rompiendo la obscura sombra
de aquel recinto lóbrego y misterioso.
Antojábaseme al verla tan diáfana y luminosa que no era una criatura
terrenal, sino un espÃritu que, revistiendo por un instante la forma
humana, habÃa descendido en el rayo de la luna, dejando en el aire y
en pos de sà la azulada estela que desde el alto ajimez bajaba
verticalmente hasta el pie del opuesto muro, rompiendo la obscura
sombra de aquel recinto lóbrego y misterioso.
EL BESO
POR DON GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER{145-1}
I
Cuando una parte del ejército francés se apoderó á principios de este
siglo{145-2} de la histórica Toledo, sus jefes, que no ignoraban el
peligro á que se exponÃan en las poblaciones españolas diseminándose en
alojamientos separados, comenzaron por habilitar para cuarteles los más
grandes y mejores edificios de la ciudad.
El que no sabe tomar mate, el chambón, se conoce a la legua[5]; toma el
mate de una manera tal, que si los franceses conocieran la estética del
_matero_ clasificarÃan de _gauche_; inclina demasiado la cabeza como si
se fuera a tragar la bombilla o a comerse el mate: Los carrillos se
deprimen en virtud de la presión atmosférica y arruga la cara de tal
manera que[6] causa espanto.
Sin embargo, ninguno de ellos nos lleva a la vecina
república de Honduras, y esta es la razón por la cual[54] deberemos
regresar a Acajutla para tomar el primer vapor que salga[55] para
Amapala, principal puerto de Honduras en el PacÃfico, el cual gozará de
una gran prosperidad cuando llegue a este punto el ferrocarril
interoceánico, que arranca de Puerto Cortés en el Atlántico.
Despojadas ya de sus túnicas y sus velos de mil colores, que
destacaban sobre el fondo, suspendidas de los árboles ó arrojadas con
descuido sobre la alfombra del césped, las muchachas discurrÃan á su
placer por el soto, formando grupos pintorescos, y entraban y salÃan
en el agua, haciéndola saltar en chispas luminosas sobre las flores de
la margen como una menuda lluvia de rocÃo.
Los beneficios de la influencia francesa son visibles en la literatura
latinoamericana, pues ésta cobró una flexibilidad, una amplitud, una
frescura, un atrevimiento, una independencia y sobre todo una atrayente
novedad de estilo que, aún en aquellas épocas en que la producción
literaria era insuficiente y elemental, anuncia la concisión, la
brevedad, el matiz y la fuerza de hoy.
Ésta, que se agitaba
en el fondo de las naves, con un rumor parecido al del mar cuando se
alborota, prorrumpie en una aclamación de jubilo, acompañada del
discordante sonido de las sonajas y los panderos, al mirar aparecer al
arzobispo, el cual, después de sentarse junto al altar mayor bajo un
solio de grana que rodearon sus familiares, echó por tres veces la
bendición al pueblo.
Volvà pies
atrás, bajé de nuevo hasta donde se encontraba el pastor, y mientras
seguÃamos juntos por una trocha que se dirigÃa al pueblo, adonde
también iba á pasar la noche mi improvisado guÃa, no pude menos de
preguntarle con alguna insistencia, por qué, aparte de las
dificultades que ofrecÃa el ascenso, era tan peligroso subir á la
cumbre por la senda que llamo de la tÃa Casca.
à pesar de todos los cuentos que apropósito de la armadura se
fraguaron, y que en voz baja se repetÃan unos á otros los habitantes
de los alrededores, no pasaban de cuentos, y el único más positivo que
de ellos resulto, se redujo entonces á una dosis de miedo más que
regular, que cada uno de por si se esforzaba en disimular lo posible,
haciendo, como decirse suele, de tripas corazón.
condenado engendro de Satanás, dijo éste con voz espantosa,
recogiendo la ballesta con una rapidez indecible: pronto has cantado
la victoria, pronto te has creÃdo fuera de mi alcance; y esto
diciendo, dejó volar la saeta, que partió silbando y fue á perderse en
la obscuridad del soto, en el fondo del cual sonó al mismo tiempo un
grito, al que siguieron después unos gemidos sofocados.
Cuénteme usted como pasó eso, porque
debe ser curioso, añadÃ, mostrando toda la credulidad y el asombro
suficiente, para que el buen hombre no maliciase que sólo querÃa
distraerme un rato, oyendo sus sandeces; pues es de advertir que hasta
que no me refirió los pormenores del suceso, no hice memoria de que,
en efecto, yo habÃa leÃdo en los periódicos de provincia una cosa
semejante.
Ya el cortesano combate de ingenio y galanura comenzaba á hacerse de
cada vez más crudo; las frases eran aún corteses en la forma, pero
breves, secas, y al pronunciarlas, si bien las acompañaba una ligera
dilatación de los labios, semejante á una sonrisa, los ligeros
relámpagos de los ojos imposibles de ocultar, demostraban que la
cólera hervÃa comprimida en el seno de ambos rivales.
El gabinete tenÃa una
sola ventana con vistas á la calle estrecha y sombrÃa, á la que hacÃa
esquina la casa de Fernando; enfrente de la ventana habÃa un armario de
espejo; á un lado de éste estaba la puerta de la alcoba, al otro una
mesita de escribir; algunas sillas iguales á las del dormitorio
completaban el mueblaje del gabinete que diez años antes perteneció á la
tÃa de Fernando.
RELATED WORDS:
=Pagar=; =pago=; =pago de una cuenta=; =hacer= (or =satisfacer=) =el
pago=; =satisfacer una= =deuda=; =abonar= (or =pagar=) =a cuenta=, _to
pay on account_; =abonar en oro=, =abonar en plata=, =en efectivo=, _to
pay in gold_, _in silver_, _in currency_; =hacer efectivo el pago= (or
=el cobro=), _to collect_ (or _to cash_); =hacer efectiva una letra=,
_to cash a draft_.
El Nacimiento no es una obra de arte á los ojos de los adultos; pero los
chicos encuentran tanta belleza en las figuras, expresión tan mÃstica en
el semblante de todas ellas, y propiedad tanta en sus trajes, que no
creen haya{72-1} salido de manos de los hombres obra más perfecta, y la
atribuyen á la industria peculiar de ciertos ángeles dedicados á ganarse
la vida trabajando en barro.
Los españoles en aquel entonces,[357] en lugar de valerse
de[358] la habilidad e inteligencia de sus naturales los
aztecas para formar una colonia permanente, fueron
deslumbrados por la abundancia del oro y siguieron 20
robando a los indÃgenas durante más de 300 años todos
los metales que poseÃan y no les dieron en cambio ni
educación, ni un buen gobierno.
PÉREL BONALDO
Una fosca media noche, cuando en tristes reflexiones,
sobre más de un raro infolio de olvidados cronicones
inclinaba soñoliento la cabeza, de repente
a mi puerta oà llamar:
como si alguien, suavemente, se pusiese con incierta
mano tÃmida a tocar:
«Es--me dije--una visita que llamando está a mi puerta:
eso es todo, ¡y nada más!»
¡Ah!
à poco
se esparció una voz por el lugar,--una de esas voces que parecen
formarse en las nubes, y que llegan á la tierra como aerólitos
consistentes y compactos,--de que aquel hombre, que parecido al huracán
habÃa venido sin saberse de dónde, ni á dónde iba, andaba á salto de
mata, prestado y forastero en todas partes, para burlar á la justicia
que le buscaba con objeto de echarle mano.
aullaba la
bruja; y uno de los mozos, que con la una mano la habÃa asido de las
greñas, mientras tenÃa en la otra la navaja que procuraba abrir con
los dientes, la contestaba rugiendo de cólera: ¡Ah, bruja de Lucifer,
ya es tarde para lamentaciones, ya te conocemos todos!--¡Tú hiciste
un mal á mi mulo, que desde entonces no quiso probar bocado, y murió
de hambre dejándome en la miseria!
DecÃa asÃ, en una letra inglesa, crecida, hecha con mucho
cuidado y el papel rayado para no torcer: _Tan bien ustez me gusta á mÃ
no crea que juego con muñecas era de mi ermanita._{16-2}
Aunque sonreà al leer el billete amoroso, no dejó de causarme sensación
dulce y amable, que muy pronto hizo sitio á otra melancólica, al
recordar que me estaban prohibidas para siempre tales aventuras.
Cuando se cansó de tales
maniobras, se asomó por entero y me miró fijamente por un buen rato,
cual si tratase de demostrar que no me tenÃa miedo alguno.{15-5}
Entonces se generalizó por entrambas partes un fuego graneado de
miradas, acompañado por lo que á mà respecta de una multitud de
sonrisas, saludos y otros proyectiles mortÃferos, que debieron causar
notables estragos en el enemigo.
En esos ligeros y cortados sueños de la mañana, ricos en imágenes
risueñas y voluptuosas, sueños diáfanos y celestes como la luz que
entonces comienza á transparentarse á través de las blancas cortinas
del lecho, no ha habido nunca imaginación de veinte años que
bosquejase con los colores de la fantasÃa una escena semejante á la
que se ofrecÃa en aquel punto á los ojos del atónito Garcés.
La reputación no le viene, sino muy tarde, cuando ya
las fatigas del estudio, la lucha por la vida y las torturas de las
pasiones han alterado su fisonomÃa primitiva; apenas deja sino una
máscara usada, marchita, donde cada dolor ha puesto por estigma una
magulladura o una arruga.»
Desde niño, Poe «prometÃa una gran belleza.»
Sus compañeros de colegio hablan de su agilidad y robustez.
Según colegÃa de la proximidad de las voces y del cercano chasquido de
las ramas que crujÃan al romperse para dar paso á aquella turba de
locuelas, iban á salir de la espesura á un pequeño rellano que formaba
el monte en el sitio donde yo estaba oculto, cuando enteramente á mis
espaldas, tan cerca ó más que me encuentro de vosotros, oà una nueva
voz fresca, delgada y vibrante, que dijo ...
En primer lugar
tiene para ellos una importancia militar de primera
magnitud para la nación, pues ésta podrá en caso de 10
guerra proteger ambas costas, las del PacÃfico y las
del Atlántico, sin que tenga necesidad de dar la vuelta[272]
por el estrecho de Magallanes y quizás asà se vea obligada
a construir una nueva escuadra con que proteger
una u otra costa.
He aquà el enigma que todos querÃan explicar y
que nadie podÃa resolver hasta entonces, aunque se observase desde
luego que la armadura del señor feudal habÃa desaparecido del sitio
que antes ocupara,[1] y posteriormente varios labradores hubiesen
afirmado que el capitán de aquella desalmada gavilla marchaba á su
frente, cubierto con una, que de no ser la misma, se le asemejaba en
un todo.
Otros ignoran que en ciertos paÃses las mercaderÃas
ligeras, como cintas, blusas, camisas, etc., pagan derechos con arreglo
al peso neto; y en vez de[17] remitirlas envueltas por docenas[18] en
papel liviano, puesto que el envase inmediato habrÃa de computarse en el
peso, las envÃan acondicionando cada pieza en una caja por separado, con
lo cual acrecientan enormemente los gastos de aduana.
Traspasados de dolor padre y madre, quisieron
engañarla, para que tuviese una alegrÃa en aquel instante de suprema
aflicción, y presentándole los pavos, le dijeron:--«Mira, hija de mi
alma, aquà tienes la mulita y el bueyecito.»
Pero Celinina, aun acabándose, tuvo suficiente claridad en su
entendimiento para ver que los pavos no eran otra cosa que pavos, y los
rechazó con agraciado gesto.
Los aztecas vivÃan alegres y contentos hasta la llegada 5
de los españoles los cuales, llenos de codicia por los
metales preciosos, entablaron una lucha sangrienta
contra los aztecas los cuales se defendieron valerosamente
con sus flechas, mientras que los españoles, aunque
muy pocos en proporción, hacÃan uso de cañones y 10
fusiles en sus combates.
Dulces
envueltos en cáscaras de papel rizado; mandarinas, que son los niños de
pecho de las naranjas; castañas arropadas en mantillas de papel de
plata; cajitas que contienen glóbulos de confiterÃa homeopática;
figurillas diversas á pie y á caballo: cuanto Dios crió para que lo
perfeccionase luego la Mahonesa ó lo vendiese Scropp,{74-1} ha sido
puesto allà por una mano tan generosa como hábil.
Todos, en una explosión de libertad y de entusiasmo, cantan, estallan en
carcajadas, corren por la planicie, hacen girar los caballos empapados
en sudor, remolinean en grupos apretados, arrancan a manos llenas[2]
sartales de flores, desgajan los racimos de pomarrosas, se embriagan en
la fragancia de los limoneros, se arrojan puñados de azahares, y hacen
rodar por la grama el oro de las naranjas.
Mientras esto pasaba en Barbaruelo y Cabezudo, los de Animalejos, que no
sabÃan si alegrarse ó entristecerse contemplando el aparato de lluvia
que presentaba el cielo, determinaron rogar al tÃo Traga-santos que
solicitase, por la intercesión de San Isidro, que lloviera y no
lloviera, ó lo que es lo mismo, que cayese sólo una rociada de agua, que
era lo único que necesitaba el campo de Animalejos.
Éste nace opulento y mimado en una ciudad
capital; aquél en la severa economÃa del hogar de un soldado, en una
aldea sometida al régimen monacal de la célebre sociedad de Jesús.[1]
El uno tiene por maestro y mentor a un visionario, cuya razón desgreñada
no conoce freno al apetito de las novedades[2]: el otro se educa en un
colegio austero bajo la disciplina del compás y la escuadra del
geómetra.
No obstante de que en todos
los paÃses de Sud América se desatiende la pronunciación
de las letras _c_ y _z_, especialmente cuando la _c_ va
seguida de _e_ o _i_, conviene que los inexpertos adviertan 15
que es preferible pronunciarla como la _th_ inglesa, pues
ésta es la pronunciación usada por toda la gente ilustrada
de España y de una gran parte de las Américas
españolas.
El Tuerto, oÃda esta última palabra, tumba de un sopapo á sus pies á la
delincuente, corre á la cama, revuelve las hojas de su jergón, saca de
entre ellas una botellita blanca que contiene un pequeño resto del
delatado contrabando, vuelve con ella hacia su mujer, y arrojándosela á
la cabeza en el momento en que se incorporaba, la derriba de nuevo y
salpica á los chiquillos con el lÃquido pecaminoso.
En este
último paÃs los nativos danzan el _bambuco_; en Méjico el _jarabe
tapatÃo_; en Cuba se bailan el _zapateo_, que es una derivación del
_zapateado_ andaluz y el _danzón_, que es una contradanza transformada
en su música y en su cadencia, y la _calinda_; en el RÃo de la Plata los
bailes nativos tÃpicos son el _pericón_, el _gato_, el _tango_ y el
_cielito_, siendo este último un baile cantado.
It
contains an ancient castle.]
Bellver es una pequeña población situada á la falda de una colina, por
detrás de la cual se ven elevarse, como las gradas de un colosal
anfiteatro de granito, las empinadas y nebulosas crestas de los
Pirineos.[1]
[Footnote 1: Pirineos = 'Pyrenees.' A mountain range which separates
France from Spain, and extends from the Bay of Biscay to the
Mediterranean.
PermanecÃa largas horas arrodajada en un
tapiz, herencia de mi tÃa, esperando que terminase la confesión de los
fieles, porque ella siempre se quedaba de última, para tener tiempo de
escudriñar los más ocultos repliegues de su conciencia, en busca de
algún pecadillo olvidado que poder{188-2} llevar al tribunal de la
penitencia; y es dable sospechar que más de una vez le suministré yo el
deseado pretexto.
vez, _f._, time, place, stead, turn; á la --, at (one and) the same
time; á su --, in (its, his, her, their, _or_ your) turn; alguna --,
sometimes; cada --, constantly, continually, ever; cada -- que, every
time that; whenever; cuantas veces, as often as; de -- en cuando, from
time to time; every now and then; at intervals; de una --, at once,
suddenly, abruptly wholly, once for all; ¡acabaramos de una --!
El Cántaro de la Doncella _Leopoldo Lugones_ 319
VOCABULARY 321
THE SPANISH AMERICAN READER
PART ONE
I.--LA CASA Y EL MOBILIARIO
_Uses of =se, de, un, una, uno=; Definite and Indefinite Articles_
--Los bienes raÃces pueden ser[1] adquiridos en venta particular o en[2]
subasta o[3] remate público.
Mi abuelo se lo narró á mi
padre; mi padre me lo ha referido á mÃ, y yo te lo cuento ahora,
siquiera no sea mas que por pasar el rato.[1]
***
[Footnote 1: por pasar el rato = 'to while away the time.']
I
El crepúsculo comenzaba á extender sus ligeras alas de vapor sobre las
pintorescas orillas del Segre,[1] cuando después de una fatigosa
jornada llegamos á Bellver,[2] término de nuestro viaje.
Siguióle un plato de ternera mechada, que Dios
maldiga,{139-1} y á éste otro y otros, y otros; mitad traÃdos de la
fonda, que esto basta para que excusemos hacer su elogio; mitad hechos
en casa por la criada de todos los dÃas, por una vizcaÃna auxiliar
tomada al intento para aquella festividad, y por el ama de la casa, que
en semejantes ocasiones debe estar en todo, y por consiguiente suele no
estar en nada.
Satisfizo el buen hombre mi pregunta lo mejor que
pudo, y ya me disponÃa á proseguir mi azarosa jornada, subiendo con
pies y manos y tirando de la caballerÃa como Dios me daba á entender,
por entre unos pedruscos erizados de matorrales y puntas, cuando el
pastor que me veÃa subir desde lejos, me dió una gran voz
advirtiéndome que no tomara la _senda de la tÃa Casca_, si querÃa
llegar sano y salvo á la cumbre.
San Pedro lo es de la calle Alta, ó _Cabildo de Arriba_, y la
calle del Mar, ó _Cabildo de Abajo_, está encomendado al amparo de los
santos mártires Emeterio y Celedonio,{168-2} á cuyas gloriosas cabezas,
de las que se cuenta que llegaron milagrosamente á este puerto en un
barco de piedra, ha dedicado, construyéndola á sus expensas, una bonita
capilla en el barrio de Miranda, dominando una gran extensión de mar.
La prolongada espera, llevadera al principio, resultó
insoportable al fin; asà es que los viajeros aburridos
y hambrientos, dejando sus asientos, se apearon y
fueron en busca de alguna fonda o posada donde se 5
hablara el inglés, lo cual es inútil decir que no hallaron,
pues en La Mancha el saber inglés es una _rara avis_.[166]
¡Qué habÃan de encontrar en un pueblucho de La
Mancha!
Pero al bajar la
cordillera, a medida que crece el calor cambia la vegetación; y el que
se asoma a gozar de este admirable paisaje descubrirÃa, si no se lo
impidieran los pretiles del Salto, las palmeras, los naranjos, los
entables de caña de azúcar y los trapiches del pueblo de San Antonio de
Tena, a tiempo que[1] ve las rocas de Chinchas y de Canoas coronadas por
una selva de pinos y nogales, de robles y laureles.
La posibilidad de este arreglo
depende, como es natural, de la confianza que inspire[82] cada cual.[83]
En caso de abrirse un crédito[84] al parroquiano, las compras se cargan
en cuenta[85] y ésta se liquida cada mes.[86]
--¿Y si[87] el deudor no paga?[88]
--Se acude a la justicia ordinaria, entablando una demanda contra el
insolvente.[89] El embargo y el remate judicial suelen ser el resultado
de la acción legal.
El cielo, que desde el amanecer se
mantuvo cubierto y nebuloso, comenzaba á obscurecerse á medida que el
sol, que antes transparentaba su luz á través de las nieblas, iba
debilitándose, cuando, con la esperanza de ver su famoso castillo como
término y remate de mi artÃstica expedición, dejé á Litago[1] para
encaminarme á Trasmoz,[2] pueblo del que me separaba una distancia de
tres cuartos de hora por el camino más corto.
No se da con el
Tuerto por advertido del suceso que acaba de ocurrir y del que se ha
enterado perfectÃsimamente, pues no le gusta meterse en lo que no le
importa; pero el irascible marido, que necesita dar salida al veneno que
aun le queda en el cuerpo, llama á su vecino, y de balcón á balcón
entablan este diálogo á grandes voces:
--TÃo Tremontorio, yo no puedo con esta bribona, y voy á hacer un dÃa
una barbaridá.....
Colocáronme por mucha distinción entre
un niño de cinco años, encaramado en unas almohadas que era preciso
enderezar á cada momento porque las ladeaba la natural turbulencia de mi
joven _á látere_, y entre{138-2} uno de esos hombres que ocupan en el
mundo el espacio y sitio de tres, cuya corpulencia por todos lados se
salÃa de madre de la única silla en que se hallaba sentado, digámoslo
asÃ, como en la punta de una aguja.
Ninguna
montaña en América presenta una belleza tan caracterizada como el
Cotopaxi: Su forma es enteramente la de un cono truncado de exacta
regularidad; su nieve es purÃsima, y su distribución[2] en las faldas se
hace con tanta simetrÃa, que es casi imposible contemplar, desde una
distancia tan considerable como la en que se percibe esta bellÃsima
montaña, un espectáculo más agradable, más brillante, ni[3] más
apacible.
Pero en obra destinada
Sólo al gusto y diversión, 290
Si no es varia la invención,
Todo lo demás es nada."
_La variedad es requisito indispensable en las obras de gusto._
LA ARDILLA Y EL CABALLO
Mirando estaba una ardilla 295
A un generoso alazán,
Que, dócil a espuela y rienda,
Se adiestraba en galopar.
El cultivo del
henequén constituye la industria principal del estado de 20
Yucatán en que la formación del terreno flojo sobre una
piedra caliza hace que el terreno absorba el agua de
las lluvias y que la planta del maguey de la cual se
extrae dicha fibra, crezca y se desarrolle de tal manera
que no puede compararse con la producida en otros 25
paÃses, pues la calidad es incomparable.
En el trascurso de más de tres siglos estos hijos
degenerados de una raza valiente y numerosa, ignorantes de su origen, de
sus derechos y de su propia miseria, celebran una fiesta cristiana
contrahaciendo momentáneamente los usos de sus mayores y se rÃen
representando el terror de sus padres en aquellos dÃas aciagos en que
sus opresores los aniquilaban para formar colonias europeas sobre los
despojos de una grande y poderosa nación.
Escribió á Madrid á persona de toda su confianza, encargándole que le
enviase un par de sacos de la mejor arcilla que hallase en los cerros de
San Isidro, y asà que recibió esta bendita tierra, se fué con ella á
Valladolid é hizo que le modelase un buen escultor{100-1} una buena
imagen de San Isidro, que bien cocida y pintada, llevó al señor
Arzobispo y éste bendijo, concediendo muchas indulgencias á los que
rezasen delante de ella.
que el café de Costa
Rica se ha cotizado en el mercado de Londres a precios más altos que el
de los demás paÃses de la América Central, lo que no es poco decir?[7]
--¡A quién se lo dice Ud.![8] Yo he sido vendedor de café
centroamericano, y puedo afirmar además que en los últimos años la
producción de café costarricense se ha mantenido firme, a pesar de que
en otros paÃses la superproducción trajo una baja general en los
valores.
Impulsado de un pensamiento religioso, espontáneo é indefinible, eché
maquinalmente pie á tierra, me descubrÃ, y comencé á buscar en el
fondo de mi memoria una de aquellas oraciones que me enseñaron cuando
niño; una de aquellas oraciones que, cuando más tarde se escapan
involuntarias de nuestros labios, parece que aligeran el pecho
oprimido, y semejantes á las lágrimas, alivian el dolor, que también
toma estas formas para evaporarse.
Fué más
lejos aún que Pereda, pues no se limitó su innovación a reproducir, tal
como era en el mundo real, la psicologÃa de cada personaje, sino que
llegó, subordinando las partes al todo, a una sÃntesis profunda y
suprema en que pone de relieve,[69] como un filósofo que de análisis en
disección[70] ha llegado a la meta[71] de una hipótesis compendiosa, las
leyes históricas del perÃodo más ominoso de la colonización española en
Cuba.
XI.--LA CAZA Y SUS PRODUCTOS
_Uses of the =Preterite Indicative= and =Imperfect=_
--El interés que mis hermanos[1] y yo demostramos por la caza nos viene
quizá por herencia,[2] pues nuestro padre pasó una gran parte de su vida
en Sud América, cazando animales salvajes que desolló más de una vez con
sus propias manos.[3] Nos decÃa que las selvas allà son muy espesas y
que la lucha entre las especies animales hace su caza difÃcil.
Detrás
de la cerca de limón, veo una ancha calle con doble fila de matas de
cocos, naranjas y _caimitos_; por más allá[3] se divisan los cuadros de
cafetos, cargados de blancas flores que imitan el azahar, cortados a la
misma altura y que devuelven hacia la tierra sus copiosas y redondas
ramas; sobresalen entre los cafetos las matas de plátanos, que con sus
hermosos racimos ofrecen abundoso alimento, regalo de una tierra
providencial.
Abrà los ojos según
dejo dicho: me incorporé con sumo cuidado, y poniendo atención á
aquel confuso murmullo que cada vez sonaba más próximo, oà en las
ráfagas del aire, como gritos y cantares extraños, carcajadas y tres ó
cuatro voces distintas que hablaban entre sà con un ruido y una
algarabÃa semejante al de las muchachas del lugar, cuando riendo y
bromeando por el camino, vuelven en bandadas de la fuente con sus
cántaros á la cabeza.
El pastor, convencido por las muestras de interés con que
me disponÃa á escuchar su relate, de que yo no era uno de esos señores
_de la ciudad_, dispuesto á tratar de majaderÃas su historia, levantó
la mano en dirección á uno de los picachos de la cumbre, y comenzó
asÃ, señalándome una de las rocas que se destacaba obscura é imponente
sobre el fondo gris del cielo, que el sol, al ponerse tras las nubes,
teñÃa de algunos cambiantes rojizos.
El rebaño se crÃa en libertad en una vasta extensión que no
es nunca menor de doscientas cincuenta hectáreas; por allà corre a su
guisa,[7] marcha y circula sin conocer nunca, ni aún en el invierno, el
reposo del establo; estas grandes marchas dan a la fibra de esta parte
carnosa una resistencia poco agradable y un gusto diferente de la del
carnero criado en paÃses donde la propiedad está muy dividida y donde es
de regla[8] la estabulación.
NOTES:
[Note 207: =contar diez años=, _to be ten years old_.]
[Note 208: =cuantos=, _all who_.]
[Note 209: =copiar a la pluma=, _to make a pen and ink sketch_.]
[Note 210: =ingresar en=, _to enter, to matriculate at_; used commonly
of entering an educational institution or a class.]
=LA LECCIÓN=
--Si no aprendes esa historia--
Le dijo a un niño su abuela,--
Te sacaré de la escuela
Para tirar de una noria.
Decirte que durante estos diez años el recuerdo de Teresa me ha
perseguido constantemente, serÃa faltar á la verdad; he amado á otras
mujeres, y hace cuatro años estuve á punto de casarme con una hermosa
joven; pero la desgracia hizo que un mes antes de verificarse nuestro
enlace, los padres encontrasen un pretendiente á la mano de mi amada
mejor que yo, éste me fué preferido por ellos, y la novia tuvo que
someterse á la voluntad de sus tiranos.
à la luz del farolillo, cuya dudosa claridad se perdÃa entre las espesas
sombras de las naves y dibujaba con gigantescas proporciones sobre el
muro la fantástica sombra del sargento aposentador que iba
precediéndole, recorrió la iglesia de arriba abajo y escudriñó una por
una todas sus desiertas capillas, hasta que una vez hecho cargo del
local, mandó echar pie á tierra á su gente, y hombres y caballos
revueltos, fué acomodándola como mejor pudo.
à la luz del farolillo, cuya dudosa claridad se perdÃa entre las
espesas sombras de las naves y dibujaba con gigantescas proporciones
sobre el muro la fantástica sombra del sargento aposentador que iba
precediéndole, recorrió la iglesia de arriba abajo y escudriñó una por
una todas sus desiertas capillas, hasta que una vez hecho cargo del
local, mandó echar pie á tierra á su gente, y hombres y caballos
revueltos, fué acomodándola como mejor pudo.
Ni el fuego le ataja, ni los peligros le intimidan, ni las
lágrimas le conmueven: Nunca despliega sus labios; pero cuando la
sangre humea en nuestras manos, como cuando los templos se derrumban
calcinados por las llamas: cuando las mujeres huyen espantadas entre
las ruinas, y los niños arrojan gritos de dolor, y los ancianos
perecen á nuestros golpes, contesta con una carcajada de feroz alegrÃa
á los gemidos, á las imprecaciones y á los lamentos.
A MI MADRE
(_Soneto_)
Porque siento que allá arriba, en el cielo, los
ángeles que se hablan dulcemente al oÃdo, no
pueden encontrar entre sus radiantes palabras
de amor una expresión más ferviente que la de
«_madre_», he ahà por qué, desde hace largo
tiempo os llamo con ese nombre querido, a ti
que eres para mà más que una madre y que
llenáis el santuario de mi corazón en el que la
muerte os ha instalado, al libertar el alma de
mi Virginia.
Últimamente, y por una coincidencia extraÃia, he tenido ocasión
de conocer los detalles y la historia circunstanciada de un hecho que
se comprende apenas en mitad de un siglo tan despreocupado como el
nuestro.[3]
[Footnote 1: leerÃan ustedes = 'you may have read.']
[Footnote 2: Zaragoza = 'Saragossa.' A Spanish city of some 99,000
inhabitants, capital of the province of the same name, situated on
the Ebro river at its junction with the Huerva.
Y, en
efecto, al dÃa siguiente, domingo, fué á misa mayor y pasó revista de
getas, que las habÃa{48-1} muy negruzcas y muy dificultosas, tardando
poco en divisar, bajo la orla abigarrada de un pañuelo amarillo, la
carátula japonesa más horrible, los ojos más bizcos, la nariz más roma,
la boca más bestial, la tez más curtida y la pelambrera más cerril que
vieron los siglos; todo acompañado de unas manos y pies como paletas de
lavar y de una gentil corcova.
Entonces, cuando arden despidiendo un torrente de luz sus mil lámparas
de plata; cuando flota en el aire una nube de incienso, y las voces del
coro, y la armonÃa de los órganos y las campanas de la torre estremecen
el edificio desde sus cimientos más profundos hasta las más altas agujas
que lo coronan, entonces es cuando se comprende, al sentirla, la
tremenda majestad de Dios que vive en él, y lo anima con su soplo y lo
llena con el reflejo de su omnipotencia.
Entonces, cuando arden despidiendo un torrente de luz sus mil lámparas
de plata; cuando flota en el aire una nube de incienso, y las voces
del coro, y la armonÃa de los órganos y las campanas de la torre
estremecen el edificio desde sus cimientos más profundos hasta las más
altas agujas que lo coronan, entonces es cuando se comprende, al
sentirla, la tremenda majestad de Dios que vive en él, y lo anima con
su soplo y lo llena con el reflejo de su omnipotencia.
AsÃ,[41] hace un convenio con una fábrica
_de_ ladrillos por la provisión de los que[42] necesita, fijando de
antemano[43] la fecha de las entregas y la forma de pago.[44]
--Una carpinterÃa, o varias,[45] toman a su cargo[46] la fabricación de
las puertas y ventanas con sus marcos, celosÃas y postigos, asà como[47]
las escaleras interiores balaustradas, zócalos, molduras, tabiques,
guardarropas, estanterÃas fijas y ascensores domésticos o estantes
giratorios.
Al instante dos o tres jinetes hienden el grupo que
entre todos han arrinconado en algún ángulo del corralón; colocan sus
cabalgaduras rozándose con un costado del animal, que por huir del que
se acerca, se abre paso entre los otros, y emprende una veloz carrera en
que el jinete le sigue, animándolo con la voz y sin apartarse una lÃnea
hasta dejarlo en otro corral, cuya puerta despejan los que la ocupan
para dar paso al animal, volviendo a cerrarla inmediatamente.
Iluminada por el rojizo resplandor de la hoguera, y á través del confuso
velo que la embriaguez habÃa puesto delante de su vista, parecÃale que
la marmórea imagen se transformaba á veces en una mujer real; parecÃale
que entreabrÃa los labios como murmurando una oración; que se alzaba su
pecho como oprimido y sollozante; que cruzaba las manos con más fuerza;
que sus mejillas se coloreaban, en fin, como si se ruborizase ante aquel
sacrÃlego y repugnante espectáculo.
Iluminada por el rojizo resplandor de la hoguera, y á través del
confuso velo que la embriaguez habÃa puesto delante de su vista,
parecÃale que la marmórea imagen se transformaba áveces en una mujer
real; parecÃale que entreabrÃa los labios como murmurando una oración;
que se alzaba su pecho' como oprimido y sollozante; que cruzaba las
manos con más fuerza; que sus mejillas se coloreaban, en fin, como si
se ruborizase ante aquel sacrÃlego y repugnante espectáculo.
De cuando en cuando azotaba su frente una ráfaga
de aire, frÃo como la hoja de un puñal, que crispaba sus cabellos de
horror y penetraba hasta la médula de sus huesos; ráfagas semejantes a
las que anunciaban á los profetas la aproximación del espÃritu
divino.[2] Al fin llegó á un punto donde creyó percibir un rumor
sordo, que pudiera compararse al zumbido lejano de un enjambre de
abejas, cuando, en las tardes del otoño, revolotean en derredor de las
últimas flores.
llevara=, 'there wasn't any one who
brought....'
[32.2] =la de Chaviri=, 'that of Chaviri,' or 'Chaviri's.'
[32.4] =iba durando una y otra semana=, 'lasted week after week.'
[32.5] =Ã los dos meses=, 'after two months.'
[32.7] =Fué la noticia extendiéndose=, 'the report spread.'
[32.8] =ya no volvieron á gritarle=, 'no longer shouted at him.'
[32.14] =en evitar que nadie me viese=, 'to avoid being seen' (lit., 'in
avoiding that any one should see me').
El color de
esta montaña varÃa como el del camaleón, según la dirección y modo como
la hieren los rayos solares: A veces es enteramente blanca; en
ocasiones,[5] bañada por la luz del sol poniente,[6] parece una gran
masa de oro bruñido; y otras veces las sombras nacidas de la
distribución de las numerosas rocas repartidas en toda su superficie,
desde su elevada cima hasta su anchurosa base, le dan un aspecto
semi-violado, con tintes purpurinos notables y espléndidos.
The adverb =recientemente=, when
modifying and preceding a past participle, is abbreviated to =recién=.]
[Note 281: =llegar a creer=, _to come to believe_.]
[Note 282: =contar=, _to have (in speaking of population)_.]
=LA REPÚBLICA ARGENTINA=
La República Argentina se extiende dentro de una
superficie de 34 grados de latitud y encierra una gran
variedad de climas, desde el tropical en la región norte
hasta un clima casi ártico en la región sur.
VARIANT: =Y no es sino una
leyenda poética la creencia de que.=
16.--NAVEGACIÓN EN LOS CANALES DE TIERRA DEL FUEGO
De súbito nos sorprendió el espectáculo de uno de los ventisqueros, el
primero que veÃamos en los canales, y también uno de los más pequeños,
cuya nieve llegaba hasta el mar, con tonos azulados suaves y tenues, muy
finos, que hacÃan resaltar más la blancura casi absoluta de la nieve en
la cima, destacada a su vez sobre el fondo plomizo del cielo.
Iba de un lado para otro, llevando papeles, entregando cartas y
notas--dando explicaciones,--escuchando pacientemente las preguntas que
le dirigÃan y sonriéndose con malicia con alguno de su confianza,[4]
cuando pasaba por delante de una serie de personajes adustos, graves,
que estaban sentados en hilera simétrica, en un rincón de la sala,
fumando con desahogo, hablándose a hurtadillas[5] con monosÃlabos, y
dirigiendo de tiempo en tiempo sus ojos desconfiados a la puerta.
Asà para expresar que un hombre es valiente, dice
él: «es como las armas»[8]; que un hombre es vivo: que «es como la
luz»[9]; para hablar de una mujer linda, «es como las estrellas»; para
indicar un caballo rápido, «es como águila»; para elogiar a un individuo
firme que no cede a los embates de la mala fortuna, «es como
cuadro».[10] Cuando habla de su caballo le llama «mancarrón»; a su mujer
«la china»[11]; a sus amigos «aparceros»; a los muchachos del campo,
«charabones».
Hecho el lÃo de ropa, pasó el Tuerto su brazo izquierdo por debajo de
los nudos, metió dentro de la gorra algunos mechones de pelo que le
caÃan sobre los ojos, tiró de una bolsa de piel mugrienta que guardaba
en un bolsillo de sus pantalones, sacó de ella tabaco picado, hizo un
cigarro, encendióle en un tizón que le trajo su mujer, que lloraba,
aunque en silencio, fijóse en los chicuelos que también lo rodeaban, y,
haciendo un gran esfuerzo, dijo con voz insegura:
--¡Ea!
Un arco rehundido en el muro, en el fondo del
cual se veÃa la imagen del Redentor enclavado en la cruz y con una
calavera al pie; un tosco cobertizo de tablas que lo defendÃa de la
intemperie, y el pequeño farolillo colgado de una cuerda que lo
iluminaba débilmente, vacilando al impulse del aire, formaban todo el
retablo, alrededor del cual colgaban algunos festones de hiedra que
habÃan crecido entre los obscuros y rotos sillares, formando una
especie de pabellón de verdura.
No vivimos, no,[6] como siervos futuros ni como aldeanos
deslumbrados, sino con la determinación y la capacidad de contribuir a
que se la estime por sus méritos, y se la respete por sus sacrificios:
porque las mismas guerras que de pura ignorancia[7] le echan en cara[8]
los que no la conocen, son el timbre de honor[9] de nuestros pueblos,
que no han vacilado en acelerar con el abono de su sangre el camino del
progreso, y pueden ostentar en la frente sus guerras como una corona.
Al rededor remueven el ramaje multitud de
cuadrúpedos, y los inquietos _zambos_ (monos) corren saltando de árbol
en árbol a atisbar con curiosidad al transeunte, las hembras con los
hijuelos cargados a la espalda,[3] y todos juntos en familia,[4]
chiflando y arrojando ramas secas; mientras más a lo lejos[5] los
_araguatos_ (monos aulladores), sentados gravemente en torno del más
viejo, entonan una especie de letanÃa en que el jefe gruñe primero y los
demás le contestan en coro.
Como ya no sentÃan
la molestia de la plaga, les parecÃa muy duro el sacrificio 20
de pagar lo prometido.[144]
El flautista no hizo manifestación alguna de desagrado;
pero empezó de nuevo a soplar su flauta, produjo
una música más maravillosa y dulce que la anterior,
y esta vez se fueron tras él, en tropel, todos los 25
niños de la ciudad, desde los chiquitines que
empezaban a caminar, hasta[145] los que estudiaban ya en
las escuelas.
Y con superstición análoga á la que obligó al tirano de
Samos{47-1} á echar al mar la rica esmeralda de su anillo, Sebastián,
deseoso de ofrecer expiatorio holocausto, ideó ser la vÃctima, y
reprimiendo antojos que le asaltaron al fresco aletear de la brisa
marina y al murmullo musical del oleaje, si habÃa de prometer al Destino
construir una capilla, un asilo, un manicomio, hizo otro voto más
original, de superior abnegación: casarse sin remedio con la soltera más
fea de su lugar.
Recuerdo que, dos años há, mi amigo Eduardo Bustillo, el inspirado
cantor de nuestras glorias nacionales, delante de una escena idéntica á
la que voy describiendo, desde el mismo sitio, acaso sobre la misma
piedra que yo, lloró con su alma las penas de las pobres familias á
quienes una leva sumÃa en el abismo de todos los dolores, y puso en
labios de una esposa desvalida estas palabras sencillas, pero tiernas y
elocuentes:
--«Mi pobre niña inocente
el amor perdido siente.
El dÃa de San Isidro el tÃo Traga-santos cubrÃa de flores aquellas
sagradas ruinas; colocaba sobre ellas una mesita cubierta con un blanco
mantel; en este sencillo é improvisado altar ponÃa, entre dos velas, una
tosca imagen de San Isidro hecha de barro, circunstancia que para él
constituÃa su mayor mérito, pues se la habÃan llevado de Madrid, y
suponÃa que aquel barro procedÃa de la tierra regada con el sudor del
santo labrador, y pasaba casi todo el dÃa rezando entre aquellas ruinas.
Junto á aquella verja,
de pie, envueltos en sus capas de color galoneadas de oro, dejando
entrever con estudiado descuido las encomiendas rojas y verdes, en la
una mano el fieltro, cuyas plumas besaban los tapices, la otra sobre
los bruñidos gavilanes del estoque ó acariciando el pomo del cincelado
puñal, los caballaros veinticuatros,[2] con gran parte de lo mejor de
la nobleza sevillana, parecÃan formar un muro, destinado á defender á
sus hijas y sus esposas del contacto de la plebe.
Mientras las señoras visitaban la casa y recibÃan á los numerosos amigos
que acudieron al saber su llegada, Fernando, que se habÃa obstinado en
no subir al piso superior, me llamó, me hizo sentar á su lado, y empezó
la prometida historia en estos términos:
--Hace once años, cuando sólo tenÃa yo veinte, y habÃa acabado la
carrera de abogado en Madrid, mi padre me envió una temporada á este
pueblo para que hiciese una visita á su única hermana, que es esa señora
á quien acabas de ver.
Cuando la lengua de Castilla se arraigó en la parte meridional de
nuestro continente, sus hijos enriquecieron a la madre patria «no menos
con los tesoros de su suelo que con sus aventajados talentos que
fecundiza el sol ardiente y desarrolla una naturaleza grandiosa y
magnÃfica.» Por entonces[1] el sonido de las liras americanas se perdÃa
entre el grande concierto de las españolas: el hilo de agua,[2] por
decirlo asÃ, se engolfaba sin dejar huella[3] en el mar a cuyo aliento
contribuÃa.
Ya la presea estaba en su poder: sus dedos crispados la oprimÃan con una
fuerza sobrenatural, sólo restaba huir, huir con ella: pero para esto
era preciso abrir los ojos, y Pedro tenÃa miedo de ver, de ver la
imagen, de ver los reyes de las sepulturas, los demonios de las
cornisas, los endriagos de los capiteles, las fajas de sombras y los
rayos de luz que semejantes á blancos y gigantescos fantasmas, se movÃan
lentamente en el fondo de las naves, pobladas de rumores temerosos y
extraños.
Ante todo, la disposición geográfica del territorio americano que va
desde el RÃo Grande a la Tierra del Fuego, no permite fácilmente la
cohesión de muchos millones de hombres en una misma comunidad de ideales
sociales, artÃsticos, religiosos; el hombre es hijo de las condiciones
climatéricas en que vive, y a lo largo de[1] la América latina hay
individuos que se tuestan doce meses al sol, y otros que tiritan de
frÃo, y hay recios escaladores de montañas y mÃseros palúdicos de los
pantanos.
Después de un largo silencio, que solo interrumpia el chirrido de la
hoja al resbalarse sobre la pulimentada madera, el joven exclamó
dirigiéndose á su servidor, como si no hubiera escuchado una sola de
sus palabras:
--Iñigo, tú que eres viejo, tú que conoces todas las guaridas del
Moncayo, que has vivido en sus faldas persiguiendo á las fieras, y en
tus errantes excursiones de cazador subiste más de una vez á su
cumbre, dime, ¿has encontrado por acaso una mujer que vive entre sus
rocas?
RodrÃguez GarcÃa_ (CUBANO)
=Caro, José Eusebio= (1817-1853)
José Eusebio Caro[23] fué el más lÃrico de todos los colombianos, por lo
profundo e intenso de su vida afectiva, la cual expresó con rara
franqueza y viril arrojo en versos de forma insólita, que bajo una
corteza que puede parecer áspera y dura, esconden tesoros de cierta
poesÃa Ãntima y ardiente, a un tiempo[24] apasionada y filosófica, medio
inglesa y medio española, que antes y después de él ha sido rarÃsima en
castellano.
Lo de cierto que pudiera haber en estas
murmuraciones, nadie pudo nunca decirlo, porque la verdad era que don
DionÃs tuvo una vida bastante azarosa en su juventud, y después de
combatir largo tiempo bajo la conducta del monarca aragonés,[2] del
cual recabó entre otras mercedes el feudo del Moncayo,[3] marchóse á
Palestina,[4] en donde anduvo errante algunos años, para volver por
último á encerrarse en su castillo de Veratón,[5] con una hija
pequeña, nacida sin duda en aquellos paÃses remotos.
ConocÃalas
perfectamente _el tÃo Buscabeatas_ por la forma, por su grado de madurez
y hasta de nombre, sobre todo á los cuarenta ejemplares más gordos y
lucidos, que ya estaban diciendo guisadme, y se pasaba los dÃas
mirándolos con ternura y exclamando melancólicamente:
--_¡Pronto tendremos que separarnos!_
Al fin, una tarde se resolvió al sacrificio; y señalando á los mejores
frutos de aquellas amadÃsimas cucurbitáceas que tantos afanes le habÃan
costado, pronunció la terrible sentencia.
No obstante, al romper el dÃa, cuando llevé los corderos al agua, á la
orilla de este rÃo, como obra de dos tiros de honda del sitio en que
nos hallamos, y en una umbrÃa de chopos, donde ni á la hora de siesta
se desliza un rayo de sol, encontré huellas recientes de los ciervos,
algunas ramas desgajadas, la corriente un poco turbia, y lo que es más
particular, entre el rastro de las reses las breves huellas de unos
pies[1] pequeñitos como la mitad de la palma de mi mano, sin
ponderación alguna.
The continuity of the act is emphasized by the use
of =venir= or =ir=.]
[Note 360: =aprovecharse de=, _to profit by_.]
[Note 361: =estar en boga=; _to be customary, commom_.]
[Note 362: =contar=, _to comprise, include._]
[Note 363: =otros tantos=, _as many more_.]
[Note 364: =exceder de=, _to surpass_.]
[Note 365: =servirse de=, _to make use of_.]
=EL PERÚ=
La República del Perú, situada en el Océano PacÃfico,
ocupa una superficie de casi 690,000 millas cuadradas.
El asistente, obedeciendo las órdenes de su capitán, comenzó á
descargar golpes en la sillerÃa del coro, y después que hubo reunido
una gran cantidad de leña que fué apilando al pie de las gradas del
presbiterio, tomó la linterna y se dispuso á hacer un auto de fe con
aquellos fragmentos tallados de riquÃsimas labores entre los que se
veÃan por aquà parte de una columnilla salomónica, por allá la imagen
de un santo abad, el torso de una mujer, ó la disforme cabeza de un
grifo asomado entre hojarasca.
Mientras esto decÃa el montero, Constanza, que asà se llamaba la
hermosa hija de don DionÃs, se habÃa aproximado al grupo de los
cazadores, y como demostrase su curiosidad por conocer la
extraordinaria historia de Esteban, uno de éstos se adelantó hasta el
sitio en donde el zagal daba de beber á su ganado, y le condujo á
presencia de su señor, que para disipar la turbación y el visible
encogimiento del pobre mozo, se apresuro á saludarle por su nombre,
acompañando el saludo con una bondadosa sonrisa.
El asistente, obedeciendo las órdenes de su capitán, comenzó á descargar
golpes en la sillerÃa del coro, y después que hubo reunido una gran
cantidad de leña que fué apilando al pie de las gradas del presbiterio,
tomó la linterna y se dispuso á hacer un auto de fe con aquellos
fragmentos tallados de riquÃsimas labores, entre los que se veÃan por
aquà parte de una columnilla salomónica, por allá la imagen de un santo
abad, el torso de una mujer, ó la disforme cabeza de un grifo asomado
entre hojarasca.
Los que
asistÃan de continuo á formar el séquito de presuntos galanes de doña
Inés de Tordesillas, que tal era el nombre de esta celebrada
hermosura, á pesar de su carácter altivo y desdeñoso, no desmayaban
jamás en sus pretensiones; y éste, animado con una sonrisa que habÃa
creÃdo adivinar en sus labios; aquél, con una mirada benévola que
juzgaba haber sorprendido en sus ojos; el otro, con una palabra
lisonjera, un ligerÃsimo favor ó una promesa remota, cada cual
esperaba en silencio ser el preferido.
El niño recibió el humilde presente con una gran alegrÃa: los dos
hermanos plantaron la florecita en una maceta vieja, que llenaron de
tierra, la regaron con cuidado, y Dios hizo prosperar la planta, que á
los pocos dÃas se adornó con algunas hojitas: cuidada por la pequeña y
débil mano de un niño doliente, constituyó, no sólo el jardÃn, sino el
universo entero del pobre enfermo: porque aquella pequeña flor le
representaba los prados, los bosques, los jardines, los rÃos, en una
palabra, toda la creación.
Era imposible seguirlas en sus ágiles movimientos, imposible abarcar
con una mirada los infinitos detalles del cuadro que formaban, unas
corriendo, jugando y persiguiéndose con alegres risas por entre el
laberinto de los árboles; otras surcando el agua como un cisne, y
rompiendo la corriente con el levantado seno; otras, en fin,
sumergiéndose en el fondo, donde permanecÃan largo rato para volver á
la superficie, trayendo una de esas flores extrañas que nacen
escondidas en el lecho de las aguas profundas.
Isabella of Castile married Ferdinand
of Aragon in 1469, and in 1479 the two kingdoms of Castile and
Aragon were united.]
Para con los otros monteros, los pajes y la gente menuda del servicio
de don DionÃs, la exquisita solicitud de Garcés y el aprecio con que
sus señores le distinguÃan, habÃanle valido una especie de general
animadversión, y al decir de los envidiosos, en todos aquellos
cuidados con que se adelantaba á prevenir los caprichos de su señora
revelábase su carácter adulador y rastrero.
El foso
estaba cegado con los sillares de las derruidas almenas; el puente
levadizo, inútil ya, se pudrÃa colgado aún de sus fuertes tirantes de
hierro, cubiertos de orÃn por la acción de los años; en la torre del
homenaje tañia lentamente una campana; frente al arco principal de la
fortaleza y sobre un pedestal de granito se elevaba una cruz; en los
muros no se veÃa un solo soldado; y confuso, y sordo, parecÃa que de
su seno se elevaba como un murmullo lejano, un himno religioso, grave,
solemne y magnifico.
Asà como las heladas, por leves que sean, matan
estas plantas, el sol cuando es demasiado ardiente
les hace daño[306] también, y en las Antillas y en otros
varios paÃses cálidos de América siembran alrededor de
los cafetales y dentro de ellos mismos árboles copudos
y altos, de hojas menudas y permanentes, que se extienden
sobre los arbustos del café a una altura de 5
diez o doce metros, y los defienden de los ardores del
sol y aún de los azotes violentos de las tempestades.
Hacia la duodécima
hora del cuadrante nocturno una luna más
nebulosa que las otras,--de una especie que las
hadas han probado ser la mejor,--desciende
hasta bajo el horizonte y pone su centro sobre
la corona de una eminencia de montañas, mientras
que su vasta circunferencia se esparce en
vestiduras flotantes sobre los caserÃos, sobre las
mismas mansiones distantes, sobre bosques
extraños, sobre la mar, sobre los espÃritus que
danzan, sobre cada cosa adormecida, y los sepulta
completamente en un laberinto de luz.
pensé; ¡cuántas veces el genio
Asà duerme en el fondo del alma,
Y una voz, como Lázaro,[3] espera
Que le diga: «Levántate y anda!»
[Footnote 1: This poem is composed of decasyllabic anapests and of
hexasyllabic amphibrachs, thus:
-- -- / | -- -- / | -- -- / | --
-- / -- | -- / --
The even verses have the same assonance throughout.]
[Footnote 2: For this idea, compare--
Je suis dans un salon comme une mandoline
Oubliée en passant sur le bord d'un coussin.
El padre del Tuerto, tÃo _Bolina_ llamado, porque siempre al
andar se ladeó de la derecha, sigue, á pesar de sus años, bregando con
la mar, como el tÃo Tremontorio; y no por afición á ella, como dirÃa muy
serio un poeta del riñón de Castilla ó de la Mancha,{165-1} acostumbrado
á mandar las maniobras y á conjurar tormentas desde un escenario, ó en
el estanque del Retiro, sino porque viven de lo que pescan, y sólo
pescan para vivir exponiendo la vida cien veces al año en el indómito
mar de Cantabria, sobre una frágil lancha.
La fiesta religiosa habÃa traÃdo á ella una multitud inmensa de fieles;
pero ya ésta se habÃa dispersado en todas direcciones; ya se habÃan
apagado las luces de las capillas y del altar mayor, y las colosales
puertas del templo habÃan rechinado sobre sus goznes para cerrarse
detrás del último toledano, cuando de entre las sombras, y pálido, tan
pálido como la estatua de la tumba en que se apoyó un instante mientras
dominaba su emoción, se adelantó un hombre que vino deslizándose con el
mayor sigilo hasta la verja del crucero.
Miraculous tales are
related of several of the images of Christ in Toledo, of the _Cristo
de la Luz_, of the _Cristo de la Vega_, and others, as well as of
the image we have to deal with here.]
Los caballeros, después de saludar respetuosamente la imagen de
Cristo, quitándose los birretes y murmurando en voz baja una corta
oración, reconocieron el terreno con una ojeada, echaron á tierra sus
mantos, y apercibiéndose mutuamente para el combate y dándose la señal
con un leve movimiento de cabeza, cruzaron los estoques.
Y á la vez, viéndose rico, no viejo, dueño de sÃ,
caminando hacia la tierra, dió en una cavilación rara, que le fatigaba
mucho: y fué que se empeñó en que la Providencia, el poder sobrenatural
que rige el mundo, y que hasta entonces tanto habÃa protegido á
Sebastián Becerro, estaba cansado de protegerle, y le iba á zorregar
disciplinazo firme, con las de{46-4} alambre: que el barco embarrancarÃa
á la vista del puerto, ó que él, Sebastián, se ahogarÃa al pie del
muelle, ó que cogerÃa un tabardillo pintado, ó una pulmonÃa doble.
See note 1 above.]
[Note 17: =al pasar la gente=, _when the people passed_.]
[Note 18: =dar un rodeo=, _to walk round_.]
[Note 19: =seguir el camino=, _to continue on one's way_.]
[Note 20: =tropezar con=, _to run across or stumble upon_.]
[Note 21: =decir para sÃ=, _to say to one's self_.]
[Note 22: =esforzarse para= (followed by the infinitive), _to make a
great effort to_.]
=LA MONA=
Subió una mona a un nogal,
Y cogiendo una nuez verde,
En la cáscara la muerde,
Con que le supo muy mal.
Como iba diciendo,[75] una
casa electricista corre con la instalación de conductores, medidores,
toma-corrientes,[76] llaves, fusibles, asà como de las campanillas con
sus cuadros indicadores, pilas, transformadores, etc., mientras otra
casa especialista, de las[77] denominadas[78] de artefactos de luz
eléctrica, proporciona las arañas, los pendientes, los brazos, los
faroles y los «plafonniers.»
Por su parte, el cerrajero[79] se encarga de las cerraduras y cerrojos
de las puertas, pestillos, manijas, bisagras, fallebas y pasadores.
Pasamos por un pasadizo sombrÃo;
y, de pronto, en un cuarto lleno de luz, me encontré entre los brazos[1]
de un hombre pequeño de cuerpo,[2] rostro de iluminado, voz dulce y
dominadora al mismo tiempo y que me decÃa esta única palabra: «¡Hijo!»
Era la hora ya de aparecer ante el público, y me dijo que yo debÃa
acompañarle en la mesa directiva[3]; y cuando me dà cuenta,[4] después
de una rápida presentación a algunas personas, me encontré con ellas y
con Martà en un estrado, frente al numeroso público que saludaba con un
aplauso simpático.
Cada casa[18] de comercio se
ocupa de su ramo; y entre los mercaderes hay toda clase de categorÃas,
desde el acaudalado negociante hasta[19] el humilde vendedor[20] que
apenas es algo más que[21] un pobre buhonero.[22] Pero toda[23] gran
ciudad[24] cuenta con firmas[25] poderosas, organizadas[26] por hombres
de negocio que han mostrado en sus empresas un juicio, una confianza, un
arrojo maravillosos.[27] A muchas de esas compañÃas[28] y sociedades[29]
débese la prosperidad que han alcanzado[30] algunas de las tiendas de
departamentos a que Ud.
The mountains of Montagut, which rise to a
height of 3125 teet, are situated in the province of Tarragona,
Spain.]
II
Pastores, que seguÃs con lento paso vuestras ovejas que pacen
derramadas por las colinas y las llanuras; si al conducirlas al borde
del transparente riachuelo que corre, forcejea y salta por entre los
peÃiascos del valle de Montagut en el rigor del verano, y en una
siesta de fuego habéis encontrado la sombra y el reposo al pie de las
derruÃdas arcadas del monasterio, cuyos musgosos pilares besan las
ondas, oidme.
Tal vez no se comprenda bien todo este movimiento,
y se llegue a creer[281] que muchas de las mercaderÃas que 25
aquà se desembarcan son de tránsito, destinadas al
consumo en una de las Antillas vecinas; pero un comerciante
experto, interrogado sobre este punto, dice asÃ:
--Verdad es que la isla cuenta[282] sólo un poco más de
un millón de habitantes; pero como sus productos
principales en la actualidad no son precisamente
alimenticios, necesita importar casi todo lo que consume,
y exportar casi todos sus productos.
Sobre cubierta se agrupan los pasajeros:
el comerciante de gruesa panza, congestionado como un pavo, con
encorvadas narices israelitas; el clergyman huesoso, enfundado en su
largo levitón negro, cubierto con su ancho sombrero de fieltro, y en la
mano una pequeña Biblia; la muchacha que usa gorra de jockey, y que
durante toda la travesÃa ha cantado con voz fonográfica, al són de un
banjo; el joven robusto, lampiño como un bebé, y que, aficionado al box,
tiene los puños de tal modo, que bien pudiera desquijarrar un
rinoceronte de un solo impulso...
Cuando después de
escuchar las palabras que dejo referidas, me incorporé con prontitud
para sorprender á la persona que las habÃa pronunciado, una corza
blanca como la nieve salió de entre las mismas matas en donde yo
estaba oculto, y dando unos saltos enormes por cima de los carrascales
y los lentiscos, se alejó seguida de una tropa de corzas de su color
natural, y asà estas como la blanca que las iba guiando, no arrojaban
bramidos al huir, sino que se reÃan con unas carcajadas, cuyo eco
jurarÃa que aún me está soñando en los oÃdos en este momento.
El padre, algún tiempo antes de morir, habÃa conseguido que le diesen [á
Juan] una plaza de organista en una de las iglesias de Madrid,
retribuida con catorce reales diarios: no era bastante, como se
comprende, para sostener una casa abierta, por modesta que fuese; asÃ
que, pasados los primeros quince dÃas, nuestro ciego vendió por algunos
cuartos, muy pocos por cierto, el humilde ajuar de su morada, despidió á
la criada y se fué de pupilo á una casa de huéspedes pagando ocho
reales; los seis restantes le bastaban para atender á las demás
necesidades.
La verdad era que el camino, que
equivocadamente habÃa tornado, se hacÃa cada vez más áspero y difÃcil
y que por una parte la sombra que ya arrojaban las altÃsimas rocas,
que parecÃan suspendidas sobre mi cabeza, y por otro el ruido
vertiginoso del agua que corrÃa profunda á mis pies, y de la que
comenzaba á elevarse una niebla inquieta y azul, que se extendÃa por
la cortadura borrando los objetos y los colores, parecÃan contribuir á
turbar la vista y conmover el ánimo con una sensación de penoso
malestar que vulgarmente podrÃa llamarse preludio de miedo.
Tuvo un capellán que amén de decirle
la misa los domingos y fiestas, le leÃa y comentaba los periódicos
polÃticos; un capataz que dirigÃa hábilmente las faenas agrÃcolas; un
cochero obeso y flegmático que gobernaba solemnemente las dos mulas de
la carretela; una ama de llaves silenciosa, solÃcita; un ayuda de cámara
traÃdo de Madrid, discreto y puntual; y por último, una cocinera limpia
como el oro, con primorosas manos para todos los guisos de aquella
antigua cocina nacional, que satisfacÃa el estómago sin irritarlo y
lisonjeaba el paladar sin pervertirlo.
El agente europeo,
después de haber reunido y envasado sus respectivas compras, las entrega
abordo del vapor, habiendo pedido con anticipación el espacio necesario;
entonces agrega a la factura comercial el importe del flete a destino
(el cual se paga por anticipado), el de aseguro marÃtimo y derechos
consulares, y luego esta factura, acompañada de la consular y el
original del conocimiento de embarque, juntamente con una letra de
cambio a noventa dÃas en contra del comprador, se envÃa directamente al
consignatario por el mismo vapor que lleva las mercancÃas.
of_ =hacer=
=hacer= to do, make;
=hacer la corte= to pay attentions to;
=hacer de persona= to exalt oneself, show off;
=hacer pedazos= to break into pieces;
=hacer una pregunta= to ask a question;
=hace frÃo= (=calor=) it is cold (hot);
=hace mucho frÃo= (=calor=) it is very cold (hot);
=hacÃa frÃo= (=calor=) it was cold (hot);
=hace (hacÃa) sol= the sun is (was) shining;
=hace mal tiempo= the weather is bad;
=hace muchos años= many years ago;
=hace tres años= three years ago;
=hace mucho tiempo= a long time ago
=haces= _2 sing.
En esta conformidad se encontraban las
cosas en la población donde tuvo lugar el suceso que voy á referir,
cuando, una noche, ya á hora hastante avanzada, envueltos en sus
obscures capotes de guerra y ensordeciendo las estrechas y solitarias
calles que conducen desde la Puerta del Sol[4] á Zocodover,[5] con el
choque de sus armas y el ruidoso golpear de los cascos de sus corceles
que sacaban chispas de los pedernales, entraron en la ciudad hasta
unos cien dragones de aquellos altos, arrogantes y fornidos, de que
todavÃa nos hablan con admiración nuestras abuelas.
See 2 above.]
[Note 38: =olvidarse de=, _to forget_.]
[Note 39: =tener la pata herida=, _to have an injured foot_.]
[Note 40: =quedar asombrado=, _to be astonished_.]
[Note 41: =ponerse a=, _to begin_.]
[Note 42: =llorar de gozo=, _to weep with joy_.]
[Note 43: =agradecer algo a uno=, _to be grateful to a person for
something_.]
[Note 44: =contar con=, _to rely upon_.]
EL PRÃNCIPE Y LA ARAÑA
=Por donde menos se piensa, salta la liebre=
Un prÃncipe que habÃa perdido una batalla logró
escaparse[45] en compañÃa de un fiel servidor.
HarÃa[1] cosa de unas dos horas que don DionÃs se encontraba en aquel
delicioso lugar, recostado sobre la menuda grama á la sombra de una
chopera, departiendo amigablemente con sus monteros sobre las
peripecias del dÃa, y refiriéndose unos á otros las aventuras más ó
menos curiosas que en su vida de cazador les habÃan acontecido, cuando
por lo alto de la más empinada ladera y á través de los alternados
murmullos del viento que agitaba las hojas de los árboles, comenzó á
percibirse, cada vez más cerca, el sonido de una esquililla semejante
á la del guión de un rebano.
En esta conformidad se encontraban las cosas en la población
donde tuvo lugar el suceso que voy á referir, cuando una noche, ya á
hora bastante avanzada, envueltos en sus obscuros capotes de guerra y
ensordeciendo las estrechas y solitarias calles que conducen desde la
Puerta del Sol{145-4} á Zocodover,{145-5} con el choque de sus armas y
el ruidoso golpear de los cascos de sus corceles que sacaban chispas de
los pedernales, entraron en la ciudad hasta unos cien dragones de
aquellos altos, arrogantes y fornidos, de que todavÃa nos hablan con
admiración nuestras abuelas.
Milton, _Paradise Lost_, book vi.]
* * * * *
I
La noche habÃa cerrado, y el viento gemÃa agitando las hojas de los
árboles, por entre cuyas frondosas ramas se deslizabs un suave rayo de
luna, cuando Teobaldo, incorporándose sobre el codo y restregándose
los ojos como si despertara de un profundo sueño, tendió alrededor una
mirada y se encontró en el mismo bosque donde hirió al jabalÃ, donde
cayó muerto su corcel; donde le dieron aquella fantástica cabalgadura
que le habÃa arrastrado á unas regiones desconocidas y misteriosas.
III
Un dÃa en que salió de caza, y que, como era su costumbre, hizo entrar
á guarecerse de la lluvia á toda su endiablada comitiva de pajes
licenciosos, arqueros desalmados y siervos envilecidos, con perros,
caballos y gerifaltes, en la iglesia de una aldea de sus dominios, un
venerable sacerdote, arrostrando su cólera y sin temer los violentos
arranques de su carácter impetuoso, le conjuro en nombre del cielo y
llevando una hostia consagrada en sus manos, á que abandonase aquel
lugar y fuese á pie y con un bordón de romero á pedir al Papa la
absolución de sus culpas.
ESTRELLAS FIJAS
(TO HELEN)
I
Te vi un punto;
era una noche de julio, noche tibia y perfumada,
noche diáfana,
de la Luna plena y lÃmpida,
lÃmpida como tu alma,
descendÃan
sobre el parque adormecido gráciles velos de plata;
ni una ráfaga
el infinito silencio
y la quietud perturbaban;
en el parque
evaporaban las rosas los perfumes de sus almas,
para que los recogieras
en aquella noche mágica;
para que tú lo aspiraras su último aliento exhalaban,
como en una muerte extática;
y era una selva encantada,
y era una noche de ensueños y claridades fantásticas!
Una criada toda azorada retira el capón en el plato de
su salsa; al pasar sobre mà hace una pequeña inclinación, y una lluvia
maléfica de grasa desciende, como el rocÃo sobre los prados, á dejar
eternas huellas en mi pantalón color de perla; la angustia y el
aturdimiento de la criada no conocen término; retÃrase atolondrada sin
acertar con las excusas; al volverse tropieza con el criado, que traÃa
una docena de platos limpios y una salvilla con las copas para los vinos
generosos, y toda aquella máquina viene al suelo con el más horroroso
estruendo y confusión.--¡Por San Pedro!
Una vez que se reponen, conocida y hasta celebrada la causa de la
sorpresa que han experimentado, para hallar entonces motivo de charla,
porque las mujeres no callan sino cuando duermen, si bien las hay que
hasta hablan en sueños, pregunta una la hora que es; otra añade que
tiene frÃo; y alguna, sintiendo asà como[10] _una penita_ en el
estómago,[11] según lo asevera, trata de buscar algo que la conforte:
pero es lo malo, que[12] han concluido ya con todo, los que están en el
comedor dejando sólo los huesos de las aceitunas; por lo que, no hay
otro recurso que hacer chocolate.
Animados con esta esperanza, llegaron, en fin, al pie de la gótica
torre[1] del templo; mas al llegar á aquel punto, un ruido particular
llamó su atención, y deteniéndose en uno de los ángulos, ocultos entre
las sombras de los altos machones que flanquean los muros, vieron, no
sin grande asombro, abrirse el balcón del palacio de su dama, aparecer
en él un hombre que se deslizó hasta el suelo con la ayuda de una
cuerda, y, por último, una forma blanca, doña Inés sin duda, que
inclinándose sobre el calado antepecho, cambió algunas tiernas frases
de despedida con su misterioso galán.
Ya habrá conocido el lector, siendo tan perspicaz como yo le imagino,
que mi amigo Braulio está muy lejos de pertenecer á lo que se llama gran
mundo y sociedad de buen tono; pero no es tampoco un hombre de la clase
inferior, puesto que es un empleado de los de segundo orden, que reune
entre su sueldo y su hacienda cuarenta mil reales de renta;{134-7} que
tiene una cintita atada al ojal y una crucecita á la sombra de la
solapa; que es persona, en fin, cuya clase, familia y comodidades de
ninguna manera se oponen á que tuviese una educación más escogida y
modales más suaves é insinuantes.
of_ =tratar=
=trazar= to draw, trace
=tres= three
=treinta= thirty;
=treinta y cinco= thirty-five
=trigo= _m._ wheat
=triste= sad
=tristemente= sadly
=tristeza= _f._ sadness, grief
=tronco= _m._ trunk
=tu= your
=tú= you
=tumbado= lying at ease
=tunante= _m._ rogue, rascal;
=médico tunante= roguish physician
=turista= _m._ tourist
=U=
=último= last, latest;
=por último= at last, finally
=un, uno, una= a, an, one;
=la una= one o'clock
=unos= some
=usted=, =ustedes= you
=usura= _f._ usury
=utilidad= _f._ utility
=uvas= _f.
En los torneos del Zocodover,[1] en los juegos florales de la corte,
siempre que se les habÃa presentado coyuntura para rivalizar entre sÃ
en gallardÃa ó donaire, la habÃan aprovechado con afán ambos
caballeros, ansiosos de distinguirse á los ojos de su dama; y aquella
noche, impelidos sin duda por un mismo afán, trocando los hierros por
las plumas y las mallas por los brocados y la seda, de pie junto al
sitial donde ella se reclinó un instante después de haber dado una
vuelta por los salones, comenzaron una elegante lucha de frases
enamoradas é ingeniosas, ó epigramas embozados y agudos.
yo te doy gracias, exclamo respirando, como el ciervo que
acaba de escaparse de una docena de perros, y que oye ya apenas sus
ladridos; para de aquà en adelante no te pido riquezas, no te pido
empleos, no honores; lÃbrame de los convites caseros y de dÃas de dÃas:
lÃbrame de estas casas en que es un convite un acontecimiento; en que
sólo se pone la mesa decente para los convidados; en que creen hacer
obsequios cuando dan mortificaciones; en que se hacen finezas; en que se
dicen versos; en que hay niños; en que hay gordos; en que reina, en fin,
la brutal franqueza de los castellanos viejos.
Asà transcurrió el espacio de tres años; la historia del _mal
caballero_, que sólo por este nombre se le conocÃa, comenzaba á
pertenecer al exclusivo dominio de las viejas, que en las eternas
veladas del invierno las[1] relataban con voz hueca y temerosa á los
asombrados chicos; las madres asustaban á los pequeñuelos
incorregibles ó llorones diciendoles: _¡que viene el señor del
Segre!_[2] cuando he aquà que no sé si un dia ó una noche, si caÃdo
del cielo ó abortado de los profundos, el temido señor apareció
efectivamente, y como suele decirse, en carne y hueso, en mitad de sus
antiguos vasallos.
Rudo en el lenguaje, de
una rudeza natural, escribió «El Gaucho MartÃn Fierro,» completado más
tarde con «La Vuelta de MartÃn Fierro,» poemas que son un exponente
nÃtido del espÃritu criollo, ameno para la charla, que suele matizar con
sentencias e imágenes tanto más poéticas cuanto no pertenecen al género
metafórico, de que tanto se abusa en los tiempos que corren.[38]
Hernández fué poeta a su manera.[39] CarecÃa de ese «gay decir»[40] tan
celebrado en Estanislao del Campo, pero dominaba en absoluto lo que éste
rara vez logró: la agudeza filosófica de los dichos populares.[41] Como
dice José M.
Si pregunta su nombre a alguno, y este responde, «soy fulano, para
servir a usted»,[24] él le replica, «para servir a Dios».[25] Si entra
a una pulperÃa y le convida un extraño: «gracias, amigo, a pagar lo que
guste».[26] Cuando da las señas de un paraje cercano, no dice más allá
sino «más allasito»; cuando se despide de los que estima, no dice adiós,
sino «adiosito»; cuando quiere afirmar que no conoce absolutamente nada
de un asunto, dice: «¡no sé cosÃsima ninguna!»
Sobresale también en buscar el lado ridÃculo de las cosas, y sus sátiras
son a veces divertidas, pero las más de las veces sangrientas.
El comedor está amueblado como en todas partes.[136] En las casas de
alguna importancia[137] los estilos que predominan son el inglés y el
francés: una mesa, generalmente de extensión, para que no tome[138] más
espacio del que[139] se necesita según el número[140] de comensales,
sillas de madera tallada y a veces con asiento de cuero, una heladera,
un aparador en cuya parte superior se guarda[141] a la vista[142] la
loza, los cristales, etc., reservándose las gavetas para los cubiertos,
y el armario inferior para los manteles y servilletas o algunos fiambres
y otras provisiones, inclusive vinos y licores.
En la confusión de su
delirio, y sobre el revuelto oleaje de su pensamiento, flotaba, como el
único objeto salvado de un cataclismo, la idea fija del deseo que no
habÃa sido satisfecho; de aquella codiciada mula y de aquel suspirado
buey, que aun proseguÃan en estado de esperanza.{68-1}
El papá salió medio loco, corrió por las calles; pero en mitad de una de
ellas se detuvo y dijo: «¿Quién piensa ahora en figuras de nacimiento?»
Y corriendo de aquà para allÃ, subió escaleras, y tocó campanillas, y
abrió puertas sin reposar un instante, hasta que hubo juntado siete ú
ocho médicos, y les llevó á su casa.
Lo mismo sucede
en habiéndoseles cambiado el alimento[2]; en habiéndose aumentado o
disminuido las horas de trabajo; en habiéndose introducido una máquina,
un instrumento, un proceder cualquiera, que a la vez que los asombra,
facilita y minora las faenas; en anunciando los aguinaldos sobre las
cercas y los matorrales que pronto llegarán los amos; en
concediéndoseles un pedazo de tierra para que hagan, concluida la zafra,
sus _conucos_; en dejándoles desmochar _guano_ para cubrir los _bohÃos_;
la ocasión que se mata una res para partirla en raciones; la ocasión que
se muda el mayoral que los apuraba demasiado.
El cuarto de baño queda al cuidado de[80] otra casa especialista,
cuya[81] tarea consiste en la instalación de la bañadera y de los
lavatorios o lavabos (éstos pueden ser de hierro esmaltado, porcelana,
loza o loza-piedra), el retrete, las repisas, toallero, espejos, amén
_de_[82] un pequeño armario para las medicinas caseras y útiles de
tocador que debe tenerse siempre a mano.[83]
Mientras[84] estas operaciones tienen[85] lugar, los pintores blanquean
o pintan las paredes a la cal,[86] al fresco o al óleo y, en esta última
forma, las puertas y ventanas, las que reciben[87] luego una mano de
barniz cada una.
Gibson, su
«mirada cansada, tediosa y hastiada.» Ya en su edad viril, recuérdale el
bibliófilo Gowans: «Poe tenÃa un exterior notablemente agradable y que
predisponÃa en su favor: lo que las damas llamarÃan claramente bello.»
Una persona que le oye recitar en Boston, dice: «Era la mejor
realización de un poeta, en su fisonomÃa, aire y manera.» Un precioso
retrato es hecho de mano femenina: «Una talla algo menos que de altura
mediana, quizá, pero tan perfectamente proporcionada y coronada por una
cabeza tan noble, llevada tan regiamente, que, a mi juicio de muchacha,
causaba la impresión de una estatura dominante.
The jewels of this Virgin,
presents for the most part from crowned heads and high church
dignitaries, are in fact of immense value.]
Ya la presea estaba en su poder: sus dedos crispados la oprimÃan con
una fuerza sobrenatural, sólo restaba huir, huir con ella: pero para
esto era preciso abrir los ojos, y Pedro tenÃa miedo de ver, de ver la
imagen, de ver los reyes de las sepulturas, los demonios de las
cornisas, los endriagos de los capiteles, las fajas de sombras y los
rayos de luz que semejantes á blancos y gigantescos fantasmas, se
movÃan lentamente en el fondo de las naves, pobladas de rumores
temerosos y extraños.
Cerca de una hora hacÃa que la conversación giraba alrededor de este
asunto, y ya comenzaba á interpretarse de diversos modos la ausencia
del recién venido, á quien uno de los presentes, antiguo compañero
suyo de colegio, habia citado para el Zocodover, cuando en una de las
boca-calles de la plaza apareció al fin nuestro bizarro capitán
despojado de su ancho capotón de guerra, luciendo un gran casco de
metal con penacho de plumas blancas, una casaca azul turquà con
vueltas rojas y un magnÃfico mandoble con vaina de acero, que resonaba
arrastrándose al compás de sus marciales pasos y del golpe seco y
agudo de sus espuelas de oro.
Cerca de una hora hacÃa
que la conversación giraba alrededor de este asunto, y ya comenzaba á
interpretarse de diversos modos la ausencia del recién venido, á quien
uno de los presentes, antiguo compañero suyo de colegio, habÃa citado
para el Zocodover, cuando en una de las boca-calles de la plaza apareció
al fin nuestro bizarro capitán despojado de su ancho capotón de guerra,
luciendo un gran casco de metal con penacho de plumas blancas, una
casaca azul turquà con vueltas rojas y un magnÃfico mandoble con vaina
de acero, que resonaba arrastrándose al compás de sus marciales pasos y
del golpe seco y agudo de sus espuelas de oro.
A Latin phrase meaning a _rare
bird_.]
[Note 167: =por fortuna=, _fortunately_.]
[Note 168: =de par en par=, _widely_.]
[Note 169: =para colmo de todas sus desdichas=, _to cap the climax_.]
[Note 170: The preposition =a=, which usually precedes the direct
personal object when specific, may be omitted, as here, when the same
preposition has been used for the same or different reason immediately
before.]
[Note 171: =atenerse a=, _to expect_.]
=EL LEÑADOR HONRADO=
=Quien todo lo quiere, todo lo pierde=
En una pobre choza construÃda en el centro de un
bosque, vivÃa un leñador con su esposa y sus hijos.
Asà estuvo algún tiempo
removiéndose y queriendo inútilmente sacar la cabeza fuera de la
corriente buscando un poco de aire, hasta que al fin se desplomó
muerta; muerta del todo, pues los que la habÃamos visto caer y
conocÃamos de lo que es capaz una hechicera tan astuta como la tÃa
Casca, no apartamos de ella los ojos hasta que completamente entrada
la noche, la obscuridad nos impidió distinguirla, y en todo este
tiempo no movió pie ni mano; de modo que si la herida y los golpes no
fueron bastantes á acabarla, es seguro que se ahogo en el riachuelo
cuyas aguas tantas veces habÃa embrujado en vida para hacer morir
nuestras reses.
Esta ceguedad
le hace adoptar todas las responsabilidades de tan inconsiderado cariño:
de paso que defiende que no hay vinos como los españoles, en lo cual
bien puede tener razón, defiende que no hay educación como la española,
en lo cual bien pudiera no tenerla; á trueque de defender que el cielo
de Madrid es purÃsimo, defenderá que nuestras manolas son las más
encantadoras de todas las mujeres; es un hombre, en fin, que vive de
exclusivas, á quien le sucede poco más ó menos lo que á una parienta
mÃa, que se muere por las jorobas, sólo porque tuvo un querido que
llevaba una excrescencia bastante visible sobre entrambos omóplatos.
Todos arrojamos á nuestro
alrededor una inquieta mirada de desconfianza; nos pusimos de pie y
desnudamos nuestros aceros, determinados á vender caras las vidas;
pero no pudimos por menos de permanecer inmóviles al ver adelantarse
con paso firme é igual un hombre de elevada estatura, completamente
armado de la cabeza al pie y cubierto el rostro con la visera del
casco, el cual, desnudando su montante, que dos hombres podrÃan apenas
manejar, y poniéndole[1] sobre uno de los carcomidos fragmentos de las
rotas arcadas, exclamó con una voz hueca y profunda, semejante al
rumor de una caÃda de aguas subterráneas:
[Footnote 1: poniéndole.
INDICE
Prólogo de _Rubén DarÃo_
POEMAS
Annabel Lee
A mi Madre
Para Annie
Eldorado
Eulalia
Un ensueño en un ensueño
La ciudad en el mar
La Durmiente
Balada Nupcial
El Coliseo
El Gusano Vencedor
A Elena
A la Ciencia
A la Señorita * * *
A la Señorita * * *
Al RÃo
Canción
Los EspÃritus de los Muertos
La Romanza
El Reino de las Hadas
El Lago
La Estrella de la Tarde
El DÃa más Feliz
Imitación
Las Campanas
Ulalume
Estrellas Fijas
Dreamland
El Cuervo
PRÓLOGO
En una mañana frÃa y húmeda llegué por primera vez al inmenso paÃs de
los Estados Unidos.
El susto fué general, y la alarma llegó á su colmo cuando un surtidor de
caldo, impulsado por el animal furioso, saltó á inundar mi limpÃsima
camisa: levántase rápidamente á este punto el trinchador con ánimo de
cazar el ave prófuga, y al precipitarse sobre ella, una botella que
tiene á la derecha, con la que tropieza su brazo, abandonando su
posición perpendicular, derrama un abundante caño de Valdepeñas sobre el
capón y el mantel; corre el vino, auméntase la algazara, llueve la sal
sobre el vino para salvar el mantel; para salvar la mesa se ingiere por
debajo de él una servilleta, y una eminencia se levanta sobre el teatro
de tantas ruinas.
tener, to have, hold, keep, take, hold out, lead, be the matter; --
empeño, to desire earnestly; -- en cuenta, to take into account; to
consider; -- ganas, to have a mind (de, to); no -- inconveniente, not
to consider improper; to have no objection; -- lugar, to take place;
to happen; -- miedo, to be afraid; -- noticia de, to be informed of;
-- por, to consider; -- presente, to bear in mind, remember; -- que,
to have to, be obliged to, should; lo que tiene que le preparan una
buena, the fact is that they are preparing for him a warm reception;
que de todo tenÃan menos de artistas ó arqueólogos, who were anything
but artists or archaeologists.
Con toda la galanterÃa del doncel más
cumplido, tomó el guante de las manos de los caballeros que, como
movidas por un resorte, se abrieron sin dificultad al sentir el
contacto de la del monarca, y volviéndose á doña Inés de Tordesillas
que, apoyada en el brazo de una dueña,[1] parecÃa próxima á
desmayarse, exclamó, presentándolo, con acento, aunque templado,
firme:
[Footnote 1: dueña = 'duenna,' an elderly woman who occupies a
position midway between that of governess and companion to young
Spanish women.]
--Tomad, señora, y cuidad de no dejarle[1] caer en otra ocasión, donde
al devolvérosle,[2] os lo devuelvan manchado en sangre.
EL JABALÃ Y LA ZORRA
Sus horribles colmillos aguzaba
Un Jabalà en el tronco de una encina,
La Zorra, que vecina
Del animal cerdoso se miraba,
Le dice: «Extraño el verte,
Siendo tú en paz, señor de la bellota,
Cuando ningún contrario te alborota,
Que tus armas afiles de esa suerte.»
La fiera respondió: «Tenga entendido
Que en la paz se prepara el buen guerrero,
Asà como en la calma el marinero,
_Y que vale por dos el prevenido_.»
à TODO HAY QUIEN GANE
Juan, que es pescador de caña,
Se pasa el dÃa pescando,
Y Pedro lo está mirando
Con una sonrisa extraña.
Unas tras otras, las literas de los señores fueron
desfilando y perdiéndose en las revueltas[1] de las calles vecinas;
los grupos del atrio se disolvieron, dispersándose los fieles en
distintas direcciones; y ya la demandadera se disponÃa á cerrar las
puertas de la entrada del atrio, cuando se divisaban aún dos mujeres
que, después de persignarse y murmurar una oración ante el retablo del
arco de San Felipe,[2] prosiguieron su camino, internándose en el
callejón de las Duenas.[3]
[Footnote 1: revueltas= 'turns.' The streets of Seville are many of
them crooked like those of Toledo and other Moorish cities in
Spain.]
[Footnote 2: San Felipe.
NOTES:
[Note 290: =hacer la gracia de=, _to do the favor or honor of_.]
[Note 291: =ser tiempo de=, _to be the time to_.]
[Note 292: =¿Qué te parece?= _What do you think of it?_]
[Note 293: =dar una carcajada=, _to burst out laughing_.]
[Note 294: =mirar de reojo=, _to look at askance_.]
[Note 295: =en torno de=, _around_.]
[Note 296: =dar la vuelta por=, _to make the rounds of, go around_.]
[Note 297: =preguntar cuántas son cinco=, _to teach a thing or two, to
call to account_.]
[Note 298: =cuidarse de=, _to care about, pay attention to_.]
[Note 299: =traer a la rastra=, _to drag along_.]
[Note 300: =has muerto=, _you have killed_.
It is the ancient Mons _Caunus_, celebrated in history for
the defeat of the Celtiberians in the time of the consul Tiberius
Sempronius Gracchus (governor of Hither Spain from 181 to 178
B.C.).]
Fija la mirada en aquel fantástico ejercito de nubes que parecÃan
correr al asalto de la peña sobre cuyo pico Ãba á morir la bruja, yo
estaba esperando por instantes cuando se abrÃan sus senos para abortar
á la diabólica multitud de espÃritus malignos, comenzando una lucha
horrible al borde del derrumbadero, entre los que estaban allà para
hacer justicia en la bruja y los demonios que, en pago de sus muchos
servicios, vinieran á ayudarla en aquel amargo trance.
La
recuerdo como si la viera: un maiten enorme tendia parte de sus ramas
sobre la casita blanca con techo de totora; en el corredor, eternamente
la Andrea,{191-1} su mujer, lavando en la artesa una ropa mas blanca que
la nieve; una montura llena de pellones y amarras colgada sobre un
caballete de palo; y dos gansos chillones y provocativos en la puerta,
amagando eternamente nuestras medias rojas que parecian
indignarles.{191-2}
Cada año, cuando a vuelta de los exámenes llegábamos a las casas de los
Sauces, nuestra primera visita era a la Andrea, que suspendia el
jabonado de la ropa para lanzar un par de gritos de sorpresa y llorar
despues como una chica consentida.
En su
cúspide truncada hay, con frecuencia, una columna de humo, y sucede de
cuando en cuando que, durante la noche, arroja por su cráter, a manera
de bomba, y de un modo intermitente, algunas substancias inflamadas;
gracias a este respiradero que se ha formado, y que desembaraza sus
entrañas de los productos de una combustión permanente, los pueblos del
Ecuador no experimentan frecuentes temblores ni violentos terremotos,
porque este nevado apacible, como hemos dicho, quieto, calmado e
inofensivo en la apariencia, contiene en su seno el germen de la
devastación, de la ruina y la desolación de los lugares circunvecinos,
como lo ha demostrado en sus diversas erupciones.
V
Ya después de dudar un instante y á una nueva orden de su señor,
comenzaban los pajes á desatar los lebreles, que aturdÃan la iglesia
con sus ladridos; ya el barón habÃa armado su ballesta riendo con una
lisa de Satanás, y el venerable sacerdote, murmurando una plegaria,
elevaba sus ojos al cielo y esperaba tranquilo la muerte, cuando se
oyó fuera del sagrado recinto una vocerÃa horrible, bramidos de
trompas que hacÃan señales de ojeo, y gritos de _¡Al jabali!--¡Por Zas
breñas!--¡Hacia el monte!_ Teobaldo, al anuncio de la deseada res,
corrió á las puertas del santuario, ebrio de alegrÃa; tras él fueron
sus servidores, y con sus servidores los caballos y los lebreles.
Por último, viendo perdida toda esperanza, pidió como última merced
que la dejasen un instante implorar del cielo, antes de morir, el
perdón de sus culpas, y de rodillas al borde de la cortadura como
estaba, la vieja inclinó la cabeza, juntó las manos y comenzó á
murmurar entre dientes qué sé yo qué imprecaciones ininteligibles:
palabras que yo no podÃa oir por la distancia que me separaba de ella,
pero que ni los mismos que estaban á su lado lograron entender; Unos
aseguran que hablaba en latÃn, otros que en una lengua salvaje y
desconocida, no faltando quien pudo comprender que en efecto rezaba,
aunque diciendo las oraciones al revés, como es costumbre de estas
malas mujeres.
Dime:--«¿Cuál tu nombre, cuál
en el reino plutoniano de la noche y de la niebla?...»
Dijo el cuervo: «¡Nunca más!»
Asombrado quedé oyendo asà hablar al avechucho,
si bien su árida respuesta no expresaba poco o mucho;
pues preciso es convengamos en que nunca hubo criatura
que lograse contemplar
ave alguna en la moldura de su puerta encaramada,
ave o bruto reposar
sobre efigie en la cornisa de su puerta, cincelada,
con tal nombre: «¡Nunca más!»
Mas el cuervo, fijo, inmóvil, en la grave efigie aquella,
sólo dijo esa palabra, cual si su alma fuese en ella
vinculada--ni una pluma sacudÃa, ni un acento
se le oÃa pronunciar...
Cantos celestes como los que acarician 'los oÃdos en los momentos de
éxtasis; cantos que percibe el espÃritu y no los puede repetir el
labio; notas sueltas de una melodÃa lejana, que suenan á intervalos,
traÃdas en las ráfagas del viento, rumor de hojas que se besan en los
arboles con un murmullo semejante al de la lluvia, trinos de alondras
que se levantan gorjeando de entre las flores como una saeta despedida
á las nubes; estruendo sin nombre, imponente como los rugidos de una
tempestad; coro de serafines sin ritmos ni cadencia, ignota música del
cielo que sólo la imaginación comprende; hÃmnos alados, que parecÃan
remontarse al trono del Señor como una tromba de luz y de sonidos...
This would
more commonly be expressed, "=Luego que hubo cesado=."]
[Note 227: =quedarse vencido=, _to be conquered_.]
[Note 228: =llevar ventaja a=, _to get the better of_.]
[Note 229: =ponerse en salvo=, _to seek safety_.]
[Note 230: =darse cuenta de=, _to notice, become aware of_.]
[Note 231: =a favor de=, _under the protection of_.]
[Note 232: =hacerse al mar=, _to set out to sea_.]
=EL "MAYFLOWER"=
En una hermosa mañana de julio de 1620 habÃan
decidido los Puritanos embarcarse para América, y se
arrodillaban a orillas del mar, cerca de Delfthaven,
mientras el Reverendo Robinson dirigÃa sus plegarias al
cielo para que les concediera un buen viaje.
En toda la travesÃa no se
encuentra una gota de agua, ni se ve ni se puede contar con un parapeto
que le permita ampararse para descansar un momento del incómodo y frÃo
viento que penetra por sobre todo abrigo; que del mismo modo no
encontrará un árbol, un peñasco, un algo[1] que le resguarde por un
instante del calor del sol que le abrasa y le persigue con una
intensidad que parece va aumentando segundo por segundo.[2] Entonces es
el gran momento de la contemplación: la vista se pierde sin distinguir
señal alguna; el camino está por todas partes abierto, sin valla que se
interponga; cielo y tierra son uniformes en color y en aspecto; de un
lado todo celeste, de otro lado blanquizco, amarillento.
No podÃa caber duda, no: suyos eran aquellos ojos obscuros y
sombreados de largas pestañas, que apenas bastaban á amortiguar la luz
de sus pupilas; suya aquella rubia y abundante cabellera, que después
de coronar su frente se derramaba por su blanco seno y sus redondas
espaldas como una cascada de oro; suyos, en fin, aquel cuello airoso,
que sostenÃa su languida cabeza, ligeramente inclinada como una flor
que se rinde al peso de las gotas de rocÃo, y aquellas voluptuosas
formas que el habÃa soñado tal vez, y aquellas manos semejantes a
manojos de jazmines, y aquellos pies diminutos, comparables sólo con
dos pedazos de nieve que el sol no ha podido derretir, y que á la
mañana blanquean entre la verdura.
LA BUENAVENTURA
POR DON PEDRO ANTONIO DE ALARCÓN{30-1}
I
No sé qué dÃa de agosto del año 1816 llegó á las puertas de la CapitanÃa
general de Granada cierto haraposo y grotesco gitano, de sesenta años de
edad, de oficio esquilador y de apellido ó sobrenombre{30-2} _Heredia_,
caballero en flaquÃsimo y destartalado burro mohino, cuyos arneses se
reducÃan á una soga atada al pescuezo; y, echado que hubo{30-3} pie á
tierra, dijo con la mayor frescura «_que querÃa ver al Capitán
general_.»
Excuso añadir que semejante pretensión excitó sucesivamente la
resistencia del centinela, las risas de los ordenanzas y las dudas y
vacilaciones de los edecanes antes de llegar á conocimiento del
ExcelentÃsimo Sr.
The preposition =a= is
necessary after the verb =jugar= before the noun indicating the game
that is played.]
[Note 190: =probarse=, _to try on_.]
[Note 191: =fijar su preferencia en=, _to choose, to select_.]
[Note 192: =pintar a la aguada y al óleo=, _to paint in water colors and
in oil_.]
[Note 193: =jugar a los pintores=, _to play painter_.]
[Note 194: =dirigir la vista a=, _to gaze at_.]
[Note 195: =todo cuanto=, _all that_.]
[Note 196: =cosa de estima=, _a valuable thing_.]
[Note 197: =apresurarse a=, _to hasten to_.]
[Note 198: =desprenderse de=, _to part with_.]
=VERSOS=
A un peral una piedra
Tiró un muchacho,
Y una pera exquisita
Soltóle el árbol.
Embebido en mis pensamientos, me sorprendà varias veces á mÃ
mismo riendo como un pobre hombre de mis propias ideas, y moviendo
maquinalmente los labios: algún tropezón me recordaba de cuando en
cuando que para andar por el empedrado de Madrid no es la mejor
circunstancia la de ser poeta ni filósofo; más de una sonrisa maligna,
más de un gesto de admiración de los que á mi lado pasaban, me hacÃa
reflexionar que los soliloquios no se deben hacer en público; y no pocos
encontrones que al volver las esquinas di con quien tan distraÃda y
rápidamente como yo las doblaba,{132-3} me hicieron conocer que los
distraÃdos no entran en el número de los cuerpos elásticos, y mucho
menos de los seres gloriosos é impasibles.
Este descubrimiento no dejaba de inquietarla algo, sobre todo teniendo
en cuenta las ruidosas carcajadas que la noche anterior habÃa creÃdo
percibir á lo lejos y en uno de los ángulos de la plaza, cuando
cerraba el balcón y despedia á su amante; pero al mirar aparecer entre
las filas de los combatientes, que pasaban por debajo del estrado
lanzando chispas de fuego de sus brillantes armaduras, y envueltos en
una nube de polvo, los pendones reunidos de las casas de Carrillo y
Sandoval; al ver la significativa sonrisa que al saludar á la reina le
dirigieron los dos antiguos rivales que cabalgaban juntos, todo lo
adivinó, y la púrpura de la vergüenza enrojeció su frente, y brilló en
sus ojos una lágrima de despecho.
sonándome aún las
últimas palabras de aquella temerosa relación, teniendo junto á mi á
aquel hombre que tan de buena fe imploraba la protección divina para
llevar á cabo crÃmenes espantosos, viendo á mis pies el abismo negro y
profundo en donde se revolvÃa el agua entre las tinieblas, imitando
gemidos y lamentos, y en lontananza el castillo tradicional,[1]
coronado de almenas obscuras, que parecÃan fantasmas asomadas á los
muros, sentà una impresión angustiosa, mis cabellos se erizaron
involuntariamente, y la razón, dominada por la fantasÃa, á la que todo
ayudaba, el sitio, la hora y el silencio de la noche, vaciló un punto,
y casi creà que las absurdas consejas de las brujerÃas y los
maleficios pudieran ser posibles.
à todo esto, el niño, que á mi izquierda tenÃa, hacÃa saltar las
aceitunas á un plato de magras con tomate, y una vino á parar á uno de
mis ojos, que no volvió á ver claro en todo el dÃa; y el señor gordo de
mi derecha habÃa tenido la precaución de ir dejando en el mantel, al
lado de mi pan, los huesos de las suyas, y los de las aves que habÃa
roÃdo; el convidado de enfrente, que se preciaba de trinchador, se habÃa
encargado de hacer la autopsia de un capón, ó sea gallo, que esto nunca
se supo: fuese por la edad avanzada de la vÃctima, fuese por los
ningunos conocimientos anatómicos del victimario, jamás parecieron las
coyunturas.--Este capón no tiene coyunturas, exclamaba el infeliz
sudando y forcejeando, más como quien cava que como quien trincha.
Valles angostos, erizados de colosales
fragmentos de granito que las tempestades habian arrancado de la
cumbre de las montañas, alegres campiñas, cubiertas de un tapiz de
verdura y sembradas de blancos caserÃos; desiertos sin lÃmites, donde
hervÃan las arenas calcinadas por los rayos de un sol de fuego; vastas
soledades, llanuras inmensas, regiones de eternas nieves, donde los
gigantescos témpanos asemejaban, destacándose sobre un cielo gris y
obscuro, blancos fantasmas que extendÃan sus brazos para asirle por
los cabellos al pasar; todo esto, y mil y mil otras cosas que yo no
podré deciros, vió en su fantástica carrera, hasta tanto que envuelto
en una niebla obscura; dejó de percibir el ruido que producÃan los
cascos del caballo al herir la tierra.
Pero entre esta juventud brillante y deslumbradora, que los ancianos
miraban desfilar con una sonrisa de gozo, sentados en los altos
sitiales de alerce que rodeaban el estrado real llamaba la atención
por su belleza incomparable, una mujer aclamada reina de la hermosura
en todos los torneos y las cortes de amor de la época, cuyos colores
habÃan adoptado por emblema los caballeros más valientes; cuyos
encantos eran asunto de las coplas de los trovadores más versados en
la ciencia del gay saber; á la que se volvÃan con asombro todas las
miradas; por la que suspiraban en secreto todos los corazones,
alrededor de la cual se veÃan agruparse con afán, como vasallos
humildes en torno de su señora, los más ilustres vástagos de la
nobleza toledana, reunida en el sarao de aquella noche.
Si le entusiasma alguna aventura heroica que le cuentan,
demuestra su admiración por el héroe con esta exclamación: «¡Ah
criollo!» Si él narra algún lance en que un ginete bien montado[12]
evitó un sablazo o una lanzada, ladeando el caballo, dice que «soslayó
el pingo».[13] No dice «tome usted», sino «velay»; al mate le llama «el
verde»,[14] a los tragos de caña o de ginebra «gorgoritos,» al
telégrafo eléctrico «el chismoso»,[15] al ferrocarril en señal de
admiración, «el bárbaro».[16]
Pero donde agota todo el repertorio de sus dichos, es en la enumeración
de las cualidades de un caballo que estima, y asà dice: «es aseadito
para andar»,[17] «es el peón de la casa»,[18] «es mi crédito», «es
seguidor en el camino», «es liberal por donde lo busquen»,[19] «a donde
quiera endereza»,[20] etc.
à cualquiera otro menos molido que el oficial de dragones, el cual
traÃa una jornada de catorce leguas en el cuerpo, ó menos acostumbrado
á ver estos sacrilegios como la cosa más natural del mundo, hubiéranle
bastado dos adarmes de imaginación para no pegar los ojos en toda la
noche en aquel obscuro é imponente recinto, donde las blasfemias de
los soldados que se quejaban en alta voz del improvisado cuartel, el
metálico golpe de sus espuelas que resonaban sobre las antes losas
sepulcrales del navimento, el ruido de los caballos que piafaban
impacientes, cabeceando y haciendo sonar las cadenas con que estaban
sujetos á los pilares, formaban un rumor extraño y temeroso que se
dilataba por todo el ámbito de la iglesia y se reproducÃa cada vez más
confuso repetido de eco en eco en sus alias bóvedas.
à cualquiera otro menos molido que el oficial de dragones, el cual traÃa
una jornada de catorce leguas en el cuerpo, ó menos acostumbrado á ver
estos sacrilegios como la cosa más natural del mundo, hubiéranle bastado
dos adarmes de imaginación para no pegar los ojos en toda la noche en
aquel obscuro é imponente recinto, donde las blasfemias de los soldados
que se quejaban en alta voz del improvisado cuartel, el metálico golpe
de sus espuelas que resonaban sobre las antes losas sepulcrales{148-1}
del pavimento, el ruido de los caballos que piafaban impacientes,
cabeceando y haciendo sonar las cadenas con que estaban sujetos á los
pilares, formaban un rumor extraño y temeroso que se dilataba por todo
el ámbito de la iglesia y se reproducÃa cada vez más confuso repetido de
eco en eco en sus altas bóvedas.
NOTES:
[Note 233: =de una vez=, _at one time_.]
[Note 234: =disponer para=, _to arrange for_.]
[Note 235: =encontrarse con=, _to come upon, to find_.]
[Note 236: =tardar en=, _to be long about, to be slow in_.]
[Note 237: =resolverse a=, _to decide to_.]
[Note 238: =verse precisado a=, _to be compelled to_.]
[Note 239: =poner por nombre=, _to name_.]
[Note 240: =estar a punto de=, _to be about to_.]
[Note 241: =trabajar de firme=, _to work hard, steadily_.]
[Note 242: =servir de alegrÃa=, _to serve as a joy_.]
[Note 243: =tener que vivir=, _to have to live_.]
[Note 244: =hacer frente a=, _to face_.]
[Note 245: =echar raÃces=, _to take root_.]
=EMILIO CASTELAR=
Nació en la ciudad de Cádiz (España) el dÃa 8 de
noviembre de 1832 y falleció el 25 de mayo de 1899.
hacer, to make, do, cause, bring about, work, cast, be, become, be
turned into; --(_impers._), to be (of the weather and of time); hace,
ago; hace mucho tiempo, a long time ago; no hace (_or_ ha) mucho, not
long ago; hace muchos años, many years ago; hace rato, quite a while
ago; hará cosa de tres ó cuatro dÃas, about three or four days ago;
haria cosa de unas dos horas, it must have been about two hours; --
justicia, to execute; -- mal de ojo, to cast the evil eye; -- memoria
de, to remember; -- monos, to play tricks; -- pedazos, to break to
pieces; -- platillo de, to converse about; -- una pregunta, to ask a
question, make a request; -- presente, to lay before, present, state;
dar que --, to give trouble; estar hecbo una furia, to be in a rage;
_refl._, to be, become; -- se de tripas corazón, to pluck up courage.
Lo cierto es que en el
recodo del verde sendero encontró una fuente donde mil veces habÃa
bebido siendo rapaz, y junto á la fuente una moza como unas flores,
alta, blanca, rubia, risueña; que el caminante le pidió agua, y la moza,
aplicando el jarro al caño de la fuente, y sosteniéndolo después, con
bÃblica gracia, sobre el brazo desnudo y redondo, lo inclinó hasta la
boca de Sebastián, encendiéndole el pecho con un sorbo de agua frÃa, una
sonrisa deliciosa y una frase pronunciada con humildad y cariño: «Beba,
señor, y que le sirva de salú.»{47-2}
Siguió su camino el indiano, y á pocos pasos se le escapó un suspiro,
tal vez el primero que no le arrancaba el cansancio fÃsico; pero al
llegar al pueblo recordó la promesa, y se propuso buscar sin dilación á
su feróstica prometida y casarse con ella, asà fuese el coco.
Estrechado, sin embargo, por las interrogaciones de su señor y por los
ruegos de Constanza, que parecÃa la más curiosa é interesada en que el
pastor refiriese sus estupendas aventuras, decidióse éste á hablar,
mas no sin que antes dirigiese á su alrededor una mirada de
desconfianza, como temiendo ser oÃdo por otras personas que las que
allà estaban presentes, y de rascarse tres ó cuatro veces la cabeza
tratando de reunir sus recuerdos ó hilvanar su discurso, que al fin
comenzo dó esta manera:
--Es el caso, señor, que según me dijo un preste de Tarazona,[1] al
que acudà no ha mucho, para consultar mis dudas, con el diablo no
sirven juegos, sino punto en boca, buenas y muchas oraciones á San
Bartolomé,[2] que es quien le conoce las cosquillas, y dejarle andar;
que Dios, que es justo y está allá arriba, proveerá á todo.
Los botes ligeros, con sus vientres blancos y azules y el mástil
graciosamente inclinado, formaban una fila avanzada al borde de la
playa, donde se deshacÃan las olas y una delgada lámina de agua bruñÃa
el suelo, cual si fuese de cristal; detrás, con la embetunada panza
sobre la arena, estaban las negras barcas del _bou_, las parejas que
aguardaban el invierno para lanzarse al mar, barriéndolo con su cola de
redes; y en último término los laúdes en reparación, los abuelos, junto
á los cuales agitábanse los calafates, embadurnándoles los flancos con
caliente alquitrán, para que otra vez volviesen á emprender sus penosas
y monótonas navegaciones por el Mediterráneo; unas veces á las Baleares
con sal, otras á la costa de Argel con frutas de la huerta levantina, y
muchas con melones y patatas para los soldados rojos de Gibraltar.
Y detrás de este
amontonamiento de saltos, y a la izquierda, y a la derecha,[1] cerca y
lejos, arriba, abajo, allá en las alturas, aquà a los pies, trenzándose
a pechadas con las rocas que, aunque aguantan, retiemblan, otros, y
otros, y otros saltos, cubriendo una superficie de cuatro mil metros:
unos con deslizamientos de culebra, otros con fieros brincos de jaguar,
unos obscuros, resbalando en silencio, otros vistosamente empenachados
de espuma, todos corren en vértigo y al llegar a la arista de los altos
y negros paredones, pierden pie[2] y ruedan al fatal e infinito
derrumbe, y allá abajo, reventados, deshechos, rugientes, siguen su
curso arrastrando en girones su túnica de encaje, mientras del uno al
otro extremo del inmenso anfiteatro de cascadas, entre aquel estruendoso
dislocamiento de violencias, sobre aquel paroxismo, cien arco iris se
tienden como puentes de paz.
Los oficiales del ejército francés, que á juzgar por los actos de
vandalismo con que dejaron en ella triste y perdurable memoria de su
ocupación, de todo tenÃan menos de{149-1} artistas ó arqueólogos, no hay
para qué decir que se fastidiaban soberanamente en la vetusta ciudad de
los Césares.{149-2}
En esta situación de ánimo la más insignificante novedad, que viniese á
romper la monótona quietud de aquellos dÃas eternos é iguales, era
acogida con avidez entre los ociosos; asà es que la promoción al grado
inmediato de uno de sus camaradas, la noticia del movimiento estratégico
de una columna volante, la salida de un correo de gabinete ó la llegada
de una fuerza cualquiera á la ciudad, convertÃanse en tema fecundo de
conversación y objeto de toda clase de comentarios, hasta tanto que otro
incidente venÃa á sustituirle, sirviendo de base á nuevas quejas,
crÃticas y suposiciones.
En los anchurosos patios, alrededor de inmensas hogueras, y
diseminados sin orden ni concierto, se veÃa una abigarrada multitud de
pajes, soldados, ballesteros y gente menuda, quienes, éstos aderezando
sus corceles y sus armas y disponiendolos para el combate; aquéllos
saludando con gritos ó blasfemias las inesperadas vueltas de la
fortuna, personificad a en los dados del cubilete, los otros
repitiendo en coro el refrán de un romance de guerra, que entonaba un
juglar acompañado de la guzla; los de más allá comprando á un romero
conchas,[2] cruces y cintas tocadas en el sepulcro de Santiago,[3] ó
riendo con locas carcajadas de los chistes de un bufón, ó ensayando en
los clarines el aire bélico para entrar en la pelea, propio de sus
señores, ó refiriendo antiguas historias de caballerÃas ó aventuras de
amor, ó milagros recientemente acaecidos, formaban un infernal y
atronador conjunto imposible de pintar con palabras.
De repente empezó á llover con violencia, pero cesó la lluvia á corto
rato; y ¡cuál no serÃa el asombro{97-4} del sencillo creyente vecino de
Animalejos cuando vió que una porción de mujeres, cuyos puestos de
dulces, juguetes de niños, campanillas y santos de barro y todo género
de baratijas habÃa averiado la lluvia, se encaminaban irritadas hacia la
ermita, recogiendo piedras del suelo y se ponÃan á apedrear á una imagen
de San Isidro colocada sobre el pórtico de la ermita, llenando de
improperios al Santo porque, según decÃan, le habÃan llenado de cuartos
el cepillo y habÃan quemado en su altar no sé cuántas velas para que
hiciera que no lloviese,{98-1} y el Santo era tan desagradecido, que
habÃa hecho precisamente todo lo contrario!{98-2}
--¡Pero no ven ustedes qué judiada la de esa gente!--exclamó
Traga-santos escandalizado, dirigiéndose á un grupo de lugareños de
ambos sexos que estaban á su lado presenciando aquella sacrÃlega pedrea.
Celedonio y doña Rita bailaban con mil zapatetas; Jacinto,
abrazado á una silla, valsaba rauda y amorosamente; Pepa herÃa con el
rabo de un cazo la sartén, haciendo desapacible música, y el capataz,
tendido en el suelo, se revolcaba, gritando ó mejor dicho aullando
salvajemente: «¡Viva la Virgen!» Apenas divisaron al marqués, aquellos
locos se lanzaron á él con los brazos abiertos, y sin que fuese poderoso
á evitarlo, lo alzaron en volandas, y cantando y danzando y echándoselo
unos á otros como pelota de goma, lo pasearon por toda la cocina, hasta
que, viéndole furioso, lo dejaron en el suelo; y aun fué peor entonces,
pues la cocinera Pepa, cogiéndole por el talle, quieras no quieras le
arrastró en vertiginosa danza mientras el capataz, presentándole una
botella de vino, se empeñaba en que probase un trago, asegurando que el
licor era exquisito, cosa que él sabÃa á ciencia cierta por haber
trasegado á su estómago casi toda la sangre de la botella.
Los mozos seguÃan desde lo alto todas sus grotescas
evoluciones, esperando el instante en que se desgarrarÃa el último
jirón de la saya á que estaba sujeta, y rodarÃa dando tumbos, de pico
en pico, hasta el fondo del barranco; pero ella con el ansia de la
muerte y sin cesar de proferir, ora horribles blasfemias, ora palabras
santas mezcladas de maldiciones, se enroscaba en derredor de los
matorrales; sus dedos largos, huesosos y sangrientos, se agarraban
como tenazas á las hendiduras de las rocas, de modo que ayudándose de
las rodillas, de los dientes, de los pies y de las manos, quizás
hubiese conseguido subir hasta el horde, si algunos de los que la
contemplaban y que llegaron á temerlo asÃ, no hubiesen levantado en
alto una piedra gruesa, con la que le dieron tal cantazo en el pecho,
que piedra y bruja bajaron á la vez saltando de escalón en escalón por
entre aquellas puntas calcáreas, afiladas como cuchillos, hasta dar,
por último, en ese arroyo que se ve en lo más profundo del valle....
Mil y mil leguas de
ferrocarriles se entretejerán de punta a punta de la isla; las ruedas de
los barcos de vapor surcarán dÃa y noche las aguas espumosas del mar,
muchos rÃos se canalizarán; los terrenos pantanosos se desecarán y sobre
ellos crecerán lozanas plantas; no habrá espacio que no esté sembrado de
caña, de café o de tabaco; la población se decuplará; al lado de cada
puerto se levantará una ciudad elegantemente delineada y construida; se
abrirán, donde ahora hay caminos intransitables, largas y bellas
calzadas; se echarán sobre los rÃos muchedumbre de soberbios puentes; se
introducirán todos los dÃas máquinas e instrumentos para sacar de la
tierra los frutos que atesora; se mejorarán las razas de todos los
animales útiles; las siembras mismas se harán con aquel orden y aquella
simetrÃa que son un indicio claro de los adelantos de los pueblos; las
groseras chozas de nuestros labradores se convertirán en graciosas
habitaciones rodeadas de árboles y de flores; todos los artÃculos se
abaratarán y se pondrán al alcance aun de las clases más pobres.
In 1035 it became a
kingdom; was united to Catalonia in 1137; rose to great influence
through its acquisitions in the thirteenth and fourteenth centuries
of Valencia, the Balearic Islands, Sardinia, and the Sicilies; and
was united with Castile in 1479 through the marriage of Ferdinand of
Aragon with Isabella of Castile." _Century Dict._]
[Footnote 3: The kings who reigned in Aragon during the fourteenth
century were as follows: Jaime II _el Justo_ (1291-1327), Alfonso IV
_el Benigno_ (1327-1336), Pedro IV _el Ceremonioso_ (1336-1387),
Juan I _el Cazador_ (1387-1395), and MartÃn (1395-1410).]
Aconteció una vez á este caballero, hallándose en su favorita
diversión acompañado de su hija, cuya belleza singular y
extraordinaria blancura le habÃan granjeado el sobrenombre de la
Azucena, que como se les entrase á más andar el dÃa engolfados en
perseguir á una res en el monte de su feudo, tuvo que acogerse,
durante las horas de la siesta, á una cañada por donde corrÃa un
riachuelo, saltando de roca en roca con un ruido manso y agradable.
Si
el buey brioso y bello, que todos se disputaban por tener en su carreta,
ha muerto, en un dÃa abrasante, de _cangrina_; si un tacho se ha
desfondado; si las coronas del trapiche se han roto; si en los
cañaverales ha prendido fuego, y con afanoso trabajo ha sido menester
atajar aquel mar de llamas; si las crecidas del rÃo han arrastrado el
maÃz, el arroz o la caña acabada de sembrar en sus márgenes; si una seca
o unos aguaceros horrorosos amenazan las cosechas; si el cerdo ya cebado
y pronto a ser vendido al especulador que recorre la finca se ha muerto
de repente sin saberse por qué; si el compañero, que solitario en los
campos estaba desmochando palmas, se ha caÃdo; si se ha dado por el
mayoral y los perros con algún negro cimarrón; si la vaca bermeja, si la
puerca del hocico blanco,[1] si la yegua más hermosa del potrero ha
parido, la letra de las canciones lo dirá cuando se esté chapeando o
cortando caña, cuando se junte o cargue en la casa de trapiche, cuando
los negros uno enfrente de otro batan en las resfriaderas, con las
bombas, la _templa_ que acaba de ser sacada del tacho.
dar, to give; -- crédito á, to believe; -- de firme, to beat firmly
(_or_ lustily); -- en, to rush (_or_ fall) headlong into; -- en la
flor, to take into one's head; to fall into the habit; -- fin, to die,
perish; --le á los fuelles, to pump the bellows; -- lugar, to give
rise; -- gusto, to gratify; -- de palos, to beat, give a beating; to
cudgel; -- un paso, to take a step; -- por, to consider, regard (as);
-- principio, to begin; -- que hacer, to give trouble; -- que reir
(con), to ridicule, make sport (of), make a laughing stock (of); --
razon de, to give an account of; to inform regarding; -- á alguno en
el rostro con, to cast in one's face; -- por seguro, to assert,
assure; -- susto, to frighten; tanto os da de, you think as highly of;
-- tumbos, to tumble; to whirl head over heels; -- vista á, to come
into view of; -- una gran voz, to call out loudly; -- una vuelta, to
take a turn, take a walk; -- vueltas, to turn, whirl, revolve; el dale
que le das, the persistent efforts; como Dios me daba á emender, to
the best of my ability; -- se cuenta de, to realize; -- se de ojo, to
conspire, have a secret understanding.
RELATED WORDS:
=TenedurÃa de libros=, _bookkeeping_; =libro de cuentas=, _(any) account
book_; =libro borrador=, _blank book_; _blotter_; =libro de inventario=,
_inventory book_; =libro de caja=, _cash book_; =libro copiador de
cartas=, _letter book_; =libro diario=, _day book_; =libro mayor=,
_ledger_; =libro de documentos a cobrar=, _records of bills
collectable_; =libro de documentos a pagar=, _record of bills payable_;
=cuenta deudora=, _debit account_; =cuenta acreedora=, _credit account_;
=cuenta de mercancÃas=, _bill of goods_; =cuenta de pérdidas y
ganancias=, _profit and loss account_; =cerrar una cuenta=, _to close an
account_; =liquidar=, _to settle (an account)_; =saldo a favor=, _a
balance in favor_; =saldo en contra=, _a balance against_; =partida=,
_item_, _entry_; =pasar al mayor=, _to transfer to the ledger_; =tenedor
de libros=, _bookkeeper_; =cajero=, _cashier_; =debe=, _debit_; =haber=,
_credit_; =activo=, _assets_; =pasivo=, _liabilities_; =entrada=, _cash
receipts_; =salida=, _expenditure_; =a cargo de=, _charged to_; =a favor
de=, _credited to_; =partida doble=, _double entry_; =a prorrata=, _pro
rata_.
El se muere _por
plantarle una fresca al lucero del alba_,{135-1} como suele decir, y
cuando tiene un resentimiento, _se le espeta á uno cara á cara_:{135-2}
como tiene trocados todos los frenos, dice de los cumplimientos que ya
sabe lo que quiere decir _cumplo y miento_;{135-3} llama á la urbanidad
hipocresÃa, y á la decencia monadas; á toda cosa buena le aplica un mal
apodo; el lenguaje de la finura es para él poco más que griego; cree
que toda la crianza está reducida á decir _Dios guarde á ustedes_ al
entrar en una sala, y añadir _con permiso de usted_ cada vez que se
mueve, á preguntar á cada uno por toda su familia, y á despedirse de
todo el mundo; cosas todas que asà se guardará él de olvidarlas, como de
tener pacto con franceses.{136-1} En conclusión, hombre de estos que no
saben levantarse para despedirse sino en corporación con alguno ó
algunos otros; que han de dejar humildemente debajo de una mesa su
sombrero, que llaman _su cabeza_; y que cuando se hallan en sociedad,
por desgracia, sin un socorrido bastón, darÃan cualquier cosa por no
tener manos ni brazos, porqué en realidad no saben dónde ponerlos, ni
qué cosa se puede hacer con los brazos en una sociedad.
Por las extensas galerÃas que se prolongaban á lo lejos formando un
intrincado laberinto de pilastras esbeltas y ojivas caladas y ligeras
como el encaje, por los espaciosos salones vestidos de tapices, donde
la seda y el oro habÃan representado, con mil colores diversos,
escenas de amor, de caza y de guerra, y adornados con trofeos de armas
y escudos, sobre los cuales vertÃan un mar de chispeante luz un
sinnúmero de lámparas y candelabros de bronce, plata y oro, colgadas
aquéllas de las altÃsimas bóvedas, y enclavados éstos en los gruesos
sillares de los muros; por todas partes á donde se volvÃan los ojos,
se veÃan oscilar y agitarse en distintas direcciones una nube de damas
hermosas con ricas vestiduras, chapadas en oro, redes de perlas
aprisionando sus rizos, joyas de rubÃes llameando sobre su seno,
plumas sujetas en vaporoso cerco á un mango de marfil, colgadas del
puño, y rostrillos de 'blancos encajes, que acariciaban sus mejillas,
ó alegres turbas de galanes con talabartes de terciopelo, justillos de
brocado y calzas de seda, borceguÃes de tafilete, capotillos de mangas
perdidas y caperuza, puñales con pomo de filigrana y estoques de
corte, bruñidos, delgados y ligeros.
VARIANT:
=Al cabo de medio siglo; cuando vaya corrido medio siglo.=
9.--LOS EXTRANJEROS EN AMÉRICA
Vengan en hora buena aquéllos que penetran al seno de la República por
el pórtico siempre abierto del preámbulo constitucional,[1] dispuestos a
labrar su propio bienestar, contribuyendo al engrandecimiento común al
amparo de leyes cuya generosidad sólo podrÃa compararse a la del surco
dilecto, que retribuye sin usuras el sudor de las frentes; vengan en
hora buena esos inmigrantes sanos y buenos, que incorporan nuevos
glóbulos rojos a las arterias de la República y de cada uno de los
cuales podrÃa decirse, parafraseando un concepto ajeno, que es como una
letra en el gran abecedario del progreso nacional; vengan en hora buena
esos extranjeros como Burmeister, como Jacques, como Berg, como Gould,
como Groussac, que han ilustrado el pensamiento de varias generaciones
argentinas, y cuyo paso por los bufetes de la pública enseñanza nos
permite afirmar que la República diluÃda en la triunfal policromÃa de un
potente organismo joven, es americana por el rÃgido concepto de su
propia autonomÃa; española por su tradición y por su lengua; alemana por
su ejército; inglesa por la pujanza de sus grandes capitales; francesa
por sus tendencias literarias e italiana por el hondo y permanente amor
a las cosas altas y las cosas bellas.
¡una va llena!
[34] =una=, _one_.
¿dos veces la una?
¿Era una niña pobre?
--Es una casualidad.
* * *
En una posada.
¡Pues vaya una novedad!
_Abre^una^eternidad_, p.
_Sobre una vi|oleta_, p.
¿Qué tomó en una posada?
2.{145-2} =una parte ...
[Footnote 1: una parte...
¿Quién sirvió una grulla?
¿Con quién tenÃa una cita?
¡Arrancarle{4-1} una oreja!
--¡Pero eso es una infamia!
¿Para qué sirve una brújula?
¿Quiénes forman una familia?
¿á una estación más
próxima?
¿Es una
monarquÃa este paÃs?
--Por una boda, señor capitán.
¿Cuántos dÃas tiene una semana?
_Por una sonrisa, un ci^elo_, p.
¿Dónde se
descubrÃa una cabaña?
30 Yo y el Padre una cosa somos.
¿Pues una alma puede
enterrarse?
=Page 109.=--1.{109-1} =una=; cf.
¡Disfrutas de una calma asombrosa!
¿No habÃa una escalera en el faro?
¿Era una galanterÃa esta respuesta?
¿Por qué no tenÃa sino una
pierna?
_Habi^a llegado una nave._ Calderón.
--¡Y cantaremos una canción de Ronsard!
¿Qué orden dió una señora a su portero?
¿Quién se sentó en
una silla metálica?
[10] =de una carrerita,= _raced_; _ran_.
[9] =tomar una copa,= _to take a drink_.
¿Da el señor una carta de recomendación?
¿En qué se parecen una boca y un molino?
¿Estaba montado el tratante en una mula?
¿PoseÃa el infeliz ciego una
buena voz?
=partida; jugar una --,= to play a game.
--Es decir que has robado una vaca gorda.
¡La
noche, que se parece á una eternidad!
¿No podÃan ir a una estación más
próxima?
¿Qué dijo el padre cuando vió una ardilla?
¿En qué se parecen un elector y una pelota?
[94] =una tras otra=, _one after the other_.
¿De qué consiste una cuarta parte del canal?
[38] =Más de una.= Compare with _más que una_.
¿Qué sucedió una vez en una ciudad de Alemania?
¿Quién se resiste á una sorpresa de esa
especie?
¿Por qué no
pudo cantar teniendo una voz regular?
--Me sucede una cosa muy extraña, exclamó Esteban.
=moreno -a=, brown, dark; =una morena=, a brunette.
¿Estaba listo el criado también a seguir una
broma?
¿Quieres que le{33-6} enseñe el
francés á una mula?
--MuchÃsimo; es una de las óperas que más me gustan.
¿No has gritado que iba por el rÃo abajo una ballena?
¿Cómo se llaman los hijos y las
hijas de una familia?
¿Por qué le dieron al anciano una escudilla de madera?
--¿Cómo se denomina las diversas partes de una oficina?
¿En qué se parece un esqueleto a una comida de viernes?
=infamia=, _f._, infamy; =es una infamia=, is infamous.
--Otra vez el jornalero dijo con una sonrisa:--_error_.
¿Por qué era necesario buscar una ruta nueva a la India?
--¿Qué pasos hay que[12] dar para[13] edificar una casa?
--SÃ; pues hay allà una tierra porosa y fácil de labrar.
--Yo quiero una flor de lis del huerto que encuentre Vd.
* * *
Cierta señora fue a visitar a una de sus amigas.
[33] =una escala tres veces mayor (de lo) que lo hace con=.
¿Qué hacen cada vez cuando nace un prÃncipe o una princesa?
--Se cayó á pedazos de puro viejo, hace una porción de años.
¿Por qué se escondieron en una cueva más bien que en una casa?
(III)
Dos amigos de una bolsa, el uno canta y el otro llora.
--¡Es que si callas, te voy á deshacer yo la cara de una guantá!
--En el canto, cuya caracterÃstica es la de ser de una sola voz.
[4] =una bala dejó la estampa ...,= _a bullet had left its mark_.
¿Le parecÃa a él también que «la noche se pasa como una
sombra»?
=temporada=, _f._, space of time; =una temporada=, for some time.
¿Se podrÃa vivir en una casa de huéspedes,
por modesta que fuese?
=pregunta=, _f._, question;
=hacer una ----=, to ask a question.
=sino=, except, but; =no tenÃa sino una pierna=, had only one leg.
_¿Qué forma del verbo se emplea después de una preposición?_
III.
--El caucho es una de las substancias más maravillosas del siglo XX.
--Sólo una parte pequeña de la zona apropiada se halla bajo cultivo.
=imprudencia=, _f._, imprudence; =una imprudencia=, an imprudent act.
--De todas maneras, aunque papá no se entere, hice una cosa muy mala.
¡Cuántas veces turbó mi reposo una aura ligera
seguida de un crujido!
=pata,= foot and leg of animals; =rómpales una --,= break their bones.
=pregunta=, _f._, question; =hacer= =una pregunta=, to ask a question.
15
Asà es necesario que cada una vuelva a escribir su nombre y
edad.
--Amigo,--dijo con una sonrisa muy fina,--ya no hablaremos más de eso.
--Basta, basta, amigo Frutos: tendrá usted aunque sea una vaca rellena.
--Sosiégate, hija, que va mucho de hacer una amenaza á{91-1} cumplirla.
=locura=, _f._, madness; =una locura=, a mad thought, an act of madness.
32 Y él les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis.
--Nada,--le respondà cariñosamente, pasándole por los labios una ramita.
--No, señor; ni al lucero del alba que viniese con una torta en la mano.
--En algunos paÃses esa enseñanza ha sufrido una evolución
significativa.
[46] =preveo una dificultad, y es,= _I foresee a difficulty, and that
is_.
¿No dijeron los médicos que habÃa muerto de
una mojadura que habÃa cogido?
¿No ves en la entrada una gran telaraña,
que la cubre de un lado a otro?
130
--Ha venido aquà una niña en busca de su marido, el
prÃncipe Jalma.
--Asà te pasaran con una lanza moruna de parte á parte, ladrón,
embustero.
--En ese caso serÃa indispensable una buena reserva de piezas de
repuesto.
--SÃ, dijo el joven; es una cosa extraña lo que me sucede, muy
extraña....
7 Vino una mujer de Samaria á sacar agua: [y] Jesús le dice: Dame de
beber.
¡Oh, si yo
pudiese coger viva una corza blanca para ofrecérsela á mi señora!
--¿No falta ningún[7] pasajero?--preguntó una voz en la puerta de la
posada.
=estrujar,= to squeeze; =-- como una breva,= to squeeze the life out of
one.
=liebre,= _f._, hare; =abrir los ojos como una --,= to open one's eyes
wide.
=soltar=, 23, to loosen, drop;
=---- una carcajada=, to burst out laughing.
--Con excepción de una vasta meseta que ocupa la parte oriental de ese
paÃs.
[3] =brazo en jarras,= _arms akimbo._
[4] =una media vuelta,= _a half turn_.
¿No es verdad que una niña
bien educada no harÃa lo que yo hice esta noche?...
=risa, risas,= laughter; =me dió una --,= I was seized with a fit of
laughter.
10 Porque el haber muerto, al pecado murió una vez; mas el vivir, á Dios
vive.
--Has de saber que hay aquà una niña en busca de
su marido, el prÃncipe Jalma.
--Ya está la cigüeña machacando el gazpacho, dijo una de las niñas más
chicas.
[30] =de una substancia tan preciosa,= _of so precious (valuable) a
substance_.
¡Dios no lo quiso asÃ, permitiendo que de una vez pagará todas
sus maldades!...
--¡Suelte!--le dijeron desde la lancha más de una vez, con débil y
trémula voz.
¿cree acaso que esa es una cruz santa como la
del porche de nuestra iglesia?...
¿Hubiera usted esperado una hora entera antes de ponerle
de patitas en la calle?
=pitada,= whistle, whistling; =echar una -- al aire= (_coll._), to take
a smoke.
130
--Bien,--dijo el médico;--voy a recetarle una medicina
con que pierda Vd.
--Ese procedimiento supone una vigilancia minuciosa por parte de los
litigantes.
--¿Qué diligencias hay que hacer para[25] edificar una casa en la
América latina?
=tornar(se)=, to return, restore; =tornar á hacer una cosa=, to do a
thing again.
--Mujer, no llore usted, que al fin su hijo tiene sobre el toro una gran
ventaja.
--SÃ, porque en paÃses montañosos una mula es más resistente que[61] dos
caballos.
--¡No os lo dije yo una y mil veces, mi señora doña Baltasara, no os
lo dije yo!...
--¡Ola!--gritó el forastero, soltando una carcajada que hizo retemblar
las paredes.
135
La madre del Sur dió a la niña una cruz de oro y el Sur la
llevó al Oriente.
¡Pues
doña Rita (era el ama de llaves), sueña con establecer una casa de
huéspedes!
--Acérquese, pues, no sea cobarde, decÃa una dirigiéndose a alguno de
los campeones.
94, note 3.]
II
La iglesia estaba iluminada con una profusión asombrosa.
--Señorito,--le dijo,--mi niño se muere de
hambre: déme usted una limosna, por Dios.
[39] =Más de una= (plural in meaning, singular in form) =importa= (and
not _importan_).
--Es--respondió ella--que no soy de esas personas que
hoy dicen una cosa y mañana otra.
--Y una enamorada pareja, colgó junto á nosotras su redondo nido de
aristas y de plumas.
[12] =a casa de una su amiga.= Sometimes the possessives _suyo, suya_
take the above form.
¡Hay que hacer con él una{109-1} que
sea sonada para que no vuelva á venderse al oro de...
¿Conoce usted alguna ciudad de los Estados Unidos que tenga una
población tan cosmopolita?
22 Porque sabemos que todas las criaturas gimen á una, y á una están de
parto hasta ahora.
[2] =una mano solÃcita del bien,= _a hand solicitous for the general
good; a friendly hand_.
_hacer una con_ = 'to play a trick
on.' Here una has the force of an indefinite pronoun; cf.
=trisca,= noise (_made by breaking glass or nuts_); =peguéla una --,= I
gave her a trouncing.
=consagrar=, to devote, consecrate; =consagrarse á hacer una cosa=, to
do something zealously.
¿Es cierto que
le dieron una paliza a un ladronzuelo que le arrebató la capa a un
melancólico?
--Se me dice que se le ofrecerÃa una plaza de tenedor de libros en
Buenos Aires o en Montevideo.
¿No es ese un vÃnculo común muy poderoso, que hace de toda la
América hispánica una sola familia?
¿Qué es lo que se nos aparece una vez en un minuto, dos veces en un
momento, y nunca en un siglo?
--¿Cuál es la distribución que se da[91] por lo general a las
habitaciones de una casa de familia?
--¿Se da a la mujer una enseñanza profesional fuera de la que se exige
para ejercer el magisterio?
* * *
Examinando a una señora como testigo de un pleito, el
juez le preguntó cuántos años tenÃa.
¿Para cuántos de mis lectores será su libro--=«Ariel»=--como para mà lo ha
sido, una revelación?...
--Tú lo quieres, es una locura que te hará reir; pero no importa: te lo
diré, puesto que lo deseas.
--Tú lo quieres, es una locura que te hará reir; pero no importa: te
lo diré, puesto que lo deseas.
=manera=, _f._, way, manner;
=de una ----=, in a way;
=de ---- que=, so that;
=por ---- que= (S.
5
=Estudio=
[Illustration: UNA BRÚJULA]
Este dibujo representa
una brújula de navegar.
* * *
ComÃa un inglés en una fonda y le sacaron, como era 25
natural, pan tierno.
=picardÃa,= wanton trick, villany; =decir --s,= to revile, blaspheme;
=hacer una --,= to play a trick.
--SÃ; sobre todo en aquéllos donde las viejas universidades han impuesto
una dirección a la educación.
--Veo a una linda moza, que me mira y que mueve los labios como si
hablase, y que lleva ¡caso extraño!
¡Nunca ha herido mi imaginación una
amalgama más disparatada de dos ideas tan absolutamente enemigas!...
=Z=
=Zamora=, _f._, city in Spain; =no se tomó a ---- en una hora=,
Rome was not built in a day.
22 Y yo, la gloria que me diste les he dado; para que sean una cosa,
como también nosotros somos una cosa.
--Una vez sola,--dijo en tono suplicante;--una sola para saber si Teresa
permite que me case con Cristina.
--Pero ese depósito pronto se agotará,--dijo Jiménez, haciendo una
guiñada de inteligencia[25] a sus amigos.
5 Vino, pues, á una ciudad de Samaria que se llamaba Sichâr, junto á la
heredad que Jacob dió á José su hijo.
=alcanzar=, to reach, overtake, obtain, be enough; =alcanzar á hacer una
cosa=, to succeed in doing something.
25 Entonces él respondió, y dijo: Si es pecador, no lo sé: una cosa sé,
que habiendo yo sido ciego, ahora veo.
=un=, =una=, a, an; =unos=, some; =unos cuantos=, a few; =unos á otros=,
from one to the other, to one another.
¿Cómo no quiere Ud., pues, que[23] el
habitante de una nación latinoamericana se sienta extranjero en las
otras?
¿Los ve usted como se adelantan mudos y con lentitud,
como una legión aérea que se mueve por un impulse invisible?
[62] =en el estrecho marco que significa una vida humana,= _within the
narrow limits which mark a single lifetime_.
--Él no vuela: pero en su cabeza, como en jaula misteriosa, lleva una
ave que vuela más que yo y que sube más alto.
--¡Ella también se desprendió de la vida y acaso dormirá en una fosa
reciente, sobre la que yo me detuve un momento!
[Illustration]
LAS METAMORFOSIS DEL PICAPEDRERO
HabÃa una vez un hombre que cortaba piedras de una roca.
]
Extraña, horrible fué la operación, en tanto que la candente armadura
perdÃa su forma para tomar la de una cruz.
¿Porqué es una mujer deforme cuando está remendando
sus medias?--Porque sus manos están donde debÃan estar
sus pies.
26 Porque Macedonia y Acaya tuvieron por bien hacer una colecta para los
pobres de los santos que están en Jerusalem.
--Guarda--le dijo--tu último juguete: si alguna
vez te desprendes de[198] él, que sea para hacer una
buena obra.
-- No, porque habrÃa que hacer una travesÃa de más de cinco dÃas,[59] lo
cual requerirÃa dos mulas o cinco caballos....
[48.27] =te he de decir una cosa=, 'I have something to tell you.'
[48.28] =dÃmela= (_di-me-la_): see _di_, in Vocab.
--¡Qué creÃda![7]--exclamó una de las ordeñadoras, asomando la cara
fresca y risueña por debajo de la ubre de una vaca.
2 E hiciéronle allà una cena: y Marta servÃa, y Lázaro era uno de los
que estaban sentados á la mesa juntamente con él.
[Illustration: Una Mina de Nitrato]
La región central del paÃs es una zona eminentemente agrÃcola de clima
excelente.
¿Qué edad tiene[4] su
hijo de Ud.?[5]
--Solo veintiún años; pero ha viajado mucho[6] y tiene una experiencia
que Ud.
=Resumen=
Sin mirar el libro, escriba usted en el pizarrón una relación breve de
lo contenido en el trozo precedente.
=arrancar=, to pull off (_or_ out), tear off (_or_ out), snatch away;
=arrancar una carcajada=, to make one laugh loudly.
--Efectivamente, dijo otro, nos traes á conocer á una dama, y apenas si
con mucha dificultad se ven los dedos de la mano.
--Efectivamente, dijo otro; nos traes á conocer á una dama, y apenas
si con mucha dificultad se ven los dedos de la mano.
¿Cómo se las[11] arreglan los
inspectores cuando tienen que habérselas con[12] un artÃculo nuevo, o de
una calidad nueva?
--¡Hé aquÃ[55] una araña providencial!--dijo el
prÃncipe.--Sin ella, estarÃamos a estas horas en poder
de los enemigos.
¡Lástima que no tenga á mano un almacén de comestibles y una bodega para
esperar el dÃa comiendo y bebiendo, aunque reventase!
[118.13] =Nosotros no nos sentimos con=, 'we do not feel that we have.'
[118.19] =Vese==_se ve_.--=que es de==_que es una de_.
¡Cobardes!--y rueda por el
suelo al lado de los tres cadáveres que no valen juntos lo que vale una
gota de sangre de ese héroe.
15
Mientras hablaba de este modo el leñador, iba
apareciendo ante su vista una bella figura de mujer
vestida de blanco.
--Las zonas templadas y frÃas de Sud América, especialmente las pampas
argentinas en una extensión de cien millones de hectáreas.
22 Y como él hubo dicho esto, uno de los criados que estaba allÃ, dió
una bofetada á Jesús, diciendo: ¿Asà respondes al pontÃfice?
--Hace once años que mi tÃa es una madre para mÃ; once años que sé lo
que es el amor filial: ¿querÃas que me casase lejos de ella?
--¿Cómo?--grita la señora.--Un animalito que no pasa de los seis años,
¿va á pagar billete entero, como si fuese una persona mayor?
--Por mi parte, puedo deciros que siempre la creà una locura; mas desde
anoche comienzo á comprender la pasión del escultor griego.
10
Ocupa una de las situaciones más propias para servir
de[278] punto de escala a la navegación entre los dos
continentes.
--Me imagino que las casas serias no aceptarán una representación a
menos que se les dé agencia exclusiva en toda la América latina.
--SÃ; en caso de que el extranjero en cuestión sea propietario, o tenga
familia, y sobre todo si es casado con una natural del paÃs.
¿Quién es él que sin ceremonia, y con el sombrero calado, se sienta
delante del rey, del emperador o del presidente de una república?
3 Judas pues tomando una compañÃa, y ministros de los pontÃfices y de
los Fariseos, vino allà con linternas y antorchas, y con armas.
--Mariquilla, dijo la niña del manijero,
Cuando baja, rÃe; cuando sube, llora:
¿à que{83-1} no me lo aciertas en una hora?
--Veo que la gran red de ferrocarriles de la parte austral de Sur
América extiende una de sus lÃneas hasta las proximidades de Cuzco.
65
* * *
Un soldado preguntó a uno de sus camaradas, que volvÃa de
una campaña, si habÃa hallado mucha hospitalidad en
Holanda.
* * *
Un individuo que venÃa a Madrid en diligencia, entró en
una posada a las doce del dÃa y preguntó:
--¿Cuánto vale la comida?
=soltar (ue),= to drop, let loose, cast off, discharge, utter; =--una
especie,= to make a suggestion; =--lo redondo,= to swear roundly.
=carrera=, _f._, run, race, course of study; =carrera de abogado=, law
course, study of law; =tomar=, _or_ =dar=, =una carrera=, to run.
¡Cuán distinta de la voz de ParÃs, cuando uno cree escucharla,
al acercarse, halagadora como una canción de amor, de poesÃa y de
juventud!
6 Y estaban allà seis tinajuelas de piedra para agua, conforme á la
purificación de los JudÃos, que cabÃan en cada una dos ó tres cántaros.
=Modismos=
Empléese en una oración completa cada uno de los modismos de este cuento
que contenga verbos, cambiándose el tiempo del verbo.
110
La niña dijo que querÃa ir con él y la madre del Norte le
regaló una gallina de oro y trigo de oro para vender en caso
de necesidad.
[Illustration]
Al primer paso que dió el marqués entonaron éstos una fanfarria que
demostraba claramente que no habÃa desmejorado su arte.
=levantar=, to raise, to pile up, to make;
=---- una fortuna=, to make a fortune;
to raise the quarry (_hunting_);
to catch sight of.
--El procedimiento más recomendable serÃa, a mi juicio, establecer una
sucursal en cada centro comercial importante, a cuyo frente pondrÃa Ud.
--Ya veo que la posibilidad de conceder créditos requiere una
organización bancaria especial que permita al exportador negociar sus
créditos.
29 Y estaba [allÃ] un vaso lleno de vinagre: entonces ellos hinchieron
una esponja de vinagre, y rodeada á un hisopo, se la llegaron á la boca.
51 note 2.]
Durante una ó dos horas, en las calles inmediatas á estos puntos reinó
un bullicio, una animación y un movimiento indescriptibles.
«Esta buena pieza es la que ha causado el destrozo», dije para mis
adentros, lanzándole una mirada iracunda que la muñeca aparentó no
comprender.
5
Pepito volvió la cabeza hacia el sitio de donde partÃa,
y vió junto a la verja una mujer mal vestida, con un
niño desnudo en sus brazos.
=Ejercicio de Observación=
Usando unas cincuenta palabras, escrÃbase una descripción de lo que se
observa en el grabado en frente de la página 8.
5
Cuando más abatido se encontraba, vió flotar como
una nube blanca sobre el agua del rÃo, y poco después
se movió el ramaje de la orilla.
--Algunas sirven de agentes a ciertas empresas importadoras de la
América latina, realizando los pedidos y cobrando una comisión por este
servicio.
--Generalmente una sola en mayo, junio o julio, seguida de operaciones
complementarias con la rastra y el rodillo cuando el trigo ha sido
sembrado.
--¿Por qué?--les preguntó Traga-santos sorprendido é indignado, tanto
más, cuanto que entonces reparó que cada lugareño tenÃa una piedra en la
mano.
--Es un ignorantón, que después de haber puesto el órgano de su
parroquia peor que una carraca, viene á profanar el de maese Pérez,
decÃan los otros.
(that
part of a garment turned back and showing the lining), lining; dar una
--, to take a turn, take a walk; dar --s, to turn, wind, whirl,
revolve.
¡Qué mundo de venturanza la plácida nota lanza
Su voz como una caricia
o como un suave reproche
desgrana en la calma noche
las perlas de su delicia.
--Cuando es preciso[10] vender una propiedad a fin _de_[11] dividir una
herencia o para satisfacer una demanda entablada por los acreedores del
dueño.
--Y apuesto una oreja a que es ese madrileño.--Entonces veo que llama a
unos músicos que habÃa alrededor de Santa Cecilia, y ellos pasan a la
porterÃa.
¡Oh honradas casas, donde un modesto cocido y un principio final
constituyen la felicidad diaria de una familia, huid del tumulto de un
convite de dÃas!
--Bien--dijo el negro;--pero hay una condición y es que
las bodas se celebren a oscuras y que ella nunca trate de verme, 40
mientras yo no lo diga.
7.--MACEO[A]
Y por último, sentado en un banquillo de madera frente a una mesita de
campaña, y rodeado de algunos jefes y oficiales, estaba un hombre.
--No hay duda que aunque no sea más que la ilusión de hallarse junto á
una mujer de este calibre, es lo suficiente para no pegar los ojos en
toda la noche.
[Illustration: La Ciudad y el Puerto de RÃo de Janeiro]
BahÃa es la segunda ciudad del Brasil y tiene una buena situación en
la bahÃa de Todos los Santos.
¿Qué habÃa pasado entre los dos amantes para que se arrastrara al fin á
poner por obra una idea que sólo el concebirla habÃa erizado sus
cabellos de horror?
¿Que habÃa pasado entre los dos amantes para que se arrastrara al fin
á poner por obra una idea que sólo el concebirla habÃa erizado sus
cabellos de horror?
--Pues bien--le dijo el rey--Tengo una hija muy bonita
y te la doy por esposa si matas el jabalà que hace tanto mal a 25
los habitantes de la ciudad.
=Agrupación de palabras relacionadas=
Valiéndose del vocabulario de este libro, fórmese un grupo de palabras
basado sobre cada una de las voces que siguen.
=Sinopsis de un verbo=
EscrÃbase una sinopsis del verbo _subir_ en los tiempos simples de
indicativo y de subjuntivo, usando la primera persona del plural.
--Al entrar[44] en una casa de ventas[45] al por mayor, lo primero[46]
que se ve es un espacioso salón, donde se halla en exhibición la
nueva[47] mercaderÃa.
¿Sabéis lo que es una madre que ve morir á los hijos de sus entrañas,
diciendo: «Tengo hambre..., tengo frÃo»?--Señores, ¡yo no quiero mi vida
sino por ellos!
=Estudio de voces de la misma etimologÃa=
Hágase una lista de todas las voces españolas de la página 40 que tengan
palabras inglesas de la misma etimologÃa.
21 Para que todos sean una cosa; como tú, oh Padre, en mÃ, y yo en ti,
que también ellos sean en nosotros una cosa: para que el mundo crea que tú me
enviaste.
25.--LOS CARNAVALES[1] DE ANTAÑO
Al caer la tarde,[2] se veÃa venir, en una u otra dirección, una
comitiva, precedida y seguida de una turba de muchachos.
¡Cuando le vi entrar me dió una risa, que por poco me
oye!{19-4}
La chiquilla se reÃa aún, con tanta gana y tan francamente, que me
obligó á hacer lo mismo.
--¿Cómo quieres que esté un hombre que ha venido desde Barcelona debajo
de dos peregrinos, y amenazado constantemente por una perra, una señora
y un salchichón?
=Sinopsis de un verbo=
EscrÃbase una sinopsis del verbo _esconder_ en los tiempos simples de
indicativo y de subjuntivo, usando la tercera persona del plural.
=Sinopsis de un verbo=
EscrÃbase una sinopsis del verbo _llevar_ en los tiempos simples de
indicativo y de subjuntivo, usando la tercera persona del singular.
23 Yo en ellos, y tú en mÃ, para que sean consumadamente una cosa; que
el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado, como también á mà me
has amado.
* * *
Un recluta escribÃa a su padre una carta bastante breve y
concluyó asÃ:
No escribo más porque tengo tanto frÃo en los pies que no
puedo tener la pluma.
--Me importa á mÃ, que veo lo que suda el mi hijo{167-1} pa ganar un
peazo de pan que tú vendes por una botella de aguardiente, en lugar de
partirle con tus hijos.
--Ustedes harán penitencia, señores, exclamó el Anfitrión una vez
sentado; pero hay que hacerse cargo de que no estamos en Genieys:--frase
que creyó preciso decir.
31.--LA QUENA[1]
La quena, fabricada generalmente con una caña peculiar de las montañas
del Perú, mide media vara de largo y dos tercios de pulgada de diámetro.
--Moscón, dijo á su vez Mariquilla albóndiga, dÃle al diablo que mi
_mae_ Ana me ha puesto una cruz de retama macho al cuello para librarme
de él y de la erisipela.
--Yo digo la verdá aunque sea delante del mi marido,--replica la de la
buhardilla, mirando de reojo á una esquina de la calle y bajando la voz
asà que ve al Tuerto.
10
Todo el mobiliario de la celda se componÃa de cuatro
sillones, una mesa sucia y una cama sin colchón ni
sábanas ni colchas, y con una piedra por almohada.
--Fernando, dijo la hermosa entonces con una voz semejante á una
música: yo te amo más aún que tu me amas; yo, que desciendo hasta un
mortal, siendo un espÃritu puro.
¡Yo, que á tus ojos en mi agonÃa
Los ojos vuelvo de noche y dÃa;
Yo, que incansable corro y demente
Tras una sombra, tras la hija ardiente
De una visión!
25 Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, que si se
escribiesen cada una por sÃ, ni aun en el mundo pienso que cabrÃan los libros
que se habrÃan de escribir.
8.--MOSAICO DE PUEBLOS
La América latina no es en buenas cuentas una definida familia étnica
que en algún momento de su historia pudo haber formado una sola nación.
]
XXX[1]
Asomaba á sus ojos una lágrima
Y á mi labio una frase de perdón;
Habló el orgullo y se enjugó su llanto,
Y la frase en mis labios expiró.
¿Por dónde
habÃan de entrar?[53]
Miraron todos la entrada, vieron que habÃa, en
efecto, una telaraña que llegaba de un lado a otro del 15
agujero.
2 Y los soldados entretejieron de espinas una corona, y pusiéron[la]
sobre su cabeza, y le vistieron de una ropa de grana;
3 Y decÃan: ¡Salve, Rey de los JudÃos!
[3.13] =se le enredó á una pierna=, 'wrapped itself about one of his
legs.' Note that =le==='his.'
[3.22] =que=, 'for.'
[3.24] =serpiente= is the subject of =forcejeó=.
--Esa es una magnÃfica idea,--dijo mister Smith.--Pero--agregó con un sÃ
es no es de[8] melancolÃa--difÃcil será que mi paÃs desaloje a la Europa
de los mercados de América.
]
--Será alguna ráfaga de aire que ha abatido la llama al pasar, exclamó
Carrillo volviendo á ponerse en guardia, y previniendo con una voz á
Lope, que parecÃa preocupado.
=vuelta=, _f._, turn, return; =á la vuelta=, upon returning, on one's
return; =dar una vuelta=, =dar vueltas=, to stroll about, turn over;
=tomar la vuelta de=, to turn into.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos ir, extender, lanzar en los tiempos
simples de indicativo y de subjuntivo, empleando la tercera persona del
plural.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos servir, venir, alzar en los tiempos
simples y compuestos del indicativo, empleando la primera persona del
singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _caer_, _sentir_, _salir_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, usando la primera persona
del plural.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _ser_, _oÃr_, _pensar_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, empleando la tercera
persona del plural.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos traer, vencer, morir en los tiempos
simples de indicativo y de subjuntivo, empleando la primera persona del
singular.
17.]
Tal vez serÃa un rayo de sol que serpeó fugitive entre su espuma; tal
vez una de esas flores que flotan entre las algas de su seno, y cuyos
cálices parecen esmeraldas ...
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _querer_, _poner_, _pedir_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, usando la tercera persona
del plural.
--Pero con marina de guerra y todo,[45]--dijo el boliviano,--yo preveo
una dificultad, y es[46] la desproporción entre las importaciones y las
exportaciones de los Estados Unidos.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _poner_, _tener_, _hacer_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, usando la primera persona
del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _haber_, _llegar_, _estar_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, usando la primera persona
del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _cargar_, _costar_, _gozar_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, usando la primera persona
del singular.
18 Asà que, de la manera que por un delito [vino la culpa] á todos los
hombres para condenación, asà por una justicia [vino la gracia] á todos los
hombres para justificación de vida.
3 Entonces MarÃa tomó una libra de ungüento de nardo lÃquido de mucho
precio, y ungió los pies de Jesús, y limpió sus pies con sus cabellos: y la
casa se llenó del olor del ungüento.
--Mucho; y se juegan no sólo entre las universidades de un paÃs, o entre
las facultades o escuelas de una misma universidad, sino también entre
_teams_ o equipos de distintos paÃses.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _cruzar_, _dirigir_, _saber_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, usando la primera persona
del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _poder_, _volver_ y _dar_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, empleando la tercera
persona del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _seguir_, _creer_, _deducir_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, usando la tercera persona
del singular.
(al
exclamar _¡bah!_ el marqués de Torres-Nobles dió una vuelta en la cama y
se arropó mejor, porque se le colaba el frÃo por la nuca); en resumidas
cuentas, ¿qué me importa todo ello?
--¡Se bebera vino del paÃs![1]
[Footnote 1: vino del paÃs = 'wine from home,' 'wine from our own
country.']
--¡Y cantaremos una canción de Ronsard![1]
[Footnote 1: Ronsard.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _entender_, _decir_, _carecer_ en
los tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, empleando la primera
persona del plural.
60
Pero a veces brillaba en su mirada una viva esperanza que
Gómez de Aguilar interpretaba en estas palabras:
--Pero es muy probable que nos encuentren sin llamarlos y
sin moverme.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos afligirse, vestir, pertenecer en
los tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, empleando la primera
persona del singular.
=andar=, to go, walk, run (_as a machine, watch, etc._), be; =andar
por=, to move over; =andar á hacer una cosa=, to go and do something;
=¡anda!= go on!; =vamos andando=, let us be going.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _sentarse_, _sacar_, _contribuir_
en los tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, usando la primera
persona del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos conseguir, _despedir_, _tener_ en
los tiempos simples del indicativo y del subjuntivo, empleando la
tercera persona del plural.
--PermÃtame Ud.[10]; la América latina no tiene una historia común; es
decir, una historia cuyos episodios unifiquen los sentimientos de los
individuos en la veneración de glorias comunes.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _entregar_, _rogar_, _arrancar_ en
los tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, empleando la primera
persona del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos traer, escoger, poner en los
tiempos simples y compuestos de indicativo y de subjuntivo, usando la
primera persona del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _esparcir_, _fabricar_, _advertir_
en los tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, empleando la
primera persona del plural.
--No pueden hacerlo[74] porque una barra de fango, formada en la
desembocadura del rÃo, impide la entrada de los transatlánticos al rÃo,
a la vez que la salida al mar de los vapores del rÃo.
33 Mas cuando vinieron á Jesús, como le vieron ya muerto, no le
quebraron las piernas:
34 Empero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y luego
salió sangre y agua.
10
Un dÃa el dueño del castillo se levantó muy temprano,
colocó una gran piedra en el camino de la aldea, y se
escondió cerca de allà para ver lo que ocurrÃa al pasar[17]
la gente.
--Ese hecho produjo una crisis económica profunda en tales labores; pero
dió al gobierno la oportunidad de poner en práctica un plan de
colonización agrÃcola para atraer al inmigrante europeo.
--Con verdad, decÃa el jinete á su acompañante, que si el alojamiento
que se nos prepara es tal y como me lo pintas, casi casi serÃa
preferible arrancharnos en el campo ó en medio de una plaza.
--Cuando estén terminados todos los ramales que se encuentran en
construcción (porque hasta ahora no están en servicio ni aun la mitad),
tendrá una longitud total de quince millas, más o menos.
--Este falucho--dijo acariciándole con una palmada el vientre seco y
arenoso--es _El Socarrao_,{52-2} el barco más valiente y más conocido
de cuantos se hacen al mar desde Alicante á Cartagena.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _ascender_, _efectuarse_,
_sostener_ en los tiempos simples de indicativo y de subjuntivo,
empleando la tercera persona del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _propagar_, _constituir_,
_adquirir_ en los tiempos simples de indicativo y de subjuntivo,
empleando la primera persona del singular.
54 Por tanto, Jesús ya no andaba manifiestamente entre los JudÃos; mas
fuése de allà á la tierra que está junto al desierto, á una ciudad que se
llama Ephraim: y estábase allà con sus discÃpulos.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _invocar_, _ver_, _cubrir_ en los
tiempos simples y compuestos del indicativo y del subjuntivo, usando la
primera persona del singular.
¡Que esta cámara
sea transformada en una más melancólica y yo
rogaré a Dios que la deje dormir para siempre,
los ojos cerrados, mientras que a su alrededor
errarán los fantasmas de oscuros velos!
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _entristecerse_, _replicar_, _ver_
en los tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, sirviéndose de la
primera persona del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos demostrar, aprender, vivir,
escribir en los tiempos compuestos de indicativo y de subjuntivo,
empleando la primera persona del singular.
--Su verdadero nombre era _El Resuelto_; pero por la prontitud con que
maniobraba y la furia con que acometÃa los golpes de mar, dieron en
llamarle _El Socarrao_, como á una persona de mal genio...
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _convenir_, _ofrecer_, _hacer_ en
los tiempos simples y compuestos de indicativo y de subjuntivo, usando
la tercera persona del singular.
--Te engañas.[8] El comercio de naranjas es muy activo, asà por los rÃos
como por las costas del Atlántico; la mandarina, que se produce en la
zona del Plata, se disemina en una región considerable.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _soñar_, _encarecer_, _empezar_ en
los tiempos simples y compuestos de indicativo y de subjuntivo, usando
la primera persona del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _destruir_, _elegir_, _colocar_ en
los tiempos simples y compuestos de indicativo y de subjuntivo,
empleando la tercera persona del plural.
23 Y como los soldados hubieron crucificado á Jesús, tomaron sus
vestidos, é hicieron cuatro partes (para cada soldado una parte); y la túnica;
mas la túnica era sin costura, toda tejida desde arriba.
--Desde una sola persona que es a la vez dueño,[60] dependiente y
mandadero, hasta diez mil empleados por cada establecimiento, cifra que
no es raro[61] encontrar en los comercios de primer[62] orden.
--Yo te daré una industria; a todas las preguntas
que se te hagan, no tienes más que contestar con estas 10
dos palabras: _"no oigo."_
--Pero todo el mundo sabe que no soy sordo.
¿Y no es ya una muestra de ello esa nueva y vigorosa civilización que en
el norte se levanta en medio de ciudades que se improvisan por la
aglomeración súbita de inmigrantes que hablan todas las lenguas?
--En el extremo sur se extiende una meseta desprovista de árboles
excepto en la parte más austral, donde aquéllos reaparecen, gracias a la
humedad que, como le expliqué ya, traen los vientos del PacÃfico.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _atravesar_, _comentar_, _ejercer_
en los tiempos simples y compuestos de indicativo y de subjuntivo,
empleando la primera persona del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _dedicarse_, _encontrar_,
_contener_ en los tiempos simples y compuestos de indicativo y de
subjuntivo, empleando la tercera persona del plural.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _incluir_, _obtener_, _establecer_
en los tiempos simples y compuestos de indicativo y de subjuntivo,
empleando la primera persona del singular.
--Lo que este hombre dice es mentira,--dijo el
aceitero.--Vino él a comprarme aceite, me dijo que le
cambiara una moneda de oro, y al sacar yo la bolsa
para complacerle, quiso apoderarse de[110] ella.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _crecer_, _extraer_, _conocer_ en
los tiempos simples y compuestos de indicativo y de subjuntivo, usando
para esto la primera persona del singular.
20.--EL DESIERTO DE ATACAMA
Cuando desde una altura dominante se extiende la vista, abarcando
inmensa extensión de aquellos páramos, cerros tras cerros y pampas tras
pampas, todo aparece igual y repetido.
--Según ese ejemplo, veo que los efectos del crédito a largos plazos que
dan al exportador europeo una gran ventaja sobre nosotros, los de los
Estados Unidos, no recaen sobre el exportador sino sobre el banco.
--¡Bravo![23] Pero mis capitalistas[24] son un poco escépticos, y tanto
que estoy por mandarlos a paseo.[25] Manifiestan dudas sobre los
beneficios de una lÃnea telefónica tan larga como la que yo les
propongo.
--¡Ya va largo![39]--exclamó el señor Souza.--La América del Sur puede
ofrecer una superficie inmensa, que comprende no solamente la Argentina
sino también el Brasil, la parte este de Bolivia y todo el Paraguay.
3.--EL REGIONALISMO
La mayorÃa de las obras de la literatura americana de la última época
responden a una honda preocupación territorial, como es el estudio de
nuestro medio y de nuestra evolución orgánica.
5 Mas el Dios de la paciencia y de la consolación os dé que entre
vosotros seáis unánimes según Cristo Jesús;
6 Para que concordes, á una boca glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro
Señor Jesucristo.
_Rubén DarÃo._
POEMAS
TRADUCCIÓN DE ALBERTO LASPLACES
ANNABEL LEE
Hace ya bastantes años, en un reino más
allá de la mar vivÃa una niña que podéis conocer
con el nombre de Annabel Lee.
=vez=, _f._, time (_only as expressing series_);
=a la ----=, altogether;
=cada ---- más=, more and more steadily;
=otra ----=, once more;
=una ----=, once;
=dos veces=, twice;
=tal----=, perhaps.
=EL ALACRÃN DE FRAY GÓMEZ=
=TRADICIÓN PERUANA=
Estaba una mañana Fray Gómez en su celda entregado
a la meditación, cuando dieron a la puerta unos
golpecitos, y una voz dijo:
--¡Alabado sea el Señor!
=vez=, _f._, time;
=a veces=, sometimes;
=a la ----=, at the same time;
=a su ----=, in his turn;
=de ---- en cuando=, from time to time;
=de una ----=, at one time;
=otra ----=, again;
=tal ----=, perhaps.
29, note 2.]
Pero aún quedaba algo por hacer: pues en vano, á fin de sujetarlo, lo
colgaron de una horca; en vano emplearon la más exquisita vigilancia
con el objeto de quitarle toda ocasión de escaparse por esos mundos.
--Mira,--dijo una de las oyentes al ver posada sobre una rosa una
palomita blanca y oir revolotear un moscón;--cata aquà una palomita
blanca que lleva los recados á MarÃa; y un moscón, que es el que se los
lleva al diablo.
(good-by) till to-night; goodby; -- de luna, moonlight
night; de la -- á la mañana, all of a sudden, when (you) least
expected (it); media --, midnight; por las --s, in the night; at
night; una -- y otra, night after night.
[37.6] =una vez bailando=, 'once when we were dancing.' In the Latin
countries it is usually considered harmless to dance on Sundays after
returning from mass, and the most devout Christians may do
so.--=estaba==_él estaba_.
34.--EL HOJALATERO
Dotado nuestro tipo de una actividad siempre creciente, recorre con sus
latas todos los pueblos de la Isla, sin dejar en el intermedio una
hacienda, un barrio, un caserÃo, una sola choza que no visite.
1433) being a most dangerous claimant of the crown of Aragon.]
à la derecha del tortuoso sendero que conduce á este punto, remontando
la corriente del rÃo, y siguiendo sus curvas y frondosas márgenes, se
encuentra una cruz.
=di=),
to give; =---- parte=, to inform; =---- un chasco=, to play a trick;
=---- una media vuelta=, to turn around; =---- un paso=, to take a
step; =--- un salto=, to jump; =no te dé el sol=, let the sun not
find you.
--En efecto allà se encuentran espesos bosques, de árboles tan
gigantescos como el _ahuehuete_, que alcanza una altura de cuarenta
metros, y otros árboles cuya madera se usa en ebanisterÃa como la caoba,
el ébano y el palo rosa.
--Las operaciones propias de[8] una institución oficial financiera:
intervienen en todo pago en que es parte el gobierno federal, y guardan
en depósito los dineros de todas las reparticiones públicas dependientes
de ese gobierno.
--Parécense más bien a las viejas universidades de las naciones
católicas europeas, cuyo espÃritu han conservado en parte aunque una vez
que pasaron a depender del Estado se impuso en ellas, como consecuencia,
la enseñanza laica.
¡Que Dios es Dios!»
Al tercer domingo, la pobre joven se mostró más afligida y atemorizada
que nunca; la obstinación del guarda, su vehemencia y sus amenazas, la
hacÃan temer una desgracia si le exasperaba más con sus negativas.
10
Después de una navegación larga, llena de peligros
y de ansiedades, en la que se puso a prueba[221] el espÃritu
animoso y grande de Colón, descubrieron tierra del
nuevo mundo en la madrugada del 12 de octubre de
1492.
--Convengo en que serÃa difÃcil para una compañÃa completamente extraña
reunir un núcleo de abonados suficientemente grande e importante como
para inducir a los abonados de otras compañÃas a abandonar el servicio
que de ellas reciben.
]
Y vió el sol volteando encendido sobre ejes de oro en una atmósfera de
colores y de fuego, y en su foco á los Ãgneos espÃritus[1] que habitan
incólumes entre las llamas, y desde su ardiente seno entonan al
Criador himnos de alegrÃa.
=Repaso=
EscrÃbase una sinopsis de la expresión _hacer escala en_ empleando la
tercera persona del singular de los tiempos simples y compuestos de
indicativo, y completando cada frase por el nombre de un puerto distinto
de Sud América.
--Don Enrique expresaba una idea semejante, y me decÃa que, viajando por
Centro América, se descubren por todas partes signos de actividad
relacionada con el comercio de banana, en el cual los norteamericanos
han invertido enormes capitales.
--No olvide que en Sud América flotamos sobre un mar subterráneo de
petróleo,--observó sonriendo el señor Jiménez.--Pero con todo,--añadió,
cambiando de tono,--admito que la producción de la fuerza eléctrica
siempre representará una economÃa.
8, note 1]
Y sin embargo, entre los señores comarcanos murmurábase que la hermosa
castellana de Veratón[1] no era tan limpia de sangre como bella, y que
á pesar de sus trenzas rubias y su tez de alabastro, habÃa tenÃdo por
madre una gitana.
--Nadie, señor, sino que una de mis hijas me habÃa pedido
una flor de lis, no la he encontrado en ninguna parte, y al pasar
por aquà entré a ver si estaba aquÃ, pero como no he visto a 40
nadie, creà que no tenÃa dueño y la he cortado.
=acabar,= to end, finish; =-- de,= to have finished, have just; =--se,=
to grow feeble, be near the end; =y esto se acabó,= and this settles it;
=¡acabáramos de una vez!= is that all!; =algo que no acaba de llegar,=
something that does not come.
25
Pasaron muchos años sin que él se aventurase en
una guerra formal contra los enemigos; porque desconocÃa
las fuerzas de ellos, no estaba bien seguro del
éxito, y no querÃa exponer imprudentemente a su
reino a un desastre penoso.
3
above.]
[Note 13: =llevar a cuestas=, _to carry on one's back_.]
LA PIEDRA EN EL CAMINO
=El trabajo hace la vida agradable=
HabÃa una vez en España un hombre muy rico que
habitaba un gran castillo[14] cerca de una aldea.
--Algunos teatros dan funciones por secciones o por tandas, como se las
llaman en Chile, Perú y Méjico, y una de tales secciones, que tiene
lugar en la tarde, se llama sección _vermut_, por ser esa la hora a que
generalmente se toma un aperitivo.
15
Este canal acorta la distancia entre las ciudades
americanas y paÃses europeos con los paÃses y ciudades
del PacÃfico y esto constituye a todas luces[273] una gran
economÃa en tiempo y dinero, pues ya se sabe que el
tiempo es oro.
--Pues esa causa procede de un punto de vista propio del americano del
norte; punto de vista que resulta de abrazar a todos esos paÃses en una
denominación común, como es la de[2] América latina, con que se designa
el conjunto de las veinte repúblicas.
13 Respondió Jesús y dÃjole: Cualquiera que bebiere de esta agua,
volverá á tener sed;
14 Mas el que bebiere del agua que yo le daré, para siempre no tendrá
sed: mas el agua que yo le daré, será en él una fuente de agua que salte para
vida eterna.
25
--Solamente le falta la muleta, para que sea _ño
Cucho_ el Cojo, en mismita persona,--contesta la
mujer, dando una gran carcajada.[293]
Tal fué la escena que, poco más o menos, pasó un dÃa,
en uno de los vallecitos de la costa de Colchagua.
101, note 2.]
El órgano proseguÃa sonando; pero sus voces se apagaban gradualmente,
como una voz que se pierde de eco en eco, y se aleja, y se debilita al
alejarse, cuando de pronto sonó un grito en la tribuna, un grito
desgarrador, agudo, un grito de mujer.
--Recuérdales[26] que RÃo de Janeiro está comunicado con Petrópolis,
Teresópolis y Nictheroy; que en el Perú hay una lÃnea de doscientos
kilómetros y en Chile una casi tan larga; y que desde Buenos Aires
pueden ya hablar a puntos casi a mil kilómetros distantes.
--En verdad que esto es extraño, murmuró Lope mirando al farolillo,
que espontaneamente habia vuelto á encenderse, y se mecÃa con lentitud
en el aire, derramando una claridad trémula y extraña sobre el
amarillo craneo de la calavera colocada a los pies de Cristo.
¡Ojalá un siglo que presume de[6]
civilizado conserve y embellezca cada dÃa más ese bosque que los
antiguos veneraron como sagrado y que dejaron a su posteridad como un
monumento de civilización, como resto magnÃfico de una vegetación
salvaje, exuberante y prodigiosa!
¡Llenos parecÃan de una aflicción intensa, y tan
doloridos, que su vista sola producÃa tanta amargura como el espectáculo
de la misma criatura moribunda, cuando miraba con suplicantes ojos á sus
padres y les pedÃa que le quitasen aquel horrible dolor de su frente
abrasada!
3 Entonces los escribas y los Fariseos le traen una mujer tomada en
adulterio; y poniéndola en medio,
4 DÃcenle: Maestro, esta mujer ha sido tomada en el mismo hecho,
adulterando;
5 Y en la ley Moisés nos mandó apedrear á las tales: tú pues, ¿qué
dices?
--Mira, amigo mÃo, allá abajo hacia el fin de esta triste callejuela, le
respondió el ángel: á poca distancia de nosotros descubrirás una cabaña,
cuyo techo se ha hundido con la lluvia y las nieves y cuyas paredes
húmedas están tapizadas de hiedra: mira bien esa triste morada.
--No debemos olvidar que la extensión de su uso en la vida ordinaria se
debe al descubrimiento casual de que en combinación con el azufre, la
goma se convierte en una substancia dura que puede reemplazar con
ventaja y económicamente a la madera, los metales y el _papier maché_.
_Tu pupila es azul; y cuando lloras,
Las trasparentes lágrimas en ella
Se me figuran gotas de rocÃo
Sobre una violeta._
Tu pupila es azul, y si en su fondo
Como un punto de luz radia una idea,[2]
Me parece en el cielo de la tarde
¡Una perdida estrella!
=hacer=, to do, make, cause, act (_a part_); =hacerse=, to become;
=hacer hacer una cosa=, to have a thing done; =hacerse como que=, to
pretend, act as if; =hace frÃo (calor)=, it is cold (warm); =hace un
mes=, a month ago; =hace un mes que está aquÃ=, he has been here for a
month.
66, note 1.]
No obstante, Lope y Alonso permanecÃan impasibles, mudos, midiéndose
con los ojos, de la cabeza á los pies, sin que la tempestad de sus
almas se revelase más que por un ligero temblor nervioso, que agitaba
sus miembros como si se hallasen acometidos de una repentina fiebre.
--Tenemos ese árbol y, además, inmensos bosques de otros árboles que
contienen mucho tanino en la corteza y en las hojas; pero el comercio de
quebracho está especialmente desarrollado en una zona de la Argentina
más próxima a los puertos,--agregó el señor Souza.--¿No es asÃ, doctor
Mendoza?
* * * * *
Al dia siguiente fuà al cerro, solo, y me arrodillé al lado de la verja
de madera con que se habia rodeado una modesta crucecita que recordaba
el sitio del asalto.{200-1} Allà recé por el alma de Juan Neira, el mas
valeroso, bueno y leal de los servidores.
--Pero haré notar que en cambio esa falda está favorecida por los
vientos contraalisios que soplan en dirección contraria.[10]
--AsÃ, pues,[11] irrigada una vertiente de la meseta por los vientos
alisios, y la otra, por los contraalisios, la zona intermedia se hallará
privada de su beneficio.
¡Se desprenden esos dobles lúgubres y funerarios
de los altos campanarios
en fúnebre vibración;
en esos dobles alienta algún espÃritu irónico
que a cada nota que zumba,
con agrio gesto sardónico
rueda implacable y derrumba
y oprime con todo el peso de la piedra de una tumba
el humano corazón!
_Nunca una obra se acredita tanto de mala como cuando la aplauden los
necios._ 210
EL PATO Y LA SERPIENTE
A orillas de un estanque
Diciendo estaba un pato:
"¿A qué animal dió el cielo
Los dones que me ha dado?
23.--BOGOTÃ
Pero, me diréis, ¿los bogotanos no pasean, no tienen un punto de
reunión, un club, una calle predilecta, algo como los bulevares, nuestra
calle Florida,[1] el Ringstrasse de Viena, el Unter den Linden de
BerlÃn, El Corso de Roma, el Broadway de New York, o el Park Lane de
Londres?
--à él voy, contestó con calma Esteban, que después de dar una gran
voz acompañada de un silbido para que se agruparan los corderos, que
no perdÃa de vista y comenzaban[1] á desparramarse por el monte, torno
á rascarse la cabeza y prosiguió asÃ:
[Footnote 1: que no perdÃa de vista y comenzaban.
--Todo eso está muy bueno,[41]--dijo sonriendo el señor Matienzo, que
hasta entonces no habÃa hablado;--pero de nada valdrÃa[42] el que los
Estados Unidos poseyeran las fuentes de abastecimiento de sus mercados
si al mismo tiempo no dispusieran de una marina mercante para el
transporte de los productos.
--Yo he dado vueltas sin cesar arrastrada por la turbia corriente, y
en mi larga peregrinación vi, solo, enlutado y sombrÃo, contemplando
con una mirada distraÃda las aguas que pasaban y las hojas secas que
marcaban su movimiento, á uno de los dos amantes cuyas palabras nos
hicieron presentir la muerte.
[Illustration: _Propiedad de la Unión Panamericana_
EL SEMINARIO DE CUENCA]
El que visita a Cuenca hoy recibe una agradable 15
sorpresa al contemplar la magnÃfica apariencia de los
sólidos edificios y la gran actividad y movimiento
comercial que se advierte en las calles.
--Por mi parte,[20] preveo un enorme campo de acción para los capitales
que hayan de emplearse en instalaciones hidroeléctricas,--dijo el señor
Souza.--En la América latina la substitución del vapor por la
electricidad[21] en la generación de fuerza trae una economÃa mucho
mayor que en los Estados Unidos.
¡Pero por San Saturio,[1] patrón de Soria![2] cortadle el
paso por esas carrascas, azuzad los perros, soplad en esas trompas
hasta echar los hÃgados, y hundidle á los corceles una cuarta de
hierro en los ijares: ¿no véis que se dirige hacia la fuente de los
Ãlamos,[3] y si la salva antes de morir podemos darle por perdido?
--Con excepción de dos o tres,--donde, sin embargo, funciona alguna
escuela profesional superior cuyos estudios son de carácter
universitario--todas las repúblicas americanas tienen una o varias
universidades nacionales, esto es, sostenidas con los fondos del
gobierno federal y administradas por autoridades nombradas por él.
108, note 3]
En este punto del diálogo, terció don DionÃs, y con una desesperante
gravedad á través de la que se adivinaba toda la ironÃa de sus
palabras, comenzó á darle al ya asendereado mozo los consejos más
originates del mundo, para el caso de que se encontrase de manos á
boca con el demonio convertido en corza blanca.
2 Y la cena acabada, como el diablo ya habÃa metido en el corazón de
Judas, [hijo] de Simón Iscariote, que le entregase,
3 Sabiendo Jesús que el Padre le habÃa dado todas las cosas en las
manos, y que habÃa salido de Dios, y á Dios iba,
4 Levántase de la cena, y quÃtase su ropa, y tomando una toalla, ciñóse.
28.--EL DÃA DE MUERTOS[1] EN MI PUEBLO
En los hogares del pobre, en las calles y plazas de mi pueblo, en los
senderos que conducen a la huerta y a la montaña, hay, antes de llegar
el dÃa de Muertos, un movimiento inusitado y extraordinario: DirÃase que
se prepara una gran fiesta en la cual deben tomar parte todos los
corazones.
=vez=, _f._, turn, time; =á veces=, at times; =á la vez (que)=, at the
same time (as); =alguna vez=, ever; =á su vez=, in his (her, _etc._)
turn; =cada vez más=, more and more; =de vez en cuando=, from time to
time; =dos veces=, twice; =en vez de=, instead of; =muchas veces=,
often; =otra vez=, again; =tal vez=, perhaps; =una vez=, once.
10, note 1.]
--Por una parte vuestras continuas excursiones, y por otra el dale que
le das de los cazadores furtivos, que ya con trampa ó con ballesta no
dejan res á vida en veinte jornadas al contorno, habÃan no hace mucho
agotado la caza en estos montes, hasta el extremo de no encontrarse un
venado en ellos ni por un ojo de la cara.
5
Para conocer bien sus propias fuerzas solÃa vestirse
modestamente y recorrer el paÃs,[202] sin que nadie le conociese;
y un dÃa en que pidió alojamiento en una
pobre casa de campo, le dejó la campesina cuidando
unas frituras junto al hogar, y sin acordarse de[203] ellas 10
abrió él su libro de estudio y se puso a leer.
=vez,= _f._, time; =en -- de,= instead of; =á la --,= successively; at
the same time; =de -- en cuando,= now and then; =á mi --,= in my turn;
=una sola --,= once; =tal --,= perhaps; =sin tal --,= perhaps not; =las
más de veces,= most of the time; =-- y --,= once upon a time; =á veces,=
sometimes; =una y otra --,= repeatedly; =pocas veces,= seldom.
--SÃ; recuerdo haberte oÃdo decir que en una ciudad de Estados Unidos,
cierta compañÃa, deseando suplantar a otra ya establecida, instaló
gratuitamente sus aparatos--que eran más perfeccionados que los de la
empresa competidora--en los domicilios de los abonados de éstas,
concediéndoles un servicio gratis por tres meses, a tÃtulo de
prueba[28]....
30
Quedando el Brasil enteramente entre las zonas
templada y tropical, el clima en una región se modifica;
sin embargo, en las numerosas altas mesetas y cadenas
de montañas, asà como también por su extenso sistema
de rÃos, estas dilatadas y fértiles llanuras producen todas
las frutas de los trópicos y contienen ricos y casi impenetrables
bosques.
--Sin duda soñaba con las majaderÃas que nos refirió el zagal, exclamó
Garcés restregándose los ojos con mucha calma, y en la firme
persuasión de que cuanto habÃa creÃdo oir no era más que esa vaga
huella del ensueño que queda, al despertar, en la imaginación, como
queda en el oÃdo la última cadencia de una melodÃa después que ha
expirado temblando la última nota.
--No era mucho más alegre que ahora, cuando sucedió lo que voy á
repetirte: era una mÃsera cabaña donde habitaba la pobreza y la
honradez: la familia se componÃa de dos esposos y de dos niños, hijos de
los mismos; la mayor tenÃa doce años, y durante todo el dÃa iba á
conducir un rebaño de vacas: el niño, débil y enfermizo desde su
nacimiento, tenÃa tu misma edad, seis años....
26, note 1.]
En las ráfagas del aire y confundido con los leves rumores de la
noche, creyó percibir un extraño rumor de voces delgadas, dulces y
misteriosas que hablaban entre sÃ, reian ó cantaban cada cual por su
parte y una cosa diferente, formando una algarabia tan ruidosa y
confusa como la de los pájaros que despiertan al primer rayo del sol
entre las frondas de una alameda.
--Tocamos aquà un tema interesante,--dijo a esta altura del diálogo[6]
el brasileño, señor Souza.--Tengo para mà que[7] la doctrina de Monroe
ha de llegar alguna vez a complementarse con una organización comercial,
económica y hasta militar, que permita al continente abastecerse a sÃ
mismo, dándole al mismo tiempo los medios necesarios para ampliar y
defender sus rutas comerciales.
(Fernán Caballero.)
EL TEN-CON-TEN
POR DON ANTONIO DE TRUEBA{94-1}
I
En un pueblo de Castilla llamado Animalejos, erigieron los labradores
una ermita á San Isidro, á poco tiempo de ser canonizado el santo
labrador matritense, y aquel santuario fué adquiriendo gran fama en toda
la comarca, por los favores que otorgaba el Santo á los que los pedÃan
con verdadera fe.
--_Enrique GarcÃa Velloso_ (ARGENTINO)
=Varona, Enrique José= (1855-)
Atesoran ciertos hombres un caudal tan vasto de actividades, y suelen
ejercitarlas tan útil y sabiamente, que el ánimo, perplejo ante la obra
multiforme por ellos realizada, no acierta a comprender de qué manera,
en el estrecho marco que significa una vida humana,[62] pueda caber un
programa tan vasto y tan vario.
«¿Sabes que te he de decir una cosa?»--murmuró el chico.--«Anda,
dÃmela.»--«Hoy no.»--La doncella que acompañaba á Finita al colegio,
habÃa mostrado hasta aquel instante risueña tolerancia con la escena
filatélica; pero le pareció que se prolongaba mucho, y pronunció un
«vamos, señorita,» que significaba: «Hay que ir al colegio....»
CurrÃn se quedó admirando su sello y pensando en Finita.
--Pudiera ocurrir en alguna región donde el tráfico no puede sostener
por sà solo los gastos de la empresa; pero en ciudades como Buenos
Aires, en la que sólo una compañÃa transporta al año más de
cuatrocientos millones de pasajeros y donde ya se han invertido más de
cien millones de pesos en la instalación de esos servicios, no son
necesarios los incentivos artificiales para atraer los capitales.
55, note i.]
El primer movimiento de los dos jóvenes fué llevar las manos al puño
de sus espadas; pero deteniéndose como heridos de una idea súbita,
volvieron los ojos á mirarse, y se hubieron de encontrar con una cara
de asombro tan cómica, que ambos prorrumpieron en una ruidosa
carcajada, carcajada que, repitiéndose de eco en el silencio de la
noche, resonó en toda la plaza y llego hasta el palacio.
»Venid, que las que os aman os esperan impacientes.»
Garcés, que permanecÃa inmóvil, sintió al oir aquellos cantares
misteriosos que el áspid de los celos le mordÃa el corazón, y
obedeciendo á un impulso más poderoso que su voluntad, deseando romper
de una vez el encanto que fascinaba sus sentidos, separó con mano
trémula y convulsa el ramaje que le ocultaba, y de un solo salto se
puso en la margen del rÃo.
25, note 1.]
--Pues, hombre, no sé en qué consista el que tú no los topes, pues de
nosotros podemos asegurarte que no bajamos una vez á las hazas que no
nos encontremos rastro, y hace tres ó cuatro dÃas, sin ir más lejos,
una manada, que á juzgar por las huellas debÃa componerse de más de
veinte, le segaron antes de tiempo una pieza de trigo al santero de la
Virgen del Romeral.[1]
[Footnote 1: la Virgen del Romeral.
* * * * *
I
Nobles caballeros, sencillos pastores, hermosas niñas que escucháis mi
relato, si os maravilla lo que os cuento, no creáis que es una fábula
tejida á mi antojo para sorprender vuestra credulidad; de boca en boca
ha llegado hasta mà esta tradición, y la leyenda del sepulcro[1] que
aún subsiste en el monasterio de Montagut, es un testimonio
irrecusable de la veracidad de mis palabras.
--Se refiere, prosiguió el montero, á que, según él afirma, y lo jura
y perjura por todo lo más sagrado del mundo, los ciervos que discurren
por estos montes, se han dado de ojo para no dejarle en paz, siendo lo
más gracioso del caso, que en más de una ocasión les ha sorprendido
concertando entre sà las burlas que han de hacerle, y después que
estas burlas se han llevado á término, ha oÃdo las ruidosas carcajadas
con que las celebran.
17.--EN UN VELORIO
A eso de[1] la una de la madrugada, el velorio está en su punto.[2] Tres
o cuatro jóvenes, en la puerta de la calle, charlan, disputan, manotean,
y hasta lanzan alguna pedrada a un gato, que tiene la mala ocurrencia de
dejarse ver por aquellos contornos; y al cual, le aciertan casualmente,
causando esto sumo regocijo al grupo, que no sabe cómo celebrar el tino
del que tan flaco servicio[3] le acaba de hacer al micho.
29,
note 2.]
Púsose en planta el proyecto, y su resultado excedió á cuantas
esperanzas se habÃan concebido; pues aún no iluminaba el sol del otro
dÃa la alta torre de Bellver, cuando sus habitantes, reunidos en
grupos en la plaza Mayor,[1] se contaban unos á otros con aire de
misterio, cómo aquella noche fuertemente atado de pies y manos y á
lomos de una poderosa mula, habÃa entrado en la población el famoso
capitán de los bandidos del Segre.
18.--LA FIESTA DE GUADALUPE[1]
Positivamente, el que quiera ver y estudiar un cuadro auténtico de la
vida mejicana, el que quiera conocer una de las tradiciones más
constantes de nuestro pueblo, no tiene más que[2] tomar un coche del
ferrocarril urbano que sale de la Plaza de Armas cada diez minutos,
conduciendo a la Villa una catarata de gente que se desparrama de los
veinte wagones que constituyen cada tren, al llegar a la Villa de
Guadalupe.
--Cada uno de esos paÃses tiene su legislación propia, y ésta admite
diferencias aún dentro de una misma nación; pero puede decirse que en
general los niños ingresan a la escuela primaria a los seis años de
edad.[1] En los paÃses que han incorporado a sus instituciones de
enseñanza los jardines de infantes, o sea escuelas maternales o
_kindergartens_ como también se los llama, el niño empieza su educación
a una edad más temprana.[2]
--Hablaba Ud.
[108.17] =ó una=, 'or a whole one.'
[108.19] =tendrá usted aunque=, 'you shall have [what you want] even
if.'
[108.20] =rellena=, 'stuffed.' Note the intensive particles _re_ and
_rete_: _rebueno_, 'very good,' _retebueno_, 'very, very
good.'--=¡Bonito soy yo para que nadie pase!= 'I should be a fine fellow
to let any one suffer.'
[108.24] =en ver devorar á su amigo y huésped=: =amigo= and =huésped=
are subjects of =devorar=, as well as objects of ver.
--_Carlos de Velasco_ (CUBANO)
=Villaverde, Cirilo=
Antes, mucho antes que Pereda desplegase el estandarte del realismo en
novelas como «El Sabor de la Tierruca,» Cirilo Villaverde,[66]
procediendo por iluminaciones de su temperamento de artista, siguiendo a
secas[67] sus intuiciones, creaba en un rincón de América una novela en
que ponÃa a contribución[68] los mismos elementos que luego utilizó el
arcaico y cervantesco paisajista montañés «Cecilia Valdés».
5.--FRANCISCO BILBAO[A]
Un filósofo de veinte años, de cabeza olÃmpica y palabra elocuente,
escritor y tribuno poderoso, Francisco Bilbao, conmueve al pueblo
chileno en 1844, con su obra de crÃtica fundamental «La Sociabilidad
Chilena.»
Publica su hermosa obra en un periódico que es una predestinación: «El
Crepúsculo.»
Exclama con arrogante convencimiento y altiva independencia: «Sociedad,
¿qué has hecho de nuestro pasado, de la herencia gloriosa de la
revolución?
--Soy tu esposo, soy el que dió la salud á la hija de Jairo, que padecÃa
el mal que tú padeciste; soy el que dijo: «Cualquiera que dejase casa, ó
hermanos, ó hermanas, ó padre, ó madre, ó mujer, ó hijos, ó tierras por
mi nombre, recibirá ciento por uno, y poseerá la vida eterna.»
En la orilla del lago azul que hoy llaman de _San Vicente_, y está en
tierra de Briviesca, hay una pobre ermita, donde vivió solitaria la hija
del rey moro de Toledo, que hoy llaman _Santa Casilda_.
33.--EL PUCHERO Y EL ASADO EN EL PLATA
El _puchero_[1] ha quedado como resumen de todo lo que el ama de casa
tiene a mano; carne de buey, espigas de maÃz tierno, zapallo, papas,
zanahorias, tomates, arroz y pimientos se dan cita en la marmita y
aparecen en la mesa, en una mezcolanza abundante y burguesa, al que hay
que hacer los honores sin escrúpulo.[2] Sin que nos metamos a[3]
criticarlo, este plato español ha conquistado su carta de naturaleza y
se ha convertido en plato nacional.
22 El dÃa siguiente, la gente que estaba de la otra parte de la mar,
como vió que no habÃa allà otra navecilla sino una, y que Jesús no habÃa
entrado con sus discÃpulos en ella, sino que sus discÃpulos se habÃan ido
solos;
23 Y que otras navecillas habÃan arribado de Tiberias junto al lugar
donde habÃan comido el pan después de haber el Señor dado gracias;
24 Como vió pues la gente que Jesús no estaba allÃ, ni sus discÃpulos,
entraron ellos en las navecillas, y vinieron á Capernaum buscando á Jesús.
--_Justo Arteaga Alemparte_ (CHILENO)
=Calcaño, Julio= (1840)
Miembro don Julio Calcaño de una familia verdaderamente ilustre de
Venezuela, porque ha dado a su patria numerosos individuos que la han
enaltecido con sus talentos, con sus virtudes, con los servicios
valiosos que le prestaran, ha representado dignamente, en larga vida
enaltecida por grandes merecimientos, el lucido papel a que le llamaban
los precedentes de su casa, y a los timbres de sus predecesores añadió
los que supo conquistar el propio valer....
119-120]
Los astros menores de esta brillante constelación, formando un dorado
semicÃrculo en torno de ambos galanes, reÃan y esforzaban las
delicadas burlas; y la hermosa, objeto de aquel torneo de palabras,
aprobaba con una imperceptible sonrisa los conceptos escogidos ó
llenos de intención, que, ora salÃan de los labios de sus adoradores,
como una ligera onda de perfume que halagaba su vanidad, ora partÃan
como una saeta aguda que iba á buscar para clavarse en él, el punto
más vulnerable del contrario, su amor propio.
_Longfellow's translation_
It is to this realm, where the carnal sinners are punished, that
Dante relegates the lovers Paolo and Francesca da Rimini.]
Ya los descuidados centinelas habian fijado algunas veces sus ojos en
la villa que reposaba silenciosa, y se habian dormido sin temor á una
sorpresa, apoyados en el grueso tronco de sus lanzas, cuando he aquÃ
que algunos aldeanos, resueltos á morir y protegidos por la sombra,
comenzaron á escalar el cubierto peñón del Segre, á cuya cima tocaron
á punto de la media noche.
52, note 3.]
La fiesta religiosa habÃa traÃdo á ella una multitud inmensa de
fieles; pero ya ésta se habÃa dispersado en todas direcciones; ya se
habÃan apagado las luces de las capillas y del altar mayor, y las
colosales puertas del templo habÃan rechinado sobre sus goznes para
cerrarse detrás del último toledano, cuando de entre las sombras, y
pálido, tan pálido como la estatua de la tumba en que se apoyo un
instante mientras dominaba su emoción, se adelantó un hombre que vino
deslizándose con el mayor sigilo hasta la verja del crucero.
35, note 4.]
Si realizó esta idea con objeto de purgar sus culpas, que no eran
pocas, derramando su sangre en tan justa empresa, ó con el de
transplantarse á un punto donde sus malas mañas no se conociesen, se
ignora; pero la verdad del caso es que, con gran contentamiento de
grandes y chicos, de vasallos y de iguales, allegó cuanto dinero pudo,
redimió á sus pueblos del señorÃo, mediante una gruesa cantidad, y no
conservando de propiedad suya más que el peñón del Segre y las cuatro
torres del castillo, herencia de sus padres, desapareció de la noche á
la mañana.
52,
note 1.]
En esta situación de ánimo, la más insignificante novedad que viniese
á romper la monótona quietud de aquellos dÃas eternos é iguales, era
acogida con avidez entre los ociosos; asà es que la promoción al grado
inmediato de uno de sus camaradas, la noticia del movimiento
estratégico de una columna volante, la salida de un correo de
gabinete, ó la llegada de una fuerza cualquiera á la ciudad,
convertÃanse en tema fecundo de conversación y objeto de toda clase de
comentarios, hasta tanto que otro incidente venÃa á sustituirle,[1]
sirviendo de base á nuevas quejas, crÃticas y suposiciones.
38.--EL «TRISTE» Y LA «VIDALITA»
El «triste» que predomina en los pueblos del norte, es un canto frijio,
plañidero, natural al hombre en el estado primitivo de barbarie, según
Rousseau.[1]
La «vidalita,» canto popular con coros, acompañado de la guitarra y un
tamboril, a cuyos redobles se reune la muchedumbre y va engrosando el
cortejo y el estrépito de las voces, me parece heredado de los
indÃgenas, porque lo he oÃdo en una fiesta de indios en Copiapó en
celebración de la Candelaria[2]; y como canto religioso, debe ser
antiguo, y los indios chilenos no lo han de haber adoptado de los
españoles argentinos.
10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;
11 No hay quien entienda, No hay quien busque á Dios;
12 Todos se apartaron, á una fueron hechos inútiles; No hay quien haga
lo bueno, no hay ni aun uno:
13 Sepulcro abierto es su garganta; Con sus lenguas tratan
engañosamente; Veneno de áspides está debajo de sus labios;
14 Cuya boca está llena de maledicencia y de amargura;
15 Sus pies son ligeros á derramar sangre;
16 Quebrantamiento y desventura hay en sus caminos;
17 Y camino de paz no conocieron:
18 No hay temor de Dios delante de sus ojos.
=echar,= to throw, cast, launch; drink; make; =--se,= to rush out, lie
down; =--(se) a,= to begin, start, go out into; =-- á broma=: _see_
=broma=; =-- á volar,= to fly away; =-- á pique,= to cause to come to
grief, ruin, destroy, sink; =-- una escopeta á la cara,= to raise _or_
level a gun; =-- á perder,= to spoil, ruin; =-- de menos,= to miss;
=--se de menos,= to be missing; =--se en cara,= to reproach oneself for;
=-- fuego,= to be enraged; =-- mano á (de),= to lay hands on, take
possession of; =--se el primero,= to help oneself first; =-- un trago,=
to take a drink; =-- de ver,= to perceive, notice; =echado en el suelo,=
sitting on the floor.
241.]
Al notar la precipitación con que todos hicieron el ademán de
inclinarse, una imperceptible sonrisa de vanidad satisfecha asomó á
los labios de la orgullosa doña Inés, que después de hacer un saludo
general á los galanes que tanto empeño mostraban en servirla, sin
mirar apenas y con la mirada alta y desdeñosa, tendió la mano para
recoger el guante en la dirección que se encontraban Lope y Alonso,
los primeros que parecÃan haber llegado al sitio en que cayera.[1] En
efecto, ambos jóvenes habÃan visto caer el guante cerca de sus pies;
ambos se habÃan inclinado con igual presteza á recogerle,[2] y al
incorporarse cada cual le[2] tenÃa asido por un extremo.
13,
note 1.]
Ya enzarzado en lo más espeso y fragoso del monte, llevando del
diestro la caballerÃa por entre sendas casi impracticables, ora por
las cumbres para descubrir la salida del laberinto, ora por las
honduras con la idea de cortar terreno, anduve vagando al azar un buen
espacio de tarde hasta que por último, en el fondo de una cortadura
tropecé con un pastor, el cual abrevaba su ganado en el riachuelo que,
después de deslizarse sobre un cauce de piedras de mil colores, salta
y se retuerce allà con un ruido particular que se oye á gran
distancia, en medio del profundo silencio de la naturaleza que en
aquel punto y á aquella hora parece muda ó dormida.
28 Y como á ellos no les pareció tener á Dios en [su] noticia, Dios los
entregó á una mente depravada, para hacer lo que no conviene,
29 Estando atestados de toda iniquidad, de fornicación, de malicia, de
avaricia, de maldad; llenos de envidia, de homicidios, de contiendas, de
engaños, de malignidades;
30 Murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos,
soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes á los padres,
31 Necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia:
32 Que habiendo entendido el juicio de Dios que los que hacen tales
cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, mas aun consienten á los que
las hacen.
_Idem, canto XIV._]
IX
Más allá hirieron sus oÃdos con un estrépito discordante mil y mil
acentos ásperos y roncos, blasfemias, gritos de venganzas, cantares de
orgias, palabras lúbricas, maldiciones de la desesperación, amenazas
de impotencia y juramentos sacrÃleges de la impiedad.[1]
[Footnote 1: This conception of two distinct places in the other
world to which all good words and all evil words go and echo
eternally seems to be original with Becquer.]
Teobaldo atravesó el segundo cÃrculo con la rapidez que el meteoro
cruza el cielo en una tarde de verano, por no oir su voz que vibraba
allà sonante y atronadora, sobreponiéndose á las otras voces en media
de aquel concierto infernal.
29, note 2.]
Este venerable ermitaño, á cuya prudencia y proverbial sabidurÃa
encomendaron los vecinos de Bellver la resolución de este difÃcil
problema, después de implorar la misericordia divina por medio de su
santo Patrono, que, como ustedes no ignoran, conoce al diablo muy de
cerca, y en más de una ocasión le ha atado bien corto,[1] les aconsejó
que se emboscasen durante la noche al pie del pedregoso camino que
sube serpenteando por la roca, en cuya cima se encontraba el castillo,
encargándoles al mismo tiempo que ya allÃ, no hiciesen uso de otras
armas para aprehenderlo que de una maravillosa oración que les hizo
aprender de memoria, y con la cual aseguraban las cronicas que San
Bartolome habia hecho al diablo su prisionero.'
[Footnote 1: le ha atado bien corto...
=El verbo.= Regular, irregular; activo, pasivo; auxiliar; reflexivo,
recÃproco; impersonal; que sufren cambios de radical o de ortografÃa;
conjugar un verbo; conjugación de un verbo; primera, segunda o tercera
conjugación; una sinopsis; los modos indicativo, subjuntivo, infinitivo,
imperativo; gerundio (_present participle_), participio pasivo (_past
participle_); tiempos simples y compuestos (_simple and compound
tenses_); tiempos simples del verbo:--presente (de indicativo y de
subjuntivo), imperfecto (de indicativo y de subjuntivo), pretérito (de
indicativo), futuro (de indicativo y de subjuntivo), condicional (de
indicativo); tiempos compuestos del verbo:--perfecto (de indicativo y de
subjuntivo), pluscuamperfecto (de indicativo y de subjuntivo), pretérito
perfecto (de indicativo), futuro perfecto (de indicativo y de
subjuntivo), condicional perfecto (de indicativo).
=hacer=, 9, to make, do, cause, bring about;
=---- calor=, to be warm (of weather);
=---- caso de=, to give heed to;
=---- correr la voz=, to spread the report;
=---- daño a=, to harm;
=---- de=, to act as;
=---- dormir=, to put to sleep;
=---- el papel de=, to play the part of;
=---- escala en=, to stop at (of boats);
=---- esfuerzos por=, to make efforts to;
=---- estragos=, to work havoc;
=---- falta=, to be lacking;
=---- frente a=, to face;
=---- la gracia de=, to do the favor, honor of;
=---- la prueba=, to make the test;
=---- pedazos=, to break _or_ tear to pieces;
=---- una pregunta a=, to ask a question of;
=---- uso de=, to make use of;
=hace cuatro siglos= four centuries ago;
=hace poco=, a short time ago;
=----se al mar=, to set out to sea;
=----se a uno muy cuesta arriba=, to be uphill work, difficult;
=----se comprender, entender=, to make oneself understood;
=----se el sordo a=, to turn a deaf ear to.
=dar=, 5, to give;
=---- a=, to open upon;
=---- a entender=, to make known, indicate;
=---- apoyo=, to assist;
=---- comienzo a=, to begin;
=---- una carcajada=, to burst out laughing;
=---- con=, to come upon;
=---- crédito a=, to believe;
=---- cuenta=, to render account;
=---- chasco a=, to play a joke on;
=---- de comer a=, to feed;
=---- disgusto(s) a=, to displease;
=---- (las) gracias=, to thank;
=---- gusto=, to please;
=---- Ãmpetu a=, to encourage, aid;
=---- incremento a=, to increase;
=---- lástima a=, to inspire pity in;
=---- miedo=, to make afraid;
=---- motivo para=, to give reason for;
=---- muestra de=, to show indication of;
=---- parabienes a=, to congratulate;
=---- pena=, to grieve;
=---- por resultado=, to result in;
=---- un rodeo=, to walk around;
=---- señales de=, to give signs of;
=---- tumbos=, to stagger;
=----se cuenta de=, to become aware of, to notice;
=----se por=, to consider oneself as;
=----se trazas de=, to scheme.
19.--EL ZUM-ZUM
El zum-zum es una especie de colibrÃ, el pájaro más chico y precioso de
todos los de la isla de Santo Domingo, que a no ser por[1] su cola y
piquito, apenas tendrÃa dos pulgadas de longitud: no es posible
describir ni retratar con exactitud los contornos de su exiguo y aguzado
cuerpo, la belleza y brillo metálico de sus colores cambiantes en sus
finÃsimas plumas, sus alitas infatigables, sus rápidos y continuos
movimientos, su graciosa volubilidad; nuestros mismos ojos no tienen
bastante perspicacia para admirarle, porque jamás se fija; siempre en el
aire, expresando un silbido tenue como cuando se desprende la punta de
la lengua de los labios cerrados, entreabierta la boca[2]: ya atraviesa
con la rapidez del rayo, ya se cierne sin percibirse casi su veloz
aleteo (cuyo zumbido originó su nombre), libando la miel de los
_aguinaldos_, de los _dÃctamos_ o de las rosas, sin dignarse posar en
parte alguna: tan silvestre, libre y fugaz, que no puede existir dos
dÃas en jaula sin morir....
8.--DESCRIPCIÓN DE VENEZUELA
Sus aguas son muchas, claras y saludables, pues no hay amagamiento de
serranÃa ni ceja de montaña que no brote[1] cristalinos arroyos, que
cruzando la tierra con la frescura de sus raudales, la fecundan de
calidad,[2] que no hay cosa que en ella se siembre que con admiración no
produzca, ayudando a su fertilidad la variación de su temperamento, pues
a cortas distancias, según la altura o bajÃo que hace la tierra, se
experimenta frÃo, cálido o templado, y de esta variedad de temples se
origina su mayor excelencia, pues lo que en un sitio no produce, en otro
se multiplica, y lo que en una parte se esteriliza, en otra se fecunda,
y asà abunda de[3] trigo, maÃz, arroz, algodón, tabaco, azúcar, de que
se fabrican regaladas y exquisitas conservas; cacao, en cuyo trato
tienen sus vecinos asegurada su mayor riqueza; frutas, asà indianas como
europeas; legumbres de todos géneros, y finalmente de todo cuanto puede
apetecer la necesidad para el sustento, o desear el apetito para el
regalo.
}
=Gracias.= =Muchas gracias.= =Mil gracias.= _Thank you._
=De nada.= =No hay de que.= _Don't mention it._
=Dispénseme usted.= =Con permiso suyo.= _Excuse me._
=La lección de lectura=
=Póngase usted de pie.= _Rise._
=¿Cuál es la lección para hoy?= _What is the lesson for to-day?_
=Abra usted el libro.= _Open your book._
=Lea usted.= _You may read._
=¿Lo entiende usted?= _Do you understand it?_
=Traduzca usted al inglés.= _Translate into English._
=DÃgame usted en español lo que acaba de leer.= _Tell me in Spanish what
you have just read._
=Siga usted leyendo.= _Continue reading._
=Repita usted cuando le corrijo.= _Repeat when I correct you._
=Usted pronuncia muy bien.= _You pronounce very well._
=No lea usted tan de prisa.= _Do not read so fast._
=En el pizarrón=
=Vaya usted al pizarrón.= _Go to the blackboard._
=Tome usted el borrador.= _Take the eraser._
=Borre usted la escritura.= _Erase the writing._
=Tome usted la tiza.= _Pick up the chalk._
=Escriba usted la oración.= _Write the sentence._
=¿Quién puede corregir las faltas?= _Who can correct the mistakes?_
=¿Es correcta la oración?= _Is the sentence correct?_
=La escritura es muy mala.= _The handwriting is very bad._
=¿Quién quiere hacer una pregunta?= _Who wishes to ask a question?_
=Está bien.= =Siéntese usted.= _All right._ _Be seated._
=Dictado y Puntuación=
=Presten ustedes atención.= _Pay attention._
=Primero voy a leer el párrafo entero.= _I am going to read first the
whole paragraph._
=Después de haber oÃdo cada frase, escrÃbanla ustedes.= _After each
phrase is read, write it down._
=Lean y corrijan ustedes cuidadosamente todo el párrafo.= _Read and
correct with care the whole paragraph._
=Punto final, coma, punto y coma, dos puntos.= _Period, comma,
semicolon, colon._
=Signos de admiración(¡!), signos de interrogación (¿?).= _Exclamation
point, question mark._
=Principio de admiración (¡),= _first exclamation point_, =de
interrogación= (=¿=), _first question mark;_ =fin de admiración= (=!=),
_last exclamation point,_ =de interrogación (?),= _last question mark._
=Guión= (de división).
_PoesÃa_ 77
Colón 78
El combate de Diego Pérez 83
El Mayflower 86
Emilio Castelar 90
El cura y el sacristán 92
El español de varias partes 95
El canal de Panamá 100
Puerto Rico 104
La República Argentina 109
El espantajo 116
El Brasil 121
El café 127
Chile 130
El arrepentimiento de un penitente 135
Una visita a Costa Rica 140
Cuenca, la ciudad meridional del Ecuador 144
El juez ladrón y el ladrón juez 147
Méjico 153
El Perú 158
El alacrán de Fray Gómez 163
Venezuela 166
Refranes 170
Apéndice de verbos 172
Vocabulario 207
LISTA DE LOS GRABADOS
La Giralda de Sevilla _Frontispicio_
Página
Un Vendedor de Botijos 8
El Palacio Real de la Granja 12
Una Calle de una Aldea Española 16
Un Olivar de España 22
Una Ventana de la Alhambra 26
El Patio de los Arrayanes de la Alhambra 36
La Plaza Mayor, Burgos 46
Un Rincón de Sevilla 52
La Salida de las Cuadrillas 54
Pasto para las Bestias 58
Una Calle Sevillana 66
Cristóbal Colón 76
La Santa MarÃa 79
Una Brújula 82
El "Mayflower" en el Puerto de Plymouth 86
El Estadista Castelar 90
Un Rebaño de Ovejas en un Rancho Chileno 92
Las Esclusas de Pedro Miguel Miradas desde el Norte, Agosto de 1910 100
Las Esclusas de Gatún 100
El Corte de Culebra del Canal de Panamá 102
Vendedores de Sombreros, Puerto Rico 105
Las Palmas de Puerto Rico 106
Regatas de Buques en el Puerto de San Juan 106
El Acarreo do la Lana, Argentina 110
La Plaza de Congreso, Buenos Aires 112
Ganado de una Estancia Argentina 114
Mulas de Carga, los Andes 118
Panorama de la BahÃa y Ciudad de RÃo de Janeiro 120
Secando el Café en el Brasil 126
Un Cafetal Brasileño 128
Vaqueros Chilenos 130
Un Yacimiento de Nitrato 132
Minando el Salitre 134
Llamas de los Andes 136
El Puerto de ValparaÃso 138
Recogiendo las Bananas de Costa Rica 140
El Seminario de Cuenca 145
La Catedral de la Ciudad de Méjico 156
En la Región Minera del Perú 158
Una Tumba de los Incas 159
El Monte Misti y el Observatorio de Harvard 160
Un Aguador Inca 162
Un Cañón de los Andes en la LÃnea Ferroviaria de Oroya 164
Estatua de BolÃvar, Plaza de Caracas, Caracas, Venezuela 166
En el Mercado de Caracas 168
MAPAS
España 2
América del Sur 74
América Central 152
SECCIÓN DE CUENTOS EUROPEOS
LECTURAS FÃCILES
[Transcriber's note: The spelling and accentuation of the original work
have been retained.
HabÃamos querido que ella ---- unas frituras.
VARIANTS: =Algunas=; =una
que otra=; =unas cuantas=; =unas pocas=.
Porque las fieras de una misma especie no se devoran unas á
otras.--¡Ah!
Santiago es la capital del paÃs y dista unas 150 millas
de ValparaÃso.
Mientras comÃa, la huéspeda le propuso unas
truchas muy buenas que tenÃa.
Al otro dÃa fueron a caza y toparon
con unas grullas que estaban todas sobre un pie.
Cuando unas mueren
Otras se encienden:
Mil se desprenden
En confusión.
Al dÃa siguiente salió la señora a hacer unas visitas, y poco después
llega su hermana.
Quiso salir y sintió que unas fuertes ligaduras le sujetaban manos y
pies, y todo el cuerpo.
En todas sus obras, si
mal no recuerdo, sólo unas dos veces está escrito el nombre de Cristo.
Sentà al poco rato unas pisadas, miré
hacia la puerta, y và en el umbral un oso que entraba.
La mujer del tÃo Bolina está clavando unas _rabas_ de pulpo en la pared
de su balcón, para que se oreen.
à ambos lados del fogón habÃa unas divisiones
hechas con tabiques, que servÃan de dormitorios y de graneros.
Celinina se puso en pie, extendió los brazos hacia arriba, y al punto le
nacieron unas alitas cortas y blancas.
El mal
seguÃa su marcha con alternativas traidoras: unas veces dando esperanzas
de remedio; otras quitándolas.
CapÃtulo 2
1 Y AL tercer dÃa hiciéronse unas bodas en Caná de Galilea; y estaba
allà la madre de Jesús.
Sobre ella habÃa unas letras medio borradas por el tiempo y
por las pisadas del ganado que venÃa a beber a la fuente.
Asà estaban las cosas, cuando hace poco más de diez años caà gravemente
enfermo, atacado de unas calenturas contagiosas.
Me empeñé hoy
en ir á la tertulia de unas primas, que viven en la calle de Fuencarral,
y papá mandó á Manuel que me acompañase.
no que éste ha bajado las escaleras á trompicones, como si le ladrase
un perro en la meseta, y con un color de difunto y unas...
Muy alegres
entregaron el dinero al lugareño, que tan pronto como tuvo el oro en su
bolsillo partió, más contento que unas pascuas.
POESÃAS
LOS DOS CONEJOS
Por entre unas matas,
Seguido de perros,
(No diré corrÃa)
Volaba un conejo.
Tanto ha aumentado
la inmigración en los últimos años, que puede estimarse
que anualmente entran en[285] el paÃs unas 300,000 personas.
Tiene cerca de cien embarcaciones, algunas de más de tres
mil toneladas de registro, muchas de doble hélice y unas cuantas de tres
hélices.
Mientras el padre apresuraba el paso hacia el pueblo vecino..., tres
hombres de mala traza, ocultos detrás de unas rocas, espiaban sus
movimientos.
Sus cabellos eran como el oro; sus
pestañas brillaban como hilos de luz, y entre las pestañas volteaban
inquietas unas pupilas que yo habÃa visto...
Maromas, cables semejantes a los de un grueso navÃo, bajan y suben, unas
veces perpendiculares, otras envolviéndose espiralmente al rededor de
los troncos.
Al poco rato encontraron unas mujeres, y una de
ellas dijo: 5
--¡Miren qué hombres más tontos!
LAS HOJAS SECAS
El sol se habÃa puesto: las nubes, que cruzaban hechas jirones sobre
mi cabeza, iban á amontonarse unas sobre otras en el horizonte lejano.
una tarde encontré sentada en mi puesto, y vestida con unas ropas
que llegaban hasta las aguas y flotaban sobre su haz, una mujer
hermosa sobre toda ponderación.
Una gran parte de sus tierras son de tal modo bajas,
que las inundarÃa el mar si no tuvieran alrededor de la
costa unas paredes que impiden el paso de las olas.
En los confines del jardÃn que rodeaba el palacio del rey moro, habÃa
unas lóbregas mazmorras, donde gemÃan, hambrientos y cargados de
cadenas, muchos cautivos cristianos.
La población se encuentra en un 5
valle, a una altura de 7500 pies sobre el nivel del mar,
y a unas 70 millas, en lÃnea recta, al sudeste de Guayaquil.
La humilde mofeta,
llamada en unas partes _zorrino_, y en otras _mapurite_, sale de Sud
America en estado bruto y regresa valiendo en pesos lo que por ella se
pagó en centavos.
Nada, que tuvieron que entrar en una
taberna y pedir lo único que sabÃan decir en español, 10
café; pues por fortuna[167] habÃa sobre la mesa unas
galletas.
En cuanto a Mamerto no dejaba de tener unas dudillas,
porque se acordó de que éste durante la vida habÃa dicho más de una
vez:--Por una corrida de toros dejo yo la gloria eterna.
en --, in place, instead; una -- más, once more; otra --,
again, once more; ór dos veces, twice; tal --, perhaps, perchance; una
-- y otra, again and again; unas veces, sometimes.
Felizmente, al practicarse unas
excavaciones, fué descubierta la ignorada joya, que ha
sido reconocida como una de las obras maestras salidas
del cincel de su sublime autor.
Y haciendo una señal de aceptación el médico, extendió la mano hacia
Castilla, y dijo:
--Allà hay unas aguas purificadas que han de completar la salvación de
la virgen musulmana.
En el
aljibe, cuyo[162] interior está revestido de una capa impermeable, se
recoge[163] el agua de lluvia que[164] se escurre[165] de los techos de
la casa por unas cañerÃas especiales.
Iba éste hacia su casa cojo y
dolorido, y al verlo pasar un herrero, le dió lástima.[34]
Lo llamó, le lavó la herida, puso en ella unas gotas
de bálsamo y la vendó cuidadosamente.
Aquel año habÃa criado allà unas estupendas calabazas..., que ya
principiaban á ponerse por dentro y por fuera de color de naranja, lo
cual querÃa decir que habÃa mediado el mes de junio.
El guano se encuentra en unas islas cercanas a
Chile y se produce del excremento de los pájaros que
las habitan y de la putrefacción de los pescados y animales
con que se alimentan.
Pablo, abrumado bajo el peso de su desgracia, se
sentó en una de las tres piedras, y entonces vió con sorpresa unas
manchas de sangre y la tierra movida como si se hubiera revolcado un
animal.
La vieja del segundo piso, sin dejar de clavar las rabas, al conocer la
voz de su nuera, contesta de muy mala gana:
--¿Qué se te pudre?{166-1}
--¿Tiene un grano de sal para freir unas _bogas_?
El corcel corrÃa, ó mejor dicho nadaba en aquel océano de vapores
caliginosos y encendidos, y las maravillas del cielo ro comenzaron á
desplegarse unas tras otras ante los espantados ojos de su jinete.
Sin incluir Alaska, el área de los Estados 5
Unidos de América es de unas 300,000 millas cuadradas
menos que la del Brasil, que en este caso es la más
grande de las repúblicas americanas.
à la mañana siguiente, el pastor que no quiso «espantar la suerte,» hizo
para el marqués de Torres-Nobles de Fuencar unas migas, y asà pudo este
noble señor comer caliente el primer dÃa que se despertó millonario.
La parte superior de su cuerpo es de un color ceniciento
obscuro, con listas blancas en las alas; tiene unas manchas blancas
sobre los ojos, figurando grandes cejas; su pecho es cenizoso y su
vientre blanquecino.
Engolfado en
sus cavilaciones, andaba ligero unas veces y otras se detenÃa de pronto,
haciendo rayas y figuras en la tierra ó cÃrculos en el aire, como mágico
antiguo, con un palitroque ó báculo que en la mano llevaba.
Y deja caer los bultos sobre el almohadón del coche; después se quita
las botas, abre el saco de noche, saca unas babuchas que parecen dos
orejas de elefante y se las calza con la mayor tranquilidad murmurando:
--¿Ve V.
Como él, buscaba
aventuras, como él buscaba guapos a quienes vencer, entuertos que
enderezar, derechos que entortar y doncellas a quienes agradar, unas
veces con comedimientos y otras veces sin ellos, pues los hubo
descomedidos y follones además.
Soñó que en su seno engendraba una serpiente, una serpiente monstruosa
que, arrojando agudos silbidos, y ora arrastrándose entre la menuda
hierba, ora replegándose sobre sà misma para saltar, huyó de su vista,
escondiéndose al fin entre unas zarzas.
à las cinco de la
mañana se iba para misa, oyendo unas cuantas seguidas hasta la hora del
desayuno; y como el templo estaba cercano, el dÃa entero se lo pasaba en
idas y venidas hasta el toque de oraciones, después del cual el
sacristán cerraba las puertas.
Por último, después de terminar este minucioso reconocimiento del
lugar en que se encontraba, agazapose en un ribazo junto á unos chopos
de copas elevadas y obscuras, á cuyo pie crecÃan unas matas de
lentisco, altas lo bastante para ocultar á un hombre echado en tierra.
Después vino con
unas preciosas ovejas, á quien{66-1} conducÃan gallardos pastores, y
luego se hizo acompañar de{66-2} unas lavanderas que lavaban, y de un
choricero que vendÃa chorizos, y de un Rey Mago negro,{66-3} al cual
sucedió otro de barba blanca y corona de oro.
En su lugar, lleno de estupor y casi de miedo, vió Garcés un grupo de
bellÃsimas mujeres, de las cuales, unas entraban en el agua
jugueteando, mientras las otras acababan de despojarse de las ligeras
túnicas que aún ocultaban á la codiciosa vista el tesoro de sus
formas.
X
Ya cercano el dÃa,{76-1} iban los alborotadores camino del cielo, más
contentos que unas Pascuas, dando brincos por esas nubes, y eran
millones de millones, todos preciosos, puros, divinos, con alas blancas
y cortas que batÃan más rápidamente que los más veloces pájaros de la
tierra.
Allà permanecà hasta la mañana siguiente, que
me encontraron mis servidores falto de sentido, y recordando sólo que
despues de mi caÃda, habÃa creÃdo percibir confusamente como unas
pisadas sonoras, al compás de las cuales resonaba un rumor de
espuelas, que poco á poco se fué alejando hasta perderse.
necesita una pieza especial de mobiliario, verbigracia, una
manija para una gaveta, un candado, clavos, tornillos, o herramientas de
uso casero como un martillo, una lima, unas tenazas o alicates, ¿dónde
los compra Ud.?[4]
--Esas mercaderÃas menudas de hierro y acero se adquieren en la
ferreterÃa o quincallerÃa.
Entre las sombras, á lo lejos, ya subiendo las retorcidas cuestas del
peñón del Segre, ya vagando entre las ruinas del castillo, ya
cerniéndose al parecer en los aires, se veÃan correr, cruzarse,
esconderse y tornar á aparecer para alejarse en distintas direcciones
unas luces misteriosas y fantásticas cuya procedencia nadie sabÃa
explicar.
Al oir mis
pasos alzó la cabeza, y aunque la bajó de nuevo casi en seguida, no fué
tan pronto para que no hubiera observado que tenÃa una frente blanca y
pura que adornaban hermosos cabellos castaños, ojos pardos que lanzaban
miradas francas é inocentes, una boca pequeña, una nariz más graciosa
que perfecta y unas mejillas coloreadas por un suave carmÃn.
Un envoltorio
de fajina forma la caja del cuerpo, el cual se envuelve
en unas tiras que, cuando vivÃan unidas, tuvieron 5
el honor de llamarse el _fustán_ de la señora; y a la altura
de los hombros se ata en cruz una varilla flexible, para
figurar los brazos, cubriendo todo aquello con unos
jirones de poncho, de un color terro-indefinible.
Y asÃ, tenga sabido
Que lo importante y raro
No es entender de todo, 230
Sino ser diestro en algo."
_Más vale saber una cosa bien, que muchas mal._
LOS DOS CONEJOS
Por entre unas matas
Seguido de perros 235
(No diré corrÃa)
Volaba un conejo.
Dirá en su patria cuán feliz vive
el hombre aquÃ, y millares de familias cansadas de trabajar en tierras
ingratas ya, y ansiosas de paz y de orden, cruzarán los mares, besarán
el suelo hospitalario que las recibe con los brazos abiertos,
descuajarán unas pocas yugadas de terreno, fabricarán su albergue,
arrojarán los granos en los surcos, y, en breve, nunca más les faltará
el alimento.
Después que se hubo desvanecido,
con mucha precaución apartó un poco las ramas, y no sin experimentar
algún sobresalto vió aparecer las corzas que en tropel y salvando los
matorrales con ligereza increÃble unas veces, deteniéndose como á
escuchar otras, jugueteando entre sÃ, ya escondiéndose entre la
espesura, ya saliendo nuevamente á la senda, bajaban del monte con
dirección al remanso del rÃo.
Colocáronme por mucha distinción entre
un niño de cinco años, encaramado en unas almohadas que era preciso
enderezar á cada momento porque las ladeaba la natural turbulencia de mi
joven _á látere_, y entre{138-2} uno de esos hombres que ocupan en el
mundo el espacio y sitio de tres, cuya corpulencia por todos lados se
salÃa de madre de la única silla en que se hallaba sentado, digámoslo
asÃ, como en la punta de una aguja.
Noté además
que le faltaba un diente,[73] porque en donde habÃa mordido
la hierba quedaba siempre en ella un pequeño
espacio sin cortar.[74] Hallé en el suelo algunas hormigas 5
arrastrando algunos granos de maÃz, caÃdos en la
misma dirección de las pisadas del camello, y también
hallé algunos montones de moscas disputándose[75] unas
gotas de miel, y por estas señas conocà la carga que
aquél llevaba.
Y, en
efecto, al dÃa siguiente, domingo, fué á misa mayor y pasó revista de
getas, que las habÃa{48-1} muy negruzcas y muy dificultosas, tardando
poco en divisar, bajo la orla abigarrada de un pañuelo amarillo, la
carátula japonesa más horrible, los ojos más bizcos, la nariz más roma,
la boca más bestial, la tez más curtida y la pelambrera más cerril que
vieron los siglos; todo acompañado de unas manos y pies como paletas de
lavar y de una gentil corcova.
Aquellas gotas que al desprenderse brillan como puntos de oro y suenan
como las notas de un instrumento, se reunen entre los céspedes, y
susurrando, susurrando con un ruido semejante al de las abejas que
zumban en torno de las flores, se alejan por entre las arenas, y
forman un cauce, y luchan con los obstáculos que se oponen á su
camino, y se repliegan sobre sà mismas, y saltan, y huyen, y corren,
unas veces con risa, otras con suspires, hasta caer en un lago.
Como á esta sazón notase don DionÃs que entre unas y otras las horas
del calor eran ya pasadas y el vientecillo de la tarde comenzaba á
mover las hojas de los chopos y á refrescar los campos, dió orden á su
comitiva para que aderezasen las caballerÃas que andaban paciendo
sueltas por el inmediato soto; y cuando todo estuvo á punto, hizo seña
á los unos para que soltasen las traÃllas, y á los otros para que
tocasen las trompas, y saliendo en tropel de la chopera, prosiguió
adelante la interrumpida caza.
Era imposible seguirlas en sus ágiles movimientos, imposible abarcar
con una mirada los infinitos detalles del cuadro que formaban, unas
corriendo, jugando y persiguiéndose con alegres risas por entre el
laberinto de los árboles; otras surcando el agua como un cisne, y
rompiendo la corriente con el levantado seno; otras, en fin,
sumergiéndose en el fondo, donde permanecÃan largo rato para volver á
la superficie, trayendo una de esas flores extrañas que nacen
escondidas en el lecho de las aguas profundas.
Cuando después de
escuchar las palabras que dejo referidas, me incorporé con prontitud
para sorprender á la persona que las habÃa pronunciado, una corza
blanca como la nieve salió de entre las mismas matas en donde yo
estaba oculto, y dando unos saltos enormes por cima de los carrascales
y los lentiscos, se alejó seguida de una tropa de corzas de su color
natural, y asà estas como la blanca que las iba guiando, no arrojaban
bramidos al huir, sino que se reÃan con unas carcajadas, cuyo eco
jurarÃa que aún me está soñando en los oÃdos en este momento.
HarÃa[1] cosa de unas dos horas que don DionÃs se encontraba en aquel
delicioso lugar, recostado sobre la menuda grama á la sombra de una
chopera, departiendo amigablemente con sus monteros sobre las
peripecias del dÃa, y refiriéndose unos á otros las aventuras más ó
menos curiosas que en su vida de cazador les habÃan acontecido, cuando
por lo alto de la más empinada ladera y á través de los alternados
murmullos del viento que agitaba las hojas de los árboles, comenzó á
percibirse, cada vez más cerca, el sonido de una esquililla semejante
á la del guión de un rebano.
Milton, _Paradise Lost_, book vi.]
* * * * *
I
La noche habÃa cerrado, y el viento gemÃa agitando las hojas de los
árboles, por entre cuyas frondosas ramas se deslizabs un suave rayo de
luna, cuando Teobaldo, incorporándose sobre el codo y restregándose
los ojos como si despertara de un profundo sueño, tendió alrededor una
mirada y se encontró en el mismo bosque donde hirió al jabalÃ, donde
cayó muerto su corcel; donde le dieron aquella fantástica cabalgadura
que le habÃa arrastrado á unas regiones desconocidas y misteriosas.
In the plural the regular form of the article is used, as, =las
hachas=, =las hadas=, =las aguas=.]
[Note 179: =ganar la vida=, _to earn one's living_.]
[Note 180: =dar crédito a algo=, _to believe something_.]
[Note 181: =dar las gracias a=, _to thank_.]
[Note 182: =acabar de regalar=, _to have just presented_.]
[Note 183: =tardar en aparecer=, _to be slow in appearing_.]
[Note 184: =equivocarse=, _to be mistaken_.]
=DE "LA VIDA ES SUEÑO"=
Cuentan de un sabio que un dÃa
Tan pobre y mÃsero estaba,
Que sólo se sustentaba
De unas hierbas que cogÃa.
hacer, to make, do, cause, bring about, work, cast, be, become, be
turned into; --(_impers._), to be (of the weather and of time); hace,
ago; hace mucho tiempo, a long time ago; no hace (_or_ ha) mucho, not
long ago; hace muchos años, many years ago; hace rato, quite a while
ago; hará cosa de tres ó cuatro dÃas, about three or four days ago;
haria cosa de unas dos horas, it must have been about two hours; --
justicia, to execute; -- mal de ojo, to cast the evil eye; -- memoria
de, to remember; -- monos, to play tricks; -- pedazos, to break to
pieces; -- platillo de, to converse about; -- una pregunta, to ask a
question, make a request; -- presente, to lay before, present, state;
dar que --, to give trouble; estar hecbo una furia, to be in a rage;
_refl._, to be, become; -- se de tripas corazón, to pluck up courage.
Lo cierto es que en el
recodo del verde sendero encontró una fuente donde mil veces habÃa
bebido siendo rapaz, y junto á la fuente una moza como unas flores,
alta, blanca, rubia, risueña; que el caminante le pidió agua, y la moza,
aplicando el jarro al caño de la fuente, y sosteniéndolo después, con
bÃblica gracia, sobre el brazo desnudo y redondo, lo inclinó hasta la
boca de Sebastián, encendiéndole el pecho con un sorbo de agua frÃa, una
sonrisa deliciosa y una frase pronunciada con humildad y cariño: «Beba,
señor, y que le sirva de salú.»{47-2}
Siguió su camino el indiano, y á pocos pasos se le escapó un suspiro,
tal vez el primero que no le arrancaba el cansancio fÃsico; pero al
llegar al pueblo recordó la promesa, y se propuso buscar sin dilación á
su feróstica prometida y casarse con ella, asà fuese el coco.
Los botes ligeros, con sus vientres blancos y azules y el mástil
graciosamente inclinado, formaban una fila avanzada al borde de la
playa, donde se deshacÃan las olas y una delgada lámina de agua bruñÃa
el suelo, cual si fuese de cristal; detrás, con la embetunada panza
sobre la arena, estaban las negras barcas del _bou_, las parejas que
aguardaban el invierno para lanzarse al mar, barriéndolo con su cola de
redes; y en último término los laúdes en reparación, los abuelos, junto
á los cuales agitábanse los calafates, embadurnándoles los flancos con
caliente alquitrán, para que otra vez volviesen á emprender sus penosas
y monótonas navegaciones por el Mediterráneo; unas veces á las Baleares
con sal, otras á la costa de Argel con frutas de la huerta levantina, y
muchas con melones y patatas para los soldados rojos de Gibraltar.
Mientras iba ensartando estas cosas con voz insinuante y melÃflua, le
oÃa el capÃtulo como quien oye llover desde lugar cubierto; unos
parecÃan mirar con grande atención las pinturas de los muros y bóveda,
medio dormidos otros cabeceaban haciendo reverencias, y muchos con las
manazas cruzadas sobre la barriga y hartos ya de plática, decÃan para su
sayo: «¿cuándo se acabará esto y tocarán á refectorio?» Pero el discurso
no llevaba trazas de concluirse tan pronto; antes, al contrario, de unas
reflexiones nacÃan otras; como las aguas vivas de manantial abundante,
las palabras con rapidez asombrosa brotaban de los labios del orador,
que siempre habÃa sido hombre de gran facundia, y en aquella ocasión lo
era más todavÃa, de suerte que el aburrido auditorio tenÃa casi agotada
la paciencia, y sólo por ciertos respetos no daba mayores señales de su
disgusto.
Según dejamos dicho, la iglesia estaba completamente desmantelada; en el
altar mayor pendÃan aún de las altas cornisas los rotos jirones del velo
con que le habÃan cubierto los religiosos al abandonar aquel recinto;
diseminados por las naves veÃanse algunos retablos adosados al muro, sin
imágenes en las hornacinas; en el coro se dibujaban con un ribete de luz
los extraños perfiles de la obscura sillerÃa de alerce; en el pavimento,
destrozado en varios puntos, distinguÃanse aún anchas losas sepulcrales
llenas de timbres, escudos y largas inscripciones góticas; y allá á lo
lejos, en el fondo de las silenciosas capillas y á lo largo del crucero,
se destacaban confusamente entre la obscuridad, semejantes á blancos é
inmóviles fantasmas, las estatuas de piedra que, unas tendidas, otras de
hinojos sobre el mármol de sus tumbas, parecÃan ser los únicos
habitantes del ruinoso edificio.
Según dejamos dicho, la iglesia estaba completamente desmantelada; en
el altar mayor pendÃan aún de las alias cornisas los rotos jirones del
velo con que le habÃan cubierto los religiosos al abandonar aquel
recinto; diseminados por las naves veianse algunos retablos adosados
al muro, sin imágenes en las hornacinas; en el coro se 'dibujaban con
un ribete de luz los extraños perfiles de la obscura sillerÃa de
alerce; en el pavimento, destrozado en varies puntos, distinguÃanse
aún anchas losas sepulcrales llenas de timbres, escudos y largas
inscripciones góticas; y allá á lo lejos, en el fondo de las
silenciosas capillas y á lo largo del crucero, se destacaban
confusamente entre la obscuridad, semejantes á blancos é inmóviles
fantasmas, las estatuas de piedra que, unas tendidas, otras de hinojos
sobre el mármol de sus tumbas, parecÃan ser los únicos habitantes del
ruinoso edificio.
--Cada saco pesa sesenta kilos; es decir unas ciento treinta y dos
libras.
=pascua=, _f._, Easter; =más contento que unas ----s=, as
merry as a lark.
--En unas cuantas ciudades que conservan las tradiciones de la madre
patria.
--¡Pero sà esa[20] diversificación es precisamente lo que las hace
extrañas unas a otras!
--Ocupan un sector de circulo de unas quinientas millas de radio cuyo
centro es Buenos Aires.
=Resumen=
Dése por escrito un resumen del cuento "El Muchacho y el Lobo," usando
unas cincuenta palabras.
=Ejercicio de Observación=
Usando unas cincuenta palabras, escrÃbase una descripción de lo que se
observa en el grabado en frente de la página 8.
=pascua,= (solemn) church festival; =-- de la Resurrección,= Easter; =--
de Navidad,= Christmas; =cara de --,= cheerful, sweet face; =más
contentos que unas --s,= merrier than crickets.
=Imperativo de verbos=
EscrÃbanse todas las formas del imperativo de los verbos que siguen:
_tener, hacer, proponer._
=Resumen=
Dése por escrito un resumen del cuento "El Buen Rey," usando unas
cincuenta palabras.
=EL BRASIL=
La República de los Estados Unidos del Brasil,
incluyendo el territorio del Acre, es la más grande de
las naciones de Sur América, y la segunda del continente,
siendo su extensión de unas 3,300,000 millas
cuadradas.
5
Para conocer bien sus propias fuerzas solÃa vestirse
modestamente y recorrer el paÃs,[202] sin que nadie le conociese;
y un dÃa en que pidió alojamiento en una
pobre casa de campo, le dejó la campesina cuidando
unas frituras junto al hogar, y sin acordarse de[203] ellas 10
abrió él su libro de estudio y se puso a leer.
--Ninguna.[109] El moblaje _de_ la sala, que es donde reciben los
dueños[110] de casa, se compone de un juego del que forman parte[111] un
sofá, dos sillones, varias sillas, un piano de cola, vertical o de los
llamados mecánicos, mesas de todos tamaños, consolas, canapés,
taburetes, escabeles y unas cuantas banquetas para apoyar los pies.[112]
La repisa de la chimenea puede estar adornada con floreros, estatuitas,
algún[113] reloj u otro[114] objeto semejante.
no, una letra!
Prior una tonterÃa.
Se sentó a una mesa.
una botella de vino?
Empezó por una manÃa.
hay una pluma y papel.
los ojos de una mujer.
no sé qué, ¡una locura!
un abuelo o una abuela?
una persona caritativa.
Es una ciudad magnÃfica.
Dijóle una vez:--Vaya Vd.
es (una)--, it is a pity.
no se siente una mosca ...
alguna vez una[4] hacienda?
Tropezó con una dificultad.
de una cosa sobrenatural....
Empieza por pedir una silla.
Este paÃs es una
república.
José masculló una maldición.
un, una, a, an; _pl._, some.
que se le exigirá una fianza?
Viene una vez en cuatro años.
Cada una se quitó muchos años.
Lola protestó con una mueca....
DÃ ---- una piedra en el camino.
La virtud es también una fuerza.
El
franco es una moneda francesa.
Encontró debajo de ella una bolsa.
con una hija que allà tengo casada.
En el camino encuentra una gallina.
le ponga una cama en el gabinete...
No se tomó a Zamora
En una hora.
Se ha visto una
ballena en el rÃo.
Entonces comenzó una cosa
horrible.
Y le entregó una lapicera de
plata.
En este momento encuentran una zorra.
Era una niña de trece á catorce años.
No tenÃa hijos pero tenÃa
una mujer.
una lÃnea
fronteriza y encuentra Ud.
una palabra de acá, otra de acullá...
Hay también
una mesa para el maestro.
Llegó a una ciudad y fue a una posada.
TenÃa una buena mujer
y buenos hijos.
Anuncio del Estreno de una Ópera
30.
Si quieres, te
casaré con una condesa.
Al entrar se
me ocurrió una idea feliz.
Dé usted una palabra sinónima de choclo.
es el tercero que me habla de una cabra.
murmuró el joven con una triste sonrisa.
Poco después entró una niña en el bosque.
QuerÃa comprar una mesa y algunas sillas.
Un dÃa vino una vecina vieja a visitarla.
HabÃa caÃdo en una trampa; estaba perdido.
Un desierto es una llanura seca y arenosa.
ver que el
animal que traigo es una vaca?
Dé usted una palabra sinónima de pordiosero.
En mi mesa hay un cuaderno y una
gramática.
Pero la cosa
iba durando una y otra semana.
Pasó un dÃa, una semana, un mes y no pareció.
una ópera de Wágner a una de Verdi o Puccini?
AquÃ, en donde cayó un héroe, cae una columna!
como es una tonterÃa
que no merece la pena...
Pablo tenÃa una cita (_appointment_)
¿verdad?
Tráigame algo que comer y una botella de vino.
Aquà tiene una buena ocasión de aprender
algo.
Después de una hora se presentó otro caballero.
En el piso bajo hay una tienda y una panaderÃa.
En poco tiempo me contó una infinidad de cosas.
Tengo necesidad de una carta de
recomendación.
una baja emulación en su alma, sino
porque Ud.
Yo và una ciudad hermosa al---- ---- ---- ----.
El céntimo es
la centésima parte de una peseta.
El ciego comenzó á ejecutar una marcha guerrera.
El rico querÃa que el escultor ---- una estatua.
Era
una cueva, la cual tenÃa una piedra encima.
Es todo lo que se llama una verdadera
aventura.
Otro
desgraciado le facilitó una guitarra rota.
Por
fin ¿qué proyectaban los criados una noche?
Yo
lo impido y con una sola tajada lo deguello.
Ella era joven, casi
una niña, hermosa y pálida.
Mejor hubiéramos visto{55-1} asomar una tormenta.
prorrumpió el sacrÃlego barón con
una carcajada.
Supongo que pertenecÃan a una familia
acomodada.
Consiguió que le
(dar) una plaza de músico mayor.
ParecÃan condecoraciones de una legión cualquiera.
Poco después pasó por allà un hombre con una vaca.
TenÃan una hija y ambos la amaban de todo corazón.
una gran parte lo haremos _por_ ferrocarril; y Ud.
El caballero se dejó caer en una silla desesperado.
Él tiene una falta de ortografÃa en la palabra
año.
Finalmente él les dijo:
--- Propongo una apuesta.
muchacho==_un muchacho tiró una piedra á un
peral_.
No siendo bastante una mano, él ---- ---- ---- ----.
Ya me parece que llevo lo menos
una semana tendido.
Yo iba a la feria precisamente a
comprar una cabra.
La justicia es una sed y la civilización una siembra.
Me fijé un poco más.{8-2} HabÃa sido una alucinación.
Por una mirada,
por una sola mirada de esos ojos ...
Y la boca gruñó:
--Toda mi vida he sido una tonta.
Tengo una esposa
y ocho niños y debo pensar en ellos.
UNA VISITA
Quiero hacer una visita al señor Valera.
A los pocos momentos da éste
una media vuelta, y ¡zas!
De pronto una voz lastimera le sacó de sus reflexiones.
El _dominico_ se cubre con una blanquÃsima
vestimenta.
furia, _f._, fury; estar hecho una --, to be in a rage.
Oir esto y caerme de espaldas, todo fué una misma cosa.
Pedro fijó una mirada estúpida en la corriente del rÃo.
Su única fortuna eran su
cabana, una vaca y una cabra.
VARIANTS: =Muchas=, =centenares=, =una gran
cantidad=.
Vive preso en un palacio con una vieja bruja y su hija.
Los hijos y las hijas de una familia se llaman hermanos.
Al lado derecho estaba el rey David
con una arpa de oro.
Él se sienta, abre su
libro y lee una frase, dos frases.
El señor arzobispo está
hecho, y con razón, una furia....
Está situada
en una de las más hermosas bahÃas del mundo.
Notaron, sÃ, de súbito, una cosa inexplicable y fenomenal.
Un sabio y un patán se disputaban[109] una misma
mujer.
No tuvo sueños ni ilusiones; en cambio tenÃa una
esperanza.
Se sentó a una mesa, llamó al mozo y dijo:
--Tráigame Vd.
Si (ver) el salchichón, el otro
pasajero (desear) una raja.
Todo permanecÃa á su alrededor sumido en una profunda calma.
De pronto, algo se le enredó á una pierna; era una serpiente.
El padre, la madre, los hijos y las hijas forman una familia.
tiene una barba muy espesa y
necesito una navaja muy afilada.
y el órgano sonaba; pero sonaba
de una manera indescriptible.
El señor
dijo:--¿Cómo no tiene esta grulla más que una pierna?
En el reloj de la catedral sonaba
en aquel momento una hora...
mi señora doña Baltasara, decÃa la una, yo soy
de este genial.
Pero una nube se eleva en los 30
aires y tapa su luz.
Rodeáronlas las amigas, y
ni una sola dejó de verter lágrimas.
Creemos inútil decir á nuestros lectores quién era una de ellas.
El sol aún seguÃa bañando una parte no insignificante del paseo.
UNA PIERNA
Un paje sirvió en la comida a su señor una grulla.
valÃan= = _cada una tenÃa un novio, pero los novios no
valÃan_.
Al anochecer llegaron a una montaña donde habÃa[47]
una cueva.
Ella era hermosa, hermosa y pálida, como una estatua de alabastro.
Fueron, y subieron en una barca; y aquella noche no cogieron nada.
Respondió el
paje:--Señor, las grullas no tienen sino una pierna.
SabÃa además una
porción de versecillos, romances y acertijos....
VARIANT:
=Como una ....=
[3] =a la espalda,= _on their backs_.
Yo disimulé que estaba libre, y esperé una ocasión para escaparme.
Allà la claridad de una lámpara
permitÃa distinguir sus facciones.
Allà la
claridad de una lámpara permitÃa distinguir sus facciones.
El hilo llevó una cuerda, la cuerda un
cable, el cable una cadena.
Me hizo jurar una docena de veces que no pensaba nada malo de ella.
Nombraron una delegación, y la delegación fué a
ver al magistrado.
Pagué el entierro de Teresa; compré una sepultura por diez años....
VARIANTS: =Algunas=; =una
que otra=; =unas cuantas=; =unas pocas=.
Ella se
sentó en el jardÃn, y trató de hacerse pasar por una tonta.
Entonces comenzó para el ciego una época miserable y
angustiosa....
Las monedas de plata son de cinco, de dos, de una y de media peseta.
No conozco
una ciudad que tenga un colorido más americano que ésta.
TenÃa mi novia apenas diez y nueve años, y era una niña muy hermosa.
TRES PALABRAS
Un jornalero pobre llegó por la noche a una posada.
ve, el rÃo es una de las más grandes
vÃas fluviales del continente.
EL PRÃNCIPE JALMA
HabÃa un viejo que tenÃa una hija muy hermosa.
En nuestros campos se da a esta palabra
una importancia escepcional.
Es una importante industria la
fabricación y destilación de bebidas.
Se sentó en una piedra cerca de
la puerta pensando si entrarÃa o no.
Dios llamó un dÃa al inocente mártir, predestinado á una dicha eterna.
Ella se tranquilizó y
le dijo que llevarÃa en el dedo una cinta roja.
En cuanto al[119] dinero, lo hice depositar en una
cubeta con agua.
Encontráronse allà los Puritanos con[235] una playa
triste y árida.
Este rey moro tenÃa una hija muy hermosa y compasiva, llamada Casilda.
uno, una, _pron._, one, some one, a person; (el) -- y (el) otro, both.
Es una manÃa inocente, pero muy
divertida e instructiva ¿no es verdad?
Las
otras han de tomar una porción de sus cenizas y asà se
remozarán.
VARIANT: =Hay una gran diferencia= (or =va un
gran trecho=) =entre ...
Y abrazada una hermana a la cintura de la otra, principian _un cedazo_.
Para el que la
visita por primera vez, Buenos Aires es una maravilla.
Pero creo que cinco pesetas es
bastante dinero por una cabra tan flaca.
En su busca fuà un dÃa y otro á aquel sitio:
Por último, una tarde ...
Esos claros y
melancólicos ojos parecÃan mirar desde una eminencia....».
Los mozos de la posada pusieron el barco en una sala cerca de
su alcoba.
ni se molestará si le doy una explicación
algo extensa sobre este punto.
Porque las fieras de una misma especie no se devoran unas á
otras.--¡Ah!
Vale tres
pesetas la cena, una peseta el vino y otra peseta los tabacos.
Dejó el mulo en una
posada, y de seguida se presentó en casa de su amigo.
El viejo en su tierra y el mozo en la ajena, mienten de una misma
manera.
Hoy dÃa Chile es una 10
república importante y rica.
que
es una buena persona, un santo, y que no le incomodará poco ni mucho.
contorsión, _f._, contortion; hacer una --, to bend one's body; to
writhe.
En el primero, el artista
parece haber querido hacer una cabeza simbólica.
Se experimenta casi una impresión dolorosa; sentÃs el dominio
del vértigo.
El hombre le arrojó una piedra al león á ver si podÃa aplastarle la
cabeza.
El viaje a la capital se hace recorriendo una hermosa y
fertilÃsima región.
exclamaron los oficiales á una voz, prorrumpiendo en
alegres exclamaciones.
La
catedral, fundada en 1573, es una de las más famosas iglesias del mundo.
Parece un cÃrculo de estrellas arrancadas del cielo
de una noche de verano.
Parece un cÃrculo de estrellas
arrancadas del cielo de una noche de verano.
se atraviesa una extensa llanura, que lleva
el nombre de Llanos de Caulina.
El insomnio junto á una mujer bonita no es seguramente el peor
de los males.
El insomnio junto á una mujer bonita no es seguramente el
peor de los males.
Me expuso en pocos instantes una infinidad de proyectos á
cual más absurdos.
que{84-2} has hecho una buena obra de
caridad, le dijo la avispa á la cabra.
Además, este
animal tiene la cola larga, y una cabra tiene la cola más corta.
mirada, _f._, glance, look; tender una--, to take a look; to look; to
glance.
nos cantará de sobremesa una
rondeña con su gracia natural; y por la noche J.
Pedro Gómez de Aguilar tenÃa una magnÃfica finca cerca
de la ciudad de Cabra.
porción, _f._, part, portion; una -- de años, a few years; a number
of years.
Se veÃan una porción de niñas reunidas bajo el emparrado de la casa de
Simón.
Un dÃa cuando
llovÃa a cántaros Mamerto quiso asistir a una corrida de toros.
de tu horrenda falsedad
en memoria, ni una pluma dejes, negra, ¡El busto deja!
La perra ve aquellos instrumentos
mortÃferos y se pone á ladrar como una loca.
Todos quedaron silenciosos, y _Manuel_ empezó á silbar una canción
patriótica.
En las dos cámaras se eligen cada dos
años una tercera parte de sus miembros.
Ese tuno debe tener metida en su cuerpecillo
toda entera una legión de diablos.
LOS POBRES SASTRES
Un herrero de una pequeña ciudad habÃa hurtado un caballo.
Pero mucho puede hacer una propaganda inteligente,
basada en métodos liberales.
Pues los frailes son una
milicia también, y no menos tenaz que la del ejército.
Un dÃa estaba sentado en un banco tomando una taza de 5
leche.
VARIANTS:
=Todos rieron a carcajadas; lanzaron una carcajada.=
[53] =Para...
Dar el primero una noticia triste ó alegre, era para Alvar la felicidad
suprema.
El hada se sumergió en las aguas, y no tardó en
aparecer con una hacha de oro.
Entonces vino una voz del cielo: Y lo he
glorificado, y lo glorificaré otra vez.
Esta grulla no tenÃa
sino una pierna, porque la otra se la habÃa comido el paje.
VARIANTS: =Vistas a la
distancia;= or =desde una larga distancia= (or =trecho=).
Acto continuo dispusiéronle una frugal
colación, y sentóse con su hija á la mesa.
dice,--replicó éste.--Y he de observar que esa
planta crece en una área limitada.
Entre este pueblo y el rÃo se extiende una verde
pradera, que pertenece al común.
Otra vez desapareció el hada,[178] y trajo en seguida
una vieja hacha de acero.
Precisamente una de
las primeras vÃctimas de su intemperancia fué el mismÃsimo P.
tu ventana es la gloria;
Pero la noche se pasa,
Se pasa como una sombra.
Y el padre se arrastraba por el suelo, y levantaba hacia los ladrones
una cara...
Y nada: el viejo, clavado como una estatua á la orilla del mar, no soltó
el cabo.
EL COMPETIDOR
Un dÃa a eso de las seis de la tarde llegó a una posada un hombre.
Estaba el posadero para ponerse muy colérico, cuando se le ocurrió una
buena idea.
hundir, to sink, bury; -- una cuarta de hierro, to bury the spurs; to
spur deeply.
La meseta determina aquà también una diferencia de clima,
haciéndolo más templado.
of separation or privation.--=una
va llena=, 'one is full (lit., 'one goes full').
of_ =pesar=), heavy, tedious; =lo pesado de una
faena=, the tediousness of a task.
Al fin abrió los ojos, tendió una mirada, y un grito agudo se escapó de
sus labios.
Al fin abrió los ojos, tendió una mirada, y un grito agudo se escapó
de sus labios.
Él les dijo:
--Es necesario que cada una escriba en una cédula su
nombre y edad.
Llegó el momento de la despedida, y Aliatar se vio rodeado
de una guardia de honor.
Macario era muy feo; pero, no obstante, se habÃa casado
con una muchacha muy guapa.
Teniendo él también una colección ¿no era natural que quisiera ver la
de la vecina?
Al oÃr[76] sus primeras palabras, sabÃamos ya que nos
iba a contar una historieta.
Entonces le compraron una
tosca escudilla de madera, y en ella le daban la comida.
La primera
representación[5] atrae siempre una concurrencia numerosa y muy
selecta.
Luego, sin mirarle, emprendà una carrera desesperada, loca,
al través de las calles.
no tiene una idea precisa del
medio geográfico y la sociedad de donde aquél procede.
pregunta, _f._, question, inquiry; hacer una --, to ask a question,
make an inquiry.
VARIANT: =Algo asà como.=
[11] =una penita en el estómago= (Cuba), _to be hungry_.
VARIANT: =Sin dormir.=
[3] =para hacerlos de una pieza,= _to make them a part of_.
aquà la gran meseta del estado de Colorado como
una ancha faja que penetra en Méjico?
En todos los ojos habÃa
una lágrima, en todos los espÃritus un profundo recogimiento.
Entonces las ondas tienen una luz más roja,
las horas transcurren sordas y lánguidas.
Junto á una espesa maraña
habÃa otro charco de sangre; pero allà se perdÃa el rastro.
La madre del Poniente dió a la niña una taza de oro para
vender en caso de necesidad.
Pero debo añadir que de su breve
expedición le quedó para toda su vida una costumbre.
Tratábase
del asesinato de una pobre vieja á quien sus convecinos acusaban de
bruja.
Acaso un aviso de
Dios; tal vez una vana fantasÃa, que el tiempo realizó más adelante.
Aunque hubiese resucitado el difunto Padre
Procopio trayendo consigo una docena de PP.
bendición, _f._, benediction, blessing; que era una -- del cielo, in a
surprising way.
EscribÃa una prosa profusa, llena de vitalidad y de color,
de plasticidad y de música.
Lleva en la cabeza una toca, sÃmbolo del duelo del amor, la no menos
graciosa _viuda_.
Parece que una desgracia no es más que el aviso de las
que bien luego nos sucederán.
Pero ved, a través de la bulla de los actores
como una forma rampante hace su entrada!
Y en sus facciones se retrató un instante el estado de su alma,
espantada de una idea.
Aparte de todo esto, se les
impone una contribución de 5% por milla sobre la propiedad.
Dió una embestida el animal y al saltar atrás el cazador se enredó en un
bejuco y cayó.
Luego se lo
acercó á una y otra oreja, lo puso donde estaba, y dijo:
--Se ha parado.
Al cabo logróse apaciguar el tumulto, y comenzaron á disponerse á una
nueva persecutión.
Después de algunos 40
momentos se presentó una vieja que ofreció ayudarle.
El pájaro no alcanza a
tener una cuarta de longitud desde el pico a la punta de la cola.
Hay situaciones, lector amigo, que no á todos es dado describir, y ésta
es una de ellas.
LA RANA Y LA GALLINA
Desde su charco una parlera rana
Oyó cacarear a una gallina.
Yo de mÃ
se decir, que conservo un pedazo de su jubón como una reliquia, y lo
merece...
A principios del siglo XIX el
uso de vapores encareció la necesidad de una tal empresa.
Buenos Aires es la mayor ciudad de la América del Sur y una de las más
grandes del mundo.
De repente, Neira creyó
notar que un boldo se movia: tomó una piedra pequeña y la arrojó.
Juan no habÃa tomado más alimento que una taza de café de Ãnfima clase y
un panecillo....
Pero al llegar á casa y
quedarme solo en el cuarto, se apoderó de mà una tristeza mortal.
Prose order--_(una) leve sonrisa pliega
los extremos..._]
[Footnote 4: Cual...
Pues, hermanos,
Jamás equivaldrá vuestro zumbido
A una gota de miel que yo fabrique.
Su castidad arisca se sublevaba á la menor insinuación, se ofendÃa de
una simple sonrisa.
Te portaste como un héroe, y 5
nos has librado de una gran desgracia.
añadia el otro; y cada cual exclamaba por su lado: ¡Tú has echado una
suerte á mi hermana!
Háblame: yo quiero saber si me amas; yo quiero saber si puedo amarte,
si eres una mujer...
MarÃa es una
niña, niña de cualquier paÃs, de cualquier sociedad con tal de[43] ser
niña.
Nos habÃan desarbolado, y al caer el aparejo
le rompió una pierna á uno de la tripulación.
Pues nada, él se da tal mana en arreglarlo y
cuidarlo, que sueña, que es una maravilla....
Sin examinarla ni mirarla el hombre entregó al posadero una
vieja pieza de cinco centavos.
Ya en tiempo de los Reyes Católicos (1515) se
buscó una lÃnea acuática a través del istmo.
En el delta
del Orinoco, cerca del rÃo Imataca, se halla una riquÃsima
mina de hierro.
Los precios para un estreno son generalmente más altos que para
una _réprise_ o repetición.
Sintiéndose cansados y teniendo sed se sentaron junto a una fuente que
estaba en el camino.
En esta ocasión cuentan las crónicas que se le ocurrió, aunque sin
ejemplar, una idea feliz.
HabÃan construido una 5
casa cómoda solamente con una puerta y una ventana.
This is a frequent Spanish usage.]
El santo varón ordeno al pueblo una penitencia general.
à la una de la madrugada se presentaron en el Hospital los
mismos locos, pero sin el cadáver.
dijo colérica su interlocutora,
que no era una vieja; ¡Teobaldo de Montagut el del cuento!...
En consecuencia de esto, una noche soñó con su zapaterÃa y
habló de sus hormas y de su lesna.
En un rincón và á una mujer
arrodillada, en la que mi compañero no pareció fijarse al pronto.
La madre del Sur la escondió debajo de una olla y
pronto se oyó un gran ruido y llegó el Sur.
La mÃa tenÃa una ventana con vistas á la plaza y se hallaba situada
debajo de la de mi amigo.
No 15
era bastante una mano para taparlo por completo, y
metió las dos.
Procopio,
que á las pocas semanas del famoso capÃtulo mencionado reventó como una
bomba.....
Su modo de dormir es un misterio, y hasta parece que el
sueño no fuese para él una necesidad.
Un niño puede decirle que su animal no es una vaca,
sino una cabra; y, por cierto, muy flaca.
VARIANT: =Expresar una
opinión.=
[8] ="es como las armas,"= _he is like the trusty steel_.
à la puerta de la casa estaba
sentada una anciana, de aire dulce y grave, aseadamente vestida.
Diriase que en todas las curiosas miradas que á
ella se volvÃan, retozaba una sonrisa burlona.
El palacio nacional, fabricado en 1693, domina una
plaza hermosa cubierta de árboles y flores.
Los
chiquillos resaltaban sobre la arena como un enjambre de mosquitos en
una mesa de mármol.
Pero antes debo despejar una duda: ¿No tendremos que hacer
casi todo ese viaje a lomo de mula?
Por una parte, posee en su fuerte cerebro la facultad musical; por otra,
la fuerza matemática.
El silencioso hotel se
estremeció de pronto, como una caja de música cuando se le da cuerda....
El suelo está cubierto
completamente por una alfombra, o parcialmente por uno o varios tapetes.
Encendà otro fósforo y
eché una mirada oblicua á mi vÃctima, con la esperanza de verle alentar.
Mala cara tenÃa
entonces: más bien qué superior de una orden monástica, parecÃa un
facineroso.
Al medio dÃa, la luz del sol cae sobre el bosque como una gasa de oro
que flota entre las ramas.
Asunción, en efecto, habÃa empalidecido y estaba clavada é inmóvil en la
silla como una estatua.
Desapareció de nuevo el hada y volvió al instante 25
con una hacha de plata.
La comarca entera respiró en libertad durante algún tiempo, como si
despertara de una pesadilla.
Lopera and see the wonders of the ancient city.)
...El señor Frutos llegó una tarde á Córdoba.
Tendió una mirada alrededor, y esta sola mirada fué bastante para
darle á conocer lo que pasaba.
Triste cosa es el sueño
Que llanto nos arranca;
Mas tengo en mi tristeza una alegrÃa...
El
santo, obra de un artista ingenuo, habitaba en una urna de hojalata con
portezuela de vidrio.
La nación es
ahora una unión federal de estados, gobernada por la
constitución del año 1891.
Nada: ni por
las rendijas entraba un solo rayo de luz, ni siquiera sonaba el vuelo de
una mosca.
Al instante comprendió
Gómez de Aguilar que se le presentaba una ocasión favorable
para salvarse.
Pero al dÃa siguiente estaban todos á
disposición del patrón: no se perdió ni una libra de tabaco.
VARIANTS: =Entretanto, mientras tanto.=
[4] =una copa de caña,= _a glass of cane-distilled rum_.
Cuando me detuve un instante á respirar, exclamó sin mirarme:
--Hice una cosa muy mala, muy mala.
Después del
minucioso recuento y de reconocer una por una todas las piezas, se echó
de menos algo.
Es una función tan sagrada como la de las mismas
Vestales para algunos _materos_ intransigentes....
Al llegar la noche, apretado por la necesidad, desfallecido,
bajó á la calle á implorar una limosna.
Los indios introducen algunas veces una parte de la quena en cántaros de
barro, horadados exprofeso.
Mas al acercarse la buena Chepa al ladrón, soltó una 25
estrepitosa carcajada[301].
Mendelssohn contaba catorce años cuando hizo
ejecutar una sinfonÃa suya en un concierto de BerlÃn.
Pablo recibió una carta, en la cual se le citaba para el dÃa cuatro de
mayo en el monte de Val-frÃo.
Poco más ó menos,
el contenido de su confesión fué éste:--Yo, dijo, pertenezco á una
noble familia.
comprar desde una estancia, un campo o un solar urbano, hasta la más
insignificante prenda de vestir.
Entonces vieron al viejo caudillo entrar en la impetuosÃsima
corriente como si cruzase una carretera.
Entonces, del jaro inmediato salió una cabeza, y luego otra del de más
allá y otra tercera más lejos.
La última revolución empezó en 1895 y fué terminada
con una guerra entre España y los Estados Unidos.
losing sight of.'
[34.17] =en una silla metálica de las que==_en una de las sillas
metálicas que_.
Nieves, una señora viuda que vive sola en la calle de la
Perseguida, á quien debe mi yerno su empleo.
Has venido, ciertamente, de
mares muy lejanos; ¿no eres una maravilla para
los árboles de ese jardÃn?
Inventé una cita con un amigo en
el Casino, y, efectivamente, me dirigà á paso largo hacia este sitio.
Con esto se alababan tan ufanos,
Que una abeja les dijo por despique:
--¿No trabajáis más que eso?
El patrón manejaba la barra con el cuidado de quien tiene toda su
fortuna pendiente de una mala virada.
Era bajito, flaco, y sus ojos redondos y
diminutos traducÃan en su mirar de miope una alegrÃa profunda.
Pero ya se lo he dicho á mi madre:
cantes que dejarios subir aquÃ, rómpales una pata...» Y esto sacabó.
Por cierto
esas causas son numerosas; pero entre ellas yo señalaré una que no he
oÃdo mencionar nunca.
Todo esto le hace recordar a uno que
en realidad se encuentra en una tierra productora de
bananas.
Argentina es una república federal, formada por catorce estados, diez
territorios y un distrito federal.
Bernini modeló a los ocho años una cabeza en mármol, 10
de una perfección correctÃsima.
Decir _Parrón_{34-1} estas palabras y rodearme una nube de trabucos,
todo fué un abrir y cerrar de ojos.
El toque sigue y no cesa
y vibra en el alma opresa
sordamente como un cuerpo que cayera en una huesa...
Pero la voz moria en la seca garganta y solo
salian las palabras en secreto como si fuera una confesion.
Y esta voz, con una pequeña modificación, recorrió en un instante la
multitud hasta la puerta de Toledo.
Al
pasar por la isla es muy interesante ver una flota de
15 ó 20 buques dragando en busca de perlas.
Antes la
componÃan una piedra tosca y una cruz de palo; la cruz ha
desaparecido, y sólo queda la piedra.
Busca[27] un escarabajo, un poco de mantequilla, una
madeja de seda fina, una cuerda gruesa y una soga.
Por un momento creyó que una mano frÃa y descarnada le sujetaba en aquel
punto con una fuerza invencible.
Por un momento creyó que una mano frÃa y descarnada le sujetaba en
aquel punto con una fuerza invencible.
Será a causa de esto que es fácil entender «una ballena,»
cuando se grita, «una va llena,» ¿no le parece?
Sus ojos negros llenaron la sala con una mirada viva y afanosa que
echaron en derredor y de arriba abajo.
Te lo ruego, no me
preguntes la causa de mi dolor; si te la revelase, acaso te arrancarÃa
una carcajada.
VARIANT: =La manera como.=
[3] =serÃa una omisión imperdonable,= it would be an unpardonable
omission.
Cuando
además de estos muebles hay en el comedor una vitrina, se exhibe en ella
la vajilla más[145] fina.
Entonces me mezclé entre la gente, aguardando una ocasión para
colarme dentro sin que me viera el portero.
Juan se fué al establo; pero una vez allà no sabÃa claramente distinguir
cual era la vaca y cual la cabra.
Mi primera mirada, mitad de asombro, mitad de cólera, equivalÃa á una
interrogación enérgica, aunque muda.
Parte la pradera que besa el rÃo,
una vereda, por la que se comunican la Puebla y Coria con la capital....
Al dÃa siguiente, cuando
pasé por allÃ, vi caer una bolita de papel que me apresuré á recoger y
desdoblar.
of_ =preferir=
=pregunta= _f._ question;
=hacer una pregunta= to ask a question
=pregunta= _3 sing.
Padre santo, á los que me has dado, guárdalos por tu nombre, para que
sean una cosa, como también nosotros.
Por traer,{66-4} hasta
trajo una vieja que daba azotes en cierta parte á un chico por no saber
la lección.
DURA SUERTE
Una vez el Conde de Cero hizo una visita al Barón de Pereza que se
lamentó de su dura suerte.
hierro, _m._, iron; _pl._, irons, fetters; arms; hundir una cuarta de
--, to bury the spurs; to spur deeply.
Le dió entónces una cajita chata, de madera blanca, donde, cuando la
abrió ella, encontró un disco de metal.
He aquà una, gracias a la cual en un hemisferio fuera de estación
se puede consumir la fruta fresca del otro.
ir
á la cárcel como un ladrón por ganar el pan de la familia, es algo más
temible que una noche de tormenta.
La naturaleza
ha sido ingrata y cruel con la raza canina, dotándola de una enfermedad
horrible: la rabia....
Cuando me recobré del susto, lo primero que vi á
mis pies fué una enorme muñeca fresca, sonrosada y en camisa.
Es casi tan grande
como los Estados Unidos de América, pero tiene solamente una quinta
parte de su población.
HabÃan pasado algunos meses cuando una mañana
encontró el herrero en la puerta de la herrerÃa dos
perros.
à los tres ó cuatro dÃas me
decidà á arrancar una hoja de la cartera y á escribir estas palabras:
_Me gusta V.
Algunos paÃses exigen además que haya ejercido el comercio de
por sà o en sociedad[3] en una casa al por mayor.
El dÃa en que salté sobre ella con mi
_Relámpago_[1] creà haber visto brillar en su fondo una cosa extraña
...
El posadero, hombre muy cortés y oficioso, replicó con una reverencia
profunda:
--Sin duda, señor; mande Vd.
en la Sagrada Escritura que
más fácil es que entre un camello por el ojo de una aguja que un rico en
el cielo?
La noche seguÃa tibia y estrellada: á la puerta
aguardaba una larga fila de coches, que nos fué preciso evitar.
Lo
que tiene que,[9] si es verdad lo que me han dicho las gentes del
barrio, le preparan una buena al intruso.
Los Puritanos no habÃan podido conseguir
dinero suficiente para trasladar de una vez[233] toda
la colonia.
Pedro
corrió al instante al sitio donde brotaba el agua, y
metió una de sus manos en el agujero del dique.
Tiene una magnÃfica vista en las montañas que
rodean a la bahÃa, y es una ciudad progresista con gran comercio.
Y si Cabezudo empezó á decir picardÃas de Dios al ver que
llovÃa á mares, ¿no ha hecho Cabezudo una barbaridad?
Y si no,
ahora lo verás:
Cuando baja, rÃe; cuando sube, llora;
à que no me lo aciertas en una hora.
Las luces del altar,
reflejándose en las mil facetas de sus diamantes, se reproducÃan de
una manera prodigiosa.
que en el futuro, más o menos lejano,[2] el cultivo del
maÃz se vea amenazado por una crisis de superproducción?
Quién diria que esos dos que
parecen tan amigos, si dentro de media hora se encuentran en una calle
obscura ...
VivÃa en casa de otra de mis
tÃas, hermana de mi madre, más como una parienta querida que en calidad
de criada.
Yo, en mi calidad de cronista verÃdico, no añadiré ni una sola palabra
de mi cosecha para caracterizarlos mejor.
Aquel hombre, que para ella
no lo era, fué objeto de una adoración sin lÃmites y reverenciado casi
como un dios.
En esto se adelantó uno de los mozos, se dirigió a una de ellas, y a
guisa de invitación hÃzole una Ligera venia.
No pensaba más que
en Finita; se sacaba la raya esmeradamente, se compró una corbata nueva,
y suspiraba á solas.
sentir, to feel, perceive, hear; no se siente una mosca (_lit._, a fly
cannot be heard), you can hear a pin fall.
XV.--CAUCHO[1] Y CHICLE
--Me dicen que hace poco tiempo se descubrió en Méjico una nueva
variedad de caucho.
De pronto el mastÃn tomó una veloz carrera y fué á reunirse con su amo,
pero sin cesar en sus imponentes ladridos.
EL PERAL
à un Peral una piedra
Tiró un muchacho,
Y una pera exquisita
Soltóle el árbol.
Salió el criado, y á poco volvió con un gran plato de bizcochos, una
botella de vino generoso y añejo, y una copa.
Sé que en su corazón, nido de sierpes,
No hay una fibra que al amor responda;
Que es una estatua inanimada...
y una infeliz...--diré _viuda_..., pues veo que
voy á morir...--Leo en vuestros ojos que sois peores que fieras...
Al fin, una tarde oyó que los quejidos eran más tristes 65
que de ordinario y se decidió a ver lo que era.
En la Argentina, antes de llegar a la napa de
petróleo se descubrió una zona que produce enormes cantidades de gas.
En una plataforma estaban los célebres músicos que
habÃan destrozado las murallas de Jericó, hace ya muchos Siglos.
eso es, veintinueve años; y ya
hacÃa siete cumplidos que estaba casado.{12-2} Es una barbaridad casarse
tan joven.
Habita una casa de su
propiedad, grande, antigua, de un solo piso,{2-1} con portalón obscuro y
escalera de piedra.
Las luces del altar, reflejándose en
las mil facetas de sus diamantes, se reproducÃan de una manera
prodigiosa....
Llénense los espacios en blanco con una forma correcta de uno de los
siguientes verbos: _ser, estar, tener, hacer_.
Otro peregrino saca un salchichón, que
parece una escopeta, y se pone á comer rajas y á tararear un himno
piadoso.
Un olor á tierra mojada entró
en la habitación, y el tenue rumor de una ligera lluvia sobre los
árboles y plantas.
De la combinación de tan valiosos y variados
elementos nace una filosofÃa muy humana y escrita en estilo humanÃsimo.
El corcel
corrÃa, corrÃa sin detenerse, y árboles, rocas, castillos y aldeas
pasaban á su lado como una exhalación.
En la plana superficie, ño Neira se habia desmontado para apretar la
cincha de su mulato y echar una pitada al aire.
exclamé entonces como sorprendido, aunque, á decir verdad, ya
me esperaba una contestación de esta ó parecida clase.
que las lagunas o claros en el trazado suman una
extensión mucho menor que la de las lÃneas actualmente en servicio.
que una de ellas, la Argentina, tiene
un capital de diez millones de pesos oro, la que está dando altos
dividendos.
Y no
era un derroche de joyas, no; no era una riqueza fácil y de gusto
dudoso[8] lo que constituÃa tal iluminación.
En Chile y Argentina se llama
_cazuela_ y en Méjico _galerÃa_ a una localidad especialmente destinada
a las señoras.
todos
son cantares dulces y melancólicos; y aun cuando expresen el amor, están
impregnados de una profunda tristeza.
El ombú prospera en los lugares más áridos, y en toda clase de terrenos,
con tal de que no tenga una humedad excesiva.
El
centro de Lima es la Plaza Mayor, hacia la cual mira la
catedral, una de las más bellas de la América del Sur.
Hacia un lado del espacio libre que servÃa de salón, colocáronse una
docena de muchachas guapÃsimas; eran las parejas.
La Habana posee
edificios hermosos, paseos espléndidos, una universidad y muchas
fábricas, principalmente de tabacos.
No soy una mujer como las que existen
en la tierra; soy una mujer digna de tÃ, que eres superior á los demás
hombres.
Pero el señor
Frutos habÃa comido por el camino, y ninguna gana tenÃa de cenar; en
cambio, bebÃa como una esponja,...
VARIANT: =A casa de una amiga suya.=
[13] =pronto para la cita,= _quick and ready to quote; with an apt
quotation_.
ahà que llaman á la puerta, y que oyen una voz como la de un
becerro, que dice:
¡Abrid, que soy el _Carlanco_!
Al lado de
ella velaba una mujer en la que reconocà á la madre MarÃa, la loca que
hallé por la tarde en el cementerio.
Durante la noche el astrólogo miró al cielo y vio en una isla lejana a
la princesa, a quien un dragón tenÃa prisionera.
EL PERRO DEL VENTRÃLOCUO
Entró una vez en una fonda un ventrÃlocuo acompañado de su hermoso y muy
inteligente perro.
Acabaron de subir la escalera, cruzaron una extensa galerÃa y se
detuvieron cuchicheando ante la puerta del Padre Prior.
Aunque parecÃan estatuas, no lo eran; pues se escabulleron como el humo
otros dos, y sólo quedó una pareja detrás del P.
Prose order--_Cual_ (una)
_lámpara transparente derrama (un) templado rayo de luz._]
[Footnote 5: Notice Mrs.
El oficial
bebió, y fijando los ojos en la imagen de doña Elvira, prosiguió con
una exaltación creciente:
--¡Miradla!
Entretanto, si la esperanza
se ha ido, en una noche o en un dÃa,
en una visión o en un sueño, ¿se ha ido menos
por eso?
Me encuentro en medio de los bramidos de
una costa atormentada por la resaca, y tengo
en la mano granos de arena de oro.
Me escribió una carta y me la
dió un dÃa al entrar en tu casa: salió de un cuarto de repente, me la
dió y echó á correr.
Ninguno de los cónsules de esos paÃses se negarÃa, me
imagino, a remitirme una nómina de los comerciantes en mi ramo ....
No pasaba una sola
vez por allà el piadoso Traga-santos sin arrodillarse sobre ellas y
llorar la destrucción del templo.
Se encuentra en capas de
una profundidad de unos centÃmetros a dos o tres
metros extendiéndose a grandes distancias.
TenÃan
una cama pequeña para el oso pequeño, una cama mediana
para el oso mediano, y una cama grande para el oso grande.
Un dÃa del mes de noviembre le
avisaron que sus colonos habÃan abandonado la finca a causa
de una invasión de los moros.
Y con sólo un ensayo
Creyó tener pronunciación tan clara,
Que en ciertas ocasiones
A una marica daba lecciones.
à los treinta ó cuarenta pasos observo que está la niña
asomada, y me paro y le envÃo una sonrisa y un saludo ceremonioso.
Buscó una nueva casa, pero no pudo alquilar piano, lo cual le causó una
inmensa tristeza; ya no podÃa terminar su misa....
El chalán se quedó aturdido, porque aquella pérdida le
colocaba en una situación difÃcil para hacer frente á sus negocios.
Profesaba, sÃ, la moral cristiana; y en cuanto a los destinos del
hombre, creÃa en una ley divina, en un fallo inexorable.
Queriendo dar a su amiga una lección,
escribió con el dedo sobre el polvo que cubrÃa mesa y
sillas, la palabra: _puerca_.
De muy mala gana tomó el criado aquel ventrudo reloj de bolsillo, muy
semejante á una media cebolla, y lo llevó á su dueño.
Después de haber descansado y mitigado la sed,
observaron por casualidad una piedra que se parecÃa a una lápida
sepulcral.
El oficial bebió, y fijando los ojos en la imagen de doña Elvira,
prosiguió con una exaltación creciente:
--¡Miradla!...
El paje, que era delgado, muy delgado, y amarillo
como la muerte, se sonrió de una manera extraña al presentarle la
brida.
Entonces el hombre la sigue siempre, hasta que, después de un zapateo
final se retiran, y una nueva pareja ocupa el puesto.
La guitarra y el canto lo divierten sobremanera, y es capaz
de escuchar sin fastidio durante una noche a un guitarrista....
Todos se volvieron a mirarme, y en cada una de esas miradas habÃa
recompensa de sobra[10] para una acción que la mereciera.
Visitaron
varias fondas y, como lo sospechó la mujer, los tres pÃcaros fueron
encontrados festejándose en una de aquéllas.
Y se marchó á su casa con paso lento, y pasó la noche con las angustias
del padre que va á casar una hija al dÃa siguiente.
El
chalán, disgustado del lance, y no queriendo contemplar la agonÃa de su
pobre Tony, no volvió ni una sola vez la cabeza.
Miguel Beer, hermano del inmortal Meyerbeer, tradujo
a los diez años una de las más difÃciles obras
clásicas italianas.
TenÃan una
silla pequeña para el oso pequeño, una silla mediana para el
oso mediano, y una silla grande para el oso grande.
Y esto diciendo se arrojó en los
brazos de Alonso, que le estrechó entre los suyos con una fuerza y una
efusión indecibles.
El hombre, que á veces es compasivo, atendió á su ruego, le disparó una
flecha y el león quedó muerto en el fondo de la fosa.
Más tarde dirá de él una buena señora: «Era un
muchacho bonito.»
Cuando entra a West Point hace notar en él un colega, Mr.
alguna vez una...?= _Have you ever visited a...?_
[5] =Tuve la suerte de,= _I had the good luck to; I was lucky enough
to_.
Llegó una ocasión en que se encontraron solos, pues los de 35
adelante habÃan caminado más aprisa que los de atrás.
Sucedió que iba
a pasar la noche en una posada donde la huéspeda era mujer de lindo
entendimiento, lindo modo y mucho agrado.
yo te daré una felicidad sin nombre,
esa felicidad que has soñado en tus horas de delirio, y que no puede
ofrecerte nadie....
Como
resultado de esta diferencia, la Europa domina en esa zona, con una
importación muchÃsimo mayor que la de Estados Unidos.
El canal tiene de un extremo a otro 162 kilómetros de largo; pero una
cuarta parte de esa longitud consiste en lagos naturales.
Los militares acogieron el brindis con una salva de aplausos, y el
capitán, balanceándose, dió algunos pasos hacia el sepulcro.
Luego las mujeres aquellas cubrieron de vistosos paños una mesa,
arreglándola como un altar, y sobre ella fué colocada la caja.
Por
la noche, después de comer, como no habÃa peligro de ver á Teresa, la
cruzaba velozmente y sin echar una mirada á la casa.
allá abajo, en la espléndida abertura
de esa ventana, como eres parecida a una estatua,
de pie, tu lámpara de ágata en la mano.
Las habitaciones,
espaciosas, bien iluminadas, de altos techos, se suceden una tras
otra[94] en lÃnea perpendicular a la calle.
Me maniataron muy bien, y me
llevaron por unos barrancos endemoniados hasta dar con una plazoleta
donde acampaban los bandidos.
Regularmente se le
monta en angarilla, pero hasta allà no llegó mi filosofÃa, y le hice
poner una silla de fuste alto y fuerte.
Cuando se termina la lectura de una novela de Blest Gana, uno cree haber
conocido a sus personajes, haber vivido en su intimidad.
Era una viejecita enjuta y pequeña, de raza
india casi pura, que andaba ligero y menudito con un ruido de ropas muy
almidonadas.
le respondà mordiéndome los labios.--No importa, te daré una
chaqueta mÃa; siento que no haya para todos.--No hay necesidad.--Oh!
Y entonces se me escapó una pregunta, la única que podia hacerse
tratándose del valiente capataz:
--¿Y Neira se dejó asesinar?
Y siempre pensando en tornar á España al año siguiente, dejó de hacer
averiguaciones proponiéndose darles una agradable sorpresa.
La mesa de trinchar[143] suele estar adornada con algún objeto[144] de
mérito artÃstico o una ponchera, un cesto _de_ flores, etc.
Por medio de esta operación, las
melancólicas voces de la flauta americana adquieren una resonancia y una
tristeza imponderables.
A LA SEÑORITA * * *
¿Qué me importa si mi suerte terrestre no
encierra en mà mismo más que una pequeña
cosa de esta tierra?
Amaneció Madrid envuelto en una sábana de nieve
de media cuarta de espesor, y todo el dÃa siguió nevando sin cesar un
instante....
EL PRÃNCIPE OSO
HabÃa una vez un comerciante que tenÃa tres hijas muy
bonitas, sobre todo la más pequeña a quien querÃa mucho.
prosiguió dirigiéndose á uno de sus asistentes,
busca por ahà un poco de leña, y enciéndenos una buena fogata en la
capilla mayor.
prosiguió dirigiéndose á uno de sus
asistentes; busca por ahà un poco de leña, y enciéndenos una buena
fogata en la capilla mayor.
cuarta, _f._, fourth, quarter, fourth part (of a _vara_),
hand-breadth; hundir una -- de hierro, to bury the spurs; to spur
deeply.
Durante el juego, uno de los perros tiró un zapato al aire con tal
fuerza que cayó a la calle en el momento en que pasaba una mujer.
exclamo uno de los convidados tendiendo a su
alrededor la vista, que el local es de los menos aproposito del mundo
para una fiesta.
Imponente sin dejar
de ser[4] humano; militar que con sólo clavar los ojos[5] encendidos
dictaba una proclama y ordenaba un asalto.
que esos métodos convirtieron el suelo en una estepa, pues los
plantadores no se cuidaban de reponer los árboles que habÃan abatido.
Su pecho latia como una caldera próxima a
estallar, y sus labios convulsos y ensangrentados querÃan en vano
responder: ¡aquà estoi!
Y una mirada lanzada abajo a la llanura lo hizo recordar a la vieja que
probablemente colgaba en ese momento la ropa en el cordel...
exclamó uno de los convidados tendiendo á su alrededor
la vista, que el local es de los menos á propósito del mundo para una
fiesta.
Muchos fueron los planes y tentativas que se idearon
para realizar la construcción de una obra tan magna,
pero todo fué en vano.
PoseÃa una voz regular, y conocÃa á la perfección el
arte del canto; mas tropezó con la dificultad de no tener medio de
acompañarse.
Y, correlativamente, una gran
parte de los bancos de las repúblicas americanas no son sino sucursales
de las instituciones europeas.
Yo me quedé en este sitio,
queriendo verlo todo, y para mayor disimulo ayudaba á unos amigos que
echaban al mar una lancha de pesca.
Algunas veces me traen un libro o un juguete, y otras
veces me traen alguna cosa de comer, como una torta o una naranja o
chocolates.
Echáronse á correr, y se subieron por una escalera de mano al sobrado y
la tiraron tras sÃ; de manera que el _Carlanco_ no pudo subir.
El hombre á veces huÃa, á veces disparaba una flecha; y en retiradas y
acometidas y evoluciones, atrajo al león hacia unos matorrales.
El posadero, medio espantado, corrió a la cocina, y pocos minutos
después sirvió una buena comida y una botella de vino al extranjero.
En el momento en que las sombras se hacen mas densas, surje de abajo del
llano una voz que todos han oido con la cabeza descubierta...
Sin reglas del arte 175
Borriquitos hay,
Que una vez aciertan
Por casualidad.
Tu pupila es azul, y cuando lloras,
Las transparentes lágrimas en ella
Se me figuran gotas de rocÃo
Sobre una vïoleta.
Pablo, irritado y refunfuñando de aquella informalidad,
desató la jaca de las ramas de una encina, montó á caballo y silbó á su
perro.
Pero ¿ha persistido de una
manera absoluta esa extensa hegemonÃa del tipo español de civilización
sobre los otros estratos inferiores?
RELATED WORDS: =Petróleo
refinado=, _kerosene oil_; =encontrar una capa de petróleo=, _to strike
oil_; =pozo petrolÃfero=, _oil-well_.
Y Almenón, dudando de la sinceridad de su hija, tiró de la falda del
vestido de la niña, y una lluvia de rosas se derramó por el suelo.
y sintió unos brazos
delgados y flexibles que se liaban á su cuello, y una sensación frÃa
en sus labios ardorosos, un beso de nieve ...
Se nombró entonces una regencia que gobernó
hasta el año de 1840 en que el joven emperador llegó
a ser mayor de edad y fué coronado.
una
contestación que le satisficiese,[5] pues el continente ofrece
diferencias capitales desde el punto de vista de su estado higiénico.
Y de todos los tormentos, aquel que más
tortura ha cesado: el terrible tormento de la
sed por la corriente oscura de una pasión maldita.
Cuando la mujer da en
torcerse como la tuya, mucho palo; si con él no sale á flote, ó échala á
pique de una vez, ó cuélgate de una gavia.
El Tuerto, sin decir una sola palabra, después que sus
hijos han rodeado la tartera, empieza á comer el potaje con una cuchara
de estaño.
En seguida le sirvieron en el mismo
gabinete, donde ardÃa un fuego delicioso, una taza de caldo confortador
y después algunas viandas....
En una palabra, cada uno de esos cuadros es un
daguerrotipo de nuestra sociedad, sólo sÃ[19] iluminado con los colores
de un rico estilo.
La ciudad de RÃo de Janeiro, situada en un magnÃfico puerto, es la
capital del Brasil y una de las mayores ciudades de la América del Sur.
RELATED EXPRESSIONS:
=Satisfacción de una deuda, pago, descargo, liquidación, saldo de
cuentas, pago de la última cuota= (_installment_).
Tendió el marqués la vista por la cocina
abandonada, y vió el fuego del hogar que iba apagándose, y oyó una
especie de ronquido animal...
Una apiñada multitud de gente de pueblo se revolvÃa, gritaba, lloraba é
invadÃa la última rampa, á cuyo extremo estaba atracada una lancha.
A los
veintitrés, publicó en Roma una memoria con novecientas
proposiciones, demostrando en ellas todo lo
que puede saber el hombre.
Al oÃr esto el ayudante palideció un poco, pero recobrando el ánimo
replicó:--Ciertamente, señor, soy muy hábil y tengo una mano muy segura.
El padre viendo una ardilla le dijo:--Mata aquella ardilla y creeré lo
que dices.--Enrique dijo: '¡Muérete!' y la pobre ardilla cayó muerta.
Entonces el marido fué a quejarse nuevamente al
Cadà y Tamburà tuvo que pagar a aquella mujer una gruesa multa como
indemnización de daños.
Es una de las ciudades más
cosmopolitas del mundo, pues entre sus habitantes se 5
cuentan cerca de 575,000 extranjeros.
Las
relaciones comerciales sólo adquieren incremento entre dos naciones
cuando entrambas mantienen lazos de una interdependencia económica.
preguntó la tornera.--Madre, soy una cabrita para
servir á Vd.{86-2}--¿Una cabrita aquÃ, en este convento de avispas
descalzas y recoletas?
Su
dulce claridad inundaba el soto, abrillantaba la intranquila
superficie del rÃo y hacÃa ver los objetos como á través de una gasa
azul.
Una compañÃa que obtuvo una concesión 10
para explotarlos construyó allà una gran refinerÃa, asÃ
como un ferrocarril.
Aceptada una[34] de las ofertas
recibidas, se firma el contrato[35] y se solicita de la municipalidad el
permiso para construir el edificio.
En cambio, hay otras para quienes una carta de recomendación o de
simple presentación basta para considerar al recién llegado como un
amigo.
Lo puso todo sobre una
mesa que arrimó á la ventana; y aún no lo habÃa soltado, cuando ya el
señor Frutos estaba esgrimiendo las mandÃbulas.
Los
cazadores les tiran al cuello una especie de lazo que termina en tres
ramales, cada uno de éstos con una gruesa piedra en su extremidad.
Calixto, luego Celedonio y doña Rita de bracero, y por último
Jacinto muy cosido á una silueta femenina que reconoció ser Pepa la
cocinera...
Cuentan que un muchacho holandés, llamado Pedro,
jugaba una tarde en el pequeño jardÃn de la casa
que habitaba, cuando su madre le llamó.
En una eminencia próxima al pueblo hicieron un 5
edificio que era iglesia en la planta baja y fortaleza en
la alta.
Hace pocos dÃas tuvo que comprar una jaula para un jilguero que le
enviaron de Cuzcurrita, su tierra natal, y se fué á la plaza de Santa
Ana.
hace un momento de diferencias en la legislación escolar
dentro de cada paÃs: ¿no está centralizada en cada una la dirección de
la educación?
La mujer se alejó corriendo, y antes de una hora 10
estaba al pie de la torre con lo que su esposo le habÃa
encargado.
La vistieron con riquÃsimo traje de batista, la falda blanca y ligera
como una nube, toda llena de encajes y rizos que la asemejaban á espuma.
Desde las once de la noche hasta las doce del siguiente dÃa
durmió trece horas de un tirón, sin despertar una sola vez, ni cambiar
de postura.
Ella me miró de una manera
particular, y sacó de la sala un banquito para que me sentase en el
empedrado, desde el cual dominaba yo la escena.
Las campanillas repicaron, semejando
su repique una lluvia de notas de cristal; se elevaron las diáfanas
ondas del incienso, y sonó el organo.
Rompe de una vez
el misterioso velo en que te envuelves como en una noche profunda, yo
te amo, y, noble ó villana, seré tuyo, tuyo siempre....
Y sobre sus mejillas aradas por una larga miseria, corrieron dos
lágrimas que cayeron junto con el grano en la primera bolsa de su
cosecha....
Apenas hubo terminado su relato, cuando el vecino
corrió en busca de una hacha vieja y se fué a probar 20
fortuna en el rÃo.
Cada vez que nacÃa un prÃncipe o una princesa los tres
solteros aumentaban los impuestos para comprar magnÃficos regalos para
el recién nacido.
Entró en el jardÃn y junto a la planta de la flor de lis halló
un oso tendido moribundo, con una mirada tan triste que a
ella le dió compasión.
LA NIÑA DEL VIGÃA
Un faro es un edificio muy elevado, que generalmente tiene la forma de
una torre, con un gran fanal en la parte superior.
Un dÃa
que los animales de mi compadre andaban rondando en
torno de mi casa, tentóme el diablo; enlacé una vaca 5
gorda.
Yo me creÃa juguete de una alucinación, y sin
quitarle un punto los ojos, ni aun osaba respirar, temiendo que un soplo
desvaneciese el encanto.
Yo me creÃa juguete de una alucinación,
y sin quitarle un punto los ojos, ni aún osaba respirar, temiendo que
un soplo desvaneciese el encanto.
à los pocos dÃas, habiendo salido Varmen al olivar para buscar una
gallina que se habÃa extraviado, se presentó de repente á su vista el
guarda.
El cuerpo lo formaba una magnÃfica
esmeralda montada en oro, y la cabeza un grueso 30
brillante con dos rubÃes por ojos.
Es una de esas
fisonomÃas dignas de estudiarse, porque cada uno de sus rasgos revela la
inteligencia más cumplida[13] y la virtud más acendrada.
He ahÃ
porque (como cada uno lo sabe en ese reino
más allá de la mar) un soplo descendió desde
la noche de una nube, helando a mi Annabel
Lee.
Una de las quenas lleva el canto y otra el acompañamiento, o la
primera hace una especie de reclamo, al cual responde la segunda a la
distancia.
Y al fin, cuando le faltaron las fuerzas, pudo
hallar una sombra peregrina.--Sombra,--le
preguntó--¿dónde podrÃa estar esa tierra del
Eldorado?
Ya no eran más que dos voces, cuyos ecos se confundÃan
entre sÃ; luego quedó una aislada, sosteniendo una nota brillante como
un hilo de luz....
à la
dudosa luz de la luna que entraba en el templo por el estrecho ajimez
del muro de la capilla mayor, vi una mujer arrodillada junto al altar.
à la
dudosa luz de la luna que entraba en el templo por el estrecho ajimez
del muro de la capilla mayor, và una mujer arrodillada junto al altar.
Estaban con vida, y se 20
la debÃan a una araña que durante la noche habÃa
trabajado en construir aquella cortina salvadora.
Mis ojos
no se apartaban casi nunca de su rostro: ella entornaba á menudo los
suyos para dirigirme una sonrisa apretando al mismo tiempo mi mano.
Protegido por sus sombras salà á todo escape, y, á la
luz de las estrellas, divisé mi borrico, que comÃa allà tranquilamente,
atado á una encina.
Tu pupila es azul, y si en su fondo,
Como un punto de luz, radia una idea,
Me parece en el cielo de la tarde
Una perdida estrella.
Era armonioso y familiar, dotado de una prodigiosa
memoria, y ágil y pronto para la cita,[13] para la reminiscencia, para
el dato, para la imagen.
Es la
campanilla del fundo que toca el «Angelus», y que el viento hace
aparecer a ratos como un jemido y a ratos como una voz de mujer que
llama.
Esta vida activa y dura, sus
marchas continuas y su necesaria frugalidad, desarrollan en ellos gran
fuerza muscular y una agilidad extraordinaria.
Los oficiales volvieron los ojos al punto que les señalaba su amigo, y
una exclamación de asombro se escapó involuntariamente de todos los
labios.
Pero los frailes del Valle bebÃan vino, y añejo, y puro, y potencioso, y
capaz de resucitar á un difunto con sólo arrimarle á la nariz una
copita.
Sólo la
Reina de los cielos, suavemente iluminada por una lámpara de oro,
parecÃa sonreir tranquila, bondadosa, y serena en medio de tanto horror.
Yo estoy por la fabricación artificial de los nitratos y creo que mi
paÃs debiera instalar en el Niágara una planta eléctrica para su
elaboración.
Como volvÃa a su casa, vio una casa con unos jardines tan
hermosos, que dijo:--Voy a ver si en estos jardines tienen la
flor de lis y me la venden.
Con una mano se palpó la cintura, y al
encontrarse allà su corvo de los dias de fiesta, sacó con la otra la
tabaquera, y se puso a liar un cigarro.
En el Perú el ferrocarril de Oroya, el más alto del mundo,
ofrece una oportunidad singular para conocer los Andes y estudiar la
labor de sus minas.
Sólo la
Reina de los cielos, suavemente iluminada por una lámpara de oro,
parecÃa sonreir tranquila, bondadosa, y serena en medio de tanto
horror.
El mastÃn dió una
carrera, se paró á unos doce pasos de la cabeza del caballo, y se echó
atravesado en medio de la angosta vereda, ladrando siempre.
Porque bajo su ala llevaba una oscura
mezcla y mientras volaba, dejaba caer una
esencia todopoderosa para consumir un alma que
tan bien la conocÃa.
Cuando era aprendiz asistÃa un dÃa a una conversación
entre su maestro y un parroquiano, en la cual éste mantenÃa que todos
los hombres eran iguales.
Cuando llegue el momento de
poner la mano sobre las teclas, va á comenzar una algarabÃa de
sonajas, panderos, y zambombas, que no haya más que oir...
Era de Jerez; no hacÃa
más que un año que estaban{23-1} en Madrid establecidos; su papá ocupaba
un alto empleo; tenÃa dos hermanitos y una hermanita.
Hace poco se publicó la
memoria de la CompañÃa de Teléfonos del RÃo de la Plata, y en ella se
declara una ganancia neta de novecientos mil pesos oro.
Le oyó con interés, desapareció por un momento
entre las ramas de la ribera, y volvió trayendo entre 20
sus manos una hacha de oro.
Mamerto tenÃa una afición bárbara por los toros; y una vez, cuando se
estableció una escuela de tauromaquia, estuvo a punto de ser nombrado
profesor.
Nuestro padre vendió muchas pieles de puma y de jaguar y levantó con su
comercio una pequeña fortuna, pero no se hallaba a gusto[4] fuera de su
paÃs.
Terminada la misa me levanté, y dirigiéndome
al lugar donde habÃa estado el peral, recogà una de las flores que en el
suelo hallé,--flor ya marchita.
Un dÃa las cabras volvieron
del pasto mascando las ramas de un árbol desconocido,
y mostrando en todos sus movimientos una
singular agitación.
Él le decÃa con ternura:--¿Por qué
lloras?--Perdona este involuntario sentimiento de egoÃsmo, le
respondió ella enjugándose una lágrima; lloro por mÃ.
Fernando le miró á su vez como asombrado de que concluyese lo que iba
á decir, y le pregunto con una mezcla de ansiedad y de alegrÃa:
--¿La conoces?
para oir
una cencerrada; porque personas que lo oyeron dicen que lo que hizo el
dichoso organista de San Bartolomé en la catedral no fué otra cosa....
Un hombre antipático trajo una caja algo mayor que la de un violÃn,
forrada de seda azul con galones de plata, y por dentro guarnecida de
raso blanco.
Vo no creo en Dios, y para darte una prueba voy á
cumplirte lo que te he prometido; porque aunque poco rezador, soy
amigo de no faltar á mis palabras.
Al pronunciar tan insolente ultraje
La lámpara del Cristo se encendió:
Y una mujer velada en blanco traje,
Ante la imagen de rodillas vió.
Aparte de
esto, muchas tiendas mantienen una clientela numerosa en los distritos
rurales, a la que sirven remitiendo sus pedidos por encomienda postal.
Arrimóse á la pared de
una casa, descansó algunos instantes, y repuesto un tanto, empezó á
cantar la romanza de tenor del primer acto de _La Favorita_.
Con su estuche en una mano y el sombrero en la otra, entró el barbero, y
haciendo una profunda reverencia preguntó:--¿En qué puedo servir a Vd.,
señor?
Hay monedas
de oro de una, de media y de un quinto de libra, y
monedas de plata de 1, de 1/2 de 1/5 de 1/10 y de 1/20 de sol y
monedas de cobre.
He bebido de un agua que corre con sonido
arrullador, de una fuente subterránea pero
poco profunda, de una caverna que no está
muy lejos, bajo tierra.
La excursión del rÃo Orinoco hasta Ciudad BolÃvar, o 25
sea a una distancia aproximadamente de 200 millas, es
sumamente interesante.
Sin más parientes que su
hija ni mas amigo que su órgano, pasa su vida entera en velar por la
inocencia de la una y componer los registros del otro....
Toda la ternura de esposa y de madre,
reconcentrada en el corazón de la viejecita, brotó de pronto como una
fuente impetuosa, inundándola de felicidad.
Caracas, la capital, está situada a
una elevación de 3000 pies, más o menos, sobre el 20
nivel del mar, y su clima es insuperable.
VARIANTS: =Cuando
tienen seis años; después de cumplir= (or =al cumplir=) =seis años.=
[2] =a una edad más temprana,= _of a lesser age; even younger_.
à mi lado ante juegos tan extraños
Concha, la primogénita, me mira:
¡Es toda una persona de seis años
Que charla, que comenta y que suspira!
Acerca del café hay una graciosa tradición árabe: 20
Cuéntase que un pobre derviche no poseÃa más que
una cabaña y algunas cabras.
En
la cima se halla escondido entre los olivares un antiguo castillo, que
labrarÃan{79-2} los moros sobre aquel cerro, porque domina una extensa
llanura.
Éste tomó el alacrán, lo puso sobre el marco de la 15
ventana, le echó una bendición, y dijo:
--Animalito de Dios, sigue tu camino.
Nada; allà estaba en el mismo sitio, rÃgido, amarillo, sin una gota de
sangre en el rostro, lo cual me hizo pensar que habÃa muerto de
conmoción cerebral.
à la edad que cuenta, lleva hechas dos campañas _de rey_; es
decir, le ha tocado la suerte de servir en barco de guerra, dos veces, á
cuatro años cada una.
Allá lejos, en el fondo,
brillaba como una estrella perdida en el cielo de la noche, una luz
moribunda, la luz de la lámpara que arde en el altar mayor....
Dejémosle descansar, mientras el señor Lopera da sus instrucciones al
sirviente, que era un mozo listo y socarrón, y muy á propósito para
seguir una broma.
El segundo acorde, amplio, valiente, magnifico, se sostenÃa aún
brotando de los tubos de metal del organo, como una cascada de armonÃa
inagotable y sonora.
En mi coche penetran varios, y entre ellos una señora con una perra, á
la que trata de ocultar en el seno para no incurrir en las iras de los
empleados....
Neira se encojió de hombros; bien sabia él que al infeliz no le convenia
ponérsele solo por delante; lo malo era que buscaria una cuadrilla para
asaltarle.
No hay una casa, en el campo, donde no se vea el _casero_ u _hornero_ en
los horcones, y en los postes y estacas de los corrales y cercados de
los caminos.
Observé que buscaba alguna cosa que no encontraba,
hasta que vió á la mujer, que era una vieja mal vestida y desgreñada,
que le estaba mirando atentamente.
Pablo estaba seguro de que mientras Tony velara su sueño, no serÃa nunca
vÃctima de una sorpresa; confiaba en la lealtad y la fuerza de su noble
mastÃn....
Santiago, la capital, tiene una población de cerca de 380,000 de
habitantes y es una ciudad hermosa, justamente llamada el "ParÃs de los
Andes."
39.
Se adapta a grandes espectáculos
porque su escenario es vasto y está muy bien aparejado de la maquinaria
para obtener una _mise en scène_[2] irreprochable.
Y
algunas veces se pone la palabra _oro_ después de una
suma para indicar el peso de oro que tiene un valor
fijo de 96-1/2 centavos (oro americano).
Ahora bien, una designación
común crea en la mente la presunción de que existen semejanzas estrechas
entre todas las partes que concurren a formar ese todo.
Las campanas de la
parroquia tocaban de una manera lúgubre; su voz, siempre triste, parecÃa
una queja que herÃa nuestros oÃdos á la vez que nuestro corazón.
Los encajes del vestido de Celinina
se movieron también, y las hojas de sus flores de trapo anunciaban el
paso de una brisa juguetona ó de manos muy suaves.
Vaya ahora de paso una advertencia:
Muchos censuran, sÃ, lector benigno
Pero a fe, que hay bastante diferencia
De un censor útil a un censor maligno.
à la sombra de aquella casa patriarcal fué creciendo la pequeña Juana,
no sólo de cuerpo, sino también en virtudes hasta llegar á ser una
especie de santita.
Al poco rato encontraron unas mujeres, y una de
ellas dijo: 5
--¡Miren qué hombres más tontos!
Con la excepción de[65] un pequeño trecho en las montañas, el tren
recorre una comarca casi llana, dedicada principalmente a la agricultura
y a la ganaderÃa.
El faro estaba
situado en un peñasco que sólo se unÃa á la tierra firme por medio de
una calzada estrecha, construida sobre una lengua baja de arena y rocas.
Entonces el ricazo sacó la bolsa, y poniendo sobre la mesa un billete de
quinientos duros sin decir palabra, dirigió al ventrÃlocuo una mirada
interrogativa.
Lesson,
examinando una, muerta en los alrededores de Montevideo, la encontró de
una extraordinaria semejanza con la especie de Cuba y de los Estados
Unidos.
Me acerqué á él, hice una seña al sacerdote, y éste puso una mano sobre
el pecho de Fernando, retrocediendo al punto, porque el corazón de mi
amigo no latÃa.
Detrás de mà estaban sentadas dos niñas de once á
doce años de edad, cuyos perfiles--lo único que veÃa de ellas--eran de
una corrección y pureza encantadoras.
En
esta lancha habÃa hasta una docena de hombres vestidos de igual manera
que el Tuerto; y también como él llevaba cada cual un pequeño lÃo de
ropa al brazo.
Mientras Juan, de tres años, es soldado
Y monta en una caña endeble y hueca,
Besa Margot con labios de granado
Los labios de cartón de su muñeca.
Corrió en su auxilio el marqués, y abanicándole
el rostro con _El Siglo Futuro_, logró oir brotar de sus labios una
frase entrecortada:
--El premio gordo...
En los centros densamente poblados, donde[98] los solares
urbanos tienen un alto valor, las casas de varios pisos se han impuesto
como una necesidad económica.
Es la menor de las grandes Antillas, y tiene una
extensión[275] aproximada de 3400 millas cuadradas, o más
de las tres cuartas partes de la de Connecticut.
Me apresuré á levantarla, cogiéndola, si mal no recuerdo,
por una pierna, y me informé minuciosamente de si habÃa padecido alguna
fractura ú otra herida grave.
Esperando la llegada de la gente, me senté en una silla metálica de las
que dividen el paseo, y me puse á contemplar con ojos distraÃdos el
juego de los chicos.
Un huracán, una ráfaga de viento arranca con facilidad
estas masas inmensas que parecÃa desafiaban a todas las convulsiones y a
la duración misma de los siglos.
Continúese la siguiente expresión, dando una sinopsis en los tiempos
simples asà como el perfecto y el pluscuamperfecto de indicativo: _hago
que otro les hable_.
Dicho puerto se halla en una región rica en
perlas y próximo a la famosa mina de Trinidad, a la vez que[70] es el
centro de la producción y exportación del café.
El triste leñador oyó entonces una dulce voz que le
dijo: 10
--¿Qué tienes,[176] buen hombre?
una tarde encontré sentada en mi puesto, y vestida con unas ropas
que llegaban hasta las aguas y flotaban sobre su haz, una mujer
hermosa sobre toda ponderación.
Al propio tiempo _Heredia_ fijó en él sus ojos; y dando un grito y un
salto como si le hubiese picado una vÃbora, arrancó á correr hacia la
calle de San Jerónimo.
Al
verla, ambos dejaron escapar una exclamación de júbilo, y apresurando
el paso en su dirección, no tardaron mucho en encontrarse junto al
retablo en que ardÃa.
Y encima de
esto y por contera y remate, ¡no tener palabra ni ojos sino para el
mando y para lanzar miradas que dejaban al más osado hecho una estatua
de piedra!
Yo se los irÃa sacando con una vara
de acebuche si lo pillara entre cuatro paredes, por muy agarrados que
estuvieran.{128-3} ¡Atreverse conmigo, con un religioso!
De las dos compañÃas brasileñas que conozco, una ha iniciado el tráfico
ultramarino con paquetes transatlánticos que llegan hasta Nueva York con
pasajeros y carga.
Donde va la gente.[2] Y eso que, si he de decir la verdad, desde que
murió maese Pérez, parece que me echan una losa sobre el corazón
cuando entro en Santa Inés...
El año de cincuenta y ocho vine á Madrid con una comisión del
Ayuntamiento de Valencia para gestionar la rebaja de la cuota de
consumos.{12-1} TenÃa yo entonces...
En cuanto á traje, tampoco se le conozco determinado, pues en verano
andan en cueros vivos, ó se disputan una desgarrada camisa que á cada
hora cambia de poseedor.
exclamó Teobaldo al oirle; déjame en
paz; ó ya que no he encontrado una sola pieza durante el dÃa, te
suelto mis perros y te cazo como á un jabalà para distraerme.
Llegó el año 1821 y Méjico se sublevó y echó fuera el
gobierno despótico que le oprimÃa, estableciendo en su 25
lugar una república independiente.
No existÃan en aquel tiempo los relojes, y él fué el
inventor de la primera medida del tiempo, construyendo
una especie de velas que ardÃan durante ocho horas.
Otra falta muy general es la pronunciación de la letra 10
_ll_ como si fuera una _y_, como por ejemplo en la palabra
_calle_, muchos dirán _caye_.
Se conserva soltero, porque entre su lancha, sus campañas
y sus redes, que teje con mucho primor, nunca le quedó un cuarto de hora
libre para buscar una compañera.
Cicerón poseÃa una inteligencia tan feliz y asombrosa,
que los padres de sus condiscÃpulos acudÃan a la escuela
con el solo objeto de oÃrle explicar su lección.
Desde Santa Clara, continuaremos
el viaje por los Ferrocarriles Unidos de la Habana, hasta esta última
ciudad, a donde[37] llegaremos después de una noche de viaje.
La habitación estaba negra como el fondo de un
tintero: no se oÃa ruido alguno fuera, ni el más leve rumor: aquel
cuarto tan silencioso y obscuro parecÃa una tumba.
Los guerreros
del claustro dicen que pusieron mano una noche á sus espadas de
granito, y dieron que hacer á los que se entretenÃan en pintarles
bigotes con carbón.
Si al principio las traslaciones se hicieron sin
desorden, después se armó una baraúnda tal, que parecÃan andar por allÃ
cien mil manos afanosas de revolverlo todo.
VARIANT: =Más obscuro.=
XXI.--TABACO
--He leÃdo en el periódico, que en Cuba el tabaco da, a menudo, una
utilidad de quinientos a mil dólares por acre.
Alguna cosa hubiera dado por echarle
encima los diez mandamientos; en cuyo caso, aunque luego se hubiese
arrepentido, por el pronto lo estruja{128-1} como una breva.
Allà debÃa esperarle otro tratante en
ganados, y los dos juntos debÃan ir á ver una punta de ovejas merinas
que se hallaban pastando en las cañadas de Cabeza-fuerte.
El ruido es mareador y se siente en el
aire una trepidación incesante; el repiqueteo de los cascos, el vuelo
sonoro de las ruedas, parece a cada instante aumentarse.
Cuando querÃa
ponderar una gran distancia, lo pesado de una faena, la disparatada
estatura de alguno, decÃa con énfasis:
--¡Es más largo que las noches de Córdoba!
En una palabra: mis vecinos tienen el balcón por casa, excepto para
dormir y vestirse; y ni aun en estas dos ocasiones quieren prescindir
totalmente de la publicidad.
Junto a uno de los
lados de la entrada hay un tabique, el cual deja en el fondo del
edificio una abertura que comunica con el aposento en que hace el nido
la pareja.
Levantó una copa de caña[4] y brindó:
--Moisés: Como decimos en Rusia, yo deseo que tu tierra sea siempre
fecunda y que por abundante,[5] no logres juntar su fruto.
Los dÃas en que mi amigo no tiene convidados se contenta con una mesa
baja, poco más que banqueta de zapatero, porque él y su mujer, como
dice, ¿para qué quieren más?
Ni una hoja
susurraba;
no se oÃa
una pisada,
todo mudo,
todo en calma,
todo en sueño
menos _tú_ y _yo_ (¡cuál me agito al unir las dos palabras!)
menos tú y yo.
Peguéla una
trisca que la dejé por muerta, y á los tres dÃas me vende una sábana por
media azumbre de caña; doila ayer veintiún cuartos pa carne, y bébelos
tamién...
Busqué entonces una gran tranca, aseguré
con ella la puerta, y caà al suelo sin sentido.[93]
Cuando llegó mi padre me abrazó y me dijo:
--¡Eres un valiente!
Corrimos a donde él estaba,
le rodeamos como de costumbre,[77] y él continuó: 5
--Cuando yo era niño vivÃa en una casita cerca
de un monte.
Cuando se dirigÃa al baño, un amigo que le acompañaba le dijo:
--Con los negocios que acabas de hacer tienes una ganancia muy pingüe,
pues has triplicado tu capital.
El marqués alzó la voz, diciendo que era preciso tener el
diablo en el cuerpo para largarse á tales horas y con una cuarta de
nieve, á lo cual respondieron unánimes D.
Era joven, de buen
semblante y de estatura grande; vestÃa un lindo traje[141]
de terciopelo rojo y amarillo, y llevaba consigo una
bonita flauta de ébano y oro.
La tierra dió muestras 15
de gran fecundidad; los árboles se llenaron de
flores y de pájaros, y todo parecÃa renacer a una vida
alegre y nueva.
Sus padres no podÃan sacrificar ni una hora de sus tareas para llevarle
al campo: el trabajo de los padres es rudo y despótico, y ocupa todos
los instantes de su vida.
Todas las figuras que dibuja en sus cuadros no tienen un
pie, ni una pulgada más que cualquiera de los vecinos de nuestra buena
capital.[16] Cuanto les rodea es prosa.
Y eso es todo lo que
sé acerca de la niña y de los tres osos que vivÃan en el hermoso
bosque en la pequeña casa con solamente una ventana y una 85
puerta.
Concluida
una expedición, vuelve al instante a emprender otra, sin detenerse más
tiempo que el necesario para completar su nueva carga de embudos,
cafeteras y faroles.
Oro y viandas recataba con la falda de su vestido, cuando al volver una
calle de rosales tropezó con su padre, que también habÃa salido á
distraer allà sus melancolÃas.
Por instinto
se encaminaron á una puerta, entregaron sus billetes, y asediados por
un solÃcito agente de fonda, se metieron en el coche, que los llevó á
la del Inglés.
DifÃcil era el negocio, porque el caballo estaba perfectamente
custodiado, pero aquello era una cuestión de
honor, en la que el arte no debÃa darse por[343] vencido.
II
EL CARLANCO
(_Cuento popular infantil_)
Era vez y vez una cabra, muy mujer de bien: que tenÃa tres chivitas que
habÃa criado muy bien, y metiditas en su casa.
Los
corredores parecÃan unos energúmenos; más tenÃan caras de hombres
enredados en una discusión de taberna, que de comerciantes en el acto de
realizar sus operaciones.
Luego[2] deben su desarrollo natural y espontáneo a una
fuerza vital de que están dotados por la naturaleza de sus condiciones
de existencia excepcionalmente favorables.
This is strictly true of the
honey-bee, but not to my knowledge of butterflies or dragon-flies.]
--Cada cual de nosotras era una nota en el concierto de los bosques.
Al fin de la avenida lúgubre
nos detuvo la puerta de una tumba
(¡oh, triste noche del lejano octubre!)
nos detuvo la losa de una tumba,
de legendario monumento fúnebre.
Entonces Andrés dió a la muchacha un gran ramo de alelÃes, parásitas y
azucenas silvestres que habÃa cogido en el camino, acompañando el
obsequio con una frase de elogio.
Pero entonces se fué reuniendo[11] alrededor de ellos
como una procesión de gentes que se burlaban de[12] las 20
personas llevando a cuestas[13] un burro.
TemerÃase a
cada momento un choque, un fracaso, si no se conociese que este inmenso
rÃo que corre con una fuerza de alud, lleva en sus ondas la exactitud de
una máquina.
Una mañana estaba Varmen en el patio, lavando en una media tinaja
empotrada en un poyo adherente al pozo: á su lado estaban jugando sus
hermanas y los hijos del manijero.
Allà ensanchó sus conocimientos, y concibió y
maduró su gran proyecto de atravesar el Atlántico, en
busca de una vÃa que facilitase el comercio entre Ãsia
y Europa.
Los guerreros del
claustro dicen que pusieron{161-2} mano una noche á sus espadas de
granito, y dieron que hacer á los que se entretenÃan en pintarles
bigotes con carbón.
Los holandeses se establecieron en Pernambuco en el 25
año de 1631 y fueron extendiendo poco a poco su poder
sobre una porción considerable del Brasil.
El interior lo
formaba, como las granjas del Norte, una sola y vasta pieza; en el
testero habÃa un hogar para fuego de leña, que servÃa de cocina, de
estrado y de comedor.
Entonces Fernando de Lesseps y
otros ingenieros franceses trazaron el proyecto de un canal por el istmo
de Panamá y formaron una compañÃa por acciones para llevarlo a cabo.
Los ojos se salen de sus órbitas, como si
tratara de buscar una moneda caÃda en una laguna; inclina el cuerpo y
hace contorsiones tales, como si hubiese tragado una espina.
Mira, la fuente brota escondida en el seno
de una peña, y cae resbalándose gota á gota por entre las verdes y
flotantes hojas de las plantas que crecen al borde de su cuna.
Permanecà allà breves instantes, y luego, llegada ya la hora de la cena,
fuà en busca de la familia y de sus convidados, sentándonos todos á una
mesa suntuosamente servida.
VenÃa en camisa, sin zapatos, trayendo una vela encendida y
puesta en su palmatoria de cobre, y con esa cara especial del hombre á
quien despiertan en lo mejor de su sueño.
à los pocos minutos una gran claridad, que de improviso se derramó por
todo el ámbito de la iglesia, anunció á los oficiales que habÃa llegado
la hora de comenzar el festÃn.
à los pocos minutos, una gran claridad que de improviso se derramó por
todo el ámbito de la iglesia, anunció á los oficiales que habÃa
llegado la hora de comenzar el festÃn.
De noche en las casas (pues se domestica
fácilmente) y en el campo grita asimismo descompasadamente, apenas
siente algún rumor o advierte una novedad que le causa extrañeza.
El sacerdote inclinó la frente, y por encima de su
cabeza cana y como á tráves de una gasa azul que fingÃa el humo del
incienso, apareció la Hostia á los ojos de los fieles.
Mira, mientras me visto, porque ya aborrezco la cama,
cierra esos vidrios, los vidrios nada más, no las maderas, y tráeme
varias libras de jamón y una espuerta de pan, y....
muchÃsimo._ Envolvà una moneda de dos cuartos en la hoja, y
aprovechando la ocasión de no pasar nadie, después de hacerle seña
de{16-1} que se retirase, la arrojé al balcón.
Pero cuando las hadas que se han refugiado
bajo esa luna de la que se han servido, por asÃ
decirlo, como de una tienda, la dejan, no pueden
jamás volver a encontrar abrigo.
Aburrido ya de aguardar una aurora que no llegaba, tiró del
cordón de la campanilla, y oyó con gozo vibrar á lo lejos su metálico
timbre; pero no acudió nadie al llamamiento.
Caracas
está situada a una distancia de 7 millas, en linea
recta, de La Guaira, puerto de mar que comunica con
ella por un ferrocarril que tiene 23 millas de longitud.
Hiéreme con una de las
flechas EN LOS OÃDOS; _los culpables son ellos, que no oyeron el consejo
de mi padre: hiéreme_ EN EL CORAZÓN, _que no le quiso ni respetó como
debÃa_.
Una
linda campesinita de negros ojos, de labios grosezuelos y rosada tez,
ordeñó una vaca de ternero grande y le pasó al viajero la vasija
rebosante que él mismo vió llenar.
Al observar la mirada de espanto y congoja que me dirigÃa se templó mi
furor, y en vez de lanzarle un apóstrofe violento, como tenÃa
determinado, le mandé una sonrisa galante.
Algunos minutos más tarde oigo que tocan "salida de toros", y
yo, bruto de mÃ, olvidando todo y creyendo que hay corrida de toros
en la porterÃa, salgo como una saeta a verla.
Con gran calma saca todo lo necesario de su estuche; sienta al forastero
en una silla, y sin el menor miedo pero con mucho cuidado termina el
muchacho felizmente la operación.
Del lado de afuera del pretil habÃa una gran cantidad de flores, que se
inclinaban hacia adentro del gran salón de verdura, como para buscar la
sombra, ó para lucir sus galas.
La población se encuentra en un 5
valle, a una altura de 7500 pies sobre el nivel del mar,
y a unas 70 millas, en lÃnea recta, al sudeste de Guayaquil.
Las cien voces de sus tubos de metal resonaron en un acorde majestuoso
y prolongado, que se perdÃo poco á poco, como si una ráfaga de aire
hubiese arrebatado sus últimos ecos.
Por consiguiente, los compradores deben tener
suficiente práctica para apreciar el rendimiento de la lana que
compran; es decir, el peso a que quedará reducida una vez lavada.
Rosario, mucho más cerca de Buenos Aires, tiene su puerto dragado hasta
una profundidad mÃnima de 6.90 metros en marea baja, lo que le permite
recibir grandes transatlánticos.
A ELENA
Elena, tu belleza es para mà como esas barcas
niceanas de otro tiempo que sobre una mar
profunda llevaban dulcemente al viajero, cansado,
hacia su ribera natal.
En una ocasión en que iba por los montes, vió a una avispa que se estaba
ahogando en un arroyo; le alargó una rama, y la avispa se subió en ella
y se salvó.--¡Dios te lo pague!
Entró en la casa y no vio a nadie a quien preguntar, recorrió 30
todos los jardines y al fin vio una planta con una flor
de lis tan bonita, que se decidió a llevársela.
Estaban las rotas esculturas impregnadas, digámoslo asÃ, del alma de
Celinina, ó vestidas, si se quiere,{64-1} de una singular claridad muy
triste, que era la claridad de ella.
II
Entré en una sala lujosamente amueblada; pasé por allà sin detenerme
apenas, y abrà la puerta de un gabinetito en el que estaba la alcoba
donde murió la desgraciada niña.
J., ya no encerraban generoso vino,
consolador de penas y fatigas, sino una especie de aguachirle semejante
al de los barreños que en las tabernas sirven para fregar los vasos.
lo que nos recomiendan los
que entienden de estas cosas[10]: «¡guiaos[11] por una polÃtica
ilustrada, mandad comerciantes, no buhoneros y baratilleros!» En otras
palabras, Ud.
En la madrugada
habÃamos salido de Orán, y á mediodÃa, estando á la altura de Cartagena,
vimos en el horizonte una nubecilla negra, y al poco rato un vapor que
todos conocimos.
Nada, que tuvieron que entrar en una
taberna y pedir lo único que sabÃan decir en español, 10
café; pues por fortuna[167] habÃa sobre la mesa unas
galletas.
Su mujer desocupa
en una tartera desportillada un potaje de berzas y alubias, mal cocido y
peor sazonado; pónelo sobre el arcón, y junto á él un gran pedazo de pan
de munición.
Usamos como referencia una 1909 impresa por la SBBE para la
SBA en 1922, la cual tiene el formato "angosto" que ya no se imprime,
probablemente por su tipo de letra tan pequeña.
En cuanto a Mamerto no dejaba de tener unas dudillas,
porque se acordó de que éste durante la vida habÃa dicho más de una
vez:--Por una corrida de toros dejo yo la gloria eterna.
Es difÃcil tenerla
enjaulada si no se ha criado en casa, a causa quizá de ser de una
naturaleza tan viva que no se para jamás, pues hasta para cantar va
saltando o revoloteando.
Hay una zona, que comprende Méjico, América Central y las Antillas,
donde los Estados Unidos llevan a Europa la ventaja de la proximidad y
de una relación comercial más estrecha.
Mientras ella hablaba asÃ, el joven, absorto en la contemplación de su
fantástica hermosura, atraÃdo como por una fuerza desconocida, se
aproximaba más y más al borde de la roca.
no sé: yo creà ver una mirada que se
clavó en la mÃa; una mirada que encendió en mi pecho un deseo absurdo,
irrealizable: el de encontrar una persona con unos ojos como aquellos.
Desde el dÃa, que yo siempre tendré por funesto, en que llegásteis á
la fuente de los Ãlamos en pos de la res herida, dirÃase que una mala
bruja os ha encanijado con sus hechizos.
en --, in place, instead; una -- más, once more; otra --,
again, once more; ór dos veces, twice; tal --, perhaps, perchance; una
-- y otra, again and again; unas veces, sometimes.
Y los ángeles, todos pálidos
y macilentos se levantan y cubriéndose afirman
que ese drama es una tragedia que se
llama «El Hombre» de la cual el héroe es el
Gusano Vencedor....!
Dan impulsos de traer á aquellos parajes una colmena,
para probar si la vista del hogar doméstico las hace romper el encanto
que las tiene convertidas en pequeñas y mudas estatuas.
El perro 5
siguió haciendo[35] visitas diarias al herrero, éste[36] lo siguió
curando,[37] y al cabo de una semana el perro estaba
curado por completo.
Entre los recién llegados figura un teniente de carabineros que viaja
con un saco de noche, dos sombrereras, una escopeta de dos cañones y un
manojo de sables atados con un cordel.
Felizmente, al practicarse unas
excavaciones, fué descubierta la ignorada joya, que ha
sido reconocida como una de las obras maestras salidas
del cincel de su sublime autor.
La América del Sur posee escritores y poetas de primer orden, oradores
elocuentes y diplomáticos versados en el derecho de gentes, de una
habilidad y de una lucidez incontestables.
Pero tengo
lástima de ti y sólo te condeno a quince dÃas de cárcel y a una multa
para el tesoro del Sultán, y al pago de los destrozos que has causado en
la cúpula de la mezquita.
De tus ojos, engastados en el santuario celeste
de tu corazón, caen las miradas desoladas
ahora, ¡oh Dios!, sobre mi espÃritu fúnebre,
como la luz de una estrella sobre un sudario.
El gentÃo se llevó las velas, las anclas,
los remos: hasta desmontamos el mástil, que se cargó en hombros una
turba de muchachos, llevándolo en procesión al otro extremo del pueblo.
elegir
una persona que hable el castellano, y sobre todo que sea de una cultura
y experiencia algo mayor de la que usualmente se requiere para tales
trabajos en los Estados Unidos.
Mientras subÃan
el telón seguimos charlando, aunque muy bajito: se habÃa establecido
entre nosotros una gran intimidad, y me abandonó una de sus manos que yo
acariciaba embelesado.
Pero entonces, acercándose á MarÃa, le tomó una mano, apoyó el codo en
el pretil árabe desde donde la hermosa miraba pasar la corriente del
rÃo, y torno á decirle:--¿Por que lloras?
Su lenguaje no es italiano ni español, aunque participa de ambos; es una
graciosa mezcolanza de palabras españolas italianizadas y vice-versa,
formada por él para su uso particular.
V
Y yo dije a mi alma: «Más que Diana
ardiente, aquella misteriosa Luna
rueda al través de un éter de suspiros;
lágrimas de su faz una por una
caen donde el gusano nunca muere.
Y haciendo una señal de aceptación el médico, extendió la mano hacia
Castilla, y dijo:
--Allà hay unas aguas purificadas que han de completar la salvación de
la virgen musulmana.
Después de mucho esperar llegó el mozo
casi sin aliento y depositó airoso sobre la mesa un par
de billetes de una corrida de toros que iba a verificarse
dentro de breves dÃas.
Las chiquillas no se hicieron de rogar,{83-6} y la una cantó:
En un cuerno de la luna
He puesto á mi corazón,
Para que no se lo lleve
Un gato que es muy ladrón.
Pedro entonces, acercándose á MarÃa, le tomó una mano, apoyó el codo en
el pretil árabe desde donde la hermosa miraba pasar la corriente del
rÃo, y tornó á decirle:--¿Por qué lloras?
Pero poco tiempo
después se encalabrinó con otra muchacha muy linda también, y se casó
otra vez a pesar de las protestas del tÃo Paciencia, que consideraba
esto una enorme tonterÃa.
ya
sabes que hoy ignoro dónde descansa su hermoso cuerpo; envié una carta á
mi tÃa, que no la leyó hasta dos meses después de cumplirse el plazo,
porque ella también estaba enferma.
Cada una de sus notas parecÃa un sollozo
ahogado dentro del tubo de metal, que vibraba con el aire comprimido
en su hueco, y reproducÃa el tono sordo, casi imperceptible, pero
justo.
Delante del Portal hay una lindÃsima plazoleta, cuyo centro lo{73-3}
ocupa una redoma de peces, y no lejos de allà vende un chico _La
Correspondencia_, y bailan gentilmente dos majos.
Predomina en ellas el
tipo latino, quizá el 15
andaluz mismo, que es
una graciosa mezcla
del romano, del árabe
y del griego.
Uno u otro[9] método se prestarÃa al engaño; y para
evitarlo, existe una tarifa llamada de avalúos, que no es sino[10] la
lista de las mercaderÃas con los valores que tienen en plaza.
Aunque decente y aseada, era pequeña y
no tenÃa patio; mas como el patio es una casi necesidad para los
andaluces, servÃa de tal un espacio empedrado que ante la casa habÃan
allanado.
Era analfabeto casi y sólo conocÃa por referencias[2] ciertos pasajes de
la Escritura que citaba a menudo al intervenir en la entrega de una reja
o en la compra de un rollo de alambre.
Ese pudor no era, quizá, sino pudor virginal--pudo
muy bien pasar por tal,--aunque su esplendor
haya hecho nacer una llama más impetuosa
todavÃa en el seno de aquel que, ¡pobre de él!
Pero su perfil fino, sus flancos recogidos y la gallardÃa de
su construcción, delataban una embarcación ligera y audaz, hecha para
locas carreras, con desprecio á los peligros del mar.
EL BARBERO DE LA CORUÑA
Un dÃa llegó a una fonda de la Coruña un forastero de gran talle,
corpulento y fuerte, con centellantes ojos negros y rostro cubierto de
larga y espesa barba.
FuÃ
puntual a la cita, y en los comienzos de la noche entraba en compañÃa de
Gonzalo de Quesada por una de las puertas laterales del edificio en
donde debÃa hablar el gran combatiente.
Procopio un desaforado jayán, cetrino y barbudo, más
adecuado para llevar una casa sobre la espalda ó tirar de una carreta,
que para gozar en contemplaciones mÃsticas y éxtasis divinos.
Ya principiaba á encorvarse en la época del suceso que voy á referir: y
era que ya tenÃa sesenta años..., y llevaba cuarenta de labrar una
huerta lindante con la playa de la _Costilla_.
à la hora de la cena ella
misma preparaba su chocolate, batiéndolo cuidadosamente con un clis clas
producido por el choque de una sortijita de oro y carey contra el mango
del molinillo.
Al otro dÃa, CurrÃn escribió unos versos en que decÃa á Finita:
Nace el amor de la nada;
De una mirada tranquila;
Al girar de una pupila
Se halla un alma enamorada.
El corazón le latÃa fuertemente; las piernas le temblaban; cuando
quiso cantar en una de las calles más céntricas, no pudo; el dolor y la
vergüenza habÃan formado un nudo en su garganta.
En el
aljibe, cuyo[162] interior está revestido de una capa impermeable, se
recoge[163] el agua de lluvia que[164] se escurre[165] de los techos de
la casa por unas cañerÃas especiales.
HabÃa anochecido ya, y le faltaba a[153] Pedro cerca de[154]
una milla para llegar a su casa, cuando sintió un ruido 5
sordo que le hizo latir aceleradamente el corazón.
tender, to stretch, stretch out, extend, direct, draw back, raise,
draw, aim, cast; -- una mirada, to take a look; to look; to glance; --
la vista, to cast a glance, direct one's glance.
VivÃa cerca de Valencia, en una casa de campo, y
sólo venÃa á Madrid cuando algún asunto lo exigÃa: en esta ocasión era
para gestionar el ascenso de un hijo, registrador de la propiedad.
Antes que eso, le aconsejarÃa
constituir aquà una asociación entre fabricantes de artÃculos semejantes
a los suyos, y reducir de ese modo los gastos de una representación en
el exterior.
Este último instrumento
consiste en una caña delgada de guadua, de cuarenta y cinco centÃmetros
de longitud, cerrada en sus extremos con pergamino y unos cuantos granos
de maÃz, adentro.
Pero he aquà que el Rey de aquel
paÃs llega en su magnÃfica carroza, precedido y seguido de
lujosos caballeros y rodeado de servidores que sostienen
una sombrilla de oro sobre su cabeza.
Quiso probar también el derviche las ramas y
el fruto que ellas comÃan, y notó al instante circular
por sus venas un suave calor, y se sintió poseÃdo de
una alegrÃa extraordinaria.
Vino, pues, el Prior nuevo precedido de esta fama: anduviéronse los
frailes con gran pulso para no deslizarse en la menor cosa, y el
convento por lo tranquilo parecÃa una balsa de aceite.
Neira es una fiera;
tan pronto acomete como se defiende; ya la batalla es silenciosa y solo
se siente el ronquido del que agoniza y el aliento jadeante y cortado de
los que se acuchillan.
Una mañana, al volver á casa, encontré, al pasar por una de las
habitaciones, á una muchacha de quince á diez y seis años, á la que
nunca recordaba haber visto, cosiendo con el mayor afán.
Entonces apelaron á la justicia del rey; pero el señor se burlo de las
cartas-leyes de los Condes soberanos;[1] las clavó en el postigo de
sus torres, y colgó á los farsantes de una encina.
La singular disposición de
sus dobles techos y paredes, dotados los techos de poderosos
ventiladores, permiten mantener, aun en los dÃas más ardientes del
verano, una temperatura muy baja.
Las sienes le latieron con una violencia
espantosa; una nube de sangre obscureció sus pupilas, arrojó un segundo
grito, un grito desgarrador y sobrehumano, y cayó desvanecido sobre el
ara.
Las sienes le latieron con una violencia
espantosa; una nube de sangre obscureció sus pupilas, arrojó un
segundo grito, un grito desgarrador y sobrehumano, y cayó desvanecido
sobre el ara.
Lo verificamos usando
primordialmente una 1909 impresa por la Sociedad BÃblica Británica y
Extranjera (SBBE) para la Sociedad BÃblica Americana (SBA) en 1925, la cual
compré en México D.F.
Cincuenta años de activÃsima existencia de trabajo no habian
podido marcar en él otra huella que una leve inclinación de las espaldas
y algunas canas en el abundante pelo negro de su cabeza.
El siguiente texto es una copia extensamente verificada del texto Valera
1909 de la Online Bible (OLB) (www.onlinebible.org) la cual ellos obtuvieron
de las Sociedades BÃblicas Unidas (SBU).
El
_chipá_ de los paraguayos es, en realidad, una especie de pan; pero las
roscas y rosquetas de maÃz son bollos muy agradables en cuya preparación
entra la manteca, huevos, leche y azúcar.
Estos dos caballeros, iguales en cuna, valor y nobles prendas,
servidores de un mismo rey y pretendientes de una misma dama,
llamábanse Alonso de Carrillo el uno, y el otro Lope de Sandoval.
La compañÃa que lo hizo y lo administra es inglesa, la
misma que con el nombre de Anglo-Argentina y desde hace muchos años
explota una de las lÃneas de tranvÃas más poderosas de Sud América.
También suele comprar calderas, pailas y sartenes viejas en una parte de
la Isla, para venderlas por nuevas[3] en la otra, si es que no logra
colocarlas en la misma parte donde las adquirió.
El hombre fue Rey y se paseaba en una magnÃfica carroza 20
precedida y seguida de lujosos caballeros, y le rodeaban servidores
que sostenÃan sobre su cabeza la sombrilla de oro.
Las voces de los que parecÃan perseguirla
sonaban cada vez más cerca, y de cuando en cuando la veÃa hacer una
contorsión, encogerse ó dar un brinco para evitar los cantazos que le
arrojaban.
RIMAS
I[1]
Yo sé un himno gigante y extraño
Que anuncia en la noche del alma una aurora,
Y estas páginas son de ese himno
Cadencias que el aire dilata en las sombras.
Usaba de toda clase de ardides para observar si era acechado ó seguido,
y preferÃa volver sin pesca al pueblo á exponerse por una imprudencia á
que acertasen el sitio de la pesca maravillosa.
Cada dos o tres dÃas tenÃan que abrir
una tumba para enterrar a un compañero, y cuando 25
llegó la primavera ya no quedaban más que cincuenta
Puritanos en la colonia.
Él tiene una gran devoción por
esta ceremonia de la Misa del Gallo, y cuando levantan la Sagrada
Forma[4] al punto y hora de las doce, que es cuando vino al mundo
Nuestro Señor Jesucristo ...
No hay ave tan fastidiosa
En el cantar, como tú:
Cucú, cucú, y más cucú: 275
Y siempre una misma cosa."
--"¿Te cansa mi canto igual?
Por fin uno de entre ellos empezó a dibujar una vaca
y el mozo que estaba escudriñando lo que hacÃa,
echóse a la calle disparado como una bala, dejándolos
a todos pensativos y atónitos.
Y cuentan que el mismo Alvar formó desde aquel dÃa tan pobre idea de sÃ
propio, que cada vez que oÃa á las verduleras de Leganés decir: «¡Arre,
borrico!» lo tomaba por una alusión personal....
Y en efecto, era asÃ: la corza blanca, deseando escapar por el soto,
se habÃa lanzado entre el laberinto de sus árboles, y enredándose en
una red de madreselvas, pugnaba en vano por desasirse.
à pesar de eso, una vez bailando, como estaba triste y
hablaba poco, le pregunté si estaba enfadado, y él me contestó: «Yo no
me enfado con nadie, y mucho menos contigo.» Yo me puse colorada...
Cuando usted se acercó a él, el caballo volvió al
instante la cabeza para mirarle mientras que cuando
el mendigo lo tocó, encogió una pierna y miró hacia
otro lado con ojos indiferentes.
En esta
ciudad los dÃnamos se mueven a vapor, y por lo tanto, la electricidad es
cara; lo que no obsta para[7] que Buenos Aires tenga una de las
instalaciones eléctricas más grandes del mundo.
Pablo, abrumado bajo el peso de su desgracia, se
sentó en una de las tres piedras, y entonces vió con sorpresa unas
manchas de sangre y la tierra movida como si se hubiera revolcado un
animal.
Son las áureas notas una fuente de ledo murmullo
o el enamorado arrullo de la tórtola: la Luna
en la dormida laguna vierte miradas de plata,
y en el éter y en las linfas palpita la serenata...
Cosas más extrañas hemos visto en el mundo, y una corza blanca bien
puede haberla, puesto que si se ha de dar crédito á las cántigas del
paÃs, San Huberto,[1] patrón de los cazadores, tenÃa una.
De seguro no los
podré describir tales cuales ellos eran, luminosos, transparentes como
las gotas de la lluvia que se resbalan sobre las hojas de los árboles
después de una tempestad de verano.
En suma: el Nacimiento _número uno_ de Madrid es el de aquélla casa,
una de las más principales, y ha reunido en sus salones á los niños más
lindos y más juiciosos de veinte calles á la redonda.
En una ocasión acaeció que murió el guarda del olivar á tiempo de la
cogida, lo que apuró tanto más al capataz, cuanto que era á la sazón más
necesario y más difÃcil hallar quien le reemplazara.
Enójase el dependiente; mi tÃo le contesta una barbaridad; chillan
ambos, interviene el dueño de la tienda, y mi tÃo dice por último, con
voz alterada:
--¿Quiere usted treinta y cinco reales?
Es la ciudad entera de Méjico que se traslada al pie del
Santuario, desde la mañana hasta la tarde, formando una muchedumbre
confusa, revuelta, abigarrada, pintoresca, pero difÃcil de describir.
Su nuera y su mismo hijo estaban muy disgustados 5
con esto, y al fin resolvieron encerrarle en
un cuarto, donde le daban de comer[95] en una vieja
escudilla de barro.
TenÃa los ojos inyectados y las encÃas hechas sangre.[11]
Volvà a gritarle y partió como una flecha: clavé la rodilla en el
fangoso lecho de la quebrada y le aguardé en la boca de mi escopeta.
comprenderá, sin duda, señor EnrÃquez, que nuestro
paÃs tendrÃa reparos en depender del extranjero para la provisión de una
substancia tan preciosa[30] para la defensa nacional en caso de guerra.
Pablo no le hizo caso,
preocupado en lo que acababa de acontecerle; pero tanto y tanto ladró el
perro, que por fin dirigió una mirada recelosa en derredor suyo, y
dijo:--¿Qué te pasa, animal?...
Por
último un manojo de pasto seco, encajado en la punta 10
del palo, forma con chapeo y todo, la cabeza, sobre la cual
se pone a modo de gorro una vieja calceta del patrón.
Ello no es, sin embargo, sino un reflejo de 25
una de las industrias del paÃs que produce al año once
millones de racimos de fruta, o sea casi la mitad del
consumo del mundo.
exclama dando una voz Braulio,
difundida ya sobre sus facciones una palidez mortal, al paso que brota
fuego el rostro de su esposa.--Pero sigamos, señores, no ha sido nada,
añade volviendo en sÃ.
SalÃa de la «rueda» un estrepitoso vocerÃo, una algarabÃa de mil
demonios[9]: voces atipladas, roncas, sonoras, de tenor, de bajo, de
barÃtono; voces de todos los volúmenes y de todos los metales.
à este primer acorde, que parecÃa una voz que se elevaba desde la
tierra al cielo, respondió otro lejano y suave que fué creciendo,
creciendo hasta convertirse en un torrente de atronadora armonÃa.
Cogió unos cuantos fósforos é hizo luz; probó si con una escalera podÃa
alcanzar al lugar apetecido, pero aunque la puso sobre una mesa, vió
que todavÃa le faltaba un poco para llegar á las mechas.
Como su parte más elevada está a 25 metros sobre el nivel del mar, para
llegar a ella tendrán que remontar los buques tres esclusas por una
vertiente y descender otras tantas por la otra vertiente.
Note the inversion of "from the Capitoline Hill to the Tarpeian
Rock."
2.--RETRATO DE SAN MARTÃN[A]
San MartÃn, como ser fÃsico, poseÃa una figura arrogante, altiva y en
todo militar.
Un millón de[315] toneladas se exporta 25
a Europa para abonar los campos de Alemania en los
cuales se siembra la remolacha; una décima parte de
esta cantidad llega a los Estados Unidos.
acabar, to finish, end, close, succeed in; -- de, to have just; lo que
acababa de suceder, what had just happened; lo que acabamos de
escuchar, what we have just listened to; ¡Acabáramos de una vez!
En algunos paÃses es menester[22]
poseer el terreno en propiedad[23]; en otros las denuncias se hacen
sobre una zona de mil hectáreas, o sea unos 2500 acres, pagándose cierto
impuesto por hectárea.
En cuanto las desunidas armas veÃan dos dedos de luz, se encajaban, y
pian pianito volvÃan á tomar el trote y emprender de nuevo sus
excursiones por montes y llanos, que era una bendición del cielo.
Después de todo,
ese sér trágico, de historia tan extraña y romancesca, dio su primer
vagido entre las coronas marchitas de una comedianta, la cual le dio
vida bajo el imperio del más ardiente amor.
Además el viaje es
interesante del punto de vista histórico.[46] El tren pasa por las
ruinas de Quirique, situadas a una milla de distancia de la estación y
que pueden visitarse en coche o a caballo.
Al fin, otro desgraciado le facilitó una guitarra vieja y
rota, y después de arreglarla del mejor modo que pudo, y después de
derramar abundantes lágrimas, salió cierta noche de diciembre á la
calle.
en hablando del ruÃn de Roma, cátale aquà que asoma.[3] ¿Véis aquél
que viene por debajo del arco de San Felipe,[4] á pie, embozado en una
capa obscura, y precedido de un solo criado con una linterna?
Es imponderable la sensación que produce el diálogo de las flautas,
cuando se le escucha en la montaña, áspera como el camino de la vida, y
en una noche nebulosa como el destino del músico desdichado.
Paseábase cierto dÃa el mercader por el gran bazar de la ciudad, cuando
se le acercaron dos comerciantes a proponerle: el uno la compra de una
partida de cristalerÃa, y el otro una de esencia de rosa.
Sobre todo, aquel chicuelo
andrajoso que en una mano tiene un billete de loterÃa, y con la otra
le{73-4} roba bonitamente las castañas del cesto á la tÃa Lambrijas,
hace desternillar de risa á todos.
Sólo
un asiento quedó desocupado en la banqueta de en medio, donde no hay más
apoyo para la espalda del paciente,[6] que una movible correa que
empuja, cede y aporrea como instrumento de inquisición.
Teresa no habÃa recibido una
educación vulgar; hasta los doce ó trece años habÃa estudiado en el
convento de religiosas del pueblo, saliendo de él á la muerte de su
padre, acaecida hacÃa cuatro años.
Y asà debÃa ser, porque el niño dejaba de ser judÃo para convertirse en
cristiano.[6] Se le borraba el pecado original[7] con un poco de agua,
sal y aceite, como si se tratara de preparar una lechuga.
A este fin hizo correr la voz[251] de que habÃa llegado a 5
la parroquia un predicador famosÃsimo, y vistiendo a su
sacristán con una de sus sotanas viejas, le mandó subir
al púlpito.
En esto me quita él mismo el frac, _velis nolis_, y quedo sepultado en
una cumplida chaqueta rayada, por la cual sólo asomaba los pies y la
cabeza, y cuyas mangas no me permitirÃan comer probablemente.
Este _batey_ está compuesto de muchas y numerosas casas; semeja el
parque de recreo de una ciudad, y aun le sobrepuja; porque es preciso
estar en Cuba para ver[2] esta vegetación que lo limita y rodea.
Altozano es una
palabra bogotana para designar simplemente el alto de la catedral, que
ocupa todo un lado de la plaza BolÃvar, colocado sobre cinco o seis
gradas, y de un ancho de diez a quince metros.
El pueblo de la villa del oso tornó inmediatamente á sus hogares,
reconociendo que merecÃa empinarse á un madroño por haber creÃdo que el
Manzanares arrastraba una ballena cuando arrastraba una albarda.
Supongamos
que Cabezudo le pide que no llueva una gota, y todo con la intención de
que Barbaruelo no muela un grano, y en seguida empieza á llover tanto,
que el agua se lleva los molinos de Barbaruelo.
También contó la esclava á la hija del rey moro, que los nazarenos nunca
quedan huérfanos de madre, porque cuando pierden á la que los concibió,
les queda otra, llamada MarÃa, que es una madre inmortal.
Volvió Traga-santos á Animalejos con tan preciosa imagen, y una vez
colocada en la ermita con gran solemnidad, se dedicó aquel piadoso y
sencillo anciano á fomentar el culto y la devoción de San Isidro.
Actualmente cuenta con una 10
población de cuarenta mil almas; habiéndose modernizado
rápidamente desde que se le puso en comunicación
con el océano por medio del ferrocarril.
le vÃ, madre, no lo dudéis, vÃ
un hombre que en silencio y vuelto de espaldas hacia el sitio en que
yo estaba, recorrÃa con una mano las teclas del órgano, mientras
tocaba con la otra á sus registros...
Pero cuando llegaron en su vuelo el
ángel y el alma del niño á cruzar sobre una pobre aldea, aquél se detuvo
y sus ojos buscaron una callejuela solitaria, á cuyos lados se veÃan
algunas mÃseras cabañas.
Una tarde, una hermosa tarde de invierno, de las que sólo se ven en este
Madrid, salà de casa después de almorzar con el objeto de hacer algunas
visitas y también para espaciarme por esas calles de Dios.
XI
Cuando recobrando el ánimo, abrió los ojos un instante para arrojar en
torno suyo una mirada inquieta, se encontró lejos, muy lejos de
Montagut, y en unos lugares, para él completamente extraños.
La Muerte se ha erigido un trono,
en una extraña ciudad que se levanta, solitaria,
muy lejos, en el sombrÃo occidente, donde
los buenos y los malos, los peores y los mejores
han ido hacia la paz eterna.
Llevaba puesta atravesada sobre
el ancho pecho una banda con tres estrellas, la cabeza desnuda y poblada
de ondeados y negros y abundosos cabellos, y en la boca un tabaco y una
leve sonrisa de triunfo....
maldita bruja,
muchas hiciste en vida, y ni aun muerta hemos logrado que nos dejes en
paz; pero, no haya cuidado, que á tà y tu endiablada raza de
hechiceras os hemos de aplastar una á una como á vÃboras.
Si vienen, nos doblan de
medio á medio,{104-2} porque los de Cabezudo muelen ya á represas, y
continuando la sequÃa, antes de una semana _apandamos_ nosotros toda la
molienda de veinte leguas en contorno.
Una bolsa, un cÃrculo literario, un
areópago, una _coterie_, un salón de solterones, una _coulisse_ de
teatro, un forum, toda la actividad de Bogotá en un centenar de metros
cuadrados: tal es el Altozano.
Cuando al otro dÃa los dependientes de la iglesia le encontraron al pie
del altar, tenÃa aún la ajorca de oro entre sus manos, y al verlos
aproximarse exclamó con una estridente carcajada:
--¡Suya, suya!
Debo agregar que los
americanismos de un paÃs son, por lo general, desconocidos en los otros;
y a mayor abundamiento,[22] una misma voz suele recibir diferentes
significados según el paÃs en que se emplea.
En el mismo instante el ciego se sintió apretado fuertemente por unos
brazos vigorosos que casi le asfixiaron y escuchó en su oÃdo una voz
temblorosa que exclamó:
--¡Dios mÃo, qué horror y qué felicidad!
Escribió el
«Evangelio Americano» y redactó «La Voz del Nuevo Mundo,» descansando de
sus fatigas y luchas imponderables en la hospitalaria tierra argentina
que le brindó hogar, patria y una apacible tumba.
La brisa,--esa respiración de Dios,--reposa
inmóvil, y la bruma que se extiende como una
sombra sobre la colina,--como una sombra cuyo
velo no se ha desgarrado todavÃa,--resulta asÃ
un sÃmbolo y un signo.
La pronunciación de una lengua es de una importancia
extraordinaria, tanto es asÃ, que el que sepa bien el 30
idioma y lo pronuncie mal tendrá grandes dificultades
en que le comprendan.
Para tomar el pulso al tonsurado ex-contrabandista y probarle la
paciencia, eligieron y diputaron los frailes al más atrevido, quien de
propósito cometió una falta leve, y reprendido por ella contestó al P.
Pronto divisé un grupo de niñas de su misma edad
que se aproximaba; en el centro venÃa una completamente enlutada,
morenita, con grandes ojos negros que debÃa de ser la causante de los
temores de Asunción.
Cuando al otro dÃa los dependientes de la iglesia le encontraron al
pie del altar, tenÃa aún la ajorca de oro entre sus manos, y al verlos
aproximarse, exclamó con una estridente carcajada:
--¡Suya, suya!
El jornalero empezó:--_Popocatepetl_.--Los panaderos
repitieron:--_Popocatepetl_.--El jornalero dijo:--_mercader_.--Los
panaderos dijeron:--_mercader_.--Entonces dijo el jornalero con una
sonrisa:--_error_.
HacÃa ya mucho tiempo que estaba[25] en su prisión,
sin esperanza de salir de ella, cuando una noche se
asomó a[26] una ventana y vió que su pobre mujer estaba
llorando amargamente al pie de la torre.
Hecho el cálculo, cogió la ballesta entre los dientes, y arrastrándose
como una culebra por detrás de los lentiscos, fué á situarse obra de
unos cuarenta pasos más lejos del lugar en que antes se encontraba.
Las torres y las sombras se confunden
de tal modo que todo parece suspendido
en el aire, mientras que desde una torre
orgullosa, la Muerte como un espectro gigante,
contempla la ciudad que yace a sus pies.
Pero se arrepintió bien pronto de su ligereza,
cuando sintió sobre sà una mirada fulminante y oyó una voz severa
diciéndole:
--Hermano, durante un mes tendrá su celda por encierro y ayunará á pan y
agua.
VIII
Por último, pudo encontrar una ocasión propicia; tendió el brazo y
voló la saeta, que fué á clavarse temblando en el lomo del terrible
animal, que dió un salto y un espantoso bufido.--¡Muerto está!
El
pago de servicios, dividendos y cupones sobre los capitales de un paÃs
invertidos en los otros, estimula una corriente de mercaderÃas en los
dos sentidos, ya sea como valor de abono o como valor de cobro.
Le pregunté por señas si
salÃa de paseo, y me contestó que sÃ: y en efecto, un dÃa aguardé en la
calle hasta las cuatro y la vi salir en compañÃa de una señora, que
debÃa de ser su mamá, y de dos hermanitos.
Al entrar percibió una temperatura
tibia: los pies se le hundÃan en mullida alfombra; por orden de Santiago
dos criados le despojaron inmediatamente de sus harapos empapados de
agua y le pusieron ropa limpia.
En el momento en que su camarada intentó acercar sus labios ardientes á
los de doña Elvira, habÃan visto al inmóvil guerrero levantar la mano y
derribarle con una espantosa bofetada de su guantelete de piedra.
Era de verlos, tan ufanos y alegres, con sus garibaldinas
azules o rojas, pantalón blanco, bota de charol a la granadera,[6]
lujosa faja de seda, y en la cabeza una boina graciosamente achatada
hacia un lado.
Estaban los criados reunidos en la cocina, como siempre, cuando
sintieron las pisadas del caballo sobre la nieve fresca, y á poco un
hombre, en quien reconocieron á su compañero Jacinto, entró como una
bomba.
Las tres ciudades principales
del interior del paÃs están situadas a una distancia
aproximadamente de 150 millas entre sÃ--Quito al 15
norte, RÃobamba en el centro y Cuenca en el sur.
Apenas se encontró conmigo la propietaria del santo, me
puso verde en una su{185-2} jerigonza salvajina que le servÃa de idioma,
único resabio que le quedaba del tiempo que vivió entre los indios sus
hermanos.
Ciudad
BolÃvar es una población importante que antiguamente
se llamó Angostura, donde se fabricó el famoso Amargo 5
de Angostura, industria que ha sido trasladada a la
Isla de Trinidad.
El marido era bizco, de escasa talla,
cetrino, de ruda y alborotada cabellera; gastaba ordinariamente una
elástica verde remendada y unos pantalones pardos, rÃgidos, indomables
ya por los remiendos y la mugre.
En el momento en que su camarada intento acercar sus labios ardientes
á los de doña Elvira, habÃan visto al inmóvil guerrero levantar la
mano y derribarle con una espantosa bofetada de su guantelete de
piedra.
Hay momentos en que, merced á una serie de abstracciones, el espÃritu
se sustrae á cuanto le rodea, y replegándose en sà mismo analiza y
comprende todos los misteriosos fenómenos de la vida interna del
hombre.
II
Teobaldo vino al mundo, su madre murió al darlo á luz, su padre
pereció algunos años después en una emboscada, peleando como bueno
contra los enemigos de Dios.[1]
[Footnote 1: los enemigos de Dios.
La infeliz madre no creÃa tanta desventura; pero el lindÃsimo rostro de
Celinina se fué poniendo{61-2} amarillo y diáfano como cera; enfriáronse
sus miembros, y quedó rÃgida y dura como el cuerpo de una muñeca.
repetà cediendo á sus instancias, sin darme
cuenta á mà mismo del involuntario temor que comenzó á apoderarse de
mi espÃritu, y que me rechazaba como una fuerza desconocida de aquel
lugar; ¡la cruz del diablo!
Uno de los mozos á
quien la bruja hechizó una hermana, la más hermosa, la más buena del
lugar, la habÃa herido de muerte en el momento en que sintió que le
clavaba en el brazo sus dientes negros y puntiagudos.
Es preciso, vecina, que considere usted que son jóvenes, y que
todo no ha de ser penas[4] en este mundo; además, en casa no hay más que
una reunión amistosa, de familia; algunas muchachas del barrio y nada
más.
Long Island desarrollaba la inmensa cinta de
sus costas, y Staten Island, como en el marco de una viñeta, se
presentaba en su hermosura, tentando al lápiz, ya que no, por falta de
sol, a la máquina fotográfica.
En vano una noche y
otra, deseando sorprender su misterio, si misterio en ellas habÃa, me
levantaba poco á poco y aplicaba el oido á los intersticios de la
ferrada puerta de su calabozo; ni un rumor se percibÃa.
Era uno de nuestros guÃas, natural del paÃs, el cual, con una
indescriptible expresión de terror pintada en el rostro, pugnaba por
arrastrarme consigo y cubrir mi cabeza con el fieltro que aún tenÃa en
mis manos.
Habló después
de las primas de la calle de Fuencarral; una era muy bonita, la otra
graciosa solamente: las dos tenÃan novio, pero no valÃan{23-5} cuatro
cuartos: chiquillos que todavÃa estudiaban en el Instituto.
Por la otra, en lo
que se refiere a las personas, el desahogo económico, la salud y el
bienestar que son el resultado de una transformación inteligente del
medio social, no pueden menos de ganar adeptos cada dÃa.
Trájole un dÃa una
manada de pavos, tan al vivo hechos, que no les faltaba más que graznar;
otro dÃa sacó de sus bolsillos la mitad de la Sacra Familia, y al
siguiente á San José con el pesebre y portal de Belén.
Una mirada solo bastó para hacer comprender a
Neira que estaba frente a una emboscada: el gañan que tenia por delante
era el que lo habia «sentenciado», y no habia sido tan necio para ir
solo a buscarlo al cerro.
VARIANT: =Amada por.=
14.--EL SALTO DEL TEQUENDAMA
En efecto, en las llanuras de Bogotá reina una primavera eterna,
fenómeno que asombra a algunos extranjeros ignorantes que no alcanzan a
explicárselo.
Cuando sus servidores llegaron presurosos al punto que la noble dama,
inmóvil y presa de un profundo terror, les señalaba aún con el dedo,
una blanca paloma se levantó de entre las breñas y se remontó á las
nubes.
Translate here 'mid whispers'.]
XLII[1]
Cuando me lo contaron sentà el frio
De una hoja de acero en las entrañas,
Me apoyé contra el muro, y un instante
La conciencia perdà de donde estaba.
Y sin embargo ese terror no era miedo, sino
una turbación deliciosa, un sentimiento que
ninguna mina de piedras preciosas podrÃa inspirarme
o convidarme a definir, ni el amor
mismo, aunque ese amor fuera el tuyo.
Arnoldo Le Poer lanza en la Irlanda de 1327 este
terrible insulto al caballero Mauricio de Desmond: «Sois un rimador.»
Por lo cual se empuñan las espadas y se traba una riña, que es el
prólogo de guerra sangrienta.
El _pejerrey_, que es una especie de trucha, gusta mucho en
el Plata y en Chile, lo mismo que el _dorado_ y el _surubÃ_; mientras el
_huachinango_ es plato clásico en las Antillas y los puertos del Golfo
de Méjico.
HabÃa una vez un pobre anciano sordo, casi ciego,
y que apenas podÃa tenerse sobre sus temblorosos
pies.[94] Le temblaban también las manos, y al comer
en la mesa derramaba a veces la sopa sobre los manteles.
Cual la{80-3} del
navegante, nada percibe la vista del que está dentro, ó en su cercanÃa,
sino una multitud de verdes copas de olivos,--semejantes á la multitud
de verdes olas de la mar,--y el cielo sobre su cabeza.
Congregados una noche bajo sus ruinosas arcadas, alrededor de una
hoguera que iluminaba con su rojizo resplandor las desiertas galerÃas,
trabóse una acalorada disputa sobre cuál de nosotros habÃa de ser
elegido jefe.
Ella no sabÃa lo que significaban la tal mula ni el tal
buey; pero atenta á que todas las cosas fuesen perfectas, reclamó una y
otra vez del solÃcito padre el par de animales que se habÃa quedado en
Santa Cruz{67-1}.
Más de una[38] importa[39]
del extranjero artÃculos manufacturados y por esta razón dichas
casas[40] mantienen relaciones comerciales con las fábricas de Europa y
Estados Unidos o con fábricas del paÃs en que operan.
Queriendo hacer de persona, 185
Dijo a una mona: "¿Qué tal?"
Era perita la mona,
Y respondiole: "Muy mal."
"Yo creo, replicó el oso,
Que me haces poco favor.
SerÃan las seis cuando el carruaje se detuvo á la entrada del pueblo;
bajamos y nos dirigimos á una capilla donde se veneraba á Nuestra Señora
de las Mercedes, á la que la madre de Cristina tenÃa particular
devoción.
Alrededor de esta capilla
están las tumbas de los reyes, cuyas imágenes de piedra, con la mano en
la empuñadura de la espada, parecen velar noche y dÃa por el santuario á
cuya sombra descansan todos por una eternidad.
Conseguido esto, reunió Melgarejo sus parciales, los disfrazó de moros,
haciéndoles cubrir sus caballos con mantas blancas, y una noche que
habÃan salido los defensores del castillo, se dirigió con los suyos
hacia él.
Hé aquà como el espantajo sale lleno de vida de aquel
informe montón de trapos viejos y de basura, mismamente
cual bajo el cincel de Canova solÃa salir una 15
estatua de un trozo de mármol.
Obsolete for _maestro_, 'master,' a title of
respect.]
En Sevilla[1] en el mismo atrio de Santa Inés,[2] y mientras esperaba
que comenzase la Misa del Gallo,[3] oà esta tradición á una
demandadera del convento.
Pero cuando más embebido andaba en mis pensamientos y planes
polÃticos, y cuando ya estaba próximo á doblar la esquina de la calle,
he aquà que siento un brazo que se apoya en el mÃo y una voz que me
dice:
--¿Va V.
Y se visten de luto riguroso y de una carrerita[10] pasan a casa de la
vecina, no sin advertir antes a los criados que tengan buen cuidado
de[11] no abrir los postigos de la ventana, y que no canten ni permitan
ruido.
Y todavÃa quiso añadir más cuidados á los de Santiago:
mandó traer un calorÃfero y ella misma se lo puso debajo de los pies;
después le envolvió las piernas en una manta y le puso en la cabeza una
gorra de terciopelo.
Desde la cumbre de 10
varias montañas se domina por completo el paisaje, y
una de esas cumbres, la de Tarqui, fué elegida por los
astrónomos franceses en 1742 para que sirviera de
meridiano.
le preguntó uno de los monteros
notando la creciente Ãnquietud del pobre mozo, que ya fijaba sus
espantadas pupilas en la hija risueña de don DionÃs, ya las volvÃa á
su alrededor con una expresión asombrada y estúpida.
Riéronse todos de buen humor, menos el manchego,
que no sabÃa a que atenerse,[171] hasta que una propina 10
que le cayó en sus manos le reanimó como si hubiese
sido tocado por una corriente eléctrica.
Y la nube se abrió y de sus flancos corrieron torrentes de agua
que inundaron los valles, devastaron las mieses y ahogaron las
bestias; pero nada podÃan contra una roca, a pesar de embestirla
el oleaje por todos lados.
Antes de pasar más adelante, debe saber el lector que, desde tiempo
inmemorial, existe entre los mareantes de la calle Alta y los de la del
Mar, barrios diametralmente opuestos de Santander, una antipatÃa
inextinguible.
En 1854, un ingeniero francés, Fernando de Lesseps, obtuvo del virrey de
Egipto, Said-Bajá, una concesión a favor de una CompañÃa por espacio
de noventa y nueve años para construir un canal navegable a través del
istmo.
La principal arteria comercial del paÃs es su ferrocarril 15
transcontinental, el cual va de Puerto Limón, en
la costa oriental, hasta Puntarenas, en el PacÃfico,
recorriendo una distancia de 172 millas.
No pasaron cuatro minutos sin que viese{15-4}
asomar una naricita nacarada, que se retiró al momento velozmente,
volvió á asomarse á los dos minutos y volvió á retirarse, asomóse al
minuto otra vez y se retiró de nuevo.
Se encerré por
tres dÃas en el fondo de una caverna que le servÃa de asilo, y al cabo
de ellos dispuso que se fundiesen las diabólicas armas, y con ellas y
algunos sillares del castillo del Segre, se levantase una cruz.
Cortan la finca en secciones regulares espaciosas calles
de corpulentos frutales; veo el maÃz, veo la yuca, veo cuanto forma[4]
una gran despensa, ante la cual la miseria cesa y la abundancia la
sustituye y la reemplaza.
y si se buscaran con ganas de encontrarse, se
encontrarÃan, poniendo fin de una vez á estas continuas reyertas, en
las cuales los que verdaderamente baten el cobre de firme son sus
deudos, sus allegados y su servidumbre.
Los
sábados los pasaba en vela[2] para hacerlos de una pieza con[3] los
domingos; y después de mes y medio de lecciones, Richard me dijo que no
me faltaba ya sino[4] la pronunciación, que hasta hoy he[5] podido
adquirir.
Otra allá, con el cabello suelto sobre los hombros mecÃase suspendida
de la rama de un sauce sobre la corriente de un rÃo, y sus pequeños
pies, color de rosa, hacÃan una raya de plata al pasar rozando la
tersa superficie.
Por los parajes
secos, crece cercana á la tierra una flor pequeña, que lleva el nombre
de _flor de la abeja_, nombre bien apropiado, porque esta florecita
tiene con pasmosa exactitud la forma y colores de dicho animalito.
traer, to draw, attract, carry, bring, take, lead, bear, wear; -- á la
memoria, to bring to memory; to remind; el cual traÃa una jornada de
catorce leguas en el cuerpo, who had made that day a journey of
fourteen leagues.
De las tres
mujeres que velaban, se retiraron dos; quedó una sola, y ésta, sintiendo
en su cabeza grandÃsimo peso, á causa sin duda del cansancio producido
por tantas vigilias, tocó el pecho con la barba{70-2} y se durmió.
El alcalde de la colonia,[1] viejo de grandes barbas, elocuente y
astuto, elegido por el vecindario en una asamblea efectuada en la
sinagoga, comentaba los resultados de la cosecha y alababa las calidades
de nuestro trigo.
que en el aislamiento en que
viven, cada una de esas repúblicas ha desarrollado por su lado el habla
popular[21]; cada una ha amoldado el idioma hablado al ambiente fÃsico
peculiar, a las ocupaciones y tradiciones locales.
Yo era un niño y _ella_ era una niña en ese
reino más allá de la mar; pero Annabel Lee
y yo nos amábamos con un amor que era más
que el amor; un amor tan poderoso que los
serafines del cielo nos envidiaban, a ella y a mÃ.
El único rumor que fácilmente se percibió era una
bullanga de alas vivamente agitadas, cual si todas las palomas del mundo
estuvieran entrando y saliendo en la sala mortuoria y rozaran con sus
plumas el techo y las paredes.
LOS HUEVOS
Más allá de las islas Filipinas
Hay una que ni sé cómo se llama,
Ni me importa saberlo, donde es fama
Que jamás hubo casta de gallinas,
Hasta que allá un viajero
Llevó por accidente un gallinero.
Pues ahora, mientras reposa tan tranquilamente,
imagina a su alrededor, una más santa
fragancia de pensamientos, una fragancia de
romero mezclado a pensamientos, a sabor callejero
y al de los bellos y rÃgidos pensamientos.
En lo más intrincado de la muchedumbre, en lo más
convulsivo y crespo de la ola en movimiento, sucede que una lady
anciana, bajo su capota negra, o una miss rubia, o una nodriza con su
bebé, quiere pasar de una acera a otra.
La
vieja entonces, tan humilde, tan hipocritona, hasta aquel punto, se
puso de pie con un movimiento tan rápido como el de una culebra
enroscada á la que se pisa y despliega[1] sus anillos irguiéndose
llena de cólera.--¡Oh!
Por fin las luces se acercaron, y el primero que llegó al lado de Neira
fué don José, el administrador, que se inclinó paternalmente sobre el
capataz sumido en un estenso charco de sangre y palpitando como una
fiera cansada.
que la meseta boliviana es una de las regiones más ricas
en minerales que existen en el planeta, y que, atendiendo a la situación
incierta de Méjico, ofrece una buena oportunidad a los capitalistas y
mineros norteamericanos.
Quise hablar, para dar mayor
seguridad de que no era nada lo que habÃa pasado, que la muñeca
conservaba Ãntegros sus miembros, y yo lo mismo, y que celebraba la
ocasión de conocer una niña tan hermosa y simpática, etc., etc.
Sabiendo ellos que los buques que habÃan de
pasar aquella noche, se estrellarÃan contra los arrecifes si el fanal no
les advertÃa el riesgo, y que entonces tendrÃan ellos una buena presa,
se propusieron apoderarse del vigÃa.
Tornó empero á dominarse, cerró los ojos para no verla, extendió la mano
con un movimiento convulsivo y le arrancó la ajorca de oro, piadosa
ofrenda de un santo arzobispo; la ajorca de oro cuyo valor equivalÃa á
una fortuna.
Una tromba de chispas rojas, verdes y
azules danzaba en la cúspidede sus encendidas lenguas, y se retorcÃan
crujiendo como si una legión de diablos, cabalgando sobre ellas,
pugnasen por libertar á su señor de aquel tormento.
VolvÃa entonces á casa y aun me parece
verla en un rincón obscuro de la cocina, sentada sobre una canoa[R] con
su sarta de escapularios resaltando sobre la piel morena y arrugada del
pecho, que descubrÃa el escote del traje.
Aquà se
hace una parada de tres dÃas, y la carga y los pasajeros se trasbordan a
lanchas o vapores de poco calado, sea para continuar por el Orinoco o
por su afluente el Apure, hasta donde lo permita la profundidad del
agua.
Este guarapo o zumo contiene substancias que producirÃan su fermentación
si quedaran en él,[2] y por esta razón se las elimina por medio de una
operación que se llama defecación, y tiene lugar en[3] calderas grandes
de cobre.
Jadeaban los caballos al avanzar por la empinada cuesta, y el vapor de
sus cuerpos sudorosos calentaba a los jinetes, algunos de los cuales
buscaban también este beneficio en el cigarro cuya punta brillaba como
una luciérnaga.
Justamente, al cruzar tercera ó cuarta vez{14-1} por delante del balcón,
apareció en él la gentil chiquita, que al verme hizo un movimiento de
sorpresa, acompañado de una mueca encantadora, se echó á reÃr y se
ocultó de nuevo.
Por
cada millón del comercio de este último paÃs con la Argentina, hay que
contar dos entre el Brasil y Alemania, paÃs con el que, a su vez, el
Uruguay comercia en una escala tres veces mayor que lo hace con[33] la
Argentina.
voz, _f._, voice, tone, sound, cry, word; á grandes voces, in a loud
voice; loudly; á -- herida, in clanging tones; á media --, in a low
tone; softly; á toda --, at the top of their voices; dar una gran --,
to call out loudly.
A la mañana siguiente le encontraron al pié del 5
dique, pálido y sin conocimiento,[159] pero con las manos
heróicamente metidas en el agujero, detrás del cual
rugÃa el mar como una fiera contrariada.
Del ensayo resultó que para evitar el pronombre daba la pobrecilla
infinidad de rodeos y se metÃa en una serie interminable de perÃfrasis:
si se aventuraba á dirigirme un tú, lo hacÃa bajando la voz y pasando
como sobre ascuas.
una mujer blanca, hermosa y frÃa, como esa mujer de piedra que parece
incitarme con su fantástica hermosura, que parece que oscila al compás
de la llama, y me provoca entreabriendo sus labios y ofreciéndome un
tesoro de amor...
Él solo tiene más
ducados de oro en sus arcas que soldados mantiene nuestro señor el rey
Don Felipe;[1] y con sus galeones podrÃa formar una escuadra
suficiente á resistir á la del Gran Turco....[2]
[Footnote 1: Don Felipe.
Rogamos al señor decano del Hospital Provincial que tome medidas para
que no se repitan estos hechos escandalosos.»
Dejé caer el periódico de las manos, y fuà acometido de una risa
convulsiva que degeneró en ataque de nervios.
una mujer blanca, hermosa y frÃa, como esa
mujer de piedra que parece incitarme con su fantástica hermosura, que
parece que oscila al compás de la llama, y me provoca entreabriendo
sus labios y ofréciendome un tesoro de amor....
El doctor se abrió paso como pudo[7] hasta que consiguió llegar a la
reja que limita el recinto destinado a las operaciones, vulgo
«rueda.»[8] Agolpábase a aquella reja una multitud ansiosa, estremecida
por corrientes eléctricas.
En Caracas, capital de la república,
hay una estatua del gran navegante que señala
con el dedo hacia el oriente, donde llegó en su cuarto
viaje y puso el pie por primera vez[371] en territorio 10
venezolano.
II
¡Toda de blanco vestida,
toda blanca
sobre un banco de violetas
reclinada
te veÃa,
y a las rosas moribundas y a ti una luz tenue y diáfana
alumbraba
luz de perla diluida
en un éter de suspiros y de evaporadas lágrimas!
La misma agrega: «Usaba un bigote negro, esmeradamente cuidado, pero que
no cubrÃa completamente una expresión ligeramente contraÃda de la boca y
una tensión ocasional del labio superior, que se asemejaba a una
expresión de mofa.
Lo que es de ese género, tengo yo más de un
millar, un verdadero serrallo, en San Juan de los Reyes; serrallo que
desde ahora pongo á vuestra disposición, ya que, á lo que parece, tanto
os da de una mujer de carne como de piedra.
Lo que es de ese género, tengo yo más de un
millar, un verdadero serrallo, en San Juan de los Reyes; serrallo que
desde ahora pongo á vuestra disposición, ya que, á lo que parece,
tanto os da de una mujer de carne como de piedra.
Pocos dÃas después les{85-1} dijo una mañana temprano la cabra á sus
chivitas:--Voy al monte por una carguita de leña; vosotras encerráos,
atrancad bien la puerta, y cuidado con no abrir á nadie; porque anda por
aquà el Carlanco.
Sin embargo, una evolución significativa ha tenido lugar en la
Argentina, donde la Facultad de Medicina es la más frecuentada de las
que componen la Universidad de Buenos Aires, que es a su vez la más
grande de la América latina.
Alonso y Lope, el uno estrujando en silencio entre sus manos el
birrete de terciopelo, cuya pluma arrastraba por la alfombra, y el
otro mordiéndose los labios hasta hacerse brotar la sangre, se
clavaron una mirada tenaz é intensa.
Aquellos
ojos sin luz parecÃan decirle: «Perdona si me han faltado las fuerzas,
si no he podido llevarte el dinero hasta tu casa: ya lo ves, la culpa no
es mÃa.» Pablo permaneció una hora arrodillado junto al cadáver de su
perro.
Ellos se dan cuenta de[11] lo que sufro y lucho por la
libertad de nuestra pobre patria.» Luego fuimos a tomar el té a casa de
una su[12] amiga, dama inteligente y afectuosa, que le ayudaba mucho en
sus trabajos de revolucionario.
En
la narración de la metempsÃcosis de Ligeia hay una definición de Dios,
tomada de Granwill, que parece ser sustentada por Poe: Dios no es más
que una gran voluntad que penetra todas las cosas por la naturaleza de
su intensidad.
Era una beata del tercero ó cuarto orden, muy sincera y
humildita, siempre dispuesta á obedecer sin réplica los mandatos de las
de alta categorÃa, casi todas señoras muy autoritarias y gazmoñas, que
hacÃan y deshacÃan á su antojo.
Mi primer movimiento fué arrojarme á la puerta para cerrar el paso,
pero al asir sus hojas, sentà sobre mis hombros una mano formidable
cubierta-con un guantelete, que después de sacudirme con violencia me
derribó sobre el dintel.
Un lecho de madera tallada, algunas
sillas de tapicerÃa floreada, una cómoda, un lavabo y algunos cuadros se
veÃan en la pieza, todo cubierto de polvo, señal evidente de que aquella
parte de la casa estaba abandonada por completo.
Yo he sentido en una orgÃa arder mis labios y mi cabeza; yo he sentido
este fuego que corre por las venas hirviente como la lava de un
volcán, cuyos vapores caliginosos turban y trastornan el cerebro y
hacen ver visiones extrañas.
à cada nueva ocurrencia de su padre, Constanza fijaba sus ojos en el
atribulado Garcés y rompÃa á reir como una loca, en tanto que los
otros servidores esforzaban las burlas con sus miradas de inteligencia
y su mal encubierto gozo.
à mas de Esteban, lo dan por seguro
otros varios pastores, que juran haberla visto más de una vez, y con
ayuda de los cuales espero en Dios y en mi patrón San Huberto que
antes de tres dÃas, viva ó muerta, os la traeré al castillo.
Acudieron los fontaneros, y encontrando los zapatos se los llevaron al
Gobernador, el cual mandó reducir a prisión a su dueño y pagar una multa
más crecida aún que las dos anteriores, entregando, no obstante, los
zapatos a TamburÃ.
El
puerto de La Guaira era anteriormente una rada abierta
pero en la actualidad hay un rompeolas de hormigón
muy sólido que proporciona un muelle seguro a los 30
muchos vapores que hacen escala[373] allÃ.
En el momento en que estaban lidiando el toro de
muerte, un vecino, de muchos años y de mucho entendimiento, vió á la
madre del torero arrodillada á los pies de un Santo Cristo muy milagroso
que se veneraba en una calle del pueblo.
Entretenido con su monólogo acababa de tropezar en firme contra una
piedra, y como llevaba el pie desnudo en flexible sandalia, se lastimó
no poco los dedos y aun creyó ver estrellas por el aire, sin que hubiese
anochecido todavÃa.
Frente al balcón, vestido de rosas blancas, por donde en el
ParaÃso asoma tu faz de generosos y profundos ojos, pasan tus hermanas y
te saludan con una sonrisa, en la maravilla de tu virtud, ¡oh, mi ángel
consolador; oh, mi esposa!
La cosa no es fácil de resolver a dos tirones.[8] Pero, dejando
de lado toda consideración basada en las condiciones actuales del
mercado, me inclinarÃa a creer que el cacao de Santo Domingo puede tener
una ventaja sobre los otros.
Se acercan al rÃo, cruzan el puente entre un
redoble de cascos[1]; salen a una planada cubierta de árboles frutales,
en donde el rÃo Blanco y el rÃo Negro se encuentran, se abrazan,
confunden sus aguas en el estrépito de sus ondas.
si en la soledad hay algunos genios que se recreen en contemplar
las bellezas salvajes de una naturaleza vigorosa, magnÃfica y fecunda,
yo les pido que sean propicios para vosotros, y que os preserven de la
barbarie de los hombres.
Yo he
sentido en una orgÃa arder mis labios y mi cabeza; yo he sentido este
fuego que corre por las venas hirviente como la lava de un volcán,
cuyos vapores caliginosos turban y trastornan el cerebro y hacen ver
visiones extrañas.
Cuando el joven acabó de hablarle, sus labios se removieron como para
pronunciar algunas palabras, pero sólo exhalaron un suspiro, un
suspiro débil, doliente, como el de la ligera onda que empuja una
brisa al morir entre los juncos.
Hombres, mujeres y chiquillos nos seguÃan con mirada
ansiosa, lanzando gritos de satisfacción al ver como nuestra barca,
haciendo un último esfuerzo, se adelantaba cada vez más á su
perseguidor, llevándole una media hora de ventaja.
Ya se concibe, pues, que la instalación de una
gran mesa de convite era un acontecimiento en aquella casa; asà que se
habÃa creÃdo capaz de contener catorce personas, que éramos, una mesa
donde apenas podrÃan comer ocho cómodamente.
Un silencio de muerte reinaba á su alrededor; un silencio que sólo
interrumpÃa el lejano bramido de los ciervos, el temeroso murmullo de
las hojas, y el eco de una campana distante que de vez en cuando traÃa
el viento en sus ráfagas.
En la conversación familiar, y cuando desea mostrarse cariñoso, sea con
los que están presentes o con algún amigo cuyo recuerdo le asalta,
emplea términos de su invención o diminutivos que dan una flexibilidad
singular a las palabras.
Huérfana también de
padre, sin protección de parientes ni de amigos, las autoridades
tuvieron que buscarle acomodo, y asà le cupo en suerte ir á parar á casa
de una tÃa de mi madre, señora principal y rica que la tomó bajo su
amparo.
La riqueza forestal del Brasil 10
apenas si ha sido todavÃa tocada, y se dice que no hay
otra región del mundo que contenga una variedad tan
grande de maderas útiles y ornamentales, asà como
plantas medicinales.
Por último,
serÃa una omisión imperdonable[3] olvidar en esta descripción un lazo de
cuero que al lado derecho de la montura pendÃa de una ojalera de lo
mismo[4]; primorosamente calada y laboreada con pespuntes y botoncillos
blancos.
Uno
de sus rizos caÃa sobre sus hombros, deslizándose entre los pliegues
del velo como un rayo de sol que atraviesa las nubes, y en el cerco de
sus pestañas rubias brillaban sus pupilas como dos esmeraldas sujetas
en una joya de oro.
y ná: al dÃa siguiente cogió una cafetera que no se podÃa
lamber.{172-3} Yo la he dao aguardiente cocÃo con pólvora, que icen que
es bueno pa tomar ripunancia á la bebida, y á esta condená paece{172-4}
que le gusta más desde entonces.
Buscaron flores naturales; mas no
hallándolas, por ser tan impropia de ellas la estación, tejieron una
linda corona con flores de tela, escogiendo las más bonitas y las que
más se parecÃan á verdaderas rosas frescas traÃdas del jardÃn.
LA CASA DONDE MURIÓ
I
Camino del pueblo de B..., situado cerca de la capital de una provincia
cuyo nombre no hace al caso, Ãbamos en un carruaje, tirado por dos
mulas, Cristina, su madre, Fernando el prometido de la joven, y yo.
La tÃa del joven no me agradó; era una señora de unos cincuenta años,
alta, delgada, con ojos grises muy pequeños, nariz larga que se
inclinaba hacia su barba puntiaguda, y cabellos casi blancos recogidos
en una gorra de color obscuro.
Se debió un aumento
considerable de la población a la importación de africanos
en los principios del Brasil, para formar base de
una población de trabajo, y la mezcla de la sangre de
aquéllos se nota en las regiones del norte.
Además,
esas repúblicas han perfeccionado los métodos de cultivo y ya se aprecia
en ellos la acción de los plantadores inteligentes, quienes hacen una
elección prolija de las semillas y atienden a las condiciones del suelo
y del clima.
Como las flores formaban casi cÃrculo, y las niñas se
agrupaban en medio, podÃa compararse la vista que ofrecÃan, á aquellos
cuadros flamencos y estampas francesas, en que pintan un grupo de genios
ó de niños en una guirnalda de flores.
Después de acostar á
mi nieta, que entonces tenÃa tres años y hoy es una moza gallarda,
rubia, metida en carnes, de esas que á usted le gustan (yo bajé los
ojos modestamente y bebà un trago de cerveza), me iba á hacer la
tertulia á Da.
Este fanal se
enciende todas las noches, y como su luz recibe considerable aumento con
la ayuda de lentes y de grandes reflectores, puede ser vista á una
distancia considerable, y guiar de esta manera á los navegantes durante
la noche.
No sé si atendió a la riña;
Pero el domingo siguiente,
Paseando el niño inocente
Por una fértil campiña,
Vió por una valla o puerta
Que una mula trabajaba
En una noria, y sacaba
El riego de aquella huerta.
Sus compañeras fueron una tras otra desamparando la casa,
la una porque encontró marido, la otra para ir á buscarse la vida en
otro lado; ella sola continuó sirviendo á mi tÃa con una fidelidad
canina, hasta la muerte de la buena señora.
Ante aquel contraste
De vida y misterios,
De luz y tinieblas,
Medité un momento:
«_¡Dios mio, qué solos
se quedan los muertos!!_»
De la casa en hombros
Lleváronla al templo,
Y en una capilla
Dejaron el féretro.
Figuraos un bosque de gigantes palmeras de
granito que al entrelazar sus ramas forman una bóveda colosal y
magnÃfica, bajo la que se guarece y vive, con la vida que le ha prestado
el genio, toda una creación de seres imaginarios y reales.
Flanquean los ángulos del castillo cuatro torres cuadradas, las cuales
asà como las murallas de todo el recinto, están coronadas de bien
formadas almenas, que se alÃnean uniformes, firmes y sin mella, como los
dientes de una hermosa boca.
La Avenida de RÃo 20
Branco, de una milla de norte a sur, al través del centro
de la ciudad, es una espléndida vÃa pública delineada por
imponentes edificios públicos y casas particulares o de
comercio.
La tristeza le tenÃa dominado y abatido de tal suerte,
que apenas despegaba los labios; pasaba las horas componiendo una gran
misa de _requiem_, que contaba se tocase por la caridad del párroco en
obsequio del alma de su difunto padre....
Pero los mozos, asà hacÃan caso de sus lamentos
como yo de la lluvia cuando estoy bajo techado.--Yo soy una pobre
vieja que no he hecho daño á nadie: no tengo hijos ni parientes que me
vengan á amparar; ¡perdonadme, tened compasión de mÃ!
Un documento relativo a una venta de géneros, que
lleve las firmas del aceptante o de su inmediato deudor y el endoso de
la persona que lo negocie, se considera como un pagaré y se descuenta a
un plazo variable, cuyo lÃmite es seis meses.
El ser[15] doctor es una aspiración
general en ellos; con que[16] quien no es[17] médico,[18] abogado[19] o
ingeniero,[20] estudia para[21] arquitecto,[22] agrimensor,[23]
dentista,[24] farmacéutico,[25] veterinario,[26] oculista,[27] etc.
Aquà tomamos un tren que en ocho horas nos conduce a Guatemala la Nueva,
capital de[42] la república, después de cruzar una fertilÃsima región
montañosa en la que abunda toda suerte de[43] plantas silvestres y
árboles de riquÃsimas maderas.
Tiene una
equivalencia legal fija con respecto al peso de oro, de
modo que un peso de papel equivale siempre a 44 10
centavos de un peso de oro, y vale, haciendo un cálculo
rápido, cerca de 43 centavos de dólar.
Cuando van
a todo correr,[8] llevan las alas tendidas hacia atrás, y mudan
frecuentemente de dirección, abriendo una de ellas, con lo que[9] el
viento les ayuda a ejecutar rápidamente estas vueltas, que frustran los
movimientos del cazador.
De Nueva 10
York parten una vez por semana vapores de pasajeros,
que hacen un servicio moderno y rápido en catorce dÃas,
siendo como de dieciséis dÃas la duración del viaje a
RÃo de Janeiro, con una parada en BahÃa.
Después de
desdoblar la madeja de seda, dejó caer[30] al pie de la
torre una de las puntas, para que la mujer atase a 25
ella el cordel, y cuando cogió el cordel se sirvió el
prisionero de[31] él para subir la soga.
Las emanaciones potentes de
la tierra penetran en los pulmones, el vigor tropical sube a la cara y,
unido a la alegrÃa de la fiesta, les enciende las sienes, los envuelve
en una atmósfera vibrante que da a las arterias pulsaciones de fiebre.
Plántase el palo en el punto más
culminante del sembrado, después de haberlo metido
dentro de una pierna de calzón hecho pedazos, cuya otra
pierna queda colgando a merced del viento, semejando
en todo a la vacÃa pierna de un inválido.
Por fin, el dÃa 10 de octubre
de 1913, el Presidente de los Estados Unidos, oprimiendo un botón
eléctrico, a una distancia de 3,000 kilómetros, hizo saltar el último
obstáculo que quedaba en el canal con una carga de 20 toneladas de
dinamita.
Caminaron los hermanos algún tiempo y al llegar a una encrucijada, donde
partÃan cuatro caminos, el hermano mayor dijo:
--Hermanos mÃos, separémonos; cada uno tome un camino, busque su fortuna
y después de un año nos reuniremos otra vez aquÃ.
Por una parte las plantaciones cientÃficamente administradas,
las poblaciones rurales saneadas, constituyen un ejemplo altamente
sugerente, y el orden que reina en esas comarcas ha ejercido una
influencia saludable en la administración pública.
V.--EL IDEAL AMERICANO
1.--AMBAS AMÉRICAS
Cuando se echó sobre el torrentoso y ancho Niágara el puente colgante[1]
que es hoy asombro de los ingenieros, la gran dificultad estaba sólo en
pasar una maroma de la una a la otra orilla.
de Clieux las reanimó
con su propia ración de agua, y en los dÃas siguientes
la partió con ellas, llegando al fin enfermo de 15
sed a la Martinica, pero salvando de una muerte segura
las dos pequeñas plantas de café.
ECONOMÃA PRÃCTICA
...Hay personas que cifran todo su orgullo en comprar barato, como le
sucede á un tÃo mÃo, hombre muy nervioso y algo irascible, que se va á
un establecimiento de paños y empieza por pedir una silla y sentarse
cómodamente.
En el 20
primero de aquellos años el Vicealmirante Villegaignon
estableció una colonia de hugonotes franceses en una
isla de la bahÃa de RÃo de Janeiro, isla que hoy lleva
su nombre, y en la que permaneció hasta el año de 1560.
Al contrario, era
hombre joven todavÃa, pues apenas andaba en los cuarenta; poco erudito y
muy despejado, de imperiosa y breve palabra, y sobradamente capaz de
sujetar y meter en cintura á un convento de frailes y también á una
horda de piratas.
X
El caballo relinchó con una fuerza que hizo estremecer el bosque, dió
un bote increÃble, un bote en que se levantó más de diez varas del
suelo, y el aire comenzó á zumbar en los oÃdos del jinete, como zumba
una piedra arrojada por la honda.
Cuando el más ágil de los lebreles llegó á las
carrascas jadeante y cubiertas las fauces de espuma, ya el ciervo,
rápido como una saeta, las habÃa salvado de un solo brinco,
perdiéndose entre los matorrales de una trocha, que conducÃa á la
fuente.
Eran grandes, con pestañas largas y un negro de azabache: el
iris acero gris, poseÃa una cristalina claridad y transparencia, a
través de la cual la pupila negra azabache se veÃa expandirse y
contraerse, con toda sombra de pensamiento o de emoción.
Los oficiales que advirtieron la taciturna tristeza de su camarada, le
sacaron del éxtasis en que se encontraba sumergido, y presentándole una
copa, exclamaron en coro:
--¡Vamos, brindad vos, que sois el único que no lo ha hecho en toda la
noche!
Los oficiales que advirtieron la taciturna tristeza de su camarada, le
sacaron del éxtasis en que se encontraba sumergido, y presentándole
una copa, exclamaron en coro:
--¡Vamos, brindad vos, que sois el único que no lo ha hecho en toda la
noche!
Soñó que en su seno engendraba una serpiente, una serpiente monstruosa
que, arrojando agudos silbidos, y ora arrastrándose entre la menuda
hierba, ora replegándose sobre sà misma para saltar, huyó de su vista,
escondiéndose al fin entre unas zarzas.
Cambiadas[29]
las ideas entre el propietario y el ingeniero o el[30] arquitecto,
éste[31] hace una licitación privada entre constructores,
distribuyendo[32] entre ellos las planillas _de_ especificaciones y de
condiciones que se hayan[33] convenido.
En
cuanto a la Argentina, como las aguas del Plata contienen mucho fango,
el centro de las regatas está algo distante de Buenos Aires, en una
región sumamente pintoresca, cruzada por canales cuyas orillas están
sombreadas por sauces y otros árboles.
Doña
Juana, la de los dientes negros y amarillos, me alarga de su plato y con
su propio tenedor una fineza, que es indispensable aceptar y tragar; el
niño se divierte en despedir á los ojos de los concurrentes los huesos
disparados de las cerezas; D.
EULALIA
VivÃa sólo en un mundo de lamentaciones y
mi alma era una onda estancada, hasta que
la bella y dulce Eulalia llegó a ser mi pudorosa
compañera, hasta que la joven Eulalia, la de
los cabellos de oro, llegó a ser mi sonriente
compañera.
La bodega de elaboración está dotada de cierta
máquina, llamada demoledora, movida a vapor y colocada sobre un gran
tanque metálico, donde se mezcla y refrigera el mosto antes de ser
llevado, mediante una bomba centrÃfuga, a la bodega de fermentación.
Mande usted que me preparen una buena cazuela de sopas de ajo con un
puñado de huevos, para hacer boca, y luego cualquiera cosilla, con tal
de que sea mucho y substancioso, y media hogaza de pan ó una, y varios
postres, y su correspondiente vino, y...
se
hallaba oportunamente comprometido para otro convite; y la señorita, que
tan bien habÃa de cantar y tocar, estaba ronca en tal disposición que se
asombraba ella misma de que se le entendiese una sola palabra,{137-2} y
tenÃa un panadizo en un dedo.
viéndose sin huida, se
arrojó al suelo, se arrastró por la tierra besando los pies de los
unos, abrazándose á las rodillas de los otros, implorando en su ayuda
á la Virgen y á los Santos, cuyos nombres sonaban en su condenada boca
como una blasfemia.
El cura, sin tener un talento sobresaliente, ni una santidad que llamase
la atención, era uno de esos sacerdotes, cuyo carácter, inclinaciones,
estudios, educación, ocupaciones y hábitos los hacen perfectamente aptos
para el desempeño de su ministerio.
En aquel
instante la nota que maese Pérez sostenÃa trinando, se abrió, se
abrió, y una explosión de armonÃa gigante estremeció la iglesia, en
cuyos ángulos zumbaba el aire comprimido, y cuyos vidrios de colores
se estremecÃan en sus angostos ajimeces.
Entre las numerosas imágenes que adornaban su
cuarto, la viejecita reverenciaba muy en particular un san Antonio de
talla, recuerdo de mi tÃa y muy milagroso, según fama, pues no habÃa
objeto perdido que no pareciese en cuanto le encendÃan una candela.
La excitación de la alegrÃa los fatiga, la tensión del entusiasmo se
afloja, la energÃa para el placer se ablanda, la voluntad se deslÃe, y
entonces un vaho de sopor, una onda de languidez y de ternura los
envuelve, los penetra, los sumerge dulcemente.
Millones de chispas de luz rojas y azules,
verdes y amarillas, volteaban alrededor de las piedras como un
torbellino de átomos de fuego, como una vertiginosa ronda de esos
espÃritus de las llamas que fascinan con su brillo y su increÃble
inquietud....
Se veÃa precisado muchas veces á tratar sus asuntos en
terrenos despoblados y solitarios, y en estas ocasiones Tony no se
separaba una pulgada de su amo, mirando siempre á la cara de la persona
desconocida, como si quisiera adivinar sus intenciones....
bueno, -a, good, kind, well, fine; una buena, a good one; a warm
reception; Noche Buena, Christmas eve; mass of Christmas eve; --s
evaugelios, some holy sayings; some of the holy Scriptures; de buen
tono, fashionable; _subst._ _m._, good man, Christian.
Cristina y su madre nos esperaban, en efecto, y juntos nos dirigimos á
casa de la tÃa de Fernando, que estaba situada en la plaza del pueblo,
haciendo esquina á una calle estrecha y sombrÃa, en la que, sin saber
por qué, entré con una profunda tristeza.
Era frecuente encontrarla en la calle llevando y trayendo floreros y
candelabros para adornar los altares, y en vÃsperas de las grandes
fiestas no volvÃa á salir de la iglesia ni para comer, afanada como una
hormiga en los preparativos de la solemnidad.
Se producen en América
dos clases de plantas de café: la común, que es igual a
la producida en Arabia, y la gigante, que parece ser
una exageración de la primera, y que se cultiva en 25
algunas regiones de Ãfrica y en el Brasil.
ya
en el otoño, como regalo de despedida, inclina hacia los niños, que le
alegraron con sus cantos y juegos todo el verano, enormes racimos de su
hermosa fruta; y después, dando sus hojas ya inútiles al viento, se
encoge y se duerme como una marmota....
No
es raro que la propiedad se extienda desde una calle hasta la que limita
la manzana por el lado opuesto, y en este caso la parte posterior está
ocupada por el huerto o fondo, como familiarmente se le llama, y donde
suele haber añosos árboles frutales.
El nuevo organista, después de atravesar por en medio de los fieles
que ocupaban las naves para ir á besar el anillo del prelado, habÃa
subido á la tribuna, donde tocaba unos tras otros los registros del
órgano; con una gravedad tan afectada como ridÃcula.
Indudablemente el artista, que es casi un dios, da á su obra un soplo de
vida que no logra hacer que ande y se mueva, pero que le infunde una
vida incomprensible y extraña; vida que yo no me explico bien, pero que
la siento, sobre todo cuando bebo un poco.
bien en[13] mencionar ese punto al tratar de la
educación, pues la _conscripción_ militar es una verdadera escuela en la
que los jóvenes de veinte años completan su educación, reciben nociones
de agricultura y se ejercitan en ciertas prácticas industriales.
Él la amaba: la amaba con ese amor que no conoce freno ni lÃmites; la
amaba con ese amor en que se busca un goce y sólo se encuentran
martirios; amor que se asemeja á la felicidad, y que, no obstante,
parece infundir el cielo para la expiación de una culpa.
Indudablemente el
artista, que es casi un dios, da á su obra un soplo de vida que no
logra hacer que ande y se mueva, pero que le infunde una vida
incomprensible y extraña; vida que yo no me explico bien, pero que la
siento, sobre todo cuando bebo un poco.
Nuestro juez no
era un polÃtico sino un artista, que por amor al[342] arte 15
se entregaba a sus tenebrosos estudios; y debÃa ser
mucha su modestia, porque es fama que nunca se le oyó
hablar una sola palabra de sus progresos en la ciencia.
Convenidos amo y
criado, encargó el primero al segundo, muy buen ginete, que enseñase á
saltar fosos á una yegua, singularmente ligera, que poseÃa, ensanchando
el foso gradualmente, hasta que llegase á tener la anchura del que
cercaba al castillo sarraceno.
La muerte reinaba en el seno de esa onda
envenenada, y en su remolino habÃa una tumba
bien hecha para aquel que pudiera beber en
ella un consuelo a su imaginación taciturna, para
aquel cuya alma desamparada pudiera haberse
hecho un Edén de ese lago velado.
The 2d and 4th are _agudos_ and
assonanced.]
[Footnote 2: This thought is developed in the first of Becquer's
_Cartas literarias á una mujer._]
XXIII[1]
Por una mirada, un mundo;
Por una sonrisa, un cielo;
Por un beso...
Estoy seguro que los niños de escuela en el
Brasil saben más acerca de la geografÃa del Japón que de Chile; y serÃa
una sorpresa encontrar un escolar boliviano que recitara con más
corrección la lista de los estados mejicanos que la de los cantones de
Suiza.
Procuró entonces reanudar el sueño, y logró conseguirlo, después de dar
vueltas y más vueltas sobre los mullidos colchones, que eran lo menos
seis ó siete, con lo que el tal lecho parecÃa un catafalco, y era
menester para escalarlo subirse antes en una silla.
Todos los dÃas se le veÃa{80-2} subir con sus compañeros á
una de las cuatro torres que flanqueaban en sus ángulos el cuadrado
castillo, para descubrir en la inmensa extensión de terreno que abarcaba
su vista, si le llegaba socorro de los suyos; ¡pero en vano!
Ahora nosotros nos hallamos[6] dispuestos a invertir dinero en una forma
más completa, estableciendo una fuerte casa en Sud América que se ocupe
de la compra de pieles, asà como también de su elaboración, en las
condiciones más perfectas que sea dable alcanzar.
En donde esté una piedra solitaria
Sin inscriptión alguna,
Donde habite el olvido,
Allà estará mi tumba?[3]
[Footnote 1: This poem is composed of hendecasyllabic verses,
mostly of the first class, and of heptasyllabic verses.
En 1833, estuve de dependiente de comercio en ValparaÃso,
ganaba una onza mensual, y de ella destinaba media para pagar al
profesor de inglés Richard, y dos reales semanales al sereno del barrio
para que me despertase a las dos de la mañana a estudiar mi inglés.
En una de las embestidas resbaló el tenedor sobre el animal
como si tuviera escama, y el capón, violentamente despedido, pareció
querer tomar su vuelo como en sus tiempos más felices, y se posó en el
mantel tranquilamente como pudiera en un palo de un gallinero.
Lloro la vida
que me huye: cuando el cielo se corona de rayos de luz, y la tierra se
viste de verdura y de flores, y el viento trae perfumes y cantos de
pájaros y armonÃas distantes, y se ama y se siente una amada ¡la vida
es buena!--¿Y por que no has de vivir?
Su
entendimiento era el de un toro de ocho años y su fuerza también, sobre
todo cuando se ponÃa ó lo ponÃan colérico; por cuya razón era muy
respetado y temido, y ninguno querÃa contradecirle aunque dijese una
barbaridad, y solÃa decirlas de monumental calibre.
Tienen
estas gentes una aptitud 20
extraordinaria
para la música y el
baile, y su conversación
es pintoresca, ingeniosa
y algo propensa 25
al chiste.
A veces los agricultores de un distrito, no pudiendo tener cada uno su
propia[8] trilladora, se asocian entre sÃ,[9] formando sociedades
agrÃcolas cooperativas para comprar una máquina en común.[10]
--¿Se conoce en esas comarcas lo que aquà se llaman _options_?
Asà intentamos ahora echar un hilo sobre el
ancho abismo que separa a ambas Américas, y si una mano solÃcita del
bien[2] recoge y fija allá el otro cabo, habremos comenzado a construir
el robusto cable que debe unir la actividad intelectual de ambos
continentes.
El agua, que[166] se saca del
aljibe diariamente por medio de[167] un balde suspendido de una roldana
por una cadena, es notablemente lÃmpida y pura por lo que[168] puede
beberse de ella sin peligro y su sabor carece del dejo especial de
ciertas aguas de fuente.
El viejo creyó razonable esta observación, y entre él
y su hijo buscaron un fuerte palo, ataron el asno a él, y 15
tomando en hombros una extremidad el padre, y otra
el hijo, fueron trabajosamente cargados con la bestia
con dirección al pueblo.
Mientras haya unos ojos que reflejen
Los ojos que los miran;
Mientras responda el labio suspirando
Al labio que suspira;
Mientras sentirse puedan en un beso
Dos almas confundidas;
Mientras exista una mujer hermosa,
¡Habrá poesÃa!
No hay que hablarle, pues, de estos usos sociales, de estos respetos
mutuos, de estas reticencias urbanas, de esa delicadeza de trato, que
establece entre los hombres una preciosa armonÃa, diciendo sólo lo que
debe agradar y callando siempre lo que puede ofender.
Tan vigorosa adquisividad--unida á
una probidad de autómata y á una laboriosidad más propia de máquinas que
de seres humanos--darÃa por sà sola la clave de la estupenda suerte de
Becerro, si no supiésemos que toda planta muere si no encuentra
atmósfera propicia.
Miró á su interlocutora, y vió que era una morena de once á doce años,
de ojos como tinteros, de tupida melena negra, vestida con rico y bien
cortado ropón de franela roja, y luciendo un sombrerillo jockey de
terciopelo granate que le sentaba á las mil maravillas.
No habÃa estado en Cuba, sino en Costa Rica, donde
juntó una respetable fortuna; pero habÃa pasado muchos años en el campo,
sin comunicación apenas con Europa; escribió tres ó cuatro veces por
medio de los barcos que traficaban con Inglaterra y no obtuvo respuesta.
This beautiful woman, Galatea, became his
wife, and bore him a son called Paphos, founder of the city of that
name in Cyprus.]
--Por mi parte, puedo deciros que siempre la creà una locura; mas
desde anoche comienzo á comprender la pasión del escultor griego.
Comprendà que el camello era ciego del
ojo derecho, porque estaba intacta la hierba de ese 25
lado, y la del izquierdo se la habÃa comido al pasar,
y deduje que iba cojo, porque apenas se marcaban en
la arena las pisadas de una de sus patas.
parte, _f._, part, portion, direction; á esta --, up to now; de algún
tiempo á esta --, for some time past, for some time now; en --,
partly; en alguna --, somewhere; por mi --, for my part; por todas
--s, in every direction; everywhere; por una --, on the one hand.
Renegando entre dientes de la campana y del campanero que la toca,
disponÃame, una vez apagado aquel insólito y temeroso rumor, á coger
nuevamente el hilo del interrumpido sueño, cuando vino á herir mi
imaginación y á ofrecerse ante mis ojos una cosa extraordinaria.
Los esposos que asà trataban al triste padre tenÃan 10
un hijo de cuatro años, y un dÃa le vieron muy afanado
tratando de[97] ahuecar un trozo de madera, al que
habÃa redondeado ya por el exterior dándole toscamente
la forma de una escudilla.
No es
lo mismo encontrarlos en una grande altura, que verlos allÃ[2] al nivel
del mar, rodeados de vegetación, en medio de una temperatura agradable,
como la de un dÃa plácido de primavera, y donde parecerÃa que la nieve
no pudiera conservarse sino breves instantes.
Después de las once, y
cuando estaba la ciudad en plena[3] tiniebla, embozóse el virrey en su
capa y salió de Palacio.[4]
A poco andar[5] tropezó con una ronda; mas reconociéndolo el capitán, lo
dejó seguir tranquilamente, murmurando:--Vamos, ya pareció aquéllo[6]!
La popa estaba lisa y en los costados ni una
señal del número de filiación y nombre de la matrÃcula, un ser
desconocido que se morÃa entre aquellas otras barcas orgullosas de sus
pomposos nombres, como mueren en el mundo algunos, sin desgarrar el
misterio de su vida.
Sinforoso que el de los pájaros se sentaba en una silla para
alimentar al loro con más comodidad, él se sentó también á la entrada de
la tienda, y allà se estuvo cerca de una hora, diciendo de vez en
cuando:
--Conque ya lo sabe usted: dos pesetas y un perro grande.
Terminaba ño Neira de responder y ya le caia una nueva pregunta encima,
y si él tenia placer en contestarnos, no lo tenÃamos menor nosotros en
oir su lenguaje espresivo, su peculiar manera de comerse las palabras, y
hasta el colorido especial con que lo revestia todo.
Y esto diciendo llevóse la copa á los labios, y después de
humedecérselos con el licor que contenÃa, le arrojó el resto á la cara,
prorrumpiendo en una carcajada estrepitosa al ver cómo caÃa el vino
sobre la tumba goteando de las barbas de piedra del inmóvil guerrero.
Por la tarde el criado
habÃa dejado inadvertidamente abierta la ventana del gabinete; ésta,
como es sabido, daba á una calle estrecha, y en la casa de enfrente, en
una pobre habitación, se hallaba el cadáver de aquella joven
desconocida, velado por la madre de Teresa.
Y esto diciendo llevóse la copa á los labios, y después de
humedecérselos con el licor que contenÃa, le arrojó el resto á la
cara, prorrumpiendo en una carcajada estrepitosa al ver como caÃa el
vino sobre la tumba goteando de las barbas de piedra del inmóvil
guerrero.
Sobre una de estas rocas, sobre una que parecÃa próxima á desplomarse
en el fondo de las aguas, en cuya superficie se retrataba temblando el
primogénito de Almenar, de rodillas á los pies de su misteriosa
amante, procuraba en vano arrancarle el secreto de su existencia.
Y seguà adelante
murmurando: «¡Qué chiquilla tan mona!{18-2} ¡Lástima será que se la
lleve un tunante!» Después me puse á reflexionar en lo fácil que{18-3}
me hubiera sido jugar una mala pasada al alcalde y alzarme con el
cargo;{18-4} pero no; hubiera sido una felonÃa.
Al llegar aquà no hubo ya dormilones, indiferentes ni medio dormidos;
antes, cada cual abrÃa los ojos como una liebre, fijándolos en el orador
con cierta expresión de asombro y de lástima propia de quien contempla á
un hombre que repentinamente acaba de perder el juicio.
Como
yo habÃa oÃdo que el aguardiente es bueno pa quitar el dolor de barriga,
poniendo por fuera unos paños bien empapaos en ello, calenté en una
sartén como medio cuartillo; y cuando estaba casi hirviendo, llevélo asÃ
á la cama onde se estaba revolcando la muy bribona.
La madre oÃa sin
cesar la encantadora media lengua de Celinina, diciendo las cosas al
revés, y haciendo de las palabras de nuestro idioma graciosas
caricaturas filológicas que afluÃan de su linda boca como la música más
tierna que puede conmover el corazón de una madre.
The past participle of
=morir= is used instead of that of =matar= when that which is killed is
a person.]
[Note 301: =soltar una carcajada=, _to burst out laughing_.]
=EJERCICIOS=
=Cuestionario=
Háganse contestaciones en español a las preguntas que siguen.
IV
Tú, noble caballero, tal vez al resplandor de un relámpago; tú, pastor
errante, calcinado por los rayos del sol; tú, en fin, hermosa niña,
cubierta aún con gotas de rocÃo semejantes á lágrimas, todas habréis
visto en aquel santo lugar una tumba, una tumba humilde.
La destructora acción de los años, que ha cubierto de orÃn el metal,
ha roto y carcomido la piedra de este monumento, entre cuyas
hendiduras crecen algunas plantas trepadoras que suben enredándose
hasta coronarlo, mientras una vieja y corpulenta encina le sirve de
dosel.
Sabiendo que los cristianos de otras poderosas naciones, se aprestaban
á partir juntos en una formidable armada[1] á un paÃs maravilloso para
conquistar el sepulcro de Nuestro Señor Jesucristo, que los moros
tenÃan en su poder,[2] se determinó á marchar en su seguimiento.
Y los átomos
de ese astro se dispersan y se convierten bien
pronto en una lluvia, de la cual las mariposas
de esta tierra, que buscan en vano los cielos
y vuelven a descender,--¡criaturas jamás
satisfechas!--nos devuelven partÃculas a veces
sobre sus alas estremecidas.
Él notó que levantaron una baldosa
detrás de una cama; que bajaron una escalera; que
llegaron a un patio; que abrieron la entrada a otra escalera;
que bajaron ésta y llegaron a otro patio; que abrieron una 55
puerta y allà estaba la princesa con dos compañeras.
Sintióse[8] el viejo muy mortificado con esta pregunta
burlona, y el otro la explicó diciendo que era una barbaridad
cargar de aquella manera a un animal tan pequeño
y débil, y les hizo ver[9] al padre y al hijo lo[10] 10
cansado que el asno estaba.
Apenas se hubo sentado, ó desplomado sobre una silla, desenvainó una
especie de colcha que le servÃa de pañuelo, se enjugó el cuello y la
cara, y á renglón seguido, por no perder la costumbre, disparó un
diluvio de necias preguntas á su amigo y huésped el benemérito Lopera.
III
¡La catedral de Toledo![1] Figuraos un bosque de gigantes palmeras de
granito que al entrelazar sus ramas forman una bóveda colosal y
magnÃfica, bajo la que se guarece y vive, con la vida que le ha
prestado el genio, toda una creación de seres imaginarios y reales.
Háblannos de Rivera el criollaje rebelde a todo yugo;
la vida campesina, modalidad de una estirpe que se va; la guitarra
rasgueada bajo el toldo de las enramadas o en las carpas de los
campamentos; la trova plebeya llena, como la flauta del dios Pan, de
selváticas armonÃas.
La
mujer no es bizca como su marido, ni morena; pero tiene los cabellos tan
cerdosos como él, y una rubicundez en la cara, entre bermellón y
chocolate, que no hay quien la resista.{163-2} Gasta saya de bayeta
anaranjada, jubón de estameña parda y pañuelo blanco á la cabeza.
En ParÃs me encerré quince dÃas
con una gramática y un diccionario, y traduje seis páginas de alemán, a
satisfacción de[11] un inteligente a quien dà lección, dejándome
desmontado aquel supremo esfuerzo, no obstante que creÃa haber cogido ya
la estructura del rebelde idioma.
Prosiguieron, pues, cruzando al azar plazas
desiertas, pasadizos sombrÃos, callejones estrechos y tenebrosos,
hasta que por último, vieron brillar á lo lejos una luz, una luz
pequeña y moribunda, en torno de la cual la niebla formaba un cerco de
claridad fantástica y dudosa.
Sobre estas columnas fundó una
administración que todavÃa no conoce rival en estos paÃses, y parte de
cuyas creaciones, como puntos luminosos han lucido hasta en las negras
horas del gobierno bárbaro que por tantos años mantuvo detenido el carro
del progreso[2] argentino....
Al oir el estupendo desenlace de tan extraña aventura, cuantos habÃa en
el corro prorrumpieron en una ruidosa carcajada, mientras uno de ellos
dijo al narrador de la peregrina historia, que era el único que
permanecÃa callado y en una grave actitud:
--¡Acabáramos de una vez!
Desde la tal mesita, y como se sube el agua
del pozo, hace subir la comida hasta la boca, adonde llega goteando
después de una larga travesÃa; porque pensar que estas gentes han de
tener una mesa regular, y estar cómodos{138-1} todos los dÃas del año,
es pensar en lo excusado.
El convento
á donde voy á conduciros no era mal local, pero hará cosa de tres ó
cuatro dÃas nos cayó aquà como de las nubes una de las columnas volantes
que recorren la provincia, y gracias que hemos podido conseguir que se
amontonen por los claustros y dejen libre la iglesia.
En cada una de esas divisiones las autoridades dirigen
los asuntos relativos a la enseñanza primaria con entera independencia y
aún con rentas propias; en otros paÃses la autonomÃa es menos completa,
y los consejos locales administran los fondos votados por el gobierno
federal.
No quiere esto
decir que[6] las desprecie, ni que de ellas se prive en absoluto; que no
es él tan descortés y mal criado[7] para negarse a comer con quien le
invita, ni a fumar un tabaco[8] cuando se le ofrece, ni a _tomar una
copa_[9] cuando haya alguno que le convide y pague.
Por suerte la demanda de carne para
tasajo no ha cesado nunca, y este hecho ha impedido se produjera[2] una
crisis en el negocio de ganado, como habrÃa sucedido si la raza criolla
se hubiera depreciado por falta de mercado al comenzar la demanda de
animales de razas superiores.
Al oir el estupendo
desenlace de tan extraiÃa aventura, cuantos habÃa en el corro
prorrumpieron en una ruidosa carcajada, mientras uno de ellos dijo al
narrador de la peregrina historia, que era el único que permanecÃa
callado y en una grave actitud:
--¡Acabáramos de una vez!
Allà era el[7] salir apresuradamente las señoritas a los balcones,
armadas de sus jarros, echando agua con una mano sobre aquellos
peripuestos donceles, y defendiéndose con la otra de los proyectiles que
ellos les arrojaban, con toda mesura,[8] a barajar, para no[9]
lastimarlas.
También
mucho depende de los cambios que la iniciativa de los plantadores
introduce en el veredicto comercial; y no serÃa extraño que el
Perú--donde recientemente se han hecho inmensas plantaciones sobre una
base cientÃfica--viera los mercados del mundo disputándose[7] su cacao.
Tiene una
área de 393,000 millas cuadradas y está limitado, por el
norte, con[370] el Mar Caribe; por el este, con la Guayana
Inglesa y el Océano Atlántico; por el oeste, con la 5
república de Colombia; y por el sur, con los Estados
Unidos del Brasil.
Principia el hombre con un paseo hacia la pareja, como para invitarla;
ella cede y le sigue; y asà a los manejos de la música, ejecutan varias
figuras en que, ya se retiran desdeñosos, ya se buscan y se acercan;
pero al tiempo de encontrarse la mujer da una media vuelta[4] y huye.
Igualmente el mate frÃo, es decir, tibio, es detestable, sólo sirve para
producir dolores de vientre.[3]
Sin embargo, la misma yerba puesta en maceración con agua frÃa, nos da
una bebida agradable que no tiene los inconvenientes del mate frÃo y que
lleva el nombre de _tererere_.
ilusiones,[35] pues esa aspiración es nada menos
que[36] la de mantenerse separados, distintos; la de crear una
conciencia nacional; la de preparar y consolidar tradiciones propias que
definan y circunscriban esas nacientes nacionalidades y les dé una
fisonomÃa y una personalidad.
Se celebraba la fiesta de la Virgen; su
imagen, colocada en el altar mayor sobre un escabel de oro, resplandecÃa
como una ascua de fuego; las notas del órgano temblaban dilatándose de
eco en eco por el ámbito de la iglesia, y en el coro los sacerdotes
entonaban el _Salve, Regina_.
Un domingo, su hermana mayor, que le querÃa mucho, obtuvo permiso de los
labradores, á quienes servÃa de pastora, para ir á ver al desdichado
enfermito, y le trajo una florecita azul que habÃa cogido en el campo, y
que por casualidad habÃa salido de la tierra con una parte de raÃz.
Y esa fué la razón por la cual, hace ya bastante
tiempo, en ese reino más allá de la mar
un soplo descendió de una nube, y heló a mi
bella Annabel Lee; de suerte que sus padres
vinieron y se la llevaron lejos de mà para encerrarla
en un sepulcro, en ese reino más allá de
la mar.
Y luego agregó en tono grave:--Y si
las relaciones internacionales no se organizan[43] de acuerdo con el
ideal universal de paz, mucho me temo[44] que la América toda, y no sólo
la del norte, necesite una marina de guerra bastante poderosa para
defender su independencia económica.
Lamentos, palabras, nombres,
cantares, yo no sé lo que he oÃdo en aquel rumor cuando me he sentado
solo y febril sobre el peñasco, á cuyos pies saltan las aguas de la
fuente misteriosa para estancarse en una balsa profunda, cuya inmóvil
superficie apenas riza el viento de la tarde.
Muy cerca de allÃ, dos
enormes barcas de Boston descargan también harina
de trigo y de maÃz en abundancia fabulosa, y en diversas 15
partes del muelle y de la bahÃa descargan a la vez
como una docena de buques más, casi todos procedentes
de los Estados Unidos.
Torres Caicedo_ (COLOMBIANO)
=Palma, Ricardo= (1833-)
Si a Ossián es necesario leerlo en la montaña; a Tennyson junto a un
buen fuego, en una confortable silla inglesa; a Beaumarchais, en ParÃs;
y a Tasso, en Florencia, sostengo que a Ricardo Palma[56] hay que leerlo
en Lima.
La
llamó, sin que él mismo supiese para qué, y como la moza entrase{49-1}
al corral, de repente el indiano, al contemplarla tan linda é
indefensa--pues la mujer que lleva una herrada no puede oponerse á
demasÃas--la tomó una mano y la besó, como harÃa algún galán del teatro
antiguo.
Apenas empezó á escucharse ese ruido particular que
produce el agua que se bate á golpes ó se agita con violencia, Garcés
comenzó á levantarse poquito á poco y con las mayores precauciones,
apoyándose en la tierra primero sobre la punta de los dedos, y después
con una de las rodillas.
Llevéla, á má é{172-1} tres leguas de aquÃ, á que un señor cura, que
icen que tiene ese previlegio, la echara los Avangelios;{172-2}
leyóselos, dióme una cartilla bendecÃa y un poco de ruda, cosÃlo too en
una bolsa, colguésela al pescuezo, costóme la cirimonia al pie de un
napolión...
Pude, otra vez, admirar su hermoso
rostro, suave y varonil, curtido por todos los vientos y todas las
glorias de la América, con su ancha frente en la cual una bala dejó la
estampa de una estrella[4]; toda su expresión, simpática y genial, bajo
la sombra movediza de su gran chambergo.
De estos hombres, algunos lloraban sentados; otros
permanecÃan de pie, pálidos, inmóviles, con el sello terrible que deja
un dolor profundo sobre un organismo fuerte y varonil; otros, fingiendo
tranquilidad, trataban de ocultar con una sonrisa violenta el llanto que
asomaba á sus ojos.
El silencio era profundo, e interrumpÃanle sólo el ruido de nuestra
cabalgata, el ladrido de algún perro alarmado por él, y el canto triste
y monótono del gallo, que a largos intervalos sonaba en una lejana choza
y era contestado en otra, como el _¡alerta!_ del centinela de la
soledad.
Y no se limitan sus funciones a comprar, por ejemplo, una lata en cuatro
reales para venderla después en cuatro duros; no señor; además de esto
suele dedicarse a soldar lo despegado, remendar lo roto y a enderezar
entuertos[1] y abolladuras, siempre que[2] se le pague como
corresponde.
Celinina tuvo por
breve rato un alivio tan patente, que todos concibieron esperanzas, y
lleno de alegrÃa, dijo el padre: «Voy al punto á buscar eso.»
Pero como cae rápidamente un ave herida al remontar el vuelo á lo más
alto, asà cayó Celinina en las honduras de una fiebre muy intensa.
En este punto se detuvo el pastor un memento, tendió á su alrededor
una mirada, y prosiguió asÃ:
--¿Siente usted este profundo silencio que reina en todo el monte, que
no suena un guijarro, que no se mueve una hoja, que el aire está
inmóvil y pesa sobre los hombros y parece que aplasta?
Transportadas a nuestros paÃses,
renovaron la sangre de la literatura española, diluyeron su pesadez,
podaron sus floraciones excesivas y transformaron su aspecto, como una
mujer delicada metamorfosea en _boudoir_ propicio a la galanterÃa el
frÃo salón vetusto de un castillo con historia.
El ángel miró tristemente y durante largo tiempo aquel pobre y
abandonado sitio; pero de repente su celeste mirada fué á posarse en una
florecita azul que un rayo de sol habÃa abierto y que parecÃa sonreir á
la tierra: el ángel dejó oir un grito de alegrÃa: abatió su vuelo y fué
á cogerla.
En semejante situación de
espÃritu ¿qué sensación no deberÃa producirme una horrible palmada que
una gran mano, pegada (á lo que por entonces entendÃ) á un grandÃsimo
brazo, vino á descargar sobre uno de mis hombros, que por desgracia no
tienen punto alguno de semejanza con los de Atlante?
Entonces se aumenta considerablemente el volumen de las
aguas que se despeñan por el Salto; entonces el rÃo es una _gran manga
del diluvio_, como decÃa Chateaubriand hablando del Niágara; entonces es
cuando los amantes de la naturaleza deben ver el Salto; entonces es
cuando yo lo he visto.
See p.16, note 3.]
Tornó empero á dominarse, cerró los ojos para no verla, extendió la
mano con un movimiento convulsivo y le arrancó la ajorca de oro,
piadosa ofrenda de un santo arzobispo; la ajorca de oro cuyo valor
equivalÃa á una fortuna.[2]
[Footnote 2: equivalÃa á una fortuna.
CaÃa la flor bajo los balcones, apresurábase el caballero a levantarla,
y cuando con una amable sonrisa iba a saludar a la dueña, recibÃa en el
rostro un torrente de agua que le enceguecÃa y ahogaba, desgracia que él
trataba de disimular diciendo con toda galanterÃa:
--¡Cómo ha de ser[11]!
Convino en[125] ello el buen muchacho persa; la madre 10
entonces le fué cosiendo las monedas en el interior de
la ropa, para que pudiera llevarlas con más facilidad
sin perderlas,[126] y terminada esta operación, le dijo:
--Prométeme ahora no decir jamás una mentira.
El arzobispo hizo una señal
de asentimiento con la cabeza, y ya algunos de los fieles que conocÃan
á aquel personaje extraño por un organista envidioso, enemigo del de
Santa Inés, comenzaban á prorrumpir en exclamaciones de disgusto,
cuando de improviso se oyó en el atrîo un ruido espantoso.
Después de una lucha sangrienta
y empeñada, se enseñorearon los españoles de[355]
sus templos, riquezas y metales preciosos que poseÃan y
quedaron los indios muy pasmados[356] de la avidez con
la cual los españoles amontonaban el oro, el cual ellos 15
casi despreciaban.
La mÃa es una verdadera dama castellana que por un milagro de la
escultura parece que no la han enterrado en un sepulcro, sino que aun
permanece en cuerpo y alma de hinojos sobre la losa que la cubre,
inmóvil, con las manos juntas en ademán suplicante, sumergida en un
éxtasis de mÃstico amor.
La mÃa es una verdadera dama castellana que por un
milagro de la escultura parece que no la han enterrado en un sepulcro,
sino que aún permanece en cuerpo y alma de hinojos sobre la losa que
le cubre, inmóvil, con las manos juntas en ademan suplicante,
sumergida en un éxtasis de mÃstico amor.
Y entonces se desparramaron por el suelo una multitud de trozos de tallo
de calabacera, todavÃa verdes y chorreando jugo, mientras que el viejo
hortelano, sentado sobre sus piernas y muerto de risa, dirigÃa el
siguiente discurso al Concejal y á los curiosos:
--Caballeros: ¿no han pagado Vds.
Es el caso, que[7] el
núcleo de la colonia le era en aquellos momentos contrario; mas aquel
orador sorprendente tenÃa recursos extraordinarios, y aprovechando mi
presencia, simpática para los cubanos que conocÃan al poeta,[8] hizo de
mà una presentación ornada de las mejores galas de su estilo.
La perra dirige á la señora una mirada de infinita ternura y se pone á
lamer á los viajeros, uno por uno, hasta que llega á un fabricante de
corchos, hombre iracundo, sin fe religiosa, ni aseo personal, que al
sentirse lamido suelta un terno y quiere matar á la perra con el lÃo de
los paraguas.
Las posadas de esos caminos no son hoteles sino casas de familia, donde
siempre el que lo ha menester[3] encuentra una mesa «puesta»[4] y una
cama «tendida»[5] y corazones sencillos, cariñosos, que consideran la
hospitalidad como un favor que recibe quien lo da, como un deber
ordenado por Dios.
A 5
este fin llamó el juez a uno de sus más diestros ayudantes,
y prometióle una buena recompensa en caso
que lograse quitar el caballo, con toda la honradez y
limpieza posibles, ofreciéndole además el librarle de la
sanción de la ley, dado caso de que[344] fuese sorprendido.
Aquà una de ellas, blanca como el vellón de un cordero, sacaba su
cabeza rubia entre las verdes y flotantes hojas de una planta
acuática, de la cual parecÃa una flor á medio abrir, cuyo flexible
tallo más bien se adivinaba que se veÃa temblar debajo de los
infinites cÃrculos de luz de las ondas.
La noción de gobierno, esto es, la de una entidad tutelar y
directiva, nacida del consenso general, digna de respeto, necesariamente
fuerte y obligatoriamente honesta, empezó a entrar en el alma nacional
cuando, después de predicarla durante cuarenta años, Sarmiento la
encarnó en la Presidencia.
La
señorona estruja sus vestidos de seda con los inmundos arambeles de la
mendiga y con las calzoneras de cuero del peregrino de tierra
adentro.[3] No se puede entrar en el santuario sino a empellones[4]; no
se puede circular por la placita sino dejándose arrastrar por una
corriente inevitable.
Podemos continuar nuestro viaje en ferrocarril desde la capital hasta
Puerto Barrios, en la costa del Atlántico, donde llegamos tras de doce
horas de viaje por una región digna de ser conocida[44] _por_ lo
interesante que es[45] para el hombre de negocios a quien le atraen las
empresas agrÃcolas.
Delante de sus compañeras, más ágil, más linda, más juguetona y alegre
que todas, saltando, corriendo, parándose y tornando á correr, de modo
que parecÃa no tocar el suelo con los pies, iba la corza blanca, cuyo
extraño color destacaba como una fantástica luz sobre el obscuro fondo
de los árboles.
Inmediato á la villa, y oculto en el fondo de un espeso bosque, vivÃa
á esta sazón, en una pequeña ermita dedicada á San Bartolomé[1] un
santo hombre, de costumbres piadosas y ejemplares, á quien el pueblo
tuvo siempre en olor de santidad, merced á sus saludables consejos y
acertadas predicciones.
Pensando en esto se afligÃa Pepito, y cada vez que
se le escapaba algún sollozo dirigÃa su vista a[194] la caja
que tenÃa abierta a su lado, y la miraba con infinita
ternura, como si buscase en aquel conjunto de esmaltes
y colores una idea brillante y alegre que serenase su
imaginación.
El escritorio o biblioteca suele tener una o más mesas de trabajo, ya de
la forma clásica, ya del estilo que llaman americano, ya,
finalmente,[125] del que lleva con el nombre de escritorio de ministro,
fácil de reconocer por los dos cuerpos laterales que contienen[126]
gavetas o pequeños armarios.
Es verdad que en una gran zona del continente la cosecha es deficiente
en cantidad y pobre en calidad, razón por la cual hay que importar gran
parte del maÃz que consume la población; pero esto mismo es un aliciente
para iniciar en los paÃses menos adelantados el cultivo perfeccionado de
ese cereal.
Fray
Gómez arrancó una página de un libro viejo, dirigióse
a la ventana, cogió ligeramente al animalito, lo envolvió
en el papel, y volviéndose hacia el castellano viejo le 20
dijo:
--Tome, buen hombre, y empeñe esta alhaja; no
olvide de devolvérmela dentro de seis meses.
The form of this proper adjective is the
same for the masculine and the feminine.]
[Note 136: =de nuevo=, _again_.]
=EL FLAUTISTA DE HAMELIN=
=Palabras y plumas el viento las lleva=
Hace mucho tiempo[137] que en una ciudad de Alemania
hubo una invasión extraordinaria de ratones.
aún en el sueño veÃa cruzar, perderse y tornar de nuevo una
mujer, una mujer morena y hermosa, que llevaba la joya de oro y de
pedrerÃa; una mujer, sÃ, porque ya no era la Virgen que yo adoro y ante
quien me humillo, era una mujer, otra mujer como yo, que me miraba y se
reÃa mofándose de mÃ.--¿La ves?
aun en el sueño veÃa cruzar, perderse y tornar de nuevo una
mujer, una mujer morena y hermosa, que llevaba la joya de oro y de
pedrerÃa; una mujer, sÃ, porque ya no era la Virgen que yo adoro y
ante quien me humillo, era una mujer, otra mujer como yo, que me
miraba y se reÃa mofándose de mÃ.--¿La ves?
En algunos, el estudio del problema del
regadÃo está a cargo de comisiones permanentes y en ellos se han
levantado empréstitos de muchos millones de dólares para llevar a cabo
trabajos de largo aliento.[2] Obras para regar una extensión de dos
millones de hectáreas han dejado ya de ser[3] una novedad.
Por una
coincidencia difÃcil de explicar, dado el alejamiento y la falta de
intercambio, el pensamiento francés traducÃa casi todos los matices
nacientes del alma latinoamericana y se superponÃa tan exactamente a sus
anhelos, que en determinados casos parecÃa nacido en la región y
elaborado por ella.
Abrió un libro devoto y lo volvió á cerrar sin
haber leÃdo cuatro renglones: empezó una carta, y apenas hubo puesto
delante de sà el papel y mojado la pluma en el ancho canjilón de loza
que le servÃa de tintero, desistió de su idea y comenzó á recorrer la
celda agitado y nervioso, como tigre enjaulado.
Todos guardaron silencio, y él prosiguio asÃ:
--Yo no acertaré nunca á dar la razón; pero es el caso que la historia
de las armas vacÃas me pareció siempre una fábula tejida en favor de
algún noble personaje, á quien tal vez altas razones de conveniencia
pública no permitÃan ni descubrir ni castigar.
exclamó Lope al ver á su contrario entonces, y en otros dÃas su
mejor amigo, asombrado como él, y como él pálido é inmóvil; Dios no
quiere permitir este combate, porque es una lucha fratricida; porque
un combate entre nosotros ofende al cielo, ante el cual nos hemos
jurado cien veces una amistad eterna.
La Argentina es una de las cinco repúblicas americanas
que se han organizado de acuerdo con[283] la forma del 25
gobierno federal, siendo las otras cuatro los Estados
Unidos de América, los Estados Unidos del Brasil, los
Estados Unidos Mejicanos y los Estados Unidos de
Venezuela.
NOTES:
[Note 275: =tener una extensión=, _to have an area_.]
[Note 276: =hasta fines de=, _until the end of_.]
[Note 277: =pasar a poder de=, _to pass into the possession of_.]
[Note 278: =servir de=, _to serve as_.]
[Note 279: =alzarse=, _to be piled up_.]
[Note 280: =recién=, _recently_.
que decir
algo, claman todos.--Désele pie forzado; que diga una copla á cada
uno.--Yo le daré el pie: _à don Braulio en este dÃa._--Señores, ¡por
Dios!--No hay remedio.--En mi vida he improvisado.--No se haga usted el
chiquito.--Me marcharé.--Cerrar{143-1} la puerta.--No se sale de aquÃ
sin decir algo.
At Cerignola, Italy, on April 28, 1503, the
Spanish army under Gonzalo de Córdoba defeated the French under the
Duc de Nemours, and gained for Spain the kingdom of Naples.]
Los militares acogieron el brindis con una salva de aplausos, y el
capitán, balanceándose, dio algunos pasos hacia el sepulcro.
Mas si se desea hacer composturas o
reparaciones en los muebles, habrá que[5] ocurrir a un ebanista, ya se
trate de añadir una pieza, completar un dibujo o reponer una moldura; si
en cambio hubiera que[6] guarnecer de nuevo almohadones, sillas, sofás,
etc., proveerlos de relleno, resortes o cubiertas, Ud.
Intentaron salir de aquel apuro
Con acudir a una colmena vieja,
Y sacar el cadáver de una abeja
Muy hábil en su tiempo y laboriosa;
Hacerla con la pompa más honrosa
Unas grandes exequias funerales,
Y susurrar elogios inmortales
De lo ingeniosa que era
En labrar dulce miel y blanda cera.
La ambición vulgar de mando, los compromisos de una polÃtica interior
bastarda, y el desorden consiguiente en el manejo y empleo de las rentas
son las causas principales del descrédito, exagerado a veces por el
interés y por la pasión, que de vez en cuando[5] se une al nombre de
algunas de estas repúblicas.
EL JUEZ Y EL ESCARABAJO
=Más vale maña que fuerza=
Un juez muy sabio, que servÃa en una provincia
de España gobernada por un hombre injusto y ambicioso,
fué condenado a prisión en una torre, porque
al gobernador le molestaba el que las gentes tuviesen[23]
tanto cariño y respeto al[24] juez.
La limeña que vuelve tarumba[58] al mismo virrey en persona,
con una mirada o un chiste, la he visto ayer salir de Santo Domingo, con
los ojos como ascuas, bajo el encaje del manto, con un pie capaz de
desaparecer en la juntura de dos piedras, y aquel andar que hubiera
hecho persignarse al mismo San Antonio.
Al oir tal, hubo en la cocina
una explosión de alegrÃa, con vivas y bendiciones hiperbólicas; sólo el
pastor, viejo cano, meneó la cabeza, afirmando que el que echaba con
señores «espantaba la suerte,» de lo cual le pesó tanto al marqués, que
condenó al pastor á no llevar ni un real en los décimos consabidos.
Cuando el viaje de su protector
le lleva a Londres, la escuela del dómine Brondeby es para él como un
lugar fantástico que despierta en su sér extrañas reminiscencias;
después, en la fuerza de su genio, el recuerdo de aquella morada y del
viejo profesor han de hacerle producir una de sus subyugadoras páginas.
El secretario se habÃa puesto su cuello más almidonado y una levita
negra que le daba por[2] las pantorrillas; estaba embarazado con sus
faldones, que en cualquier movimiento se abrÃan como paracaÃdas; lucÃa
su mejor alfiler, y su anillo de chispa[3] tenÃa un compañero tan ancho
que le impedÃa doblar el dedo.
Primero sintió
ese frÃo y singular estremecimiento, precursor de la aurora; después
advirtió cierto fulgor blanquecino, cada instante más luminoso; levantó
su canto el gallo, trompeta de la mañana, y al cabo, serena y hermosa,
llena de armonÃas y resplandores, brilló con toda limpidez una magnÃfica
alborada.
Esto se
prolonga mas de lo que pensamos y he escrito á Gaspar y á Valera que
solo pagó la mitad del importe del cuadro Gaspar he sabido que salio
ayer para Aguas Buenas y tardará en recibir mi carta Valera espero
enviará ese pico pero suele gastar una calma desesperante en este
apuro recurro una vez mas á vd.
à todo esto, á fuerza de ruegos, y como pago de haber dicho la
buenaventura á todos los ladrones, pronosticándoles que no serÃan
ahorcados y que llevarÃan una vejez muy tranquila, habÃa yo conseguido
que por las tardes me sacasen{35-2} de la cueva y me atasen á un árbol,
pues en mi encierro me ahogaba de calor.
DREAMLAND
I
En una senda abandonada y triste
que recorren tan sólo ángeles malos,
una extraña Deidad la negra Noche
ha erigido su trono solitario;
allà llegué una vez; crucé atrevido
de Thule ignota los contornos vagos
y al Reino entré que extiende sus confines
fuera del Tiempo y fuera del Espacio.
Su nuera aparece en el suyo, más
desaliñada que nunca, con la cara roja como un pimiento seco y con la
crin suelta, en medio de una espesÃsima nube de humo, ¡aparición
verdaderamente infernal!; saca medio cuerpo fuera de la balaustrada, y
con voz ronca y destemplada grita, mirando al piso segundo:
--¡TÃa!...
En cuanto al 10
pobre sacristán, no sabÃa lo que le pasaba,[252] y sin atreverse
a decir esta boca es mÃa, no hacia otra cosa que
toser y limpiarse el sudor de la cara, con su pañuelo, el
cual guardó y volvió a sacar una y cien veces, atacado
por la tos, que no le dejaba principiar.
Éstos se reducÃan á formar una banda de jóvenes de buen humor,
despreocupados y poco temerosos del peligro, que desde allà en
adelante vivirÃan alegremente del producto de su valor y á costa del
paÃs, hasta tanto que Dios se sirviera disponer de cada uno de ellos
conforme á su voluntad, según hoy á mà me sucede.
Encantados los habitantes de Bellver con tan ingeniosa solución,
volvieron á reunirse en concejo, mandaron levantar una altÃsima horca
en la plaza, y cuando ya la multitud ocupaba sus avenidas, se
dirigieron á la cárcel por la armadura, en corporación y con toda la
solemnidad que la importancia del caso requerÃa.
Doña Catalina le lanzó una mirada furiosa; Fernando bajó los ojos, y
observé que sus manos temblaban; en Cristina y su madre sólo se advertÃa
una profunda compasión hacia la infeliz criatura que en lo más hermoso
de su vida, en lo más florido de su juventud, iba á abandonar esta
tierra por un mundo desconocido....
ULALUME
I
Los cielos cenicientos y sombrÃos,
crespas las hojas, lÃvidas y mustias,
y era una noche del doliente octubre
del tiempo inmemorial entre las brumas,
era en las tristes márgenes del Auber,
el lago tenebroso de aguas mudas,
ante los bosques tétricos del Weir,
la región espectral de la pavura.
VARIANT:
=No cuesta más de.=
20.--EL MATE
Aunque el arte de hacer una buena taza de té es algo sagrado, que sólo
lo hace la dueña de casa[1] en una familia inglesa, el cebar mate[2]
bien es aún más difÃcil y en algunas familias antiguas sólo lo hacÃan
sirvientes especiales llamadas cebadoras de mate.
necesita una pieza especial de mobiliario, verbigracia, una
manija para una gaveta, un candado, clavos, tornillos, o herramientas de
uso casero como un martillo, una lima, unas tenazas o alicates, ¿dónde
los compra Ud.?[4]
--Esas mercaderÃas menudas de hierro y acero se adquieren en la
ferreterÃa o quincallerÃa.
Terminado este brevÃsimo diálogo, los dos jóvenes se internaron por
una de las estrechas calles que desembocan en el Zocodover,
desapareciendo en la obscuridad como esos fantasmas de la noche, que
después de aterrar un instante al que los ve, se deshacen en átomos de
niebla y se confunden en el seno de las sombras.
Antes daba
gusto[1] bautizar a un chiquillo de uno u otro sexo, porque se celebraba
el acto como si fuera el santo del patrono de un pueblo.[2] Se invitaban
a las familias amigas y a los jóvenes habilidosos capaces de recitar una
oda si a mano viene[3]; se repartÃan monedas en cintas o en
cartulinas[4] y se bailaba.
Este drama abigarrado--estad seguro que
no será olvidado,--con su fantasma perseguido
siempre por una muchedumbre que no puede
atraparlo, en un cÃrculo que gira siempre sobre
sà mismo y vuelve sin cesar al mismo punto;
ese drama en el cual forman el alma de la intriga
mucha locura y todavÃa más pecado y horror!....
Interrumpida la conversación en este punto, los jinetes, precedidos del
guÃa, siguieron en silencio el camino adelante hasta llegar á una
plazuela, en cuyo fondo se destacaba la negra silueta del convento con
su torre morisca, su campanario de espadaña, su cúpula ojival y sus
tejados de crestas desiguales y obscuras.
Interrumpida la conversación en este punto, los jinetes, precedidos
del guÃa, siguieron en silencio el camino adelante hasta llegar á una
plazuela, en cuyo fondo se destacaba la negra silueta del convento con
su torre morisca, su campanario de espadaña, su cúpula ojival y sus
tejados de crestas desiguales y obscuras.
The even verses of the poem have the same
assonance throughout.]
[Footnote 2: radia una idea = 'there gleams some fancy.']
XIV[1]
Te và un punto,[2] y, flotando ante mis ojos
La imagen de tus ojos se quedó,
Como la mancha obscura, orlada en fuego,
Que flota y ciega, si se mira al sol.
Cifra una especie de
orgullo en rodearse de una numerosa descendencia; por una extraordinaria
condición de su naturaleza cada vez sale más rejuvenecida después de las
dolorosas pruebas de la más alta función social,--la primera en
importancia en un paÃs donde sólo el aumento de población puede
asegurar su civilización.
En el curso de un año, la playa cambiaba de vecinos; los laúdes ya
reparados se hacÃan á la mar y las embarcaciones de pesca eran armadas y
lanzadas al agua; sólo una barca abandonada y sin arboladura permanecÃa
enclavada en la arena, triste, solitaria, sin otra compañÃa que la del
carabinero que se sentaba á su sombra.
A pesar del miedo que me inspiraba aquel feroz
animal, hubiera querido entonces encontrarme con una
docena de osos, por el gusto de oÃr a mi padre llamarme
«mi valiente hijo.» 10
=EJERCICIOS=
=Cuestionario=
Contéstese en español a las preguntas que siguen.
Hallándome solo y sin recursos de ninguna especie, el diablo sin duda
debió sugerirme la idea de reunir algunos jóvenes que se encontraban
en una situación idéntica á la mia, los cuales, seducidos con las
promesas de un porvenir de disipación, libertad, y abundancia, no
vacilaron un instante en suscribir á mis designios.
El sol, según digo, estaba
al ponerse, y por detrás de la altura se descubrÃa un jirón del cielo,
rojo y encendido como la grana, sobre el que và aparecer alta, seca y
haraposa, semejante á un esqueleto que se escapa de su fosa, envuelto
aún en los jirones del sudario, una vieja horrible, en la que conocà á
la tÃa Casca.
Los conventos de monjas son raros y las
profesiones no abundan, al contrario de lo que en Chile sucede, donde
las comunidades de mujeres se multiplicaron desde el origen de la
colonia: servÃan de asilo a las mujeres, demasiado numerosas para una
población masculina constantemente diezmada por la guerra con los
Araucanos.
Los pueblos impacientes de vida, que se alejaban de la vieja
España como una bandada de adolescentes de una reunión de abuelas,
encontraron en el espÃritu cautivante y primaveral de la nación de
Enrique IV la expresión de audacia, de la ironÃa, de la precisión, de la
incredulidad y del fuego que los consumÃa interiormente.
una no puede estar en
todo.--¡Oh, está excelente, exclamábamos todos dejándonoslo en el plato,
excelente!--Este pescado está pasado.--Pues en el despacho de la
diligencia del fresco dijeron que acababa de llegar; ¡el criado es tan
bruto!--¿De dónde se ha traÃdo este vino?--En eso no tienes razón,
porque es...--Es malÃsimo.
El intrépido Hernán Cortés y aventurero
español salió de Cuba yendo en busca de tierras
desconocidas y vino a establecerse en Vera Cruz donde
fundó una colonia después de haber derrotado a sus
habitantes los aztecas, indios superiores en cultura y
civilización a todas las demás tribus que pueblan el
nuevo mundo.
Todos guardamos silencio, hasta que, transcurrido el primer momento de
estupor, le proclamamos á grandes voces nuestro capitán, ofreciéndole
una copa de nuestro vino, la cual rehusó por señas, acaso por no
descubrirse la faz, que en vano procuramos distinguir á través de las
rejillas de hierro que la ocultaban á nuestros ojos.
De cada una de las notas que formaban aquel magnÃfico acorde, se
desarrolló un tema; y unos cerca, otros lejos, éstos brillantes,
aquellos sordos, dirÃase que las aguas y los pájaros, las brisas y las
frondas, los hombres y los ángeles, la tierra y los cielos, cantaban
cada cual en su idioma un himno al nacimiento del Salvador.
En el fondo de un arco sepulcral revestido de mármoles negros,
arrodillada delante de un reclinatorio, con las manos juntas y la cara
vuelta hacia el altar, vieron, en efecto, la imagen de una mujer tan
bella, que jamás salió otra igual de manos de un escultor, ni el deseo
pudo pintarla en la fantasÃa más soberanamente hermosa.
Sábese que en el linaje del poeta hubo un bravo sir Rogerio, que batalló
en compañÃa de Strongbow, un osado, sir Arnoldo, que defendió a una
_lady_, acusada de bruja; una mujer heroica y viril, la célebre
_Condesa_ del tiempo de Cromwell; y pasado sobre enredos genealógicos
antiguos, un General de los Estados Unidos, su abuelo.
Por eso, mientras expongo este bosquejo á la consideración de los
hombres _que pueden_,{181-3} dado que se dignasen echar sobre él una
mirada, puesta mi esperanza en Dios, que es la mayor esperanza de los
desgraciados, me limito á exclamar, desde el fondo de mi corazón, con mi
tierno amigo Bustillo:
«¡Ay, SEÑOR!
Una tarde en que Chaviri estaba seguro de ser espiado, después de pasar
pacientemente una hora echando su caña en el sitio donde solÃa ponerse
para que las gentes le vieran, miró á su alrededor con gesto receloso,
levantóse, recogió su aparejo, y se fué _rÃo abajo_, donde la orilla
forma un recodo oculto entre espinos y zarzales.
Bajo los pies y por entre la yerba y
hojarasca se deslizan culebras de mil matices, haciéndose notar la
cazadora por su corpulencia y timidez, y la _lomo-de-machete_, de Ãndole
fiera, cuerpo vigoroso, coronada de cresta y armada de una sierra que
eriza sobre el lomo al avistar al hombre, lo que afortunadamente sucede
raras veces.
Después comenzaron á oirse como unos himnos distantes que entonaban
las jerarquÃas de serafines; mil himnos á la vez, que al confundirse
formaban uno solo, que, no obstante, era no más el acompañamiento de
una extraña melodÃa, que parecÃa flotar sobre aquel océano de
misteriosos ecos, como un jirón de niebla sobre las olas del mar.
Después de una introducción ó exordio elogiando el tino y la prudencia
con que habÃa resuelto el capÃtulo cuestiones delicadas, celebró que
todos los ánimos estuviesen unidos para cuanto fuese provechoso
espiritual ó temporalmente á la orden, comparándola á una gran madre
cuyo mejor adorno y corona son los buenos y virtuosos hijos.
El _herrero_ es un pájaro blanco, con la frente verdoso-cobriza, del
tamaño de una tórtola, pero menos grueso de cuerpo, y cuyo canto se
asemeja al ruido que hacen la lima y el martillo, cuando con ellos están
alternativamente limando y dando martillazos en un pedazo de lámina de
hierro: _chriiii tan_, _chriiii tan_, _chriiii tan_.
Estrada, «MartÃn Fierro es el tipo culminante del gaucho,
es decir, el producto más completo de una sociabilidad injusta,
operando sobre una naturaleza ingénitamente poderosa y activa.»
--_Noel de Lara_ (ARGENTINO)
=Isaacs, Jorge= (1837-1895)
La «MarÃa» de Jorge Isaacs,[42] el poeta colombiano, es admirable, pero
¿qué es?
Ahora bien: una región que en el corto espacio de algunos kilómetros
ofrece con frecuencia al viajero que la visita, las temperaturas de
todos los climas y todos los accidentes topográficos imaginables; una
región tal modifica incesantemente las razas, produciendo infinitos
matices, cada uno de los cuales posee aptitudes especiales.
La América del Sur se dió intelectualmente
a Francia con la ingenuidad de una virgen, se convirtió en su discÃpulo
respetuoso, la imitó hasta en sus errores y, desde lejos, modestamente,
consciente de su pequeñez, ató su destino al de aquella nación
portentosa que parecÃa reunir todas las excelencias y realizar todos los
sueños....
Si en lugar de atravesar el Titicaca hubiéramos continuado el viaje en
tren por un ramal que se desprende en dirección al sur desde Juliaca,
habrÃamos podido llegar a Arequipa (cerca de la cual se halla el
Observatorio de Harvard), y de allà a Mollendo, puerto del Perú, por
donde pasa una gran parte del comercio exterior de Bolivia.
Y cuando ya la vela estaba próxima á consumirse del todo, oyó mi
héroe á lo lejos el son de una guitarra, y luego el rasguear de otras
tres ó cuatro que venÃan haciéndole consonancia y coro; y después, y ya
más cerca, los tañedores se pararon, y una voz varonil entonó la copla
siguiente:
Es tu ventana, morena,
¡Ay!
Pedro hizo un esfuerzo para seguir en su camino, llego á la verja, y
subió la primera grada de la capilla mayor.[1] Alrededor de esta
capilla están las tumbas de los reyes,[2] cuyas imágenes de piedra,
con la mano en la empuñadura de la espada, parecen velar noche y dÃa
por el santuario á cuya sombra descansan todos por una eternidad.
Francamente, creà que
estaba loco, pero él prosiguió con igual vehemencia:
--Usted busca la frontera; pues bien, si delante de esa cruz le pide
usted al cielo que le preste ayuda, las cumbres de los monies vecinos
se levantarán en una sola noche hasta las estrellas invisibles, sólo
porque no encontremos la raya en toda nuestra vida.
Me estremecà á pesar mÃo; un frÃo glacial se apoderó de mÃ, porque al
entrar mi amigo y yo vimos clara y distintamente en la alcoba de Teresa
un lecho mortuorio, cubierto de negros paños, algunos hachones
encendidos rodeando un ataúd, en el que descansaban los yertos despojos
de una hermosa joven vestida de blanco y coronada de flores.
What airs!_
3.--EL CABALLO Y SUS ARREOS
(_a_)
El caballo era un bello animal,[1] negro como el azabache, y llevaba
sobre sus lomos una gruesa montura de pellones azules, al modo como[2]
hasta hoy la usan algunos de nuestros hombres de campo; pero tan bien
recortada y arreglada, que no se notaba en ella el menor defecto.
Mientras el niño vivió, ningún cuidado faltó á la humilde planta: él le
daba todo lo que la angosta ventana dejaba pasar de aire y de luz: y
cada noche la regaba, despidiéndose de ella con dulces palabras como de
una amiga; y la florecita azul se llenó de hojas, y fué un hermoso
adorno para el pobre tiestecillo donde la habÃan plantado.
Entonces, que tu culpa y tus despojos
La tierra guardará
Lavándote en las ondas de la muerte
Como en otro Jordán;[2]
AllÃ, donde el murmullo de la vida
Temblando á morir va,
Como la ola que á la playa viene
Silenciosa á expirar;
AllÃ, donde el sepulcro que se cierra
Abre una eternidad...
Una noche obscura, muy obscura, en que no se oÃa ni un rumor en la
tierra ni brillaba un solo astro en el cielo, los senores de la
fortaleza, engreÃdos por una reciente victoria, se repartÃan el botÃn,
y ebrios con el vapor de los licores en mitad de la loca y estruendosa
orgÃa, entonaban sacrÃlegos cantares en loor de su infernal patrono.
EL BESO
I
Cuando una parte del ejército francés se apodero á principios de este
siglo[1] de la historica Toledo,[2] sus jefes, que no ignoraban el
peligro á que se exponÃan en las poblaciones españolas diseminándose
en alojamientos separados, comenzaron por habilitar para cuarteles los
más grandes y mejores edificios de la ciudad.
Entonces aseguró un extremo de ésta en el interior
de la torre, y se fué deslizando,[32] agarrado a ella, desde
la ventana hasta el pie del muro, donde le aguardaba 5
su mujer, llena de alegrÃa y al mismo tiempo de asombro,
al pensar que un mÃsero escarabajo habÃa servido para[33]
realizar una obra tan importante.
Y por una especie de milagro que honra a los argentinos, hubiérase dicho
que los hombres se habÃan puesto de acuerdo para[12] desaparecer, poco a
poco, hasta no dejar en los palcos sino los ramilletes de damas color de
abril, de damas flores, en el gran panorama que habrÃa hecho larga y
mÃsticamente palpitar el alma del caballero Lohengrin.
Observé, no obstante, que se habÃa amortiguado un poco la viva expresión
de su fisonomÃa y que iba perdiendo aquella graciosa volubilidad del
principio.{26-3} Las sonrisas de sus labios se fueron haciendo tristes,
y por la cándida frente pasó una ráfaga de inquietud que comunicó á su
lindo rostro infantil cierta grave expresión que no tenÃa.
of_ =vestir=
=vez= _f._ time;
=una vez= once;
=tantas veces= so often;
=en vez de= instead of;
=tal vez= perhaps;
=a veces= at times;
=otra vez= again;
=muchas veces= often;
=dos veces= twice
=vida= _f._ life, living
=vieja= _f._ old woman
=viejÃsimo= very old
=viejo= old;
_m._ old man
=viendo= _pres.
Los seres incorpóreos,
turba de magos, revolotean a través de la cámara
y hacen flotar las cortinas del dosel, tan
fantásticamente, tan tÃmidamente, por encima
de tu párpado cerrado y franjeado,--bajo el cual
se esconde tu alma adormecida--que sobre
el piso, al pie del muro, sus sombras se levantan
y descienden como una ronda de fantasmas.
Belief in a series of heavenly
spheres, such as Dante describes, has characterized most mystical
philosophies.]
V
Por una escala[1] misteriosa vió bajar las almas á la tierra; vió
bajar muchas, y subir pocas.[2] Cada una de aquellas almas inocentes
iba acompañada de un arcángel purÃsimo que le cubrÃa con la sombra de
sus alas.
La catástrofe era ya segura; los
dos jóvenes habÃan ya cambiado algunas palabras en voz sorda, y
mientras que con la una mano sujetaban el guante con una fuerza
convulsiva, parecÃan ya buscar instintivamente con la otra el puño de
oro de sus dagas, cuando se entreabrió respetuosamente el grupo que
formaban los espectadores, y apareció el Rey.
exclamamos después
de mirar una última vez al fondo obscuro del despeñadero; y
santiguándonos santamente y pidiendo á Dios nos ayudase en todas las
ocasiones, como en aquélla, contra el diablo y los suyos, emprendimos
con bastante despacio la vuelta al pueblo, en cuya desvencijada torre
las campanas llamaban á la oración á los vecinos devotos.
Lo primero que apartó de sà fueron los uniformes, 10
luego volvió la espalda a los caballos, a los sables, a
los velocÃpedos, y poco a poco fué apartándose de
los demás juguetes con heróica resignación, fijando
por fin su preferencia en[191] una preciosa caja de colores,
quizá porque era el más útil de sus juguetes.
De los primeros en comenzar á reir y de los
últimos en dejarlo, fueron don DionÃs, que á pesar de su fingida
circunspección no pudo por menos de tomar parte en el general
regocijo, y su hija Constanza, la cual cada vez que miraba á Esteban
todo suspenso y confuso, tornaba á reirse como una loca hasta el punto
de saltarle las lágrimas á los ojos.
En el momento en que Constanza salió del bosquecillo, sin velo alguno
que ocultase á los ojos de su amante los escondidos tesoros de su
hermosura, sus compañeras comenzaron nuevamente á cantar estas
palabras con una melodia dulcÃsima:
CORO
«Genios del aire, habitadores del luminoso éter, venid envueltos en un
jirón de niebla plateada.
Una noche, por último, aguijoneado por la curiosidad y deseando
convencerme por mà mismo de que aquel objeto de terror nada tenia de
misterioso, encendi una linterna, bajé a las prisiones, levante sus
dobles aldabas, y no cuidando siquiera--tanta era mi fe en que todo no
pasaba de un cuento--de cerrar las puertas tras mÃ, penetré en el
calabozo.
Cuando una columna de
ataque se propone tomar un fuerte por asalto, avanza con paso ligero
despreciando la metralla que barre hileras de hombres; si unos caen
hechos pedazos, otros y otros llegan y pasan sobre los cadáveres y la
sangre, y saltan fosos, y escalan empalizadas y reductos hasta clavar su
bandera en lo más alto de la fortaleza enemiga.
El único que
hubiera podido decir algo acerca del misterioso origen de Constanza,
pues acompañó a don DionÃs en sus lejanas peregrinaciones, era el
padre de Garcés, y éste habÃa ya muerto hacÃa bastante tiempo, sin
decir una sola palabra sobre el asunto ni á su propio hijo, que varias
veces y con muestras de grande interés, se lo habia preguntado.
Figuraos un mundo de piedra, inmenso como el espÃritu de nuestra
religión, sombrÃo como sus tradiciones, enigmático como sus parábolas, y
todavÃa no tendréis una idea remota de ese eterno monumento del
entusiasmo y la fe de nuestros mayores, sobre el que los siglos han
derramado á porfÃa el tesoro de sus creencias, de su inspiración y de
sus artes.
Figuraos un mundo de piedra, inmenso como el espÃritu de nuestra
religión, sombrÃo como sus tradiciones, enigmático como sus parábolas,
y todavÃa no tendréis una idea remota de ese eterno monumento del
entusiasmo y la fe de nuestros mayores, sobre el que los siglos ban
derramado á porfÃa el tesoro de sus creencias, de su inspiration y de
sus artes.
Colocaron dentro á Celinina, sosteniendo su cabeza en
preciosa y blanda almohada, para que no estuviese en postura violenta, y
después que la acomodaron bien en su fúnebre lecho, cruzaron sus
manecitas, atándolas con una cinta, y entre ellas pusiéronle un ramo de
rosas blancas, tan hábilmente hechas por el artista, que parecÃan hijas
del mismo Abril.
Pero si grande, si imponente se presenta la catedral á nuestros ojos á
cualquier hora que se penetra en su recinto misterioso y sagrado,
nunca produce una impresión tan profunda como en los dÃas en que
despliega todas las galas de su pompa religiosa, en que sus
tabernáculos se cubren de oro y pedrerÃa, sus gradas de alfombra y sus
pilares de tapices.
Pero si grande, si imponente se presenta la catedral á nuestros ojos á
cualquiera hora que se penetra en su recinto misterioso y sagrado, nunca
produce una impresión tan profunda como en los dÃas en que despliega
todas las galas de su pompa religiosa, en que sus tabernáculos se cubren
de oro y pedrerÃa, sus gradas de alfombra y sus pilares de tapices.
Su rostro ovalado en donde se veÃa impreso el sello de una leve y
espiritual demacración, sus armoniosas facciones llenas de una suave y
melancólica dulzura, su intensa palidez, las purÃsimas lÃneas de su
contorno esbelto, su ademán reposado y noble, su traje blanco y
flotante, me traÃan á la memoria esas mujeres que yo soñaba cuando casi
era un niño.
Aunque serena, la noche fruncirá su ceño,
y las estrellas, de lo alto de sus tronos celestes,
no bajarán más sus miradas con un resplandor
parecido al de la esperanza que se concede a
los mortales; pero sus órbitas rojas, desprovistas
de todo rayo, serán para tu corazón marchito
como una quemadura, como una fiebre
que querrá unirse a ti para siempre.
El suelo es
fértil, el clima templado, la precipitación de lluvia suficiente y
oportuna para el crecimiento gradual de los cultivos; los cambios de
tiempo no son raros, pero su intensidad es limitada; los rÃos, arroyos y
lagos no escasean; y, además, el agricultor está seguro de encontrar,
siempre una napa subterránea de agua apropiada para el regadÃo.
Su expresión habitual era
soñadora y triste: algunas veces tenÃa un modo de dirigir una mirada
ligera, de soslayo, sobre alguna persona que no le observaba a él, y,
con una mirada tranquila y fija, parecÃa que mentalmente estaba midiendo
el calibre de la persona que estaba ajena de ello.--¡Qué ojos tan
tremendos tiene el señor Poe!--me dijo una señora.
Su rostro ovalado, en donde se veÃa impreso el sello de una leve y
espiritual demacración, sus armoniosas facciones llenas de una suave y
melancólica dulzura; su intensa palidez, las purisimas lÃneas de su
contorno esbelto, su ademán reposado y noble, su traje blanco y
flotante, me traÃan á la memoria esas mujeres que yo soñaba cuando
casi era un niño.
Uno de los que
componÃan el tribunal con voz lenta é insegura, le preguntó su nombre,
y todos prestaron el oÃdo con ansiedad para no perder una sola palabra
de su respuesta; pero el guerrero se limitó á encoger sus hombros
ligeramente con un aire de desprecio e insulto, que no pudo menos de
irritar á sus jueces, los que se miraron entre sà sorprendidos.
Al oir mis
pasos alzó la cabeza, y aunque la bajó de nuevo casi en seguida, no fué
tan pronto para que no hubiera observado que tenÃa una frente blanca y
pura que adornaban hermosos cabellos castaños, ojos pardos que lanzaban
miradas francas é inocentes, una boca pequeña, una nariz más graciosa
que perfecta y unas mejillas coloreadas por un suave carmÃn.
Hallábase el Sultán rodeado de todos los CadÃes de la
ciudad en el Salón del Trono, cuando se presentó TamburÃ, y, de hinojos
ante el Sultán, le dijo:
--Soberano Señor de los creyentes, soy el hombre más infortunado del
mundo; una serie inconcebible de circunstancias fatales ha venido a
causar casi mi ruina y hacer que padeciera muchos dÃas de prisión.
Pelliza_ (ARGENTINO)
=Olmedo, José JoaquÃn= (1780-1847)
La obra maestra de José JoaquÃn Olmedo[52] es, sin duda, «La Victoria de
JunÃn, Canto a BolÃvar.» Desde el principio hasta el fin[53] de ese
poema hay bellezas de primer orden, valentÃa, elevación, descripciones
felices, contrastes oportunos, y siempre una versificación armoniosa y
sostenida.
Su contrario le imitó; pero esta vez, no tan
sólo volvió á rodearlos una sombra espesisima é impenetrable, sino que
al mismo tiempo hirió sus oÃdos el eco profundo de una voz misteriosa,
semejante á esos largos gemidos del vendaval que parece que se queja y
articula palabras al correr aprisionado por las torcidas, estrechas y
tenebrosas calles de Toledo.
Allà rodearon
Sus pálidos restos
De amarillas velas
Y de paños negros.[2]
Al dar de las ánimas[3]
El toque postrero,
Acabó una vieja
Sus últimos rezos;
Cruzó la ancha nave,
Las puertas gimieron,
Y el santo recinto
Quedóse desierto;
De un reloj se oÃa
Compasado el péndulo,
Y de algunos cirios
El chisporroteo.
El de San Bernardo hizo 5
entonces grandes demostraciones de agradecimiento
y de cariño, mientras el herrero, llorando de gozo,[42] le
decÃa:
--Hiciste bien, y te lo agradezco.[43] SabÃas que
podÃas contar con[44] tu antiguo amigo, y no sólo has 10
favorecido a este perro, sino que me has dado una
mañana feliz.
La noche estaba obscura; no brillaba
una sola estrella en el cielo, ni en toda la plaza se veÃa una sola
luz; no obstante, allá á lo lejos, y en la misma dirección en que
comenzó á percibirse un ligero ruido como de pasos que iban
aproximándose, creyó distinguir el bulto de un hombre: era sin duda el
mismo á quien parecÃa[1] aguardaba con tanta impaciencia.
Ustedes se
lo podrán figurar mejor que yo pintarlo, sólo con decirles que tornaba
reclamando sus vendidos derechos, que si malo se fué, peor volvió, y
si pobre y sin crédito se encontraba antes de partir á la guerra, ya
no podÃa contar con más recursos que su despreocupación, su lanza y
una media docena de aventureros tan desalmados y perdidos como su
jefe.
Una noche sintió pasos muy quedos cerca de su cama; luego
un aliento helado sobre el rostro, al par que una voz sepulcral
murmuraba en las tinieblas: «¡Qué frÃo tengo!» Encendió la vela creyendo
que serÃa la criada que en el mismo cuarto dormÃa; pero al ver á ésta
reposando tranquila, se puso á rezar con toda calma por el ánima cuya
visita acababa de recibir.
Algunas veces[172] todo el
patio[173] está cubierto, a guisa de dosel,[174] por las hojas de las
enredaderas, que las hay de[175] vistosas flores como la Santa Rita[176]
o de exquisita fragancia[177] como el jazmÃn del paÃs.[178] Suele dar
sombra al patio un emparrado o glorieta formada[179] por plantas de vid
que se sostienen a favor de una armazón de hierro.
claro y distintamente
estas propias palabras:
_¡Por aquÃ, por aquÃ, compañeras,
que está ahà el bruto de Esteban!_
Al llegar á este punto de la relación del zagal, los circunstantes no
pudieron ya contener por más tiempo la risa, que hacÃa largo rato les
retozaba en los ojos, y dando rienda á su buen humor, prorrumpieron en
una carcajada estrepitosa.
Según ella, debÃa presentarme al dÃa siguiente en
casa, y pedirle al papá su mano: el papá dirÃa que era muy niña, pero yo
debÃa replicarle inmediatamente que no importaba nada: el papá
insistirÃa en que era demasiado pronto, pero yo le presentarÃa el
ejemplo de una tÃa, hermana de su mamá, que estaba jugando á las muñecas
cuando la avisaron para ir á casarse.
El encanto se rompió, desvanecióse todo
como el humo, y al tender en torno suyo la vista, no vió ni oyó más
que el bullicioso tropel con que las tÃmidas corzas, sorprendidas en
lo mejor de sus nocturnos juegos, huÃan espantadas de su presencia,
una por aquÃ, otra por allá, cuál salvando de un salto los matorrales,
cuál ganando á todo correr la trocha del monte.
otro, -a, other, another, else, next; alguno que --, here and there
one; a very few; some; el -- dÃa, the next day; un dÃa y --, day after
day; constantly; en --s dÃas, in other (_or_ former) days; once,
formerly; una noche y --, night after night; (el) uno y (el) --, both;
otras tantas (veces), as many (times); otra vez, again; una vez y
otra, again and again.
It hangs in the cathedral tower surrounded by eight other
bells, and surmounted by two more.]
Renegando entre dientes de la campana y del campanero que la toca,
disponÃame, una vez apagado aquel insólito y temeroso rumor, á coger
nuevamente el hilo del interrumpido sueño, cuando vino á herir mi
imaginación y á ofrecerse ante mis ojos una cosa extraordinaria.
Aunque heredero de una
mediana fortuna, no debÃa entrar en posesión de ella hasta mi mayor
edad; tenÃa muchos compañeros de estudios, pero ningún amigo; por lo
tanto, excusado es decir que, hallándome casi solo en el mundo, me
apresuré á aceptar con júbilo lo que mi padre me proponÃa, poniéndome en
camino para este pueblo con el alma inundada de dulces emociones.
Ya se extendÃan los brazos del signo de nuestra redención, ya
comenzaba á formarse la cabecera, cuando la diabólica y encendida masa
se retorcÃa de nuevo como en una convulsión espantosa, y rodeándose al
cuerpo de los desgraciados, que pugnaban por desasirse de sus brazos
de muerte, se enroscaba en anillas como una culebra, ó se contraÃa en
zigzag como un relámpago.
Después levantó la tapa
para que se oyera mejor, abrió con cuidado las puertas y ejecutó todas
las maniobras conducentes á producir una sorpresa en la casa; pero todo
ello con tal esmero, andando sobre la punta de los pies, hablando en
falsete y haciendo tantas y tan graciosas muecas, que Juan al notarlo no
pudo menos de reirse exclamando: ¡Siempre el mismo Santiago!
El pobre
compañero se revolvÃa como una lagartija, tendido en la proa, tentándose
la pierna rota, lanzando alaridos y pidiendo por todos los santos un
trago de agua: ¡para contemplaciones estaba el tiempo!{56-1} Nosotros
fingÃamos no oirle, atentos únicamente á nuestra faena, separando el
cordaje y atando á la antena la vela de repuesto, que izamos á los diez
minutos.
Su cooperación tan incesante como inteligente, a los trabajos de las más
importantes corporaciones venezolanas y de no pocas[22] extranjeras; el
decidido empeño con que ha cooperado también a que otros realizaran
labor fructuosa; la variedad de sus talentos y la amplitud de su
cultura; todo ello hace de él una personalidad conspicua, merecedora de
respeto y estimación.
DefendÃanse los hombres como podÃan, con las
manos, con los sombreros, con lo que les caÃa al alcance, pero
generalmente acababan por quedar vencidos, porque es irresistible una
carga de jugadoras de ésas que se calientan en la refriega y ya no miran
para atrás,[21] arrojando agua mientras tienen agua, y concluyendo a
jarrazo limpio[22] cuando ya no tienen con qué mojar.
III
Pocas palabras nos dijimos, era
como una confidencia Ãntima y muda;
palabras serias, pensamientos graves
que la memoria para siempre turban;
no recordamos que era el triste octubre,
que era la noche (¡noche infausta y única!)
no recordamos la región del Auber
que tanto conoció mi desventura,
ni el bosque fantasmático del Weir,
la región espectral de la pavura.
Un envoltorio
de fajina forma la caja del cuerpo, el cual se envuelve
en unas tiras que, cuando vivÃan unidas, tuvieron 5
el honor de llamarse el _fustán_ de la señora; y a la altura
de los hombros se ata en cruz una varilla flexible, para
figurar los brazos, cubriendo todo aquello con unos
jirones de poncho, de un color terro-indefinible.
A visit to
the Eastern Pyrenees from the Spanish side is much more difficult
than from France, as both traveling and hotel accommodations are
sadly lacking.]
Los blancos caserÃos que la rodean, salpicados aquà y allá sobre una
ondulante sábana de verdura, parecen á lo lejos un bando de palomas
que han abatido su vuelo para apagar su sed en las aguas de la ribera.
Apenas los oficiales dieron vista á la plaza en que se hallaba situado
el alojamiento de su nuevo amigo, éste, que les aguardaba impaciente,
salió á encontrarles; y después de cambiar algunas palabras á media voz,
todos penetraron juntos en la iglesia, en cuyo lóbrego recinto la escasa
claridad de una linterna luchaba trabajosamente con las obscuras y
espesÃsimas sombras.
Apenas los oficiales dieron vista á la plaza en que se hallaba situado
el alojamiento de su nuevo amigo, este, que les aguardaba impaciente,
salió á encontrarles; y después de cambiar algunas palabras á media
voz, todos penetraron juntos en la iglesia, en cuyo lóbrego recinto la
escasa claridad de una linterna luchaba trabajosamente con las
obscuras y espesÃsimas sombras.
Al verlos
inmóviles, desafiándose en silencio con la mirada, y decididos ambos á
no abandonar el guante que acababan de levantar del suelo, la dama
dejó escapar un grito leve é involuntario, que ahogó el murmullo de
los asombrados espectadores, los cuales presentÃan una escena
borrascosa, que en el alcázar y en presencia del rey podrÃa
calificarse de un horrible desacato.
Estos diálogos cortos iban exornados con una infinidad de miradas
furtivas del marido para advertirle continuamente á su mujer alguna
negligencia, queriendo darnos á entender entrambos á dos que estaban muy
al corriente de todas las fórmulas que en semejantes casos se reputan en
finura, y que todas las torpezas eran hijas de los criados, que nunca
han de aprender á servir.
Mis lágrimas
corrieron al ver la inocente y cándida alegrÃa con que los descendientes
de los antiguos dueños del suelo americano renuevan en una pantomima
tradicional la imagen de su destrucción, el recuerdo ominoso y amargo
del tiempo en que sus abuelos fueron casi exterminados y vilmente
esclavizados por aquellos hombres terribles, que en su concepto,
manejaban el rayo.
Para colmo de aflicción, vió la buena señora por todas partes los
objetos con que Celinina habÃa alborozado sus últimos dÃas; y como éstos
eran los que preceden á Navidad, rodaban por el suelo pavos de barro con
patas de alambre; un San José sin manos; un pesebre con el Niño Dios,
semejante á una bolita de color de rosa; un Rey Mago montado en
arrogante camello sin cabeza.
Por consiguiente es preciso que
el discÃpulo se esmere en[261] obtener desde el primer dÃa una
buena pronunciación junto con la construcción de frases,
verbos regulares e irregulares que son el baluarte de una 5
lengua y finalmente la ortografÃa, que no debiera ofrecer
para los más muchas dificultades, y vencido todo ello,
podrá gritarse, ¡Victoria!
Barbaruelo y Cabezudo acordaron enviar cada cual una comisión á
Animalejos para ver si por la intercesión del tÃo Traga-santos, á quien
habÃan dado tanta limosna para reedificar la ermita, lograban de San
Isidro que á su vez intercediese con Dios para que no cayera gota de
agua y para que cayera á cántaros, y ambas comisiones se dirigieron casi
simultáneamente á Animalejos.
Después
me hizo explicarle lo que pasaba en la escena: halló el matrimonio del
tenor y la tiple muy proporcionado, pero compadecÃa de veras al
barÃtono, á quien birlaban la novia; quedó sumamente disgustada cuando
al fin del acto el tenor se ve en la precisión de acompañar á la reina
y dejar abandonada á su futura, y declaró resueltamente que ésta era una
conducta indigna.
El rÃo, que desde las musgosas rocas donde tenÃa su nacimiento venÃa
siguiendo las sinuosidades del Moncayo á entrar en la cañada por una
vertiente, deslizábase desde allà bañando el pie de los sauces que
sombreaban su orilla, ó jugueteando con alegre murmullo entre las
piedras rodadas del monte hasta caer en una hondura próxima al lugar
que servÃa de escondrijo al montero.
HacÃale
resplandecer, reflejándose en él, la luna, que poco á poco iba saliendo
del anonadamiento en que la sume el sol; y un barco con sus blancas
velas se deslizaba silencioso sobre su tersa superficie, de tal suerte
que hubiese podido tomarse por una fantasma, si de su centro no hubiese
salido una clara y alegre voz trayendo con una sonrisa la imaginación á
la realidad.
Al
fin, haciendo un esfuerzo supremo para serenarme, pude leer la sección
de gacetillas, donde hallé una que decÃa:
"=Suceso extraño=
Los enfermeros del Hospital Provincial tienen la costumbre censurable de
servirse de los alienados pacÃficos que hay en aquel manicomio, para
diferentes comisiones, entre ellas, la de transportar los cadáveres á la
sala de autopsias.
Una vez el zagal repuesto de su turbación, le dirigió de nuevo la
palabra don DionÃs, y con el tono más serio del mundo, y fingiendo un
extraordinario interés por conocer los detalles del suceso á que su
montero se habÃa referido, le hizo una multitud de preguntas, á las
que Esteban comenzó á contestar de una manera evasiva, como deseando
evitar explicaciones sobre el asunto.
Y asÃ, tenga sabido
Que lo importante y raro
No es entender de todo, 230
Sino ser diestro en algo."
_Más vale saber una cosa bien, que muchas mal._
LOS DOS CONEJOS
Por entre unas matas
Seguido de perros 235
(No diré corrÃa)
Volaba un conejo.
VÃstome y vuelvo á olvidar
tan funesto dÃa entre el corto número de gentes que piensan, que viven
sujetas al provechoso yugo de una buena educación libre y desembarazada,
y que fingen acaso estimarse y respetarse mutuamente para no
incomodarse, al paso que las otras hacen ostentación de incomodarse, y
se ofenden y se maltratan, queriéndose y estimándose tal vez
verdaderamente.
Antojábaseme al verla tan diáfana y luminosa que no era una criatura
terrenal, sino un espÃritu que, revistiendo por un instante la forma
humana, habÃa descendido en el rayo de la luna, dejando en el aire y en
pos de sà la azulada estela que desde el alto ajimez bajaba
verticalmente hasta el pie del opuesto muro, rompiendo la obscura sombra
de aquel recinto lóbrego y misterioso.
Antojábaseme al verla tan diáfana y luminosa que no era una criatura
terrenal, sino un espÃritu que, revistiendo por un instante la forma
humana, habÃa descendido en el rayo de la luna, dejando en el aire y
en pos de sà la azulada estela que desde el alto ajimez bajaba
verticalmente hasta el pie del opuesto muro, rompiendo la obscura
sombra de aquel recinto lóbrego y misterioso.
EL BESO
POR DON GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER{145-1}
I
Cuando una parte del ejército francés se apoderó á principios de este
siglo{145-2} de la histórica Toledo, sus jefes, que no ignoraban el
peligro á que se exponÃan en las poblaciones españolas diseminándose en
alojamientos separados, comenzaron por habilitar para cuarteles los más
grandes y mejores edificios de la ciudad.
El que no sabe tomar mate, el chambón, se conoce a la legua[5]; toma el
mate de una manera tal, que si los franceses conocieran la estética del
_matero_ clasificarÃan de _gauche_; inclina demasiado la cabeza como si
se fuera a tragar la bombilla o a comerse el mate: Los carrillos se
deprimen en virtud de la presión atmosférica y arruga la cara de tal
manera que[6] causa espanto.
Sin embargo, ninguno de ellos nos lleva a la vecina
república de Honduras, y esta es la razón por la cual[54] deberemos
regresar a Acajutla para tomar el primer vapor que salga[55] para
Amapala, principal puerto de Honduras en el PacÃfico, el cual gozará de
una gran prosperidad cuando llegue a este punto el ferrocarril
interoceánico, que arranca de Puerto Cortés en el Atlántico.
Despojadas ya de sus túnicas y sus velos de mil colores, que
destacaban sobre el fondo, suspendidas de los árboles ó arrojadas con
descuido sobre la alfombra del césped, las muchachas discurrÃan á su
placer por el soto, formando grupos pintorescos, y entraban y salÃan
en el agua, haciéndola saltar en chispas luminosas sobre las flores de
la margen como una menuda lluvia de rocÃo.
Los beneficios de la influencia francesa son visibles en la literatura
latinoamericana, pues ésta cobró una flexibilidad, una amplitud, una
frescura, un atrevimiento, una independencia y sobre todo una atrayente
novedad de estilo que, aún en aquellas épocas en que la producción
literaria era insuficiente y elemental, anuncia la concisión, la
brevedad, el matiz y la fuerza de hoy.
Ésta, que se agitaba
en el fondo de las naves, con un rumor parecido al del mar cuando se
alborota, prorrumpie en una aclamación de jubilo, acompañada del
discordante sonido de las sonajas y los panderos, al mirar aparecer al
arzobispo, el cual, después de sentarse junto al altar mayor bajo un
solio de grana que rodearon sus familiares, echó por tres veces la
bendición al pueblo.
Volvà pies
atrás, bajé de nuevo hasta donde se encontraba el pastor, y mientras
seguÃamos juntos por una trocha que se dirigÃa al pueblo, adonde
también iba á pasar la noche mi improvisado guÃa, no pude menos de
preguntarle con alguna insistencia, por qué, aparte de las
dificultades que ofrecÃa el ascenso, era tan peligroso subir á la
cumbre por la senda que llamo de la tÃa Casca.
à pesar de todos los cuentos que apropósito de la armadura se
fraguaron, y que en voz baja se repetÃan unos á otros los habitantes
de los alrededores, no pasaban de cuentos, y el único más positivo que
de ellos resulto, se redujo entonces á una dosis de miedo más que
regular, que cada uno de por si se esforzaba en disimular lo posible,
haciendo, como decirse suele, de tripas corazón.
condenado engendro de Satanás, dijo éste con voz espantosa,
recogiendo la ballesta con una rapidez indecible: pronto has cantado
la victoria, pronto te has creÃdo fuera de mi alcance; y esto
diciendo, dejó volar la saeta, que partió silbando y fue á perderse en
la obscuridad del soto, en el fondo del cual sonó al mismo tiempo un
grito, al que siguieron después unos gemidos sofocados.
Cuénteme usted como pasó eso, porque
debe ser curioso, añadÃ, mostrando toda la credulidad y el asombro
suficiente, para que el buen hombre no maliciase que sólo querÃa
distraerme un rato, oyendo sus sandeces; pues es de advertir que hasta
que no me refirió los pormenores del suceso, no hice memoria de que,
en efecto, yo habÃa leÃdo en los periódicos de provincia una cosa
semejante.
Ya el cortesano combate de ingenio y galanura comenzaba á hacerse de
cada vez más crudo; las frases eran aún corteses en la forma, pero
breves, secas, y al pronunciarlas, si bien las acompañaba una ligera
dilatación de los labios, semejante á una sonrisa, los ligeros
relámpagos de los ojos imposibles de ocultar, demostraban que la
cólera hervÃa comprimida en el seno de ambos rivales.
El gabinete tenÃa una
sola ventana con vistas á la calle estrecha y sombrÃa, á la que hacÃa
esquina la casa de Fernando; enfrente de la ventana habÃa un armario de
espejo; á un lado de éste estaba la puerta de la alcoba, al otro una
mesita de escribir; algunas sillas iguales á las del dormitorio
completaban el mueblaje del gabinete que diez años antes perteneció á la
tÃa de Fernando.
RELATED WORDS:
=Pagar=; =pago=; =pago de una cuenta=; =hacer= (or =satisfacer=) =el
pago=; =satisfacer una= =deuda=; =abonar= (or =pagar=) =a cuenta=, _to
pay on account_; =abonar en oro=, =abonar en plata=, =en efectivo=, _to
pay in gold_, _in silver_, _in currency_; =hacer efectivo el pago= (or
=el cobro=), _to collect_ (or _to cash_); =hacer efectiva una letra=,
_to cash a draft_.
El Nacimiento no es una obra de arte á los ojos de los adultos; pero los
chicos encuentran tanta belleza en las figuras, expresión tan mÃstica en
el semblante de todas ellas, y propiedad tanta en sus trajes, que no
creen haya{72-1} salido de manos de los hombres obra más perfecta, y la
atribuyen á la industria peculiar de ciertos ángeles dedicados á ganarse
la vida trabajando en barro.
Los españoles en aquel entonces,[357] en lugar de valerse
de[358] la habilidad e inteligencia de sus naturales los
aztecas para formar una colonia permanente, fueron
deslumbrados por la abundancia del oro y siguieron 20
robando a los indÃgenas durante más de 300 años todos
los metales que poseÃan y no les dieron en cambio ni
educación, ni un buen gobierno.
PÉREL BONALDO
Una fosca media noche, cuando en tristes reflexiones,
sobre más de un raro infolio de olvidados cronicones
inclinaba soñoliento la cabeza, de repente
a mi puerta oà llamar:
como si alguien, suavemente, se pusiese con incierta
mano tÃmida a tocar:
«Es--me dije--una visita que llamando está a mi puerta:
eso es todo, ¡y nada más!»
¡Ah!
à poco
se esparció una voz por el lugar,--una de esas voces que parecen
formarse en las nubes, y que llegan á la tierra como aerólitos
consistentes y compactos,--de que aquel hombre, que parecido al huracán
habÃa venido sin saberse de dónde, ni á dónde iba, andaba á salto de
mata, prestado y forastero en todas partes, para burlar á la justicia
que le buscaba con objeto de echarle mano.
aullaba la
bruja; y uno de los mozos, que con la una mano la habÃa asido de las
greñas, mientras tenÃa en la otra la navaja que procuraba abrir con
los dientes, la contestaba rugiendo de cólera: ¡Ah, bruja de Lucifer,
ya es tarde para lamentaciones, ya te conocemos todos!--¡Tú hiciste
un mal á mi mulo, que desde entonces no quiso probar bocado, y murió
de hambre dejándome en la miseria!
DecÃa asÃ, en una letra inglesa, crecida, hecha con mucho
cuidado y el papel rayado para no torcer: _Tan bien ustez me gusta á mÃ
no crea que juego con muñecas era de mi ermanita._{16-2}
Aunque sonreà al leer el billete amoroso, no dejó de causarme sensación
dulce y amable, que muy pronto hizo sitio á otra melancólica, al
recordar que me estaban prohibidas para siempre tales aventuras.
Cuando se cansó de tales
maniobras, se asomó por entero y me miró fijamente por un buen rato,
cual si tratase de demostrar que no me tenÃa miedo alguno.{15-5}
Entonces se generalizó por entrambas partes un fuego graneado de
miradas, acompañado por lo que á mà respecta de una multitud de
sonrisas, saludos y otros proyectiles mortÃferos, que debieron causar
notables estragos en el enemigo.
En esos ligeros y cortados sueños de la mañana, ricos en imágenes
risueñas y voluptuosas, sueños diáfanos y celestes como la luz que
entonces comienza á transparentarse á través de las blancas cortinas
del lecho, no ha habido nunca imaginación de veinte años que
bosquejase con los colores de la fantasÃa una escena semejante á la
que se ofrecÃa en aquel punto á los ojos del atónito Garcés.
La reputación no le viene, sino muy tarde, cuando ya
las fatigas del estudio, la lucha por la vida y las torturas de las
pasiones han alterado su fisonomÃa primitiva; apenas deja sino una
máscara usada, marchita, donde cada dolor ha puesto por estigma una
magulladura o una arruga.»
Desde niño, Poe «prometÃa una gran belleza.»
Sus compañeros de colegio hablan de su agilidad y robustez.
Según colegÃa de la proximidad de las voces y del cercano chasquido de
las ramas que crujÃan al romperse para dar paso á aquella turba de
locuelas, iban á salir de la espesura á un pequeño rellano que formaba
el monte en el sitio donde yo estaba oculto, cuando enteramente á mis
espaldas, tan cerca ó más que me encuentro de vosotros, oà una nueva
voz fresca, delgada y vibrante, que dijo ...
En primer lugar
tiene para ellos una importancia militar de primera
magnitud para la nación, pues ésta podrá en caso de 10
guerra proteger ambas costas, las del PacÃfico y las
del Atlántico, sin que tenga necesidad de dar la vuelta[272]
por el estrecho de Magallanes y quizás asà se vea obligada
a construir una nueva escuadra con que proteger
una u otra costa.
He aquà el enigma que todos querÃan explicar y
que nadie podÃa resolver hasta entonces, aunque se observase desde
luego que la armadura del señor feudal habÃa desaparecido del sitio
que antes ocupara,[1] y posteriormente varios labradores hubiesen
afirmado que el capitán de aquella desalmada gavilla marchaba á su
frente, cubierto con una, que de no ser la misma, se le asemejaba en
un todo.
Otros ignoran que en ciertos paÃses las mercaderÃas
ligeras, como cintas, blusas, camisas, etc., pagan derechos con arreglo
al peso neto; y en vez de[17] remitirlas envueltas por docenas[18] en
papel liviano, puesto que el envase inmediato habrÃa de computarse en el
peso, las envÃan acondicionando cada pieza en una caja por separado, con
lo cual acrecientan enormemente los gastos de aduana.
Traspasados de dolor padre y madre, quisieron
engañarla, para que tuviese una alegrÃa en aquel instante de suprema
aflicción, y presentándole los pavos, le dijeron:--«Mira, hija de mi
alma, aquà tienes la mulita y el bueyecito.»
Pero Celinina, aun acabándose, tuvo suficiente claridad en su
entendimiento para ver que los pavos no eran otra cosa que pavos, y los
rechazó con agraciado gesto.
Los aztecas vivÃan alegres y contentos hasta la llegada 5
de los españoles los cuales, llenos de codicia por los
metales preciosos, entablaron una lucha sangrienta
contra los aztecas los cuales se defendieron valerosamente
con sus flechas, mientras que los españoles, aunque
muy pocos en proporción, hacÃan uso de cañones y 10
fusiles en sus combates.
Dulces
envueltos en cáscaras de papel rizado; mandarinas, que son los niños de
pecho de las naranjas; castañas arropadas en mantillas de papel de
plata; cajitas que contienen glóbulos de confiterÃa homeopática;
figurillas diversas á pie y á caballo: cuanto Dios crió para que lo
perfeccionase luego la Mahonesa ó lo vendiese Scropp,{74-1} ha sido
puesto allà por una mano tan generosa como hábil.
Todos, en una explosión de libertad y de entusiasmo, cantan, estallan en
carcajadas, corren por la planicie, hacen girar los caballos empapados
en sudor, remolinean en grupos apretados, arrancan a manos llenas[2]
sartales de flores, desgajan los racimos de pomarrosas, se embriagan en
la fragancia de los limoneros, se arrojan puñados de azahares, y hacen
rodar por la grama el oro de las naranjas.
Mientras esto pasaba en Barbaruelo y Cabezudo, los de Animalejos, que no
sabÃan si alegrarse ó entristecerse contemplando el aparato de lluvia
que presentaba el cielo, determinaron rogar al tÃo Traga-santos que
solicitase, por la intercesión de San Isidro, que lloviera y no
lloviera, ó lo que es lo mismo, que cayese sólo una rociada de agua, que
era lo único que necesitaba el campo de Animalejos.
Éste nace opulento y mimado en una ciudad
capital; aquél en la severa economÃa del hogar de un soldado, en una
aldea sometida al régimen monacal de la célebre sociedad de Jesús.[1]
El uno tiene por maestro y mentor a un visionario, cuya razón desgreñada
no conoce freno al apetito de las novedades[2]: el otro se educa en un
colegio austero bajo la disciplina del compás y la escuadra del
geómetra.
No obstante de que en todos
los paÃses de Sud América se desatiende la pronunciación
de las letras _c_ y _z_, especialmente cuando la _c_ va
seguida de _e_ o _i_, conviene que los inexpertos adviertan 15
que es preferible pronunciarla como la _th_ inglesa, pues
ésta es la pronunciación usada por toda la gente ilustrada
de España y de una gran parte de las Américas
españolas.
El Tuerto, oÃda esta última palabra, tumba de un sopapo á sus pies á la
delincuente, corre á la cama, revuelve las hojas de su jergón, saca de
entre ellas una botellita blanca que contiene un pequeño resto del
delatado contrabando, vuelve con ella hacia su mujer, y arrojándosela á
la cabeza en el momento en que se incorporaba, la derriba de nuevo y
salpica á los chiquillos con el lÃquido pecaminoso.
En este
último paÃs los nativos danzan el _bambuco_; en Méjico el _jarabe
tapatÃo_; en Cuba se bailan el _zapateo_, que es una derivación del
_zapateado_ andaluz y el _danzón_, que es una contradanza transformada
en su música y en su cadencia, y la _calinda_; en el RÃo de la Plata los
bailes nativos tÃpicos son el _pericón_, el _gato_, el _tango_ y el
_cielito_, siendo este último un baile cantado.
It
contains an ancient castle.]
Bellver es una pequeña población situada á la falda de una colina, por
detrás de la cual se ven elevarse, como las gradas de un colosal
anfiteatro de granito, las empinadas y nebulosas crestas de los
Pirineos.[1]
[Footnote 1: Pirineos = 'Pyrenees.' A mountain range which separates
France from Spain, and extends from the Bay of Biscay to the
Mediterranean.
PermanecÃa largas horas arrodajada en un
tapiz, herencia de mi tÃa, esperando que terminase la confesión de los
fieles, porque ella siempre se quedaba de última, para tener tiempo de
escudriñar los más ocultos repliegues de su conciencia, en busca de
algún pecadillo olvidado que poder{188-2} llevar al tribunal de la
penitencia; y es dable sospechar que más de una vez le suministré yo el
deseado pretexto.
vez, _f._, time, place, stead, turn; á la --, at (one and) the same
time; á su --, in (its, his, her, their, _or_ your) turn; alguna --,
sometimes; cada --, constantly, continually, ever; cada -- que, every
time that; whenever; cuantas veces, as often as; de -- en cuando, from
time to time; every now and then; at intervals; de una --, at once,
suddenly, abruptly wholly, once for all; ¡acabaramos de una --!
El Cántaro de la Doncella _Leopoldo Lugones_ 319
VOCABULARY 321
THE SPANISH AMERICAN READER
PART ONE
I.--LA CASA Y EL MOBILIARIO
_Uses of =se, de, un, una, uno=; Definite and Indefinite Articles_
--Los bienes raÃces pueden ser[1] adquiridos en venta particular o en[2]
subasta o[3] remate público.
Mi abuelo se lo narró á mi
padre; mi padre me lo ha referido á mÃ, y yo te lo cuento ahora,
siquiera no sea mas que por pasar el rato.[1]
***
[Footnote 1: por pasar el rato = 'to while away the time.']
I
El crepúsculo comenzaba á extender sus ligeras alas de vapor sobre las
pintorescas orillas del Segre,[1] cuando después de una fatigosa
jornada llegamos á Bellver,[2] término de nuestro viaje.
Siguióle un plato de ternera mechada, que Dios
maldiga,{139-1} y á éste otro y otros, y otros; mitad traÃdos de la
fonda, que esto basta para que excusemos hacer su elogio; mitad hechos
en casa por la criada de todos los dÃas, por una vizcaÃna auxiliar
tomada al intento para aquella festividad, y por el ama de la casa, que
en semejantes ocasiones debe estar en todo, y por consiguiente suele no
estar en nada.
Satisfizo el buen hombre mi pregunta lo mejor que
pudo, y ya me disponÃa á proseguir mi azarosa jornada, subiendo con
pies y manos y tirando de la caballerÃa como Dios me daba á entender,
por entre unos pedruscos erizados de matorrales y puntas, cuando el
pastor que me veÃa subir desde lejos, me dió una gran voz
advirtiéndome que no tomara la _senda de la tÃa Casca_, si querÃa
llegar sano y salvo á la cumbre.
San Pedro lo es de la calle Alta, ó _Cabildo de Arriba_, y la
calle del Mar, ó _Cabildo de Abajo_, está encomendado al amparo de los
santos mártires Emeterio y Celedonio,{168-2} á cuyas gloriosas cabezas,
de las que se cuenta que llegaron milagrosamente á este puerto en un
barco de piedra, ha dedicado, construyéndola á sus expensas, una bonita
capilla en el barrio de Miranda, dominando una gran extensión de mar.
La prolongada espera, llevadera al principio, resultó
insoportable al fin; asà es que los viajeros aburridos
y hambrientos, dejando sus asientos, se apearon y
fueron en busca de alguna fonda o posada donde se 5
hablara el inglés, lo cual es inútil decir que no hallaron,
pues en La Mancha el saber inglés es una _rara avis_.[166]
¡Qué habÃan de encontrar en un pueblucho de La
Mancha!
Pero al bajar la
cordillera, a medida que crece el calor cambia la vegetación; y el que
se asoma a gozar de este admirable paisaje descubrirÃa, si no se lo
impidieran los pretiles del Salto, las palmeras, los naranjos, los
entables de caña de azúcar y los trapiches del pueblo de San Antonio de
Tena, a tiempo que[1] ve las rocas de Chinchas y de Canoas coronadas por
una selva de pinos y nogales, de robles y laureles.
La posibilidad de este arreglo
depende, como es natural, de la confianza que inspire[82] cada cual.[83]
En caso de abrirse un crédito[84] al parroquiano, las compras se cargan
en cuenta[85] y ésta se liquida cada mes.[86]
--¿Y si[87] el deudor no paga?[88]
--Se acude a la justicia ordinaria, entablando una demanda contra el
insolvente.[89] El embargo y el remate judicial suelen ser el resultado
de la acción legal.
El cielo, que desde el amanecer se
mantuvo cubierto y nebuloso, comenzaba á obscurecerse á medida que el
sol, que antes transparentaba su luz á través de las nieblas, iba
debilitándose, cuando, con la esperanza de ver su famoso castillo como
término y remate de mi artÃstica expedición, dejé á Litago[1] para
encaminarme á Trasmoz,[2] pueblo del que me separaba una distancia de
tres cuartos de hora por el camino más corto.
No se da con el
Tuerto por advertido del suceso que acaba de ocurrir y del que se ha
enterado perfectÃsimamente, pues no le gusta meterse en lo que no le
importa; pero el irascible marido, que necesita dar salida al veneno que
aun le queda en el cuerpo, llama á su vecino, y de balcón á balcón
entablan este diálogo á grandes voces:
--TÃo Tremontorio, yo no puedo con esta bribona, y voy á hacer un dÃa
una barbaridá.....
Colocáronme por mucha distinción entre
un niño de cinco años, encaramado en unas almohadas que era preciso
enderezar á cada momento porque las ladeaba la natural turbulencia de mi
joven _á látere_, y entre{138-2} uno de esos hombres que ocupan en el
mundo el espacio y sitio de tres, cuya corpulencia por todos lados se
salÃa de madre de la única silla en que se hallaba sentado, digámoslo
asÃ, como en la punta de una aguja.
Ninguna
montaña en América presenta una belleza tan caracterizada como el
Cotopaxi: Su forma es enteramente la de un cono truncado de exacta
regularidad; su nieve es purÃsima, y su distribución[2] en las faldas se
hace con tanta simetrÃa, que es casi imposible contemplar, desde una
distancia tan considerable como la en que se percibe esta bellÃsima
montaña, un espectáculo más agradable, más brillante, ni[3] más
apacible.
Pero en obra destinada
Sólo al gusto y diversión, 290
Si no es varia la invención,
Todo lo demás es nada."
_La variedad es requisito indispensable en las obras de gusto._
LA ARDILLA Y EL CABALLO
Mirando estaba una ardilla 295
A un generoso alazán,
Que, dócil a espuela y rienda,
Se adiestraba en galopar.
El cultivo del
henequén constituye la industria principal del estado de 20
Yucatán en que la formación del terreno flojo sobre una
piedra caliza hace que el terreno absorba el agua de
las lluvias y que la planta del maguey de la cual se
extrae dicha fibra, crezca y se desarrolle de tal manera
que no puede compararse con la producida en otros 25
paÃses, pues la calidad es incomparable.
En el trascurso de más de tres siglos estos hijos
degenerados de una raza valiente y numerosa, ignorantes de su origen, de
sus derechos y de su propia miseria, celebran una fiesta cristiana
contrahaciendo momentáneamente los usos de sus mayores y se rÃen
representando el terror de sus padres en aquellos dÃas aciagos en que
sus opresores los aniquilaban para formar colonias europeas sobre los
despojos de una grande y poderosa nación.
Escribió á Madrid á persona de toda su confianza, encargándole que le
enviase un par de sacos de la mejor arcilla que hallase en los cerros de
San Isidro, y asà que recibió esta bendita tierra, se fué con ella á
Valladolid é hizo que le modelase un buen escultor{100-1} una buena
imagen de San Isidro, que bien cocida y pintada, llevó al señor
Arzobispo y éste bendijo, concediendo muchas indulgencias á los que
rezasen delante de ella.
que el café de Costa
Rica se ha cotizado en el mercado de Londres a precios más altos que el
de los demás paÃses de la América Central, lo que no es poco decir?[7]
--¡A quién se lo dice Ud.![8] Yo he sido vendedor de café
centroamericano, y puedo afirmar además que en los últimos años la
producción de café costarricense se ha mantenido firme, a pesar de que
en otros paÃses la superproducción trajo una baja general en los
valores.
Impulsado de un pensamiento religioso, espontáneo é indefinible, eché
maquinalmente pie á tierra, me descubrÃ, y comencé á buscar en el
fondo de mi memoria una de aquellas oraciones que me enseñaron cuando
niño; una de aquellas oraciones que, cuando más tarde se escapan
involuntarias de nuestros labios, parece que aligeran el pecho
oprimido, y semejantes á las lágrimas, alivian el dolor, que también
toma estas formas para evaporarse.
Fué más
lejos aún que Pereda, pues no se limitó su innovación a reproducir, tal
como era en el mundo real, la psicologÃa de cada personaje, sino que
llegó, subordinando las partes al todo, a una sÃntesis profunda y
suprema en que pone de relieve,[69] como un filósofo que de análisis en
disección[70] ha llegado a la meta[71] de una hipótesis compendiosa, las
leyes históricas del perÃodo más ominoso de la colonización española en
Cuba.
XI.--LA CAZA Y SUS PRODUCTOS
_Uses of the =Preterite Indicative= and =Imperfect=_
--El interés que mis hermanos[1] y yo demostramos por la caza nos viene
quizá por herencia,[2] pues nuestro padre pasó una gran parte de su vida
en Sud América, cazando animales salvajes que desolló más de una vez con
sus propias manos.[3] Nos decÃa que las selvas allà son muy espesas y
que la lucha entre las especies animales hace su caza difÃcil.
Detrás
de la cerca de limón, veo una ancha calle con doble fila de matas de
cocos, naranjas y _caimitos_; por más allá[3] se divisan los cuadros de
cafetos, cargados de blancas flores que imitan el azahar, cortados a la
misma altura y que devuelven hacia la tierra sus copiosas y redondas
ramas; sobresalen entre los cafetos las matas de plátanos, que con sus
hermosos racimos ofrecen abundoso alimento, regalo de una tierra
providencial.
Abrà los ojos según
dejo dicho: me incorporé con sumo cuidado, y poniendo atención á
aquel confuso murmullo que cada vez sonaba más próximo, oà en las
ráfagas del aire, como gritos y cantares extraños, carcajadas y tres ó
cuatro voces distintas que hablaban entre sà con un ruido y una
algarabÃa semejante al de las muchachas del lugar, cuando riendo y
bromeando por el camino, vuelven en bandadas de la fuente con sus
cántaros á la cabeza.
El pastor, convencido por las muestras de interés con que
me disponÃa á escuchar su relate, de que yo no era uno de esos señores
_de la ciudad_, dispuesto á tratar de majaderÃas su historia, levantó
la mano en dirección á uno de los picachos de la cumbre, y comenzó
asÃ, señalándome una de las rocas que se destacaba obscura é imponente
sobre el fondo gris del cielo, que el sol, al ponerse tras las nubes,
teñÃa de algunos cambiantes rojizos.
El rebaño se crÃa en libertad en una vasta extensión que no
es nunca menor de doscientas cincuenta hectáreas; por allà corre a su
guisa,[7] marcha y circula sin conocer nunca, ni aún en el invierno, el
reposo del establo; estas grandes marchas dan a la fibra de esta parte
carnosa una resistencia poco agradable y un gusto diferente de la del
carnero criado en paÃses donde la propiedad está muy dividida y donde es
de regla[8] la estabulación.
NOTES:
[Note 207: =contar diez años=, _to be ten years old_.]
[Note 208: =cuantos=, _all who_.]
[Note 209: =copiar a la pluma=, _to make a pen and ink sketch_.]
[Note 210: =ingresar en=, _to enter, to matriculate at_; used commonly
of entering an educational institution or a class.]
=LA LECCIÓN=
--Si no aprendes esa historia--
Le dijo a un niño su abuela,--
Te sacaré de la escuela
Para tirar de una noria.
Decirte que durante estos diez años el recuerdo de Teresa me ha
perseguido constantemente, serÃa faltar á la verdad; he amado á otras
mujeres, y hace cuatro años estuve á punto de casarme con una hermosa
joven; pero la desgracia hizo que un mes antes de verificarse nuestro
enlace, los padres encontrasen un pretendiente á la mano de mi amada
mejor que yo, éste me fué preferido por ellos, y la novia tuvo que
someterse á la voluntad de sus tiranos.
à la luz del farolillo, cuya dudosa claridad se perdÃa entre las espesas
sombras de las naves y dibujaba con gigantescas proporciones sobre el
muro la fantástica sombra del sargento aposentador que iba
precediéndole, recorrió la iglesia de arriba abajo y escudriñó una por
una todas sus desiertas capillas, hasta que una vez hecho cargo del
local, mandó echar pie á tierra á su gente, y hombres y caballos
revueltos, fué acomodándola como mejor pudo.
à la luz del farolillo, cuya dudosa claridad se perdÃa entre las
espesas sombras de las naves y dibujaba con gigantescas proporciones
sobre el muro la fantástica sombra del sargento aposentador que iba
precediéndole, recorrió la iglesia de arriba abajo y escudriñó una por
una todas sus desiertas capillas, hasta que una vez hecho cargo del
local, mandó echar pie á tierra á su gente, y hombres y caballos
revueltos, fué acomodándola como mejor pudo.
Ni el fuego le ataja, ni los peligros le intimidan, ni las
lágrimas le conmueven: Nunca despliega sus labios; pero cuando la
sangre humea en nuestras manos, como cuando los templos se derrumban
calcinados por las llamas: cuando las mujeres huyen espantadas entre
las ruinas, y los niños arrojan gritos de dolor, y los ancianos
perecen á nuestros golpes, contesta con una carcajada de feroz alegrÃa
á los gemidos, á las imprecaciones y á los lamentos.
A MI MADRE
(_Soneto_)
Porque siento que allá arriba, en el cielo, los
ángeles que se hablan dulcemente al oÃdo, no
pueden encontrar entre sus radiantes palabras
de amor una expresión más ferviente que la de
«_madre_», he ahà por qué, desde hace largo
tiempo os llamo con ese nombre querido, a ti
que eres para mà más que una madre y que
llenáis el santuario de mi corazón en el que la
muerte os ha instalado, al libertar el alma de
mi Virginia.
Últimamente, y por una coincidencia extraÃia, he tenido ocasión
de conocer los detalles y la historia circunstanciada de un hecho que
se comprende apenas en mitad de un siglo tan despreocupado como el
nuestro.[3]
[Footnote 1: leerÃan ustedes = 'you may have read.']
[Footnote 2: Zaragoza = 'Saragossa.' A Spanish city of some 99,000
inhabitants, capital of the province of the same name, situated on
the Ebro river at its junction with the Huerva.
Y, en
efecto, al dÃa siguiente, domingo, fué á misa mayor y pasó revista de
getas, que las habÃa{48-1} muy negruzcas y muy dificultosas, tardando
poco en divisar, bajo la orla abigarrada de un pañuelo amarillo, la
carátula japonesa más horrible, los ojos más bizcos, la nariz más roma,
la boca más bestial, la tez más curtida y la pelambrera más cerril que
vieron los siglos; todo acompañado de unas manos y pies como paletas de
lavar y de una gentil corcova.
Entonces, cuando arden despidiendo un torrente de luz sus mil lámparas
de plata; cuando flota en el aire una nube de incienso, y las voces del
coro, y la armonÃa de los órganos y las campanas de la torre estremecen
el edificio desde sus cimientos más profundos hasta las más altas agujas
que lo coronan, entonces es cuando se comprende, al sentirla, la
tremenda majestad de Dios que vive en él, y lo anima con su soplo y lo
llena con el reflejo de su omnipotencia.
Entonces, cuando arden despidiendo un torrente de luz sus mil lámparas
de plata; cuando flota en el aire una nube de incienso, y las voces
del coro, y la armonÃa de los órganos y las campanas de la torre
estremecen el edificio desde sus cimientos más profundos hasta las más
altas agujas que lo coronan, entonces es cuando se comprende, al
sentirla, la tremenda majestad de Dios que vive en él, y lo anima con
su soplo y lo llena con el reflejo de su omnipotencia.
AsÃ,[41] hace un convenio con una fábrica
_de_ ladrillos por la provisión de los que[42] necesita, fijando de
antemano[43] la fecha de las entregas y la forma de pago.[44]
--Una carpinterÃa, o varias,[45] toman a su cargo[46] la fabricación de
las puertas y ventanas con sus marcos, celosÃas y postigos, asà como[47]
las escaleras interiores balaustradas, zócalos, molduras, tabiques,
guardarropas, estanterÃas fijas y ascensores domésticos o estantes
giratorios.
Al instante dos o tres jinetes hienden el grupo que
entre todos han arrinconado en algún ángulo del corralón; colocan sus
cabalgaduras rozándose con un costado del animal, que por huir del que
se acerca, se abre paso entre los otros, y emprende una veloz carrera en
que el jinete le sigue, animándolo con la voz y sin apartarse una lÃnea
hasta dejarlo en otro corral, cuya puerta despejan los que la ocupan
para dar paso al animal, volviendo a cerrarla inmediatamente.
Iluminada por el rojizo resplandor de la hoguera, y á través del confuso
velo que la embriaguez habÃa puesto delante de su vista, parecÃale que
la marmórea imagen se transformaba á veces en una mujer real; parecÃale
que entreabrÃa los labios como murmurando una oración; que se alzaba su
pecho como oprimido y sollozante; que cruzaba las manos con más fuerza;
que sus mejillas se coloreaban, en fin, como si se ruborizase ante aquel
sacrÃlego y repugnante espectáculo.
Iluminada por el rojizo resplandor de la hoguera, y á través del
confuso velo que la embriaguez habÃa puesto delante de su vista,
parecÃale que la marmórea imagen se transformaba áveces en una mujer
real; parecÃale que entreabrÃa los labios como murmurando una oración;
que se alzaba su pecho' como oprimido y sollozante; que cruzaba las
manos con más fuerza; que sus mejillas se coloreaban, en fin, como si
se ruborizase ante aquel sacrÃlego y repugnante espectáculo.
De cuando en cuando azotaba su frente una ráfaga
de aire, frÃo como la hoja de un puñal, que crispaba sus cabellos de
horror y penetraba hasta la médula de sus huesos; ráfagas semejantes a
las que anunciaban á los profetas la aproximación del espÃritu
divino.[2] Al fin llegó á un punto donde creyó percibir un rumor
sordo, que pudiera compararse al zumbido lejano de un enjambre de
abejas, cuando, en las tardes del otoño, revolotean en derredor de las
últimas flores.
llevara=, 'there wasn't any one who
brought....'
[32.2] =la de Chaviri=, 'that of Chaviri,' or 'Chaviri's.'
[32.4] =iba durando una y otra semana=, 'lasted week after week.'
[32.5] =Ã los dos meses=, 'after two months.'
[32.7] =Fué la noticia extendiéndose=, 'the report spread.'
[32.8] =ya no volvieron á gritarle=, 'no longer shouted at him.'
[32.14] =en evitar que nadie me viese=, 'to avoid being seen' (lit., 'in
avoiding that any one should see me').
El color de
esta montaña varÃa como el del camaleón, según la dirección y modo como
la hieren los rayos solares: A veces es enteramente blanca; en
ocasiones,[5] bañada por la luz del sol poniente,[6] parece una gran
masa de oro bruñido; y otras veces las sombras nacidas de la
distribución de las numerosas rocas repartidas en toda su superficie,
desde su elevada cima hasta su anchurosa base, le dan un aspecto
semi-violado, con tintes purpurinos notables y espléndidos.
The adverb =recientemente=, when
modifying and preceding a past participle, is abbreviated to =recién=.]
[Note 281: =llegar a creer=, _to come to believe_.]
[Note 282: =contar=, _to have (in speaking of population)_.]
=LA REPÚBLICA ARGENTINA=
La República Argentina se extiende dentro de una
superficie de 34 grados de latitud y encierra una gran
variedad de climas, desde el tropical en la región norte
hasta un clima casi ártico en la región sur.
VARIANT: =Y no es sino una
leyenda poética la creencia de que.=
16.--NAVEGACIÓN EN LOS CANALES DE TIERRA DEL FUEGO
De súbito nos sorprendió el espectáculo de uno de los ventisqueros, el
primero que veÃamos en los canales, y también uno de los más pequeños,
cuya nieve llegaba hasta el mar, con tonos azulados suaves y tenues, muy
finos, que hacÃan resaltar más la blancura casi absoluta de la nieve en
la cima, destacada a su vez sobre el fondo plomizo del cielo.
Iba de un lado para otro, llevando papeles, entregando cartas y
notas--dando explicaciones,--escuchando pacientemente las preguntas que
le dirigÃan y sonriéndose con malicia con alguno de su confianza,[4]
cuando pasaba por delante de una serie de personajes adustos, graves,
que estaban sentados en hilera simétrica, en un rincón de la sala,
fumando con desahogo, hablándose a hurtadillas[5] con monosÃlabos, y
dirigiendo de tiempo en tiempo sus ojos desconfiados a la puerta.
Asà para expresar que un hombre es valiente, dice
él: «es como las armas»[8]; que un hombre es vivo: que «es como la
luz»[9]; para hablar de una mujer linda, «es como las estrellas»; para
indicar un caballo rápido, «es como águila»; para elogiar a un individuo
firme que no cede a los embates de la mala fortuna, «es como
cuadro».[10] Cuando habla de su caballo le llama «mancarrón»; a su mujer
«la china»[11]; a sus amigos «aparceros»; a los muchachos del campo,
«charabones».
Hecho el lÃo de ropa, pasó el Tuerto su brazo izquierdo por debajo de
los nudos, metió dentro de la gorra algunos mechones de pelo que le
caÃan sobre los ojos, tiró de una bolsa de piel mugrienta que guardaba
en un bolsillo de sus pantalones, sacó de ella tabaco picado, hizo un
cigarro, encendióle en un tizón que le trajo su mujer, que lloraba,
aunque en silencio, fijóse en los chicuelos que también lo rodeaban, y,
haciendo un gran esfuerzo, dijo con voz insegura:
--¡Ea!
Un arco rehundido en el muro, en el fondo del
cual se veÃa la imagen del Redentor enclavado en la cruz y con una
calavera al pie; un tosco cobertizo de tablas que lo defendÃa de la
intemperie, y el pequeño farolillo colgado de una cuerda que lo
iluminaba débilmente, vacilando al impulse del aire, formaban todo el
retablo, alrededor del cual colgaban algunos festones de hiedra que
habÃan crecido entre los obscuros y rotos sillares, formando una
especie de pabellón de verdura.
No vivimos, no,[6] como siervos futuros ni como aldeanos
deslumbrados, sino con la determinación y la capacidad de contribuir a
que se la estime por sus méritos, y se la respete por sus sacrificios:
porque las mismas guerras que de pura ignorancia[7] le echan en cara[8]
los que no la conocen, son el timbre de honor[9] de nuestros pueblos,
que no han vacilado en acelerar con el abono de su sangre el camino del
progreso, y pueden ostentar en la frente sus guerras como una corona.
Al rededor remueven el ramaje multitud de
cuadrúpedos, y los inquietos _zambos_ (monos) corren saltando de árbol
en árbol a atisbar con curiosidad al transeunte, las hembras con los
hijuelos cargados a la espalda,[3] y todos juntos en familia,[4]
chiflando y arrojando ramas secas; mientras más a lo lejos[5] los
_araguatos_ (monos aulladores), sentados gravemente en torno del más
viejo, entonan una especie de letanÃa en que el jefe gruñe primero y los
demás le contestan en coro.
Como ya no sentÃan
la molestia de la plaga, les parecÃa muy duro el sacrificio 20
de pagar lo prometido.[144]
El flautista no hizo manifestación alguna de desagrado;
pero empezó de nuevo a soplar su flauta, produjo
una música más maravillosa y dulce que la anterior,
y esta vez se fueron tras él, en tropel, todos los 25
niños de la ciudad, desde los chiquitines que
empezaban a caminar, hasta[145] los que estudiaban ya en
las escuelas.
Y con superstición análoga á la que obligó al tirano de
Samos{47-1} á echar al mar la rica esmeralda de su anillo, Sebastián,
deseoso de ofrecer expiatorio holocausto, ideó ser la vÃctima, y
reprimiendo antojos que le asaltaron al fresco aletear de la brisa
marina y al murmullo musical del oleaje, si habÃa de prometer al Destino
construir una capilla, un asilo, un manicomio, hizo otro voto más
original, de superior abnegación: casarse sin remedio con la soltera más
fea de su lugar.
Recuerdo que, dos años há, mi amigo Eduardo Bustillo, el inspirado
cantor de nuestras glorias nacionales, delante de una escena idéntica á
la que voy describiendo, desde el mismo sitio, acaso sobre la misma
piedra que yo, lloró con su alma las penas de las pobres familias á
quienes una leva sumÃa en el abismo de todos los dolores, y puso en
labios de una esposa desvalida estas palabras sencillas, pero tiernas y
elocuentes:
--«Mi pobre niña inocente
el amor perdido siente.
El dÃa de San Isidro el tÃo Traga-santos cubrÃa de flores aquellas
sagradas ruinas; colocaba sobre ellas una mesita cubierta con un blanco
mantel; en este sencillo é improvisado altar ponÃa, entre dos velas, una
tosca imagen de San Isidro hecha de barro, circunstancia que para él
constituÃa su mayor mérito, pues se la habÃan llevado de Madrid, y
suponÃa que aquel barro procedÃa de la tierra regada con el sudor del
santo labrador, y pasaba casi todo el dÃa rezando entre aquellas ruinas.
Junto á aquella verja,
de pie, envueltos en sus capas de color galoneadas de oro, dejando
entrever con estudiado descuido las encomiendas rojas y verdes, en la
una mano el fieltro, cuyas plumas besaban los tapices, la otra sobre
los bruñidos gavilanes del estoque ó acariciando el pomo del cincelado
puñal, los caballaros veinticuatros,[2] con gran parte de lo mejor de
la nobleza sevillana, parecÃan formar un muro, destinado á defender á
sus hijas y sus esposas del contacto de la plebe.
Mientras las señoras visitaban la casa y recibÃan á los numerosos amigos
que acudieron al saber su llegada, Fernando, que se habÃa obstinado en
no subir al piso superior, me llamó, me hizo sentar á su lado, y empezó
la prometida historia en estos términos:
--Hace once años, cuando sólo tenÃa yo veinte, y habÃa acabado la
carrera de abogado en Madrid, mi padre me envió una temporada á este
pueblo para que hiciese una visita á su única hermana, que es esa señora
á quien acabas de ver.
Cuando la lengua de Castilla se arraigó en la parte meridional de
nuestro continente, sus hijos enriquecieron a la madre patria «no menos
con los tesoros de su suelo que con sus aventajados talentos que
fecundiza el sol ardiente y desarrolla una naturaleza grandiosa y
magnÃfica.» Por entonces[1] el sonido de las liras americanas se perdÃa
entre el grande concierto de las españolas: el hilo de agua,[2] por
decirlo asÃ, se engolfaba sin dejar huella[3] en el mar a cuyo aliento
contribuÃa.
Ya la presea estaba en su poder: sus dedos crispados la oprimÃan con una
fuerza sobrenatural, sólo restaba huir, huir con ella: pero para esto
era preciso abrir los ojos, y Pedro tenÃa miedo de ver, de ver la
imagen, de ver los reyes de las sepulturas, los demonios de las
cornisas, los endriagos de los capiteles, las fajas de sombras y los
rayos de luz que semejantes á blancos y gigantescos fantasmas, se movÃan
lentamente en el fondo de las naves, pobladas de rumores temerosos y
extraños.
Ante todo, la disposición geográfica del territorio americano que va
desde el RÃo Grande a la Tierra del Fuego, no permite fácilmente la
cohesión de muchos millones de hombres en una misma comunidad de ideales
sociales, artÃsticos, religiosos; el hombre es hijo de las condiciones
climatéricas en que vive, y a lo largo de[1] la América latina hay
individuos que se tuestan doce meses al sol, y otros que tiritan de
frÃo, y hay recios escaladores de montañas y mÃseros palúdicos de los
pantanos.
Después de un largo silencio, que solo interrumpia el chirrido de la
hoja al resbalarse sobre la pulimentada madera, el joven exclamó
dirigiéndose á su servidor, como si no hubiera escuchado una sola de
sus palabras:
--Iñigo, tú que eres viejo, tú que conoces todas las guaridas del
Moncayo, que has vivido en sus faldas persiguiendo á las fieras, y en
tus errantes excursiones de cazador subiste más de una vez á su
cumbre, dime, ¿has encontrado por acaso una mujer que vive entre sus
rocas?
RodrÃguez GarcÃa_ (CUBANO)
=Caro, José Eusebio= (1817-1853)
José Eusebio Caro[23] fué el más lÃrico de todos los colombianos, por lo
profundo e intenso de su vida afectiva, la cual expresó con rara
franqueza y viril arrojo en versos de forma insólita, que bajo una
corteza que puede parecer áspera y dura, esconden tesoros de cierta
poesÃa Ãntima y ardiente, a un tiempo[24] apasionada y filosófica, medio
inglesa y medio española, que antes y después de él ha sido rarÃsima en
castellano.
Lo de cierto que pudiera haber en estas
murmuraciones, nadie pudo nunca decirlo, porque la verdad era que don
DionÃs tuvo una vida bastante azarosa en su juventud, y después de
combatir largo tiempo bajo la conducta del monarca aragonés,[2] del
cual recabó entre otras mercedes el feudo del Moncayo,[3] marchóse á
Palestina,[4] en donde anduvo errante algunos años, para volver por
último á encerrarse en su castillo de Veratón,[5] con una hija
pequeña, nacida sin duda en aquellos paÃses remotos.
ConocÃalas
perfectamente _el tÃo Buscabeatas_ por la forma, por su grado de madurez
y hasta de nombre, sobre todo á los cuarenta ejemplares más gordos y
lucidos, que ya estaban diciendo guisadme, y se pasaba los dÃas
mirándolos con ternura y exclamando melancólicamente:
--_¡Pronto tendremos que separarnos!_
Al fin, una tarde se resolvió al sacrificio; y señalando á los mejores
frutos de aquellas amadÃsimas cucurbitáceas que tantos afanes le habÃan
costado, pronunció la terrible sentencia.
No obstante, al romper el dÃa, cuando llevé los corderos al agua, á la
orilla de este rÃo, como obra de dos tiros de honda del sitio en que
nos hallamos, y en una umbrÃa de chopos, donde ni á la hora de siesta
se desliza un rayo de sol, encontré huellas recientes de los ciervos,
algunas ramas desgajadas, la corriente un poco turbia, y lo que es más
particular, entre el rastro de las reses las breves huellas de unos
pies[1] pequeñitos como la mitad de la palma de mi mano, sin
ponderación alguna.
The continuity of the act is emphasized by the use
of =venir= or =ir=.]
[Note 360: =aprovecharse de=, _to profit by_.]
[Note 361: =estar en boga=; _to be customary, commom_.]
[Note 362: =contar=, _to comprise, include._]
[Note 363: =otros tantos=, _as many more_.]
[Note 364: =exceder de=, _to surpass_.]
[Note 365: =servirse de=, _to make use of_.]
=EL PERÚ=
La República del Perú, situada en el Océano PacÃfico,
ocupa una superficie de casi 690,000 millas cuadradas.
El asistente, obedeciendo las órdenes de su capitán, comenzó á
descargar golpes en la sillerÃa del coro, y después que hubo reunido
una gran cantidad de leña que fué apilando al pie de las gradas del
presbiterio, tomó la linterna y se dispuso á hacer un auto de fe con
aquellos fragmentos tallados de riquÃsimas labores entre los que se
veÃan por aquà parte de una columnilla salomónica, por allá la imagen
de un santo abad, el torso de una mujer, ó la disforme cabeza de un
grifo asomado entre hojarasca.
Mientras esto decÃa el montero, Constanza, que asà se llamaba la
hermosa hija de don DionÃs, se habÃa aproximado al grupo de los
cazadores, y como demostrase su curiosidad por conocer la
extraordinaria historia de Esteban, uno de éstos se adelantó hasta el
sitio en donde el zagal daba de beber á su ganado, y le condujo á
presencia de su señor, que para disipar la turbación y el visible
encogimiento del pobre mozo, se apresuro á saludarle por su nombre,
acompañando el saludo con una bondadosa sonrisa.
El asistente, obedeciendo las órdenes de su capitán, comenzó á descargar
golpes en la sillerÃa del coro, y después que hubo reunido una gran
cantidad de leña que fué apilando al pie de las gradas del presbiterio,
tomó la linterna y se dispuso á hacer un auto de fe con aquellos
fragmentos tallados de riquÃsimas labores, entre los que se veÃan por
aquà parte de una columnilla salomónica, por allá la imagen de un santo
abad, el torso de una mujer, ó la disforme cabeza de un grifo asomado
entre hojarasca.
Los que
asistÃan de continuo á formar el séquito de presuntos galanes de doña
Inés de Tordesillas, que tal era el nombre de esta celebrada
hermosura, á pesar de su carácter altivo y desdeñoso, no desmayaban
jamás en sus pretensiones; y éste, animado con una sonrisa que habÃa
creÃdo adivinar en sus labios; aquél, con una mirada benévola que
juzgaba haber sorprendido en sus ojos; el otro, con una palabra
lisonjera, un ligerÃsimo favor ó una promesa remota, cada cual
esperaba en silencio ser el preferido.
El niño recibió el humilde presente con una gran alegrÃa: los dos
hermanos plantaron la florecita en una maceta vieja, que llenaron de
tierra, la regaron con cuidado, y Dios hizo prosperar la planta, que á
los pocos dÃas se adornó con algunas hojitas: cuidada por la pequeña y
débil mano de un niño doliente, constituyó, no sólo el jardÃn, sino el
universo entero del pobre enfermo: porque aquella pequeña flor le
representaba los prados, los bosques, los jardines, los rÃos, en una
palabra, toda la creación.
Era imposible seguirlas en sus ágiles movimientos, imposible abarcar
con una mirada los infinitos detalles del cuadro que formaban, unas
corriendo, jugando y persiguiéndose con alegres risas por entre el
laberinto de los árboles; otras surcando el agua como un cisne, y
rompiendo la corriente con el levantado seno; otras, en fin,
sumergiéndose en el fondo, donde permanecÃan largo rato para volver á
la superficie, trayendo una de esas flores extrañas que nacen
escondidas en el lecho de las aguas profundas.
Isabella of Castile married Ferdinand
of Aragon in 1469, and in 1479 the two kingdoms of Castile and
Aragon were united.]
Para con los otros monteros, los pajes y la gente menuda del servicio
de don DionÃs, la exquisita solicitud de Garcés y el aprecio con que
sus señores le distinguÃan, habÃanle valido una especie de general
animadversión, y al decir de los envidiosos, en todos aquellos
cuidados con que se adelantaba á prevenir los caprichos de su señora
revelábase su carácter adulador y rastrero.
El foso
estaba cegado con los sillares de las derruidas almenas; el puente
levadizo, inútil ya, se pudrÃa colgado aún de sus fuertes tirantes de
hierro, cubiertos de orÃn por la acción de los años; en la torre del
homenaje tañia lentamente una campana; frente al arco principal de la
fortaleza y sobre un pedestal de granito se elevaba una cruz; en los
muros no se veÃa un solo soldado; y confuso, y sordo, parecÃa que de
su seno se elevaba como un murmullo lejano, un himno religioso, grave,
solemne y magnifico.
Asà como las heladas, por leves que sean, matan
estas plantas, el sol cuando es demasiado ardiente
les hace daño[306] también, y en las Antillas y en otros
varios paÃses cálidos de América siembran alrededor de
los cafetales y dentro de ellos mismos árboles copudos
y altos, de hojas menudas y permanentes, que se extienden
sobre los arbustos del café a una altura de 5
diez o doce metros, y los defienden de los ardores del
sol y aún de los azotes violentos de las tempestades.
Hacia la duodécima
hora del cuadrante nocturno una luna más
nebulosa que las otras,--de una especie que las
hadas han probado ser la mejor,--desciende
hasta bajo el horizonte y pone su centro sobre
la corona de una eminencia de montañas, mientras
que su vasta circunferencia se esparce en
vestiduras flotantes sobre los caserÃos, sobre las
mismas mansiones distantes, sobre bosques
extraños, sobre la mar, sobre los espÃritus que
danzan, sobre cada cosa adormecida, y los sepulta
completamente en un laberinto de luz.
pensé; ¡cuántas veces el genio
Asà duerme en el fondo del alma,
Y una voz, como Lázaro,[3] espera
Que le diga: «Levántate y anda!»
[Footnote 1: This poem is composed of decasyllabic anapests and of
hexasyllabic amphibrachs, thus:
-- -- / | -- -- / | -- -- / | --
-- / -- | -- / --
The even verses have the same assonance throughout.]
[Footnote 2: For this idea, compare--
Je suis dans un salon comme une mandoline
Oubliée en passant sur le bord d'un coussin.
El padre del Tuerto, tÃo _Bolina_ llamado, porque siempre al
andar se ladeó de la derecha, sigue, á pesar de sus años, bregando con
la mar, como el tÃo Tremontorio; y no por afición á ella, como dirÃa muy
serio un poeta del riñón de Castilla ó de la Mancha,{165-1} acostumbrado
á mandar las maniobras y á conjurar tormentas desde un escenario, ó en
el estanque del Retiro, sino porque viven de lo que pescan, y sólo
pescan para vivir exponiendo la vida cien veces al año en el indómito
mar de Cantabria, sobre una frágil lancha.
La fiesta religiosa habÃa traÃdo á ella una multitud inmensa de fieles;
pero ya ésta se habÃa dispersado en todas direcciones; ya se habÃan
apagado las luces de las capillas y del altar mayor, y las colosales
puertas del templo habÃan rechinado sobre sus goznes para cerrarse
detrás del último toledano, cuando de entre las sombras, y pálido, tan
pálido como la estatua de la tumba en que se apoyó un instante mientras
dominaba su emoción, se adelantó un hombre que vino deslizándose con el
mayor sigilo hasta la verja del crucero.
Miraculous tales are
related of several of the images of Christ in Toledo, of the _Cristo
de la Luz_, of the _Cristo de la Vega_, and others, as well as of
the image we have to deal with here.]
Los caballeros, después de saludar respetuosamente la imagen de
Cristo, quitándose los birretes y murmurando en voz baja una corta
oración, reconocieron el terreno con una ojeada, echaron á tierra sus
mantos, y apercibiéndose mutuamente para el combate y dándose la señal
con un leve movimiento de cabeza, cruzaron los estoques.
Y á la vez, viéndose rico, no viejo, dueño de sÃ,
caminando hacia la tierra, dió en una cavilación rara, que le fatigaba
mucho: y fué que se empeñó en que la Providencia, el poder sobrenatural
que rige el mundo, y que hasta entonces tanto habÃa protegido á
Sebastián Becerro, estaba cansado de protegerle, y le iba á zorregar
disciplinazo firme, con las de{46-4} alambre: que el barco embarrancarÃa
á la vista del puerto, ó que él, Sebastián, se ahogarÃa al pie del
muelle, ó que cogerÃa un tabardillo pintado, ó una pulmonÃa doble.
See note 1 above.]
[Note 17: =al pasar la gente=, _when the people passed_.]
[Note 18: =dar un rodeo=, _to walk round_.]
[Note 19: =seguir el camino=, _to continue on one's way_.]
[Note 20: =tropezar con=, _to run across or stumble upon_.]
[Note 21: =decir para sÃ=, _to say to one's self_.]
[Note 22: =esforzarse para= (followed by the infinitive), _to make a
great effort to_.]
=LA MONA=
Subió una mona a un nogal,
Y cogiendo una nuez verde,
En la cáscara la muerde,
Con que le supo muy mal.
Como iba diciendo,[75] una
casa electricista corre con la instalación de conductores, medidores,
toma-corrientes,[76] llaves, fusibles, asà como de las campanillas con
sus cuadros indicadores, pilas, transformadores, etc., mientras otra
casa especialista, de las[77] denominadas[78] de artefactos de luz
eléctrica, proporciona las arañas, los pendientes, los brazos, los
faroles y los «plafonniers.»
Por su parte, el cerrajero[79] se encarga de las cerraduras y cerrojos
de las puertas, pestillos, manijas, bisagras, fallebas y pasadores.
Pasamos por un pasadizo sombrÃo;
y, de pronto, en un cuarto lleno de luz, me encontré entre los brazos[1]
de un hombre pequeño de cuerpo,[2] rostro de iluminado, voz dulce y
dominadora al mismo tiempo y que me decÃa esta única palabra: «¡Hijo!»
Era la hora ya de aparecer ante el público, y me dijo que yo debÃa
acompañarle en la mesa directiva[3]; y cuando me dà cuenta,[4] después
de una rápida presentación a algunas personas, me encontré con ellas y
con Martà en un estrado, frente al numeroso público que saludaba con un
aplauso simpático.
Cada casa[18] de comercio se
ocupa de su ramo; y entre los mercaderes hay toda clase de categorÃas,
desde el acaudalado negociante hasta[19] el humilde vendedor[20] que
apenas es algo más que[21] un pobre buhonero.[22] Pero toda[23] gran
ciudad[24] cuenta con firmas[25] poderosas, organizadas[26] por hombres
de negocio que han mostrado en sus empresas un juicio, una confianza, un
arrojo maravillosos.[27] A muchas de esas compañÃas[28] y sociedades[29]
débese la prosperidad que han alcanzado[30] algunas de las tiendas de
departamentos a que Ud.
The mountains of Montagut, which rise to a
height of 3125 teet, are situated in the province of Tarragona,
Spain.]
II
Pastores, que seguÃs con lento paso vuestras ovejas que pacen
derramadas por las colinas y las llanuras; si al conducirlas al borde
del transparente riachuelo que corre, forcejea y salta por entre los
peÃiascos del valle de Montagut en el rigor del verano, y en una
siesta de fuego habéis encontrado la sombra y el reposo al pie de las
derruÃdas arcadas del monasterio, cuyos musgosos pilares besan las
ondas, oidme.
Tal vez no se comprenda bien todo este movimiento,
y se llegue a creer[281] que muchas de las mercaderÃas que 25
aquà se desembarcan son de tránsito, destinadas al
consumo en una de las Antillas vecinas; pero un comerciante
experto, interrogado sobre este punto, dice asÃ:
--Verdad es que la isla cuenta[282] sólo un poco más de
un millón de habitantes; pero como sus productos
principales en la actualidad no son precisamente
alimenticios, necesita importar casi todo lo que consume,
y exportar casi todos sus productos.
Sobre cubierta se agrupan los pasajeros:
el comerciante de gruesa panza, congestionado como un pavo, con
encorvadas narices israelitas; el clergyman huesoso, enfundado en su
largo levitón negro, cubierto con su ancho sombrero de fieltro, y en la
mano una pequeña Biblia; la muchacha que usa gorra de jockey, y que
durante toda la travesÃa ha cantado con voz fonográfica, al són de un
banjo; el joven robusto, lampiño como un bebé, y que, aficionado al box,
tiene los puños de tal modo, que bien pudiera desquijarrar un
rinoceronte de un solo impulso...
Cuando después de
escuchar las palabras que dejo referidas, me incorporé con prontitud
para sorprender á la persona que las habÃa pronunciado, una corza
blanca como la nieve salió de entre las mismas matas en donde yo
estaba oculto, y dando unos saltos enormes por cima de los carrascales
y los lentiscos, se alejó seguida de una tropa de corzas de su color
natural, y asà estas como la blanca que las iba guiando, no arrojaban
bramidos al huir, sino que se reÃan con unas carcajadas, cuyo eco
jurarÃa que aún me está soñando en los oÃdos en este momento.
El padre, algún tiempo antes de morir, habÃa conseguido que le diesen [á
Juan] una plaza de organista en una de las iglesias de Madrid,
retribuida con catorce reales diarios: no era bastante, como se
comprende, para sostener una casa abierta, por modesta que fuese; asÃ
que, pasados los primeros quince dÃas, nuestro ciego vendió por algunos
cuartos, muy pocos por cierto, el humilde ajuar de su morada, despidió á
la criada y se fué de pupilo á una casa de huéspedes pagando ocho
reales; los seis restantes le bastaban para atender á las demás
necesidades.
La verdad era que el camino, que
equivocadamente habÃa tornado, se hacÃa cada vez más áspero y difÃcil
y que por una parte la sombra que ya arrojaban las altÃsimas rocas,
que parecÃan suspendidas sobre mi cabeza, y por otro el ruido
vertiginoso del agua que corrÃa profunda á mis pies, y de la que
comenzaba á elevarse una niebla inquieta y azul, que se extendÃa por
la cortadura borrando los objetos y los colores, parecÃan contribuir á
turbar la vista y conmover el ánimo con una sensación de penoso
malestar que vulgarmente podrÃa llamarse preludio de miedo.
Tuvo un capellán que amén de decirle
la misa los domingos y fiestas, le leÃa y comentaba los periódicos
polÃticos; un capataz que dirigÃa hábilmente las faenas agrÃcolas; un
cochero obeso y flegmático que gobernaba solemnemente las dos mulas de
la carretela; una ama de llaves silenciosa, solÃcita; un ayuda de cámara
traÃdo de Madrid, discreto y puntual; y por último, una cocinera limpia
como el oro, con primorosas manos para todos los guisos de aquella
antigua cocina nacional, que satisfacÃa el estómago sin irritarlo y
lisonjeaba el paladar sin pervertirlo.
El agente europeo,
después de haber reunido y envasado sus respectivas compras, las entrega
abordo del vapor, habiendo pedido con anticipación el espacio necesario;
entonces agrega a la factura comercial el importe del flete a destino
(el cual se paga por anticipado), el de aseguro marÃtimo y derechos
consulares, y luego esta factura, acompañada de la consular y el
original del conocimiento de embarque, juntamente con una letra de
cambio a noventa dÃas en contra del comprador, se envÃa directamente al
consignatario por el mismo vapor que lleva las mercancÃas.
of_ =hacer=
=hacer= to do, make;
=hacer la corte= to pay attentions to;
=hacer de persona= to exalt oneself, show off;
=hacer pedazos= to break into pieces;
=hacer una pregunta= to ask a question;
=hace frÃo= (=calor=) it is cold (hot);
=hace mucho frÃo= (=calor=) it is very cold (hot);
=hacÃa frÃo= (=calor=) it was cold (hot);
=hace (hacÃa) sol= the sun is (was) shining;
=hace mal tiempo= the weather is bad;
=hace muchos años= many years ago;
=hace tres años= three years ago;
=hace mucho tiempo= a long time ago
=haces= _2 sing.
En esta conformidad se encontraban las
cosas en la población donde tuvo lugar el suceso que voy á referir,
cuando, una noche, ya á hora hastante avanzada, envueltos en sus
obscures capotes de guerra y ensordeciendo las estrechas y solitarias
calles que conducen desde la Puerta del Sol[4] á Zocodover,[5] con el
choque de sus armas y el ruidoso golpear de los cascos de sus corceles
que sacaban chispas de los pedernales, entraron en la ciudad hasta
unos cien dragones de aquellos altos, arrogantes y fornidos, de que
todavÃa nos hablan con admiración nuestras abuelas.
See 2 above.]
[Note 38: =olvidarse de=, _to forget_.]
[Note 39: =tener la pata herida=, _to have an injured foot_.]
[Note 40: =quedar asombrado=, _to be astonished_.]
[Note 41: =ponerse a=, _to begin_.]
[Note 42: =llorar de gozo=, _to weep with joy_.]
[Note 43: =agradecer algo a uno=, _to be grateful to a person for
something_.]
[Note 44: =contar con=, _to rely upon_.]
EL PRÃNCIPE Y LA ARAÑA
=Por donde menos se piensa, salta la liebre=
Un prÃncipe que habÃa perdido una batalla logró
escaparse[45] en compañÃa de un fiel servidor.
HarÃa[1] cosa de unas dos horas que don DionÃs se encontraba en aquel
delicioso lugar, recostado sobre la menuda grama á la sombra de una
chopera, departiendo amigablemente con sus monteros sobre las
peripecias del dÃa, y refiriéndose unos á otros las aventuras más ó
menos curiosas que en su vida de cazador les habÃan acontecido, cuando
por lo alto de la más empinada ladera y á través de los alternados
murmullos del viento que agitaba las hojas de los árboles, comenzó á
percibirse, cada vez más cerca, el sonido de una esquililla semejante
á la del guión de un rebano.
En esta conformidad se encontraban las cosas en la población
donde tuvo lugar el suceso que voy á referir, cuando una noche, ya á
hora bastante avanzada, envueltos en sus obscuros capotes de guerra y
ensordeciendo las estrechas y solitarias calles que conducen desde la
Puerta del Sol{145-4} á Zocodover,{145-5} con el choque de sus armas y
el ruidoso golpear de los cascos de sus corceles que sacaban chispas de
los pedernales, entraron en la ciudad hasta unos cien dragones de
aquellos altos, arrogantes y fornidos, de que todavÃa nos hablan con
admiración nuestras abuelas.
Milton, _Paradise Lost_, book vi.]
* * * * *
I
La noche habÃa cerrado, y el viento gemÃa agitando las hojas de los
árboles, por entre cuyas frondosas ramas se deslizabs un suave rayo de
luna, cuando Teobaldo, incorporándose sobre el codo y restregándose
los ojos como si despertara de un profundo sueño, tendió alrededor una
mirada y se encontró en el mismo bosque donde hirió al jabalÃ, donde
cayó muerto su corcel; donde le dieron aquella fantástica cabalgadura
que le habÃa arrastrado á unas regiones desconocidas y misteriosas.
III
Un dÃa en que salió de caza, y que, como era su costumbre, hizo entrar
á guarecerse de la lluvia á toda su endiablada comitiva de pajes
licenciosos, arqueros desalmados y siervos envilecidos, con perros,
caballos y gerifaltes, en la iglesia de una aldea de sus dominios, un
venerable sacerdote, arrostrando su cólera y sin temer los violentos
arranques de su carácter impetuoso, le conjuro en nombre del cielo y
llevando una hostia consagrada en sus manos, á que abandonase aquel
lugar y fuese á pie y con un bordón de romero á pedir al Papa la
absolución de sus culpas.
ESTRELLAS FIJAS
(TO HELEN)
I
Te vi un punto;
era una noche de julio, noche tibia y perfumada,
noche diáfana,
de la Luna plena y lÃmpida,
lÃmpida como tu alma,
descendÃan
sobre el parque adormecido gráciles velos de plata;
ni una ráfaga
el infinito silencio
y la quietud perturbaban;
en el parque
evaporaban las rosas los perfumes de sus almas,
para que los recogieras
en aquella noche mágica;
para que tú lo aspiraras su último aliento exhalaban,
como en una muerte extática;
y era una selva encantada,
y era una noche de ensueños y claridades fantásticas!
Una criada toda azorada retira el capón en el plato de
su salsa; al pasar sobre mà hace una pequeña inclinación, y una lluvia
maléfica de grasa desciende, como el rocÃo sobre los prados, á dejar
eternas huellas en mi pantalón color de perla; la angustia y el
aturdimiento de la criada no conocen término; retÃrase atolondrada sin
acertar con las excusas; al volverse tropieza con el criado, que traÃa
una docena de platos limpios y una salvilla con las copas para los vinos
generosos, y toda aquella máquina viene al suelo con el más horroroso
estruendo y confusión.--¡Por San Pedro!
Una vez que se reponen, conocida y hasta celebrada la causa de la
sorpresa que han experimentado, para hallar entonces motivo de charla,
porque las mujeres no callan sino cuando duermen, si bien las hay que
hasta hablan en sueños, pregunta una la hora que es; otra añade que
tiene frÃo; y alguna, sintiendo asà como[10] _una penita_ en el
estómago,[11] según lo asevera, trata de buscar algo que la conforte:
pero es lo malo, que[12] han concluido ya con todo, los que están en el
comedor dejando sólo los huesos de las aceitunas; por lo que, no hay
otro recurso que hacer chocolate.
Animados con esta esperanza, llegaron, en fin, al pie de la gótica
torre[1] del templo; mas al llegar á aquel punto, un ruido particular
llamó su atención, y deteniéndose en uno de los ángulos, ocultos entre
las sombras de los altos machones que flanquean los muros, vieron, no
sin grande asombro, abrirse el balcón del palacio de su dama, aparecer
en él un hombre que se deslizó hasta el suelo con la ayuda de una
cuerda, y, por último, una forma blanca, doña Inés sin duda, que
inclinándose sobre el calado antepecho, cambió algunas tiernas frases
de despedida con su misterioso galán.
Ya habrá conocido el lector, siendo tan perspicaz como yo le imagino,
que mi amigo Braulio está muy lejos de pertenecer á lo que se llama gran
mundo y sociedad de buen tono; pero no es tampoco un hombre de la clase
inferior, puesto que es un empleado de los de segundo orden, que reune
entre su sueldo y su hacienda cuarenta mil reales de renta;{134-7} que
tiene una cintita atada al ojal y una crucecita á la sombra de la
solapa; que es persona, en fin, cuya clase, familia y comodidades de
ninguna manera se oponen á que tuviese una educación más escogida y
modales más suaves é insinuantes.
of_ =tratar=
=trazar= to draw, trace
=tres= three
=treinta= thirty;
=treinta y cinco= thirty-five
=trigo= _m._ wheat
=triste= sad
=tristemente= sadly
=tristeza= _f._ sadness, grief
=tronco= _m._ trunk
=tu= your
=tú= you
=tumbado= lying at ease
=tunante= _m._ rogue, rascal;
=médico tunante= roguish physician
=turista= _m._ tourist
=U=
=último= last, latest;
=por último= at last, finally
=un, uno, una= a, an, one;
=la una= one o'clock
=unos= some
=usted=, =ustedes= you
=usura= _f._ usury
=utilidad= _f._ utility
=uvas= _f.
En los torneos del Zocodover,[1] en los juegos florales de la corte,
siempre que se les habÃa presentado coyuntura para rivalizar entre sÃ
en gallardÃa ó donaire, la habÃan aprovechado con afán ambos
caballeros, ansiosos de distinguirse á los ojos de su dama; y aquella
noche, impelidos sin duda por un mismo afán, trocando los hierros por
las plumas y las mallas por los brocados y la seda, de pie junto al
sitial donde ella se reclinó un instante después de haber dado una
vuelta por los salones, comenzaron una elegante lucha de frases
enamoradas é ingeniosas, ó epigramas embozados y agudos.
yo te doy gracias, exclamo respirando, como el ciervo que
acaba de escaparse de una docena de perros, y que oye ya apenas sus
ladridos; para de aquà en adelante no te pido riquezas, no te pido
empleos, no honores; lÃbrame de los convites caseros y de dÃas de dÃas:
lÃbrame de estas casas en que es un convite un acontecimiento; en que
sólo se pone la mesa decente para los convidados; en que creen hacer
obsequios cuando dan mortificaciones; en que se hacen finezas; en que se
dicen versos; en que hay niños; en que hay gordos; en que reina, en fin,
la brutal franqueza de los castellanos viejos.
Asà transcurrió el espacio de tres años; la historia del _mal
caballero_, que sólo por este nombre se le conocÃa, comenzaba á
pertenecer al exclusivo dominio de las viejas, que en las eternas
veladas del invierno las[1] relataban con voz hueca y temerosa á los
asombrados chicos; las madres asustaban á los pequeñuelos
incorregibles ó llorones diciendoles: _¡que viene el señor del
Segre!_[2] cuando he aquà que no sé si un dia ó una noche, si caÃdo
del cielo ó abortado de los profundos, el temido señor apareció
efectivamente, y como suele decirse, en carne y hueso, en mitad de sus
antiguos vasallos.
Rudo en el lenguaje, de
una rudeza natural, escribió «El Gaucho MartÃn Fierro,» completado más
tarde con «La Vuelta de MartÃn Fierro,» poemas que son un exponente
nÃtido del espÃritu criollo, ameno para la charla, que suele matizar con
sentencias e imágenes tanto más poéticas cuanto no pertenecen al género
metafórico, de que tanto se abusa en los tiempos que corren.[38]
Hernández fué poeta a su manera.[39] CarecÃa de ese «gay decir»[40] tan
celebrado en Estanislao del Campo, pero dominaba en absoluto lo que éste
rara vez logró: la agudeza filosófica de los dichos populares.[41] Como
dice José M.
Si pregunta su nombre a alguno, y este responde, «soy fulano, para
servir a usted»,[24] él le replica, «para servir a Dios».[25] Si entra
a una pulperÃa y le convida un extraño: «gracias, amigo, a pagar lo que
guste».[26] Cuando da las señas de un paraje cercano, no dice más allá
sino «más allasito»; cuando se despide de los que estima, no dice adiós,
sino «adiosito»; cuando quiere afirmar que no conoce absolutamente nada
de un asunto, dice: «¡no sé cosÃsima ninguna!»
Sobresale también en buscar el lado ridÃculo de las cosas, y sus sátiras
son a veces divertidas, pero las más de las veces sangrientas.
El comedor está amueblado como en todas partes.[136] En las casas de
alguna importancia[137] los estilos que predominan son el inglés y el
francés: una mesa, generalmente de extensión, para que no tome[138] más
espacio del que[139] se necesita según el número[140] de comensales,
sillas de madera tallada y a veces con asiento de cuero, una heladera,
un aparador en cuya parte superior se guarda[141] a la vista[142] la
loza, los cristales, etc., reservándose las gavetas para los cubiertos,
y el armario inferior para los manteles y servilletas o algunos fiambres
y otras provisiones, inclusive vinos y licores.
En la confusión de su
delirio, y sobre el revuelto oleaje de su pensamiento, flotaba, como el
único objeto salvado de un cataclismo, la idea fija del deseo que no
habÃa sido satisfecho; de aquella codiciada mula y de aquel suspirado
buey, que aun proseguÃan en estado de esperanza.{68-1}
El papá salió medio loco, corrió por las calles; pero en mitad de una de
ellas se detuvo y dijo: «¿Quién piensa ahora en figuras de nacimiento?»
Y corriendo de aquà para allÃ, subió escaleras, y tocó campanillas, y
abrió puertas sin reposar un instante, hasta que hubo juntado siete ú
ocho médicos, y les llevó á su casa.
Lo mismo sucede
en habiéndoseles cambiado el alimento[2]; en habiéndose aumentado o
disminuido las horas de trabajo; en habiéndose introducido una máquina,
un instrumento, un proceder cualquiera, que a la vez que los asombra,
facilita y minora las faenas; en anunciando los aguinaldos sobre las
cercas y los matorrales que pronto llegarán los amos; en
concediéndoseles un pedazo de tierra para que hagan, concluida la zafra,
sus _conucos_; en dejándoles desmochar _guano_ para cubrir los _bohÃos_;
la ocasión que se mata una res para partirla en raciones; la ocasión que
se muda el mayoral que los apuraba demasiado.
El cuarto de baño queda al cuidado de[80] otra casa especialista,
cuya[81] tarea consiste en la instalación de la bañadera y de los
lavatorios o lavabos (éstos pueden ser de hierro esmaltado, porcelana,
loza o loza-piedra), el retrete, las repisas, toallero, espejos, amén
_de_[82] un pequeño armario para las medicinas caseras y útiles de
tocador que debe tenerse siempre a mano.[83]
Mientras[84] estas operaciones tienen[85] lugar, los pintores blanquean
o pintan las paredes a la cal,[86] al fresco o al óleo y, en esta última
forma, las puertas y ventanas, las que reciben[87] luego una mano de
barniz cada una.
Gibson, su
«mirada cansada, tediosa y hastiada.» Ya en su edad viril, recuérdale el
bibliófilo Gowans: «Poe tenÃa un exterior notablemente agradable y que
predisponÃa en su favor: lo que las damas llamarÃan claramente bello.»
Una persona que le oye recitar en Boston, dice: «Era la mejor
realización de un poeta, en su fisonomÃa, aire y manera.» Un precioso
retrato es hecho de mano femenina: «Una talla algo menos que de altura
mediana, quizá, pero tan perfectamente proporcionada y coronada por una
cabeza tan noble, llevada tan regiamente, que, a mi juicio de muchacha,
causaba la impresión de una estatura dominante.
The jewels of this Virgin,
presents for the most part from crowned heads and high church
dignitaries, are in fact of immense value.]
Ya la presea estaba en su poder: sus dedos crispados la oprimÃan con
una fuerza sobrenatural, sólo restaba huir, huir con ella: pero para
esto era preciso abrir los ojos, y Pedro tenÃa miedo de ver, de ver la
imagen, de ver los reyes de las sepulturas, los demonios de las
cornisas, los endriagos de los capiteles, las fajas de sombras y los
rayos de luz que semejantes á blancos y gigantescos fantasmas, se
movÃan lentamente en el fondo de las naves, pobladas de rumores
temerosos y extraños.
Cerca de una hora hacÃa que la conversación giraba alrededor de este
asunto, y ya comenzaba á interpretarse de diversos modos la ausencia
del recién venido, á quien uno de los presentes, antiguo compañero
suyo de colegio, habia citado para el Zocodover, cuando en una de las
boca-calles de la plaza apareció al fin nuestro bizarro capitán
despojado de su ancho capotón de guerra, luciendo un gran casco de
metal con penacho de plumas blancas, una casaca azul turquà con
vueltas rojas y un magnÃfico mandoble con vaina de acero, que resonaba
arrastrándose al compás de sus marciales pasos y del golpe seco y
agudo de sus espuelas de oro.
Cerca de una hora hacÃa
que la conversación giraba alrededor de este asunto, y ya comenzaba á
interpretarse de diversos modos la ausencia del recién venido, á quien
uno de los presentes, antiguo compañero suyo de colegio, habÃa citado
para el Zocodover, cuando en una de las boca-calles de la plaza apareció
al fin nuestro bizarro capitán despojado de su ancho capotón de guerra,
luciendo un gran casco de metal con penacho de plumas blancas, una
casaca azul turquà con vueltas rojas y un magnÃfico mandoble con vaina
de acero, que resonaba arrastrándose al compás de sus marciales pasos y
del golpe seco y agudo de sus espuelas de oro.
A Latin phrase meaning a _rare
bird_.]
[Note 167: =por fortuna=, _fortunately_.]
[Note 168: =de par en par=, _widely_.]
[Note 169: =para colmo de todas sus desdichas=, _to cap the climax_.]
[Note 170: The preposition =a=, which usually precedes the direct
personal object when specific, may be omitted, as here, when the same
preposition has been used for the same or different reason immediately
before.]
[Note 171: =atenerse a=, _to expect_.]
=EL LEÑADOR HONRADO=
=Quien todo lo quiere, todo lo pierde=
En una pobre choza construÃda en el centro de un
bosque, vivÃa un leñador con su esposa y sus hijos.
Asà estuvo algún tiempo
removiéndose y queriendo inútilmente sacar la cabeza fuera de la
corriente buscando un poco de aire, hasta que al fin se desplomó
muerta; muerta del todo, pues los que la habÃamos visto caer y
conocÃamos de lo que es capaz una hechicera tan astuta como la tÃa
Casca, no apartamos de ella los ojos hasta que completamente entrada
la noche, la obscuridad nos impidió distinguirla, y en todo este
tiempo no movió pie ni mano; de modo que si la herida y los golpes no
fueron bastantes á acabarla, es seguro que se ahogo en el riachuelo
cuyas aguas tantas veces habÃa embrujado en vida para hacer morir
nuestras reses.
Esta ceguedad
le hace adoptar todas las responsabilidades de tan inconsiderado cariño:
de paso que defiende que no hay vinos como los españoles, en lo cual
bien puede tener razón, defiende que no hay educación como la española,
en lo cual bien pudiera no tenerla; á trueque de defender que el cielo
de Madrid es purÃsimo, defenderá que nuestras manolas son las más
encantadoras de todas las mujeres; es un hombre, en fin, que vive de
exclusivas, á quien le sucede poco más ó menos lo que á una parienta
mÃa, que se muere por las jorobas, sólo porque tuvo un querido que
llevaba una excrescencia bastante visible sobre entrambos omóplatos.
Todos arrojamos á nuestro
alrededor una inquieta mirada de desconfianza; nos pusimos de pie y
desnudamos nuestros aceros, determinados á vender caras las vidas;
pero no pudimos por menos de permanecer inmóviles al ver adelantarse
con paso firme é igual un hombre de elevada estatura, completamente
armado de la cabeza al pie y cubierto el rostro con la visera del
casco, el cual, desnudando su montante, que dos hombres podrÃan apenas
manejar, y poniéndole[1] sobre uno de los carcomidos fragmentos de las
rotas arcadas, exclamó con una voz hueca y profunda, semejante al
rumor de una caÃda de aguas subterráneas:
[Footnote 1: poniéndole.
INDICE
Prólogo de _Rubén DarÃo_
POEMAS
Annabel Lee
A mi Madre
Para Annie
Eldorado
Eulalia
Un ensueño en un ensueño
La ciudad en el mar
La Durmiente
Balada Nupcial
El Coliseo
El Gusano Vencedor
A Elena
A la Ciencia
A la Señorita * * *
A la Señorita * * *
Al RÃo
Canción
Los EspÃritus de los Muertos
La Romanza
El Reino de las Hadas
El Lago
La Estrella de la Tarde
El DÃa más Feliz
Imitación
Las Campanas
Ulalume
Estrellas Fijas
Dreamland
El Cuervo
PRÓLOGO
En una mañana frÃa y húmeda llegué por primera vez al inmenso paÃs de
los Estados Unidos.
El susto fué general, y la alarma llegó á su colmo cuando un surtidor de
caldo, impulsado por el animal furioso, saltó á inundar mi limpÃsima
camisa: levántase rápidamente á este punto el trinchador con ánimo de
cazar el ave prófuga, y al precipitarse sobre ella, una botella que
tiene á la derecha, con la que tropieza su brazo, abandonando su
posición perpendicular, derrama un abundante caño de Valdepeñas sobre el
capón y el mantel; corre el vino, auméntase la algazara, llueve la sal
sobre el vino para salvar el mantel; para salvar la mesa se ingiere por
debajo de él una servilleta, y una eminencia se levanta sobre el teatro
de tantas ruinas.
tener, to have, hold, keep, take, hold out, lead, be the matter; --
empeño, to desire earnestly; -- en cuenta, to take into account; to
consider; -- ganas, to have a mind (de, to); no -- inconveniente, not
to consider improper; to have no objection; -- lugar, to take place;
to happen; -- miedo, to be afraid; -- noticia de, to be informed of;
-- por, to consider; -- presente, to bear in mind, remember; -- que,
to have to, be obliged to, should; lo que tiene que le preparan una
buena, the fact is that they are preparing for him a warm reception;
que de todo tenÃan menos de artistas ó arqueólogos, who were anything
but artists or archaeologists.
Con toda la galanterÃa del doncel más
cumplido, tomó el guante de las manos de los caballeros que, como
movidas por un resorte, se abrieron sin dificultad al sentir el
contacto de la del monarca, y volviéndose á doña Inés de Tordesillas
que, apoyada en el brazo de una dueña,[1] parecÃa próxima á
desmayarse, exclamó, presentándolo, con acento, aunque templado,
firme:
[Footnote 1: dueña = 'duenna,' an elderly woman who occupies a
position midway between that of governess and companion to young
Spanish women.]
--Tomad, señora, y cuidad de no dejarle[1] caer en otra ocasión, donde
al devolvérosle,[2] os lo devuelvan manchado en sangre.
EL JABALÃ Y LA ZORRA
Sus horribles colmillos aguzaba
Un Jabalà en el tronco de una encina,
La Zorra, que vecina
Del animal cerdoso se miraba,
Le dice: «Extraño el verte,
Siendo tú en paz, señor de la bellota,
Cuando ningún contrario te alborota,
Que tus armas afiles de esa suerte.»
La fiera respondió: «Tenga entendido
Que en la paz se prepara el buen guerrero,
Asà como en la calma el marinero,
_Y que vale por dos el prevenido_.»
à TODO HAY QUIEN GANE
Juan, que es pescador de caña,
Se pasa el dÃa pescando,
Y Pedro lo está mirando
Con una sonrisa extraña.
Unas tras otras, las literas de los señores fueron
desfilando y perdiéndose en las revueltas[1] de las calles vecinas;
los grupos del atrio se disolvieron, dispersándose los fieles en
distintas direcciones; y ya la demandadera se disponÃa á cerrar las
puertas de la entrada del atrio, cuando se divisaban aún dos mujeres
que, después de persignarse y murmurar una oración ante el retablo del
arco de San Felipe,[2] prosiguieron su camino, internándose en el
callejón de las Duenas.[3]
[Footnote 1: revueltas= 'turns.' The streets of Seville are many of
them crooked like those of Toledo and other Moorish cities in
Spain.]
[Footnote 2: San Felipe.
NOTES:
[Note 290: =hacer la gracia de=, _to do the favor or honor of_.]
[Note 291: =ser tiempo de=, _to be the time to_.]
[Note 292: =¿Qué te parece?= _What do you think of it?_]
[Note 293: =dar una carcajada=, _to burst out laughing_.]
[Note 294: =mirar de reojo=, _to look at askance_.]
[Note 295: =en torno de=, _around_.]
[Note 296: =dar la vuelta por=, _to make the rounds of, go around_.]
[Note 297: =preguntar cuántas son cinco=, _to teach a thing or two, to
call to account_.]
[Note 298: =cuidarse de=, _to care about, pay attention to_.]
[Note 299: =traer a la rastra=, _to drag along_.]
[Note 300: =has muerto=, _you have killed_.
It is the ancient Mons _Caunus_, celebrated in history for
the defeat of the Celtiberians in the time of the consul Tiberius
Sempronius Gracchus (governor of Hither Spain from 181 to 178
B.C.).]
Fija la mirada en aquel fantástico ejercito de nubes que parecÃan
correr al asalto de la peña sobre cuyo pico Ãba á morir la bruja, yo
estaba esperando por instantes cuando se abrÃan sus senos para abortar
á la diabólica multitud de espÃritus malignos, comenzando una lucha
horrible al borde del derrumbadero, entre los que estaban allà para
hacer justicia en la bruja y los demonios que, en pago de sus muchos
servicios, vinieran á ayudarla en aquel amargo trance.
La
recuerdo como si la viera: un maiten enorme tendia parte de sus ramas
sobre la casita blanca con techo de totora; en el corredor, eternamente
la Andrea,{191-1} su mujer, lavando en la artesa una ropa mas blanca que
la nieve; una montura llena de pellones y amarras colgada sobre un
caballete de palo; y dos gansos chillones y provocativos en la puerta,
amagando eternamente nuestras medias rojas que parecian
indignarles.{191-2}
Cada año, cuando a vuelta de los exámenes llegábamos a las casas de los
Sauces, nuestra primera visita era a la Andrea, que suspendia el
jabonado de la ropa para lanzar un par de gritos de sorpresa y llorar
despues como una chica consentida.
En su
cúspide truncada hay, con frecuencia, una columna de humo, y sucede de
cuando en cuando que, durante la noche, arroja por su cráter, a manera
de bomba, y de un modo intermitente, algunas substancias inflamadas;
gracias a este respiradero que se ha formado, y que desembaraza sus
entrañas de los productos de una combustión permanente, los pueblos del
Ecuador no experimentan frecuentes temblores ni violentos terremotos,
porque este nevado apacible, como hemos dicho, quieto, calmado e
inofensivo en la apariencia, contiene en su seno el germen de la
devastación, de la ruina y la desolación de los lugares circunvecinos,
como lo ha demostrado en sus diversas erupciones.
V
Ya después de dudar un instante y á una nueva orden de su señor,
comenzaban los pajes á desatar los lebreles, que aturdÃan la iglesia
con sus ladridos; ya el barón habÃa armado su ballesta riendo con una
lisa de Satanás, y el venerable sacerdote, murmurando una plegaria,
elevaba sus ojos al cielo y esperaba tranquilo la muerte, cuando se
oyó fuera del sagrado recinto una vocerÃa horrible, bramidos de
trompas que hacÃan señales de ojeo, y gritos de _¡Al jabali!--¡Por Zas
breñas!--¡Hacia el monte!_ Teobaldo, al anuncio de la deseada res,
corrió á las puertas del santuario, ebrio de alegrÃa; tras él fueron
sus servidores, y con sus servidores los caballos y los lebreles.
Por último, viendo perdida toda esperanza, pidió como última merced
que la dejasen un instante implorar del cielo, antes de morir, el
perdón de sus culpas, y de rodillas al borde de la cortadura como
estaba, la vieja inclinó la cabeza, juntó las manos y comenzó á
murmurar entre dientes qué sé yo qué imprecaciones ininteligibles:
palabras que yo no podÃa oir por la distancia que me separaba de ella,
pero que ni los mismos que estaban á su lado lograron entender; Unos
aseguran que hablaba en latÃn, otros que en una lengua salvaje y
desconocida, no faltando quien pudo comprender que en efecto rezaba,
aunque diciendo las oraciones al revés, como es costumbre de estas
malas mujeres.
Dime:--«¿Cuál tu nombre, cuál
en el reino plutoniano de la noche y de la niebla?...»
Dijo el cuervo: «¡Nunca más!»
Asombrado quedé oyendo asà hablar al avechucho,
si bien su árida respuesta no expresaba poco o mucho;
pues preciso es convengamos en que nunca hubo criatura
que lograse contemplar
ave alguna en la moldura de su puerta encaramada,
ave o bruto reposar
sobre efigie en la cornisa de su puerta, cincelada,
con tal nombre: «¡Nunca más!»
Mas el cuervo, fijo, inmóvil, en la grave efigie aquella,
sólo dijo esa palabra, cual si su alma fuese en ella
vinculada--ni una pluma sacudÃa, ni un acento
se le oÃa pronunciar...
Cantos celestes como los que acarician 'los oÃdos en los momentos de
éxtasis; cantos que percibe el espÃritu y no los puede repetir el
labio; notas sueltas de una melodÃa lejana, que suenan á intervalos,
traÃdas en las ráfagas del viento, rumor de hojas que se besan en los
arboles con un murmullo semejante al de la lluvia, trinos de alondras
que se levantan gorjeando de entre las flores como una saeta despedida
á las nubes; estruendo sin nombre, imponente como los rugidos de una
tempestad; coro de serafines sin ritmos ni cadencia, ignota música del
cielo que sólo la imaginación comprende; hÃmnos alados, que parecÃan
remontarse al trono del Señor como una tromba de luz y de sonidos...
This would
more commonly be expressed, "=Luego que hubo cesado=."]
[Note 227: =quedarse vencido=, _to be conquered_.]
[Note 228: =llevar ventaja a=, _to get the better of_.]
[Note 229: =ponerse en salvo=, _to seek safety_.]
[Note 230: =darse cuenta de=, _to notice, become aware of_.]
[Note 231: =a favor de=, _under the protection of_.]
[Note 232: =hacerse al mar=, _to set out to sea_.]
=EL "MAYFLOWER"=
En una hermosa mañana de julio de 1620 habÃan
decidido los Puritanos embarcarse para América, y se
arrodillaban a orillas del mar, cerca de Delfthaven,
mientras el Reverendo Robinson dirigÃa sus plegarias al
cielo para que les concediera un buen viaje.
En toda la travesÃa no se
encuentra una gota de agua, ni se ve ni se puede contar con un parapeto
que le permita ampararse para descansar un momento del incómodo y frÃo
viento que penetra por sobre todo abrigo; que del mismo modo no
encontrará un árbol, un peñasco, un algo[1] que le resguarde por un
instante del calor del sol que le abrasa y le persigue con una
intensidad que parece va aumentando segundo por segundo.[2] Entonces es
el gran momento de la contemplación: la vista se pierde sin distinguir
señal alguna; el camino está por todas partes abierto, sin valla que se
interponga; cielo y tierra son uniformes en color y en aspecto; de un
lado todo celeste, de otro lado blanquizco, amarillento.
No podÃa caber duda, no: suyos eran aquellos ojos obscuros y
sombreados de largas pestañas, que apenas bastaban á amortiguar la luz
de sus pupilas; suya aquella rubia y abundante cabellera, que después
de coronar su frente se derramaba por su blanco seno y sus redondas
espaldas como una cascada de oro; suyos, en fin, aquel cuello airoso,
que sostenÃa su languida cabeza, ligeramente inclinada como una flor
que se rinde al peso de las gotas de rocÃo, y aquellas voluptuosas
formas que el habÃa soñado tal vez, y aquellas manos semejantes a
manojos de jazmines, y aquellos pies diminutos, comparables sólo con
dos pedazos de nieve que el sol no ha podido derretir, y que á la
mañana blanquean entre la verdura.
LA BUENAVENTURA
POR DON PEDRO ANTONIO DE ALARCÓN{30-1}
I
No sé qué dÃa de agosto del año 1816 llegó á las puertas de la CapitanÃa
general de Granada cierto haraposo y grotesco gitano, de sesenta años de
edad, de oficio esquilador y de apellido ó sobrenombre{30-2} _Heredia_,
caballero en flaquÃsimo y destartalado burro mohino, cuyos arneses se
reducÃan á una soga atada al pescuezo; y, echado que hubo{30-3} pie á
tierra, dijo con la mayor frescura «_que querÃa ver al Capitán
general_.»
Excuso añadir que semejante pretensión excitó sucesivamente la
resistencia del centinela, las risas de los ordenanzas y las dudas y
vacilaciones de los edecanes antes de llegar á conocimiento del
ExcelentÃsimo Sr.
The preposition =a= is
necessary after the verb =jugar= before the noun indicating the game
that is played.]
[Note 190: =probarse=, _to try on_.]
[Note 191: =fijar su preferencia en=, _to choose, to select_.]
[Note 192: =pintar a la aguada y al óleo=, _to paint in water colors and
in oil_.]
[Note 193: =jugar a los pintores=, _to play painter_.]
[Note 194: =dirigir la vista a=, _to gaze at_.]
[Note 195: =todo cuanto=, _all that_.]
[Note 196: =cosa de estima=, _a valuable thing_.]
[Note 197: =apresurarse a=, _to hasten to_.]
[Note 198: =desprenderse de=, _to part with_.]
=VERSOS=
A un peral una piedra
Tiró un muchacho,
Y una pera exquisita
Soltóle el árbol.
Embebido en mis pensamientos, me sorprendà varias veces á mÃ
mismo riendo como un pobre hombre de mis propias ideas, y moviendo
maquinalmente los labios: algún tropezón me recordaba de cuando en
cuando que para andar por el empedrado de Madrid no es la mejor
circunstancia la de ser poeta ni filósofo; más de una sonrisa maligna,
más de un gesto de admiración de los que á mi lado pasaban, me hacÃa
reflexionar que los soliloquios no se deben hacer en público; y no pocos
encontrones que al volver las esquinas di con quien tan distraÃda y
rápidamente como yo las doblaba,{132-3} me hicieron conocer que los
distraÃdos no entran en el número de los cuerpos elásticos, y mucho
menos de los seres gloriosos é impasibles.
Este descubrimiento no dejaba de inquietarla algo, sobre todo teniendo
en cuenta las ruidosas carcajadas que la noche anterior habÃa creÃdo
percibir á lo lejos y en uno de los ángulos de la plaza, cuando
cerraba el balcón y despedia á su amante; pero al mirar aparecer entre
las filas de los combatientes, que pasaban por debajo del estrado
lanzando chispas de fuego de sus brillantes armaduras, y envueltos en
una nube de polvo, los pendones reunidos de las casas de Carrillo y
Sandoval; al ver la significativa sonrisa que al saludar á la reina le
dirigieron los dos antiguos rivales que cabalgaban juntos, todo lo
adivinó, y la púrpura de la vergüenza enrojeció su frente, y brilló en
sus ojos una lágrima de despecho.
sonándome aún las
últimas palabras de aquella temerosa relación, teniendo junto á mi á
aquel hombre que tan de buena fe imploraba la protección divina para
llevar á cabo crÃmenes espantosos, viendo á mis pies el abismo negro y
profundo en donde se revolvÃa el agua entre las tinieblas, imitando
gemidos y lamentos, y en lontananza el castillo tradicional,[1]
coronado de almenas obscuras, que parecÃan fantasmas asomadas á los
muros, sentà una impresión angustiosa, mis cabellos se erizaron
involuntariamente, y la razón, dominada por la fantasÃa, á la que todo
ayudaba, el sitio, la hora y el silencio de la noche, vaciló un punto,
y casi creà que las absurdas consejas de las brujerÃas y los
maleficios pudieran ser posibles.
à todo esto, el niño, que á mi izquierda tenÃa, hacÃa saltar las
aceitunas á un plato de magras con tomate, y una vino á parar á uno de
mis ojos, que no volvió á ver claro en todo el dÃa; y el señor gordo de
mi derecha habÃa tenido la precaución de ir dejando en el mantel, al
lado de mi pan, los huesos de las suyas, y los de las aves que habÃa
roÃdo; el convidado de enfrente, que se preciaba de trinchador, se habÃa
encargado de hacer la autopsia de un capón, ó sea gallo, que esto nunca
se supo: fuese por la edad avanzada de la vÃctima, fuese por los
ningunos conocimientos anatómicos del victimario, jamás parecieron las
coyunturas.--Este capón no tiene coyunturas, exclamaba el infeliz
sudando y forcejeando, más como quien cava que como quien trincha.
Valles angostos, erizados de colosales
fragmentos de granito que las tempestades habian arrancado de la
cumbre de las montañas, alegres campiñas, cubiertas de un tapiz de
verdura y sembradas de blancos caserÃos; desiertos sin lÃmites, donde
hervÃan las arenas calcinadas por los rayos de un sol de fuego; vastas
soledades, llanuras inmensas, regiones de eternas nieves, donde los
gigantescos témpanos asemejaban, destacándose sobre un cielo gris y
obscuro, blancos fantasmas que extendÃan sus brazos para asirle por
los cabellos al pasar; todo esto, y mil y mil otras cosas que yo no
podré deciros, vió en su fantástica carrera, hasta tanto que envuelto
en una niebla obscura; dejó de percibir el ruido que producÃan los
cascos del caballo al herir la tierra.
Pero entre esta juventud brillante y deslumbradora, que los ancianos
miraban desfilar con una sonrisa de gozo, sentados en los altos
sitiales de alerce que rodeaban el estrado real llamaba la atención
por su belleza incomparable, una mujer aclamada reina de la hermosura
en todos los torneos y las cortes de amor de la época, cuyos colores
habÃan adoptado por emblema los caballeros más valientes; cuyos
encantos eran asunto de las coplas de los trovadores más versados en
la ciencia del gay saber; á la que se volvÃan con asombro todas las
miradas; por la que suspiraban en secreto todos los corazones,
alrededor de la cual se veÃan agruparse con afán, como vasallos
humildes en torno de su señora, los más ilustres vástagos de la
nobleza toledana, reunida en el sarao de aquella noche.
Si le entusiasma alguna aventura heroica que le cuentan,
demuestra su admiración por el héroe con esta exclamación: «¡Ah
criollo!» Si él narra algún lance en que un ginete bien montado[12]
evitó un sablazo o una lanzada, ladeando el caballo, dice que «soslayó
el pingo».[13] No dice «tome usted», sino «velay»; al mate le llama «el
verde»,[14] a los tragos de caña o de ginebra «gorgoritos,» al
telégrafo eléctrico «el chismoso»,[15] al ferrocarril en señal de
admiración, «el bárbaro».[16]
Pero donde agota todo el repertorio de sus dichos, es en la enumeración
de las cualidades de un caballo que estima, y asà dice: «es aseadito
para andar»,[17] «es el peón de la casa»,[18] «es mi crédito», «es
seguidor en el camino», «es liberal por donde lo busquen»,[19] «a donde
quiera endereza»,[20] etc.
à cualquiera otro menos molido que el oficial de dragones, el cual
traÃa una jornada de catorce leguas en el cuerpo, ó menos acostumbrado
á ver estos sacrilegios como la cosa más natural del mundo, hubiéranle
bastado dos adarmes de imaginación para no pegar los ojos en toda la
noche en aquel obscuro é imponente recinto, donde las blasfemias de
los soldados que se quejaban en alta voz del improvisado cuartel, el
metálico golpe de sus espuelas que resonaban sobre las antes losas
sepulcrales del navimento, el ruido de los caballos que piafaban
impacientes, cabeceando y haciendo sonar las cadenas con que estaban
sujetos á los pilares, formaban un rumor extraño y temeroso que se
dilataba por todo el ámbito de la iglesia y se reproducÃa cada vez más
confuso repetido de eco en eco en sus alias bóvedas.
à cualquiera otro menos molido que el oficial de dragones, el cual traÃa
una jornada de catorce leguas en el cuerpo, ó menos acostumbrado á ver
estos sacrilegios como la cosa más natural del mundo, hubiéranle bastado
dos adarmes de imaginación para no pegar los ojos en toda la noche en
aquel obscuro é imponente recinto, donde las blasfemias de los soldados
que se quejaban en alta voz del improvisado cuartel, el metálico golpe
de sus espuelas que resonaban sobre las antes losas sepulcrales{148-1}
del pavimento, el ruido de los caballos que piafaban impacientes,
cabeceando y haciendo sonar las cadenas con que estaban sujetos á los
pilares, formaban un rumor extraño y temeroso que se dilataba por todo
el ámbito de la iglesia y se reproducÃa cada vez más confuso repetido de
eco en eco en sus altas bóvedas.
NOTES:
[Note 233: =de una vez=, _at one time_.]
[Note 234: =disponer para=, _to arrange for_.]
[Note 235: =encontrarse con=, _to come upon, to find_.]
[Note 236: =tardar en=, _to be long about, to be slow in_.]
[Note 237: =resolverse a=, _to decide to_.]
[Note 238: =verse precisado a=, _to be compelled to_.]
[Note 239: =poner por nombre=, _to name_.]
[Note 240: =estar a punto de=, _to be about to_.]
[Note 241: =trabajar de firme=, _to work hard, steadily_.]
[Note 242: =servir de alegrÃa=, _to serve as a joy_.]
[Note 243: =tener que vivir=, _to have to live_.]
[Note 244: =hacer frente a=, _to face_.]
[Note 245: =echar raÃces=, _to take root_.]
=EMILIO CASTELAR=
Nació en la ciudad de Cádiz (España) el dÃa 8 de
noviembre de 1832 y falleció el 25 de mayo de 1899.
hacer, to make, do, cause, bring about, work, cast, be, become, be
turned into; --(_impers._), to be (of the weather and of time); hace,
ago; hace mucho tiempo, a long time ago; no hace (_or_ ha) mucho, not
long ago; hace muchos años, many years ago; hace rato, quite a while
ago; hará cosa de tres ó cuatro dÃas, about three or four days ago;
haria cosa de unas dos horas, it must have been about two hours; --
justicia, to execute; -- mal de ojo, to cast the evil eye; -- memoria
de, to remember; -- monos, to play tricks; -- pedazos, to break to
pieces; -- platillo de, to converse about; -- una pregunta, to ask a
question, make a request; -- presente, to lay before, present, state;
dar que --, to give trouble; estar hecbo una furia, to be in a rage;
_refl._, to be, become; -- se de tripas corazón, to pluck up courage.
Lo cierto es que en el
recodo del verde sendero encontró una fuente donde mil veces habÃa
bebido siendo rapaz, y junto á la fuente una moza como unas flores,
alta, blanca, rubia, risueña; que el caminante le pidió agua, y la moza,
aplicando el jarro al caño de la fuente, y sosteniéndolo después, con
bÃblica gracia, sobre el brazo desnudo y redondo, lo inclinó hasta la
boca de Sebastián, encendiéndole el pecho con un sorbo de agua frÃa, una
sonrisa deliciosa y una frase pronunciada con humildad y cariño: «Beba,
señor, y que le sirva de salú.»{47-2}
Siguió su camino el indiano, y á pocos pasos se le escapó un suspiro,
tal vez el primero que no le arrancaba el cansancio fÃsico; pero al
llegar al pueblo recordó la promesa, y se propuso buscar sin dilación á
su feróstica prometida y casarse con ella, asà fuese el coco.
Estrechado, sin embargo, por las interrogaciones de su señor y por los
ruegos de Constanza, que parecÃa la más curiosa é interesada en que el
pastor refiriese sus estupendas aventuras, decidióse éste á hablar,
mas no sin que antes dirigiese á su alrededor una mirada de
desconfianza, como temiendo ser oÃdo por otras personas que las que
allà estaban presentes, y de rascarse tres ó cuatro veces la cabeza
tratando de reunir sus recuerdos ó hilvanar su discurso, que al fin
comenzo dó esta manera:
--Es el caso, señor, que según me dijo un preste de Tarazona,[1] al
que acudà no ha mucho, para consultar mis dudas, con el diablo no
sirven juegos, sino punto en boca, buenas y muchas oraciones á San
Bartolomé,[2] que es quien le conoce las cosquillas, y dejarle andar;
que Dios, que es justo y está allá arriba, proveerá á todo.
Los botes ligeros, con sus vientres blancos y azules y el mástil
graciosamente inclinado, formaban una fila avanzada al borde de la
playa, donde se deshacÃan las olas y una delgada lámina de agua bruñÃa
el suelo, cual si fuese de cristal; detrás, con la embetunada panza
sobre la arena, estaban las negras barcas del _bou_, las parejas que
aguardaban el invierno para lanzarse al mar, barriéndolo con su cola de
redes; y en último término los laúdes en reparación, los abuelos, junto
á los cuales agitábanse los calafates, embadurnándoles los flancos con
caliente alquitrán, para que otra vez volviesen á emprender sus penosas
y monótonas navegaciones por el Mediterráneo; unas veces á las Baleares
con sal, otras á la costa de Argel con frutas de la huerta levantina, y
muchas con melones y patatas para los soldados rojos de Gibraltar.
Y detrás de este
amontonamiento de saltos, y a la izquierda, y a la derecha,[1] cerca y
lejos, arriba, abajo, allá en las alturas, aquà a los pies, trenzándose
a pechadas con las rocas que, aunque aguantan, retiemblan, otros, y
otros, y otros saltos, cubriendo una superficie de cuatro mil metros:
unos con deslizamientos de culebra, otros con fieros brincos de jaguar,
unos obscuros, resbalando en silencio, otros vistosamente empenachados
de espuma, todos corren en vértigo y al llegar a la arista de los altos
y negros paredones, pierden pie[2] y ruedan al fatal e infinito
derrumbe, y allá abajo, reventados, deshechos, rugientes, siguen su
curso arrastrando en girones su túnica de encaje, mientras del uno al
otro extremo del inmenso anfiteatro de cascadas, entre aquel estruendoso
dislocamiento de violencias, sobre aquel paroxismo, cien arco iris se
tienden como puentes de paz.
Los oficiales del ejército francés, que á juzgar por los actos de
vandalismo con que dejaron en ella triste y perdurable memoria de su
ocupación, de todo tenÃan menos de{149-1} artistas ó arqueólogos, no hay
para qué decir que se fastidiaban soberanamente en la vetusta ciudad de
los Césares.{149-2}
En esta situación de ánimo la más insignificante novedad, que viniese á
romper la monótona quietud de aquellos dÃas eternos é iguales, era
acogida con avidez entre los ociosos; asà es que la promoción al grado
inmediato de uno de sus camaradas, la noticia del movimiento estratégico
de una columna volante, la salida de un correo de gabinete ó la llegada
de una fuerza cualquiera á la ciudad, convertÃanse en tema fecundo de
conversación y objeto de toda clase de comentarios, hasta tanto que otro
incidente venÃa á sustituirle, sirviendo de base á nuevas quejas,
crÃticas y suposiciones.
En los anchurosos patios, alrededor de inmensas hogueras, y
diseminados sin orden ni concierto, se veÃa una abigarrada multitud de
pajes, soldados, ballesteros y gente menuda, quienes, éstos aderezando
sus corceles y sus armas y disponiendolos para el combate; aquéllos
saludando con gritos ó blasfemias las inesperadas vueltas de la
fortuna, personificad a en los dados del cubilete, los otros
repitiendo en coro el refrán de un romance de guerra, que entonaba un
juglar acompañado de la guzla; los de más allá comprando á un romero
conchas,[2] cruces y cintas tocadas en el sepulcro de Santiago,[3] ó
riendo con locas carcajadas de los chistes de un bufón, ó ensayando en
los clarines el aire bélico para entrar en la pelea, propio de sus
señores, ó refiriendo antiguas historias de caballerÃas ó aventuras de
amor, ó milagros recientemente acaecidos, formaban un infernal y
atronador conjunto imposible de pintar con palabras.
De repente empezó á llover con violencia, pero cesó la lluvia á corto
rato; y ¡cuál no serÃa el asombro{97-4} del sencillo creyente vecino de
Animalejos cuando vió que una porción de mujeres, cuyos puestos de
dulces, juguetes de niños, campanillas y santos de barro y todo género
de baratijas habÃa averiado la lluvia, se encaminaban irritadas hacia la
ermita, recogiendo piedras del suelo y se ponÃan á apedrear á una imagen
de San Isidro colocada sobre el pórtico de la ermita, llenando de
improperios al Santo porque, según decÃan, le habÃan llenado de cuartos
el cepillo y habÃan quemado en su altar no sé cuántas velas para que
hiciera que no lloviese,{98-1} y el Santo era tan desagradecido, que
habÃa hecho precisamente todo lo contrario!{98-2}
--¡Pero no ven ustedes qué judiada la de esa gente!--exclamó
Traga-santos escandalizado, dirigiéndose á un grupo de lugareños de
ambos sexos que estaban á su lado presenciando aquella sacrÃlega pedrea.
Celedonio y doña Rita bailaban con mil zapatetas; Jacinto,
abrazado á una silla, valsaba rauda y amorosamente; Pepa herÃa con el
rabo de un cazo la sartén, haciendo desapacible música, y el capataz,
tendido en el suelo, se revolcaba, gritando ó mejor dicho aullando
salvajemente: «¡Viva la Virgen!» Apenas divisaron al marqués, aquellos
locos se lanzaron á él con los brazos abiertos, y sin que fuese poderoso
á evitarlo, lo alzaron en volandas, y cantando y danzando y echándoselo
unos á otros como pelota de goma, lo pasearon por toda la cocina, hasta
que, viéndole furioso, lo dejaron en el suelo; y aun fué peor entonces,
pues la cocinera Pepa, cogiéndole por el talle, quieras no quieras le
arrastró en vertiginosa danza mientras el capataz, presentándole una
botella de vino, se empeñaba en que probase un trago, asegurando que el
licor era exquisito, cosa que él sabÃa á ciencia cierta por haber
trasegado á su estómago casi toda la sangre de la botella.
Los mozos seguÃan desde lo alto todas sus grotescas
evoluciones, esperando el instante en que se desgarrarÃa el último
jirón de la saya á que estaba sujeta, y rodarÃa dando tumbos, de pico
en pico, hasta el fondo del barranco; pero ella con el ansia de la
muerte y sin cesar de proferir, ora horribles blasfemias, ora palabras
santas mezcladas de maldiciones, se enroscaba en derredor de los
matorrales; sus dedos largos, huesosos y sangrientos, se agarraban
como tenazas á las hendiduras de las rocas, de modo que ayudándose de
las rodillas, de los dientes, de los pies y de las manos, quizás
hubiese conseguido subir hasta el horde, si algunos de los que la
contemplaban y que llegaron á temerlo asÃ, no hubiesen levantado en
alto una piedra gruesa, con la que le dieron tal cantazo en el pecho,
que piedra y bruja bajaron á la vez saltando de escalón en escalón por
entre aquellas puntas calcáreas, afiladas como cuchillos, hasta dar,
por último, en ese arroyo que se ve en lo más profundo del valle....
Mil y mil leguas de
ferrocarriles se entretejerán de punta a punta de la isla; las ruedas de
los barcos de vapor surcarán dÃa y noche las aguas espumosas del mar,
muchos rÃos se canalizarán; los terrenos pantanosos se desecarán y sobre
ellos crecerán lozanas plantas; no habrá espacio que no esté sembrado de
caña, de café o de tabaco; la población se decuplará; al lado de cada
puerto se levantará una ciudad elegantemente delineada y construida; se
abrirán, donde ahora hay caminos intransitables, largas y bellas
calzadas; se echarán sobre los rÃos muchedumbre de soberbios puentes; se
introducirán todos los dÃas máquinas e instrumentos para sacar de la
tierra los frutos que atesora; se mejorarán las razas de todos los
animales útiles; las siembras mismas se harán con aquel orden y aquella
simetrÃa que son un indicio claro de los adelantos de los pueblos; las
groseras chozas de nuestros labradores se convertirán en graciosas
habitaciones rodeadas de árboles y de flores; todos los artÃculos se
abaratarán y se pondrán al alcance aun de las clases más pobres.
In 1035 it became a
kingdom; was united to Catalonia in 1137; rose to great influence
through its acquisitions in the thirteenth and fourteenth centuries
of Valencia, the Balearic Islands, Sardinia, and the Sicilies; and
was united with Castile in 1479 through the marriage of Ferdinand of
Aragon with Isabella of Castile." _Century Dict._]
[Footnote 3: The kings who reigned in Aragon during the fourteenth
century were as follows: Jaime II _el Justo_ (1291-1327), Alfonso IV
_el Benigno_ (1327-1336), Pedro IV _el Ceremonioso_ (1336-1387),
Juan I _el Cazador_ (1387-1395), and MartÃn (1395-1410).]
Aconteció una vez á este caballero, hallándose en su favorita
diversión acompañado de su hija, cuya belleza singular y
extraordinaria blancura le habÃan granjeado el sobrenombre de la
Azucena, que como se les entrase á más andar el dÃa engolfados en
perseguir á una res en el monte de su feudo, tuvo que acogerse,
durante las horas de la siesta, á una cañada por donde corrÃa un
riachuelo, saltando de roca en roca con un ruido manso y agradable.
Si
el buey brioso y bello, que todos se disputaban por tener en su carreta,
ha muerto, en un dÃa abrasante, de _cangrina_; si un tacho se ha
desfondado; si las coronas del trapiche se han roto; si en los
cañaverales ha prendido fuego, y con afanoso trabajo ha sido menester
atajar aquel mar de llamas; si las crecidas del rÃo han arrastrado el
maÃz, el arroz o la caña acabada de sembrar en sus márgenes; si una seca
o unos aguaceros horrorosos amenazan las cosechas; si el cerdo ya cebado
y pronto a ser vendido al especulador que recorre la finca se ha muerto
de repente sin saberse por qué; si el compañero, que solitario en los
campos estaba desmochando palmas, se ha caÃdo; si se ha dado por el
mayoral y los perros con algún negro cimarrón; si la vaca bermeja, si la
puerca del hocico blanco,[1] si la yegua más hermosa del potrero ha
parido, la letra de las canciones lo dirá cuando se esté chapeando o
cortando caña, cuando se junte o cargue en la casa de trapiche, cuando
los negros uno enfrente de otro batan en las resfriaderas, con las
bombas, la _templa_ que acaba de ser sacada del tacho.
dar, to give; -- crédito á, to believe; -- de firme, to beat firmly
(_or_ lustily); -- en, to rush (_or_ fall) headlong into; -- en la
flor, to take into one's head; to fall into the habit; -- fin, to die,
perish; --le á los fuelles, to pump the bellows; -- lugar, to give
rise; -- gusto, to gratify; -- de palos, to beat, give a beating; to
cudgel; -- un paso, to take a step; -- por, to consider, regard (as);
-- principio, to begin; -- que hacer, to give trouble; -- que reir
(con), to ridicule, make sport (of), make a laughing stock (of); --
razon de, to give an account of; to inform regarding; -- á alguno en
el rostro con, to cast in one's face; -- por seguro, to assert,
assure; -- susto, to frighten; tanto os da de, you think as highly of;
-- tumbos, to tumble; to whirl head over heels; -- vista á, to come
into view of; -- una gran voz, to call out loudly; -- una vuelta, to
take a turn, take a walk; -- vueltas, to turn, whirl, revolve; el dale
que le das, the persistent efforts; como Dios me daba á emender, to
the best of my ability; -- se cuenta de, to realize; -- se de ojo, to
conspire, have a secret understanding.
RELATED WORDS:
=TenedurÃa de libros=, _bookkeeping_; =libro de cuentas=, _(any) account
book_; =libro borrador=, _blank book_; _blotter_; =libro de inventario=,
_inventory book_; =libro de caja=, _cash book_; =libro copiador de
cartas=, _letter book_; =libro diario=, _day book_; =libro mayor=,
_ledger_; =libro de documentos a cobrar=, _records of bills
collectable_; =libro de documentos a pagar=, _record of bills payable_;
=cuenta deudora=, _debit account_; =cuenta acreedora=, _credit account_;
=cuenta de mercancÃas=, _bill of goods_; =cuenta de pérdidas y
ganancias=, _profit and loss account_; =cerrar una cuenta=, _to close an
account_; =liquidar=, _to settle (an account)_; =saldo a favor=, _a
balance in favor_; =saldo en contra=, _a balance against_; =partida=,
_item_, _entry_; =pasar al mayor=, _to transfer to the ledger_; =tenedor
de libros=, _bookkeeper_; =cajero=, _cashier_; =debe=, _debit_; =haber=,
_credit_; =activo=, _assets_; =pasivo=, _liabilities_; =entrada=, _cash
receipts_; =salida=, _expenditure_; =a cargo de=, _charged to_; =a favor
de=, _credited to_; =partida doble=, _double entry_; =a prorrata=, _pro
rata_.
El se muere _por
plantarle una fresca al lucero del alba_,{135-1} como suele decir, y
cuando tiene un resentimiento, _se le espeta á uno cara á cara_:{135-2}
como tiene trocados todos los frenos, dice de los cumplimientos que ya
sabe lo que quiere decir _cumplo y miento_;{135-3} llama á la urbanidad
hipocresÃa, y á la decencia monadas; á toda cosa buena le aplica un mal
apodo; el lenguaje de la finura es para él poco más que griego; cree
que toda la crianza está reducida á decir _Dios guarde á ustedes_ al
entrar en una sala, y añadir _con permiso de usted_ cada vez que se
mueve, á preguntar á cada uno por toda su familia, y á despedirse de
todo el mundo; cosas todas que asà se guardará él de olvidarlas, como de
tener pacto con franceses.{136-1} En conclusión, hombre de estos que no
saben levantarse para despedirse sino en corporación con alguno ó
algunos otros; que han de dejar humildemente debajo de una mesa su
sombrero, que llaman _su cabeza_; y que cuando se hallan en sociedad,
por desgracia, sin un socorrido bastón, darÃan cualquier cosa por no
tener manos ni brazos, porqué en realidad no saben dónde ponerlos, ni
qué cosa se puede hacer con los brazos en una sociedad.
Por las extensas galerÃas que se prolongaban á lo lejos formando un
intrincado laberinto de pilastras esbeltas y ojivas caladas y ligeras
como el encaje, por los espaciosos salones vestidos de tapices, donde
la seda y el oro habÃan representado, con mil colores diversos,
escenas de amor, de caza y de guerra, y adornados con trofeos de armas
y escudos, sobre los cuales vertÃan un mar de chispeante luz un
sinnúmero de lámparas y candelabros de bronce, plata y oro, colgadas
aquéllas de las altÃsimas bóvedas, y enclavados éstos en los gruesos
sillares de los muros; por todas partes á donde se volvÃan los ojos,
se veÃan oscilar y agitarse en distintas direcciones una nube de damas
hermosas con ricas vestiduras, chapadas en oro, redes de perlas
aprisionando sus rizos, joyas de rubÃes llameando sobre su seno,
plumas sujetas en vaporoso cerco á un mango de marfil, colgadas del
puño, y rostrillos de 'blancos encajes, que acariciaban sus mejillas,
ó alegres turbas de galanes con talabartes de terciopelo, justillos de
brocado y calzas de seda, borceguÃes de tafilete, capotillos de mangas
perdidas y caperuza, puñales con pomo de filigrana y estoques de
corte, bruñidos, delgados y ligeros.
VARIANT:
=Al cabo de medio siglo; cuando vaya corrido medio siglo.=
9.--LOS EXTRANJEROS EN AMÉRICA
Vengan en hora buena aquéllos que penetran al seno de la República por
el pórtico siempre abierto del preámbulo constitucional,[1] dispuestos a
labrar su propio bienestar, contribuyendo al engrandecimiento común al
amparo de leyes cuya generosidad sólo podrÃa compararse a la del surco
dilecto, que retribuye sin usuras el sudor de las frentes; vengan en
hora buena esos inmigrantes sanos y buenos, que incorporan nuevos
glóbulos rojos a las arterias de la República y de cada uno de los
cuales podrÃa decirse, parafraseando un concepto ajeno, que es como una
letra en el gran abecedario del progreso nacional; vengan en hora buena
esos extranjeros como Burmeister, como Jacques, como Berg, como Gould,
como Groussac, que han ilustrado el pensamiento de varias generaciones
argentinas, y cuyo paso por los bufetes de la pública enseñanza nos
permite afirmar que la República diluÃda en la triunfal policromÃa de un
potente organismo joven, es americana por el rÃgido concepto de su
propia autonomÃa; española por su tradición y por su lengua; alemana por
su ejército; inglesa por la pujanza de sus grandes capitales; francesa
por sus tendencias literarias e italiana por el hondo y permanente amor
a las cosas altas y las cosas bellas.
¡una va llena!
[34] =una=, _one_.
¿dos veces la una?
¿Era una niña pobre?
--Es una casualidad.
* * *
En una posada.
¡Pues vaya una novedad!
_Abre^una^eternidad_, p.
_Sobre una vi|oleta_, p.
¿Qué tomó en una posada?
2.{145-2} =una parte ...
[Footnote 1: una parte...
¿Quién sirvió una grulla?
¿Con quién tenÃa una cita?
¡Arrancarle{4-1} una oreja!
--¡Pero eso es una infamia!
¿Para qué sirve una brújula?
¿Quiénes forman una familia?
¿á una estación más
próxima?
¿Es una
monarquÃa este paÃs?
--Por una boda, señor capitán.
¿Cuántos dÃas tiene una semana?
_Por una sonrisa, un ci^elo_, p.
¿Dónde se
descubrÃa una cabaña?
30 Yo y el Padre una cosa somos.
¿Pues una alma puede
enterrarse?
=Page 109.=--1.{109-1} =una=; cf.
¡Disfrutas de una calma asombrosa!
¿No habÃa una escalera en el faro?
¿Era una galanterÃa esta respuesta?
¿Por qué no tenÃa sino una
pierna?
_Habi^a llegado una nave._ Calderón.
--¡Y cantaremos una canción de Ronsard!
¿Qué orden dió una señora a su portero?
¿Quién se sentó en
una silla metálica?
[10] =de una carrerita,= _raced_; _ran_.
[9] =tomar una copa,= _to take a drink_.
¿Da el señor una carta de recomendación?
¿En qué se parecen una boca y un molino?
¿Estaba montado el tratante en una mula?
¿PoseÃa el infeliz ciego una
buena voz?
=partida; jugar una --,= to play a game.
--Es decir que has robado una vaca gorda.
¡La
noche, que se parece á una eternidad!
¿No podÃan ir a una estación más
próxima?
¿Qué dijo el padre cuando vió una ardilla?
¿En qué se parecen un elector y una pelota?
[94] =una tras otra=, _one after the other_.
¿De qué consiste una cuarta parte del canal?
[38] =Más de una.= Compare with _más que una_.
¿Qué sucedió una vez en una ciudad de Alemania?
¿Quién se resiste á una sorpresa de esa
especie?
¿Por qué no
pudo cantar teniendo una voz regular?
--Me sucede una cosa muy extraña, exclamó Esteban.
=moreno -a=, brown, dark; =una morena=, a brunette.
¿Estaba listo el criado también a seguir una
broma?
¿Quieres que le{33-6} enseñe el
francés á una mula?
--MuchÃsimo; es una de las óperas que más me gustan.
¿No has gritado que iba por el rÃo abajo una ballena?
¿Cómo se llaman los hijos y las
hijas de una familia?
¿Por qué le dieron al anciano una escudilla de madera?
--¿Cómo se denomina las diversas partes de una oficina?
¿En qué se parece un esqueleto a una comida de viernes?
=infamia=, _f._, infamy; =es una infamia=, is infamous.
--Otra vez el jornalero dijo con una sonrisa:--_error_.
¿Por qué era necesario buscar una ruta nueva a la India?
--¿Qué pasos hay que[12] dar para[13] edificar una casa?
--SÃ; pues hay allà una tierra porosa y fácil de labrar.
--Yo quiero una flor de lis del huerto que encuentre Vd.
* * *
Cierta señora fue a visitar a una de sus amigas.
[33] =una escala tres veces mayor (de lo) que lo hace con=.
¿Qué hacen cada vez cuando nace un prÃncipe o una princesa?
--Se cayó á pedazos de puro viejo, hace una porción de años.
¿Por qué se escondieron en una cueva más bien que en una casa?
(III)
Dos amigos de una bolsa, el uno canta y el otro llora.
--¡Es que si callas, te voy á deshacer yo la cara de una guantá!
--En el canto, cuya caracterÃstica es la de ser de una sola voz.
[4] =una bala dejó la estampa ...,= _a bullet had left its mark_.
¿Le parecÃa a él también que «la noche se pasa como una
sombra»?
=temporada=, _f._, space of time; =una temporada=, for some time.
¿Se podrÃa vivir en una casa de huéspedes,
por modesta que fuese?
=pregunta=, _f._, question;
=hacer una ----=, to ask a question.
=sino=, except, but; =no tenÃa sino una pierna=, had only one leg.
_¿Qué forma del verbo se emplea después de una preposición?_
III.
--El caucho es una de las substancias más maravillosas del siglo XX.
--Sólo una parte pequeña de la zona apropiada se halla bajo cultivo.
=imprudencia=, _f._, imprudence; =una imprudencia=, an imprudent act.
--De todas maneras, aunque papá no se entere, hice una cosa muy mala.
¡Cuántas veces turbó mi reposo una aura ligera
seguida de un crujido!
=pata,= foot and leg of animals; =rómpales una --,= break their bones.
=pregunta=, _f._, question; =hacer= =una pregunta=, to ask a question.
15
Asà es necesario que cada una vuelva a escribir su nombre y
edad.
--Amigo,--dijo con una sonrisa muy fina,--ya no hablaremos más de eso.
--Basta, basta, amigo Frutos: tendrá usted aunque sea una vaca rellena.
--Sosiégate, hija, que va mucho de hacer una amenaza á{91-1} cumplirla.
=locura=, _f._, madness; =una locura=, a mad thought, an act of madness.
32 Y él les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis.
--Nada,--le respondà cariñosamente, pasándole por los labios una ramita.
--No, señor; ni al lucero del alba que viniese con una torta en la mano.
--En algunos paÃses esa enseñanza ha sufrido una evolución
significativa.
[46] =preveo una dificultad, y es,= _I foresee a difficulty, and that
is_.
¿No dijeron los médicos que habÃa muerto de
una mojadura que habÃa cogido?
¿No ves en la entrada una gran telaraña,
que la cubre de un lado a otro?
130
--Ha venido aquà una niña en busca de su marido, el
prÃncipe Jalma.
--Asà te pasaran con una lanza moruna de parte á parte, ladrón,
embustero.
--En ese caso serÃa indispensable una buena reserva de piezas de
repuesto.
--SÃ, dijo el joven; es una cosa extraña lo que me sucede, muy
extraña....
7 Vino una mujer de Samaria á sacar agua: [y] Jesús le dice: Dame de
beber.
¡Oh, si yo
pudiese coger viva una corza blanca para ofrecérsela á mi señora!
--¿No falta ningún[7] pasajero?--preguntó una voz en la puerta de la
posada.
=estrujar,= to squeeze; =-- como una breva,= to squeeze the life out of
one.
=liebre,= _f._, hare; =abrir los ojos como una --,= to open one's eyes
wide.
=soltar=, 23, to loosen, drop;
=---- una carcajada=, to burst out laughing.
--Con excepción de una vasta meseta que ocupa la parte oriental de ese
paÃs.
[3] =brazo en jarras,= _arms akimbo._
[4] =una media vuelta,= _a half turn_.
¿No es verdad que una niña
bien educada no harÃa lo que yo hice esta noche?...
=risa, risas,= laughter; =me dió una --,= I was seized with a fit of
laughter.
10 Porque el haber muerto, al pecado murió una vez; mas el vivir, á Dios
vive.
--Has de saber que hay aquà una niña en busca de
su marido, el prÃncipe Jalma.
--Ya está la cigüeña machacando el gazpacho, dijo una de las niñas más
chicas.
[30] =de una substancia tan preciosa,= _of so precious (valuable) a
substance_.
¡Dios no lo quiso asÃ, permitiendo que de una vez pagará todas
sus maldades!...
--¡Suelte!--le dijeron desde la lancha más de una vez, con débil y
trémula voz.
¿cree acaso que esa es una cruz santa como la
del porche de nuestra iglesia?...
¿Hubiera usted esperado una hora entera antes de ponerle
de patitas en la calle?
=pitada,= whistle, whistling; =echar una -- al aire= (_coll._), to take
a smoke.
130
--Bien,--dijo el médico;--voy a recetarle una medicina
con que pierda Vd.
--Ese procedimiento supone una vigilancia minuciosa por parte de los
litigantes.
--¿Qué diligencias hay que hacer para[25] edificar una casa en la
América latina?
=tornar(se)=, to return, restore; =tornar á hacer una cosa=, to do a
thing again.
--Mujer, no llore usted, que al fin su hijo tiene sobre el toro una gran
ventaja.
--SÃ, porque en paÃses montañosos una mula es más resistente que[61] dos
caballos.
--¡No os lo dije yo una y mil veces, mi señora doña Baltasara, no os
lo dije yo!...
--¡Ola!--gritó el forastero, soltando una carcajada que hizo retemblar
las paredes.
135
La madre del Sur dió a la niña una cruz de oro y el Sur la
llevó al Oriente.
¡Pues
doña Rita (era el ama de llaves), sueña con establecer una casa de
huéspedes!
--Acérquese, pues, no sea cobarde, decÃa una dirigiéndose a alguno de
los campeones.
94, note 3.]
II
La iglesia estaba iluminada con una profusión asombrosa.
--Señorito,--le dijo,--mi niño se muere de
hambre: déme usted una limosna, por Dios.
[39] =Más de una= (plural in meaning, singular in form) =importa= (and
not _importan_).
--Es--respondió ella--que no soy de esas personas que
hoy dicen una cosa y mañana otra.
--Y una enamorada pareja, colgó junto á nosotras su redondo nido de
aristas y de plumas.
[12] =a casa de una su amiga.= Sometimes the possessives _suyo, suya_
take the above form.
¡Hay que hacer con él una{109-1} que
sea sonada para que no vuelva á venderse al oro de...
¿Conoce usted alguna ciudad de los Estados Unidos que tenga una
población tan cosmopolita?
22 Porque sabemos que todas las criaturas gimen á una, y á una están de
parto hasta ahora.
[2] =una mano solÃcita del bien,= _a hand solicitous for the general
good; a friendly hand_.
_hacer una con_ = 'to play a trick
on.' Here una has the force of an indefinite pronoun; cf.
=trisca,= noise (_made by breaking glass or nuts_); =peguéla una --,= I
gave her a trouncing.
=consagrar=, to devote, consecrate; =consagrarse á hacer una cosa=, to
do something zealously.
¿Es cierto que
le dieron una paliza a un ladronzuelo que le arrebató la capa a un
melancólico?
--Se me dice que se le ofrecerÃa una plaza de tenedor de libros en
Buenos Aires o en Montevideo.
¿No es ese un vÃnculo común muy poderoso, que hace de toda la
América hispánica una sola familia?
¿Qué es lo que se nos aparece una vez en un minuto, dos veces en un
momento, y nunca en un siglo?
--¿Cuál es la distribución que se da[91] por lo general a las
habitaciones de una casa de familia?
--¿Se da a la mujer una enseñanza profesional fuera de la que se exige
para ejercer el magisterio?
* * *
Examinando a una señora como testigo de un pleito, el
juez le preguntó cuántos años tenÃa.
¿Para cuántos de mis lectores será su libro--=«Ariel»=--como para mà lo ha
sido, una revelación?...
--Tú lo quieres, es una locura que te hará reir; pero no importa: te lo
diré, puesto que lo deseas.
--Tú lo quieres, es una locura que te hará reir; pero no importa: te
lo diré, puesto que lo deseas.
=manera=, _f._, way, manner;
=de una ----=, in a way;
=de ---- que=, so that;
=por ---- que= (S.
5
=Estudio=
[Illustration: UNA BRÚJULA]
Este dibujo representa
una brújula de navegar.
* * *
ComÃa un inglés en una fonda y le sacaron, como era 25
natural, pan tierno.
=picardÃa,= wanton trick, villany; =decir --s,= to revile, blaspheme;
=hacer una --,= to play a trick.
--SÃ; sobre todo en aquéllos donde las viejas universidades han impuesto
una dirección a la educación.
--Veo a una linda moza, que me mira y que mueve los labios como si
hablase, y que lleva ¡caso extraño!
¡Nunca ha herido mi imaginación una
amalgama más disparatada de dos ideas tan absolutamente enemigas!...
=Z=
=Zamora=, _f._, city in Spain; =no se tomó a ---- en una hora=,
Rome was not built in a day.
22 Y yo, la gloria que me diste les he dado; para que sean una cosa,
como también nosotros somos una cosa.
--Una vez sola,--dijo en tono suplicante;--una sola para saber si Teresa
permite que me case con Cristina.
--Pero ese depósito pronto se agotará,--dijo Jiménez, haciendo una
guiñada de inteligencia[25] a sus amigos.
5 Vino, pues, á una ciudad de Samaria que se llamaba Sichâr, junto á la
heredad que Jacob dió á José su hijo.
=alcanzar=, to reach, overtake, obtain, be enough; =alcanzar á hacer una
cosa=, to succeed in doing something.
25 Entonces él respondió, y dijo: Si es pecador, no lo sé: una cosa sé,
que habiendo yo sido ciego, ahora veo.
=un=, =una=, a, an; =unos=, some; =unos cuantos=, a few; =unos á otros=,
from one to the other, to one another.
¿Cómo no quiere Ud., pues, que[23] el
habitante de una nación latinoamericana se sienta extranjero en las
otras?
¿Los ve usted como se adelantan mudos y con lentitud,
como una legión aérea que se mueve por un impulse invisible?
[62] =en el estrecho marco que significa una vida humana,= _within the
narrow limits which mark a single lifetime_.
--Él no vuela: pero en su cabeza, como en jaula misteriosa, lleva una
ave que vuela más que yo y que sube más alto.
--¡Ella también se desprendió de la vida y acaso dormirá en una fosa
reciente, sobre la que yo me detuve un momento!
[Illustration]
LAS METAMORFOSIS DEL PICAPEDRERO
HabÃa una vez un hombre que cortaba piedras de una roca.
]
Extraña, horrible fué la operación, en tanto que la candente armadura
perdÃa su forma para tomar la de una cruz.
¿Porqué es una mujer deforme cuando está remendando
sus medias?--Porque sus manos están donde debÃan estar
sus pies.
26 Porque Macedonia y Acaya tuvieron por bien hacer una colecta para los
pobres de los santos que están en Jerusalem.
--Guarda--le dijo--tu último juguete: si alguna
vez te desprendes de[198] él, que sea para hacer una
buena obra.
-- No, porque habrÃa que hacer una travesÃa de más de cinco dÃas,[59] lo
cual requerirÃa dos mulas o cinco caballos....
[48.27] =te he de decir una cosa=, 'I have something to tell you.'
[48.28] =dÃmela= (_di-me-la_): see _di_, in Vocab.
--¡Qué creÃda![7]--exclamó una de las ordeñadoras, asomando la cara
fresca y risueña por debajo de la ubre de una vaca.
2 E hiciéronle allà una cena: y Marta servÃa, y Lázaro era uno de los
que estaban sentados á la mesa juntamente con él.
[Illustration: Una Mina de Nitrato]
La región central del paÃs es una zona eminentemente agrÃcola de clima
excelente.
¿Qué edad tiene[4] su
hijo de Ud.?[5]
--Solo veintiún años; pero ha viajado mucho[6] y tiene una experiencia
que Ud.
=Resumen=
Sin mirar el libro, escriba usted en el pizarrón una relación breve de
lo contenido en el trozo precedente.
=arrancar=, to pull off (_or_ out), tear off (_or_ out), snatch away;
=arrancar una carcajada=, to make one laugh loudly.
--Efectivamente, dijo otro, nos traes á conocer á una dama, y apenas si
con mucha dificultad se ven los dedos de la mano.
--Efectivamente, dijo otro; nos traes á conocer á una dama, y apenas
si con mucha dificultad se ven los dedos de la mano.
¿Cómo se las[11] arreglan los
inspectores cuando tienen que habérselas con[12] un artÃculo nuevo, o de
una calidad nueva?
--¡Hé aquÃ[55] una araña providencial!--dijo el
prÃncipe.--Sin ella, estarÃamos a estas horas en poder
de los enemigos.
¡Lástima que no tenga á mano un almacén de comestibles y una bodega para
esperar el dÃa comiendo y bebiendo, aunque reventase!
[118.13] =Nosotros no nos sentimos con=, 'we do not feel that we have.'
[118.19] =Vese==_se ve_.--=que es de==_que es una de_.
¡Cobardes!--y rueda por el
suelo al lado de los tres cadáveres que no valen juntos lo que vale una
gota de sangre de ese héroe.
15
Mientras hablaba de este modo el leñador, iba
apareciendo ante su vista una bella figura de mujer
vestida de blanco.
--Las zonas templadas y frÃas de Sud América, especialmente las pampas
argentinas en una extensión de cien millones de hectáreas.
22 Y como él hubo dicho esto, uno de los criados que estaba allÃ, dió
una bofetada á Jesús, diciendo: ¿Asà respondes al pontÃfice?
--Hace once años que mi tÃa es una madre para mÃ; once años que sé lo
que es el amor filial: ¿querÃas que me casase lejos de ella?
--¿Cómo?--grita la señora.--Un animalito que no pasa de los seis años,
¿va á pagar billete entero, como si fuese una persona mayor?
--Por mi parte, puedo deciros que siempre la creà una locura; mas desde
anoche comienzo á comprender la pasión del escultor griego.
10
Ocupa una de las situaciones más propias para servir
de[278] punto de escala a la navegación entre los dos
continentes.
--Me imagino que las casas serias no aceptarán una representación a
menos que se les dé agencia exclusiva en toda la América latina.
--SÃ; en caso de que el extranjero en cuestión sea propietario, o tenga
familia, y sobre todo si es casado con una natural del paÃs.
¿Quién es él que sin ceremonia, y con el sombrero calado, se sienta
delante del rey, del emperador o del presidente de una república?
3 Judas pues tomando una compañÃa, y ministros de los pontÃfices y de
los Fariseos, vino allà con linternas y antorchas, y con armas.
--Mariquilla, dijo la niña del manijero,
Cuando baja, rÃe; cuando sube, llora:
¿à que{83-1} no me lo aciertas en una hora?
--Veo que la gran red de ferrocarriles de la parte austral de Sur
América extiende una de sus lÃneas hasta las proximidades de Cuzco.
65
* * *
Un soldado preguntó a uno de sus camaradas, que volvÃa de
una campaña, si habÃa hallado mucha hospitalidad en
Holanda.
* * *
Un individuo que venÃa a Madrid en diligencia, entró en
una posada a las doce del dÃa y preguntó:
--¿Cuánto vale la comida?
=soltar (ue),= to drop, let loose, cast off, discharge, utter; =--una
especie,= to make a suggestion; =--lo redondo,= to swear roundly.
=carrera=, _f._, run, race, course of study; =carrera de abogado=, law
course, study of law; =tomar=, _or_ =dar=, =una carrera=, to run.
¡Cuán distinta de la voz de ParÃs, cuando uno cree escucharla,
al acercarse, halagadora como una canción de amor, de poesÃa y de
juventud!
6 Y estaban allà seis tinajuelas de piedra para agua, conforme á la
purificación de los JudÃos, que cabÃan en cada una dos ó tres cántaros.
=Modismos=
Empléese en una oración completa cada uno de los modismos de este cuento
que contenga verbos, cambiándose el tiempo del verbo.
110
La niña dijo que querÃa ir con él y la madre del Norte le
regaló una gallina de oro y trigo de oro para vender en caso
de necesidad.
[Illustration]
Al primer paso que dió el marqués entonaron éstos una fanfarria que
demostraba claramente que no habÃa desmejorado su arte.
=levantar=, to raise, to pile up, to make;
=---- una fortuna=, to make a fortune;
to raise the quarry (_hunting_);
to catch sight of.
--El procedimiento más recomendable serÃa, a mi juicio, establecer una
sucursal en cada centro comercial importante, a cuyo frente pondrÃa Ud.
--Ya veo que la posibilidad de conceder créditos requiere una
organización bancaria especial que permita al exportador negociar sus
créditos.
29 Y estaba [allÃ] un vaso lleno de vinagre: entonces ellos hinchieron
una esponja de vinagre, y rodeada á un hisopo, se la llegaron á la boca.
51 note 2.]
Durante una ó dos horas, en las calles inmediatas á estos puntos reinó
un bullicio, una animación y un movimiento indescriptibles.
«Esta buena pieza es la que ha causado el destrozo», dije para mis
adentros, lanzándole una mirada iracunda que la muñeca aparentó no
comprender.
5
Pepito volvió la cabeza hacia el sitio de donde partÃa,
y vió junto a la verja una mujer mal vestida, con un
niño desnudo en sus brazos.
=Ejercicio de Observación=
Usando unas cincuenta palabras, escrÃbase una descripción de lo que se
observa en el grabado en frente de la página 8.
5
Cuando más abatido se encontraba, vió flotar como
una nube blanca sobre el agua del rÃo, y poco después
se movió el ramaje de la orilla.
--Algunas sirven de agentes a ciertas empresas importadoras de la
América latina, realizando los pedidos y cobrando una comisión por este
servicio.
--Generalmente una sola en mayo, junio o julio, seguida de operaciones
complementarias con la rastra y el rodillo cuando el trigo ha sido
sembrado.
--¿Por qué?--les preguntó Traga-santos sorprendido é indignado, tanto
más, cuanto que entonces reparó que cada lugareño tenÃa una piedra en la
mano.
--Es un ignorantón, que después de haber puesto el órgano de su
parroquia peor que una carraca, viene á profanar el de maese Pérez,
decÃan los otros.
(that
part of a garment turned back and showing the lining), lining; dar una
--, to take a turn, take a walk; dar --s, to turn, wind, whirl,
revolve.
¡Qué mundo de venturanza la plácida nota lanza
Su voz como una caricia
o como un suave reproche
desgrana en la calma noche
las perlas de su delicia.
--Cuando es preciso[10] vender una propiedad a fin _de_[11] dividir una
herencia o para satisfacer una demanda entablada por los acreedores del
dueño.
--Y apuesto una oreja a que es ese madrileño.--Entonces veo que llama a
unos músicos que habÃa alrededor de Santa Cecilia, y ellos pasan a la
porterÃa.
¡Oh honradas casas, donde un modesto cocido y un principio final
constituyen la felicidad diaria de una familia, huid del tumulto de un
convite de dÃas!
--Bien--dijo el negro;--pero hay una condición y es que
las bodas se celebren a oscuras y que ella nunca trate de verme, 40
mientras yo no lo diga.
7.--MACEO[A]
Y por último, sentado en un banquillo de madera frente a una mesita de
campaña, y rodeado de algunos jefes y oficiales, estaba un hombre.
--No hay duda que aunque no sea más que la ilusión de hallarse junto á
una mujer de este calibre, es lo suficiente para no pegar los ojos en
toda la noche.
[Illustration: La Ciudad y el Puerto de RÃo de Janeiro]
BahÃa es la segunda ciudad del Brasil y tiene una buena situación en
la bahÃa de Todos los Santos.
¿Qué habÃa pasado entre los dos amantes para que se arrastrara al fin á
poner por obra una idea que sólo el concebirla habÃa erizado sus
cabellos de horror?
¿Que habÃa pasado entre los dos amantes para que se arrastrara al fin
á poner por obra una idea que sólo el concebirla habÃa erizado sus
cabellos de horror?
--Pues bien--le dijo el rey--Tengo una hija muy bonita
y te la doy por esposa si matas el jabalà que hace tanto mal a 25
los habitantes de la ciudad.
=Agrupación de palabras relacionadas=
Valiéndose del vocabulario de este libro, fórmese un grupo de palabras
basado sobre cada una de las voces que siguen.
=Sinopsis de un verbo=
EscrÃbase una sinopsis del verbo _subir_ en los tiempos simples de
indicativo y de subjuntivo, usando la primera persona del plural.
--Al entrar[44] en una casa de ventas[45] al por mayor, lo primero[46]
que se ve es un espacioso salón, donde se halla en exhibición la
nueva[47] mercaderÃa.
¿Sabéis lo que es una madre que ve morir á los hijos de sus entrañas,
diciendo: «Tengo hambre..., tengo frÃo»?--Señores, ¡yo no quiero mi vida
sino por ellos!
=Estudio de voces de la misma etimologÃa=
Hágase una lista de todas las voces españolas de la página 40 que tengan
palabras inglesas de la misma etimologÃa.
21 Para que todos sean una cosa; como tú, oh Padre, en mÃ, y yo en ti,
que también ellos sean en nosotros una cosa: para que el mundo crea que tú me
enviaste.
25.--LOS CARNAVALES[1] DE ANTAÑO
Al caer la tarde,[2] se veÃa venir, en una u otra dirección, una
comitiva, precedida y seguida de una turba de muchachos.
¡Cuando le vi entrar me dió una risa, que por poco me
oye!{19-4}
La chiquilla se reÃa aún, con tanta gana y tan francamente, que me
obligó á hacer lo mismo.
--¿Cómo quieres que esté un hombre que ha venido desde Barcelona debajo
de dos peregrinos, y amenazado constantemente por una perra, una señora
y un salchichón?
=Sinopsis de un verbo=
EscrÃbase una sinopsis del verbo _esconder_ en los tiempos simples de
indicativo y de subjuntivo, usando la tercera persona del plural.
=Sinopsis de un verbo=
EscrÃbase una sinopsis del verbo _llevar_ en los tiempos simples de
indicativo y de subjuntivo, usando la tercera persona del singular.
23 Yo en ellos, y tú en mÃ, para que sean consumadamente una cosa; que
el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado, como también á mà me
has amado.
* * *
Un recluta escribÃa a su padre una carta bastante breve y
concluyó asÃ:
No escribo más porque tengo tanto frÃo en los pies que no
puedo tener la pluma.
--Me importa á mÃ, que veo lo que suda el mi hijo{167-1} pa ganar un
peazo de pan que tú vendes por una botella de aguardiente, en lugar de
partirle con tus hijos.
--Ustedes harán penitencia, señores, exclamó el Anfitrión una vez
sentado; pero hay que hacerse cargo de que no estamos en Genieys:--frase
que creyó preciso decir.
31.--LA QUENA[1]
La quena, fabricada generalmente con una caña peculiar de las montañas
del Perú, mide media vara de largo y dos tercios de pulgada de diámetro.
--Moscón, dijo á su vez Mariquilla albóndiga, dÃle al diablo que mi
_mae_ Ana me ha puesto una cruz de retama macho al cuello para librarme
de él y de la erisipela.
--Yo digo la verdá aunque sea delante del mi marido,--replica la de la
buhardilla, mirando de reojo á una esquina de la calle y bajando la voz
asà que ve al Tuerto.
10
Todo el mobiliario de la celda se componÃa de cuatro
sillones, una mesa sucia y una cama sin colchón ni
sábanas ni colchas, y con una piedra por almohada.
--Fernando, dijo la hermosa entonces con una voz semejante á una
música: yo te amo más aún que tu me amas; yo, que desciendo hasta un
mortal, siendo un espÃritu puro.
¡Yo, que á tus ojos en mi agonÃa
Los ojos vuelvo de noche y dÃa;
Yo, que incansable corro y demente
Tras una sombra, tras la hija ardiente
De una visión!
25 Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, que si se
escribiesen cada una por sÃ, ni aun en el mundo pienso que cabrÃan los libros
que se habrÃan de escribir.
8.--MOSAICO DE PUEBLOS
La América latina no es en buenas cuentas una definida familia étnica
que en algún momento de su historia pudo haber formado una sola nación.
]
XXX[1]
Asomaba á sus ojos una lágrima
Y á mi labio una frase de perdón;
Habló el orgullo y se enjugó su llanto,
Y la frase en mis labios expiró.
¿Por dónde
habÃan de entrar?[53]
Miraron todos la entrada, vieron que habÃa, en
efecto, una telaraña que llegaba de un lado a otro del 15
agujero.
2 Y los soldados entretejieron de espinas una corona, y pusiéron[la]
sobre su cabeza, y le vistieron de una ropa de grana;
3 Y decÃan: ¡Salve, Rey de los JudÃos!
[3.13] =se le enredó á una pierna=, 'wrapped itself about one of his
legs.' Note that =le==='his.'
[3.22] =que=, 'for.'
[3.24] =serpiente= is the subject of =forcejeó=.
--Esa es una magnÃfica idea,--dijo mister Smith.--Pero--agregó con un sÃ
es no es de[8] melancolÃa--difÃcil será que mi paÃs desaloje a la Europa
de los mercados de América.
]
--Será alguna ráfaga de aire que ha abatido la llama al pasar, exclamó
Carrillo volviendo á ponerse en guardia, y previniendo con una voz á
Lope, que parecÃa preocupado.
=vuelta=, _f._, turn, return; =á la vuelta=, upon returning, on one's
return; =dar una vuelta=, =dar vueltas=, to stroll about, turn over;
=tomar la vuelta de=, to turn into.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos ir, extender, lanzar en los tiempos
simples de indicativo y de subjuntivo, empleando la tercera persona del
plural.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos servir, venir, alzar en los tiempos
simples y compuestos del indicativo, empleando la primera persona del
singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _caer_, _sentir_, _salir_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, usando la primera persona
del plural.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _ser_, _oÃr_, _pensar_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, empleando la tercera
persona del plural.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos traer, vencer, morir en los tiempos
simples de indicativo y de subjuntivo, empleando la primera persona del
singular.
17.]
Tal vez serÃa un rayo de sol que serpeó fugitive entre su espuma; tal
vez una de esas flores que flotan entre las algas de su seno, y cuyos
cálices parecen esmeraldas ...
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _querer_, _poner_, _pedir_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, usando la tercera persona
del plural.
--Pero con marina de guerra y todo,[45]--dijo el boliviano,--yo preveo
una dificultad, y es[46] la desproporción entre las importaciones y las
exportaciones de los Estados Unidos.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _poner_, _tener_, _hacer_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, usando la primera persona
del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _haber_, _llegar_, _estar_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, usando la primera persona
del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _cargar_, _costar_, _gozar_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, usando la primera persona
del singular.
18 Asà que, de la manera que por un delito [vino la culpa] á todos los
hombres para condenación, asà por una justicia [vino la gracia] á todos los
hombres para justificación de vida.
3 Entonces MarÃa tomó una libra de ungüento de nardo lÃquido de mucho
precio, y ungió los pies de Jesús, y limpió sus pies con sus cabellos: y la
casa se llenó del olor del ungüento.
--Mucho; y se juegan no sólo entre las universidades de un paÃs, o entre
las facultades o escuelas de una misma universidad, sino también entre
_teams_ o equipos de distintos paÃses.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _cruzar_, _dirigir_, _saber_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, usando la primera persona
del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _poder_, _volver_ y _dar_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, empleando la tercera
persona del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _seguir_, _creer_, _deducir_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, usando la tercera persona
del singular.
(al
exclamar _¡bah!_ el marqués de Torres-Nobles dió una vuelta en la cama y
se arropó mejor, porque se le colaba el frÃo por la nuca); en resumidas
cuentas, ¿qué me importa todo ello?
--¡Se bebera vino del paÃs![1]
[Footnote 1: vino del paÃs = 'wine from home,' 'wine from our own
country.']
--¡Y cantaremos una canción de Ronsard![1]
[Footnote 1: Ronsard.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _entender_, _decir_, _carecer_ en
los tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, empleando la primera
persona del plural.
60
Pero a veces brillaba en su mirada una viva esperanza que
Gómez de Aguilar interpretaba en estas palabras:
--Pero es muy probable que nos encuentren sin llamarlos y
sin moverme.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos afligirse, vestir, pertenecer en
los tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, empleando la primera
persona del singular.
=andar=, to go, walk, run (_as a machine, watch, etc._), be; =andar
por=, to move over; =andar á hacer una cosa=, to go and do something;
=¡anda!= go on!; =vamos andando=, let us be going.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _sentarse_, _sacar_, _contribuir_
en los tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, usando la primera
persona del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos conseguir, _despedir_, _tener_ en
los tiempos simples del indicativo y del subjuntivo, empleando la
tercera persona del plural.
--PermÃtame Ud.[10]; la América latina no tiene una historia común; es
decir, una historia cuyos episodios unifiquen los sentimientos de los
individuos en la veneración de glorias comunes.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _entregar_, _rogar_, _arrancar_ en
los tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, empleando la primera
persona del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos traer, escoger, poner en los
tiempos simples y compuestos de indicativo y de subjuntivo, usando la
primera persona del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _esparcir_, _fabricar_, _advertir_
en los tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, empleando la
primera persona del plural.
--No pueden hacerlo[74] porque una barra de fango, formada en la
desembocadura del rÃo, impide la entrada de los transatlánticos al rÃo,
a la vez que la salida al mar de los vapores del rÃo.
33 Mas cuando vinieron á Jesús, como le vieron ya muerto, no le
quebraron las piernas:
34 Empero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y luego
salió sangre y agua.
10
Un dÃa el dueño del castillo se levantó muy temprano,
colocó una gran piedra en el camino de la aldea, y se
escondió cerca de allà para ver lo que ocurrÃa al pasar[17]
la gente.
--Ese hecho produjo una crisis económica profunda en tales labores; pero
dió al gobierno la oportunidad de poner en práctica un plan de
colonización agrÃcola para atraer al inmigrante europeo.
--Con verdad, decÃa el jinete á su acompañante, que si el alojamiento
que se nos prepara es tal y como me lo pintas, casi casi serÃa
preferible arrancharnos en el campo ó en medio de una plaza.
--Cuando estén terminados todos los ramales que se encuentran en
construcción (porque hasta ahora no están en servicio ni aun la mitad),
tendrá una longitud total de quince millas, más o menos.
--Este falucho--dijo acariciándole con una palmada el vientre seco y
arenoso--es _El Socarrao_,{52-2} el barco más valiente y más conocido
de cuantos se hacen al mar desde Alicante á Cartagena.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _ascender_, _efectuarse_,
_sostener_ en los tiempos simples de indicativo y de subjuntivo,
empleando la tercera persona del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _propagar_, _constituir_,
_adquirir_ en los tiempos simples de indicativo y de subjuntivo,
empleando la primera persona del singular.
54 Por tanto, Jesús ya no andaba manifiestamente entre los JudÃos; mas
fuése de allà á la tierra que está junto al desierto, á una ciudad que se
llama Ephraim: y estábase allà con sus discÃpulos.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _invocar_, _ver_, _cubrir_ en los
tiempos simples y compuestos del indicativo y del subjuntivo, usando la
primera persona del singular.
¡Que esta cámara
sea transformada en una más melancólica y yo
rogaré a Dios que la deje dormir para siempre,
los ojos cerrados, mientras que a su alrededor
errarán los fantasmas de oscuros velos!
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _entristecerse_, _replicar_, _ver_
en los tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, sirviéndose de la
primera persona del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos demostrar, aprender, vivir,
escribir en los tiempos compuestos de indicativo y de subjuntivo,
empleando la primera persona del singular.
--Su verdadero nombre era _El Resuelto_; pero por la prontitud con que
maniobraba y la furia con que acometÃa los golpes de mar, dieron en
llamarle _El Socarrao_, como á una persona de mal genio...
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _convenir_, _ofrecer_, _hacer_ en
los tiempos simples y compuestos de indicativo y de subjuntivo, usando
la tercera persona del singular.
--Te engañas.[8] El comercio de naranjas es muy activo, asà por los rÃos
como por las costas del Atlántico; la mandarina, que se produce en la
zona del Plata, se disemina en una región considerable.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _soñar_, _encarecer_, _empezar_ en
los tiempos simples y compuestos de indicativo y de subjuntivo, usando
la primera persona del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _destruir_, _elegir_, _colocar_ en
los tiempos simples y compuestos de indicativo y de subjuntivo,
empleando la tercera persona del plural.
23 Y como los soldados hubieron crucificado á Jesús, tomaron sus
vestidos, é hicieron cuatro partes (para cada soldado una parte); y la túnica;
mas la túnica era sin costura, toda tejida desde arriba.
--Desde una sola persona que es a la vez dueño,[60] dependiente y
mandadero, hasta diez mil empleados por cada establecimiento, cifra que
no es raro[61] encontrar en los comercios de primer[62] orden.
--Yo te daré una industria; a todas las preguntas
que se te hagan, no tienes más que contestar con estas 10
dos palabras: _"no oigo."_
--Pero todo el mundo sabe que no soy sordo.
¿Y no es ya una muestra de ello esa nueva y vigorosa civilización que en
el norte se levanta en medio de ciudades que se improvisan por la
aglomeración súbita de inmigrantes que hablan todas las lenguas?
--En el extremo sur se extiende una meseta desprovista de árboles
excepto en la parte más austral, donde aquéllos reaparecen, gracias a la
humedad que, como le expliqué ya, traen los vientos del PacÃfico.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _atravesar_, _comentar_, _ejercer_
en los tiempos simples y compuestos de indicativo y de subjuntivo,
empleando la primera persona del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _dedicarse_, _encontrar_,
_contener_ en los tiempos simples y compuestos de indicativo y de
subjuntivo, empleando la tercera persona del plural.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _incluir_, _obtener_, _establecer_
en los tiempos simples y compuestos de indicativo y de subjuntivo,
empleando la primera persona del singular.
--Lo que este hombre dice es mentira,--dijo el
aceitero.--Vino él a comprarme aceite, me dijo que le
cambiara una moneda de oro, y al sacar yo la bolsa
para complacerle, quiso apoderarse de[110] ella.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _crecer_, _extraer_, _conocer_ en
los tiempos simples y compuestos de indicativo y de subjuntivo, usando
para esto la primera persona del singular.
20.--EL DESIERTO DE ATACAMA
Cuando desde una altura dominante se extiende la vista, abarcando
inmensa extensión de aquellos páramos, cerros tras cerros y pampas tras
pampas, todo aparece igual y repetido.
--Según ese ejemplo, veo que los efectos del crédito a largos plazos que
dan al exportador europeo una gran ventaja sobre nosotros, los de los
Estados Unidos, no recaen sobre el exportador sino sobre el banco.
--¡Bravo![23] Pero mis capitalistas[24] son un poco escépticos, y tanto
que estoy por mandarlos a paseo.[25] Manifiestan dudas sobre los
beneficios de una lÃnea telefónica tan larga como la que yo les
propongo.
--¡Ya va largo![39]--exclamó el señor Souza.--La América del Sur puede
ofrecer una superficie inmensa, que comprende no solamente la Argentina
sino también el Brasil, la parte este de Bolivia y todo el Paraguay.
3.--EL REGIONALISMO
La mayorÃa de las obras de la literatura americana de la última época
responden a una honda preocupación territorial, como es el estudio de
nuestro medio y de nuestra evolución orgánica.
5 Mas el Dios de la paciencia y de la consolación os dé que entre
vosotros seáis unánimes según Cristo Jesús;
6 Para que concordes, á una boca glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro
Señor Jesucristo.
_Rubén DarÃo._
POEMAS
TRADUCCIÓN DE ALBERTO LASPLACES
ANNABEL LEE
Hace ya bastantes años, en un reino más
allá de la mar vivÃa una niña que podéis conocer
con el nombre de Annabel Lee.
=vez=, _f._, time (_only as expressing series_);
=a la ----=, altogether;
=cada ---- más=, more and more steadily;
=otra ----=, once more;
=una ----=, once;
=dos veces=, twice;
=tal----=, perhaps.
=EL ALACRÃN DE FRAY GÓMEZ=
=TRADICIÓN PERUANA=
Estaba una mañana Fray Gómez en su celda entregado
a la meditación, cuando dieron a la puerta unos
golpecitos, y una voz dijo:
--¡Alabado sea el Señor!
=vez=, _f._, time;
=a veces=, sometimes;
=a la ----=, at the same time;
=a su ----=, in his turn;
=de ---- en cuando=, from time to time;
=de una ----=, at one time;
=otra ----=, again;
=tal ----=, perhaps.
29, note 2.]
Pero aún quedaba algo por hacer: pues en vano, á fin de sujetarlo, lo
colgaron de una horca; en vano emplearon la más exquisita vigilancia
con el objeto de quitarle toda ocasión de escaparse por esos mundos.
--Mira,--dijo una de las oyentes al ver posada sobre una rosa una
palomita blanca y oir revolotear un moscón;--cata aquà una palomita
blanca que lleva los recados á MarÃa; y un moscón, que es el que se los
lleva al diablo.
(good-by) till to-night; goodby; -- de luna, moonlight
night; de la -- á la mañana, all of a sudden, when (you) least
expected (it); media --, midnight; por las --s, in the night; at
night; una -- y otra, night after night.
[37.6] =una vez bailando=, 'once when we were dancing.' In the Latin
countries it is usually considered harmless to dance on Sundays after
returning from mass, and the most devout Christians may do
so.--=estaba==_él estaba_.
34.--EL HOJALATERO
Dotado nuestro tipo de una actividad siempre creciente, recorre con sus
latas todos los pueblos de la Isla, sin dejar en el intermedio una
hacienda, un barrio, un caserÃo, una sola choza que no visite.
1433) being a most dangerous claimant of the crown of Aragon.]
à la derecha del tortuoso sendero que conduce á este punto, remontando
la corriente del rÃo, y siguiendo sus curvas y frondosas márgenes, se
encuentra una cruz.
=di=),
to give; =---- parte=, to inform; =---- un chasco=, to play a trick;
=---- una media vuelta=, to turn around; =---- un paso=, to take a
step; =--- un salto=, to jump; =no te dé el sol=, let the sun not
find you.
--En efecto allà se encuentran espesos bosques, de árboles tan
gigantescos como el _ahuehuete_, que alcanza una altura de cuarenta
metros, y otros árboles cuya madera se usa en ebanisterÃa como la caoba,
el ébano y el palo rosa.
--Las operaciones propias de[8] una institución oficial financiera:
intervienen en todo pago en que es parte el gobierno federal, y guardan
en depósito los dineros de todas las reparticiones públicas dependientes
de ese gobierno.
--Parécense más bien a las viejas universidades de las naciones
católicas europeas, cuyo espÃritu han conservado en parte aunque una vez
que pasaron a depender del Estado se impuso en ellas, como consecuencia,
la enseñanza laica.
¡Que Dios es Dios!»
Al tercer domingo, la pobre joven se mostró más afligida y atemorizada
que nunca; la obstinación del guarda, su vehemencia y sus amenazas, la
hacÃan temer una desgracia si le exasperaba más con sus negativas.
10
Después de una navegación larga, llena de peligros
y de ansiedades, en la que se puso a prueba[221] el espÃritu
animoso y grande de Colón, descubrieron tierra del
nuevo mundo en la madrugada del 12 de octubre de
1492.
--Convengo en que serÃa difÃcil para una compañÃa completamente extraña
reunir un núcleo de abonados suficientemente grande e importante como
para inducir a los abonados de otras compañÃas a abandonar el servicio
que de ellas reciben.
]
Y vió el sol volteando encendido sobre ejes de oro en una atmósfera de
colores y de fuego, y en su foco á los Ãgneos espÃritus[1] que habitan
incólumes entre las llamas, y desde su ardiente seno entonan al
Criador himnos de alegrÃa.
=Repaso=
EscrÃbase una sinopsis de la expresión _hacer escala en_ empleando la
tercera persona del singular de los tiempos simples y compuestos de
indicativo, y completando cada frase por el nombre de un puerto distinto
de Sud América.
--Don Enrique expresaba una idea semejante, y me decÃa que, viajando por
Centro América, se descubren por todas partes signos de actividad
relacionada con el comercio de banana, en el cual los norteamericanos
han invertido enormes capitales.
--No olvide que en Sud América flotamos sobre un mar subterráneo de
petróleo,--observó sonriendo el señor Jiménez.--Pero con todo,--añadió,
cambiando de tono,--admito que la producción de la fuerza eléctrica
siempre representará una economÃa.
8, note 1]
Y sin embargo, entre los señores comarcanos murmurábase que la hermosa
castellana de Veratón[1] no era tan limpia de sangre como bella, y que
á pesar de sus trenzas rubias y su tez de alabastro, habÃa tenÃdo por
madre una gitana.
--Nadie, señor, sino que una de mis hijas me habÃa pedido
una flor de lis, no la he encontrado en ninguna parte, y al pasar
por aquà entré a ver si estaba aquÃ, pero como no he visto a 40
nadie, creà que no tenÃa dueño y la he cortado.
=acabar,= to end, finish; =-- de,= to have finished, have just; =--se,=
to grow feeble, be near the end; =y esto se acabó,= and this settles it;
=¡acabáramos de una vez!= is that all!; =algo que no acaba de llegar,=
something that does not come.
25
Pasaron muchos años sin que él se aventurase en
una guerra formal contra los enemigos; porque desconocÃa
las fuerzas de ellos, no estaba bien seguro del
éxito, y no querÃa exponer imprudentemente a su
reino a un desastre penoso.
3
above.]
[Note 13: =llevar a cuestas=, _to carry on one's back_.]
LA PIEDRA EN EL CAMINO
=El trabajo hace la vida agradable=
HabÃa una vez en España un hombre muy rico que
habitaba un gran castillo[14] cerca de una aldea.
--Algunos teatros dan funciones por secciones o por tandas, como se las
llaman en Chile, Perú y Méjico, y una de tales secciones, que tiene
lugar en la tarde, se llama sección _vermut_, por ser esa la hora a que
generalmente se toma un aperitivo.
15
Este canal acorta la distancia entre las ciudades
americanas y paÃses europeos con los paÃses y ciudades
del PacÃfico y esto constituye a todas luces[273] una gran
economÃa en tiempo y dinero, pues ya se sabe que el
tiempo es oro.
--Pues esa causa procede de un punto de vista propio del americano del
norte; punto de vista que resulta de abrazar a todos esos paÃses en una
denominación común, como es la de[2] América latina, con que se designa
el conjunto de las veinte repúblicas.
13 Respondió Jesús y dÃjole: Cualquiera que bebiere de esta agua,
volverá á tener sed;
14 Mas el que bebiere del agua que yo le daré, para siempre no tendrá
sed: mas el agua que yo le daré, será en él una fuente de agua que salte para
vida eterna.
25
--Solamente le falta la muleta, para que sea _ño
Cucho_ el Cojo, en mismita persona,--contesta la
mujer, dando una gran carcajada.[293]
Tal fué la escena que, poco más o menos, pasó un dÃa,
en uno de los vallecitos de la costa de Colchagua.
101, note 2.]
El órgano proseguÃa sonando; pero sus voces se apagaban gradualmente,
como una voz que se pierde de eco en eco, y se aleja, y se debilita al
alejarse, cuando de pronto sonó un grito en la tribuna, un grito
desgarrador, agudo, un grito de mujer.
--Recuérdales[26] que RÃo de Janeiro está comunicado con Petrópolis,
Teresópolis y Nictheroy; que en el Perú hay una lÃnea de doscientos
kilómetros y en Chile una casi tan larga; y que desde Buenos Aires
pueden ya hablar a puntos casi a mil kilómetros distantes.
--En verdad que esto es extraño, murmuró Lope mirando al farolillo,
que espontaneamente habia vuelto á encenderse, y se mecÃa con lentitud
en el aire, derramando una claridad trémula y extraña sobre el
amarillo craneo de la calavera colocada a los pies de Cristo.
¡Ojalá un siglo que presume de[6]
civilizado conserve y embellezca cada dÃa más ese bosque que los
antiguos veneraron como sagrado y que dejaron a su posteridad como un
monumento de civilización, como resto magnÃfico de una vegetación
salvaje, exuberante y prodigiosa!
¡Llenos parecÃan de una aflicción intensa, y tan
doloridos, que su vista sola producÃa tanta amargura como el espectáculo
de la misma criatura moribunda, cuando miraba con suplicantes ojos á sus
padres y les pedÃa que le quitasen aquel horrible dolor de su frente
abrasada!
3 Entonces los escribas y los Fariseos le traen una mujer tomada en
adulterio; y poniéndola en medio,
4 DÃcenle: Maestro, esta mujer ha sido tomada en el mismo hecho,
adulterando;
5 Y en la ley Moisés nos mandó apedrear á las tales: tú pues, ¿qué
dices?
--Mira, amigo mÃo, allá abajo hacia el fin de esta triste callejuela, le
respondió el ángel: á poca distancia de nosotros descubrirás una cabaña,
cuyo techo se ha hundido con la lluvia y las nieves y cuyas paredes
húmedas están tapizadas de hiedra: mira bien esa triste morada.
--No debemos olvidar que la extensión de su uso en la vida ordinaria se
debe al descubrimiento casual de que en combinación con el azufre, la
goma se convierte en una substancia dura que puede reemplazar con
ventaja y económicamente a la madera, los metales y el _papier maché_.
_Tu pupila es azul; y cuando lloras,
Las trasparentes lágrimas en ella
Se me figuran gotas de rocÃo
Sobre una violeta._
Tu pupila es azul, y si en su fondo
Como un punto de luz radia una idea,[2]
Me parece en el cielo de la tarde
¡Una perdida estrella!
=hacer=, to do, make, cause, act (_a part_); =hacerse=, to become;
=hacer hacer una cosa=, to have a thing done; =hacerse como que=, to
pretend, act as if; =hace frÃo (calor)=, it is cold (warm); =hace un
mes=, a month ago; =hace un mes que está aquÃ=, he has been here for a
month.
66, note 1.]
No obstante, Lope y Alonso permanecÃan impasibles, mudos, midiéndose
con los ojos, de la cabeza á los pies, sin que la tempestad de sus
almas se revelase más que por un ligero temblor nervioso, que agitaba
sus miembros como si se hallasen acometidos de una repentina fiebre.
--Tenemos ese árbol y, además, inmensos bosques de otros árboles que
contienen mucho tanino en la corteza y en las hojas; pero el comercio de
quebracho está especialmente desarrollado en una zona de la Argentina
más próxima a los puertos,--agregó el señor Souza.--¿No es asÃ, doctor
Mendoza?
* * * * *
Al dia siguiente fuà al cerro, solo, y me arrodillé al lado de la verja
de madera con que se habia rodeado una modesta crucecita que recordaba
el sitio del asalto.{200-1} Allà recé por el alma de Juan Neira, el mas
valeroso, bueno y leal de los servidores.
--Pero haré notar que en cambio esa falda está favorecida por los
vientos contraalisios que soplan en dirección contraria.[10]
--AsÃ, pues,[11] irrigada una vertiente de la meseta por los vientos
alisios, y la otra, por los contraalisios, la zona intermedia se hallará
privada de su beneficio.
¡Se desprenden esos dobles lúgubres y funerarios
de los altos campanarios
en fúnebre vibración;
en esos dobles alienta algún espÃritu irónico
que a cada nota que zumba,
con agrio gesto sardónico
rueda implacable y derrumba
y oprime con todo el peso de la piedra de una tumba
el humano corazón!
_Nunca una obra se acredita tanto de mala como cuando la aplauden los
necios._ 210
EL PATO Y LA SERPIENTE
A orillas de un estanque
Diciendo estaba un pato:
"¿A qué animal dió el cielo
Los dones que me ha dado?
23.--BOGOTÃ
Pero, me diréis, ¿los bogotanos no pasean, no tienen un punto de
reunión, un club, una calle predilecta, algo como los bulevares, nuestra
calle Florida,[1] el Ringstrasse de Viena, el Unter den Linden de
BerlÃn, El Corso de Roma, el Broadway de New York, o el Park Lane de
Londres?
--à él voy, contestó con calma Esteban, que después de dar una gran
voz acompañada de un silbido para que se agruparan los corderos, que
no perdÃa de vista y comenzaban[1] á desparramarse por el monte, torno
á rascarse la cabeza y prosiguió asÃ:
[Footnote 1: que no perdÃa de vista y comenzaban.
--Todo eso está muy bueno,[41]--dijo sonriendo el señor Matienzo, que
hasta entonces no habÃa hablado;--pero de nada valdrÃa[42] el que los
Estados Unidos poseyeran las fuentes de abastecimiento de sus mercados
si al mismo tiempo no dispusieran de una marina mercante para el
transporte de los productos.
--Yo he dado vueltas sin cesar arrastrada por la turbia corriente, y
en mi larga peregrinación vi, solo, enlutado y sombrÃo, contemplando
con una mirada distraÃda las aguas que pasaban y las hojas secas que
marcaban su movimiento, á uno de los dos amantes cuyas palabras nos
hicieron presentir la muerte.
[Illustration: _Propiedad de la Unión Panamericana_
EL SEMINARIO DE CUENCA]
El que visita a Cuenca hoy recibe una agradable 15
sorpresa al contemplar la magnÃfica apariencia de los
sólidos edificios y la gran actividad y movimiento
comercial que se advierte en las calles.
--Por mi parte,[20] preveo un enorme campo de acción para los capitales
que hayan de emplearse en instalaciones hidroeléctricas,--dijo el señor
Souza.--En la América latina la substitución del vapor por la
electricidad[21] en la generación de fuerza trae una economÃa mucho
mayor que en los Estados Unidos.
¡Pero por San Saturio,[1] patrón de Soria![2] cortadle el
paso por esas carrascas, azuzad los perros, soplad en esas trompas
hasta echar los hÃgados, y hundidle á los corceles una cuarta de
hierro en los ijares: ¿no véis que se dirige hacia la fuente de los
Ãlamos,[3] y si la salva antes de morir podemos darle por perdido?
--Con excepción de dos o tres,--donde, sin embargo, funciona alguna
escuela profesional superior cuyos estudios son de carácter
universitario--todas las repúblicas americanas tienen una o varias
universidades nacionales, esto es, sostenidas con los fondos del
gobierno federal y administradas por autoridades nombradas por él.
108, note 3]
En este punto del diálogo, terció don DionÃs, y con una desesperante
gravedad á través de la que se adivinaba toda la ironÃa de sus
palabras, comenzó á darle al ya asendereado mozo los consejos más
originates del mundo, para el caso de que se encontrase de manos á
boca con el demonio convertido en corza blanca.
2 Y la cena acabada, como el diablo ya habÃa metido en el corazón de
Judas, [hijo] de Simón Iscariote, que le entregase,
3 Sabiendo Jesús que el Padre le habÃa dado todas las cosas en las
manos, y que habÃa salido de Dios, y á Dios iba,
4 Levántase de la cena, y quÃtase su ropa, y tomando una toalla, ciñóse.
28.--EL DÃA DE MUERTOS[1] EN MI PUEBLO
En los hogares del pobre, en las calles y plazas de mi pueblo, en los
senderos que conducen a la huerta y a la montaña, hay, antes de llegar
el dÃa de Muertos, un movimiento inusitado y extraordinario: DirÃase que
se prepara una gran fiesta en la cual deben tomar parte todos los
corazones.
=vez=, _f._, turn, time; =á veces=, at times; =á la vez (que)=, at the
same time (as); =alguna vez=, ever; =á su vez=, in his (her, _etc._)
turn; =cada vez más=, more and more; =de vez en cuando=, from time to
time; =dos veces=, twice; =en vez de=, instead of; =muchas veces=,
often; =otra vez=, again; =tal vez=, perhaps; =una vez=, once.
10, note 1.]
--Por una parte vuestras continuas excursiones, y por otra el dale que
le das de los cazadores furtivos, que ya con trampa ó con ballesta no
dejan res á vida en veinte jornadas al contorno, habÃan no hace mucho
agotado la caza en estos montes, hasta el extremo de no encontrarse un
venado en ellos ni por un ojo de la cara.
5
Para conocer bien sus propias fuerzas solÃa vestirse
modestamente y recorrer el paÃs,[202] sin que nadie le conociese;
y un dÃa en que pidió alojamiento en una
pobre casa de campo, le dejó la campesina cuidando
unas frituras junto al hogar, y sin acordarse de[203] ellas 10
abrió él su libro de estudio y se puso a leer.
=vez,= _f._, time; =en -- de,= instead of; =á la --,= successively; at
the same time; =de -- en cuando,= now and then; =á mi --,= in my turn;
=una sola --,= once; =tal --,= perhaps; =sin tal --,= perhaps not; =las
más de veces,= most of the time; =-- y --,= once upon a time; =á veces,=
sometimes; =una y otra --,= repeatedly; =pocas veces,= seldom.
--SÃ; recuerdo haberte oÃdo decir que en una ciudad de Estados Unidos,
cierta compañÃa, deseando suplantar a otra ya establecida, instaló
gratuitamente sus aparatos--que eran más perfeccionados que los de la
empresa competidora--en los domicilios de los abonados de éstas,
concediéndoles un servicio gratis por tres meses, a tÃtulo de
prueba[28]....
30
Quedando el Brasil enteramente entre las zonas
templada y tropical, el clima en una región se modifica;
sin embargo, en las numerosas altas mesetas y cadenas
de montañas, asà como también por su extenso sistema
de rÃos, estas dilatadas y fértiles llanuras producen todas
las frutas de los trópicos y contienen ricos y casi impenetrables
bosques.
--Sin duda soñaba con las majaderÃas que nos refirió el zagal, exclamó
Garcés restregándose los ojos con mucha calma, y en la firme
persuasión de que cuanto habÃa creÃdo oir no era más que esa vaga
huella del ensueño que queda, al despertar, en la imaginación, como
queda en el oÃdo la última cadencia de una melodÃa después que ha
expirado temblando la última nota.
--No era mucho más alegre que ahora, cuando sucedió lo que voy á
repetirte: era una mÃsera cabaña donde habitaba la pobreza y la
honradez: la familia se componÃa de dos esposos y de dos niños, hijos de
los mismos; la mayor tenÃa doce años, y durante todo el dÃa iba á
conducir un rebaño de vacas: el niño, débil y enfermizo desde su
nacimiento, tenÃa tu misma edad, seis años....
26, note 1.]
En las ráfagas del aire y confundido con los leves rumores de la
noche, creyó percibir un extraño rumor de voces delgadas, dulces y
misteriosas que hablaban entre sÃ, reian ó cantaban cada cual por su
parte y una cosa diferente, formando una algarabia tan ruidosa y
confusa como la de los pájaros que despiertan al primer rayo del sol
entre las frondas de una alameda.
--Tocamos aquà un tema interesante,--dijo a esta altura del diálogo[6]
el brasileño, señor Souza.--Tengo para mà que[7] la doctrina de Monroe
ha de llegar alguna vez a complementarse con una organización comercial,
económica y hasta militar, que permita al continente abastecerse a sÃ
mismo, dándole al mismo tiempo los medios necesarios para ampliar y
defender sus rutas comerciales.
(Fernán Caballero.)
EL TEN-CON-TEN
POR DON ANTONIO DE TRUEBA{94-1}
I
En un pueblo de Castilla llamado Animalejos, erigieron los labradores
una ermita á San Isidro, á poco tiempo de ser canonizado el santo
labrador matritense, y aquel santuario fué adquiriendo gran fama en toda
la comarca, por los favores que otorgaba el Santo á los que los pedÃan
con verdadera fe.
--_Enrique GarcÃa Velloso_ (ARGENTINO)
=Varona, Enrique José= (1855-)
Atesoran ciertos hombres un caudal tan vasto de actividades, y suelen
ejercitarlas tan útil y sabiamente, que el ánimo, perplejo ante la obra
multiforme por ellos realizada, no acierta a comprender de qué manera,
en el estrecho marco que significa una vida humana,[62] pueda caber un
programa tan vasto y tan vario.
«¿Sabes que te he de decir una cosa?»--murmuró el chico.--«Anda,
dÃmela.»--«Hoy no.»--La doncella que acompañaba á Finita al colegio,
habÃa mostrado hasta aquel instante risueña tolerancia con la escena
filatélica; pero le pareció que se prolongaba mucho, y pronunció un
«vamos, señorita,» que significaba: «Hay que ir al colegio....»
CurrÃn se quedó admirando su sello y pensando en Finita.
--Pudiera ocurrir en alguna región donde el tráfico no puede sostener
por sà solo los gastos de la empresa; pero en ciudades como Buenos
Aires, en la que sólo una compañÃa transporta al año más de
cuatrocientos millones de pasajeros y donde ya se han invertido más de
cien millones de pesos en la instalación de esos servicios, no son
necesarios los incentivos artificiales para atraer los capitales.
55, note i.]
El primer movimiento de los dos jóvenes fué llevar las manos al puño
de sus espadas; pero deteniéndose como heridos de una idea súbita,
volvieron los ojos á mirarse, y se hubieron de encontrar con una cara
de asombro tan cómica, que ambos prorrumpieron en una ruidosa
carcajada, carcajada que, repitiéndose de eco en el silencio de la
noche, resonó en toda la plaza y llego hasta el palacio.
»Venid, que las que os aman os esperan impacientes.»
Garcés, que permanecÃa inmóvil, sintió al oir aquellos cantares
misteriosos que el áspid de los celos le mordÃa el corazón, y
obedeciendo á un impulso más poderoso que su voluntad, deseando romper
de una vez el encanto que fascinaba sus sentidos, separó con mano
trémula y convulsa el ramaje que le ocultaba, y de un solo salto se
puso en la margen del rÃo.
25, note 1.]
--Pues, hombre, no sé en qué consista el que tú no los topes, pues de
nosotros podemos asegurarte que no bajamos una vez á las hazas que no
nos encontremos rastro, y hace tres ó cuatro dÃas, sin ir más lejos,
una manada, que á juzgar por las huellas debÃa componerse de más de
veinte, le segaron antes de tiempo una pieza de trigo al santero de la
Virgen del Romeral.[1]
[Footnote 1: la Virgen del Romeral.
* * * * *
I
Nobles caballeros, sencillos pastores, hermosas niñas que escucháis mi
relato, si os maravilla lo que os cuento, no creáis que es una fábula
tejida á mi antojo para sorprender vuestra credulidad; de boca en boca
ha llegado hasta mà esta tradición, y la leyenda del sepulcro[1] que
aún subsiste en el monasterio de Montagut, es un testimonio
irrecusable de la veracidad de mis palabras.
--Se refiere, prosiguió el montero, á que, según él afirma, y lo jura
y perjura por todo lo más sagrado del mundo, los ciervos que discurren
por estos montes, se han dado de ojo para no dejarle en paz, siendo lo
más gracioso del caso, que en más de una ocasión les ha sorprendido
concertando entre sà las burlas que han de hacerle, y después que
estas burlas se han llevado á término, ha oÃdo las ruidosas carcajadas
con que las celebran.
17.--EN UN VELORIO
A eso de[1] la una de la madrugada, el velorio está en su punto.[2] Tres
o cuatro jóvenes, en la puerta de la calle, charlan, disputan, manotean,
y hasta lanzan alguna pedrada a un gato, que tiene la mala ocurrencia de
dejarse ver por aquellos contornos; y al cual, le aciertan casualmente,
causando esto sumo regocijo al grupo, que no sabe cómo celebrar el tino
del que tan flaco servicio[3] le acaba de hacer al micho.
29,
note 2.]
Púsose en planta el proyecto, y su resultado excedió á cuantas
esperanzas se habÃan concebido; pues aún no iluminaba el sol del otro
dÃa la alta torre de Bellver, cuando sus habitantes, reunidos en
grupos en la plaza Mayor,[1] se contaban unos á otros con aire de
misterio, cómo aquella noche fuertemente atado de pies y manos y á
lomos de una poderosa mula, habÃa entrado en la población el famoso
capitán de los bandidos del Segre.
18.--LA FIESTA DE GUADALUPE[1]
Positivamente, el que quiera ver y estudiar un cuadro auténtico de la
vida mejicana, el que quiera conocer una de las tradiciones más
constantes de nuestro pueblo, no tiene más que[2] tomar un coche del
ferrocarril urbano que sale de la Plaza de Armas cada diez minutos,
conduciendo a la Villa una catarata de gente que se desparrama de los
veinte wagones que constituyen cada tren, al llegar a la Villa de
Guadalupe.
--Cada uno de esos paÃses tiene su legislación propia, y ésta admite
diferencias aún dentro de una misma nación; pero puede decirse que en
general los niños ingresan a la escuela primaria a los seis años de
edad.[1] En los paÃses que han incorporado a sus instituciones de
enseñanza los jardines de infantes, o sea escuelas maternales o
_kindergartens_ como también se los llama, el niño empieza su educación
a una edad más temprana.[2]
--Hablaba Ud.
[108.17] =ó una=, 'or a whole one.'
[108.19] =tendrá usted aunque=, 'you shall have [what you want] even
if.'
[108.20] =rellena=, 'stuffed.' Note the intensive particles _re_ and
_rete_: _rebueno_, 'very good,' _retebueno_, 'very, very
good.'--=¡Bonito soy yo para que nadie pase!= 'I should be a fine fellow
to let any one suffer.'
[108.24] =en ver devorar á su amigo y huésped=: =amigo= and =huésped=
are subjects of =devorar=, as well as objects of ver.
--_Carlos de Velasco_ (CUBANO)
=Villaverde, Cirilo=
Antes, mucho antes que Pereda desplegase el estandarte del realismo en
novelas como «El Sabor de la Tierruca,» Cirilo Villaverde,[66]
procediendo por iluminaciones de su temperamento de artista, siguiendo a
secas[67] sus intuiciones, creaba en un rincón de América una novela en
que ponÃa a contribución[68] los mismos elementos que luego utilizó el
arcaico y cervantesco paisajista montañés «Cecilia Valdés».
5.--FRANCISCO BILBAO[A]
Un filósofo de veinte años, de cabeza olÃmpica y palabra elocuente,
escritor y tribuno poderoso, Francisco Bilbao, conmueve al pueblo
chileno en 1844, con su obra de crÃtica fundamental «La Sociabilidad
Chilena.»
Publica su hermosa obra en un periódico que es una predestinación: «El
Crepúsculo.»
Exclama con arrogante convencimiento y altiva independencia: «Sociedad,
¿qué has hecho de nuestro pasado, de la herencia gloriosa de la
revolución?
--Soy tu esposo, soy el que dió la salud á la hija de Jairo, que padecÃa
el mal que tú padeciste; soy el que dijo: «Cualquiera que dejase casa, ó
hermanos, ó hermanas, ó padre, ó madre, ó mujer, ó hijos, ó tierras por
mi nombre, recibirá ciento por uno, y poseerá la vida eterna.»
En la orilla del lago azul que hoy llaman de _San Vicente_, y está en
tierra de Briviesca, hay una pobre ermita, donde vivió solitaria la hija
del rey moro de Toledo, que hoy llaman _Santa Casilda_.
33.--EL PUCHERO Y EL ASADO EN EL PLATA
El _puchero_[1] ha quedado como resumen de todo lo que el ama de casa
tiene a mano; carne de buey, espigas de maÃz tierno, zapallo, papas,
zanahorias, tomates, arroz y pimientos se dan cita en la marmita y
aparecen en la mesa, en una mezcolanza abundante y burguesa, al que hay
que hacer los honores sin escrúpulo.[2] Sin que nos metamos a[3]
criticarlo, este plato español ha conquistado su carta de naturaleza y
se ha convertido en plato nacional.
22 El dÃa siguiente, la gente que estaba de la otra parte de la mar,
como vió que no habÃa allà otra navecilla sino una, y que Jesús no habÃa
entrado con sus discÃpulos en ella, sino que sus discÃpulos se habÃan ido
solos;
23 Y que otras navecillas habÃan arribado de Tiberias junto al lugar
donde habÃan comido el pan después de haber el Señor dado gracias;
24 Como vió pues la gente que Jesús no estaba allÃ, ni sus discÃpulos,
entraron ellos en las navecillas, y vinieron á Capernaum buscando á Jesús.
--_Justo Arteaga Alemparte_ (CHILENO)
=Calcaño, Julio= (1840)
Miembro don Julio Calcaño de una familia verdaderamente ilustre de
Venezuela, porque ha dado a su patria numerosos individuos que la han
enaltecido con sus talentos, con sus virtudes, con los servicios
valiosos que le prestaran, ha representado dignamente, en larga vida
enaltecida por grandes merecimientos, el lucido papel a que le llamaban
los precedentes de su casa, y a los timbres de sus predecesores añadió
los que supo conquistar el propio valer....
119-120]
Los astros menores de esta brillante constelación, formando un dorado
semicÃrculo en torno de ambos galanes, reÃan y esforzaban las
delicadas burlas; y la hermosa, objeto de aquel torneo de palabras,
aprobaba con una imperceptible sonrisa los conceptos escogidos ó
llenos de intención, que, ora salÃan de los labios de sus adoradores,
como una ligera onda de perfume que halagaba su vanidad, ora partÃan
como una saeta aguda que iba á buscar para clavarse en él, el punto
más vulnerable del contrario, su amor propio.
_Longfellow's translation_
It is to this realm, where the carnal sinners are punished, that
Dante relegates the lovers Paolo and Francesca da Rimini.]
Ya los descuidados centinelas habian fijado algunas veces sus ojos en
la villa que reposaba silenciosa, y se habian dormido sin temor á una
sorpresa, apoyados en el grueso tronco de sus lanzas, cuando he aquÃ
que algunos aldeanos, resueltos á morir y protegidos por la sombra,
comenzaron á escalar el cubierto peñón del Segre, á cuya cima tocaron
á punto de la media noche.
52, note 3.]
La fiesta religiosa habÃa traÃdo á ella una multitud inmensa de
fieles; pero ya ésta se habÃa dispersado en todas direcciones; ya se
habÃan apagado las luces de las capillas y del altar mayor, y las
colosales puertas del templo habÃan rechinado sobre sus goznes para
cerrarse detrás del último toledano, cuando de entre las sombras, y
pálido, tan pálido como la estatua de la tumba en que se apoyo un
instante mientras dominaba su emoción, se adelantó un hombre que vino
deslizándose con el mayor sigilo hasta la verja del crucero.
35, note 4.]
Si realizó esta idea con objeto de purgar sus culpas, que no eran
pocas, derramando su sangre en tan justa empresa, ó con el de
transplantarse á un punto donde sus malas mañas no se conociesen, se
ignora; pero la verdad del caso es que, con gran contentamiento de
grandes y chicos, de vasallos y de iguales, allegó cuanto dinero pudo,
redimió á sus pueblos del señorÃo, mediante una gruesa cantidad, y no
conservando de propiedad suya más que el peñón del Segre y las cuatro
torres del castillo, herencia de sus padres, desapareció de la noche á
la mañana.
52,
note 1.]
En esta situación de ánimo, la más insignificante novedad que viniese
á romper la monótona quietud de aquellos dÃas eternos é iguales, era
acogida con avidez entre los ociosos; asà es que la promoción al grado
inmediato de uno de sus camaradas, la noticia del movimiento
estratégico de una columna volante, la salida de un correo de
gabinete, ó la llegada de una fuerza cualquiera á la ciudad,
convertÃanse en tema fecundo de conversación y objeto de toda clase de
comentarios, hasta tanto que otro incidente venÃa á sustituirle,[1]
sirviendo de base á nuevas quejas, crÃticas y suposiciones.
38.--EL «TRISTE» Y LA «VIDALITA»
El «triste» que predomina en los pueblos del norte, es un canto frijio,
plañidero, natural al hombre en el estado primitivo de barbarie, según
Rousseau.[1]
La «vidalita,» canto popular con coros, acompañado de la guitarra y un
tamboril, a cuyos redobles se reune la muchedumbre y va engrosando el
cortejo y el estrépito de las voces, me parece heredado de los
indÃgenas, porque lo he oÃdo en una fiesta de indios en Copiapó en
celebración de la Candelaria[2]; y como canto religioso, debe ser
antiguo, y los indios chilenos no lo han de haber adoptado de los
españoles argentinos.
10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;
11 No hay quien entienda, No hay quien busque á Dios;
12 Todos se apartaron, á una fueron hechos inútiles; No hay quien haga
lo bueno, no hay ni aun uno:
13 Sepulcro abierto es su garganta; Con sus lenguas tratan
engañosamente; Veneno de áspides está debajo de sus labios;
14 Cuya boca está llena de maledicencia y de amargura;
15 Sus pies son ligeros á derramar sangre;
16 Quebrantamiento y desventura hay en sus caminos;
17 Y camino de paz no conocieron:
18 No hay temor de Dios delante de sus ojos.
=echar,= to throw, cast, launch; drink; make; =--se,= to rush out, lie
down; =--(se) a,= to begin, start, go out into; =-- á broma=: _see_
=broma=; =-- á volar,= to fly away; =-- á pique,= to cause to come to
grief, ruin, destroy, sink; =-- una escopeta á la cara,= to raise _or_
level a gun; =-- á perder,= to spoil, ruin; =-- de menos,= to miss;
=--se de menos,= to be missing; =--se en cara,= to reproach oneself for;
=-- fuego,= to be enraged; =-- mano á (de),= to lay hands on, take
possession of; =--se el primero,= to help oneself first; =-- un trago,=
to take a drink; =-- de ver,= to perceive, notice; =echado en el suelo,=
sitting on the floor.
241.]
Al notar la precipitación con que todos hicieron el ademán de
inclinarse, una imperceptible sonrisa de vanidad satisfecha asomó á
los labios de la orgullosa doña Inés, que después de hacer un saludo
general á los galanes que tanto empeño mostraban en servirla, sin
mirar apenas y con la mirada alta y desdeñosa, tendió la mano para
recoger el guante en la dirección que se encontraban Lope y Alonso,
los primeros que parecÃan haber llegado al sitio en que cayera.[1] En
efecto, ambos jóvenes habÃan visto caer el guante cerca de sus pies;
ambos se habÃan inclinado con igual presteza á recogerle,[2] y al
incorporarse cada cual le[2] tenÃa asido por un extremo.
13,
note 1.]
Ya enzarzado en lo más espeso y fragoso del monte, llevando del
diestro la caballerÃa por entre sendas casi impracticables, ora por
las cumbres para descubrir la salida del laberinto, ora por las
honduras con la idea de cortar terreno, anduve vagando al azar un buen
espacio de tarde hasta que por último, en el fondo de una cortadura
tropecé con un pastor, el cual abrevaba su ganado en el riachuelo que,
después de deslizarse sobre un cauce de piedras de mil colores, salta
y se retuerce allà con un ruido particular que se oye á gran
distancia, en medio del profundo silencio de la naturaleza que en
aquel punto y á aquella hora parece muda ó dormida.
28 Y como á ellos no les pareció tener á Dios en [su] noticia, Dios los
entregó á una mente depravada, para hacer lo que no conviene,
29 Estando atestados de toda iniquidad, de fornicación, de malicia, de
avaricia, de maldad; llenos de envidia, de homicidios, de contiendas, de
engaños, de malignidades;
30 Murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos,
soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes á los padres,
31 Necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia:
32 Que habiendo entendido el juicio de Dios que los que hacen tales
cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, mas aun consienten á los que
las hacen.
_Idem, canto XIV._]
IX
Más allá hirieron sus oÃdos con un estrépito discordante mil y mil
acentos ásperos y roncos, blasfemias, gritos de venganzas, cantares de
orgias, palabras lúbricas, maldiciones de la desesperación, amenazas
de impotencia y juramentos sacrÃleges de la impiedad.[1]
[Footnote 1: This conception of two distinct places in the other
world to which all good words and all evil words go and echo
eternally seems to be original with Becquer.]
Teobaldo atravesó el segundo cÃrculo con la rapidez que el meteoro
cruza el cielo en una tarde de verano, por no oir su voz que vibraba
allà sonante y atronadora, sobreponiéndose á las otras voces en media
de aquel concierto infernal.
29, note 2.]
Este venerable ermitaño, á cuya prudencia y proverbial sabidurÃa
encomendaron los vecinos de Bellver la resolución de este difÃcil
problema, después de implorar la misericordia divina por medio de su
santo Patrono, que, como ustedes no ignoran, conoce al diablo muy de
cerca, y en más de una ocasión le ha atado bien corto,[1] les aconsejó
que se emboscasen durante la noche al pie del pedregoso camino que
sube serpenteando por la roca, en cuya cima se encontraba el castillo,
encargándoles al mismo tiempo que ya allÃ, no hiciesen uso de otras
armas para aprehenderlo que de una maravillosa oración que les hizo
aprender de memoria, y con la cual aseguraban las cronicas que San
Bartolome habia hecho al diablo su prisionero.'
[Footnote 1: le ha atado bien corto...
=El verbo.= Regular, irregular; activo, pasivo; auxiliar; reflexivo,
recÃproco; impersonal; que sufren cambios de radical o de ortografÃa;
conjugar un verbo; conjugación de un verbo; primera, segunda o tercera
conjugación; una sinopsis; los modos indicativo, subjuntivo, infinitivo,
imperativo; gerundio (_present participle_), participio pasivo (_past
participle_); tiempos simples y compuestos (_simple and compound
tenses_); tiempos simples del verbo:--presente (de indicativo y de
subjuntivo), imperfecto (de indicativo y de subjuntivo), pretérito (de
indicativo), futuro (de indicativo y de subjuntivo), condicional (de
indicativo); tiempos compuestos del verbo:--perfecto (de indicativo y de
subjuntivo), pluscuamperfecto (de indicativo y de subjuntivo), pretérito
perfecto (de indicativo), futuro perfecto (de indicativo y de
subjuntivo), condicional perfecto (de indicativo).
=hacer=, 9, to make, do, cause, bring about;
=---- calor=, to be warm (of weather);
=---- caso de=, to give heed to;
=---- correr la voz=, to spread the report;
=---- daño a=, to harm;
=---- de=, to act as;
=---- dormir=, to put to sleep;
=---- el papel de=, to play the part of;
=---- escala en=, to stop at (of boats);
=---- esfuerzos por=, to make efforts to;
=---- estragos=, to work havoc;
=---- falta=, to be lacking;
=---- frente a=, to face;
=---- la gracia de=, to do the favor, honor of;
=---- la prueba=, to make the test;
=---- pedazos=, to break _or_ tear to pieces;
=---- una pregunta a=, to ask a question of;
=---- uso de=, to make use of;
=hace cuatro siglos= four centuries ago;
=hace poco=, a short time ago;
=----se al mar=, to set out to sea;
=----se a uno muy cuesta arriba=, to be uphill work, difficult;
=----se comprender, entender=, to make oneself understood;
=----se el sordo a=, to turn a deaf ear to.
=dar=, 5, to give;
=---- a=, to open upon;
=---- a entender=, to make known, indicate;
=---- apoyo=, to assist;
=---- comienzo a=, to begin;
=---- una carcajada=, to burst out laughing;
=---- con=, to come upon;
=---- crédito a=, to believe;
=---- cuenta=, to render account;
=---- chasco a=, to play a joke on;
=---- de comer a=, to feed;
=---- disgusto(s) a=, to displease;
=---- (las) gracias=, to thank;
=---- gusto=, to please;
=---- Ãmpetu a=, to encourage, aid;
=---- incremento a=, to increase;
=---- lástima a=, to inspire pity in;
=---- miedo=, to make afraid;
=---- motivo para=, to give reason for;
=---- muestra de=, to show indication of;
=---- parabienes a=, to congratulate;
=---- pena=, to grieve;
=---- por resultado=, to result in;
=---- un rodeo=, to walk around;
=---- señales de=, to give signs of;
=---- tumbos=, to stagger;
=----se cuenta de=, to become aware of, to notice;
=----se por=, to consider oneself as;
=----se trazas de=, to scheme.
19.--EL ZUM-ZUM
El zum-zum es una especie de colibrÃ, el pájaro más chico y precioso de
todos los de la isla de Santo Domingo, que a no ser por[1] su cola y
piquito, apenas tendrÃa dos pulgadas de longitud: no es posible
describir ni retratar con exactitud los contornos de su exiguo y aguzado
cuerpo, la belleza y brillo metálico de sus colores cambiantes en sus
finÃsimas plumas, sus alitas infatigables, sus rápidos y continuos
movimientos, su graciosa volubilidad; nuestros mismos ojos no tienen
bastante perspicacia para admirarle, porque jamás se fija; siempre en el
aire, expresando un silbido tenue como cuando se desprende la punta de
la lengua de los labios cerrados, entreabierta la boca[2]: ya atraviesa
con la rapidez del rayo, ya se cierne sin percibirse casi su veloz
aleteo (cuyo zumbido originó su nombre), libando la miel de los
_aguinaldos_, de los _dÃctamos_ o de las rosas, sin dignarse posar en
parte alguna: tan silvestre, libre y fugaz, que no puede existir dos
dÃas en jaula sin morir....
8.--DESCRIPCIÓN DE VENEZUELA
Sus aguas son muchas, claras y saludables, pues no hay amagamiento de
serranÃa ni ceja de montaña que no brote[1] cristalinos arroyos, que
cruzando la tierra con la frescura de sus raudales, la fecundan de
calidad,[2] que no hay cosa que en ella se siembre que con admiración no
produzca, ayudando a su fertilidad la variación de su temperamento, pues
a cortas distancias, según la altura o bajÃo que hace la tierra, se
experimenta frÃo, cálido o templado, y de esta variedad de temples se
origina su mayor excelencia, pues lo que en un sitio no produce, en otro
se multiplica, y lo que en una parte se esteriliza, en otra se fecunda,
y asà abunda de[3] trigo, maÃz, arroz, algodón, tabaco, azúcar, de que
se fabrican regaladas y exquisitas conservas; cacao, en cuyo trato
tienen sus vecinos asegurada su mayor riqueza; frutas, asà indianas como
europeas; legumbres de todos géneros, y finalmente de todo cuanto puede
apetecer la necesidad para el sustento, o desear el apetito para el
regalo.
}
=Gracias.= =Muchas gracias.= =Mil gracias.= _Thank you._
=De nada.= =No hay de que.= _Don't mention it._
=Dispénseme usted.= =Con permiso suyo.= _Excuse me._
=La lección de lectura=
=Póngase usted de pie.= _Rise._
=¿Cuál es la lección para hoy?= _What is the lesson for to-day?_
=Abra usted el libro.= _Open your book._
=Lea usted.= _You may read._
=¿Lo entiende usted?= _Do you understand it?_
=Traduzca usted al inglés.= _Translate into English._
=DÃgame usted en español lo que acaba de leer.= _Tell me in Spanish what
you have just read._
=Siga usted leyendo.= _Continue reading._
=Repita usted cuando le corrijo.= _Repeat when I correct you._
=Usted pronuncia muy bien.= _You pronounce very well._
=No lea usted tan de prisa.= _Do not read so fast._
=En el pizarrón=
=Vaya usted al pizarrón.= _Go to the blackboard._
=Tome usted el borrador.= _Take the eraser._
=Borre usted la escritura.= _Erase the writing._
=Tome usted la tiza.= _Pick up the chalk._
=Escriba usted la oración.= _Write the sentence._
=¿Quién puede corregir las faltas?= _Who can correct the mistakes?_
=¿Es correcta la oración?= _Is the sentence correct?_
=La escritura es muy mala.= _The handwriting is very bad._
=¿Quién quiere hacer una pregunta?= _Who wishes to ask a question?_
=Está bien.= =Siéntese usted.= _All right._ _Be seated._
=Dictado y Puntuación=
=Presten ustedes atención.= _Pay attention._
=Primero voy a leer el párrafo entero.= _I am going to read first the
whole paragraph._
=Después de haber oÃdo cada frase, escrÃbanla ustedes.= _After each
phrase is read, write it down._
=Lean y corrijan ustedes cuidadosamente todo el párrafo.= _Read and
correct with care the whole paragraph._
=Punto final, coma, punto y coma, dos puntos.= _Period, comma,
semicolon, colon._
=Signos de admiración(¡!), signos de interrogación (¿?).= _Exclamation
point, question mark._
=Principio de admiración (¡),= _first exclamation point_, =de
interrogación= (=¿=), _first question mark;_ =fin de admiración= (=!=),
_last exclamation point,_ =de interrogación (?),= _last question mark._
=Guión= (de división).
_PoesÃa_ 77
Colón 78
El combate de Diego Pérez 83
El Mayflower 86
Emilio Castelar 90
El cura y el sacristán 92
El español de varias partes 95
El canal de Panamá 100
Puerto Rico 104
La República Argentina 109
El espantajo 116
El Brasil 121
El café 127
Chile 130
El arrepentimiento de un penitente 135
Una visita a Costa Rica 140
Cuenca, la ciudad meridional del Ecuador 144
El juez ladrón y el ladrón juez 147
Méjico 153
El Perú 158
El alacrán de Fray Gómez 163
Venezuela 166
Refranes 170
Apéndice de verbos 172
Vocabulario 207
LISTA DE LOS GRABADOS
La Giralda de Sevilla _Frontispicio_
Página
Un Vendedor de Botijos 8
El Palacio Real de la Granja 12
Una Calle de una Aldea Española 16
Un Olivar de España 22
Una Ventana de la Alhambra 26
El Patio de los Arrayanes de la Alhambra 36
La Plaza Mayor, Burgos 46
Un Rincón de Sevilla 52
La Salida de las Cuadrillas 54
Pasto para las Bestias 58
Una Calle Sevillana 66
Cristóbal Colón 76
La Santa MarÃa 79
Una Brújula 82
El "Mayflower" en el Puerto de Plymouth 86
El Estadista Castelar 90
Un Rebaño de Ovejas en un Rancho Chileno 92
Las Esclusas de Pedro Miguel Miradas desde el Norte, Agosto de 1910 100
Las Esclusas de Gatún 100
El Corte de Culebra del Canal de Panamá 102
Vendedores de Sombreros, Puerto Rico 105
Las Palmas de Puerto Rico 106
Regatas de Buques en el Puerto de San Juan 106
El Acarreo do la Lana, Argentina 110
La Plaza de Congreso, Buenos Aires 112
Ganado de una Estancia Argentina 114
Mulas de Carga, los Andes 118
Panorama de la BahÃa y Ciudad de RÃo de Janeiro 120
Secando el Café en el Brasil 126
Un Cafetal Brasileño 128
Vaqueros Chilenos 130
Un Yacimiento de Nitrato 132
Minando el Salitre 134
Llamas de los Andes 136
El Puerto de ValparaÃso 138
Recogiendo las Bananas de Costa Rica 140
El Seminario de Cuenca 145
La Catedral de la Ciudad de Méjico 156
En la Región Minera del Perú 158
Una Tumba de los Incas 159
El Monte Misti y el Observatorio de Harvard 160
Un Aguador Inca 162
Un Cañón de los Andes en la LÃnea Ferroviaria de Oroya 164
Estatua de BolÃvar, Plaza de Caracas, Caracas, Venezuela 166
En el Mercado de Caracas 168
MAPAS
España 2
América del Sur 74
América Central 152
SECCIÓN DE CUENTOS EUROPEOS
LECTURAS FÃCILES
[Transcriber's note: The spelling and accentuation of the original work
have been retained.
QUE DIOS ES DIOS
POR FERNÃN CABALLERO{79-1}
I
La vertu est aussi une force.
Elle renferme en elle une langue divine,
Mais si son mattre dort, tout reste dans son sein.
Las d'une vaine attente,
Sur le bord du balcon je m'etais assoupi;
Je rouvris la paupière à l'aurore naissante,
Et je laissai flotter mon regard ébloui.
La ambición vulgar de mando, los compromisos de una polÃtica interior
bastarda, y el desorden consiguiente en el manejo y empleo de las rentas
son las causas principales del descrédito, exagerado a veces por el
interés y por la pasión, que de vez en cuando[5] se une al nombre de
algunas de estas repúblicas.
pensé; ¡cuántas veces el genio
Asà duerme en el fondo del alma,
Y una voz, como Lázaro,[3] espera
Que le diga: «Levántate y anda!»
[Footnote 1: This poem is composed of decasyllabic anapests and of
hexasyllabic amphibrachs, thus:
-- -- / | -- -- / | -- -- / | --
-- / -- | -- / --
The even verses have the same assonance throughout.]
[Footnote 2: For this idea, compare--
Je suis dans un salon comme une mandoline
Oubliée en passant sur le bord d'un coussin.
Lamartine, c'est la, dans cette rue obscure,
Assis sur une borne, au fond d'un carrefour,
Les deux mains sur mon coeur, et serrant ma blessure,
Et sentant y saigner un invincible amour;
C'est là , dans cette nuit d'horreur et de detresse,
Au milieu des transports d'un peuple furieux
Qui semblait en passant crier à ma jeunesse:
"Toi qui pleures ce soir, n'as-ta pas ri comme eux?"
C'est là , devant ce mur, où j'ai frappe ma tete,
Où j'ai posé deux fois le fer sur mon sein nu;
C'est là , le croiras-tu?
=Para estudio=
Apréndase de memoria lo siguiente:
_PaÃs o provincia_ _Lengua_ _Habitante_
España español español
Cataluña catalán, español catalán
Galicia gallego, español gallego
AndalucÃa andaluz, español andaluz
Castilla castellano castellano
La Argentina español argentino
Bolivia español boliviano
El Brasil portugués brasileño
Chile español chileno
Colombia español colombiano
Costa Rica español costarriqueño, costarricense
Cuba español cubano
El Ecuador español ecuatoriano
Guatemala español guatemalteco
La Guayana francés, holandés, inglés
Haità francés haitiano
Honduras español hondureño
Méjico español mejicano
Nicaragua español nicaragüense
Panamá español panameño
El Paraguay español paraguayano
El Perú español peruano
Puerto Rico español portorriqueño
El Salvador español salvadoreño
Santo Domingo español dominicano
El Uruguay español uruguayo
Venezuela español venezolano
NOTES:
[Note 256: =viajar por=, _to travel in_.]
[Note 257: =carecer de=, _to lack, be wanting_.]
[Note 258: =tener lugar=, _to take place, prevail_.]
[Note 259: =dejar mucho que desear=, _to leave much to be desired_.]
[Note 260: =echar de menos=, _to miss_.]
[Note 261: =esmerarse en=, _to do one's best at, take pains in_.]
=EL CANAL DE PANAMÃ=
Por el istmo que une las dos Américas se ha construido
el canal de Panamá juntando asà el Atlántico con el
PacÃfico.
no, una letra!
Prior una tonterÃa.
Se sentó a una mesa.
una botella de vino?
Empezó por una manÃa.
hay una pluma y papel.
los ojos de una mujer.
no sé qué, ¡una locura!
un abuelo o una abuela?
una persona caritativa.
Es una ciudad magnÃfica.
Dijóle una vez:--Vaya Vd.
es (una)--, it is a pity.
no se siente una mosca ...
alguna vez una[4] hacienda?
Tropezó con una dificultad.
de una cosa sobrenatural....
Empieza por pedir una silla.
Este paÃs es una
república.
José masculló una maldición.
un, una, a, an; _pl._, some.
que se le exigirá una fianza?
Viene una vez en cuatro años.
Cada una se quitó muchos años.
Lola protestó con una mueca....
DÃ ---- una piedra en el camino.
La virtud es también una fuerza.
El
franco es una moneda francesa.
Encontró debajo de ella una bolsa.
con una hija que allà tengo casada.
En el camino encuentra una gallina.
le ponga una cama en el gabinete...
No se tomó a Zamora
En una hora.
Se ha visto una
ballena en el rÃo.
Entonces comenzó una cosa
horrible.
Y le entregó una lapicera de
plata.
En este momento encuentran una zorra.
Era una niña de trece á catorce años.
No tenÃa hijos pero tenÃa
una mujer.
una lÃnea
fronteriza y encuentra Ud.
una palabra de acá, otra de acullá...
Hay también
una mesa para el maestro.
Llegó a una ciudad y fue a una posada.
TenÃa una buena mujer
y buenos hijos.
Anuncio del Estreno de una Ópera
30.
Si quieres, te
casaré con una condesa.
Al entrar se
me ocurrió una idea feliz.
Dé usted una palabra sinónima de choclo.
es el tercero que me habla de una cabra.
murmuró el joven con una triste sonrisa.
Poco después entró una niña en el bosque.
QuerÃa comprar una mesa y algunas sillas.
Un dÃa vino una vecina vieja a visitarla.
HabÃa caÃdo en una trampa; estaba perdido.
Un desierto es una llanura seca y arenosa.
ver que el
animal que traigo es una vaca?
Dé usted una palabra sinónima de pordiosero.
En mi mesa hay un cuaderno y una
gramática.
Pero la cosa
iba durando una y otra semana.
Pasó un dÃa, una semana, un mes y no pareció.
una ópera de Wágner a una de Verdi o Puccini?
AquÃ, en donde cayó un héroe, cae una columna!
como es una tonterÃa
que no merece la pena...
Pablo tenÃa una cita (_appointment_)
¿verdad?
Tráigame algo que comer y una botella de vino.
Aquà tiene una buena ocasión de aprender
algo.
Después de una hora se presentó otro caballero.
En el piso bajo hay una tienda y una panaderÃa.
En poco tiempo me contó una infinidad de cosas.
Tengo necesidad de una carta de
recomendación.
una baja emulación en su alma, sino
porque Ud.
Yo và una ciudad hermosa al---- ---- ---- ----.
El céntimo es
la centésima parte de una peseta.
El ciego comenzó á ejecutar una marcha guerrera.
El rico querÃa que el escultor ---- una estatua.
Era
una cueva, la cual tenÃa una piedra encima.
Es todo lo que se llama una verdadera
aventura.
Otro
desgraciado le facilitó una guitarra rota.
Por
fin ¿qué proyectaban los criados una noche?
Yo
lo impido y con una sola tajada lo deguello.
Ella era joven, casi
una niña, hermosa y pálida.
Mejor hubiéramos visto{55-1} asomar una tormenta.
prorrumpió el sacrÃlego barón con
una carcajada.
Supongo que pertenecÃan a una familia
acomodada.
Consiguió que le
(dar) una plaza de músico mayor.
ParecÃan condecoraciones de una legión cualquiera.
Poco después pasó por allà un hombre con una vaca.
TenÃan una hija y ambos la amaban de todo corazón.
una gran parte lo haremos _por_ ferrocarril; y Ud.
El caballero se dejó caer en una silla desesperado.
Él tiene una falta de ortografÃa en la palabra
año.
Finalmente él les dijo:
--- Propongo una apuesta.
muchacho==_un muchacho tiró una piedra á un
peral_.
No siendo bastante una mano, él ---- ---- ---- ----.
Ya me parece que llevo lo menos
una semana tendido.
Yo iba a la feria precisamente a
comprar una cabra.
La justicia es una sed y la civilización una siembra.
Me fijé un poco más.{8-2} HabÃa sido una alucinación.
Por una mirada,
por una sola mirada de esos ojos ...
Y la boca gruñó:
--Toda mi vida he sido una tonta.
Tengo una esposa
y ocho niños y debo pensar en ellos.
UNA VISITA
Quiero hacer una visita al señor Valera.
A los pocos momentos da éste
una media vuelta, y ¡zas!
De pronto una voz lastimera le sacó de sus reflexiones.
El _dominico_ se cubre con una blanquÃsima
vestimenta.
furia, _f._, fury; estar hecho una --, to be in a rage.
Oir esto y caerme de espaldas, todo fué una misma cosa.
Pedro fijó una mirada estúpida en la corriente del rÃo.
Su única fortuna eran su
cabana, una vaca y una cabra.
VARIANTS: =Muchas=, =centenares=, =una gran
cantidad=.
Vive preso en un palacio con una vieja bruja y su hija.
Los hijos y las hijas de una familia se llaman hermanos.
Al lado derecho estaba el rey David
con una arpa de oro.
Él se sienta, abre su
libro y lee una frase, dos frases.
El señor arzobispo está
hecho, y con razón, una furia....
Está situada
en una de las más hermosas bahÃas del mundo.
Notaron, sÃ, de súbito, una cosa inexplicable y fenomenal.
Un sabio y un patán se disputaban[109] una misma
mujer.
No tuvo sueños ni ilusiones; en cambio tenÃa una
esperanza.
Se sentó a una mesa, llamó al mozo y dijo:
--Tráigame Vd.
Si (ver) el salchichón, el otro
pasajero (desear) una raja.
Todo permanecÃa á su alrededor sumido en una profunda calma.
De pronto, algo se le enredó á una pierna; era una serpiente.
El padre, la madre, los hijos y las hijas forman una familia.
tiene una barba muy espesa y
necesito una navaja muy afilada.
y el órgano sonaba; pero sonaba
de una manera indescriptible.
El señor
dijo:--¿Cómo no tiene esta grulla más que una pierna?
En el reloj de la catedral sonaba
en aquel momento una hora...
mi señora doña Baltasara, decÃa la una, yo soy
de este genial.
Pero una nube se eleva en los 30
aires y tapa su luz.
Rodeáronlas las amigas, y
ni una sola dejó de verter lágrimas.
Creemos inútil decir á nuestros lectores quién era una de ellas.
El sol aún seguÃa bañando una parte no insignificante del paseo.
UNA PIERNA
Un paje sirvió en la comida a su señor una grulla.
valÃan= = _cada una tenÃa un novio, pero los novios no
valÃan_.
Al anochecer llegaron a una montaña donde habÃa[47]
una cueva.
Ella era hermosa, hermosa y pálida, como una estatua de alabastro.
Fueron, y subieron en una barca; y aquella noche no cogieron nada.
Respondió el
paje:--Señor, las grullas no tienen sino una pierna.
SabÃa además una
porción de versecillos, romances y acertijos....
VARIANT:
=Como una ....=
[3] =a la espalda,= _on their backs_.
Yo disimulé que estaba libre, y esperé una ocasión para escaparme.
Allà la claridad de una lámpara
permitÃa distinguir sus facciones.
Allà la
claridad de una lámpara permitÃa distinguir sus facciones.
El hilo llevó una cuerda, la cuerda un
cable, el cable una cadena.
Me hizo jurar una docena de veces que no pensaba nada malo de ella.
Nombraron una delegación, y la delegación fué a
ver al magistrado.
Pagué el entierro de Teresa; compré una sepultura por diez años....
VARIANTS: =Algunas=; =una
que otra=; =unas cuantas=; =unas pocas=.
Ella se
sentó en el jardÃn, y trató de hacerse pasar por una tonta.
Entonces comenzó para el ciego una época miserable y
angustiosa....
Las monedas de plata son de cinco, de dos, de una y de media peseta.
No conozco
una ciudad que tenga un colorido más americano que ésta.
TenÃa mi novia apenas diez y nueve años, y era una niña muy hermosa.
TRES PALABRAS
Un jornalero pobre llegó por la noche a una posada.
ve, el rÃo es una de las más grandes
vÃas fluviales del continente.
EL PRÃNCIPE JALMA
HabÃa un viejo que tenÃa una hija muy hermosa.
En nuestros campos se da a esta palabra
una importancia escepcional.
Es una importante industria la
fabricación y destilación de bebidas.
Se sentó en una piedra cerca de
la puerta pensando si entrarÃa o no.
Dios llamó un dÃa al inocente mártir, predestinado á una dicha eterna.
Ella se tranquilizó y
le dijo que llevarÃa en el dedo una cinta roja.
En cuanto al[119] dinero, lo hice depositar en una
cubeta con agua.
Encontráronse allà los Puritanos con[235] una playa
triste y árida.
Este rey moro tenÃa una hija muy hermosa y compasiva, llamada Casilda.
uno, una, _pron._, one, some one, a person; (el) -- y (el) otro, both.
Es una manÃa inocente, pero muy
divertida e instructiva ¿no es verdad?
Las
otras han de tomar una porción de sus cenizas y asà se
remozarán.
VARIANT: =Hay una gran diferencia= (or =va un
gran trecho=) =entre ...
Y abrazada una hermana a la cintura de la otra, principian _un cedazo_.
Para el que la
visita por primera vez, Buenos Aires es una maravilla.
Pero creo que cinco pesetas es
bastante dinero por una cabra tan flaca.
En su busca fuà un dÃa y otro á aquel sitio:
Por último, una tarde ...
Esos claros y
melancólicos ojos parecÃan mirar desde una eminencia....».
Los mozos de la posada pusieron el barco en una sala cerca de
su alcoba.
ni se molestará si le doy una explicación
algo extensa sobre este punto.
Porque las fieras de una misma especie no se devoran unas á
otras.--¡Ah!
Vale tres
pesetas la cena, una peseta el vino y otra peseta los tabacos.
Dejó el mulo en una
posada, y de seguida se presentó en casa de su amigo.
El viejo en su tierra y el mozo en la ajena, mienten de una misma
manera.
Hoy dÃa Chile es una 10
república importante y rica.
que
es una buena persona, un santo, y que no le incomodará poco ni mucho.
contorsión, _f._, contortion; hacer una --, to bend one's body; to
writhe.
En el primero, el artista
parece haber querido hacer una cabeza simbólica.
Se experimenta casi una impresión dolorosa; sentÃs el dominio
del vértigo.
El hombre le arrojó una piedra al león á ver si podÃa aplastarle la
cabeza.
El viaje a la capital se hace recorriendo una hermosa y
fertilÃsima región.
exclamaron los oficiales á una voz, prorrumpiendo en
alegres exclamaciones.
La
catedral, fundada en 1573, es una de las más famosas iglesias del mundo.
Parece un cÃrculo de estrellas arrancadas del cielo
de una noche de verano.
Parece un cÃrculo de estrellas
arrancadas del cielo de una noche de verano.
se atraviesa una extensa llanura, que lleva
el nombre de Llanos de Caulina.
El insomnio junto á una mujer bonita no es seguramente el peor
de los males.
El insomnio junto á una mujer bonita no es seguramente el
peor de los males.
Me expuso en pocos instantes una infinidad de proyectos á
cual más absurdos.
que{84-2} has hecho una buena obra de
caridad, le dijo la avispa á la cabra.
Además, este
animal tiene la cola larga, y una cabra tiene la cola más corta.
mirada, _f._, glance, look; tender una--, to take a look; to look; to
glance.
nos cantará de sobremesa una
rondeña con su gracia natural; y por la noche J.
Pedro Gómez de Aguilar tenÃa una magnÃfica finca cerca
de la ciudad de Cabra.
porción, _f._, part, portion; una -- de años, a few years; a number
of years.
Se veÃan una porción de niñas reunidas bajo el emparrado de la casa de
Simón.
Un dÃa cuando
llovÃa a cántaros Mamerto quiso asistir a una corrida de toros.
de tu horrenda falsedad
en memoria, ni una pluma dejes, negra, ¡El busto deja!
La perra ve aquellos instrumentos
mortÃferos y se pone á ladrar como una loca.
Todos quedaron silenciosos, y _Manuel_ empezó á silbar una canción
patriótica.
En las dos cámaras se eligen cada dos
años una tercera parte de sus miembros.
Ese tuno debe tener metida en su cuerpecillo
toda entera una legión de diablos.
LOS POBRES SASTRES
Un herrero de una pequeña ciudad habÃa hurtado un caballo.
Pero mucho puede hacer una propaganda inteligente,
basada en métodos liberales.
Pues los frailes son una
milicia también, y no menos tenaz que la del ejército.
Un dÃa estaba sentado en un banco tomando una taza de 5
leche.
VARIANTS:
=Todos rieron a carcajadas; lanzaron una carcajada.=
[53] =Para...
Dar el primero una noticia triste ó alegre, era para Alvar la felicidad
suprema.
El hada se sumergió en las aguas, y no tardó en
aparecer con una hacha de oro.
Entonces vino una voz del cielo: Y lo he
glorificado, y lo glorificaré otra vez.
Esta grulla no tenÃa
sino una pierna, porque la otra se la habÃa comido el paje.
VARIANTS: =Vistas a la
distancia;= or =desde una larga distancia= (or =trecho=).
Acto continuo dispusiéronle una frugal
colación, y sentóse con su hija á la mesa.
dice,--replicó éste.--Y he de observar que esa
planta crece en una área limitada.
Entre este pueblo y el rÃo se extiende una verde
pradera, que pertenece al común.
Otra vez desapareció el hada,[178] y trajo en seguida
una vieja hacha de acero.
Precisamente una de
las primeras vÃctimas de su intemperancia fué el mismÃsimo P.
tu ventana es la gloria;
Pero la noche se pasa,
Se pasa como una sombra.
Y el padre se arrastraba por el suelo, y levantaba hacia los ladrones
una cara...
Y nada: el viejo, clavado como una estatua á la orilla del mar, no soltó
el cabo.
EL COMPETIDOR
Un dÃa a eso de las seis de la tarde llegó a una posada un hombre.
Estaba el posadero para ponerse muy colérico, cuando se le ocurrió una
buena idea.
hundir, to sink, bury; -- una cuarta de hierro, to bury the spurs; to
spur deeply.
La meseta determina aquà también una diferencia de clima,
haciéndolo más templado.
of separation or privation.--=una
va llena=, 'one is full (lit., 'one goes full').
of_ =pesar=), heavy, tedious; =lo pesado de una
faena=, the tediousness of a task.
Al fin abrió los ojos, tendió una mirada, y un grito agudo se escapó de
sus labios.
Al fin abrió los ojos, tendió una mirada, y un grito agudo se escapó
de sus labios.
Él les dijo:
--Es necesario que cada una escriba en una cédula su
nombre y edad.
Llegó el momento de la despedida, y Aliatar se vio rodeado
de una guardia de honor.
Macario era muy feo; pero, no obstante, se habÃa casado
con una muchacha muy guapa.
Teniendo él también una colección ¿no era natural que quisiera ver la
de la vecina?
Al oÃr[76] sus primeras palabras, sabÃamos ya que nos
iba a contar una historieta.
Entonces le compraron una
tosca escudilla de madera, y en ella le daban la comida.
La primera
representación[5] atrae siempre una concurrencia numerosa y muy
selecta.
Luego, sin mirarle, emprendà una carrera desesperada, loca,
al través de las calles.
no tiene una idea precisa del
medio geográfico y la sociedad de donde aquél procede.
pregunta, _f._, question, inquiry; hacer una --, to ask a question,
make an inquiry.
VARIANT: =Algo asà como.=
[11] =una penita en el estómago= (Cuba), _to be hungry_.
VARIANT: =Sin dormir.=
[3] =para hacerlos de una pieza,= _to make them a part of_.
aquà la gran meseta del estado de Colorado como
una ancha faja que penetra en Méjico?
En todos los ojos habÃa
una lágrima, en todos los espÃritus un profundo recogimiento.
Entonces las ondas tienen una luz más roja,
las horas transcurren sordas y lánguidas.
Junto á una espesa maraña
habÃa otro charco de sangre; pero allà se perdÃa el rastro.
La madre del Poniente dió a la niña una taza de oro para
vender en caso de necesidad.
Pero debo añadir que de su breve
expedición le quedó para toda su vida una costumbre.
Tratábase
del asesinato de una pobre vieja á quien sus convecinos acusaban de
bruja.
Acaso un aviso de
Dios; tal vez una vana fantasÃa, que el tiempo realizó más adelante.
Aunque hubiese resucitado el difunto Padre
Procopio trayendo consigo una docena de PP.
bendición, _f._, benediction, blessing; que era una -- del cielo, in a
surprising way.
EscribÃa una prosa profusa, llena de vitalidad y de color,
de plasticidad y de música.
Lleva en la cabeza una toca, sÃmbolo del duelo del amor, la no menos
graciosa _viuda_.
Parece que una desgracia no es más que el aviso de las
que bien luego nos sucederán.
Pero ved, a través de la bulla de los actores
como una forma rampante hace su entrada!
Y en sus facciones se retrató un instante el estado de su alma,
espantada de una idea.
Aparte de todo esto, se les
impone una contribución de 5% por milla sobre la propiedad.
Dió una embestida el animal y al saltar atrás el cazador se enredó en un
bejuco y cayó.
Luego se lo
acercó á una y otra oreja, lo puso donde estaba, y dijo:
--Se ha parado.
Al cabo logróse apaciguar el tumulto, y comenzaron á disponerse á una
nueva persecutión.
Después de algunos 40
momentos se presentó una vieja que ofreció ayudarle.
El pájaro no alcanza a
tener una cuarta de longitud desde el pico a la punta de la cola.
Hay situaciones, lector amigo, que no á todos es dado describir, y ésta
es una de ellas.
LA RANA Y LA GALLINA
Desde su charco una parlera rana
Oyó cacarear a una gallina.
Yo de mÃ
se decir, que conservo un pedazo de su jubón como una reliquia, y lo
merece...
A principios del siglo XIX el
uso de vapores encareció la necesidad de una tal empresa.
Buenos Aires es la mayor ciudad de la América del Sur y una de las más
grandes del mundo.
De repente, Neira creyó
notar que un boldo se movia: tomó una piedra pequeña y la arrojó.
Juan no habÃa tomado más alimento que una taza de café de Ãnfima clase y
un panecillo....
Pero al llegar á casa y
quedarme solo en el cuarto, se apoderó de mà una tristeza mortal.
Prose order--_(una) leve sonrisa pliega
los extremos..._]
[Footnote 4: Cual...
Pues, hermanos,
Jamás equivaldrá vuestro zumbido
A una gota de miel que yo fabrique.
Su castidad arisca se sublevaba á la menor insinuación, se ofendÃa de
una simple sonrisa.
Te portaste como un héroe, y 5
nos has librado de una gran desgracia.
añadia el otro; y cada cual exclamaba por su lado: ¡Tú has echado una
suerte á mi hermana!
Háblame: yo quiero saber si me amas; yo quiero saber si puedo amarte,
si eres una mujer...
MarÃa es una
niña, niña de cualquier paÃs, de cualquier sociedad con tal de[43] ser
niña.
Nos habÃan desarbolado, y al caer el aparejo
le rompió una pierna á uno de la tripulación.
Pues nada, él se da tal mana en arreglarlo y
cuidarlo, que sueña, que es una maravilla....
Sin examinarla ni mirarla el hombre entregó al posadero una
vieja pieza de cinco centavos.
Ya en tiempo de los Reyes Católicos (1515) se
buscó una lÃnea acuática a través del istmo.
En el delta
del Orinoco, cerca del rÃo Imataca, se halla una riquÃsima
mina de hierro.
Los precios para un estreno son generalmente más altos que para
una _réprise_ o repetición.
Sintiéndose cansados y teniendo sed se sentaron junto a una fuente que
estaba en el camino.
En esta ocasión cuentan las crónicas que se le ocurrió, aunque sin
ejemplar, una idea feliz.
HabÃan construido una 5
casa cómoda solamente con una puerta y una ventana.
This is a frequent Spanish usage.]
El santo varón ordeno al pueblo una penitencia general.
à la una de la madrugada se presentaron en el Hospital los
mismos locos, pero sin el cadáver.
dijo colérica su interlocutora,
que no era una vieja; ¡Teobaldo de Montagut el del cuento!...
En consecuencia de esto, una noche soñó con su zapaterÃa y
habló de sus hormas y de su lesna.
En un rincón và á una mujer
arrodillada, en la que mi compañero no pareció fijarse al pronto.
La madre del Sur la escondió debajo de una olla y
pronto se oyó un gran ruido y llegó el Sur.
La mÃa tenÃa una ventana con vistas á la plaza y se hallaba situada
debajo de la de mi amigo.
No 15
era bastante una mano para taparlo por completo, y
metió las dos.
Procopio,
que á las pocas semanas del famoso capÃtulo mencionado reventó como una
bomba.....
Su modo de dormir es un misterio, y hasta parece que el
sueño no fuese para él una necesidad.
Un niño puede decirle que su animal no es una vaca,
sino una cabra; y, por cierto, muy flaca.
VARIANT: =Expresar una
opinión.=
[8] ="es como las armas,"= _he is like the trusty steel_.
à la puerta de la casa estaba
sentada una anciana, de aire dulce y grave, aseadamente vestida.
Diriase que en todas las curiosas miradas que á
ella se volvÃan, retozaba una sonrisa burlona.
El palacio nacional, fabricado en 1693, domina una
plaza hermosa cubierta de árboles y flores.
Los
chiquillos resaltaban sobre la arena como un enjambre de mosquitos en
una mesa de mármol.
Pero antes debo despejar una duda: ¿No tendremos que hacer
casi todo ese viaje a lomo de mula?
Por una parte, posee en su fuerte cerebro la facultad musical; por otra,
la fuerza matemática.
El silencioso hotel se
estremeció de pronto, como una caja de música cuando se le da cuerda....
El suelo está cubierto
completamente por una alfombra, o parcialmente por uno o varios tapetes.
Encendà otro fósforo y
eché una mirada oblicua á mi vÃctima, con la esperanza de verle alentar.
Mala cara tenÃa
entonces: más bien qué superior de una orden monástica, parecÃa un
facineroso.
Al medio dÃa, la luz del sol cae sobre el bosque como una gasa de oro
que flota entre las ramas.
Asunción, en efecto, habÃa empalidecido y estaba clavada é inmóvil en la
silla como una estatua.
Desapareció de nuevo el hada y volvió al instante 25
con una hacha de plata.
La comarca entera respiró en libertad durante algún tiempo, como si
despertara de una pesadilla.
Lopera and see the wonders of the ancient city.)
...El señor Frutos llegó una tarde á Córdoba.
Tendió una mirada alrededor, y esta sola mirada fué bastante para
darle á conocer lo que pasaba.
Triste cosa es el sueño
Que llanto nos arranca;
Mas tengo en mi tristeza una alegrÃa...
El
santo, obra de un artista ingenuo, habitaba en una urna de hojalata con
portezuela de vidrio.
La nación es
ahora una unión federal de estados, gobernada por la
constitución del año 1891.
Nada: ni por
las rendijas entraba un solo rayo de luz, ni siquiera sonaba el vuelo de
una mosca.
Al instante comprendió
Gómez de Aguilar que se le presentaba una ocasión favorable
para salvarse.
Pero al dÃa siguiente estaban todos á
disposición del patrón: no se perdió ni una libra de tabaco.
VARIANTS: =Entretanto, mientras tanto.=
[4] =una copa de caña,= _a glass of cane-distilled rum_.
Cuando me detuve un instante á respirar, exclamó sin mirarme:
--Hice una cosa muy mala, muy mala.
Después del
minucioso recuento y de reconocer una por una todas las piezas, se echó
de menos algo.
Es una función tan sagrada como la de las mismas
Vestales para algunos _materos_ intransigentes....
Al llegar la noche, apretado por la necesidad, desfallecido,
bajó á la calle á implorar una limosna.
Los indios introducen algunas veces una parte de la quena en cántaros de
barro, horadados exprofeso.
Mas al acercarse la buena Chepa al ladrón, soltó una 25
estrepitosa carcajada[301].
Mendelssohn contaba catorce años cuando hizo
ejecutar una sinfonÃa suya en un concierto de BerlÃn.
Pablo recibió una carta, en la cual se le citaba para el dÃa cuatro de
mayo en el monte de Val-frÃo.
Poco más ó menos,
el contenido de su confesión fué éste:--Yo, dijo, pertenezco á una
noble familia.
comprar desde una estancia, un campo o un solar urbano, hasta la más
insignificante prenda de vestir.
Entonces vieron al viejo caudillo entrar en la impetuosÃsima
corriente como si cruzase una carretera.
Entonces, del jaro inmediato salió una cabeza, y luego otra del de más
allá y otra tercera más lejos.
La última revolución empezó en 1895 y fué terminada
con una guerra entre España y los Estados Unidos.
losing sight of.'
[34.17] =en una silla metálica de las que==_en una de las sillas
metálicas que_.
Nieves, una señora viuda que vive sola en la calle de la
Perseguida, á quien debe mi yerno su empleo.
Has venido, ciertamente, de
mares muy lejanos; ¿no eres una maravilla para
los árboles de ese jardÃn?
Inventé una cita con un amigo en
el Casino, y, efectivamente, me dirigà á paso largo hacia este sitio.
Con esto se alababan tan ufanos,
Que una abeja les dijo por despique:
--¿No trabajáis más que eso?
El patrón manejaba la barra con el cuidado de quien tiene toda su
fortuna pendiente de una mala virada.
Era bajito, flaco, y sus ojos redondos y
diminutos traducÃan en su mirar de miope una alegrÃa profunda.
Pero ya se lo he dicho á mi madre:
cantes que dejarios subir aquÃ, rómpales una pata...» Y esto sacabó.
Por cierto
esas causas son numerosas; pero entre ellas yo señalaré una que no he
oÃdo mencionar nunca.
Todo esto le hace recordar a uno que
en realidad se encuentra en una tierra productora de
bananas.
Argentina es una república federal, formada por catorce estados, diez
territorios y un distrito federal.
Bernini modeló a los ocho años una cabeza en mármol, 10
de una perfección correctÃsima.
Decir _Parrón_{34-1} estas palabras y rodearme una nube de trabucos,
todo fué un abrir y cerrar de ojos.
El toque sigue y no cesa
y vibra en el alma opresa
sordamente como un cuerpo que cayera en una huesa...
Pero la voz moria en la seca garganta y solo
salian las palabras en secreto como si fuera una confesion.
Y esta voz, con una pequeña modificación, recorrió en un instante la
multitud hasta la puerta de Toledo.
Al
pasar por la isla es muy interesante ver una flota de
15 ó 20 buques dragando en busca de perlas.
Antes la
componÃan una piedra tosca y una cruz de palo; la cruz ha
desaparecido, y sólo queda la piedra.
Busca[27] un escarabajo, un poco de mantequilla, una
madeja de seda fina, una cuerda gruesa y una soga.
Por un momento creyó que una mano frÃa y descarnada le sujetaba en aquel
punto con una fuerza invencible.
Por un momento creyó que una mano frÃa y descarnada le sujetaba en
aquel punto con una fuerza invencible.
Será a causa de esto que es fácil entender «una ballena,»
cuando se grita, «una va llena,» ¿no le parece?
Sus ojos negros llenaron la sala con una mirada viva y afanosa que
echaron en derredor y de arriba abajo.
Te lo ruego, no me
preguntes la causa de mi dolor; si te la revelase, acaso te arrancarÃa
una carcajada.
VARIANT: =La manera como.=
[3] =serÃa una omisión imperdonable,= it would be an unpardonable
omission.
Cuando
además de estos muebles hay en el comedor una vitrina, se exhibe en ella
la vajilla más[145] fina.
Entonces me mezclé entre la gente, aguardando una ocasión para
colarme dentro sin que me viera el portero.
Juan se fué al establo; pero una vez allà no sabÃa claramente distinguir
cual era la vaca y cual la cabra.
Mi primera mirada, mitad de asombro, mitad de cólera, equivalÃa á una
interrogación enérgica, aunque muda.
Parte la pradera que besa el rÃo,
una vereda, por la que se comunican la Puebla y Coria con la capital....
Al dÃa siguiente, cuando
pasé por allÃ, vi caer una bolita de papel que me apresuré á recoger y
desdoblar.
of_ =preferir=
=pregunta= _f._ question;
=hacer una pregunta= to ask a question
=pregunta= _3 sing.
Padre santo, á los que me has dado, guárdalos por tu nombre, para que
sean una cosa, como también nosotros.
Por traer,{66-4} hasta
trajo una vieja que daba azotes en cierta parte á un chico por no saber
la lección.
DURA SUERTE
Una vez el Conde de Cero hizo una visita al Barón de Pereza que se
lamentó de su dura suerte.
hierro, _m._, iron; _pl._, irons, fetters; arms; hundir una cuarta de
--, to bury the spurs; to spur deeply.
Le dió entónces una cajita chata, de madera blanca, donde, cuando la
abrió ella, encontró un disco de metal.
He aquà una, gracias a la cual en un hemisferio fuera de estación
se puede consumir la fruta fresca del otro.
ir
á la cárcel como un ladrón por ganar el pan de la familia, es algo más
temible que una noche de tormenta.
La naturaleza
ha sido ingrata y cruel con la raza canina, dotándola de una enfermedad
horrible: la rabia....
Cuando me recobré del susto, lo primero que vi á
mis pies fué una enorme muñeca fresca, sonrosada y en camisa.
Es casi tan grande
como los Estados Unidos de América, pero tiene solamente una quinta
parte de su población.
HabÃan pasado algunos meses cuando una mañana
encontró el herrero en la puerta de la herrerÃa dos
perros.
à los tres ó cuatro dÃas me
decidà á arrancar una hoja de la cartera y á escribir estas palabras:
_Me gusta V.
Algunos paÃses exigen además que haya ejercido el comercio de
por sà o en sociedad[3] en una casa al por mayor.
El dÃa en que salté sobre ella con mi
_Relámpago_[1] creà haber visto brillar en su fondo una cosa extraña
...
El posadero, hombre muy cortés y oficioso, replicó con una reverencia
profunda:
--Sin duda, señor; mande Vd.
en la Sagrada Escritura que
más fácil es que entre un camello por el ojo de una aguja que un rico en
el cielo?
La noche seguÃa tibia y estrellada: á la puerta
aguardaba una larga fila de coches, que nos fué preciso evitar.
Lo
que tiene que,[9] si es verdad lo que me han dicho las gentes del
barrio, le preparan una buena al intruso.
Los Puritanos no habÃan podido conseguir
dinero suficiente para trasladar de una vez[233] toda
la colonia.
Pedro
corrió al instante al sitio donde brotaba el agua, y
metió una de sus manos en el agujero del dique.
Tiene una magnÃfica vista en las montañas que
rodean a la bahÃa, y es una ciudad progresista con gran comercio.
Y si Cabezudo empezó á decir picardÃas de Dios al ver que
llovÃa á mares, ¿no ha hecho Cabezudo una barbaridad?
Y si no,
ahora lo verás:
Cuando baja, rÃe; cuando sube, llora;
à que no me lo aciertas en una hora.
Las luces del altar,
reflejándose en las mil facetas de sus diamantes, se reproducÃan de
una manera prodigiosa.
que en el futuro, más o menos lejano,[2] el cultivo del
maÃz se vea amenazado por una crisis de superproducción?
Quién diria que esos dos que
parecen tan amigos, si dentro de media hora se encuentran en una calle
obscura ...
VivÃa en casa de otra de mis
tÃas, hermana de mi madre, más como una parienta querida que en calidad
de criada.
Yo, en mi calidad de cronista verÃdico, no añadiré ni una sola palabra
de mi cosecha para caracterizarlos mejor.
Aquel hombre, que para ella
no lo era, fué objeto de una adoración sin lÃmites y reverenciado casi
como un dios.
En esto se adelantó uno de los mozos, se dirigió a una de ellas, y a
guisa de invitación hÃzole una Ligera venia.
No pensaba más que
en Finita; se sacaba la raya esmeradamente, se compró una corbata nueva,
y suspiraba á solas.
sentir, to feel, perceive, hear; no se siente una mosca (_lit._, a fly
cannot be heard), you can hear a pin fall.
XV.--CAUCHO[1] Y CHICLE
--Me dicen que hace poco tiempo se descubrió en Méjico una nueva
variedad de caucho.
De pronto el mastÃn tomó una veloz carrera y fué á reunirse con su amo,
pero sin cesar en sus imponentes ladridos.
EL PERAL
à un Peral una piedra
Tiró un muchacho,
Y una pera exquisita
Soltóle el árbol.
Salió el criado, y á poco volvió con un gran plato de bizcochos, una
botella de vino generoso y añejo, y una copa.
Sé que en su corazón, nido de sierpes,
No hay una fibra que al amor responda;
Que es una estatua inanimada...
y una infeliz...--diré _viuda_..., pues veo que
voy á morir...--Leo en vuestros ojos que sois peores que fieras...
Al fin, una tarde oyó que los quejidos eran más tristes 65
que de ordinario y se decidió a ver lo que era.
En la Argentina, antes de llegar a la napa de
petróleo se descubrió una zona que produce enormes cantidades de gas.
En una plataforma estaban los célebres músicos que
habÃan destrozado las murallas de Jericó, hace ya muchos Siglos.
eso es, veintinueve años; y ya
hacÃa siete cumplidos que estaba casado.{12-2} Es una barbaridad casarse
tan joven.
Habita una casa de su
propiedad, grande, antigua, de un solo piso,{2-1} con portalón obscuro y
escalera de piedra.
Las luces del altar, reflejándose en
las mil facetas de sus diamantes, se reproducÃan de una manera
prodigiosa....
Llénense los espacios en blanco con una forma correcta de uno de los
siguientes verbos: _ser, estar, tener, hacer_.
Otro peregrino saca un salchichón, que
parece una escopeta, y se pone á comer rajas y á tararear un himno
piadoso.
Un olor á tierra mojada entró
en la habitación, y el tenue rumor de una ligera lluvia sobre los
árboles y plantas.
De la combinación de tan valiosos y variados
elementos nace una filosofÃa muy humana y escrita en estilo humanÃsimo.
El corcel
corrÃa, corrÃa sin detenerse, y árboles, rocas, castillos y aldeas
pasaban á su lado como una exhalación.
En la plana superficie, ño Neira se habia desmontado para apretar la
cincha de su mulato y echar una pitada al aire.
exclamé entonces como sorprendido, aunque, á decir verdad, ya
me esperaba una contestación de esta ó parecida clase.
que las lagunas o claros en el trazado suman una
extensión mucho menor que la de las lÃneas actualmente en servicio.
que una de ellas, la Argentina, tiene
un capital de diez millones de pesos oro, la que está dando altos
dividendos.
Y no
era un derroche de joyas, no; no era una riqueza fácil y de gusto
dudoso[8] lo que constituÃa tal iluminación.
En Chile y Argentina se llama
_cazuela_ y en Méjico _galerÃa_ a una localidad especialmente destinada
a las señoras.
todos
son cantares dulces y melancólicos; y aun cuando expresen el amor, están
impregnados de una profunda tristeza.
El ombú prospera en los lugares más áridos, y en toda clase de terrenos,
con tal de que no tenga una humedad excesiva.
El
centro de Lima es la Plaza Mayor, hacia la cual mira la
catedral, una de las más bellas de la América del Sur.
Hacia un lado del espacio libre que servÃa de salón, colocáronse una
docena de muchachas guapÃsimas; eran las parejas.
La Habana posee
edificios hermosos, paseos espléndidos, una universidad y muchas
fábricas, principalmente de tabacos.
No soy una mujer como las que existen
en la tierra; soy una mujer digna de tÃ, que eres superior á los demás
hombres.
Pero el señor
Frutos habÃa comido por el camino, y ninguna gana tenÃa de cenar; en
cambio, bebÃa como una esponja,...
VARIANT: =A casa de una amiga suya.=
[13] =pronto para la cita,= _quick and ready to quote; with an apt
quotation_.
ahà que llaman á la puerta, y que oyen una voz como la de un
becerro, que dice:
¡Abrid, que soy el _Carlanco_!
Al lado de
ella velaba una mujer en la que reconocà á la madre MarÃa, la loca que
hallé por la tarde en el cementerio.
Durante la noche el astrólogo miró al cielo y vio en una isla lejana a
la princesa, a quien un dragón tenÃa prisionera.
EL PERRO DEL VENTRÃLOCUO
Entró una vez en una fonda un ventrÃlocuo acompañado de su hermoso y muy
inteligente perro.
Acabaron de subir la escalera, cruzaron una extensa galerÃa y se
detuvieron cuchicheando ante la puerta del Padre Prior.
Aunque parecÃan estatuas, no lo eran; pues se escabulleron como el humo
otros dos, y sólo quedó una pareja detrás del P.
Prose order--_Cual_ (una)
_lámpara transparente derrama (un) templado rayo de luz._]
[Footnote 5: Notice Mrs.
El oficial
bebió, y fijando los ojos en la imagen de doña Elvira, prosiguió con
una exaltación creciente:
--¡Miradla!
Entretanto, si la esperanza
se ha ido, en una noche o en un dÃa,
en una visión o en un sueño, ¿se ha ido menos
por eso?
Me encuentro en medio de los bramidos de
una costa atormentada por la resaca, y tengo
en la mano granos de arena de oro.
Me escribió una carta y me la
dió un dÃa al entrar en tu casa: salió de un cuarto de repente, me la
dió y echó á correr.
Ninguno de los cónsules de esos paÃses se negarÃa, me
imagino, a remitirme una nómina de los comerciantes en mi ramo ....
No pasaba una sola
vez por allà el piadoso Traga-santos sin arrodillarse sobre ellas y
llorar la destrucción del templo.
Se encuentra en capas de
una profundidad de unos centÃmetros a dos o tres
metros extendiéndose a grandes distancias.
TenÃan
una cama pequeña para el oso pequeño, una cama mediana
para el oso mediano, y una cama grande para el oso grande.
Un dÃa del mes de noviembre le
avisaron que sus colonos habÃan abandonado la finca a causa
de una invasión de los moros.
Y con sólo un ensayo
Creyó tener pronunciación tan clara,
Que en ciertas ocasiones
A una marica daba lecciones.
à los treinta ó cuarenta pasos observo que está la niña
asomada, y me paro y le envÃo una sonrisa y un saludo ceremonioso.
Buscó una nueva casa, pero no pudo alquilar piano, lo cual le causó una
inmensa tristeza; ya no podÃa terminar su misa....
El chalán se quedó aturdido, porque aquella pérdida le
colocaba en una situación difÃcil para hacer frente á sus negocios.
Profesaba, sÃ, la moral cristiana; y en cuanto a los destinos del
hombre, creÃa en una ley divina, en un fallo inexorable.
Queriendo dar a su amiga una lección,
escribió con el dedo sobre el polvo que cubrÃa mesa y
sillas, la palabra: _puerca_.
De muy mala gana tomó el criado aquel ventrudo reloj de bolsillo, muy
semejante á una media cebolla, y lo llevó á su dueño.
Después de haber descansado y mitigado la sed,
observaron por casualidad una piedra que se parecÃa a una lápida
sepulcral.
El oficial bebió, y fijando los ojos en la imagen de doña Elvira,
prosiguió con una exaltación creciente:
--¡Miradla!...
El paje, que era delgado, muy delgado, y amarillo
como la muerte, se sonrió de una manera extraña al presentarle la
brida.
Entonces el hombre la sigue siempre, hasta que, después de un zapateo
final se retiran, y una nueva pareja ocupa el puesto.
La guitarra y el canto lo divierten sobremanera, y es capaz
de escuchar sin fastidio durante una noche a un guitarrista....
Todos se volvieron a mirarme, y en cada una de esas miradas habÃa
recompensa de sobra[10] para una acción que la mereciera.
Visitaron
varias fondas y, como lo sospechó la mujer, los tres pÃcaros fueron
encontrados festejándose en una de aquéllas.
Y se marchó á su casa con paso lento, y pasó la noche con las angustias
del padre que va á casar una hija al dÃa siguiente.
El
chalán, disgustado del lance, y no queriendo contemplar la agonÃa de su
pobre Tony, no volvió ni una sola vez la cabeza.
Miguel Beer, hermano del inmortal Meyerbeer, tradujo
a los diez años una de las más difÃciles obras
clásicas italianas.
TenÃan una
silla pequeña para el oso pequeño, una silla mediana para el
oso mediano, y una silla grande para el oso grande.
Y esto diciendo se arrojó en los
brazos de Alonso, que le estrechó entre los suyos con una fuerza y una
efusión indecibles.
El hombre, que á veces es compasivo, atendió á su ruego, le disparó una
flecha y el león quedó muerto en el fondo de la fosa.
Más tarde dirá de él una buena señora: «Era un
muchacho bonito.»
Cuando entra a West Point hace notar en él un colega, Mr.
alguna vez una...?= _Have you ever visited a...?_
[5] =Tuve la suerte de,= _I had the good luck to; I was lucky enough
to_.
Llegó una ocasión en que se encontraron solos, pues los de 35
adelante habÃan caminado más aprisa que los de atrás.
Sucedió que iba
a pasar la noche en una posada donde la huéspeda era mujer de lindo
entendimiento, lindo modo y mucho agrado.
yo te daré una felicidad sin nombre,
esa felicidad que has soñado en tus horas de delirio, y que no puede
ofrecerte nadie....
Como
resultado de esta diferencia, la Europa domina en esa zona, con una
importación muchÃsimo mayor que la de Estados Unidos.
El canal tiene de un extremo a otro 162 kilómetros de largo; pero una
cuarta parte de esa longitud consiste en lagos naturales.
Los militares acogieron el brindis con una salva de aplausos, y el
capitán, balanceándose, dió algunos pasos hacia el sepulcro.
Luego las mujeres aquellas cubrieron de vistosos paños una mesa,
arreglándola como un altar, y sobre ella fué colocada la caja.
Por
la noche, después de comer, como no habÃa peligro de ver á Teresa, la
cruzaba velozmente y sin echar una mirada á la casa.
allá abajo, en la espléndida abertura
de esa ventana, como eres parecida a una estatua,
de pie, tu lámpara de ágata en la mano.
Las habitaciones,
espaciosas, bien iluminadas, de altos techos, se suceden una tras
otra[94] en lÃnea perpendicular a la calle.
Me maniataron muy bien, y me
llevaron por unos barrancos endemoniados hasta dar con una plazoleta
donde acampaban los bandidos.
Regularmente se le
monta en angarilla, pero hasta allà no llegó mi filosofÃa, y le hice
poner una silla de fuste alto y fuerte.
Cuando se termina la lectura de una novela de Blest Gana, uno cree haber
conocido a sus personajes, haber vivido en su intimidad.
Era una viejecita enjuta y pequeña, de raza
india casi pura, que andaba ligero y menudito con un ruido de ropas muy
almidonadas.
le respondà mordiéndome los labios.--No importa, te daré una
chaqueta mÃa; siento que no haya para todos.--No hay necesidad.--Oh!
Y entonces se me escapó una pregunta, la única que podia hacerse
tratándose del valiente capataz:
--¿Y Neira se dejó asesinar?
Y siempre pensando en tornar á España al año siguiente, dejó de hacer
averiguaciones proponiéndose darles una agradable sorpresa.
La mesa de trinchar[143] suele estar adornada con algún objeto[144] de
mérito artÃstico o una ponchera, un cesto _de_ flores, etc.
Por medio de esta operación, las
melancólicas voces de la flauta americana adquieren una resonancia y una
tristeza imponderables.
A LA SEÑORITA * * *
¿Qué me importa si mi suerte terrestre no
encierra en mà mismo más que una pequeña
cosa de esta tierra?
Amaneció Madrid envuelto en una sábana de nieve
de media cuarta de espesor, y todo el dÃa siguió nevando sin cesar un
instante....
EL PRÃNCIPE OSO
HabÃa una vez un comerciante que tenÃa tres hijas muy
bonitas, sobre todo la más pequeña a quien querÃa mucho.
prosiguió dirigiéndose á uno de sus asistentes,
busca por ahà un poco de leña, y enciéndenos una buena fogata en la
capilla mayor.
prosiguió dirigiéndose á uno de sus
asistentes; busca por ahà un poco de leña, y enciéndenos una buena
fogata en la capilla mayor.
cuarta, _f._, fourth, quarter, fourth part (of a _vara_),
hand-breadth; hundir una -- de hierro, to bury the spurs; to spur
deeply.
Durante el juego, uno de los perros tiró un zapato al aire con tal
fuerza que cayó a la calle en el momento en que pasaba una mujer.
exclamo uno de los convidados tendiendo a su
alrededor la vista, que el local es de los menos aproposito del mundo
para una fiesta.
Imponente sin dejar
de ser[4] humano; militar que con sólo clavar los ojos[5] encendidos
dictaba una proclama y ordenaba un asalto.
que esos métodos convirtieron el suelo en una estepa, pues los
plantadores no se cuidaban de reponer los árboles que habÃan abatido.
Su pecho latia como una caldera próxima a
estallar, y sus labios convulsos y ensangrentados querÃan en vano
responder: ¡aquà estoi!
Y una mirada lanzada abajo a la llanura lo hizo recordar a la vieja que
probablemente colgaba en ese momento la ropa en el cordel...
exclamó uno de los convidados tendiendo á su alrededor
la vista, que el local es de los menos á propósito del mundo para una
fiesta.
Muchos fueron los planes y tentativas que se idearon
para realizar la construcción de una obra tan magna,
pero todo fué en vano.
PoseÃa una voz regular, y conocÃa á la perfección el
arte del canto; mas tropezó con la dificultad de no tener medio de
acompañarse.
Y, correlativamente, una gran
parte de los bancos de las repúblicas americanas no son sino sucursales
de las instituciones europeas.
Yo me quedé en este sitio,
queriendo verlo todo, y para mayor disimulo ayudaba á unos amigos que
echaban al mar una lancha de pesca.
Algunas veces me traen un libro o un juguete, y otras
veces me traen alguna cosa de comer, como una torta o una naranja o
chocolates.
Echáronse á correr, y se subieron por una escalera de mano al sobrado y
la tiraron tras sÃ; de manera que el _Carlanco_ no pudo subir.
El hombre á veces huÃa, á veces disparaba una flecha; y en retiradas y
acometidas y evoluciones, atrajo al león hacia unos matorrales.
El posadero, medio espantado, corrió a la cocina, y pocos minutos
después sirvió una buena comida y una botella de vino al extranjero.
En el momento en que las sombras se hacen mas densas, surje de abajo del
llano una voz que todos han oido con la cabeza descubierta...
Sin reglas del arte 175
Borriquitos hay,
Que una vez aciertan
Por casualidad.
Tu pupila es azul, y cuando lloras,
Las transparentes lágrimas en ella
Se me figuran gotas de rocÃo
Sobre una vïoleta.
Pablo, irritado y refunfuñando de aquella informalidad,
desató la jaca de las ramas de una encina, montó á caballo y silbó á su
perro.
Pero ¿ha persistido de una
manera absoluta esa extensa hegemonÃa del tipo español de civilización
sobre los otros estratos inferiores?
RELATED WORDS: =Petróleo
refinado=, _kerosene oil_; =encontrar una capa de petróleo=, _to strike
oil_; =pozo petrolÃfero=, _oil-well_.
Y Almenón, dudando de la sinceridad de su hija, tiró de la falda del
vestido de la niña, y una lluvia de rosas se derramó por el suelo.
y sintió unos brazos
delgados y flexibles que se liaban á su cuello, y una sensación frÃa
en sus labios ardorosos, un beso de nieve ...
Se nombró entonces una regencia que gobernó
hasta el año de 1840 en que el joven emperador llegó
a ser mayor de edad y fué coronado.
una
contestación que le satisficiese,[5] pues el continente ofrece
diferencias capitales desde el punto de vista de su estado higiénico.
Y de todos los tormentos, aquel que más
tortura ha cesado: el terrible tormento de la
sed por la corriente oscura de una pasión maldita.
Cuando la mujer da en
torcerse como la tuya, mucho palo; si con él no sale á flote, ó échala á
pique de una vez, ó cuélgate de una gavia.
El Tuerto, sin decir una sola palabra, después que sus
hijos han rodeado la tartera, empieza á comer el potaje con una cuchara
de estaño.
En seguida le sirvieron en el mismo
gabinete, donde ardÃa un fuego delicioso, una taza de caldo confortador
y después algunas viandas....
En una palabra, cada uno de esos cuadros es un
daguerrotipo de nuestra sociedad, sólo sÃ[19] iluminado con los colores
de un rico estilo.
La ciudad de RÃo de Janeiro, situada en un magnÃfico puerto, es la
capital del Brasil y una de las mayores ciudades de la América del Sur.
RELATED EXPRESSIONS:
=Satisfacción de una deuda, pago, descargo, liquidación, saldo de
cuentas, pago de la última cuota= (_installment_).
Tendió el marqués la vista por la cocina
abandonada, y vió el fuego del hogar que iba apagándose, y oyó una
especie de ronquido animal...
Una apiñada multitud de gente de pueblo se revolvÃa, gritaba, lloraba é
invadÃa la última rampa, á cuyo extremo estaba atracada una lancha.
A los
veintitrés, publicó en Roma una memoria con novecientas
proposiciones, demostrando en ellas todo lo
que puede saber el hombre.
Al oÃr esto el ayudante palideció un poco, pero recobrando el ánimo
replicó:--Ciertamente, señor, soy muy hábil y tengo una mano muy segura.
El padre viendo una ardilla le dijo:--Mata aquella ardilla y creeré lo
que dices.--Enrique dijo: '¡Muérete!' y la pobre ardilla cayó muerta.
Entonces el marido fué a quejarse nuevamente al
Cadà y Tamburà tuvo que pagar a aquella mujer una gruesa multa como
indemnización de daños.
Es una de las ciudades más
cosmopolitas del mundo, pues entre sus habitantes se 5
cuentan cerca de 575,000 extranjeros.
Las
relaciones comerciales sólo adquieren incremento entre dos naciones
cuando entrambas mantienen lazos de una interdependencia económica.
preguntó la tornera.--Madre, soy una cabrita para
servir á Vd.{86-2}--¿Una cabrita aquÃ, en este convento de avispas
descalzas y recoletas?
Su
dulce claridad inundaba el soto, abrillantaba la intranquila
superficie del rÃo y hacÃa ver los objetos como á través de una gasa
azul.
Una compañÃa que obtuvo una concesión 10
para explotarlos construyó allà una gran refinerÃa, asÃ
como un ferrocarril.
Aceptada una[34] de las ofertas
recibidas, se firma el contrato[35] y se solicita de la municipalidad el
permiso para construir el edificio.
En cambio, hay otras para quienes una carta de recomendación o de
simple presentación basta para considerar al recién llegado como un
amigo.
Lo puso todo sobre una
mesa que arrimó á la ventana; y aún no lo habÃa soltado, cuando ya el
señor Frutos estaba esgrimiendo las mandÃbulas.
Los
cazadores les tiran al cuello una especie de lazo que termina en tres
ramales, cada uno de éstos con una gruesa piedra en su extremidad.
Calixto, luego Celedonio y doña Rita de bracero, y por último
Jacinto muy cosido á una silueta femenina que reconoció ser Pepa la
cocinera...
Cuentan que un muchacho holandés, llamado Pedro,
jugaba una tarde en el pequeño jardÃn de la casa
que habitaba, cuando su madre le llamó.
En una eminencia próxima al pueblo hicieron un 5
edificio que era iglesia en la planta baja y fortaleza en
la alta.
Hace pocos dÃas tuvo que comprar una jaula para un jilguero que le
enviaron de Cuzcurrita, su tierra natal, y se fué á la plaza de Santa
Ana.
hace un momento de diferencias en la legislación escolar
dentro de cada paÃs: ¿no está centralizada en cada una la dirección de
la educación?
La mujer se alejó corriendo, y antes de una hora 10
estaba al pie de la torre con lo que su esposo le habÃa
encargado.
La vistieron con riquÃsimo traje de batista, la falda blanca y ligera
como una nube, toda llena de encajes y rizos que la asemejaban á espuma.
Desde las once de la noche hasta las doce del siguiente dÃa
durmió trece horas de un tirón, sin despertar una sola vez, ni cambiar
de postura.
Ella me miró de una manera
particular, y sacó de la sala un banquito para que me sentase en el
empedrado, desde el cual dominaba yo la escena.
Las campanillas repicaron, semejando
su repique una lluvia de notas de cristal; se elevaron las diáfanas
ondas del incienso, y sonó el organo.
Rompe de una vez
el misterioso velo en que te envuelves como en una noche profunda, yo
te amo, y, noble ó villana, seré tuyo, tuyo siempre....
Y sobre sus mejillas aradas por una larga miseria, corrieron dos
lágrimas que cayeron junto con el grano en la primera bolsa de su
cosecha....
Apenas hubo terminado su relato, cuando el vecino
corrió en busca de una hacha vieja y se fué a probar 20
fortuna en el rÃo.
Cada vez que nacÃa un prÃncipe o una princesa los tres
solteros aumentaban los impuestos para comprar magnÃficos regalos para
el recién nacido.
Entró en el jardÃn y junto a la planta de la flor de lis halló
un oso tendido moribundo, con una mirada tan triste que a
ella le dió compasión.
LA NIÑA DEL VIGÃA
Un faro es un edificio muy elevado, que generalmente tiene la forma de
una torre, con un gran fanal en la parte superior.
Un dÃa
que los animales de mi compadre andaban rondando en
torno de mi casa, tentóme el diablo; enlacé una vaca 5
gorda.
Yo me creÃa juguete de una alucinación, y sin
quitarle un punto los ojos, ni aun osaba respirar, temiendo que un soplo
desvaneciese el encanto.
Yo me creÃa juguete de una alucinación,
y sin quitarle un punto los ojos, ni aún osaba respirar, temiendo que
un soplo desvaneciese el encanto.
à los pocos dÃas, habiendo salido Varmen al olivar para buscar una
gallina que se habÃa extraviado, se presentó de repente á su vista el
guarda.
El cuerpo lo formaba una magnÃfica
esmeralda montada en oro, y la cabeza un grueso 30
brillante con dos rubÃes por ojos.
Es una de esas
fisonomÃas dignas de estudiarse, porque cada uno de sus rasgos revela la
inteligencia más cumplida[13] y la virtud más acendrada.
He ahÃ
porque (como cada uno lo sabe en ese reino
más allá de la mar) un soplo descendió desde
la noche de una nube, helando a mi Annabel
Lee.
Una de las quenas lleva el canto y otra el acompañamiento, o la
primera hace una especie de reclamo, al cual responde la segunda a la
distancia.
Y al fin, cuando le faltaron las fuerzas, pudo
hallar una sombra peregrina.--Sombra,--le
preguntó--¿dónde podrÃa estar esa tierra del
Eldorado?
Ya no eran más que dos voces, cuyos ecos se confundÃan
entre sÃ; luego quedó una aislada, sosteniendo una nota brillante como
un hilo de luz....
à la
dudosa luz de la luna que entraba en el templo por el estrecho ajimez
del muro de la capilla mayor, vi una mujer arrodillada junto al altar.
à la
dudosa luz de la luna que entraba en el templo por el estrecho ajimez
del muro de la capilla mayor, và una mujer arrodillada junto al altar.
Estaban con vida, y se 20
la debÃan a una araña que durante la noche habÃa
trabajado en construir aquella cortina salvadora.
Mis ojos
no se apartaban casi nunca de su rostro: ella entornaba á menudo los
suyos para dirigirme una sonrisa apretando al mismo tiempo mi mano.
Protegido por sus sombras salà á todo escape, y, á la
luz de las estrellas, divisé mi borrico, que comÃa allà tranquilamente,
atado á una encina.
Tu pupila es azul, y si en su fondo,
Como un punto de luz, radia una idea,
Me parece en el cielo de la tarde
Una perdida estrella.
Era armonioso y familiar, dotado de una prodigiosa
memoria, y ágil y pronto para la cita,[13] para la reminiscencia, para
el dato, para la imagen.
Es la
campanilla del fundo que toca el «Angelus», y que el viento hace
aparecer a ratos como un jemido y a ratos como una voz de mujer que
llama.
Esta vida activa y dura, sus
marchas continuas y su necesaria frugalidad, desarrollan en ellos gran
fuerza muscular y una agilidad extraordinaria.
Los oficiales volvieron los ojos al punto que les señalaba su amigo, y
una exclamación de asombro se escapó involuntariamente de todos los
labios.
Pero los frailes del Valle bebÃan vino, y añejo, y puro, y potencioso, y
capaz de resucitar á un difunto con sólo arrimarle á la nariz una
copita.
Sólo la
Reina de los cielos, suavemente iluminada por una lámpara de oro,
parecÃa sonreir tranquila, bondadosa, y serena en medio de tanto horror.
Yo estoy por la fabricación artificial de los nitratos y creo que mi
paÃs debiera instalar en el Niágara una planta eléctrica para su
elaboración.
Como volvÃa a su casa, vio una casa con unos jardines tan
hermosos, que dijo:--Voy a ver si en estos jardines tienen la
flor de lis y me la venden.
Con una mano se palpó la cintura, y al
encontrarse allà su corvo de los dias de fiesta, sacó con la otra la
tabaquera, y se puso a liar un cigarro.
En el Perú el ferrocarril de Oroya, el más alto del mundo,
ofrece una oportunidad singular para conocer los Andes y estudiar la
labor de sus minas.
Sólo la
Reina de los cielos, suavemente iluminada por una lámpara de oro,
parecÃa sonreir tranquila, bondadosa, y serena en medio de tanto
horror.
El mastÃn dió una
carrera, se paró á unos doce pasos de la cabeza del caballo, y se echó
atravesado en medio de la angosta vereda, ladrando siempre.
Porque bajo su ala llevaba una oscura
mezcla y mientras volaba, dejaba caer una
esencia todopoderosa para consumir un alma que
tan bien la conocÃa.
Cuando era aprendiz asistÃa un dÃa a una conversación
entre su maestro y un parroquiano, en la cual éste mantenÃa que todos
los hombres eran iguales.
Cuando llegue el momento de
poner la mano sobre las teclas, va á comenzar una algarabÃa de
sonajas, panderos, y zambombas, que no haya más que oir...
Era de Jerez; no hacÃa
más que un año que estaban{23-1} en Madrid establecidos; su papá ocupaba
un alto empleo; tenÃa dos hermanitos y una hermanita.
Hace poco se publicó la
memoria de la CompañÃa de Teléfonos del RÃo de la Plata, y en ella se
declara una ganancia neta de novecientos mil pesos oro.
Le oyó con interés, desapareció por un momento
entre las ramas de la ribera, y volvió trayendo entre 20
sus manos una hacha de oro.
Mamerto tenÃa una afición bárbara por los toros; y una vez, cuando se
estableció una escuela de tauromaquia, estuvo a punto de ser nombrado
profesor.
Nuestro padre vendió muchas pieles de puma y de jaguar y levantó con su
comercio una pequeña fortuna, pero no se hallaba a gusto[4] fuera de su
paÃs.
Terminada la misa me levanté, y dirigiéndome
al lugar donde habÃa estado el peral, recogà una de las flores que en el
suelo hallé,--flor ya marchita.
Un dÃa las cabras volvieron
del pasto mascando las ramas de un árbol desconocido,
y mostrando en todos sus movimientos una
singular agitación.
Él le decÃa con ternura:--¿Por qué
lloras?--Perdona este involuntario sentimiento de egoÃsmo, le
respondió ella enjugándose una lágrima; lloro por mÃ.
Fernando le miró á su vez como asombrado de que concluyese lo que iba
á decir, y le pregunto con una mezcla de ansiedad y de alegrÃa:
--¿La conoces?
para oir
una cencerrada; porque personas que lo oyeron dicen que lo que hizo el
dichoso organista de San Bartolomé en la catedral no fué otra cosa....
Un hombre antipático trajo una caja algo mayor que la de un violÃn,
forrada de seda azul con galones de plata, y por dentro guarnecida de
raso blanco.
Vo no creo en Dios, y para darte una prueba voy á
cumplirte lo que te he prometido; porque aunque poco rezador, soy
amigo de no faltar á mis palabras.
Al pronunciar tan insolente ultraje
La lámpara del Cristo se encendió:
Y una mujer velada en blanco traje,
Ante la imagen de rodillas vió.
Aparte de
esto, muchas tiendas mantienen una clientela numerosa en los distritos
rurales, a la que sirven remitiendo sus pedidos por encomienda postal.
Arrimóse á la pared de
una casa, descansó algunos instantes, y repuesto un tanto, empezó á
cantar la romanza de tenor del primer acto de _La Favorita_.
Con su estuche en una mano y el sombrero en la otra, entró el barbero, y
haciendo una profunda reverencia preguntó:--¿En qué puedo servir a Vd.,
señor?
Hay monedas
de oro de una, de media y de un quinto de libra, y
monedas de plata de 1, de 1/2 de 1/5 de 1/10 y de 1/20 de sol y
monedas de cobre.
He bebido de un agua que corre con sonido
arrullador, de una fuente subterránea pero
poco profunda, de una caverna que no está
muy lejos, bajo tierra.
La excursión del rÃo Orinoco hasta Ciudad BolÃvar, o 25
sea a una distancia aproximadamente de 200 millas, es
sumamente interesante.
Sin más parientes que su
hija ni mas amigo que su órgano, pasa su vida entera en velar por la
inocencia de la una y componer los registros del otro....
Toda la ternura de esposa y de madre,
reconcentrada en el corazón de la viejecita, brotó de pronto como una
fuente impetuosa, inundándola de felicidad.
Caracas, la capital, está situada a
una elevación de 3000 pies, más o menos, sobre el 20
nivel del mar, y su clima es insuperable.
VARIANTS: =Cuando
tienen seis años; después de cumplir= (or =al cumplir=) =seis años.=
[2] =a una edad más temprana,= _of a lesser age; even younger_.
à mi lado ante juegos tan extraños
Concha, la primogénita, me mira:
¡Es toda una persona de seis años
Que charla, que comenta y que suspira!
Acerca del café hay una graciosa tradición árabe: 20
Cuéntase que un pobre derviche no poseÃa más que
una cabaña y algunas cabras.
En
la cima se halla escondido entre los olivares un antiguo castillo, que
labrarÃan{79-2} los moros sobre aquel cerro, porque domina una extensa
llanura.
Éste tomó el alacrán, lo puso sobre el marco de la 15
ventana, le echó una bendición, y dijo:
--Animalito de Dios, sigue tu camino.
Nada; allà estaba en el mismo sitio, rÃgido, amarillo, sin una gota de
sangre en el rostro, lo cual me hizo pensar que habÃa muerto de
conmoción cerebral.
à la edad que cuenta, lleva hechas dos campañas _de rey_; es
decir, le ha tocado la suerte de servir en barco de guerra, dos veces, á
cuatro años cada una.
Allá lejos, en el fondo,
brillaba como una estrella perdida en el cielo de la noche, una luz
moribunda, la luz de la lámpara que arde en el altar mayor....
Dejémosle descansar, mientras el señor Lopera da sus instrucciones al
sirviente, que era un mozo listo y socarrón, y muy á propósito para
seguir una broma.
El segundo acorde, amplio, valiente, magnifico, se sostenÃa aún
brotando de los tubos de metal del organo, como una cascada de armonÃa
inagotable y sonora.
En mi coche penetran varios, y entre ellos una señora con una perra, á
la que trata de ocultar en el seno para no incurrir en las iras de los
empleados....
Neira se encojió de hombros; bien sabia él que al infeliz no le convenia
ponérsele solo por delante; lo malo era que buscaria una cuadrilla para
asaltarle.
No hay una casa, en el campo, donde no se vea el _casero_ u _hornero_ en
los horcones, y en los postes y estacas de los corrales y cercados de
los caminos.
Observé que buscaba alguna cosa que no encontraba,
hasta que vió á la mujer, que era una vieja mal vestida y desgreñada,
que le estaba mirando atentamente.
Pablo estaba seguro de que mientras Tony velara su sueño, no serÃa nunca
vÃctima de una sorpresa; confiaba en la lealtad y la fuerza de su noble
mastÃn....
Santiago, la capital, tiene una población de cerca de 380,000 de
habitantes y es una ciudad hermosa, justamente llamada el "ParÃs de los
Andes."
39.
Se adapta a grandes espectáculos
porque su escenario es vasto y está muy bien aparejado de la maquinaria
para obtener una _mise en scène_[2] irreprochable.
Y
algunas veces se pone la palabra _oro_ después de una
suma para indicar el peso de oro que tiene un valor
fijo de 96-1/2 centavos (oro americano).
Ahora bien, una designación
común crea en la mente la presunción de que existen semejanzas estrechas
entre todas las partes que concurren a formar ese todo.
Las campanas de la
parroquia tocaban de una manera lúgubre; su voz, siempre triste, parecÃa
una queja que herÃa nuestros oÃdos á la vez que nuestro corazón.
Los encajes del vestido de Celinina
se movieron también, y las hojas de sus flores de trapo anunciaban el
paso de una brisa juguetona ó de manos muy suaves.
Vaya ahora de paso una advertencia:
Muchos censuran, sÃ, lector benigno
Pero a fe, que hay bastante diferencia
De un censor útil a un censor maligno.
à la sombra de aquella casa patriarcal fué creciendo la pequeña Juana,
no sólo de cuerpo, sino también en virtudes hasta llegar á ser una
especie de santita.
Al poco rato encontraron unas mujeres, y una de
ellas dijo: 5
--¡Miren qué hombres más tontos!
Con la excepción de[65] un pequeño trecho en las montañas, el tren
recorre una comarca casi llana, dedicada principalmente a la agricultura
y a la ganaderÃa.
El faro estaba
situado en un peñasco que sólo se unÃa á la tierra firme por medio de
una calzada estrecha, construida sobre una lengua baja de arena y rocas.
Entonces el ricazo sacó la bolsa, y poniendo sobre la mesa un billete de
quinientos duros sin decir palabra, dirigió al ventrÃlocuo una mirada
interrogativa.
Lesson,
examinando una, muerta en los alrededores de Montevideo, la encontró de
una extraordinaria semejanza con la especie de Cuba y de los Estados
Unidos.
Me acerqué á él, hice una seña al sacerdote, y éste puso una mano sobre
el pecho de Fernando, retrocediendo al punto, porque el corazón de mi
amigo no latÃa.
Detrás de mà estaban sentadas dos niñas de once á
doce años de edad, cuyos perfiles--lo único que veÃa de ellas--eran de
una corrección y pureza encantadoras.
En
esta lancha habÃa hasta una docena de hombres vestidos de igual manera
que el Tuerto; y también como él llevaba cada cual un pequeño lÃo de
ropa al brazo.
Mientras Juan, de tres años, es soldado
Y monta en una caña endeble y hueca,
Besa Margot con labios de granado
Los labios de cartón de su muñeca.
Corrió en su auxilio el marqués, y abanicándole
el rostro con _El Siglo Futuro_, logró oir brotar de sus labios una
frase entrecortada:
--El premio gordo...
En los centros densamente poblados, donde[98] los solares
urbanos tienen un alto valor, las casas de varios pisos se han impuesto
como una necesidad económica.
Es la menor de las grandes Antillas, y tiene una
extensión[275] aproximada de 3400 millas cuadradas, o más
de las tres cuartas partes de la de Connecticut.
Me apresuré á levantarla, cogiéndola, si mal no recuerdo,
por una pierna, y me informé minuciosamente de si habÃa padecido alguna
fractura ú otra herida grave.
Esperando la llegada de la gente, me senté en una silla metálica de las
que dividen el paseo, y me puse á contemplar con ojos distraÃdos el
juego de los chicos.
Un huracán, una ráfaga de viento arranca con facilidad
estas masas inmensas que parecÃa desafiaban a todas las convulsiones y a
la duración misma de los siglos.
Continúese la siguiente expresión, dando una sinopsis en los tiempos
simples asà como el perfecto y el pluscuamperfecto de indicativo: _hago
que otro les hable_.
Dicho puerto se halla en una región rica en
perlas y próximo a la famosa mina de Trinidad, a la vez que[70] es el
centro de la producción y exportación del café.
El triste leñador oyó entonces una dulce voz que le
dijo: 10
--¿Qué tienes,[176] buen hombre?
una tarde encontré sentada en mi puesto, y vestida con unas ropas
que llegaban hasta las aguas y flotaban sobre su haz, una mujer
hermosa sobre toda ponderación.
Al propio tiempo _Heredia_ fijó en él sus ojos; y dando un grito y un
salto como si le hubiese picado una vÃbora, arrancó á correr hacia la
calle de San Jerónimo.
Al
verla, ambos dejaron escapar una exclamación de júbilo, y apresurando
el paso en su dirección, no tardaron mucho en encontrarse junto al
retablo en que ardÃa.
Y encima de
esto y por contera y remate, ¡no tener palabra ni ojos sino para el
mando y para lanzar miradas que dejaban al más osado hecho una estatua
de piedra!
Yo se los irÃa sacando con una vara
de acebuche si lo pillara entre cuatro paredes, por muy agarrados que
estuvieran.{128-3} ¡Atreverse conmigo, con un religioso!
De las dos compañÃas brasileñas que conozco, una ha iniciado el tráfico
ultramarino con paquetes transatlánticos que llegan hasta Nueva York con
pasajeros y carga.
Donde va la gente.[2] Y eso que, si he de decir la verdad, desde que
murió maese Pérez, parece que me echan una losa sobre el corazón
cuando entro en Santa Inés...
El año de cincuenta y ocho vine á Madrid con una comisión del
Ayuntamiento de Valencia para gestionar la rebaja de la cuota de
consumos.{12-1} TenÃa yo entonces...
En cuanto á traje, tampoco se le conozco determinado, pues en verano
andan en cueros vivos, ó se disputan una desgarrada camisa que á cada
hora cambia de poseedor.
exclamó Teobaldo al oirle; déjame en
paz; ó ya que no he encontrado una sola pieza durante el dÃa, te
suelto mis perros y te cazo como á un jabalà para distraerme.
Llegó el año 1821 y Méjico se sublevó y echó fuera el
gobierno despótico que le oprimÃa, estableciendo en su 25
lugar una república independiente.
No existÃan en aquel tiempo los relojes, y él fué el
inventor de la primera medida del tiempo, construyendo
una especie de velas que ardÃan durante ocho horas.
Otra falta muy general es la pronunciación de la letra 10
_ll_ como si fuera una _y_, como por ejemplo en la palabra
_calle_, muchos dirán _caye_.
Se conserva soltero, porque entre su lancha, sus campañas
y sus redes, que teje con mucho primor, nunca le quedó un cuarto de hora
libre para buscar una compañera.
Cicerón poseÃa una inteligencia tan feliz y asombrosa,
que los padres de sus condiscÃpulos acudÃan a la escuela
con el solo objeto de oÃrle explicar su lección.
Desde Santa Clara, continuaremos
el viaje por los Ferrocarriles Unidos de la Habana, hasta esta última
ciudad, a donde[37] llegaremos después de una noche de viaje.
La habitación estaba negra como el fondo de un
tintero: no se oÃa ruido alguno fuera, ni el más leve rumor: aquel
cuarto tan silencioso y obscuro parecÃa una tumba.
Los guerreros
del claustro dicen que pusieron mano una noche á sus espadas de
granito, y dieron que hacer á los que se entretenÃan en pintarles
bigotes con carbón.
Si al principio las traslaciones se hicieron sin
desorden, después se armó una baraúnda tal, que parecÃan andar por allÃ
cien mil manos afanosas de revolverlo todo.
VARIANT: =Más obscuro.=
XXI.--TABACO
--He leÃdo en el periódico, que en Cuba el tabaco da, a menudo, una
utilidad de quinientos a mil dólares por acre.
Alguna cosa hubiera dado por echarle
encima los diez mandamientos; en cuyo caso, aunque luego se hubiese
arrepentido, por el pronto lo estruja{128-1} como una breva.
Allà debÃa esperarle otro tratante en
ganados, y los dos juntos debÃan ir á ver una punta de ovejas merinas
que se hallaban pastando en las cañadas de Cabeza-fuerte.
El ruido es mareador y se siente en el
aire una trepidación incesante; el repiqueteo de los cascos, el vuelo
sonoro de las ruedas, parece a cada instante aumentarse.
Cuando querÃa
ponderar una gran distancia, lo pesado de una faena, la disparatada
estatura de alguno, decÃa con énfasis:
--¡Es más largo que las noches de Córdoba!
En una palabra: mis vecinos tienen el balcón por casa, excepto para
dormir y vestirse; y ni aun en estas dos ocasiones quieren prescindir
totalmente de la publicidad.
Junto a uno de los
lados de la entrada hay un tabique, el cual deja en el fondo del
edificio una abertura que comunica con el aposento en que hace el nido
la pareja.
Levantó una copa de caña[4] y brindó:
--Moisés: Como decimos en Rusia, yo deseo que tu tierra sea siempre
fecunda y que por abundante,[5] no logres juntar su fruto.
Los dÃas en que mi amigo no tiene convidados se contenta con una mesa
baja, poco más que banqueta de zapatero, porque él y su mujer, como
dice, ¿para qué quieren más?
Ni una hoja
susurraba;
no se oÃa
una pisada,
todo mudo,
todo en calma,
todo en sueño
menos _tú_ y _yo_ (¡cuál me agito al unir las dos palabras!)
menos tú y yo.
Peguéla una
trisca que la dejé por muerta, y á los tres dÃas me vende una sábana por
media azumbre de caña; doila ayer veintiún cuartos pa carne, y bébelos
tamién...
Busqué entonces una gran tranca, aseguré
con ella la puerta, y caà al suelo sin sentido.[93]
Cuando llegó mi padre me abrazó y me dijo:
--¡Eres un valiente!
Corrimos a donde él estaba,
le rodeamos como de costumbre,[77] y él continuó: 5
--Cuando yo era niño vivÃa en una casita cerca
de un monte.
Cuando se dirigÃa al baño, un amigo que le acompañaba le dijo:
--Con los negocios que acabas de hacer tienes una ganancia muy pingüe,
pues has triplicado tu capital.
El marqués alzó la voz, diciendo que era preciso tener el
diablo en el cuerpo para largarse á tales horas y con una cuarta de
nieve, á lo cual respondieron unánimes D.
Era joven, de buen
semblante y de estatura grande; vestÃa un lindo traje[141]
de terciopelo rojo y amarillo, y llevaba consigo una
bonita flauta de ébano y oro.
La tierra dió muestras 15
de gran fecundidad; los árboles se llenaron de
flores y de pájaros, y todo parecÃa renacer a una vida
alegre y nueva.
Sus padres no podÃan sacrificar ni una hora de sus tareas para llevarle
al campo: el trabajo de los padres es rudo y despótico, y ocupa todos
los instantes de su vida.
Todas las figuras que dibuja en sus cuadros no tienen un
pie, ni una pulgada más que cualquiera de los vecinos de nuestra buena
capital.[16] Cuanto les rodea es prosa.
Y eso es todo lo que
sé acerca de la niña y de los tres osos que vivÃan en el hermoso
bosque en la pequeña casa con solamente una ventana y una 85
puerta.
Concluida
una expedición, vuelve al instante a emprender otra, sin detenerse más
tiempo que el necesario para completar su nueva carga de embudos,
cafeteras y faroles.
Oro y viandas recataba con la falda de su vestido, cuando al volver una
calle de rosales tropezó con su padre, que también habÃa salido á
distraer allà sus melancolÃas.
Por instinto
se encaminaron á una puerta, entregaron sus billetes, y asediados por
un solÃcito agente de fonda, se metieron en el coche, que los llevó á
la del Inglés.
DifÃcil era el negocio, porque el caballo estaba perfectamente
custodiado, pero aquello era una cuestión de
honor, en la que el arte no debÃa darse por[343] vencido.
II
EL CARLANCO
(_Cuento popular infantil_)
Era vez y vez una cabra, muy mujer de bien: que tenÃa tres chivitas que
habÃa criado muy bien, y metiditas en su casa.
Los
corredores parecÃan unos energúmenos; más tenÃan caras de hombres
enredados en una discusión de taberna, que de comerciantes en el acto de
realizar sus operaciones.
Luego[2] deben su desarrollo natural y espontáneo a una
fuerza vital de que están dotados por la naturaleza de sus condiciones
de existencia excepcionalmente favorables.
This is strictly true of the
honey-bee, but not to my knowledge of butterflies or dragon-flies.]
--Cada cual de nosotras era una nota en el concierto de los bosques.
Al fin de la avenida lúgubre
nos detuvo la puerta de una tumba
(¡oh, triste noche del lejano octubre!)
nos detuvo la losa de una tumba,
de legendario monumento fúnebre.
Entonces Andrés dió a la muchacha un gran ramo de alelÃes, parásitas y
azucenas silvestres que habÃa cogido en el camino, acompañando el
obsequio con una frase de elogio.
Pero entonces se fué reuniendo[11] alrededor de ellos
como una procesión de gentes que se burlaban de[12] las 20
personas llevando a cuestas[13] un burro.
TemerÃase a
cada momento un choque, un fracaso, si no se conociese que este inmenso
rÃo que corre con una fuerza de alud, lleva en sus ondas la exactitud de
una máquina.
Una mañana estaba Varmen en el patio, lavando en una media tinaja
empotrada en un poyo adherente al pozo: á su lado estaban jugando sus
hermanas y los hijos del manijero.
Allà ensanchó sus conocimientos, y concibió y
maduró su gran proyecto de atravesar el Atlántico, en
busca de una vÃa que facilitase el comercio entre Ãsia
y Europa.
Los guerreros del
claustro dicen que pusieron{161-2} mano una noche á sus espadas de
granito, y dieron que hacer á los que se entretenÃan en pintarles
bigotes con carbón.
Los holandeses se establecieron en Pernambuco en el 25
año de 1631 y fueron extendiendo poco a poco su poder
sobre una porción considerable del Brasil.
El interior lo
formaba, como las granjas del Norte, una sola y vasta pieza; en el
testero habÃa un hogar para fuego de leña, que servÃa de cocina, de
estrado y de comedor.
Entonces Fernando de Lesseps y
otros ingenieros franceses trazaron el proyecto de un canal por el istmo
de Panamá y formaron una compañÃa por acciones para llevarlo a cabo.
Los ojos se salen de sus órbitas, como si
tratara de buscar una moneda caÃda en una laguna; inclina el cuerpo y
hace contorsiones tales, como si hubiese tragado una espina.
Mira, la fuente brota escondida en el seno
de una peña, y cae resbalándose gota á gota por entre las verdes y
flotantes hojas de las plantas que crecen al borde de su cuna.
Permanecà allà breves instantes, y luego, llegada ya la hora de la cena,
fuà en busca de la familia y de sus convidados, sentándonos todos á una
mesa suntuosamente servida.
VenÃa en camisa, sin zapatos, trayendo una vela encendida y
puesta en su palmatoria de cobre, y con esa cara especial del hombre á
quien despiertan en lo mejor de su sueño.
à los pocos minutos una gran claridad, que de improviso se derramó por
todo el ámbito de la iglesia, anunció á los oficiales que habÃa llegado
la hora de comenzar el festÃn.
à los pocos minutos, una gran claridad que de improviso se derramó por
todo el ámbito de la iglesia, anunció á los oficiales que habÃa
llegado la hora de comenzar el festÃn.
De noche en las casas (pues se domestica
fácilmente) y en el campo grita asimismo descompasadamente, apenas
siente algún rumor o advierte una novedad que le causa extrañeza.
El sacerdote inclinó la frente, y por encima de su
cabeza cana y como á tráves de una gasa azul que fingÃa el humo del
incienso, apareció la Hostia á los ojos de los fieles.
Mira, mientras me visto, porque ya aborrezco la cama,
cierra esos vidrios, los vidrios nada más, no las maderas, y tráeme
varias libras de jamón y una espuerta de pan, y....
muchÃsimo._ Envolvà una moneda de dos cuartos en la hoja, y
aprovechando la ocasión de no pasar nadie, después de hacerle seña
de{16-1} que se retirase, la arrojé al balcón.
Pero cuando las hadas que se han refugiado
bajo esa luna de la que se han servido, por asÃ
decirlo, como de una tienda, la dejan, no pueden
jamás volver a encontrar abrigo.
Aburrido ya de aguardar una aurora que no llegaba, tiró del
cordón de la campanilla, y oyó con gozo vibrar á lo lejos su metálico
timbre; pero no acudió nadie al llamamiento.
Caracas
está situada a una distancia de 7 millas, en linea
recta, de La Guaira, puerto de mar que comunica con
ella por un ferrocarril que tiene 23 millas de longitud.
Hiéreme con una de las
flechas EN LOS OÃDOS; _los culpables son ellos, que no oyeron el consejo
de mi padre: hiéreme_ EN EL CORAZÓN, _que no le quiso ni respetó como
debÃa_.
Una
linda campesinita de negros ojos, de labios grosezuelos y rosada tez,
ordeñó una vaca de ternero grande y le pasó al viajero la vasija
rebosante que él mismo vió llenar.
Al observar la mirada de espanto y congoja que me dirigÃa se templó mi
furor, y en vez de lanzarle un apóstrofe violento, como tenÃa
determinado, le mandé una sonrisa galante.
Algunos minutos más tarde oigo que tocan "salida de toros", y
yo, bruto de mÃ, olvidando todo y creyendo que hay corrida de toros
en la porterÃa, salgo como una saeta a verla.
Con gran calma saca todo lo necesario de su estuche; sienta al forastero
en una silla, y sin el menor miedo pero con mucho cuidado termina el
muchacho felizmente la operación.
Del lado de afuera del pretil habÃa una gran cantidad de flores, que se
inclinaban hacia adentro del gran salón de verdura, como para buscar la
sombra, ó para lucir sus galas.
La población se encuentra en un 5
valle, a una altura de 7500 pies sobre el nivel del mar,
y a unas 70 millas, en lÃnea recta, al sudeste de Guayaquil.
Las cien voces de sus tubos de metal resonaron en un acorde majestuoso
y prolongado, que se perdÃo poco á poco, como si una ráfaga de aire
hubiese arrebatado sus últimos ecos.
Por consiguiente, los compradores deben tener
suficiente práctica para apreciar el rendimiento de la lana que
compran; es decir, el peso a que quedará reducida una vez lavada.
Rosario, mucho más cerca de Buenos Aires, tiene su puerto dragado hasta
una profundidad mÃnima de 6.90 metros en marea baja, lo que le permite
recibir grandes transatlánticos.
A ELENA
Elena, tu belleza es para mà como esas barcas
niceanas de otro tiempo que sobre una mar
profunda llevaban dulcemente al viajero, cansado,
hacia su ribera natal.
En una ocasión en que iba por los montes, vió a una avispa que se estaba
ahogando en un arroyo; le alargó una rama, y la avispa se subió en ella
y se salvó.--¡Dios te lo pague!
Entró en la casa y no vio a nadie a quien preguntar, recorrió 30
todos los jardines y al fin vio una planta con una flor
de lis tan bonita, que se decidió a llevársela.
Estaban las rotas esculturas impregnadas, digámoslo asÃ, del alma de
Celinina, ó vestidas, si se quiere,{64-1} de una singular claridad muy
triste, que era la claridad de ella.
II
Entré en una sala lujosamente amueblada; pasé por allà sin detenerme
apenas, y abrà la puerta de un gabinetito en el que estaba la alcoba
donde murió la desgraciada niña.
J., ya no encerraban generoso vino,
consolador de penas y fatigas, sino una especie de aguachirle semejante
al de los barreños que en las tabernas sirven para fregar los vasos.
lo que nos recomiendan los
que entienden de estas cosas[10]: «¡guiaos[11] por una polÃtica
ilustrada, mandad comerciantes, no buhoneros y baratilleros!» En otras
palabras, Ud.
En la madrugada
habÃamos salido de Orán, y á mediodÃa, estando á la altura de Cartagena,
vimos en el horizonte una nubecilla negra, y al poco rato un vapor que
todos conocimos.
Nada, que tuvieron que entrar en una
taberna y pedir lo único que sabÃan decir en español, 10
café; pues por fortuna[167] habÃa sobre la mesa unas
galletas.
Su mujer desocupa
en una tartera desportillada un potaje de berzas y alubias, mal cocido y
peor sazonado; pónelo sobre el arcón, y junto á él un gran pedazo de pan
de munición.
Usamos como referencia una 1909 impresa por la SBBE para la
SBA en 1922, la cual tiene el formato "angosto" que ya no se imprime,
probablemente por su tipo de letra tan pequeña.
En cuanto a Mamerto no dejaba de tener unas dudillas,
porque se acordó de que éste durante la vida habÃa dicho más de una
vez:--Por una corrida de toros dejo yo la gloria eterna.
Es difÃcil tenerla
enjaulada si no se ha criado en casa, a causa quizá de ser de una
naturaleza tan viva que no se para jamás, pues hasta para cantar va
saltando o revoloteando.
Hay una zona, que comprende Méjico, América Central y las Antillas,
donde los Estados Unidos llevan a Europa la ventaja de la proximidad y
de una relación comercial más estrecha.
Mientras ella hablaba asÃ, el joven, absorto en la contemplación de su
fantástica hermosura, atraÃdo como por una fuerza desconocida, se
aproximaba más y más al borde de la roca.
no sé: yo creà ver una mirada que se
clavó en la mÃa; una mirada que encendió en mi pecho un deseo absurdo,
irrealizable: el de encontrar una persona con unos ojos como aquellos.
Desde el dÃa, que yo siempre tendré por funesto, en que llegásteis á
la fuente de los Ãlamos en pos de la res herida, dirÃase que una mala
bruja os ha encanijado con sus hechizos.
en --, in place, instead; una -- más, once more; otra --,
again, once more; ór dos veces, twice; tal --, perhaps, perchance; una
-- y otra, again and again; unas veces, sometimes.
Y los ángeles, todos pálidos
y macilentos se levantan y cubriéndose afirman
que ese drama es una tragedia que se
llama «El Hombre» de la cual el héroe es el
Gusano Vencedor....!
Dan impulsos de traer á aquellos parajes una colmena,
para probar si la vista del hogar doméstico las hace romper el encanto
que las tiene convertidas en pequeñas y mudas estatuas.
El perro 5
siguió haciendo[35] visitas diarias al herrero, éste[36] lo siguió
curando,[37] y al cabo de una semana el perro estaba
curado por completo.
Entre los recién llegados figura un teniente de carabineros que viaja
con un saco de noche, dos sombrereras, una escopeta de dos cañones y un
manojo de sables atados con un cordel.
Felizmente, al practicarse unas
excavaciones, fué descubierta la ignorada joya, que ha
sido reconocida como una de las obras maestras salidas
del cincel de su sublime autor.
La América del Sur posee escritores y poetas de primer orden, oradores
elocuentes y diplomáticos versados en el derecho de gentes, de una
habilidad y de una lucidez incontestables.
Pero tengo
lástima de ti y sólo te condeno a quince dÃas de cárcel y a una multa
para el tesoro del Sultán, y al pago de los destrozos que has causado en
la cúpula de la mezquita.
De tus ojos, engastados en el santuario celeste
de tu corazón, caen las miradas desoladas
ahora, ¡oh Dios!, sobre mi espÃritu fúnebre,
como la luz de una estrella sobre un sudario.
El gentÃo se llevó las velas, las anclas,
los remos: hasta desmontamos el mástil, que se cargó en hombros una
turba de muchachos, llevándolo en procesión al otro extremo del pueblo.
elegir
una persona que hable el castellano, y sobre todo que sea de una cultura
y experiencia algo mayor de la que usualmente se requiere para tales
trabajos en los Estados Unidos.
Mientras subÃan
el telón seguimos charlando, aunque muy bajito: se habÃa establecido
entre nosotros una gran intimidad, y me abandonó una de sus manos que yo
acariciaba embelesado.
Pero entonces, acercándose á MarÃa, le tomó una mano, apoyó el codo en
el pretil árabe desde donde la hermosa miraba pasar la corriente del
rÃo, y torno á decirle:--¿Por que lloras?
Su lenguaje no es italiano ni español, aunque participa de ambos; es una
graciosa mezcolanza de palabras españolas italianizadas y vice-versa,
formada por él para su uso particular.
V
Y yo dije a mi alma: «Más que Diana
ardiente, aquella misteriosa Luna
rueda al través de un éter de suspiros;
lágrimas de su faz una por una
caen donde el gusano nunca muere.
Y haciendo una señal de aceptación el médico, extendió la mano hacia
Castilla, y dijo:
--Allà hay unas aguas purificadas que han de completar la salvación de
la virgen musulmana.
Después de mucho esperar llegó el mozo
casi sin aliento y depositó airoso sobre la mesa un par
de billetes de una corrida de toros que iba a verificarse
dentro de breves dÃas.
Las chiquillas no se hicieron de rogar,{83-6} y la una cantó:
En un cuerno de la luna
He puesto á mi corazón,
Para que no se lo lleve
Un gato que es muy ladrón.
Pedro entonces, acercándose á MarÃa, le tomó una mano, apoyó el codo en
el pretil árabe desde donde la hermosa miraba pasar la corriente del
rÃo, y tornó á decirle:--¿Por qué lloras?
Pero poco tiempo
después se encalabrinó con otra muchacha muy linda también, y se casó
otra vez a pesar de las protestas del tÃo Paciencia, que consideraba
esto una enorme tonterÃa.
ya
sabes que hoy ignoro dónde descansa su hermoso cuerpo; envié una carta á
mi tÃa, que no la leyó hasta dos meses después de cumplirse el plazo,
porque ella también estaba enferma.
Cada una de sus notas parecÃa un sollozo
ahogado dentro del tubo de metal, que vibraba con el aire comprimido
en su hueco, y reproducÃa el tono sordo, casi imperceptible, pero
justo.
Delante del Portal hay una lindÃsima plazoleta, cuyo centro lo{73-3}
ocupa una redoma de peces, y no lejos de allà vende un chico _La
Correspondencia_, y bailan gentilmente dos majos.
Predomina en ellas el
tipo latino, quizá el 15
andaluz mismo, que es
una graciosa mezcla
del romano, del árabe
y del griego.
Uno u otro[9] método se prestarÃa al engaño; y para
evitarlo, existe una tarifa llamada de avalúos, que no es sino[10] la
lista de las mercaderÃas con los valores que tienen en plaza.
Aunque decente y aseada, era pequeña y
no tenÃa patio; mas como el patio es una casi necesidad para los
andaluces, servÃa de tal un espacio empedrado que ante la casa habÃan
allanado.
Era analfabeto casi y sólo conocÃa por referencias[2] ciertos pasajes de
la Escritura que citaba a menudo al intervenir en la entrega de una reja
o en la compra de un rollo de alambre.
Ese pudor no era, quizá, sino pudor virginal--pudo
muy bien pasar por tal,--aunque su esplendor
haya hecho nacer una llama más impetuosa
todavÃa en el seno de aquel que, ¡pobre de él!
Pero su perfil fino, sus flancos recogidos y la gallardÃa de
su construcción, delataban una embarcación ligera y audaz, hecha para
locas carreras, con desprecio á los peligros del mar.
EL BARBERO DE LA CORUÑA
Un dÃa llegó a una fonda de la Coruña un forastero de gran talle,
corpulento y fuerte, con centellantes ojos negros y rostro cubierto de
larga y espesa barba.
FuÃ
puntual a la cita, y en los comienzos de la noche entraba en compañÃa de
Gonzalo de Quesada por una de las puertas laterales del edificio en
donde debÃa hablar el gran combatiente.
Procopio un desaforado jayán, cetrino y barbudo, más
adecuado para llevar una casa sobre la espalda ó tirar de una carreta,
que para gozar en contemplaciones mÃsticas y éxtasis divinos.
Ya principiaba á encorvarse en la época del suceso que voy á referir: y
era que ya tenÃa sesenta años..., y llevaba cuarenta de labrar una
huerta lindante con la playa de la _Costilla_.
à la hora de la cena ella
misma preparaba su chocolate, batiéndolo cuidadosamente con un clis clas
producido por el choque de una sortijita de oro y carey contra el mango
del molinillo.
Al otro dÃa, CurrÃn escribió unos versos en que decÃa á Finita:
Nace el amor de la nada;
De una mirada tranquila;
Al girar de una pupila
Se halla un alma enamorada.
El corazón le latÃa fuertemente; las piernas le temblaban; cuando
quiso cantar en una de las calles más céntricas, no pudo; el dolor y la
vergüenza habÃan formado un nudo en su garganta.
En el
aljibe, cuyo[162] interior está revestido de una capa impermeable, se
recoge[163] el agua de lluvia que[164] se escurre[165] de los techos de
la casa por unas cañerÃas especiales.
HabÃa anochecido ya, y le faltaba a[153] Pedro cerca de[154]
una milla para llegar a su casa, cuando sintió un ruido 5
sordo que le hizo latir aceleradamente el corazón.
tender, to stretch, stretch out, extend, direct, draw back, raise,
draw, aim, cast; -- una mirada, to take a look; to look; to glance; --
la vista, to cast a glance, direct one's glance.
VivÃa cerca de Valencia, en una casa de campo, y
sólo venÃa á Madrid cuando algún asunto lo exigÃa: en esta ocasión era
para gestionar el ascenso de un hijo, registrador de la propiedad.
Antes que eso, le aconsejarÃa
constituir aquà una asociación entre fabricantes de artÃculos semejantes
a los suyos, y reducir de ese modo los gastos de una representación en
el exterior.
Este último instrumento
consiste en una caña delgada de guadua, de cuarenta y cinco centÃmetros
de longitud, cerrada en sus extremos con pergamino y unos cuantos granos
de maÃz, adentro.
Pero he aquà que el Rey de aquel
paÃs llega en su magnÃfica carroza, precedido y seguido de
lujosos caballeros y rodeado de servidores que sostienen
una sombrilla de oro sobre su cabeza.
Quiso probar también el derviche las ramas y
el fruto que ellas comÃan, y notó al instante circular
por sus venas un suave calor, y se sintió poseÃdo de
una alegrÃa extraordinaria.
Vino, pues, el Prior nuevo precedido de esta fama: anduviéronse los
frailes con gran pulso para no deslizarse en la menor cosa, y el
convento por lo tranquilo parecÃa una balsa de aceite.
Neira es una fiera;
tan pronto acomete como se defiende; ya la batalla es silenciosa y solo
se siente el ronquido del que agoniza y el aliento jadeante y cortado de
los que se acuchillan.
Una mañana, al volver á casa, encontré, al pasar por una de las
habitaciones, á una muchacha de quince á diez y seis años, á la que
nunca recordaba haber visto, cosiendo con el mayor afán.
Entonces apelaron á la justicia del rey; pero el señor se burlo de las
cartas-leyes de los Condes soberanos;[1] las clavó en el postigo de
sus torres, y colgó á los farsantes de una encina.
La singular disposición de
sus dobles techos y paredes, dotados los techos de poderosos
ventiladores, permiten mantener, aun en los dÃas más ardientes del
verano, una temperatura muy baja.
Las sienes le latieron con una violencia
espantosa; una nube de sangre obscureció sus pupilas, arrojó un segundo
grito, un grito desgarrador y sobrehumano, y cayó desvanecido sobre el
ara.
Las sienes le latieron con una violencia
espantosa; una nube de sangre obscureció sus pupilas, arrojó un
segundo grito, un grito desgarrador y sobrehumano, y cayó desvanecido
sobre el ara.
Lo verificamos usando
primordialmente una 1909 impresa por la Sociedad BÃblica Británica y
Extranjera (SBBE) para la Sociedad BÃblica Americana (SBA) en 1925, la cual
compré en México D.F.
Cincuenta años de activÃsima existencia de trabajo no habian
podido marcar en él otra huella que una leve inclinación de las espaldas
y algunas canas en el abundante pelo negro de su cabeza.
El siguiente texto es una copia extensamente verificada del texto Valera
1909 de la Online Bible (OLB) (www.onlinebible.org) la cual ellos obtuvieron
de las Sociedades BÃblicas Unidas (SBU).
El
_chipá_ de los paraguayos es, en realidad, una especie de pan; pero las
roscas y rosquetas de maÃz son bollos muy agradables en cuya preparación
entra la manteca, huevos, leche y azúcar.
Estos dos caballeros, iguales en cuna, valor y nobles prendas,
servidores de un mismo rey y pretendientes de una misma dama,
llamábanse Alonso de Carrillo el uno, y el otro Lope de Sandoval.
La compañÃa que lo hizo y lo administra es inglesa, la
misma que con el nombre de Anglo-Argentina y desde hace muchos años
explota una de las lÃneas de tranvÃas más poderosas de Sud América.
También suele comprar calderas, pailas y sartenes viejas en una parte de
la Isla, para venderlas por nuevas[3] en la otra, si es que no logra
colocarlas en la misma parte donde las adquirió.
El hombre fue Rey y se paseaba en una magnÃfica carroza 20
precedida y seguida de lujosos caballeros, y le rodeaban servidores
que sostenÃan sobre su cabeza la sombrilla de oro.
Las voces de los que parecÃan perseguirla
sonaban cada vez más cerca, y de cuando en cuando la veÃa hacer una
contorsión, encogerse ó dar un brinco para evitar los cantazos que le
arrojaban.
RIMAS
I[1]
Yo sé un himno gigante y extraño
Que anuncia en la noche del alma una aurora,
Y estas páginas son de ese himno
Cadencias que el aire dilata en las sombras.
Usaba de toda clase de ardides para observar si era acechado ó seguido,
y preferÃa volver sin pesca al pueblo á exponerse por una imprudencia á
que acertasen el sitio de la pesca maravillosa.
Cada dos o tres dÃas tenÃan que abrir
una tumba para enterrar a un compañero, y cuando 25
llegó la primavera ya no quedaban más que cincuenta
Puritanos en la colonia.
Él tiene una gran devoción por
esta ceremonia de la Misa del Gallo, y cuando levantan la Sagrada
Forma[4] al punto y hora de las doce, que es cuando vino al mundo
Nuestro Señor Jesucristo ...
No hay ave tan fastidiosa
En el cantar, como tú:
Cucú, cucú, y más cucú: 275
Y siempre una misma cosa."
--"¿Te cansa mi canto igual?
Por fin uno de entre ellos empezó a dibujar una vaca
y el mozo que estaba escudriñando lo que hacÃa,
echóse a la calle disparado como una bala, dejándolos
a todos pensativos y atónitos.
Y cuentan que el mismo Alvar formó desde aquel dÃa tan pobre idea de sÃ
propio, que cada vez que oÃa á las verduleras de Leganés decir: «¡Arre,
borrico!» lo tomaba por una alusión personal....
Y en efecto, era asÃ: la corza blanca, deseando escapar por el soto,
se habÃa lanzado entre el laberinto de sus árboles, y enredándose en
una red de madreselvas, pugnaba en vano por desasirse.
à pesar de eso, una vez bailando, como estaba triste y
hablaba poco, le pregunté si estaba enfadado, y él me contestó: «Yo no
me enfado con nadie, y mucho menos contigo.» Yo me puse colorada...
Cuando usted se acercó a él, el caballo volvió al
instante la cabeza para mirarle mientras que cuando
el mendigo lo tocó, encogió una pierna y miró hacia
otro lado con ojos indiferentes.
En esta
ciudad los dÃnamos se mueven a vapor, y por lo tanto, la electricidad es
cara; lo que no obsta para[7] que Buenos Aires tenga una de las
instalaciones eléctricas más grandes del mundo.
Pablo, abrumado bajo el peso de su desgracia, se
sentó en una de las tres piedras, y entonces vió con sorpresa unas
manchas de sangre y la tierra movida como si se hubiera revolcado un
animal.
Son las áureas notas una fuente de ledo murmullo
o el enamorado arrullo de la tórtola: la Luna
en la dormida laguna vierte miradas de plata,
y en el éter y en las linfas palpita la serenata...
Cosas más extrañas hemos visto en el mundo, y una corza blanca bien
puede haberla, puesto que si se ha de dar crédito á las cántigas del
paÃs, San Huberto,[1] patrón de los cazadores, tenÃa una.
De seguro no los
podré describir tales cuales ellos eran, luminosos, transparentes como
las gotas de la lluvia que se resbalan sobre las hojas de los árboles
después de una tempestad de verano.
En suma: el Nacimiento _número uno_ de Madrid es el de aquélla casa,
una de las más principales, y ha reunido en sus salones á los niños más
lindos y más juiciosos de veinte calles á la redonda.
En una ocasión acaeció que murió el guarda del olivar á tiempo de la
cogida, lo que apuró tanto más al capataz, cuanto que era á la sazón más
necesario y más difÃcil hallar quien le reemplazara.
Enójase el dependiente; mi tÃo le contesta una barbaridad; chillan
ambos, interviene el dueño de la tienda, y mi tÃo dice por último, con
voz alterada:
--¿Quiere usted treinta y cinco reales?
Es la ciudad entera de Méjico que se traslada al pie del
Santuario, desde la mañana hasta la tarde, formando una muchedumbre
confusa, revuelta, abigarrada, pintoresca, pero difÃcil de describir.
Su nuera y su mismo hijo estaban muy disgustados 5
con esto, y al fin resolvieron encerrarle en
un cuarto, donde le daban de comer[95] en una vieja
escudilla de barro.
TenÃa los ojos inyectados y las encÃas hechas sangre.[11]
Volvà a gritarle y partió como una flecha: clavé la rodilla en el
fangoso lecho de la quebrada y le aguardé en la boca de mi escopeta.
comprenderá, sin duda, señor EnrÃquez, que nuestro
paÃs tendrÃa reparos en depender del extranjero para la provisión de una
substancia tan preciosa[30] para la defensa nacional en caso de guerra.
Pablo no le hizo caso,
preocupado en lo que acababa de acontecerle; pero tanto y tanto ladró el
perro, que por fin dirigió una mirada recelosa en derredor suyo, y
dijo:--¿Qué te pasa, animal?...
Por
último un manojo de pasto seco, encajado en la punta 10
del palo, forma con chapeo y todo, la cabeza, sobre la cual
se pone a modo de gorro una vieja calceta del patrón.
Ello no es, sin embargo, sino un reflejo de 25
una de las industrias del paÃs que produce al año once
millones de racimos de fruta, o sea casi la mitad del
consumo del mundo.
exclama dando una voz Braulio,
difundida ya sobre sus facciones una palidez mortal, al paso que brota
fuego el rostro de su esposa.--Pero sigamos, señores, no ha sido nada,
añade volviendo en sÃ.
SalÃa de la «rueda» un estrepitoso vocerÃo, una algarabÃa de mil
demonios[9]: voces atipladas, roncas, sonoras, de tenor, de bajo, de
barÃtono; voces de todos los volúmenes y de todos los metales.
à este primer acorde, que parecÃa una voz que se elevaba desde la
tierra al cielo, respondió otro lejano y suave que fué creciendo,
creciendo hasta convertirse en un torrente de atronadora armonÃa.
Cogió unos cuantos fósforos é hizo luz; probó si con una escalera podÃa
alcanzar al lugar apetecido, pero aunque la puso sobre una mesa, vió
que todavÃa le faltaba un poco para llegar á las mechas.
Como su parte más elevada está a 25 metros sobre el nivel del mar, para
llegar a ella tendrán que remontar los buques tres esclusas por una
vertiente y descender otras tantas por la otra vertiente.
Note the inversion of "from the Capitoline Hill to the Tarpeian
Rock."
2.--RETRATO DE SAN MARTÃN[A]
San MartÃn, como ser fÃsico, poseÃa una figura arrogante, altiva y en
todo militar.
Un millón de[315] toneladas se exporta 25
a Europa para abonar los campos de Alemania en los
cuales se siembra la remolacha; una décima parte de
esta cantidad llega a los Estados Unidos.
acabar, to finish, end, close, succeed in; -- de, to have just; lo que
acababa de suceder, what had just happened; lo que acabamos de
escuchar, what we have just listened to; ¡Acabáramos de una vez!
En algunos paÃses es menester[22]
poseer el terreno en propiedad[23]; en otros las denuncias se hacen
sobre una zona de mil hectáreas, o sea unos 2500 acres, pagándose cierto
impuesto por hectárea.
En cuanto las desunidas armas veÃan dos dedos de luz, se encajaban, y
pian pianito volvÃan á tomar el trote y emprender de nuevo sus
excursiones por montes y llanos, que era una bendición del cielo.
Después de todo,
ese sér trágico, de historia tan extraña y romancesca, dio su primer
vagido entre las coronas marchitas de una comedianta, la cual le dio
vida bajo el imperio del más ardiente amor.
Además el viaje es
interesante del punto de vista histórico.[46] El tren pasa por las
ruinas de Quirique, situadas a una milla de distancia de la estación y
que pueden visitarse en coche o a caballo.
Al fin, otro desgraciado le facilitó una guitarra vieja y
rota, y después de arreglarla del mejor modo que pudo, y después de
derramar abundantes lágrimas, salió cierta noche de diciembre á la
calle.
en hablando del ruÃn de Roma, cátale aquà que asoma.[3] ¿Véis aquél
que viene por debajo del arco de San Felipe,[4] á pie, embozado en una
capa obscura, y precedido de un solo criado con una linterna?
Es imponderable la sensación que produce el diálogo de las flautas,
cuando se le escucha en la montaña, áspera como el camino de la vida, y
en una noche nebulosa como el destino del músico desdichado.
Paseábase cierto dÃa el mercader por el gran bazar de la ciudad, cuando
se le acercaron dos comerciantes a proponerle: el uno la compra de una
partida de cristalerÃa, y el otro una de esencia de rosa.
Sobre todo, aquel chicuelo
andrajoso que en una mano tiene un billete de loterÃa, y con la otra
le{73-4} roba bonitamente las castañas del cesto á la tÃa Lambrijas,
hace desternillar de risa á todos.
Sólo
un asiento quedó desocupado en la banqueta de en medio, donde no hay más
apoyo para la espalda del paciente,[6] que una movible correa que
empuja, cede y aporrea como instrumento de inquisición.
Teresa no habÃa recibido una
educación vulgar; hasta los doce ó trece años habÃa estudiado en el
convento de religiosas del pueblo, saliendo de él á la muerte de su
padre, acaecida hacÃa cuatro años.
Y asà debÃa ser, porque el niño dejaba de ser judÃo para convertirse en
cristiano.[6] Se le borraba el pecado original[7] con un poco de agua,
sal y aceite, como si se tratara de preparar una lechuga.
A este fin hizo correr la voz[251] de que habÃa llegado a 5
la parroquia un predicador famosÃsimo, y vistiendo a su
sacristán con una de sus sotanas viejas, le mandó subir
al púlpito.
En esto me quita él mismo el frac, _velis nolis_, y quedo sepultado en
una cumplida chaqueta rayada, por la cual sólo asomaba los pies y la
cabeza, y cuyas mangas no me permitirÃan comer probablemente.
Este _batey_ está compuesto de muchas y numerosas casas; semeja el
parque de recreo de una ciudad, y aun le sobrepuja; porque es preciso
estar en Cuba para ver[2] esta vegetación que lo limita y rodea.
Altozano es una
palabra bogotana para designar simplemente el alto de la catedral, que
ocupa todo un lado de la plaza BolÃvar, colocado sobre cinco o seis
gradas, y de un ancho de diez a quince metros.
El pueblo de la villa del oso tornó inmediatamente á sus hogares,
reconociendo que merecÃa empinarse á un madroño por haber creÃdo que el
Manzanares arrastraba una ballena cuando arrastraba una albarda.
Supongamos
que Cabezudo le pide que no llueva una gota, y todo con la intención de
que Barbaruelo no muela un grano, y en seguida empieza á llover tanto,
que el agua se lleva los molinos de Barbaruelo.
También contó la esclava á la hija del rey moro, que los nazarenos nunca
quedan huérfanos de madre, porque cuando pierden á la que los concibió,
les queda otra, llamada MarÃa, que es una madre inmortal.
Volvió Traga-santos á Animalejos con tan preciosa imagen, y una vez
colocada en la ermita con gran solemnidad, se dedicó aquel piadoso y
sencillo anciano á fomentar el culto y la devoción de San Isidro.
Actualmente cuenta con una 10
población de cuarenta mil almas; habiéndose modernizado
rápidamente desde que se le puso en comunicación
con el océano por medio del ferrocarril.
le vÃ, madre, no lo dudéis, vÃ
un hombre que en silencio y vuelto de espaldas hacia el sitio en que
yo estaba, recorrÃa con una mano las teclas del órgano, mientras
tocaba con la otra á sus registros...
Pero cuando llegaron en su vuelo el
ángel y el alma del niño á cruzar sobre una pobre aldea, aquél se detuvo
y sus ojos buscaron una callejuela solitaria, á cuyos lados se veÃan
algunas mÃseras cabañas.
Una tarde, una hermosa tarde de invierno, de las que sólo se ven en este
Madrid, salà de casa después de almorzar con el objeto de hacer algunas
visitas y también para espaciarme por esas calles de Dios.
XI
Cuando recobrando el ánimo, abrió los ojos un instante para arrojar en
torno suyo una mirada inquieta, se encontró lejos, muy lejos de
Montagut, y en unos lugares, para él completamente extraños.
La Muerte se ha erigido un trono,
en una extraña ciudad que se levanta, solitaria,
muy lejos, en el sombrÃo occidente, donde
los buenos y los malos, los peores y los mejores
han ido hacia la paz eterna.
Llevaba puesta atravesada sobre
el ancho pecho una banda con tres estrellas, la cabeza desnuda y poblada
de ondeados y negros y abundosos cabellos, y en la boca un tabaco y una
leve sonrisa de triunfo....
maldita bruja,
muchas hiciste en vida, y ni aun muerta hemos logrado que nos dejes en
paz; pero, no haya cuidado, que á tà y tu endiablada raza de
hechiceras os hemos de aplastar una á una como á vÃboras.
Si vienen, nos doblan de
medio á medio,{104-2} porque los de Cabezudo muelen ya á represas, y
continuando la sequÃa, antes de una semana _apandamos_ nosotros toda la
molienda de veinte leguas en contorno.
Una bolsa, un cÃrculo literario, un
areópago, una _coterie_, un salón de solterones, una _coulisse_ de
teatro, un forum, toda la actividad de Bogotá en un centenar de metros
cuadrados: tal es el Altozano.
Cuando al otro dÃa los dependientes de la iglesia le encontraron al pie
del altar, tenÃa aún la ajorca de oro entre sus manos, y al verlos
aproximarse exclamó con una estridente carcajada:
--¡Suya, suya!
Debo agregar que los
americanismos de un paÃs son, por lo general, desconocidos en los otros;
y a mayor abundamiento,[22] una misma voz suele recibir diferentes
significados según el paÃs en que se emplea.
En el mismo instante el ciego se sintió apretado fuertemente por unos
brazos vigorosos que casi le asfixiaron y escuchó en su oÃdo una voz
temblorosa que exclamó:
--¡Dios mÃo, qué horror y qué felicidad!
Escribió el
«Evangelio Americano» y redactó «La Voz del Nuevo Mundo,» descansando de
sus fatigas y luchas imponderables en la hospitalaria tierra argentina
que le brindó hogar, patria y una apacible tumba.
La brisa,--esa respiración de Dios,--reposa
inmóvil, y la bruma que se extiende como una
sombra sobre la colina,--como una sombra cuyo
velo no se ha desgarrado todavÃa,--resulta asÃ
un sÃmbolo y un signo.
La pronunciación de una lengua es de una importancia
extraordinaria, tanto es asÃ, que el que sepa bien el 30
idioma y lo pronuncie mal tendrá grandes dificultades
en que le comprendan.
Para tomar el pulso al tonsurado ex-contrabandista y probarle la
paciencia, eligieron y diputaron los frailes al más atrevido, quien de
propósito cometió una falta leve, y reprendido por ella contestó al P.
Pronto divisé un grupo de niñas de su misma edad
que se aproximaba; en el centro venÃa una completamente enlutada,
morenita, con grandes ojos negros que debÃa de ser la causante de los
temores de Asunción.
Cuando al otro dÃa los dependientes de la iglesia le encontraron al
pie del altar, tenÃa aún la ajorca de oro entre sus manos, y al verlos
aproximarse, exclamó con una estridente carcajada:
--¡Suya, suya!
El jornalero empezó:--_Popocatepetl_.--Los panaderos
repitieron:--_Popocatepetl_.--El jornalero dijo:--_mercader_.--Los
panaderos dijeron:--_mercader_.--Entonces dijo el jornalero con una
sonrisa:--_error_.
HacÃa ya mucho tiempo que estaba[25] en su prisión,
sin esperanza de salir de ella, cuando una noche se
asomó a[26] una ventana y vió que su pobre mujer estaba
llorando amargamente al pie de la torre.
Hecho el cálculo, cogió la ballesta entre los dientes, y arrastrándose
como una culebra por detrás de los lentiscos, fué á situarse obra de
unos cuarenta pasos más lejos del lugar en que antes se encontraba.
Las torres y las sombras se confunden
de tal modo que todo parece suspendido
en el aire, mientras que desde una torre
orgullosa, la Muerte como un espectro gigante,
contempla la ciudad que yace a sus pies.
Pero se arrepintió bien pronto de su ligereza,
cuando sintió sobre sà una mirada fulminante y oyó una voz severa
diciéndole:
--Hermano, durante un mes tendrá su celda por encierro y ayunará á pan y
agua.
VIII
Por último, pudo encontrar una ocasión propicia; tendió el brazo y
voló la saeta, que fué á clavarse temblando en el lomo del terrible
animal, que dió un salto y un espantoso bufido.--¡Muerto está!
El
pago de servicios, dividendos y cupones sobre los capitales de un paÃs
invertidos en los otros, estimula una corriente de mercaderÃas en los
dos sentidos, ya sea como valor de abono o como valor de cobro.
Le pregunté por señas si
salÃa de paseo, y me contestó que sÃ: y en efecto, un dÃa aguardé en la
calle hasta las cuatro y la vi salir en compañÃa de una señora, que
debÃa de ser su mamá, y de dos hermanitos.
Al entrar percibió una temperatura
tibia: los pies se le hundÃan en mullida alfombra; por orden de Santiago
dos criados le despojaron inmediatamente de sus harapos empapados de
agua y le pusieron ropa limpia.
En el momento en que su camarada intentó acercar sus labios ardientes á
los de doña Elvira, habÃan visto al inmóvil guerrero levantar la mano y
derribarle con una espantosa bofetada de su guantelete de piedra.
Era de verlos, tan ufanos y alegres, con sus garibaldinas
azules o rojas, pantalón blanco, bota de charol a la granadera,[6]
lujosa faja de seda, y en la cabeza una boina graciosamente achatada
hacia un lado.
Estaban los criados reunidos en la cocina, como siempre, cuando
sintieron las pisadas del caballo sobre la nieve fresca, y á poco un
hombre, en quien reconocieron á su compañero Jacinto, entró como una
bomba.
Las tres ciudades principales
del interior del paÃs están situadas a una distancia
aproximadamente de 150 millas entre sÃ--Quito al 15
norte, RÃobamba en el centro y Cuenca en el sur.
Apenas se encontró conmigo la propietaria del santo, me
puso verde en una su{185-2} jerigonza salvajina que le servÃa de idioma,
único resabio que le quedaba del tiempo que vivió entre los indios sus
hermanos.
Ciudad
BolÃvar es una población importante que antiguamente
se llamó Angostura, donde se fabricó el famoso Amargo 5
de Angostura, industria que ha sido trasladada a la
Isla de Trinidad.
El marido era bizco, de escasa talla,
cetrino, de ruda y alborotada cabellera; gastaba ordinariamente una
elástica verde remendada y unos pantalones pardos, rÃgidos, indomables
ya por los remiendos y la mugre.
En el momento en que su camarada intento acercar sus labios ardientes
á los de doña Elvira, habÃan visto al inmóvil guerrero levantar la
mano y derribarle con una espantosa bofetada de su guantelete de
piedra.
Hay momentos en que, merced á una serie de abstracciones, el espÃritu
se sustrae á cuanto le rodea, y replegándose en sà mismo analiza y
comprende todos los misteriosos fenómenos de la vida interna del
hombre.
II
Teobaldo vino al mundo, su madre murió al darlo á luz, su padre
pereció algunos años después en una emboscada, peleando como bueno
contra los enemigos de Dios.[1]
[Footnote 1: los enemigos de Dios.
La infeliz madre no creÃa tanta desventura; pero el lindÃsimo rostro de
Celinina se fué poniendo{61-2} amarillo y diáfano como cera; enfriáronse
sus miembros, y quedó rÃgida y dura como el cuerpo de una muñeca.
repetà cediendo á sus instancias, sin darme
cuenta á mà mismo del involuntario temor que comenzó á apoderarse de
mi espÃritu, y que me rechazaba como una fuerza desconocida de aquel
lugar; ¡la cruz del diablo!
Uno de los mozos á
quien la bruja hechizó una hermana, la más hermosa, la más buena del
lugar, la habÃa herido de muerte en el momento en que sintió que le
clavaba en el brazo sus dientes negros y puntiagudos.
Es preciso, vecina, que considere usted que son jóvenes, y que
todo no ha de ser penas[4] en este mundo; además, en casa no hay más que
una reunión amistosa, de familia; algunas muchachas del barrio y nada
más.
Long Island desarrollaba la inmensa cinta de
sus costas, y Staten Island, como en el marco de una viñeta, se
presentaba en su hermosura, tentando al lápiz, ya que no, por falta de
sol, a la máquina fotográfica.
En vano una noche y
otra, deseando sorprender su misterio, si misterio en ellas habÃa, me
levantaba poco á poco y aplicaba el oido á los intersticios de la
ferrada puerta de su calabozo; ni un rumor se percibÃa.
Era uno de nuestros guÃas, natural del paÃs, el cual, con una
indescriptible expresión de terror pintada en el rostro, pugnaba por
arrastrarme consigo y cubrir mi cabeza con el fieltro que aún tenÃa en
mis manos.
Habló después
de las primas de la calle de Fuencarral; una era muy bonita, la otra
graciosa solamente: las dos tenÃan novio, pero no valÃan{23-5} cuatro
cuartos: chiquillos que todavÃa estudiaban en el Instituto.
Por la otra, en lo
que se refiere a las personas, el desahogo económico, la salud y el
bienestar que son el resultado de una transformación inteligente del
medio social, no pueden menos de ganar adeptos cada dÃa.
Trájole un dÃa una
manada de pavos, tan al vivo hechos, que no les faltaba más que graznar;
otro dÃa sacó de sus bolsillos la mitad de la Sacra Familia, y al
siguiente á San José con el pesebre y portal de Belén.
Una mirada solo bastó para hacer comprender a
Neira que estaba frente a una emboscada: el gañan que tenia por delante
era el que lo habia «sentenciado», y no habia sido tan necio para ir
solo a buscarlo al cerro.
VARIANT: =Amada por.=
14.--EL SALTO DEL TEQUENDAMA
En efecto, en las llanuras de Bogotá reina una primavera eterna,
fenómeno que asombra a algunos extranjeros ignorantes que no alcanzan a
explicárselo.
Cuando sus servidores llegaron presurosos al punto que la noble dama,
inmóvil y presa de un profundo terror, les señalaba aún con el dedo,
una blanca paloma se levantó de entre las breñas y se remontó á las
nubes.
Translate here 'mid whispers'.]
XLII[1]
Cuando me lo contaron sentà el frio
De una hoja de acero en las entrañas,
Me apoyé contra el muro, y un instante
La conciencia perdà de donde estaba.
Y sin embargo ese terror no era miedo, sino
una turbación deliciosa, un sentimiento que
ninguna mina de piedras preciosas podrÃa inspirarme
o convidarme a definir, ni el amor
mismo, aunque ese amor fuera el tuyo.
Arnoldo Le Poer lanza en la Irlanda de 1327 este
terrible insulto al caballero Mauricio de Desmond: «Sois un rimador.»
Por lo cual se empuñan las espadas y se traba una riña, que es el
prólogo de guerra sangrienta.
El _pejerrey_, que es una especie de trucha, gusta mucho en
el Plata y en Chile, lo mismo que el _dorado_ y el _surubÃ_; mientras el
_huachinango_ es plato clásico en las Antillas y los puertos del Golfo
de Méjico.
HabÃa una vez un pobre anciano sordo, casi ciego,
y que apenas podÃa tenerse sobre sus temblorosos
pies.[94] Le temblaban también las manos, y al comer
en la mesa derramaba a veces la sopa sobre los manteles.
Cual la{80-3} del
navegante, nada percibe la vista del que está dentro, ó en su cercanÃa,
sino una multitud de verdes copas de olivos,--semejantes á la multitud
de verdes olas de la mar,--y el cielo sobre su cabeza.
Congregados una noche bajo sus ruinosas arcadas, alrededor de una
hoguera que iluminaba con su rojizo resplandor las desiertas galerÃas,
trabóse una acalorada disputa sobre cuál de nosotros habÃa de ser
elegido jefe.
Ella no sabÃa lo que significaban la tal mula ni el tal
buey; pero atenta á que todas las cosas fuesen perfectas, reclamó una y
otra vez del solÃcito padre el par de animales que se habÃa quedado en
Santa Cruz{67-1}.
Más de una[38] importa[39]
del extranjero artÃculos manufacturados y por esta razón dichas
casas[40] mantienen relaciones comerciales con las fábricas de Europa y
Estados Unidos o con fábricas del paÃs en que operan.
Queriendo hacer de persona, 185
Dijo a una mona: "¿Qué tal?"
Era perita la mona,
Y respondiole: "Muy mal."
"Yo creo, replicó el oso,
Que me haces poco favor.
SerÃan las seis cuando el carruaje se detuvo á la entrada del pueblo;
bajamos y nos dirigimos á una capilla donde se veneraba á Nuestra Señora
de las Mercedes, á la que la madre de Cristina tenÃa particular
devoción.
Alrededor de esta capilla
están las tumbas de los reyes, cuyas imágenes de piedra, con la mano en
la empuñadura de la espada, parecen velar noche y dÃa por el santuario á
cuya sombra descansan todos por una eternidad.
Conseguido esto, reunió Melgarejo sus parciales, los disfrazó de moros,
haciéndoles cubrir sus caballos con mantas blancas, y una noche que
habÃan salido los defensores del castillo, se dirigió con los suyos
hacia él.
Hé aquà como el espantajo sale lleno de vida de aquel
informe montón de trapos viejos y de basura, mismamente
cual bajo el cincel de Canova solÃa salir una 15
estatua de un trozo de mármol.
Obsolete for _maestro_, 'master,' a title of
respect.]
En Sevilla[1] en el mismo atrio de Santa Inés,[2] y mientras esperaba
que comenzase la Misa del Gallo,[3] oà esta tradición á una
demandadera del convento.
Pero cuando más embebido andaba en mis pensamientos y planes
polÃticos, y cuando ya estaba próximo á doblar la esquina de la calle,
he aquà que siento un brazo que se apoya en el mÃo y una voz que me
dice:
--¿Va V.
Y se visten de luto riguroso y de una carrerita[10] pasan a casa de la
vecina, no sin advertir antes a los criados que tengan buen cuidado
de[11] no abrir los postigos de la ventana, y que no canten ni permitan
ruido.
Y todavÃa quiso añadir más cuidados á los de Santiago:
mandó traer un calorÃfero y ella misma se lo puso debajo de los pies;
después le envolvió las piernas en una manta y le puso en la cabeza una
gorra de terciopelo.
Desde la cumbre de 10
varias montañas se domina por completo el paisaje, y
una de esas cumbres, la de Tarqui, fué elegida por los
astrónomos franceses en 1742 para que sirviera de
meridiano.
le preguntó uno de los monteros
notando la creciente Ãnquietud del pobre mozo, que ya fijaba sus
espantadas pupilas en la hija risueña de don DionÃs, ya las volvÃa á
su alrededor con una expresión asombrada y estúpida.
Riéronse todos de buen humor, menos el manchego,
que no sabÃa a que atenerse,[171] hasta que una propina 10
que le cayó en sus manos le reanimó como si hubiese
sido tocado por una corriente eléctrica.
Y la nube se abrió y de sus flancos corrieron torrentes de agua
que inundaron los valles, devastaron las mieses y ahogaron las
bestias; pero nada podÃan contra una roca, a pesar de embestirla
el oleaje por todos lados.
Antes de pasar más adelante, debe saber el lector que, desde tiempo
inmemorial, existe entre los mareantes de la calle Alta y los de la del
Mar, barrios diametralmente opuestos de Santander, una antipatÃa
inextinguible.
En 1854, un ingeniero francés, Fernando de Lesseps, obtuvo del virrey de
Egipto, Said-Bajá, una concesión a favor de una CompañÃa por espacio
de noventa y nueve años para construir un canal navegable a través del
istmo.
La principal arteria comercial del paÃs es su ferrocarril 15
transcontinental, el cual va de Puerto Limón, en
la costa oriental, hasta Puntarenas, en el PacÃfico,
recorriendo una distancia de 172 millas.
No pasaron cuatro minutos sin que viese{15-4}
asomar una naricita nacarada, que se retiró al momento velozmente,
volvió á asomarse á los dos minutos y volvió á retirarse, asomóse al
minuto otra vez y se retiró de nuevo.
Se encerré por
tres dÃas en el fondo de una caverna que le servÃa de asilo, y al cabo
de ellos dispuso que se fundiesen las diabólicas armas, y con ellas y
algunos sillares del castillo del Segre, se levantase una cruz.
Cortan la finca en secciones regulares espaciosas calles
de corpulentos frutales; veo el maÃz, veo la yuca, veo cuanto forma[4]
una gran despensa, ante la cual la miseria cesa y la abundancia la
sustituye y la reemplaza.
y si se buscaran con ganas de encontrarse, se
encontrarÃan, poniendo fin de una vez á estas continuas reyertas, en
las cuales los que verdaderamente baten el cobre de firme son sus
deudos, sus allegados y su servidumbre.
Los
sábados los pasaba en vela[2] para hacerlos de una pieza con[3] los
domingos; y después de mes y medio de lecciones, Richard me dijo que no
me faltaba ya sino[4] la pronunciación, que hasta hoy he[5] podido
adquirir.
Otra allá, con el cabello suelto sobre los hombros mecÃase suspendida
de la rama de un sauce sobre la corriente de un rÃo, y sus pequeños
pies, color de rosa, hacÃan una raya de plata al pasar rozando la
tersa superficie.
Por los parajes
secos, crece cercana á la tierra una flor pequeña, que lleva el nombre
de _flor de la abeja_, nombre bien apropiado, porque esta florecita
tiene con pasmosa exactitud la forma y colores de dicho animalito.
traer, to draw, attract, carry, bring, take, lead, bear, wear; -- á la
memoria, to bring to memory; to remind; el cual traÃa una jornada de
catorce leguas en el cuerpo, who had made that day a journey of
fourteen leagues.
De las tres
mujeres que velaban, se retiraron dos; quedó una sola, y ésta, sintiendo
en su cabeza grandÃsimo peso, á causa sin duda del cansancio producido
por tantas vigilias, tocó el pecho con la barba{70-2} y se durmió.
El alcalde de la colonia,[1] viejo de grandes barbas, elocuente y
astuto, elegido por el vecindario en una asamblea efectuada en la
sinagoga, comentaba los resultados de la cosecha y alababa las calidades
de nuestro trigo.
que en el aislamiento en que
viven, cada una de esas repúblicas ha desarrollado por su lado el habla
popular[21]; cada una ha amoldado el idioma hablado al ambiente fÃsico
peculiar, a las ocupaciones y tradiciones locales.
Yo era un niño y _ella_ era una niña en ese
reino más allá de la mar; pero Annabel Lee
y yo nos amábamos con un amor que era más
que el amor; un amor tan poderoso que los
serafines del cielo nos envidiaban, a ella y a mÃ.
El único rumor que fácilmente se percibió era una
bullanga de alas vivamente agitadas, cual si todas las palomas del mundo
estuvieran entrando y saliendo en la sala mortuoria y rozaran con sus
plumas el techo y las paredes.
LOS HUEVOS
Más allá de las islas Filipinas
Hay una que ni sé cómo se llama,
Ni me importa saberlo, donde es fama
Que jamás hubo casta de gallinas,
Hasta que allá un viajero
Llevó por accidente un gallinero.
Pues ahora, mientras reposa tan tranquilamente,
imagina a su alrededor, una más santa
fragancia de pensamientos, una fragancia de
romero mezclado a pensamientos, a sabor callejero
y al de los bellos y rÃgidos pensamientos.
En lo más intrincado de la muchedumbre, en lo más
convulsivo y crespo de la ola en movimiento, sucede que una lady
anciana, bajo su capota negra, o una miss rubia, o una nodriza con su
bebé, quiere pasar de una acera a otra.
La
vieja entonces, tan humilde, tan hipocritona, hasta aquel punto, se
puso de pie con un movimiento tan rápido como el de una culebra
enroscada á la que se pisa y despliega[1] sus anillos irguiéndose
llena de cólera.--¡Oh!
Por fin las luces se acercaron, y el primero que llegó al lado de Neira
fué don José, el administrador, que se inclinó paternalmente sobre el
capataz sumido en un estenso charco de sangre y palpitando como una
fiera cansada.
que la meseta boliviana es una de las regiones más ricas
en minerales que existen en el planeta, y que, atendiendo a la situación
incierta de Méjico, ofrece una buena oportunidad a los capitalistas y
mineros norteamericanos.
Quise hablar, para dar mayor
seguridad de que no era nada lo que habÃa pasado, que la muñeca
conservaba Ãntegros sus miembros, y yo lo mismo, y que celebraba la
ocasión de conocer una niña tan hermosa y simpática, etc., etc.
Sabiendo ellos que los buques que habÃan de
pasar aquella noche, se estrellarÃan contra los arrecifes si el fanal no
les advertÃa el riesgo, y que entonces tendrÃan ellos una buena presa,
se propusieron apoderarse del vigÃa.
Tornó empero á dominarse, cerró los ojos para no verla, extendió la mano
con un movimiento convulsivo y le arrancó la ajorca de oro, piadosa
ofrenda de un santo arzobispo; la ajorca de oro cuyo valor equivalÃa á
una fortuna.
Una tromba de chispas rojas, verdes y
azules danzaba en la cúspidede sus encendidas lenguas, y se retorcÃan
crujiendo como si una legión de diablos, cabalgando sobre ellas,
pugnasen por libertar á su señor de aquel tormento.
VolvÃa entonces á casa y aun me parece
verla en un rincón obscuro de la cocina, sentada sobre una canoa[R] con
su sarta de escapularios resaltando sobre la piel morena y arrugada del
pecho, que descubrÃa el escote del traje.
Aquà se
hace una parada de tres dÃas, y la carga y los pasajeros se trasbordan a
lanchas o vapores de poco calado, sea para continuar por el Orinoco o
por su afluente el Apure, hasta donde lo permita la profundidad del
agua.
Este guarapo o zumo contiene substancias que producirÃan su fermentación
si quedaran en él,[2] y por esta razón se las elimina por medio de una
operación que se llama defecación, y tiene lugar en[3] calderas grandes
de cobre.
Jadeaban los caballos al avanzar por la empinada cuesta, y el vapor de
sus cuerpos sudorosos calentaba a los jinetes, algunos de los cuales
buscaban también este beneficio en el cigarro cuya punta brillaba como
una luciérnaga.
Justamente, al cruzar tercera ó cuarta vez{14-1} por delante del balcón,
apareció en él la gentil chiquita, que al verme hizo un movimiento de
sorpresa, acompañado de una mueca encantadora, se echó á reÃr y se
ocultó de nuevo.
Por
cada millón del comercio de este último paÃs con la Argentina, hay que
contar dos entre el Brasil y Alemania, paÃs con el que, a su vez, el
Uruguay comercia en una escala tres veces mayor que lo hace con[33] la
Argentina.
voz, _f._, voice, tone, sound, cry, word; á grandes voces, in a loud
voice; loudly; á -- herida, in clanging tones; á media --, in a low
tone; softly; á toda --, at the top of their voices; dar una gran --,
to call out loudly.
A la mañana siguiente le encontraron al pié del 5
dique, pálido y sin conocimiento,[159] pero con las manos
heróicamente metidas en el agujero, detrás del cual
rugÃa el mar como una fiera contrariada.
Del ensayo resultó que para evitar el pronombre daba la pobrecilla
infinidad de rodeos y se metÃa en una serie interminable de perÃfrasis:
si se aventuraba á dirigirme un tú, lo hacÃa bajando la voz y pasando
como sobre ascuas.
una mujer blanca, hermosa y frÃa, como esa mujer de piedra que parece
incitarme con su fantástica hermosura, que parece que oscila al compás
de la llama, y me provoca entreabriendo sus labios y ofreciéndome un
tesoro de amor...
Él solo tiene más
ducados de oro en sus arcas que soldados mantiene nuestro señor el rey
Don Felipe;[1] y con sus galeones podrÃa formar una escuadra
suficiente á resistir á la del Gran Turco....[2]
[Footnote 1: Don Felipe.
Rogamos al señor decano del Hospital Provincial que tome medidas para
que no se repitan estos hechos escandalosos.»
Dejé caer el periódico de las manos, y fuà acometido de una risa
convulsiva que degeneró en ataque de nervios.
una mujer blanca, hermosa y frÃa, como esa
mujer de piedra que parece incitarme con su fantástica hermosura, que
parece que oscila al compás de la llama, y me provoca entreabriendo
sus labios y ofréciendome un tesoro de amor....
El doctor se abrió paso como pudo[7] hasta que consiguió llegar a la
reja que limita el recinto destinado a las operaciones, vulgo
«rueda.»[8] Agolpábase a aquella reja una multitud ansiosa, estremecida
por corrientes eléctricas.
En Caracas, capital de la república,
hay una estatua del gran navegante que señala
con el dedo hacia el oriente, donde llegó en su cuarto
viaje y puso el pie por primera vez[371] en territorio 10
venezolano.
II
¡Toda de blanco vestida,
toda blanca
sobre un banco de violetas
reclinada
te veÃa,
y a las rosas moribundas y a ti una luz tenue y diáfana
alumbraba
luz de perla diluida
en un éter de suspiros y de evaporadas lágrimas!
La misma agrega: «Usaba un bigote negro, esmeradamente cuidado, pero que
no cubrÃa completamente una expresión ligeramente contraÃda de la boca y
una tensión ocasional del labio superior, que se asemejaba a una
expresión de mofa.
Lo que es de ese género, tengo yo más de un
millar, un verdadero serrallo, en San Juan de los Reyes; serrallo que
desde ahora pongo á vuestra disposición, ya que, á lo que parece, tanto
os da de una mujer de carne como de piedra.
Lo que es de ese género, tengo yo más de un
millar, un verdadero serrallo, en San Juan de los Reyes; serrallo que
desde ahora pongo á vuestra disposición, ya que, á lo que parece,
tanto os da de una mujer de carne como de piedra.
Pocos dÃas después les{85-1} dijo una mañana temprano la cabra á sus
chivitas:--Voy al monte por una carguita de leña; vosotras encerráos,
atrancad bien la puerta, y cuidado con no abrir á nadie; porque anda por
aquà el Carlanco.
Sin embargo, una evolución significativa ha tenido lugar en la
Argentina, donde la Facultad de Medicina es la más frecuentada de las
que componen la Universidad de Buenos Aires, que es a su vez la más
grande de la América latina.
Alonso y Lope, el uno estrujando en silencio entre sus manos el
birrete de terciopelo, cuya pluma arrastraba por la alfombra, y el
otro mordiéndose los labios hasta hacerse brotar la sangre, se
clavaron una mirada tenaz é intensa.
Aquellos
ojos sin luz parecÃan decirle: «Perdona si me han faltado las fuerzas,
si no he podido llevarte el dinero hasta tu casa: ya lo ves, la culpa no
es mÃa.» Pablo permaneció una hora arrodillado junto al cadáver de su
perro.
Ellos se dan cuenta de[11] lo que sufro y lucho por la
libertad de nuestra pobre patria.» Luego fuimos a tomar el té a casa de
una su[12] amiga, dama inteligente y afectuosa, que le ayudaba mucho en
sus trabajos de revolucionario.
En
la narración de la metempsÃcosis de Ligeia hay una definición de Dios,
tomada de Granwill, que parece ser sustentada por Poe: Dios no es más
que una gran voluntad que penetra todas las cosas por la naturaleza de
su intensidad.
Era una beata del tercero ó cuarto orden, muy sincera y
humildita, siempre dispuesta á obedecer sin réplica los mandatos de las
de alta categorÃa, casi todas señoras muy autoritarias y gazmoñas, que
hacÃan y deshacÃan á su antojo.
Mi primer movimiento fué arrojarme á la puerta para cerrar el paso,
pero al asir sus hojas, sentà sobre mis hombros una mano formidable
cubierta-con un guantelete, que después de sacudirme con violencia me
derribó sobre el dintel.
Un lecho de madera tallada, algunas
sillas de tapicerÃa floreada, una cómoda, un lavabo y algunos cuadros se
veÃan en la pieza, todo cubierto de polvo, señal evidente de que aquella
parte de la casa estaba abandonada por completo.
Yo he sentido en una orgÃa arder mis labios y mi cabeza; yo he sentido
este fuego que corre por las venas hirviente como la lava de un
volcán, cuyos vapores caliginosos turban y trastornan el cerebro y
hacen ver visiones extrañas.
à cada nueva ocurrencia de su padre, Constanza fijaba sus ojos en el
atribulado Garcés y rompÃa á reir como una loca, en tanto que los
otros servidores esforzaban las burlas con sus miradas de inteligencia
y su mal encubierto gozo.
à mas de Esteban, lo dan por seguro
otros varios pastores, que juran haberla visto más de una vez, y con
ayuda de los cuales espero en Dios y en mi patrón San Huberto que
antes de tres dÃas, viva ó muerta, os la traeré al castillo.
Acudieron los fontaneros, y encontrando los zapatos se los llevaron al
Gobernador, el cual mandó reducir a prisión a su dueño y pagar una multa
más crecida aún que las dos anteriores, entregando, no obstante, los
zapatos a TamburÃ.
El
puerto de La Guaira era anteriormente una rada abierta
pero en la actualidad hay un rompeolas de hormigón
muy sólido que proporciona un muelle seguro a los 30
muchos vapores que hacen escala[373] allÃ.
En el momento en que estaban lidiando el toro de
muerte, un vecino, de muchos años y de mucho entendimiento, vió á la
madre del torero arrodillada á los pies de un Santo Cristo muy milagroso
que se veneraba en una calle del pueblo.
Entretenido con su monólogo acababa de tropezar en firme contra una
piedra, y como llevaba el pie desnudo en flexible sandalia, se lastimó
no poco los dedos y aun creyó ver estrellas por el aire, sin que hubiese
anochecido todavÃa.
Frente al balcón, vestido de rosas blancas, por donde en el
ParaÃso asoma tu faz de generosos y profundos ojos, pasan tus hermanas y
te saludan con una sonrisa, en la maravilla de tu virtud, ¡oh, mi ángel
consolador; oh, mi esposa!
La cosa no es fácil de resolver a dos tirones.[8] Pero, dejando
de lado toda consideración basada en las condiciones actuales del
mercado, me inclinarÃa a creer que el cacao de Santo Domingo puede tener
una ventaja sobre los otros.
Se acercan al rÃo, cruzan el puente entre un
redoble de cascos[1]; salen a una planada cubierta de árboles frutales,
en donde el rÃo Blanco y el rÃo Negro se encuentran, se abrazan,
confunden sus aguas en el estrépito de sus ondas.
si en la soledad hay algunos genios que se recreen en contemplar
las bellezas salvajes de una naturaleza vigorosa, magnÃfica y fecunda,
yo les pido que sean propicios para vosotros, y que os preserven de la
barbarie de los hombres.
Yo he
sentido en una orgÃa arder mis labios y mi cabeza; yo he sentido este
fuego que corre por las venas hirviente como la lava de un volcán,
cuyos vapores caliginosos turban y trastornan el cerebro y hacen ver
visiones extrañas.
Cuando el joven acabó de hablarle, sus labios se removieron como para
pronunciar algunas palabras, pero sólo exhalaron un suspiro, un
suspiro débil, doliente, como el de la ligera onda que empuja una
brisa al morir entre los juncos.
Hombres, mujeres y chiquillos nos seguÃan con mirada
ansiosa, lanzando gritos de satisfacción al ver como nuestra barca,
haciendo un último esfuerzo, se adelantaba cada vez más á su
perseguidor, llevándole una media hora de ventaja.
Ya se concibe, pues, que la instalación de una
gran mesa de convite era un acontecimiento en aquella casa; asà que se
habÃa creÃdo capaz de contener catorce personas, que éramos, una mesa
donde apenas podrÃan comer ocho cómodamente.
Un silencio de muerte reinaba á su alrededor; un silencio que sólo
interrumpÃa el lejano bramido de los ciervos, el temeroso murmullo de
las hojas, y el eco de una campana distante que de vez en cuando traÃa
el viento en sus ráfagas.
En la conversación familiar, y cuando desea mostrarse cariñoso, sea con
los que están presentes o con algún amigo cuyo recuerdo le asalta,
emplea términos de su invención o diminutivos que dan una flexibilidad
singular a las palabras.
Huérfana también de
padre, sin protección de parientes ni de amigos, las autoridades
tuvieron que buscarle acomodo, y asà le cupo en suerte ir á parar á casa
de una tÃa de mi madre, señora principal y rica que la tomó bajo su
amparo.
La riqueza forestal del Brasil 10
apenas si ha sido todavÃa tocada, y se dice que no hay
otra región del mundo que contenga una variedad tan
grande de maderas útiles y ornamentales, asà como
plantas medicinales.
Por último,
serÃa una omisión imperdonable[3] olvidar en esta descripción un lazo de
cuero que al lado derecho de la montura pendÃa de una ojalera de lo
mismo[4]; primorosamente calada y laboreada con pespuntes y botoncillos
blancos.
Uno
de sus rizos caÃa sobre sus hombros, deslizándose entre los pliegues
del velo como un rayo de sol que atraviesa las nubes, y en el cerco de
sus pestañas rubias brillaban sus pupilas como dos esmeraldas sujetas
en una joya de oro.
y ná: al dÃa siguiente cogió una cafetera que no se podÃa
lamber.{172-3} Yo la he dao aguardiente cocÃo con pólvora, que icen que
es bueno pa tomar ripunancia á la bebida, y á esta condená paece{172-4}
que le gusta más desde entonces.
Buscaron flores naturales; mas no
hallándolas, por ser tan impropia de ellas la estación, tejieron una
linda corona con flores de tela, escogiendo las más bonitas y las que
más se parecÃan á verdaderas rosas frescas traÃdas del jardÃn.
LA CASA DONDE MURIÓ
I
Camino del pueblo de B..., situado cerca de la capital de una provincia
cuyo nombre no hace al caso, Ãbamos en un carruaje, tirado por dos
mulas, Cristina, su madre, Fernando el prometido de la joven, y yo.
La tÃa del joven no me agradó; era una señora de unos cincuenta años,
alta, delgada, con ojos grises muy pequeños, nariz larga que se
inclinaba hacia su barba puntiaguda, y cabellos casi blancos recogidos
en una gorra de color obscuro.
Se debió un aumento
considerable de la población a la importación de africanos
en los principios del Brasil, para formar base de
una población de trabajo, y la mezcla de la sangre de
aquéllos se nota en las regiones del norte.
Además,
esas repúblicas han perfeccionado los métodos de cultivo y ya se aprecia
en ellos la acción de los plantadores inteligentes, quienes hacen una
elección prolija de las semillas y atienden a las condiciones del suelo
y del clima.
Como las flores formaban casi cÃrculo, y las niñas se
agrupaban en medio, podÃa compararse la vista que ofrecÃan, á aquellos
cuadros flamencos y estampas francesas, en que pintan un grupo de genios
ó de niños en una guirnalda de flores.
Después de acostar á
mi nieta, que entonces tenÃa tres años y hoy es una moza gallarda,
rubia, metida en carnes, de esas que á usted le gustan (yo bajé los
ojos modestamente y bebà un trago de cerveza), me iba á hacer la
tertulia á Da.
Este fanal se
enciende todas las noches, y como su luz recibe considerable aumento con
la ayuda de lentes y de grandes reflectores, puede ser vista á una
distancia considerable, y guiar de esta manera á los navegantes durante
la noche.
No sé si atendió a la riña;
Pero el domingo siguiente,
Paseando el niño inocente
Por una fértil campiña,
Vió por una valla o puerta
Que una mula trabajaba
En una noria, y sacaba
El riego de aquella huerta.
Sus compañeras fueron una tras otra desamparando la casa,
la una porque encontró marido, la otra para ir á buscarse la vida en
otro lado; ella sola continuó sirviendo á mi tÃa con una fidelidad
canina, hasta la muerte de la buena señora.
Ante aquel contraste
De vida y misterios,
De luz y tinieblas,
Medité un momento:
«_¡Dios mio, qué solos
se quedan los muertos!!_»
De la casa en hombros
Lleváronla al templo,
Y en una capilla
Dejaron el féretro.
Figuraos un bosque de gigantes palmeras de
granito que al entrelazar sus ramas forman una bóveda colosal y
magnÃfica, bajo la que se guarece y vive, con la vida que le ha prestado
el genio, toda una creación de seres imaginarios y reales.
Flanquean los ángulos del castillo cuatro torres cuadradas, las cuales
asà como las murallas de todo el recinto, están coronadas de bien
formadas almenas, que se alÃnean uniformes, firmes y sin mella, como los
dientes de una hermosa boca.
La Avenida de RÃo 20
Branco, de una milla de norte a sur, al través del centro
de la ciudad, es una espléndida vÃa pública delineada por
imponentes edificios públicos y casas particulares o de
comercio.
La tristeza le tenÃa dominado y abatido de tal suerte,
que apenas despegaba los labios; pasaba las horas componiendo una gran
misa de _requiem_, que contaba se tocase por la caridad del párroco en
obsequio del alma de su difunto padre....
Pero los mozos, asà hacÃan caso de sus lamentos
como yo de la lluvia cuando estoy bajo techado.--Yo soy una pobre
vieja que no he hecho daño á nadie: no tengo hijos ni parientes que me
vengan á amparar; ¡perdonadme, tened compasión de mÃ!
Un documento relativo a una venta de géneros, que
lleve las firmas del aceptante o de su inmediato deudor y el endoso de
la persona que lo negocie, se considera como un pagaré y se descuenta a
un plazo variable, cuyo lÃmite es seis meses.
El ser[15] doctor es una aspiración
general en ellos; con que[16] quien no es[17] médico,[18] abogado[19] o
ingeniero,[20] estudia para[21] arquitecto,[22] agrimensor,[23]
dentista,[24] farmacéutico,[25] veterinario,[26] oculista,[27] etc.
Aquà tomamos un tren que en ocho horas nos conduce a Guatemala la Nueva,
capital de[42] la república, después de cruzar una fertilÃsima región
montañosa en la que abunda toda suerte de[43] plantas silvestres y
árboles de riquÃsimas maderas.
Tiene una
equivalencia legal fija con respecto al peso de oro, de
modo que un peso de papel equivale siempre a 44 10
centavos de un peso de oro, y vale, haciendo un cálculo
rápido, cerca de 43 centavos de dólar.
Cuando van
a todo correr,[8] llevan las alas tendidas hacia atrás, y mudan
frecuentemente de dirección, abriendo una de ellas, con lo que[9] el
viento les ayuda a ejecutar rápidamente estas vueltas, que frustran los
movimientos del cazador.
De Nueva 10
York parten una vez por semana vapores de pasajeros,
que hacen un servicio moderno y rápido en catorce dÃas,
siendo como de dieciséis dÃas la duración del viaje a
RÃo de Janeiro, con una parada en BahÃa.
Después de
desdoblar la madeja de seda, dejó caer[30] al pie de la
torre una de las puntas, para que la mujer atase a 25
ella el cordel, y cuando cogió el cordel se sirvió el
prisionero de[31] él para subir la soga.
Las emanaciones potentes de
la tierra penetran en los pulmones, el vigor tropical sube a la cara y,
unido a la alegrÃa de la fiesta, les enciende las sienes, los envuelve
en una atmósfera vibrante que da a las arterias pulsaciones de fiebre.
Plántase el palo en el punto más
culminante del sembrado, después de haberlo metido
dentro de una pierna de calzón hecho pedazos, cuya otra
pierna queda colgando a merced del viento, semejando
en todo a la vacÃa pierna de un inválido.
Por fin, el dÃa 10 de octubre
de 1913, el Presidente de los Estados Unidos, oprimiendo un botón
eléctrico, a una distancia de 3,000 kilómetros, hizo saltar el último
obstáculo que quedaba en el canal con una carga de 20 toneladas de
dinamita.
Caminaron los hermanos algún tiempo y al llegar a una encrucijada, donde
partÃan cuatro caminos, el hermano mayor dijo:
--Hermanos mÃos, separémonos; cada uno tome un camino, busque su fortuna
y después de un año nos reuniremos otra vez aquÃ.
Por una parte las plantaciones cientÃficamente administradas,
las poblaciones rurales saneadas, constituyen un ejemplo altamente
sugerente, y el orden que reina en esas comarcas ha ejercido una
influencia saludable en la administración pública.
V.--EL IDEAL AMERICANO
1.--AMBAS AMÉRICAS
Cuando se echó sobre el torrentoso y ancho Niágara el puente colgante[1]
que es hoy asombro de los ingenieros, la gran dificultad estaba sólo en
pasar una maroma de la una a la otra orilla.
de Clieux las reanimó
con su propia ración de agua, y en los dÃas siguientes
la partió con ellas, llegando al fin enfermo de 15
sed a la Martinica, pero salvando de una muerte segura
las dos pequeñas plantas de café.
ECONOMÃA PRÃCTICA
...Hay personas que cifran todo su orgullo en comprar barato, como le
sucede á un tÃo mÃo, hombre muy nervioso y algo irascible, que se va á
un establecimiento de paños y empieza por pedir una silla y sentarse
cómodamente.
En el 20
primero de aquellos años el Vicealmirante Villegaignon
estableció una colonia de hugonotes franceses en una
isla de la bahÃa de RÃo de Janeiro, isla que hoy lleva
su nombre, y en la que permaneció hasta el año de 1560.
Al contrario, era
hombre joven todavÃa, pues apenas andaba en los cuarenta; poco erudito y
muy despejado, de imperiosa y breve palabra, y sobradamente capaz de
sujetar y meter en cintura á un convento de frailes y también á una
horda de piratas.
X
El caballo relinchó con una fuerza que hizo estremecer el bosque, dió
un bote increÃble, un bote en que se levantó más de diez varas del
suelo, y el aire comenzó á zumbar en los oÃdos del jinete, como zumba
una piedra arrojada por la honda.
Cuando el más ágil de los lebreles llegó á las
carrascas jadeante y cubiertas las fauces de espuma, ya el ciervo,
rápido como una saeta, las habÃa salvado de un solo brinco,
perdiéndose entre los matorrales de una trocha, que conducÃa á la
fuente.
Eran grandes, con pestañas largas y un negro de azabache: el
iris acero gris, poseÃa una cristalina claridad y transparencia, a
través de la cual la pupila negra azabache se veÃa expandirse y
contraerse, con toda sombra de pensamiento o de emoción.
Los oficiales que advirtieron la taciturna tristeza de su camarada, le
sacaron del éxtasis en que se encontraba sumergido, y presentándole una
copa, exclamaron en coro:
--¡Vamos, brindad vos, que sois el único que no lo ha hecho en toda la
noche!
Los oficiales que advirtieron la taciturna tristeza de su camarada, le
sacaron del éxtasis en que se encontraba sumergido, y presentándole
una copa, exclamaron en coro:
--¡Vamos, brindad vos, que sois el único que no lo ha hecho en toda la
noche!
Soñó que en su seno engendraba una serpiente, una serpiente monstruosa
que, arrojando agudos silbidos, y ora arrastrándose entre la menuda
hierba, ora replegándose sobre sà misma para saltar, huyó de su vista,
escondiéndose al fin entre unas zarzas.
Cambiadas[29]
las ideas entre el propietario y el ingeniero o el[30] arquitecto,
éste[31] hace una licitación privada entre constructores,
distribuyendo[32] entre ellos las planillas _de_ especificaciones y de
condiciones que se hayan[33] convenido.
En
cuanto a la Argentina, como las aguas del Plata contienen mucho fango,
el centro de las regatas está algo distante de Buenos Aires, en una
región sumamente pintoresca, cruzada por canales cuyas orillas están
sombreadas por sauces y otros árboles.
Doña
Juana, la de los dientes negros y amarillos, me alarga de su plato y con
su propio tenedor una fineza, que es indispensable aceptar y tragar; el
niño se divierte en despedir á los ojos de los concurrentes los huesos
disparados de las cerezas; D.
EULALIA
VivÃa sólo en un mundo de lamentaciones y
mi alma era una onda estancada, hasta que
la bella y dulce Eulalia llegó a ser mi pudorosa
compañera, hasta que la joven Eulalia, la de
los cabellos de oro, llegó a ser mi sonriente
compañera.
La bodega de elaboración está dotada de cierta
máquina, llamada demoledora, movida a vapor y colocada sobre un gran
tanque metálico, donde se mezcla y refrigera el mosto antes de ser
llevado, mediante una bomba centrÃfuga, a la bodega de fermentación.
Mande usted que me preparen una buena cazuela de sopas de ajo con un
puñado de huevos, para hacer boca, y luego cualquiera cosilla, con tal
de que sea mucho y substancioso, y media hogaza de pan ó una, y varios
postres, y su correspondiente vino, y...
se
hallaba oportunamente comprometido para otro convite; y la señorita, que
tan bien habÃa de cantar y tocar, estaba ronca en tal disposición que se
asombraba ella misma de que se le entendiese una sola palabra,{137-2} y
tenÃa un panadizo en un dedo.
viéndose sin huida, se
arrojó al suelo, se arrastró por la tierra besando los pies de los
unos, abrazándose á las rodillas de los otros, implorando en su ayuda
á la Virgen y á los Santos, cuyos nombres sonaban en su condenada boca
como una blasfemia.
El cura, sin tener un talento sobresaliente, ni una santidad que llamase
la atención, era uno de esos sacerdotes, cuyo carácter, inclinaciones,
estudios, educación, ocupaciones y hábitos los hacen perfectamente aptos
para el desempeño de su ministerio.
En aquel
instante la nota que maese Pérez sostenÃa trinando, se abrió, se
abrió, y una explosión de armonÃa gigante estremeció la iglesia, en
cuyos ángulos zumbaba el aire comprimido, y cuyos vidrios de colores
se estremecÃan en sus angostos ajimeces.
Entre las numerosas imágenes que adornaban su
cuarto, la viejecita reverenciaba muy en particular un san Antonio de
talla, recuerdo de mi tÃa y muy milagroso, según fama, pues no habÃa
objeto perdido que no pareciese en cuanto le encendÃan una candela.
La excitación de la alegrÃa los fatiga, la tensión del entusiasmo se
afloja, la energÃa para el placer se ablanda, la voluntad se deslÃe, y
entonces un vaho de sopor, una onda de languidez y de ternura los
envuelve, los penetra, los sumerge dulcemente.
Millones de chispas de luz rojas y azules,
verdes y amarillas, volteaban alrededor de las piedras como un
torbellino de átomos de fuego, como una vertiginosa ronda de esos
espÃritus de las llamas que fascinan con su brillo y su increÃble
inquietud....
Se veÃa precisado muchas veces á tratar sus asuntos en
terrenos despoblados y solitarios, y en estas ocasiones Tony no se
separaba una pulgada de su amo, mirando siempre á la cara de la persona
desconocida, como si quisiera adivinar sus intenciones....
bueno, -a, good, kind, well, fine; una buena, a good one; a warm
reception; Noche Buena, Christmas eve; mass of Christmas eve; --s
evaugelios, some holy sayings; some of the holy Scriptures; de buen
tono, fashionable; _subst._ _m._, good man, Christian.
Cristina y su madre nos esperaban, en efecto, y juntos nos dirigimos á
casa de la tÃa de Fernando, que estaba situada en la plaza del pueblo,
haciendo esquina á una calle estrecha y sombrÃa, en la que, sin saber
por qué, entré con una profunda tristeza.
Era frecuente encontrarla en la calle llevando y trayendo floreros y
candelabros para adornar los altares, y en vÃsperas de las grandes
fiestas no volvÃa á salir de la iglesia ni para comer, afanada como una
hormiga en los preparativos de la solemnidad.
Se producen en América
dos clases de plantas de café: la común, que es igual a
la producida en Arabia, y la gigante, que parece ser
una exageración de la primera, y que se cultiva en 25
algunas regiones de Ãfrica y en el Brasil.
ya
en el otoño, como regalo de despedida, inclina hacia los niños, que le
alegraron con sus cantos y juegos todo el verano, enormes racimos de su
hermosa fruta; y después, dando sus hojas ya inútiles al viento, se
encoge y se duerme como una marmota....
No
es raro que la propiedad se extienda desde una calle hasta la que limita
la manzana por el lado opuesto, y en este caso la parte posterior está
ocupada por el huerto o fondo, como familiarmente se le llama, y donde
suele haber añosos árboles frutales.
El nuevo organista, después de atravesar por en medio de los fieles
que ocupaban las naves para ir á besar el anillo del prelado, habÃa
subido á la tribuna, donde tocaba unos tras otros los registros del
órgano; con una gravedad tan afectada como ridÃcula.
Indudablemente el artista, que es casi un dios, da á su obra un soplo de
vida que no logra hacer que ande y se mueva, pero que le infunde una
vida incomprensible y extraña; vida que yo no me explico bien, pero que
la siento, sobre todo cuando bebo un poco.
bien en[13] mencionar ese punto al tratar de la
educación, pues la _conscripción_ militar es una verdadera escuela en la
que los jóvenes de veinte años completan su educación, reciben nociones
de agricultura y se ejercitan en ciertas prácticas industriales.
Él la amaba: la amaba con ese amor que no conoce freno ni lÃmites; la
amaba con ese amor en que se busca un goce y sólo se encuentran
martirios; amor que se asemeja á la felicidad, y que, no obstante,
parece infundir el cielo para la expiación de una culpa.
Indudablemente el
artista, que es casi un dios, da á su obra un soplo de vida que no
logra hacer que ande y se mueva, pero que le infunde una vida
incomprensible y extraña; vida que yo no me explico bien, pero que la
siento, sobre todo cuando bebo un poco.
Nuestro juez no
era un polÃtico sino un artista, que por amor al[342] arte 15
se entregaba a sus tenebrosos estudios; y debÃa ser
mucha su modestia, porque es fama que nunca se le oyó
hablar una sola palabra de sus progresos en la ciencia.
Convenidos amo y
criado, encargó el primero al segundo, muy buen ginete, que enseñase á
saltar fosos á una yegua, singularmente ligera, que poseÃa, ensanchando
el foso gradualmente, hasta que llegase á tener la anchura del que
cercaba al castillo sarraceno.
La muerte reinaba en el seno de esa onda
envenenada, y en su remolino habÃa una tumba
bien hecha para aquel que pudiera beber en
ella un consuelo a su imaginación taciturna, para
aquel cuya alma desamparada pudiera haberse
hecho un Edén de ese lago velado.
The 2d and 4th are _agudos_ and
assonanced.]
[Footnote 2: This thought is developed in the first of Becquer's
_Cartas literarias á una mujer._]
XXIII[1]
Por una mirada, un mundo;
Por una sonrisa, un cielo;
Por un beso...
Estoy seguro que los niños de escuela en el
Brasil saben más acerca de la geografÃa del Japón que de Chile; y serÃa
una sorpresa encontrar un escolar boliviano que recitara con más
corrección la lista de los estados mejicanos que la de los cantones de
Suiza.
Procuró entonces reanudar el sueño, y logró conseguirlo, después de dar
vueltas y más vueltas sobre los mullidos colchones, que eran lo menos
seis ó siete, con lo que el tal lecho parecÃa un catafalco, y era
menester para escalarlo subirse antes en una silla.
Todos los dÃas se le veÃa{80-2} subir con sus compañeros á
una de las cuatro torres que flanqueaban en sus ángulos el cuadrado
castillo, para descubrir en la inmensa extensión de terreno que abarcaba
su vista, si le llegaba socorro de los suyos; ¡pero en vano!
Ahora nosotros nos hallamos[6] dispuestos a invertir dinero en una forma
más completa, estableciendo una fuerte casa en Sud América que se ocupe
de la compra de pieles, asà como también de su elaboración, en las
condiciones más perfectas que sea dable alcanzar.
En donde esté una piedra solitaria
Sin inscriptión alguna,
Donde habite el olvido,
Allà estará mi tumba?[3]
[Footnote 1: This poem is composed of hendecasyllabic verses,
mostly of the first class, and of heptasyllabic verses.
En 1833, estuve de dependiente de comercio en ValparaÃso,
ganaba una onza mensual, y de ella destinaba media para pagar al
profesor de inglés Richard, y dos reales semanales al sereno del barrio
para que me despertase a las dos de la mañana a estudiar mi inglés.
En una de las embestidas resbaló el tenedor sobre el animal
como si tuviera escama, y el capón, violentamente despedido, pareció
querer tomar su vuelo como en sus tiempos más felices, y se posó en el
mantel tranquilamente como pudiera en un palo de un gallinero.
Lloro la vida
que me huye: cuando el cielo se corona de rayos de luz, y la tierra se
viste de verdura y de flores, y el viento trae perfumes y cantos de
pájaros y armonÃas distantes, y se ama y se siente una amada ¡la vida
es buena!--¿Y por que no has de vivir?
Su
entendimiento era el de un toro de ocho años y su fuerza también, sobre
todo cuando se ponÃa ó lo ponÃan colérico; por cuya razón era muy
respetado y temido, y ninguno querÃa contradecirle aunque dijese una
barbaridad, y solÃa decirlas de monumental calibre.
Tienen
estas gentes una aptitud 20
extraordinaria
para la música y el
baile, y su conversación
es pintoresca, ingeniosa
y algo propensa 25
al chiste.
A veces los agricultores de un distrito, no pudiendo tener cada uno su
propia[8] trilladora, se asocian entre sÃ,[9] formando sociedades
agrÃcolas cooperativas para comprar una máquina en común.[10]
--¿Se conoce en esas comarcas lo que aquà se llaman _options_?
Asà intentamos ahora echar un hilo sobre el
ancho abismo que separa a ambas Américas, y si una mano solÃcita del
bien[2] recoge y fija allá el otro cabo, habremos comenzado a construir
el robusto cable que debe unir la actividad intelectual de ambos
continentes.
El agua, que[166] se saca del
aljibe diariamente por medio de[167] un balde suspendido de una roldana
por una cadena, es notablemente lÃmpida y pura por lo que[168] puede
beberse de ella sin peligro y su sabor carece del dejo especial de
ciertas aguas de fuente.
El viejo creyó razonable esta observación, y entre él
y su hijo buscaron un fuerte palo, ataron el asno a él, y 15
tomando en hombros una extremidad el padre, y otra
el hijo, fueron trabajosamente cargados con la bestia
con dirección al pueblo.
Mientras haya unos ojos que reflejen
Los ojos que los miran;
Mientras responda el labio suspirando
Al labio que suspira;
Mientras sentirse puedan en un beso
Dos almas confundidas;
Mientras exista una mujer hermosa,
¡Habrá poesÃa!
No hay que hablarle, pues, de estos usos sociales, de estos respetos
mutuos, de estas reticencias urbanas, de esa delicadeza de trato, que
establece entre los hombres una preciosa armonÃa, diciendo sólo lo que
debe agradar y callando siempre lo que puede ofender.
Tan vigorosa adquisividad--unida á
una probidad de autómata y á una laboriosidad más propia de máquinas que
de seres humanos--darÃa por sà sola la clave de la estupenda suerte de
Becerro, si no supiésemos que toda planta muere si no encuentra
atmósfera propicia.
Miró á su interlocutora, y vió que era una morena de once á doce años,
de ojos como tinteros, de tupida melena negra, vestida con rico y bien
cortado ropón de franela roja, y luciendo un sombrerillo jockey de
terciopelo granate que le sentaba á las mil maravillas.
No habÃa estado en Cuba, sino en Costa Rica, donde
juntó una respetable fortuna; pero habÃa pasado muchos años en el campo,
sin comunicación apenas con Europa; escribió tres ó cuatro veces por
medio de los barcos que traficaban con Inglaterra y no obtuvo respuesta.
This beautiful woman, Galatea, became his
wife, and bore him a son called Paphos, founder of the city of that
name in Cyprus.]
--Por mi parte, puedo deciros que siempre la creà una locura; mas
desde anoche comienzo á comprender la pasión del escultor griego.
Comprendà que el camello era ciego del
ojo derecho, porque estaba intacta la hierba de ese 25
lado, y la del izquierdo se la habÃa comido al pasar,
y deduje que iba cojo, porque apenas se marcaban en
la arena las pisadas de una de sus patas.
parte, _f._, part, portion, direction; á esta --, up to now; de algún
tiempo á esta --, for some time past, for some time now; en --,
partly; en alguna --, somewhere; por mi --, for my part; por todas
--s, in every direction; everywhere; por una --, on the one hand.
Renegando entre dientes de la campana y del campanero que la toca,
disponÃame, una vez apagado aquel insólito y temeroso rumor, á coger
nuevamente el hilo del interrumpido sueño, cuando vino á herir mi
imaginación y á ofrecerse ante mis ojos una cosa extraordinaria.
Los esposos que asà trataban al triste padre tenÃan 10
un hijo de cuatro años, y un dÃa le vieron muy afanado
tratando de[97] ahuecar un trozo de madera, al que
habÃa redondeado ya por el exterior dándole toscamente
la forma de una escudilla.
No es
lo mismo encontrarlos en una grande altura, que verlos allÃ[2] al nivel
del mar, rodeados de vegetación, en medio de una temperatura agradable,
como la de un dÃa plácido de primavera, y donde parecerÃa que la nieve
no pudiera conservarse sino breves instantes.
Después de las once, y
cuando estaba la ciudad en plena[3] tiniebla, embozóse el virrey en su
capa y salió de Palacio.[4]
A poco andar[5] tropezó con una ronda; mas reconociéndolo el capitán, lo
dejó seguir tranquilamente, murmurando:--Vamos, ya pareció aquéllo[6]!
La popa estaba lisa y en los costados ni una
señal del número de filiación y nombre de la matrÃcula, un ser
desconocido que se morÃa entre aquellas otras barcas orgullosas de sus
pomposos nombres, como mueren en el mundo algunos, sin desgarrar el
misterio de su vida.
Sinforoso que el de los pájaros se sentaba en una silla para
alimentar al loro con más comodidad, él se sentó también á la entrada de
la tienda, y allà se estuvo cerca de una hora, diciendo de vez en
cuando:
--Conque ya lo sabe usted: dos pesetas y un perro grande.
Terminaba ño Neira de responder y ya le caia una nueva pregunta encima,
y si él tenia placer en contestarnos, no lo tenÃamos menor nosotros en
oir su lenguaje espresivo, su peculiar manera de comerse las palabras, y
hasta el colorido especial con que lo revestia todo.
Y esto diciendo llevóse la copa á los labios, y después de
humedecérselos con el licor que contenÃa, le arrojó el resto á la cara,
prorrumpiendo en una carcajada estrepitosa al ver cómo caÃa el vino
sobre la tumba goteando de las barbas de piedra del inmóvil guerrero.
Por la tarde el criado
habÃa dejado inadvertidamente abierta la ventana del gabinete; ésta,
como es sabido, daba á una calle estrecha, y en la casa de enfrente, en
una pobre habitación, se hallaba el cadáver de aquella joven
desconocida, velado por la madre de Teresa.
Y esto diciendo llevóse la copa á los labios, y después de
humedecérselos con el licor que contenÃa, le arrojó el resto á la
cara, prorrumpiendo en una carcajada estrepitosa al ver como caÃa el
vino sobre la tumba goteando de las barbas de piedra del inmóvil
guerrero.
Sobre una de estas rocas, sobre una que parecÃa próxima á desplomarse
en el fondo de las aguas, en cuya superficie se retrataba temblando el
primogénito de Almenar, de rodillas á los pies de su misteriosa
amante, procuraba en vano arrancarle el secreto de su existencia.
Y seguà adelante
murmurando: «¡Qué chiquilla tan mona!{18-2} ¡Lástima será que se la
lleve un tunante!» Después me puse á reflexionar en lo fácil que{18-3}
me hubiera sido jugar una mala pasada al alcalde y alzarme con el
cargo;{18-4} pero no; hubiera sido una felonÃa.
Al llegar aquà no hubo ya dormilones, indiferentes ni medio dormidos;
antes, cada cual abrÃa los ojos como una liebre, fijándolos en el orador
con cierta expresión de asombro y de lástima propia de quien contempla á
un hombre que repentinamente acaba de perder el juicio.
Como
yo habÃa oÃdo que el aguardiente es bueno pa quitar el dolor de barriga,
poniendo por fuera unos paños bien empapaos en ello, calenté en una
sartén como medio cuartillo; y cuando estaba casi hirviendo, llevélo asÃ
á la cama onde se estaba revolcando la muy bribona.
La madre oÃa sin
cesar la encantadora media lengua de Celinina, diciendo las cosas al
revés, y haciendo de las palabras de nuestro idioma graciosas
caricaturas filológicas que afluÃan de su linda boca como la música más
tierna que puede conmover el corazón de una madre.
The past participle of
=morir= is used instead of that of =matar= when that which is killed is
a person.]
[Note 301: =soltar una carcajada=, _to burst out laughing_.]
=EJERCICIOS=
=Cuestionario=
Háganse contestaciones en español a las preguntas que siguen.
IV
Tú, noble caballero, tal vez al resplandor de un relámpago; tú, pastor
errante, calcinado por los rayos del sol; tú, en fin, hermosa niña,
cubierta aún con gotas de rocÃo semejantes á lágrimas, todas habréis
visto en aquel santo lugar una tumba, una tumba humilde.
La destructora acción de los años, que ha cubierto de orÃn el metal,
ha roto y carcomido la piedra de este monumento, entre cuyas
hendiduras crecen algunas plantas trepadoras que suben enredándose
hasta coronarlo, mientras una vieja y corpulenta encina le sirve de
dosel.
Sabiendo que los cristianos de otras poderosas naciones, se aprestaban
á partir juntos en una formidable armada[1] á un paÃs maravilloso para
conquistar el sepulcro de Nuestro Señor Jesucristo, que los moros
tenÃan en su poder,[2] se determinó á marchar en su seguimiento.
Y los átomos
de ese astro se dispersan y se convierten bien
pronto en una lluvia, de la cual las mariposas
de esta tierra, que buscan en vano los cielos
y vuelven a descender,--¡criaturas jamás
satisfechas!--nos devuelven partÃculas a veces
sobre sus alas estremecidas.
Él notó que levantaron una baldosa
detrás de una cama; que bajaron una escalera; que
llegaron a un patio; que abrieron la entrada a otra escalera;
que bajaron ésta y llegaron a otro patio; que abrieron una 55
puerta y allà estaba la princesa con dos compañeras.
Sintióse[8] el viejo muy mortificado con esta pregunta
burlona, y el otro la explicó diciendo que era una barbaridad
cargar de aquella manera a un animal tan pequeño
y débil, y les hizo ver[9] al padre y al hijo lo[10] 10
cansado que el asno estaba.
Apenas se hubo sentado, ó desplomado sobre una silla, desenvainó una
especie de colcha que le servÃa de pañuelo, se enjugó el cuello y la
cara, y á renglón seguido, por no perder la costumbre, disparó un
diluvio de necias preguntas á su amigo y huésped el benemérito Lopera.
III
¡La catedral de Toledo![1] Figuraos un bosque de gigantes palmeras de
granito que al entrelazar sus ramas forman una bóveda colosal y
magnÃfica, bajo la que se guarece y vive, con la vida que le ha
prestado el genio, toda una creación de seres imaginarios y reales.
Háblannos de Rivera el criollaje rebelde a todo yugo;
la vida campesina, modalidad de una estirpe que se va; la guitarra
rasgueada bajo el toldo de las enramadas o en las carpas de los
campamentos; la trova plebeya llena, como la flauta del dios Pan, de
selváticas armonÃas.
La
mujer no es bizca como su marido, ni morena; pero tiene los cabellos tan
cerdosos como él, y una rubicundez en la cara, entre bermellón y
chocolate, que no hay quien la resista.{163-2} Gasta saya de bayeta
anaranjada, jubón de estameña parda y pañuelo blanco á la cabeza.
En ParÃs me encerré quince dÃas
con una gramática y un diccionario, y traduje seis páginas de alemán, a
satisfacción de[11] un inteligente a quien dà lección, dejándome
desmontado aquel supremo esfuerzo, no obstante que creÃa haber cogido ya
la estructura del rebelde idioma.
Prosiguieron, pues, cruzando al azar plazas
desiertas, pasadizos sombrÃos, callejones estrechos y tenebrosos,
hasta que por último, vieron brillar á lo lejos una luz, una luz
pequeña y moribunda, en torno de la cual la niebla formaba un cerco de
claridad fantástica y dudosa.
Sobre estas columnas fundó una
administración que todavÃa no conoce rival en estos paÃses, y parte de
cuyas creaciones, como puntos luminosos han lucido hasta en las negras
horas del gobierno bárbaro que por tantos años mantuvo detenido el carro
del progreso[2] argentino....
Al oir el estupendo desenlace de tan extraña aventura, cuantos habÃa en
el corro prorrumpieron en una ruidosa carcajada, mientras uno de ellos
dijo al narrador de la peregrina historia, que era el único que
permanecÃa callado y en una grave actitud:
--¡Acabáramos de una vez!
Desde la tal mesita, y como se sube el agua
del pozo, hace subir la comida hasta la boca, adonde llega goteando
después de una larga travesÃa; porque pensar que estas gentes han de
tener una mesa regular, y estar cómodos{138-1} todos los dÃas del año,
es pensar en lo excusado.
El convento
á donde voy á conduciros no era mal local, pero hará cosa de tres ó
cuatro dÃas nos cayó aquà como de las nubes una de las columnas volantes
que recorren la provincia, y gracias que hemos podido conseguir que se
amontonen por los claustros y dejen libre la iglesia.
En cada una de esas divisiones las autoridades dirigen
los asuntos relativos a la enseñanza primaria con entera independencia y
aún con rentas propias; en otros paÃses la autonomÃa es menos completa,
y los consejos locales administran los fondos votados por el gobierno
federal.
No quiere esto
decir que[6] las desprecie, ni que de ellas se prive en absoluto; que no
es él tan descortés y mal criado[7] para negarse a comer con quien le
invita, ni a fumar un tabaco[8] cuando se le ofrece, ni a _tomar una
copa_[9] cuando haya alguno que le convide y pague.
Por suerte la demanda de carne para
tasajo no ha cesado nunca, y este hecho ha impedido se produjera[2] una
crisis en el negocio de ganado, como habrÃa sucedido si la raza criolla
se hubiera depreciado por falta de mercado al comenzar la demanda de
animales de razas superiores.
Al oir el estupendo
desenlace de tan extraiÃa aventura, cuantos habÃa en el corro
prorrumpieron en una ruidosa carcajada, mientras uno de ellos dijo al
narrador de la peregrina historia, que era el único que permanecÃa
callado y en una grave actitud:
--¡Acabáramos de una vez!
Allà era el[7] salir apresuradamente las señoritas a los balcones,
armadas de sus jarros, echando agua con una mano sobre aquellos
peripuestos donceles, y defendiéndose con la otra de los proyectiles que
ellos les arrojaban, con toda mesura,[8] a barajar, para no[9]
lastimarlas.
También
mucho depende de los cambios que la iniciativa de los plantadores
introduce en el veredicto comercial; y no serÃa extraño que el
Perú--donde recientemente se han hecho inmensas plantaciones sobre una
base cientÃfica--viera los mercados del mundo disputándose[7] su cacao.
Tiene una
área de 393,000 millas cuadradas y está limitado, por el
norte, con[370] el Mar Caribe; por el este, con la Guayana
Inglesa y el Océano Atlántico; por el oeste, con la 5
república de Colombia; y por el sur, con los Estados
Unidos del Brasil.
Principia el hombre con un paseo hacia la pareja, como para invitarla;
ella cede y le sigue; y asà a los manejos de la música, ejecutan varias
figuras en que, ya se retiran desdeñosos, ya se buscan y se acercan;
pero al tiempo de encontrarse la mujer da una media vuelta[4] y huye.
Igualmente el mate frÃo, es decir, tibio, es detestable, sólo sirve para
producir dolores de vientre.[3]
Sin embargo, la misma yerba puesta en maceración con agua frÃa, nos da
una bebida agradable que no tiene los inconvenientes del mate frÃo y que
lleva el nombre de _tererere_.
ilusiones,[35] pues esa aspiración es nada menos
que[36] la de mantenerse separados, distintos; la de crear una
conciencia nacional; la de preparar y consolidar tradiciones propias que
definan y circunscriban esas nacientes nacionalidades y les dé una
fisonomÃa y una personalidad.
Se celebraba la fiesta de la Virgen; su
imagen, colocada en el altar mayor sobre un escabel de oro, resplandecÃa
como una ascua de fuego; las notas del órgano temblaban dilatándose de
eco en eco por el ámbito de la iglesia, y en el coro los sacerdotes
entonaban el _Salve, Regina_.
Un domingo, su hermana mayor, que le querÃa mucho, obtuvo permiso de los
labradores, á quienes servÃa de pastora, para ir á ver al desdichado
enfermito, y le trajo una florecita azul que habÃa cogido en el campo, y
que por casualidad habÃa salido de la tierra con una parte de raÃz.
Y esa fué la razón por la cual, hace ya bastante
tiempo, en ese reino más allá de la mar
un soplo descendió de una nube, y heló a mi
bella Annabel Lee; de suerte que sus padres
vinieron y se la llevaron lejos de mà para encerrarla
en un sepulcro, en ese reino más allá de
la mar.
Y luego agregó en tono grave:--Y si
las relaciones internacionales no se organizan[43] de acuerdo con el
ideal universal de paz, mucho me temo[44] que la América toda, y no sólo
la del norte, necesite una marina de guerra bastante poderosa para
defender su independencia económica.
Lamentos, palabras, nombres,
cantares, yo no sé lo que he oÃdo en aquel rumor cuando me he sentado
solo y febril sobre el peñasco, á cuyos pies saltan las aguas de la
fuente misteriosa para estancarse en una balsa profunda, cuya inmóvil
superficie apenas riza el viento de la tarde.
Muy cerca de allÃ, dos
enormes barcas de Boston descargan también harina
de trigo y de maÃz en abundancia fabulosa, y en diversas 15
partes del muelle y de la bahÃa descargan a la vez
como una docena de buques más, casi todos procedentes
de los Estados Unidos.
Torres Caicedo_ (COLOMBIANO)
=Palma, Ricardo= (1833-)
Si a Ossián es necesario leerlo en la montaña; a Tennyson junto a un
buen fuego, en una confortable silla inglesa; a Beaumarchais, en ParÃs;
y a Tasso, en Florencia, sostengo que a Ricardo Palma[56] hay que leerlo
en Lima.
La
llamó, sin que él mismo supiese para qué, y como la moza entrase{49-1}
al corral, de repente el indiano, al contemplarla tan linda é
indefensa--pues la mujer que lleva una herrada no puede oponerse á
demasÃas--la tomó una mano y la besó, como harÃa algún galán del teatro
antiguo.
Apenas empezó á escucharse ese ruido particular que
produce el agua que se bate á golpes ó se agita con violencia, Garcés
comenzó á levantarse poquito á poco y con las mayores precauciones,
apoyándose en la tierra primero sobre la punta de los dedos, y después
con una de las rodillas.
Llevéla, á má é{172-1} tres leguas de aquÃ, á que un señor cura, que
icen que tiene ese previlegio, la echara los Avangelios;{172-2}
leyóselos, dióme una cartilla bendecÃa y un poco de ruda, cosÃlo too en
una bolsa, colguésela al pescuezo, costóme la cirimonia al pie de un
napolión...
Pude, otra vez, admirar su hermoso
rostro, suave y varonil, curtido por todos los vientos y todas las
glorias de la América, con su ancha frente en la cual una bala dejó la
estampa de una estrella[4]; toda su expresión, simpática y genial, bajo
la sombra movediza de su gran chambergo.
De estos hombres, algunos lloraban sentados; otros
permanecÃan de pie, pálidos, inmóviles, con el sello terrible que deja
un dolor profundo sobre un organismo fuerte y varonil; otros, fingiendo
tranquilidad, trataban de ocultar con una sonrisa violenta el llanto que
asomaba á sus ojos.
El silencio era profundo, e interrumpÃanle sólo el ruido de nuestra
cabalgata, el ladrido de algún perro alarmado por él, y el canto triste
y monótono del gallo, que a largos intervalos sonaba en una lejana choza
y era contestado en otra, como el _¡alerta!_ del centinela de la
soledad.
Y no se limitan sus funciones a comprar, por ejemplo, una lata en cuatro
reales para venderla después en cuatro duros; no señor; además de esto
suele dedicarse a soldar lo despegado, remendar lo roto y a enderezar
entuertos[1] y abolladuras, siempre que[2] se le pague como
corresponde.
Celinina tuvo por
breve rato un alivio tan patente, que todos concibieron esperanzas, y
lleno de alegrÃa, dijo el padre: «Voy al punto á buscar eso.»
Pero como cae rápidamente un ave herida al remontar el vuelo á lo más
alto, asà cayó Celinina en las honduras de una fiebre muy intensa.
En este punto se detuvo el pastor un memento, tendió á su alrededor
una mirada, y prosiguió asÃ:
--¿Siente usted este profundo silencio que reina en todo el monte, que
no suena un guijarro, que no se mueve una hoja, que el aire está
inmóvil y pesa sobre los hombros y parece que aplasta?
Transportadas a nuestros paÃses,
renovaron la sangre de la literatura española, diluyeron su pesadez,
podaron sus floraciones excesivas y transformaron su aspecto, como una
mujer delicada metamorfosea en _boudoir_ propicio a la galanterÃa el
frÃo salón vetusto de un castillo con historia.
El ángel miró tristemente y durante largo tiempo aquel pobre y
abandonado sitio; pero de repente su celeste mirada fué á posarse en una
florecita azul que un rayo de sol habÃa abierto y que parecÃa sonreir á
la tierra: el ángel dejó oir un grito de alegrÃa: abatió su vuelo y fué
á cogerla.
En semejante situación de
espÃritu ¿qué sensación no deberÃa producirme una horrible palmada que
una gran mano, pegada (á lo que por entonces entendÃ) á un grandÃsimo
brazo, vino á descargar sobre uno de mis hombros, que por desgracia no
tienen punto alguno de semejanza con los de Atlante?
Entonces se aumenta considerablemente el volumen de las
aguas que se despeñan por el Salto; entonces el rÃo es una _gran manga
del diluvio_, como decÃa Chateaubriand hablando del Niágara; entonces es
cuando los amantes de la naturaleza deben ver el Salto; entonces es
cuando yo lo he visto.
See p.16, note 3.]
Tornó empero á dominarse, cerró los ojos para no verla, extendió la
mano con un movimiento convulsivo y le arrancó la ajorca de oro,
piadosa ofrenda de un santo arzobispo; la ajorca de oro cuyo valor
equivalÃa á una fortuna.[2]
[Footnote 2: equivalÃa á una fortuna.
CaÃa la flor bajo los balcones, apresurábase el caballero a levantarla,
y cuando con una amable sonrisa iba a saludar a la dueña, recibÃa en el
rostro un torrente de agua que le enceguecÃa y ahogaba, desgracia que él
trataba de disimular diciendo con toda galanterÃa:
--¡Cómo ha de ser[11]!
Convino en[125] ello el buen muchacho persa; la madre 10
entonces le fué cosiendo las monedas en el interior de
la ropa, para que pudiera llevarlas con más facilidad
sin perderlas,[126] y terminada esta operación, le dijo:
--Prométeme ahora no decir jamás una mentira.
El arzobispo hizo una señal
de asentimiento con la cabeza, y ya algunos de los fieles que conocÃan
á aquel personaje extraño por un organista envidioso, enemigo del de
Santa Inés, comenzaban á prorrumpir en exclamaciones de disgusto,
cuando de improviso se oyó en el atrîo un ruido espantoso.
Después de una lucha sangrienta
y empeñada, se enseñorearon los españoles de[355]
sus templos, riquezas y metales preciosos que poseÃan y
quedaron los indios muy pasmados[356] de la avidez con
la cual los españoles amontonaban el oro, el cual ellos 15
casi despreciaban.
La mÃa es una verdadera dama castellana que por un milagro de la
escultura parece que no la han enterrado en un sepulcro, sino que aun
permanece en cuerpo y alma de hinojos sobre la losa que la cubre,
inmóvil, con las manos juntas en ademán suplicante, sumergida en un
éxtasis de mÃstico amor.
La mÃa es una verdadera dama castellana que por un
milagro de la escultura parece que no la han enterrado en un sepulcro,
sino que aún permanece en cuerpo y alma de hinojos sobre la losa que
le cubre, inmóvil, con las manos juntas en ademan suplicante,
sumergida en un éxtasis de mÃstico amor.
Y entonces se desparramaron por el suelo una multitud de trozos de tallo
de calabacera, todavÃa verdes y chorreando jugo, mientras que el viejo
hortelano, sentado sobre sus piernas y muerto de risa, dirigÃa el
siguiente discurso al Concejal y á los curiosos:
--Caballeros: ¿no han pagado Vds.
Es el caso, que[7] el
núcleo de la colonia le era en aquellos momentos contrario; mas aquel
orador sorprendente tenÃa recursos extraordinarios, y aprovechando mi
presencia, simpática para los cubanos que conocÃan al poeta,[8] hizo de
mà una presentación ornada de las mejores galas de su estilo.
La perra dirige á la señora una mirada de infinita ternura y se pone á
lamer á los viajeros, uno por uno, hasta que llega á un fabricante de
corchos, hombre iracundo, sin fe religiosa, ni aseo personal, que al
sentirse lamido suelta un terno y quiere matar á la perra con el lÃo de
los paraguas.
Las posadas de esos caminos no son hoteles sino casas de familia, donde
siempre el que lo ha menester[3] encuentra una mesa «puesta»[4] y una
cama «tendida»[5] y corazones sencillos, cariñosos, que consideran la
hospitalidad como un favor que recibe quien lo da, como un deber
ordenado por Dios.
A 5
este fin llamó el juez a uno de sus más diestros ayudantes,
y prometióle una buena recompensa en caso
que lograse quitar el caballo, con toda la honradez y
limpieza posibles, ofreciéndole además el librarle de la
sanción de la ley, dado caso de que[344] fuese sorprendido.
Aquà una de ellas, blanca como el vellón de un cordero, sacaba su
cabeza rubia entre las verdes y flotantes hojas de una planta
acuática, de la cual parecÃa una flor á medio abrir, cuyo flexible
tallo más bien se adivinaba que se veÃa temblar debajo de los
infinites cÃrculos de luz de las ondas.
La noción de gobierno, esto es, la de una entidad tutelar y
directiva, nacida del consenso general, digna de respeto, necesariamente
fuerte y obligatoriamente honesta, empezó a entrar en el alma nacional
cuando, después de predicarla durante cuarenta años, Sarmiento la
encarnó en la Presidencia.
La
señorona estruja sus vestidos de seda con los inmundos arambeles de la
mendiga y con las calzoneras de cuero del peregrino de tierra
adentro.[3] No se puede entrar en el santuario sino a empellones[4]; no
se puede circular por la placita sino dejándose arrastrar por una
corriente inevitable.
Podemos continuar nuestro viaje en ferrocarril desde la capital hasta
Puerto Barrios, en la costa del Atlántico, donde llegamos tras de doce
horas de viaje por una región digna de ser conocida[44] _por_ lo
interesante que es[45] para el hombre de negocios a quien le atraen las
empresas agrÃcolas.
Delante de sus compañeras, más ágil, más linda, más juguetona y alegre
que todas, saltando, corriendo, parándose y tornando á correr, de modo
que parecÃa no tocar el suelo con los pies, iba la corza blanca, cuyo
extraño color destacaba como una fantástica luz sobre el obscuro fondo
de los árboles.
Inmediato á la villa, y oculto en el fondo de un espeso bosque, vivÃa
á esta sazón, en una pequeña ermita dedicada á San Bartolomé[1] un
santo hombre, de costumbres piadosas y ejemplares, á quien el pueblo
tuvo siempre en olor de santidad, merced á sus saludables consejos y
acertadas predicciones.
Pensando en esto se afligÃa Pepito, y cada vez que
se le escapaba algún sollozo dirigÃa su vista a[194] la caja
que tenÃa abierta a su lado, y la miraba con infinita
ternura, como si buscase en aquel conjunto de esmaltes
y colores una idea brillante y alegre que serenase su
imaginación.
El escritorio o biblioteca suele tener una o más mesas de trabajo, ya de
la forma clásica, ya del estilo que llaman americano, ya,
finalmente,[125] del que lleva con el nombre de escritorio de ministro,
fácil de reconocer por los dos cuerpos laterales que contienen[126]
gavetas o pequeños armarios.
Es verdad que en una gran zona del continente la cosecha es deficiente
en cantidad y pobre en calidad, razón por la cual hay que importar gran
parte del maÃz que consume la población; pero esto mismo es un aliciente
para iniciar en los paÃses menos adelantados el cultivo perfeccionado de
ese cereal.
Fray
Gómez arrancó una página de un libro viejo, dirigióse
a la ventana, cogió ligeramente al animalito, lo envolvió
en el papel, y volviéndose hacia el castellano viejo le 20
dijo:
--Tome, buen hombre, y empeñe esta alhaja; no
olvide de devolvérmela dentro de seis meses.
The form of this proper adjective is the
same for the masculine and the feminine.]
[Note 136: =de nuevo=, _again_.]
=EL FLAUTISTA DE HAMELIN=
=Palabras y plumas el viento las lleva=
Hace mucho tiempo[137] que en una ciudad de Alemania
hubo una invasión extraordinaria de ratones.
aún en el sueño veÃa cruzar, perderse y tornar de nuevo una
mujer, una mujer morena y hermosa, que llevaba la joya de oro y de
pedrerÃa; una mujer, sÃ, porque ya no era la Virgen que yo adoro y ante
quien me humillo, era una mujer, otra mujer como yo, que me miraba y se
reÃa mofándose de mÃ.--¿La ves?
aun en el sueño veÃa cruzar, perderse y tornar de nuevo una
mujer, una mujer morena y hermosa, que llevaba la joya de oro y de
pedrerÃa; una mujer, sÃ, porque ya no era la Virgen que yo adoro y
ante quien me humillo, era una mujer, otra mujer como yo, que me
miraba y se reÃa mofándose de mÃ.--¿La ves?
En algunos, el estudio del problema del
regadÃo está a cargo de comisiones permanentes y en ellos se han
levantado empréstitos de muchos millones de dólares para llevar a cabo
trabajos de largo aliento.[2] Obras para regar una extensión de dos
millones de hectáreas han dejado ya de ser[3] una novedad.
Por una
coincidencia difÃcil de explicar, dado el alejamiento y la falta de
intercambio, el pensamiento francés traducÃa casi todos los matices
nacientes del alma latinoamericana y se superponÃa tan exactamente a sus
anhelos, que en determinados casos parecÃa nacido en la región y
elaborado por ella.
Abrió un libro devoto y lo volvió á cerrar sin
haber leÃdo cuatro renglones: empezó una carta, y apenas hubo puesto
delante de sà el papel y mojado la pluma en el ancho canjilón de loza
que le servÃa de tintero, desistió de su idea y comenzó á recorrer la
celda agitado y nervioso, como tigre enjaulado.
Todos guardaron silencio, y él prosiguio asÃ:
--Yo no acertaré nunca á dar la razón; pero es el caso que la historia
de las armas vacÃas me pareció siempre una fábula tejida en favor de
algún noble personaje, á quien tal vez altas razones de conveniencia
pública no permitÃan ni descubrir ni castigar.
exclamó Lope al ver á su contrario entonces, y en otros dÃas su
mejor amigo, asombrado como él, y como él pálido é inmóvil; Dios no
quiere permitir este combate, porque es una lucha fratricida; porque
un combate entre nosotros ofende al cielo, ante el cual nos hemos
jurado cien veces una amistad eterna.
La Argentina es una de las cinco repúblicas americanas
que se han organizado de acuerdo con[283] la forma del 25
gobierno federal, siendo las otras cuatro los Estados
Unidos de América, los Estados Unidos del Brasil, los
Estados Unidos Mejicanos y los Estados Unidos de
Venezuela.
NOTES:
[Note 275: =tener una extensión=, _to have an area_.]
[Note 276: =hasta fines de=, _until the end of_.]
[Note 277: =pasar a poder de=, _to pass into the possession of_.]
[Note 278: =servir de=, _to serve as_.]
[Note 279: =alzarse=, _to be piled up_.]
[Note 280: =recién=, _recently_.
que decir
algo, claman todos.--Désele pie forzado; que diga una copla á cada
uno.--Yo le daré el pie: _à don Braulio en este dÃa._--Señores, ¡por
Dios!--No hay remedio.--En mi vida he improvisado.--No se haga usted el
chiquito.--Me marcharé.--Cerrar{143-1} la puerta.--No se sale de aquÃ
sin decir algo.
At Cerignola, Italy, on April 28, 1503, the
Spanish army under Gonzalo de Córdoba defeated the French under the
Duc de Nemours, and gained for Spain the kingdom of Naples.]
Los militares acogieron el brindis con una salva de aplausos, y el
capitán, balanceándose, dio algunos pasos hacia el sepulcro.
Mas si se desea hacer composturas o
reparaciones en los muebles, habrá que[5] ocurrir a un ebanista, ya se
trate de añadir una pieza, completar un dibujo o reponer una moldura; si
en cambio hubiera que[6] guarnecer de nuevo almohadones, sillas, sofás,
etc., proveerlos de relleno, resortes o cubiertas, Ud.
Intentaron salir de aquel apuro
Con acudir a una colmena vieja,
Y sacar el cadáver de una abeja
Muy hábil en su tiempo y laboriosa;
Hacerla con la pompa más honrosa
Unas grandes exequias funerales,
Y susurrar elogios inmortales
De lo ingeniosa que era
En labrar dulce miel y blanda cera.
La ambición vulgar de mando, los compromisos de una polÃtica interior
bastarda, y el desorden consiguiente en el manejo y empleo de las rentas
son las causas principales del descrédito, exagerado a veces por el
interés y por la pasión, que de vez en cuando[5] se une al nombre de
algunas de estas repúblicas.
EL JUEZ Y EL ESCARABAJO
=Más vale maña que fuerza=
Un juez muy sabio, que servÃa en una provincia
de España gobernada por un hombre injusto y ambicioso,
fué condenado a prisión en una torre, porque
al gobernador le molestaba el que las gentes tuviesen[23]
tanto cariño y respeto al[24] juez.
La limeña que vuelve tarumba[58] al mismo virrey en persona,
con una mirada o un chiste, la he visto ayer salir de Santo Domingo, con
los ojos como ascuas, bajo el encaje del manto, con un pie capaz de
desaparecer en la juntura de dos piedras, y aquel andar que hubiera
hecho persignarse al mismo San Antonio.
Al oir tal, hubo en la cocina
una explosión de alegrÃa, con vivas y bendiciones hiperbólicas; sólo el
pastor, viejo cano, meneó la cabeza, afirmando que el que echaba con
señores «espantaba la suerte,» de lo cual le pesó tanto al marqués, que
condenó al pastor á no llevar ni un real en los décimos consabidos.
Cuando el viaje de su protector
le lleva a Londres, la escuela del dómine Brondeby es para él como un
lugar fantástico que despierta en su sér extrañas reminiscencias;
después, en la fuerza de su genio, el recuerdo de aquella morada y del
viejo profesor han de hacerle producir una de sus subyugadoras páginas.
El secretario se habÃa puesto su cuello más almidonado y una levita
negra que le daba por[2] las pantorrillas; estaba embarazado con sus
faldones, que en cualquier movimiento se abrÃan como paracaÃdas; lucÃa
su mejor alfiler, y su anillo de chispa[3] tenÃa un compañero tan ancho
que le impedÃa doblar el dedo.
Primero sintió
ese frÃo y singular estremecimiento, precursor de la aurora; después
advirtió cierto fulgor blanquecino, cada instante más luminoso; levantó
su canto el gallo, trompeta de la mañana, y al cabo, serena y hermosa,
llena de armonÃas y resplandores, brilló con toda limpidez una magnÃfica
alborada.
Esto se
prolonga mas de lo que pensamos y he escrito á Gaspar y á Valera que
solo pagó la mitad del importe del cuadro Gaspar he sabido que salio
ayer para Aguas Buenas y tardará en recibir mi carta Valera espero
enviará ese pico pero suele gastar una calma desesperante en este
apuro recurro una vez mas á vd.
à todo esto, á fuerza de ruegos, y como pago de haber dicho la
buenaventura á todos los ladrones, pronosticándoles que no serÃan
ahorcados y que llevarÃan una vejez muy tranquila, habÃa yo conseguido
que por las tardes me sacasen{35-2} de la cueva y me atasen á un árbol,
pues en mi encierro me ahogaba de calor.
DREAMLAND
I
En una senda abandonada y triste
que recorren tan sólo ángeles malos,
una extraña Deidad la negra Noche
ha erigido su trono solitario;
allà llegué una vez; crucé atrevido
de Thule ignota los contornos vagos
y al Reino entré que extiende sus confines
fuera del Tiempo y fuera del Espacio.
Su nuera aparece en el suyo, más
desaliñada que nunca, con la cara roja como un pimiento seco y con la
crin suelta, en medio de una espesÃsima nube de humo, ¡aparición
verdaderamente infernal!; saca medio cuerpo fuera de la balaustrada, y
con voz ronca y destemplada grita, mirando al piso segundo:
--¡TÃa!...
En cuanto al 10
pobre sacristán, no sabÃa lo que le pasaba,[252] y sin atreverse
a decir esta boca es mÃa, no hacia otra cosa que
toser y limpiarse el sudor de la cara, con su pañuelo, el
cual guardó y volvió a sacar una y cien veces, atacado
por la tos, que no le dejaba principiar.
Éstos se reducÃan á formar una banda de jóvenes de buen humor,
despreocupados y poco temerosos del peligro, que desde allà en
adelante vivirÃan alegremente del producto de su valor y á costa del
paÃs, hasta tanto que Dios se sirviera disponer de cada uno de ellos
conforme á su voluntad, según hoy á mà me sucede.
Encantados los habitantes de Bellver con tan ingeniosa solución,
volvieron á reunirse en concejo, mandaron levantar una altÃsima horca
en la plaza, y cuando ya la multitud ocupaba sus avenidas, se
dirigieron á la cárcel por la armadura, en corporación y con toda la
solemnidad que la importancia del caso requerÃa.
Doña Catalina le lanzó una mirada furiosa; Fernando bajó los ojos, y
observé que sus manos temblaban; en Cristina y su madre sólo se advertÃa
una profunda compasión hacia la infeliz criatura que en lo más hermoso
de su vida, en lo más florido de su juventud, iba á abandonar esta
tierra por un mundo desconocido....
ULALUME
I
Los cielos cenicientos y sombrÃos,
crespas las hojas, lÃvidas y mustias,
y era una noche del doliente octubre
del tiempo inmemorial entre las brumas,
era en las tristes márgenes del Auber,
el lago tenebroso de aguas mudas,
ante los bosques tétricos del Weir,
la región espectral de la pavura.
VARIANT:
=No cuesta más de.=
20.--EL MATE
Aunque el arte de hacer una buena taza de té es algo sagrado, que sólo
lo hace la dueña de casa[1] en una familia inglesa, el cebar mate[2]
bien es aún más difÃcil y en algunas familias antiguas sólo lo hacÃan
sirvientes especiales llamadas cebadoras de mate.
necesita una pieza especial de mobiliario, verbigracia, una
manija para una gaveta, un candado, clavos, tornillos, o herramientas de
uso casero como un martillo, una lima, unas tenazas o alicates, ¿dónde
los compra Ud.?[4]
--Esas mercaderÃas menudas de hierro y acero se adquieren en la
ferreterÃa o quincallerÃa.
Terminado este brevÃsimo diálogo, los dos jóvenes se internaron por
una de las estrechas calles que desembocan en el Zocodover,
desapareciendo en la obscuridad como esos fantasmas de la noche, que
después de aterrar un instante al que los ve, se deshacen en átomos de
niebla y se confunden en el seno de las sombras.
Antes daba
gusto[1] bautizar a un chiquillo de uno u otro sexo, porque se celebraba
el acto como si fuera el santo del patrono de un pueblo.[2] Se invitaban
a las familias amigas y a los jóvenes habilidosos capaces de recitar una
oda si a mano viene[3]; se repartÃan monedas en cintas o en
cartulinas[4] y se bailaba.
Este drama abigarrado--estad seguro que
no será olvidado,--con su fantasma perseguido
siempre por una muchedumbre que no puede
atraparlo, en un cÃrculo que gira siempre sobre
sà mismo y vuelve sin cesar al mismo punto;
ese drama en el cual forman el alma de la intriga
mucha locura y todavÃa más pecado y horror!....
Interrumpida la conversación en este punto, los jinetes, precedidos del
guÃa, siguieron en silencio el camino adelante hasta llegar á una
plazuela, en cuyo fondo se destacaba la negra silueta del convento con
su torre morisca, su campanario de espadaña, su cúpula ojival y sus
tejados de crestas desiguales y obscuras.
Interrumpida la conversación en este punto, los jinetes, precedidos
del guÃa, siguieron en silencio el camino adelante hasta llegar á una
plazuela, en cuyo fondo se destacaba la negra silueta del convento con
su torre morisca, su campanario de espadaña, su cúpula ojival y sus
tejados de crestas desiguales y obscuras.
The even verses of the poem have the same
assonance throughout.]
[Footnote 2: radia una idea = 'there gleams some fancy.']
XIV[1]
Te và un punto,[2] y, flotando ante mis ojos
La imagen de tus ojos se quedó,
Como la mancha obscura, orlada en fuego,
Que flota y ciega, si se mira al sol.
Cifra una especie de
orgullo en rodearse de una numerosa descendencia; por una extraordinaria
condición de su naturaleza cada vez sale más rejuvenecida después de las
dolorosas pruebas de la más alta función social,--la primera en
importancia en un paÃs donde sólo el aumento de población puede
asegurar su civilización.
En el curso de un año, la playa cambiaba de vecinos; los laúdes ya
reparados se hacÃan á la mar y las embarcaciones de pesca eran armadas y
lanzadas al agua; sólo una barca abandonada y sin arboladura permanecÃa
enclavada en la arena, triste, solitaria, sin otra compañÃa que la del
carabinero que se sentaba á su sombra.
A pesar del miedo que me inspiraba aquel feroz
animal, hubiera querido entonces encontrarme con una
docena de osos, por el gusto de oÃr a mi padre llamarme
«mi valiente hijo.» 10
=EJERCICIOS=
=Cuestionario=
Contéstese en español a las preguntas que siguen.
Hallándome solo y sin recursos de ninguna especie, el diablo sin duda
debió sugerirme la idea de reunir algunos jóvenes que se encontraban
en una situación idéntica á la mia, los cuales, seducidos con las
promesas de un porvenir de disipación, libertad, y abundancia, no
vacilaron un instante en suscribir á mis designios.
El sol, según digo, estaba
al ponerse, y por detrás de la altura se descubrÃa un jirón del cielo,
rojo y encendido como la grana, sobre el que và aparecer alta, seca y
haraposa, semejante á un esqueleto que se escapa de su fosa, envuelto
aún en los jirones del sudario, una vieja horrible, en la que conocà á
la tÃa Casca.
Los conventos de monjas son raros y las
profesiones no abundan, al contrario de lo que en Chile sucede, donde
las comunidades de mujeres se multiplicaron desde el origen de la
colonia: servÃan de asilo a las mujeres, demasiado numerosas para una
población masculina constantemente diezmada por la guerra con los
Araucanos.
Los pueblos impacientes de vida, que se alejaban de la vieja
España como una bandada de adolescentes de una reunión de abuelas,
encontraron en el espÃritu cautivante y primaveral de la nación de
Enrique IV la expresión de audacia, de la ironÃa, de la precisión, de la
incredulidad y del fuego que los consumÃa interiormente.
una no puede estar en
todo.--¡Oh, está excelente, exclamábamos todos dejándonoslo en el plato,
excelente!--Este pescado está pasado.--Pues en el despacho de la
diligencia del fresco dijeron que acababa de llegar; ¡el criado es tan
bruto!--¿De dónde se ha traÃdo este vino?--En eso no tienes razón,
porque es...--Es malÃsimo.
El intrépido Hernán Cortés y aventurero
español salió de Cuba yendo en busca de tierras
desconocidas y vino a establecerse en Vera Cruz donde
fundó una colonia después de haber derrotado a sus
habitantes los aztecas, indios superiores en cultura y
civilización a todas las demás tribus que pueblan el
nuevo mundo.
Todos guardamos silencio, hasta que, transcurrido el primer momento de
estupor, le proclamamos á grandes voces nuestro capitán, ofreciéndole
una copa de nuestro vino, la cual rehusó por señas, acaso por no
descubrirse la faz, que en vano procuramos distinguir á través de las
rejillas de hierro que la ocultaban á nuestros ojos.
De cada una de las notas que formaban aquel magnÃfico acorde, se
desarrolló un tema; y unos cerca, otros lejos, éstos brillantes,
aquellos sordos, dirÃase que las aguas y los pájaros, las brisas y las
frondas, los hombres y los ángeles, la tierra y los cielos, cantaban
cada cual en su idioma un himno al nacimiento del Salvador.
En el fondo de un arco sepulcral revestido de mármoles negros,
arrodillada delante de un reclinatorio, con las manos juntas y la cara
vuelta hacia el altar, vieron, en efecto, la imagen de una mujer tan
bella, que jamás salió otra igual de manos de un escultor, ni el deseo
pudo pintarla en la fantasÃa más soberanamente hermosa.
Sábese que en el linaje del poeta hubo un bravo sir Rogerio, que batalló
en compañÃa de Strongbow, un osado, sir Arnoldo, que defendió a una
_lady_, acusada de bruja; una mujer heroica y viril, la célebre
_Condesa_ del tiempo de Cromwell; y pasado sobre enredos genealógicos
antiguos, un General de los Estados Unidos, su abuelo.
Por eso, mientras expongo este bosquejo á la consideración de los
hombres _que pueden_,{181-3} dado que se dignasen echar sobre él una
mirada, puesta mi esperanza en Dios, que es la mayor esperanza de los
desgraciados, me limito á exclamar, desde el fondo de mi corazón, con mi
tierno amigo Bustillo:
«¡Ay, SEÑOR!
Una tarde en que Chaviri estaba seguro de ser espiado, después de pasar
pacientemente una hora echando su caña en el sitio donde solÃa ponerse
para que las gentes le vieran, miró á su alrededor con gesto receloso,
levantóse, recogió su aparejo, y se fué _rÃo abajo_, donde la orilla
forma un recodo oculto entre espinos y zarzales.
Bajo los pies y por entre la yerba y
hojarasca se deslizan culebras de mil matices, haciéndose notar la
cazadora por su corpulencia y timidez, y la _lomo-de-machete_, de Ãndole
fiera, cuerpo vigoroso, coronada de cresta y armada de una sierra que
eriza sobre el lomo al avistar al hombre, lo que afortunadamente sucede
raras veces.
Después comenzaron á oirse como unos himnos distantes que entonaban
las jerarquÃas de serafines; mil himnos á la vez, que al confundirse
formaban uno solo, que, no obstante, era no más el acompañamiento de
una extraña melodÃa, que parecÃa flotar sobre aquel océano de
misteriosos ecos, como un jirón de niebla sobre las olas del mar.
Después de una introducción ó exordio elogiando el tino y la prudencia
con que habÃa resuelto el capÃtulo cuestiones delicadas, celebró que
todos los ánimos estuviesen unidos para cuanto fuese provechoso
espiritual ó temporalmente á la orden, comparándola á una gran madre
cuyo mejor adorno y corona son los buenos y virtuosos hijos.
El _herrero_ es un pájaro blanco, con la frente verdoso-cobriza, del
tamaño de una tórtola, pero menos grueso de cuerpo, y cuyo canto se
asemeja al ruido que hacen la lima y el martillo, cuando con ellos están
alternativamente limando y dando martillazos en un pedazo de lámina de
hierro: _chriiii tan_, _chriiii tan_, _chriiii tan_.
Estrada, «MartÃn Fierro es el tipo culminante del gaucho,
es decir, el producto más completo de una sociabilidad injusta,
operando sobre una naturaleza ingénitamente poderosa y activa.»
--_Noel de Lara_ (ARGENTINO)
=Isaacs, Jorge= (1837-1895)
La «MarÃa» de Jorge Isaacs,[42] el poeta colombiano, es admirable, pero
¿qué es?
Ahora bien: una región que en el corto espacio de algunos kilómetros
ofrece con frecuencia al viajero que la visita, las temperaturas de
todos los climas y todos los accidentes topográficos imaginables; una
región tal modifica incesantemente las razas, produciendo infinitos
matices, cada uno de los cuales posee aptitudes especiales.
La América del Sur se dió intelectualmente
a Francia con la ingenuidad de una virgen, se convirtió en su discÃpulo
respetuoso, la imitó hasta en sus errores y, desde lejos, modestamente,
consciente de su pequeñez, ató su destino al de aquella nación
portentosa que parecÃa reunir todas las excelencias y realizar todos los
sueños....
Si en lugar de atravesar el Titicaca hubiéramos continuado el viaje en
tren por un ramal que se desprende en dirección al sur desde Juliaca,
habrÃamos podido llegar a Arequipa (cerca de la cual se halla el
Observatorio de Harvard), y de allà a Mollendo, puerto del Perú, por
donde pasa una gran parte del comercio exterior de Bolivia.
Y cuando ya la vela estaba próxima á consumirse del todo, oyó mi
héroe á lo lejos el son de una guitarra, y luego el rasguear de otras
tres ó cuatro que venÃan haciéndole consonancia y coro; y después, y ya
más cerca, los tañedores se pararon, y una voz varonil entonó la copla
siguiente:
Es tu ventana, morena,
¡Ay!
Pedro hizo un esfuerzo para seguir en su camino, llego á la verja, y
subió la primera grada de la capilla mayor.[1] Alrededor de esta
capilla están las tumbas de los reyes,[2] cuyas imágenes de piedra,
con la mano en la empuñadura de la espada, parecen velar noche y dÃa
por el santuario á cuya sombra descansan todos por una eternidad.
Francamente, creà que
estaba loco, pero él prosiguió con igual vehemencia:
--Usted busca la frontera; pues bien, si delante de esa cruz le pide
usted al cielo que le preste ayuda, las cumbres de los monies vecinos
se levantarán en una sola noche hasta las estrellas invisibles, sólo
porque no encontremos la raya en toda nuestra vida.
Me estremecà á pesar mÃo; un frÃo glacial se apoderó de mÃ, porque al
entrar mi amigo y yo vimos clara y distintamente en la alcoba de Teresa
un lecho mortuorio, cubierto de negros paños, algunos hachones
encendidos rodeando un ataúd, en el que descansaban los yertos despojos
de una hermosa joven vestida de blanco y coronada de flores.
What airs!_
3.--EL CABALLO Y SUS ARREOS
(_a_)
El caballo era un bello animal,[1] negro como el azabache, y llevaba
sobre sus lomos una gruesa montura de pellones azules, al modo como[2]
hasta hoy la usan algunos de nuestros hombres de campo; pero tan bien
recortada y arreglada, que no se notaba en ella el menor defecto.
Mientras el niño vivió, ningún cuidado faltó á la humilde planta: él le
daba todo lo que la angosta ventana dejaba pasar de aire y de luz: y
cada noche la regaba, despidiéndose de ella con dulces palabras como de
una amiga; y la florecita azul se llenó de hojas, y fué un hermoso
adorno para el pobre tiestecillo donde la habÃan plantado.
Entonces, que tu culpa y tus despojos
La tierra guardará
Lavándote en las ondas de la muerte
Como en otro Jordán;[2]
AllÃ, donde el murmullo de la vida
Temblando á morir va,
Como la ola que á la playa viene
Silenciosa á expirar;
AllÃ, donde el sepulcro que se cierra
Abre una eternidad...
Una noche obscura, muy obscura, en que no se oÃa ni un rumor en la
tierra ni brillaba un solo astro en el cielo, los senores de la
fortaleza, engreÃdos por una reciente victoria, se repartÃan el botÃn,
y ebrios con el vapor de los licores en mitad de la loca y estruendosa
orgÃa, entonaban sacrÃlegos cantares en loor de su infernal patrono.
EL BESO
I
Cuando una parte del ejército francés se apodero á principios de este
siglo[1] de la historica Toledo,[2] sus jefes, que no ignoraban el
peligro á que se exponÃan en las poblaciones españolas diseminándose
en alojamientos separados, comenzaron por habilitar para cuarteles los
más grandes y mejores edificios de la ciudad.
Entonces aseguró un extremo de ésta en el interior
de la torre, y se fué deslizando,[32] agarrado a ella, desde
la ventana hasta el pie del muro, donde le aguardaba 5
su mujer, llena de alegrÃa y al mismo tiempo de asombro,
al pensar que un mÃsero escarabajo habÃa servido para[33]
realizar una obra tan importante.
Y por una especie de milagro que honra a los argentinos, hubiérase dicho
que los hombres se habÃan puesto de acuerdo para[12] desaparecer, poco a
poco, hasta no dejar en los palcos sino los ramilletes de damas color de
abril, de damas flores, en el gran panorama que habrÃa hecho larga y
mÃsticamente palpitar el alma del caballero Lohengrin.
Observé, no obstante, que se habÃa amortiguado un poco la viva expresión
de su fisonomÃa y que iba perdiendo aquella graciosa volubilidad del
principio.{26-3} Las sonrisas de sus labios se fueron haciendo tristes,
y por la cándida frente pasó una ráfaga de inquietud que comunicó á su
lindo rostro infantil cierta grave expresión que no tenÃa.
of_ =vestir=
=vez= _f._ time;
=una vez= once;
=tantas veces= so often;
=en vez de= instead of;
=tal vez= perhaps;
=a veces= at times;
=otra vez= again;
=muchas veces= often;
=dos veces= twice
=vida= _f._ life, living
=vieja= _f._ old woman
=viejÃsimo= very old
=viejo= old;
_m._ old man
=viendo= _pres.
Los seres incorpóreos,
turba de magos, revolotean a través de la cámara
y hacen flotar las cortinas del dosel, tan
fantásticamente, tan tÃmidamente, por encima
de tu párpado cerrado y franjeado,--bajo el cual
se esconde tu alma adormecida--que sobre
el piso, al pie del muro, sus sombras se levantan
y descienden como una ronda de fantasmas.
Belief in a series of heavenly
spheres, such as Dante describes, has characterized most mystical
philosophies.]
V
Por una escala[1] misteriosa vió bajar las almas á la tierra; vió
bajar muchas, y subir pocas.[2] Cada una de aquellas almas inocentes
iba acompañada de un arcángel purÃsimo que le cubrÃa con la sombra de
sus alas.
La catástrofe era ya segura; los
dos jóvenes habÃan ya cambiado algunas palabras en voz sorda, y
mientras que con la una mano sujetaban el guante con una fuerza
convulsiva, parecÃan ya buscar instintivamente con la otra el puño de
oro de sus dagas, cuando se entreabrió respetuosamente el grupo que
formaban los espectadores, y apareció el Rey.
exclamamos después
de mirar una última vez al fondo obscuro del despeñadero; y
santiguándonos santamente y pidiendo á Dios nos ayudase en todas las
ocasiones, como en aquélla, contra el diablo y los suyos, emprendimos
con bastante despacio la vuelta al pueblo, en cuya desvencijada torre
las campanas llamaban á la oración á los vecinos devotos.
Lo primero que apartó de sà fueron los uniformes, 10
luego volvió la espalda a los caballos, a los sables, a
los velocÃpedos, y poco a poco fué apartándose de
los demás juguetes con heróica resignación, fijando
por fin su preferencia en[191] una preciosa caja de colores,
quizá porque era el más útil de sus juguetes.
De los primeros en comenzar á reir y de los
últimos en dejarlo, fueron don DionÃs, que á pesar de su fingida
circunspección no pudo por menos de tomar parte en el general
regocijo, y su hija Constanza, la cual cada vez que miraba á Esteban
todo suspenso y confuso, tornaba á reirse como una loca hasta el punto
de saltarle las lágrimas á los ojos.
En el momento en que Constanza salió del bosquecillo, sin velo alguno
que ocultase á los ojos de su amante los escondidos tesoros de su
hermosura, sus compañeras comenzaron nuevamente á cantar estas
palabras con una melodia dulcÃsima:
CORO
«Genios del aire, habitadores del luminoso éter, venid envueltos en un
jirón de niebla plateada.
Una noche, por último, aguijoneado por la curiosidad y deseando
convencerme por mà mismo de que aquel objeto de terror nada tenia de
misterioso, encendi una linterna, bajé a las prisiones, levante sus
dobles aldabas, y no cuidando siquiera--tanta era mi fe en que todo no
pasaba de un cuento--de cerrar las puertas tras mÃ, penetré en el
calabozo.
Cuando una columna de
ataque se propone tomar un fuerte por asalto, avanza con paso ligero
despreciando la metralla que barre hileras de hombres; si unos caen
hechos pedazos, otros y otros llegan y pasan sobre los cadáveres y la
sangre, y saltan fosos, y escalan empalizadas y reductos hasta clavar su
bandera en lo más alto de la fortaleza enemiga.
El único que
hubiera podido decir algo acerca del misterioso origen de Constanza,
pues acompañó a don DionÃs en sus lejanas peregrinaciones, era el
padre de Garcés, y éste habÃa ya muerto hacÃa bastante tiempo, sin
decir una sola palabra sobre el asunto ni á su propio hijo, que varias
veces y con muestras de grande interés, se lo habia preguntado.
Figuraos un mundo de piedra, inmenso como el espÃritu de nuestra
religión, sombrÃo como sus tradiciones, enigmático como sus parábolas, y
todavÃa no tendréis una idea remota de ese eterno monumento del
entusiasmo y la fe de nuestros mayores, sobre el que los siglos han
derramado á porfÃa el tesoro de sus creencias, de su inspiración y de
sus artes.
Figuraos un mundo de piedra, inmenso como el espÃritu de nuestra
religión, sombrÃo como sus tradiciones, enigmático como sus parábolas,
y todavÃa no tendréis una idea remota de ese eterno monumento del
entusiasmo y la fe de nuestros mayores, sobre el que los siglos ban
derramado á porfÃa el tesoro de sus creencias, de su inspiration y de
sus artes.
Colocaron dentro á Celinina, sosteniendo su cabeza en
preciosa y blanda almohada, para que no estuviese en postura violenta, y
después que la acomodaron bien en su fúnebre lecho, cruzaron sus
manecitas, atándolas con una cinta, y entre ellas pusiéronle un ramo de
rosas blancas, tan hábilmente hechas por el artista, que parecÃan hijas
del mismo Abril.
Pero si grande, si imponente se presenta la catedral á nuestros ojos á
cualquier hora que se penetra en su recinto misterioso y sagrado,
nunca produce una impresión tan profunda como en los dÃas en que
despliega todas las galas de su pompa religiosa, en que sus
tabernáculos se cubren de oro y pedrerÃa, sus gradas de alfombra y sus
pilares de tapices.
Pero si grande, si imponente se presenta la catedral á nuestros ojos á
cualquiera hora que se penetra en su recinto misterioso y sagrado, nunca
produce una impresión tan profunda como en los dÃas en que despliega
todas las galas de su pompa religiosa, en que sus tabernáculos se cubren
de oro y pedrerÃa, sus gradas de alfombra y sus pilares de tapices.
Su rostro ovalado en donde se veÃa impreso el sello de una leve y
espiritual demacración, sus armoniosas facciones llenas de una suave y
melancólica dulzura, su intensa palidez, las purÃsimas lÃneas de su
contorno esbelto, su ademán reposado y noble, su traje blanco y
flotante, me traÃan á la memoria esas mujeres que yo soñaba cuando casi
era un niño.
Aunque serena, la noche fruncirá su ceño,
y las estrellas, de lo alto de sus tronos celestes,
no bajarán más sus miradas con un resplandor
parecido al de la esperanza que se concede a
los mortales; pero sus órbitas rojas, desprovistas
de todo rayo, serán para tu corazón marchito
como una quemadura, como una fiebre
que querrá unirse a ti para siempre.
El suelo es
fértil, el clima templado, la precipitación de lluvia suficiente y
oportuna para el crecimiento gradual de los cultivos; los cambios de
tiempo no son raros, pero su intensidad es limitada; los rÃos, arroyos y
lagos no escasean; y, además, el agricultor está seguro de encontrar,
siempre una napa subterránea de agua apropiada para el regadÃo.
Su expresión habitual era
soñadora y triste: algunas veces tenÃa un modo de dirigir una mirada
ligera, de soslayo, sobre alguna persona que no le observaba a él, y,
con una mirada tranquila y fija, parecÃa que mentalmente estaba midiendo
el calibre de la persona que estaba ajena de ello.--¡Qué ojos tan
tremendos tiene el señor Poe!--me dijo una señora.
Su rostro ovalado, en donde se veÃa impreso el sello de una leve y
espiritual demacración, sus armoniosas facciones llenas de una suave y
melancólica dulzura; su intensa palidez, las purisimas lÃneas de su
contorno esbelto, su ademán reposado y noble, su traje blanco y
flotante, me traÃan á la memoria esas mujeres que yo soñaba cuando
casi era un niño.
Uno de los que
componÃan el tribunal con voz lenta é insegura, le preguntó su nombre,
y todos prestaron el oÃdo con ansiedad para no perder una sola palabra
de su respuesta; pero el guerrero se limitó á encoger sus hombros
ligeramente con un aire de desprecio e insulto, que no pudo menos de
irritar á sus jueces, los que se miraron entre sà sorprendidos.
Al oir mis
pasos alzó la cabeza, y aunque la bajó de nuevo casi en seguida, no fué
tan pronto para que no hubiera observado que tenÃa una frente blanca y
pura que adornaban hermosos cabellos castaños, ojos pardos que lanzaban
miradas francas é inocentes, una boca pequeña, una nariz más graciosa
que perfecta y unas mejillas coloreadas por un suave carmÃn.
Hallábase el Sultán rodeado de todos los CadÃes de la
ciudad en el Salón del Trono, cuando se presentó TamburÃ, y, de hinojos
ante el Sultán, le dijo:
--Soberano Señor de los creyentes, soy el hombre más infortunado del
mundo; una serie inconcebible de circunstancias fatales ha venido a
causar casi mi ruina y hacer que padeciera muchos dÃas de prisión.
Pelliza_ (ARGENTINO)
=Olmedo, José JoaquÃn= (1780-1847)
La obra maestra de José JoaquÃn Olmedo[52] es, sin duda, «La Victoria de
JunÃn, Canto a BolÃvar.» Desde el principio hasta el fin[53] de ese
poema hay bellezas de primer orden, valentÃa, elevación, descripciones
felices, contrastes oportunos, y siempre una versificación armoniosa y
sostenida.
Su contrario le imitó; pero esta vez, no tan
sólo volvió á rodearlos una sombra espesisima é impenetrable, sino que
al mismo tiempo hirió sus oÃdos el eco profundo de una voz misteriosa,
semejante á esos largos gemidos del vendaval que parece que se queja y
articula palabras al correr aprisionado por las torcidas, estrechas y
tenebrosas calles de Toledo.
Allà rodearon
Sus pálidos restos
De amarillas velas
Y de paños negros.[2]
Al dar de las ánimas[3]
El toque postrero,
Acabó una vieja
Sus últimos rezos;
Cruzó la ancha nave,
Las puertas gimieron,
Y el santo recinto
Quedóse desierto;
De un reloj se oÃa
Compasado el péndulo,
Y de algunos cirios
El chisporroteo.
El de San Bernardo hizo 5
entonces grandes demostraciones de agradecimiento
y de cariño, mientras el herrero, llorando de gozo,[42] le
decÃa:
--Hiciste bien, y te lo agradezco.[43] SabÃas que
podÃas contar con[44] tu antiguo amigo, y no sólo has 10
favorecido a este perro, sino que me has dado una
mañana feliz.
La noche estaba obscura; no brillaba
una sola estrella en el cielo, ni en toda la plaza se veÃa una sola
luz; no obstante, allá á lo lejos, y en la misma dirección en que
comenzó á percibirse un ligero ruido como de pasos que iban
aproximándose, creyó distinguir el bulto de un hombre: era sin duda el
mismo á quien parecÃa[1] aguardaba con tanta impaciencia.
Ustedes se
lo podrán figurar mejor que yo pintarlo, sólo con decirles que tornaba
reclamando sus vendidos derechos, que si malo se fué, peor volvió, y
si pobre y sin crédito se encontraba antes de partir á la guerra, ya
no podÃa contar con más recursos que su despreocupación, su lanza y
una media docena de aventureros tan desalmados y perdidos como su
jefe.
Una noche sintió pasos muy quedos cerca de su cama; luego
un aliento helado sobre el rostro, al par que una voz sepulcral
murmuraba en las tinieblas: «¡Qué frÃo tengo!» Encendió la vela creyendo
que serÃa la criada que en el mismo cuarto dormÃa; pero al ver á ésta
reposando tranquila, se puso á rezar con toda calma por el ánima cuya
visita acababa de recibir.
Algunas veces[172] todo el
patio[173] está cubierto, a guisa de dosel,[174] por las hojas de las
enredaderas, que las hay de[175] vistosas flores como la Santa Rita[176]
o de exquisita fragancia[177] como el jazmÃn del paÃs.[178] Suele dar
sombra al patio un emparrado o glorieta formada[179] por plantas de vid
que se sostienen a favor de una armazón de hierro.
claro y distintamente
estas propias palabras:
_¡Por aquÃ, por aquÃ, compañeras,
que está ahà el bruto de Esteban!_
Al llegar á este punto de la relación del zagal, los circunstantes no
pudieron ya contener por más tiempo la risa, que hacÃa largo rato les
retozaba en los ojos, y dando rienda á su buen humor, prorrumpieron en
una carcajada estrepitosa.
Según ella, debÃa presentarme al dÃa siguiente en
casa, y pedirle al papá su mano: el papá dirÃa que era muy niña, pero yo
debÃa replicarle inmediatamente que no importaba nada: el papá
insistirÃa en que era demasiado pronto, pero yo le presentarÃa el
ejemplo de una tÃa, hermana de su mamá, que estaba jugando á las muñecas
cuando la avisaron para ir á casarse.
El encanto se rompió, desvanecióse todo
como el humo, y al tender en torno suyo la vista, no vió ni oyó más
que el bullicioso tropel con que las tÃmidas corzas, sorprendidas en
lo mejor de sus nocturnos juegos, huÃan espantadas de su presencia,
una por aquÃ, otra por allá, cuál salvando de un salto los matorrales,
cuál ganando á todo correr la trocha del monte.
otro, -a, other, another, else, next; alguno que --, here and there
one; a very few; some; el -- dÃa, the next day; un dÃa y --, day after
day; constantly; en --s dÃas, in other (_or_ former) days; once,
formerly; una noche y --, night after night; (el) uno y (el) --, both;
otras tantas (veces), as many (times); otra vez, again; una vez y
otra, again and again.
It hangs in the cathedral tower surrounded by eight other
bells, and surmounted by two more.]
Renegando entre dientes de la campana y del campanero que la toca,
disponÃame, una vez apagado aquel insólito y temeroso rumor, á coger
nuevamente el hilo del interrumpido sueño, cuando vino á herir mi
imaginación y á ofrecerse ante mis ojos una cosa extraordinaria.
Aunque heredero de una
mediana fortuna, no debÃa entrar en posesión de ella hasta mi mayor
edad; tenÃa muchos compañeros de estudios, pero ningún amigo; por lo
tanto, excusado es decir que, hallándome casi solo en el mundo, me
apresuré á aceptar con júbilo lo que mi padre me proponÃa, poniéndome en
camino para este pueblo con el alma inundada de dulces emociones.
Ya se extendÃan los brazos del signo de nuestra redención, ya
comenzaba á formarse la cabecera, cuando la diabólica y encendida masa
se retorcÃa de nuevo como en una convulsión espantosa, y rodeándose al
cuerpo de los desgraciados, que pugnaban por desasirse de sus brazos
de muerte, se enroscaba en anillas como una culebra, ó se contraÃa en
zigzag como un relámpago.
Después levantó la tapa
para que se oyera mejor, abrió con cuidado las puertas y ejecutó todas
las maniobras conducentes á producir una sorpresa en la casa; pero todo
ello con tal esmero, andando sobre la punta de los pies, hablando en
falsete y haciendo tantas y tan graciosas muecas, que Juan al notarlo no
pudo menos de reirse exclamando: ¡Siempre el mismo Santiago!
El pobre
compañero se revolvÃa como una lagartija, tendido en la proa, tentándose
la pierna rota, lanzando alaridos y pidiendo por todos los santos un
trago de agua: ¡para contemplaciones estaba el tiempo!{56-1} Nosotros
fingÃamos no oirle, atentos únicamente á nuestra faena, separando el
cordaje y atando á la antena la vela de repuesto, que izamos á los diez
minutos.
Su cooperación tan incesante como inteligente, a los trabajos de las más
importantes corporaciones venezolanas y de no pocas[22] extranjeras; el
decidido empeño con que ha cooperado también a que otros realizaran
labor fructuosa; la variedad de sus talentos y la amplitud de su
cultura; todo ello hace de él una personalidad conspicua, merecedora de
respeto y estimación.
DefendÃanse los hombres como podÃan, con las
manos, con los sombreros, con lo que les caÃa al alcance, pero
generalmente acababan por quedar vencidos, porque es irresistible una
carga de jugadoras de ésas que se calientan en la refriega y ya no miran
para atrás,[21] arrojando agua mientras tienen agua, y concluyendo a
jarrazo limpio[22] cuando ya no tienen con qué mojar.
III
Pocas palabras nos dijimos, era
como una confidencia Ãntima y muda;
palabras serias, pensamientos graves
que la memoria para siempre turban;
no recordamos que era el triste octubre,
que era la noche (¡noche infausta y única!)
no recordamos la región del Auber
que tanto conoció mi desventura,
ni el bosque fantasmático del Weir,
la región espectral de la pavura.
Un envoltorio
de fajina forma la caja del cuerpo, el cual se envuelve
en unas tiras que, cuando vivÃan unidas, tuvieron 5
el honor de llamarse el _fustán_ de la señora; y a la altura
de los hombros se ata en cruz una varilla flexible, para
figurar los brazos, cubriendo todo aquello con unos
jirones de poncho, de un color terro-indefinible.
A visit to
the Eastern Pyrenees from the Spanish side is much more difficult
than from France, as both traveling and hotel accommodations are
sadly lacking.]
Los blancos caserÃos que la rodean, salpicados aquà y allá sobre una
ondulante sábana de verdura, parecen á lo lejos un bando de palomas
que han abatido su vuelo para apagar su sed en las aguas de la ribera.
Apenas los oficiales dieron vista á la plaza en que se hallaba situado
el alojamiento de su nuevo amigo, éste, que les aguardaba impaciente,
salió á encontrarles; y después de cambiar algunas palabras á media voz,
todos penetraron juntos en la iglesia, en cuyo lóbrego recinto la escasa
claridad de una linterna luchaba trabajosamente con las obscuras y
espesÃsimas sombras.
Apenas los oficiales dieron vista á la plaza en que se hallaba situado
el alojamiento de su nuevo amigo, este, que les aguardaba impaciente,
salió á encontrarles; y después de cambiar algunas palabras á media
voz, todos penetraron juntos en la iglesia, en cuyo lóbrego recinto la
escasa claridad de una linterna luchaba trabajosamente con las
obscuras y espesÃsimas sombras.
Al verlos
inmóviles, desafiándose en silencio con la mirada, y decididos ambos á
no abandonar el guante que acababan de levantar del suelo, la dama
dejó escapar un grito leve é involuntario, que ahogó el murmullo de
los asombrados espectadores, los cuales presentÃan una escena
borrascosa, que en el alcázar y en presencia del rey podrÃa
calificarse de un horrible desacato.
Estos diálogos cortos iban exornados con una infinidad de miradas
furtivas del marido para advertirle continuamente á su mujer alguna
negligencia, queriendo darnos á entender entrambos á dos que estaban muy
al corriente de todas las fórmulas que en semejantes casos se reputan en
finura, y que todas las torpezas eran hijas de los criados, que nunca
han de aprender á servir.
Mis lágrimas
corrieron al ver la inocente y cándida alegrÃa con que los descendientes
de los antiguos dueños del suelo americano renuevan en una pantomima
tradicional la imagen de su destrucción, el recuerdo ominoso y amargo
del tiempo en que sus abuelos fueron casi exterminados y vilmente
esclavizados por aquellos hombres terribles, que en su concepto,
manejaban el rayo.
Para colmo de aflicción, vió la buena señora por todas partes los
objetos con que Celinina habÃa alborozado sus últimos dÃas; y como éstos
eran los que preceden á Navidad, rodaban por el suelo pavos de barro con
patas de alambre; un San José sin manos; un pesebre con el Niño Dios,
semejante á una bolita de color de rosa; un Rey Mago montado en
arrogante camello sin cabeza.
Por consiguiente es preciso que
el discÃpulo se esmere en[261] obtener desde el primer dÃa una
buena pronunciación junto con la construcción de frases,
verbos regulares e irregulares que son el baluarte de una 5
lengua y finalmente la ortografÃa, que no debiera ofrecer
para los más muchas dificultades, y vencido todo ello,
podrá gritarse, ¡Victoria!
Barbaruelo y Cabezudo acordaron enviar cada cual una comisión á
Animalejos para ver si por la intercesión del tÃo Traga-santos, á quien
habÃan dado tanta limosna para reedificar la ermita, lograban de San
Isidro que á su vez intercediese con Dios para que no cayera gota de
agua y para que cayera á cántaros, y ambas comisiones se dirigieron casi
simultáneamente á Animalejos.
Después
me hizo explicarle lo que pasaba en la escena: halló el matrimonio del
tenor y la tiple muy proporcionado, pero compadecÃa de veras al
barÃtono, á quien birlaban la novia; quedó sumamente disgustada cuando
al fin del acto el tenor se ve en la precisión de acompañar á la reina
y dejar abandonada á su futura, y declaró resueltamente que ésta era una
conducta indigna.
El rÃo, que desde las musgosas rocas donde tenÃa su nacimiento venÃa
siguiendo las sinuosidades del Moncayo á entrar en la cañada por una
vertiente, deslizábase desde allà bañando el pie de los sauces que
sombreaban su orilla, ó jugueteando con alegre murmullo entre las
piedras rodadas del monte hasta caer en una hondura próxima al lugar
que servÃa de escondrijo al montero.
HacÃale
resplandecer, reflejándose en él, la luna, que poco á poco iba saliendo
del anonadamiento en que la sume el sol; y un barco con sus blancas
velas se deslizaba silencioso sobre su tersa superficie, de tal suerte
que hubiese podido tomarse por una fantasma, si de su centro no hubiese
salido una clara y alegre voz trayendo con una sonrisa la imaginación á
la realidad.
Al
fin, haciendo un esfuerzo supremo para serenarme, pude leer la sección
de gacetillas, donde hallé una que decÃa:
"=Suceso extraño=
Los enfermeros del Hospital Provincial tienen la costumbre censurable de
servirse de los alienados pacÃficos que hay en aquel manicomio, para
diferentes comisiones, entre ellas, la de transportar los cadáveres á la
sala de autopsias.
Una vez el zagal repuesto de su turbación, le dirigió de nuevo la
palabra don DionÃs, y con el tono más serio del mundo, y fingiendo un
extraordinario interés por conocer los detalles del suceso á que su
montero se habÃa referido, le hizo una multitud de preguntas, á las
que Esteban comenzó á contestar de una manera evasiva, como deseando
evitar explicaciones sobre el asunto.
Y asÃ, tenga sabido
Que lo importante y raro
No es entender de todo, 230
Sino ser diestro en algo."
_Más vale saber una cosa bien, que muchas mal._
LOS DOS CONEJOS
Por entre unas matas
Seguido de perros 235
(No diré corrÃa)
Volaba un conejo.
VÃstome y vuelvo á olvidar
tan funesto dÃa entre el corto número de gentes que piensan, que viven
sujetas al provechoso yugo de una buena educación libre y desembarazada,
y que fingen acaso estimarse y respetarse mutuamente para no
incomodarse, al paso que las otras hacen ostentación de incomodarse, y
se ofenden y se maltratan, queriéndose y estimándose tal vez
verdaderamente.
Antojábaseme al verla tan diáfana y luminosa que no era una criatura
terrenal, sino un espÃritu que, revistiendo por un instante la forma
humana, habÃa descendido en el rayo de la luna, dejando en el aire y en
pos de sà la azulada estela que desde el alto ajimez bajaba
verticalmente hasta el pie del opuesto muro, rompiendo la obscura sombra
de aquel recinto lóbrego y misterioso.
Antojábaseme al verla tan diáfana y luminosa que no era una criatura
terrenal, sino un espÃritu que, revistiendo por un instante la forma
humana, habÃa descendido en el rayo de la luna, dejando en el aire y
en pos de sà la azulada estela que desde el alto ajimez bajaba
verticalmente hasta el pie del opuesto muro, rompiendo la obscura
sombra de aquel recinto lóbrego y misterioso.
EL BESO
POR DON GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER{145-1}
I
Cuando una parte del ejército francés se apoderó á principios de este
siglo{145-2} de la histórica Toledo, sus jefes, que no ignoraban el
peligro á que se exponÃan en las poblaciones españolas diseminándose en
alojamientos separados, comenzaron por habilitar para cuarteles los más
grandes y mejores edificios de la ciudad.
El que no sabe tomar mate, el chambón, se conoce a la legua[5]; toma el
mate de una manera tal, que si los franceses conocieran la estética del
_matero_ clasificarÃan de _gauche_; inclina demasiado la cabeza como si
se fuera a tragar la bombilla o a comerse el mate: Los carrillos se
deprimen en virtud de la presión atmosférica y arruga la cara de tal
manera que[6] causa espanto.
Sin embargo, ninguno de ellos nos lleva a la vecina
república de Honduras, y esta es la razón por la cual[54] deberemos
regresar a Acajutla para tomar el primer vapor que salga[55] para
Amapala, principal puerto de Honduras en el PacÃfico, el cual gozará de
una gran prosperidad cuando llegue a este punto el ferrocarril
interoceánico, que arranca de Puerto Cortés en el Atlántico.
Despojadas ya de sus túnicas y sus velos de mil colores, que
destacaban sobre el fondo, suspendidas de los árboles ó arrojadas con
descuido sobre la alfombra del césped, las muchachas discurrÃan á su
placer por el soto, formando grupos pintorescos, y entraban y salÃan
en el agua, haciéndola saltar en chispas luminosas sobre las flores de
la margen como una menuda lluvia de rocÃo.
Los beneficios de la influencia francesa son visibles en la literatura
latinoamericana, pues ésta cobró una flexibilidad, una amplitud, una
frescura, un atrevimiento, una independencia y sobre todo una atrayente
novedad de estilo que, aún en aquellas épocas en que la producción
literaria era insuficiente y elemental, anuncia la concisión, la
brevedad, el matiz y la fuerza de hoy.
Ésta, que se agitaba
en el fondo de las naves, con un rumor parecido al del mar cuando se
alborota, prorrumpie en una aclamación de jubilo, acompañada del
discordante sonido de las sonajas y los panderos, al mirar aparecer al
arzobispo, el cual, después de sentarse junto al altar mayor bajo un
solio de grana que rodearon sus familiares, echó por tres veces la
bendición al pueblo.
Volvà pies
atrás, bajé de nuevo hasta donde se encontraba el pastor, y mientras
seguÃamos juntos por una trocha que se dirigÃa al pueblo, adonde
también iba á pasar la noche mi improvisado guÃa, no pude menos de
preguntarle con alguna insistencia, por qué, aparte de las
dificultades que ofrecÃa el ascenso, era tan peligroso subir á la
cumbre por la senda que llamo de la tÃa Casca.
à pesar de todos los cuentos que apropósito de la armadura se
fraguaron, y que en voz baja se repetÃan unos á otros los habitantes
de los alrededores, no pasaban de cuentos, y el único más positivo que
de ellos resulto, se redujo entonces á una dosis de miedo más que
regular, que cada uno de por si se esforzaba en disimular lo posible,
haciendo, como decirse suele, de tripas corazón.
condenado engendro de Satanás, dijo éste con voz espantosa,
recogiendo la ballesta con una rapidez indecible: pronto has cantado
la victoria, pronto te has creÃdo fuera de mi alcance; y esto
diciendo, dejó volar la saeta, que partió silbando y fue á perderse en
la obscuridad del soto, en el fondo del cual sonó al mismo tiempo un
grito, al que siguieron después unos gemidos sofocados.
Cuénteme usted como pasó eso, porque
debe ser curioso, añadÃ, mostrando toda la credulidad y el asombro
suficiente, para que el buen hombre no maliciase que sólo querÃa
distraerme un rato, oyendo sus sandeces; pues es de advertir que hasta
que no me refirió los pormenores del suceso, no hice memoria de que,
en efecto, yo habÃa leÃdo en los periódicos de provincia una cosa
semejante.
Ya el cortesano combate de ingenio y galanura comenzaba á hacerse de
cada vez más crudo; las frases eran aún corteses en la forma, pero
breves, secas, y al pronunciarlas, si bien las acompañaba una ligera
dilatación de los labios, semejante á una sonrisa, los ligeros
relámpagos de los ojos imposibles de ocultar, demostraban que la
cólera hervÃa comprimida en el seno de ambos rivales.
El gabinete tenÃa una
sola ventana con vistas á la calle estrecha y sombrÃa, á la que hacÃa
esquina la casa de Fernando; enfrente de la ventana habÃa un armario de
espejo; á un lado de éste estaba la puerta de la alcoba, al otro una
mesita de escribir; algunas sillas iguales á las del dormitorio
completaban el mueblaje del gabinete que diez años antes perteneció á la
tÃa de Fernando.
RELATED WORDS:
=Pagar=; =pago=; =pago de una cuenta=; =hacer= (or =satisfacer=) =el
pago=; =satisfacer una= =deuda=; =abonar= (or =pagar=) =a cuenta=, _to
pay on account_; =abonar en oro=, =abonar en plata=, =en efectivo=, _to
pay in gold_, _in silver_, _in currency_; =hacer efectivo el pago= (or
=el cobro=), _to collect_ (or _to cash_); =hacer efectiva una letra=,
_to cash a draft_.
El Nacimiento no es una obra de arte á los ojos de los adultos; pero los
chicos encuentran tanta belleza en las figuras, expresión tan mÃstica en
el semblante de todas ellas, y propiedad tanta en sus trajes, que no
creen haya{72-1} salido de manos de los hombres obra más perfecta, y la
atribuyen á la industria peculiar de ciertos ángeles dedicados á ganarse
la vida trabajando en barro.
Los españoles en aquel entonces,[357] en lugar de valerse
de[358] la habilidad e inteligencia de sus naturales los
aztecas para formar una colonia permanente, fueron
deslumbrados por la abundancia del oro y siguieron 20
robando a los indÃgenas durante más de 300 años todos
los metales que poseÃan y no les dieron en cambio ni
educación, ni un buen gobierno.
PÉREL BONALDO
Una fosca media noche, cuando en tristes reflexiones,
sobre más de un raro infolio de olvidados cronicones
inclinaba soñoliento la cabeza, de repente
a mi puerta oà llamar:
como si alguien, suavemente, se pusiese con incierta
mano tÃmida a tocar:
«Es--me dije--una visita que llamando está a mi puerta:
eso es todo, ¡y nada más!»
¡Ah!
à poco
se esparció una voz por el lugar,--una de esas voces que parecen
formarse en las nubes, y que llegan á la tierra como aerólitos
consistentes y compactos,--de que aquel hombre, que parecido al huracán
habÃa venido sin saberse de dónde, ni á dónde iba, andaba á salto de
mata, prestado y forastero en todas partes, para burlar á la justicia
que le buscaba con objeto de echarle mano.
aullaba la
bruja; y uno de los mozos, que con la una mano la habÃa asido de las
greñas, mientras tenÃa en la otra la navaja que procuraba abrir con
los dientes, la contestaba rugiendo de cólera: ¡Ah, bruja de Lucifer,
ya es tarde para lamentaciones, ya te conocemos todos!--¡Tú hiciste
un mal á mi mulo, que desde entonces no quiso probar bocado, y murió
de hambre dejándome en la miseria!
DecÃa asÃ, en una letra inglesa, crecida, hecha con mucho
cuidado y el papel rayado para no torcer: _Tan bien ustez me gusta á mÃ
no crea que juego con muñecas era de mi ermanita._{16-2}
Aunque sonreà al leer el billete amoroso, no dejó de causarme sensación
dulce y amable, que muy pronto hizo sitio á otra melancólica, al
recordar que me estaban prohibidas para siempre tales aventuras.
Cuando se cansó de tales
maniobras, se asomó por entero y me miró fijamente por un buen rato,
cual si tratase de demostrar que no me tenÃa miedo alguno.{15-5}
Entonces se generalizó por entrambas partes un fuego graneado de
miradas, acompañado por lo que á mà respecta de una multitud de
sonrisas, saludos y otros proyectiles mortÃferos, que debieron causar
notables estragos en el enemigo.
En esos ligeros y cortados sueños de la mañana, ricos en imágenes
risueñas y voluptuosas, sueños diáfanos y celestes como la luz que
entonces comienza á transparentarse á través de las blancas cortinas
del lecho, no ha habido nunca imaginación de veinte años que
bosquejase con los colores de la fantasÃa una escena semejante á la
que se ofrecÃa en aquel punto á los ojos del atónito Garcés.
La reputación no le viene, sino muy tarde, cuando ya
las fatigas del estudio, la lucha por la vida y las torturas de las
pasiones han alterado su fisonomÃa primitiva; apenas deja sino una
máscara usada, marchita, donde cada dolor ha puesto por estigma una
magulladura o una arruga.»
Desde niño, Poe «prometÃa una gran belleza.»
Sus compañeros de colegio hablan de su agilidad y robustez.
Según colegÃa de la proximidad de las voces y del cercano chasquido de
las ramas que crujÃan al romperse para dar paso á aquella turba de
locuelas, iban á salir de la espesura á un pequeño rellano que formaba
el monte en el sitio donde yo estaba oculto, cuando enteramente á mis
espaldas, tan cerca ó más que me encuentro de vosotros, oà una nueva
voz fresca, delgada y vibrante, que dijo ...
En primer lugar
tiene para ellos una importancia militar de primera
magnitud para la nación, pues ésta podrá en caso de 10
guerra proteger ambas costas, las del PacÃfico y las
del Atlántico, sin que tenga necesidad de dar la vuelta[272]
por el estrecho de Magallanes y quizás asà se vea obligada
a construir una nueva escuadra con que proteger
una u otra costa.
He aquà el enigma que todos querÃan explicar y
que nadie podÃa resolver hasta entonces, aunque se observase desde
luego que la armadura del señor feudal habÃa desaparecido del sitio
que antes ocupara,[1] y posteriormente varios labradores hubiesen
afirmado que el capitán de aquella desalmada gavilla marchaba á su
frente, cubierto con una, que de no ser la misma, se le asemejaba en
un todo.
Otros ignoran que en ciertos paÃses las mercaderÃas
ligeras, como cintas, blusas, camisas, etc., pagan derechos con arreglo
al peso neto; y en vez de[17] remitirlas envueltas por docenas[18] en
papel liviano, puesto que el envase inmediato habrÃa de computarse en el
peso, las envÃan acondicionando cada pieza en una caja por separado, con
lo cual acrecientan enormemente los gastos de aduana.
Traspasados de dolor padre y madre, quisieron
engañarla, para que tuviese una alegrÃa en aquel instante de suprema
aflicción, y presentándole los pavos, le dijeron:--«Mira, hija de mi
alma, aquà tienes la mulita y el bueyecito.»
Pero Celinina, aun acabándose, tuvo suficiente claridad en su
entendimiento para ver que los pavos no eran otra cosa que pavos, y los
rechazó con agraciado gesto.
Los aztecas vivÃan alegres y contentos hasta la llegada 5
de los españoles los cuales, llenos de codicia por los
metales preciosos, entablaron una lucha sangrienta
contra los aztecas los cuales se defendieron valerosamente
con sus flechas, mientras que los españoles, aunque
muy pocos en proporción, hacÃan uso de cañones y 10
fusiles en sus combates.
Dulces
envueltos en cáscaras de papel rizado; mandarinas, que son los niños de
pecho de las naranjas; castañas arropadas en mantillas de papel de
plata; cajitas que contienen glóbulos de confiterÃa homeopática;
figurillas diversas á pie y á caballo: cuanto Dios crió para que lo
perfeccionase luego la Mahonesa ó lo vendiese Scropp,{74-1} ha sido
puesto allà por una mano tan generosa como hábil.
Todos, en una explosión de libertad y de entusiasmo, cantan, estallan en
carcajadas, corren por la planicie, hacen girar los caballos empapados
en sudor, remolinean en grupos apretados, arrancan a manos llenas[2]
sartales de flores, desgajan los racimos de pomarrosas, se embriagan en
la fragancia de los limoneros, se arrojan puñados de azahares, y hacen
rodar por la grama el oro de las naranjas.
Mientras esto pasaba en Barbaruelo y Cabezudo, los de Animalejos, que no
sabÃan si alegrarse ó entristecerse contemplando el aparato de lluvia
que presentaba el cielo, determinaron rogar al tÃo Traga-santos que
solicitase, por la intercesión de San Isidro, que lloviera y no
lloviera, ó lo que es lo mismo, que cayese sólo una rociada de agua, que
era lo único que necesitaba el campo de Animalejos.
Éste nace opulento y mimado en una ciudad
capital; aquél en la severa economÃa del hogar de un soldado, en una
aldea sometida al régimen monacal de la célebre sociedad de Jesús.[1]
El uno tiene por maestro y mentor a un visionario, cuya razón desgreñada
no conoce freno al apetito de las novedades[2]: el otro se educa en un
colegio austero bajo la disciplina del compás y la escuadra del
geómetra.
No obstante de que en todos
los paÃses de Sud América se desatiende la pronunciación
de las letras _c_ y _z_, especialmente cuando la _c_ va
seguida de _e_ o _i_, conviene que los inexpertos adviertan 15
que es preferible pronunciarla como la _th_ inglesa, pues
ésta es la pronunciación usada por toda la gente ilustrada
de España y de una gran parte de las Américas
españolas.
El Tuerto, oÃda esta última palabra, tumba de un sopapo á sus pies á la
delincuente, corre á la cama, revuelve las hojas de su jergón, saca de
entre ellas una botellita blanca que contiene un pequeño resto del
delatado contrabando, vuelve con ella hacia su mujer, y arrojándosela á
la cabeza en el momento en que se incorporaba, la derriba de nuevo y
salpica á los chiquillos con el lÃquido pecaminoso.
En este
último paÃs los nativos danzan el _bambuco_; en Méjico el _jarabe
tapatÃo_; en Cuba se bailan el _zapateo_, que es una derivación del
_zapateado_ andaluz y el _danzón_, que es una contradanza transformada
en su música y en su cadencia, y la _calinda_; en el RÃo de la Plata los
bailes nativos tÃpicos son el _pericón_, el _gato_, el _tango_ y el
_cielito_, siendo este último un baile cantado.
It
contains an ancient castle.]
Bellver es una pequeña población situada á la falda de una colina, por
detrás de la cual se ven elevarse, como las gradas de un colosal
anfiteatro de granito, las empinadas y nebulosas crestas de los
Pirineos.[1]
[Footnote 1: Pirineos = 'Pyrenees.' A mountain range which separates
France from Spain, and extends from the Bay of Biscay to the
Mediterranean.
PermanecÃa largas horas arrodajada en un
tapiz, herencia de mi tÃa, esperando que terminase la confesión de los
fieles, porque ella siempre se quedaba de última, para tener tiempo de
escudriñar los más ocultos repliegues de su conciencia, en busca de
algún pecadillo olvidado que poder{188-2} llevar al tribunal de la
penitencia; y es dable sospechar que más de una vez le suministré yo el
deseado pretexto.
vez, _f._, time, place, stead, turn; á la --, at (one and) the same
time; á su --, in (its, his, her, their, _or_ your) turn; alguna --,
sometimes; cada --, constantly, continually, ever; cada -- que, every
time that; whenever; cuantas veces, as often as; de -- en cuando, from
time to time; every now and then; at intervals; de una --, at once,
suddenly, abruptly wholly, once for all; ¡acabaramos de una --!
El Cántaro de la Doncella _Leopoldo Lugones_ 319
VOCABULARY 321
THE SPANISH AMERICAN READER
PART ONE
I.--LA CASA Y EL MOBILIARIO
_Uses of =se, de, un, una, uno=; Definite and Indefinite Articles_
--Los bienes raÃces pueden ser[1] adquiridos en venta particular o en[2]
subasta o[3] remate público.
Mi abuelo se lo narró á mi
padre; mi padre me lo ha referido á mÃ, y yo te lo cuento ahora,
siquiera no sea mas que por pasar el rato.[1]
***
[Footnote 1: por pasar el rato = 'to while away the time.']
I
El crepúsculo comenzaba á extender sus ligeras alas de vapor sobre las
pintorescas orillas del Segre,[1] cuando después de una fatigosa
jornada llegamos á Bellver,[2] término de nuestro viaje.
Siguióle un plato de ternera mechada, que Dios
maldiga,{139-1} y á éste otro y otros, y otros; mitad traÃdos de la
fonda, que esto basta para que excusemos hacer su elogio; mitad hechos
en casa por la criada de todos los dÃas, por una vizcaÃna auxiliar
tomada al intento para aquella festividad, y por el ama de la casa, que
en semejantes ocasiones debe estar en todo, y por consiguiente suele no
estar en nada.
Satisfizo el buen hombre mi pregunta lo mejor que
pudo, y ya me disponÃa á proseguir mi azarosa jornada, subiendo con
pies y manos y tirando de la caballerÃa como Dios me daba á entender,
por entre unos pedruscos erizados de matorrales y puntas, cuando el
pastor que me veÃa subir desde lejos, me dió una gran voz
advirtiéndome que no tomara la _senda de la tÃa Casca_, si querÃa
llegar sano y salvo á la cumbre.
San Pedro lo es de la calle Alta, ó _Cabildo de Arriba_, y la
calle del Mar, ó _Cabildo de Abajo_, está encomendado al amparo de los
santos mártires Emeterio y Celedonio,{168-2} á cuyas gloriosas cabezas,
de las que se cuenta que llegaron milagrosamente á este puerto en un
barco de piedra, ha dedicado, construyéndola á sus expensas, una bonita
capilla en el barrio de Miranda, dominando una gran extensión de mar.
La prolongada espera, llevadera al principio, resultó
insoportable al fin; asà es que los viajeros aburridos
y hambrientos, dejando sus asientos, se apearon y
fueron en busca de alguna fonda o posada donde se 5
hablara el inglés, lo cual es inútil decir que no hallaron,
pues en La Mancha el saber inglés es una _rara avis_.[166]
¡Qué habÃan de encontrar en un pueblucho de La
Mancha!
Pero al bajar la
cordillera, a medida que crece el calor cambia la vegetación; y el que
se asoma a gozar de este admirable paisaje descubrirÃa, si no se lo
impidieran los pretiles del Salto, las palmeras, los naranjos, los
entables de caña de azúcar y los trapiches del pueblo de San Antonio de
Tena, a tiempo que[1] ve las rocas de Chinchas y de Canoas coronadas por
una selva de pinos y nogales, de robles y laureles.
La posibilidad de este arreglo
depende, como es natural, de la confianza que inspire[82] cada cual.[83]
En caso de abrirse un crédito[84] al parroquiano, las compras se cargan
en cuenta[85] y ésta se liquida cada mes.[86]
--¿Y si[87] el deudor no paga?[88]
--Se acude a la justicia ordinaria, entablando una demanda contra el
insolvente.[89] El embargo y el remate judicial suelen ser el resultado
de la acción legal.
El cielo, que desde el amanecer se
mantuvo cubierto y nebuloso, comenzaba á obscurecerse á medida que el
sol, que antes transparentaba su luz á través de las nieblas, iba
debilitándose, cuando, con la esperanza de ver su famoso castillo como
término y remate de mi artÃstica expedición, dejé á Litago[1] para
encaminarme á Trasmoz,[2] pueblo del que me separaba una distancia de
tres cuartos de hora por el camino más corto.
No se da con el
Tuerto por advertido del suceso que acaba de ocurrir y del que se ha
enterado perfectÃsimamente, pues no le gusta meterse en lo que no le
importa; pero el irascible marido, que necesita dar salida al veneno que
aun le queda en el cuerpo, llama á su vecino, y de balcón á balcón
entablan este diálogo á grandes voces:
--TÃo Tremontorio, yo no puedo con esta bribona, y voy á hacer un dÃa
una barbaridá.....
Colocáronme por mucha distinción entre
un niño de cinco años, encaramado en unas almohadas que era preciso
enderezar á cada momento porque las ladeaba la natural turbulencia de mi
joven _á látere_, y entre{138-2} uno de esos hombres que ocupan en el
mundo el espacio y sitio de tres, cuya corpulencia por todos lados se
salÃa de madre de la única silla en que se hallaba sentado, digámoslo
asÃ, como en la punta de una aguja.
Ninguna
montaña en América presenta una belleza tan caracterizada como el
Cotopaxi: Su forma es enteramente la de un cono truncado de exacta
regularidad; su nieve es purÃsima, y su distribución[2] en las faldas se
hace con tanta simetrÃa, que es casi imposible contemplar, desde una
distancia tan considerable como la en que se percibe esta bellÃsima
montaña, un espectáculo más agradable, más brillante, ni[3] más
apacible.
Pero en obra destinada
Sólo al gusto y diversión, 290
Si no es varia la invención,
Todo lo demás es nada."
_La variedad es requisito indispensable en las obras de gusto._
LA ARDILLA Y EL CABALLO
Mirando estaba una ardilla 295
A un generoso alazán,
Que, dócil a espuela y rienda,
Se adiestraba en galopar.
El cultivo del
henequén constituye la industria principal del estado de 20
Yucatán en que la formación del terreno flojo sobre una
piedra caliza hace que el terreno absorba el agua de
las lluvias y que la planta del maguey de la cual se
extrae dicha fibra, crezca y se desarrolle de tal manera
que no puede compararse con la producida en otros 25
paÃses, pues la calidad es incomparable.
En el trascurso de más de tres siglos estos hijos
degenerados de una raza valiente y numerosa, ignorantes de su origen, de
sus derechos y de su propia miseria, celebran una fiesta cristiana
contrahaciendo momentáneamente los usos de sus mayores y se rÃen
representando el terror de sus padres en aquellos dÃas aciagos en que
sus opresores los aniquilaban para formar colonias europeas sobre los
despojos de una grande y poderosa nación.
Escribió á Madrid á persona de toda su confianza, encargándole que le
enviase un par de sacos de la mejor arcilla que hallase en los cerros de
San Isidro, y asà que recibió esta bendita tierra, se fué con ella á
Valladolid é hizo que le modelase un buen escultor{100-1} una buena
imagen de San Isidro, que bien cocida y pintada, llevó al señor
Arzobispo y éste bendijo, concediendo muchas indulgencias á los que
rezasen delante de ella.
que el café de Costa
Rica se ha cotizado en el mercado de Londres a precios más altos que el
de los demás paÃses de la América Central, lo que no es poco decir?[7]
--¡A quién se lo dice Ud.![8] Yo he sido vendedor de café
centroamericano, y puedo afirmar además que en los últimos años la
producción de café costarricense se ha mantenido firme, a pesar de que
en otros paÃses la superproducción trajo una baja general en los
valores.
Impulsado de un pensamiento religioso, espontáneo é indefinible, eché
maquinalmente pie á tierra, me descubrÃ, y comencé á buscar en el
fondo de mi memoria una de aquellas oraciones que me enseñaron cuando
niño; una de aquellas oraciones que, cuando más tarde se escapan
involuntarias de nuestros labios, parece que aligeran el pecho
oprimido, y semejantes á las lágrimas, alivian el dolor, que también
toma estas formas para evaporarse.
Fué más
lejos aún que Pereda, pues no se limitó su innovación a reproducir, tal
como era en el mundo real, la psicologÃa de cada personaje, sino que
llegó, subordinando las partes al todo, a una sÃntesis profunda y
suprema en que pone de relieve,[69] como un filósofo que de análisis en
disección[70] ha llegado a la meta[71] de una hipótesis compendiosa, las
leyes históricas del perÃodo más ominoso de la colonización española en
Cuba.
XI.--LA CAZA Y SUS PRODUCTOS
_Uses of the =Preterite Indicative= and =Imperfect=_
--El interés que mis hermanos[1] y yo demostramos por la caza nos viene
quizá por herencia,[2] pues nuestro padre pasó una gran parte de su vida
en Sud América, cazando animales salvajes que desolló más de una vez con
sus propias manos.[3] Nos decÃa que las selvas allà son muy espesas y
que la lucha entre las especies animales hace su caza difÃcil.
Detrás
de la cerca de limón, veo una ancha calle con doble fila de matas de
cocos, naranjas y _caimitos_; por más allá[3] se divisan los cuadros de
cafetos, cargados de blancas flores que imitan el azahar, cortados a la
misma altura y que devuelven hacia la tierra sus copiosas y redondas
ramas; sobresalen entre los cafetos las matas de plátanos, que con sus
hermosos racimos ofrecen abundoso alimento, regalo de una tierra
providencial.
Abrà los ojos según
dejo dicho: me incorporé con sumo cuidado, y poniendo atención á
aquel confuso murmullo que cada vez sonaba más próximo, oà en las
ráfagas del aire, como gritos y cantares extraños, carcajadas y tres ó
cuatro voces distintas que hablaban entre sà con un ruido y una
algarabÃa semejante al de las muchachas del lugar, cuando riendo y
bromeando por el camino, vuelven en bandadas de la fuente con sus
cántaros á la cabeza.
El pastor, convencido por las muestras de interés con que
me disponÃa á escuchar su relate, de que yo no era uno de esos señores
_de la ciudad_, dispuesto á tratar de majaderÃas su historia, levantó
la mano en dirección á uno de los picachos de la cumbre, y comenzó
asÃ, señalándome una de las rocas que se destacaba obscura é imponente
sobre el fondo gris del cielo, que el sol, al ponerse tras las nubes,
teñÃa de algunos cambiantes rojizos.
El rebaño se crÃa en libertad en una vasta extensión que no
es nunca menor de doscientas cincuenta hectáreas; por allà corre a su
guisa,[7] marcha y circula sin conocer nunca, ni aún en el invierno, el
reposo del establo; estas grandes marchas dan a la fibra de esta parte
carnosa una resistencia poco agradable y un gusto diferente de la del
carnero criado en paÃses donde la propiedad está muy dividida y donde es
de regla[8] la estabulación.
NOTES:
[Note 207: =contar diez años=, _to be ten years old_.]
[Note 208: =cuantos=, _all who_.]
[Note 209: =copiar a la pluma=, _to make a pen and ink sketch_.]
[Note 210: =ingresar en=, _to enter, to matriculate at_; used commonly
of entering an educational institution or a class.]
=LA LECCIÓN=
--Si no aprendes esa historia--
Le dijo a un niño su abuela,--
Te sacaré de la escuela
Para tirar de una noria.
Decirte que durante estos diez años el recuerdo de Teresa me ha
perseguido constantemente, serÃa faltar á la verdad; he amado á otras
mujeres, y hace cuatro años estuve á punto de casarme con una hermosa
joven; pero la desgracia hizo que un mes antes de verificarse nuestro
enlace, los padres encontrasen un pretendiente á la mano de mi amada
mejor que yo, éste me fué preferido por ellos, y la novia tuvo que
someterse á la voluntad de sus tiranos.
à la luz del farolillo, cuya dudosa claridad se perdÃa entre las espesas
sombras de las naves y dibujaba con gigantescas proporciones sobre el
muro la fantástica sombra del sargento aposentador que iba
precediéndole, recorrió la iglesia de arriba abajo y escudriñó una por
una todas sus desiertas capillas, hasta que una vez hecho cargo del
local, mandó echar pie á tierra á su gente, y hombres y caballos
revueltos, fué acomodándola como mejor pudo.
à la luz del farolillo, cuya dudosa claridad se perdÃa entre las
espesas sombras de las naves y dibujaba con gigantescas proporciones
sobre el muro la fantástica sombra del sargento aposentador que iba
precediéndole, recorrió la iglesia de arriba abajo y escudriñó una por
una todas sus desiertas capillas, hasta que una vez hecho cargo del
local, mandó echar pie á tierra á su gente, y hombres y caballos
revueltos, fué acomodándola como mejor pudo.
Ni el fuego le ataja, ni los peligros le intimidan, ni las
lágrimas le conmueven: Nunca despliega sus labios; pero cuando la
sangre humea en nuestras manos, como cuando los templos se derrumban
calcinados por las llamas: cuando las mujeres huyen espantadas entre
las ruinas, y los niños arrojan gritos de dolor, y los ancianos
perecen á nuestros golpes, contesta con una carcajada de feroz alegrÃa
á los gemidos, á las imprecaciones y á los lamentos.
A MI MADRE
(_Soneto_)
Porque siento que allá arriba, en el cielo, los
ángeles que se hablan dulcemente al oÃdo, no
pueden encontrar entre sus radiantes palabras
de amor una expresión más ferviente que la de
«_madre_», he ahà por qué, desde hace largo
tiempo os llamo con ese nombre querido, a ti
que eres para mà más que una madre y que
llenáis el santuario de mi corazón en el que la
muerte os ha instalado, al libertar el alma de
mi Virginia.
Últimamente, y por una coincidencia extraÃia, he tenido ocasión
de conocer los detalles y la historia circunstanciada de un hecho que
se comprende apenas en mitad de un siglo tan despreocupado como el
nuestro.[3]
[Footnote 1: leerÃan ustedes = 'you may have read.']
[Footnote 2: Zaragoza = 'Saragossa.' A Spanish city of some 99,000
inhabitants, capital of the province of the same name, situated on
the Ebro river at its junction with the Huerva.
Y, en
efecto, al dÃa siguiente, domingo, fué á misa mayor y pasó revista de
getas, que las habÃa{48-1} muy negruzcas y muy dificultosas, tardando
poco en divisar, bajo la orla abigarrada de un pañuelo amarillo, la
carátula japonesa más horrible, los ojos más bizcos, la nariz más roma,
la boca más bestial, la tez más curtida y la pelambrera más cerril que
vieron los siglos; todo acompañado de unas manos y pies como paletas de
lavar y de una gentil corcova.
Entonces, cuando arden despidiendo un torrente de luz sus mil lámparas
de plata; cuando flota en el aire una nube de incienso, y las voces del
coro, y la armonÃa de los órganos y las campanas de la torre estremecen
el edificio desde sus cimientos más profundos hasta las más altas agujas
que lo coronan, entonces es cuando se comprende, al sentirla, la
tremenda majestad de Dios que vive en él, y lo anima con su soplo y lo
llena con el reflejo de su omnipotencia.
Entonces, cuando arden despidiendo un torrente de luz sus mil lámparas
de plata; cuando flota en el aire una nube de incienso, y las voces
del coro, y la armonÃa de los órganos y las campanas de la torre
estremecen el edificio desde sus cimientos más profundos hasta las más
altas agujas que lo coronan, entonces es cuando se comprende, al
sentirla, la tremenda majestad de Dios que vive en él, y lo anima con
su soplo y lo llena con el reflejo de su omnipotencia.
AsÃ,[41] hace un convenio con una fábrica
_de_ ladrillos por la provisión de los que[42] necesita, fijando de
antemano[43] la fecha de las entregas y la forma de pago.[44]
--Una carpinterÃa, o varias,[45] toman a su cargo[46] la fabricación de
las puertas y ventanas con sus marcos, celosÃas y postigos, asà como[47]
las escaleras interiores balaustradas, zócalos, molduras, tabiques,
guardarropas, estanterÃas fijas y ascensores domésticos o estantes
giratorios.
Al instante dos o tres jinetes hienden el grupo que
entre todos han arrinconado en algún ángulo del corralón; colocan sus
cabalgaduras rozándose con un costado del animal, que por huir del que
se acerca, se abre paso entre los otros, y emprende una veloz carrera en
que el jinete le sigue, animándolo con la voz y sin apartarse una lÃnea
hasta dejarlo en otro corral, cuya puerta despejan los que la ocupan
para dar paso al animal, volviendo a cerrarla inmediatamente.
Iluminada por el rojizo resplandor de la hoguera, y á través del confuso
velo que la embriaguez habÃa puesto delante de su vista, parecÃale que
la marmórea imagen se transformaba á veces en una mujer real; parecÃale
que entreabrÃa los labios como murmurando una oración; que se alzaba su
pecho como oprimido y sollozante; que cruzaba las manos con más fuerza;
que sus mejillas se coloreaban, en fin, como si se ruborizase ante aquel
sacrÃlego y repugnante espectáculo.
Iluminada por el rojizo resplandor de la hoguera, y á través del
confuso velo que la embriaguez habÃa puesto delante de su vista,
parecÃale que la marmórea imagen se transformaba áveces en una mujer
real; parecÃale que entreabrÃa los labios como murmurando una oración;
que se alzaba su pecho' como oprimido y sollozante; que cruzaba las
manos con más fuerza; que sus mejillas se coloreaban, en fin, como si
se ruborizase ante aquel sacrÃlego y repugnante espectáculo.
De cuando en cuando azotaba su frente una ráfaga
de aire, frÃo como la hoja de un puñal, que crispaba sus cabellos de
horror y penetraba hasta la médula de sus huesos; ráfagas semejantes a
las que anunciaban á los profetas la aproximación del espÃritu
divino.[2] Al fin llegó á un punto donde creyó percibir un rumor
sordo, que pudiera compararse al zumbido lejano de un enjambre de
abejas, cuando, en las tardes del otoño, revolotean en derredor de las
últimas flores.
llevara=, 'there wasn't any one who
brought....'
[32.2] =la de Chaviri=, 'that of Chaviri,' or 'Chaviri's.'
[32.4] =iba durando una y otra semana=, 'lasted week after week.'
[32.5] =Ã los dos meses=, 'after two months.'
[32.7] =Fué la noticia extendiéndose=, 'the report spread.'
[32.8] =ya no volvieron á gritarle=, 'no longer shouted at him.'
[32.14] =en evitar que nadie me viese=, 'to avoid being seen' (lit., 'in
avoiding that any one should see me').
El color de
esta montaña varÃa como el del camaleón, según la dirección y modo como
la hieren los rayos solares: A veces es enteramente blanca; en
ocasiones,[5] bañada por la luz del sol poniente,[6] parece una gran
masa de oro bruñido; y otras veces las sombras nacidas de la
distribución de las numerosas rocas repartidas en toda su superficie,
desde su elevada cima hasta su anchurosa base, le dan un aspecto
semi-violado, con tintes purpurinos notables y espléndidos.
The adverb =recientemente=, when
modifying and preceding a past participle, is abbreviated to =recién=.]
[Note 281: =llegar a creer=, _to come to believe_.]
[Note 282: =contar=, _to have (in speaking of population)_.]
=LA REPÚBLICA ARGENTINA=
La República Argentina se extiende dentro de una
superficie de 34 grados de latitud y encierra una gran
variedad de climas, desde el tropical en la región norte
hasta un clima casi ártico en la región sur.
VARIANT: =Y no es sino una
leyenda poética la creencia de que.=
16.--NAVEGACIÓN EN LOS CANALES DE TIERRA DEL FUEGO
De súbito nos sorprendió el espectáculo de uno de los ventisqueros, el
primero que veÃamos en los canales, y también uno de los más pequeños,
cuya nieve llegaba hasta el mar, con tonos azulados suaves y tenues, muy
finos, que hacÃan resaltar más la blancura casi absoluta de la nieve en
la cima, destacada a su vez sobre el fondo plomizo del cielo.
Iba de un lado para otro, llevando papeles, entregando cartas y
notas--dando explicaciones,--escuchando pacientemente las preguntas que
le dirigÃan y sonriéndose con malicia con alguno de su confianza,[4]
cuando pasaba por delante de una serie de personajes adustos, graves,
que estaban sentados en hilera simétrica, en un rincón de la sala,
fumando con desahogo, hablándose a hurtadillas[5] con monosÃlabos, y
dirigiendo de tiempo en tiempo sus ojos desconfiados a la puerta.
Asà para expresar que un hombre es valiente, dice
él: «es como las armas»[8]; que un hombre es vivo: que «es como la
luz»[9]; para hablar de una mujer linda, «es como las estrellas»; para
indicar un caballo rápido, «es como águila»; para elogiar a un individuo
firme que no cede a los embates de la mala fortuna, «es como
cuadro».[10] Cuando habla de su caballo le llama «mancarrón»; a su mujer
«la china»[11]; a sus amigos «aparceros»; a los muchachos del campo,
«charabones».
Hecho el lÃo de ropa, pasó el Tuerto su brazo izquierdo por debajo de
los nudos, metió dentro de la gorra algunos mechones de pelo que le
caÃan sobre los ojos, tiró de una bolsa de piel mugrienta que guardaba
en un bolsillo de sus pantalones, sacó de ella tabaco picado, hizo un
cigarro, encendióle en un tizón que le trajo su mujer, que lloraba,
aunque en silencio, fijóse en los chicuelos que también lo rodeaban, y,
haciendo un gran esfuerzo, dijo con voz insegura:
--¡Ea!
Un arco rehundido en el muro, en el fondo del
cual se veÃa la imagen del Redentor enclavado en la cruz y con una
calavera al pie; un tosco cobertizo de tablas que lo defendÃa de la
intemperie, y el pequeño farolillo colgado de una cuerda que lo
iluminaba débilmente, vacilando al impulse del aire, formaban todo el
retablo, alrededor del cual colgaban algunos festones de hiedra que
habÃan crecido entre los obscuros y rotos sillares, formando una
especie de pabellón de verdura.
No vivimos, no,[6] como siervos futuros ni como aldeanos
deslumbrados, sino con la determinación y la capacidad de contribuir a
que se la estime por sus méritos, y se la respete por sus sacrificios:
porque las mismas guerras que de pura ignorancia[7] le echan en cara[8]
los que no la conocen, son el timbre de honor[9] de nuestros pueblos,
que no han vacilado en acelerar con el abono de su sangre el camino del
progreso, y pueden ostentar en la frente sus guerras como una corona.
Al rededor remueven el ramaje multitud de
cuadrúpedos, y los inquietos _zambos_ (monos) corren saltando de árbol
en árbol a atisbar con curiosidad al transeunte, las hembras con los
hijuelos cargados a la espalda,[3] y todos juntos en familia,[4]
chiflando y arrojando ramas secas; mientras más a lo lejos[5] los
_araguatos_ (monos aulladores), sentados gravemente en torno del más
viejo, entonan una especie de letanÃa en que el jefe gruñe primero y los
demás le contestan en coro.
Como ya no sentÃan
la molestia de la plaga, les parecÃa muy duro el sacrificio 20
de pagar lo prometido.[144]
El flautista no hizo manifestación alguna de desagrado;
pero empezó de nuevo a soplar su flauta, produjo
una música más maravillosa y dulce que la anterior,
y esta vez se fueron tras él, en tropel, todos los 25
niños de la ciudad, desde los chiquitines que
empezaban a caminar, hasta[145] los que estudiaban ya en
las escuelas.
Y con superstición análoga á la que obligó al tirano de
Samos{47-1} á echar al mar la rica esmeralda de su anillo, Sebastián,
deseoso de ofrecer expiatorio holocausto, ideó ser la vÃctima, y
reprimiendo antojos que le asaltaron al fresco aletear de la brisa
marina y al murmullo musical del oleaje, si habÃa de prometer al Destino
construir una capilla, un asilo, un manicomio, hizo otro voto más
original, de superior abnegación: casarse sin remedio con la soltera más
fea de su lugar.
Recuerdo que, dos años há, mi amigo Eduardo Bustillo, el inspirado
cantor de nuestras glorias nacionales, delante de una escena idéntica á
la que voy describiendo, desde el mismo sitio, acaso sobre la misma
piedra que yo, lloró con su alma las penas de las pobres familias á
quienes una leva sumÃa en el abismo de todos los dolores, y puso en
labios de una esposa desvalida estas palabras sencillas, pero tiernas y
elocuentes:
--«Mi pobre niña inocente
el amor perdido siente.
El dÃa de San Isidro el tÃo Traga-santos cubrÃa de flores aquellas
sagradas ruinas; colocaba sobre ellas una mesita cubierta con un blanco
mantel; en este sencillo é improvisado altar ponÃa, entre dos velas, una
tosca imagen de San Isidro hecha de barro, circunstancia que para él
constituÃa su mayor mérito, pues se la habÃan llevado de Madrid, y
suponÃa que aquel barro procedÃa de la tierra regada con el sudor del
santo labrador, y pasaba casi todo el dÃa rezando entre aquellas ruinas.
Junto á aquella verja,
de pie, envueltos en sus capas de color galoneadas de oro, dejando
entrever con estudiado descuido las encomiendas rojas y verdes, en la
una mano el fieltro, cuyas plumas besaban los tapices, la otra sobre
los bruñidos gavilanes del estoque ó acariciando el pomo del cincelado
puñal, los caballaros veinticuatros,[2] con gran parte de lo mejor de
la nobleza sevillana, parecÃan formar un muro, destinado á defender á
sus hijas y sus esposas del contacto de la plebe.
Mientras las señoras visitaban la casa y recibÃan á los numerosos amigos
que acudieron al saber su llegada, Fernando, que se habÃa obstinado en
no subir al piso superior, me llamó, me hizo sentar á su lado, y empezó
la prometida historia en estos términos:
--Hace once años, cuando sólo tenÃa yo veinte, y habÃa acabado la
carrera de abogado en Madrid, mi padre me envió una temporada á este
pueblo para que hiciese una visita á su única hermana, que es esa señora
á quien acabas de ver.
Cuando la lengua de Castilla se arraigó en la parte meridional de
nuestro continente, sus hijos enriquecieron a la madre patria «no menos
con los tesoros de su suelo que con sus aventajados talentos que
fecundiza el sol ardiente y desarrolla una naturaleza grandiosa y
magnÃfica.» Por entonces[1] el sonido de las liras americanas se perdÃa
entre el grande concierto de las españolas: el hilo de agua,[2] por
decirlo asÃ, se engolfaba sin dejar huella[3] en el mar a cuyo aliento
contribuÃa.
Ya la presea estaba en su poder: sus dedos crispados la oprimÃan con una
fuerza sobrenatural, sólo restaba huir, huir con ella: pero para esto
era preciso abrir los ojos, y Pedro tenÃa miedo de ver, de ver la
imagen, de ver los reyes de las sepulturas, los demonios de las
cornisas, los endriagos de los capiteles, las fajas de sombras y los
rayos de luz que semejantes á blancos y gigantescos fantasmas, se movÃan
lentamente en el fondo de las naves, pobladas de rumores temerosos y
extraños.
Ante todo, la disposición geográfica del territorio americano que va
desde el RÃo Grande a la Tierra del Fuego, no permite fácilmente la
cohesión de muchos millones de hombres en una misma comunidad de ideales
sociales, artÃsticos, religiosos; el hombre es hijo de las condiciones
climatéricas en que vive, y a lo largo de[1] la América latina hay
individuos que se tuestan doce meses al sol, y otros que tiritan de
frÃo, y hay recios escaladores de montañas y mÃseros palúdicos de los
pantanos.
Después de un largo silencio, que solo interrumpia el chirrido de la
hoja al resbalarse sobre la pulimentada madera, el joven exclamó
dirigiéndose á su servidor, como si no hubiera escuchado una sola de
sus palabras:
--Iñigo, tú que eres viejo, tú que conoces todas las guaridas del
Moncayo, que has vivido en sus faldas persiguiendo á las fieras, y en
tus errantes excursiones de cazador subiste más de una vez á su
cumbre, dime, ¿has encontrado por acaso una mujer que vive entre sus
rocas?
RodrÃguez GarcÃa_ (CUBANO)
=Caro, José Eusebio= (1817-1853)
José Eusebio Caro[23] fué el más lÃrico de todos los colombianos, por lo
profundo e intenso de su vida afectiva, la cual expresó con rara
franqueza y viril arrojo en versos de forma insólita, que bajo una
corteza que puede parecer áspera y dura, esconden tesoros de cierta
poesÃa Ãntima y ardiente, a un tiempo[24] apasionada y filosófica, medio
inglesa y medio española, que antes y después de él ha sido rarÃsima en
castellano.
Lo de cierto que pudiera haber en estas
murmuraciones, nadie pudo nunca decirlo, porque la verdad era que don
DionÃs tuvo una vida bastante azarosa en su juventud, y después de
combatir largo tiempo bajo la conducta del monarca aragonés,[2] del
cual recabó entre otras mercedes el feudo del Moncayo,[3] marchóse á
Palestina,[4] en donde anduvo errante algunos años, para volver por
último á encerrarse en su castillo de Veratón,[5] con una hija
pequeña, nacida sin duda en aquellos paÃses remotos.
ConocÃalas
perfectamente _el tÃo Buscabeatas_ por la forma, por su grado de madurez
y hasta de nombre, sobre todo á los cuarenta ejemplares más gordos y
lucidos, que ya estaban diciendo guisadme, y se pasaba los dÃas
mirándolos con ternura y exclamando melancólicamente:
--_¡Pronto tendremos que separarnos!_
Al fin, una tarde se resolvió al sacrificio; y señalando á los mejores
frutos de aquellas amadÃsimas cucurbitáceas que tantos afanes le habÃan
costado, pronunció la terrible sentencia.
No obstante, al romper el dÃa, cuando llevé los corderos al agua, á la
orilla de este rÃo, como obra de dos tiros de honda del sitio en que
nos hallamos, y en una umbrÃa de chopos, donde ni á la hora de siesta
se desliza un rayo de sol, encontré huellas recientes de los ciervos,
algunas ramas desgajadas, la corriente un poco turbia, y lo que es más
particular, entre el rastro de las reses las breves huellas de unos
pies[1] pequeñitos como la mitad de la palma de mi mano, sin
ponderación alguna.
The continuity of the act is emphasized by the use
of =venir= or =ir=.]
[Note 360: =aprovecharse de=, _to profit by_.]
[Note 361: =estar en boga=; _to be customary, commom_.]
[Note 362: =contar=, _to comprise, include._]
[Note 363: =otros tantos=, _as many more_.]
[Note 364: =exceder de=, _to surpass_.]
[Note 365: =servirse de=, _to make use of_.]
=EL PERÚ=
La República del Perú, situada en el Océano PacÃfico,
ocupa una superficie de casi 690,000 millas cuadradas.
El asistente, obedeciendo las órdenes de su capitán, comenzó á
descargar golpes en la sillerÃa del coro, y después que hubo reunido
una gran cantidad de leña que fué apilando al pie de las gradas del
presbiterio, tomó la linterna y se dispuso á hacer un auto de fe con
aquellos fragmentos tallados de riquÃsimas labores entre los que se
veÃan por aquà parte de una columnilla salomónica, por allá la imagen
de un santo abad, el torso de una mujer, ó la disforme cabeza de un
grifo asomado entre hojarasca.
Mientras esto decÃa el montero, Constanza, que asà se llamaba la
hermosa hija de don DionÃs, se habÃa aproximado al grupo de los
cazadores, y como demostrase su curiosidad por conocer la
extraordinaria historia de Esteban, uno de éstos se adelantó hasta el
sitio en donde el zagal daba de beber á su ganado, y le condujo á
presencia de su señor, que para disipar la turbación y el visible
encogimiento del pobre mozo, se apresuro á saludarle por su nombre,
acompañando el saludo con una bondadosa sonrisa.
El asistente, obedeciendo las órdenes de su capitán, comenzó á descargar
golpes en la sillerÃa del coro, y después que hubo reunido una gran
cantidad de leña que fué apilando al pie de las gradas del presbiterio,
tomó la linterna y se dispuso á hacer un auto de fe con aquellos
fragmentos tallados de riquÃsimas labores, entre los que se veÃan por
aquà parte de una columnilla salomónica, por allá la imagen de un santo
abad, el torso de una mujer, ó la disforme cabeza de un grifo asomado
entre hojarasca.
Los que
asistÃan de continuo á formar el séquito de presuntos galanes de doña
Inés de Tordesillas, que tal era el nombre de esta celebrada
hermosura, á pesar de su carácter altivo y desdeñoso, no desmayaban
jamás en sus pretensiones; y éste, animado con una sonrisa que habÃa
creÃdo adivinar en sus labios; aquél, con una mirada benévola que
juzgaba haber sorprendido en sus ojos; el otro, con una palabra
lisonjera, un ligerÃsimo favor ó una promesa remota, cada cual
esperaba en silencio ser el preferido.
El niño recibió el humilde presente con una gran alegrÃa: los dos
hermanos plantaron la florecita en una maceta vieja, que llenaron de
tierra, la regaron con cuidado, y Dios hizo prosperar la planta, que á
los pocos dÃas se adornó con algunas hojitas: cuidada por la pequeña y
débil mano de un niño doliente, constituyó, no sólo el jardÃn, sino el
universo entero del pobre enfermo: porque aquella pequeña flor le
representaba los prados, los bosques, los jardines, los rÃos, en una
palabra, toda la creación.
Era imposible seguirlas en sus ágiles movimientos, imposible abarcar
con una mirada los infinitos detalles del cuadro que formaban, unas
corriendo, jugando y persiguiéndose con alegres risas por entre el
laberinto de los árboles; otras surcando el agua como un cisne, y
rompiendo la corriente con el levantado seno; otras, en fin,
sumergiéndose en el fondo, donde permanecÃan largo rato para volver á
la superficie, trayendo una de esas flores extrañas que nacen
escondidas en el lecho de las aguas profundas.
Isabella of Castile married Ferdinand
of Aragon in 1469, and in 1479 the two kingdoms of Castile and
Aragon were united.]
Para con los otros monteros, los pajes y la gente menuda del servicio
de don DionÃs, la exquisita solicitud de Garcés y el aprecio con que
sus señores le distinguÃan, habÃanle valido una especie de general
animadversión, y al decir de los envidiosos, en todos aquellos
cuidados con que se adelantaba á prevenir los caprichos de su señora
revelábase su carácter adulador y rastrero.
El foso
estaba cegado con los sillares de las derruidas almenas; el puente
levadizo, inútil ya, se pudrÃa colgado aún de sus fuertes tirantes de
hierro, cubiertos de orÃn por la acción de los años; en la torre del
homenaje tañia lentamente una campana; frente al arco principal de la
fortaleza y sobre un pedestal de granito se elevaba una cruz; en los
muros no se veÃa un solo soldado; y confuso, y sordo, parecÃa que de
su seno se elevaba como un murmullo lejano, un himno religioso, grave,
solemne y magnifico.
Asà como las heladas, por leves que sean, matan
estas plantas, el sol cuando es demasiado ardiente
les hace daño[306] también, y en las Antillas y en otros
varios paÃses cálidos de América siembran alrededor de
los cafetales y dentro de ellos mismos árboles copudos
y altos, de hojas menudas y permanentes, que se extienden
sobre los arbustos del café a una altura de 5
diez o doce metros, y los defienden de los ardores del
sol y aún de los azotes violentos de las tempestades.
Hacia la duodécima
hora del cuadrante nocturno una luna más
nebulosa que las otras,--de una especie que las
hadas han probado ser la mejor,--desciende
hasta bajo el horizonte y pone su centro sobre
la corona de una eminencia de montañas, mientras
que su vasta circunferencia se esparce en
vestiduras flotantes sobre los caserÃos, sobre las
mismas mansiones distantes, sobre bosques
extraños, sobre la mar, sobre los espÃritus que
danzan, sobre cada cosa adormecida, y los sepulta
completamente en un laberinto de luz.
pensé; ¡cuántas veces el genio
Asà duerme en el fondo del alma,
Y una voz, como Lázaro,[3] espera
Que le diga: «Levántate y anda!»
[Footnote 1: This poem is composed of decasyllabic anapests and of
hexasyllabic amphibrachs, thus:
-- -- / | -- -- / | -- -- / | --
-- / -- | -- / --
The even verses have the same assonance throughout.]
[Footnote 2: For this idea, compare--
Je suis dans un salon comme une mandoline
Oubliée en passant sur le bord d'un coussin.
El padre del Tuerto, tÃo _Bolina_ llamado, porque siempre al
andar se ladeó de la derecha, sigue, á pesar de sus años, bregando con
la mar, como el tÃo Tremontorio; y no por afición á ella, como dirÃa muy
serio un poeta del riñón de Castilla ó de la Mancha,{165-1} acostumbrado
á mandar las maniobras y á conjurar tormentas desde un escenario, ó en
el estanque del Retiro, sino porque viven de lo que pescan, y sólo
pescan para vivir exponiendo la vida cien veces al año en el indómito
mar de Cantabria, sobre una frágil lancha.
La fiesta religiosa habÃa traÃdo á ella una multitud inmensa de fieles;
pero ya ésta se habÃa dispersado en todas direcciones; ya se habÃan
apagado las luces de las capillas y del altar mayor, y las colosales
puertas del templo habÃan rechinado sobre sus goznes para cerrarse
detrás del último toledano, cuando de entre las sombras, y pálido, tan
pálido como la estatua de la tumba en que se apoyó un instante mientras
dominaba su emoción, se adelantó un hombre que vino deslizándose con el
mayor sigilo hasta la verja del crucero.
Miraculous tales are
related of several of the images of Christ in Toledo, of the _Cristo
de la Luz_, of the _Cristo de la Vega_, and others, as well as of
the image we have to deal with here.]
Los caballeros, después de saludar respetuosamente la imagen de
Cristo, quitándose los birretes y murmurando en voz baja una corta
oración, reconocieron el terreno con una ojeada, echaron á tierra sus
mantos, y apercibiéndose mutuamente para el combate y dándose la señal
con un leve movimiento de cabeza, cruzaron los estoques.
Y á la vez, viéndose rico, no viejo, dueño de sÃ,
caminando hacia la tierra, dió en una cavilación rara, que le fatigaba
mucho: y fué que se empeñó en que la Providencia, el poder sobrenatural
que rige el mundo, y que hasta entonces tanto habÃa protegido á
Sebastián Becerro, estaba cansado de protegerle, y le iba á zorregar
disciplinazo firme, con las de{46-4} alambre: que el barco embarrancarÃa
á la vista del puerto, ó que él, Sebastián, se ahogarÃa al pie del
muelle, ó que cogerÃa un tabardillo pintado, ó una pulmonÃa doble.
See note 1 above.]
[Note 17: =al pasar la gente=, _when the people passed_.]
[Note 18: =dar un rodeo=, _to walk round_.]
[Note 19: =seguir el camino=, _to continue on one's way_.]
[Note 20: =tropezar con=, _to run across or stumble upon_.]
[Note 21: =decir para sÃ=, _to say to one's self_.]
[Note 22: =esforzarse para= (followed by the infinitive), _to make a
great effort to_.]
=LA MONA=
Subió una mona a un nogal,
Y cogiendo una nuez verde,
En la cáscara la muerde,
Con que le supo muy mal.
Como iba diciendo,[75] una
casa electricista corre con la instalación de conductores, medidores,
toma-corrientes,[76] llaves, fusibles, asà como de las campanillas con
sus cuadros indicadores, pilas, transformadores, etc., mientras otra
casa especialista, de las[77] denominadas[78] de artefactos de luz
eléctrica, proporciona las arañas, los pendientes, los brazos, los
faroles y los «plafonniers.»
Por su parte, el cerrajero[79] se encarga de las cerraduras y cerrojos
de las puertas, pestillos, manijas, bisagras, fallebas y pasadores.
Pasamos por un pasadizo sombrÃo;
y, de pronto, en un cuarto lleno de luz, me encontré entre los brazos[1]
de un hombre pequeño de cuerpo,[2] rostro de iluminado, voz dulce y
dominadora al mismo tiempo y que me decÃa esta única palabra: «¡Hijo!»
Era la hora ya de aparecer ante el público, y me dijo que yo debÃa
acompañarle en la mesa directiva[3]; y cuando me dà cuenta,[4] después
de una rápida presentación a algunas personas, me encontré con ellas y
con Martà en un estrado, frente al numeroso público que saludaba con un
aplauso simpático.
Cada casa[18] de comercio se
ocupa de su ramo; y entre los mercaderes hay toda clase de categorÃas,
desde el acaudalado negociante hasta[19] el humilde vendedor[20] que
apenas es algo más que[21] un pobre buhonero.[22] Pero toda[23] gran
ciudad[24] cuenta con firmas[25] poderosas, organizadas[26] por hombres
de negocio que han mostrado en sus empresas un juicio, una confianza, un
arrojo maravillosos.[27] A muchas de esas compañÃas[28] y sociedades[29]
débese la prosperidad que han alcanzado[30] algunas de las tiendas de
departamentos a que Ud.
The mountains of Montagut, which rise to a
height of 3125 teet, are situated in the province of Tarragona,
Spain.]
II
Pastores, que seguÃs con lento paso vuestras ovejas que pacen
derramadas por las colinas y las llanuras; si al conducirlas al borde
del transparente riachuelo que corre, forcejea y salta por entre los
peÃiascos del valle de Montagut en el rigor del verano, y en una
siesta de fuego habéis encontrado la sombra y el reposo al pie de las
derruÃdas arcadas del monasterio, cuyos musgosos pilares besan las
ondas, oidme.
Tal vez no se comprenda bien todo este movimiento,
y se llegue a creer[281] que muchas de las mercaderÃas que 25
aquà se desembarcan son de tránsito, destinadas al
consumo en una de las Antillas vecinas; pero un comerciante
experto, interrogado sobre este punto, dice asÃ:
--Verdad es que la isla cuenta[282] sólo un poco más de
un millón de habitantes; pero como sus productos
principales en la actualidad no son precisamente
alimenticios, necesita importar casi todo lo que consume,
y exportar casi todos sus productos.
Sobre cubierta se agrupan los pasajeros:
el comerciante de gruesa panza, congestionado como un pavo, con
encorvadas narices israelitas; el clergyman huesoso, enfundado en su
largo levitón negro, cubierto con su ancho sombrero de fieltro, y en la
mano una pequeña Biblia; la muchacha que usa gorra de jockey, y que
durante toda la travesÃa ha cantado con voz fonográfica, al són de un
banjo; el joven robusto, lampiño como un bebé, y que, aficionado al box,
tiene los puños de tal modo, que bien pudiera desquijarrar un
rinoceronte de un solo impulso...
Cuando después de
escuchar las palabras que dejo referidas, me incorporé con prontitud
para sorprender á la persona que las habÃa pronunciado, una corza
blanca como la nieve salió de entre las mismas matas en donde yo
estaba oculto, y dando unos saltos enormes por cima de los carrascales
y los lentiscos, se alejó seguida de una tropa de corzas de su color
natural, y asà estas como la blanca que las iba guiando, no arrojaban
bramidos al huir, sino que se reÃan con unas carcajadas, cuyo eco
jurarÃa que aún me está soñando en los oÃdos en este momento.
El padre, algún tiempo antes de morir, habÃa conseguido que le diesen [á
Juan] una plaza de organista en una de las iglesias de Madrid,
retribuida con catorce reales diarios: no era bastante, como se
comprende, para sostener una casa abierta, por modesta que fuese; asÃ
que, pasados los primeros quince dÃas, nuestro ciego vendió por algunos
cuartos, muy pocos por cierto, el humilde ajuar de su morada, despidió á
la criada y se fué de pupilo á una casa de huéspedes pagando ocho
reales; los seis restantes le bastaban para atender á las demás
necesidades.
La verdad era que el camino, que
equivocadamente habÃa tornado, se hacÃa cada vez más áspero y difÃcil
y que por una parte la sombra que ya arrojaban las altÃsimas rocas,
que parecÃan suspendidas sobre mi cabeza, y por otro el ruido
vertiginoso del agua que corrÃa profunda á mis pies, y de la que
comenzaba á elevarse una niebla inquieta y azul, que se extendÃa por
la cortadura borrando los objetos y los colores, parecÃan contribuir á
turbar la vista y conmover el ánimo con una sensación de penoso
malestar que vulgarmente podrÃa llamarse preludio de miedo.
Tuvo un capellán que amén de decirle
la misa los domingos y fiestas, le leÃa y comentaba los periódicos
polÃticos; un capataz que dirigÃa hábilmente las faenas agrÃcolas; un
cochero obeso y flegmático que gobernaba solemnemente las dos mulas de
la carretela; una ama de llaves silenciosa, solÃcita; un ayuda de cámara
traÃdo de Madrid, discreto y puntual; y por último, una cocinera limpia
como el oro, con primorosas manos para todos los guisos de aquella
antigua cocina nacional, que satisfacÃa el estómago sin irritarlo y
lisonjeaba el paladar sin pervertirlo.
El agente europeo,
después de haber reunido y envasado sus respectivas compras, las entrega
abordo del vapor, habiendo pedido con anticipación el espacio necesario;
entonces agrega a la factura comercial el importe del flete a destino
(el cual se paga por anticipado), el de aseguro marÃtimo y derechos
consulares, y luego esta factura, acompañada de la consular y el
original del conocimiento de embarque, juntamente con una letra de
cambio a noventa dÃas en contra del comprador, se envÃa directamente al
consignatario por el mismo vapor que lleva las mercancÃas.
of_ =hacer=
=hacer= to do, make;
=hacer la corte= to pay attentions to;
=hacer de persona= to exalt oneself, show off;
=hacer pedazos= to break into pieces;
=hacer una pregunta= to ask a question;
=hace frÃo= (=calor=) it is cold (hot);
=hace mucho frÃo= (=calor=) it is very cold (hot);
=hacÃa frÃo= (=calor=) it was cold (hot);
=hace (hacÃa) sol= the sun is (was) shining;
=hace mal tiempo= the weather is bad;
=hace muchos años= many years ago;
=hace tres años= three years ago;
=hace mucho tiempo= a long time ago
=haces= _2 sing.
En esta conformidad se encontraban las
cosas en la población donde tuvo lugar el suceso que voy á referir,
cuando, una noche, ya á hora hastante avanzada, envueltos en sus
obscures capotes de guerra y ensordeciendo las estrechas y solitarias
calles que conducen desde la Puerta del Sol[4] á Zocodover,[5] con el
choque de sus armas y el ruidoso golpear de los cascos de sus corceles
que sacaban chispas de los pedernales, entraron en la ciudad hasta
unos cien dragones de aquellos altos, arrogantes y fornidos, de que
todavÃa nos hablan con admiración nuestras abuelas.
See 2 above.]
[Note 38: =olvidarse de=, _to forget_.]
[Note 39: =tener la pata herida=, _to have an injured foot_.]
[Note 40: =quedar asombrado=, _to be astonished_.]
[Note 41: =ponerse a=, _to begin_.]
[Note 42: =llorar de gozo=, _to weep with joy_.]
[Note 43: =agradecer algo a uno=, _to be grateful to a person for
something_.]
[Note 44: =contar con=, _to rely upon_.]
EL PRÃNCIPE Y LA ARAÑA
=Por donde menos se piensa, salta la liebre=
Un prÃncipe que habÃa perdido una batalla logró
escaparse[45] en compañÃa de un fiel servidor.
HarÃa[1] cosa de unas dos horas que don DionÃs se encontraba en aquel
delicioso lugar, recostado sobre la menuda grama á la sombra de una
chopera, departiendo amigablemente con sus monteros sobre las
peripecias del dÃa, y refiriéndose unos á otros las aventuras más ó
menos curiosas que en su vida de cazador les habÃan acontecido, cuando
por lo alto de la más empinada ladera y á través de los alternados
murmullos del viento que agitaba las hojas de los árboles, comenzó á
percibirse, cada vez más cerca, el sonido de una esquililla semejante
á la del guión de un rebano.
En esta conformidad se encontraban las cosas en la población
donde tuvo lugar el suceso que voy á referir, cuando una noche, ya á
hora bastante avanzada, envueltos en sus obscuros capotes de guerra y
ensordeciendo las estrechas y solitarias calles que conducen desde la
Puerta del Sol{145-4} á Zocodover,{145-5} con el choque de sus armas y
el ruidoso golpear de los cascos de sus corceles que sacaban chispas de
los pedernales, entraron en la ciudad hasta unos cien dragones de
aquellos altos, arrogantes y fornidos, de que todavÃa nos hablan con
admiración nuestras abuelas.
Milton, _Paradise Lost_, book vi.]
* * * * *
I
La noche habÃa cerrado, y el viento gemÃa agitando las hojas de los
árboles, por entre cuyas frondosas ramas se deslizabs un suave rayo de
luna, cuando Teobaldo, incorporándose sobre el codo y restregándose
los ojos como si despertara de un profundo sueño, tendió alrededor una
mirada y se encontró en el mismo bosque donde hirió al jabalÃ, donde
cayó muerto su corcel; donde le dieron aquella fantástica cabalgadura
que le habÃa arrastrado á unas regiones desconocidas y misteriosas.
III
Un dÃa en que salió de caza, y que, como era su costumbre, hizo entrar
á guarecerse de la lluvia á toda su endiablada comitiva de pajes
licenciosos, arqueros desalmados y siervos envilecidos, con perros,
caballos y gerifaltes, en la iglesia de una aldea de sus dominios, un
venerable sacerdote, arrostrando su cólera y sin temer los violentos
arranques de su carácter impetuoso, le conjuro en nombre del cielo y
llevando una hostia consagrada en sus manos, á que abandonase aquel
lugar y fuese á pie y con un bordón de romero á pedir al Papa la
absolución de sus culpas.
ESTRELLAS FIJAS
(TO HELEN)
I
Te vi un punto;
era una noche de julio, noche tibia y perfumada,
noche diáfana,
de la Luna plena y lÃmpida,
lÃmpida como tu alma,
descendÃan
sobre el parque adormecido gráciles velos de plata;
ni una ráfaga
el infinito silencio
y la quietud perturbaban;
en el parque
evaporaban las rosas los perfumes de sus almas,
para que los recogieras
en aquella noche mágica;
para que tú lo aspiraras su último aliento exhalaban,
como en una muerte extática;
y era una selva encantada,
y era una noche de ensueños y claridades fantásticas!
Una criada toda azorada retira el capón en el plato de
su salsa; al pasar sobre mà hace una pequeña inclinación, y una lluvia
maléfica de grasa desciende, como el rocÃo sobre los prados, á dejar
eternas huellas en mi pantalón color de perla; la angustia y el
aturdimiento de la criada no conocen término; retÃrase atolondrada sin
acertar con las excusas; al volverse tropieza con el criado, que traÃa
una docena de platos limpios y una salvilla con las copas para los vinos
generosos, y toda aquella máquina viene al suelo con el más horroroso
estruendo y confusión.--¡Por San Pedro!
Una vez que se reponen, conocida y hasta celebrada la causa de la
sorpresa que han experimentado, para hallar entonces motivo de charla,
porque las mujeres no callan sino cuando duermen, si bien las hay que
hasta hablan en sueños, pregunta una la hora que es; otra añade que
tiene frÃo; y alguna, sintiendo asà como[10] _una penita_ en el
estómago,[11] según lo asevera, trata de buscar algo que la conforte:
pero es lo malo, que[12] han concluido ya con todo, los que están en el
comedor dejando sólo los huesos de las aceitunas; por lo que, no hay
otro recurso que hacer chocolate.
Animados con esta esperanza, llegaron, en fin, al pie de la gótica
torre[1] del templo; mas al llegar á aquel punto, un ruido particular
llamó su atención, y deteniéndose en uno de los ángulos, ocultos entre
las sombras de los altos machones que flanquean los muros, vieron, no
sin grande asombro, abrirse el balcón del palacio de su dama, aparecer
en él un hombre que se deslizó hasta el suelo con la ayuda de una
cuerda, y, por último, una forma blanca, doña Inés sin duda, que
inclinándose sobre el calado antepecho, cambió algunas tiernas frases
de despedida con su misterioso galán.
Ya habrá conocido el lector, siendo tan perspicaz como yo le imagino,
que mi amigo Braulio está muy lejos de pertenecer á lo que se llama gran
mundo y sociedad de buen tono; pero no es tampoco un hombre de la clase
inferior, puesto que es un empleado de los de segundo orden, que reune
entre su sueldo y su hacienda cuarenta mil reales de renta;{134-7} que
tiene una cintita atada al ojal y una crucecita á la sombra de la
solapa; que es persona, en fin, cuya clase, familia y comodidades de
ninguna manera se oponen á que tuviese una educación más escogida y
modales más suaves é insinuantes.
of_ =tratar=
=trazar= to draw, trace
=tres= three
=treinta= thirty;
=treinta y cinco= thirty-five
=trigo= _m._ wheat
=triste= sad
=tristemente= sadly
=tristeza= _f._ sadness, grief
=tronco= _m._ trunk
=tu= your
=tú= you
=tumbado= lying at ease
=tunante= _m._ rogue, rascal;
=médico tunante= roguish physician
=turista= _m._ tourist
=U=
=último= last, latest;
=por último= at last, finally
=un, uno, una= a, an, one;
=la una= one o'clock
=unos= some
=usted=, =ustedes= you
=usura= _f._ usury
=utilidad= _f._ utility
=uvas= _f.
En los torneos del Zocodover,[1] en los juegos florales de la corte,
siempre que se les habÃa presentado coyuntura para rivalizar entre sÃ
en gallardÃa ó donaire, la habÃan aprovechado con afán ambos
caballeros, ansiosos de distinguirse á los ojos de su dama; y aquella
noche, impelidos sin duda por un mismo afán, trocando los hierros por
las plumas y las mallas por los brocados y la seda, de pie junto al
sitial donde ella se reclinó un instante después de haber dado una
vuelta por los salones, comenzaron una elegante lucha de frases
enamoradas é ingeniosas, ó epigramas embozados y agudos.
yo te doy gracias, exclamo respirando, como el ciervo que
acaba de escaparse de una docena de perros, y que oye ya apenas sus
ladridos; para de aquà en adelante no te pido riquezas, no te pido
empleos, no honores; lÃbrame de los convites caseros y de dÃas de dÃas:
lÃbrame de estas casas en que es un convite un acontecimiento; en que
sólo se pone la mesa decente para los convidados; en que creen hacer
obsequios cuando dan mortificaciones; en que se hacen finezas; en que se
dicen versos; en que hay niños; en que hay gordos; en que reina, en fin,
la brutal franqueza de los castellanos viejos.
Asà transcurrió el espacio de tres años; la historia del _mal
caballero_, que sólo por este nombre se le conocÃa, comenzaba á
pertenecer al exclusivo dominio de las viejas, que en las eternas
veladas del invierno las[1] relataban con voz hueca y temerosa á los
asombrados chicos; las madres asustaban á los pequeñuelos
incorregibles ó llorones diciendoles: _¡que viene el señor del
Segre!_[2] cuando he aquà que no sé si un dia ó una noche, si caÃdo
del cielo ó abortado de los profundos, el temido señor apareció
efectivamente, y como suele decirse, en carne y hueso, en mitad de sus
antiguos vasallos.
Rudo en el lenguaje, de
una rudeza natural, escribió «El Gaucho MartÃn Fierro,» completado más
tarde con «La Vuelta de MartÃn Fierro,» poemas que son un exponente
nÃtido del espÃritu criollo, ameno para la charla, que suele matizar con
sentencias e imágenes tanto más poéticas cuanto no pertenecen al género
metafórico, de que tanto se abusa en los tiempos que corren.[38]
Hernández fué poeta a su manera.[39] CarecÃa de ese «gay decir»[40] tan
celebrado en Estanislao del Campo, pero dominaba en absoluto lo que éste
rara vez logró: la agudeza filosófica de los dichos populares.[41] Como
dice José M.
Si pregunta su nombre a alguno, y este responde, «soy fulano, para
servir a usted»,[24] él le replica, «para servir a Dios».[25] Si entra
a una pulperÃa y le convida un extraño: «gracias, amigo, a pagar lo que
guste».[26] Cuando da las señas de un paraje cercano, no dice más allá
sino «más allasito»; cuando se despide de los que estima, no dice adiós,
sino «adiosito»; cuando quiere afirmar que no conoce absolutamente nada
de un asunto, dice: «¡no sé cosÃsima ninguna!»
Sobresale también en buscar el lado ridÃculo de las cosas, y sus sátiras
son a veces divertidas, pero las más de las veces sangrientas.
El comedor está amueblado como en todas partes.[136] En las casas de
alguna importancia[137] los estilos que predominan son el inglés y el
francés: una mesa, generalmente de extensión, para que no tome[138] más
espacio del que[139] se necesita según el número[140] de comensales,
sillas de madera tallada y a veces con asiento de cuero, una heladera,
un aparador en cuya parte superior se guarda[141] a la vista[142] la
loza, los cristales, etc., reservándose las gavetas para los cubiertos,
y el armario inferior para los manteles y servilletas o algunos fiambres
y otras provisiones, inclusive vinos y licores.
En la confusión de su
delirio, y sobre el revuelto oleaje de su pensamiento, flotaba, como el
único objeto salvado de un cataclismo, la idea fija del deseo que no
habÃa sido satisfecho; de aquella codiciada mula y de aquel suspirado
buey, que aun proseguÃan en estado de esperanza.{68-1}
El papá salió medio loco, corrió por las calles; pero en mitad de una de
ellas se detuvo y dijo: «¿Quién piensa ahora en figuras de nacimiento?»
Y corriendo de aquà para allÃ, subió escaleras, y tocó campanillas, y
abrió puertas sin reposar un instante, hasta que hubo juntado siete ú
ocho médicos, y les llevó á su casa.
Lo mismo sucede
en habiéndoseles cambiado el alimento[2]; en habiéndose aumentado o
disminuido las horas de trabajo; en habiéndose introducido una máquina,
un instrumento, un proceder cualquiera, que a la vez que los asombra,
facilita y minora las faenas; en anunciando los aguinaldos sobre las
cercas y los matorrales que pronto llegarán los amos; en
concediéndoseles un pedazo de tierra para que hagan, concluida la zafra,
sus _conucos_; en dejándoles desmochar _guano_ para cubrir los _bohÃos_;
la ocasión que se mata una res para partirla en raciones; la ocasión que
se muda el mayoral que los apuraba demasiado.
El cuarto de baño queda al cuidado de[80] otra casa especialista,
cuya[81] tarea consiste en la instalación de la bañadera y de los
lavatorios o lavabos (éstos pueden ser de hierro esmaltado, porcelana,
loza o loza-piedra), el retrete, las repisas, toallero, espejos, amén
_de_[82] un pequeño armario para las medicinas caseras y útiles de
tocador que debe tenerse siempre a mano.[83]
Mientras[84] estas operaciones tienen[85] lugar, los pintores blanquean
o pintan las paredes a la cal,[86] al fresco o al óleo y, en esta última
forma, las puertas y ventanas, las que reciben[87] luego una mano de
barniz cada una.
Gibson, su
«mirada cansada, tediosa y hastiada.» Ya en su edad viril, recuérdale el
bibliófilo Gowans: «Poe tenÃa un exterior notablemente agradable y que
predisponÃa en su favor: lo que las damas llamarÃan claramente bello.»
Una persona que le oye recitar en Boston, dice: «Era la mejor
realización de un poeta, en su fisonomÃa, aire y manera.» Un precioso
retrato es hecho de mano femenina: «Una talla algo menos que de altura
mediana, quizá, pero tan perfectamente proporcionada y coronada por una
cabeza tan noble, llevada tan regiamente, que, a mi juicio de muchacha,
causaba la impresión de una estatura dominante.
The jewels of this Virgin,
presents for the most part from crowned heads and high church
dignitaries, are in fact of immense value.]
Ya la presea estaba en su poder: sus dedos crispados la oprimÃan con
una fuerza sobrenatural, sólo restaba huir, huir con ella: pero para
esto era preciso abrir los ojos, y Pedro tenÃa miedo de ver, de ver la
imagen, de ver los reyes de las sepulturas, los demonios de las
cornisas, los endriagos de los capiteles, las fajas de sombras y los
rayos de luz que semejantes á blancos y gigantescos fantasmas, se
movÃan lentamente en el fondo de las naves, pobladas de rumores
temerosos y extraños.
Cerca de una hora hacÃa que la conversación giraba alrededor de este
asunto, y ya comenzaba á interpretarse de diversos modos la ausencia
del recién venido, á quien uno de los presentes, antiguo compañero
suyo de colegio, habia citado para el Zocodover, cuando en una de las
boca-calles de la plaza apareció al fin nuestro bizarro capitán
despojado de su ancho capotón de guerra, luciendo un gran casco de
metal con penacho de plumas blancas, una casaca azul turquà con
vueltas rojas y un magnÃfico mandoble con vaina de acero, que resonaba
arrastrándose al compás de sus marciales pasos y del golpe seco y
agudo de sus espuelas de oro.
Cerca de una hora hacÃa
que la conversación giraba alrededor de este asunto, y ya comenzaba á
interpretarse de diversos modos la ausencia del recién venido, á quien
uno de los presentes, antiguo compañero suyo de colegio, habÃa citado
para el Zocodover, cuando en una de las boca-calles de la plaza apareció
al fin nuestro bizarro capitán despojado de su ancho capotón de guerra,
luciendo un gran casco de metal con penacho de plumas blancas, una
casaca azul turquà con vueltas rojas y un magnÃfico mandoble con vaina
de acero, que resonaba arrastrándose al compás de sus marciales pasos y
del golpe seco y agudo de sus espuelas de oro.
A Latin phrase meaning a _rare
bird_.]
[Note 167: =por fortuna=, _fortunately_.]
[Note 168: =de par en par=, _widely_.]
[Note 169: =para colmo de todas sus desdichas=, _to cap the climax_.]
[Note 170: The preposition =a=, which usually precedes the direct
personal object when specific, may be omitted, as here, when the same
preposition has been used for the same or different reason immediately
before.]
[Note 171: =atenerse a=, _to expect_.]
=EL LEÑADOR HONRADO=
=Quien todo lo quiere, todo lo pierde=
En una pobre choza construÃda en el centro de un
bosque, vivÃa un leñador con su esposa y sus hijos.
Asà estuvo algún tiempo
removiéndose y queriendo inútilmente sacar la cabeza fuera de la
corriente buscando un poco de aire, hasta que al fin se desplomó
muerta; muerta del todo, pues los que la habÃamos visto caer y
conocÃamos de lo que es capaz una hechicera tan astuta como la tÃa
Casca, no apartamos de ella los ojos hasta que completamente entrada
la noche, la obscuridad nos impidió distinguirla, y en todo este
tiempo no movió pie ni mano; de modo que si la herida y los golpes no
fueron bastantes á acabarla, es seguro que se ahogo en el riachuelo
cuyas aguas tantas veces habÃa embrujado en vida para hacer morir
nuestras reses.
Esta ceguedad
le hace adoptar todas las responsabilidades de tan inconsiderado cariño:
de paso que defiende que no hay vinos como los españoles, en lo cual
bien puede tener razón, defiende que no hay educación como la española,
en lo cual bien pudiera no tenerla; á trueque de defender que el cielo
de Madrid es purÃsimo, defenderá que nuestras manolas son las más
encantadoras de todas las mujeres; es un hombre, en fin, que vive de
exclusivas, á quien le sucede poco más ó menos lo que á una parienta
mÃa, que se muere por las jorobas, sólo porque tuvo un querido que
llevaba una excrescencia bastante visible sobre entrambos omóplatos.
Todos arrojamos á nuestro
alrededor una inquieta mirada de desconfianza; nos pusimos de pie y
desnudamos nuestros aceros, determinados á vender caras las vidas;
pero no pudimos por menos de permanecer inmóviles al ver adelantarse
con paso firme é igual un hombre de elevada estatura, completamente
armado de la cabeza al pie y cubierto el rostro con la visera del
casco, el cual, desnudando su montante, que dos hombres podrÃan apenas
manejar, y poniéndole[1] sobre uno de los carcomidos fragmentos de las
rotas arcadas, exclamó con una voz hueca y profunda, semejante al
rumor de una caÃda de aguas subterráneas:
[Footnote 1: poniéndole.
INDICE
Prólogo de _Rubén DarÃo_
POEMAS
Annabel Lee
A mi Madre
Para Annie
Eldorado
Eulalia
Un ensueño en un ensueño
La ciudad en el mar
La Durmiente
Balada Nupcial
El Coliseo
El Gusano Vencedor
A Elena
A la Ciencia
A la Señorita * * *
A la Señorita * * *
Al RÃo
Canción
Los EspÃritus de los Muertos
La Romanza
El Reino de las Hadas
El Lago
La Estrella de la Tarde
El DÃa más Feliz
Imitación
Las Campanas
Ulalume
Estrellas Fijas
Dreamland
El Cuervo
PRÓLOGO
En una mañana frÃa y húmeda llegué por primera vez al inmenso paÃs de
los Estados Unidos.
El susto fué general, y la alarma llegó á su colmo cuando un surtidor de
caldo, impulsado por el animal furioso, saltó á inundar mi limpÃsima
camisa: levántase rápidamente á este punto el trinchador con ánimo de
cazar el ave prófuga, y al precipitarse sobre ella, una botella que
tiene á la derecha, con la que tropieza su brazo, abandonando su
posición perpendicular, derrama un abundante caño de Valdepeñas sobre el
capón y el mantel; corre el vino, auméntase la algazara, llueve la sal
sobre el vino para salvar el mantel; para salvar la mesa se ingiere por
debajo de él una servilleta, y una eminencia se levanta sobre el teatro
de tantas ruinas.
tener, to have, hold, keep, take, hold out, lead, be the matter; --
empeño, to desire earnestly; -- en cuenta, to take into account; to
consider; -- ganas, to have a mind (de, to); no -- inconveniente, not
to consider improper; to have no objection; -- lugar, to take place;
to happen; -- miedo, to be afraid; -- noticia de, to be informed of;
-- por, to consider; -- presente, to bear in mind, remember; -- que,
to have to, be obliged to, should; lo que tiene que le preparan una
buena, the fact is that they are preparing for him a warm reception;
que de todo tenÃan menos de artistas ó arqueólogos, who were anything
but artists or archaeologists.
Con toda la galanterÃa del doncel más
cumplido, tomó el guante de las manos de los caballeros que, como
movidas por un resorte, se abrieron sin dificultad al sentir el
contacto de la del monarca, y volviéndose á doña Inés de Tordesillas
que, apoyada en el brazo de una dueña,[1] parecÃa próxima á
desmayarse, exclamó, presentándolo, con acento, aunque templado,
firme:
[Footnote 1: dueña = 'duenna,' an elderly woman who occupies a
position midway between that of governess and companion to young
Spanish women.]
--Tomad, señora, y cuidad de no dejarle[1] caer en otra ocasión, donde
al devolvérosle,[2] os lo devuelvan manchado en sangre.
EL JABALÃ Y LA ZORRA
Sus horribles colmillos aguzaba
Un Jabalà en el tronco de una encina,
La Zorra, que vecina
Del animal cerdoso se miraba,
Le dice: «Extraño el verte,
Siendo tú en paz, señor de la bellota,
Cuando ningún contrario te alborota,
Que tus armas afiles de esa suerte.»
La fiera respondió: «Tenga entendido
Que en la paz se prepara el buen guerrero,
Asà como en la calma el marinero,
_Y que vale por dos el prevenido_.»
à TODO HAY QUIEN GANE
Juan, que es pescador de caña,
Se pasa el dÃa pescando,
Y Pedro lo está mirando
Con una sonrisa extraña.
Unas tras otras, las literas de los señores fueron
desfilando y perdiéndose en las revueltas[1] de las calles vecinas;
los grupos del atrio se disolvieron, dispersándose los fieles en
distintas direcciones; y ya la demandadera se disponÃa á cerrar las
puertas de la entrada del atrio, cuando se divisaban aún dos mujeres
que, después de persignarse y murmurar una oración ante el retablo del
arco de San Felipe,[2] prosiguieron su camino, internándose en el
callejón de las Duenas.[3]
[Footnote 1: revueltas= 'turns.' The streets of Seville are many of
them crooked like those of Toledo and other Moorish cities in
Spain.]
[Footnote 2: San Felipe.
NOTES:
[Note 290: =hacer la gracia de=, _to do the favor or honor of_.]
[Note 291: =ser tiempo de=, _to be the time to_.]
[Note 292: =¿Qué te parece?= _What do you think of it?_]
[Note 293: =dar una carcajada=, _to burst out laughing_.]
[Note 294: =mirar de reojo=, _to look at askance_.]
[Note 295: =en torno de=, _around_.]
[Note 296: =dar la vuelta por=, _to make the rounds of, go around_.]
[Note 297: =preguntar cuántas son cinco=, _to teach a thing or two, to
call to account_.]
[Note 298: =cuidarse de=, _to care about, pay attention to_.]
[Note 299: =traer a la rastra=, _to drag along_.]
[Note 300: =has muerto=, _you have killed_.
It is the ancient Mons _Caunus_, celebrated in history for
the defeat of the Celtiberians in the time of the consul Tiberius
Sempronius Gracchus (governor of Hither Spain from 181 to 178
B.C.).]
Fija la mirada en aquel fantástico ejercito de nubes que parecÃan
correr al asalto de la peña sobre cuyo pico Ãba á morir la bruja, yo
estaba esperando por instantes cuando se abrÃan sus senos para abortar
á la diabólica multitud de espÃritus malignos, comenzando una lucha
horrible al borde del derrumbadero, entre los que estaban allà para
hacer justicia en la bruja y los demonios que, en pago de sus muchos
servicios, vinieran á ayudarla en aquel amargo trance.
La
recuerdo como si la viera: un maiten enorme tendia parte de sus ramas
sobre la casita blanca con techo de totora; en el corredor, eternamente
la Andrea,{191-1} su mujer, lavando en la artesa una ropa mas blanca que
la nieve; una montura llena de pellones y amarras colgada sobre un
caballete de palo; y dos gansos chillones y provocativos en la puerta,
amagando eternamente nuestras medias rojas que parecian
indignarles.{191-2}
Cada año, cuando a vuelta de los exámenes llegábamos a las casas de los
Sauces, nuestra primera visita era a la Andrea, que suspendia el
jabonado de la ropa para lanzar un par de gritos de sorpresa y llorar
despues como una chica consentida.
En su
cúspide truncada hay, con frecuencia, una columna de humo, y sucede de
cuando en cuando que, durante la noche, arroja por su cráter, a manera
de bomba, y de un modo intermitente, algunas substancias inflamadas;
gracias a este respiradero que se ha formado, y que desembaraza sus
entrañas de los productos de una combustión permanente, los pueblos del
Ecuador no experimentan frecuentes temblores ni violentos terremotos,
porque este nevado apacible, como hemos dicho, quieto, calmado e
inofensivo en la apariencia, contiene en su seno el germen de la
devastación, de la ruina y la desolación de los lugares circunvecinos,
como lo ha demostrado en sus diversas erupciones.
V
Ya después de dudar un instante y á una nueva orden de su señor,
comenzaban los pajes á desatar los lebreles, que aturdÃan la iglesia
con sus ladridos; ya el barón habÃa armado su ballesta riendo con una
lisa de Satanás, y el venerable sacerdote, murmurando una plegaria,
elevaba sus ojos al cielo y esperaba tranquilo la muerte, cuando se
oyó fuera del sagrado recinto una vocerÃa horrible, bramidos de
trompas que hacÃan señales de ojeo, y gritos de _¡Al jabali!--¡Por Zas
breñas!--¡Hacia el monte!_ Teobaldo, al anuncio de la deseada res,
corrió á las puertas del santuario, ebrio de alegrÃa; tras él fueron
sus servidores, y con sus servidores los caballos y los lebreles.
Por último, viendo perdida toda esperanza, pidió como última merced
que la dejasen un instante implorar del cielo, antes de morir, el
perdón de sus culpas, y de rodillas al borde de la cortadura como
estaba, la vieja inclinó la cabeza, juntó las manos y comenzó á
murmurar entre dientes qué sé yo qué imprecaciones ininteligibles:
palabras que yo no podÃa oir por la distancia que me separaba de ella,
pero que ni los mismos que estaban á su lado lograron entender; Unos
aseguran que hablaba en latÃn, otros que en una lengua salvaje y
desconocida, no faltando quien pudo comprender que en efecto rezaba,
aunque diciendo las oraciones al revés, como es costumbre de estas
malas mujeres.
Dime:--«¿Cuál tu nombre, cuál
en el reino plutoniano de la noche y de la niebla?...»
Dijo el cuervo: «¡Nunca más!»
Asombrado quedé oyendo asà hablar al avechucho,
si bien su árida respuesta no expresaba poco o mucho;
pues preciso es convengamos en que nunca hubo criatura
que lograse contemplar
ave alguna en la moldura de su puerta encaramada,
ave o bruto reposar
sobre efigie en la cornisa de su puerta, cincelada,
con tal nombre: «¡Nunca más!»
Mas el cuervo, fijo, inmóvil, en la grave efigie aquella,
sólo dijo esa palabra, cual si su alma fuese en ella
vinculada--ni una pluma sacudÃa, ni un acento
se le oÃa pronunciar...
Cantos celestes como los que acarician 'los oÃdos en los momentos de
éxtasis; cantos que percibe el espÃritu y no los puede repetir el
labio; notas sueltas de una melodÃa lejana, que suenan á intervalos,
traÃdas en las ráfagas del viento, rumor de hojas que se besan en los
arboles con un murmullo semejante al de la lluvia, trinos de alondras
que se levantan gorjeando de entre las flores como una saeta despedida
á las nubes; estruendo sin nombre, imponente como los rugidos de una
tempestad; coro de serafines sin ritmos ni cadencia, ignota música del
cielo que sólo la imaginación comprende; hÃmnos alados, que parecÃan
remontarse al trono del Señor como una tromba de luz y de sonidos...
This would
more commonly be expressed, "=Luego que hubo cesado=."]
[Note 227: =quedarse vencido=, _to be conquered_.]
[Note 228: =llevar ventaja a=, _to get the better of_.]
[Note 229: =ponerse en salvo=, _to seek safety_.]
[Note 230: =darse cuenta de=, _to notice, become aware of_.]
[Note 231: =a favor de=, _under the protection of_.]
[Note 232: =hacerse al mar=, _to set out to sea_.]
=EL "MAYFLOWER"=
En una hermosa mañana de julio de 1620 habÃan
decidido los Puritanos embarcarse para América, y se
arrodillaban a orillas del mar, cerca de Delfthaven,
mientras el Reverendo Robinson dirigÃa sus plegarias al
cielo para que les concediera un buen viaje.
En toda la travesÃa no se
encuentra una gota de agua, ni se ve ni se puede contar con un parapeto
que le permita ampararse para descansar un momento del incómodo y frÃo
viento que penetra por sobre todo abrigo; que del mismo modo no
encontrará un árbol, un peñasco, un algo[1] que le resguarde por un
instante del calor del sol que le abrasa y le persigue con una
intensidad que parece va aumentando segundo por segundo.[2] Entonces es
el gran momento de la contemplación: la vista se pierde sin distinguir
señal alguna; el camino está por todas partes abierto, sin valla que se
interponga; cielo y tierra son uniformes en color y en aspecto; de un
lado todo celeste, de otro lado blanquizco, amarillento.
No podÃa caber duda, no: suyos eran aquellos ojos obscuros y
sombreados de largas pestañas, que apenas bastaban á amortiguar la luz
de sus pupilas; suya aquella rubia y abundante cabellera, que después
de coronar su frente se derramaba por su blanco seno y sus redondas
espaldas como una cascada de oro; suyos, en fin, aquel cuello airoso,
que sostenÃa su languida cabeza, ligeramente inclinada como una flor
que se rinde al peso de las gotas de rocÃo, y aquellas voluptuosas
formas que el habÃa soñado tal vez, y aquellas manos semejantes a
manojos de jazmines, y aquellos pies diminutos, comparables sólo con
dos pedazos de nieve que el sol no ha podido derretir, y que á la
mañana blanquean entre la verdura.
LA BUENAVENTURA
POR DON PEDRO ANTONIO DE ALARCÓN{30-1}
I
No sé qué dÃa de agosto del año 1816 llegó á las puertas de la CapitanÃa
general de Granada cierto haraposo y grotesco gitano, de sesenta años de
edad, de oficio esquilador y de apellido ó sobrenombre{30-2} _Heredia_,
caballero en flaquÃsimo y destartalado burro mohino, cuyos arneses se
reducÃan á una soga atada al pescuezo; y, echado que hubo{30-3} pie á
tierra, dijo con la mayor frescura «_que querÃa ver al Capitán
general_.»
Excuso añadir que semejante pretensión excitó sucesivamente la
resistencia del centinela, las risas de los ordenanzas y las dudas y
vacilaciones de los edecanes antes de llegar á conocimiento del
ExcelentÃsimo Sr.
The preposition =a= is
necessary after the verb =jugar= before the noun indicating the game
that is played.]
[Note 190: =probarse=, _to try on_.]
[Note 191: =fijar su preferencia en=, _to choose, to select_.]
[Note 192: =pintar a la aguada y al óleo=, _to paint in water colors and
in oil_.]
[Note 193: =jugar a los pintores=, _to play painter_.]
[Note 194: =dirigir la vista a=, _to gaze at_.]
[Note 195: =todo cuanto=, _all that_.]
[Note 196: =cosa de estima=, _a valuable thing_.]
[Note 197: =apresurarse a=, _to hasten to_.]
[Note 198: =desprenderse de=, _to part with_.]
=VERSOS=
A un peral una piedra
Tiró un muchacho,
Y una pera exquisita
Soltóle el árbol.
Embebido en mis pensamientos, me sorprendà varias veces á mÃ
mismo riendo como un pobre hombre de mis propias ideas, y moviendo
maquinalmente los labios: algún tropezón me recordaba de cuando en
cuando que para andar por el empedrado de Madrid no es la mejor
circunstancia la de ser poeta ni filósofo; más de una sonrisa maligna,
más de un gesto de admiración de los que á mi lado pasaban, me hacÃa
reflexionar que los soliloquios no se deben hacer en público; y no pocos
encontrones que al volver las esquinas di con quien tan distraÃda y
rápidamente como yo las doblaba,{132-3} me hicieron conocer que los
distraÃdos no entran en el número de los cuerpos elásticos, y mucho
menos de los seres gloriosos é impasibles.
Este descubrimiento no dejaba de inquietarla algo, sobre todo teniendo
en cuenta las ruidosas carcajadas que la noche anterior habÃa creÃdo
percibir á lo lejos y en uno de los ángulos de la plaza, cuando
cerraba el balcón y despedia á su amante; pero al mirar aparecer entre
las filas de los combatientes, que pasaban por debajo del estrado
lanzando chispas de fuego de sus brillantes armaduras, y envueltos en
una nube de polvo, los pendones reunidos de las casas de Carrillo y
Sandoval; al ver la significativa sonrisa que al saludar á la reina le
dirigieron los dos antiguos rivales que cabalgaban juntos, todo lo
adivinó, y la púrpura de la vergüenza enrojeció su frente, y brilló en
sus ojos una lágrima de despecho.
sonándome aún las
últimas palabras de aquella temerosa relación, teniendo junto á mi á
aquel hombre que tan de buena fe imploraba la protección divina para
llevar á cabo crÃmenes espantosos, viendo á mis pies el abismo negro y
profundo en donde se revolvÃa el agua entre las tinieblas, imitando
gemidos y lamentos, y en lontananza el castillo tradicional,[1]
coronado de almenas obscuras, que parecÃan fantasmas asomadas á los
muros, sentà una impresión angustiosa, mis cabellos se erizaron
involuntariamente, y la razón, dominada por la fantasÃa, á la que todo
ayudaba, el sitio, la hora y el silencio de la noche, vaciló un punto,
y casi creà que las absurdas consejas de las brujerÃas y los
maleficios pudieran ser posibles.
à todo esto, el niño, que á mi izquierda tenÃa, hacÃa saltar las
aceitunas á un plato de magras con tomate, y una vino á parar á uno de
mis ojos, que no volvió á ver claro en todo el dÃa; y el señor gordo de
mi derecha habÃa tenido la precaución de ir dejando en el mantel, al
lado de mi pan, los huesos de las suyas, y los de las aves que habÃa
roÃdo; el convidado de enfrente, que se preciaba de trinchador, se habÃa
encargado de hacer la autopsia de un capón, ó sea gallo, que esto nunca
se supo: fuese por la edad avanzada de la vÃctima, fuese por los
ningunos conocimientos anatómicos del victimario, jamás parecieron las
coyunturas.--Este capón no tiene coyunturas, exclamaba el infeliz
sudando y forcejeando, más como quien cava que como quien trincha.
Valles angostos, erizados de colosales
fragmentos de granito que las tempestades habian arrancado de la
cumbre de las montañas, alegres campiñas, cubiertas de un tapiz de
verdura y sembradas de blancos caserÃos; desiertos sin lÃmites, donde
hervÃan las arenas calcinadas por los rayos de un sol de fuego; vastas
soledades, llanuras inmensas, regiones de eternas nieves, donde los
gigantescos témpanos asemejaban, destacándose sobre un cielo gris y
obscuro, blancos fantasmas que extendÃan sus brazos para asirle por
los cabellos al pasar; todo esto, y mil y mil otras cosas que yo no
podré deciros, vió en su fantástica carrera, hasta tanto que envuelto
en una niebla obscura; dejó de percibir el ruido que producÃan los
cascos del caballo al herir la tierra.
Pero entre esta juventud brillante y deslumbradora, que los ancianos
miraban desfilar con una sonrisa de gozo, sentados en los altos
sitiales de alerce que rodeaban el estrado real llamaba la atención
por su belleza incomparable, una mujer aclamada reina de la hermosura
en todos los torneos y las cortes de amor de la época, cuyos colores
habÃan adoptado por emblema los caballeros más valientes; cuyos
encantos eran asunto de las coplas de los trovadores más versados en
la ciencia del gay saber; á la que se volvÃan con asombro todas las
miradas; por la que suspiraban en secreto todos los corazones,
alrededor de la cual se veÃan agruparse con afán, como vasallos
humildes en torno de su señora, los más ilustres vástagos de la
nobleza toledana, reunida en el sarao de aquella noche.
Si le entusiasma alguna aventura heroica que le cuentan,
demuestra su admiración por el héroe con esta exclamación: «¡Ah
criollo!» Si él narra algún lance en que un ginete bien montado[12]
evitó un sablazo o una lanzada, ladeando el caballo, dice que «soslayó
el pingo».[13] No dice «tome usted», sino «velay»; al mate le llama «el
verde»,[14] a los tragos de caña o de ginebra «gorgoritos,» al
telégrafo eléctrico «el chismoso»,[15] al ferrocarril en señal de
admiración, «el bárbaro».[16]
Pero donde agota todo el repertorio de sus dichos, es en la enumeración
de las cualidades de un caballo que estima, y asà dice: «es aseadito
para andar»,[17] «es el peón de la casa»,[18] «es mi crédito», «es
seguidor en el camino», «es liberal por donde lo busquen»,[19] «a donde
quiera endereza»,[20] etc.
à cualquiera otro menos molido que el oficial de dragones, el cual
traÃa una jornada de catorce leguas en el cuerpo, ó menos acostumbrado
á ver estos sacrilegios como la cosa más natural del mundo, hubiéranle
bastado dos adarmes de imaginación para no pegar los ojos en toda la
noche en aquel obscuro é imponente recinto, donde las blasfemias de
los soldados que se quejaban en alta voz del improvisado cuartel, el
metálico golpe de sus espuelas que resonaban sobre las antes losas
sepulcrales del navimento, el ruido de los caballos que piafaban
impacientes, cabeceando y haciendo sonar las cadenas con que estaban
sujetos á los pilares, formaban un rumor extraño y temeroso que se
dilataba por todo el ámbito de la iglesia y se reproducÃa cada vez más
confuso repetido de eco en eco en sus alias bóvedas.
à cualquiera otro menos molido que el oficial de dragones, el cual traÃa
una jornada de catorce leguas en el cuerpo, ó menos acostumbrado á ver
estos sacrilegios como la cosa más natural del mundo, hubiéranle bastado
dos adarmes de imaginación para no pegar los ojos en toda la noche en
aquel obscuro é imponente recinto, donde las blasfemias de los soldados
que se quejaban en alta voz del improvisado cuartel, el metálico golpe
de sus espuelas que resonaban sobre las antes losas sepulcrales{148-1}
del pavimento, el ruido de los caballos que piafaban impacientes,
cabeceando y haciendo sonar las cadenas con que estaban sujetos á los
pilares, formaban un rumor extraño y temeroso que se dilataba por todo
el ámbito de la iglesia y se reproducÃa cada vez más confuso repetido de
eco en eco en sus altas bóvedas.
NOTES:
[Note 233: =de una vez=, _at one time_.]
[Note 234: =disponer para=, _to arrange for_.]
[Note 235: =encontrarse con=, _to come upon, to find_.]
[Note 236: =tardar en=, _to be long about, to be slow in_.]
[Note 237: =resolverse a=, _to decide to_.]
[Note 238: =verse precisado a=, _to be compelled to_.]
[Note 239: =poner por nombre=, _to name_.]
[Note 240: =estar a punto de=, _to be about to_.]
[Note 241: =trabajar de firme=, _to work hard, steadily_.]
[Note 242: =servir de alegrÃa=, _to serve as a joy_.]
[Note 243: =tener que vivir=, _to have to live_.]
[Note 244: =hacer frente a=, _to face_.]
[Note 245: =echar raÃces=, _to take root_.]
=EMILIO CASTELAR=
Nació en la ciudad de Cádiz (España) el dÃa 8 de
noviembre de 1832 y falleció el 25 de mayo de 1899.
hacer, to make, do, cause, bring about, work, cast, be, become, be
turned into; --(_impers._), to be (of the weather and of time); hace,
ago; hace mucho tiempo, a long time ago; no hace (_or_ ha) mucho, not
long ago; hace muchos años, many years ago; hace rato, quite a while
ago; hará cosa de tres ó cuatro dÃas, about three or four days ago;
haria cosa de unas dos horas, it must have been about two hours; --
justicia, to execute; -- mal de ojo, to cast the evil eye; -- memoria
de, to remember; -- monos, to play tricks; -- pedazos, to break to
pieces; -- platillo de, to converse about; -- una pregunta, to ask a
question, make a request; -- presente, to lay before, present, state;
dar que --, to give trouble; estar hecbo una furia, to be in a rage;
_refl._, to be, become; -- se de tripas corazón, to pluck up courage.
Lo cierto es que en el
recodo del verde sendero encontró una fuente donde mil veces habÃa
bebido siendo rapaz, y junto á la fuente una moza como unas flores,
alta, blanca, rubia, risueña; que el caminante le pidió agua, y la moza,
aplicando el jarro al caño de la fuente, y sosteniéndolo después, con
bÃblica gracia, sobre el brazo desnudo y redondo, lo inclinó hasta la
boca de Sebastián, encendiéndole el pecho con un sorbo de agua frÃa, una
sonrisa deliciosa y una frase pronunciada con humildad y cariño: «Beba,
señor, y que le sirva de salú.»{47-2}
Siguió su camino el indiano, y á pocos pasos se le escapó un suspiro,
tal vez el primero que no le arrancaba el cansancio fÃsico; pero al
llegar al pueblo recordó la promesa, y se propuso buscar sin dilación á
su feróstica prometida y casarse con ella, asà fuese el coco.
Estrechado, sin embargo, por las interrogaciones de su señor y por los
ruegos de Constanza, que parecÃa la más curiosa é interesada en que el
pastor refiriese sus estupendas aventuras, decidióse éste á hablar,
mas no sin que antes dirigiese á su alrededor una mirada de
desconfianza, como temiendo ser oÃdo por otras personas que las que
allà estaban presentes, y de rascarse tres ó cuatro veces la cabeza
tratando de reunir sus recuerdos ó hilvanar su discurso, que al fin
comenzo dó esta manera:
--Es el caso, señor, que según me dijo un preste de Tarazona,[1] al
que acudà no ha mucho, para consultar mis dudas, con el diablo no
sirven juegos, sino punto en boca, buenas y muchas oraciones á San
Bartolomé,[2] que es quien le conoce las cosquillas, y dejarle andar;
que Dios, que es justo y está allá arriba, proveerá á todo.
Los botes ligeros, con sus vientres blancos y azules y el mástil
graciosamente inclinado, formaban una fila avanzada al borde de la
playa, donde se deshacÃan las olas y una delgada lámina de agua bruñÃa
el suelo, cual si fuese de cristal; detrás, con la embetunada panza
sobre la arena, estaban las negras barcas del _bou_, las parejas que
aguardaban el invierno para lanzarse al mar, barriéndolo con su cola de
redes; y en último término los laúdes en reparación, los abuelos, junto
á los cuales agitábanse los calafates, embadurnándoles los flancos con
caliente alquitrán, para que otra vez volviesen á emprender sus penosas
y monótonas navegaciones por el Mediterráneo; unas veces á las Baleares
con sal, otras á la costa de Argel con frutas de la huerta levantina, y
muchas con melones y patatas para los soldados rojos de Gibraltar.
Y detrás de este
amontonamiento de saltos, y a la izquierda, y a la derecha,[1] cerca y
lejos, arriba, abajo, allá en las alturas, aquà a los pies, trenzándose
a pechadas con las rocas que, aunque aguantan, retiemblan, otros, y
otros, y otros saltos, cubriendo una superficie de cuatro mil metros:
unos con deslizamientos de culebra, otros con fieros brincos de jaguar,
unos obscuros, resbalando en silencio, otros vistosamente empenachados
de espuma, todos corren en vértigo y al llegar a la arista de los altos
y negros paredones, pierden pie[2] y ruedan al fatal e infinito
derrumbe, y allá abajo, reventados, deshechos, rugientes, siguen su
curso arrastrando en girones su túnica de encaje, mientras del uno al
otro extremo del inmenso anfiteatro de cascadas, entre aquel estruendoso
dislocamiento de violencias, sobre aquel paroxismo, cien arco iris se
tienden como puentes de paz.
Los oficiales del ejército francés, que á juzgar por los actos de
vandalismo con que dejaron en ella triste y perdurable memoria de su
ocupación, de todo tenÃan menos de{149-1} artistas ó arqueólogos, no hay
para qué decir que se fastidiaban soberanamente en la vetusta ciudad de
los Césares.{149-2}
En esta situación de ánimo la más insignificante novedad, que viniese á
romper la monótona quietud de aquellos dÃas eternos é iguales, era
acogida con avidez entre los ociosos; asà es que la promoción al grado
inmediato de uno de sus camaradas, la noticia del movimiento estratégico
de una columna volante, la salida de un correo de gabinete ó la llegada
de una fuerza cualquiera á la ciudad, convertÃanse en tema fecundo de
conversación y objeto de toda clase de comentarios, hasta tanto que otro
incidente venÃa á sustituirle, sirviendo de base á nuevas quejas,
crÃticas y suposiciones.
En los anchurosos patios, alrededor de inmensas hogueras, y
diseminados sin orden ni concierto, se veÃa una abigarrada multitud de
pajes, soldados, ballesteros y gente menuda, quienes, éstos aderezando
sus corceles y sus armas y disponiendolos para el combate; aquéllos
saludando con gritos ó blasfemias las inesperadas vueltas de la
fortuna, personificad a en los dados del cubilete, los otros
repitiendo en coro el refrán de un romance de guerra, que entonaba un
juglar acompañado de la guzla; los de más allá comprando á un romero
conchas,[2] cruces y cintas tocadas en el sepulcro de Santiago,[3] ó
riendo con locas carcajadas de los chistes de un bufón, ó ensayando en
los clarines el aire bélico para entrar en la pelea, propio de sus
señores, ó refiriendo antiguas historias de caballerÃas ó aventuras de
amor, ó milagros recientemente acaecidos, formaban un infernal y
atronador conjunto imposible de pintar con palabras.
De repente empezó á llover con violencia, pero cesó la lluvia á corto
rato; y ¡cuál no serÃa el asombro{97-4} del sencillo creyente vecino de
Animalejos cuando vió que una porción de mujeres, cuyos puestos de
dulces, juguetes de niños, campanillas y santos de barro y todo género
de baratijas habÃa averiado la lluvia, se encaminaban irritadas hacia la
ermita, recogiendo piedras del suelo y se ponÃan á apedrear á una imagen
de San Isidro colocada sobre el pórtico de la ermita, llenando de
improperios al Santo porque, según decÃan, le habÃan llenado de cuartos
el cepillo y habÃan quemado en su altar no sé cuántas velas para que
hiciera que no lloviese,{98-1} y el Santo era tan desagradecido, que
habÃa hecho precisamente todo lo contrario!{98-2}
--¡Pero no ven ustedes qué judiada la de esa gente!--exclamó
Traga-santos escandalizado, dirigiéndose á un grupo de lugareños de
ambos sexos que estaban á su lado presenciando aquella sacrÃlega pedrea.
Celedonio y doña Rita bailaban con mil zapatetas; Jacinto,
abrazado á una silla, valsaba rauda y amorosamente; Pepa herÃa con el
rabo de un cazo la sartén, haciendo desapacible música, y el capataz,
tendido en el suelo, se revolcaba, gritando ó mejor dicho aullando
salvajemente: «¡Viva la Virgen!» Apenas divisaron al marqués, aquellos
locos se lanzaron á él con los brazos abiertos, y sin que fuese poderoso
á evitarlo, lo alzaron en volandas, y cantando y danzando y echándoselo
unos á otros como pelota de goma, lo pasearon por toda la cocina, hasta
que, viéndole furioso, lo dejaron en el suelo; y aun fué peor entonces,
pues la cocinera Pepa, cogiéndole por el talle, quieras no quieras le
arrastró en vertiginosa danza mientras el capataz, presentándole una
botella de vino, se empeñaba en que probase un trago, asegurando que el
licor era exquisito, cosa que él sabÃa á ciencia cierta por haber
trasegado á su estómago casi toda la sangre de la botella.
Los mozos seguÃan desde lo alto todas sus grotescas
evoluciones, esperando el instante en que se desgarrarÃa el último
jirón de la saya á que estaba sujeta, y rodarÃa dando tumbos, de pico
en pico, hasta el fondo del barranco; pero ella con el ansia de la
muerte y sin cesar de proferir, ora horribles blasfemias, ora palabras
santas mezcladas de maldiciones, se enroscaba en derredor de los
matorrales; sus dedos largos, huesosos y sangrientos, se agarraban
como tenazas á las hendiduras de las rocas, de modo que ayudándose de
las rodillas, de los dientes, de los pies y de las manos, quizás
hubiese conseguido subir hasta el horde, si algunos de los que la
contemplaban y que llegaron á temerlo asÃ, no hubiesen levantado en
alto una piedra gruesa, con la que le dieron tal cantazo en el pecho,
que piedra y bruja bajaron á la vez saltando de escalón en escalón por
entre aquellas puntas calcáreas, afiladas como cuchillos, hasta dar,
por último, en ese arroyo que se ve en lo más profundo del valle....
Mil y mil leguas de
ferrocarriles se entretejerán de punta a punta de la isla; las ruedas de
los barcos de vapor surcarán dÃa y noche las aguas espumosas del mar,
muchos rÃos se canalizarán; los terrenos pantanosos se desecarán y sobre
ellos crecerán lozanas plantas; no habrá espacio que no esté sembrado de
caña, de café o de tabaco; la población se decuplará; al lado de cada
puerto se levantará una ciudad elegantemente delineada y construida; se
abrirán, donde ahora hay caminos intransitables, largas y bellas
calzadas; se echarán sobre los rÃos muchedumbre de soberbios puentes; se
introducirán todos los dÃas máquinas e instrumentos para sacar de la
tierra los frutos que atesora; se mejorarán las razas de todos los
animales útiles; las siembras mismas se harán con aquel orden y aquella
simetrÃa que son un indicio claro de los adelantos de los pueblos; las
groseras chozas de nuestros labradores se convertirán en graciosas
habitaciones rodeadas de árboles y de flores; todos los artÃculos se
abaratarán y se pondrán al alcance aun de las clases más pobres.
In 1035 it became a
kingdom; was united to Catalonia in 1137; rose to great influence
through its acquisitions in the thirteenth and fourteenth centuries
of Valencia, the Balearic Islands, Sardinia, and the Sicilies; and
was united with Castile in 1479 through the marriage of Ferdinand of
Aragon with Isabella of Castile." _Century Dict._]
[Footnote 3: The kings who reigned in Aragon during the fourteenth
century were as follows: Jaime II _el Justo_ (1291-1327), Alfonso IV
_el Benigno_ (1327-1336), Pedro IV _el Ceremonioso_ (1336-1387),
Juan I _el Cazador_ (1387-1395), and MartÃn (1395-1410).]
Aconteció una vez á este caballero, hallándose en su favorita
diversión acompañado de su hija, cuya belleza singular y
extraordinaria blancura le habÃan granjeado el sobrenombre de la
Azucena, que como se les entrase á más andar el dÃa engolfados en
perseguir á una res en el monte de su feudo, tuvo que acogerse,
durante las horas de la siesta, á una cañada por donde corrÃa un
riachuelo, saltando de roca en roca con un ruido manso y agradable.
Si
el buey brioso y bello, que todos se disputaban por tener en su carreta,
ha muerto, en un dÃa abrasante, de _cangrina_; si un tacho se ha
desfondado; si las coronas del trapiche se han roto; si en los
cañaverales ha prendido fuego, y con afanoso trabajo ha sido menester
atajar aquel mar de llamas; si las crecidas del rÃo han arrastrado el
maÃz, el arroz o la caña acabada de sembrar en sus márgenes; si una seca
o unos aguaceros horrorosos amenazan las cosechas; si el cerdo ya cebado
y pronto a ser vendido al especulador que recorre la finca se ha muerto
de repente sin saberse por qué; si el compañero, que solitario en los
campos estaba desmochando palmas, se ha caÃdo; si se ha dado por el
mayoral y los perros con algún negro cimarrón; si la vaca bermeja, si la
puerca del hocico blanco,[1] si la yegua más hermosa del potrero ha
parido, la letra de las canciones lo dirá cuando se esté chapeando o
cortando caña, cuando se junte o cargue en la casa de trapiche, cuando
los negros uno enfrente de otro batan en las resfriaderas, con las
bombas, la _templa_ que acaba de ser sacada del tacho.
dar, to give; -- crédito á, to believe; -- de firme, to beat firmly
(_or_ lustily); -- en, to rush (_or_ fall) headlong into; -- en la
flor, to take into one's head; to fall into the habit; -- fin, to die,
perish; --le á los fuelles, to pump the bellows; -- lugar, to give
rise; -- gusto, to gratify; -- de palos, to beat, give a beating; to
cudgel; -- un paso, to take a step; -- por, to consider, regard (as);
-- principio, to begin; -- que hacer, to give trouble; -- que reir
(con), to ridicule, make sport (of), make a laughing stock (of); --
razon de, to give an account of; to inform regarding; -- á alguno en
el rostro con, to cast in one's face; -- por seguro, to assert,
assure; -- susto, to frighten; tanto os da de, you think as highly of;
-- tumbos, to tumble; to whirl head over heels; -- vista á, to come
into view of; -- una gran voz, to call out loudly; -- una vuelta, to
take a turn, take a walk; -- vueltas, to turn, whirl, revolve; el dale
que le das, the persistent efforts; como Dios me daba á emender, to
the best of my ability; -- se cuenta de, to realize; -- se de ojo, to
conspire, have a secret understanding.
RELATED WORDS:
=TenedurÃa de libros=, _bookkeeping_; =libro de cuentas=, _(any) account
book_; =libro borrador=, _blank book_; _blotter_; =libro de inventario=,
_inventory book_; =libro de caja=, _cash book_; =libro copiador de
cartas=, _letter book_; =libro diario=, _day book_; =libro mayor=,
_ledger_; =libro de documentos a cobrar=, _records of bills
collectable_; =libro de documentos a pagar=, _record of bills payable_;
=cuenta deudora=, _debit account_; =cuenta acreedora=, _credit account_;
=cuenta de mercancÃas=, _bill of goods_; =cuenta de pérdidas y
ganancias=, _profit and loss account_; =cerrar una cuenta=, _to close an
account_; =liquidar=, _to settle (an account)_; =saldo a favor=, _a
balance in favor_; =saldo en contra=, _a balance against_; =partida=,
_item_, _entry_; =pasar al mayor=, _to transfer to the ledger_; =tenedor
de libros=, _bookkeeper_; =cajero=, _cashier_; =debe=, _debit_; =haber=,
_credit_; =activo=, _assets_; =pasivo=, _liabilities_; =entrada=, _cash
receipts_; =salida=, _expenditure_; =a cargo de=, _charged to_; =a favor
de=, _credited to_; =partida doble=, _double entry_; =a prorrata=, _pro
rata_.
El se muere _por
plantarle una fresca al lucero del alba_,{135-1} como suele decir, y
cuando tiene un resentimiento, _se le espeta á uno cara á cara_:{135-2}
como tiene trocados todos los frenos, dice de los cumplimientos que ya
sabe lo que quiere decir _cumplo y miento_;{135-3} llama á la urbanidad
hipocresÃa, y á la decencia monadas; á toda cosa buena le aplica un mal
apodo; el lenguaje de la finura es para él poco más que griego; cree
que toda la crianza está reducida á decir _Dios guarde á ustedes_ al
entrar en una sala, y añadir _con permiso de usted_ cada vez que se
mueve, á preguntar á cada uno por toda su familia, y á despedirse de
todo el mundo; cosas todas que asà se guardará él de olvidarlas, como de
tener pacto con franceses.{136-1} En conclusión, hombre de estos que no
saben levantarse para despedirse sino en corporación con alguno ó
algunos otros; que han de dejar humildemente debajo de una mesa su
sombrero, que llaman _su cabeza_; y que cuando se hallan en sociedad,
por desgracia, sin un socorrido bastón, darÃan cualquier cosa por no
tener manos ni brazos, porqué en realidad no saben dónde ponerlos, ni
qué cosa se puede hacer con los brazos en una sociedad.
Por las extensas galerÃas que se prolongaban á lo lejos formando un
intrincado laberinto de pilastras esbeltas y ojivas caladas y ligeras
como el encaje, por los espaciosos salones vestidos de tapices, donde
la seda y el oro habÃan representado, con mil colores diversos,
escenas de amor, de caza y de guerra, y adornados con trofeos de armas
y escudos, sobre los cuales vertÃan un mar de chispeante luz un
sinnúmero de lámparas y candelabros de bronce, plata y oro, colgadas
aquéllas de las altÃsimas bóvedas, y enclavados éstos en los gruesos
sillares de los muros; por todas partes á donde se volvÃan los ojos,
se veÃan oscilar y agitarse en distintas direcciones una nube de damas
hermosas con ricas vestiduras, chapadas en oro, redes de perlas
aprisionando sus rizos, joyas de rubÃes llameando sobre su seno,
plumas sujetas en vaporoso cerco á un mango de marfil, colgadas del
puño, y rostrillos de 'blancos encajes, que acariciaban sus mejillas,
ó alegres turbas de galanes con talabartes de terciopelo, justillos de
brocado y calzas de seda, borceguÃes de tafilete, capotillos de mangas
perdidas y caperuza, puñales con pomo de filigrana y estoques de
corte, bruñidos, delgados y ligeros.
VARIANT:
=Al cabo de medio siglo; cuando vaya corrido medio siglo.=
9.--LOS EXTRANJEROS EN AMÉRICA
Vengan en hora buena aquéllos que penetran al seno de la República por
el pórtico siempre abierto del preámbulo constitucional,[1] dispuestos a
labrar su propio bienestar, contribuyendo al engrandecimiento común al
amparo de leyes cuya generosidad sólo podrÃa compararse a la del surco
dilecto, que retribuye sin usuras el sudor de las frentes; vengan en
hora buena esos inmigrantes sanos y buenos, que incorporan nuevos
glóbulos rojos a las arterias de la República y de cada uno de los
cuales podrÃa decirse, parafraseando un concepto ajeno, que es como una
letra en el gran abecedario del progreso nacional; vengan en hora buena
esos extranjeros como Burmeister, como Jacques, como Berg, como Gould,
como Groussac, que han ilustrado el pensamiento de varias generaciones
argentinas, y cuyo paso por los bufetes de la pública enseñanza nos
permite afirmar que la República diluÃda en la triunfal policromÃa de un
potente organismo joven, es americana por el rÃgido concepto de su
propia autonomÃa; española por su tradición y por su lengua; alemana por
su ejército; inglesa por la pujanza de sus grandes capitales; francesa
por sus tendencias literarias e italiana por el hondo y permanente amor
a las cosas altas y las cosas bellas.
¡una va llena!
[34] =una=, _one_.
¿dos veces la una?
¿Era una niña pobre?
--Es una casualidad.
* * *
En una posada.
¡Pues vaya una novedad!
_Abre^una^eternidad_, p.
_Sobre una vi|oleta_, p.
¿Qué tomó en una posada?
2.{145-2} =una parte ...
[Footnote 1: una parte...
¿Quién sirvió una grulla?
¿Con quién tenÃa una cita?
¡Arrancarle{4-1} una oreja!
--¡Pero eso es una infamia!
¿Para qué sirve una brújula?
¿Quiénes forman una familia?
¿á una estación más
próxima?
¿Es una
monarquÃa este paÃs?
--Por una boda, señor capitán.
¿Cuántos dÃas tiene una semana?
_Por una sonrisa, un ci^elo_, p.
¿Dónde se
descubrÃa una cabaña?
30 Yo y el Padre una cosa somos.
¿Pues una alma puede
enterrarse?
=Page 109.=--1.{109-1} =una=; cf.
¡Disfrutas de una calma asombrosa!
¿No habÃa una escalera en el faro?
¿Era una galanterÃa esta respuesta?
¿Por qué no tenÃa sino una
pierna?
_Habi^a llegado una nave._ Calderón.
--¡Y cantaremos una canción de Ronsard!
¿Qué orden dió una señora a su portero?
¿Quién se sentó en
una silla metálica?
[10] =de una carrerita,= _raced_; _ran_.
[9] =tomar una copa,= _to take a drink_.
¿Da el señor una carta de recomendación?
¿En qué se parecen una boca y un molino?
¿Estaba montado el tratante en una mula?
¿PoseÃa el infeliz ciego una
buena voz?
=partida; jugar una --,= to play a game.
--Es decir que has robado una vaca gorda.
¡La
noche, que se parece á una eternidad!
¿No podÃan ir a una estación más
próxima?
¿Qué dijo el padre cuando vió una ardilla?
¿En qué se parecen un elector y una pelota?
[94] =una tras otra=, _one after the other_.
¿De qué consiste una cuarta parte del canal?
[38] =Más de una.= Compare with _más que una_.
¿Qué sucedió una vez en una ciudad de Alemania?
¿Quién se resiste á una sorpresa de esa
especie?
¿Por qué no
pudo cantar teniendo una voz regular?
--Me sucede una cosa muy extraña, exclamó Esteban.
=moreno -a=, brown, dark; =una morena=, a brunette.
¿Estaba listo el criado también a seguir una
broma?
¿Quieres que le{33-6} enseñe el
francés á una mula?
--MuchÃsimo; es una de las óperas que más me gustan.
¿No has gritado que iba por el rÃo abajo una ballena?
¿Cómo se llaman los hijos y las
hijas de una familia?
¿Por qué le dieron al anciano una escudilla de madera?
--¿Cómo se denomina las diversas partes de una oficina?
¿En qué se parece un esqueleto a una comida de viernes?
=infamia=, _f._, infamy; =es una infamia=, is infamous.
--Otra vez el jornalero dijo con una sonrisa:--_error_.
¿Por qué era necesario buscar una ruta nueva a la India?
--¿Qué pasos hay que[12] dar para[13] edificar una casa?
--SÃ; pues hay allà una tierra porosa y fácil de labrar.
--Yo quiero una flor de lis del huerto que encuentre Vd.
* * *
Cierta señora fue a visitar a una de sus amigas.
[33] =una escala tres veces mayor (de lo) que lo hace con=.
¿Qué hacen cada vez cuando nace un prÃncipe o una princesa?
--Se cayó á pedazos de puro viejo, hace una porción de años.
¿Por qué se escondieron en una cueva más bien que en una casa?
(III)
Dos amigos de una bolsa, el uno canta y el otro llora.
--¡Es que si callas, te voy á deshacer yo la cara de una guantá!
--En el canto, cuya caracterÃstica es la de ser de una sola voz.
[4] =una bala dejó la estampa ...,= _a bullet had left its mark_.
¿Le parecÃa a él también que «la noche se pasa como una
sombra»?
=temporada=, _f._, space of time; =una temporada=, for some time.
¿Se podrÃa vivir en una casa de huéspedes,
por modesta que fuese?
=pregunta=, _f._, question;
=hacer una ----=, to ask a question.
=sino=, except, but; =no tenÃa sino una pierna=, had only one leg.
_¿Qué forma del verbo se emplea después de una preposición?_
III.
--El caucho es una de las substancias más maravillosas del siglo XX.
--Sólo una parte pequeña de la zona apropiada se halla bajo cultivo.
=imprudencia=, _f._, imprudence; =una imprudencia=, an imprudent act.
--De todas maneras, aunque papá no se entere, hice una cosa muy mala.
¡Cuántas veces turbó mi reposo una aura ligera
seguida de un crujido!
=pata,= foot and leg of animals; =rómpales una --,= break their bones.
=pregunta=, _f._, question; =hacer= =una pregunta=, to ask a question.
15
Asà es necesario que cada una vuelva a escribir su nombre y
edad.
--Amigo,--dijo con una sonrisa muy fina,--ya no hablaremos más de eso.
--Basta, basta, amigo Frutos: tendrá usted aunque sea una vaca rellena.
--Sosiégate, hija, que va mucho de hacer una amenaza á{91-1} cumplirla.
=locura=, _f._, madness; =una locura=, a mad thought, an act of madness.
32 Y él les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis.
--Nada,--le respondà cariñosamente, pasándole por los labios una ramita.
--No, señor; ni al lucero del alba que viniese con una torta en la mano.
--En algunos paÃses esa enseñanza ha sufrido una evolución
significativa.
[46] =preveo una dificultad, y es,= _I foresee a difficulty, and that
is_.
¿No dijeron los médicos que habÃa muerto de
una mojadura que habÃa cogido?
¿No ves en la entrada una gran telaraña,
que la cubre de un lado a otro?
130
--Ha venido aquà una niña en busca de su marido, el
prÃncipe Jalma.
--Asà te pasaran con una lanza moruna de parte á parte, ladrón,
embustero.
--En ese caso serÃa indispensable una buena reserva de piezas de
repuesto.
--SÃ, dijo el joven; es una cosa extraña lo que me sucede, muy
extraña....
7 Vino una mujer de Samaria á sacar agua: [y] Jesús le dice: Dame de
beber.
¡Oh, si yo
pudiese coger viva una corza blanca para ofrecérsela á mi señora!
--¿No falta ningún[7] pasajero?--preguntó una voz en la puerta de la
posada.
=estrujar,= to squeeze; =-- como una breva,= to squeeze the life out of
one.
=liebre,= _f._, hare; =abrir los ojos como una --,= to open one's eyes
wide.
=soltar=, 23, to loosen, drop;
=---- una carcajada=, to burst out laughing.
--Con excepción de una vasta meseta que ocupa la parte oriental de ese
paÃs.
[3] =brazo en jarras,= _arms akimbo._
[4] =una media vuelta,= _a half turn_.
¿No es verdad que una niña
bien educada no harÃa lo que yo hice esta noche?...
=risa, risas,= laughter; =me dió una --,= I was seized with a fit of
laughter.
10 Porque el haber muerto, al pecado murió una vez; mas el vivir, á Dios
vive.
--Has de saber que hay aquà una niña en busca de
su marido, el prÃncipe Jalma.
--Ya está la cigüeña machacando el gazpacho, dijo una de las niñas más
chicas.
[30] =de una substancia tan preciosa,= _of so precious (valuable) a
substance_.
¡Dios no lo quiso asÃ, permitiendo que de una vez pagará todas
sus maldades!...
--¡Suelte!--le dijeron desde la lancha más de una vez, con débil y
trémula voz.
¿cree acaso que esa es una cruz santa como la
del porche de nuestra iglesia?...
¿Hubiera usted esperado una hora entera antes de ponerle
de patitas en la calle?
=pitada,= whistle, whistling; =echar una -- al aire= (_coll._), to take
a smoke.
130
--Bien,--dijo el médico;--voy a recetarle una medicina
con que pierda Vd.
--Ese procedimiento supone una vigilancia minuciosa por parte de los
litigantes.
--¿Qué diligencias hay que hacer para[25] edificar una casa en la
América latina?
=tornar(se)=, to return, restore; =tornar á hacer una cosa=, to do a
thing again.
--Mujer, no llore usted, que al fin su hijo tiene sobre el toro una gran
ventaja.
--SÃ, porque en paÃses montañosos una mula es más resistente que[61] dos
caballos.
--¡No os lo dije yo una y mil veces, mi señora doña Baltasara, no os
lo dije yo!...
--¡Ola!--gritó el forastero, soltando una carcajada que hizo retemblar
las paredes.
135
La madre del Sur dió a la niña una cruz de oro y el Sur la
llevó al Oriente.
¡Pues
doña Rita (era el ama de llaves), sueña con establecer una casa de
huéspedes!
--Acérquese, pues, no sea cobarde, decÃa una dirigiéndose a alguno de
los campeones.
94, note 3.]
II
La iglesia estaba iluminada con una profusión asombrosa.
--Señorito,--le dijo,--mi niño se muere de
hambre: déme usted una limosna, por Dios.
[39] =Más de una= (plural in meaning, singular in form) =importa= (and
not _importan_).
--Es--respondió ella--que no soy de esas personas que
hoy dicen una cosa y mañana otra.
--Y una enamorada pareja, colgó junto á nosotras su redondo nido de
aristas y de plumas.
[12] =a casa de una su amiga.= Sometimes the possessives _suyo, suya_
take the above form.
¡Hay que hacer con él una{109-1} que
sea sonada para que no vuelva á venderse al oro de...
¿Conoce usted alguna ciudad de los Estados Unidos que tenga una
población tan cosmopolita?
22 Porque sabemos que todas las criaturas gimen á una, y á una están de
parto hasta ahora.
[2] =una mano solÃcita del bien,= _a hand solicitous for the general
good; a friendly hand_.
_hacer una con_ = 'to play a trick
on.' Here una has the force of an indefinite pronoun; cf.
=trisca,= noise (_made by breaking glass or nuts_); =peguéla una --,= I
gave her a trouncing.
=consagrar=, to devote, consecrate; =consagrarse á hacer una cosa=, to
do something zealously.
¿Es cierto que
le dieron una paliza a un ladronzuelo que le arrebató la capa a un
melancólico?
--Se me dice que se le ofrecerÃa una plaza de tenedor de libros en
Buenos Aires o en Montevideo.
¿No es ese un vÃnculo común muy poderoso, que hace de toda la
América hispánica una sola familia?
¿Qué es lo que se nos aparece una vez en un minuto, dos veces en un
momento, y nunca en un siglo?
--¿Cuál es la distribución que se da[91] por lo general a las
habitaciones de una casa de familia?
--¿Se da a la mujer una enseñanza profesional fuera de la que se exige
para ejercer el magisterio?
* * *
Examinando a una señora como testigo de un pleito, el
juez le preguntó cuántos años tenÃa.
¿Para cuántos de mis lectores será su libro--=«Ariel»=--como para mà lo ha
sido, una revelación?...
--Tú lo quieres, es una locura que te hará reir; pero no importa: te lo
diré, puesto que lo deseas.
--Tú lo quieres, es una locura que te hará reir; pero no importa: te
lo diré, puesto que lo deseas.
=manera=, _f._, way, manner;
=de una ----=, in a way;
=de ---- que=, so that;
=por ---- que= (S.
5
=Estudio=
[Illustration: UNA BRÚJULA]
Este dibujo representa
una brújula de navegar.
* * *
ComÃa un inglés en una fonda y le sacaron, como era 25
natural, pan tierno.
=picardÃa,= wanton trick, villany; =decir --s,= to revile, blaspheme;
=hacer una --,= to play a trick.
--SÃ; sobre todo en aquéllos donde las viejas universidades han impuesto
una dirección a la educación.
--Veo a una linda moza, que me mira y que mueve los labios como si
hablase, y que lleva ¡caso extraño!
¡Nunca ha herido mi imaginación una
amalgama más disparatada de dos ideas tan absolutamente enemigas!...
=Z=
=Zamora=, _f._, city in Spain; =no se tomó a ---- en una hora=,
Rome was not built in a day.
22 Y yo, la gloria que me diste les he dado; para que sean una cosa,
como también nosotros somos una cosa.
--Una vez sola,--dijo en tono suplicante;--una sola para saber si Teresa
permite que me case con Cristina.
--Pero ese depósito pronto se agotará,--dijo Jiménez, haciendo una
guiñada de inteligencia[25] a sus amigos.
5 Vino, pues, á una ciudad de Samaria que se llamaba Sichâr, junto á la
heredad que Jacob dió á José su hijo.
=alcanzar=, to reach, overtake, obtain, be enough; =alcanzar á hacer una
cosa=, to succeed in doing something.
25 Entonces él respondió, y dijo: Si es pecador, no lo sé: una cosa sé,
que habiendo yo sido ciego, ahora veo.
=un=, =una=, a, an; =unos=, some; =unos cuantos=, a few; =unos á otros=,
from one to the other, to one another.
¿Cómo no quiere Ud., pues, que[23] el
habitante de una nación latinoamericana se sienta extranjero en las
otras?
¿Los ve usted como se adelantan mudos y con lentitud,
como una legión aérea que se mueve por un impulse invisible?
[62] =en el estrecho marco que significa una vida humana,= _within the
narrow limits which mark a single lifetime_.
--Él no vuela: pero en su cabeza, como en jaula misteriosa, lleva una
ave que vuela más que yo y que sube más alto.
--¡Ella también se desprendió de la vida y acaso dormirá en una fosa
reciente, sobre la que yo me detuve un momento!
[Illustration]
LAS METAMORFOSIS DEL PICAPEDRERO
HabÃa una vez un hombre que cortaba piedras de una roca.
]
Extraña, horrible fué la operación, en tanto que la candente armadura
perdÃa su forma para tomar la de una cruz.
¿Porqué es una mujer deforme cuando está remendando
sus medias?--Porque sus manos están donde debÃan estar
sus pies.
26 Porque Macedonia y Acaya tuvieron por bien hacer una colecta para los
pobres de los santos que están en Jerusalem.
--Guarda--le dijo--tu último juguete: si alguna
vez te desprendes de[198] él, que sea para hacer una
buena obra.
-- No, porque habrÃa que hacer una travesÃa de más de cinco dÃas,[59] lo
cual requerirÃa dos mulas o cinco caballos....
[48.27] =te he de decir una cosa=, 'I have something to tell you.'
[48.28] =dÃmela= (_di-me-la_): see _di_, in Vocab.
--¡Qué creÃda![7]--exclamó una de las ordeñadoras, asomando la cara
fresca y risueña por debajo de la ubre de una vaca.
2 E hiciéronle allà una cena: y Marta servÃa, y Lázaro era uno de los
que estaban sentados á la mesa juntamente con él.
[Illustration: Una Mina de Nitrato]
La región central del paÃs es una zona eminentemente agrÃcola de clima
excelente.
¿Qué edad tiene[4] su
hijo de Ud.?[5]
--Solo veintiún años; pero ha viajado mucho[6] y tiene una experiencia
que Ud.
=Resumen=
Sin mirar el libro, escriba usted en el pizarrón una relación breve de
lo contenido en el trozo precedente.
=arrancar=, to pull off (_or_ out), tear off (_or_ out), snatch away;
=arrancar una carcajada=, to make one laugh loudly.
--Efectivamente, dijo otro, nos traes á conocer á una dama, y apenas si
con mucha dificultad se ven los dedos de la mano.
--Efectivamente, dijo otro; nos traes á conocer á una dama, y apenas
si con mucha dificultad se ven los dedos de la mano.
¿Cómo se las[11] arreglan los
inspectores cuando tienen que habérselas con[12] un artÃculo nuevo, o de
una calidad nueva?
--¡Hé aquÃ[55] una araña providencial!--dijo el
prÃncipe.--Sin ella, estarÃamos a estas horas en poder
de los enemigos.
¡Lástima que no tenga á mano un almacén de comestibles y una bodega para
esperar el dÃa comiendo y bebiendo, aunque reventase!
[118.13] =Nosotros no nos sentimos con=, 'we do not feel that we have.'
[118.19] =Vese==_se ve_.--=que es de==_que es una de_.
¡Cobardes!--y rueda por el
suelo al lado de los tres cadáveres que no valen juntos lo que vale una
gota de sangre de ese héroe.
15
Mientras hablaba de este modo el leñador, iba
apareciendo ante su vista una bella figura de mujer
vestida de blanco.
--Las zonas templadas y frÃas de Sud América, especialmente las pampas
argentinas en una extensión de cien millones de hectáreas.
22 Y como él hubo dicho esto, uno de los criados que estaba allÃ, dió
una bofetada á Jesús, diciendo: ¿Asà respondes al pontÃfice?
--Hace once años que mi tÃa es una madre para mÃ; once años que sé lo
que es el amor filial: ¿querÃas que me casase lejos de ella?
--¿Cómo?--grita la señora.--Un animalito que no pasa de los seis años,
¿va á pagar billete entero, como si fuese una persona mayor?
--Por mi parte, puedo deciros que siempre la creà una locura; mas desde
anoche comienzo á comprender la pasión del escultor griego.
10
Ocupa una de las situaciones más propias para servir
de[278] punto de escala a la navegación entre los dos
continentes.
--Me imagino que las casas serias no aceptarán una representación a
menos que se les dé agencia exclusiva en toda la América latina.
--SÃ; en caso de que el extranjero en cuestión sea propietario, o tenga
familia, y sobre todo si es casado con una natural del paÃs.
¿Quién es él que sin ceremonia, y con el sombrero calado, se sienta
delante del rey, del emperador o del presidente de una república?
3 Judas pues tomando una compañÃa, y ministros de los pontÃfices y de
los Fariseos, vino allà con linternas y antorchas, y con armas.
--Mariquilla, dijo la niña del manijero,
Cuando baja, rÃe; cuando sube, llora:
¿à que{83-1} no me lo aciertas en una hora?
--Veo que la gran red de ferrocarriles de la parte austral de Sur
América extiende una de sus lÃneas hasta las proximidades de Cuzco.
65
* * *
Un soldado preguntó a uno de sus camaradas, que volvÃa de
una campaña, si habÃa hallado mucha hospitalidad en
Holanda.
* * *
Un individuo que venÃa a Madrid en diligencia, entró en
una posada a las doce del dÃa y preguntó:
--¿Cuánto vale la comida?
=soltar (ue),= to drop, let loose, cast off, discharge, utter; =--una
especie,= to make a suggestion; =--lo redondo,= to swear roundly.
=carrera=, _f._, run, race, course of study; =carrera de abogado=, law
course, study of law; =tomar=, _or_ =dar=, =una carrera=, to run.
¡Cuán distinta de la voz de ParÃs, cuando uno cree escucharla,
al acercarse, halagadora como una canción de amor, de poesÃa y de
juventud!
6 Y estaban allà seis tinajuelas de piedra para agua, conforme á la
purificación de los JudÃos, que cabÃan en cada una dos ó tres cántaros.
=Modismos=
Empléese en una oración completa cada uno de los modismos de este cuento
que contenga verbos, cambiándose el tiempo del verbo.
110
La niña dijo que querÃa ir con él y la madre del Norte le
regaló una gallina de oro y trigo de oro para vender en caso
de necesidad.
[Illustration]
Al primer paso que dió el marqués entonaron éstos una fanfarria que
demostraba claramente que no habÃa desmejorado su arte.
=levantar=, to raise, to pile up, to make;
=---- una fortuna=, to make a fortune;
to raise the quarry (_hunting_);
to catch sight of.
--El procedimiento más recomendable serÃa, a mi juicio, establecer una
sucursal en cada centro comercial importante, a cuyo frente pondrÃa Ud.
--Ya veo que la posibilidad de conceder créditos requiere una
organización bancaria especial que permita al exportador negociar sus
créditos.
29 Y estaba [allÃ] un vaso lleno de vinagre: entonces ellos hinchieron
una esponja de vinagre, y rodeada á un hisopo, se la llegaron á la boca.
51 note 2.]
Durante una ó dos horas, en las calles inmediatas á estos puntos reinó
un bullicio, una animación y un movimiento indescriptibles.
«Esta buena pieza es la que ha causado el destrozo», dije para mis
adentros, lanzándole una mirada iracunda que la muñeca aparentó no
comprender.
5
Pepito volvió la cabeza hacia el sitio de donde partÃa,
y vió junto a la verja una mujer mal vestida, con un
niño desnudo en sus brazos.
=Ejercicio de Observación=
Usando unas cincuenta palabras, escrÃbase una descripción de lo que se
observa en el grabado en frente de la página 8.
5
Cuando más abatido se encontraba, vió flotar como
una nube blanca sobre el agua del rÃo, y poco después
se movió el ramaje de la orilla.
--Algunas sirven de agentes a ciertas empresas importadoras de la
América latina, realizando los pedidos y cobrando una comisión por este
servicio.
--Generalmente una sola en mayo, junio o julio, seguida de operaciones
complementarias con la rastra y el rodillo cuando el trigo ha sido
sembrado.
--¿Por qué?--les preguntó Traga-santos sorprendido é indignado, tanto
más, cuanto que entonces reparó que cada lugareño tenÃa una piedra en la
mano.
--Es un ignorantón, que después de haber puesto el órgano de su
parroquia peor que una carraca, viene á profanar el de maese Pérez,
decÃan los otros.
(that
part of a garment turned back and showing the lining), lining; dar una
--, to take a turn, take a walk; dar --s, to turn, wind, whirl,
revolve.
¡Qué mundo de venturanza la plácida nota lanza
Su voz como una caricia
o como un suave reproche
desgrana en la calma noche
las perlas de su delicia.
--Cuando es preciso[10] vender una propiedad a fin _de_[11] dividir una
herencia o para satisfacer una demanda entablada por los acreedores del
dueño.
--Y apuesto una oreja a que es ese madrileño.--Entonces veo que llama a
unos músicos que habÃa alrededor de Santa Cecilia, y ellos pasan a la
porterÃa.
¡Oh honradas casas, donde un modesto cocido y un principio final
constituyen la felicidad diaria de una familia, huid del tumulto de un
convite de dÃas!
--Bien--dijo el negro;--pero hay una condición y es que
las bodas se celebren a oscuras y que ella nunca trate de verme, 40
mientras yo no lo diga.
7.--MACEO[A]
Y por último, sentado en un banquillo de madera frente a una mesita de
campaña, y rodeado de algunos jefes y oficiales, estaba un hombre.
--No hay duda que aunque no sea más que la ilusión de hallarse junto á
una mujer de este calibre, es lo suficiente para no pegar los ojos en
toda la noche.
[Illustration: La Ciudad y el Puerto de RÃo de Janeiro]
BahÃa es la segunda ciudad del Brasil y tiene una buena situación en
la bahÃa de Todos los Santos.
¿Qué habÃa pasado entre los dos amantes para que se arrastrara al fin á
poner por obra una idea que sólo el concebirla habÃa erizado sus
cabellos de horror?
¿Que habÃa pasado entre los dos amantes para que se arrastrara al fin
á poner por obra una idea que sólo el concebirla habÃa erizado sus
cabellos de horror?
--Pues bien--le dijo el rey--Tengo una hija muy bonita
y te la doy por esposa si matas el jabalà que hace tanto mal a 25
los habitantes de la ciudad.
=Agrupación de palabras relacionadas=
Valiéndose del vocabulario de este libro, fórmese un grupo de palabras
basado sobre cada una de las voces que siguen.
=Sinopsis de un verbo=
EscrÃbase una sinopsis del verbo _subir_ en los tiempos simples de
indicativo y de subjuntivo, usando la primera persona del plural.
--Al entrar[44] en una casa de ventas[45] al por mayor, lo primero[46]
que se ve es un espacioso salón, donde se halla en exhibición la
nueva[47] mercaderÃa.
¿Sabéis lo que es una madre que ve morir á los hijos de sus entrañas,
diciendo: «Tengo hambre..., tengo frÃo»?--Señores, ¡yo no quiero mi vida
sino por ellos!
=Estudio de voces de la misma etimologÃa=
Hágase una lista de todas las voces españolas de la página 40 que tengan
palabras inglesas de la misma etimologÃa.
21 Para que todos sean una cosa; como tú, oh Padre, en mÃ, y yo en ti,
que también ellos sean en nosotros una cosa: para que el mundo crea que tú me
enviaste.
25.--LOS CARNAVALES[1] DE ANTAÑO
Al caer la tarde,[2] se veÃa venir, en una u otra dirección, una
comitiva, precedida y seguida de una turba de muchachos.
¡Cuando le vi entrar me dió una risa, que por poco me
oye!{19-4}
La chiquilla se reÃa aún, con tanta gana y tan francamente, que me
obligó á hacer lo mismo.
--¿Cómo quieres que esté un hombre que ha venido desde Barcelona debajo
de dos peregrinos, y amenazado constantemente por una perra, una señora
y un salchichón?
=Sinopsis de un verbo=
EscrÃbase una sinopsis del verbo _esconder_ en los tiempos simples de
indicativo y de subjuntivo, usando la tercera persona del plural.
=Sinopsis de un verbo=
EscrÃbase una sinopsis del verbo _llevar_ en los tiempos simples de
indicativo y de subjuntivo, usando la tercera persona del singular.
23 Yo en ellos, y tú en mÃ, para que sean consumadamente una cosa; que
el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado, como también á mà me
has amado.
* * *
Un recluta escribÃa a su padre una carta bastante breve y
concluyó asÃ:
No escribo más porque tengo tanto frÃo en los pies que no
puedo tener la pluma.
--Me importa á mÃ, que veo lo que suda el mi hijo{167-1} pa ganar un
peazo de pan que tú vendes por una botella de aguardiente, en lugar de
partirle con tus hijos.
--Ustedes harán penitencia, señores, exclamó el Anfitrión una vez
sentado; pero hay que hacerse cargo de que no estamos en Genieys:--frase
que creyó preciso decir.
31.--LA QUENA[1]
La quena, fabricada generalmente con una caña peculiar de las montañas
del Perú, mide media vara de largo y dos tercios de pulgada de diámetro.
--Moscón, dijo á su vez Mariquilla albóndiga, dÃle al diablo que mi
_mae_ Ana me ha puesto una cruz de retama macho al cuello para librarme
de él y de la erisipela.
--Yo digo la verdá aunque sea delante del mi marido,--replica la de la
buhardilla, mirando de reojo á una esquina de la calle y bajando la voz
asà que ve al Tuerto.
10
Todo el mobiliario de la celda se componÃa de cuatro
sillones, una mesa sucia y una cama sin colchón ni
sábanas ni colchas, y con una piedra por almohada.
--Fernando, dijo la hermosa entonces con una voz semejante á una
música: yo te amo más aún que tu me amas; yo, que desciendo hasta un
mortal, siendo un espÃritu puro.
¡Yo, que á tus ojos en mi agonÃa
Los ojos vuelvo de noche y dÃa;
Yo, que incansable corro y demente
Tras una sombra, tras la hija ardiente
De una visión!
25 Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, que si se
escribiesen cada una por sÃ, ni aun en el mundo pienso que cabrÃan los libros
que se habrÃan de escribir.
8.--MOSAICO DE PUEBLOS
La América latina no es en buenas cuentas una definida familia étnica
que en algún momento de su historia pudo haber formado una sola nación.
]
XXX[1]
Asomaba á sus ojos una lágrima
Y á mi labio una frase de perdón;
Habló el orgullo y se enjugó su llanto,
Y la frase en mis labios expiró.
¿Por dónde
habÃan de entrar?[53]
Miraron todos la entrada, vieron que habÃa, en
efecto, una telaraña que llegaba de un lado a otro del 15
agujero.
2 Y los soldados entretejieron de espinas una corona, y pusiéron[la]
sobre su cabeza, y le vistieron de una ropa de grana;
3 Y decÃan: ¡Salve, Rey de los JudÃos!
[3.13] =se le enredó á una pierna=, 'wrapped itself about one of his
legs.' Note that =le==='his.'
[3.22] =que=, 'for.'
[3.24] =serpiente= is the subject of =forcejeó=.
--Esa es una magnÃfica idea,--dijo mister Smith.--Pero--agregó con un sÃ
es no es de[8] melancolÃa--difÃcil será que mi paÃs desaloje a la Europa
de los mercados de América.
]
--Será alguna ráfaga de aire que ha abatido la llama al pasar, exclamó
Carrillo volviendo á ponerse en guardia, y previniendo con una voz á
Lope, que parecÃa preocupado.
=vuelta=, _f._, turn, return; =á la vuelta=, upon returning, on one's
return; =dar una vuelta=, =dar vueltas=, to stroll about, turn over;
=tomar la vuelta de=, to turn into.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos ir, extender, lanzar en los tiempos
simples de indicativo y de subjuntivo, empleando la tercera persona del
plural.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos servir, venir, alzar en los tiempos
simples y compuestos del indicativo, empleando la primera persona del
singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _caer_, _sentir_, _salir_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, usando la primera persona
del plural.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _ser_, _oÃr_, _pensar_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, empleando la tercera
persona del plural.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos traer, vencer, morir en los tiempos
simples de indicativo y de subjuntivo, empleando la primera persona del
singular.
17.]
Tal vez serÃa un rayo de sol que serpeó fugitive entre su espuma; tal
vez una de esas flores que flotan entre las algas de su seno, y cuyos
cálices parecen esmeraldas ...
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _querer_, _poner_, _pedir_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, usando la tercera persona
del plural.
--Pero con marina de guerra y todo,[45]--dijo el boliviano,--yo preveo
una dificultad, y es[46] la desproporción entre las importaciones y las
exportaciones de los Estados Unidos.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _poner_, _tener_, _hacer_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, usando la primera persona
del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _haber_, _llegar_, _estar_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, usando la primera persona
del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _cargar_, _costar_, _gozar_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, usando la primera persona
del singular.
18 Asà que, de la manera que por un delito [vino la culpa] á todos los
hombres para condenación, asà por una justicia [vino la gracia] á todos los
hombres para justificación de vida.
3 Entonces MarÃa tomó una libra de ungüento de nardo lÃquido de mucho
precio, y ungió los pies de Jesús, y limpió sus pies con sus cabellos: y la
casa se llenó del olor del ungüento.
--Mucho; y se juegan no sólo entre las universidades de un paÃs, o entre
las facultades o escuelas de una misma universidad, sino también entre
_teams_ o equipos de distintos paÃses.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _cruzar_, _dirigir_, _saber_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, usando la primera persona
del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _poder_, _volver_ y _dar_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, empleando la tercera
persona del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _seguir_, _creer_, _deducir_ en los
tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, usando la tercera persona
del singular.
(al
exclamar _¡bah!_ el marqués de Torres-Nobles dió una vuelta en la cama y
se arropó mejor, porque se le colaba el frÃo por la nuca); en resumidas
cuentas, ¿qué me importa todo ello?
--¡Se bebera vino del paÃs![1]
[Footnote 1: vino del paÃs = 'wine from home,' 'wine from our own
country.']
--¡Y cantaremos una canción de Ronsard![1]
[Footnote 1: Ronsard.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _entender_, _decir_, _carecer_ en
los tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, empleando la primera
persona del plural.
60
Pero a veces brillaba en su mirada una viva esperanza que
Gómez de Aguilar interpretaba en estas palabras:
--Pero es muy probable que nos encuentren sin llamarlos y
sin moverme.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos afligirse, vestir, pertenecer en
los tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, empleando la primera
persona del singular.
=andar=, to go, walk, run (_as a machine, watch, etc._), be; =andar
por=, to move over; =andar á hacer una cosa=, to go and do something;
=¡anda!= go on!; =vamos andando=, let us be going.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _sentarse_, _sacar_, _contribuir_
en los tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, usando la primera
persona del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos conseguir, _despedir_, _tener_ en
los tiempos simples del indicativo y del subjuntivo, empleando la
tercera persona del plural.
--PermÃtame Ud.[10]; la América latina no tiene una historia común; es
decir, una historia cuyos episodios unifiquen los sentimientos de los
individuos en la veneración de glorias comunes.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _entregar_, _rogar_, _arrancar_ en
los tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, empleando la primera
persona del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos traer, escoger, poner en los
tiempos simples y compuestos de indicativo y de subjuntivo, usando la
primera persona del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _esparcir_, _fabricar_, _advertir_
en los tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, empleando la
primera persona del plural.
--No pueden hacerlo[74] porque una barra de fango, formada en la
desembocadura del rÃo, impide la entrada de los transatlánticos al rÃo,
a la vez que la salida al mar de los vapores del rÃo.
33 Mas cuando vinieron á Jesús, como le vieron ya muerto, no le
quebraron las piernas:
34 Empero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y luego
salió sangre y agua.
10
Un dÃa el dueño del castillo se levantó muy temprano,
colocó una gran piedra en el camino de la aldea, y se
escondió cerca de allà para ver lo que ocurrÃa al pasar[17]
la gente.
--Ese hecho produjo una crisis económica profunda en tales labores; pero
dió al gobierno la oportunidad de poner en práctica un plan de
colonización agrÃcola para atraer al inmigrante europeo.
--Con verdad, decÃa el jinete á su acompañante, que si el alojamiento
que se nos prepara es tal y como me lo pintas, casi casi serÃa
preferible arrancharnos en el campo ó en medio de una plaza.
--Cuando estén terminados todos los ramales que se encuentran en
construcción (porque hasta ahora no están en servicio ni aun la mitad),
tendrá una longitud total de quince millas, más o menos.
--Este falucho--dijo acariciándole con una palmada el vientre seco y
arenoso--es _El Socarrao_,{52-2} el barco más valiente y más conocido
de cuantos se hacen al mar desde Alicante á Cartagena.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _ascender_, _efectuarse_,
_sostener_ en los tiempos simples de indicativo y de subjuntivo,
empleando la tercera persona del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _propagar_, _constituir_,
_adquirir_ en los tiempos simples de indicativo y de subjuntivo,
empleando la primera persona del singular.
54 Por tanto, Jesús ya no andaba manifiestamente entre los JudÃos; mas
fuése de allà á la tierra que está junto al desierto, á una ciudad que se
llama Ephraim: y estábase allà con sus discÃpulos.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _invocar_, _ver_, _cubrir_ en los
tiempos simples y compuestos del indicativo y del subjuntivo, usando la
primera persona del singular.
¡Que esta cámara
sea transformada en una más melancólica y yo
rogaré a Dios que la deje dormir para siempre,
los ojos cerrados, mientras que a su alrededor
errarán los fantasmas de oscuros velos!
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _entristecerse_, _replicar_, _ver_
en los tiempos simples de indicativo y de subjuntivo, sirviéndose de la
primera persona del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos demostrar, aprender, vivir,
escribir en los tiempos compuestos de indicativo y de subjuntivo,
empleando la primera persona del singular.
--Su verdadero nombre era _El Resuelto_; pero por la prontitud con que
maniobraba y la furia con que acometÃa los golpes de mar, dieron en
llamarle _El Socarrao_, como á una persona de mal genio...
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _convenir_, _ofrecer_, _hacer_ en
los tiempos simples y compuestos de indicativo y de subjuntivo, usando
la tercera persona del singular.
--Te engañas.[8] El comercio de naranjas es muy activo, asà por los rÃos
como por las costas del Atlántico; la mandarina, que se produce en la
zona del Plata, se disemina en una región considerable.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _soñar_, _encarecer_, _empezar_ en
los tiempos simples y compuestos de indicativo y de subjuntivo, usando
la primera persona del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _destruir_, _elegir_, _colocar_ en
los tiempos simples y compuestos de indicativo y de subjuntivo,
empleando la tercera persona del plural.
23 Y como los soldados hubieron crucificado á Jesús, tomaron sus
vestidos, é hicieron cuatro partes (para cada soldado una parte); y la túnica;
mas la túnica era sin costura, toda tejida desde arriba.
--Desde una sola persona que es a la vez dueño,[60] dependiente y
mandadero, hasta diez mil empleados por cada establecimiento, cifra que
no es raro[61] encontrar en los comercios de primer[62] orden.
--Yo te daré una industria; a todas las preguntas
que se te hagan, no tienes más que contestar con estas 10
dos palabras: _"no oigo."_
--Pero todo el mundo sabe que no soy sordo.
¿Y no es ya una muestra de ello esa nueva y vigorosa civilización que en
el norte se levanta en medio de ciudades que se improvisan por la
aglomeración súbita de inmigrantes que hablan todas las lenguas?
--En el extremo sur se extiende una meseta desprovista de árboles
excepto en la parte más austral, donde aquéllos reaparecen, gracias a la
humedad que, como le expliqué ya, traen los vientos del PacÃfico.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _atravesar_, _comentar_, _ejercer_
en los tiempos simples y compuestos de indicativo y de subjuntivo,
empleando la primera persona del singular.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _dedicarse_, _encontrar_,
_contener_ en los tiempos simples y compuestos de indicativo y de
subjuntivo, empleando la tercera persona del plural.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _incluir_, _obtener_, _establecer_
en los tiempos simples y compuestos de indicativo y de subjuntivo,
empleando la primera persona del singular.
--Lo que este hombre dice es mentira,--dijo el
aceitero.--Vino él a comprarme aceite, me dijo que le
cambiara una moneda de oro, y al sacar yo la bolsa
para complacerle, quiso apoderarse de[110] ella.
=Sinopsis de verbos=
EscrÃbase una sinopsis de los verbos _crecer_, _extraer_, _conocer_ en
los tiempos simples y compuestos de indicativo y de subjuntivo, usando
para esto la primera persona del singular.
20.--EL DESIERTO DE ATACAMA
Cuando desde una altura dominante se extiende la vista, abarcando
inmensa extensión de aquellos páramos, cerros tras cerros y pampas tras
pampas, todo aparece igual y repetido.
--Según ese ejemplo, veo que los efectos del crédito a largos plazos que
dan al exportador europeo una gran ventaja sobre nosotros, los de los
Estados Unidos, no recaen sobre el exportador sino sobre el banco.
--¡Bravo![23] Pero mis capitalistas[24] son un poco escépticos, y tanto
que estoy por mandarlos a paseo.[25] Manifiestan dudas sobre los
beneficios de una lÃnea telefónica tan larga como la que yo les
propongo.
--¡Ya va largo![39]--exclamó el señor Souza.--La América del Sur puede
ofrecer una superficie inmensa, que comprende no solamente la Argentina
sino también el Brasil, la parte este de Bolivia y todo el Paraguay.
3.--EL REGIONALISMO
La mayorÃa de las obras de la literatura americana de la última época
responden a una honda preocupación territorial, como es el estudio de
nuestro medio y de nuestra evolución orgánica.
5 Mas el Dios de la paciencia y de la consolación os dé que entre
vosotros seáis unánimes según Cristo Jesús;
6 Para que concordes, á una boca glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro
Señor Jesucristo.
_Rubén DarÃo._
POEMAS
TRADUCCIÓN DE ALBERTO LASPLACES
ANNABEL LEE
Hace ya bastantes años, en un reino más
allá de la mar vivÃa una niña que podéis conocer
con el nombre de Annabel Lee.
=vez=, _f._, time (_only as expressing series_);
=a la ----=, altogether;
=cada ---- más=, more and more steadily;
=otra ----=, once more;
=una ----=, once;
=dos veces=, twice;
=tal----=, perhaps.
=EL ALACRÃN DE FRAY GÓMEZ=
=TRADICIÓN PERUANA=
Estaba una mañana Fray Gómez en su celda entregado
a la meditación, cuando dieron a la puerta unos
golpecitos, y una voz dijo:
--¡Alabado sea el Señor!
=vez=, _f._, time;
=a veces=, sometimes;
=a la ----=, at the same time;
=a su ----=, in his turn;
=de ---- en cuando=, from time to time;
=de una ----=, at one time;
=otra ----=, again;
=tal ----=, perhaps.
29, note 2.]
Pero aún quedaba algo por hacer: pues en vano, á fin de sujetarlo, lo
colgaron de una horca; en vano emplearon la más exquisita vigilancia
con el objeto de quitarle toda ocasión de escaparse por esos mundos.
--Mira,--dijo una de las oyentes al ver posada sobre una rosa una
palomita blanca y oir revolotear un moscón;--cata aquà una palomita
blanca que lleva los recados á MarÃa; y un moscón, que es el que se los
lleva al diablo.
(good-by) till to-night; goodby; -- de luna, moonlight
night; de la -- á la mañana, all of a sudden, when (you) least
expected (it); media --, midnight; por las --s, in the night; at
night; una -- y otra, night after night.
[37.6] =una vez bailando=, 'once when we were dancing.' In the Latin
countries it is usually considered harmless to dance on Sundays after
returning from mass, and the most devout Christians may do
so.--=estaba==_él estaba_.
34.--EL HOJALATERO
Dotado nuestro tipo de una actividad siempre creciente, recorre con sus
latas todos los pueblos de la Isla, sin dejar en el intermedio una
hacienda, un barrio, un caserÃo, una sola choza que no visite.
1433) being a most dangerous claimant of the crown of Aragon.]
à la derecha del tortuoso sendero que conduce á este punto, remontando
la corriente del rÃo, y siguiendo sus curvas y frondosas márgenes, se
encuentra una cruz.
=di=),
to give; =---- parte=, to inform; =---- un chasco=, to play a trick;
=---- una media vuelta=, to turn around; =---- un paso=, to take a
step; =--- un salto=, to jump; =no te dé el sol=, let the sun not
find you.
--En efecto allà se encuentran espesos bosques, de árboles tan
gigantescos como el _ahuehuete_, que alcanza una altura de cuarenta
metros, y otros árboles cuya madera se usa en ebanisterÃa como la caoba,
el ébano y el palo rosa.
--Las operaciones propias de[8] una institución oficial financiera:
intervienen en todo pago en que es parte el gobierno federal, y guardan
en depósito los dineros de todas las reparticiones públicas dependientes
de ese gobierno.
--Parécense más bien a las viejas universidades de las naciones
católicas europeas, cuyo espÃritu han conservado en parte aunque una vez
que pasaron a depender del Estado se impuso en ellas, como consecuencia,
la enseñanza laica.
¡Que Dios es Dios!»
Al tercer domingo, la pobre joven se mostró más afligida y atemorizada
que nunca; la obstinación del guarda, su vehemencia y sus amenazas, la
hacÃan temer una desgracia si le exasperaba más con sus negativas.
10
Después de una navegación larga, llena de peligros
y de ansiedades, en la que se puso a prueba[221] el espÃritu
animoso y grande de Colón, descubrieron tierra del
nuevo mundo en la madrugada del 12 de octubre de
1492.
--Convengo en que serÃa difÃcil para una compañÃa completamente extraña
reunir un núcleo de abonados suficientemente grande e importante como
para inducir a los abonados de otras compañÃas a abandonar el servicio
que de ellas reciben.
]
Y vió el sol volteando encendido sobre ejes de oro en una atmósfera de
colores y de fuego, y en su foco á los Ãgneos espÃritus[1] que habitan
incólumes entre las llamas, y desde su ardiente seno entonan al
Criador himnos de alegrÃa.
=Repaso=
EscrÃbase una sinopsis de la expresión _hacer escala en_ empleando la
tercera persona del singular de los tiempos simples y compuestos de
indicativo, y completando cada frase por el nombre de un puerto distinto
de Sud América.
--Don Enrique expresaba una idea semejante, y me decÃa que, viajando por
Centro América, se descubren por todas partes signos de actividad
relacionada con el comercio de banana, en el cual los norteamericanos
han invertido enormes capitales.
--No olvide que en Sud América flotamos sobre un mar subterráneo de
petróleo,--observó sonriendo el señor Jiménez.--Pero con todo,--añadió,
cambiando de tono,--admito que la producción de la fuerza eléctrica
siempre representará una economÃa.
8, note 1]
Y sin embargo, entre los señores comarcanos murmurábase que la hermosa
castellana de Veratón[1] no era tan limpia de sangre como bella, y que
á pesar de sus trenzas rubias y su tez de alabastro, habÃa tenÃdo por
madre una gitana.
--Nadie, señor, sino que una de mis hijas me habÃa pedido
una flor de lis, no la he encontrado en ninguna parte, y al pasar
por aquà entré a ver si estaba aquÃ, pero como no he visto a 40
nadie, creà que no tenÃa dueño y la he cortado.
=acabar,= to end, finish; =-- de,= to have finished, have just; =--se,=
to grow feeble, be near the end; =y esto se acabó,= and this settles it;
=¡acabáramos de una vez!= is that all!; =algo que no acaba de llegar,=
something that does not come.
25
Pasaron muchos años sin que él se aventurase en
una guerra formal contra los enemigos; porque desconocÃa
las fuerzas de ellos, no estaba bien seguro del
éxito, y no querÃa exponer imprudentemente a su
reino a un desastre penoso.
3
above.]
[Note 13: =llevar a cuestas=, _to carry on one's back_.]
LA PIEDRA EN EL CAMINO
=El trabajo hace la vida agradable=
HabÃa una vez en España un hombre muy rico que
habitaba un gran castillo[14] cerca de una aldea.
--Algunos teatros dan funciones por secciones o por tandas, como se las
llaman en Chile, Perú y Méjico, y una de tales secciones, que tiene
lugar en la tarde, se llama sección _vermut_, por ser esa la hora a que
generalmente se toma un aperitivo.
15
Este canal acorta la distancia entre las ciudades
americanas y paÃses europeos con los paÃses y ciudades
del PacÃfico y esto constituye a todas luces[273] una gran
economÃa en tiempo y dinero, pues ya se sabe que el
tiempo es oro.
--Pues esa causa procede de un punto de vista propio del americano del
norte; punto de vista que resulta de abrazar a todos esos paÃses en una
denominación común, como es la de[2] América latina, con que se designa
el conjunto de las veinte repúblicas.
13 Respondió Jesús y dÃjole: Cualquiera que bebiere de esta agua,
volverá á tener sed;
14 Mas el que bebiere del agua que yo le daré, para siempre no tendrá
sed: mas el agua que yo le daré, será en él una fuente de agua que salte para
vida eterna.
25
--Solamente le falta la muleta, para que sea _ño
Cucho_ el Cojo, en mismita persona,--contesta la
mujer, dando una gran carcajada.[293]
Tal fué la escena que, poco más o menos, pasó un dÃa,
en uno de los vallecitos de la costa de Colchagua.
101, note 2.]
El órgano proseguÃa sonando; pero sus voces se apagaban gradualmente,
como una voz que se pierde de eco en eco, y se aleja, y se debilita al
alejarse, cuando de pronto sonó un grito en la tribuna, un grito
desgarrador, agudo, un grito de mujer.
--Recuérdales[26] que RÃo de Janeiro está comunicado con Petrópolis,
Teresópolis y Nictheroy; que en el Perú hay una lÃnea de doscientos
kilómetros y en Chile una casi tan larga; y que desde Buenos Aires
pueden ya hablar a puntos casi a mil kilómetros distantes.
--En verdad que esto es extraño, murmuró Lope mirando al farolillo,
que espontaneamente habia vuelto á encenderse, y se mecÃa con lentitud
en el aire, derramando una claridad trémula y extraña sobre el
amarillo craneo de la calavera colocada a los pies de Cristo.
¡Ojalá un siglo que presume de[6]
civilizado conserve y embellezca cada dÃa más ese bosque que los
antiguos veneraron como sagrado y que dejaron a su posteridad como un
monumento de civilización, como resto magnÃfico de una vegetación
salvaje, exuberante y prodigiosa!
¡Llenos parecÃan de una aflicción intensa, y tan
doloridos, que su vista sola producÃa tanta amargura como el espectáculo
de la misma criatura moribunda, cuando miraba con suplicantes ojos á sus
padres y les pedÃa que le quitasen aquel horrible dolor de su frente
abrasada!
3 Entonces los escribas y los Fariseos le traen una mujer tomada en
adulterio; y poniéndola en medio,
4 DÃcenle: Maestro, esta mujer ha sido tomada en el mismo hecho,
adulterando;
5 Y en la ley Moisés nos mandó apedrear á las tales: tú pues, ¿qué
dices?
--Mira, amigo mÃo, allá abajo hacia el fin de esta triste callejuela, le
respondió el ángel: á poca distancia de nosotros descubrirás una cabaña,
cuyo techo se ha hundido con la lluvia y las nieves y cuyas paredes
húmedas están tapizadas de hiedra: mira bien esa triste morada.
--No debemos olvidar que la extensión de su uso en la vida ordinaria se
debe al descubrimiento casual de que en combinación con el azufre, la
goma se convierte en una substancia dura que puede reemplazar con
ventaja y económicamente a la madera, los metales y el _papier maché_.
_Tu pupila es azul; y cuando lloras,
Las trasparentes lágrimas en ella
Se me figuran gotas de rocÃo
Sobre una violeta._
Tu pupila es azul, y si en su fondo
Como un punto de luz radia una idea,[2]
Me parece en el cielo de la tarde
¡Una perdida estrella!
=hacer=, to do, make, cause, act (_a part_); =hacerse=, to become;
=hacer hacer una cosa=, to have a thing done; =hacerse como que=, to
pretend, act as if; =hace frÃo (calor)=, it is cold (warm); =hace un
mes=, a month ago; =hace un mes que está aquÃ=, he has been here for a
month.
66, note 1.]
No obstante, Lope y Alonso permanecÃan impasibles, mudos, midiéndose
con los ojos, de la cabeza á los pies, sin que la tempestad de sus
almas se revelase más que por un ligero temblor nervioso, que agitaba
sus miembros como si se hallasen acometidos de una repentina fiebre.
--Tenemos ese árbol y, además, inmensos bosques de otros árboles que
contienen mucho tanino en la corteza y en las hojas; pero el comercio de
quebracho está especialmente desarrollado en una zona de la Argentina
más próxima a los puertos,--agregó el señor Souza.--¿No es asÃ, doctor
Mendoza?
* * * * *
Al dia siguiente fuà al cerro, solo, y me arrodillé al lado de la verja
de madera con que se habia rodeado una modesta crucecita que recordaba
el sitio del asalto.{200-1} Allà recé por el alma de Juan Neira, el mas
valeroso, bueno y leal de los servidores.
--Pero haré notar que en cambio esa falda está favorecida por los
vientos contraalisios que soplan en dirección contraria.[10]
--AsÃ, pues,[11] irrigada una vertiente de la meseta por los vientos
alisios, y la otra, por los contraalisios, la zona intermedia se hallará
privada de su beneficio.
¡Se desprenden esos dobles lúgubres y funerarios
de los altos campanarios
en fúnebre vibración;
en esos dobles alienta algún espÃritu irónico
que a cada nota que zumba,
con agrio gesto sardónico
rueda implacable y derrumba
y oprime con todo el peso de la piedra de una tumba
el humano corazón!
_Nunca una obra se acredita tanto de mala como cuando la aplauden los
necios._ 210
EL PATO Y LA SERPIENTE
A orillas de un estanque
Diciendo estaba un pato:
"¿A qué animal dió el cielo
Los dones que me ha dado?
23.--BOGOTÃ
Pero, me diréis, ¿los bogotanos no pasean, no tienen un punto de
reunión, un club, una calle predilecta, algo como los bulevares, nuestra
calle Florida,[1] el Ringstrasse de Viena, el Unter den Linden de
BerlÃn, El Corso de Roma, el Broadway de New York, o el Park Lane de
Londres?
--à él voy, contestó con calma Esteban, que después de dar una gran
voz acompañada de un silbido para que se agruparan los corderos, que
no perdÃa de vista y comenzaban[1] á desparramarse por el monte, torno
á rascarse la cabeza y prosiguió asÃ:
[Footnote 1: que no perdÃa de vista y comenzaban.
--Todo eso está muy bueno,[41]--dijo sonriendo el señor Matienzo, que
hasta entonces no habÃa hablado;--pero de nada valdrÃa[42] el que los
Estados Unidos poseyeran las fuentes de abastecimiento de sus mercados
si al mismo tiempo no dispusieran de una marina mercante para el
transporte de los productos.
--Yo he dado vueltas sin cesar arrastrada por la turbia corriente, y
en mi larga peregrinación vi, solo, enlutado y sombrÃo, contemplando
con una mirada distraÃda las aguas que pasaban y las hojas secas que
marcaban su movimiento, á uno de los dos amantes cuyas palabras nos
hicieron presentir la muerte.
[Illustration: _Propiedad de la Unión Panamericana_
EL SEMINARIO DE CUENCA]
El que visita a Cuenca hoy recibe una agradable 15
sorpresa al contemplar la magnÃfica apariencia de los
sólidos edificios y la gran actividad y movimiento
comercial que se advierte en las calles.
--Por mi parte,[20] preveo un enorme campo de acción para los capitales
que hayan de emplearse en instalaciones hidroeléctricas,--dijo el señor
Souza.--En la América latina la substitución del vapor por la
electricidad[21] en la generación de fuerza trae una economÃa mucho
mayor que en los Estados Unidos.
¡Pero por San Saturio,[1] patrón de Soria![2] cortadle el
paso por esas carrascas, azuzad los perros, soplad en esas trompas
hasta echar los hÃgados, y hundidle á los corceles una cuarta de
hierro en los ijares: ¿no véis que se dirige hacia la fuente de los
Ãlamos,[3] y si la salva antes de morir podemos darle por perdido?
--Con excepción de dos o tres,--donde, sin embargo, funciona alguna
escuela profesional superior cuyos estudios son de carácter
universitario--todas las repúblicas americanas tienen una o varias
universidades nacionales, esto es, sostenidas con los fondos del
gobierno federal y administradas por autoridades nombradas por él.
108, note 3]
En este punto del diálogo, terció don DionÃs, y con una desesperante
gravedad á través de la que se adivinaba toda la ironÃa de sus
palabras, comenzó á darle al ya asendereado mozo los consejos más
originates del mundo, para el caso de que se encontrase de manos á
boca con el demonio convertido en corza blanca.
2 Y la cena acabada, como el diablo ya habÃa metido en el corazón de
Judas, [hijo] de Simón Iscariote, que le entregase,
3 Sabiendo Jesús que el Padre le habÃa dado todas las cosas en las
manos, y que habÃa salido de Dios, y á Dios iba,
4 Levántase de la cena, y quÃtase su ropa, y tomando una toalla, ciñóse.
28.--EL DÃA DE MUERTOS[1] EN MI PUEBLO
En los hogares del pobre, en las calles y plazas de mi pueblo, en los
senderos que conducen a la huerta y a la montaña, hay, antes de llegar
el dÃa de Muertos, un movimiento inusitado y extraordinario: DirÃase que
se prepara una gran fiesta en la cual deben tomar parte todos los
corazones.
=vez=, _f._, turn, time; =á veces=, at times; =á la vez (que)=, at the
same time (as); =alguna vez=, ever; =á su vez=, in his (her, _etc._)
turn; =cada vez más=, more and more; =de vez en cuando=, from time to
time; =dos veces=, twice; =en vez de=, instead of; =muchas veces=,
often; =otra vez=, again; =tal vez=, perhaps; =una vez=, once.
10, note 1.]
--Por una parte vuestras continuas excursiones, y por otra el dale que
le das de los cazadores furtivos, que ya con trampa ó con ballesta no
dejan res á vida en veinte jornadas al contorno, habÃan no hace mucho
agotado la caza en estos montes, hasta el extremo de no encontrarse un
venado en ellos ni por un ojo de la cara.
5
Para conocer bien sus propias fuerzas solÃa vestirse
modestamente y recorrer el paÃs,[202] sin que nadie le conociese;
y un dÃa en que pidió alojamiento en una
pobre casa de campo, le dejó la campesina cuidando
unas frituras junto al hogar, y sin acordarse de[203] ellas 10
abrió él su libro de estudio y se puso a leer.
=vez,= _f._, time; =en -- de,= instead of; =á la --,= successively; at
the same time; =de -- en cuando,= now and then; =á mi --,= in my turn;
=una sola --,= once; =tal --,= perhaps; =sin tal --,= perhaps not; =las
más de veces,= most of the time; =-- y --,= once upon a time; =á veces,=
sometimes; =una y otra --,= repeatedly; =pocas veces,= seldom.
--SÃ; recuerdo haberte oÃdo decir que en una ciudad de Estados Unidos,
cierta compañÃa, deseando suplantar a otra ya establecida, instaló
gratuitamente sus aparatos--que eran más perfeccionados que los de la
empresa competidora--en los domicilios de los abonados de éstas,
concediéndoles un servicio gratis por tres meses, a tÃtulo de
prueba[28]....
30
Quedando el Brasil enteramente entre las zonas
templada y tropical, el clima en una región se modifica;
sin embargo, en las numerosas altas mesetas y cadenas
de montañas, asà como también por su extenso sistema
de rÃos, estas dilatadas y fértiles llanuras producen todas
las frutas de los trópicos y contienen ricos y casi impenetrables
bosques.
--Sin duda soñaba con las majaderÃas que nos refirió el zagal, exclamó
Garcés restregándose los ojos con mucha calma, y en la firme
persuasión de que cuanto habÃa creÃdo oir no era más que esa vaga
huella del ensueño que queda, al despertar, en la imaginación, como
queda en el oÃdo la última cadencia de una melodÃa después que ha
expirado temblando la última nota.
--No era mucho más alegre que ahora, cuando sucedió lo que voy á
repetirte: era una mÃsera cabaña donde habitaba la pobreza y la
honradez: la familia se componÃa de dos esposos y de dos niños, hijos de
los mismos; la mayor tenÃa doce años, y durante todo el dÃa iba á
conducir un rebaño de vacas: el niño, débil y enfermizo desde su
nacimiento, tenÃa tu misma edad, seis años....
26, note 1.]
En las ráfagas del aire y confundido con los leves rumores de la
noche, creyó percibir un extraño rumor de voces delgadas, dulces y
misteriosas que hablaban entre sÃ, reian ó cantaban cada cual por su
parte y una cosa diferente, formando una algarabia tan ruidosa y
confusa como la de los pájaros que despiertan al primer rayo del sol
entre las frondas de una alameda.
--Tocamos aquà un tema interesante,--dijo a esta altura del diálogo[6]
el brasileño, señor Souza.--Tengo para mà que[7] la doctrina de Monroe
ha de llegar alguna vez a complementarse con una organización comercial,
económica y hasta militar, que permita al continente abastecerse a sÃ
mismo, dándole al mismo tiempo los medios necesarios para ampliar y
defender sus rutas comerciales.
(Fernán Caballero.)
EL TEN-CON-TEN
POR DON ANTONIO DE TRUEBA{94-1}
I
En un pueblo de Castilla llamado Animalejos, erigieron los labradores
una ermita á San Isidro, á poco tiempo de ser canonizado el santo
labrador matritense, y aquel santuario fué adquiriendo gran fama en toda
la comarca, por los favores que otorgaba el Santo á los que los pedÃan
con verdadera fe.
--_Enrique GarcÃa Velloso_ (ARGENTINO)
=Varona, Enrique José= (1855-)
Atesoran ciertos hombres un caudal tan vasto de actividades, y suelen
ejercitarlas tan útil y sabiamente, que el ánimo, perplejo ante la obra
multiforme por ellos realizada, no acierta a comprender de qué manera,
en el estrecho marco que significa una vida humana,[62] pueda caber un
programa tan vasto y tan vario.
«¿Sabes que te he de decir una cosa?»--murmuró el chico.--«Anda,
dÃmela.»--«Hoy no.»--La doncella que acompañaba á Finita al colegio,
habÃa mostrado hasta aquel instante risueña tolerancia con la escena
filatélica; pero le pareció que se prolongaba mucho, y pronunció un
«vamos, señorita,» que significaba: «Hay que ir al colegio....»
CurrÃn se quedó admirando su sello y pensando en Finita.
--Pudiera ocurrir en alguna región donde el tráfico no puede sostener
por sà solo los gastos de la empresa; pero en ciudades como Buenos
Aires, en la que sólo una compañÃa transporta al año más de
cuatrocientos millones de pasajeros y donde ya se han invertido más de
cien millones de pesos en la instalación de esos servicios, no son
necesarios los incentivos artificiales para atraer los capitales.
55, note i.]
El primer movimiento de los dos jóvenes fué llevar las manos al puño
de sus espadas; pero deteniéndose como heridos de una idea súbita,
volvieron los ojos á mirarse, y se hubieron de encontrar con una cara
de asombro tan cómica, que ambos prorrumpieron en una ruidosa
carcajada, carcajada que, repitiéndose de eco en el silencio de la
noche, resonó en toda la plaza y llego hasta el palacio.
»Venid, que las que os aman os esperan impacientes.»
Garcés, que permanecÃa inmóvil, sintió al oir aquellos cantares
misteriosos que el áspid de los celos le mordÃa el corazón, y
obedeciendo á un impulso más poderoso que su voluntad, deseando romper
de una vez el encanto que fascinaba sus sentidos, separó con mano
trémula y convulsa el ramaje que le ocultaba, y de un solo salto se
puso en la margen del rÃo.
25, note 1.]
--Pues, hombre, no sé en qué consista el que tú no los topes, pues de
nosotros podemos asegurarte que no bajamos una vez á las hazas que no
nos encontremos rastro, y hace tres ó cuatro dÃas, sin ir más lejos,
una manada, que á juzgar por las huellas debÃa componerse de más de
veinte, le segaron antes de tiempo una pieza de trigo al santero de la
Virgen del Romeral.[1]
[Footnote 1: la Virgen del Romeral.
* * * * *
I
Nobles caballeros, sencillos pastores, hermosas niñas que escucháis mi
relato, si os maravilla lo que os cuento, no creáis que es una fábula
tejida á mi antojo para sorprender vuestra credulidad; de boca en boca
ha llegado hasta mà esta tradición, y la leyenda del sepulcro[1] que
aún subsiste en el monasterio de Montagut, es un testimonio
irrecusable de la veracidad de mis palabras.
--Se refiere, prosiguió el montero, á que, según él afirma, y lo jura
y perjura por todo lo más sagrado del mundo, los ciervos que discurren
por estos montes, se han dado de ojo para no dejarle en paz, siendo lo
más gracioso del caso, que en más de una ocasión les ha sorprendido
concertando entre sà las burlas que han de hacerle, y después que
estas burlas se han llevado á término, ha oÃdo las ruidosas carcajadas
con que las celebran.
17.--EN UN VELORIO
A eso de[1] la una de la madrugada, el velorio está en su punto.[2] Tres
o cuatro jóvenes, en la puerta de la calle, charlan, disputan, manotean,
y hasta lanzan alguna pedrada a un gato, que tiene la mala ocurrencia de
dejarse ver por aquellos contornos; y al cual, le aciertan casualmente,
causando esto sumo regocijo al grupo, que no sabe cómo celebrar el tino
del que tan flaco servicio[3] le acaba de hacer al micho.
29,
note 2.]
Púsose en planta el proyecto, y su resultado excedió á cuantas
esperanzas se habÃan concebido; pues aún no iluminaba el sol del otro
dÃa la alta torre de Bellver, cuando sus habitantes, reunidos en
grupos en la plaza Mayor,[1] se contaban unos á otros con aire de
misterio, cómo aquella noche fuertemente atado de pies y manos y á
lomos de una poderosa mula, habÃa entrado en la población el famoso
capitán de los bandidos del Segre.
18.--LA FIESTA DE GUADALUPE[1]
Positivamente, el que quiera ver y estudiar un cuadro auténtico de la
vida mejicana, el que quiera conocer una de las tradiciones más
constantes de nuestro pueblo, no tiene más que[2] tomar un coche del
ferrocarril urbano que sale de la Plaza de Armas cada diez minutos,
conduciendo a la Villa una catarata de gente que se desparrama de los
veinte wagones que constituyen cada tren, al llegar a la Villa de
Guadalupe.
--Cada uno de esos paÃses tiene su legislación propia, y ésta admite
diferencias aún dentro de una misma nación; pero puede decirse que en
general los niños ingresan a la escuela primaria a los seis años de
edad.[1] En los paÃses que han incorporado a sus instituciones de
enseñanza los jardines de infantes, o sea escuelas maternales o
_kindergartens_ como también se los llama, el niño empieza su educación
a una edad más temprana.[2]
--Hablaba Ud.
[108.17] =ó una=, 'or a whole one.'
[108.19] =tendrá usted aunque=, 'you shall have [what you want] even
if.'
[108.20] =rellena=, 'stuffed.' Note the intensive particles _re_ and
_rete_: _rebueno_, 'very good,' _retebueno_, 'very, very
good.'--=¡Bonito soy yo para que nadie pase!= 'I should be a fine fellow
to let any one suffer.'
[108.24] =en ver devorar á su amigo y huésped=: =amigo= and =huésped=
are subjects of =devorar=, as well as objects of ver.
--_Carlos de Velasco_ (CUBANO)
=Villaverde, Cirilo=
Antes, mucho antes que Pereda desplegase el estandarte del realismo en
novelas como «El Sabor de la Tierruca,» Cirilo Villaverde,[66]
procediendo por iluminaciones de su temperamento de artista, siguiendo a
secas[67] sus intuiciones, creaba en un rincón de América una novela en
que ponÃa a contribución[68] los mismos elementos que luego utilizó el
arcaico y cervantesco paisajista montañés «Cecilia Valdés».
5.--FRANCISCO BILBAO[A]
Un filósofo de veinte años, de cabeza olÃmpica y palabra elocuente,
escritor y tribuno poderoso, Francisco Bilbao, conmueve al pueblo
chileno en 1844, con su obra de crÃtica fundamental «La Sociabilidad
Chilena.»
Publica su hermosa obra en un periódico que es una predestinación: «El
Crepúsculo.»
Exclama con arrogante convencimiento y altiva independencia: «Sociedad,
¿qué has hecho de nuestro pasado, de la herencia gloriosa de la
revolución?
--Soy tu esposo, soy el que dió la salud á la hija de Jairo, que padecÃa
el mal que tú padeciste; soy el que dijo: «Cualquiera que dejase casa, ó
hermanos, ó hermanas, ó padre, ó madre, ó mujer, ó hijos, ó tierras por
mi nombre, recibirá ciento por uno, y poseerá la vida eterna.»
En la orilla del lago azul que hoy llaman de _San Vicente_, y está en
tierra de Briviesca, hay una pobre ermita, donde vivió solitaria la hija
del rey moro de Toledo, que hoy llaman _Santa Casilda_.
33.--EL PUCHERO Y EL ASADO EN EL PLATA
El _puchero_[1] ha quedado como resumen de todo lo que el ama de casa
tiene a mano; carne de buey, espigas de maÃz tierno, zapallo, papas,
zanahorias, tomates, arroz y pimientos se dan cita en la marmita y
aparecen en la mesa, en una mezcolanza abundante y burguesa, al que hay
que hacer los honores sin escrúpulo.[2] Sin que nos metamos a[3]
criticarlo, este plato español ha conquistado su carta de naturaleza y
se ha convertido en plato nacional.
22 El dÃa siguiente, la gente que estaba de la otra parte de la mar,
como vió que no habÃa allà otra navecilla sino una, y que Jesús no habÃa
entrado con sus discÃpulos en ella, sino que sus discÃpulos se habÃan ido
solos;
23 Y que otras navecillas habÃan arribado de Tiberias junto al lugar
donde habÃan comido el pan después de haber el Señor dado gracias;
24 Como vió pues la gente que Jesús no estaba allÃ, ni sus discÃpulos,
entraron ellos en las navecillas, y vinieron á Capernaum buscando á Jesús.
--_Justo Arteaga Alemparte_ (CHILENO)
=Calcaño, Julio= (1840)
Miembro don Julio Calcaño de una familia verdaderamente ilustre de
Venezuela, porque ha dado a su patria numerosos individuos que la han
enaltecido con sus talentos, con sus virtudes, con los servicios
valiosos que le prestaran, ha representado dignamente, en larga vida
enaltecida por grandes merecimientos, el lucido papel a que le llamaban
los precedentes de su casa, y a los timbres de sus predecesores añadió
los que supo conquistar el propio valer....
119-120]
Los astros menores de esta brillante constelación, formando un dorado
semicÃrculo en torno de ambos galanes, reÃan y esforzaban las
delicadas burlas; y la hermosa, objeto de aquel torneo de palabras,
aprobaba con una imperceptible sonrisa los conceptos escogidos ó
llenos de intención, que, ora salÃan de los labios de sus adoradores,
como una ligera onda de perfume que halagaba su vanidad, ora partÃan
como una saeta aguda que iba á buscar para clavarse en él, el punto
más vulnerable del contrario, su amor propio.
_Longfellow's translation_
It is to this realm, where the carnal sinners are punished, that
Dante relegates the lovers Paolo and Francesca da Rimini.]
Ya los descuidados centinelas habian fijado algunas veces sus ojos en
la villa que reposaba silenciosa, y se habian dormido sin temor á una
sorpresa, apoyados en el grueso tronco de sus lanzas, cuando he aquÃ
que algunos aldeanos, resueltos á morir y protegidos por la sombra,
comenzaron á escalar el cubierto peñón del Segre, á cuya cima tocaron
á punto de la media noche.
52, note 3.]
La fiesta religiosa habÃa traÃdo á ella una multitud inmensa de
fieles; pero ya ésta se habÃa dispersado en todas direcciones; ya se
habÃan apagado las luces de las capillas y del altar mayor, y las
colosales puertas del templo habÃan rechinado sobre sus goznes para
cerrarse detrás del último toledano, cuando de entre las sombras, y
pálido, tan pálido como la estatua de la tumba en que se apoyo un
instante mientras dominaba su emoción, se adelantó un hombre que vino
deslizándose con el mayor sigilo hasta la verja del crucero.
35, note 4.]
Si realizó esta idea con objeto de purgar sus culpas, que no eran
pocas, derramando su sangre en tan justa empresa, ó con el de
transplantarse á un punto donde sus malas mañas no se conociesen, se
ignora; pero la verdad del caso es que, con gran contentamiento de
grandes y chicos, de vasallos y de iguales, allegó cuanto dinero pudo,
redimió á sus pueblos del señorÃo, mediante una gruesa cantidad, y no
conservando de propiedad suya más que el peñón del Segre y las cuatro
torres del castillo, herencia de sus padres, desapareció de la noche á
la mañana.
52,
note 1.]
En esta situación de ánimo, la más insignificante novedad que viniese
á romper la monótona quietud de aquellos dÃas eternos é iguales, era
acogida con avidez entre los ociosos; asà es que la promoción al grado
inmediato de uno de sus camaradas, la noticia del movimiento
estratégico de una columna volante, la salida de un correo de
gabinete, ó la llegada de una fuerza cualquiera á la ciudad,
convertÃanse en tema fecundo de conversación y objeto de toda clase de
comentarios, hasta tanto que otro incidente venÃa á sustituirle,[1]
sirviendo de base á nuevas quejas, crÃticas y suposiciones.
38.--EL «TRISTE» Y LA «VIDALITA»
El «triste» que predomina en los pueblos del norte, es un canto frijio,
plañidero, natural al hombre en el estado primitivo de barbarie, según
Rousseau.[1]
La «vidalita,» canto popular con coros, acompañado de la guitarra y un
tamboril, a cuyos redobles se reune la muchedumbre y va engrosando el
cortejo y el estrépito de las voces, me parece heredado de los
indÃgenas, porque lo he oÃdo en una fiesta de indios en Copiapó en
celebración de la Candelaria[2]; y como canto religioso, debe ser
antiguo, y los indios chilenos no lo han de haber adoptado de los
españoles argentinos.
10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;
11 No hay quien entienda, No hay quien busque á Dios;
12 Todos se apartaron, á una fueron hechos inútiles; No hay quien haga
lo bueno, no hay ni aun uno:
13 Sepulcro abierto es su garganta; Con sus lenguas tratan
engañosamente; Veneno de áspides está debajo de sus labios;
14 Cuya boca está llena de maledicencia y de amargura;
15 Sus pies son ligeros á derramar sangre;
16 Quebrantamiento y desventura hay en sus caminos;
17 Y camino de paz no conocieron:
18 No hay temor de Dios delante de sus ojos.
=echar,= to throw, cast, launch; drink; make; =--se,= to rush out, lie
down; =--(se) a,= to begin, start, go out into; =-- á broma=: _see_
=broma=; =-- á volar,= to fly away; =-- á pique,= to cause to come to
grief, ruin, destroy, sink; =-- una escopeta á la cara,= to raise _or_
level a gun; =-- á perder,= to spoil, ruin; =-- de menos,= to miss;
=--se de menos,= to be missing; =--se en cara,= to reproach oneself for;
=-- fuego,= to be enraged; =-- mano á (de),= to lay hands on, take
possession of; =--se el primero,= to help oneself first; =-- un trago,=
to take a drink; =-- de ver,= to perceive, notice; =echado en el suelo,=
sitting on the floor.
241.]
Al notar la precipitación con que todos hicieron el ademán de
inclinarse, una imperceptible sonrisa de vanidad satisfecha asomó á
los labios de la orgullosa doña Inés, que después de hacer un saludo
general á los galanes que tanto empeño mostraban en servirla, sin
mirar apenas y con la mirada alta y desdeñosa, tendió la mano para
recoger el guante en la dirección que se encontraban Lope y Alonso,
los primeros que parecÃan haber llegado al sitio en que cayera.[1] En
efecto, ambos jóvenes habÃan visto caer el guante cerca de sus pies;
ambos se habÃan inclinado con igual presteza á recogerle,[2] y al
incorporarse cada cual le[2] tenÃa asido por un extremo.
13,
note 1.]
Ya enzarzado en lo más espeso y fragoso del monte, llevando del
diestro la caballerÃa por entre sendas casi impracticables, ora por
las cumbres para descubrir la salida del laberinto, ora por las
honduras con la idea de cortar terreno, anduve vagando al azar un buen
espacio de tarde hasta que por último, en el fondo de una cortadura
tropecé con un pastor, el cual abrevaba su ganado en el riachuelo que,
después de deslizarse sobre un cauce de piedras de mil colores, salta
y se retuerce allà con un ruido particular que se oye á gran
distancia, en medio del profundo silencio de la naturaleza que en
aquel punto y á aquella hora parece muda ó dormida.
28 Y como á ellos no les pareció tener á Dios en [su] noticia, Dios los
entregó á una mente depravada, para hacer lo que no conviene,
29 Estando atestados de toda iniquidad, de fornicación, de malicia, de
avaricia, de maldad; llenos de envidia, de homicidios, de contiendas, de
engaños, de malignidades;
30 Murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos,
soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes á los padres,
31 Necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia:
32 Que habiendo entendido el juicio de Dios que los que hacen tales
cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, mas aun consienten á los que
las hacen.
_Idem, canto XIV._]
IX
Más allá hirieron sus oÃdos con un estrépito discordante mil y mil
acentos ásperos y roncos, blasfemias, gritos de venganzas, cantares de
orgias, palabras lúbricas, maldiciones de la desesperación, amenazas
de impotencia y juramentos sacrÃleges de la impiedad.[1]
[Footnote 1: This conception of two distinct places in the other
world to which all good words and all evil words go and echo
eternally seems to be original with Becquer.]
Teobaldo atravesó el segundo cÃrculo con la rapidez que el meteoro
cruza el cielo en una tarde de verano, por no oir su voz que vibraba
allà sonante y atronadora, sobreponiéndose á las otras voces en media
de aquel concierto infernal.
29, note 2.]
Este venerable ermitaño, á cuya prudencia y proverbial sabidurÃa
encomendaron los vecinos de Bellver la resolución de este difÃcil
problema, después de implorar la misericordia divina por medio de su
santo Patrono, que, como ustedes no ignoran, conoce al diablo muy de
cerca, y en más de una ocasión le ha atado bien corto,[1] les aconsejó
que se emboscasen durante la noche al pie del pedregoso camino que
sube serpenteando por la roca, en cuya cima se encontraba el castillo,
encargándoles al mismo tiempo que ya allÃ, no hiciesen uso de otras
armas para aprehenderlo que de una maravillosa oración que les hizo
aprender de memoria, y con la cual aseguraban las cronicas que San
Bartolome habia hecho al diablo su prisionero.'
[Footnote 1: le ha atado bien corto...
=El verbo.= Regular, irregular; activo, pasivo; auxiliar; reflexivo,
recÃproco; impersonal; que sufren cambios de radical o de ortografÃa;
conjugar un verbo; conjugación de un verbo; primera, segunda o tercera
conjugación; una sinopsis; los modos indicativo, subjuntivo, infinitivo,
imperativo; gerundio (_present participle_), participio pasivo (_past
participle_); tiempos simples y compuestos (_simple and compound
tenses_); tiempos simples del verbo:--presente (de indicativo y de
subjuntivo), imperfecto (de indicativo y de subjuntivo), pretérito (de
indicativo), futuro (de indicativo y de subjuntivo), condicional (de
indicativo); tiempos compuestos del verbo:--perfecto (de indicativo y de
subjuntivo), pluscuamperfecto (de indicativo y de subjuntivo), pretérito
perfecto (de indicativo), futuro perfecto (de indicativo y de
subjuntivo), condicional perfecto (de indicativo).
=hacer=, 9, to make, do, cause, bring about;
=---- calor=, to be warm (of weather);
=---- caso de=, to give heed to;
=---- correr la voz=, to spread the report;
=---- daño a=, to harm;
=---- de=, to act as;
=---- dormir=, to put to sleep;
=---- el papel de=, to play the part of;
=---- escala en=, to stop at (of boats);
=---- esfuerzos por=, to make efforts to;
=---- estragos=, to work havoc;
=---- falta=, to be lacking;
=---- frente a=, to face;
=---- la gracia de=, to do the favor, honor of;
=---- la prueba=, to make the test;
=---- pedazos=, to break _or_ tear to pieces;
=---- una pregunta a=, to ask a question of;
=---- uso de=, to make use of;
=hace cuatro siglos= four centuries ago;
=hace poco=, a short time ago;
=----se al mar=, to set out to sea;
=----se a uno muy cuesta arriba=, to be uphill work, difficult;
=----se comprender, entender=, to make oneself understood;
=----se el sordo a=, to turn a deaf ear to.
=dar=, 5, to give;
=---- a=, to open upon;
=---- a entender=, to make known, indicate;
=---- apoyo=, to assist;
=---- comienzo a=, to begin;
=---- una carcajada=, to burst out laughing;
=---- con=, to come upon;
=---- crédito a=, to believe;
=---- cuenta=, to render account;
=---- chasco a=, to play a joke on;
=---- de comer a=, to feed;
=---- disgusto(s) a=, to displease;
=---- (las) gracias=, to thank;
=---- gusto=, to please;
=---- Ãmpetu a=, to encourage, aid;
=---- incremento a=, to increase;
=---- lástima a=, to inspire pity in;
=---- miedo=, to make afraid;
=---- motivo para=, to give reason for;
=---- muestra de=, to show indication of;
=---- parabienes a=, to congratulate;
=---- pena=, to grieve;
=---- por resultado=, to result in;
=---- un rodeo=, to walk around;
=---- señales de=, to give signs of;
=---- tumbos=, to stagger;
=----se cuenta de=, to become aware of, to notice;
=----se por=, to consider oneself as;
=----se trazas de=, to scheme.
19.--EL ZUM-ZUM
El zum-zum es una especie de colibrÃ, el pájaro más chico y precioso de
todos los de la isla de Santo Domingo, que a no ser por[1] su cola y
piquito, apenas tendrÃa dos pulgadas de longitud: no es posible
describir ni retratar con exactitud los contornos de su exiguo y aguzado
cuerpo, la belleza y brillo metálico de sus colores cambiantes en sus
finÃsimas plumas, sus alitas infatigables, sus rápidos y continuos
movimientos, su graciosa volubilidad; nuestros mismos ojos no tienen
bastante perspicacia para admirarle, porque jamás se fija; siempre en el
aire, expresando un silbido tenue como cuando se desprende la punta de
la lengua de los labios cerrados, entreabierta la boca[2]: ya atraviesa
con la rapidez del rayo, ya se cierne sin percibirse casi su veloz
aleteo (cuyo zumbido originó su nombre), libando la miel de los
_aguinaldos_, de los _dÃctamos_ o de las rosas, sin dignarse posar en
parte alguna: tan silvestre, libre y fugaz, que no puede existir dos
dÃas en jaula sin morir....
8.--DESCRIPCIÓN DE VENEZUELA
Sus aguas son muchas, claras y saludables, pues no hay amagamiento de
serranÃa ni ceja de montaña que no brote[1] cristalinos arroyos, que
cruzando la tierra con la frescura de sus raudales, la fecundan de
calidad,[2] que no hay cosa que en ella se siembre que con admiración no
produzca, ayudando a su fertilidad la variación de su temperamento, pues
a cortas distancias, según la altura o bajÃo que hace la tierra, se
experimenta frÃo, cálido o templado, y de esta variedad de temples se
origina su mayor excelencia, pues lo que en un sitio no produce, en otro
se multiplica, y lo que en una parte se esteriliza, en otra se fecunda,
y asà abunda de[3] trigo, maÃz, arroz, algodón, tabaco, azúcar, de que
se fabrican regaladas y exquisitas conservas; cacao, en cuyo trato
tienen sus vecinos asegurada su mayor riqueza; frutas, asà indianas como
europeas; legumbres de todos géneros, y finalmente de todo cuanto puede
apetecer la necesidad para el sustento, o desear el apetito para el
regalo.
}
=Gracias.= =Muchas gracias.= =Mil gracias.= _Thank you._
=De nada.= =No hay de que.= _Don't mention it._
=Dispénseme usted.= =Con permiso suyo.= _Excuse me._
=La lección de lectura=
=Póngase usted de pie.= _Rise._
=¿Cuál es la lección para hoy?= _What is the lesson for to-day?_
=Abra usted el libro.= _Open your book._
=Lea usted.= _You may read._
=¿Lo entiende usted?= _Do you understand it?_
=Traduzca usted al inglés.= _Translate into English._
=DÃgame usted en español lo que acaba de leer.= _Tell me in Spanish what
you have just read._
=Siga usted leyendo.= _Continue reading._
=Repita usted cuando le corrijo.= _Repeat when I correct you._
=Usted pronuncia muy bien.= _You pronounce very well._
=No lea usted tan de prisa.= _Do not read so fast._
=En el pizarrón=
=Vaya usted al pizarrón.= _Go to the blackboard._
=Tome usted el borrador.= _Take the eraser._
=Borre usted la escritura.= _Erase the writing._
=Tome usted la tiza.= _Pick up the chalk._
=Escriba usted la oración.= _Write the sentence._
=¿Quién puede corregir las faltas?= _Who can correct the mistakes?_
=¿Es correcta la oración?= _Is the sentence correct?_
=La escritura es muy mala.= _The handwriting is very bad._
=¿Quién quiere hacer una pregunta?= _Who wishes to ask a question?_
=Está bien.= =Siéntese usted.= _All right._ _Be seated._
=Dictado y Puntuación=
=Presten ustedes atención.= _Pay attention._
=Primero voy a leer el párrafo entero.= _I am going to read first the
whole paragraph._
=Después de haber oÃdo cada frase, escrÃbanla ustedes.= _After each
phrase is read, write it down._
=Lean y corrijan ustedes cuidadosamente todo el párrafo.= _Read and
correct with care the whole paragraph._
=Punto final, coma, punto y coma, dos puntos.= _Period, comma,
semicolon, colon._
=Signos de admiración(¡!), signos de interrogación (¿?).= _Exclamation
point, question mark._
=Principio de admiración (¡),= _first exclamation point_, =de
interrogación= (=¿=), _first question mark;_ =fin de admiración= (=!=),
_last exclamation point,_ =de interrogación (?),= _last question mark._
=Guión= (de división).
_PoesÃa_ 77
Colón 78
El combate de Diego Pérez 83
El Mayflower 86
Emilio Castelar 90
El cura y el sacristán 92
El español de varias partes 95
El canal de Panamá 100
Puerto Rico 104
La República Argentina 109
El espantajo 116
El Brasil 121
El café 127
Chile 130
El arrepentimiento de un penitente 135
Una visita a Costa Rica 140
Cuenca, la ciudad meridional del Ecuador 144
El juez ladrón y el ladrón juez 147
Méjico 153
El Perú 158
El alacrán de Fray Gómez 163
Venezuela 166
Refranes 170
Apéndice de verbos 172
Vocabulario 207
LISTA DE LOS GRABADOS
La Giralda de Sevilla _Frontispicio_
Página
Un Vendedor de Botijos 8
El Palacio Real de la Granja 12
Una Calle de una Aldea Española 16
Un Olivar de España 22
Una Ventana de la Alhambra 26
El Patio de los Arrayanes de la Alhambra 36
La Plaza Mayor, Burgos 46
Un Rincón de Sevilla 52
La Salida de las Cuadrillas 54
Pasto para las Bestias 58
Una Calle Sevillana 66
Cristóbal Colón 76
La Santa MarÃa 79
Una Brújula 82
El "Mayflower" en el Puerto de Plymouth 86
El Estadista Castelar 90
Un Rebaño de Ovejas en un Rancho Chileno 92
Las Esclusas de Pedro Miguel Miradas desde el Norte, Agosto de 1910 100
Las Esclusas de Gatún 100
El Corte de Culebra del Canal de Panamá 102
Vendedores de Sombreros, Puerto Rico 105
Las Palmas de Puerto Rico 106
Regatas de Buques en el Puerto de San Juan 106
El Acarreo do la Lana, Argentina 110
La Plaza de Congreso, Buenos Aires 112
Ganado de una Estancia Argentina 114
Mulas de Carga, los Andes 118
Panorama de la BahÃa y Ciudad de RÃo de Janeiro 120
Secando el Café en el Brasil 126
Un Cafetal Brasileño 128
Vaqueros Chilenos 130
Un Yacimiento de Nitrato 132
Minando el Salitre 134
Llamas de los Andes 136
El Puerto de ValparaÃso 138
Recogiendo las Bananas de Costa Rica 140
El Seminario de Cuenca 145
La Catedral de la Ciudad de Méjico 156
En la Región Minera del Perú 158
Una Tumba de los Incas 159
El Monte Misti y el Observatorio de Harvard 160
Un Aguador Inca 162
Un Cañón de los Andes en la LÃnea Ferroviaria de Oroya 164
Estatua de BolÃvar, Plaza de Caracas, Caracas, Venezuela 166
En el Mercado de Caracas 168
MAPAS
España 2
América del Sur 74
América Central 152
SECCIÓN DE CUENTOS EUROPEOS
LECTURAS FÃCILES
[Transcriber's note: The spelling and accentuation of the original work
have been retained.