En la tarde, el cielo se tiñe en occidente de rosicler y nácar, se
inunda con un fulgor purpúreo, o se extiende en él un velo de topacio.
El pastor, convencido por las muestras de interés con que
me disponÃa á escuchar su relate, de que yo no era uno de esos señores
_de la ciudad_, dispuesto á tratar de majaderÃas su historia, levantó
la mano en dirección á uno de los picachos de la cumbre, y comenzó
asÃ, señalándome una de las rocas que se destacaba obscura é imponente
sobre el fondo gris del cielo, que el sol, al ponerse tras las nubes,
teñÃa de algunos cambiantes rojizos.
El pastor, convencido por las muestras de interés con que
me disponÃa á escuchar su relate, de que yo no era uno de esos señores
_de la ciudad_, dispuesto á tratar de majaderÃas su historia, levantó
la mano en dirección á uno de los picachos de la cumbre, y comenzó
asÃ, señalándome una de las rocas que se destacaba obscura é imponente
sobre el fondo gris del cielo, que el sol, al ponerse tras las nubes,
teñÃa de algunos cambiantes rojizos.
Al decir esto el empleado, vivo carmÃn tiñó hasta las orejas del galán,
cuya mano no habÃa soltado la damisela, y ésta, dando impaciente patada
en el suelo, gritó:
--¡Bien...
--¿Por qué no la conjuras, tiña?
=retiña,= _an intensive form of_ =tiña=.
=tiña,= scaldhead; wretchedness; (_excl._), the deuce!
--Pues ahórcate entonces, y déjame en paz y en gracia de Dios tejer
estas mallas, que por no perder la paciencia no me he querido casar yo,
¡tiña, retiña!
--¿Por qué no la conjuras, tiña?
=retiña,= _an intensive form of_ =tiña=.
=tiña,= scaldhead; wretchedness; (_excl._), the deuce!
--Pues ahórcate entonces, y déjame en paz y en gracia de Dios tejer
estas mallas, que por no perder la paciencia no me he querido casar yo,
¡tiña, retiña!
En la tarde, el cielo se tiñe en occidente de rosicler y nácar, se
inunda con un fulgor purpúreo, o se extiende en él un velo de topacio.
--¿Por qué no la conjuras, tiña?
=retiña,= _an intensive form of_ =tiña=.
=tiña,= scaldhead; wretchedness; (_excl._), the deuce!
--Pues ahórcate entonces, y déjame en paz y en gracia de Dios tejer
estas mallas, que por no perder la paciencia no me he querido casar yo,
¡tiña, retiña!