Leland._]
LXIX[1]
Al brillar un relámpago[2] nacemos,
Y aún dura su fulgor, cuando morimos:
¡Tan corto es el vivir![3]
La gloria y el amor tras que corremos,
Sombras de un sueno son que perseguimos:
¡Despertar es morir!
Viene este campesino, me ordena un vaso de vino, revuelve
el sombrero, y al momento suena en mi bolsillo el dinero.
Al salir de la Misa, no pude por menos de decirle á la demandadera con
aire de burla:
--¿En que consiste que el órgano de maese Pérez suena ahora tan mal?
DÃcese que cuando el rÃo suena, agua lleva;{94-2} pero aquella devoción
de los animalejeños á San Isidro bastaba para desmentir, si no bastara
su propia y sacrÃlega enormidad, la acusación de haber arcabuceado á San
Isidro los animalejeños.
Mientras las luces astrales
que titilan en los cielos
se miran en los cristales
de los hielos,
y sube la nota única
como un ágil rima rúnica
que allá en la noche serena
va dilatando sus ecos por el último confÃn,
y la campanilla suena
dilÃn, dilÃn...
En este punto se detuvo el pastor un memento, tendió á su alrededor
una mirada, y prosiguió asÃ:
--¿Siente usted este profundo silencio que reina en todo el monte, que
no suena un guijarro, que no se mueve una hoja, que el aire está
inmóvil y pesa sobre los hombros y parece que aplasta?
¿Qué suena?
=suena=, _pres.
¿Se ha de correr cuando suena la campana de aviso?
¿Nos suena grata la voz que dice, «Arriba, no duermas
tanto»?
¡Melodiosa y cristalina
suena, suena,
suena, suena, suena, suena
la nota ágil y argentina
con metálico y alegre y lÃmpido retintÃn!
Aquellas gotas que al desprenderse brillan como puntos de oro y suenan
como las notas de un instrumento, se reunen entre los céspedes, y
susurrando, susurrando con un ruido semejante al de las abejas que
zumban en torno de las flores, se alejan por entre las arenas, y
forman un cauce, y luchan con los obstáculos que se oponen á su
camino, y se repliegan sobre sà mismas, y saltan, y huyen, y corren,
unas veces con risa, otras con suspires, hasta caer en un lago.
Cantos celestes como los que acarician 'los oÃdos en los momentos de
éxtasis; cantos que percibe el espÃritu y no los puede repetir el
labio; notas sueltas de una melodÃa lejana, que suenan á intervalos,
traÃdas en las ráfagas del viento, rumor de hojas que se besan en los
arboles con un murmullo semejante al de la lluvia, trinos de alondras
que se levantan gorjeando de entre las flores como una saeta despedida
á las nubes; estruendo sin nombre, imponente como los rugidos de una
tempestad; coro de serafines sin ritmos ni cadencia, ignota música del
cielo que sólo la imaginación comprende; hÃmnos alados, que parecÃan
remontarse al trono del Señor como una tromba de luz y de sonidos...
Pues si necesita de algo, tire de él: sonará la campanilla, y
vendrá al instante un criado que he puesto á sus órdenes, y nada tiene
que hacer más que servirle.
Por grata que (sonaba) en
los oÃdos del ciego.
y el órgano sonaba; pero sonaba
de una manera indescriptible.
En el reloj de la catedral sonaba
en aquel momento una hora...
El ladrante slang yanqui sonaba por todas partes,
bajo el pabellón de bandas y estrellas.
Nada: ni por
las rendijas entraba un solo rayo de luz, ni siquiera sonaba el vuelo de
una mosca.
arriba,
hombre, no duermas tanto,» sonaba en los oÃdos del ciego más grata y
armoniosa que las teclas del piano y las cuerdas del violÃn....
El silencio era profundo, e interrumpÃanle sólo el ruido de nuestra
cabalgata, el ladrido de algún perro alarmado por él, y el canto triste
y monótono del gallo, que a largos intervalos sonaba en una lejana choza
y era contestado en otra, como el _¡alerta!_ del centinela de la
soledad.
Abrà los ojos según
dejo dicho: me incorporé con sumo cuidado, y poniendo atención á
aquel confuso murmullo que cada vez sonaba más próximo, oà en las
ráfagas del aire, como gritos y cantares extraños, carcajadas y tres ó
cuatro voces distintas que hablaban entre sà con un ruido y una
algarabÃa semejante al de las muchachas del lugar, cuando riendo y
bromeando por el camino, vuelven en bandadas de la fuente con sus
cántaros á la cabeza.
Por grata que (sonaba) en
los oÃdos del ciego.
y el órgano sonaba; pero sonaba
de una manera indescriptible.
En el reloj de la catedral sonaba
en aquel momento una hora...
El ladrante slang yanqui sonaba por todas partes,
bajo el pabellón de bandas y estrellas.
Nada: ni por
las rendijas entraba un solo rayo de luz, ni siquiera sonaba el vuelo de
una mosca.
arriba,
hombre, no duermas tanto,» sonaba en los oÃdos del ciego más grata y
armoniosa que las teclas del piano y las cuerdas del violÃn....
El silencio era profundo, e interrumpÃanle sólo el ruido de nuestra
cabalgata, el ladrido de algún perro alarmado por él, y el canto triste
y monótono del gallo, que a largos intervalos sonaba en una lejana choza
y era contestado en otra, como el _¡alerta!_ del centinela de la
soledad.
Abrà los ojos según
dejo dicho: me incorporé con sumo cuidado, y poniendo atención á
aquel confuso murmullo que cada vez sonaba más próximo, oà en las
ráfagas del aire, como gritos y cantares extraños, carcajadas y tres ó
cuatro voces distintas que hablaban entre sà con un ruido y una
algarabÃa semejante al de las muchachas del lugar, cuando riendo y
bromeando por el camino, vuelven en bandadas de la fuente con sus
cántaros á la cabeza.
En aquel punto sonaban las doce en el reloj de la catedral.
II
Allá, en lo más hondo de la casa, sonaban gemidos de hombres y mujeres.
Dejaron ellos su trabajo y corrieron con gran prisa
hacia el sitio donde sonaban los gritos.
Y fuera de sÃ, como loco, sin darse cuenta
apenas de lo que le pasaba, corrió en la dirección en que habÃa
disparado la saeta, que era la misma en que sonaban los gemidos.
Las voces de los que parecÃan perseguirla
sonaban cada vez más cerca, y de cuando en cuando la veÃa hacer una
contorsión, encogerse ó dar un brinco para evitar los cantazos que le
arrojaban.
V
Por los reinos de Castilla y de León sonaban pregones anunciando que el
rey moro de Toledo ofrecÃa al que devolviera la salud á su hija, su
reino y sus tesoros, y hasta la hija cuya salvación anhelaba.
viéndose sin huida, se
arrojó al suelo, se arrastró por la tierra besando los pies de los
unos, abrazándose á las rodillas de los otros, implorando en su ayuda
á la Virgen y á los Santos, cuyos nombres sonaban en su condenada boca
como una blasfemia.
acaso ilusión de la fantasÃa, que oye y ve y palpa en su
exaltación lo que no existe, pero la verdad era que ya cerca, ya lejos,
ora á sus espaldas, ora á su lado mismo, sonaban como sollozos que se
comprimen, como roce de telas que se arrastran, como rumor de pasos que
van y vienen sin cesar.
acaso ilusión de la fantasÃa, que oye y ve y palpa en su
exaltación lo que no existe, pero la verdad era que ya cerca, ya
lejos, ora á sus espaldas, ora á su lado mismo, sonaban como sollozos
que se comprimen, como roce de telas que se arrastran, como rumor de
pasos que van y vienen sin cesar.
Al cabo
tiró del cordón, y sonó la campanilla.
De pronto sonó algo estrepitoso y terrible: algo á modo de rugido.
En la flauta el aire
Se hubo de colar,
Y sonó la flauta
Por casualidad.
Sólo sé que nos volvimos
Los dos á un tiempo,
Y nuestros ojos se hallaron,
Y sonó un beso.
Entonces llevó a la boca su flauta; en seguida sonó
la más extraña y dulce música que jamás habÃan
oÃdo aquellas gentes.
Las campanillas repicaron, semejando
su repique una lluvia de notas de cristal; se elevaron las diáfanas
ondas del incienso, y sonó el organo.
Un silbido sonó y Alegria volvió la cabeza para ver si estaban
todos.{195-1} Cinco hombres caminaban subiendo a saltos, y buscándose
los cuchillos en la cintura.
of_ =sombrar=
=sombrar= to shade
=sombrero= _m._ hat
=sombrilla= _f._ parasol, sunshade
=sonar= to sound, play
=sonido= _m._ sound
=sonó= _3 sing.
Tan pronto como[142] sonó la primera
nota, empezaron a[143] salir de sus cuevas los dañinos 10
animales, llenando en un momento las calles y las
plazas de la población.
Comenzó la Misa, y prosiguió sin que ocurriese nada de notable hasta
que llegó la consagración.[1] En aquel momento sonó el órgano, y al
mismo tiempo que el órgano un grito de la hija de maese Pérez....
condenado engendro de Satanás, dijo éste con voz espantosa,
recogiendo la ballesta con una rapidez indecible: pronto has cantado
la victoria, pronto te has creÃdo fuera de mi alcance; y esto
diciendo, dejó volar la saeta, que partió silbando y fue á perderse en
la obscuridad del soto, en el fondo del cual sonó al mismo tiempo un
grito, al que siguieron después unos gemidos sofocados.
101, note 2.]
El órgano proseguÃa sonando; pero sus voces se apagaban gradualmente,
como una voz que se pierde de eco en eco, y se aleja, y se debilita al
alejarse, cuando de pronto sonó un grito en la tribuna, un grito
desgarrador, agudo, un grito de mujer.
Y mi Señor me ama bien; pero la primera vez
que pronunció su voto sentà estremecerse mi
pecho, porque sus palabras sonaron como un
toque de agonÃa y su voz se parecÃa a la de aquel
que cayó durante la batalla en el fondo del valle,
y que es dichoso ahora.
Ahora
debemos terminar, la campanilla ha sonado.
Sobre el corazòn la mano
Me he puesto, porque no suene
Su latido, y de la noche
Turbe la calma solemne.
Sobre el corazòn la mano
Me he puesto, porque no suene
Su latido, y de la noche
Turbe la calma solemne.
Viene este campesino, me ordena un vaso de vino, revuelve
el sombrero, y al momento suena en mi bolsillo el dinero.
Al salir de la Misa, no pude por menos de decirle á la demandadera con
aire de burla:
--¿En que consiste que el órgano de maese Pérez suena ahora tan mal?
DÃcese que cuando el rÃo suena, agua lleva;{94-2} pero aquella devoción
de los animalejeños á San Isidro bastaba para desmentir, si no bastara
su propia y sacrÃlega enormidad, la acusación de haber arcabuceado á San
Isidro los animalejeños.
Mientras las luces astrales
que titilan en los cielos
se miran en los cristales
de los hielos,
y sube la nota única
como un ágil rima rúnica
que allá en la noche serena
va dilatando sus ecos por el último confÃn,
y la campanilla suena
dilÃn, dilÃn...
En este punto se detuvo el pastor un memento, tendió á su alrededor
una mirada, y prosiguió asÃ:
--¿Siente usted este profundo silencio que reina en todo el monte, que
no suena un guijarro, que no se mueve una hoja, que el aire está
inmóvil y pesa sobre los hombros y parece que aplasta?
¿Qué suena?
=suena=, _pres.
¿Se ha de correr cuando suena la campana de aviso?
¿Nos suena grata la voz que dice, «Arriba, no duermas
tanto»?
¡Melodiosa y cristalina
suena, suena,
suena, suena, suena, suena
la nota ágil y argentina
con metálico y alegre y lÃmpido retintÃn!
Sobre el corazòn la mano
Me he puesto, porque no suene
Su latido, y de la noche
Turbe la calma solemne.
Sobre el corazòn la mano
Me he puesto, porque no suene
Su latido, y de la noche
Turbe la calma solemne.