El suelo es de madera.
suelo, _m._, ground, floor.
Todo lo demás es suelo virgen.
El suelo de Cuba es fecundÃsimo.
El suelo está debajo de nosotros.
El otro factor es el nivel del suelo.
Cayó pesadamente al suelo sin decir ¡ay!
Vio la niña los tres platos en el suelo.
Después, muchas figuras quedaron
tendidas en el suelo.
De quien pone los ojos en el suelo, no le fÃes tu dinero.
Tendido en el
suelo, boca arriba, yacÃa un hombre muerto.
Se acabarÃa el
comercio, y la sociedad vendrÃa por el suelo.
Además, la elevación del suelo determina numerosos niveles de cultivo.
Me dió tal rabia que la tiré contra el suelo
y la{22-1} partà un brazo.
Neira lanza un grito de angustia y cae al
suelo abrazado con su enemigo.
Echado en el suelo, como un haragán enemigo del
trabajo, yace el _dormilón_.
Todo el suelo no edificado está
cubierto de jardines y cuadros de verdura.
Neira sintió un desvanecimiento y cayó al suelo como
un tronco que se desploma.
según eso, que el suelo de la América Central es apropiado
al cultivo de la caña?
Y el padre se arrastraba por el suelo, y levantaba hacia los ladrones
una cara...
sin ganas de enterarme siquiera, suelo estar al corriente de algunas
novedades....
Buscó en el extranjero las ciencias de que carecÃamos y las
aclimató en nuestro suelo.
Los platos 20
de sopa estaban en el suelo, porque los osos no emplean mesas.
Pero
Neira ha vuelto a caer al suelo desfallecido y solo tiene fuerzas para
quejarse.
La bodega de depósito está a un nivel un poco
más bajo que el suelo; es semisubterránea.
Puso un biftec sobre la mesa delante del dueño, y el otro en el
suelo delante del perro.
La altura de los árboles crece en razón inversa de[1] la
elevación del suelo en que nacen.
Primero las hojas
se ponen castañas, amarillas, rojas o purpúreas y después caen al suelo.
El suelo está cubierto
completamente por una alfombra, o parcialmente por uno o varios tapetes.
Mas, si osare un estraño enemigo
Profanar con su planta tu suelo piensa
¡O patria querida!
En ciertas
partes de Honduras donde el suelo retiene la humedad, la caña prospera
admirablemente.
En su rico suelo se cultivan los cereales con
los cuales se alimentan millones de personas en Europa.
Bien claro lo recuerdo: era el crudo mes del hielo,
y su espectro cada brasa moribunda enviaba al suelo.
Abundan en sus hermosos bosques maderas
ricas y en su suelo se encuentran el hierro, el platino y el asfalto.
of_ =suceder=
=suceso= _m._ event
=sudor= _m._ perspiration
=suegra= _f._ mother-in-law
=suelo= _1 sing.
En la república del Uruguay los árboles
desaparecen, a la par que el suelo adquiere cierta semejanza con el de
las pampas.
Bajó los ojos, y sus
cabellos se erizaron de horror: el suelo de la capilla lo formaban
anchas y obscuras losas sepulcrales.
y vengan, por
último, esos otros cuyas figuras, esculpidas en el bronce o en el
mármol, cubren pedazos del caro suelo nativo!
Cojeando y con la vista en el suelo y cara de vinagre llegó al
monasterio, atravesó el espacioso patio y subió la ancha escalera.
que esos métodos convirtieron el suelo en una estepa, pues los
plantadores no se cuidaban de reponer los árboles que habÃan abatido.
Si mañana tu suelo sagrado
Lo profana invasión extranjera
Pues tinta en sangre tu hermosa bandera
De mortaja al audaz servirá.
Tentado estuvo por
fingir un tropezón y estrellar aquella máquina contra el suelo; pero no
lo hizo, confiado en su fecunda inventiva.
La riqueza del suelo es maravillosa, y en él se producen 25
todas las frutas propias de los paÃses cálidos y
templados.
Y Almenón, dudando de la sinceridad de su hija, tiró de la falda del
vestido de la niña, y una lluvia de rosas se derramó por el suelo.
En HaitÃ, por ejemplo, el suelo es muy apropiado para el
cultivo del tabaco, porque en ciertas regiones es arenoso, pedregoso y
poco húmedo.
Terminada la misa me levanté, y dirigiéndome
al lugar donde habÃa estado el peral, recogà una de las flores que en el
suelo hallé,--flor ya marchita.
Pero los
bandidos están sintiendo ya el vigor de Neira, porque otro de ellos cae
al suelo en fuerza de la sangre perdida, y el capataz no da muestras de
cansancio.
Busqué entonces una gran tranca, aseguré
con ella la puerta, y caà al suelo sin sentido.[93]
Cuando llegó mi padre me abrazó y me dijo:
--¡Eres un valiente!
à todo esto la
muñeca seguÃa en el suelo inmóvil también, pero sin mostrar en modo
alguno sorpresa, pesar, terror, ni siquiera vergüenza de su situación
poco decorosa.
Los experimentos[8] han demostrado que en el
mismÃsimo[9] suelo, donde tan deficiente es por ahora la cosecha, pueden
obtenerse resultados excepcionalmente satisfactorios.
Cuando pasado ya el primer momento de terror quisieron tocarle, la
armadura se estremeció ligeramente, y descomponiéndose en piezas, cayó
al suelo con un ruido sordo y extraño.
Al decir esto el empleado, vivo carmÃn tiñó hasta las orejas del galán,
cuya mano no habÃa soltado la damisela, y ésta, dando impaciente patada
en el suelo, gritó:
--¡Bien...
Me fijo mejor, y noto que ha sido cortado, según parece, recientemente,
pues en el suelo y en el sitio donde antes estaba aparecen algunas ramas
y flores esparcidas aquà y allá.
Nada diré de las flores y la yerba que esmaltan el suelo, de la frutilla
silvestre, ni de la infinidad de plantas medicinales que los campesinos
recogen para curar sus dolencias.
La luz, que en un vaso,
ArdÃa en el suelo,
Al muro arrojaba
La sombra del lecho;
Y entre aquella sombra
VeÃase á intervales,
Dibujarse rÃgida
La forma del cuerpo.
Tú ves, por este solo dato, cuán generosas son las
recompensas que recibe la iniciativa comercial, y cuán inesperadas
oportunidades tiene el intercambio continental de los productos del
suelo.
Y soltando en el suelo un lÃo que llevaba en la mano, agachóse,
arrodillándose hasta sentarse sobre los pies, y se puso á desatar
tranquilamente las anudadas puntas del pañuelo que lo envolvÃa.
Lo doblaba hasta convertirlo en un arco, me azotaba los
pantalones, lo blandÃa á guisa de florete, tocaba con él en la espalda
de los tertulios para preguntarles cualquier cosa, lo dejaba caer al
suelo.
En aquel instante el corcel se detuvo, flaquearon sus piernas, un
ligero temblor agitó sus contraÃdos músculos, cayó al suelo
desplomado, arrojando por la hinchada nariz cubierta de espuma un caño
de sangre.
Llegado que hubo éste á la costa, salieron los raqueros de su escondrijo
y le derribaron al suelo; le ataron de pies y manos, y le dejaron bajo
la custodia de uno de ellos mientras los demás se dirigÃan á la playa.
Neira salta del suelo, abandonando a su vÃctima, y quiere alcanzarlos y
apuñalearlos por la espalda, pero siente que vacila como un ebrio y
tambaleando vuelve donde su hijo, pálido y desencajado, no puede ya ni
llorar.
Todo lo contrario de lo que ocurre en los Estados Unidos donde
el territorio es un trapecio casi llano, extendido de mar a mar, con
uniformes condiciones de suelo y aire, apenas contradichas débilmente en
el termómetro.
y sus ojos son los ojos de un demonio que, durmiendo,
las visiones ve del mal;
y la luz sobre él cayendo, sobre el suelo arroja, trunca
su ancha sombra funeral,
y mi alma de esa sombra que en el suelo flota...
XII.--ZONAS DE VEGETACIÓN
_Physiographical Terms_
--Unos me hablan de la pobreza del suelo de la América latina y otros[1]
me ponderan sus producciones, la profusión de su vegetación, lo
magnÃfico y exuberante de sus selvas.
En estos dos últimos
paÃses, hacia el sur y a ambos lados de los Andes, hay espléndidos
huertos de manzanos; pero la explotación de esa fruta se hace en muy
pequeña escala, a pesar de las excelentes condiciones del suelo y del
clima.
Además,
esas repúblicas han perfeccionado los métodos de cultivo y ya se aprecia
en ellos la acción de los plantadores inteligentes, quienes hacen una
elección prolija de las semillas y atienden a las condiciones del suelo
y del clima.
Es ocioso pensar en[31] aumentar nuestra producción agrÃcola
si no acrecentamos la productividad del suelo, toda vez que[32]
carecemos ya de tierras baldÃas que pudieran utilizarse para satisfacer
la creciente demanda de productos agrÃcolas.
Cuando la respetable comitiva llego al macizo arco que daba entrada al
edificio, un hombre pálido y descompuesto se arrojó al suelo en
presencia de los aturdidos circunstantes, exclamando con las lágrimas
en los ojos:
--Perdón, señores, perdón!
El
perro dormÃa á pierna suelta en el santo suelo, como un soldado en
tiempo de paz: la gata se habÃa colocado sobre la camisa que estaba
haciendo EstefanÃa, resguardando su fino calzado y su traje limpio con
la conocida pulcritud de su casta....
X
El caballo relinchó con una fuerza que hizo estremecer el bosque, dió
un bote increÃble, un bote en que se levantó más de diez varas del
suelo, y el aire comenzó á zumbar en los oÃdos del jinete, como zumba
una piedra arrojada por la honda.
Sobre el suelo de Manhattan parece que va a verse surgir de
pronto un colosal TÃo Samuel, que llama a los pueblos todos a un
inaudito remate, y que el martillo del rematador cae sobre cúpulas y
techumbres produciendo un ensordecedor trueno metálico.
of_ =soler=
=suelo= _m._ floor, ground
=sueño= _m._ sleep, dream; =en sueños= when he was dreaming
=suerte= _f._ fate, lot, luck; manner;
=de aquesta= (=esta=) =suerte= in this manner
=sujetar= to hold fast, overpower
=sujetó= _3 sing.
viéndose sin huida, se
arrojó al suelo, se arrastró por la tierra besando los pies de los
unos, abrazándose á las rodillas de los otros, implorando en su ayuda
á la Virgen y á los Santos, cuyos nombres sonaban en su condenada boca
como una blasfemia.
XIX.--AZÚCAR
--Pues, como Ãbamos diciendo,[1] cuando la caña está madura se corta con
machetes a poca distancia del suelo, y después de pelada se lleva al
molino o trapiche, cuyos cilindros estrujan las cañas haciéndolas soltar
el jugo que contienen.
Sus rÃos caudalosos, de origen desconocido y de navegación peligrosa, se
exploran en todos sentidos: su suelo fecundo repone con prontitud los
males de sus guerrillas pasajeras, y su comercio proporcional a su
población, aumenta con rapidez y sin interrupción.
Recostada en el Ande soberbio,
De dos mares al ruido sonoro,
Bajo el ala de grana y de oro
Te adormeces del bello quetzal;
Ave indiana que vive en tu escudo,
Paladión que protege tu suelo,
¡Ojalá que remonte su vuelo
Más que el cóndor y el águila real!
HabÃa superado obstáculos que insuperables parecÃan, nublado los cielos
con el humo de pueblos, bateyes y cañaverales, en humo convertidos,[1]
sentido retemblar las capas atmosféricas y las del suelo con el rugir
estruendoso de la metralla de los cañones y de las descargas de los
fusiles.
Y entonces se desparramaron por el suelo una multitud de trozos de tallo
de calabacera, todavÃa verdes y chorreando jugo, mientras que el viejo
hortelano, sentado sobre sus piernas y muerto de risa, dirigÃa el
siguiente discurso al Concejal y á los curiosos:
--Caballeros: ¿no han pagado Vds.
Delante de sus compañeras, más ágil, más linda, más juguetona y alegre
que todas, saltando, corriendo, parándose y tornando á correr, de modo
que parecÃa no tocar el suelo con los pies, iba la corza blanca, cuyo
extraño color destacaba como una fantástica luz sobre el obscuro fondo
de los árboles.
Neira ya no es temible para los otros y todos sus
esfuerzos se concretan a estrangular a Alegria que se retuerce
desesperadamente en el suelo, mientras sus vigorosos dedos
apretan{197-1} y apretan el pescuezo ensangrentado del traidor, y se
sumen entre las secas fauces que todavia lanzan ronquidos de ira.
Esta frase causó honda pena á Traga-santos, porque le pareció
irrespetuosa, y más{97-3} proferida en el aniversario del tránsito del
bienaventurado labrador al cielo, y mucho más en boca de los
compatriotas de Isidro, y muchÃsimo más pronunciada en el suelo
santificado con la planta y los milagros de tan gran santo.
Como guiados de un mismo pensamiento y al verse rodeados de
repentinas tinieblas, los dos combatientes dieron un paso atrás,
bajaron al suelo las puntas de sus espadas y levantaron los ojos hacia
el farolillo, cuya luz, momentos antes apagada, volvió á brillar de
nuevo al punto en que hicieron ademán de suspender la pelea.
El raro traje
de los indios muy humildes, que se ven especialmente en
el mercado central, es muy interesante; sus artÃculos
y mercancÃas, esparcidos en el suelo, dan al que anda 5
en busca de objetos curiosos, asà como al estudiante de
sociologÃa, un campo muy variado y apropiado para
investigación.
Garcés le
encaró la ballesta; pero en el mismo punto en que iba á herirla, la
corza se volvió hacia el montero, y con voz clara y aguda detuvo su
acción con un grito, diciendole:--Garcés ¿qué haces?--El joven
vaciló, y después de un instante de duda, dejó caer al suelo el arma,
espantado á la sola idea de haber podido herir á su amante.
El suelo es
fértil, el clima templado, la precipitación de lluvia suficiente y
oportuna para el crecimiento gradual de los cultivos; los cambios de
tiempo no son raros, pero su intensidad es limitada; los rÃos, arroyos y
lagos no escasean; y, además, el agricultor está seguro de encontrar,
siempre una napa subterránea de agua apropiada para el regadÃo.
V
Pero Dios no quiso que los siete ú ocho (pues la cifra no se sabe á
punto fijo) alumnos de Esculapio contraviniesen la sentencia que él
habÃa dado, y Celinina fué cayendo, cayendo más á cada hora, y llegó á
estar abatida, abrasada, luchando con indescriptibles congojas, como la
mariposa que ha sido golpeada y tiembla sobre el suelo con las alas
rotas.
Al verlos
inmóviles, desafiándose en silencio con la mirada, y decididos ambos á
no abandonar el guante que acababan de levantar del suelo, la dama
dejó escapar un grito leve é involuntario, que ahogó el murmullo de
los asombrados espectadores, los cuales presentÃan una escena
borrascosa, que en el alcázar y en presencia del rey podrÃa
calificarse de un horrible desacato.
Mis lágrimas
corrieron al ver la inocente y cándida alegrÃa con que los descendientes
de los antiguos dueños del suelo americano renuevan en una pantomima
tradicional la imagen de su destrucción, el recuerdo ominoso y amargo
del tiempo en que sus abuelos fueron casi exterminados y vilmente
esclavizados por aquellos hombres terribles, que en su concepto,
manejaban el rayo.
Para colmo de aflicción, vió la buena señora por todas partes los
objetos con que Celinina habÃa alborozado sus últimos dÃas; y como éstos
eran los que preceden á Navidad, rodaban por el suelo pavos de barro con
patas de alambre; un San José sin manos; un pesebre con el Niño Dios,
semejante á una bolita de color de rosa; un Rey Mago montado en
arrogante camello sin cabeza.
Dirá en su patria cuán feliz vive
el hombre aquÃ, y millares de familias cansadas de trabajar en tierras
ingratas ya, y ansiosas de paz y de orden, cruzarán los mares, besarán
el suelo hospitalario que las recibe con los brazos abiertos,
descuajarán unas pocas yugadas de terreno, fabricarán su albergue,
arrojarán los granos en los surcos, y, en breve, nunca más les faltará
el alimento.
En tanto que éstas permanecÃan recostadas aún al
borde del agua con los azules ojos adormidos, aspirando con
voluptuosidad el perfume de las flores y estremeciéndose ligeramente
al contacto de la fresca brisa, aquellas danzaban en vertiginosa
ronda, entrelazando caprichosamente sus manos, dejando caer atrás la
cabeza con delicioso abandono, é hiriendo el suelo con el pie en
alternada cadencia.
Otras veces metÃa la cabeza entre los cuartos delanteros[9] y se daba
a[10] hacer corcovos tan altos, ondulados y bruscos, que no habÃa jinete
que los resistiera.[11] O bien, asustándose de su propia sombra, saltaba
de improviso hacia algún lado desarzonando al jinete o lanzándolo al
suelo en un santiamén.[12]
--_José López Portillo y Rojas_ (MEJICANO)
Chapter Footnotes:
[1] =bello animal= (instead of _hermoso_).
Noté además
que le faltaba un diente,[73] porque en donde habÃa mordido
la hierba quedaba siempre en ella un pequeño
espacio sin cortar.[74] Hallé en el suelo algunas hormigas 5
arrastrando algunos granos de maÃz, caÃdos en la
misma dirección de las pisadas del camello, y también
hallé algunos montones de moscas disputándose[75] unas
gotas de miel, y por estas señas conocà la carga que
aquél llevaba.
Si al principio se hacen los esfuerzos
requeridos y se consagra atención a la empresa, prestando ayuda[17] al
suelo y al clima, haciendo crecer los árboles a la distancia que
recomienda la experiencia, podando las plantas para evitar el
desperdicio de la savia, y haciendo, en fin, otras cosas que por ahora
se descuidan, no creo exagerado esperar un interés de treinta y tres por
ciento a los pocos años de establecida la plantación.
Y como si no fuese bastante el fruto de la
tierra, discurren por entre los cafetales bandadas de gallinas comunes y
de guinea, o pintadas, grandes perdices de este suelo privilegiado; los
ánades, patos y gansos forman en pos de ellas[5] la pesada artillerÃa de
casa y boca[6]; los pavos reales electrizan el aire con los reflejos de
sus espléndidos colores, y los pavos comunes, ruidosos, tartamudos,
llamados aquà _guanajos_, aturden el oÃdo con la redoblada descarga de
sus graznidos.
Cuando la lengua de Castilla se arraigó en la parte meridional de
nuestro continente, sus hijos enriquecieron a la madre patria «no menos
con los tesoros de su suelo que con sus aventajados talentos que
fecundiza el sol ardiente y desarrolla una naturaleza grandiosa y
magnÃfica.» Por entonces[1] el sonido de las liras americanas se perdÃa
entre el grande concierto de las españolas: el hilo de agua,[2] por
decirlo asÃ, se engolfaba sin dejar huella[3] en el mar a cuyo aliento
contribuÃa.
En ocasiones saltan de repente[6] lagartos enormes,
parecidos a las iguanas, y huyen revolviendo la basura del suelo; en
otras nada se ve, pero se oye un sordo roznar en la espesura, y el ruido
de un andar lento al través de la maleza; de continuo[7] y por todas
partes la animación de la naturaleza en el esplendor de su abandono; y a
raros intervalos, a orillas del camino y escondida se encuentra la choza
miserable de algún vecino de Guayabito, pálido y enfermizo: el hombre
está de más[8] en medio de aquellas selvas, y sucumbe sin energÃa, como
abrumado por el mundo fÃsico.
Una criada toda azorada retira el capón en el plato de
su salsa; al pasar sobre mà hace una pequeña inclinación, y una lluvia
maléfica de grasa desciende, como el rocÃo sobre los prados, á dejar
eternas huellas en mi pantalón color de perla; la angustia y el
aturdimiento de la criada no conocen término; retÃrase atolondrada sin
acertar con las excusas; al volverse tropieza con el criado, que traÃa
una docena de platos limpios y una salvilla con las copas para los vinos
generosos, y toda aquella máquina viene al suelo con el más horroroso
estruendo y confusión.--¡Por San Pedro!
Animados con esta esperanza, llegaron, en fin, al pie de la gótica
torre[1] del templo; mas al llegar á aquel punto, un ruido particular
llamó su atención, y deteniéndose en uno de los ángulos, ocultos entre
las sombras de los altos machones que flanquean los muros, vieron, no
sin grande asombro, abrirse el balcón del palacio de su dama, aparecer
en él un hombre que se deslizó hasta el suelo con la ayuda de una
cuerda, y, por último, una forma blanca, doña Inés sin duda, que
inclinándose sobre el calado antepecho, cambió algunas tiernas frases
de despedida con su misterioso galán.
Los botes ligeros, con sus vientres blancos y azules y el mástil
graciosamente inclinado, formaban una fila avanzada al borde de la
playa, donde se deshacÃan las olas y una delgada lámina de agua bruñÃa
el suelo, cual si fuese de cristal; detrás, con la embetunada panza
sobre la arena, estaban las negras barcas del _bou_, las parejas que
aguardaban el invierno para lanzarse al mar, barriéndolo con su cola de
redes; y en último término los laúdes en reparación, los abuelos, junto
á los cuales agitábanse los calafates, embadurnándoles los flancos con
caliente alquitrán, para que otra vez volviesen á emprender sus penosas
y monótonas navegaciones por el Mediterráneo; unas veces á las Baleares
con sal, otras á la costa de Argel con frutas de la huerta levantina, y
muchas con melones y patatas para los soldados rojos de Gibraltar.
De repente empezó á llover con violencia, pero cesó la lluvia á corto
rato; y ¡cuál no serÃa el asombro{97-4} del sencillo creyente vecino de
Animalejos cuando vió que una porción de mujeres, cuyos puestos de
dulces, juguetes de niños, campanillas y santos de barro y todo género
de baratijas habÃa averiado la lluvia, se encaminaban irritadas hacia la
ermita, recogiendo piedras del suelo y se ponÃan á apedrear á una imagen
de San Isidro colocada sobre el pórtico de la ermita, llenando de
improperios al Santo porque, según decÃan, le habÃan llenado de cuartos
el cepillo y habÃan quemado en su altar no sé cuántas velas para que
hiciera que no lloviese,{98-1} y el Santo era tan desagradecido, que
habÃa hecho precisamente todo lo contrario!{98-2}
--¡Pero no ven ustedes qué judiada la de esa gente!--exclamó
Traga-santos escandalizado, dirigiéndose á un grupo de lugareños de
ambos sexos que estaban á su lado presenciando aquella sacrÃlega pedrea.
Celedonio y doña Rita bailaban con mil zapatetas; Jacinto,
abrazado á una silla, valsaba rauda y amorosamente; Pepa herÃa con el
rabo de un cazo la sartén, haciendo desapacible música, y el capataz,
tendido en el suelo, se revolcaba, gritando ó mejor dicho aullando
salvajemente: «¡Viva la Virgen!» Apenas divisaron al marqués, aquellos
locos se lanzaron á él con los brazos abiertos, y sin que fuese poderoso
á evitarlo, lo alzaron en volandas, y cantando y danzando y echándoselo
unos á otros como pelota de goma, lo pasearon por toda la cocina, hasta
que, viéndole furioso, lo dejaron en el suelo; y aun fué peor entonces,
pues la cocinera Pepa, cogiéndole por el talle, quieras no quieras le
arrastró en vertiginosa danza mientras el capataz, presentándole una
botella de vino, se empeñaba en que probase un trago, asegurando que el
licor era exquisito, cosa que él sabÃa á ciencia cierta por haber
trasegado á su estómago casi toda la sangre de la botella.
¿Cómo es el suelo?
--¿Se abona el suelo?
=suelo,= floor, ground, soil.
=suelo=, _m._, ground, floor.
¿Qué se derramó por el
suelo?
¿Qué se
encuentra en el suelo?
¿Cuándo caen las hojas al suelo?
=suelo=, _m._, ground, floor; soil.
--¿Cómo es el suelo al sur de las pampas?
¿Cómo es el suelo en la región del norte?
¿Cuántas veces me ha
levantado usté del suelo, desolladora?
=suelo=, _m._, ground, floor; =por el suelo=, on the ground.
=131.=--[131.10] =el suelo=, etc.,=_formaban el suelo de la capilla_.
_Parrón_ se echó la escopeta á la cara y descargó los dos tiros contra
el segador, que cayó redondo al suelo.
--Libradas a sà mismas, debieron desarrollar otro género de riqueza, y
la encontraron en el cultivo del suelo.
--Y dada la situación de los mercados consumidores y el clima y el suelo
de los paÃses productores, ¿dónde cree Ud.
¡Cobardes!--y rueda por el
suelo al lado de los tres cadáveres que no valen juntos lo que vale una
gota de sangre de ese héroe.
5
Un dÃa se le cayó la escudilla de barro de entre las
manos, cada vez más temblorosas y débiles, y se hizo
pedazos[96] en el suelo.
=venir=, 21, to come;
=---- a las manos=, to come to blows;
=---- al grano=, to come to the point;
=---- por el suelo=, to fall to the ground.
¡Ojalá la presente generación no llegue a ver
por el suelo vuestros enormes troncos, ni mutilados vuestros brazos, ni
marchito el verdor de vuestras ramas!
--Pues bien: el conocimiento de esta topografÃa del suelo de Méjico,
unido al del régimen de los vientos, nos da la clave para comprender las
regiones climatéricas[7] de ese paÃs.
=vista,= view, sight, eye; =con la --en el suelo,= his eyes fastened on
the ground; =dar -- á,= to come in view of; =fijar la --en,= to fix
one's eyes on; =en --de,= because of; =en -- de que,= considering that;
because.
=echar,= to throw, cast, launch; drink; make; =--se,= to rush out, lie
down; =--(se) a,= to begin, start, go out into; =-- á broma=: _see_
=broma=; =-- á volar,= to fly away; =-- á pique,= to cause to come to
grief, ruin, destroy, sink; =-- una escopeta á la cara,= to raise _or_
level a gun; =-- á perder,= to spoil, ruin; =-- de menos,= to miss;
=--se de menos,= to be missing; =--se en cara,= to reproach oneself for;
=-- fuego,= to be enraged; =-- mano á (de),= to lay hands on, take
possession of; =--se el primero,= to help oneself first; =-- un trago,=
to take a drink; =-- de ver,= to perceive, notice; =echado en el suelo,=
sitting on the floor.
_Voz española_ _Voz inglesa_ _Significado inglés_
anciano ancient old, old man
temblar tremble tremble
sopa soup soup
mantel mantle tablecloth
disgustado disgusted displeased
resolver resolve resolve, solve
cuarto quarter room, quarters
proceder procedure procedure
sufrir suffer suffer
desgracia disgrace misfortune
replicar reply reply
débil (_adjetivo_) debility (_substantivo_) weak
suelo soil soil, floor
esposo spouse spouse
tratar treat treat, try
exterior exterior exterior
forma form form
primero primer primer, first book
gran(de) grand grand, great
comprender comprehend understand, include
compañÃa company company
consideración consideration consideration
=Ejercicio=
Háganse oraciones, usando quince de las palabras españolas arriba
citadas.
En el RÃo de la Plata el agricultor
suele vender su trigo antes de cosechado.
Sus compañeros le habÃan abandonado, como suele decirse, en las
astas del toro.
De estas aprensiones suele padecer el que se acerca á la dicha esperada
largo tiempo.
que algunas noches como ésta suele llenarse de modo que no
cabe ni un grano de trigo....
Para disminuir este recargo, se
le suele introducir por el Canadá, donde el chicle se refina.
El cliente suele encontrar
en esas casas todas las marcas de un objeto de venta[58] y las novedades
de la estación.
El aljibe suele estar en medio de[169] plantas, que crecen en cuadros y
canteros centrales o en arriates contra los muros.
La mesa de trinchar[143] suele estar adornada con algún objeto[144] de
mérito artÃstico o una ponchera, un cesto _de_ flores, etc.
La parte
de esos establecimientos que beneficia la leche se conoce con el nombre
de cremerÃa, aunque suele dárseles el nombre de _tambos_.
Por voluntad de Dios suele brotar de entre esos
poderosos monstruos algún sér de superior naturaleza, que tiende las
alas a la eterna Miranda de lo ideal.
Patricio se
miraba en él,[5] como suele decirse, porque no habÃa otro caballo que le
llenara tanto el gusto[6] como ése; y hasta parecÃa que se entendÃan a
maravilla bestia y jinete.
También suele comprar calderas, pailas y sartenes viejas en una parte de
la Isla, para venderlas por nuevas[3] en la otra, si es que no logra
colocarlas en la misma parte donde las adquirió.
Debo agregar que los
americanismos de un paÃs son, por lo general, desconocidos en los otros;
y a mayor abundamiento,[22] una misma voz suele recibir diferentes
significados según el paÃs en que se emplea.
Pero suele ocurrir que en el peso se computa sólo el del
envase inmediato de la mercaderÃa; es decir, las cajas de cartón o
latón, los frascos, etc., o bien se incluye en el peso hasta el de las
cajas exteriores de madera.
El _terutero_, llamado _tetéu_ en el Paraguay, nombre imitativo de su
modo de gritar, alborota, si no tanto, poco menos que el bullicioso
carpintero, cuando ve gente, a la que suele seguir buen trecho
incomodándola con su algazara.
ParecÃa un obrero de la fábrica de armas, un
armero, como allà suele decirse.{5-1}
Puedo afirmarle, sin mentir, que las cosas que pensé en un segundo,
allÃ, en la obscuridad, no tendrÃa tiempo á pensarlas{5-2} ahora en un
dÃa entero.
No
es raro que la propiedad se extienda desde una calle hasta la que limita
la manzana por el lado opuesto, y en este caso la parte posterior está
ocupada por el huerto o fondo, como familiarmente se le llama, y donde
suele haber añosos árboles frutales.
Paisano, al fin,[10] de Verdi y Donizetti, nuestro tipo tiene también
sus ribetes de filarmónico, y cuando camina por despoblado suele tocar
la sinfonÃa, cantando al mismo tiempo en alta voz el _Inno di
Garibaldi_, el _Addio della partenza_, o _el Alma innamorata_.
Y no se limitan sus funciones a comprar, por ejemplo, una lata en cuatro
reales para venderla después en cuatro duros; no señor; además de esto
suele dedicarse a soldar lo despegado, remendar lo roto y a enderezar
entuertos[1] y abolladuras, siempre que[2] se le pague como
corresponde.
Ya en él[1] despacháronse cuatro emisarios, que en representacion de
la atribulada villa hiciesen presente el caso al conde de Urgel y al
arzobispo, los que no tardaron muchos dÃas en tornar con la resolución
de estos personajes, resolución que, como suele decirse, era breve y
compendiosa.
El escritorio o biblioteca suele tener una o más mesas de trabajo, ya de
la forma clásica, ya del estilo que llaman americano, ya,
finalmente,[125] del que lleva con el nombre de escritorio de ministro,
fácil de reconocer por los dos cuerpos laterales que contienen[126]
gavetas o pequeños armarios.
Esto se
prolonga mas de lo que pensamos y he escrito á Gaspar y á Valera que
solo pagó la mitad del importe del cuadro Gaspar he sabido que salio
ayer para Aguas Buenas y tardará en recibir mi carta Valera espero
enviará ese pico pero suele gastar una calma desesperante en este
apuro recurro una vez mas á vd.
à pesar de todos los cuentos que apropósito de la armadura se
fraguaron, y que en voz baja se repetÃan unos á otros los habitantes
de los alrededores, no pasaban de cuentos, y el único más positivo que
de ellos resulto, se redujo entonces á una dosis de miedo más que
regular, que cada uno de por si se esforzaba en disimular lo posible,
haciendo, como decirse suele, de tripas corazón.
Siguióle un plato de ternera mechada, que Dios
maldiga,{139-1} y á éste otro y otros, y otros; mitad traÃdos de la
fonda, que esto basta para que excusemos hacer su elogio; mitad hechos
en casa por la criada de todos los dÃas, por una vizcaÃna auxiliar
tomada al intento para aquella festividad, y por el ama de la casa, que
en semejantes ocasiones debe estar en todo, y por consiguiente suele no
estar en nada.
No quiero hablar de las infinitas visitas ceremoniosas que antes de la
hora de comer entraron y salieron en aquella casa, entre las cuales no
eran de despreciar todos los empleados de su oficina, con sus señoras y
sus niños, y sus capas, y sus paraguas, y sus chanclos, y sus perritos;
déjome en blanco los necios cumplimientos que dijeron al señor de los
dÃas; no hablo del inmenso cÃrculo con que guarnecÃa la sala el
concurso de tantas personas heterogéneas, que hablaron de que el tiempo
iba á mudar, y de que en invierno suele hacer más frÃo que en verano.
Asà transcurrió el espacio de tres años; la historia del _mal
caballero_, que sólo por este nombre se le conocÃa, comenzaba á
pertenecer al exclusivo dominio de las viejas, que en las eternas
veladas del invierno las[1] relataban con voz hueca y temerosa á los
asombrados chicos; las madres asustaban á los pequeñuelos
incorregibles ó llorones diciendoles: _¡que viene el señor del
Segre!_[2] cuando he aquà que no sé si un dia ó una noche, si caÃdo
del cielo ó abortado de los profundos, el temido señor apareció
efectivamente, y como suele decirse, en carne y hueso, en mitad de sus
antiguos vasallos.
Rudo en el lenguaje, de
una rudeza natural, escribió «El Gaucho MartÃn Fierro,» completado más
tarde con «La Vuelta de MartÃn Fierro,» poemas que son un exponente
nÃtido del espÃritu criollo, ameno para la charla, que suele matizar con
sentencias e imágenes tanto más poéticas cuanto no pertenecen al género
metafórico, de que tanto se abusa en los tiempos que corren.[38]
Hernández fué poeta a su manera.[39] CarecÃa de ese «gay decir»[40] tan
celebrado en Estanislao del Campo, pero dominaba en absoluto lo que éste
rara vez logró: la agudeza filosófica de los dichos populares.[41] Como
dice José M.
Entre tanto no son sus trastornos, como suele pintarlos la pasión de los
extraños, ininterrumpidos: ha mucho tiempo que, fuera del campo de
batalla, no se derrama en esos pueblos sangre alguna por causas
polÃticas: depuestas las armas, los hombres contienen sus resentimientos
de partido, y se guardan entre sà las consideraciones de la amistad.[3]
El trabajo, escaso antes de la revolución por las trabas sin cuento[4]
que lo agobiaban, se ha desarrollado bajo el amparo de la libertad:
lejos de decaer las grandes ciudades, se mejoran y prosperan: los
caminos de hierro comienzan, y en algunas repúblicas gozan de
importancia.
El se muere _por
plantarle una fresca al lucero del alba_,{135-1} como suele decir, y
cuando tiene un resentimiento, _se le espeta á uno cara á cara_:{135-2}
como tiene trocados todos los frenos, dice de los cumplimientos que ya
sabe lo que quiere decir _cumplo y miento_;{135-3} llama á la urbanidad
hipocresÃa, y á la decencia monadas; á toda cosa buena le aplica un mal
apodo; el lenguaje de la finura es para él poco más que griego; cree
que toda la crianza está reducida á decir _Dios guarde á ustedes_ al
entrar en una sala, y añadir _con permiso de usted_ cada vez que se
mueve, á preguntar á cada uno por toda su familia, y á despedirse de
todo el mundo; cosas todas que asà se guardará él de olvidarlas, como de
tener pacto con franceses.{136-1} En conclusión, hombre de estos que no
saben levantarse para despedirse sino en corporación con alguno ó
algunos otros; que han de dejar humildemente debajo de una mesa su
sombrero, que llaman _su cabeza_; y que cuando se hallan en sociedad,
por desgracia, sin un socorrido bastón, darÃan cualquier cosa por no
tener manos ni brazos, porqué en realidad no saben dónde ponerlos, ni
qué cosa se puede hacer con los brazos en una sociedad.
=soler (ue),= to be accustomed to; =como suele decir,= as he is wont to
say.
=soler= (=ue=), to be accustomed (_or_ used) to; =suele hacerlo=, he
usually does so.
_Asà suele suceder
Al que su empresa abandona,
Porque halla, como la mona,
Al principio que vencer._
--SAMANIEGO.
--Señor, eso no puede ser: la gente de la casa está recogida y cerrada
la despensa; pero en el armario del comedor suele quedar puesta la
llave, y allà hay buen vino de Jerez y bizcochos, ó tortas.
--Lo son,[153] aunque[154] la vida moderna es avara en espacio y por esa
razón los va suprimiendo, sobre todo en las grandes metrópolis, donde un
metro cuadrado de tierra suele valer más de cien pesos oro.
=NIÑOS PRECOCES=
=Quien mucho duerme poco aprende=
Cuando un niño, por su aplicación y excepcionales
condiciones, logra hacerse superior a los de su edad,
el vulgo, para demostrar su admiración, suele lanzar
la frase:--Este niño vivirá poco.
[103.27] =que=: this and the following =que= are usually considered
expletive, and are therefore not translated; but they may be rendered
freely as follows: =¡que es de noche!= 'if it isn't night!'; =¡que si
esto sigue!= 'why, if this continues!'
=104.=--[104.5] =y cerrada=, etc.,=_y la despensa está cerrada_.--=en el
armario=, etc.,=_la llave suele quedar puesta_ ('is usually left') _en
el armario del comedor_.
por qué ha hecho eso?--le pregunté con la falta de delicadeza,
mejor dicho, con la brutalidad de que solemos estar tan bien provistos
los caballeros.{20-1}
--Por nada--repuso desprendiéndose de mi brazo repentinamente y echando
á correr.
=Page 20.=--1.{20-1} =solemos ...
VARIANT: =Aun cuando también se ven= (or
=suelen verse=).
Mirad que esas bromas con la gente
de piedra suelen costar caras....
Mirad que esas bromas con la
gente de piedra suelen costar caras....
VARIANT: =Se ven= (or =suelen verse=) =estas aves.=
[2] =campo raso,= _the open country_.
Le habÃan enseñado lo único que los ciegos
suelen aprender, la música; y fué en este arte muy aventajado.
Los teatros que para tales
representaciones están construidos suelen tener orquestas de más de cien
músicos.
El
primer actor, la primera dama, la caracterÃstica, el galán joven y otros
repartos suelen ser extraordinariamente populares.
Ciertas cremerÃas
suelen tener en la ciudad despachos de leche, donde se vende ésta y la
manteca, asà como huevos y dulces de leche.
Esos bancos prestan también sobre ciertos
cultivos, y suelen adelantar dinero con hipoteca a industriales para el
fomento de sus negocios.
Por eso y por otros
beneficios que acarrea su presencia, suelen verse rosarios de nidos de
hornero en las cornisas de las casas de las estancias.
En las empresas de ferrocarril, algunos jefes de estación son
extranjeros, pero los empleados del escritorio en las mismas suelen ser
jóvenes hijos del paÃs.
Los elencos o cuadros de las compañÃas son siempre discretos y a veces
notables y en sus primeras partes[3] suelen figurar nombres de
cantatrices,[4] tenores, barÃtonos o bajos famosos.
Es labrador, calza polainas, y no se quita su sombrero calañés
ni á los Grandes, ni á los PrÃncipes, ni aún á los Reyes, que en los
vapores suelen pasar por delante de él, echándole el lente.
Los contramaestres, capataces, regentes, jefes de taller o de cuadrilla,
los dependientes principales de casas de comercio, suelen ser de la
nacionalidad de los directores principales de las empresas.
Los indios que vivÃan en esta isla antes
de que fué descubierta y conquistada, la llamaban
_Boriquen o Borinquen_, nombre que todavÃa suelen
aplicarle, al alabar sus bellezas, los poetas y trovadores.
Es cierto que en tierra extranjera los
sentimientos patrióticos del hombre están más exaltados que nunca; pero
también es verdad que los extranjeros suelen defender con más ahinco que
nadie los ataques a su patria adoptiva.
Para los _huasos_, el rodeo es un campo de batalla en que el
deber les manda desafiar los peligros; las caÃdas de algunos y aun la
muerte que suelen encontrar en esas caÃdas, no interrumpen ni modifican
el curso de la faena.
Las piezas suelen entapizarse con papel, cubriendo
anteriormente las paredes con papel de forro, que es material muy
barato; y cuando aquéllas[88] están completamente secas, se las reviste
con el papel que ha de quedar permanentemente.
Era
Varmen lo que suelen ser las que se clasifican de _arrimadas_ á la
iglesia, opuesta á que se ocupasen de ella.{82-1} Su vestir era con
extremo aseado y primoroso, pero rigurosamente sencillo; la ropa que
llevaba era basta, pero limpia; cuidadosamente remendada, pero sin
adorno alguno: su cabello estaba siempre alisado y recogido; pero nunca
adornaban flores su cabeza.
EL VOTO
POR DOÑA EMILIA PARDO BAZÃN{45-1}
Sebastián Becerro dejó su aldea á la edad de diez y siete años, y
embarcó con rumbo á Buenos Aires, provisto, mediante varias oncejas
ahorradas por su tÃo el cura, de un recio paraguas, un fuerte chaquetón,
el pasaje, el pasaporte y el certificado falso de hallarse libre de
quintas--que, con arreglo á tarifa, le facilitaron donde suelen
facilitarse tales documentos.
La posibilidad de este arreglo
depende, como es natural, de la confianza que inspire[82] cada cual.[83]
En caso de abrirse un crédito[84] al parroquiano, las compras se cargan
en cuenta[85] y ésta se liquida cada mes.[86]
--¿Y si[87] el deudor no paga?[88]
--Se acude a la justicia ordinaria, entablando una demanda contra el
insolvente.[89] El embargo y el remate judicial suelen ser el resultado
de la acción legal.
¿Es la música lo único que todavÃa suelen aprender los ciegos?
14.--EN EL CAFETAL
--Pero cualquiera de estas fincas es un verdadero pueblo--prosiguió el
conde;--hasta el capellán que les diga la misa[1] suelen ustedes tener.
--_Enrique GarcÃa Velloso_ (ARGENTINO)
=Varona, Enrique José= (1855-)
Atesoran ciertos hombres un caudal tan vasto de actividades, y suelen
ejercitarlas tan útil y sabiamente, que el ánimo, perplejo ante la obra
multiforme por ellos realizada, no acierta a comprender de qué manera,
en el estrecho marco que significa una vida humana,[62] pueda caber un
programa tan vasto y tan vario.
Aquella noche el marqués no durmió tan á pierna suelta como solÃa desde
que Fuencar le cobijaba....
En toda adversidad solÃa
decir:--Paciencia, en el cielo seremos todos iguales.--A esto se debÃa
el apodo con que era conocido, y todos ignoraban su verdadero nombre.
Allà tenÃa todo lo que deseaba,
pero sin ver a nadie en la casa; sólo de noche, solÃa oÃr unos
quejidos en el jardÃn, pero no se atrevió a llegarse a ver lo que
era.
El señor Frutos
encontró muchos que por la misma carretera se dirigÃan á la capital;
pero absorbido en sus pensamientos, no solÃa responder acorde á tales
salutaciones.
Hé aquà como el espantajo sale lleno de vida de aquel
informe montón de trapos viejos y de basura, mismamente
cual bajo el cincel de Canova solÃa salir una 15
estatua de un trozo de mármol.
Jamás me perdonó el desacato para con
el gran santo portugués, y me lo hizo expiar duramente excluyéndome de
las golosinas y primores que solÃa hacer á menudo, aunque para ser
verÃdico debo confesar que casi siempre lograba yo burlar su vigilancia.
Hablaba yo de esto mismo en el lugar, sentado en el porche de la
iglesia, donde después de acabada la misa del domingo solÃa reunirme
con algunos peones de los que labran la tierra de Veratón,[1] cuando
algunos de ellos me dijeron:
[Footnote 1: Veratón.
Su
entendimiento era el de un toro de ocho años y su fuerza también, sobre
todo cuando se ponÃa ó lo ponÃan colérico; por cuya razón era muy
respetado y temido, y ninguno querÃa contradecirle aunque dijese una
barbaridad, y solÃa decirlas de monumental calibre.
Una tarde en que Chaviri estaba seguro de ser espiado, después de pasar
pacientemente una hora echando su caña en el sitio donde solÃa ponerse
para que las gentes le vieran, miró á su alrededor con gesto receloso,
levantóse, recogió su aparejo, y se fué _rÃo abajo_, donde la orilla
forma un recodo oculto entre espinos y zarzales.
El médico, hombre de conciencia y amigo de la verdad, creyó cumplir un
deber dando cuenta de sus observaciones al Prior del convento, que tal
vez y sin tal vez era en la casa el menos devoto de Baco, hasta el punto
de que solÃa bautizar su vino, con grave escándalo de la comunidad,
partidaria del vino moro y aborrecedora de las mezclas.
of_ =sentir=
=sirviente= _m._ servant
=sitio= _m._ place, spot
=sobre= on, upon, over;
=sobre todo= especially, above all
=sol= _m._ sun, sunshine;
=hace sol= the sun is shining, the sun shines;
=hacÃa sol= the sun shone, was shining
=solamente= only
=soldado= _m._ soldier
=soler= to be accustomed
=solÃa= _1 and 3 sing.
--¡Bueno!--decÃa, cuando al venir el alba solÃa ir a
recogerse, después de su ronda nocturna:--está bien;
no he pillado al ladrón ahora, pero si alguna noche de
éstas le atrapo, prometo no dejarle hueso en su lugar.
¡Como yo no he de cochear
más!...--respondió el cochero volviendo la espalda y dejando paso á doña
Rita, que entró no medrosa y pisando huevos como solÃa, sino toda
despeinada, alborotadica y risueña, agitando un grueso manojo de llaves,
que entregó al marqués advirtiéndole:
--Sepa vuecencia que ésta es de la despensa...
5
Para conocer bien sus propias fuerzas solÃa vestirse
modestamente y recorrer el paÃs,[202] sin que nadie le conociese;
y un dÃa en que pidió alojamiento en una
pobre casa de campo, le dejó la campesina cuidando
unas frituras junto al hogar, y sin acordarse de[203] ellas 10
abrió él su libro de estudio y se puso a leer.
Aquella noche el marqués no durmió tan á pierna suelta como solÃa desde
que Fuencar le cobijaba....
En toda adversidad solÃa
decir:--Paciencia, en el cielo seremos todos iguales.--A esto se debÃa
el apodo con que era conocido, y todos ignoraban su verdadero nombre.
Allà tenÃa todo lo que deseaba,
pero sin ver a nadie en la casa; sólo de noche, solÃa oÃr unos
quejidos en el jardÃn, pero no se atrevió a llegarse a ver lo que
era.
El señor Frutos
encontró muchos que por la misma carretera se dirigÃan á la capital;
pero absorbido en sus pensamientos, no solÃa responder acorde á tales
salutaciones.
Hé aquà como el espantajo sale lleno de vida de aquel
informe montón de trapos viejos y de basura, mismamente
cual bajo el cincel de Canova solÃa salir una 15
estatua de un trozo de mármol.
Jamás me perdonó el desacato para con
el gran santo portugués, y me lo hizo expiar duramente excluyéndome de
las golosinas y primores que solÃa hacer á menudo, aunque para ser
verÃdico debo confesar que casi siempre lograba yo burlar su vigilancia.
Hablaba yo de esto mismo en el lugar, sentado en el porche de la
iglesia, donde después de acabada la misa del domingo solÃa reunirme
con algunos peones de los que labran la tierra de Veratón,[1] cuando
algunos de ellos me dijeron:
[Footnote 1: Veratón.
Su
entendimiento era el de un toro de ocho años y su fuerza también, sobre
todo cuando se ponÃa ó lo ponÃan colérico; por cuya razón era muy
respetado y temido, y ninguno querÃa contradecirle aunque dijese una
barbaridad, y solÃa decirlas de monumental calibre.
Una tarde en que Chaviri estaba seguro de ser espiado, después de pasar
pacientemente una hora echando su caña en el sitio donde solÃa ponerse
para que las gentes le vieran, miró á su alrededor con gesto receloso,
levantóse, recogió su aparejo, y se fué _rÃo abajo_, donde la orilla
forma un recodo oculto entre espinos y zarzales.
El médico, hombre de conciencia y amigo de la verdad, creyó cumplir un
deber dando cuenta de sus observaciones al Prior del convento, que tal
vez y sin tal vez era en la casa el menos devoto de Baco, hasta el punto
de que solÃa bautizar su vino, con grave escándalo de la comunidad,
partidaria del vino moro y aborrecedora de las mezclas.
of_ =sentir=
=sirviente= _m._ servant
=sitio= _m._ place, spot
=sobre= on, upon, over;
=sobre todo= especially, above all
=sol= _m._ sun, sunshine;
=hace sol= the sun is shining, the sun shines;
=hacÃa sol= the sun shone, was shining
=solamente= only
=soldado= _m._ soldier
=soler= to be accustomed
=solÃa= _1 and 3 sing.
--¡Bueno!--decÃa, cuando al venir el alba solÃa ir a
recogerse, después de su ronda nocturna:--está bien;
no he pillado al ladrón ahora, pero si alguna noche de
éstas le atrapo, prometo no dejarle hueso en su lugar.
¡Como yo no he de cochear
más!...--respondió el cochero volviendo la espalda y dejando paso á doña
Rita, que entró no medrosa y pisando huevos como solÃa, sino toda
despeinada, alborotadica y risueña, agitando un grueso manojo de llaves,
que entregó al marqués advirtiéndole:
--Sepa vuecencia que ésta es de la despensa...
5
Para conocer bien sus propias fuerzas solÃa vestirse
modestamente y recorrer el paÃs,[202] sin que nadie le conociese;
y un dÃa en que pidió alojamiento en una
pobre casa de campo, le dejó la campesina cuidando
unas frituras junto al hogar, y sin acordarse de[203] ellas 10
abrió él su libro de estudio y se puso a leer.
Los chicos del pueblo, al pasar por allÃ, solÃan gritarle:
--¡Pescador de caña, más pierde que gana!
Las plumas alares se mandaban a España, donde solÃan emplearlas en
plumeros, penachos y adornos de damas; las blancas (que se hallan debajo
de las alas) son las más estimadas, porque se pueden teñir y rizar como
se quiera.[13]
--_Andrés Bello_ (VENEZOLANO)
Chapter Footnotes:
[1] =hay de estas aves hasta en,= _these birds are found even in_.
Después de algunos dÃas, unos pescadores, que habÃan echado sus redes
en el rÃo, cogieron entre las mallas los zapatos de TamburÃ, pero los
clavos de que estaba llena la suela destrozaron los hilos de las redes.
Pusiéronle los zapatos, blancos también y apenas ligeramente gastada la
suela, señal de haber dado pocos pasos, y después tejieron, con sus
admirables cabellos de color castaño obscuro, graciosas trenzas
enlazadas con cintas azules.
=suela=, _pres.
=suela=, _f._, sole.
=suela,= sole; =de siete --s,= of the deepest dye.
Lo más caracterÃstico de su traje eran unos enormes
zapatones, remendados por todos lados, y cuyas suelas estaban provistas
de gruesos clavos.
¡El tÃo Traga-santos es un bribón de siete
suelas, que no hace más que pastelear y meterlo todo á barato con capa
de santidad y palabras de caramelo!
Después de algunos dÃas, unos pescadores, que habÃan echado sus redes
en el rÃo, cogieron entre las mallas los zapatos de TamburÃ, pero los
clavos de que estaba llena la suela destrozaron los hilos de las redes.
Pusiéronle los zapatos, blancos también y apenas ligeramente gastada la
suela, señal de haber dado pocos pasos, y después tejieron, con sus
admirables cabellos de color castaño obscuro, graciosas trenzas
enlazadas con cintas azules.
=suela=, _pres.
=suela=, _f._, sole.
=suela,= sole; =de siete --s,= of the deepest dye.
En el RÃo de la Plata el agricultor
suele vender su trigo antes de cosechado.
Sus compañeros le habÃan abandonado, como suele decirse, en las
astas del toro.
De estas aprensiones suele padecer el que se acerca á la dicha esperada
largo tiempo.
que algunas noches como ésta suele llenarse de modo que no
cabe ni un grano de trigo....
Para disminuir este recargo, se
le suele introducir por el Canadá, donde el chicle se refina.
El cliente suele encontrar
en esas casas todas las marcas de un objeto de venta[58] y las novedades
de la estación.
El aljibe suele estar en medio de[169] plantas, que crecen en cuadros y
canteros centrales o en arriates contra los muros.
La mesa de trinchar[143] suele estar adornada con algún objeto[144] de
mérito artÃstico o una ponchera, un cesto _de_ flores, etc.
La parte
de esos establecimientos que beneficia la leche se conoce con el nombre
de cremerÃa, aunque suele dárseles el nombre de _tambos_.
Por voluntad de Dios suele brotar de entre esos
poderosos monstruos algún sér de superior naturaleza, que tiende las
alas a la eterna Miranda de lo ideal.
Patricio se
miraba en él,[5] como suele decirse, porque no habÃa otro caballo que le
llenara tanto el gusto[6] como ése; y hasta parecÃa que se entendÃan a
maravilla bestia y jinete.
También suele comprar calderas, pailas y sartenes viejas en una parte de
la Isla, para venderlas por nuevas[3] en la otra, si es que no logra
colocarlas en la misma parte donde las adquirió.
Debo agregar que los
americanismos de un paÃs son, por lo general, desconocidos en los otros;
y a mayor abundamiento,[22] una misma voz suele recibir diferentes
significados según el paÃs en que se emplea.
Pero suele ocurrir que en el peso se computa sólo el del
envase inmediato de la mercaderÃa; es decir, las cajas de cartón o
latón, los frascos, etc., o bien se incluye en el peso hasta el de las
cajas exteriores de madera.
El _terutero_, llamado _tetéu_ en el Paraguay, nombre imitativo de su
modo de gritar, alborota, si no tanto, poco menos que el bullicioso
carpintero, cuando ve gente, a la que suele seguir buen trecho
incomodándola con su algazara.
ParecÃa un obrero de la fábrica de armas, un
armero, como allà suele decirse.{5-1}
Puedo afirmarle, sin mentir, que las cosas que pensé en un segundo,
allÃ, en la obscuridad, no tendrÃa tiempo á pensarlas{5-2} ahora en un
dÃa entero.
No
es raro que la propiedad se extienda desde una calle hasta la que limita
la manzana por el lado opuesto, y en este caso la parte posterior está
ocupada por el huerto o fondo, como familiarmente se le llama, y donde
suele haber añosos árboles frutales.
Paisano, al fin,[10] de Verdi y Donizetti, nuestro tipo tiene también
sus ribetes de filarmónico, y cuando camina por despoblado suele tocar
la sinfonÃa, cantando al mismo tiempo en alta voz el _Inno di
Garibaldi_, el _Addio della partenza_, o _el Alma innamorata_.
Y no se limitan sus funciones a comprar, por ejemplo, una lata en cuatro
reales para venderla después en cuatro duros; no señor; además de esto
suele dedicarse a soldar lo despegado, remendar lo roto y a enderezar
entuertos[1] y abolladuras, siempre que[2] se le pague como
corresponde.
Ya en él[1] despacháronse cuatro emisarios, que en representacion de
la atribulada villa hiciesen presente el caso al conde de Urgel y al
arzobispo, los que no tardaron muchos dÃas en tornar con la resolución
de estos personajes, resolución que, como suele decirse, era breve y
compendiosa.
El escritorio o biblioteca suele tener una o más mesas de trabajo, ya de
la forma clásica, ya del estilo que llaman americano, ya,
finalmente,[125] del que lleva con el nombre de escritorio de ministro,
fácil de reconocer por los dos cuerpos laterales que contienen[126]
gavetas o pequeños armarios.
Esto se
prolonga mas de lo que pensamos y he escrito á Gaspar y á Valera que
solo pagó la mitad del importe del cuadro Gaspar he sabido que salio
ayer para Aguas Buenas y tardará en recibir mi carta Valera espero
enviará ese pico pero suele gastar una calma desesperante en este
apuro recurro una vez mas á vd.
à pesar de todos los cuentos que apropósito de la armadura se
fraguaron, y que en voz baja se repetÃan unos á otros los habitantes
de los alrededores, no pasaban de cuentos, y el único más positivo que
de ellos resulto, se redujo entonces á una dosis de miedo más que
regular, que cada uno de por si se esforzaba en disimular lo posible,
haciendo, como decirse suele, de tripas corazón.
Siguióle un plato de ternera mechada, que Dios
maldiga,{139-1} y á éste otro y otros, y otros; mitad traÃdos de la
fonda, que esto basta para que excusemos hacer su elogio; mitad hechos
en casa por la criada de todos los dÃas, por una vizcaÃna auxiliar
tomada al intento para aquella festividad, y por el ama de la casa, que
en semejantes ocasiones debe estar en todo, y por consiguiente suele no
estar en nada.
No quiero hablar de las infinitas visitas ceremoniosas que antes de la
hora de comer entraron y salieron en aquella casa, entre las cuales no
eran de despreciar todos los empleados de su oficina, con sus señoras y
sus niños, y sus capas, y sus paraguas, y sus chanclos, y sus perritos;
déjome en blanco los necios cumplimientos que dijeron al señor de los
dÃas; no hablo del inmenso cÃrculo con que guarnecÃa la sala el
concurso de tantas personas heterogéneas, que hablaron de que el tiempo
iba á mudar, y de que en invierno suele hacer más frÃo que en verano.
Asà transcurrió el espacio de tres años; la historia del _mal
caballero_, que sólo por este nombre se le conocÃa, comenzaba á
pertenecer al exclusivo dominio de las viejas, que en las eternas
veladas del invierno las[1] relataban con voz hueca y temerosa á los
asombrados chicos; las madres asustaban á los pequeñuelos
incorregibles ó llorones diciendoles: _¡que viene el señor del
Segre!_[2] cuando he aquà que no sé si un dia ó una noche, si caÃdo
del cielo ó abortado de los profundos, el temido señor apareció
efectivamente, y como suele decirse, en carne y hueso, en mitad de sus
antiguos vasallos.
Rudo en el lenguaje, de
una rudeza natural, escribió «El Gaucho MartÃn Fierro,» completado más
tarde con «La Vuelta de MartÃn Fierro,» poemas que son un exponente
nÃtido del espÃritu criollo, ameno para la charla, que suele matizar con
sentencias e imágenes tanto más poéticas cuanto no pertenecen al género
metafórico, de que tanto se abusa en los tiempos que corren.[38]
Hernández fué poeta a su manera.[39] CarecÃa de ese «gay decir»[40] tan
celebrado en Estanislao del Campo, pero dominaba en absoluto lo que éste
rara vez logró: la agudeza filosófica de los dichos populares.[41] Como
dice José M.
Entre tanto no son sus trastornos, como suele pintarlos la pasión de los
extraños, ininterrumpidos: ha mucho tiempo que, fuera del campo de
batalla, no se derrama en esos pueblos sangre alguna por causas
polÃticas: depuestas las armas, los hombres contienen sus resentimientos
de partido, y se guardan entre sà las consideraciones de la amistad.[3]
El trabajo, escaso antes de la revolución por las trabas sin cuento[4]
que lo agobiaban, se ha desarrollado bajo el amparo de la libertad:
lejos de decaer las grandes ciudades, se mejoran y prosperan: los
caminos de hierro comienzan, y en algunas repúblicas gozan de
importancia.
El se muere _por
plantarle una fresca al lucero del alba_,{135-1} como suele decir, y
cuando tiene un resentimiento, _se le espeta á uno cara á cara_:{135-2}
como tiene trocados todos los frenos, dice de los cumplimientos que ya
sabe lo que quiere decir _cumplo y miento_;{135-3} llama á la urbanidad
hipocresÃa, y á la decencia monadas; á toda cosa buena le aplica un mal
apodo; el lenguaje de la finura es para él poco más que griego; cree
que toda la crianza está reducida á decir _Dios guarde á ustedes_ al
entrar en una sala, y añadir _con permiso de usted_ cada vez que se
mueve, á preguntar á cada uno por toda su familia, y á despedirse de
todo el mundo; cosas todas que asà se guardará él de olvidarlas, como de
tener pacto con franceses.{136-1} En conclusión, hombre de estos que no
saben levantarse para despedirse sino en corporación con alguno ó
algunos otros; que han de dejar humildemente debajo de una mesa su
sombrero, que llaman _su cabeza_; y que cuando se hallan en sociedad,
por desgracia, sin un socorrido bastón, darÃan cualquier cosa por no
tener manos ni brazos, porqué en realidad no saben dónde ponerlos, ni
qué cosa se puede hacer con los brazos en una sociedad.
=soler (ue),= to be accustomed to; =como suele decir,= as he is wont to
say.
=soler= (=ue=), to be accustomed (_or_ used) to; =suele hacerlo=, he
usually does so.
_Asà suele suceder
Al que su empresa abandona,
Porque halla, como la mona,
Al principio que vencer._
--SAMANIEGO.
--Señor, eso no puede ser: la gente de la casa está recogida y cerrada
la despensa; pero en el armario del comedor suele quedar puesta la
llave, y allà hay buen vino de Jerez y bizcochos, ó tortas.
--Lo son,[153] aunque[154] la vida moderna es avara en espacio y por esa
razón los va suprimiendo, sobre todo en las grandes metrópolis, donde un
metro cuadrado de tierra suele valer más de cien pesos oro.
=NIÑOS PRECOCES=
=Quien mucho duerme poco aprende=
Cuando un niño, por su aplicación y excepcionales
condiciones, logra hacerse superior a los de su edad,
el vulgo, para demostrar su admiración, suele lanzar
la frase:--Este niño vivirá poco.
[103.27] =que=: this and the following =que= are usually considered
expletive, and are therefore not translated; but they may be rendered
freely as follows: =¡que es de noche!= 'if it isn't night!'; =¡que si
esto sigue!= 'why, if this continues!'
=104.=--[104.5] =y cerrada=, etc.,=_y la despensa está cerrada_.--=en el
armario=, etc.,=_la llave suele quedar puesta_ ('is usually left') _en
el armario del comedor_.
Después de algunos dÃas, unos pescadores, que habÃan echado sus redes
en el rÃo, cogieron entre las mallas los zapatos de TamburÃ, pero los
clavos de que estaba llena la suela destrozaron los hilos de las redes.
Pusiéronle los zapatos, blancos también y apenas ligeramente gastada la
suela, señal de haber dado pocos pasos, y después tejieron, con sus
admirables cabellos de color castaño obscuro, graciosas trenzas
enlazadas con cintas azules.
=suela=, _pres.
=suela=, _f._, sole.
=suela,= sole; =de siete --s,= of the deepest dye.