Muchos
pantanos, charcas y esteros se han cegado, y rigen leyes estrictas para
el riego.
Trasplantándolo joven, no requiere ya ningún otro cuidado, ni
el del riego, y a los cuatro o cinco años es un árbol frondoso.
No sé si atendió a la riña;
Pero el domingo siguiente,
Paseando el niño inocente
Por una fértil campiña,
Vió por una valla o puerta
Que una mula trabajaba
En una noria, y sacaba
El riego de aquella huerta.
También se la emplea en el regadÃo; pero a excepción de
algunos lugares en Chile, Argentina, Uruguay y Brasil, las comarcas que
reciben poca lluvia y que por consiguiente carecen de riego natural se
encuentran en sitios montañosos donde no siempre es posible obtener agua
subterránea en condiciones económicas.
El paÃs
puede dividirse en tres zonas, a saber; la seca, que se
extiende desde la costa hasta el pie de los Andes, y en la 5
cual no se puede cultivar cosa alguna sin la ayuda del
riego; las mesetas excesivamente fértiles y saludables
que están situadas entre tres cordilleras de montañas, y
los extendidos y ricos bosques de las faldas orientales de
la cordillera.
=riego=, _m._, _see_ =regadÃo=.
=riego=, _m._, irrigation, irrigation water.
--¿Qué grado de adelanto han alcanzado los sistemas de riego en la
América latina?
Mientras el niño vivió, ningún cuidado faltó á la humilde planta: él le
daba todo lo que la angosta ventana dejaba pasar de aire y de luz: y
cada noche la regaba, despidiéndose de ella con dulces palabras como de
una amiga; y la florecita azul se llenó de hojas, y fué un hermoso
adorno para el pobre tiestecillo donde la habÃan plantado.
Mientras el niño vivió, ningún cuidado faltó á la humilde planta: él le
daba todo lo que la angosta ventana dejaba pasar de aire y de luz: y
cada noche la regaba, despidiéndose de ella con dulces palabras como de
una amiga; y la florecita azul se llenó de hojas, y fué un hermoso
adorno para el pobre tiestecillo donde la habÃan plantado.
El sueño dorado de toda la vida de Traga-santos habÃa sido ir á Madrid,
gustar en su propio manantial el agua brotada milagrosamente al golpe
del regatón de Isidro, y orar en el templo erigido al Santo en los
campos que éste regó con el sudor de su frente.
¡Y con qué santo regocijo y piadoso
recogimiento de espÃritu discurrirán por aquellos campos, pondrán su
planta donde Isidro y MarÃa pusieron la suya, y se inclinarán á cada
paso á besar aquella tierra, que Isidro regó con su sudor y los ángeles
santificaron con su presencia, bajando á ella para regir el arado del
bendito labrador!
El niño recibió el humilde presente con una gran alegrÃa: los dos
hermanos plantaron la florecita en una maceta vieja, que llenaron de
tierra, la regaron con cuidado, y Dios hizo prosperar la planta, que á
los pocos dÃas se adornó con algunas hojitas: cuidada por la pequeña y
débil mano de un niño doliente, constituyó, no sólo el jardÃn, sino el
universo entero del pobre enfermo: porque aquella pequeña flor le
representaba los prados, los bosques, los jardines, los rÃos, en una
palabra, toda la creación.
La prensa, que
es periódica, tiene poco alimento para el reportaje en la vida regular y
monótona de Bogotá; con frecuencia el Magdalena se ha regado con
exceso,[4] los vapores que traen la correspondencia se varan, y se
pasan dos o tres semanas sin tener noticias del mundo.
[4] =el Magdalena se ha regado con exceso,= _the Magdalena has been
irrigating too much_, i.e.