MarÃa exclamó:--No me preguntes por qué lloro, no me lo preguntes; pues
ni yo sabré contestarte, ni tú comprenderme....
Él le decÃa con ternura:--¿Por qué
lloras?--Perdona este involuntario sentimiento de egoÃsmo, le
respondió ella enjugándose una lágrima; lloro por mÃ.
No lloro en forma alguna porque los desolados
sean más dichosos que yo, pequeña, sino
porque veo que os afligÃs por el destino de éste
que no es sino un transeúnte sobre la tierra...
Dijo el cuervo: «¡Nunca más!»
«Eh, profeta--dije--o duende,
mas profeta al fin, ya seas
ave o diablo--ya te envÃe
la tormenta, ya te veas
por los ábregos barrido a esta playa,
desolado
pero intrépido a este hogar
por los males devastado,
dime, dime, te lo imploro:
¿Llegaré jamás a hallar
algún bálsamo o consuelo para el mal que triste lloro?»
Dijo el cuervo: «¡Nunca más!»
«Oh, profeta--dije--o diablo--Por ese ancho combo velo
de zafir que nos cobija, por el mismo Dios del Cielo
a quien ambos adoramos, dile a esta alma adolorida,
presa infausta del pesar,
si jamás en otra vida la doncella arrobadora
a mi seno he de estrechar,
la alma virgen a quien llaman los arcángeles Leonora!»
Dijo el cuervo: «¡Nunca más!»
«Esa voz,
oh, cuervo, sea
la señal
de la partida,
grité alzándome:--¡Retorna,
vuelve a tu hórrida guarida,
la plutónica ribera de la noche y de la bruma!...
=lloro,= weeping.
¡Y cómo se deslizan a través de mis
dedos hacia el abismo, mientras lloro, mientras
lloro!
50, note 2.]
MarÃa exclamó:--No me preguntes por qué lloro, no me lo preguntes;
pues ni yo sabré contestarte, ni tú comprenderme.
II
Él la encontró un dÃa llorando y le preguntó:--¿Por qué lloras?
II
Él la encontró un dÃa llorando y le pregunto:--¿Por qué lloras?
Tu pupila es azul, y cuando lloras,
Las transparentes lágrimas en ella
Se me figuran gotas de rocÃo
Sobre una vïoleta.
Él le decÃa con ternura:--¿Por qué
lloras?--Perdona este involuntario sentimiento de egoÃsmo, le
respondió ella enjugándose una lágrima; lloro por mÃ.
Pero entonces, acercándose á MarÃa, le tomó una mano, apoyó el codo en
el pretil árabe desde donde la hermosa miraba pasar la corriente del
rÃo, y torno á decirle:--¿Por que lloras?
Pedro entonces, acercándose á MarÃa, le tomó una mano, apoyó el codo en
el pretil árabe desde donde la hermosa miraba pasar la corriente del
rÃo, y tornó á decirle:--¿Por qué lloras?
13 Y dijéronle: Mujer, ¿por qué lloras?
15 DÃcele Jesús: Mujer, ¿por qué lloras?
_Tu pupila es azul; y cuando lloras,
Las trasparentes lágrimas en ella
Se me figuran gotas de rocÃo
Sobre una violeta._
Tu pupila es azul, y si en su fondo
Como un punto de luz radia una idea,[2]
Me parece en el cielo de la tarde
¡Una perdida estrella!
Y si no,
ahora lo verás:
Cuando baja, rÃe; cuando sube, llora;
à que no me lo aciertas en una hora.
¿Quién llora por los cristianos?
(III)
Dos amigos de una bolsa, el uno canta y el otro llora.
¡Y entonces comprendà por qué se llora,
Y entonces comprendà por qué se mata![2]
Pasó la nube de dolor...
--Mariquilla, dijo la niña del manijero,
Cuando baja, rÃe; cuando sube, llora:
¿à que{83-1} no me lo aciertas en una hora?
¿Y rÃe y llora y aborrece y ama,
Y guarda un rastro del dolor y el gozo,
Semejante al que deja cuando cruza
El cielo un meteoro?
Gime, herida, la
infeliz; lloran asustados los granujas, y el iracundo marinero sale al
balconcillo renegando de su estrella y maldiciendo á su mujer.
QuÃtales sus cadenas, ábreles las puertas de su prisión y déjalos tornar
á tierra de nazarenos, donde lloran por ellos padres, hermanos, esposas,
amadas.
EL REINO DE LAS HADAS
Valles oscuros, torrentes umbrÃos, bosques
nebulosos en los cuales nadie puede descubrir
las formas a causa de las lágrimas que gota a
gota se lloran de todas partes!
Cuando éste comprendió que su padre habÃa muerto, no lloró, porque los
leones no lloran; pero se tendió junto á él, acercó su cabeza enorme á
la enorme cabeza del león difunto, y asà se quedó un rato.
[9.6] =lloran= the subjects (=padres=, etc.) follow.
15 Gozaos con los que se gozan: llorad con los que lloran.
20 De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y
el mundo se alegrará: empero aunque vosotros estaréis tristes, vuestra
tristeza se tornará en gozo.
Pero al pronunciar estas palabras lloraba también.
EntristecÃase el anciano con este proceder de sus
hijos, y lloraba algunas veces; pero sufrÃa su desgracia
sin replicar.
El pobre moro amaba á Casilda porque era su hija, y porque era además la
viva imagen de la dulce esposa cuya pérdida lloraba hacÃa un año.
Una apiñada multitud de gente de pueblo se revolvÃa, gritaba, lloraba é
invadÃa la última rampa, á cuyo extremo estaba atracada una lancha.
La voz de la esposa era dulce y armoniosa: Juan creÃa escuchar
la de la Virgen: notó que lloraba cuando su marido relató de qué modo le
habÃa encontrado.
Santiago se golpeaba la cabeza: su esposa lloraba:
los chicos atónitos le decÃan estrechándole la mano: ¿No volverás á
tener hambre ni á salir á la calle sin paraguas, verdad, tiito?...
El héroe en
general, preso entre tanta faja,[8] encajes y faldellÃn, lloraba en
cuanto sentÃa que el cura le echaba la sal en la boca y se dormÃa en
cuanto llegaba de la iglesia, y la madrina le decÃa a su madre: «Usted
me lo entregó judÃo y se lo devuelvo cristiano».
Hecho el lÃo de ropa, pasó el Tuerto su brazo izquierdo por debajo de
los nudos, metió dentro de la gorra algunos mechones de pelo que le
caÃan sobre los ojos, tiró de una bolsa de piel mugrienta que guardaba
en un bolsillo de sus pantalones, sacó de ella tabaco picado, hizo un
cigarro, encendióle en un tizón que le trajo su mujer, que lloraba,
aunque en silencio, fijóse en los chicuelos que también lo rodeaban, y,
haciendo un gran esfuerzo, dijo con voz insegura:
--¡Ea!
¿Desde cuándo lloraba el rey la pérdida de su esposa?
--Márchese V., buen hombre...--exclamó entonces uno que hasta lloraba.
[9.14] =lloraba=, etc., 'he had been mourning for a year.'
[9.18] =Profeta==Mohammed.
¡Se lloraba al padre, al esposo, al hijo,
que se iban, quizá para siempre; pero que, al irse, se llevaban el pan
de los que se quedaban!
Pero al pronunciar estas palabras lloraba también.
EntristecÃase el anciano con este proceder de sus
hijos, y lloraba algunas veces; pero sufrÃa su desgracia
sin replicar.
El pobre moro amaba á Casilda porque era su hija, y porque era además la
viva imagen de la dulce esposa cuya pérdida lloraba hacÃa un año.
Una apiñada multitud de gente de pueblo se revolvÃa, gritaba, lloraba é
invadÃa la última rampa, á cuyo extremo estaba atracada una lancha.
La voz de la esposa era dulce y armoniosa: Juan creÃa escuchar
la de la Virgen: notó que lloraba cuando su marido relató de qué modo le
habÃa encontrado.
Santiago se golpeaba la cabeza: su esposa lloraba:
los chicos atónitos le decÃan estrechándole la mano: ¿No volverás á
tener hambre ni á salir á la calle sin paraguas, verdad, tiito?...
El héroe en
general, preso entre tanta faja,[8] encajes y faldellÃn, lloraba en
cuanto sentÃa que el cura le echaba la sal en la boca y se dormÃa en
cuanto llegaba de la iglesia, y la madrina le decÃa a su madre: «Usted
me lo entregó judÃo y se lo devuelvo cristiano».
Hecho el lÃo de ropa, pasó el Tuerto su brazo izquierdo por debajo de
los nudos, metió dentro de la gorra algunos mechones de pelo que le
caÃan sobre los ojos, tiró de una bolsa de piel mugrienta que guardaba
en un bolsillo de sus pantalones, sacó de ella tabaco picado, hizo un
cigarro, encendióle en un tizón que le trajo su mujer, que lloraba,
aunque en silencio, fijóse en los chicuelos que también lo rodeaban, y,
haciendo un gran esfuerzo, dijo con voz insegura:
--¡Ea!
¿Desde cuándo lloraba el rey la pérdida de su esposa?
--Márchese V., buen hombre...--exclamó entonces uno que hasta lloraba.
[9.14] =lloraba=, etc., 'he had been mourning for a year.'
[9.18] =Profeta==Mohammed.
¡Se lloraba al padre, al esposo, al hijo,
que se iban, quizá para siempre; pero que, al irse, se llevaban el pan
de los que se quedaban!
Entre el estupor que tal fenómeno producÃa, algunos pequeñuelos reÃan
locamente y otros lloraban.
Tras aquellos recios muros oyó Casilda tristÃsimos lamentos, y entonces
recordó que allà gemÃan, hambrientos y cargados de cadenas, los pobres
nazarenos, por quienes en Castilla lloraban padres, hermanos, esposas,
amadas.
De estos hombres, algunos lloraban sentados; otros
permanecÃan de pie, pálidos, inmóviles, con el sello terrible que deja
un dolor profundo sobre un organismo fuerte y varonil; otros, fingiendo
tranquilidad, trataban de ocultar con una sonrisa violenta el llanto que
asomaba á sus ojos.
Al caer la tarde de un hermoso dÃa, le dió fiebre, y hubo de acostarse
en su camita: al otro dÃa estaba peor: los niños del pueblo, sus amigos,
vinieron la tarde del domingo y cubrieron el lecho de ramas verdes y de
flores del campo; sus padres lloraban, y su hermana, avisada de lo que
sucedÃa, llegó llorosa y afligida: tomó la maceta de la ventana, y la
puso al lado de la almohadita del niño, sobre la única mesilla de la
mÃsera estancia....
¡Cómo lloraban aquellos
pedazos de barro!
¿Por qué lloraban los
padres y estaba afligida la hermana?
Y ella dirá: ¿por qué no lloré yo?
Ni sé tampoco en tan terribles horas
En qué pensaba ó qué pasó por mÃ;
Sólo recuerdo que lloré y maldije,
Y que en aquella noche envejecÃ.[2]
[Footnote 1: This poem is composed of hendecasyllabic verses of
both classes, with a heptasyllabic verse closing the first stanza,
and a pentasyllable verse closing the second stanza.
Cuando éste comprendió que su padre habÃa muerto, no lloró, porque los
leones no lloran; pero se tendió junto á él, acercó su cabeza enorme á
la enorme cabeza del león difunto, y asà se quedó un rato.
No[4]; cediendo a las emociones personales e Ãntimas, se encerró dentro
de la Tebaida[5] del sentimentalismo más congojoso, cantó penas propias
o lloró desdichas ajenas, derrochando en un mar de lágrimas las fuentes
de la inspiración[6] que debiera consagrar a temas más altos, más
grandes, más viables.
Recuerdo que, dos años há, mi amigo Eduardo Bustillo, el inspirado
cantor de nuestras glorias nacionales, delante de una escena idéntica á
la que voy describiendo, desde el mismo sitio, acaso sobre la misma
piedra que yo, lloró con su alma las penas de las pobres familias á
quienes una leva sumÃa en el abismo de todos los dolores, y puso en
labios de una esposa desvalida estas palabras sencillas, pero tiernas y
elocuentes:
--«Mi pobre niña inocente
el amor perdido siente.
35 Y lloró Jesús.
Algunos prÃncipes mejicanos
difundieron las máximas de la moral, lloraron su esplendor decaÃdo y
celebraron los primores de la naturaleza bajo las formas de la poesÃa.
¡Bien sabe el demonio que es la primera vez que me he reÃdo
desde hace seis ú ocho años!--Verdad es que tampoco he llorado...
Mientras sintamos que se alegra el alma,
Sin que los labios rÃan;
Mientras se llore sin que el llanto acuda
à nublar la pupila;
Mientras el corazón y la cabeza[6]
Batallando prosigan;
Mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡Habrá poesÃa!
--Mujer, no llore usted, que al fin su hijo tiene sobre el toro una gran
ventaja.
El juez la llamó y le dijo: 5
--No llores, querida, y oye bien lo que voy a decirte.
Al verla, debió pasar un soplo de enternecimiento por el
corazón de la irritada hermana; destacóse del grupo, y viniendo hacia
ella, le echó los brazos al cuello diciendo:
--No llores, Chonchita, no llores.
=Resumen=
El discÃpulo se preparará a dar oralmente ante la clase un resumen del
cuento, "El Juez y el Escarabajo."
=Para escribir=
(_a_) Usando el tratamiento cortesano, escrÃbanse los dos párrafos, «No
llores...
Mientras sintamos que se alegra el alma,
Sin que los labios rÃan;
Mientras se llore sin que el llanto acuda
à nublar la pupila;
Mientras el corazón y la cabeza[6]
Batallando prosigan;
Mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡Habrá poesÃa!
--Mujer, no llore usted, que al fin su hijo tiene sobre el toro una gran
ventaja.
Y si no,
ahora lo verás:
Cuando baja, rÃe; cuando sube, llora;
à que no me lo aciertas en una hora.
¿Quién llora por los cristianos?
(III)
Dos amigos de una bolsa, el uno canta y el otro llora.
¡Y entonces comprendà por qué se llora,
Y entonces comprendà por qué se mata![2]
Pasó la nube de dolor...
--Mariquilla, dijo la niña del manijero,
Cuando baja, rÃe; cuando sube, llora:
¿à que{83-1} no me lo aciertas en una hora?
¿Y rÃe y llora y aborrece y ama,
Y guarda un rastro del dolor y el gozo,
Semejante al que deja cuando cruza
El cielo un meteoro?
Mientras sintamos que se alegra el alma,
Sin que los labios rÃan;
Mientras se llore sin que el llanto acuda
à nublar la pupila;
Mientras el corazón y la cabeza[6]
Batallando prosigan;
Mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡Habrá poesÃa!
--Mujer, no llore usted, que al fin su hijo tiene sobre el toro una gran
ventaja.
15 Gozaos con los que se gozan: llorad con los que lloran.
Al verla, debió pasar un soplo de enternecimiento por el
corazón de la irritada hermana; destacóse del grupo, y viniendo hacia
ella, le echó los brazos al cuello diciendo:
--No llores, Chonchita, no llores.
--Mujer, no llore usted, que al fin su hijo tiene sobre el toro una gran
ventaja.