lleno, -a, full, covered (with).
El salón estaba ya lleno de gente.
El segador lo abrazó repetidas veces y se alejó lleno de júbilo.
Un corazón armonioso,
sensible y lleno de alegrÃa y de ternura.
La princesa mora tornó al palacio,
lleno su corazón de tristeza.
Vaya ofertando
en noble gratuidad, donde sea menester, el cántaro lleno.
of_ =llegar=;
=llegué a dudar= I really doubted
=lleno= full
=lleva= _impv.
Entonces vió con sorpresa que debajo de la gran
piedra habÃa un saco lleno de monedas de oro.
Como el texto digital de la OLB fue escaneado y no fue verificado muy
bien estaba lleno de errores.
Largo rato Neira respira fatigosamente y el chico, inclinado sobre él,
calla lleno de estupor y de miedo.
El carnicero estaba lleno de sangre y el aceitero de 5
aceite, en la ropa y en las manos.
El chico lleno de sangre también, aunque no herido, pálido como un
cadáver, se acerca a tientas al mulato y vuelve con él paso a paso.
Tomó entonces sus pinceles y trazó
con ellos un cuadro lleno de emoción y de belleza, que 10
contribuyó mucho a su celebridad de artista.
SabÃa que sus millares de espectadores representan, en los
dÃas de lleno,[3] la masa más considerable de nÃveas pecheras[4] y de
brazos marmóreos que se ve en el mundo ....
Mi
lindo agresor asoma su rostro trigueño, gracioso, lleno de vida y
frescura, y extiende sus manos diminutas, en las cuales deposito
respetuosamente á la muñeca desmayada.
Hé aquà como el espantajo sale lleno de vida de aquel
informe montón de trapos viejos y de basura, mismamente
cual bajo el cincel de Canova solÃa salir una 15
estatua de un trozo de mármol.
Llego á la estación del ferrocarril
en busca del tren que ha de conducirme á la corte, y advierto con
profunda sorpresa que el andén está lleno de peregrinos de todas clases,
procedentes de Roma y que se disponen á regresar á sus pueblos
respectivos.
En su lugar, lleno de estupor y casi de miedo, vió Garcés un grupo de
bellÃsimas mujeres, de las cuales, unas entraban en el agua
jugueteando, mientras las otras acababan de despojarse de las ligeras
túnicas que aún ocultaban á la codiciosa vista el tesoro de sus
formas.
Celinina tuvo por
breve rato un alivio tan patente, que todos concibieron esperanzas, y
lleno de alegrÃa, dijo el padre: «Voy al punto á buscar eso.»
Pero como cae rápidamente un ave herida al remontar el vuelo á lo más
alto, asà cayó Celinina en las honduras de una fiebre muy intensa.
Cosa de dos horas ó tres harÃa[1] ya que el joven montero roncaba á
pierna suelta, disfrutando á todo sabor de uno de los sueños más
apacibles de su vida, cuando de repente entreabrió los ojos
sobresaltado; é incorporóse á medias lleno aún de ese estupor del que
se vuelve en sà de improviso después de un sueño profundo.
La cuadrilla de perros que no
pierden nunca la pista del negro cimarrón,[9] la vaca de leche y los
bueyes de las carretas, los caballos de la molienda[10] del grano y de
la _volanta_ y silla, todo esto completa un cuadro lleno de vida y
movimiento, que yo estudio, que yo admiro,[11] porque es la Providencia
en forma estética y la Estética reencarnada en la Providencia.
Antes de pasar el Manzanares, oyó hacia aquellos collados y la pradera
interpuesta entre el rÃo y ellos, confuso, interminable y atronador
murmullo de la muchedumbre, y dijo, lleno de piadosa emoción:
--¡Ah, qué bien comprende el gran pueblo madrileño la incomparable dicha
que goza de ser Madrid cuna de San Isidro, y sus campos teatro de los
milagros del santo labrador!
Por fin, entró de lleno en el asunto: descritas la posición escogida y
condiciones higiénicas del convento, la vida ordenada y sana
alimentación de los religiosos, no pudo menos de manifestar su
extrañeza ante el excesivo número de ingresos en la enfermerÃa, y
especialmente porque todos ó casi todos los padecimientos fuesen de la
misma Ãndole y carácter inflamatorio, no pocas veces de terminación
funesta.
Ésta le
aturde con un jarro de agua en los ojos, aquélla le aplasta
encasquetándole un balde lleno en la cabeza, la otra le pellizca de un
brazo, tironéale la de más allá de las orejas, hasta que, entusiasmadas
de veras,[23] cargan las cuatro con él, y a pesar de sus manotadas y
pataleos, le zambullen dentro de la tina, y de buena gana le ahogarÃan,
si la oportuna intervención del dueño de la casa, no pusiese fin a la
gresca.
Pasamos por un pasadizo sombrÃo;
y, de pronto, en un cuarto lleno de luz, me encontré entre los brazos[1]
de un hombre pequeño de cuerpo,[2] rostro de iluminado, voz dulce y
dominadora al mismo tiempo y que me decÃa esta única palabra: «¡Hijo!»
Era la hora ya de aparecer ante el público, y me dijo que yo debÃa
acompañarle en la mesa directiva[3]; y cuando me dà cuenta,[4] después
de una rápida presentación a algunas personas, me encontré con ellas y
con Martà en un estrado, frente al numeroso público que saludaba con un
aplauso simpático.
En la esfera tenebrosa que rodeaba
su mente, no habÃa sino pavos haciendo _clau clau_; pollos que gritaban
_pÃo pÃo_; montes de turrón que llegaban al cielo formando un Guadarrama
de almendras;{65-3} nacimientos llenos de luces y que tenÃan lo menos
cincuenta mil millones de figuras; ramos de dulce; árboles cargados de
cuantos juguetes puede idear la más fecunda imaginación tirolesa; el
estanque del Retiro lleno de sopa de almendras; besugos que miraban á
las cocineras con sus ojos cuajados; naranjas que llovÃan del cielo,
cayendo en más abundancia que las gotas de agua en dÃa de temporal, y
otros mil prodigios que no tienen número ni medida.
II
Las llamas rojas y azules se enroscaban chisporroteando á lo largo del
grueso tronco de encina que ardÃa en el ancho hogar; nuestras sombras,
que se proyectaban temblando sobre los ennegrecidos muros, se
empequeñecÃan ó tomaban formas gigantescas, según la hoguera despedÃa
resplandores más ó menos brillantes; el vaso de saúco, ora vacÃo, ora
lleno y no de agua, como cangilón de noria, habia dado tres veces la
vuelta en derredor del cÃrculo que formábamos junto al fuego, y todos
esperaban con impaciencia la historia de _La cruz del diablo_, que á
guisa de postres de la frugal cena que acabábamos de consumir, se nos
habÃa prometido, cuando nuestro guÃa tosió por dos veces, se echó al
coleto un último trago de vino, limpióse con el revés de la mano la
boca, y comenzó de este modo:
--Hace mucho tiempo, mucho tiempo, yo no sé cuánto, pero los moros
ocupaban aún la mayor parte de España, se llamaban condes[1] nuestros
reyes, y las villas y aldeas pertenecÃan en feudo á ciertos señores,
que á su vez prestaban homenaje á otros más poderosos, cuando acaeció
lo que voy á referir á ustedes.[2]
[Footnote 1: condes = 'counts,' 'earls.' The word conde comes from
the Latin _comes, comitem_, 'companion,' and during the Roman empire
in Spain was a title of honor granted to certain officers who had
jurisdiction over war and peace.
=lleno=, full.
=lleno,-a=, full.
=lleno -a=, full, filled.
[8.23] =lleno su corazón==_su corazón lleno_.
=lleno,= full; =de --,= fully; =-- de,= filled with.
=relleno -a= (_intensive form of_ =lleno=), stuffed.
[3] =dÃas de lleno,= _the days when the theatre is crowded_.
(contestó el revendedor, lleno de sorpresa y de
cólera.)--Estas calabazas son mÃas; yo las he comprado....
29 Y estaba [allÃ] un vaso lleno de vinagre: entonces ellos hinchieron
una esponja de vinagre, y rodeada á un hisopo, se la llegaron á la boca.
14 Y aquel Verbo fué hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su
gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
140, note 1.]
III
Teobaldo, lleno de asombro, abandonó la aldea y se dirigió al
castillo, á cuyas puertas llego cuando apenas clareaba el dÃa.
(Y adviértase que el humo se va disipando, y
no impide ya que yo vea la escena, con todos sus pormenores.) QuÃtase el
_sueste_, ó sombrero embreado, de la cabeza; coloca sobre un arcón viejo
el impermeable de lona que llevaba al hombro, y cuelga de un clavo un
cesto cubierto con hule y lleno de aparejos de pescar.
Mudas y llenas de terror permanecÃamos aún cuando llegó la
noche.
Otro tanto[329] y algo
más de lo que ofrecen muchas regiones del mundo que
están llenas de turistas, podrÃa ser la respuesta.
Su aspecto, su ademán, todo en ella
denunciaba la completa enajenación del ánimo, y su mirada se perdÃa en
dulcÃsimas lejanÃas, llenas de ensueños peregrinos.
el largo
feudo, no terminado aún, entre los admiradores de BolÃvar y los que
consideran a San MartÃn como el más grande de los dos.[12] De tales
controversias están llenas las bibliotecas.
X
Dejó atrás aquellas regiones y atravesó otras inmensidades llenas de
visiones terribles, que ni él pudo comprender ni yo acierto á
concebir, y llegó al cabo al último cÃrculo[1] de la espiral de los
cielos, donde los serafines[2] adoran al Señor, cubierto el rostro con
las triples alas[3] y postrados á sus pies.
Su rostro ovalado en donde se veÃa impreso el sello de una leve y
espiritual demacración, sus armoniosas facciones llenas de una suave y
melancólica dulzura, su intensa palidez, las purÃsimas lÃneas de su
contorno esbelto, su ademán reposado y noble, su traje blanco y
flotante, me traÃan á la memoria esas mujeres que yo soñaba cuando casi
era un niño.
Su rostro ovalado, en donde se veÃa impreso el sello de una leve y
espiritual demacración, sus armoniosas facciones llenas de una suave y
melancólica dulzura; su intensa palidez, las purisimas lÃneas de su
contorno esbelto, su ademán reposado y noble, su traje blanco y
flotante, me traÃan á la memoria esas mujeres que yo soñaba cuando
casi era un niño.
Todos, en una explosión de libertad y de entusiasmo, cantan, estallan en
carcajadas, corren por la planicie, hacen girar los caballos empapados
en sudor, remolinean en grupos apretados, arrancan a manos llenas[2]
sartales de flores, desgajan los racimos de pomarrosas, se embriagan en
la fragancia de los limoneros, se arrojan puñados de azahares, y hacen
rodar por la grama el oro de las naranjas.
Los caballeros arrojaban a manos
llenas[13] cartuchos de confites, y ahà era el gritar y manotear de los
chicuelos, que estaban a[14] los desperdicios, lanzándose en masa sobre
la vereda cuando algún cartucho no llegaba a su destino, empujándose,
pateándose por agarrar la codiciada presa, mientras los jugadores hacÃan
toda clase de esfuerzos para barajar las coronas que en cambio de los
confites les llovÃan, retribuyendo ellos todavÃa el obsequio con cajas
especiales, de antemano destinadas a fulana y a zutana, a quienes las
enviaban por medio de sus sirvientes, no atreviéndose a correr el albur
de que[15] al arrojarlas cayesen entre la turba multa[16] de arrapiezos
que andaban a caza de[17] gangas.
Por todas
partes se veÃan cruzar escuderos caracoleando en sus corceles
ricamente enjaezados; reyes de armas con lujosas casullas llenas de
escudos y blasones: timbaleros vestidos de colores vistosos, soldados
cubiertos de armaduras resplandecientes, pajes con capotillos de
terciopelo y birretes coronados de plumas, y servidores de á pie que
precedÃan las lujosas literas y las andas cubiertas de ricos paños,
llevando en sus manos grandes hachas encendidas, á cuyo rojizo
resplandor podÃa verse á la multitud, que con cara atónita, labios
entreabiertos y ojos espantados, miraba desfilar con asombro á todo lo
mejor de la nobleza castellana, rodeada en aquella ocasión de un
fausto y un esplendor fabulosos.
Según dejamos dicho, la iglesia estaba completamente desmantelada; en el
altar mayor pendÃan aún de las altas cornisas los rotos jirones del velo
con que le habÃan cubierto los religiosos al abandonar aquel recinto;
diseminados por las naves veÃanse algunos retablos adosados al muro, sin
imágenes en las hornacinas; en el coro se dibujaban con un ribete de luz
los extraños perfiles de la obscura sillerÃa de alerce; en el pavimento,
destrozado en varios puntos, distinguÃanse aún anchas losas sepulcrales
llenas de timbres, escudos y largas inscripciones góticas; y allá á lo
lejos, en el fondo de las silenciosas capillas y á lo largo del crucero,
se destacaban confusamente entre la obscuridad, semejantes á blancos é
inmóviles fantasmas, las estatuas de piedra que, unas tendidas, otras de
hinojos sobre el mármol de sus tumbas, parecÃan ser los únicos
habitantes del ruinoso edificio.
Según dejamos dicho, la iglesia estaba completamente desmantelada; en
el altar mayor pendÃan aún de las alias cornisas los rotos jirones del
velo con que le habÃan cubierto los religiosos al abandonar aquel
recinto; diseminados por las naves veianse algunos retablos adosados
al muro, sin imágenes en las hornacinas; en el coro se 'dibujaban con
un ribete de luz los extraños perfiles de la obscura sillerÃa de
alerce; en el pavimento, destrozado en varies puntos, distinguÃanse
aún anchas losas sepulcrales llenas de timbres, escudos y largas
inscripciones góticas; y allá á lo lejos, en el fondo de las
silenciosas capillas y á lo largo del crucero, se destacaban
confusamente entre la obscuridad, semejantes á blancos é inmóviles
fantasmas, las estatuas de piedra que, unas tendidas, otras de hinojos
sobre el mármol de sus tumbas, parecÃan ser los únicos habitantes del
ruinoso edificio.
[2] =a manos llenas,= _by handfuls_.
[13] =a manos llenas,= _by the handful_.
¿recogiendo las viejas
leyendas nacionales llenas de las dulces tristezas y santas alegrÃas de
remotos y sencillos tiempos?
Note that =va llena= is
taken for =ballena=.
Ave, Libertad, llena de fuerza; el
Señor es contigo: bendita tú eres.
of separation or privation.--=una
va llena=, 'one is full (lit., 'one goes full').
EscribÃa una prosa profusa, llena de vitalidad y de color,
de plasticidad y de música.
Será a causa de esto que es fácil entender «una ballena,»
cuando se grita, «una va llena,» ¿no le parece?
Elevada era su estatura, fuerte y bien hecho su cuerpo, su tez cobriza,
su mirada estaba llena de inteligencia y viveza.
Uno de ellos era su antiguo amigo, el de
San Bernardo, y el otro un galgo que tenÃa la pata
herida[39] y llena de sangre.
La vistieron con riquÃsimo traje de batista, la falda blanca y ligera
como una nube, toda llena de encajes y rizos que la asemejaban á espuma.
En ellos se
encuentra la gracia sin afectación ni pretensiones, que sin buscarlo,
halla el agrado; gracia inocente cual ellos, y por tanto llena de
encanto y de simpatÃa.
La bandada que formaban era más grande que cuanto pueden abarcar
los ojos en el espacio visible, y cubrÃa la luna y las estrellas, como
cuando el firmamento se llena de nubes.
Observé que los
párpados jamás se contraÃan, como es tan usual en la mayor parte de las
personas, principalmente cuando hablan; pero su mirada siempre era
llena, abierta y sin encogimiento ni emoción.
La catedral estaba llena de estatuas, estatuas que, vestidas con luengos
y no vistos ropajes, habÃan descendido de sus huecos, y ocupaban todo el
ámbito de la iglesia, y le miraban con sus ojos sin pupila.
La catedral estaba llena de estatuas, estatuas que, vestidas con
luengos y no vistos ropajes, habÃan descendido de sus huecos, y
ocupaban todo el ámbito de la iglesia, y le miraban con sus ojos sin
pupila.
Después de algunos dÃas, unos pescadores, que habÃan echado sus redes
en el rÃo, cogieron entre las mallas los zapatos de TamburÃ, pero los
clavos de que estaba llena la suela destrozaron los hilos de las redes.
La
vieja entonces, tan humilde, tan hipocritona, hasta aquel punto, se
puso de pie con un movimiento tan rápido como el de una culebra
enroscada á la que se pisa y despliega[1] sus anillos irguiéndose
llena de cólera.--¡Oh!
La fatalidad me ha
traÃdo al pueblo donde vivió Teresa; habito esta morada llena con su
recuerdo; vengo á pasar los primeros dÃas de mi matrimonio en la casa
donde ella murió, y un secreto presentimiento me dice que Cristina no
llegará á ser esposa mÃa.
Háblannos de Rivera el criollaje rebelde a todo yugo;
la vida campesina, modalidad de una estirpe que se va; la guitarra
rasgueada bajo el toldo de las enramadas o en las carpas de los
campamentos; la trova plebeya llena, como la flauta del dios Pan, de
selváticas armonÃas.
Era tal el ruido del rÃo, que no
era posible entenderse más que por señas; pero el tabernero, creyendo
que aquel par de borrachos no se resistirÃan á lanzarse al agua si les
decÃa que del agua sacarÃan vino, empezó á gritarles con toda la fuerza
de sus pulmones:
--¡Una va llena!
Primero sintió
ese frÃo y singular estremecimiento, precursor de la aurora; después
advirtió cierto fulgor blanquecino, cada instante más luminoso; levantó
su canto el gallo, trompeta de la mañana, y al cabo, serena y hermosa,
llena de armonÃas y resplandores, brilló con toda limpidez una magnÃfica
alborada.
Entonces aseguró un extremo de ésta en el interior
de la torre, y se fué deslizando,[32] agarrado a ella, desde
la ventana hasta el pie del muro, donde le aguardaba 5
su mujer, llena de alegrÃa y al mismo tiempo de asombro,
al pensar que un mÃsero escarabajo habÃa servido para[33]
realizar una obra tan importante.
Entonces, cuando arden despidiendo un torrente de luz sus mil lámparas
de plata; cuando flota en el aire una nube de incienso, y las voces del
coro, y la armonÃa de los órganos y las campanas de la torre estremecen
el edificio desde sus cimientos más profundos hasta las más altas agujas
que lo coronan, entonces es cuando se comprende, al sentirla, la
tremenda majestad de Dios que vive en él, y lo anima con su soplo y lo
llena con el reflejo de su omnipotencia.
Entonces, cuando arden despidiendo un torrente de luz sus mil lámparas
de plata; cuando flota en el aire una nube de incienso, y las voces
del coro, y la armonÃa de los órganos y las campanas de la torre
estremecen el edificio desde sus cimientos más profundos hasta las más
altas agujas que lo coronan, entonces es cuando se comprende, al
sentirla, la tremenda majestad de Dios que vive en él, y lo anima con
su soplo y lo llena con el reflejo de su omnipotencia.
Pero aún no
habÃa pronunciado estas palabras, abalanzándose á sus perseguidores,
fuera de sÃ, con las greñas sueltas, los ojos inyectados en sangre, y
la hedionda boca entreabierta y llena de espuma, cuando la oà arrojar
un alarido espantoso, llevarse por dos ó tres veces las manos al
costado con grande precipitación, mirárselas y volvérselas á mirar
maquinalmente, y por último, dando tres ó cuatro pasos vacilantes como
si estuviese borracha, la và caer al derrumbadero.
La
recuerdo como si la viera: un maiten enorme tendia parte de sus ramas
sobre la casita blanca con techo de totora; en el corredor, eternamente
la Andrea,{191-1} su mujer, lavando en la artesa una ropa mas blanca que
la nieve; una montura llena de pellones y amarras colgada sobre un
caballete de palo; y dos gansos chillones y provocativos en la puerta,
amagando eternamente nuestras medias rojas que parecian
indignarles.{191-2}
Cada año, cuando a vuelta de los exámenes llegábamos a las casas de los
Sauces, nuestra primera visita era a la Andrea, que suspendia el
jabonado de la ropa para lanzar un par de gritos de sorpresa y llorar
despues como una chica consentida.
¡una va llena!
11 Subió Simón Pedro, y trajo la red á tierra, llena de grandes peces,
ciento cincuenta y tres: y siendo tantos, la red no se rompió.
10
Después de una navegación larga, llena de peligros
y de ansiedades, en la que se puso a prueba[221] el espÃritu
animoso y grande de Colón, descubrieron tierra del
nuevo mundo en la madrugada del 12 de octubre de
1492.
10
Logró Colón rehabilitarse ante los monarcas, y aun
hizo un cuarto viaje al nuevo mundo; pero tenÃa ya
66 años, le faltaba el esfuerzo de la juventud, y La
Española estaba ya llena de enemigos y rivales que le
dieron muchos disgustos.[223] Muy enfermo y débil, 15
regresó de nuevo a Sevilla en 1504.
10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;
11 No hay quien entienda, No hay quien busque á Dios;
12 Todos se apartaron, á una fueron hechos inútiles; No hay quien haga
lo bueno, no hay ni aun uno:
13 Sepulcro abierto es su garganta; Con sus lenguas tratan
engañosamente; Veneno de áspides está debajo de sus labios;
14 Cuya boca está llena de maledicencia y de amargura;
15 Sus pies son ligeros á derramar sangre;
16 Quebrantamiento y desventura hay en sus caminos;
17 Y camino de paz no conocieron:
18 No hay temor de Dios delante de sus ojos.
A MI MADRE
(_Soneto_)
Porque siento que allá arriba, en el cielo, los
ángeles que se hablan dulcemente al oÃdo, no
pueden encontrar entre sus radiantes palabras
de amor una expresión más ferviente que la de
«_madre_», he ahà por qué, desde hace largo
tiempo os llamo con ese nombre querido, a ti
que eres para mà más que una madre y que
llenáis el santuario de mi corazón en el que la
muerte os ha instalado, al libertar el alma de
mi Virginia.
ElÃas?--pregunté riendo, mientras le llenaba la copa
de cerveza.
Un vocerÃo sordo y molesto llenaba todo el ambiente, especialmente en el
interior, donde se respiraba un aire denso y saturado de humo.
Y el crujido triste, incierto, de las rojas colgaduras
me aterraba, me llenaba de fantásticas pavuras,
de tal modo, que el latido de mi pecho palpitante
procurando dominar,
«es, sin duda, un visitante--repetÃa con instancia--
que a mi alcoba quiere entrar;
un tardÃo visitante a las puertas de mi estancia...
--Hasta hace unos veinte años el comprador pagaba al dependiente, quien,
por eso, llenaba en cierto modo las funciones de cajero del
establecimiento.
ElÃas?--pregunté riendo, mientras le llenaba la copa
de cerveza.
Un vocerÃo sordo y molesto llenaba todo el ambiente, especialmente en el
interior, donde se respiraba un aire denso y saturado de humo.
Y el crujido triste, incierto, de las rojas colgaduras
me aterraba, me llenaba de fantásticas pavuras,
de tal modo, que el latido de mi pecho palpitante
procurando dominar,
«es, sin duda, un visitante--repetÃa con instancia--
que a mi alcoba quiere entrar;
un tardÃo visitante a las puertas de mi estancia...
--Hasta hace unos veinte años el comprador pagaba al dependiente, quien,
por eso, llenaba en cierto modo las funciones de cajero del
establecimiento.
La diligencia se llenó en pocos momentos.
Una estruendosa algarabÃa llenó los ámbitos de la iglesia en aquel
instante y ahogó su primer acorde.
La agudeza del estudiante agradó tanto a la huéspeda, que no sólo le
presentó las truchas graciosamente, sino también le llenó la alforja
para lo que le restaba de camino.
El juez contestó sencillamente: 10
--Llamé a la mujer del sabio esta mañana y le
dije: «Eche usted tinta en mi tintero.» Tomó el
tintero, lo limpió cuidadosamente y lo llenó de[118] tinta,
todo en un instante y bien.
Éste, después de coordinar sus ideas, prosiguió
asÃ:
--Desde el dÃa en que á pesar de tus funestas predicciones llegué á la
fuente de los Ãlamos, y atravesando sus aguas recobré el ciervo que
vuestra superstición hubiera dejado huir, se llenó mi alma del deseo
de la soledad.
The offertory is said immediately
after the _Creed_, and before the Preface and Sanctus.]
Una nube de incienso que se desenvolvÃa en ondas azuladas llenó el
ámbito de la iglesia; las campanillas repicaron con un sonido
vibrante, y maese Pérez puso sus crispadas manos sobre las teclas del
órgano.
Mientras el niño vivió, ningún cuidado faltó á la humilde planta: él le
daba todo lo que la angosta ventana dejaba pasar de aire y de luz: y
cada noche la regaba, despidiéndose de ella con dulces palabras como de
una amiga; y la florecita azul se llenó de hojas, y fué un hermoso
adorno para el pobre tiestecillo donde la habÃan plantado.
3 Entonces MarÃa tomó una libra de ungüento de nardo lÃquido de mucho
precio, y ungió los pies de Jesús, y limpió sus pies con sus cabellos: y la
casa se llenó del olor del ungüento.
Sus ojos negros llenaron la sala con una mirada viva y afanosa que
echaron en derredor y de arriba abajo.
La tierra dió muestras 15
de gran fecundidad; los árboles se llenaron de
flores y de pájaros, y todo parecÃa renacer a una vida
alegre y nueva.
El niño recibió el humilde presente con una gran alegrÃa: los dos
hermanos plantaron la florecita en una maceta vieja, que llenaron de
tierra, la regaron con cuidado, y Dios hizo prosperar la planta, que á
los pocos dÃas se adornó con algunas hojitas: cuidada por la pequeña y
débil mano de un niño doliente, constituyó, no sólo el jardÃn, sino el
universo entero del pobre enfermo: porque aquella pequeña flor le
representaba los prados, los bosques, los jardines, los rÃos, en una
palabra, toda la creación.
18 Porque no osarÃa hablar alguna cosa que Cristo no haya hecho por mÃ
para la obediencia de los Gentiles, con la palabra y con las obras,
19 Con potencia de milagros y prodigios, en virtud del EspÃritu de Dios:
de manera que desde Jerusalem, y por los alrededores hasta IlÃrico, he llenado
[todo] del evangelio de Cristo.
Mi conducta
extravagante le habÃa llenado de asombro.
Mi conducta
extravagante le habÃa llenado de asombro.
De repente empezó á llover con violencia, pero cesó la lluvia á corto
rato; y ¡cuál no serÃa el asombro{97-4} del sencillo creyente vecino de
Animalejos cuando vió que una porción de mujeres, cuyos puestos de
dulces, juguetes de niños, campanillas y santos de barro y todo género
de baratijas habÃa averiado la lluvia, se encaminaban irritadas hacia la
ermita, recogiendo piedras del suelo y se ponÃan á apedrear á una imagen
de San Isidro colocada sobre el pórtico de la ermita, llenando de
improperios al Santo porque, según decÃan, le habÃan llenado de cuartos
el cepillo y habÃan quemado en su altar no sé cuántas velas para que
hiciera que no lloviese,{98-1} y el Santo era tan desagradecido, que
habÃa hecho precisamente todo lo contrario!{98-2}
--¡Pero no ven ustedes qué judiada la de esa gente!--exclamó
Traga-santos escandalizado, dirigiéndose á un grupo de lugareños de
ambos sexos que estaban á su lado presenciando aquella sacrÃlega pedrea.
13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz creyendo, para que
abundéis en esperanza por la virtud del EspÃritu Santo.
13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz creyendo, para que
abundéis en esperanza por la virtud del EspÃritu Santo.
Asà era que sólo se oÃa el ruido que producÃa la
olla al hervir en el hogar, y el que hacÃan los dientes de un mulo al
tomar su pienso en el pesebre; cuando se alzó suave y clara la voz de
EstefanÃa cantando la dulce y triste tonada de la nana, que muchas
personas, asà cultas como no cultas, no pueden oir sin que
involuntariamente se les llenen los ojos de lágrimas.
Patricio se
miraba en él,[5] como suele decirse, porque no habÃa otro caballo que le
llenara tanto el gusto[6] como ése; y hasta parecÃa que se entendÃan a
maravilla bestia y jinete.
VARIANTS: =Le
apreciaba mucho; estaba loco por él; estaba orgulloso de él.=
[6] =que le llenara tanto el gusto,= _which so completely satisfied his
taste_ (_in what a horse should be_).
Patricio se
miraba en él,[5] como suele decirse, porque no habÃa otro caballo que le
llenara tanto el gusto[6] como ése; y hasta parecÃa que se entendÃan a
maravilla bestia y jinete.
VARIANTS: =Le
apreciaba mucho; estaba loco por él; estaba orgulloso de él.=
[6] =que le llenara tanto el gusto,= _which so completely satisfied his
taste_ (_in what a horse should be_).
Note that =va llena= is
taken for =ballena=.
Ave, Libertad, llena de fuerza; el
Señor es contigo: bendita tú eres.
of separation or privation.--=una
va llena=, 'one is full (lit., 'one goes full').
EscribÃa una prosa profusa, llena de vitalidad y de color,
de plasticidad y de música.
Será a causa de esto que es fácil entender «una ballena,»
cuando se grita, «una va llena,» ¿no le parece?
Elevada era su estatura, fuerte y bien hecho su cuerpo, su tez cobriza,
su mirada estaba llena de inteligencia y viveza.
Uno de ellos era su antiguo amigo, el de
San Bernardo, y el otro un galgo que tenÃa la pata
herida[39] y llena de sangre.
La vistieron con riquÃsimo traje de batista, la falda blanca y ligera
como una nube, toda llena de encajes y rizos que la asemejaban á espuma.
En ellos se
encuentra la gracia sin afectación ni pretensiones, que sin buscarlo,
halla el agrado; gracia inocente cual ellos, y por tanto llena de
encanto y de simpatÃa.
La bandada que formaban era más grande que cuanto pueden abarcar
los ojos en el espacio visible, y cubrÃa la luna y las estrellas, como
cuando el firmamento se llena de nubes.
Observé que los
párpados jamás se contraÃan, como es tan usual en la mayor parte de las
personas, principalmente cuando hablan; pero su mirada siempre era
llena, abierta y sin encogimiento ni emoción.
La catedral estaba llena de estatuas, estatuas que, vestidas con luengos
y no vistos ropajes, habÃan descendido de sus huecos, y ocupaban todo el
ámbito de la iglesia, y le miraban con sus ojos sin pupila.
La catedral estaba llena de estatuas, estatuas que, vestidas con
luengos y no vistos ropajes, habÃan descendido de sus huecos, y
ocupaban todo el ámbito de la iglesia, y le miraban con sus ojos sin
pupila.
Después de algunos dÃas, unos pescadores, que habÃan echado sus redes
en el rÃo, cogieron entre las mallas los zapatos de TamburÃ, pero los
clavos de que estaba llena la suela destrozaron los hilos de las redes.
La
vieja entonces, tan humilde, tan hipocritona, hasta aquel punto, se
puso de pie con un movimiento tan rápido como el de una culebra
enroscada á la que se pisa y despliega[1] sus anillos irguiéndose
llena de cólera.--¡Oh!
La fatalidad me ha
traÃdo al pueblo donde vivió Teresa; habito esta morada llena con su
recuerdo; vengo á pasar los primeros dÃas de mi matrimonio en la casa
donde ella murió, y un secreto presentimiento me dice que Cristina no
llegará á ser esposa mÃa.
Háblannos de Rivera el criollaje rebelde a todo yugo;
la vida campesina, modalidad de una estirpe que se va; la guitarra
rasgueada bajo el toldo de las enramadas o en las carpas de los
campamentos; la trova plebeya llena, como la flauta del dios Pan, de
selváticas armonÃas.
Era tal el ruido del rÃo, que no
era posible entenderse más que por señas; pero el tabernero, creyendo
que aquel par de borrachos no se resistirÃan á lanzarse al agua si les
decÃa que del agua sacarÃan vino, empezó á gritarles con toda la fuerza
de sus pulmones:
--¡Una va llena!
Primero sintió
ese frÃo y singular estremecimiento, precursor de la aurora; después
advirtió cierto fulgor blanquecino, cada instante más luminoso; levantó
su canto el gallo, trompeta de la mañana, y al cabo, serena y hermosa,
llena de armonÃas y resplandores, brilló con toda limpidez una magnÃfica
alborada.
Entonces aseguró un extremo de ésta en el interior
de la torre, y se fué deslizando,[32] agarrado a ella, desde
la ventana hasta el pie del muro, donde le aguardaba 5
su mujer, llena de alegrÃa y al mismo tiempo de asombro,
al pensar que un mÃsero escarabajo habÃa servido para[33]
realizar una obra tan importante.
Entonces, cuando arden despidiendo un torrente de luz sus mil lámparas
de plata; cuando flota en el aire una nube de incienso, y las voces del
coro, y la armonÃa de los órganos y las campanas de la torre estremecen
el edificio desde sus cimientos más profundos hasta las más altas agujas
que lo coronan, entonces es cuando se comprende, al sentirla, la
tremenda majestad de Dios que vive en él, y lo anima con su soplo y lo
llena con el reflejo de su omnipotencia.
Entonces, cuando arden despidiendo un torrente de luz sus mil lámparas
de plata; cuando flota en el aire una nube de incienso, y las voces
del coro, y la armonÃa de los órganos y las campanas de la torre
estremecen el edificio desde sus cimientos más profundos hasta las más
altas agujas que lo coronan, entonces es cuando se comprende, al
sentirla, la tremenda majestad de Dios que vive en él, y lo anima con
su soplo y lo llena con el reflejo de su omnipotencia.
Pero aún no
habÃa pronunciado estas palabras, abalanzándose á sus perseguidores,
fuera de sÃ, con las greñas sueltas, los ojos inyectados en sangre, y
la hedionda boca entreabierta y llena de espuma, cuando la oà arrojar
un alarido espantoso, llevarse por dos ó tres veces las manos al
costado con grande precipitación, mirárselas y volvérselas á mirar
maquinalmente, y por último, dando tres ó cuatro pasos vacilantes como
si estuviese borracha, la và caer al derrumbadero.
La
recuerdo como si la viera: un maiten enorme tendia parte de sus ramas
sobre la casita blanca con techo de totora; en el corredor, eternamente
la Andrea,{191-1} su mujer, lavando en la artesa una ropa mas blanca que
la nieve; una montura llena de pellones y amarras colgada sobre un
caballete de palo; y dos gansos chillones y provocativos en la puerta,
amagando eternamente nuestras medias rojas que parecian
indignarles.{191-2}
Cada año, cuando a vuelta de los exámenes llegábamos a las casas de los
Sauces, nuestra primera visita era a la Andrea, que suspendia el
jabonado de la ropa para lanzar un par de gritos de sorpresa y llorar
despues como una chica consentida.
¡una va llena!
11 Subió Simón Pedro, y trajo la red á tierra, llena de grandes peces,
ciento cincuenta y tres: y siendo tantos, la red no se rompió.
10
Después de una navegación larga, llena de peligros
y de ansiedades, en la que se puso a prueba[221] el espÃritu
animoso y grande de Colón, descubrieron tierra del
nuevo mundo en la madrugada del 12 de octubre de
1492.
10
Logró Colón rehabilitarse ante los monarcas, y aun
hizo un cuarto viaje al nuevo mundo; pero tenÃa ya
66 años, le faltaba el esfuerzo de la juventud, y La
Española estaba ya llena de enemigos y rivales que le
dieron muchos disgustos.[223] Muy enfermo y débil, 15
regresó de nuevo a Sevilla en 1504.
10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;
11 No hay quien entienda, No hay quien busque á Dios;
12 Todos se apartaron, á una fueron hechos inútiles; No hay quien haga
lo bueno, no hay ni aun uno:
13 Sepulcro abierto es su garganta; Con sus lenguas tratan
engañosamente; Veneno de áspides está debajo de sus labios;
14 Cuya boca está llena de maledicencia y de amargura;
15 Sus pies son ligeros á derramar sangre;
16 Quebrantamiento y desventura hay en sus caminos;
17 Y camino de paz no conocieron:
18 No hay temor de Dios delante de sus ojos.
13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz creyendo, para que
abundéis en esperanza por la virtud del EspÃritu Santo.
Asà era que sólo se oÃa el ruido que producÃa la
olla al hervir en el hogar, y el que hacÃan los dientes de un mulo al
tomar su pienso en el pesebre; cuando se alzó suave y clara la voz de
EstefanÃa cantando la dulce y triste tonada de la nana, que muchas
personas, asà cultas como no cultas, no pueden oir sin que
involuntariamente se les llenen los ojos de lágrimas.