El discÃpulo se levanta y responde.
Se
levanta, revuelve su sombrero, llama a Vd., y Vd.
León se levanta, va a la pizarra, la limpia y escribe la frase en ella y
después va a su banco.
A la salida del pueblo se levanta la tumba de un coronel muerto a los
veinticinco años en un dÃa de batalla.
El
manzano luce sus frutas doradas cerca del cedro bÃblico, que se levanta
erguido, desafiando la furia de los vientos.
Todo se junta allÃ, lo bello y lo
útil, lo apacible y lo majestuoso, lo que recrea el corazón y lo que
levanta la mente a ideas superiores.
El espÃritu humano es más constante
Cuanto más se levanta:
Dios puso el fango en la llanura, y puso
La roca en la montaña.
Mi tÃo se levanta, hace un gesto de desdén y se finge que va á tomar la
puerta, no sin decir antes:
--Vaya, vaya; veo que no quiere usted vender.
La Muerte se ha erigido un trono,
en una extraña ciudad que se levanta, solitaria,
muy lejos, en el sombrÃo occidente, donde
los buenos y los malos, los peores y los mejores
han ido hacia la paz eterna.
Y durante todo el dÃa, Astarté resplandece
brillante y fuerte en el cielo, en tanto que
siempre hacia ella, mi querida Eulalia, levanta
sus ojos de esposa, en tanto que siempre hacia
ella mi joven Eulalia eleva sus bellos ojos
violetas!...
No se ha arado en la mar.[2]
También nuestra América levanta palacios, y congrega el sobrante útil
del universo oprimido; también doma la selva, y le lleva el libro y el
periódico, el municipio y el ferrocarril; también nuestra América, con
el sol en la frente, surge sobre los desiertos coronada de ciudades.
La
Historia General de Chile es la sÃntesis suprema de nuestros grandes
progresos en la literatura histórica _ad narrandum_.[10] Es el gran
monumento, que al fin del interesante camino de nuestra producción
intelectual se levanta para decir que la obra gloriosa de exhumación de
todo el pasado nacional está, por fin, terminada.
El susto fué general, y la alarma llegó á su colmo cuando un surtidor de
caldo, impulsado por el animal furioso, saltó á inundar mi limpÃsima
camisa: levántase rápidamente á este punto el trinchador con ánimo de
cazar el ave prófuga, y al precipitarse sobre ella, una botella que
tiene á la derecha, con la que tropieza su brazo, abandonando su
posición perpendicular, derrama un abundante caño de Valdepeñas sobre el
capón y el mantel; corre el vino, auméntase la algazara, llueve la sal
sobre el vino para salvar el mantel; para salvar la mesa se ingiere por
debajo de él una servilleta, y una eminencia se levanta sobre el teatro
de tantas ruinas.
21 Porque como el Padre levanta los muertos, y les da vida, asà también
el Hijo á los que quiere da vida.
=canto=, _m._, singing, song, crowing; =piezas de canto=, snatches of
song; =el gallo levanta el canto=, the cock begins to crow.
¿Y no es ya una muestra de ello esa nueva y vigorosa civilización que en
el norte se levanta en medio de ciudades que se improvisan por la
aglomeración súbita de inmigrantes que hablan todas las lenguas?
Las palmeras, estos orgullosos individuos de
las selvas inflamadas, levantan a los aires sus copas majestuosas, y
descuellan sobre cuanto las rodea.
Voces fuertes y proféticas se levantan
para siempre en nosotros y en toda ruina
a la intención de los sabios, parecidas a los
himnos de Memnon al Sol!
De mañana, ellas se levantan, y su
velo lunar vuela por los cielos mientras se agitan
como pálido albatros al soplo de la tempestad
que las sacude como a casi todas las cosas.
Y los ángeles, todos pálidos
y macilentos se levantan y cubriéndose afirman
que ese drama es una tragedia que se
llama «El Hombre» de la cual el héroe es el
Gusano Vencedor....!
Él tiene una gran devoción por
esta ceremonia de la Misa del Gallo, y cuando levantan la Sagrada
Forma[4] al punto y hora de las doce, que es cuando vino al mundo
Nuestro Señor Jesucristo ...
Un faldeo
gris, con manchas doradas de teatinas; algunos quiscos que se levantan
como brazos armados; y los boldos del mas oscuro e intenso verde que
parecen escalar el cerro como peregrinos haciendo penitencia.
Los seres incorpóreos,
turba de magos, revolotean a través de la cámara
y hacen flotar las cortinas del dosel, tan
fantásticamente, tan tÃmidamente, por encima
de tu párpado cerrado y franjeado,--bajo el cual
se esconde tu alma adormecida--que sobre
el piso, al pie del muro, sus sombras se levantan
y descienden como una ronda de fantasmas.
Porque la luna jamás resplandece sin traerme
recuerdos de la bella Annabel Lee; y cuando
las estrellas se levantan, creo ver brillar los
ojos de la bella Annabel Lee; y asà paso largas
noches tendido al lado de mi querida,--mi
querida, mi vida y mi compañera,--que
está acostada en su sepulcro más allá de la mar,
en su tumba, al borde de la mar quejumbrosa.
Cantos celestes como los que acarician 'los oÃdos en los momentos de
éxtasis; cantos que percibe el espÃritu y no los puede repetir el
labio; notas sueltas de una melodÃa lejana, que suenan á intervalos,
traÃdas en las ráfagas del viento, rumor de hojas que se besan en los
arboles con un murmullo semejante al de la lluvia, trinos de alondras
que se levantan gorjeando de entre las flores como una saeta despedida
á las nubes; estruendo sin nombre, imponente como los rugidos de una
tempestad; coro de serafines sin ritmos ni cadencia, ignota música del
cielo que sólo la imaginación comprende; hÃmnos alados, que parecÃan
remontarse al trono del Señor como una tromba de luz y de sonidos...
19 Respondió Jesús, y dÃjoles: Destruid este templo, y en tres dÃas lo
levantaré.
20 Dijeron luego los JudÃos: En cuarenta y seis años fué este templo
edificado, ¿y tú en tres dÃas lo levantarás?
Mil y mil leguas de
ferrocarriles se entretejerán de punta a punta de la isla; las ruedas de
los barcos de vapor surcarán dÃa y noche las aguas espumosas del mar,
muchos rÃos se canalizarán; los terrenos pantanosos se desecarán y sobre
ellos crecerán lozanas plantas; no habrá espacio que no esté sembrado de
caña, de café o de tabaco; la población se decuplará; al lado de cada
puerto se levantará una ciudad elegantemente delineada y construida; se
abrirán, donde ahora hay caminos intransitables, largas y bellas
calzadas; se echarán sobre los rÃos muchedumbre de soberbios puentes; se
introducirán todos los dÃas máquinas e instrumentos para sacar de la
tierra los frutos que atesora; se mejorarán las razas de todos los
animales útiles; las siembras mismas se harán con aquel orden y aquella
simetrÃa que son un indicio claro de los adelantos de los pueblos; las
groseras chozas de nuestros labradores se convertirán en graciosas
habitaciones rodeadas de árboles y de flores; todos los artÃculos se
abaratarán y se pondrán al alcance aun de las clases más pobres.
12 Y otra vez, dice IsaÃas: Estará la raÃz de Jessé, Y el que se
levantará á regir los Gentiles: Los Gentiles esperarán en él.
Francamente, creà que
estaba loco, pero él prosiguió con igual vehemencia:
--Usted busca la frontera; pues bien, si delante de esa cruz le pide
usted al cielo que le preste ayuda, las cumbres de los monies vecinos
se levantarán en una sola noche hasta las estrellas invisibles, sólo
porque no encontremos la raya en toda nuestra vida.
Y el padre se arrastraba por el suelo, y levantaba hacia los ladrones
una cara...
Pero cada
uno de estos gritos que brotaba del alma del chalán sólo levantaba un
eco en los barrancos.
De vez en cuando, en los cortos intervalos de silencio,
levantaba graciosamente la cabeza, preguntándome:
--¿Va V.
En cambio, á las diez y media en punto
levantaba tiendas, mientras yo acostumbraba á quedarme hasta las once ó
algo más.
En vano una noche y
otra, deseando sorprender su misterio, si misterio en ellas habÃa, me
levantaba poco á poco y aplicaba el oido á los intersticios de la
ferrada puerta de su calabozo; ni un rumor se percibÃa.
El sacerdote que oficiaba sentÃa temblar sus manos, porque Aquél que
levantaba en ellas, Aquél á quien saludaban hombres y arcángeles era
su Dios; era su Dios, y le parecÃa haber visto abrirse los cielos y
trasfigurarse la Hostia.[1]
[Footnote 1: trasfigurarse la Hostia.
Y el padre se arrastraba por el suelo, y levantaba hacia los ladrones
una cara...
Pero cada
uno de estos gritos que brotaba del alma del chalán sólo levantaba un
eco en los barrancos.
De vez en cuando, en los cortos intervalos de silencio,
levantaba graciosamente la cabeza, preguntándome:
--¿Va V.
En cambio, á las diez y media en punto
levantaba tiendas, mientras yo acostumbraba á quedarme hasta las once ó
algo más.
En vano una noche y
otra, deseando sorprender su misterio, si misterio en ellas habÃa, me
levantaba poco á poco y aplicaba el oido á los intersticios de la
ferrada puerta de su calabozo; ni un rumor se percibÃa.
El sacerdote que oficiaba sentÃa temblar sus manos, porque Aquél que
levantaba en ellas, Aquél á quien saludaban hombres y arcángeles era
su Dios; era su Dios, y le parecÃa haber visto abrirse los cielos y
trasfigurarse la Hostia.[1]
[Footnote 1: trasfigurarse la Hostia.
El agua cenagosa y sangrienta saltaba en
derredor batida por sus manos, que de vez en cuando se levantaban en
el aire crispadas y horribles, no sé si implorando piedad, ó
amenazando aún en las últimas ansias....
--Una hermosa tarde en que todo parecÃa sonreir á nuestro alrededor,
en que el sol poniente encendÃa el ocaso y arrebolaba las nubes, y de
la tierra ligeramente húmeda se levantaban efluvios de vida y perfumes
de flores, dos amantes se detuvieron á la orilla del agua y al pie del
tronco que nos sostenÃa.
Yo rezaba, rezaba absorta en mis pensamientos religiosos, cuando
maquinalmente levanté la cabeza y mi vista se dirigió al altar.
Terminada la misa me levanté, y dirigiéndome
al lugar donde habÃa estado el peral, recogà una de las flores que en el
suelo hallé,--flor ya marchita.
Yo me levanté desencajado, me puse de rodillas, y exclamé en todos los
tonos de voz que pude inventar:
¡Bendita sea tu alma, rey de los hombres!...
Sin saber por qué, no me era posible conciliar
el sueño; me puse á leer un rato, escribà otro, y por último me levanté
y empecé á pasear con alguna agitación por la alcoba.
991.]
Yo rezaba, rezaba absorta en mis pensamientos religiosos, cuando
maquinalmente levanté la cabeza y mi vista se dirigió al altar.
ind._
=levantó= _3 sing.
Se levantó y huyó de la casa.
El infeliz se levantó lentamente.
Luisa se levantó á recibirlas....
Diciendo esto se levantó para irse.
Luisa se levantó a recibir a las
niñas.
Escudriña y ve
que de Galilea nunca se levantó profeta.
Batiendo con ellas el aire,
levantó el vuelo y desapareció.
Al fin el hijo se levantó: sacudió cola y melenas y rugió....
El león levantó la cabeza, y preguntó:
--¿El hombre vuela como tú?
Luisa, al verse interrumpida, se levantó furiosa y le tiró por los
cabellos.
El oso 55
grande levantó su plato y bramó:
--¡Alguien ha probado mi sopa!
Entonces el oso mediano levantó su plato y gruñó:
--¡Alguien ha probado mi sopa también!
El primero de ellos se levantó, revolvió
el sombrero, y todos ansiosamente esperaron el efecto.
Por fin se levantó, y dijo:--Tony, tu muerte será para mà un
remordimiento que ha de acompañarme hasta el sepulcro.
Y de un salto todos estuvieron encima del capataz que se echó atras y
levantó el brazo en que tenia envuelto su poncho.
Por último el oso pequeño levantó su plato y gritó: 60
--¡Alguien ha probado mi sopa y se la ha tomado!
Fernando bajó los ojos, y ya iba á
alejarse, cuando la anciana se levantó y le llamó por su nombre,
obligándole á detenerse.
Cuando el vino fué servido el lugareño se levantó, revolvió el sombrero,
y el posadero sacó al instante el dinero de su bolsillo.
Pero cuando éste se levantó por
tercera vez, uno de los tres cayó en ello, y preguntó al posadero la
causa de tan extraña conducta.
Nuestro padre vendió muchas pieles de puma y de jaguar y levantó con su
comercio una pequeña fortuna, pero no se hallaba a gusto[4] fuera de su
paÃs.
Lo levantó, le sorprendió el sonido,
Y dijo, de placer estremecido:
--¡Avellanas parecen!--Mas al verlas,
Con tristeza exclamó:--¡Sólo son perlas!
Pedro, con un movimiento convulsivo, oprimió el puño de su espada,
levantó la cabeza, que en efecto habÃa inclinado, y dijo con voz sorda:
--¿Qué Virgen tiene esa presea?
Pedro, con un movimiento convulsive, oprimió el puño de su espada,
levantó la cabeza, que en efecto habÃa inclinado, y dijo con voz
sorda:
--¿Que Virgen tiene esa presea?
Esta es la palabra de fe, la cual predicamos:
9 Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón
que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Diciendo esto, se levantó, creyendo que ya el confesor
le habÃa absuelto, y se retiró con la firme resolución de
pagarle la vaca a su compadre allá en el dÃa del juicio
final.
El tercer 70
dÃa, levantó la baldosa detrás de la cama, bajó la escalera,
llegó al patio, abrió la entrada a la otra escalera, la bajó y
llegó al otro patio, abrió la puerta y vio las tres jóvenes.
Cuando sus servidores llegaron presurosos al punto que la noble dama,
inmóvil y presa de un profundo terror, les señalaba aún con el dedo,
una blanca paloma se levantó de entre las breñas y se remontó á las
nubes.
Lolita se la quedó mirando un
buen rato, con ojos coléricos, el semblante pálido y las cejas
fruncidas; por último se levantó repentinamente y fué á reunirse con sus
amigas que estaban algo apartadas formando un grupo.
X
El caballo relinchó con una fuerza que hizo estremecer el bosque, dió
un bote increÃble, un bote en que se levantó más de diez varas del
suelo, y el aire comenzó á zumbar en los oÃdos del jinete, como zumba
una piedra arrojada por la honda.
Después dió la
mano al oso que se levantó convertido en un caballero joven y
hermoso, el cual le dijo que era un prÃncipe encantado y que
gracias a ella habÃa salido del encantamiento; que si querÃa
casarse con él, se la llevarÃa a su corte y serÃa princesa.
El valor del comercio combinado de
exportación e importación entre la isla y los Estados
Unidos ha subido desde 4 millones de pesos en el año 15
1898, época en que se levantó por primera vez en la isla
la bandera norteamericana, hasta más de 83 millones
de pesos en el año de 1915.
Primero sintió
ese frÃo y singular estremecimiento, precursor de la aurora; después
advirtió cierto fulgor blanquecino, cada instante más luminoso; levantó
su canto el gallo, trompeta de la mañana, y al cabo, serena y hermosa,
llena de armonÃas y resplandores, brilló con toda limpidez una magnÃfica
alborada.
Después levantó la tapa
para que se oyera mejor, abrió con cuidado las puertas y ejecutó todas
las maniobras conducentes á producir una sorpresa en la casa; pero todo
ello con tal esmero, andando sobre la punta de los pies, hablando en
falsete y haciendo tantas y tan graciosas muecas, que Juan al notarlo no
pudo menos de reirse exclamando: ¡Siempre el mismo Santiago!
El pastor, convencido por las muestras de interés con que
me disponÃa á escuchar su relate, de que yo no era uno de esos señores
_de la ciudad_, dispuesto á tratar de majaderÃas su historia, levantó
la mano en dirección á uno de los picachos de la cumbre, y comenzó
asÃ, señalándome una de las rocas que se destacaba obscura é imponente
sobre el fondo gris del cielo, que el sol, al ponerse tras las nubes,
teñÃa de algunos cambiantes rojizos.
18 No hablo de todos vosotros: yo sé los que he elegido: mas para que se
cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mà su calcañar.
10
Un dÃa el dueño del castillo se levantó muy temprano,
colocó una gran piedra en el camino de la aldea, y se
escondió cerca de allà para ver lo que ocurrÃa al pasar[17]
la gente.
14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, asà es necesario
que el Hijo del hombre sea levantado;
15 Para que todo aquel que en él creyere, no se pierda, sino que tenga
vida eterna.
11 Y si el EspÃritu de aquel que levantó de los muertos á Jesús mora en
vosotros, el que levantó á Cristo Jesús de los muertos, vivificará también
vuestros cuerpos mortales por su EspÃritu que mora en vosotros.
122, note 1.]
ConcluÃda esta breve introducción histórica, el héroe de la fiesta
guardó silencio durante algunos segundos como para coordinar sus
recuerdos, y prosiguió asÃ:
--Pues es el caso, que en aquel tiempo remote, esta villa y algunas
otras formaban parte del patrimonio de un noble barón, cuyo castillo
señorial se levantó por muchos siglos sobre la cresta de un peñasco
que baña el Segre, del cual toma su nombre.
23 Y no solamente por él fué escrito que le haya sido imputado;
24 Sino también por nosotros, á quienes será imputado, [esto es], á los
que creemos en el que levantó de los muertos á Jesús Señor nuestro,
25 El cual fué entregado por nuestros delitos, y resucitado para nuestra
justificación
CapÃtulo 5
1 JUSTIFICADOS pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de
nuestro Señor Jesucristo:
2 Por el cual también tenemos entrada por la fe á esta gracia en la cual
estamos [firmes], y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
Los perros levantaron las piezas[4] y comenzó el tiroteo en la parte de
arriba; y salidas las reses del lecho de la quebrada, se hubiera dado
por perdido el lance, si dos de ellas, macho y hembra, no hubiesen
corrido hacia abajo.
of_ =leer=
=lejos= far
=lengua= _f._ tongue, language
=leña= _f._ firewood
=les= to them
=lesna= _f._ awl
=letrero= _m._ sign, notice
=levantar= to raise, lift;
=levantarse= to rise, get up
=levantaron= _3 pl.
Él notó que levantaron una baldosa
detrás de una cama; que bajaron una escalera; que
llegaron a un patio; que abrieron la entrada a otra escalera;
que bajaron ésta y llegaron a otro patio; que abrieron una 55
puerta y allà estaba la princesa con dos compañeras.
Como guiados de un mismo pensamiento y al verse rodeados de
repentinas tinieblas, los dos combatientes dieron un paso atrás,
bajaron al suelo las puntas de sus espadas y levantaron los ojos hacia
el farolillo, cuya luz, momentos antes apagada, volvió á brillar de
nuevo al punto en que hicieron ademán de suspender la pelea.
Mientras duró la colación prolongóse esta escena, en que la credulidad
del joven montero fué, por decirlo asÃ, el tema obligado del general
regocijo; de modo que cuando se levantaron los paños, y don DionÃs y
Constanza se retiraron á sus habitaciones, y toda la gente del
castillo se entregó al reposo, Garcés permaneció un largo espacio de
tiempo irresoluto, dudando si á pesar de las burlas de sus señores,
proseguirÃa firme en su propósito, o desistirÃa completamente de la
empresa.
[4] =Los perros levantaron las piezas,= _The dogs raised the quarry_.
Yo sà me he levantado ahora,
pensando que su merced me necesitaba, cuando ha llamado.
Y la gente de la casa, ¿no se ha levantado?
Animal
largo tiempo desdeñado, no se ha levantado aún a los ojos de los
criollos del largo abandono en que vegetaba hace aún un cuarto de siglo;
por el contrario es muy buscado de[5] los extranjeros y por esta causa
el consumo aumenta extraordinariamente.
Lo bien que[248] comprendÃa Castelar las condiciones
americanas se ve por el trozo de elocuencia que sigue:
/F
HEROÃSMO AMERICANO EN LA ABOLICIÓN DE LA ESCLAVITUD
F/
Los Estados Unidos han invocado el Dios de la 5
libertad; han aceptado la guerra como un gran castigo
por el pecado nacional de la esclavitud; han hablado a
los dueños de esclavos en el sublime lenguaje de los
antiguos profetas; se han desposeÃdo de sus bienes para
romper sus ergástulas; han dado su pura sangre sajona, 10
su blanca piel por la dignidad y por la libertad de
aquellos negros, menos estimados que los perros; han
ensangrentado el MisisipÃ; han cubierto de ruinas las
llanuras y las montañas de Virginia; han inmolado en la
cruzada de la dignidad y de la igualdad humanas un 15
millón de hombres que, las madres americanas, inclinadas
las frentes sobre el Evangelio, han visto morir en la
tierra, pero renacer en el cielo; y sobre las ruinas de
Richmond, entre el choque de dos mundos, se han
derretido las cadenas de tres millones de esclavos y se 20
ha levantado, como el epÃlogo de un gran poema, que
está aguardando el genio de Homero aumentado por el
genio del Dante, rejuvenecidos ambos por la savia del
Nuevo Mundo; se ha levantado como epÃlogo de este
poema el sacrificio de Lincoln, de ese segundo Cristo de 25
los negros.
3 El que come, no menosprecie al que no come: y el que no come, no
juzgue al que come; porque Dios le ha levantado.
decÃa la joven fijando sus desencajados ojos en
el banquillo, de donde se habÃa levantado asombrada para agarrarse con
sus manos convulsas al barandal de la tribuna.
Sabedor de que la marejada que se habÃa levantado contra él en Cabezudo
y en Barbaruelo, y hasta en el mismo Animalejos, lejos de cesar, cada
vez era mayor, determinó dar un manifiesto á los tres pueblos,
sincerándose de las acusaciones de que era objeto, y, en efecto, redactó
uno concebido en los siguientes términos:{108-1}
«¡Cabezudenses, barbaruelenses y animalejuenses!
30 (Que aun no habÃa llegado Jesús á la aldea, mas estaba en aquel lugar
donde Marta le habÃa encontrado.)
31 Entonces los JudÃos que estaban en casa con ella, y la consolaban,
como vieron que MarÃa se habÃa levantado prestamente, y habÃa salido,
siguiéronla, diciendo: Va al sepulcro á llorar allÃ.
decÃa la joven fijando sus desencajados ojos en
el banquillo, de donde se habÃa levantado asombrada para agarrarse con
sus manos convulsas al barandal de la tribuna.
Sabedor de que la marejada que se habÃa levantado contra él en Cabezudo
y en Barbaruelo, y hasta en el mismo Animalejos, lejos de cesar, cada
vez era mayor, determinó dar un manifiesto á los tres pueblos,
sincerándose de las acusaciones de que era objeto, y, en efecto, redactó
uno concebido en los siguientes términos:{108-1}
«¡Cabezudenses, barbaruelenses y animalejuenses!
30 (Que aun no habÃa llegado Jesús á la aldea, mas estaba en aquel lugar
donde Marta le habÃa encontrado.)
31 Entonces los JudÃos que estaban en casa con ella, y la consolaban,
como vieron que MarÃa se habÃa levantado prestamente, y habÃa salido,
siguiéronla, diciendo: Va al sepulcro á llorar allÃ.
Y en sus alas levante hasta el cielo
Guatemala, tu nombre inmortal.
Una noche, por último, aguijoneado por la curiosidad y deseando
convencerme por mà mismo de que aquel objeto de terror nada tenia de
misterioso, encendi una linterna, bajé a las prisiones, levante sus
dobles aldabas, y no cuidando siquiera--tanta era mi fe en que todo no
pasaba de un cuento--de cerrar las puertas tras mÃ, penetré en el
calabozo.
--¡Que se levante la visera!
Y en sus alas levante hasta el cielo
Guatemala, tu nombre inmortal.
Una noche, por último, aguijoneado por la curiosidad y deseando
convencerme por mà mismo de que aquel objeto de terror nada tenia de
misterioso, encendi una linterna, bajé a las prisiones, levante sus
dobles aldabas, y no cuidando siquiera--tanta era mi fe en que todo no
pasaba de un cuento--de cerrar las puertas tras mÃ, penetré en el
calabozo.
--¡Que se levante la visera!
¡Ay, si levantara la cabeza el muerto!
¡Ay, si levantara la cabeza el muerto!
28 DÃjoles pues, Jesús: Cuando levantareis al Hijo del hombre, entonces
entenderéis que yo soy, y que nada hago de mà mismo; mas como el Padre me
enseñó, esto hablo.
Al verme, no pareció extrañar que me hubiera levantado, como
si fuera la cosa más natural del mundo, y extendiendo su mano hacia la
habitación cerrada, me dijo:
--Hace diez años que no entro ahÃ.
Al verme, no pareció extrañar que me hubiera levantado, como
si fuera la cosa más natural del mundo, y extendiendo su mano hacia la
habitación cerrada, me dijo:
--Hace diez años que no entro ahÃ.
El discÃpulo se levanta y responde.
Se
levanta, revuelve su sombrero, llama a Vd., y Vd.
León se levanta, va a la pizarra, la limpia y escribe la frase en ella y
después va a su banco.
A la salida del pueblo se levanta la tumba de un coronel muerto a los
veinticinco años en un dÃa de batalla.
El
manzano luce sus frutas doradas cerca del cedro bÃblico, que se levanta
erguido, desafiando la furia de los vientos.
Todo se junta allÃ, lo bello y lo
útil, lo apacible y lo majestuoso, lo que recrea el corazón y lo que
levanta la mente a ideas superiores.
El espÃritu humano es más constante
Cuanto más se levanta:
Dios puso el fango en la llanura, y puso
La roca en la montaña.
Mi tÃo se levanta, hace un gesto de desdén y se finge que va á tomar la
puerta, no sin decir antes:
--Vaya, vaya; veo que no quiere usted vender.
La Muerte se ha erigido un trono,
en una extraña ciudad que se levanta, solitaria,
muy lejos, en el sombrÃo occidente, donde
los buenos y los malos, los peores y los mejores
han ido hacia la paz eterna.
Y durante todo el dÃa, Astarté resplandece
brillante y fuerte en el cielo, en tanto que
siempre hacia ella, mi querida Eulalia, levanta
sus ojos de esposa, en tanto que siempre hacia
ella mi joven Eulalia eleva sus bellos ojos
violetas!...
No se ha arado en la mar.[2]
También nuestra América levanta palacios, y congrega el sobrante útil
del universo oprimido; también doma la selva, y le lleva el libro y el
periódico, el municipio y el ferrocarril; también nuestra América, con
el sol en la frente, surge sobre los desiertos coronada de ciudades.
La
Historia General de Chile es la sÃntesis suprema de nuestros grandes
progresos en la literatura histórica _ad narrandum_.[10] Es el gran
monumento, que al fin del interesante camino de nuestra producción
intelectual se levanta para decir que la obra gloriosa de exhumación de
todo el pasado nacional está, por fin, terminada.
El susto fué general, y la alarma llegó á su colmo cuando un surtidor de
caldo, impulsado por el animal furioso, saltó á inundar mi limpÃsima
camisa: levántase rápidamente á este punto el trinchador con ánimo de
cazar el ave prófuga, y al precipitarse sobre ella, una botella que
tiene á la derecha, con la que tropieza su brazo, abandonando su
posición perpendicular, derrama un abundante caño de Valdepeñas sobre el
capón y el mantel; corre el vino, auméntase la algazara, llueve la sal
sobre el vino para salvar el mantel; para salvar la mesa se ingiere por
debajo de él una servilleta, y una eminencia se levanta sobre el teatro
de tantas ruinas.
21 Porque como el Padre levanta los muertos, y les da vida, asà también
el Hijo á los que quiere da vida.
=canto=, _m._, singing, song, crowing; =piezas de canto=, snatches of
song; =el gallo levanta el canto=, the cock begins to crow.
¿Y no es ya una muestra de ello esa nueva y vigorosa civilización que en
el norte se levanta en medio de ciudades que se improvisan por la
aglomeración súbita de inmigrantes que hablan todas las lenguas?
Y en sus alas levante hasta el cielo
Guatemala, tu nombre inmortal.
Una noche, por último, aguijoneado por la curiosidad y deseando
convencerme por mà mismo de que aquel objeto de terror nada tenia de
misterioso, encendi una linterna, bajé a las prisiones, levante sus
dobles aldabas, y no cuidando siquiera--tanta era mi fe en que todo no
pasaba de un cuento--de cerrar las puertas tras mÃ, penetré en el
calabozo.
--¡Que se levante la visera!