junto á la cabecera un
cordón?
Pablo cayó arrodillado junto á su perro.
El Brasil produce más
café que todo el resto del mundo junto.
Sueña el niño con armas y caballo,
La niña con velar junto á la cuna.
El insomnio junto á una mujer bonita no es seguramente el peor
de los males.
El insomnio junto á una mujer bonita no es seguramente el
peor de los males.
Pedro iba en el centro, junto a
Aliatar, y los dos caballeros hablaban amigablemente.
Sintiéndose cansados y teniendo sed se sentaron junto a una fuente que
estaba en el camino.
junto, -a, united, together, joined, (_pl._) side by side; prep., --á,
near, near to, close, at the side of, beside.
Tocaba el turno a
las parvas de Moisés Hintler, quien permanecÃa silencioso junto a la
casilla rodante del maquinista.
Encontré esta
mañana las huellas de un camello que iba perdido,
porque junto a sus pisadas no habÃa ninguna pisada
humana.
La posición que yo ocupaba no era muy ventajosa: pasaron por junto a
mÃ[5] y no pude disparar; pero me acerqué a la quebrada y gané el cauce.
Y sobre sus mejillas aradas por una larga miseria, corrieron dos
lágrimas que cayeron junto con el grano en la primera bolsa de su
cosecha....
Entró en el jardÃn y junto a la planta de la flor de lis halló
un oso tendido moribundo, con una mirada tan triste que a
ella le dió compasión.
à la
dudosa luz de la luna que entraba en el templo por el estrecho ajimez
del muro de la capilla mayor, vi una mujer arrodillada junto al altar.
à la
dudosa luz de la luna que entraba en el templo por el estrecho ajimez
del muro de la capilla mayor, và una mujer arrodillada junto al altar.
El montero, sin despegar los labios, arrastró su banquillo hasta
colocarlo junto al escaño de su señor, del que no apartaba un punto
los espantados ojos.
Al
verla, ambos dejaron escapar una exclamación de júbilo, y apresurando
el paso en su dirección, no tardaron mucho en encontrarse junto al
retablo en que ardÃa.
Afortunadamente
para mÃ, habÃa podido escoger con tiempo un buen número en la banqueta
delantera, junto a la ventanilla; asà es que relativamente quedé bien
instalado.
Su mujer desocupa
en una tartera desportillada un potaje de berzas y alubias, mal cocido y
peor sazonado; pónelo sobre el arcón, y junto á él un gran pedazo de pan
de munición.
Cuando 15
éste salió de la cárcel, llamóle el juez, y dándole mil
parabienes[351] junto con la recompensa prometida, le dijo:
--Te has portado como quien eres, hombre.
Cuando éste comprendió que su padre habÃa muerto, no lloró, porque los
leones no lloran; pero se tendió junto á él, acercó su cabeza enorme á
la enorme cabeza del león difunto, y asà se quedó un rato.
Aquellos
ojos sin luz parecÃan decirle: «Perdona si me han faltado las fuerzas,
si no he podido llevarte el dinero hasta tu casa: ya lo ves, la culpa no
es mÃa.» Pablo permaneció una hora arrodillado junto al cadáver de su
perro.
Por último, después de terminar este minucioso reconocimiento del
lugar en que se encontraba, agazapose en un ribazo junto á unos chopos
de copas elevadas y obscuras, á cuyo pie crecÃan unas matas de
lentisco, altas lo bastante para ocultar á un hombre echado en tierra.
Los padres se inclinaban junto á ella con afán insensato, cual si
quisieran con la sola fuerza del mirar detener aquella existencia que se
iba, suspender la rápida desorganización humana, y con su aliento
renovar el aliento de la pobre mártir que se desvanecÃa en un suspiro.
Torres Caicedo_ (COLOMBIANO)
=Palma, Ricardo= (1833-)
Si a Ossián es necesario leerlo en la montaña; a Tennyson junto a un
buen fuego, en una confortable silla inglesa; a Beaumarchais, en ParÃs;
y a Tasso, en Florencia, sostengo que a Ricardo Palma[56] hay que leerlo
en Lima.
El tabernero, ya junto al puente de Toledo, cuando iba perdiendo toda
esperanza de rescatarlas y se cansaba de seguirlas, vió á la orilla
opuesta á dos de sus mejores parroquianos y les hizo señas para que se
lanzaran al rÃo á detenerlas; pero los parroquianos le contestaron,
también por señas, que no se atrevÃan.
Tiende las leves alas,
Cruza las nubes
Y canta junto al cielo
Con voz más dulce:
«Paz á los hombres
Y gloria al que en la altura
Rige los orbes!»
Y yo sigo el ejemplo
Del ave mansa
Que canta entre las flores
De mi ventana,
Porque es sabido
Que poetas y pájaros
Somos lo mismo.
El joven tomó la copa, y poniéndose de pie y alzándola en alto, dijo
encarándose con la estatua del guerrero arrodillado junto á doña Elvira:
--¡Brindo por el emperador,{160-1} y brindo por la fortuna de sus armas,
merced á las cuales hemos podido venir hasta el fondo de Castilla á
cortejarle su mujer, en su misma tumba, á un vencedor de Ceriñola!
En el invierno los lobos se reunen en manadas junto al
enebro que la protege, para lanzarse sobre las reses; los bandidos
esperan á su sombra á los caminantes, que entierran á su pie después
que los asesinan; y cuando la tempestad se desata, los rayos tuercen
su camino para liarse, silbando, al asta de esa cruz y romper los
sillares de su pedestal.
Por consiguiente es preciso que
el discÃpulo se esmere en[261] obtener desde el primer dÃa una
buena pronunciación junto con la construcción de frases,
verbos regulares e irregulares que son el baluarte de una 5
lengua y finalmente la ortografÃa, que no debiera ofrecer
para los más muchas dificultades, y vencido todo ello,
podrá gritarse, ¡Victoria!
El joven tomó la copa, y poniéndose de pie y alzándola en alto, dijo
encarándose con la estatua del guerrero arrodillado junto á doña
Elvira:
--¡Brindo por el emperador,[1] y brindo por la fortuna de sus armas,
merced á las cuales hemos podido venir hasta el fondo de Castilla á
cortejarle su mujer, en su misma tumba, á un vencedor de Ceriñola![2]
[Footnote 1: el emperador.
Ésta, que se agitaba
en el fondo de las naves, con un rumor parecido al del mar cuando se
alborota, prorrumpie en una aclamación de jubilo, acompañada del
discordante sonido de las sonajas y los panderos, al mirar aparecer al
arzobispo, el cual, después de sentarse junto al altar mayor bajo un
solio de grana que rodearon sus familiares, echó por tres veces la
bendición al pueblo.
En el llano es donde está lo más bello y las figuras más
caracterÃsticas: las lavanderas que lavan en el arroyo; los paveros y
polleros conduciendo sus manadas; un guardia civil que lleva dos
granujas presos; caballeros que pasean en lujosas carretelas junto al
camello de un Rey Mago, y Perico el ciego{73-1} tocando la guitarra en
un corrillo donde curiosean los pastores que han vuelto del Portal.
of_ =irritar=
=irritar= to irritate;
=irritarse= to become irritated, angry
=Isabel= _f._ Isabella
=izquierdo= left
=J=
=jabalÃ= _m._ wild boar
=Jalma= _m._ _name of man_
=jamás= never
=jardÃn= _m._ garden
=jefe= _m._ chief
=José= _m._ Joseph
=joven= young;
_m._ young man;
_f._ girl, young woman
=Juan= _m._ John
=juez= _m._ judge
=Julieta= _f._ Juliet
=junto= together;
=junto a= near, close to
=jurar= to swear
=juro= _1 sing.
Pablo habÃa sacado el gato, dejándolo junto á las piedras, y en el calor
de la disputa, y viendo la terquedad y mala fe de su contrincante,
exclamó:--Conste que, si no cerramos el trato, es por culpa vuestra;
porque ya sabéis que convinimos que la entrega de las ovejas se harÃa en
el prado de Villaverde, y allà se contarÃan las cabezas, pagando las que
resultaran en perfecto estado de salud.--Pues no puede hacerse el trato
más que aquÃ,--añadió el ganadero;--si no te conviene, lo
dejas.--Quédate con tu ganado y yo con mi dinero, repuso Pablo....
En los torneos del Zocodover,[1] en los juegos florales de la corte,
siempre que se les habÃa presentado coyuntura para rivalizar entre sÃ
en gallardÃa ó donaire, la habÃan aprovechado con afán ambos
caballeros, ansiosos de distinguirse á los ojos de su dama; y aquella
noche, impelidos sin duda por un mismo afán, trocando los hierros por
las plumas y las mallas por los brocados y la seda, de pie junto al
sitial donde ella se reclinó un instante después de haber dado una
vuelta por los salones, comenzaron una elegante lucha de frases
enamoradas é ingeniosas, ó epigramas embozados y agudos.
sonándome aún las
últimas palabras de aquella temerosa relación, teniendo junto á mi á
aquel hombre que tan de buena fe imploraba la protección divina para
llevar á cabo crÃmenes espantosos, viendo á mis pies el abismo negro y
profundo en donde se revolvÃa el agua entre las tinieblas, imitando
gemidos y lamentos, y en lontananza el castillo tradicional,[1]
coronado de almenas obscuras, que parecÃan fantasmas asomadas á los
muros, sentà una impresión angustiosa, mis cabellos se erizaron
involuntariamente, y la razón, dominada por la fantasÃa, á la que todo
ayudaba, el sitio, la hora y el silencio de la noche, vaciló un punto,
y casi creà que las absurdas consejas de las brujerÃas y los
maleficios pudieran ser posibles.
Lo cierto es que en el
recodo del verde sendero encontró una fuente donde mil veces habÃa
bebido siendo rapaz, y junto á la fuente una moza como unas flores,
alta, blanca, rubia, risueña; que el caminante le pidió agua, y la moza,
aplicando el jarro al caño de la fuente, y sosteniéndolo después, con
bÃblica gracia, sobre el brazo desnudo y redondo, lo inclinó hasta la
boca de Sebastián, encendiéndole el pecho con un sorbo de agua frÃa, una
sonrisa deliciosa y una frase pronunciada con humildad y cariño: «Beba,
señor, y que le sirva de salú.»{47-2}
Siguió su camino el indiano, y á pocos pasos se le escapó un suspiro,
tal vez el primero que no le arrancaba el cansancio fÃsico; pero al
llegar al pueblo recordó la promesa, y se propuso buscar sin dilación á
su feróstica prometida y casarse con ella, asà fuese el coco.
Los botes ligeros, con sus vientres blancos y azules y el mástil
graciosamente inclinado, formaban una fila avanzada al borde de la
playa, donde se deshacÃan las olas y una delgada lámina de agua bruñÃa
el suelo, cual si fuese de cristal; detrás, con la embetunada panza
sobre la arena, estaban las negras barcas del _bou_, las parejas que
aguardaban el invierno para lanzarse al mar, barriéndolo con su cola de
redes; y en último término los laúdes en reparación, los abuelos, junto
á los cuales agitábanse los calafates, embadurnándoles los flancos con
caliente alquitrán, para que otra vez volviesen á emprender sus penosas
y monótonas navegaciones por el Mediterráneo; unas veces á las Baleares
con sal, otras á la costa de Argel con frutas de la huerta levantina, y
muchas con melones y patatas para los soldados rojos de Gibraltar.
II
Las llamas rojas y azules se enroscaban chisporroteando á lo largo del
grueso tronco de encina que ardÃa en el ancho hogar; nuestras sombras,
que se proyectaban temblando sobre los ennegrecidos muros, se
empequeñecÃan ó tomaban formas gigantescas, según la hoguera despedÃa
resplandores más ó menos brillantes; el vaso de saúco, ora vacÃo, ora
lleno y no de agua, como cangilón de noria, habia dado tres veces la
vuelta en derredor del cÃrculo que formábamos junto al fuego, y todos
esperaban con impaciencia la historia de _La cruz del diablo_, que á
guisa de postres de la frugal cena que acabábamos de consumir, se nos
habÃa prometido, cuando nuestro guÃa tosió por dos veces, se echó al
coleto un último trago de vino, limpióse con el revés de la mano la
boca, y comenzó de este modo:
--Hace mucho tiempo, mucho tiempo, yo no sé cuánto, pero los moros
ocupaban aún la mayor parte de España, se llamaban condes[1] nuestros
reyes, y las villas y aldeas pertenecÃan en feudo á ciertos señores,
que á su vez prestaban homenaje á otros más poderosos, cuando acaeció
lo que voy á referir á ustedes.[2]
[Footnote 1: condes = 'counts,' 'earls.' The word conde comes from
the Latin _comes, comitem_, 'companion,' and during the Roman empire
in Spain was a title of honor granted to certain officers who had
jurisdiction over war and peace.
=junto -a=, together, near.
=junto=, near; =junto á=, near.
=junto=, _adv._, close to, near.
[5] =por junto a mÃ,= _by my side_.
=junto,= together, joined; =-- á,= near; =tan --s,= so close together.
=junto,-a=, joined, connected; =--s=, together; =a ----s=,
close by.
--Y una enamorada pareja, colgó junto á nosotras su redondo nido de
aristas y de plumas.
=junto=, close at hand, adjoined;
=---- a=, near;
=---- con=, together with;
=por ---- a=, by, near.
5 Vino, pues, á una ciudad de Samaria que se llamaba Sichâr, junto á la
heredad que Jacob dió á José su hijo.
23 Y bautizaba también Juan en Enón junto á Salim, porque habÃa allÃ
muchas aguas; y venÃan, y eran bautizados.
25 Y estaban junto á la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su
madre, MarÃa [mujer] de Cleofas, y MarÃa Magdalena.
=inclinar,= to incline, hold _or_ turn down (_to anything_); =--se,= to
bow, stoop; =se inclinaban junto á ella,= bent over her.
5
Pepito volvió la cabeza hacia el sitio de donde partÃa,
y vió junto a la verja una mujer mal vestida, con un
niño desnudo en sus brazos.
--No hay duda que aunque no sea más que la ilusión de hallarse junto á
una mujer de este calibre, es lo suficiente para no pegar los ojos en
toda la noche.
_La Nuit d'Octobre._]
XLIX[1]
Alguna vez la encuentro por el mundo
Y pasa junto á mÃ:
Y pasa sonriéndose, y yo digo:
¿Cómo puede reÃr?
54 Por tanto, Jesús ya no andaba manifiestamente entre los JudÃos; mas
fuése de allà á la tierra que está junto al desierto, á una ciudad que se
llama Ephraim: y estábase allà con sus discÃpulos.
11 Empero MarÃa estaba fuera llorando junto al sepulcro: y estando
llorando, bajóse á mirar el sepulcro;
12 Y vió dos ángeles en ropas blancas que estaban sentados, el uno á la
cabecera, y el otro á los pies, donde el cuerpo de Jesús habÃa sido puesto.
5
Para conocer bien sus propias fuerzas solÃa vestirse
modestamente y recorrer el paÃs,[202] sin que nadie le conociese;
y un dÃa en que pidió alojamiento en una
pobre casa de campo, le dejó la campesina cuidando
unas frituras junto al hogar, y sin acordarse de[203] ellas 10
abrió él su libro de estudio y se puso a leer.
22 El dÃa siguiente, la gente que estaba de la otra parte de la mar,
como vió que no habÃa allà otra navecilla sino una, y que Jesús no habÃa
entrado con sus discÃpulos en ella, sino que sus discÃpulos se habÃan ido
solos;
23 Y que otras navecillas habÃan arribado de Tiberias junto al lugar
donde habÃan comido el pan después de haber el Señor dado gracias;
24 Como vió pues la gente que Jesús no estaba allÃ, ni sus discÃpulos,
entraron ellos en las navecillas, y vinieron á Capernaum buscando á Jesús.