Al pensar que pronto las
campanas repicarán por nuestra boda empiezo a correr.
=empiezo=, =-as=, =-a=, _pres.
La caridad empieza por nosotros mismos.
las ondas nos llaman con sus
voces incomprensibles, el viento empieza entre los álamos sus himnos
de amor; ven ...
El Tuerto, sin decir una sola palabra, después que sus
hijos han rodeado la tartera, empieza á comer el potaje con una cuchara
de estaño.
Cuando empieza este sencillo relato, era la hora apacible en que ya no
deslumbra la luz, y nada oculta ni entristece todavÃa la obscuridad.
Cuando llegó el sublime canto
del tenor que empieza _A te, oh cara_,{24-4} me apretó con fuerza la
mano exclamando por lo bajo:--¡Oh qué hermoso!
A
mi pregunta contestó con un rubor que la hacÃa mas encantadora todavÃa:
--Cuando empieza la próxima cosecha nos casaremos, si es que no te toca
ir al servicio del rey.
Supongamos
que Cabezudo le pide que no llueva una gota, y todo con la intención de
que Barbaruelo no muela un grano, y en seguida empieza á llover tanto,
que el agua se lleva los molinos de Barbaruelo.
ECONOMÃA PRÃCTICA
...Hay personas que cifran todo su orgullo en comprar barato, como le
sucede á un tÃo mÃo, hombre muy nervioso y algo irascible, que se va á
un establecimiento de paños y empieza por pedir una silla y sentarse
cómodamente.
Esto es lo que se halla hoy en cien
brazas de agua[7] en el Brasil, también en parte de la América latina,
empieza a influir el elemento alemán; la Argentina absorbe dÃa tras dÃa
media población de la Italia meridional; Colombia y Venezuela buscan en
Francia sus orientaciones intelectuales; Méjico recibe los efluvios
salutÃferos del utilitarismo _yankee_.
=empieza=, _pres.
--Cada uno de esos paÃses tiene su legislación propia, y ésta admite
diferencias aún dentro de una misma nación; pero puede decirse que en
general los niños ingresan a la escuela primaria a los seis años de
edad.[1] En los paÃses que han incorporado a sus instituciones de
enseñanza los jardines de infantes, o sea escuelas maternales o
_kindergartens_ como también se los llama, el niño empieza su educación
a una edad más temprana.[2]
--Hablaba Ud.
La historia me interesó; yo era joven, la muchacha
hermosa, no habÃamos amado nunca; empezamos á hablar, sin que mà tÃa lo
advirtiese, y acabamos por adorarnos.
_El maestro_:--¿Dónde empezamos hoy, Federico?
Además de los
institutos para la enseñanza de la agricultura en general, empiezan allÃ
a fundarse las escuelas regionales; es decir, las escuelas destinadas al
estudio cientÃfico y la explotación económica de los productos de la
región en que se hallan.
Las
risotadas empiezan a ser ruidosas, sobre todo, cuando a otro que se ha
quedado dormido con la boca abierta, le introducen en ella un cabo de
tabaco, sin que lo sienta la vÃctima de _la maldad_; o bien cuando le
ponen un enorme sombrero de tres picos,[5] hecho de un periódico o, lo
atan con un pañuelo a la silla, y en seguida lo despiertan con
urgencia[6] haciendo que el hombre[7] se asuste, trate de levantarse, y
con la brusca sacudida impresa a la silla, caiga con ella boca abajo,[8]
causando grande estrépito; a cuyo ruido todas las mujeres que estaban
dormidas en el cuarto, se despiertan sobresaltadas creyendo nada menos
que[9] los techos se desploman.
Después empezará la sumaria...
La función empezará a
las nueve.
¿A qué hora
empezará la función?
Su madre también empezaba á perder la razón.
VARIANTS: =Y se ponÃa a;
empezaba a.=
[11] =no habÃa ...
Cuando ambos beligerantes quedaban ya rendidos de la refriega, empezaba
la parte galante de la fiesta.
Eran las cinco de la tarde, el calor nos sofocaba porque empezaba el mes
de agosto, y los cuatro guardábamos silencio.
Es fama que el Tasso hablaba correctamente a los
seis meses, a los tres años estudiaba la gramática, a
los cuatro empezaba sus estudios clásicos, y a los siete 20
escribÃa el latÃn y hablaba el griego.
Su madre también empezaba á perder la razón.
VARIANTS: =Y se ponÃa a;
empezaba a.=
[11] =no habÃa ...
Cuando ambos beligerantes quedaban ya rendidos de la refriega, empezaba
la parte galante de la fiesta.
Eran las cinco de la tarde, el calor nos sofocaba porque empezaba el mes
de agosto, y los cuatro guardábamos silencio.
Es fama que el Tasso hablaba correctamente a los
seis meses, a los tres años estudiaba la gramática, a
los cuatro empezaba sus estudios clásicos, y a los siete 20
escribÃa el latÃn y hablaba el griego.
Y mientras el chico
dormÃa a pierna suelta[9] en su cama después de haber recibido algunos
besos de los concurrentes, empezaban a bailar en la sala y a tomar
dulces y helados.
Como ya no sentÃan
la molestia de la plaga, les parecÃa muy duro el sacrificio 20
de pagar lo prometido.[144]
El flautista no hizo manifestación alguna de desagrado;
pero empezó de nuevo a soplar su flauta, produjo
una música más maravillosa y dulce que la anterior,
y esta vez se fueron tras él, en tropel, todos los 25
niños de la ciudad, desde los chiquitines que
empezaban a caminar, hasta[145] los que estudiaban ya en
las escuelas.
Sin saber por qué, no me era posible conciliar
el sueño; me puse á leer un rato, escribà otro, y por último me levanté
y empecé á pasear con alguna agitación por la alcoba.
=empecé=, _pret.
--¡Jesús me ampare!--empecé á gritar.
Entonces empezó a nevar.
ind._
=empezó= _3 sing.
Y empezó a colocarnos en nuestros puntos.
Al fin llegó el otoño y empezó la vendimia.
Y en seguida empezó a trabajar para quitarla.
Juan empezó a pensar
en el mejor modo de matar el animal.
Pues empezó del modo más
sencillo, más inocente y más bobo.
Cuando empezó el segundo acto, volvió á escuchar atentamente.
Continuando su camino pasó la cresta de la montaña y empezó á bajar.
La niña empezó a llorar y sintió
haber seguido los consejos de la vieja.
La niña entró en el cuarto y empezó de 185
nuevo sus lamentaciones.
Todos quedaron silenciosos, y _Manuel_ empezó á silbar una canción
patriótica.
Poco a poco, pero con firmeza, la colonia echó raÃces[245]
y empezó a crecer.
Cuando volvieron él empezó a lamentarse y les dijo:
--Debo confesar la verdad.
El prendero examinó el cuadro, luego empezó a arreglar sus 15
muebles.
Cuando Don Juan lo vio, empezó a correr en la dirección del
palacio, y tras él, el jabalÃ.
Entonces empezó a llover.--Muy bien,--dijo
el hombre,--pero ahora quiero un tiempo caluroso.
Y enarbolando el bastón, empezó á medir las costillas al tabernero, que
gritaba:
--¡Socorro!
Poco tiempo después apareció por aquel sitio un
furioso lobo que empezó a destrozar el rebaño.
II
Hace pocos dÃas empezó á llamarme la atención el aspecto que presentaba
la casuca de enfrente.
La última revolución empezó en 1895 y fué terminada
con una guerra entre España y los Estados Unidos.
Y si Cabezudo empezó á decir picardÃas de Dios al ver que
llovÃa á mares, ¿no ha hecho Cabezudo una barbaridad?
La rueda mayor giró y el grano empezó a derramarse como lluvia de perlas
bajo la bÃblica bendición del cielo inundado de luz.
Una hora después empezó á llover á mares, y no lo dejó en toda la noche,
con gran mortificación del desmedido amor propio de Alvar.
El jornalero empezó otra vez y dijo:--_hipopótamo._--Los
panaderos:--_hipopótamo._--El jornalero:--_jirafa_.--Los
panaderos:--_jirafa_.
Habiendo sido instado el tÃo Cohete á que dijese algunas de sus gracias,
éste empezó por recitar los mandamientos del pobre y del rico....
Arrimóse á la pared de
una casa, descansó algunos instantes, y repuesto un tanto, empezó á
cantar la romanza de tenor del primer acto de _La Favorita_.
Apenas el médico venido de Judea tocó la frente de la niña, la sangre
cesó de correr, y el color de la rosa empezó á asomar en las pálidas
mejillas de la enferma.
Cuando empezó la ópera, dejó de charlar y se puso
á atender tan decididamente, que á mà me hizo sonreir el verla{24-3} con
la cabecita apoyada en la pared y los ojos extáticos.
De dos saltos se plantó á orilla de la furiosa corriente, y empezó á
hacer sobrehumanos esfuerzos á ver si podÃa salvar las cubas; pero las
cubas continuaban navegando rÃo abajo.
Por fin uno de entre ellos empezó a dibujar una vaca
y el mozo que estaba escudriñando lo que hacÃa,
echóse a la calle disparado como una bala, dejándolos
a todos pensativos y atónitos.
El jornalero empezó:--_Popocatepetl_.--Los panaderos
repitieron:--_Popocatepetl_.--El jornalero dijo:--_mercader_.--Los
panaderos dijeron:--_mercader_.--Entonces dijo el jornalero con una
sonrisa:--_error_.
Después de estas breves explicaciones, los convidados, que no perdÃan de
vista al principal objeto de la reunión, procedieron á destapar algunas
de las botellas y sentándose alrededor de la lumbre, empezó á andar el
vino á la ronda.
Era tal el ruido del rÃo, que no
era posible entenderse más que por señas; pero el tabernero, creyendo
que aquel par de borrachos no se resistirÃan á lanzarse al agua si les
decÃa que del agua sacarÃan vino, empezó á gritarles con toda la fuerza
de sus pulmones:
--¡Una va llena!
El pueblo se prosternó respetuosamente,
y ya no se oÃa sino el canto sagrado, el alegre tañido de las campanas y
el tamboril y el pito de la danza que iba bailando delante del Santo
Sacramento.[1] Entonces empezó a arder un castillo de pólvora,[2]
preparado para la primera estación.
Apenas empezó á escucharse ese ruido particular que
produce el agua que se bate á golpes ó se agita con violencia, Garcés
comenzó á levantarse poquito á poco y con las mayores precauciones,
apoyándose en la tierra primero sobre la punta de los dedos, y después
con una de las rodillas.
Pero el tambo, que es en realidad
un establo de vacas y burras, empezó a desaparecer de los centros
urbanos hace unos veinte años.[16] La leche y la manteca llegan a las
ciudades y pueblos en los trenes de la mañana, enviada por las granjas
de los alrededores y se distribuyen a domicilio.
La noción de gobierno, esto es, la de una entidad tutelar y
directiva, nacida del consenso general, digna de respeto, necesariamente
fuerte y obligatoriamente honesta, empezó a entrar en el alma nacional
cuando, después de predicarla durante cuarenta años, Sarmiento la
encarnó en la Presidencia.
Abrió un libro devoto y lo volvió á cerrar sin
haber leÃdo cuatro renglones: empezó una carta, y apenas hubo puesto
delante de sà el papel y mojado la pluma en el ancho canjilón de loza
que le servÃa de tintero, desistió de su idea y comenzó á recorrer la
celda agitado y nervioso, como tigre enjaulado.
Apenas el tÃo Traga-santos habÃa hecho su oración al glorioso San
Isidro, empezó á llover y no cesó la lluvia hasta bien entrada la
noche,{106-1} en que cesó y se puso el cielo estrellado, con mucha
alegrÃa del tÃo Traga-santos, que dió las gracias al bendito labrador
porque le habÃa complacido á medida de su deseo.
Junto con entrar en la 25
cárcel, supo el ladrón que se habÃa capturado también a
un compañero suyo que le ayudó en la expedición
nocturna; y empezó a temer muy de veras, porque en
verdad el dueño del caballo era poderoso y no se dormÃa
en las pajas.[346]
El juez creyó prudente visitar a su cómplice, para
fortalecerle.
A famous Spanish general, who served with distinction in
the wars against Portugal and the Moors, and in several Italian
campaigns.]
Después de estas breves explicaciones, los convidados, que no perdÃan
de vista al principal objeto de la reunión, procedieron á destapar
algunas de las botellas y sentándose alrededor de la lumbre, empezó á
andar el vino á la ronda.
Hallándose el tÃo Traga-santos en esta santa ocupación, asomaron por los
caminos de Cabezudo y Barbaruelo numerosas turbas de masas populares que
se dirigÃan hacia Animalejos al furibundo grito de: «¡Muera el tÃo
Traga-santos!», grito que no tardó en encontrar eco en Animalejos mismo,
cuya plebe empezó á agitarse furiosa, formando cuerpo con la forastera:
toda aquella muchedumbre se encaminó, rugiendo de furor, al cerrillo de
San Isidro.
Como ya no sentÃan
la molestia de la plaga, les parecÃa muy duro el sacrificio 20
de pagar lo prometido.[144]
El flautista no hizo manifestación alguna de desagrado;
pero empezó de nuevo a soplar su flauta, produjo
una música más maravillosa y dulce que la anterior,
y esta vez se fueron tras él, en tropel, todos los 25
niños de la ciudad, desde los chiquitines que
empezaban a caminar, hasta[145] los que estudiaban ya en
las escuelas.
Mientras las señoras visitaban la casa y recibÃan á los numerosos amigos
que acudieron al saber su llegada, Fernando, que se habÃa obstinado en
no subir al piso superior, me llamó, me hizo sentar á su lado, y empezó
la prometida historia en estos términos:
--Hace once años, cuando sólo tenÃa yo veinte, y habÃa acabado la
carrera de abogado en Madrid, mi padre me envió una temporada á este
pueblo para que hiciese una visita á su única hermana, que es esa señora
á quien acabas de ver.
De repente empezó á llover con violencia, pero cesó la lluvia á corto
rato; y ¡cuál no serÃa el asombro{97-4} del sencillo creyente vecino de
Animalejos cuando vió que una porción de mujeres, cuyos puestos de
dulces, juguetes de niños, campanillas y santos de barro y todo género
de baratijas habÃa averiado la lluvia, se encaminaban irritadas hacia la
ermita, recogiendo piedras del suelo y se ponÃan á apedrear á una imagen
de San Isidro colocada sobre el pórtico de la ermita, llenando de
improperios al Santo porque, según decÃan, le habÃan llenado de cuartos
el cepillo y habÃan quemado en su altar no sé cuántas velas para que
hiciera que no lloviese,{98-1} y el Santo era tan desagradecido, que
habÃa hecho precisamente todo lo contrario!{98-2}
--¡Pero no ven ustedes qué judiada la de esa gente!--exclamó
Traga-santos escandalizado, dirigiéndose á un grupo de lugareños de
ambos sexos que estaban á su lado presenciando aquella sacrÃlega pedrea.
¿Cuándo empezó la
revolución?
5
El arquitecto empezó la obra y la acabó en breve plazo.
20
Por fin Francia se interesó en el proyecto y empezó a
trabajar en el año 1882.
30
Mes y medio después, cuando las sandÃas y los melones
estaban _pintando_, empezó el dueño de la chacra a mirar
de reojo[294] a un vecino suyo, por habérsele puesto en la
cabeza el mal pensamiento de que aquel hombre venÃa a
robarle la fruta todas las noches.
La historia me interesó; yo era joven, la muchacha
hermosa, no habÃamos amado nunca; empezamos á hablar, sin que mà tÃa lo
advirtiese, y acabamos por adorarnos.
_El maestro_:--¿Dónde empezamos hoy, Federico?
of_ empezar
=empezar= to begin
=empezaron= _3 pl.
Los colonos empezaron a recuperar
su salud y sus fuerzas.
y entonces las grullas sacaron la otra
pierna y empezaron a volar.
Apenas regresaron al reino, empezaron los hermanos a altercar entre sÃ.
Pronto, con gran sorpresa, empezaron a sentir el efecto de su rebelión.
Son esos primeros golpes los que
empezaron a cincelar el pliegue amargo y sarcástico de sus labios.
El galán se apartó, y
entonces empezaron verdaderamente los movimientos vivos y agitados de
esta danza.
Tan pronto como[142] sonó la primera
nota, empezaron a[143] salir de sus cuevas los dañinos 10
animales, llenando en un momento las calles y las
plazas de la población.
Un instante después noté cierto movimiento en la de Fernando, oà abrir
varias puertas con sigilo, las pisadas que empezaron á sonar sobre el
techo de mi cuarto se perdieron á lo lejos, y un secreto instinto me
advirtió que mi presencia era necesaria al joven.
El mozo que parecÃa listo, les trajo con suma
presteza el café pedido, pero sin leche y puesto que los
americanos no estaban acostumbrados a beberlo en
esa forma, empezaron a gesticular y a hacer contorsiones 20
que el mozo no comprendÃa ni podÃa adivinar.
Sonó la campana de aviso; salieron los chicos disparados al andén;
metiéronse en el primer vagón que vieron, sin pensar en buscar un
departamento donde fuesen solos; y con gran asombro del turista
americano que ya acomodaba en un rincón su valija de cuero, al verse
dentro del coche se agarraron de la cintura y empezaron á bailar.
50
En efecto, pronto empezaron los árabes a buscar a su jefe y
al prisionero.
42, note 1.]
En efecto, era asÃ, pues á poco de haberse oÃdo la esquililla,
empezaron á saltar por entre las apiñadas matas de cantueso y tomillo,
y á descender á la orilla opuesta del riachuelo, hasta unos cien
corderos, blancos como la nieve, detrás de los cuales, con su caperuza
calada para libertarse la cabeza de los perpendiculares rayos del sol,
y su atillo al hombro en la punta de un palo, apareció el zagal que
los conducÃa.
Tú estás loco y has empezado á contagiarme.
Buena falta nos hacen,{105-2} porque ya hemos empezado
con las pÃcaras represas, y los de Barbaruelo nos birlan ya la mitad de
la molienda.
La
razón principal que nosotros hemos empezado a verificar el texto digital de la
1909 es para que nosotros podamos imprimir el Evangelio de Juan (y otros
libros) para la obra de evangelismo.
--¡Voto á brÃos, que se ha portado el tÃo Traga-santos!--exclamaban los
de Cabezudo.--¡Con la pÃcara lluvia de ayer ya han empezado á moler á
más y mejor los de Barbaruelo, y con cuatro gotas que vuelvan á caer
siguen moliendo todo el verano cuanto grano se les presente, y nosotros,
que esperábamos ganar un dineral con toda la molienda de veinte leguas
en contorno, nos vamos á fastidiar este verano!.....
Pero el prÃncipe
habÃa empezado a sospechar algo y cuando le dieron el
vino, no lo bebió.
Pero el prÃncipe
habÃa empezado a sospechar algo y cuando le dieron el
vino, no lo bebió.
Cuenca fué fundada en el año 1757 en Tumibamba,
colonia que los antiguos indios habÃan empezado
mucho antes de aquella fecha.
Fernando, empiece Vd.
=empiece=, _pres.
Fernando, empiece Vd.
=empiece=, _pres.
La caridad empieza por nosotros mismos.
las ondas nos llaman con sus
voces incomprensibles, el viento empieza entre los álamos sus himnos
de amor; ven ...
El Tuerto, sin decir una sola palabra, después que sus
hijos han rodeado la tartera, empieza á comer el potaje con una cuchara
de estaño.
Cuando empieza este sencillo relato, era la hora apacible en que ya no
deslumbra la luz, y nada oculta ni entristece todavÃa la obscuridad.
Cuando llegó el sublime canto
del tenor que empieza _A te, oh cara_,{24-4} me apretó con fuerza la
mano exclamando por lo bajo:--¡Oh qué hermoso!
A
mi pregunta contestó con un rubor que la hacÃa mas encantadora todavÃa:
--Cuando empieza la próxima cosecha nos casaremos, si es que no te toca
ir al servicio del rey.
Supongamos
que Cabezudo le pide que no llueva una gota, y todo con la intención de
que Barbaruelo no muela un grano, y en seguida empieza á llover tanto,
que el agua se lleva los molinos de Barbaruelo.
ECONOMÃA PRÃCTICA
...Hay personas que cifran todo su orgullo en comprar barato, como le
sucede á un tÃo mÃo, hombre muy nervioso y algo irascible, que se va á
un establecimiento de paños y empieza por pedir una silla y sentarse
cómodamente.
Esto es lo que se halla hoy en cien
brazas de agua[7] en el Brasil, también en parte de la América latina,
empieza a influir el elemento alemán; la Argentina absorbe dÃa tras dÃa
media población de la Italia meridional; Colombia y Venezuela buscan en
Francia sus orientaciones intelectuales; Méjico recibe los efluvios
salutÃferos del utilitarismo _yankee_.
=empieza=, _pres.
--Cada uno de esos paÃses tiene su legislación propia, y ésta admite
diferencias aún dentro de una misma nación; pero puede decirse que en
general los niños ingresan a la escuela primaria a los seis años de
edad.[1] En los paÃses que han incorporado a sus instituciones de
enseñanza los jardines de infantes, o sea escuelas maternales o
_kindergartens_ como también se los llama, el niño empieza su educación
a una edad más temprana.[2]
--Hablaba Ud.
Fernando, empiece Vd.
=empiece=, _pres.