El trabajador volvÃa alegre á su hogar y á su descanso: oÃase de lejos
el ladrido del perro de campo....
VARIANTS: =En los dÃas de; en la
época de.=
[2] =no dió descanso,= _gave no rest; (his pen) did not cease_.
Como todos los de su raza, Sebastián querÃa volver
á su nativo terruño, fincar en él y deberle el descanso de sus huesos.
La conciencia nacional, más que aletargada, parecÃa
muerta, y Montalvo no dió descanso[2] a su pluma volteriana,[3]
combatiendo al clero, dueño y señor[4] de su patria.
La luna, rodeada de grupos de estrellas, cual un jefe victorioso en
medio de sus guerrillas dispersas en inmenso campo, avanzaba majestuosa
como si fuese a buscar descanso tras las sombrÃas sombras[2] que tenÃa
detrás.
No
parece sino que{92-1} bajada á descansar--si es que esa laboriosa é
incansable colectora de miel busca jamás descanso,--se ha posado sobre
un tallo, y ha quedado adherida al reino vejetal, por hechizo de algún
maléfico gnomo.
=descanso=, _m._, rest.
=descanso,= rest, repose; =el -- de sus huesos,= his last resting-place.
--«Más allá de las montañas de la Luna, en
el fondo del valle de las sombras; cabalgad,
cabalgad sin descanso--respondió la sombra,--si
buscáis el Eldorado....».
Las manos dijeron:
--¿Por qué debemos de estar siempre trabajando si tú descansas?
aquel objeto era la ajorca de oro que tiene la Madre de
Dios en uno de los brazos en que descansa su divino Hijo...
aquel objeto era la ajorca de oro que tiene
la Madre de Dios en uno de los brazos en que descansa su divino
Hijo....
ya
sabes que hoy ignoro dónde descansa su hermoso cuerpo; envié una carta á
mi tÃa, que no la leyó hasta dos meses después de cumplirse el plazo,
porque ella también estaba enferma.
Alrededor de esta capilla
están las tumbas de los reyes, cuyas imágenes de piedra, con la mano en
la empuñadura de la espada, parecen velar noche y dÃa por el santuario á
cuya sombra descansan todos por una eternidad.
Pedro hizo un esfuerzo para seguir en su camino, llego á la verja, y
subió la primera grada de la capilla mayor.[1] Alrededor de esta
capilla están las tumbas de los reyes,[2] cuyas imágenes de piedra,
con la mano en la empuñadura de la espada, parecen velar noche y dÃa
por el santuario á cuya sombra descansan todos por una eternidad.
fresco y descansará como un patriarca, sin
que nada ni nadie le moleste.
Media hora más tarde la señora de López, Cristina, doña Catalina, un
sacerdote y yo, rodeábamos la cama donde descansaba Fernando.
Tan triste cuadro se
reflejaba en el espejo del armario colocado al lado de la puerta de la
alcoba, y esto nos hizo suponer, á causa del estado excepcional en que
Fernando y yo nos hallábamos, que aquel cuerpo inerte descansaba en la
propia casa de mi amigo.
47, note 1).]
LA CORZA BLANCA
I
En un pequeño lugar[1] de Aragón,[1] y allá por los años de mil
trescientos y pico, vivÃa retirado en su torre señorial un famoso
caballero llamado don DionÃs, el cual, después de haber servido á su
rey[3] en la guerra contra infieles, descansaba á la sazón, entregado
al alegre ejercicio de la caza, de las rudas fatigas de los combates.
Media hora más tarde la señora de López, Cristina, doña Catalina, un
sacerdote y yo, rodeábamos la cama donde descansaba Fernando.
Tan triste cuadro se
reflejaba en el espejo del armario colocado al lado de la puerta de la
alcoba, y esto nos hizo suponer, á causa del estado excepcional en que
Fernando y yo nos hallábamos, que aquel cuerpo inerte descansaba en la
propia casa de mi amigo.
47, note 1).]
LA CORZA BLANCA
I
En un pequeño lugar[1] de Aragón,[1] y allá por los años de mil
trescientos y pico, vivÃa retirado en su torre señorial un famoso
caballero llamado don DionÃs, el cual, después de haber servido á su
rey[3] en la guerra contra infieles, descansaba á la sazón, entregado
al alegre ejercicio de la caza, de las rudas fatigas de los combates.
Me estremecà á pesar mÃo; un frÃo glacial se apoderó de mÃ, porque al
entrar mi amigo y yo vimos clara y distintamente en la alcoba de Teresa
un lecho mortuorio, cubierto de negros paños, algunos hachones
encendidos rodeando un ataúd, en el que descansaban los yertos despojos
de una hermosa joven vestida de blanco y coronada de flores.
Arrimóse á la pared de
una casa, descansó algunos instantes, y repuesto un tanto, empezó á
cantar la romanza de tenor del primer acto de _La Favorita_.
aquel objeto era la ajorca de oro que tiene la Madre de
Dios en uno de los brazos en que descansa su divino Hijo...
aquel objeto era la ajorca de oro que tiene
la Madre de Dios en uno de los brazos en que descansa su divino
Hijo....
ya
sabes que hoy ignoro dónde descansa su hermoso cuerpo; envié una carta á
mi tÃa, que no la leyó hasta dos meses después de cumplirse el plazo,
porque ella también estaba enferma.