corro, _m._, circle, group.
La admiración del Concejal, del revendedor y del corro subió de punto.
Preguntan en el corro que los ciñe
A cierto espectador, y éste contesta:
--¿Quién tiene la razón?
Al oir el estupendo desenlace de tan extraña aventura, cuantos habÃa en
el corro prorrumpieron en una ruidosa carcajada, mientras uno de ellos
dijo al narrador de la peregrina historia, que era el único que
permanecÃa callado y en una grave actitud:
--¡Acabáramos de una vez!
Al oir el estupendo
desenlace de tan extraiÃa aventura, cuantos habÃa en el corro
prorrumpieron en una ruidosa carcajada, mientras uno de ellos dijo al
narrador de la peregrina historia, que era el único que permanecÃa
callado y en una grave actitud:
--¡Acabáramos de una vez!
Concluida mi deprecación mental, corro á mi habitación á despojarme de
mi camisa y mi pantalón, reflexionando en mi interior que no son unos
todos los hombres, puesto que los de un mismo paÃs, acaso de un mismo
entendimiento, no tienen las mismas costumbres ni la misma delicadeza,
cuando ven las cosas de tan distinta manera.
=corro,= group, circle.
=corro=, _m._, group of spectators.
¡Que manjar tan sabroso
Para ser devorado
_Sotto voce_[2] en un corro,
Detras del abanico
De plumas y de oro!
¡Yo, que á tus ojos en mi agonÃa
Los ojos vuelvo de noche y dÃa;
Yo, que incansable corro y demente
Tras una sombra, tras la hija ardiente
De una visión!
of_ =convertir=
=cornisa= _f._ cornice
=corre= _3 sing.
VARIANTS: =Eso queda= (or
=corre=) =por cuenta de=; =eso corresponde a los=.
Neira siente abiertas todas las heridas y
el calor de la sangre que corre a traves de su cuerpo y de su ropa.
He bebido de un agua que corre con sonido
arrullador, de una fuente subterránea pero
poco profunda, de una caverna que no está
muy lejos, bajo tierra.
El uno corre de entusiasmo ciego,
La niña arrulla á su muñeca inerme,
Y mientras grita el uno: Fuego, Fuego,
La otra murmura triste: Duerme, Duerme.
TemerÃase a
cada momento un choque, un fracaso, si no se conociese que este inmenso
rÃo que corre con una fuerza de alud, lleva en sus ondas la exactitud de
una máquina.
Yo he sentido en una orgÃa arder mis labios y mi cabeza; yo he sentido
este fuego que corre por las venas hirviente como la lava de un
volcán, cuyos vapores caliginosos turban y trastornan el cerebro y
hacen ver visiones extrañas.
Yo he
sentido en una orgÃa arder mis labios y mi cabeza; yo he sentido este
fuego que corre por las venas hirviente como la lava de un volcán,
cuyos vapores caliginosos turban y trastornan el cerebro y hacen ver
visiones extrañas.
El portal de corcho, imitando un arco
romano en ruinas, es monÃsimo, y el riachuelo representado por un
espejillo con manchas verdes que remedan acuáticas hierbas y el musgo de
las márgenes, parece que corre por la mesa adelante{72-2} con plácido
murmurio.
Pero hai demasiada sangre para que al traves de ella se sienta y se
mire.{196-1} Los cuchillos se chocan, el corvo entra cada vez hasta la
empuñadura y la sangre corre cerro abajo en un delgado chorro que va
rodeando las piedras y abriéndose paso al traves de las matas.
El Tuerto, oÃda esta última palabra, tumba de un sopapo á sus pies á la
delincuente, corre á la cama, revuelve las hojas de su jergón, saca de
entre ellas una botellita blanca que contiene un pequeño resto del
delatado contrabando, vuelve con ella hacia su mujer, y arrojándosela á
la cabeza en el momento en que se incorporaba, la derriba de nuevo y
salpica á los chiquillos con el lÃquido pecaminoso.
El rebaño se crÃa en libertad en una vasta extensión que no
es nunca menor de doscientas cincuenta hectáreas; por allà corre a su
guisa,[7] marcha y circula sin conocer nunca, ni aún en el invierno, el
reposo del establo; estas grandes marchas dan a la fibra de esta parte
carnosa una resistencia poco agradable y un gusto diferente de la del
carnero criado en paÃses donde la propiedad está muy dividida y donde es
de regla[8] la estabulación.
Como iba diciendo,[75] una
casa electricista corre con la instalación de conductores, medidores,
toma-corrientes,[76] llaves, fusibles, asà como de las campanillas con
sus cuadros indicadores, pilas, transformadores, etc., mientras otra
casa especialista, de las[77] denominadas[78] de artefactos de luz
eléctrica, proporciona las arañas, los pendientes, los brazos, los
faroles y los «plafonniers.»
Por su parte, el cerrajero[79] se encarga de las cerraduras y cerrojos
de las puertas, pestillos, manijas, bisagras, fallebas y pasadores.
The mountains of Montagut, which rise to a
height of 3125 teet, are situated in the province of Tarragona,
Spain.]
II
Pastores, que seguÃs con lento paso vuestras ovejas que pacen
derramadas por las colinas y las llanuras; si al conducirlas al borde
del transparente riachuelo que corre, forcejea y salta por entre los
peÃiascos del valle de Montagut en el rigor del verano, y en una
siesta de fuego habéis encontrado la sombra y el reposo al pie de las
derruÃdas arcadas del monasterio, cuyos musgosos pilares besan las
ondas, oidme.
El susto fué general, y la alarma llegó á su colmo cuando un surtidor de
caldo, impulsado por el animal furioso, saltó á inundar mi limpÃsima
camisa: levántase rápidamente á este punto el trinchador con ánimo de
cazar el ave prófuga, y al precipitarse sobre ella, una botella que
tiene á la derecha, con la que tropieza su brazo, abandonando su
posición perpendicular, derrama un abundante caño de Valdepeñas sobre el
capón y el mantel; corre el vino, auméntase la algazara, llueve la sal
sobre el vino para salvar el mantel; para salvar la mesa se ingiere por
debajo de él una servilleta, y una eminencia se levanta sobre el teatro
de tantas ruinas.
=correr=, to run;
=la voz corre=, the report spreads.
16 Asà que no es del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que
tiene misericordia.
--SÃ, la reconozco, y veo que en Méjico la meseta corre paralelamente a
la dirección general del paÃs, dejando un borde de cada lado, entre ella
y los océanos.
Leland._]
LXIX[1]
Al brillar un relámpago[2] nacemos,
Y aún dura su fulgor, cuando morimos:
¡Tan corto es el vivir![3]
La gloria y el amor tras que corremos,
Sombras de un sueno son que perseguimos:
¡Despertar es morir!
VARIANTS: =Actualmente=; =en los
tiempos que corren=; =en estos tiempos=; =hoy dÃa=.
El tráfico de uva es asimismo muy intenso, y en la época de la
vendimia corren trenes especiales entre Buenos Aires y los centros
productores de esa fruta en los Andes.
Además de las carreras de
saltos con obstáculos, de velocidad o de resistencia, se corren en esas
pistas carreras de motocicletas y bicicletas, si bien para este objeto
especial algunas ciudades poseen velódromos.
La noche comenzaba á extender sus sombras, la luna rielaba en la
superficie del lago, la niebla se arremolinaba al soplo del aire, y
los ojos verdes brillaban en la obscuridad como los fuegos fatuos que
corren sobre el haz de las aguas infectas....
Es imposible recorrer
la historia de Cuba durante casi medio siglo, o, cuando menos, desde
1880 hasta los dÃas que corren, sin encontrar el nombre de Enrique José
Varona asociado, de un modo u otro, a los acontecimientos más salientes
que se sucedieron en tan agitado y tormentoso perÃodo.
Todos, en una explosión de libertad y de entusiasmo, cantan, estallan en
carcajadas, corren por la planicie, hacen girar los caballos empapados
en sudor, remolinean en grupos apretados, arrancan a manos llenas[2]
sartales de flores, desgajan los racimos de pomarrosas, se embriagan en
la fragancia de los limoneros, se arrojan puñados de azahares, y hacen
rodar por la grama el oro de las naranjas.
Aquellas gotas que al desprenderse brillan como puntos de oro y suenan
como las notas de un instrumento, se reunen entre los céspedes, y
susurrando, susurrando con un ruido semejante al de las abejas que
zumban en torno de las flores, se alejan por entre las arenas, y
forman un cauce, y luchan con los obstáculos que se oponen á su
camino, y se repliegan sobre sà mismas, y saltan, y huyen, y corren,
unas veces con risa, otras con suspires, hasta caer en un lago.
Al rededor remueven el ramaje multitud de
cuadrúpedos, y los inquietos _zambos_ (monos) corren saltando de árbol
en árbol a atisbar con curiosidad al transeunte, las hembras con los
hijuelos cargados a la espalda,[3] y todos juntos en familia,[4]
chiflando y arrojando ramas secas; mientras más a lo lejos[5] los
_araguatos_ (monos aulladores), sentados gravemente en torno del más
viejo, entonan una especie de letanÃa en que el jefe gruñe primero y los
demás le contestan en coro.
Rudo en el lenguaje, de
una rudeza natural, escribió «El Gaucho MartÃn Fierro,» completado más
tarde con «La Vuelta de MartÃn Fierro,» poemas que son un exponente
nÃtido del espÃritu criollo, ameno para la charla, que suele matizar con
sentencias e imágenes tanto más poéticas cuanto no pertenecen al género
metafórico, de que tanto se abusa en los tiempos que corren.[38]
Hernández fué poeta a su manera.[39] CarecÃa de ese «gay decir»[40] tan
celebrado en Estanislao del Campo, pero dominaba en absoluto lo que éste
rara vez logró: la agudeza filosófica de los dichos populares.[41] Como
dice José M.
Y detrás de este
amontonamiento de saltos, y a la izquierda, y a la derecha,[1] cerca y
lejos, arriba, abajo, allá en las alturas, aquà a los pies, trenzándose
a pechadas con las rocas que, aunque aguantan, retiemblan, otros, y
otros, y otros saltos, cubriendo una superficie de cuatro mil metros:
unos con deslizamientos de culebra, otros con fieros brincos de jaguar,
unos obscuros, resbalando en silencio, otros vistosamente empenachados
de espuma, todos corren en vértigo y al llegar a la arista de los altos
y negros paredones, pierden pie[2] y ruedan al fatal e infinito
derrumbe, y allá abajo, reventados, deshechos, rugientes, siguen su
curso arrastrando en girones su túnica de encaje, mientras del uno al
otro extremo del inmenso anfiteatro de cascadas, entre aquel estruendoso
dislocamiento de violencias, sobre aquel paroxismo, cien arco iris se
tienden como puentes de paz.
[38] =los tiempos que corren,= _the present time; nowadays_.
38 El que cree en mÃ, como dice la Escritura, rÃos de agua viva correrán
de su vientre.
Vieron
que ella corrÃa por el bosque hacia su casa.
of_ =correr=
=correctamente= correctly
=correr= to run
=corrÃa= _1 and 3 sing.
El corcel
corrÃa, corrÃa sin detenerse, y árboles, rocas, castillos y aldeas
pasaban á su lado como una exhalación.
De pronto vió un animal que corrÃa, y saltando sobre él, sin esfuerzo
alguno lo sujetó, porque era pequeño y poco robusto.
POESÃAS
LOS DOS CONEJOS
Por entre unas matas,
Seguido de perros,
(No diré corrÃa)
Volaba un conejo.
En su mirada inquieta, en el temblor de sus rodillas, en el
sudor que corrÃa en anchas gotas por su frente, llevaba escrito su
pensamiento.
The antecedent is logically, but not grammatically
evident.]
Y sin agitar sus riendas, sin herirle con el acicate ni animarlo con
la voz, el corcel corrÃa, corrÃa sin detenerse.
El corcel corrÃa, ó mejor dicho nadaba en aquel océano de vapores
caliginosos y encendidos, y las maravillas del cielo ro comenzaron á
desplegarse unas tras otras ante los espantados ojos de su jinete.
Hasta entonces habÃa creÃdo que los objetos que se
representaban á sus ojos eran fantasmas de su imaginación, turbada por
el vértigo, y que su corcel corrÃa desbocado, es verdad, pero corrÃa,
sin salir del término de su señorÃo.
Una vez allÃ, la bruja permaneció un largo rato inmóvil, con la cara
hundida entre el légamo y el fango del arroyo que corrÃa enrojecido
con la sangre; después, poco á poco, comenzó como á volver en sà y á
agitarse convulsivamente.
Y asÃ, tenga sabido
Que lo importante y raro
No es entender de todo, 230
Sino ser diestro en algo."
_Más vale saber una cosa bien, que muchas mal._
LOS DOS CONEJOS
Por entre unas matas
Seguido de perros 235
(No diré corrÃa)
Volaba un conejo.
La verdad era que el camino, que
equivocadamente habÃa tornado, se hacÃa cada vez más áspero y difÃcil
y que por una parte la sombra que ya arrojaban las altÃsimas rocas,
que parecÃan suspendidas sobre mi cabeza, y por otro el ruido
vertiginoso del agua que corrÃa profunda á mis pies, y de la que
comenzaba á elevarse una niebla inquieta y azul, que se extendÃa por
la cortadura borrando los objetos y los colores, parecÃan contribuir á
turbar la vista y conmover el ánimo con una sensación de penoso
malestar que vulgarmente podrÃa llamarse preludio de miedo.
In 1035 it became a
kingdom; was united to Catalonia in 1137; rose to great influence
through its acquisitions in the thirteenth and fourteenth centuries
of Valencia, the Balearic Islands, Sardinia, and the Sicilies; and
was united with Castile in 1479 through the marriage of Ferdinand of
Aragon with Isabella of Castile." _Century Dict._]
[Footnote 3: The kings who reigned in Aragon during the fourteenth
century were as follows: Jaime II _el Justo_ (1291-1327), Alfonso IV
_el Benigno_ (1327-1336), Pedro IV _el Ceremonioso_ (1336-1387),
Juan I _el Cazador_ (1387-1395), and MartÃn (1395-1410).]
Aconteció una vez á este caballero, hallándose en su favorita
diversión acompañado de su hija, cuya belleza singular y
extraordinaria blancura le habÃan granjeado el sobrenombre de la
Azucena, que como se les entrase á más andar el dÃa engolfados en
perseguir á una res en el monte de su feudo, tuvo que acogerse,
durante las horas de la siesta, á una cañada por donde corrÃa un
riachuelo, saltando de roca en roca con un ruido manso y agradable.
Vieron
que ella corrÃa por el bosque hacia su casa.
of_ =correr=
=correctamente= correctly
=correr= to run
=corrÃa= _1 and 3 sing.
El corcel
corrÃa, corrÃa sin detenerse, y árboles, rocas, castillos y aldeas
pasaban á su lado como una exhalación.
De pronto vió un animal que corrÃa, y saltando sobre él, sin esfuerzo
alguno lo sujetó, porque era pequeño y poco robusto.
POESÃAS
LOS DOS CONEJOS
Por entre unas matas,
Seguido de perros,
(No diré corrÃa)
Volaba un conejo.
En su mirada inquieta, en el temblor de sus rodillas, en el
sudor que corrÃa en anchas gotas por su frente, llevaba escrito su
pensamiento.
The antecedent is logically, but not grammatically
evident.]
Y sin agitar sus riendas, sin herirle con el acicate ni animarlo con
la voz, el corcel corrÃa, corrÃa sin detenerse.
El corcel corrÃa, ó mejor dicho nadaba en aquel océano de vapores
caliginosos y encendidos, y las maravillas del cielo ro comenzaron á
desplegarse unas tras otras ante los espantados ojos de su jinete.
Hasta entonces habÃa creÃdo que los objetos que se
representaban á sus ojos eran fantasmas de su imaginación, turbada por
el vértigo, y que su corcel corrÃa desbocado, es verdad, pero corrÃa,
sin salir del término de su señorÃo.
Una vez allÃ, la bruja permaneció un largo rato inmóvil, con la cara
hundida entre el légamo y el fango del arroyo que corrÃa enrojecido
con la sangre; después, poco á poco, comenzó como á volver en sà y á
agitarse convulsivamente.
Y asÃ, tenga sabido
Que lo importante y raro
No es entender de todo, 230
Sino ser diestro en algo."
_Más vale saber una cosa bien, que muchas mal._
LOS DOS CONEJOS
Por entre unas matas
Seguido de perros 235
(No diré corrÃa)
Volaba un conejo.
La verdad era que el camino, que
equivocadamente habÃa tornado, se hacÃa cada vez más áspero y difÃcil
y que por una parte la sombra que ya arrojaban las altÃsimas rocas,
que parecÃan suspendidas sobre mi cabeza, y por otro el ruido
vertiginoso del agua que corrÃa profunda á mis pies, y de la que
comenzaba á elevarse una niebla inquieta y azul, que se extendÃa por
la cortadura borrando los objetos y los colores, parecÃan contribuir á
turbar la vista y conmover el ánimo con una sensación de penoso
malestar que vulgarmente podrÃa llamarse preludio de miedo.
In 1035 it became a
kingdom; was united to Catalonia in 1137; rose to great influence
through its acquisitions in the thirteenth and fourteenth centuries
of Valencia, the Balearic Islands, Sardinia, and the Sicilies; and
was united with Castile in 1479 through the marriage of Ferdinand of
Aragon with Isabella of Castile." _Century Dict._]
[Footnote 3: The kings who reigned in Aragon during the fourteenth
century were as follows: Jaime II _el Justo_ (1291-1327), Alfonso IV
_el Benigno_ (1327-1336), Pedro IV _el Ceremonioso_ (1336-1387),
Juan I _el Cazador_ (1387-1395), and MartÃn (1395-1410).]
Aconteció una vez á este caballero, hallándose en su favorita
diversión acompañado de su hija, cuya belleza singular y
extraordinaria blancura le habÃan granjeado el sobrenombre de la
Azucena, que como se les entrase á más andar el dÃa engolfados en
perseguir á una res en el monte de su feudo, tuvo que acogerse,
durante las horas de la siesta, á una cañada por donde corrÃa un
riachuelo, saltando de roca en roca con un ruido manso y agradable.
Su inocencia era un velo
espeso, que nos impedÃa ver el riesgo que corrÃamos.
Nadie osaba tocarle; pero corrÃan mil fábulas acerca de aquel objeto,
causa incesante de hablillas y terrores para los que le miraban
llamear durante el dia, herido por la luz del sol, ó creÃan percibir
en las altas horas de la noche el metálico son de sus piezas, que
chocaban entre sà cuando las movÃa el viento, con un gemido prolongado
y triste.
--Yo, señorico, me reÃa también; pero me corrÃan por las patillas
lagrimones como naranjas.
4 Y corrÃan los dos juntos; mas el otro discÃpulo corrió más presto que
Pedro, y llegó primero al sepulcro.
De un salto me planté en la calle{5-3} y corrà hasta la esquina; pero
allà me hice cargo de que venÃa sin sombrero, y me volvÃ.
ind._
=corrió= _3 sing.
En este
momento Don Juan corrió al patio con la espada en mano.
Pedro
corrió al instante al sitio donde brotaba el agua, y
metió una de sus manos en el agujero del dique.
El posadero, medio espantado, corrió a la cocina, y pocos minutos
después sirvió una buena comida y una botella de vino al extranjero.
Apenas hubo terminado su relato, cuando el vecino
corrió en busca de una hacha vieja y se fué a probar 20
fortuna en el rÃo.
Y en seguida tomó la puerta de Toledo y corrió hacia el rÃo, para tener
la gloria de ser el primer madrileño que viese la ballena que bajaba por
el Manzanares.
Y fuera de sÃ, como loco, sin darse cuenta
apenas de lo que le pasaba, corrió en la dirección en que habÃa
disparado la saeta, que era la misma en que sonaban los gemidos.
Apenas la novedad comenzó á extenderse de boca en boca y de casa en
casa, la multitud se lanzo á las calles con ruidosa algazara, y corrió
á reunirse á las puertas de la prisión.
El joven vacilo un instante; un sudor frió corrió por sus miembros;
sus pupilas se dilataron al fijarse con más intensidad en las de
aquella mujer, y fascinado por su brillo fosfórico, demente casÃ,
exclamó en un arrebato de amor:
--Si lo fueses ...
Asà corrió muchas horas, atravesó las cañadas del valle y el pedregoso
lecho del rÃo, é internándose en un bosque inmenso, se perdió entre
sus sombrÃas revueltas, siempre fijos los ojos en la codiciada res,
siempre creyendo alcanzarla, siempre viéndose burlado por su agilidad
maravillosa.
En la confusión de su
delirio, y sobre el revuelto oleaje de su pensamiento, flotaba, como el
único objeto salvado de un cataclismo, la idea fija del deseo que no
habÃa sido satisfecho; de aquella codiciada mula y de aquel suspirado
buey, que aun proseguÃan en estado de esperanza.{68-1}
El papá salió medio loco, corrió por las calles; pero en mitad de una de
ellas se detuvo y dijo: «¿Quién piensa ahora en figuras de nacimiento?»
Y corriendo de aquà para allÃ, subió escaleras, y tocó campanillas, y
abrió puertas sin reposar un instante, hasta que hubo juntado siete ú
ocho médicos, y les llevó á su casa.
V
Ya después de dudar un instante y á una nueva orden de su señor,
comenzaban los pajes á desatar los lebreles, que aturdÃan la iglesia
con sus ladridos; ya el barón habÃa armado su ballesta riendo con una
lisa de Satanás, y el venerable sacerdote, murmurando una plegaria,
elevaba sus ojos al cielo y esperaba tranquilo la muerte, cuando se
oyó fuera del sagrado recinto una vocerÃa horrible, bramidos de
trompas que hacÃan señales de ojeo, y gritos de _¡Al jabali!--¡Por Zas
breñas!--¡Hacia el monte!_ Teobaldo, al anuncio de la deseada res,
corrió á las puertas del santuario, ebrio de alegrÃa; tras él fueron
sus servidores, y con sus servidores los caballos y los lebreles.
¿Adónde corrió el posadero?
4 Y corrÃan los dos juntos; mas el otro discÃpulo corrió más presto que
Pedro, y llegó primero al sepulcro.
2 Entonces corrió, y vino á Simón Pedro, y al otro discÃpulo, al cual
amaba Jesús, y les dice: Han llevado al Señor del sepulcro, y no sabemos dónde
le han puesto.
¿Cuanto tiempo corrió
Teobaldo con él, sin saber por donde, sintiendo que las ramas le
abofeteaban el rostro al pasar, y los zarzales desgarraban sus
vestidos, y el viento silbaba á su alrededor?
of_ =correr=;
abashed, ashamed
=corriente= _f._ current
=corrieron= _3 pl.
Dejaron ellos su trabajo y corrieron con gran prisa
hacia el sitio donde sonaban los gritos.
Y sobre sus mejillas aradas por una larga miseria, corrieron dos
lágrimas que cayeron junto con el grano en la primera bolsa de su
cosecha....
Y la nube se abrió y de sus flancos corrieron torrentes de agua
que inundaron los valles, devastaron las mieses y ahogaron las
bestias; pero nada podÃan contra una roca, a pesar de embestirla
el oleaje por todos lados.
Terminó
el sarao y los curiosos de la plebe que aguardaban con impaciencia
este momento, formando grupos y corrillos en las avenidas del palacio,
corrieron á estacionarse en la cuesta del alcázar,[1] los miradores[2]
y el Zocodover.
Mis lágrimas
corrieron al ver la inocente y cándida alegrÃa con que los descendientes
de los antiguos dueños del suelo americano renuevan en una pantomima
tradicional la imagen de su destrucción, el recuerdo ominoso y amargo
del tiempo en que sus abuelos fueron casi exterminados y vilmente
esclavizados por aquellos hombres terribles, que en su concepto,
manejaban el rayo.
101, note 2.]
La superiora, las monjas y algunos de los fieles corrieron á la
tribuna.
correrÃa, _f._, incursion, raid.
En la última correrÃa Ãbamos ocho hombres á bordo.
=correrÃa,= expedition.
=correrÃa=, _f._, foray, hostile incursion.
Encerrados como se hallaban, procurábanse el sustento, haciendo de noche
correrÃas, y trayéndose todo el botÃn que podÃan recoger.
No obstante, aquella noche pronunciamos el más formidable de los
juramentos, y á la siguiente dieron principio nuestras nocturnas
correrÃas.
correrÃa, _f._, incursion, raid.
En la última correrÃa Ãbamos ocho hombres á bordo.
=correrÃa,= expedition.
=correrÃa=, _f._, foray, hostile incursion.
Entretanto, Madrid estaba alborotado, porque aquella sorprendente
noticia habÃa corrido con la celeridad del relámpago desde la puerta de
Toledo á la de Santa Bárbara, desde la puerta de Alcalá á la de Segovia,
y desde el Salitre á las Maravillas.
Entretanto, Madrid estaba alborotado, porque aquella sorprendente
noticia habÃa corrido con la celeridad del relámpago desde la puerta de
Toledo á la de Santa Bárbara, desde la puerta de Alcalá á la de Segovia,
y desde el Salitre á las Maravillas.
6.--LA CAZA DEL TIGRE
ConocÃase que las mujeres nos contaban y recontaban[1] desde que nos
alcanzaron a ver,[2] y cuando nos acercamos a la casa estaban aún
indecisas entre el susto y la alegrÃa, pues por nuestra demora y los
disparos que habÃan oÃdo suponÃan que habÃamos corrido peligros.
of_ =convertir=
=cornisa= _f._ cornice
=corre= _3 sing.
VARIANTS: =Eso queda= (or
=corre=) =por cuenta de=; =eso corresponde a los=.
Neira siente abiertas todas las heridas y
el calor de la sangre que corre a traves de su cuerpo y de su ropa.
He bebido de un agua que corre con sonido
arrullador, de una fuente subterránea pero
poco profunda, de una caverna que no está
muy lejos, bajo tierra.
El uno corre de entusiasmo ciego,
La niña arrulla á su muñeca inerme,
Y mientras grita el uno: Fuego, Fuego,
La otra murmura triste: Duerme, Duerme.
TemerÃase a
cada momento un choque, un fracaso, si no se conociese que este inmenso
rÃo que corre con una fuerza de alud, lleva en sus ondas la exactitud de
una máquina.
Yo he sentido en una orgÃa arder mis labios y mi cabeza; yo he sentido
este fuego que corre por las venas hirviente como la lava de un
volcán, cuyos vapores caliginosos turban y trastornan el cerebro y
hacen ver visiones extrañas.
Yo he
sentido en una orgÃa arder mis labios y mi cabeza; yo he sentido este
fuego que corre por las venas hirviente como la lava de un volcán,
cuyos vapores caliginosos turban y trastornan el cerebro y hacen ver
visiones extrañas.
El portal de corcho, imitando un arco
romano en ruinas, es monÃsimo, y el riachuelo representado por un
espejillo con manchas verdes que remedan acuáticas hierbas y el musgo de
las márgenes, parece que corre por la mesa adelante{72-2} con plácido
murmurio.
Pero hai demasiada sangre para que al traves de ella se sienta y se
mire.{196-1} Los cuchillos se chocan, el corvo entra cada vez hasta la
empuñadura y la sangre corre cerro abajo en un delgado chorro que va
rodeando las piedras y abriéndose paso al traves de las matas.
El Tuerto, oÃda esta última palabra, tumba de un sopapo á sus pies á la
delincuente, corre á la cama, revuelve las hojas de su jergón, saca de
entre ellas una botellita blanca que contiene un pequeño resto del
delatado contrabando, vuelve con ella hacia su mujer, y arrojándosela á
la cabeza en el momento en que se incorporaba, la derriba de nuevo y
salpica á los chiquillos con el lÃquido pecaminoso.
El rebaño se crÃa en libertad en una vasta extensión que no
es nunca menor de doscientas cincuenta hectáreas; por allà corre a su
guisa,[7] marcha y circula sin conocer nunca, ni aún en el invierno, el
reposo del establo; estas grandes marchas dan a la fibra de esta parte
carnosa una resistencia poco agradable y un gusto diferente de la del
carnero criado en paÃses donde la propiedad está muy dividida y donde es
de regla[8] la estabulación.
Como iba diciendo,[75] una
casa electricista corre con la instalación de conductores, medidores,
toma-corrientes,[76] llaves, fusibles, asà como de las campanillas con
sus cuadros indicadores, pilas, transformadores, etc., mientras otra
casa especialista, de las[77] denominadas[78] de artefactos de luz
eléctrica, proporciona las arañas, los pendientes, los brazos, los
faroles y los «plafonniers.»
Por su parte, el cerrajero[79] se encarga de las cerraduras y cerrojos
de las puertas, pestillos, manijas, bisagras, fallebas y pasadores.
The mountains of Montagut, which rise to a
height of 3125 teet, are situated in the province of Tarragona,
Spain.]
II
Pastores, que seguÃs con lento paso vuestras ovejas que pacen
derramadas por las colinas y las llanuras; si al conducirlas al borde
del transparente riachuelo que corre, forcejea y salta por entre los
peÃiascos del valle de Montagut en el rigor del verano, y en una
siesta de fuego habéis encontrado la sombra y el reposo al pie de las
derruÃdas arcadas del monasterio, cuyos musgosos pilares besan las
ondas, oidme.
El susto fué general, y la alarma llegó á su colmo cuando un surtidor de
caldo, impulsado por el animal furioso, saltó á inundar mi limpÃsima
camisa: levántase rápidamente á este punto el trinchador con ánimo de
cazar el ave prófuga, y al precipitarse sobre ella, una botella que
tiene á la derecha, con la que tropieza su brazo, abandonando su
posición perpendicular, derrama un abundante caño de Valdepeñas sobre el
capón y el mantel; corre el vino, auméntase la algazara, llueve la sal
sobre el vino para salvar el mantel; para salvar la mesa se ingiere por
debajo de él una servilleta, y una eminencia se levanta sobre el teatro
de tantas ruinas.
=correr=, to run;
=la voz corre=, the report spreads.
16 Asà que no es del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que
tiene misericordia.
--SÃ, la reconozco, y veo que en Méjico la meseta corre paralelamente a
la dirección general del paÃs, dejando un borde de cada lado, entre ella
y los océanos.