Junto a uno de los
lados de la entrada hay un tabique, el cual deja en el fondo del
edificio una abertura que comunica con el aposento en que hace el nido
la pareja.
Caracas
está situada a una distancia de 7 millas, en linea
recta, de La Guaira, puerto de mar que comunica con
ella por un ferrocarril que tiene 23 millas de longitud.
El departamento contiguo, o que comunica directamente con la
entrada exterior, les sirve para guarecerse de la intemperie y para
evitar, con las dificultades que ofrece a los pájaros grandes, que los
caranchos y otras aves de rapiña les saquen los hijuelos.
--Si no en su totalidad, la mayor parte de esa travesÃa[62] puede
hacerse por agua; pues como usted ve, el rÃo Ulúa, que desemboca en el
Atlántico, se comunica con el lago Yojoz por medio del rÃo Blanco.
Parte la pradera que besa el rÃo,
una vereda, por la que se comunican la Puebla y Coria con la capital....
Los principales puertos del Brasil se comunican por 5
lÃneas de vapores de los Estados Unidos y de Europa.
Cada litigante tiene el suyo.[31] Ellos toman
conocimiento a nombre de sus clientes de los autos del procedimiento,
que comunican, no a los litigantes, sino al abogado, el cual es en
realidad quien dirige el proceso.
--SÃ; éstos se comunican con aquél en su despacho, bufete o estudio.
--SÃ; y ésa es la razón, dicho sea de paso,[15] por qué los trigales se
encuentran próximos a los puertos de embarque o en las zonas servidas
por los ferrocarriles que comunican fácilmente con esos puertos.
Observé, no obstante, que se habÃa amortiguado un poco la viva expresión
de su fisonomÃa y que iba perdiendo aquella graciosa volubilidad del
principio.{26-3} Las sonrisas de sus labios se fueron haciendo tristes,
y por la cándida frente pasó una ráfaga de inquietud que comunicó á su
lindo rostro infantil cierta grave expresión que no tenÃa.
Una vez en la cima, lo que faltaba por hacer fué obra de poco tiempo:
los centinelas salvaron de un solo salto el valladar que separa al
sueño de la muerte;[1] el fuego aplicado con teas de resina al puente
y al rastrillo, se comunicó con la rapidez del relámpago á los muros;
y los escaladores, favorecidos por la confusión y abriéndose paso
entre las llamas, dieron fin con los habitantes de aquella guarida en
un abrir y cerrar de ojos.
Llamó desde
luego la atención de los transeuntes, y muchos hicieron cÃrculo en torno
suyo, y no pocos, al observar la maestrÃa con que iba venciendo las
dificultades de la obra, se comunicaron en voz baja su sorpresa y
dejaron algunos cuartos en el sombrero, que habÃa colgado del brazo.
4.--AUGURIOS
La isla de Cuba, entre las dos Américas, a la boca del[1] Golfo
Mejicano, siendo el centinela avanzado del archipiélago, punto
intermediario del comercio en dÃa no lejano[2] en que los pueblos
asiáticos y los pueblos americanos y europeos se comuniquen por caminos
más breves con sus muchos y bellos puertos, sus innumerables riachuelos,
sus campos cubiertos de verdor perenne, sus privilegiados frutos, sus
feraces terrenos, su cielo encantador, su benigno clima; no se detendrá
sin duda en la marcha que ha emprendido.
Junto a uno de los
lados de la entrada hay un tabique, el cual deja en el fondo del
edificio una abertura que comunica con el aposento en que hace el nido
la pareja.
Caracas
está situada a una distancia de 7 millas, en linea
recta, de La Guaira, puerto de mar que comunica con
ella por un ferrocarril que tiene 23 millas de longitud.
El departamento contiguo, o que comunica directamente con la
entrada exterior, les sirve para guarecerse de la intemperie y para
evitar, con las dificultades que ofrece a los pájaros grandes, que los
caranchos y otras aves de rapiña les saquen los hijuelos.
--Si no en su totalidad, la mayor parte de esa travesÃa[62] puede
hacerse por agua; pues como usted ve, el rÃo Ulúa, que desemboca en el
Atlántico, se comunica con el lago Yojoz por medio del rÃo Blanco.
4.--AUGURIOS
La isla de Cuba, entre las dos Américas, a la boca del[1] Golfo
Mejicano, siendo el centinela avanzado del archipiélago, punto
intermediario del comercio en dÃa no lejano[2] en que los pueblos
asiáticos y los pueblos americanos y europeos se comuniquen por caminos
más breves con sus muchos y bellos puertos, sus innumerables riachuelos,
sus campos cubiertos de verdor perenne, sus privilegiados frutos, sus
feraces terrenos, su cielo encantador, su benigno clima; no se detendrá
sin duda en la marcha que ha emprendido.