RodrÃguez GarcÃa_ (CUBANO)
=Caro, José Eusebio= (1817-1853)
José Eusebio Caro[23] fué el más lÃrico de todos los colombianos, por lo
profundo e intenso de su vida afectiva, la cual expresó con rara
franqueza y viril arrojo en versos de forma insólita, que bajo una
corteza que puede parecer áspera y dura, esconden tesoros de cierta
poesÃa Ãntima y ardiente, a un tiempo[24] apasionada y filosófica, medio
inglesa y medio española, que antes y después de él ha sido rarÃsima en
castellano.
Cada casa[18] de comercio se
ocupa de su ramo; y entre los mercaderes hay toda clase de categorÃas,
desde el acaudalado negociante hasta[19] el humilde vendedor[20] que
apenas es algo más que[21] un pobre buhonero.[22] Pero toda[23] gran
ciudad[24] cuenta con firmas[25] poderosas, organizadas[26] por hombres
de negocio que han mostrado en sus empresas un juicio, una confianza, un
arrojo maravillosos.[27] A muchas de esas compañÃas[28] y sociedades[29]
débese la prosperidad que han alcanzado[30] algunas de las tiendas de
departamentos a que Ud.
=arrojo=, _m._, a spurt of bravery.
El rastro de la sangre que arroja marca su
camino.
y sus ojos son los ojos de un demonio que, durmiendo,
las visiones ve del mal;
y la luz sobre él cayendo, sobre el suelo arroja, trunca
su ancha sombra funeral,
y mi alma de esa sombra que en el suelo flota...
Un aliento de fuego abrasó su cara, un mar de luz obscureció sus ojos,
un trueno gigante retumbó en sus oÃdos, y arrancado del corcel y
lanzado al vacÃo como la piedra candente que arroja un volcán, se
sintió bajar, y bajar sin caer nunca, ciego, abrasado y ensordecido,
como cayó el ángel rebelde cuando Dios derribó el pedestal de su
orgullo con un soplo de sus labios.[1]
[Footnote 1: Compare--
Nine days they fell; confounded Chaos roared,
And felt tenfold confusion in their fall
Through his wild anarchy; so huge a rout
Encumbered him with ruin.
En su
cúspide truncada hay, con frecuencia, una columna de humo, y sucede de
cuando en cuando que, durante la noche, arroja por su cráter, a manera
de bomba, y de un modo intermitente, algunas substancias inflamadas;
gracias a este respiradero que se ha formado, y que desembaraza sus
entrañas de los productos de una combustión permanente, los pueblos del
Ecuador no experimentan frecuentes temblores ni violentos terremotos,
porque este nevado apacible, como hemos dicho, quieto, calmado e
inofensivo en la apariencia, contiene en su seno el germen de la
devastación, de la ruina y la desolación de los lugares circunvecinos,
como lo ha demostrado en sus diversas erupciones.
--Esos bancos prestan más o menos hasta la mitad del valor que arroja
la tasación y por un tiempo breve, que generalmente no pasa de cinco
años, lo cual quiere decir que la amortización que fijan es por lo menos
de veinte por ciento al año.
Todos arrojamos á nuestro
alrededor una inquieta mirada de desconfianza; nos pusimos de pie y
desnudamos nuestros aceros, determinados á vender caras las vidas;
pero no pudimos por menos de permanecer inmóviles al ver adelantarse
con paso firme é igual un hombre de elevada estatura, completamente
armado de la cabeza al pie y cubierto el rostro con la visera del
casco, el cual, desnudando su montante, que dos hombres podrÃan apenas
manejar, y poniéndole[1] sobre uno de los carcomidos fragmentos de las
rotas arcadas, exclamó con una voz hueca y profunda, semejante al
rumor de una caÃda de aguas subterráneas:
[Footnote 1: poniéndole.
Hacen pelotas de nieve y se
las arrojan unos a otros y juegan a la guerra.
Cuando mi pajarillo
Cantos entona,
Pasajeros ingratos
Cantos le arrojan:
Mas no por eso
Niega sus armonÃas
Al pasajero.
HabÃa
cumplido el plazo, y como nadie cuidó de renovarlo y pagar, aquel rincón
no pertenecÃa ya á mi hija, y la habÃan echado á la fosa donde arrojan á
los pobres, á los que entierran de limosna.
Todos, en una explosión de libertad y de entusiasmo, cantan, estallan en
carcajadas, corren por la planicie, hacen girar los caballos empapados
en sudor, remolinean en grupos apretados, arrancan a manos llenas[2]
sartales de flores, desgajan los racimos de pomarrosas, se embriagan en
la fragancia de los limoneros, se arrojan puñados de azahares, y hacen
rodar por la grama el oro de las naranjas.
Ni el fuego le ataja, ni los peligros le intimidan, ni las
lágrimas le conmueven: Nunca despliega sus labios; pero cuando la
sangre humea en nuestras manos, como cuando los templos se derrumban
calcinados por las llamas: cuando las mujeres huyen espantadas entre
las ruinas, y los niños arrojan gritos de dolor, y los ancianos
perecen á nuestros golpes, contesta con una carcajada de feroz alegrÃa
á los gemidos, á las imprecaciones y á los lamentos.
Dirá en su patria cuán feliz vive
el hombre aquÃ, y millares de familias cansadas de trabajar en tierras
ingratas ya, y ansiosas de paz y de orden, cruzarán los mares, besarán
el suelo hospitalario que las recibe con los brazos abiertos,
descuajarán unas pocas yugadas de terreno, fabricarán su albergue,
arrojarán los granos en los surcos, y, en breve, nunca más les faltará
el alimento.
La luz, que en un vaso,
ArdÃa en el suelo,
Al muro arrojaba
La sombra del lecho;
Y entre aquella sombra
VeÃase á intervales,
Dibujarse rÃgida
La forma del cuerpo.
La luz, que en un vaso,
ArdÃa en el suelo,
Al muro arrojaba
La sombra del lecho;
Y entre aquella sombra
VeÃase á intervales,
Dibujarse rÃgida
La forma del cuerpo.
Las voces de los que parecÃan perseguirla
sonaban cada vez más cerca, y de cuando en cuando la veÃa hacer una
contorsión, encogerse ó dar un brinco para evitar los cantazos que le
arrojaban.
Allà era el[7] salir apresuradamente las señoritas a los balcones,
armadas de sus jarros, echando agua con una mano sobre aquellos
peripuestos donceles, y defendiéndose con la otra de los proyectiles que
ellos les arrojaban, con toda mesura,[8] a barajar, para no[9]
lastimarlas.
à medida que las libaciones se hacÃan más numerosas y frecuentes, y el
vapor del espumoso _Champagne_ comenzaba á trastornar las cabezas,
crecÃan la animación, el ruido y la algazara de los jóvenes, de los
cuales éstos arrojaban á los monjes de granito adosados en los pilares
los cascos de las botellas vacÃas, y aquéllos cantaban á toda voz
canciones báquicas y escandalosas, mientras los de más allá prorrumpÃan
en carcajadas, batÃan las palmas en señal de aplauso, ó disputaban entre
sà con blasfemias y juramentos.
à medida que las libaciones se hacÃan más numerosas y frecuentes, y el
vapor del espumoso _Champagne_ comenzaba á trastornar las cabezas,
crecÃan la animación, el ruido y la algazara de los jóvenes, de los
cuales éstos arrojaban á los monjes de granito adosados en los pilares
los cascos de las botellas vacÃas, y aquellos cantaban á toda voz
canciones báquicas y escandalosas, mientras los de más allá
prorrumpÃan en carcajadas, batÃan las palmas en señal de aplauso, ó
disputaban entre sà con blasfemias y juramentos.
Cuando después de
escuchar las palabras que dejo referidas, me incorporé con prontitud
para sorprender á la persona que las habÃa pronunciado, una corza
blanca como la nieve salió de entre las mismas matas en donde yo
estaba oculto, y dando unos saltos enormes por cima de los carrascales
y los lentiscos, se alejó seguida de una tropa de corzas de su color
natural, y asà estas como la blanca que las iba guiando, no arrojaban
bramidos al huir, sino que se reÃan con unas carcajadas, cuyo eco
jurarÃa que aún me está soñando en los oÃdos en este momento.
La verdad era que el camino, que
equivocadamente habÃa tornado, se hacÃa cada vez más áspero y difÃcil
y que por una parte la sombra que ya arrojaban las altÃsimas rocas,
que parecÃan suspendidas sobre mi cabeza, y por otro el ruido
vertiginoso del agua que corrÃa profunda á mis pies, y de la que
comenzaba á elevarse una niebla inquieta y azul, que se extendÃa por
la cortadura borrando los objetos y los colores, parecÃan contribuir á
turbar la vista y conmover el ánimo con una sensación de penoso
malestar que vulgarmente podrÃa llamarse preludio de miedo.
Los caballeros arrojaban a manos
llenas[13] cartuchos de confites, y ahà era el gritar y manotear de los
chicuelos, que estaban a[14] los desperdicios, lanzándose en masa sobre
la vereda cuando algún cartucho no llegaba a su destino, empujándose,
pateándose por agarrar la codiciada presa, mientras los jugadores hacÃan
toda clase de esfuerzos para barajar las coronas que en cambio de los
confites les llovÃan, retribuyendo ellos todavÃa el obsequio con cajas
especiales, de antemano destinadas a fulana y a zutana, a quienes las
enviaban por medio de sus sirvientes, no atreviéndose a correr el albur
de que[15] al arrojarlas cayesen entre la turba multa[16] de arrapiezos
que andaban a caza de[17] gangas.
¿Dónde arrojaban a los muertos que enterraban de limosna?
Volvió
la cabeza hacia mà y entonces le arrojé en la frente
toda el agua de la caldera.
muchÃsimo._ Envolvà una moneda de dos cuartos en la hoja, y
aprovechando la ocasión de no pasar nadie, después de hacerle seña
de{16-1} que se retirase, la arrojé al balcón.
El hombre le arrojó una piedra al león á ver si podÃa aplastarle la
cabeza.
Ella se enjugó los ojos, le miró fijamente, arrojó un suspiro y volvió á
llorar.
Ella se enjugó los ojos, le miró fijamente, arrojó un suspiro y volvió
á llorar.
Con
violenta sacudida la arrojó á distancia; dió un salto y la sujetó con la
pata.
De repente, Neira creyó
notar que un boldo se movia: tomó una piedra pequeña y la arrojó.
Cuando llegó a su
casa Tamburà arrojó por la ventana al rÃo los zapatos que habÃan sido
causa de su prisión.
Y esto diciendo se arrojó en los
brazos de Alonso, que le estrechó entre los suyos con una fuerza y una
efusión indecibles.
Los ladrones sacaron los veinte duros y se los dieron al segador, el
cual se arrojó á los pies de aquel personaje que dominaba á los
bandoleros y que tan buen corazón tenÃa...
Entonces cogió sus zapatos, salió fuera de la ciudad y los arrojó
en un acueducto; pero los zapatos fueron a obstruir el conducto del agua
con que se surtÃa la población de Suez.
Las sienes le latieron con una violencia
espantosa; una nube de sangre obscureció sus pupilas, arrojó un segundo
grito, un grito desgarrador y sobrehumano, y cayó desvanecido sobre el
ara.
Las sienes le latieron con una violencia
espantosa; una nube de sangre obscureció sus pupilas, arrojó un
segundo grito, un grito desgarrador y sobrehumano, y cayó desvanecido
sobre el ara.
La mañana siguiente, como ya habÃa bajado la marea, el vigÃa pudo llegar
al faro, donde su hijita se arrojó á sus brazos y le contó los trabajos
que habÃa pasado aquella horrenda noche en la torre del fanal.
Cuando la respetable comitiva llego al macizo arco que daba entrada al
edificio, un hombre pálido y descompuesto se arrojó al suelo en
presencia de los aturdidos circunstantes, exclamando con las lágrimas
en los ojos:
--Perdón, señores, perdón!
Ya éste se habÃa aproximado bastante
cuando le pareció que el ladrón hacÃa un movimiento 5
de sorpresa; y temiendo que se le escapase, arrojó
sobre él la _armada_, y se lanzó corriendo hacia el rancho,
donde estaba su mujer.
viéndose sin huida, se
arrojó al suelo, se arrastró por la tierra besando los pies de los
unos, abrazándose á las rodillas de los otros, implorando en su ayuda
á la Virgen y á los Santos, cuyos nombres sonaban en su condenada boca
como una blasfemia.
Y esto diciendo llevóse la copa á los labios, y después de
humedecérselos con el licor que contenÃa, le arrojó el resto á la cara,
prorrumpiendo en una carcajada estrepitosa al ver cómo caÃa el vino
sobre la tumba goteando de las barbas de piedra del inmóvil guerrero.
Y esto diciendo llevóse la copa á los labios, y después de
humedecérselos con el licor que contenÃa, le arrojó el resto á la
cara, prorrumpiendo en una carcajada estrepitosa al ver como caÃa el
vino sobre la tumba goteando de las barbas de piedra del inmóvil
guerrero.
¿Por qué
le arrojó la piedra?
¿Qué arrojó el hombre al león?
_¿Cuál es el infinitivo de_ arrojó, dió, quiso, pudo, encuentres?
«¿Habrá otro--entre sà decÃa--
Más pobre y triste que yo?»
Y cuando el rostro volvió
Halló la respuesta viendo
Que iba otro sabio cogiendo
Las hierbas que él arrojó.
Todos arrojamos á nuestro
alrededor una inquieta mirada de desconfianza; nos pusimos de pie y
desnudamos nuestros aceros, determinados á vender caras las vidas;
pero no pudimos por menos de permanecer inmóviles al ver adelantarse
con paso firme é igual un hombre de elevada estatura, completamente
armado de la cabeza al pie y cubierto el rostro con la visera del
casco, el cual, desnudando su montante, que dos hombres podrÃan apenas
manejar, y poniéndole[1] sobre uno de los carcomidos fragmentos de las
rotas arcadas, exclamó con una voz hueca y profunda, semejante al
rumor de una caÃda de aguas subterráneas:
[Footnote 1: poniéndole.
Entonces los
pescadores cogieron los zapatos, y, viendo abierta la ventana de la casa
de TamburÃ, los arrojaron dentro, rompiendo todos los frascos de esencia
de rosa que el avaro habÃa comprado hacÃa poco, y con cuya ganancia
estaba loco de contento.
7 Y como perseverasen preguntándole, enderezóse, y dÃjoles: El que de
vosotros esté sin pecado, arroje contra ella la piedra el primero.
7 Y como perseverasen preguntándole, enderezóse, y dÃjoles: El que de
vosotros esté sin pecado, arroje contra ella la piedra el primero.
Mas como no era de presumir que ella por su voluntad se
hubiese arrojado sobre mà de aquel modo brusco é inconveniente, pues
jamás habÃa hecho daño á ninguna muñeca, creà más probable que de alguna
casa me la hubieran arrojado.
El rastro de la sangre que arroja marca su
camino.
y sus ojos son los ojos de un demonio que, durmiendo,
las visiones ve del mal;
y la luz sobre él cayendo, sobre el suelo arroja, trunca
su ancha sombra funeral,
y mi alma de esa sombra que en el suelo flota...
Un aliento de fuego abrasó su cara, un mar de luz obscureció sus ojos,
un trueno gigante retumbó en sus oÃdos, y arrancado del corcel y
lanzado al vacÃo como la piedra candente que arroja un volcán, se
sintió bajar, y bajar sin caer nunca, ciego, abrasado y ensordecido,
como cayó el ángel rebelde cuando Dios derribó el pedestal de su
orgullo con un soplo de sus labios.[1]
[Footnote 1: Compare--
Nine days they fell; confounded Chaos roared,
And felt tenfold confusion in their fall
Through his wild anarchy; so huge a rout
Encumbered him with ruin.
En su
cúspide truncada hay, con frecuencia, una columna de humo, y sucede de
cuando en cuando que, durante la noche, arroja por su cráter, a manera
de bomba, y de un modo intermitente, algunas substancias inflamadas;
gracias a este respiradero que se ha formado, y que desembaraza sus
entrañas de los productos de una combustión permanente, los pueblos del
Ecuador no experimentan frecuentes temblores ni violentos terremotos,
porque este nevado apacible, como hemos dicho, quieto, calmado e
inofensivo en la apariencia, contiene en su seno el germen de la
devastación, de la ruina y la desolación de los lugares circunvecinos,
como lo ha demostrado en sus diversas erupciones.
--Esos bancos prestan más o menos hasta la mitad del valor que arroja
la tasación y por un tiempo breve, que generalmente no pasa de cinco
años, lo cual quiere decir que la amortización que fijan es por lo menos
de veinte por ciento al año.
7 Y como perseverasen preguntándole, enderezóse, y dÃjoles: El que de
vosotros esté sin pecado, arroje contra ella la piedra el primero.