El campo de batalla era la sala prudentemente
desamueblada desde el dÃa anterior, sin alfombra, sin cortinas, sin
ningún adorno, en fin, más que la gran tina del baño[19] colmada de
agua, el baño de asiento,[20] la tinaja, los tachos grandes de la
cocina, y todo cuanto cacharro pudiera servir para tener mucha agua a
mano.
Después de una introducción ó exordio elogiando el tino y la prudencia
con que habÃa resuelto el capÃtulo cuestiones delicadas, celebró que
todos los ánimos estuviesen unidos para cuanto fuese provechoso
espiritual ó temporalmente á la orden, comparándola á una gran madre
cuyo mejor adorno y corona son los buenos y virtuosos hijos.
Mientras el niño vivió, ningún cuidado faltó á la humilde planta: él le
daba todo lo que la angosta ventana dejaba pasar de aire y de luz: y
cada noche la regaba, despidiéndose de ella con dulces palabras como de
una amiga; y la florecita azul se llenó de hojas, y fué un hermoso
adorno para el pobre tiestecillo donde la habÃan plantado.
Era
Varmen lo que suelen ser las que se clasifican de _arrimadas_ á la
iglesia, opuesta á que se ocupasen de ella.{82-1} Su vestir era con
extremo aseado y primoroso, pero rigurosamente sencillo; la ropa que
llevaba era basta, pero limpia; cuidadosamente remendada, pero sin
adorno alguno: su cabello estaba siempre alisado y recogido; pero nunca
adornaban flores su cabeza.
Tiene el más completo desprecio
por los dormilones, asà es que de los que duermen siesta antes del medio
dÃa, dice «duermen la siesta del burro»[31] y cuando quiere satirizar a
alguno que ha sido desgraciado en la guerra, dice que «lo agarraron
durmiendo.»
El poncho, muy superior a la capa española por la facilidad en cubrirse
con él, y la desenvoltura en que deja los movimientos; el _chiripá_ que
aventaja al pantalón para el hombre que está todo el dÃa a caballo, la
bota de potro, fabricada por él mismo con un cuero de ese animal y
cómodamente dispuesta para no estrecharle; el pañuelo del cuello que
sirve de adorno y además de filtro para tomar agua en los arroyos y
cañadas, por cuya razón siempre es de seda; el lazo, las boleadoras y el
_facón_, que sirven para defenderse del hombre y de los enemigos; el
recado con todas sus _pilchas_[32] que constituyen la silla y la cama
del viajero, hacen que el gaucho, asà vestido y pertrechado, lleve
consigo a donde quiera que vaya, sus menesteres, su casa y su fortuna.
=adorno=, _m._, ornament.
=adorno,= ornament, adornment.
Bandadas de loros polÃcromos y estridentes, se abaten sobre algún
naranjo, extraviado entre la inculta arboleda; soberbios colibrÃes
zumban sobre los azahares, que a porfÃa[4] compiten con los frutos
maduros; jilgueros y cardenales cantan por allá cerca; algún tucán
precipita su oblicuo vuelo, alto el pico[5] enorme, en que resplandece
el anaranjado más bello; el negro _yacutoro_ muge, inflando su garganta
que adorna roja guirindola; y, en la espesura, amada de[6] las tórtolas,
lanza el pájaro campana su sonoro tañido.
Un peregrino se sienta á mi lado, apoya la cabeza en mi hombro y se
queda dormido, rozándome dulcemente la mejilla con la media docena de
pelos que adornan su frente.
Este hecho se
nota, sobretodo, en algunas de las magnÃficas casas de la
clase acomodada; muchas de las cuales son espaciosas
y las flores que adornan los patios son bellÃsimas.
Dos copas extraordinarias de plata, en forma de platillos cincelados,
adornaban el bocado; y las cabezadas y riendas estaban cubiertas de
argollas, pasadores, puntillas y cadenitas del mismo metal.
Entre las numerosas imágenes que adornaban su
cuarto, la viejecita reverenciaba muy en particular un san Antonio de
talla, recuerdo de mi tÃa y muy milagroso, según fama, pues no habÃa
objeto perdido que no pareciese en cuanto le encendÃan una candela.
Al oir mis
pasos alzó la cabeza, y aunque la bajó de nuevo casi en seguida, no fué
tan pronto para que no hubiera observado que tenÃa una frente blanca y
pura que adornaban hermosos cabellos castaños, ojos pardos que lanzaban
miradas francas é inocentes, una boca pequeña, una nariz más graciosa
que perfecta y unas mejillas coloreadas por un suave carmÃn.
Era
Varmen lo que suelen ser las que se clasifican de _arrimadas_ á la
iglesia, opuesta á que se ocupasen de ella.{82-1} Su vestir era con
extremo aseado y primoroso, pero rigurosamente sencillo; la ropa que
llevaba era basta, pero limpia; cuidadosamente remendada, pero sin
adorno alguno: su cabello estaba siempre alisado y recogido; pero nunca
adornaban flores su cabeza.
Mientras su pesca
aumentaba, los cardenales azules cantaban invisibles en el follaje la
melancólica romanza de los bosques, el martÃn pescador, de plumaje
tornasolado, volaba con rapidez a lo largo de la corriente, en busca de
su alimento acuático, los pino-limones desparramaban en torno suyo las
cuentas rojas de sus frutas maduras, y las campánulas moradas adornaban
los troncos, sobre la malla de las yedras siempre verdes.
La dulce niña recibió las flores y con
ella adornó su sombrero de paja, mientras sus compañeras reÃan.
El niño recibió el humilde presente con una gran alegrÃa: los dos
hermanos plantaron la florecita en una maceta vieja, que llenaron de
tierra, la regaron con cuidado, y Dios hizo prosperar la planta, que á
los pocos dÃas se adornó con algunas hojitas: cuidada por la pequeña y
débil mano de un niño doliente, constituyó, no sólo el jardÃn, sino el
universo entero del pobre enfermo: porque aquella pequeña flor le
representaba los prados, los bosques, los jardines, los rÃos, en una
palabra, toda la creación.
Su
indignación fué tanta que mejor es pasar por alto los epitetos con que
adornaron el nombre del lugareño.
Bandadas de loros polÃcromos y estridentes, se abaten sobre algún
naranjo, extraviado entre la inculta arboleda; soberbios colibrÃes
zumban sobre los azahares, que a porfÃa[4] compiten con los frutos
maduros; jilgueros y cardenales cantan por allá cerca; algún tucán
precipita su oblicuo vuelo, alto el pico[5] enorme, en que resplandece
el anaranjado más bello; el negro _yacutoro_ muge, inflando su garganta
que adorna roja guirindola; y, en la espesura, amada de[6] las tórtolas,
lanza el pájaro campana su sonoro tañido.